los condominios verticales

7/23/2019 Los Condominios Verticales

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Los condominios verticales. Una forma moderna devivir en la Ciudad de México (1956)

Graciela Garay / Instituto Mora

Bicentenario #11

Tlatelolco

En 1938, durante el XV Congreso Internacional de Plani�cación y de la Habitación celebrado en la Ciudad de

México, los participantes reconocieron que el modelo propuesto de casa unifamiliar sólo había bene�ciado a es-

peculadores y a los que disfrutaban de crédito. Por tanto, los expertos sugerían levantar edi�cios altos que im-

pulsaran el crecimiento vertical de la urbe y permitieran la concentración tanto de la población como de los ser-vicios en un espacio perfectamente delimitado para evitar la expansión horizontal de la ciudad. Al densi�car el

uso del suelo se multiplicaba el número de habitantes del inmueble, bajaban los costos por concepto de servi-

cios y disminuía el problema de la vivienda.

No obstante las ventajas económicas, sociales y urbanas atribuidas a los edi�cios altos, no todo el mundo estu-

vo de acuerdo en promover este género arquitectónico. Para los críticos, los rascacielos mexicanos eran imita-

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ciones ridículas de Norteamérica. Aceptar esta solución, decían los escépticos, implicaría enormes inconvenien-

tes por las concentraciones que acarrearía a las ciudades en cuanto al tránsito de vehículos y peatones, sobre

todo en las calles del centro, donde generalmente se erigían estas moles por el elevado valor del terreno y como

deslumbrantes emblemas publicitarios.

Las cosas comenzaron a cambiar cuando los nuevos sistemas de cimentación permitieron construir edi�cios al-

tos y el suelo fangoso de la capital dejó de ser pretexto para imaginar rascacielos como los de Nueva York o Chi-cago. De hecho, la primera gran torre de o�cinas de diez niveles ya se había edi�cado en 1932 frente al Palacio

de Bellas Artes para la compañía de seguros La Nacional, obra del arquitecto Manuel Ortiz Monasterio. Esta

construcción se hizo en altura, no por falta de terreno en la ciudad sino como un gran anuncio de la empresa.

Vista desde la Alameda

A su llegada a México en 1934, Mario Pani –recién graduado de arquitectura de la Escuela de Bellas Artes de

París, la institución más prestigiada del mundo desde su fundación por Luis XIV en 1671– se inició en la práctica

profesional con proyectos de vivienda privada, entre los que destacan sus edi�cios de departamentos de diez pi-

sos, notables por su sorprendente altura en relación con las pequeñas dimensiones de su planta. Los críticos de

Pani llamaban despectivamente a estas obras “rascacielitos” ya que no podían acostumbrarse a la novedosa ar-

quitectura que surgía en la colonia Cuauhtémoc.


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Desde 1922, el arquitecto suizo francés Le Corbusier recomendaba en sus escritos descongestionar los centros

de las ciudades mediante el incremento de sus densidades y la multiplicación tanto de los espacios abiertos co-

mo de las vías de circulación. Para superar este reto no había más alternativa que edi�car construcciones verti-

cales y plurifuncionales sobre una pequeña super�cie de la totalidad del terreno. Sea de esto lo que fuere, las

ideas del visionario arquitecto llamaron la atención de Pani, quien las reinterpretó y probó en México con el

propósito de alentar el crecimiento vertical de la capital y evitar su desmedida expansión horizontal.

En sus búsquedas, Pani no andaba solo. En 1930, y con el patrocinio de la iniciativa privada, el arquitecto Juan

Segura erigió el edi�cio Ermita de ocho niveles. Se trata de una construcción –aún en uso– que combina diversas

funciones; comercios en planta baja, cine y tres tipos de departamentos en los pisos superiores con una zona

comunal recreativa.

Multifamiliar Miguel Alemán

Finalmente, en 1949 se inauguró el Multifamiliar Miguel Alemán, proyecto y construcción de Mario Pani con Sal-

vador Ortega. Esta estructura representa la primera vivienda colectiva social de gran altura, ubicada en la colo-

nia de Valle, entre las calles de Parroquia y Félix Cuevas, también en la Ciudad de México. El conjunto está inte-

grado por seis edi�cios de 13 pisos de altura y seis de tres pisos, en los que 1,200 familias comparten parques,

espacios abiertos, áreas deportivas y comercios. Fue así que los “rascacielitos” de Pani, se transformaron en au-

daces torres de modernos departamentos aún en uso y muy apreciados por sus moradores.

La inación de la posguerra provocó el dé�cit en la balanza de pagos nacional, dadas las crecientes importacio-

nes de bienes de producción y capital que requería México para continuar su desarrollo. La recesión estadouni-

dense de 1948 y el �n de la guerra de Corea en 1952 también golpearon severamente a la hasta entonces ore-

ciente economía del país.


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PARA SABER MÁS:

MIQUEL ADRIÁ, Mario Pani. La construcción de la modernidad, México, Conaculta-Gustavo Gili, 2005.

GRACIELA DE GARAY (investigación y entrevistas), Mario Pani , México, Conaculta/Instituto Mora, 2000.

LOUISE NOELLE, Mario Pani, una visión moderna de la ciudad, México, Conaculta/Dirección General de Publicacio-

nes, 2000.

* Mario Pani. El arte de hacer ciudad, realizadores Graciela de Garay et al., Instituto Mora, México, 2000. (video

documental, 80 minutos).

* Mi multi es mi multi. Historia oral del Multifamiliar Miguel Alemán (1949-1999), realizadores Graciela de Garay,

París García et al ., Instituto Mora, México, 1999, (video documental, 60 minutos).

* El triángulo de Tacubaya, realizador Felipe Morales Leal, México, Instituto Mora, 2003, (video documental, 48 mi-

nutos).

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Esta entrada fue publicada en Arte, BiCentenario #11, Revista por número el

por Iliana Quintanar.


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