MA D i21 D NUMERO 13-49-1H JuLlo tS

LA MAMITIS OE LA VACAPor CESAR .^,GEN.NO CECILIA

I^el Cuerpo X^Iecionel Veterinario.

La "mamitis" es una. enferm^edad inf^ecci^o^,, localizadaen las ubres ^de las va^cas l,^cheras, ^a la que los ;ganaderosn^o suelen dar imp^ortancia p^ero que causa, en r^e^a.lid^^ad,m;ucho más daño que otras ^enf^rme^dades más temidas ypregona.das, como el "c:arbunco"; la "perineumonía", ola "glos^peda".

Ademáe de reducir a la. mita,d el rendimiento normal,la leche praducida es ,de difíeil conservaci^ón, y no sirv^eparia. ^elab^orar quesos u^otros pno^ductos lác^Géos ^de buena^ca,li^dad; e, ineluso, su consum^o pue^de resultar peligrpsopara la salud pública.

El prestigi^os^o Veterinario D. Césia.r Agenjo-autor d^enotables obras sobre le^chería y gano:do vacuno, y que haestudiado 1as ^enf^ermedades de la ^rbre en el Instituto d^eBi^ología Animal, de Madrid-expone, en esha HOJA, Lossíntomas de las "m^amitis" y los d^a.ños que ori^gina,n, ex-plicando los medios prácticos de pnevenir y combatir di-cha enferme^dad.

LA MAMITIS DE LA VACA

Las "mamitis" cíe los animales domésticos constituyen,dentro de la Patología veterinaria, una agrupación nosoló-gica que ofrece caracteres notablemente distintos de los deotras enfermedades infecciosas que tienen una tendencia di-fusiva semejante a la de aquéllas. Las "mamitis" no apare-cen-cotno las pestes, que representan el tipo clásico de la epi-demia-cle una mauera aguda y súbita. Son enfermedaclespoco aparatosas, latentes, pero muy pertinaces. En este as-pecto se asemejan al aborto epizoótico, pero con la caracte-rística de que son afecciones netamente localizadas.

El ganadero no se inquieta ante la "mamitis", especial-mente la del ganado vacuno ; le preocupan más el "carbun-co", la "perineumonía" y la "glosopeda". Es que las "nla-n_itis" no producen bajas en el sentido biológico d.e la pala-br-a, attnque sí en el orden económico, pues son enfermeda-des que muchas veces pasan inadvertidas para el agricultor,y aun para el Veterinario exclusivamente clínico. Sin em-bargo, clichas infecciones causan mucho más daño a la gana-dería que otras más temidas y pregonadas.

Solamente en Alemania se calculaba, antes de la guerra,que las "mamitis" de la vaca ocasionan una pérd^ida no in-ferior a mil millones de pesetas anuales. Esto no tiene nadac;e extraño a^dmitiendo, como admiten muchos investigado-rES, que el 5o por ioo de las hembras lecheras est:án afecta-clas de esta gravísima enfermedad. Los autores ingleses yamericanos, que ya no publican nada sobre el "mal rojo" c^e^ "carbunco", hacen centenares cíe trabajos en ].os que seocupan exclusivamente de las "mamitis" cle las vacas. Esque dichas enfermedades se han extendiclo por to^lo el nntn-do; quizás las investigaciones más completas publicadas s^-bre ellas proceden de Australia, aunque todas las grandes na-

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cicnes se interesan por este nlagno problema de Patología^animal.

La mama del g^anado vacuno y, en menor grado, las de1a htí+^.?a, cabra _^ oveja, es una inmensa fuente de riqueza,

Vaca lechera con "mamitis estreptocócica"

pL^es hay que tener en cuenta que al ai^o producen en el mun-de cerca de a.5oo millones de hectolitros de leche, cuyo valorr,o debe ser interior a?50.00o millones de pesetas. Para de-fender esta riqtte:za verdaderamente colosal hay que lticharsin deseanso contra la malnitis, y por ello, como en nuestroPaís no se había trabajado sobre esta enfermedad, desde 1939

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he venido realizando una serie de investigaciones en el Ins-tituto de Biología Animal con el fin de esclarecer todo lo re-ferente a su bacteriología, difusión y a los métodos de diag-nóstico y tratamiento que pueden ser empleados con mayorefecto y é:cito.

