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  • 5/9/2018 Levinas, E. - De otro modo...

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    HERMENEIA26 Emmanuel Levinas

    De otro modo que ser,o mas alla de la esencia

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    Ediciones Sigueme - Salamanca 1987

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    3Sensibilidad y proximidad

    1. Sensibilidad y conocimientoLa verdad no puede consistir en otra cosa que una exposiciondel ser a sf mismo en medio de una singular inadecuacion que es,al mismo tiempo, igualdad; una particion en la cualla parte vale eltodo, en la cualla parte es imagen del todo. Se trata de una imagenacogida inmediatamente sin sufrir modificaciones , una imagen sen-sible. Pero la distanc ia ent re la imagen y el todo impide a la pr imerapermanecer en su fijeza; debe mantenerse a los confines de ellamisma 0mas alia de sf misma para que la verdad no sea parcialista

    ni parc ial . Es necesa rio que la imagen simbolice e l todo. La verdadeonsiste p~.ra el ser, del cual las imageries son el reflejo al mismotiernpo 'que el sfrnbolo, en identificarse a traves de nuevas image-nes . EI sfmbolo es percibido 0 instaurado y rec ibe su determinacionen la pasividad y la inmediatez , 0, si se prefie re, en la concrec ionsensible; pero en una inmediatez que, dentro del saber de la ver-dad , siempre se reprime. Por tanto, el saber es indir ecto y tortuoso.Se produce a partir de la intuicion sensible, que es ya de 10 sensibleorientado hacia aquello que en el seno de la imagen se anuncia masalia de ella, esto en tanto que esto 0 en tanto que aquello; un estoque se despoja del limbo de la sensibilidad en el cual, no obstante,se mant iene re fle jado; la in tuicion es ya la sensibi lidad conv irti en-dose en idea de otro esto en tanto que tal, aura de otra idea, aber-tu ra dentro de la abertura. Encaj onamiento de ideas, sin prej uzgarpara nada su reso rte (anal fti co, sinte ti co, dia lecti co) que permi tehacer salir una idea de otra; tampoco prejuzga el duro trabajo de lainvestigacion experimental- 0 racionab (siempre de modo con-creto adivinaci6n e invencion) que explici ta esas implicaciones , quesaca un contenido. de otro, que identifica esto y aquello. Mo-vimiento subjetivo del saber que, de este modo, pertenece ala esencia misma del ser, a su temporalizaci6n dentro de la cual la

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    esencia adquiere sentido y la imagen es ya idea, sfrnbolo de otraimagen; algo que es, al mismo tiempo, tern a y obertura, diserio ytransparenc ia. Movimiento subj etivo que , no obstante, pe rtenece ala propia indi ferenc ia del noema respec to de la noesis y del pensa-dor, que en ella se absorben y se olvidan.EI saber , la identif icacion que entiende 0 pretende esto en cuan-to tal, el entendimiento no se mantiene, pues, en la pura pasividadde 10 sensible. Ya 10 sensible en tanto que intuic ion de una imagenes pretension. La intencion- que anima la ident ifi cac ion de estoen tanto que esto 0 aquello es proclamacion, prornulgacion y,por tanto, lenguaje, enunciado de un dicho. La primera rupturacon la pasividad de 10 sensible es un decir en correlaci6n con undicho 1. Esta es la razon por la que todo saber es sirnbolico y abocaa una formula lingiifstica.Tocamos con e llo un punto ambiguo en torno al cual se organizato do nuestro discurso. EI Decir que enuncia un Dicho es dentro de10 sensible la primera actividad- que determina esto como tal;pero esta act ividad de determinac ion y de j uicio, de ternat izacion yde teoria sobreviene en el Decir en tanto que puro < 'pa ra el Ot ro,pura donacion de signo, puro hacerse signo, pura ex-presion desf, pura sinceridad, pura pasividad; salvo en el caso en que se pu-diese mostrar el viraje de este Decir (pura expresi6n de sf en ladonacion de signo a Otro, lenguaje anterior al Dicho) en Decir queenunc ia un Dicho. Ya se vera la nominalizacion del enunciado, que10 corta de su proposicion al Otro, el Decir que se absorbe en 10Dicho, que ofrece en la fabula una estructura en la cuallas pala-bras de la lengua viviente inventariadas en los diccionarios, perosistema sincr6nico para quien habla, encuentran sus puntos deapoyo.Como qui e ra que sea, 10 Dicho no viene a afiadirse a un saberprevio, sino que es la actividad mas profunda del saber, su propiosimbolismo. Por 10 tanto, el simbolismo dentro del saber no es elresultado de una frustraci6n, el sucedaneo de una intuicion quefalta , el pensarniento signit ivo no plenificado de Husserl , s inoque es 10 mas alta de 10 sensible ya dentro de la intuicion y 10 masalta de la intuicion dentro de la idea. Que el saber sea conceptualy simb6lico no es, por tanto, el mal menor de. un pensamiento inca-paz de abrirse intuitivamente sobre la cosa rnisma. De suyo laabertura sobre el ser es irnaginacion y simbolismo; 10 develado en

