los dilemas económicos de centroamérica 1990: integración

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Los dilemas económicos de Centroamérica 1990: integración o subtaiwanización Di. l kt iu pol íliu coyunlur.1 de I;¡ región En una forma sintética podr íamos decir qu e Cenuoamérica, después de la firma de los lla- mados Acu erdos de Paz de Esquipulas 11 , se encontraba en una dialéctica política de un 3·2. Es de cir, tr es parses moviéndose hacia una solu- ción política region al: Costa Rica, Guate mala y Nicaragu a, y El Salvador y Honduras con serias dificu ltades por las presion es ncrt eamer tcanas, pero que al final se integraron en la búsqued a de una solución propia. Estados Unidos qu ed ó temporalmen te fuera de la dialéctica regional al fracasa r su último intento con el docume nto Reagan-Wrighl. En agosto de 1987 se crun espado, un tiem po y unas condiciones interna- cion..les que Centroa mérica no había gozado desde et uempc de su independen cia. La din.i· miC41 act ual, a un afto de la firma de Esquipulas 11 , es mucho mh compleja y la polarización se ha vuelto a acrecentar en la región . Elmcmen- tum ce adc por Esquipulasest! hoyen una clara situación de antimomenlum, donde pe ligra el proceso de paz forjado hace unano. El eleme n- to m.is det ermlname es que Estados Unidos ha conseguido incorporarse de nuevo al juego dialéctico de los paises de Cent rcam éric a. La d ialéct ia poHtica actual sería de 2 - 2-2. Es decir. Estados Unidos y Nicaragua polarizan el co nflicto regional. P or otro lado, El Salv adory Honduras se han plegado a la posición nortea- mericana de aislar a Nicaragua, apoyando la fuert e actividad política de los ultima s meses de los .més altos delegados del gobierno nortea- mer icano en la región . En med io, Oscar Arias de Costa Rica y Vinicio Cerezo de Guatemala, inte ntan mantener un espacio yun ti empo ce n- troamericano, tratando de evitar e l aislamiento de Nicaragua, hecho que provocada la ruptura del proceso regional. En el prese nte an álisis, se pretende sen alar la correlación de fuerzas a los niveles oficiales de los pod eres establ ecidos, qu e encuentra n a u na región agot ada po r la gue rra, la crisis econ ó mi- ca y la p érd ida de pe rspectivas de paz creadas entorn o alos Acuerdos de Esquipulas. Ex iste un cansancio ge ne ralizado, po rque se percibe qu e la gue rra se prolonga, la crisis ec onómi ca se profundiza y las iniciativas internacionales no llegan a materializarse. La polariza ción política de los gobi ern os, la inte rferencia norteamer icana y la pasividad de la sociedad civilhan per mitido que de nuevo las fuerzas armadas vuelvan a jugar un papel be li- ge ran te y protagón ico, por lo me nos en los tres paises del norte de la región. Esquipulas hab ia log rado y hecho posible que la socie dad civil y el pode r civil fuesen dom inantes en la dialécti- C4I pol ítica regi onal y en la búsqueda de sotu cio- nes para el con flicto. Por tamo, la situación actual tiende a ser regresiva. Enesta dialéctica region al se estarán jugando no sólo las po sibilidade s de la paz y el desarr o- llo, sino tambié n el cark ter yla defi nición de lo que son 101 paz, la democracia y el desarrollo. Estamos e n un mo me nt o de umi lucha ideológi- ca region..' exnaordirurtame nre importante, dond e al conflicto mllhar y a la luch;¡ por 101 sobreviv encia se añade una profun da lucha ideológica. Enesta lucha ideológica por defi nir el carácte r de la paz, la dem ocracia yeldesarro- llo, acto res sociales co mo las universidades, las iglesias y los centros de investigación tienen un papel fundament al que jugar. Deberíamos de levan tar la pregunt a sobre los peligros qu e e n- caran la paz, la democracia y el de sarrollo; inte- rrogarnos si estas categorías se definen y se establecen realment e desde fue ra de la región y desde las estructuras del pode r dominante, sin la participación de la socie dad civil y de las g randes mayorlas. Creo q ue este tema es cen- tral para ubicar las posibilidades de las iniciati- vas internacionales. Segun se decante es ta d ia- léct ica polit ica regional, las alternativas tme r-

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Los dilemas económicos deCentroamérica 1990: integración osubtaiwanización

Di. lktiu políliu coyunlur.1 de I;¡ región

En una forma sintética podríamos decir qu eCenuoaméri ca, de spués de la firma de los lla­mad os Acuerdos de Paz de Esquipulas 11, seencontraba en una dialéctica polí tica de un 3·2.Es de cir, tres parses moviéndose hacia una solu­ción polít ica region al: Costa Rica, Guate mala yNicaragu a, y El Salvador y Ho nduras con se riasdificu ltades por las presion es ncrteamer tcanas,pero qu e al final se integra ron e n la búsq uedade una solución propia. Estados Unidos qu edótemporalmen te fue ra de la d ialéct ica reg ionalal fracasar su últ imo intento con el documentoReagan-Wrighl. En agosto de 1987 se creó unespado, un tiem po y unas condiciones interna­cion..les que Centroa mérica no había gozadodesde et uempc de su independencia. La din.i·miC41 act ual, a un afto de la firma de Esquipulas11, es mucho mh co mpleja y la polarizac ión seha vuelto a acrecentar en la región . El mcmen­tum ceadc por Esquipulasest! hoye n una clarasituación de antimomenlum, donde pe ligra elproceso de paz forjado hace un ano. El elemen­to m.is determlname es q ue Estados Unidos haconsegu ido incorpo rarse de nue vo al juegod ialéct ico de los pa ises de Centrcamérica. Lad ialéct ia poHtica actual sería de 2 - 2-2. Esdecir . Estados Unidos y Nicaragua polari zan e lco nflicto regional. Por otro lado, El Salvador yHonduras se han plegado a la posición nort ea­mericana de aislar a Nicaragua, apo yando lafuert e actividad política de los ultimas meses delos .més altos delegados del gobi ern o no rtea­mer icano e n la región . En medio, Oscar Ariasde Costa Rica y Vinicio Ce rezo de Guatemala,inte ntan manten er un espacio yun tiempo ce n­troamericano, trata ndo de evitar e l aislamientode Nicarag ua, hecho que provocada la rupturadel p roceso region al.

