marxismo

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Marxismo: ¿Pensamiento científico o engaños premeditados? En 1848 se publicó el “Manifiesto Comunista”, obra de Kissel Mordekai (más conocido como Marx) y de Federico Engels. En 1864 Marx fue secretario de la Primera Internacional de Trabajadores. En 1889 se reunió la Segunda Internacional, y, por fin, en el año 1917, en plena guerra europea, culminaba en Rusia el régimen zarista; una aristocracia extraña en absoluto al ser de Rusia, antinacional, que apenas hablaba ruso sino francés, y no tenía de su papel real en la vida rusa la más mínima idea. Una alta burocracia necia y de funcionamiento irritante terminó para darle lugar al Comunismo Marxista, la más sanguinaria máquina terrorista que ha conocido la humanidad. Un comunismo, que si bien se inició en Rusia, distó mucho de ser un movimiento propio del pueblo ruso y su idiosincrasia. Por el contrario, siempre tuvo un carácter internacionalista (propio de los apátridos que andan desperdigados por todas las Naciones del mundo). Según Lenin, "Los obreros no tienen patria" y así como el pueblo ruso no era marxista en 1917, tampoco lo eran los alemanes en 1918, ni los españoles en 1936, ni los polacos en 1939, ni los cubanos en 1958, entre otros. Luego de la Segunda Guerra Mundial, el marxismo se extendió esclavizando todo el Este de Europa y a una parte cada vez mayor del Mundo, intentando llegar incluso a nuestra América y nuestro País. --------- Antes de entrar a ver el marxismo en sí, conviene ver algo muy destacable de esta ideología que desde un inicio muestra el carácter hipócrita y falso que la caracteriza: El hombre (según Marx) no existe fuera de la clase social de la que proviene, la cual determina obligatoriamente su pensamiento y su conducta. Pero lo cierto es que el marxismo, con el pretexto de combatir al capitalismo, no hace sino establecer una Dictadura que no es del proletariado, como se quiere hacer creer a los tontos, sino de una clase dirigente, financiada y apoyada por los banqueros capitalistas. "La masa proletaria no es protagonista, sino instrumento de la Revolución Social. Los conductores y ejecutores, en todas partes, son intelectuales y banqueros, como en la Revolución Rusa: Lenin y Trotsky con el apoyo financiero de la Banca Kuhn, Loeb, Schiff y compañía. Sin el poder financiero internacional no hay revolución comunista triunfante". Jordán Bruno Genta, Cultura Argentina, Bs.As., 1969. Un argumento clarísimo que demuestra que la revolución bolchevique fue financiada del exterior y no fue una revolución propia del pueblo ruso es que cuando se llevó a delante esa sangrienta revolución el pueblo ruso estaba pasando por una crisis tremenda y nunca podría haber conseguido todo el armamento, propaganda y preparación necesaria para derrocar al poder del zarismo si esta revolución no hubiese sido programada, organizada, financiada y ejecutada por agentes externos a ese pueblo que se estaba muriendo de hambre. Ninguno de los creadores y financistas del comunismo han pertenecido a la "clase obrera”. Vayamos a los hechos y ejemplos: Marx: hijo de un abogado y descendiente de rabinos, ningún marxista estuvo más alejado del proletariado que el propio Marx. Una persona que nunca se sintió explotada por el capitalismo sino que muy por el contrario vivió toda su

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Un pequeño resumen para dummies.

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Page 1: Marxismo

Marxismo:

¿Pensamiento científico o engaños premeditados?

En 1848 se publicó el “Manifiesto Comunista”, obra de Kissel Mordekai (más conocido

como Marx) y de Federico Engels. En 1864 Marx fue secretario de la Primera

Internacional de Trabajadores. En 1889 se reunió la Segunda Internacional, y, por fin,

en el año 1917, en plena guerra europea, culminaba en Rusia el régimen zarista; una

aristocracia extraña en absoluto al ser de Rusia, antinacional, que apenas hablaba ruso

sino francés, y no tenía de su papel real en la vida rusa la más mínima idea. Una alta

burocracia necia y de funcionamiento irritante terminó para darle lugar al Comunismo

Marxista, la más sanguinaria máquina terrorista que ha conocido la humanidad.

Un comunismo, que si bien se inició en Rusia, distó mucho de ser un movimiento

propio del pueblo ruso y su idiosincrasia. Por el contrario, siempre tuvo un carácter

internacionalista (propio de los apátridos que andan desperdigados por todas las

Naciones del mundo). Según Lenin, "Los obreros no tienen patria" y así como el pueblo

ruso no era marxista en 1917, tampoco lo eran los alemanes en 1918, ni los españoles en

1936, ni los polacos en 1939, ni los cubanos en 1958, entre otros.

Luego de la Segunda Guerra Mundial, el marxismo se extendió esclavizando todo el

Este de Europa y a una parte cada vez mayor del Mundo, intentando llegar incluso a

nuestra América y nuestro País.

---------

Antes de entrar a ver el marxismo en sí, conviene ver algo muy destacable de esta

ideología que desde un inicio muestra el carácter hipócrita y falso que la caracteriza:

El hombre (según Marx) no existe fuera de la clase social de la que proviene, la cual

determina obligatoriamente su pensamiento y su conducta.

Pero lo cierto es que el marxismo, con el pretexto de combatir al capitalismo, no hace

sino establecer una Dictadura que no es del proletariado, como se quiere hacer creer a

los tontos, sino de una clase dirigente, financiada y apoyada por los banqueros

capitalistas.