    I. cr. nuestro estudio Langage et proximite, en el l ibra En decouvrant I'exis-tence.217.118

    tanto que ta l se desborda como sfmbolo de esto en aqueIlo; 10 deve-lado en cuanto tal es ident ificado enesto como aquello; por tanto,p retendido y dicho de modo conjunto. Por e llo, el saber es siemprea priori, mas alia del juego de los reflejos al que se remite la llama-da intuici6n sensible. EI entendimiento sin el cual la imagen seinmov ili za tiene la autoridad de una instancia suprema y soberana,en tanto que proclama y promulga la identidad de esto y aquello;ello es algo que se Ie reconoce desde hace tiempo en filosoffa bajoel t itulo de espontaneidad del entendimiento.Si toda abertura comporta entendimiento, la imagen dentro dela intuic ion sensible ha perdido ya la inmediatez de 10 sensible. Laexposicion a la afeccion, la vulnerabilidad s in dud a no tiene la s igni-ficacion de reflejar el ser. En tanto que descubrimiento y saber, laintuicion sensible pertenece ya al orden de 10 dicho, es idealidad.La idea no es una simple sublimacion de 10 sensible. La diferenciaentre sensible e idea no es la que lIeva a distinguir entre conoci-mientos mas 0 menos exactos 0 entre conocimiento de 10 individualy 10 universal . Lo individual en tanto que conocido esta ya de-sen-sibi lizado y referido a 10 universal en la intu icion. Por 10 que res-pecta a la signi ficacion propia de 10 sensible, es algo que debe des-cribirse en terminos de gozo y herida, que son, como veremos, losterminos de la proximidad.La proximidad, que serfa la significac i6n de 10 sensible, no per-tenece al movimiento cognoscit ivo, a la operac ion den tro de la cualla idea que la palabra substituye a la imagen del ente, agranda elhor izonte del aparecer reabsorbiendo la sombra, cuya consistenciade dato p royecta la opacidad en la transparenc ia de la intuic i6n. Laintuicion que se opone al concepto pertenece ya a 10 sensible con-ceptuado. La vision, debido a su d istanc ia y al abarcamiento tot al i-zante, imita 0 prefigura la irnparcial idad del entendimiento y sunega tiva a Iimitarse a aquello que dispondria --0constituiria- lainmediatez de 10 sensible. Una disposicion cuyo sentido propio estaen otro lugar y de ningun modo se agota en detener el movimientoy el dinamismo del conocer .Incluso informada 0 deformada por el saber, la intuic i6n sensi-ble puede retornar a su significacion propia. La sensac i6n, funcio-nando ya como intuicion sensible, en tanto que unidad del sen-tiente y 10 sentido en la separac ion y reencuentro de la tarnpora li-dad como un pasado rememorable, en tanto que identidad en ladiferencia de esto 0 aquel lo, de esto en tanto que aquello aseguran-do la presencia del ser a sf mismo; la sensacion, en tanto que es yaelemento de la conciencia, es la fuente del idealismo y, al mismotiempo, 10 que zanja la discusion sobre el idealismo. EI sensualismo

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    idealis ta de un Berkeley, cuyas posiciones vigorosas prolonga has tanuest ros dfas la fenomenologia husse rli ana , consiste en reduc ir lascualidades sensibles de los obje tos a contenidos experimentadosdonde, mediante una posesion adecuada de 10 sentido por el sen-tiente, se encuentra de nuevo la esencia inmanente de la concien-cia, la coincidencia del ser y de su manifestacion; tal es la esenciade l ideal isrno que , ba jo ot ra forma dist inta, se a firma en la ontolo-gfa conternporanea.

    Pero la sensac ion que esta en el fondo de la experienc ia sensi-ble y de la intuicion no se reduce a la claridad 0 a la idea quese saca de ella. Esto no quiere decir que com p orte un elementoopaco resistente a la luminosidad de 10 inteligible, aunque definidotodavla en te rrninos de luz y de v ision. La sensac ion es vulnerabi li -dad, gozo y sufrimiento, cuyo estatuto no se reduce al hecho decolocarse delante de un suj eto espectador. La intencional idad de ldevelamiento y la simbol izac ion de una total idad, que comprendela abertura del ser apuntado por la intencionalidad, no constituyenla unica signif icacion, ni s iquiera la dominante, de 10 sensible. Cier-tamente, una s ignificaci6n dominante de la sensibilidad debe perrni-tir dar cuen ta de su signif icacion secundaria como sensacion, comoelemento de un saber. Ya 10 hemos dicho: e l hecho de que la sensi -bil idad pueda convert irse en intuicion sensible y en tra r dent ro dela aven tura del conocimiento no es una cont ingencia, La signifi ca -ci6n dominante de la sensibilidad, entrevista ya en la vulnerabilidady que se most rara en la responsabi lidad de la ' prox irnidad en mediode su inquietud y su insomnio, contiene la motivac ion de Sll funcioncognoscitiva.En el saber, por sf mismo simbolico , se realiza el paso desde laimagen -limitacion y particularidad- hasta la totalidad y, porconsiguiente, de modo relativo a la esencia del ser se realiza todoe l contenido de la abst raccion. La fi losofta occ identa l j arnas ha du-dado de la estructura gnoseol6gica y, por tanto, ontologica de lasigni ficacion. Dec ir que esta estruc tura es secundaria dentro de lasensib ilidad y que, sin embargo, l a sensibi lidad en tanto que vulne-rabi lidad signi fica, es reconocer un sent ido en lugar d istinto al de laontologia e incluso subordinar la ontologia a esta signifi caci6n de10 mas alia de la esencia. La inmediatez a flor de piel -su vulnera-bilidad- aparece como anestesiada en el proceso del saber; pero,sin duda, tambien como reprimida 0 suspendida. Con relacion aesta vulnerabilidad, que supone el gozo de un modo distinto quecomo anti te si s, e l saber, descubrimiento de l ser a sf mismo, suponeuna ruptura con la inmediatez y, en uncierto sentido, una abstrac-cion. La inmediatez de 10 sensible, que no se reduce a la funcion

    gnoseologica asumida por la sensacion , es exposic ion a la ofensa yal gozo, exposicion a la of ens a en el gozo; ello permite a la of ens aalcanzar la subjetividad del sujeto que se complace en sf mismo yse pone para sf mismo. Esta inmediatez es, ante todo, la comodidaddel gozar, mas inmediata que el beber, inmersi6n en las profundi-dades de l elemento, en su incomparable frescor de plenitud y cum-plimiento, placer; es decir, una com placencia en sf misma de lavida que ama la vida incluso en el suicidio. Cornplacencia de lasubj etividad, complacencia probada por e ll a misma; eso es su pro-pia yoidad, su substancial idad; pero tarnbien de modo inmediatodesnucleamiento de Ia dicha imperfec ta que es la pa lpi tacion dela sensibil idad, no coincidenc ia de l Yo consigo mismo, inqu ietud,insomnio mas ali a de las huel las del presente. Un dolo r que desazo-na el yo 0 que 10 atrae en el vertigo como un abismo para impedirque, puesto en sf y para sf , asurna al otro que 10 ofende a travesde un movimiento intencional para que se produzca, en esta vulne-rabil idad, la inversion del 10 otro que inspira 10mismo; dolor, des-bordamiento del sentido por el no-senti do para que el sentido so-brepase el no-sentido. EI sentido; es decir , el mismo-para-el-otro.[Hasta ahf debe lIegar la pas ividad 0 la paciencia de la vulnerabili-dad! En ella la sensibilidad es sentido por 10 otro y para 10 otro,para el otro; no en los sentimientos elevados dentro de las bellasletras, sino como despues de un arrebatamiento del pan a la bocaque 10 - saborea para darselo al otro, asf es el desnucleamiento del-gozo 'en donde se teje el nudo del Yo.2. Sensibilidad y significacion

