marabunta n2

6
marabunta Bolen de Trabajo Social Año 2. Edición Especial. Mayo 2012 las hormigas pueden contra cuaquier gigante

Upload: santiago-pampillon

Post on 22-Mar-2016

252 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

Publicación de la agrupación Santiago Pampillón para la carrera de Trabajo Social nº 2

TRANSCRIPT

Page 1: Marabunta n2

marabuntaBoletín de Trabajo SocialAño 2. Edición Especial.Mayo 2012

las hormigas pueden contracuaquier gigante

Page 2: Marabunta n2

El término hormiga guerrera, hormiga legionaria o marabunta se aplica a más de 200 espe-cies de hormigas de

diferentes géneros, verdaderos ejércitos colectivos,que construyen nidos entrlazándose unas a otras. Las Marabuntas crean una especie de bola uniendo sus patas para protegerse, y como buenas hormi-gas guerreras, se enfrentan a su presa, derrotándolas con el poder de sus mandíbulas. El trabajo de hormiga ilustra la paciencia de la construcción colectiva, y nos enseña que la individualidad hace peligrar la supervivencia.

Somos Marabunta por la perseve-rancia en el trabajo cotidiano,

colectivo, porque nosentrelazamos unxs a otrxs para

protegernos, y nuestra unión hacea la fuerza del camino que se

recorre con otrxs, nunca solxs, para poder enfrentar todas las

injusticias que se nos presenten.

marabunta

Nos volvemos a encontrar en este segundo boletín de Trabajo Social… Marabunta, edición espe-cial por el 4° Foro Nacional de Educación para el Cambio Social. Una nueva oportunidad para invitar(nos) a la discusión colectiva sobre la educación, siempre entendiéndola como un proceso, el cual atraviesa no sólo el ámbito académico formal (de Escuelas y Universidades) sino que tiene una presencia constante en la cotidia-neidad de nuestras vidas (en la Facu, en el barrio, en nuestras prácticas pre-profesionales, en nuestra militancia, en la cultura, en el arte…)

Interrogantes y nuevas contrucciones, van de la

mano

En nuestro caso particular como estudiantes de Trabajo Social, creemos que es necesario proble-matizar nuestra formación, inte-rrogarnos: ¿Para qué estudiamos? ¿Por qué estudiamos? ¿Qué carac-terísticas y modalidades tiene nuestra formación? ¿A qué apunta? ¿A quiénes apunta? ¿Apunta a lograr una mayor “pro-ductividad”, a saberes tecnócratas o a profesionales crític@s y transformador@s? ¿Qué orienta-ción tiene nuestro Plan de Estu-dios? ¿Y los programas de cada materia? ¿Cómo han sido estable-cidos? ¿Qué tipo de relaciones se establecen entre estudiantes y docentes? ¿Existe una mercantili-zación del conocimiento? ¿Quiénes podemos acceder a la Universidad? …Éstos son sólo algunos interrogan-tes a modo de disparadores que

nos planteamos a la hora de empezar a des-naturalizar la educación que recibimos día a día, y a pensar, paralelamente, aquella educación con la que nos gusta soñar, siempre con la convicción de que este es un recorrido que no podemos hacer [email protected] la carrera de Trabajo Social nos encontramos ante un proceso de reforma del Plan de Estudios, y creemos que se hace necesario (re)instalar esta discusión. Como estudiantes y futuros profesiona-les comprometidos tenemos mucho para aportar en este camino. Entonces se nos hace fundamental encontrarnos, en asambleas estudiantiles, en las instancias convocadas por la Escuela, haciéndonos protagonis-tas en la construcción colectiva del conocimiento.