"La masa proletaria no es protagonista, sino instrumento de la Revolución Social. Los

conductores y ejecutores, en todas partes, son intelectuales y banqueros, como en la

Revolución Rusa: Lenin y Trotsky con el apoyo financiero de la Banca Kuhn, Loeb,

Schiff y compañía. Sin el poder financiero internacional no hay revolución comunista

triunfante".

Jordán Bruno Genta, Cultura Argentina, Bs.As., 1969.

Un argumento clarísimo que demuestra que la revolución bolchevique fue financiada

del exterior y no fue una revolución propia del pueblo ruso es que cuando se llevó a

delante esa sangrienta revolución el pueblo ruso estaba pasando por una crisis tremenda

y nunca podría haber conseguido todo el armamento, propaganda y preparación

necesaria para derrocar al poder del zarismo si esta revolución no hubiese sido

programada, organizada, financiada y ejecutada por agentes externos a ese pueblo que

se estaba muriendo de hambre.

Ninguno de los creadores y financistas del comunismo han pertenecido a la "clase

obrera”. Vayamos a los hechos y ejemplos:

Marx: hijo de un abogado y descendiente de rabinos, ningún marxista estuvo

más alejado del proletariado que el propio Marx. Una persona que nunca se

sintió explotada por el capitalismo sino que muy por el contrario vivió toda su

Page 2: Marxismo

vida gracias al apoyo financiero que recibía por parte de banqueros judíos

capitalistas a cambio de escribir.

Engels: Amasó una fortuna explotando a los trabajadores de sus hilanderías en

Manchester, apropiándose de la "plusvalía" para financiar la obra de su socio

Marx, que nunca trabajó y conocía las penurias de los obreros por referencia.

Karfukelstein, (alias Léon Blum), Indalecio Prieto y Salvador Allende Gossens,

líderes de los socialismos de Francia, España y Chile, respectivamente,

figuraban entre los hombres más ricos de sus países.

Cyrus Eaton y Armand Hammer, multimillonarios comunistas "yanquis" (el

primero amigo personal de Lenin).

Graiver, banquero privado de la guerrilla marxista argentina de los años '70.

Jacobo Schiff, Presidente de la banca Kuhn, Loeb & Co.: financió la Revolución

Soviética de 1918. En 1928 se jactó de su hazaña en el homenaje que se le

tributó en Nueva York al cumplirse el 10° aniversario de esa revolución de los

"trabajadores".

León Bronstein (alias Trotzky): Como en las dinastías más linajudas, el flujo de

dólares para la revolución "rusa" comenzó cuando este "genial creador del

Ejército Rojo" y asesino en masa de obreros y campesinos, se casó con la hija

del banquero Jivotovsky, sellándose con esa "boda real" la suerte del pobre

pueblo ruso.

Como dice Oswald Spengler: "No hay un solo movimiento socialista que no haya

estado al servicio del capitalismo"

Pasemos ahora si a ver en que consiste y sobre que pilares se fundamenta esta ideología

tan difundida pero también tan desconocida a la vez en el mundo entero:

Según Marx y Engels, el comunismo es un "Socialismo Científico": No un plan

revolucionario, sino el enunciado objetivo de las leyes sociológicas.

Por definición, el saber científico es coherente y no contradictorio. Pero por definición

dada por sus propios autores, la teoría comunista es la contradicción permanente, por

tanto, no es una ciencia.

Esto lo confiesa Marx abiertamente cuando escribe: "No se trata de explicar el mundo,

sino de cambiarlo". Como es obvio, el objeto de una Ciencia (como lo es la Sociología)

es describir la realidad tal cual es. Cambiarla es el oficio del político, el moralista o el

revolucionario, que no es honesto si define su programa como un proceso que se

cumplirá inexorablemente, como sucede con las leyes naturales verdaderas.

Ningún científico fabrica "leyes" sin importarle que no reflejen el orden de la

Naturaleza, ni se jacta de que esas "leyes" respondan a su conveniencia, en lugar de ser

el espejo de la realidad.

Marx explica su “Socialismo Científico” en una obra monumental e intrincada: “El

Capital”, un libro del que muchos hablan pero que casi nadie ha leído y estudiado. Las

bases sobre las que pretende asentar Marx su teoría son aparentemente “científicas”

pero en realidad resultan todo lo contrario.

Esta obra, constituye algo así como la Biblia de la religión marxista, es, como queda

dicho, un libro pseudo-científico, complejo, intrincado, con un lenguaje y una

terminología oscuros y difíciles, derivado en general de las obras de Hegel. Se puede

afirmar con absoluta seguridad, que el 99% de quienes se proclaman marxistas no la han

leído, y aun aquellos, ínfima minoría, que lo han hecho, la han comprendido poco y

mal. De otra manera no tendrían explicación las interminables discusiones y diferencias

Page 3: Marxismo

de opinión, entre esos pocos que la han estudiado. Es claro que podremos encontrar un

sinnúmero de trabajos, de libros, que tratan de explicar o exponer, simplificándolo, el

sistema marxista. Cada uno de estos intérpretes se considera en posesión de “la verdad”.

El resultado de esto es la existencia de tantos “marxismos” como intérpretes hay.

Además, no todo el marxismo está explicado en “El Capital”, muchas de sus ideas están

desperdigadas por otros libros suyos (escribió más de quince). Y “El Capital” no es

propiamente una obra orgánica, sino una compilación en que están mezcladas toda clase

de temas, argumentos y digresiones, formando un caos empalagoso e ininteligible.