    Una sensacion terrnica, gustativa u olfativa no es de modo pri-mordial conocimiento de un dolor, de un sabor 0 de un perfume.Es incontestable que puede tomar est a significaci6n de descubri-miento perdiendo su sentido propio, convirt iendose en exper iencia-de, en conciencia-de , colocandose ante el ser expuesto en sutema que es el discurso en el que todo comienzo comienza; pero esya un Decir correlativo de un Dicho y contemporaneo suyo. EIpresente de la manifestacion, origen del hecho mismo del origen,es el origen para la filosofta. En 10 que desemboca la sensac i6n esen un discurso tematizador.Pero lconsigue la sensaci6n mantenerse entre su comienzo y sudesembocadura? i,No s ignifica al margen de tales terrninos? La filo-sofia, que nace con el aparecer y la tematizaci6n, intenta en elcursu de su fenomenologia la reduccion de 10 manifiesto y de sumanifestaci6n a su s ignificacion pre-original, a una s ignificacion que

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    no signifi ca manifestacion. Hay razones para pensar que esta sign i-f icacion pre-original comprende los motivos del origen y del apare-cer. No por ello, sin embargo, se encierra ni en un presente nitampoco en una representacion; si significa tambien la aurora deuna manifestac ion en la que c ie rtamen te puede luci r y most rarse,su signifi ca r no se agota en la difusi6n 0 la dis imulacion de esta luz.En este comienzo y este desembocar de la fi losofta, pensadoscomo nee plus ultra, se inspira Husserl en su interpretacion de lasubjetividad como conciencia-de dentro de su teorfa sobre la prior i-dad de la tesi s doxica- que contiene toda intencionalidad --eual-quiera que sea su cualidad-, en su teorfa sobre la posible transfor-macion de toda intencional idad que no sea teo rica en una intenc io-nal idad teorica , que se ria la fundadora ; se tra ta de una t ransforrna-c ion sin recurso a la reflexion sobre el acto, que obj etivarfa la in ten-cional idad no-teorica . A pesar de la gran contribucion de la filoso -ffa husserl iana a l descubr imiento mediante la intenc iona lidad no-teo rica de signifi caciones di stintas a las del aparecer (y de la sub je-t ividad como fuen te de signifi cac iones que se define de algun modopor este chorro y conexi on de sentidos), Husse rl afi rma constante-mente una analogfa fundamental entre, por una parte, la concien-cia-de cognoscit iva y las intenciones axiologicas 0 practicas , porotra parte. Entre, par una parte, la experiencia del sery, por otraparte, la accion y el deseo se mantiene un paralelismo riguroso: 13axiologfa se convier te en conocirniento de los valores 0 del deberser, del mismo modo que la prac tica se convierte en conocimientode 10 que hay que hacer 0 del objeto uti li tario. La sensacion, con-tenido primario en las Investigaciones logicas 0 hyle en las Ideas,no participa en 10 sentido mas que en tanto que animada por laintencionalidad 0 en tanto que const itu ida en el ti empo inmanenteconforme a l esquema de la teo rica concienc ia -de dent ro de la r eten-cion y la pretension, la memoria y la espera. Nadie ciertamentepondrfa en duda que en la sensacion ol fat iva 0 gustativa la apertu-ra-sobre , la conciencia-de 0 la experiencia-de no es 10 dominante;que el gozo 0 e l sufrimiento que son tales sensaciones no significanen tanto que saberes, incluso si su significacion se muestra en elsaber. La distincion entre el contenido representa tivo y e l conteni-do Ilamado afectivo de la sensacion pertenece a la psicologia mastrivial. Pero i.como s ignifica la signif icacion si .su presentacion enun tema, si su luc imiento no es signi ficanc ia ni inte lig ibi lidad, sinosimplemen te manif estaci6n , si su pene trac ion en la luz no agota sus ignificancia? A partir de esto, tal s ignificancia es concebida dentrode la tradicion filosofica de occidente como una modalidad de sumanifestac ion, como una luz de otro color di st into a aquel la que

    plenifica la intencionalidad teorica; pero sigue siendo luz. La es-truc tura de la intenc iona lidad siguesiendo aun la del pensamientoo de la comprension. Lo afectivo continua siendo informacion:sobre sf, sobre los valores (como en Max Scheler), sobre una dis-posicion en la esencia delser y, al mismo tiempo, gracias a estadisposicion entendimiento de la esencia (como la Stimmung de Hei-degger), onto-Iogia, cualesquiera que sean las modalidades y es-tructuras de la existencia que desborden todo 10 que la tradicionintelectualista entendio por pensamiento, pero que no por ello seacercan menos a un logos del ser. Pero quiza esta prioridad delconocimiento y de la comprension dentro de la intencionalidad noparecerfa acomodarse tan facilrnente a las significaciones diferentesde la tematizacion a no ser porque el propio Husser! introduce insen-s iblemente en su descr ipcion de la intencion un elemento que decidesobre la pura te rnat izacion: la intuic ion colma (es deci r, con testa 0satisface) 0 decepciona un apuntar que apunta a su objeto en elvacfo. Del vacfo que comporta un sfrnbolo con respecto a la imagenque ilustra 10 s imbolizado se pasa al vacfo del harnbre. Hay ali i un de-seo, fuera de la simple conciencia-de. Todavfa s in duda s igue s iendointencion, pero en un sentido radicalmente dis tinto a la mencion teo-ri ca , cualquie ra 'que sea Ia prac tica propia que comporta la teoria.Intencion como Deseo, de tal modo que la intencion, colocada ent rela de~epcion y la ErJullung (plenificacion), reduce ya el acto objeti-vante a laespecif icacion de laTendencia, mucho mejor que ella con-vierte el hambre en un caso par ticular de la conciencia-de.La concienc ia-de, correlato de la mani festacion y estructu ra detoda intenc iona lidad, se ria, por otr a parte, en Husser! fundadorade todo 10 que se muestra 0 incluso la esencia de todo 10 que semuestra. i .EI propio Heidegger no mantiene la primacfa fundadoradel conocimiento en la medida en que la esencia del ser, que atra-viesa todo ente y fuera de la cual no se puede ir, en si misma mis-ter io inaprensible, condiciona, por su propio retraimiento, la entra-da de la luz y manifiesta su misterio a traves del develamiento delos entes? EI conoc imiento que se enuncia en el ju icio predicat ivose funda al lf de modo perfec tamente na tura l. Que la esenc ia del serhaga posible, precisamente por esta esencia, la verdad, significaque el sujeto --eualquiera que sea el nombre que se Ie de- es in-separable de l saber del aparecer propio de la in tenc ionalidad. Perolas signi ficaciones mas al ia de la esenc ia y que no signi fican fosfo-rescencia 0 aparecer i.no pueden mostra rse 2, aunque solo fuese

