Los recientes acontecimientos de la flotilla de la paz me hacen evocar recuerdos de la olvidada nave Struma. Aparentemente, son casos similares, pero en realidad son contradictorios.

En diciembre de 1941, en el puerto de Constanza, Rumania, subieron 769 judíos a un barco viejo de transporte de ganado, un barco de río de más de un siglo de antigüedad que estaba realmente podrido, con el objeto de emigrar a la tierra de Israel. El hacinamiento en el barco era duro y se carecía de cualquier medio sanitario y de seguridad. El barco partió unos seis meses después del inicio de la masacre de los judíos de Bucovina y Besarabia, mientras que la comunidad judía de Rumania buscaba la manera de hacer frente a la nueva amenazadora realidad. El plan de los pasajeros del buque era llegar a Constantinopla, Turquía, para obtener visados de entrada a la tierra de Israel. Desde un principio fue evidente que las máquinas del velero apenas funcionaban, y con mucho esfuerzo y el pago de sobornos que pagaron los viajeros con objetos de valor logró el barco  llegar al puerto de Constantinopla .

 

operativo de inmigración llamado "a pesar de todo" (en referencia al infame "Libro Blanco" de los Ingleses), organizó el "Etzel" (Organización Militar Nacional). Los judíos que huyeron de la Rumania fascista abordaron el barco que no estaba autorizado a cargar más de 100 personas, y sin embargo subieron 769 inmigrantes entre los cuales 103 niños. El barco partió del puerto de Constanza a finales de 1941 con la intención de cruzar los estrechos del Bósforo y los Dardanelos y llegar a la Tierra de Israel.Al salir de Constantinopla el motor del barco se descompuso en altamar, y fue remolcado hasta el puerto de Estambul, donde atracó por dos meses. Todos los esfuerzos de la Agencia Judía por convencer a las autoridades británicas en la tierra de Israel que permitiera la llegada del buque a Israel fracasaron. Los británicos también rechazaron la propuesta de la Agencia Judía de que los viajeros del Struma fueran a la tierra de Israel con la cobertura de certificados (permisos de entrada que los británicos daban a los Judíos (apenas 2.500 personas por mes), incluso en el transcurso de la guerra en la que millones de Judíos acabaron en humo en los hornos de los campos de exterminio). 

Diez semanas estuvieron los inmigrantes encarcelados en el barco frente a las costas de Turquía en la zona destinada al aislamiento de barcos, y sus condiciones extremas fueron empeorando. Intentaron reparar el buque para seguir navegando, pero se encontraron muchas dificultades. El gobierno turco rechazó enérgicamente la petición de trasladar a los inmigrantes, hasta que se arreglaran los temas de su inmigración, a un campamento temporal que sería financiado por instituciones judías.

 Los pasajeros permanecieron a bordo en condiciones sanitarias pésimas . Recibieron algo de comida por parte de la comunidad judía de Turquía, pero se agotó rápidamente. Los inmigrantes ilegales sufrieron hambre y frío, y una epidemia de disentería estalló a bordo. El 23 de febrero de 1942, los turcos decidieron deshacerse de la nave a toda costa.  A pesar de la oposición de los inmigrantes ilegales, la policía de costas turca arrastró el barco sin ancla y con el motor averiado hacia mar abierto, sin agua, alimentos ni combustible. Los viajeros fueron abandonados a su suerte para que agonizaran lentamente sin que los turcos ni los ingleses movieran un dedo por ellos. 

Un submarino soviético identificó erróneamente al "Struma" como barco enemigo y le lanzó un torpedo.  El barco se hundió en las profundidades con todos los pasajeros a

bordo, a excepción de una persona, David Stoliaar. Fue descubierto por  pescadores turcos y traído a tierra, después de la guerra emigró a Estados Unidos.

  

Berthold Avner, mi tío, con su esposa Mesalina y la hermana de ésta Sofía Davidovich, se hundieron con el Struma  .

La postal que enviaron desde el último puerto en que atracaron fue donada a Yad Vashem. Era una postal rosada, con una hermosa letra apretada. No cuentan mucho de sus penurias, por no preocupar a la familia, solo hablaban de la vida a bordo. Pero leyendo entre líneas se puede entender que no todo era color de rosa .