Como ha dicho Benedetto Croce, es una “mezcla extraña de teorías generales, de

polémica y de sátiras amargas, de ilustraciones y de digresiones históricas, sin orden ni

proporción y en oposición a todas las leyes de la estética”. Además, las obras marxistas

están repletas de fraseología hegeliana. Por lo tanto, antes de leer a Marx, es necesario

haber leído y entendido a Hegel. ¿Cuántos marxistas pueden jactarse de esto?

Hay que agregar también, que sólo la primera parte de “El Capital” se publicó en vida

de Marx (en 1867). Diez años después de su muerte (1893) apareció el tomo II y en

1984 el tomo III, ambos publicados por Engels. Y hasta 1910 se siguieron publicando

obras de Marx que no habían llegado a término antes de su muerte..

Podemos decir que Marx fue un creador de mitos, explotador de utopías y especialista

en enmarañar y oscurecer los asuntos y cuestiones más claros.

Si alguien quiere estudiar a Marx, al ver toda esta complejidad en sus obras, lo primero

que piensa es que no se puede estudiar y explicar el marxismo ni definir si es un

pensamiento científico válido. Y sí, es muy difícil o imposible leer todas las obras de

Marx, entenderlas y formular un análisis. Sin embargo el marxismo tiene sus intérpretes

en los jefes de los Partidos Comunistas y Socialistas (entre otros) que están distribuidos

por todo el mundo. Ya sean estalinistas, trotskistas, maoístas, leninistas, castristas o lo

que sea, hay ciertos puntos del marxismo que se les considera fundamentales y que

todos los intérpretes de Marx llevaron adelante.... Un sabio no juzga solo por las

palabras sino que también debe juzgar por los hechos y desconfiar de esas “verdades

reveladas” que se explican de forma imposible de entender. Por lo tanto, no basta con

leer a Marx para entender el marxismo, hay que ver al marxismo reflejado en la

realidad.

Si bien Marx se aseguró de hacer de su ideología algo bien complicado para que muy

pocos pudieran entender, podemos ir viendo en qué consiste el marxismo empezando

por ver el concepto del hombre según el marxismo porque es ya desde ahí, tomando al

hombre como punto de partida el marxismo comienza a basarse en falacias:

Según el marxismo, el hombre es un ser pura y exclusivamente material, que realiza su

actividad en un orden estrictamente económico, carente de espiritualidad, de razón y

hasta privado del disfrute de bienes económicos. De ello surge que el "hombre viejo",

dotado de espíritu, inteligencia y propiedad, debe ser liberado de esos "inconvenientes".

El marxismo quiere convertirnos en algo inferior a las bestias: quiere convertirnos en

cosas. De aquí se derivan el materialismo dialéctico, el concepto de la inevitabilidad de

la “lucha de clases” y el Materialismo Histórico (la historia concebida como un

conjunto de hechos derivados de móviles meramente económicos). No se le considera al

hombre como “persona humana”, como un ser dual, compuesto de materia y espíritu.

No se considera que el hombre, persona humana y no un simple animal que se mueve

por el instinto de lo material, es portador de valores eternos, de un alma y de un libre

albedrío que lo hace plenamente responsable de sus acciones y lo lleva a actuar no solo

Page 4: Marxismo

movido por causas materiales sino movido también por ideales. Y no es esto un

capricho religioso, por más que no creamos en un Dios, resulta absurdo negar la

existencia de cierta espiritualidad en el hombre, ya sea religiosidad, moralidad, libertad,

arte o estética...

El Hombre Nuevo del marxismo no existe como individuo: su única dimensión "real"

(marxista) es la del rebaño, por lo cual carece de derechos individuales. La ausencia de

límites internos (espiritualidad, moralidad) sólo puede subsanarse mediante la fuerza

bruta (externa). Por ello todo Estado comunista es necesariamente tiránico.

Vale la pena aquí citar un algunas frases de Ramiro Ledesma:

“Si el comunismo, aun a trueque de sacrificar la dignidad del hombre, hubiera podido

llevar a cabo su misión de establecer una justicia social casi paradisíaca, podría servir

al menos para los que no sintieran su propia dignidad; sería un régimen de rebaño,

pero posible. Lo peor es que ni para eso ha servido. Las masas, ansiosas de ese

bienestar que se les prometía sin gran esfuerzo, se enfervorizaron de tal modo, que no

supieron soportar fácilmente el fracaso.”

"El comunista es un ser simple, casi elemental, que acepta sin control unas verdades

económicas no elaboradas por él, y da a ellas su vida íntegra. El fraude que realiza de

ese modo trasciende de su orbe individual para convertirse, si triunfa ese sistema, en el

fraude total de un pueblo que deserta de sus destinos y juega al peligro del caos."

“El comunismo procura borrar las peculiaridades de cada pueblo para soportar más

tarde un sistema que lo mismo puede aplicarse en España que en la India, puestos que

en todas partes son idénticas las leyes económicas que regulan las relaciones de las

cosas entre sí y las relaciones del hombre con las cosas, convertido en una de tantas de

las que llenan el mundo”

Sin embargo, para que esta teoría no resulte tan absurda y el hombre algo tan elemental,

el marxismo tiene que admitir que el hombre aun siendo materia, algo tendrá de

superior a, una columna o una cucaracha, y ahí es que el marxismo pide auxilio al

evolucionismo darwiniano para decir que la materia, por evolución, alcanza formas

superiores. Aquí es que entra en juego la tan popular palabra “progresismo” que no es

más que otro de los dogmas de la fe marxista. La evolución tiene que ser progresiva, o

la teoría se desploma.

