los efectos sobre la seguridad nacional y la gobernabilidad democrática
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Los profundos efectos sociales, políticos y económicos que ha generado la industria criminal del narcotráfico en Colombia; ha ayudado acelerar y agravar el proceso de descomposición social y a la vez ha sido el principal motor del incremento de la violencia y criminalidad en el país. Al referirnos al tema del narcotráfico y sus efectos en Colombia no podemos dejar de señalar tanto su ubicación en el contexto actual de la globalización como también de las conexiones internacionales de los carteles de las drogas, con las poderosas organizaciones criminales internacionales. La red de vínculos forjada y fortalecida a través de estos años entre estos grupos criminales no solo constituye una amenaza permanente para la seguridad nacional sino también una amenaza para la estabilidad de la democracia de América Latina.TRANSCRIPT
Los Efectos Sobre La Seguridad Nacional Y La Gobernabilidad Democrática Por Parte De Las
Organizaciones Criminales Internacionales
Por Olga Liliana Rojas Nieto
Los profundos efectos sociales, políticos y económicos que
ha generado la industria criminal del narcotráfico en Colom-
bia; ha ayudado acelerar y agravar el proceso de descom-
posición social y a la vez ha sido el principal motor del incre-
mento de la violencia y criminalidad en el país.
Al referirnos al tema del narcotráfico y sus efectos en Colom-
bia no podemos dejar de señalar tanto su ubicación en el
contexto actual de la globalización como también de las co-
nexiones internacionales de los carteles de las drogas, con las
poderosas organizaciones criminales internacionales. La red
de vínculos forjada y fortalecida a través de estos años entre
estos grupos criminales no solo constituye una amenaza per-
manente para la seguridad nacional sino también una ame-
naza para la estabilidad de la democracia de América Latina.
El cambio de percepción hacia la amenaza de las Organizaciones Criminales Inter-
nacionales sobre la gobernabilidad democrática (Bailey, John, and Roy Godson. Cri-
men Organizado y Gobernabilidad Democrática: México y la franja fronteriza.2000)
se originó con la proliferación y la multiplicidad del crimen, y también, cuando se hizo
patente los elevados costos que sobre la economía, la política y la sociedad en ge-
neral, se generaba con las actividades ilícitas, las cuales afectaban seriamente las
capacidades del Estado para gobernar libremente. Teniendo en cuenta lo anterior,
se puede señalar que las organizaciones criminales tanto nacionales como interna-
cionales buscan construir y fortalecer un poder paralelo; el cual tenga la capacidad
de disputarle constantemente al estado soberano el control de la sociedad, la políti-
ca y la economía de la nación.
GRUPO
CEMI
El desarrollo de las Organizaciones Criminales Internacionales en Colombia, se ha
nutrido fundamentalmente del tráfico de drogas; permitiendo la emergencia de
importantes polos de desarrollo ilegales en las décadas de los 80’s y 90’s
(Elizondo. Silvana. Se multiplican en América latina las áreas fuera de control es-
tatal.2004) que escapaban al control estatal y en los
cuales imperaba la ley del grupo dominante. Hoy en
día estos polos o áreas fuera de control se niegan a
desaparecer a pesar de la posición firme y fuerte, que
el estado colombiano tiene frente al fenómeno del cri-
men organizado.
En cuestión de unos pocos años, la Delincuencia Or-
ganizada Internacional a pasado a ser considerada
como un problema de ciertos países o regiones a ser
“una variable fundamental en la definición de cual-
quier amenaza a la Seguridad Nacional en general y
a la gobernabilidad democrática en particular.”
(Godson, Robert, International Organized Crime 1995).
El primer impacto de las Organizaciones Criminales In-
ternacionales (OCI) se encuentra básicamente con el
concepto de soberanía del Estado, especialmente en
el control de las fronteras nacionales.
