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LOS COLORES DE LA PERSONALIDAD Todas las personas somos diferentes y, en consecuencia, tenemos percepciones diferentes acerca de las cosas. En realidad vemos como somos, es decir, todo es del color del cristal con que se mira, depende de nuestros paradigmas. La realidad sobre la que actuamos es el territorio y nuestros paradigmas o esquemas mentales son los mapas con los que interpretamos el terreno. Como tenemos experiencias diferentes y paradigmas diferentes, también tenemos diferentes percepciones de la realidad y actuamos también de forma diferente ante los retos. Tenemos personalidades diferentes. La conducción de equipos tiene que ver –y mucho– con el clima de colaboración existente y con las actitudes y la forma de ser de las personas. Presentamos aquí cuatro tipos básicos de personalidad asociados a colores. Las personas naranjas son muy activas, dinámicas y creativas pero algo desorganizadas e inquietas, les gusta decir y hacer cosas nuevas y necesitan cambiar, asumen riesgos; les gustan los retos de futuro. En cambio, a las personas amarillas les gusta el orden, son organizadas, prácticas y muy metódicas; no les gusta que se cambien las cosas aprecian las normas claras. Las personas azules son mediadoras, no les gusta el conflicto y prefieren ceder, les gusta la gente, sentirse queridas, que todo esté bien y que haya buen ambiente. Las personas verdes son soñadoras, visionarias, les gusta aportan ideas, ver la perspectiva, mirar hacia el futuro lejos, a veces se encierran en su cáscara porque son muy pensativos. PARADIGMA DE LOS COLORES AZULES Les gusta la gente, sentirse querido/a; no le importa ceder, no le gusta el conflicto; es mediador, le gusta que todo esté bien y haya buen ambiente. NARANJAS Muy activos, dinámicos y creativos; algo desorganizados; inquietos, les gusta decir y hacer cosas nuevas y necesitan cambiar, asumen riesgos; les gustan los retos de futuro. VERDES Visionarios, soñadores, les gusta ver muy lejos, hacia el futuro, aportan ideas; a veces se cierran en su cáscara porque son muy pensativos. AMARILLOS Les gusta el orden, las cosas en su sitio; organizados, muy prácticos; no les gusta que se cambien las cosas; les gusta que haya normas claras; son muy metódicos. ARMONIA / SENTIR ORGANIZACIÓN / PERCIBIR LIDERAZGO / INTUIR ESTRATEGIA / PENSAR

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LOS COLORES DE LA PERSONALIDAD Todas las personas somos diferentes y, en consecuencia, tenemos percepciones diferentes acerca de las cosas. En realidad vemos como somos, es decir, todo es del color del cristal con que se mira, depende de nuestros paradigmas. La realidad sobre la que actuamos es el territorio y nuestros paradigmas o esquemas mentales son los mapas con los que interpretamos el terreno. Como tenemos experiencias diferentes y paradigmas diferentes, también tenemos diferentes percepciones de la realidad y actuamos también de forma diferente ante los retos. Tenemos personalidades diferentes. La conducción de equipos tiene que ver –y mucho– con el clima de colaboración existente y con las actitudes y la forma de ser de las personas. Presentamos aquí cuatro tipos básicos de personalidad asociados a colores.

Las personas naranjas son muy activas, dinámicas y creativas pero algo desorganizadas e inquietas, les gusta decir y hacer cosas nuevas y necesitan cambiar, asumen riesgos; les gustan los retos de futuro. En cambio, a las personas amarillas les gusta el orden, son organizadas, prácticas y muy metódicas; no les gusta que se cambien las cosas aprecian las normas claras. Las personas azules son mediadoras, no les gusta el conflicto y prefieren ceder, les gusta la gente, sentirse queridas, que todo esté bien y que haya buen ambiente. Las personas verdes son soñadoras, visionarias, les gusta aportan ideas, ver la perspectiva, mirar hacia el futuro lejos, a veces se encierran en su cáscara porque son muy pensativos.

PARADIGMA DE LOS COLORES

AZULES Les gusta la gente, sentirse querido/a; no le importa ceder, no le gusta el conflicto; es mediador, le gusta que todo esté bien y haya buen ambiente.

NARANJAS Muy activos, dinámicos y creativos; algo desorganizados; inquietos, les gusta decir y hacer cosas nuevas y necesitan cambiar, asumen riesgos; les gustan los retos de futuro.

VERDES Visionarios, soñadores, les gusta ver muy lejos, hacia el futuro, aportan ideas; a veces se cierran en su cáscara porque son muy pensativos.

AMARILLOS Les gusta el orden, las cosas en su sitio; organizados, muy prácticos; no les gusta que se cambien las cosas; les gusta que haya normas claras; son muy metódicos.

ARMONIA / SENTIR ORGANIZACIÓN / PERCIBIR

LIDERAZGO / INTUIR ESTRATEGIA / PENSAR

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EJERCICIO: EL COLOR DE MI PERSONALIDAD NARANJA, AMARILLO, AZUL O VERDE Las personas somos una mezcla de colores y, además, podemos ser de un color diferente -asumiendo roles- dependiendo de lo que debamos hacer. Pero nuestra manera de ser se identifica más con uno u otro color. Somos más bien naranjas, amarillos, verdes o azules. Cada uno debe elegir el color con el que más se identifica. Una vez que todos han optado por un color se hace el recuento y se anota cúantos hay de cada color.

Cuando se hace este ejercicio, cualquiera que sea el lugar, el resultado siempre es el mismo. Hay de todo. Y eso mismo ocurre en los equipos, hay de todo. La pregunta que debemos hacernos es la siguiente: ¿qué sucedería si en un equipo, cualquiera que sea, todos los miembros fueran naranjas? Probablemente sería un caos, continuos cambios y nuevos proyectos sin tiempo para asentarlos. ¿Y si todos fueran amarillos? Sería difícil cambiar las cosas, las normas y la estructura podrían anquilosarse. ¿Podemos imaginar un equipo con una mitad de naranjas y la otra mitad de amarillos? Probablemente estarían discutiendo permanentemente. Necesitarían de los azules, los mediadores, los que pueden generar un clima adecuado y buen ambiente. ¿Y que pintan los verdes en un equipo? Ellos pueden aportar reflexión y ayudar a los naranjas a lanzarse pero en la dirección adecuada. A fin de cuentas un buen equipo necesita de los proyectos y el liderazgo naranja, de los procedimientos y la organización amarilla, del clima y el ambiente que aporta la armonía azul y de la misión y la estrategia verde. Todos son necesarios, todos pueden tener su lugar en un equipo. Los naranjas son buenos líderes dispuestos a trabajar y arriesgar por el propósito del equipo pero necesitan el orden amarillo de la metodología de equipos. Los amarillos deben aceptar un poco de la incertidumbre naranja al poner en marcha los equipos, no pueden esperar tener todo atado. Hay que asumir el rol azul que se preocupa del clima y del ambiente y de que las personas tengan una buena experiencia y recuerdo de su participación en los equipos. Y conviene pararse de vez en cuando a reflexionar sobre la marcha de las cosas y la dirección que se debe tomar. Los colores pueden verse de otra manera. No se trata, como es lógico, de buscar gente de todos los colores sino de adoptar el rol o color que el equipo necesita adoptar en cada momento. El paradigma de los colores ayuda a pensar en las actividades de acuerdo con los colores que representan.