El concepto marxista de la evolución final de la humanidad, afirma que esa evolución

conducirá inevitablemente a una sociedad sin clases y sin Estado, verdadero “paraíso

terrenal” predicho por el marxismo. Aquí es que entra en juego el concepto marxista de

la división de la humanidad en clases que comienza cuando algunos individuos se

"apropian" de parte del resultado económico de la producción ("plusvalía"), en lugar de

darlo enteramente a quienes han puesto su trabajo manual en producirlo. Ese robo, dice

Marx, enriquece a quienes lo perpetran, y suma en una creciente miseria a las víctimas.

Esta teoría se basa en la falsa premisa de que el valor de un bien se mide, sin faltar ni

sobrar un centavo, por la cantidad de trabajo puesto en su producción, y que todo

trabajo humano es trabajo humano igual. Para Marx, es trabajo únicamente el manual.

Cuando habla de “trabajadores” se refiere a los proletarios, es decir, a quienes se ganan

un jornal con el trabajo manual. El marxismo niega así otros aportes al valor de un

producto: el del inventor y su ingenio (que puede representar casi todo el valor del

producto), el espíritu de empresa del fabricante, la pericia del obrero, el talento del

profesional, la sabiduría del buen gobernante, y hasta el orden legal general y la eficacia

de la defensa nacional para que la producción pueda realizarse. La teoría marxista del

valor, con su falsedad, sigue siendo un astuto señuelo para convencer a los trabajadores

de que, sin importar si ganan mucho o poco, están siendo despojados de algo que les

Page 5: Marxismo

pertenece y su único camino es rebelarse, pero solo bajo la guía del Partido Comunista.

Otra gran falacia marxista es el concepto de la inevitable “lucha de clases” hasta "la

destrucción de la clase vencida”. La burguesía, según Marx, provoca el desarrollo y

crecimiento cada vez mayor del proletariado, y de la oposición y triunfo final de éste

surgirá una sociedad sin clases. Como el Estado es un producto de esta lucha, el

resultado de aquel triunfo del proletariado sobre la burguesía será la eliminación de ésta

y el establecimiento de esta sociedad, no solamente sin clases, sino también sin Estado,

ya que éste no tendría ya razón alguna para existir. Basta con echar un vistazo sobre el

desarrollo de la situación mundial para convencernos de la falacia que encierra este

razonamiento “científico”. Tanto en la URSS como en los demás países

autoproclamados marxistas lo que cabe apreciar en la realidad es un Estado

absolutamente omnipotente y tiránico, dirigido por una “clase dirigente” que forma una

verdadera oligarquía privilegiada que reina sobre una masa amorfa y esclavizada,

reducida a trabajar para el Estado que, lejos de encaminarse a su desaparición, es cada

vez más todopoderoso.

Además, el concepto de “clase” es sumamente vago e indefinible. Los hombres no son

naturalmente iguales y es por esto que la posición social de distintas especies de

hombres no sea siempre la misma. Unos, más talentosos o más inescrupulosos,

escalarán puestos más elevados que otros menos dotados o más desgraciados. Pero

dividir a toda la humanidad en dos clases perfectamente diferenciadas en sus caracteres

y por añadidura antagónicas, resulta lo más anticientífico y absurdo que pueda darse.

Volviendo al concepto que tiene el marxismo del hombre, hay quienes podrían decir que

si este "Hombre Nuevo" del marxismo, al ser imaginario, no existe ni es posible crearlo,

el marxismo sería entonces una inofensiva utopía sin consecuencias, una curiosidad

literaria... Pero según confesión explícita de sus autores, esta utopía ha costado a la

Humanidad más de cien millones de muertos. Por supuesto que el hombre real ni

siquiera con violencia puede ser transformado en ese "hombre nuevo", pero sí es posible

matarlo en el intento.

Los siguientes son casos concretos en que se ha tratado de llevar a la práctica esa

"curiosidad literaria" y como dije anteriormente, hay que desconfiar de las palabras y

creer en los hechos y analizar su por qué, así que a continuación voy a mencionar

algunos ejemplos de políticas marxistas que se llevaron a cabo para conseguir ese

“hombre”:

Bajo la dirección de Nikita Salomón Jrushov Pearlmutter, el comunismo

soviético "colectivizó" (confiscó) la propiedad rural en Ucrania en los años

treinta. Para ello bloqueó con tropas el acceso a los graneros y mató de hambre a

los kulaks (campesinos) que se negaban a entregar sus tierras. Este genocidio

(más de 10 millones de seres humanos) se reflejó en los censos oficiales de la

URSS.

En 1975, el Khmer Rouge (partido comunista de Camboya) decidió crear una

"economía agraria". Para ello hizo evacuar a punta de bayoneta todas las

ciudades del país, dejando a la intemperie y sin alimentos a hombres, mujeres y

niños (hasta los enfermos de los hospitales); aplanó los cementerios para

suprimir los lazos espirituales de familia, y hasta prohibió el uso de lápices,

declarándolos "instrumentos de comunicación de las clases dominantes". Más de

un millón de víctimas.

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En China, la "Gran Revolución Cultural Proletaria" se empeñó en eliminar

violentamente todas las tradiciones nacionales y populares. Durante una década

(1966-1976) mantuvo al país en estado de coma, destruyendo las obras

intelectuales y artísticas de un pasado milenario.