Trabajo social y educación

Es en esta problematización de la educación que consideramos que el Trabajo Social tiene una inciden-cia fundamental y una relación intrínseca, tanto en la educación formal como en la educación infor-mal.El Trabajo Social históricamente ha estado anclado a la tarea educati-va (recordemos que, por su parte, el Trabajo Social tradicional se fundó en la “educación en valo-res”, mientras que el Trabajo Social reconceptualizador, por la suya, se basaba en la concientización de clase) pero ¿cómo pensamos esta relación hoy en día?Creemos que es necesario repen-sar la práctica educadora como práctica política, y que la misma debe ir en el camino de potenciar

derechos y apuntalar procesos de autonomía.

Es con más interrogantes que certezas que está hecha nuestra invitación de encontrarnos en asambleas docente-estudiantiles, en las actividades propuestas por la Escuela, en las actividades de pre-Foro y en el 4º Foro Nacional de Educación para el Cambio Social para discutir colectivamente qué educación queremos cons-truir.

Se achicó la muerte porque a la verdad muy fuerte has apostado en vida

Editorial1

Page 3: Marabunta n2

Hace menos de dos años fue sancionada la Ley 26.657, conocida como la nueva Ley de Salud Mental. A nuestro entender, impli-ca –en lo que a legislación respec-ta– un claro avance en el vasto campo de la Salud Mental, y reviste importancia en tanto instrumento para encuadrar las acciones en el campo. Sin embargo, no es necesa-ria demasiada experiencia para constatar que el efectivo cumpli-miento de algunas leyes – princi-palmente las relacionadas al respe-to a los derechos básicos de las personas– muchas veces se logra sólo a través de la organización y la lucha de los diferentes sectores afectados. Con esto queremos decir que poco se avanzará en la realidad de la Salud Mental sin el compromiso –de trabajador@s, usuari@s, familiares, gestor@s, polític@s y sociedad en general– en la exigencia del cumplimiento y en la construcción cotidiana de políticas, servicios y prácticas enmarcadas en la Ley. Nos parece necesario poder discu-tir más finamente el paso a paso, el cómo avanzar en el proceso de cambio del sistema de atención en Salud Mental, sobre las bases de un nuevo paradigma, crítico y trans-formador.

¿Qué – y cómo – hare-mos para llegar a

“un continente sin manicomios”?

Siendo un poco esquemátic@s, entendemos necesario pensar en un doble proceso: por un lado, un proceso de des-institucionalización, en todos los sentidos del término. Creemos prioritario mejorar la calidad de la

atención recibi-da por l@s más de diez mil internad@s en H o s p i t a l e s Ps i q u i á t r i c o s públicos (y otros tantos miles en p r i v a d o s ) , much@s de ell@s con décadas de cronificación. Por otro lado, como sabemos que no es suficiente cerrar los Manico-mios, acabar con éstos y eliminar la internación como única respuesta, necesitamos de nuevos paradig-mas y nuevos modelos asistencia-les, encarnados en equipos y servi-cios –no sólo de salud– capaces de acoger en la comunidad a quienes son externad@s como también a l@s nuev@s usuari@s de esos servicios.¿Cómo es posible un mejoramiento de la situación de quienes viven, si eso podemos llamar “vida”, hace años en los Manicomios? ¿Qué políticas de des-institucionalización son posibles y necesarias de imple-mentar? ¿Qué medidas tomar para afianzar y profundizar el proceso –ya comenzado– de “externación” de usuari@s?Much@s parecen acordar en la necesidad de una red de servicios y dispositivos sustitutivos (¿y alter-nativos?)… pero ¿sustitutivos a qué? ¿Al Hospital Psiquiátrico y a la internación como principal recur-so? ¿A una lógica de atención basada en la enfermedad y en el Hospital como principal lugar de atención? ¿Y qué modelo? ¿Cómo será y quién ejercerá la regulación? ¿Cuál será el principal dispositivo y/o el articulador de la red de Salud Mental y con los diferentes niveles de atención?

