LO INFORME.Es que siempre se sienta uno a escribir, a detallar lo que bulle en alguna parte del incienso, dentro de lo que posiblemente se le ha puesto la denominacin de pensamiento que es como nombrar a un fantasma, como llamar a ciegas y llega esa msica pesada como una lgrima y ya me derrumba y me pone a pensar en la calle alargada y sola que se dilata hasta ser slo un nudo, hoy no tengo sino dos y tres y quizs un montn de tiempos y nmeros para desaparecer de verdad estando tan presente como en el instante; acaso sean recuerdos o un ovillo que me precipita, que me sacude desesperado por estar con alguien hasta reconocerme desnudo; el sol es tremendo, sin articulacin en ninguna parte de lo que quisiera hacer, no obstante este universo es impuesto, me queda pensar que ver una (pelcula) o que me atragantar con un cido para sentirme el alma temblando en las pupilas, diez mil aos de esto y sigue escabullndose el asombro, todava tengo el mismo color de piel, el mismo olor a primitivo, con los aos uno se va restando tretas, se va abismando sinsabores como si estuviera esta voz acostumbrada a un ritmo de desolacin intermitente; pero puedo rer y entonces todo puede ser, no ms que una pantomima, una fullera impuesta para acelerar el desvaro, una aparicin de funmbulos hipcritas a los que les puedo diseccionar la tristeza, sacarles de su crislida una carcajada y ponerlos a cocer en otra parrilla de enredos tan inverosmiles como si fuera cierto. Y estn entonces las palabras menudas, las de siempre, a las que no puedo renunciar y para eso es que se llega hasta esos puntos y comas y tildes que acentan que la vida se resume en un pequeo y [CATACRESIS] lxico, que para decir a veces algo nuevo debo abrir pestaas y hojear letras hasta juntarlas raras como si fueran especies encontradas en un pantano o en la misma miseria del mugre que escondo en los rincones, y estoy vestido, casi sin afeitar y con la cabeza rapada para presenciar el momento en que comience a rajarse, ya saturada de tanta complicacin, esa sombra que empuja haciendo gestos, proponiendo dudas, yo le voy metiendo el cansancio como si rellenara un mueco y digo que puede estar bien por hoy, que ya fue suficiente de aguacero deshacindole las alas ; que est mejor que nunca que no haya tenido que levantar el auricular ni menos sentir ganas de arrojar comida por ese apndice sin sentido que jams me ha dado respuestas del otro lado sino cierto olor a rosas de difunto, cierta corazonada de lengua perpetrando atroz el silencio como un clavo entre los labios. Que lo malo fue despertar, volver como amarrado y vuelve, adems, otra vez, sin embargo, este sonsonete que no me puedo quitar, pandereta de alguien que parafrasea lo mismo y lo mismo en otros gazapos alineados como puertas cerradas en el deseo, en otros lugares que son tambin espejo; por la ventana un arcoris comienza a entablar su presencia como si se tratara de un monstruo y yo que slo quiero una estrella fugaz le cierro la cortina en la cara, est zafado algo entre mis dedos, consternado de tanta violencia y s que es la infancia la que dej su cicatriz ms estremecedora entre mis manos, no se puede pensar en otra cosa despus de que se ha visto todo con los ojos de la inocencia: desnudar a una mujer y hacerle el amor despus de desenterrar la tierra casi como si fuera una carroa te golpea todo el gozo, te cuelga, te desmigaja en maldiciones y la huida siempre es hacia el resentimiento. No tengo un eslabn que una a una idea con este sabor podrido, con esta gana de cerrarme como un punto aparte. Violencia puede ser cualquier ternura esperando en las esquinas y contra el reverbero de preguntas cabe bien decir dos puntos, desde que uno se pone a vivir se le desmantela todo, es como escribir as, con intuicin, dejando que fluya cierta dimensin atropellando piedras, haciendo aicos los salmones, creciendo hasta desbordar el fondo de los espejos de donde uno quisiera sacar a puetazos al que suea. Es que la realidad es tan confusa como mirar con los ____ bien abiertos y todo se rompe hasta que ya no queda hoja, todo es cierto, se puede concluir. Pero ya no importa.