    2. Sera posible comprender la manifestaei6n y e l se r a part ir de la jus ticia,a la eua l e seondueido un Deei r que no s610se d irige a lo t ro, s ino que se d irige12 2 123

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    t raicionandose en su rnanifestacion, revis tiendo por su aparecer lasapariencias de la esenc ia, pero apelando a la Reduccion? ~EI hechode mostrarse agota el sentido de aque llo que cie rtamcnte se mues-tra, pero, en tanto que no-teorico, no funciona, no significa entanto que most rac ion? ~Donde situar el residuo que no es ni 10quese muestra en la apertura ni tampoco el develamiento mismo, queno es abertura, idea 0 verdad de 10que se muestra? ~Es cierto quela manifestacion lunda todo 10 que se manifiesta? ~No debe ellamisma ser jus tificada por aquello que manif iesta?La interpretaci6n de la s ignificacion sensible por la conciencia-de , por poco inte lectuali sta que se quiera que esta sea, no da cuentade 10 sensible. Sin duda alguna, significa un progreso respecto alatomismo sensualis ta, puesto que evita la mecanizacion de 10sens i-ble gracias al abismo de sentido 0 a la trascendencia que separala vivencia del objeto intencional, En efecto, en la trascencenciade la intencional idad se refleja la diacronia , es dec ir, e l propio psi-quismo en donde, a modo de responsabilidad para con el otro, searticula en la proximidad la inspiracion del Mismo por el Otro, Deeste modo, la sensib ilidad queda resti tuida a la excepc ion humana .Pero es necesario remonta rse desde este reflejo a la diac ronfa mis-ma que en la proximidad significa el uno-para-el-otro; no est a 0aquella significacion, sino la propia significaci6n de la significacion,uno para el ot ro a modo de sensibi lidad 0 de vulnerabi lidad, pasivi-dad 0 susceptibil idad pura has ta el punto de.conver tirse eninspira-c i6n , es dec ir, preci samente a lt eracion-en-Io-misrno, rebano decuerpos animado por el alma, psiquismo 'bajo las especies de unamana que da hasta el pan arrancado de su boca, Psiquismo en tantoque cuerpo maternal.Interpretada como abertura de develamiento, como conciencia-de, la sensibilidad quedarta ya reducida a la visi6n, a la idea, a laintuici6n, una s incronfa de elementos tematizados en su simultanei-dad con la mirada. Pero hay razones para preguntarse si la propiavi si6n queda ago tada en abertura y en conoc imien to. Expresionescomo gozar de un espectacuk 0 comer con los ojos ~son pura-mente metaf6ricas? Mostrar el modo de significar propio de lassensaciones no-representativas signif ica descr ibir su psiquismo an-tes de identificarlo con la conciencia-de en tanto que conciencia

    al otro en presencia de un tercero; justicia que es esta misma presencia del terce-ro y esta manifestaci6n para la que todo secreto, toda intimidad, es disimulo;just ic ia que esta en e l or igen de las pre tens iones a 10absoluto propias de laontologfa y que esta en e l o rigen de la definici6n del hombre como compren-si6n del ser.

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    terna ti zadora, antes de encont rar a ll f e l refl ej o de est a d iac ronia.La conciencia tematizadora en el papel privi legiado de la manifesta-cion que Ie compete toma su sentido en el psiquismo, que ella noagota y que debe describi rse posit ivamente . Sin esto la ontologiase impone, no s610 como comienzo del pensamiento conceptual--cosa que es inevitable- y como su terrnino en un escrito, sinotarnbien como la misma significacion,Por tanto, aquf se intenta ra most rar que la signi ficac ion es sen -sibil idad. EI hecho de que no se pueda filosofar antes de la most ra-cion en la cual el sentido es ya un Dicho, alguna cosa, algo tern a -tizado, no implica de ningun modo que la mostracion no se j ust ifi -que med iante la signi ficaci6n que es quien motivarf a la most rac iony se manifestarfa allf traicionada y dada como algo a reducir, esdecir, se manifestarfa en 10 Dicho; el hecho de que no se puedafilosofar antes de la manifestacion de algo no implica de entradaque la signifi caci6n ser, cor rela tiva de toda manif estaci6n, sea 13fuente de esta mani festaci6n y de toda signifi caci6n, como podrfrpensarse a partir de Heidegger, ni tampoco que la mostraci6n seael fundamento de todo 10que se manifiesta, como piensa Husserl'Conviene reflexionar de nuevo sobre el sentido mismo de un psiquismo ql,le se juega dentro de la tradici6n occidental entre el ser )su mani festacion 0 en la correlac i6n del se r y su manifestacion.Todavia no ha cambiado nada cuando se alarga la nocion de. concienc ia -de y se la desc ribe como acceso al ser, La exterioridac. :quesupqne este modo de hab lar esta ya tomada de su ternati zacionde la co.nciencia-de, de la correlaci6n, suficiente en sf misma, de.Decir y 10Dicho. EI acceso a l ser enuncia una noc i6n tan tautol6gica como pueden ser la manifestaci6n del ser 0 la onto-Iogfa. Lmanifestaci6n sigue siendo el sentido privilegiado y ultimo de 1(sub jet ivo ; continua la misma noc i6n de sent ido ul timo 0 de sen tid rprimero, que es una noci6n ontologica, La nocion de acceso al serde la representacion y de la tematizacion de un Dicho suponen I,sensibil idad y , por tan to, proximidad, vulnerabi lidad y signif icanc ia . Ent re la signi ficac i6n prop ia de 10 sensible y la de la temat izacion y del tematizado en cuanto tal, el abismo es mucho mas insalvable de 10que permitirfa suponer el paralel ismo, constanternentc