Desde Marabunta no pretendemos

saldar todas las dudas que puedan surgir en torno a la Salud Mental, pero sí poder plantearnos interro-gantes y problematizarnos nuestro ejercicio profesional (siempre en conjunto con otras disciplinas) en este campo de intervención del Trabajo Social. Son, sobre todo, algunos ejes que creemos aportan a mantener vivo el necesario debate y la construcción social de otra respuesta a la “locura”, con la que a pesar de no sentirnos parte de trabajos profesionales en este campo (porque nada vemos a lo largo de nuestra carrera sobre ello) este es un espacio fundamental de intervención, que en realidad, atraviesa otros campos también. Hecha está la invitación.

* Extracto del artículo “De la Salud Mental que queremos a la Salud Mental que… ¿qué queremos?” de Alberto Díaz, publicado en Revista M o t o r p s i c o http://revistamotorpsico.com.ar/de-la-salud-mental-que-tenemos-a-la-salud-mental-que-que-queremos/, Marzo 2012.

De Luduena hacia las flores nos legó la hormiga

marabunta

De la Salud Mental que tenemos, a la Salud Mental que

queremos!

2

Page 4: Marabunta n2

al sueño se alcanza con el pecho convencido

marabunta

3

Juventud, exclusión y criminalización de la

pobreza

Lamentablente, a lo largo y a lo ancho de nuestro país, es cotidiano que pib@s de barriadas populares sean asesinad@s. Pero no pode-mos dejar de analizar, paralelo a esto, que también son jóvenes sus matador@s. Una juventud empu-jada al abismo que encuentra salida en las organizaciones popu-lares y la militancia. Nos pregunta-mos entonces: ¿Cuál es el rol de Estado en todo esto? ¿Y el rol de l@s Trabajador@s Sociales? La juventud, la pobreza, su criminali-zación por parte de los medios masivos de comunicación, las muertes casi-cotidianas en las barriadas de toda la Argentina es un tema que no nos puede pasar por el costado a l@s estudiantes de TS…La secuencia que envolvió a los asesinatos de los pibes del Frente Darío Santillán el 1º de Enero (Jeremías Jere Trasante, Claudio Mono Suárez y Adrián Patóm Rodríguez) en barrio Moreno, junto a los otros dos crímenes de aquella noche, suma cinco víctimas a una violencia constante contra la juventud en las barriadas humil-des, que en la Provincia de Santa Fe encuentra a bandas narcos y com-plicidad policial como factores claves, y sumó 140 casos en el último año. La militancia barrial del Jere, el Mono y el Patóm y la orga-nización popular de base que reac-cionó disputando la versión mediá-tica oficial del famoso “ajuste de cuentas” y convocando a movilizar, fueron fundamentales. Pero no podemos dejar de ver que son pibes también los matadores (de

entre 17 y 21 años): las bandas narcos reclutan sin problemas entre nuestra juventud a sus brazos ejecutores, a l@s muchach@s que se sienten apren-dices de gangster y, por el privilegio de manejar un BMW en la villa (del jefe de la banda, o, como en este caso, de un abogado), se vuelven capaces de acribillar a otr@s pib@s con l@s que, quizás, se hayan criado [email protected] fácil, autos caros, amparo de sectores del Poder… eso es lo que les ofrecen los narcos a l@s pib@s de los barrios donde nada sobra, donde muchas necesidades bási-cas están descubiertas. Plata fácil, autos caros, Poder. Cabe pregun-tarnos: ¿No es acaso esa la osten-tación de tanta dirigencia política, de los ricos de esta sociedad, de la lógica con la que machacan los medios masivos de comunicación hegemónicos? Ese es el horizonte que propone esta sociedad de consumo, el sistema capitalista, mientras cínicamente condena a la exclusión crónica a poblaciones enteras de barrios como Moreno, donde las familias de est@s pib@s siguen reciclando subsidios o asig-naciones familiares sin trabajos dignos ni futuro mejor a la vista. El sistema pone un horizonte de ostentación mientras condena a l@s pib@s a verse privad@s de todo. Las bandas narcos no hacen más que ofrecer un atajo. Criminal, de corto vuelo, fratricida: pero atajo al fin. Ante la desatención estatal, crecen otras opciones de control territorial.Como futur@s profesionales de Trabajo Social estas temáticas nos atraviesan… sea en el campo que sea que laburemos el día de mañana, siempre vamos a estar (en forma más o menos directa)