Cuando surgió la idea de salir de Rumanía, mi tío, que estaba recién casado, pidió ser el primero en la familia en emigrar a la tierra de Israel. Algunos barcos ya habían transportado inmigrantes al país de la misma manera, el próximo era el Struma. Mi abuelo vendió gran parte de sus propiedades ya que el viaje costaba una fortuna, un importe equivalente, digamos, a unos 78.000 dólares americanos de hoy en día, y envió a su primogénito como pionero.La familia se despidió del hijo y su novia  con llantos y lágrimas, el hijo era enviado a su suerte, con hondo pesar. Cuando mi padre, que era el hijo menor, se resintió con mi abuelo porque no le costeaba también a él su inmigración a Israel, mi abuelo le dijo que debían esperar a que el mayor llegara sano y salvo antes de que el anciano lo enviara también a él.  Sin embargo, el mayor nunca llegó a su destino ni construyó su casa en la Tierra de Israel.Mucho tiempo después de la catástrofe, mi padre se casó y formó una familia. Sus nietos llevarán el nombre de los familiares para las generaciones venideras .

  

El hermano de mi padre, Bertolt Avner, era un joven atractivo,l orgullo de la familia. Tenía 31 años de edad al morir en el buque Struma. Era guapo, hablaba cinco idiomas con fluidez, pintaba y tocaba instrumentos, jugaba al fútbol en la liga. Su esposa, Mesalina, también era bella y tenía mucho talento, pero no tengo más datos de ella. Él se ganaba la vida como periodista y, además, era Primer Secretario de la petrolera inglesa Vacum, que tenía sucursal en Rumanía. Como empleado de la compañía británica, podría haber bajado del barco en Kushta con su esposa y salvarse, pero se negaron a separarse de su familia y perecieron juntos cuando el barco se hundió en las profundidades.  

Recortes de prensa de la época. El hundimiento causó conmoción en la comunidad judía de Palestina.  

En el año 2000, por iniciativa de uno de los nietos de las víctimas, salió una delegación a buscar los restos del barco hundido. Hasta entonces, no se sabía la causa del hundimiento con certeza. 

Greg Buckstone, autor de la iniciativa y responsable de la delegación, cuyos abuelos eran la pareja de Bukshpan, perecieron ahogados en el Struma. 

El hombre que jugó un papel central en el bloqueo a la entrada de los pasajeros del Struma fue Lord Mewin, ministro británico para Asuntos de Medio Oriente, cuya sede se encontraba en El Cairo. La responsabilidad de la terrible decisión tomada por Lord Mewin no se conocía entonces. Fue descubierta recién en 1982, cuando se hicieron públicos en Londres los documentos del archivo británico de la época. Apenas cuarenta años después se supo que su intervención personal fue lo que impidió cualquier alivio a la suerte del barco "Struma". Incluso ordenó al embajador británico en Turquía que exigiera a las autoridades turcas la expulsión del barco del Mar Negro .

 

Monumento en memoria del Struma en Ashdod, en Holon y en el Museo de la Inmigración en Atlit.   

Cómo pasa el tiempo…

Dado que (casi) soy portadora de la antorcha de la memoria familiar, nació en mí la necesidad de transmitir la información a las generaciones venideras.  Es sabido que los jóvenes no se interesan por el pasado más o menos hasta que llegan a la edad de 40 años, y  entonces ya no suele haber a quien preguntar… Así que mientras quede alguien que recuerde, y se pueda contar, y puesto que también se trata de una memoria colectiva, decidí hacer esto de forma visual, fácil de asimilar. Elijo participar a mis amigos y a través suyo al público en general que reciba esta presentación con el objeto de que este recuerdo se difunda .

 

La presentación fue creada originalmente en hebreo por Ariela Zman quien agradece a todas aquellas personas que participaron y dedicaron su tiempo y  esfuerzo a traducir la presentación, en beneficio del público hispanoparlante. 

http://www.sephardicstudies.org/struma.html -

zlata.razdolina@gmail.com http://razdolina.hypermart.net//

Adjunto la traducción al inglés – Extracto del Requiem “Canción por el Pueblo Judío asesinado” basado en el poema del poeta del Holocausto Ytzjak Katzenelson.  La creación sinfónica y vocal es obra de Zlata Razdolina .

 

Enlace a la página y correo de la compositora –

Enlace a la web del … con los nombres de las víctimas del Struma .

Esperamos que esta presentación contribuya con su modesta aportación a rendir un  homenaje por el recuerdo de las víctimas y su destino.

Ariela Zmanzmania@netvision.net.il