    afirmado por Husserl, entre todas las cualidades 0 todas las

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    3. Sensibilidad y psiquismoEl psiquismo de la intenc ionalidad no reside en la concienc ia-de, en su poder de tematizar, ni tampoco en la verdad del sen>que allf se descubre conforme a esta 0 aquella significacion de 10Iricho. El psiquismo es la forma de un desfase insolito, de un aflo-j.uniento 0 un alejamiento de la identidad: 10 mismo queda impedi-

    do de co inc idi r consigo mismo, desapareado, a rrancado a su repo-s J, entre suerio e insomnio de modo jadeante y tembloroso. No set. 'ata de una abdicacion de 10 Mismo en tanto que a lienado y esc la -vo del otro, sino de una abnegacion de sf mismo en tanto que ple-namente responsable del otro. Bajo las especies de la responsabil i-dad, el psiquismo del alma es el otro en mf; es una enfermedad delu identidad, acusada y ella misma, el mismo para el otro, mismot.imbien por el otro 3. Es un quid pro quo, substitucion, algo ex-taordinario que n i es engario ni verdad; es una intel igibilidad pre-via a la signifi cac ion , pero tambien der rocamiento del orden del se rtcmatizable en 10 Dicho, de la simultaneidad y la reciprocidad delas relac iones dichas. Una signi ficaci on que solo es posible comoencarnacion. La animacion, el propio pneuma del psiquismo, la al -toridad dentro de la identidad es la identidad de un cuerpo que seexpone al otro, que se convierte en algo para el otro, la posibili-dad misma de dar. La dual idad no asimilable de los elementos quecomponen este grupo es la dia-cronia del uno-para -el -otro , la signi -f .cancia de la intel igibil idad no refer ible a la presencia 0 ala s irnul-t.meidad de la esencia, que serfa su merma. La intencionalidad noe s psiquismo a traves de la ternatizacion que opera 4, cualquieraque sea el papel de la manifestac ion para el comienzo de la filo so ffay l a necesidad de la luz para la propia signifi cacion de la responsa-t i lidad. EI psiquismo de la intencionalidad se ref iere a la s ignifican-cia del Decir y de la encarnacion, a la diacronfa mas alia de lacorrelacion de 10 Dicho y e l Deci r; la intenciona lidad no se real izaj .unas como simuItane idad del tema a que apunta, si no es perdien-do su sentido, traicionandose, apareciendo segun la inteligibilidaddel sistema s. La significacion que anima 10 subjetivo, 10 axiologico,

    10 activo, 10 sensible, el hambre, la sed, el deseo, la admiracion no .depende de la tematizaci6n que se pueda encontrar en ellos, nitam poco de una var iacion 0 una moda lidad de la tematizac ion, EIuno-para -el-otro que consti tuye su signifi cancia no es un saber so -bre el ser ni tampoco ningun otro tipo de acceso a la esencia. Talessigni ficaciones no fundan su signi ficanc ia ni en e l conocer ni en sucondicion de conocidas. La que tienen en el sistema dentro de 10Dicho, en la simultaneidad de una lengua, esta tomada de estepsiquismo previo que es la sign ificac i6n por excelenc ia. En e l si st e-ma, la sign ificac ion depende de la definic i6n de unos terminos porotros dentro de la sincronia de la totalidad, apareciendo el todocomo la finalidad de los elementos; depende del sistema de la len-gua bajo el aspec to de hablada , que es la si tuacion ba jo cuya formase cumple la sincronfa universal. Dentro de 10 Dicho tener unasignif icacion signifi ca para un e lemen to se r de tal manera que apa-rezca en refe renc ia a otros e lementos y , rec fprocamente , para esosotros significa ser evocados por el uno. Ciertamente se ve que elpsiquismo puede de esta forma tener un sentido como ningun otrotermino de la lengua enunciada al mostrarse en 10 Dicho, sea entanto que fabula 0 en tanto que esc rito . El hecho psiquico en tantoque referido a otro hecho pslquico puede tener un sentido que noes comparable al de ningun otro elemento del mundo de la Hamadaexperiencia exte rna; l a percepc ion se comprende con relacion a lamemoria y ala espera y, reciprocamente, la percepci6n, la memo-ria y la espera quedan un idas por su esenc ia cognit iva , por su irnpa-sibi lidad que se comprende en oposicion a la volun tad , a la necesi -dad, al hambre, fenornenos inquietos de modo activo 0 pasivo, loscua les, en reciprocidad, se comprenden por medio de su re lacion ala serenidad de 10 teorico, Formulas como toda conciencia es con-cienc ia de algo, toda percepc ion es percepci6n de 10 percibidopueden entenderse en este sentido sincronico y expresar las trivial i-dades mas i rrelevantes adqui riendo su signi ficaci6n en e l si stema,signif icando en funcion de su art iculacion mas 0menos matizada.La s ignificacion de la percepcion, del hambre 0 de la sensaci6n entanto que nociones signi fica a t raves de la co rrelaci6n de los terrni -nos dentro de la simultaneidad de un sistema Iing iifst ico . Debe dis-t inguirse de la s ignificancia del uno-para-el-otro, del psiquismoque anima la percepc i6n, e l hambre y la sensaci6n. Aquf la anima-ci6n no es una metafora, sino, si puede hablarse ast, una designa-ci6n de la irreduct ible paradoja de la intel igibil idad : de 10 otro en10 mismo, de l grupo de l para el ot ro. en su inflexi6n prev ia. Signi -f icacion en la misma signif icancia al margen de todo sis tema y antesde toda correlacion, acuerdo 0 paz entre pianos que , una vez que

    3. EI Alma es e1 otro en mf. EI psiquismo, el uno-para-el-otro puede serposesion y psicosis; e l a lma es ya simiente de locura.4 . A part ir de l uno-para -e l-ot ro de la Enca rnac ion del rn ismo es como sepuede comprender la trascendencia- de la intencionalidad; e1 para-el-otro delpsiquismo es pasividad de laexposicion, que llega hasta la exposicion de la expo-s cion misma, hasta la ex-presion 0 el Decir ; e l Decir se convier te en ternatiza-c on y en Dicho .5. Vease supra.126 127