En el prese nte an álisis, se pretende senalar lacor relación de fuerzas a los niveles oficiales de

los pode res estab lecidos, qu e encuentra n a unaregión agot ada po r la guerra, la crisis econ ó mi­ca y la pérdida de pe rspectivas de paz creadase n torno alos Acuerdos de Esquipulas. Existe uncansancio ge ne ralizado, porque se percibe qu ela guerra se pro lo nga, la crisis económica seprofundiza y las iniciativas inte rnacio nales nollegan a materializarse .

La polariza ción pol ítica de los gobi ernos, lainterferencia nor teamer icana y la pasividad dela sociedad civilhan per mitido que de nuevo lasfuerzas armadas vuelvan a jugar un papel be li­ge ran te y protagón ico, por lo me nos en los trespaises del no rte de la región . Esquipulas habialog rado y hecho posible que la sociedad civil ye l pode r civil fuesen dom inantes e n la dialécti­C4I pol ítica regi onal yen la búsqueda de sotucio­nes para el con flicto. Por tamo, la situació nactual tiende a se r regresiva.

Enesta dialéct ica region al se estarán jugandono sólo las posibilidade s de la paz y el desarro­llo, sino tambié n el cark ter y la defi nición de loque son 101 paz, la democ racia y e l desarrollo.Estamos e n un mo me nto de umi lucha ideológi­ca region..' exn aordirurtame nre impo rtante,donde al co nflicto mllhar y a la luch;¡ po r 101sobrevivencia se añade una profun da luchaideológica. Enesta lucha ide o lógica por defi nirel carácte r de la paz, la dem ocracia ye l desarro­llo , acto res sociales co mo las universidades, lasiglesias y los ce ntros de investigación tienen unpapel fundament al q ue jugar. Deberíamo s delevan tar la pregunt a sobre los peligros qu e e n­caran la paz, la democracia y el de sarrollo; inte­rroga rnos si estas categorías se define n y seestablecen realment e desde fue ra de la región ydesde las estructuras de l pode r dominan te , sinla parti cipación de la sociedad civil y de lasgrandes mayor las. Creo que este tema es ce n­tral para ubicar las posibilidades de las in iciat i­vas internacionales. Segun se decante es ta d ia­léct ica polit ica regional, las alte rnativas tme r-

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nacionales ten d rán un significado muy dife­re nte.

Las inicialius internacionales sobreCe ntroamé rin

Esquipulas creó un momenlUm cent rcamertca­no inte rnacional que provoc ó que Cent roam é­rica fuese lnsertada no sólo en el mapa politicomundial de la crisis, sino rambíén e n e l mapaeconómico mund ial.' La dialéClica en tre e lme­mentum y el .antimomentum se da también anivel ínte m acional.

Inmed iatamente después de Esqu ipulas sed iero n un co njunlo de inicialivas económi cas ypoHticas que en estos momen tos están en unsemicompás de espera, porque las co ndicionesregionales no se co nsolidan lo suficiente comopara favor ecer la implementación de esos pro­yectcs econó micos. Adem,b , eSlán aparecien­do nuevas áreas de inte rés internacion al e n elproceso de d iSlensión que se da en algu nascrisis reg ionales, co mo la de Irán· lra k, cuyoproceso de paz va a req uerir mucho apoyoinler nacion al, y los nuevos fenóme nos en Pa·lestina, Afganistán, Angola, etc étera.

A nivel internacional se han presen tado ere­ca iniciativas fundamen tales:

1. El plan de 1" ONU

La Resolución de las Naciones Unidas 42­240de 1987, que fue aprobada por co nsensoe n la Asamblea del Organismo, propone unprograma mu llilate ral de ayuda econó micaa Ce ntroamérica por un mon te superio r a 4mil millones de dólares. El co nsenso mun ­dial en to rno a este proyecte es muy signifi·cativo, dado que contó también con el apo ­yo de la de legación norteamericana . Sinem bargo, también en este proyecto se dauna dialéctica intern a, clarame nte reflejadaen e l co municado de l e mbajador nortea­mericano te n e r B. Korn de l 12 de mayo de1988.El delegado norteamer icano manifiesta elap oyo al proceso de la paz, al progreso so­cial, al desarrollo eco nómico ya la construc­ción de institucion es demccr éucase n la re­gión . Afirma que estas tareas so n de respon ­sabilidad primaria de los propios centroame­ricanos. Afirma que Estados Unidos haestado apo yando económicamente a la re-

•Ve. Gofostilp, l(MIief, P"6lDa:o y epIoJo a lae6c:i6n~___.iuna de 1(N/anUo la ,...: ti ,~o de Ce"'lfo.l",.ica. po<fase"' , _ ichMd, C_IU -PACCA·On CofIa _ica, ,_