El ^o por roo de las muestras de leche enviadas o reco-gidas por sospec,hosas de ubres enfermas han sido confirma-das como tle mamitis estreptocócica. l^7ás del 25 por ioo delos cuarterones de las ubres del ganado estudiado han podidoser diagnosticados como infectados por dicha enfermedad.Todo ello, tmido a las numerosas observaciones que he reco-gido directamente en casi todas las regiones de España, y lascomunicaciones que, por otra parte, he recibido de un granttúmero de técnicos, ponen en evidencia, de un modo indis-cutible, la e^traordinaria difttsión de la "mamitis estrepto-cócica" en nuestro país.

Por otra parte, las dificultades con que se tropiieza parahacer ttn diagnóstico de esta enfermeclad, y la imposibilidadd^ encontrar tm método de tratamiento que sea verdadera-mente eficaz, demuestran la necesiclad de clivulgar los estu-dios referentes a esta grave epiz^otia en unos casos y en-zootia en otros, los más, divulgación ĉlue tan conveniente re-sulta para la defensa ^del ganado vacwlo lechero.

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Los daños que causa la "matnitis" en el campo españolson graves y numerosos. En primer lugar, la caliĉfacl de laleche sufre menoscabo considerable, tanto desde el punto devista higiénico como del industrial, porque, además de conte-ner mayor número cle gérmenes que de ordinario, lo que di-ficulta su conservación, microbios que en algunos casos pue-den ser extremadantente peligrosos para la salttd pítblica,puede también ocasionar dificultades y trastornos ,a las in-dustrias que elaborau la leche procedente de vacas enfermas.Estas industrias se quejan con frecuencia cle las cíiíicultadescon que la leche se trabaja en al^-ttnas zonas, y de la imposi-bilidad de fabricar con ella queso y otros productos lácteosde buena calidad y de fácil conservación. Además, la canti-

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da,d de leche prodttcida por el ganado enfermo sufre una im-portattte disminución, sin que ello esté compensado por unareducción de los gastos que trae consigo toda vaquería bienorganizada.

Basándome en las consideraciones anteriores, admito queel 25 por Ioo de las ubres sufren trastornos patológicos, yque en estas circunstancias solamente producen la mitad desu rendimiento normal. Por tanto, las pérdi^das que ocasionala "mamitis" a la ganadería española se pueden calcular enla octava parte de la producción total de leche, lo cual repre-senta cerca de dos tilillones de hectolitros, que valen más dezoo millones de pesetas. Es decir, que está totalmente justi-ficada la organización de una intensa campaña de investi-gación y lucha contra la "mamitis" estreptocócica, que oca-s^ona más daños que otras enfermedades, quizás más ruido-sas y explosivas, pero mucho menos costosas.

La "mamitis" del ganado vacuno puede también ser ori-gen de infecciones transmisibles al hombre.

Los primeros casos de la citada zoonosis fueron dadosa conocer por Barber, en Filipinas. Se presentaron en per-sonas qtte habían injerido leche, previamente calentada, queprocedía de vacas con mamitis estafilocócica, y que se mani-festaron a las dos horas con vómitos, náuseas, diarrea y unapnstracicín intensa ( r 1.

(r) Posteriormente, se ha tlemostrado que las mamitis estafilocócicas in-fectan a la leche con una multitud de gérmenes que, al multiplicarse en dichoalimento, pueden producir una toxina termoestable que es la causa de ^laenfermedad observada en el hombre. Por tanto, se trata más bien de una in-toxicación que de una infección, pero su punto de origen está en la mamaenferma.