vinculad@s con las problemáticas que hoy generan que l@s pib@s sean asesinad@s por otr@s pib@s en un espiral de marginalidad, exclusión, respuestas insatisfacto-rias por parte del Estado y control territorial narco que ofrece el siste-ma capitalista. Aquí debemos parar la oreja l@s estudiantes de TS. Somos l@s Trabajador@s Sociales l@s que, la gran mayoría de las veces (para no afirmar un rotundo “siempre”) trabajamos desde el Estado, y si bien no somos el único actor en estas intervenciones com-plejas y enredadas, somos parte de todo ello también.

*Nota escrita en Marabunta en base al escrito “Juventud divino tesoro” de Pablo Solana (militante del Frente Popular Darío Santillán) publicada en la Revista Marcha.

Juventud divino tesoro

Page 5: Marabunta n2

nO Hay bala que haga callar la verdad de la hormiga

marabunta

La organización barrial de base, una alternativa emancipatoria

El Triple Crimen de nuestra ciudad muestra una particularidad, que se vuelve extensible a otras barriadas de nuestro país, y quizás marque uno de los mejores anticuerpos ante estas escaladas criminales con amparo policial, disputando el control en las barriadas: la militan-cia popular de base en los barrios humildes. El Estado (Municipal o Provincial, de un signo; o Nacional, de otro: da lo mismo) no llega o llega mal, con subsidios apenas para evitar el estallido. La Asigna-

c i ó n Univer-

sal por Hijo logró transferir un ingreso mínimo a las madres de familia, y algunos planes cooperati-vos generaron focos (insuficientes) de trabajo temporario para l@s desocupad@s. Pero el Estado y los medios de comunicación hegemó-nicos tienen en la estigmatización, la criminalización y el accionar policial la principal política hacia la juventud pobre. No hay, a nivel nacional, políticas sociales de inclu-sión para est@s jóvenes. Est@s pib@s que no se benefician de la AUH ni tienen la edad o el oficio para integrar una cooperativa de construcción, no encuentran como propuesta del Estado ni Escuelas de Oficios ni fomento al deporte ni propuestas de contención cultural o educativa. Volvemos, así, a los interrogantes que necesariamente nos debemos hacer quienes estu-diamos TS… pero siempre con la firme convicción que, las respues-tas y los caminos los debemos ir construyendo colectivamente, que la individualidad no debe sentirse cómoda en lo social.Frente a esta situación, vemos que son las organizaciones populares, como en barrio Moreno, las que generan políticas no sólo de contención, sino de aliento a la participación, al reconocimiento y el protagonismo de una juventud que busca desafiar lo establecido, más cuando lo establecido es tan hostil a su mera existencia. El Centro Comunitario inaugurado por los pibes días antes del 20 de Diciembre en el barrio, es el quinto que el Movimiento 26 de Junio (M-26) construye en Rosario. Allí convoca a las asambleas barriales, después de un año de funcionar de prestado en el patio de la casa de