gión e n una forma muyespecia l. Afirmaqu edesde 1985 su gobierno ha oto rgado 4 milmillones de dólares en ayuda bilateral ymásde 1 mil millones de dólares e n conmbcdc­nes a través de los o rganismos inlernaciona­les y advrer te que e l nive l de esta ayuda nopued e continua r indefinidame nte. Se con­gratu la, po r tant o, de l lnrerés Internacionalpor ayudar a la reconstrucci ón de Cennoa­mérica por parte de los paises miembros delas Naciones Unidas; sin e mbargo, exigeuna explicación co mple la para identificarq ué programas de las Nacion es Unidas se­rán reducidos e n or de n a cubrir los fon dosdestinados para Cenlroamérica . Sel'iala quela prefere ncia de su pais es que los rec ursospara Cemrcam érica ve ngan de nuevas de­naciones.Es significativo que al tiempo que adviert eque la ayuda norteamericana no puedecontinuar a ese nive l indefinidame nte, esládemandan do al resto de los paües qu e ccn­tribuyan co n nuevos fondos para Centro..•m énca, previniendo de que no se reduzcanotros programas de Naciones Unidas. Esloestá indica ndo las d ificu ltades que EstadosUnidos pued e pone r en el futuro a esteproyecto . Por Olra parte, lo más grave de laposición de l EmbajadCH" alterno e n las N..­e ones Unidas, Mr. Korn,se refleja en la añr­mación; " te nemos serias reser vas sobre al­gunas recomendaciones específicasde l Plan,incluye ndo aqué llassobre la deuda externa,el comercio , los refugiados, la e nerg¡.. y larevitalización del Me rcado Común Ce n­troamericano, sobre lodo sobre su sistemade pago" . . . " La eslrategia internacionalco mpren siva sobre la de uda implementadapor e l Fon do Monetar io Inte rnacional y e lBanco Mundial de be ría per man ecer co molas bases para la acción sobre la deu da re­giona l. Las propuestas para restructurar ladeuda de l sector privado deb erlan apropia ­da mente ser negociadas con los acreedo res

. privados. Por tanto, no podemosapoyar laspropuestas específicas sena/adas en el plansobre esta temálica" . Es decir, el gob iernonorteamer icano, ade más de preven ir sobrelas fuen tes de los nuevos fondos, daramen­le presenta "sedas reservas" sobre 105pu n­tos ce ntrales del Plan de Naciones Unidas.A pesar de esta dialéctica, que puede rep etir.se con gobi ern os co mo Gran Bretal'iay Ale·manta Federal, el Plan de Naciones Unidaspara Centroarnérica es una de las prc pues­tas más or iginales que ha lomado las Nacio­nes Unidas para el apoyo económico frent ea una crisis region al. El hecho que sean doslatinoamericanos, el e mbajador RamírezOcampo en co laboració n con el director de

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la ( EPAl, e l guatemalteco Cer! Rosenthal.los qu e están jugando un papel muy din é­mico por llevar el plan adela nte . manuenevivas tod avía las espectauvas de una ayudamultilateral sustancial para Centrcem énca .

2. El proyecto especial de ilyud ,¡Konómin deLa Comunidad Econá min Europe:.ll (CEE)

Dicho proyecto fue apro bado en el encuen­u c San José IV, realizado en Hamb urgo.Durante la reun ión, los eu ropeos recibie­ron la demand a centroamericana po r unpaq uete de 1 200millones de dólares par a laregión . En su declaración oficial , la CEE ro­mó una clara decisió n política de apoyo pa­ra la región, sin em bargo. no compro metiómont os especificas para dicho proyecto.Han pasado más de seis meses des de q ue sereali zó la reun ión de Hamburgo, y Europano acaba de concretar sus propuestas eco­nómicas porque en e l con tinent e no e xisteunidad suficie nte. ni la comunidad ni laCEEtien en program as y presupuestos para es tetipo de proyectos especiales re giona les. Escierto q ue se ha de spenado un interés nue­va e n Europa, protagonizado por Italia, Es­palla y Holan da y posiblemente po r el nue­va gobierno soc ialista francés, sin e mbargo.no se prevé q ue los montos e uropeos alcan­ce n ni siq uiera una qu inta pane de las de­mandas propuestas por Ce ntroamérica. Porotro lado, Europa claramente se ha opuestoa dar un tratamiento preferencial a Cen­tro¡¡mérica dentro de los Acuerdos de lo­mé. En condusión, es posible que la ¡¡yudamultilateral euro pe a se reduzca a menos de200 millon es de dó lares. No obstante, seprevé un aumento de la ayud a bilateral deun conjunto sustantivo de go bie rnos euro­peas, m~s un incremento de las contribu ­cione s de las O rganizaciones No Guberna­mentales (ONGs) para Cemrcam énca , qu eya alcan zaron en 1987 una cifra ce rcana a 105200 millon es de dóla res anuales.

1 la propuesl a de los p¡¡íses nórdicos

En mayo de 1988, los pa íses nórdicos se reu­n ieron e n Estccolmo junto co n una ampliadelegación de representant es ce ntroameri­canos para discut ir con jun tament e un pa­qu e te nó rdico para la región de Ce ntroa­med a . Sólo en e l caso de Seecta yNorueg alos fon dos reg ionales se tr iplicaro n. Ade ­mis, se aume ntaron los fondos bilateralesde los paises nórdicos con sus contrapartescentroamericanas.

Sin duda, ésta es la iniciativa intern acion alde más alcance dentro de las limitacion eseconóm icas q ue tienen paises muy ricos pe ­ro de pequei'lo tama ño. Lo significativo deesta propuesta es que se realiza conjunta­mente con los centroame ricanos y se creaun equipo nórdico para dar seg uimient o yprofundizar I¡¡ cola borací én de estos pe­quenas pa íses desarrollados con los peque­í'iospa íses subdesarrollados de Centroam é­rica. la ¡¡sistencia nórdica se des tina para lasárea s más críticas de lsubdesarro llo ce m roa­me ricano , sobre todo en la formación técni­ca, en la transfe ren cia de tecnología, en laasistencia a los re fugiados, en el desa rrollo ala peq ue i'la empr esa y en elIortaler imienrca las instituciones re gio nales q ue deberánejecu tar los nue vos proyectos de integra ­ción .