En (os Estados Unidos e Inglaterra, donde se siguen con mucho interéstodas las cuestiones que se refieren a la leche, se ha demostrado la gran fre-cuencia con que la mamitis de la vaca, que tan difundida está en nuestro país,p^ede transmitir enfermedades al hombre. Así, por ejemplo, se han descrito epi-demias de escarlatina y anginas contagiosas producidas, en unos casos, por lechecontaminada ^íirectamente por el persanal que cuida del ganado, o trabaja en!a lechería ; o también procedente de ubres enfermas. Las vacas atacadas demamitis, al mismo tiempo que segregan la leche, expulsan por los pezones grancantidad de pus, que contamina aquel alimento y lo transforma en un poderosoagente de contagio•

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Las "mamitis" srni eufermedacles que: atacan a las vacasy que se transmiten con f recuencia <le unas a otras. Lstasenfermedacles, adetnás cle perjudicar la producción lechera,pueden imposibilitar el ordeño, y, adcin^iti, la leche proceden-te de vacas con "mainitis" es poco adecuacla para la prepa-ración y elaboración de quesos. Cuando la leche proccde detiinimales afectos de las mencionaclas enfermedades se cuajamal, y la cuajada obtenida no se desuera en las condicionesnormales. Por estas causas el quesero tropieza en muchos ca-sos con dificultades para elaborar sus productos, las cualespresentan alteraciones, que suelen achacarse al cuajo, a losmoldes o a las manipttlaciones realizadas durante la elabora-ción, sin tener en cuenta que en ocasiones tienen su origenen la misma leche.

Las cattsas de la "mamitis" son muv diversas. Puedenser originadas por fuertes corrientes de aire durante el tiem-po demasiado frío o caluroso, por contagios producidos porel ordeñador que ha estado en contacto con vacas enf.ermas,y también se presentan como consecuencia de golpes o con-tusiones en la ttbre o en los pezones. Las características delas "mamitis" no parecen siempre claras, y lo más destacadodE las mismas son las induraciones más o menos gruesas, quecon frecuencia alcanzan el tamaño de una nuez y qu^e acabanpor invadir toda la ubre. A pesar de tal trastorno las mamasno se deforman, sino que cada cuarterón conserva su aspectonatural y tínicamente se aprecia su mayor tamaño. A medi-da que progresa la hinchazón de la ubre se observa como dis-minuye la producción lechera, que en algunos casos muyavanzados de la enfermedad suele cesar por completo.

Para descubrir las "mamitis" del ganado debe recurrirseal examen de la leche; si al ordeñar ésta se dejan caer losprimeros chorros de cada mama sobre un recipiente cubiertopor un paño negro, o por un tamiz muy fino y también ne-gro, se observará que en el caso de existir la "mamitis" apa-recen sobre el paño o el tamiz pequeños focos o hilos, lo cual^o se ve en el caso de que la leche proceda de un animalsano.

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Para impedir la propagación de la enfermedad deben te-r.erse en cuenta las reglas siguientes :

i:a Apartar las vacas enfermas de las sanas.2.a Ordeñar siempre primero los animales que tienen

la ubre en buenas condiciones, y después aquéllos en los quese sospecha existe alteración mamaria.

3.^ Extraer la ]eche de la máma, o sea, realizar el orde-ño con la máxima limpieza y sin hacer sufrir al animal.

Debe limpiarse la ubre antes áe proceder al ordeño.

La.s vacas que no se dejan ordeñar y que dan patadas alvaquero deben observarse, para dictaminar la causa de suagresividad. Generalmente, se debe a que tienen grietas enlos pezones o también a que se las ordeña con brusquedady no con el sufici:ente cuidado y mimo. El tratamiento de lasmencionadas grietas que hacen sufrir al animal y la mayoratención y cuidado en el ordeño, evitarán la agresividad dela res.

El buen ordeíio es el mejor sistema para impedir que apa-

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a-ezca la "mamitis" en el ganado, aunque e^istan tambiénvacunas que, aplicadas a las reses, las defienden contra tal ano-r, ^alía. Para realizar el ordeño es muy conveniente atenersea las siguientes consi^nas, cuya aplicación evita muchos ca-sos de "mamitis" :

i.^ El ordetiu debe hacerse a horas fijas, dos veces al

Pusici^^n de los dedos durante el or^leño.