Otro maoísta, el dictador comunista de Albania, Enver Hodja, decretó el cambio

obligatorio de nombre de toda la población, para suprimir los nombres

cristianos.

En Rumania, la ultra corrupta dictadura comunista de Ceausescu y señora,

mandó demoler 40.000 aldeas para "industrializar el país" suprimiendo las

tradiciones populares.

En España, bajo la dominación roja (1936-39), miles de niños fueron arrancados

a sus familias y enviados a Rusia para "reeducarlos". Para agilizar la creación

del "Hombre Nuevo", el régimen, dirigido por el embajador soviético en Madrid,

Rosenberg, asesinó a 11 obispos y 10.000 sacerdotes y monjas ("Hemos resuelto

el problema religioso en España no dejando en pie ni un solo templo", proclamó

el líder comunista Negrín). Entre miles de víctimas civiles, fueron fusiladas las

dos hermanas adolescentes del Vicecónsul uruguayo en Madrid por dar

alimentos a unas religiosas que escapaban del terror comunista.

En 1939, cumpliendo la "ley científica" marxista de que el hombre sólo piensa y

obra según los intereses de su clase, los soviéticos asesinaron en Katyn a 14.000

oficiales del Ejército Polaco e intelectuales por considerarlos "científicamente"

irrecuperables. Esto demuestra como solo por la fuerza y la muerte el marxismo

pretende establecer su “hombre nuevo”. El crimen fue inicialmente atribuido a

los nazis pero dada la amplia documentación, fue al final reconocido por los

marxistas del “paraíso terrenal”.

Vista la ineficacia de los campos de concentración para convertir al comunismo

a los internados, los soviéticos inventaron un instrumento más eficaz: los

"sanatorios" psiquiátricos, en donde mediante drogas psicotrópicas se

desintegraba mentalmente a los disidentes. Esa "terapia" fue confesada por los

líderes soviéticos en el XX Congreso del Partido Comunista de la URSS, cuando

por oportunismo tomaron distancia de su ex-amado líder José David Djugashvili

(alias Stalin), a quien querían presentar como extremista.

En cuanto a la supresión de la individualidad, la moral y la vida privada, conforme al

magisterio de Vladimir Illich Ulianov Blank (alias Lenin): "La moral no existe: es un

subproducto de la lucha de clases. Es moral lo que sirve la causa del proletariado".

Presento otros ejemplos:

La dictadura comunista de Bela Kuhn, en Hungría (1918) decretó ¡la

colectivización de los cuartos de baño de los domicilios privados! Otro

monstruo, Szamuelly, jefe de policía del mismo régimen, se jactaba: "A los

detenidos no les pregunto si han atentado contra el poder soviético. Lo que les

pregunto es la profesión de su padre y de su madre: a qué clase social

pertenecen".

El "profeta menor" del comunismo, Federico Engels, escribió “Orígenes de la

Familia, la Propiedad Privada y el Estado”, uno de los libros más repugnantes

que ha producido la mente humana, para denigrar e insultar con fétidas teorías

"científicas" esas tres instituciones clave para una vida en civilización.

Page 7: Marxismo

En 1999 una diputada comunista italiana exigió la derogación de la prima por

hogar constituido que se paga a los trabajadores, calificándola de "instigación al

matrimonio".

Mucha gente podría intentar justificar todo esto diciendo que el comunismo no es el

único sistema que ha cometido excesos. Pero lo cierto es que el comunismo no es que

haya cometido excesos. Sus crímenes son la fiel expresión de su ideología. Trata al

hombre tal cual como lo describe.

Para poder crear ese "ejército proletario" que acabará con la "explotación capitalista", el

Partido Comunista primero tiene que eliminar las defensas espirituales e intelectuales

que impiden a una persona normal adherir a la subversión marxista. La "solución" de

Marx es otro de sus "descubrimientos sociológicos". Marx "descubre" ciertos factores

que distraen al trabajador de sus "verdaderos" intereses (la lucha de clases). Los

denomina alienaciones porque "alienan", es decir apartan, separan al explotado de lo

que le "conviene" (llevar al poder al Partido Comunista).

La madre de todas las alienaciones es la religión, a la que Marx dedica sus más

virulentas diatribas: la religión es el "opio del pueblo". Según Marx, se engaña al obrero

con la ilusión de un paraíso inventado por los curas, agentes de los explotadores

capitalistas, y esto retrasa el estallido de la revolución; el individuo embaucado por los

sacerdotes atribuye a un Dios imaginario las cualidades que él (el hombre) sí posee.

De la "alienación" religiosa derivan "alienaciones" secundarias, como la filosófica y la

política. Para Marx filosofar es perder el tiempo. Marx desprecia sardónicamente esa

disciplina que lleva a sus más altas cumbres a la mente humana, y por eso titula

"Miseria de la Filosofía" el libro en que combate a Proudhon, (que en "Filosofía de la

Miseria" se ocupaba de estudiar la situación de las clases populares para aliviar sus

penurias). En cuanto al amor a la Patria, es para Marx otra actividad ridícula, puesto que

la bandera (la Patria) no es más que un trapo que se agita para despertar las pasiones de

los inconscientes, según enseña el marxista argentino Juan Justo. Según este último, el

único interés auténtico del proletario es el económico. "La panza es reina y el dinero es

dios", diría Discépolo.