4. Los Acuerdos de Acapulco, aprob¡¡dos porlos och o presiden tes q ue conforman e lGru po de Conladora )' el Grupo de Apo yo

La reuni ón de Acapulco fue la primera ini­ciat iva inte rnacional de apoyo hacia Ce o­troa mérica; pos ible mente la más importan­te a nivel político, pero con serias limita­ciones debido a la profunda crisis econó­mica de la mayoria de los países latinoa me­rican os. Lo significativo de los Acuerdos deAcapulco es I¡¡ decisión de América Latinade jugar un papel económ ico en Centroa ­m énca intensificando los procesos de inte­gración de la reg ión con el scbcc nunemey fonaleciendo a CADESCA como vincu lode la regió n con SELA, ALADI . El Tratado deMontevideo y los Acuerdos Regionales de in­tegración como el Pacto And ino y el CA­RICOM . En to rno a Acaputcc han nacidoiniciativas de diversos paises latinoame rica­nos para involu cra rse económicamente e nla reconstru cción de la región, e n especialde MéKico, Argentina, Per ú y Vene zuela.Desgraciadamen te, los países larinoame ri­canos no lograron pon erse de acuerdo e npropuestas más específicas de apoyo eco­nó mico a la región . deja ndo claramente es­tablecida una posición y una vo luntad poll­tfca qu e, sin emba rgo, no fue acompa lladade una cont raparte econó mica suficiente­men te específica .

S. El Prog r.-.ma de Ayud.-. Inmediata (PAI)

Esta no es obviamente una propu esta inter­nacional, sino el acuerdo que lograron losministros de integració n y los vicep restden-

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les de la región para prese ntar en formaconjunta las prioridades y Jos montos espe ­cíf icos de un a program a region al. Este con­senso económico espe cífico logrado por lospaíses de Centroaméric a es quizás lo mássignificativo que se ha logrado después deEsqu ipulas. En medi o de la polarización po­lítica de la región, los agen tes económ icosde los gobiernos han logrado uno s gradosde consenso qu e no se habían dado desdelos mejores mementos del Mercado Ce­mún Centroamericano . In cluso se ll ega aaceptar un trato específico y prefe rencialpara los países co n menor grado de desarro­ll o, como Honduras, o con una situacióneconómica más crítica, co mo el caso de Ni­caragua, de bido a la agresión y el boicotnor teameri cano.El PAr fue acept ado como crnertc de priori­dad tanto por las Naciones Unidas, la CEE,los países nórdicos y, poster iorm ent e aAca­puteo, los gobiernos de América latina. Estecons enso básico eco nómico regional es po­siblemente e l hecho político que ha permi ­tido que, a pesar de la polarización política,el equipo de los vice presidentes y de losministros de lnteg racion haya avanzado no­tableme nte en 1988, tanto a niveldelaspro­puestas especfficas como de la creación yfortalecimiento de las instituciones regio­nales qu e las van a eje cutar.

Conviene recordar que fue en marzo de1987, casi seis meses antes de la reuni ón deEsqu ipulas, cuando los ministros de Integra­ción, en una forma colectiva e inusual, redacta­ron una carta a los president es de la regióndonde afirmaban que los problemas econó mi­cos de Centroam érica no tendrían ningun a so­lución posible si no se llegaba a acuerdospolíti­e,".

A partir de la "Carla de Pochomil" de marzode 1987, e l intercambio y los acuerdos econó­micos regional es han alcanzado niveles muysupe riores a los acuerdos políticos. la creacióndel Parlamento Cen troarnertcano -del cual só­lo faha la ratificacién de Costa Rica-, y la reu­nión ejec utiva de los vicepreside ntes y su vin­culación estrecha con los ministros de Integra­eren y las lnstnu ciones regionales como SIECA,BClE, el Consejo Mon etario Cenlroamericano,CEPAl , CADESCA, etc., son, desde el lado eco­nómico, uno de los aspect os más pacificadoresa nivel pctmcc.

final men te, convie ne mencionar brevemen ­le la creación de la "Co misión tnternacíon alsobre la Recuperación y el Desarrollo de Cen­trcam énca", llamada " la Comisión Sanford"porque su patrocinador másim por tanle ha sidoel senado r estadunide nse Terry Sanford ,deCa-

rolina del Norte. Esta Comisión noes una inicia­tiva econ ómica nueva, porq ue care ce derecur­sos, pero es una iniciativa eco nómica, multila­teral e independient e, conformada por unconjunto de person alidades políticas y econó­micas qu e pretenden presentar una espec ie deminiplan MarshaU para la reconstrucción deCentroam ér ica. l a Comisión parte de un para­digma posbélícc para Cent rosm énca . Es decir,una visión desde una lógica de paz que superela lógica de la polarización , de la confrontacióny de la conte nció n de loscambios para enfañaarla necesidad de la reco nstrucción y de la inte­gración centroamericana. El hecho de que enesta Co misión el liderazgo sea centro america­no y que las personalidades internacionalestengan una repre sentación importante en áreaseconómicas (e l copresidenleArthur Levit t, pre­sldente de la Bolsa devalores de Nueva York; elcom isionado de la CEE, Claude Cheysson; e lvlce mlnístrc de Relaciones Exteriores sueco,Pierre Schori; e l secretario de Cooperación es­pañola para América l atina, Luis Yáñez) así co­mo el que un conjunte de person alidades re­present ativas de Alemania, Italia, Japón, Cana­dá, erc., se hayan sumado a un grupo deconnotados ciudadanos norteameri canos y cen­troamericanos para trab ajar conjuntamente enla reconstrucción de cenucam értca, es un sig­no nuevo qu e no hab íaconocido Cenuoaméri­ca en su histeria.

También es slgnlficatlvo que la ComisiónSanford haya aceptado el PAI centroamericanocomo la pauta de las propuestas más importan­tes de dicha Comisión. Las propuestas de laComisión Sanford sugieren, entre airas aspec­tos, la creación de un Consejo Económico ySocial Centroam ericano, donde participarianlos sindicatos, iglesias, e l mundo académico, lasO NGs, etc., puede ser un factor derermlnantepara co nsolidar Ja paz y para fortalecer lasforma s par ticipatlvas de democracia y del nue ­vo proceso de reconslrucción e integracióncentroamericana.