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    se los tematiza, inf lingen una grieta irreparable que, como las voca-les can die resis, mantienen un hia to sin el ision, dos ordenes carte-sianos (cuerpo y alma) que carecen de espacio cormin para tocarse ,de cualquier topos logico para formar un conjunto. Sin embargo,estan puestos de acuerdo antes de la ternatizacion, pero segun unacuerdo que s610 es posible de modo similar a un arpegio, 10 cual,lej os de desment ir la inte ligibi lidad, es la propia racionalidad de lasignifi cac i6n mediante la cuall a ident idad tautologica, 0 el Yo, re-cibe al otro y adquiere para el e l sent ido de una identidad i rree rn-plazable a l darse al ot ro.Lo dicho muestra, pero traiciona ( jpero muestra traicionando!)la die resis, el desorden del psiqu ismo que anima la conciencia-dey que, en e l Dicho fiIos6fico, se l1ama trascendencia. Pero no es enese Dicho donde el psiqui smo signi fica, incluso si es al lf donde semanifies ta. La s ignificacion es el uno-para-el-otro de una identidadque no coincide consigo misma, 10que equ ivale a toda la graved adde un cuerpo animado, es decir, ofrecido al otro al expresarse aderramarse. Este derramamiento, como un conatus al reves , comouna inversi6n de la esencia, aparece en tanto que relaci6n a travesde una diferencia absoluta que no puede reducirse a ninguna rela-ci6n sincronica y recfproca como las que buscarfa alii un pensa-miento totalizante y sistematico preocupado por comprender launion de l alma y e l cuerpo; no se t rata de estruc tura , ni de inte rio-rizaci6n de un contenido den tro de un cont inente , ni de causalidad ,ni s iquiera de dinarnismo, que: todavfa'se instala 'dentro de untiern-po que se puede recopilar como historia.' La historicidad funda-mental de Merleau-Ponty, l a uni ficacion en un mundo de l suj eto yde su mundo, es alga que se juega dentro de 10D icho 6. El psiquis-mo 0 la animaci6n es el modo en el cual una diferencia sernejan-te entre uno y el otro (pero que tarnbien es relaci6n entre terminosdispares, s in t iempo cormin) lIega a s ignificar la no- indiferencia.Un cuerpo animado a una identidad encarnada es la significanciade esta no-indiferencia,Esta animaci6n no se expresa mejor por la metafora de la habi-tacion, de la presencia de un pilato en su barco, a de un principiavi tal asimilado inmed iatamente a un princ ipia d irec tor, a la viri li -dad de un logos 0 de un mandata. Animaci6n como exposici6n alotro, pasividad del para-el-otro dentro de la vulnerabilidad, que

    6. Contra 10que se sost iene en La evolucion creadora, todo desorden no esun orden dist into; la an-a rqufa de 10dia -c r6n ico no se reune en orden, a noser dent ro de 10 Dicho, del cua l Bergson, de sconfiado f rente a l lengua je , s inembargo es aquf vfctima.128

    se remonta hasta la mate rnidad signi ficada por la sensibi lidad. Nose expresa mejor la sensaci6n partiendo de la receptividad en lacual tal sensibilidad ya se ha convert ido en representacion, en terna-t izaci6n, en unifi cac ion de 10Mismo y 10Otro como presente, comoesenc ia ; tampoco parti endo de la conciencia-de, que retiene aspec-tos de tal presente a modo de saberes, in formaciones y mensajes,pero que no despoja al ser mas que de imageries como si fueseninnumerab les cascaras (10 cua l hace posible la mul tiplicac ion delser sobre innumerables pantallas) bajo las cuales permanece intactala piel del ser, presente en carne y hueso.La modif icacion de la sens ibil idad en intencionalidad esta moti-vada por la misma signifi cac ion del senti r en tanto que pa ra -e l- o tr o .Puede mostra rse el nacimiento latente de la just ic ia en la signif ica -cion , ju st ic ia que debe converti rse en conc iencia sincronica de l serpresente en un tema, en el cual se muest ra la propia intencional idadde la conciencia. En cuanto que manifestacion, la conciencia-depuede expresarse del mismo modo en terrninos de subjetividad 0en terminos de ser, pues la cor relacion es rigurosa. El psiqui smo yano signi fica como el uno-para-e l-ot ro, sino que se neut ral iza comoserenidad, como equidad, como si la conciencia perteneciese a lasimultaneidad de 10 Dicho, del tern a y del ser. AI conocimientocomo ta rea simbolica corresponde el se r que se muestra sirnbolica-mente (signitivamente en sentido husserliano) a partir de un otrodistinto de el mismo, el ser en su imagen como presencia (percep-''cion) 0 como ausencia (imaginaci6n y memoria). Desde ese mo-. mento, todo el psiqui smo puede inte rpretarse como saber; 10axio-logico y 10 practice, el hambre y la sed, la sensacion gustativa yol fativa se muestran como modal idades de la concienc ia-de que ac-ceden a sus ob jetos revestidos con los atributos de va lor. Desde esemomento, el psiquismo latente de la intencionalidad, cuya correla-cion se entiende como una simul tane idad del ac to de conc iencia ysu co rrela to intencional , queda insta lado en el sist ema de 10Dicho;el hambre es hambre de 10comest ible, l a percepc i6n es conc ienciade 10 percibido del mismo modo que cuatro es el doble de dos.La descr ipci6n fenomenol6gica (es decir , reductora) debe descon-fiar de semejante presentaci6n de [0 psfquico como si formase unsi stema, un conjunto de especifi caciones a de variac iones dentro dela conc iencia-de, olvidando la j ust ic ia dent ro de la cua l se ha susc i-tado esta simultaneidad, justicia que remite a un psiquismo no entanto que ternatizacion, sino en tanto que diacronia del mismo ydel otro en la sensibilidad.En tanto que no reducida, la sensibilidad es dualidad del sen-tiente y 10 sentido, separaci6n y, al mismo tiempo, union en el