Una vez claro el concepto que tiene el marxismo del hombre, pasemos a analizar el

materialismo dialéctico marxista:

El marxismo no admite nada permanente. "Todo lo que existe merece perecer"; "la

putrefacción es el laboratorio de la vida" son dos conocidas enseñanzas de Lenin.

El materialismo histórico de Marx, corresponde a una interpretación materialista de la

historia que afirma que son exclusivamente los modos de producción los que

determinan los fenómenos sociales, culturales y políticos.

Según Marx, desde la aparición de la propiedad privada siempre hubo una clase que

tenía el poder (opresora) y una clase oprimida. Tenemos entonces que en un inicio había

una especie de comunismo primitivo que desapareció con el surgimiento de la

propiedad privada que trajo como consecuencia al esclavismo en el que amo explotaba

al esclavo. Esto se transformó más adelante en el feudalismo en el que era el Sr. Feudal

que explotaba a los siervos hasta que esto trajo como síntesis al capitalismo en el que

tenemos a la burguesía opresora del proletariado, lo que va a llevar inevitablemente a la

revolución de este proletariado y finalmente, una sociedad sin clases, el “paraíso

Page 8: Marxismo

terrenal”.

Conviene explicar un poco más en detalle esa última etapa del materialismo histórico

marxista:

Según Marx, el robo de la economía capitalista lleva al trabajador a una situación en que

"no tiene nada que perder más que sus cadenas". Esa situación se puede rectificar sin

mayor esfuerzo para las víctimas, porque los explotadores son cada vez más ricos pero

menos numerosos, y los trabajadores cada vez más pobres pero más numerosos. Cuando

se llegue a la revolución se llegará a una "sociedad sin explotados ni explotadores", una

sociedad que dará "a cada cual según su necesidad" y sólo le exigirá "según su

capacidad", sin Estado ni gendarmes ni cárceles, porque el Hombre Nuevo no precisará

delinquir ni habrá por qué reprimirlo, según el paraíso prometido por Marx. Para esto,

basta lograr, como dice Marx que el proletariado deje de ser una "clase en sí" y se

transforme en una "clase para sí", es decir, que se haga consciente de que le conviene

alzarse en armas contra los "capitalistas" y sus agentes (Policía, Jueces, Fuerzas

Armadas, según Lenin). Esta labor de exasperación y engaño la cumple el Partido

Comunista, "vanguardia del proletariado" (en la que los proletarios brillan por su

ausencia).

Marx sin embargo, se reveló tan falso y erróneo profeta en la previsión del curso de los

hechos históricos, como equivocado economista en el análisis del desarrollo económico,

y erróneo filósofo en la determinación de la esencia del ser humano. En efecto, según la

profecía marxista, era fatal e ineludible que el proletariado tomara el poder, realizando

su revolución social, en algunos de los países más desarrollados industrialmente, sea en

Europa (Inglaterra, Alemania, Francia) o en los EEUU. ¿Qué ocurrió en realidad? Que

la revolución comunista fracasó en Francia y Alemania y ni siquiera se intentó en Gran

Bretaña. En cambio triunfó en países industrialmente atrasadísimos como Rusia o

China.

Volviendo a la teoría marxista, se podría decir que la credulidad humana, la

desesperación que el liberalismo provoca deliberadamente en las masas explotadas, y

una millonaria propaganda (que existe, aunque los "proletarios" supuestamente no

tienen como pagarla) lleva a aceptar todas estas mentiras y hacen que el marxismo,

aunque doctrinariamente despreciable, sea un programa revolucionario eficaz. Es ahí, en

el plano de la subversión, que el marxismo no comete "errores", no sostiene absurdos ni

es falaz ni utópico. Pensándolo bien, el marxismo es, sí, una "ciencia": la ciencia de la

insurrección.

La dialéctica, el materialismo, el evolucionismo, la supresión del Estado, la sociedad sin

clases y demás piezas del repertorio marxista, cumplen una mera función

INSTRUMENTAL de esa única razón de ser de la ideología comunista: lanzar a los

trabajadores a la revolución contra su propio pueblo; hacerlos forjar las cadenas de su

propia esclavitud. "Marx no buscó el bienestar de la clase obrera. Buscando la

revolución, encontró al proletariado", admite el marxista Rosenberg.

Esto tiene un corolario importante: el comunismo no sólo no procura mejorar la

situación de los trabajadores, sino que combate todo intento de corregir

constructivamente las injusticias sociales. La armonía social y la difusión de la

propiedad privada en TODAS las clases sociales no es negocio para el comunismo. Un

caso elocuente es "Antidühring", la obra que Engels escribió para combatir al

economista y filósofo socialista Eugenio Carlos Dühring, que al promover la elevación

económica y cultural del pueblo retrasaba el proceso de miserabilización y desempleo

que es el caldo de cultivo de la revolución comunista.

Esta labor antinacional y sobre todo antipopular que realiza el comunismo, explica ese

Page 9: Marxismo

aparente gran misterio: que los usureros internacionales, tan diestros en amasar fortunas,

financien "tontamente" a quienes les anuncian abiertamente que los van a privar de sus

caudales y hasta de la vida. El comunismo es la expropiación del capital, pero del

capital nacional, en beneficio de la usura globalizadora.

Se puede apreciar claramente como según el marxismo, la historia es de determinada

forma y el futuro será también, indefectiblemente como Marx lo dice.