Para term inar con este apartado, debemosseñalar también la dialéct ica que se da dentrode estas iniciativaseconómicas interna cionales.Claramente , las más posit ivas son la nórdi ca y laleuncamertcane, a pesar de la limilación de losmontos econó micos provenient es de ambas.Las iniciativas de Naciones Unidas y de la CEEen cuentran serias dificultades de movilizaciónde los fon dos. Sin embargo, la dificultad másfuerte para estas iniciativas Internacionaleses ladialéctica regional, don de prevalece el amimo­mentum creado po r la interferencia norteame­ricana y la polarización aguda que se da en loscon flictos de Guate mala y El Salvado r y en lafalta de decisión regional de Honduras. Porotrolado, lasexpect ativascreadas por losacuerd osde

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Sapoá, susc ritos e n abril de 1988 e ntre el go bie r­no mcaragüense y las fuerzas eo ntrarrevolucio­nenes, han sido estancadas por ras divisionesinternas de la "contra" y por la decisión de laadministración Reagan de pasar a la nue va ad­min istr,¡ción del presidente Bush una situacióntensa y canfJietivi con el régime n de Nicaragua.

La di.aléd ic.a fionó micA region<1lJ

Los dos temasanterioresprovocan un aumentode la dialéctica economlca regional entre la" ta iwaniza ción " de Ce nnoam énca y la mt egra­ción de Centrcam érjca. Este es un tóp ico fun­damental, que dependerá del resultado final dela dialéctica polítia y que dete rmina rá la formaen que la región podrá absorber los recursosproven ien tes de las iniciativas Inte m adcneles.

Estas inici ativas ha cia la región emergen en ladécada de los noventa, una década de c~mbios

profundos. Pcdrlam os sintetizar estos cambiosen dos grandes parámelros:

1. Distensión poIilin internildon<1l

l a era Reilgiln y de la dcctrlna delcont~iment yroll~ck está terminando, mienlras que la erade c crbecncv y de la perestroika ha abiertonuevos espacies pc uuccs e ideológicos en elmundo. El fenómen o Iesse lad son en EstadosUnidos y la ruptura del mito antlccmu nistaestáabriendo una era menos ideológia y miisprag­mática. los Acuerdos de ldesarme nuclear son,en cierta forma, causa y resuhadc de esta diná­mica.

la Eu ropa unida de 1992que ya se está ges­tando puede ofrece r la posibilidad de unaEuropa menos aliada militarmente en laAlianzaAtliintica y másvinculada económicamente conla Europa socialista, iniciando un paneur opeis­mo que pod rfa permitir un nuevo papel másindependiente de Europa en el mundo , sobretodo en relación con los paises subdesarrolla­dos.

Por otro lado, el fenómeno de I~ Cuenca delPacífico, convertida hoy en el eje másdinámicode la eccncrnfa mundial, habiendo llegado asuperar al eje de l Atlántico, ha sido captadocomo uno de los más importantes de fin desiglo ("El que quiera en tender el futuro quemire al Pac íñco ": Georg e Schultz).

l a revolución tecnológica y, sobre todo, in­formática, está permitiendo crear una concien­cia global donde los acontecimientos de Cen­troamérica o del Medio Oriente son ya noticiasdomésticas. Todo ello ha permitido crear, porprimera vez, un mundo mu/tipo/ar. po licénlr;­co, que tiende a diluirelbloq uismo de laguerra

fría y laspercepciones ideologizadasde la reali­dad.

Todas estas tendencias de úistensión políticapueden provocar un creciente movimiento ha­cia el desarme global nuclear, pero puedentambién generar un incremento de los arma­men tos convencionales para la contención delos conflictos regionales. Estoes posible porq uela distensión politica internacional no llevaconsigo una distensión económica internacio­nal, sino más bien una polarización crecienteentr e el Norte y el Sur y una marginalizacióndelos recursos naturales, del trabajo y de los mer­cados del Tercer Mundo.

2. L.J pol,u iu ci6n económiCil de los noyenta

El fracaso de tres décadas internacionales dedesarrollo promovidas por las Naciones Uni­das; el incremento absoluto de la po breza enlas grandes masas delTercer Mundo; elaumen­to de Ia brecha económica ent re el Norte-Sur; yla militarización creciente del Tercer Mundo,que ha llegado a utilizar 900 mil millones dedólares en armas, en gran parte financiadas porla de uda externa, indican que ja distensión po­lítia g/~1 no correspo nde con una distens iónecon ómica con y en el Tercer Mundo. Esta po­larización econó mica ent re Norte-Sur, aumen­tada por el impacto social de la deu da que haconvertido al Tercer Mundo en financiador ne­to del Primer Mundo, con mas de 500milmillo­nes de dólares de 1980a 1986, está destruyendola capacidad de mantener un nivel de subsis­tencia digno en las grandes masas del TercerMundo. Está minando, igualmente, las posibili­dades de los procesos de democrat ización yparticipación, provocando que en el TercerMundo la violencia, el terror ismo o la tentaciónde una salida fácil con la droga lleven a unadesestabilización y tensión política creciente.

En informes económicos y reuniones recien­tes celebradas con cremrñccs sociales en Amé­rica l atina se constataba que las tasas de inver­sión social, que son la base para la educación,salud, servicios de agua, luz, transporte yservr­eres sociales en toda América l atina, se hanvenido reduciendo. Por otro lado, las tasas deinversión se han reducido en cas¡ todos los pai­ses de América l atina, men os en Chile y Co­lombia, lo que claramente indica el aume ntodel desempleo por pérd ida de puestos de na ­bajo, el incremento del sector informal y unapolarización social creciente.