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    tiempo, desfase del instante y ya retencion de la fase separada. Entanto que reducida, l a sensibil idad es animada, es signifi cac ion de luno para el otro, dualidad no unificable del alma y del cuerpo, delcuerpo que se invierte en para el otro a traves de la animacion,dia-cronfa dis tinta a la de la representacion.La s ignificaci on de 10 gustativo y 10 olfativo, del comer y delgozo, debe buscarse a parti r de la signi ficancia de la signifi cacion,partiendo del uno-para-el-otro. En efecto, se ha mostrado que eluno-para-el-otro del psiquismo, la signif icacion, no es una anodinarelacion formal, sino toda la gravedad del cuerpo a la que se haextirpado su conatus. Es la pas ividad mas pas iva que toda pas ividadentendida como antitetica del acto, desnudez mas desnuda quetodo modelo de academia, desnudez que se expone hasta el de-rramamiento, l a e fusion y la plegar ia; una pasividad que no se redu-ce a la exposicion ante la mirada del otro, sino que es vulnerabili-dad y dolencia que se agotan como una hemorragia, que desnudaincluso el aspecto que adquiere su desnudez que se expone a lamisma exposicion expresandose, hablando, descubriendo incluso laprotecc ion que Ie confier e la propia forma de la identidad. Pasivi-dad del ser para e/ otro que solo es po sible bajo las formas de ladonac ion del propio pan que yo como. Para esto, sin' - embargo,..e snecesario previamente gozar de su propio pan, no a fin de tener'elmerito de darla, sino para dar con ella su corazon, para darse en elacto de darlo. EI gozo es un momen to inevitable de la sensibi lidad.4. EI gozo

    Dentro de la sensacion gusta tiva la sensibil idad no consisteen confirmar, a traves de la imagen 0 a traves del aspecto de unapresencia , e l ob jet ivo del hambre . En toda sensibi lidad la desc rip-cion como cumplimiento 0 Erftdlung (0 como decepcion) dentro dela conciencia-de implica un hambre que, sin constituir el sentidoultimo de la sensibilidad, sigue alterando la sensacion que se haconvertido en saber. En la sensacion gustativa no se produce unrecubrirniento cualquiera del sentido buscado mediante su ilustra-cion a traves de una presencia en carne y hueso. En la sensaci6ngustat iva , el hambre queda sac iada. Colmar, sa ti sface r (sentido de lsabor) es saltar precisamente por encima de las imageries, los aspec-tos, los reflejos a las siluetas, los fantasmas, las cascaras de lascosas que son suficientes para la conciencia-de. EI vacfo del hambrees mas vacio que cualquier curiosidad y no se puede pagar con elsonido de la moneda que el hambre exige. Este salta por encima delas imageries devora la distancia de un modo mucho mas radical130

    que su supresion entre suj eto y objeto. EngulJimiento nunca sufi -'cientemente engullente, impaciencia del saciamiento es como debedefinirse dentro de la confusi6n del sentientey 10 sentido. La supre-sion llega incIuso hast a romper la forma que reviste ai in e l conteni -do aprehendido en la degustacion, forma que asegura a la cua lidadsu pertenencia a la categoria de la cualidad. Informada por estaforma , la cua lidad es susceptible de reflej arse, de adqu irir as-pec tos y mult ipl icarse en imagenes y en informaciones. El sabor,en tanto que colma el hambre, el sabor en tanto saciamiento esruptura del fen6meno que se present a de modo amorfo como ma-teria primera. La materia lIeva su paso, hace su trabjo de mate-ria, rnate ria li za , en el sac iamiento, l Ienando un vac io an tes deponerse bajo una forma y ofrecerse al saber de esta materialidad ya su posesion a modo de bienes 7. El saborear es, ante todo, sac ia -miento. La materia materializa en el saciamiento que, mas aliade toda relacion in tencional de conoc imien to 0 de posesi6n, deapresamiento en las nianos, s ignifica la mordedura-sobre, irre-duct ible a l apresarn ien to en las man os porque es ya un dentroen la ambiguedadde dos interioridades: la del rec ipiente den-tro de .las formas espaciales y la del Yo que asimila al otro en suidentidad .enrolfandose sobresi mismo.La sensacion gusta tiva no es un saber que acornpana el mecanis-mo fisico-qufmico 0 biologico de la consumicion, una conciencia decumplimiento objetivo de un vacio, espectaculo milagrosamenteinterio rizado en e l saborear; no es una repercusion epifenomenalde un acontec imien to fi sico , ni e l refl ej o de la est ruc tura espac ia lde l cumpl imiento, ni tampoco la consti tuc ion idea list a dent ro de lpsiquismo de la sensacion de un objeto que serta el diente quemuerde sobre el pan. Morder sobre el pan es la significacion pro-pia de l saborear. EI sabor es el modo como el sujeto sensible seconvierte en volumen; 0, conforme a su modo irreduct ible, el aeon-tecimiento en e l cua l el fenomeno espacial de la mordedura se con-vierte en la identificacion lIamada yo, donde se hace yo a traves dela vida que vive desde su vida incluso en el frueri vivendi: el sacia-miento se sacia de saciamiento. La vida goza de su propia vida,

    como si ella se alimentase de vida tanto como de aquello que hacevivir, 0, de modo mas exac to, como si el a limenta rse tuviese estadoble referencia. Antes de toda reflexion, antes de todo retorno a

    7. Sibien, incluso aqui, e l pan no serefiere a la trascendencia de 10noema-tieo, que aparece en 10Dicho al ofrecer en espectaculo los matices inf initos dela Imagen. EI pan se ref iere ya al sujeto encarnado, que 10habfa ganado con elsudor de su frente.1 3 1