Sin embargo, el marxismo, a pesar de aparentar ser claro en sus proposiciones es muy

común que pueda adoptar en cada momento la postura que más le conviene, disfrazarse

y forjar las alianzas más insólitas (para lo cual no lo detiene ninguna barrera moral ya

que lo moral son prejuicios de los enemigos burgueses) con tal de conseguir sus

objetivos. Recordemos que a pesar de ser supuestamente científico, el marxismo antes

que entender la realidad, pretende cambiarla.

Otra vez, vayamos a los hechos y ejemplos:

El comunismo hoy en día se proclama democrático y por lo tanto rechaza todas las

dictaduras y cuartelazos. Pero su flexibilidad dialéctica le ha permitido, sin abandonar

sus fines revolucionarios, apoyar entre otros muchos a:

Al Sargento Batista (en cuyo gabinete tuvo ministros)

Al Generalísimo Rafael Leonidas Trujillo.

Al Mariscal Pétain hasta 1941 (la "resistencia" de los maquis recién comenzó

cuando la URSS fue invadida por Alemania).

A Chiang kai-shek ("héroe de la independencia" contra Japón; "tirano corrupto"

contra Mao).

Al sha Reza Pahlevi de Irán.

Al "golpista" Chávez de Venezuela.

Al "golpista" Velazco Alvarado, de Perú, cliente favorito de las fábricas de

armas soviéticas.

A la "dictadura de los coroneles" en Grecia.

Fiel a su "anticolonialismo" apoyó la reconquista de las Malvinas, hasta que le

pareció más redituable la derrota argentina y la destrucción de sus fuerzas

armadas, pues como enseñaba Lenin (que pactó con el militarismo prusiano en

1917) el ideal del comunista es que su propio país sea vencido militarmente,

pues el caos de la derrota crea condiciones pre revolucionarias.

El comunismo dice ser enemigo del "imperialismo yanqui". Pero Marx y Engels,

en artículos firmados y publicados en la prensa europea, alentaron al ejército

norteamericano a conquistar México y avanzar por la costa del Pacífico. Ni

hablemos de la hipocresía de la izquierda cuando se proclama “anti-imperialista”

siendo que el mayor y más tiránico imperio que vio la humanidad fue justamente

el imperio de la URSS.

Conviene aquí hablar también del supuesto “humanismo” marxista:

El marxismo es un humanismo al mismo título que el liberalismo, es decir, la exaltación

de un hombre definido según falsas premisas. Es el humanismo de un "hombre" al que

ha sido amputada la espiritualidad, la razón, su patria, sus ideales y hasta el disfrute de

los bienes económicos. Lo poco que sobra, es el "humanismo" marxista.

Page 10: Marxismo

Engaños de este tipo en el marxismo sobran:

Se proclama "pacifista" porque define la paz como ausencia de resistencia al

comunismo.

Proclama la supresión del Estado, pero refiriéndose al Estado burgués. Llegado

al poder, lleva al Estado a su máxima potencia.

Es "anti-imperialista" contra los imperios que estorban sus planes en lugar de

financiarlos.

Proclama la "dictadura del proletariado", pero a los proletarios más les vale no

intentar ejercer el poder: de eso se encarga su "vanguardia", el Partido

Comunista.

Es "progresista" en el entendido de que el progreso es el avance hacia el régimen

soviético.

Rechaza el terrorismo... individual (Lenin). El terror en masa se llama ingeniería

social.

El amor a la Patria, para los comunistas, es una despreciable "alineación”. Pero

para alcanzar sus objetivos, el marxismo se disfraza muchas veces de

“nacionalista”. Un ejemplo clarísimo es Stalin, que viendo a la población

soviética poco entusiasta en morir por el materialismo dialéctico, proclamó la

lucha contra Alemania (1941-45) como "Gran Guerra Patria", reabrió al culto las

iglesias antes convertidas en establos o museos antirreligiosos, disolvió la

"Sociedad de los Sin-Dios", recurrió al paneslavismo y desempolvó las banderas

de la Santa Rusia de los zares hasta el momento prohibidas. (Obviamente, el fin

de la guerra dio paso a una nueva persecución religiosa).

“El partido comunista lucha junto con la burguesía todas las veces que ésta se

vuelve contra... la propiedad terrateniente feudal y la pequeña burguesía (...)

Pero jamás, en ningún momento, deja este partido de ir forjando entre los

obreros la conciencia más clara posible del antagonismo hostil que existe entre

la burguesía y el proletariado, para que cuando llegue la hora, los obreros...

sepan convertir las condiciones sociales y políticas creadas por el régimen

burgués en otras tantas armas contra la burguesía, y tan pronto como sean

destruidas las clases reaccionarias... la lucha pueda empeñarse contra la misma

burguesía”. (Manifiesto Comunista).

El marxismo fue concebido en su dimensión teórica y en dimensión práctica

para luchar contra las democracias liberales-capitalistas; sin embargo, luego se

encontró con la sorpresa de las nuevas fuerzas, que, por lo visto, ni siquiera

había sospechado en su dialéctica, y sus dirigentes se vieron en la necesidad de

concentrar todos sus esfuerzos en la lucha contra el fascismo, que venía

precisamente a destruir esa democracia liberal, burguesa y opresora que tanto

odio inspiró a los comunistas. Ya no podían permanecer en actitud solemne

esperando el desenlace de los acontecimientos de la dialéctica marxista; tenían

que echarse a la lucha abierta que le presentaban sus enemigos, y en vez de

perseguir la inmediata instauración de la dictadura del proletariado, se

contentaron con ser antifascistas, aunque sirvieran de apoyo a esa burguesía

explotadora, que casualmente también era antifascista. Resulta que el marxismo,

recibió de sus “enemigos” capitalistas la ayuda armada más formidable de la

historia durante su desesperada situación militar de 1941-1945. EEUU y con

otra gran cantidad de países occidentales liberales fueron arrastrado a la guerra

para salvar al marxismo. ¿Cuándo los soldados estadounidenses salvaron a la

Page 11: Marxismo

URSS de colapsar, también eran considerados “yanquis imperialistas” como la

izquierda les insulta hoy en día?