Este deterioro econ ómico ha coincidido conel ftacaso de los regfmenesmilitaresy laapertu­ra democrática y, por tanto, con mayor organi­zación, part icipación y conciencia de las orga­nizaciones pop ulares. l a tensión entre deuí-

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mento de las condiciones de subsistencia y elaumento en la organización popular lleva a untenstcnamtentc pol ítico que se está general i­zando en formacreciente en to daAmér ica Lat i­na. Esta din ámica antagóni ca indudablement elleva hacia una confrontación social crec ienteen Amér ica Latin a.

Las pol íti cas inducidaspor losorganismos in­ternacio nales buscan una salida en el fomentode las exportaciones que sirvan para generarmás recursos para pagar la deuda y promu evanel reto rno de la inversión directa extranjer a,una vez que loscréditosbancariossehan colap­sado en A mérica Lat ina debido al monto de ladeuda. Sin embargo, estaestrategiade exporta­ción se encuen tra con un mundo de proteccio­n ismo, de reducción de lademanda intern acio­nal y de deterior o creciente de los términos deintercambio, de forma tal que el fomen to de lasexpo rtaciones reduce la produ cción para elmercado int erno, no produ ce nuevos puestosde trabajo y reduce, tambi én, paradóji camente,el flu jo de produ ctos exportables por insumosprodu ctivos humanosque América Latina utili­za en esta estrategia hacia afuera.

Estosgrandes brochazoseconómicospre ten­den ubicar el tensio namiento creciente econ ó­mico y social en que va a ser envuelta Am éricaLatina y el Tercer Mundo en la próxima década.Las salidas integracionistas han aparecido enforma crecie nte como el últ imo recurso paradefenderse econ ómi camente en forma con­junta. El futuro de Centroamérica se encuentr aen esta dialécti ca internacional de distensiónpo lítica y tensionamientc econó mico.

La distensión política ofrece estímulos parasalidas negociadas, para un pluralismo políticoregional y para relaci ones mulupotares, supe­rando el bloquismo de la guerra fr fay abriendoposib il idades de una ayuda multilateral parasuperar la crisiscentroamer icana. Sin embargo,si Centroamérlca no encuentra una soluci ónecon ómi ca, la distensión polftica no será per­manente porque las bases materiales para sumantenimiento pueden fallar .

Por tanto, la encrucijada económica paraCe neroaménca podría ubicarse en las dos ten ­dencias apuntadas:

i1) h liliwilnlzacl6n

Latendencia a la "taiwanlzaclén" podria serdirigida por grupos de intereses en CostaRica,que con sideran qu e esepais tiene ven­tajas comparativas para transformarse en elnuevo NlC (New tndustnalísed Counlry) .Dicha perspectiva está creciendo en CostaRica debido a la crisis de Panamá, que hafun jido como un NIC para todo el istmo. La

posibilidad se abre para Centroamérica porser el istmo el puent e entre el Pacif ico y elAtl ánti co. Elnuevo int erésde Japón en Cen­troaméri ca escrear estas plataformasind us­tr iales qu e permitan que LaCuenca del Pa­cifi co pueda encont rar su reciproco en laCuenca de El Caribe (Costa Rica, Panamá,Jamaica, Santo Domingo, 8ahamasy PuertoRico).Esta alternativa cc nverurre a algunos pa nesseleccionados de la región en pafsesexpor ­tadores de nuevos productos industrializa­dos (zonas librespara indu stria de maquila)y de pro ductos agrícol as no tradicionales(flores, plantas medicinales, artesanías, etc.j.Todos los países elegidos para ser NIC tie­nen una tremenda carga de deuda externa,lo que les obliga a fomentar lasexportacio ­nes para poder pagar el servicio de la mis­ma. Ladeuda, la iniciat iva para LaCuenca deEl Caribe y los intereses de Japón en in tro­ducirse en América Latina a travésde Pana­má yCentroa méricason las fuerzasdel mer­cado int ernacio nal que empu jan estasalidaen la región , (Propiamente el fenómeno esde una " subtaiwan ización" , po rque sonIelwán, Corea del Sur yHon g Kong laspun­tas de lanza de este proceso en la región,tanto como el propio Japón).En Costa Rica, esta tendencia encuent ra nosólo un sector económico interesado en lamisma, sino un pre;ui ci0r.Htico para laint egración con el resto e los pafses deCentroamérica. El debate econ ómico en es­te país se centrará sobre este eje, teniendoserias repercusiones para la integración dela región y también para laspropu estaspolf­ucas, como el Parlamento Centroameríca­"o.

b) u nuenlnlegrilción cenlroilmeriCilna

La nueva int egración centroamericana, porsu parte, ha avanzado en el últi mo año sus­tancialmente. Desde la carta de los minis­tros de Integración, en marzo de 1937, a lospresiden tes centroamericanos, donde concrudeza se les presentaba el d ilema de queCent roamérica no tendría solución econó­mica si no se encontraba antesuna soluciónpolít ica, e l proceso de integración de Cen­troam érlca ha dado un salto cualit ativo. Losministros de Integración y los rntnistrossec­toriales de Agricultura, Transporte, Finan­zas, Energía, etc., se han juntado con unaperiod icidad no alcanzada ni siquieraen losmejores momentos del Mercado ComúnCent roamericano (MCCA). Por otro lado,las inst ituciones region ales como SIECA,8ClE y Consejo M onetario Centroamerica­no, ayudadas por la CEPALy CADESCA, han