^rlí<i y, si la vaca produce más de zo litros, hasta tres veces.2.^1 El ordeño y las operaciones que s^e precisan para

l;reí^ararlo deben hacerse rápidamente.3.`^ El ordeño debe bacerse con habilidad y niaña, sin

molestar a la vaca. Muchas l^^ersonas nunca aprencícn a or-deñar y jam^s serán buenos ordeñadores. Los mejores or-deñadores trahajan con toda la mano v no únicamente con^e^ pul^ar y el índice hara eltraer la leche. Efectíian el orde-ño con las manos secas, nunca estiran o agarran violenta-mente los Pezones }^ taml^oco datlan la u1^re oprimiéncilola con

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exceso. El ordeño con las manos húmedas es perjudicial,pues ocasiona lesiones y enfermedades a la vaca. Por reglageneral, la procíucción de las vacas lecheras es influída, encierto modo, por el carácter del hombre que las or^deña;.ctiando éste es de carácter violento, brusco y Tlltly variable,l^,s vacas sufre de estos cambios y segrega menos leche. Es.preferible que el ordeñador tenga el carácter tranquilo, apa-cible y trate al ganado con cuidado y hasta con mimo. En e1ordeño, cuando los pezones no son todos del mismo tamaño,ha de tenerse erT cuenta la siguiente precaución : extraer pri-mero la leche de las tetas menos desarrolladas y ordeñandaal final las más gruesas.

4.a El ordeño debe hacerse con la máxima limpieza.5.^ El ordeño se realizará a fondo, esto es, hasta sacar

la última gota de leche. Apurando bien la ubre se impide eldesarrollo de las "mamitis", que casi siempre aparecen comcrconsecuencia de un ordeño insuficiente.

La práctica ;del ordeño influye considerablemente en laproducción de leche : de ella depende, en gran parte, que lasvacas rindan en cantida^l y calidad, alcancen el máximo ren-dimiento y se mantengan en las mejores condiciones sanita-rias, lográndose al mismo tiempo que la leche tenga buena.conservación.

Cuando en la vaduería exista alg^una res con "mamitis",los dueños o encargados de la misma deben ponerlo en cono-cimiento del Veterinario, para que éste aplique y recete los.r.:edicamentos que se recomiendan para tratar la enferme-dad. En la actualidad el producto más usado y que mejorT-esultacíos da eri la lucha contra la mamitis es, sin duda algu--na, la penicilina. En España, como tal medicamento escaseabastante, pueden usarse con el mismo fin las sulfamidas,aunque sus resultados no son tan buenos, y los lavados in--tramamarios a base de soluciones antisépticas.

Nlientras acude el Veterinario-al que debe avisarse enseguida, pues 1^^ enfermedad se propaga pronto de una vaca.a otra-, el vaquero debe separar el animal atacado y orde-

ñarle siempre el íiltimo, y al mismo tiempo someterle a unapráctica que da muy buenos resultados en el tratamiento delas "mamitis". Me refiero al ordeño continuado, que consisteen practicarles ock^o o nueve veces al día y hasta más, ya quede este modo se curan muchos casos de "mamitis".

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En resumen, la "mamitis"-enfermedad infeccios^a locali-zada en las ubres de las vacas-da lugar a la aparición deuna nudosidad sobre alguno de los pezones, generalmentelos de la mama izquierda, pudiendo extenderse a los demásy, por otra parte, repercute sobre la leche, que se torna vis-cosa, amarillenta, filamentosa, y tiene a menudo sabor saladoen algtmos casos y ácido en otros, cuajándose con facilidad.Cuando la enfermedad es de carácter tuberculoso, los gan-g^iios correspondientes a la ubre se ponen muy duros y seh3nchan, resultando blandos si se trata de la "mamitis" or-clinaria.

Para completar el diagnóstico de la enfermedad puedepracticarse la prueba de los cloruros de la leche, qtte ha sidoexplicada en otra hoja clivulgadora.

El tratamiento de la "mamitis" se realiza practicandolavados de la ubre con soluciones de gonacrina al 4 por z.ooo,recurriendo al uso de antivirus específico, aplicando inyec-ciones de sulfamidas y, sobre todo, usando la penicilina.

La profilaxis de la "mamitis" se realiza aplicando lasrnedidas sanitarias que han sido señaladas anteriormente,haciendo uso de las vacunas que los distintos Laboratoriosprel,aran para tal fin y, sobre todo, procurando que el orde-ño se realice a la perfección y, principalmente, a fondo.

MINISTERIO DE AGRICULTURA

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