Ya hemos visto muchísimas falsedades del marxismo. Me imagino que cualquier

persona, se preguntará cómo es posible que este veneno para la sociedad haya tenido

tanto éxito y la respuesta es la siguiente:

El marxismo se mueve y razona en base a principios que le suministra el liberalismo. Es

evidente que la asombrosa colección de idioteces que es la ideología comunista, sólo ha

podido prosperar porque el liberalismo le ha abierto el camino. La negación de los

valores espirituales, la consideración de la religión como algo caduco y superado y de la

metafísica como algo inútil y nocivo, son elementos que unen tanto al marxismo como

al liberalismo.

Según Lenin, "la democracia liberal es el acceso más próximo a la dictadura del

proletariado". Según Marx, "el comunismo procede dialécticamente del capitalismo".

Hay sin embargo una diferencia singular entre la manera que tiene el comunismo de

usar las abstracciones de una razón vacía y la manera que sirvió al liberalismo del siglo

XVIII para hacer sus solemnes declaraciones de los derechos universales del hombre y

del ciudadano: el liberalismo piensa en un hombre vacío que no ha vivido en ninguna

parte; pero el comunismo ni siquiera piensa en el hombre, tal vez porque le estorbe en la

prosecución de sus fines. Donde el régimen liberal ponía un hombre utópico, pone el

comunismo una serie de engranajes de producción y de cambio. Las razones abstractas

han servido a fines bien distintos en estos dos sistemas: en uno, para ocultar al hombre

vivo; en el otro, para levantar la economía sobre todas las cosas.

TODAS las semillas del comunismo están en el liberalismo, que demuele la sociedad:

Promoviendo una enseñanza atea (alias: laica).

La propiedad privada como raíz de los males sociales (absoluta coincidencia

Marx-Rousseau).

La familia esclaviza (absoluta coincidencia Engels-Rousseau).

La Patria es un accidente. Nadie tiene deberes para con su nación.

El gobierno mundial garantizará la paz y la prosperidad.

La moral no existe. Es bueno lo que causa placer.

El Estado es el instrumento de la clase dominante.

El nacionalismo es algo que hay que erradicar cuanto antes.

Fuerzas Armadas "civilistas" y profesionalistas, pero sin formación política (sin

razones para combatir).

Pluralismo para todos y para todo. Sólo los promotores del pluralismo ajeno

tienen derecho a defender su identidad propia.

El sistema liberal hace realidad el sueño de León Trotzky, que aconseja dar el

asalto al poder cuando la sociedad esté adecuadamente descompuesta. Entonces

(enseña el "genial estratega") "todo será tan fácil como dar un puñetazo a un

paralítico".

Si a este magnifico obsequio ideológico se agregan las no menos espléndidas y

concretas transferencias bancarias que han recibido de la usura liberal todos los sistemas

marxistas, podemos deducir sin dificultad a qué se debe el nacimiento, la persistencia y

la supervivencia de una ideología que ofende la esencia humana.

Si los Partidos Comunistas no son agrupaciones cívicas, sino movimientos

revolucionarios, y su programa es absolutamente contrario a los intereses del país y su

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población, y lo que es peor, envuelven en ambigüedades su verdadero contenido,

gracias a lo cual logran aliados momentáneos, ¿no serán oportunamente sus aliados

también víctimas del comunismo?

Sin duda que los actuales aliados del comunismo van a convertirse, tarde o temprano, en

sus víctimas.

Siempre se escucha decir que el comunismo cayó, que no es más que una triste página

de la historia pero eso no es cierto.

El comunismo no cayó: convergió transitoriamente con el liberalismo cuando atisbó una

reacción interna, más o menos miope, pero reacción, en Occidente, que amenazaba

privarlo de armas, tecnología y ayuda económica, sin los cuales no puede sobrevivir ni

un año. Especialmente la "Guerra de las Galaxias" de Reagan hacía imposible el ataque

nuclear soviético, programado desde los años cincuenta.

Sólo la imbecilización sistemática de los pueblos y la total censura de prensa que agobia

al Occidente, impiden ver que la "ex" URSS está dirigida por un Coronel de la KGB

(Putin) o que casi todos los presidentes de Europa del Este son ex-comunistas, y que

ningún jerarca, torturador o genocida de ese sistema fue llevado a juicio a pesar de

haber cometidos los crímenes más monstruosos en la historia de la humanidad. Es más

confortable alegrarse con la caída del Muro y las noticias sobre la inminente subasta de

la momia de Lenin en el remate londinense Sotheby, que pensar que el arsenal nuclear

soviético está intacto y en manos de sus antiguos usuarios (hoy ejemplarmente

democráticos).

Marx, por lo tanto, partió de bases absolutamente falsas y anticientíficas para llegar a un

fracaso total de sus previsiones y elaborar, más que una teoría científica, unos dogmas

de fe.

¡DESPIERTA!