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sido capaces de formu lar e l PAI. que re flejaun conjunto de prioridades regionales, depolíticas coordinadas '1 una voluntad de re­lanzar e l nuevo proceso integ racionista.ElParlamento Cent roamericano, con el Co­mité Ejecutivo formado por los vicepresi­dentes, pe rmitirfa que esta nueva imegra­ción sea más "in tegra !" que la pasada.inco rporando los aspectos jurídicos, pclíti­ces y culturales. El Parlamento seria, ade­más, un foro para encontrar la coord inaciónde po liticas económicas actua lmente muyheterogéneas y también la coo rdinación , oal menos convivencia, de sistemas políticosque ya no tienen la homogeneidad de losaños sesenta,los mínisrros de Integración y Jos co nsejossecto riales, apoyados por una secreta-ratécnica fo rmada po r las princip ales institu­ciones re gionales, serfan las e ncargadas deenf rentarse a problemas comunes como ladeuda y la recon strucción de la base ener­gética, de transportes y pue rtos y de lanzarnu evas áreas de co labo ració n re gion al e nlos se rvicios co mo el tu rismo, e l mercadointernacio nal, e tc. Un Co nsejo Econ ómico ySocial Centroamericano, donde participe nlos sindicatos, organizacio nes campesinas,mujeres. ind ígenas, p rofes iona les y acadé­micos y los organismos de las ONGs. pe rmi­tiría q ue esta nueva integración te nga unórgano consultivo de la sociedad civil, don­de los aspectos de la de mocracia. la cultu ray la particip ació n pe rmitan supe rar los trese rrores fundamentales del MCCA en e l pa­sado: la desigua ldad -social yent re países-,la dependencia en prod uctos trad icionalesde exportación dirigidos a mercados no su­ficientemente diversificados -situaciónque provocó una profunda dependenciaexterna-e, y la marginació n y falta de pa rti­cipación democrática de las grandes mayo­das .Este proceso de integración centroamerica­no pudiera eng rosar las nuevas tendenciasintegracio nistas e n Amé rica Latina, permi­tiendo q ue Ce ntroamérica sirviese de puen­te en tre México yAmé rica Latina, ayud andoasf a que México no sea absorbido por lasnuevas propues tas de un gra n me rcado co­mún entre Canadá, Estados Unidos y esepaís.Es e n este conjunto de grandes tend en cias ycambios estru cturales donde se está juga n­do e l futu'ro económico de Ce ntroamérica.La reso lución de es ta encrucijada no puededejarse e n manos de tecnócratas ni e n ma ­nos de fue rzas po líticas que no te nga n sufi­ciente represe ntación social. Aquí se estájugando e l futuro de la regió n po r varias

décadas, las posibilidades de aut odetermi­nación de cada pa ís y de la re gión en suconjunto y, sobre todo, las posibilidades deuna democratización re al de la reg ión supe­rando la marginació n histór ica y la injust iciasocia l establecida co mo cond icionante delcrecimie nto en e l pasado.Son numerosas las fue rzas internacionalesqu e están interesadas e n modelar e l fut urode Centroamérica. El Informe Kissinger, lainiciativa para la Cuenca de El Caribe y e lmismo conjunto de nue vas p rop uestas in­te rnacio nales q ue se o frecen hoya la regiónno son ne utrales. La gran pregu nta es [q u étiene n que decir los pueblos de Ce nt roa ­mérica sobre su propio futu ro, su democra­cia y desarrollo?

Es fundame ntal que el mund o académico y laIglesia también se def inan sobre estos te mas. Esimportante q ue los países de Ce nt roaméricacono zcan q ue la alternativa MC y las propues­tas de " taiwanizació n" de algunos países de laregión van ligadas al servicio de la deuda y a laspropuestas del f MI y del Banco Mundial dep rovo car estas platafo rmas de industrializació nbara tas e n e l Terce r Mu ndo . Además de los"cuatro tigres" (Taiwán, Singapur. Ho ng Kong yCo rea del Sur), el Banco Mu ndial ha e legido 31pa íses a los q ue se preten de involucrar en estanueva es trategia de promoción de exportacio­nes para convertirlos e n los nue vos NIC. Paísescomo filipin as, Mé xico. Argentina, Bol ivia, Chi­le. Co lombia, Costa Rica, República Dom inica­na, Ecuador , Guatemala, Ho nduras, etc., e stánen la lista. falta conciencia de q ue se está inten­tando crear una competencia internacionalque facil ile plataformas baralas de indu5!riali­zación , con un trabajo barato, dócil , plen o deincentivos para el sistema de producción de lasgrandes transnacionales. Las transnacionalesaumentarlan su poder de negociación frente aestos paises ind ividu alizados del Tercer Mu n­do , haciend o q ue la ventaja comparativa seco nvierta en la compe tencia por la miseria e n­tre estos paises. a la vez que se re concent ra lap rod ucció n y la riqueza en los países del centro.

Además, lo s fenóme no s de la tragme ntaciénglobal de la prod ucci ón que permiten las nue­vas tecnologías. de la "desmaterializació n de laproducció n", que conlleva la me nor necesidadde re cur sos naturales por unid ad de producto,y de las nu evas te cnologías sustituti vas (los sin­téticos, la biotecnologfa, la quím ica alimenta­ria, etc.¡ reducen cada vez más la competitivi­dad del Tercer Mundo en el me rcado global.

Por ot ro lado, los NI( de los sesenta crecie ­ro n en el mome nto de mayor expansión delcapi­ta lismo, con un mercado internacional con ta­sas de cre cimie nto nunca alcanzadas antes en lahisto ria. Actualme nte no hay ninguna predrc-

ción internacional que present e tasas de creer­mient o en el mercado internacional que llegueni siquiera a la mitad de las alcanzadasen aque­llos años. De otra parte, nuevas corrientes pro­teccionistas se han desatado, de forma que laposibilidad de ingresar en un mercado cada vezmásco mpetitivo y protegido se hace seriamen­te diñcultoso.!

Es importante que nuestros pueblos per cibany conozcan estos grandes cambios que se reall­zan a nivel inte rnacional para poder ubicar conconciencia y conocimiento cuáles son sus deci­siones democráticas para el futuro de Ceneroa­mérica.

h soc:ied~ civil cenlroamerinn.J ante Laencrucijiub

Pretendemos analizar qué papel debe y puedejugar la sociedad civilcentroamericana (unive r­sidade s, iglesias, sindicatos, centros de lnvestl­gación, mujeres, indígenas, campesrncs.juven­tud , etc), ante este dilema abierto frente anuestros pueblos.