El riesgo que corre el Estado Colombiano y en general
América latina se ampara concretamente en que
las OCI desarrollan rutas paralelas para la violación de
las fronteras nacionales con el objetivo de asegurar un control permanente en
ciertas áreas geográficamente estratégicas para la circulación de mercancías.
Se supone que la capacidad de decisión sobre que bienes y personas se pue-
den movilizar y traspasar nuestras fronteras nacionales, es una condición necesa-
ria para garantizar la soberanía y la gobernabilidad de la nación; la actuación
constante y de gran alcance por parte de estas organizaciones de traspasar las
fronteras impunemente presume para Colombia un gran desafío para la capaci-
dad de los organismos de control por mantener la soberanía del país.
Otra amenaza que puede afectar a la autoridad, es la capacidad de influir por
parte de las organizaciones criminales internacionales en la cultura política del
país. La Delincuencia Organizada Internacional le interesa moldear a las institu-
ciones políticas para su propia seguridad y conservación. Las organizaciones cri-
minales cuentan para este fin los siguientes medios: La corrupción de los miem-
bros de las instituciones políticas, la vulneración de la voluntad popular expresa-
da en las elecciones democráticas; el uso de la violencia para coaccionar a to-
do aquel que se oponga a sus intereses y /ó la manipulación de la opinión publi-
ca a través de los medios de comunicación entre otros.
La Delincuencia Organizada Internacional busca influir en el entorno social y físi-
co de las democracias, haciendo desfigurar la línea que separa el ámbito legal
de lo ilegal; generando ciertas lealtades a la organización por parte de los ciu-
dadanos y provocando cambios en la opinión publica que incurren negativa-
mente al funcionamiento del Estado. Gracias a su poder económico, logran legi-
timasen socialmente, sustituyendo en cierta medida las funciones del Estado.
La amenaza que suponen estas organizaciones para la seguridad nacional y la
democracia en Colombia y en América Latina, no es un subproducto espontá-
neo de las tendencias a largo plazo. Por el contrario, esta amenaza es conse-
cuencia irremediable de las actividades de organizaciones que corrompen a las
instituciones estatales, que amenazan a la integridad de los sectores financiero y
comercial de la sociedad, que violan las normas y convenciones jurídicas y so-
ciales, y por último que profanan la soberanía nacional. Lo anterior es el resulta-
do del cambio de contexto en el cual se desenvuelve actualmente estas organi-
zaciones en pocas palabras: un mundo sin fronteras, en tanto que los servicios de
control del estado se ven cuantiosamente limitados por tener que actuar en lo
que para ellos sigue siendo un mundo con fronteras.
Las organizaciones criminales internacionales se han convertido en una amena-
za para la seguridad y la democracia, pues han traspasado los principios del or-
den público interno. El desafío que representan es todavía más desalentador por
el hecho de que forman parte de una compleja gama de organizaciones de di-
versas formas y tamaños, que se cruzan de múltiples maneras con la economía y
la sociedad legítimas, y que se dedican a la corrupción, así como a la coacción
y al enfrentamiento, según las exigencias y las oportunidades. Para hacer frente
al desafío es necesario que el Estado colombiano asigne recursos inmensurables
y mantenga una firme voluntad política colectiva, teniendo en cuenta que
ningún Estado puede darse el lujo de reaccionar con indiferencia ante la delin-
cuencia transnacional organizada. Si ello no sucede, las consecuencias a largo
plazo para el ejercicio democrático del poder y el imperio de la ley serán funes-
tas.
Olga Liliana Rojas Nieto - Sobre el Autor:
Olga Liliana Rojas, Nacionalidad Colombiana. Profesional en Finanzas y Comercio Exterior
(Universidad Sergio Arboleda. Bogota). Especialista en Relaciones Internacionales y Nego-
ciacion (Universidad Los Andes). Investigadora y Docente en temas relacionados con la Se-
guridad y Defensa Nacional. Dirección Acádemica GRUPO CEMI