una vecina. La puesta en marcha de una Rotisería Comunitaria como posibilidad laboral, o una banda de cumbia, eran temas de debate de los pibes en el Movimiento. Pero no se trata sólo de militancia social: el M-26, como parte del Frente Popu-lar Darío Santillán, propone talleres de formación política en los barrios, y mantiene lazos orgánicos con la CTA–Rosario y la agrupación universitaria Santiago Pampillón. El Jere, el Mono y el Patóm, que asomaban a la militancia, iban asimilando esa perspectiva política, sabiendo que la participación en los proyectos del Movimiento es una alternativa al destino de tragedia que les espera a otr@s de parte de las bandas de delincuentes que se extienden en la disputa territorial. La banda de cumbia, explicaba el Patóm con intuición estratégica, sería “para cagarnos de risa, pero también para sacar a los pibes de la esquina”… Aquí surge un nuevo interrogante para nosotr@s, futur@s TS: ¿Es contradictoria la militancia y el trabajo profesional? ¿O bien pueden complementarse en una tarea social (que siempre es política también) hacia la construc-ción de autonomía con horizontes emancipatorios? “La arcilla fundamental de nuestra obra es la juventud”, explicaba el Che. Hoy la juventud de los barrios pobres es un tesoro que el sistema pisotea, un tesoro que la militancia popular tiene la tarea inexcusable de rescatar, un tesoro con el cual los Trabajador@s Sociales debe-mos de laburar desde el rol profe-sional, que claramente puede tener un horizonte transformador, traba-jando junto a otr@s en el mismo sentido del camino.

4

Juventud divino tesoro

Page 6: Marabunta n2

“Triple Crimen de Moreno”: Juventud, Criminalización de la Pobreza y el Rol de

los Medios de Comunicación.

El Triple Crimen de Moreno no fue un hecho aislado, sino un caso que devela una problemática social gene-ralizada en los barrios periféricos donde conviven distintos intereses y vínculos entre los poderes narcos, policial, político, judicial y mediático. Des-naturalizar la mirada sobre l@s jóvenes en los barrios, el estigma que reciben los sectores populares y el rol de los medios de comunicación que aporta a criminalizarl@s, permite preguntarnos por qué desde diferentes discursos se realiza una asociación entre pobreza, delincuencia y lugar de residencia; para intentar develar porque el asesinato de jóvenes inocentes terminan caratulados como “ajuste de cuentas”.Con:- Carlos Del Frade (periodista, miembro de la Comisión Investigadora Independiente de la Masacre de Moreno)- Militantes del Frente Popular Darío Santillán

Martes 29 de Mayo 18.30 hs

Hall de la Material de Estudios Facultad de Ciencia Política y RRII

“Salud Pública y Salud Mental. Desafíos en el marco de la Nueva Ley de Salud Mental”

Para pensar el Trabajo Social en esas estrecha relación que existe entre la Salud Pública y la Salud Mental, siendo que muchas veces nos parece que la Salud es un campo del cual estamos muy acos-tumbrados a discutir y se presenta aislado de los demás, cuando en realidad encierra dentro de la Salud Pública también al campo de la Salud Mental, siendo este último, aunque muchas veces no nos parezca así, intrínseco a nuestra labor profesional en cada campo de intervención. Si bien es un campo que compartimos con otr@s profesionales, no por ello es menos propio del TS; campo al que debemos de buscarle alternativas al modelo mani-comial de encierro, que sea respetuosa de los Derecho Humanos y comprometida con el Cambio Social. Tenemos, y mucho, para aportar a ello desde nuestra profesión.Con:- Enrique Carpintero: Psicoanalista, Doctor en Psicología UNSL, Director del Servicio de Atención para la Salud, Director de la Revista TOPIA “Psicoanálisis , sociedad y cultura”, Co-autor de “Las huellas de la memoria. Psicoanálisis y Salud Mental en la Argentina” Tomos I y II, Miembro del colectivo 448 de Salud Mental.- Alejandra Benvenutto: Trabajadora Social, Coordinadora del Dispositivo de Salud Mental “Pomelo en el Patio”.- ATE SALUD (Asociación de Trabajadores del Estado – Área Salud)

Viernes 1º de Junio18 hs

Aula Pb 6Facultad de Psicología

Lo que se viene...

1° encuentro nacional de estudiantesde Trabajo social