Por primera vez en la historia, Centroam éricapuede tener la posib il idad de utilizar su estraté­gica posición geográfica ent re el Pacífico y elAl1ánt ico, entre el Norte y el Sur, para su propiobeneficio y no para el servicio de las grandesmetrópolis, de las transnacionalesy de fa bancamundial. Por primera vez se abre la posibilidadde una salida negociada, que puede pro vocaruna desmilitarización y la creación de una Zonade Paz en la región más militarizada de AméricaLatina. 1992 puede ser el año del de scubrimien­to de Centroamérica por los cen troamericanos.Para ello hace falta que Centroaméricaconozcay descubra sus posibilidades en la encrucijadainternacional .

Esquipulas 11 supuso por primera vez un espa­cio centroamericano frente al interven cionis­mo extranjero. A pesar de la polarización entrelos gobiernos y entre las clases sociales de laregión, pre valeció la voluntad de un espacio,un tiempo y una condiciones propias dondenuestros pueblos puedan definir y elegir supropio destino.

Es fundamental una campaña de informa­ción, educación, movilización y organizaciónde nuestros pueblos que tenga suficiente legiti­midad y capacidad de convocatoria para lograrese consenso mayoritario regional que nues­tros países necesitan. De aquí la propuesta que

• .B rOll~. Rob;n yC¡v¡n¡ s h, John, "No Mon, NICf", en ForeiBnPollcy. numo71, 1'J6ll. El enuyo p'efen1 ~ un. excelente flnlOlfil. deJ. impolibilld.Jd ¡ elC~l~ mundi¡l de 101 nu _ NICf.

, 45•

sean las universidades, los cent ros de investiga­ción y las iglesias, las que cree n e l proc eso Ha­mado Esquipu/as de los Pueblos, que refuerceel proceso establecido por los gobiernos enEsquipulas 11, lo profundice y lo haga factibledada s las deb ilidades estructurales de los go­biernos, las constan tes presiones econ ómicas ypolíticasque sobre ellosse ejercen y ladetermi­nación última que sobre ellos y la sociedad ci... iltienen las fuerzas militares en varios países.

la paz, la democracia y el desarrollo están enjueg o. Sería una irresponsabilidad geoeractc­nal transferir estas decisiones a los actuales go­biernos sometidos a tantas presiones y con unes pacio mínimo. Es necesario que un Esquipu­las de los Pueblos refuerce los espacios gana­dos, reconstituya la voluntad política centroa­mericana por la autodetermin ación y cree me­canismos de ...erlñcacién locales, nacionales yreg ionales que ayuden a la 'mprescindibleverl­ficación internacional, de forma que los con­flictos encuentren cauces negociados, políticosy pragmáticos.

Son necesarias nue...as estrateg iasde desarro­llo regionales para enfrentarse a la deuda yvisualizar una diversificación económica para laregión que co mbine, con realismo : a) las posi­bilidades de nuestrasexportaciones tradiciona­les con nuevasexportaciones, b) con un merca­do regional integrado, cj cc n una nue ...a vincu­lación a la integración latinoamericana y d) conla creación, por primera vez, de merc,ados do­mésticos basados en una fusta distribución delingreso, producto de refo rmas agrarias quepermitan utilizar eficiente y socialmente elprincipal recurso de la región : la agricultura.Lograr un balance regional de este co njunto decompo nentes que abren nue...as perspectivaspara una región pot en cialmen te rica en salidaseco nómicas es el reta de esta generación. Mástoda ...ía si a esas pontencialidades económicasde la región se añaden las nuevas per spectivasque ofrece ser el puente entre el Pacífico y elAtlántico, pero no al servicio delos mercaderesde oro de California yde los intereses estratégi­cos de las potencias -r-comc sucedió con lasaventuras caneleras en e l istmo- ni como pla­taformas de exporta ción para el capital finan­ciero mundial, sino con autonom ia que permitacombinar con realismo la muhipolaridad delmund o y los condicionantes del mercado, co nlas posibilidades de programar, e induso plani­ficar, regionalm ent e, un desti no común parapueblos pequeños, qu e de otra forma son in­... iables como entidades econ ómicas y politicasautónomas .

Hay que plantear la integración de aeuce yPanamá a este futuro ce ntroamericano, dondePanamá incorpore su especificidad en el mer­cado internacional al servicio de los inte reses

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centroame ricanos, y aeuce su vincutadcn conel CARICOM y los pueblos de El Caribe. Estasalida Integrada y conjunta no va a ser fácildebido a la faha de homoge neidad política ye con ómica de la región , pero ese es e l reto denuestra generación.

la superación del cortoplacismo impuestopor el servicio de la deuda y la sob revivencía esun elemento que debemos to mar en nuestrasmanos. la crisisprofunda que estamos viviendonos o bliga a este supe-esfuerzo de sobrevivir y ala vez co nstruir los cauces pa ra e l futuro .

la crisis ha provocado profundas transforma­ciones en la forma de la organización civil denu estras sociedades, don de nue vos sujetos hls-

tortees han emergido con fuerza. con creativi­dad y con capacidad de decisión. Posiblemen telo que está faltando son canales de par ticipa­ció n y legitimación de sus aspiracio nes y de­mandas; cana les, también, de ínterconexi én dela sociedad ce ntroamerica na con aquellossule­l OS h istóricos mund iales q ue conside ran queCent roam értca es un test para América latina yun tesl para las posibilidades de una nueva rela­ción de l Norte co n e lSur. Una relación autóno­ma, pero constructiva, con los países socia listas,que permitan una d iversificación económica ypo lítica co mo lo exige n las realidades de la mul­tipolarida d del fin de l siglo xx.