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    sf mismo y que se lIena con esas fait as en tanto que promesa decontentamiento, sa ti sfaciendose ya con ese proceso impac ientede la sa tisfacc ion, gozando de su apeti to. Gozo del gozar anterio r atoda reflexion, pero retorno en el gozar hacia el gozo, como lavis ion se vuelve hacia 10 visto, Mas a lla de la mul tip licac ion de 10visible en imageries, el gozo es singularizacion de un yo en su re-pli egue sobre sf. Ovi ll arniento de una made ja , movimiento prop iodel egofsmo. Es necesario que pueda complacerse en sf mismocomo si agotase el eidos de la sensibi lidad a fin de que la sensibi li-dad pueda, dentro de su pasividad -su capacidad y su dolor-signif icar para el otro desovil lando la madeja. Sin el egofsmo quese complace en sf mismo el sufrimiento no tendrta sentido, del rni s-mo modo que se perderfa la pasividad de la paciencia si no fueseen todo momenta un desbordamiento de l sent ido por 10 no-sentido.El. gozo y la singularizacion de la sensibilidad en un yo quitan a lapasividad suprema de la sensibilidad -a su vulnerabilidad, a suexposicion al otro-- el anonimato de la pasividad ins ignificante pro-pia de 10 inerte; la pos ibil idad dentro del sufr imiento de sufr ir pornadax impide que en 61 l a pasividad retorne como Acto. De estemodo, el para -e!-ot ro contra rfa al suje to y, a la vez, 10 afecta en suintimidad por medio del dolor. EI gozo en su posibilidad de com-placerse a sf mismo, exento de tensiones dialect icas , es la condiciondel para-el-otro de la sensibilidad y de su vulnerabilidad en tantoque exposicion al Otro,

    Este no t iene sentido si no es como un cuidarse de la necesidaddel otro, de sus desdichas y sus faltas; es decir, como un dar. Peroel dar no tiene sentido mas que como un arrancarse a sf mismo asu pesar y no solamente sin mf; pero arrancarse a sf mismo a supesar no tiene sentido si no es como arrancarse a la complacenciade sf mismo en el gozo, como arrancar el pan de su boca. Solo unsuje to que come puede ser para -el -otro 0 significar. La significa-cion, el uno-para-e l-ot ro solo ti ene sent ido entre se res de carne ysangre.La sensibi lidad solo puede ser vulnerabil idad 0 exposcion alotro, solo puede ser Decir porque es gozo. La pasividad de la of en-sa, la hernorragia del para-el-otro es arrancar de la boca el pan a

    la boca que 10 saborea en pleno gozo. Ciertamente, a su pesar,pero no como afecc ion de una superfic ie indife rente. Golpe infligi-do de modo inmedia to a la plenitud de la complacenc ia en sf mismo--que es tambien complacerse de la complacenc ia -, a la ident idaddentro del gozo -mas identica quetoda identificacion de un term i-no en 10 Dicho--, a la vida en la que la significacion --el para-el-o tro-- se engulle, a la vida viviente 0 que goza de vida.132

    La inmed iatez de 10 sensible es la inmediatez del gozo y de sufrust rac ion, el don dolorosamente a rrancado, echando a perder enese arrancar de modo inmediato aque! mismo gozo; no se trata deun don del corazon, sino del pan de su boca, de su boca de pan;apertura, mucho mas que del portamonedas, de las puertas de sucasa: compartir tu pan con el hambriento, recoger en tu casa losrniserables (Is 58). La inmediatez de la sensibi lidad es e l para-e l-ot ro de su propia materialidad , la inmed iatez 0 l a p roximidad de lotro. La proximidad del otro es el inmediato derramamiento parael otro de la inmediatez del gozo , l a inmediatez del sabor , materia-lizacion de la materia, alterada por 10 inmediato del contacto. R5. Vulnerabilidad y contacto

    La sensibi lidad es la exposicion al ot ro. No se tra ta de la pasivi -dad de inercia, persistencia en un estado -sea reposo 0 movimien-to--, susceptibil idad de sufri r la causa que desde a lli se haga surgir .La exposicion en tanto que sensibilidad es mucho mas pasiva aun:como una inversion del conatus del esse, un haber-sido-ofrecido-sin-reserva y sin encont rar proteccion en n ingun tipo de consi stencia 0en ninguna identidad de un estado. Haber-sido-ofrccido-sin-reservay.no generosidad de ofrecerse, 10 cual serla un acto que supone yael padecer iIimitado de la sensibilidad. Haber-sido-ofrecido-sin-re-serva donde 10 infinitivo pasado subraya el no -presen te, el no-co-mienzo; la no-inic ia tiva de la sensibil idad: una no-in iciat iva que esmas ant igua que todo presente, que no es una pasividad conte rnpo-ranea y contrapartida de un acto, sino 10 que esta al margen de 10l ibre y 10 no-libre y que es la an-arquia del Bien. Haber-s ido-ofreci-do-sin-reserva, como si la sensibilidad fuese precisamente aquelloque toda proteccion y toda ausencia de proteccion suponen ya: Iapropia vulnerabilidad.Desde que, de 10 al to de su aventura gnoseologica donde signi -fi ca intu icion, recept ividad teo rica a distancia como es la de la mira-da, la sensibi lidad vue1ve de nuevo al contac to 9, retorna, como atraves de la ambiguedad del beso, desde el tomar al ser tomada, dela actividad del cazador de irnagenes a la pasividad de la presa, de

    8. En Totalidad e infinite 10sensible ha sido interpretado en el sentido dela eonsumaei6n y del gozo.9. Se puede ver y entende r del mismo modo que se toea: EI bosque , losestanques y l as feeundas plan ie ie s tocaron mas mis o jos que las miradas. Meapoye en la belleza del mundo y tuve el olor de las estaciones en mis rnanos (Laeondesa de Noailles).133

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    la busqueda a la herida, del acto intencional de la aprehension a laaprehension en tanto que obsesi6n por el otro que no se mani fi esta.Mas aca del punto cero que significa la ausencia de protecci6n y decobertura, la sensibilidad es afeccion por el no-fenorneno, unapuesta en entredicho por la alt eridad del otro antes de la interven-ci6n de una causa, antes del aparecer del otro. Un pre-originalno-reposar sobre sf, la inquietud del perseguido -l,donde estar?l,como estar?-; es decir, retorcimiento en las angusti adas dirnen-s iones del dolor , dimensiones insospechadas del mas aca: arrancar-se a sf mismo, menos que nada, rechazo en 10 negativo =-detras dela nada-, maternidad, gestacion del otro en el mismo. La inquie-tud del perseguido l,no sera mas que una modificaci6n de la mater-nidad, del gemido de las entrafias heridas en aquellos que 10 lle-varan 0 que 10llevan? En la maternidad significa la responsabilidadpara con los otros, llegando hasta la substitucion de esos otros yhasta sufri r tanto del efecto de la subst itucion como del perseguir,incluso allf donde se abisma el peseguidor. La maternidad -eille-var por excelencia- l leva incluso la responsabilidad por el perse -guir del perseguidor.Mas que natura leza, antes que naturaleza, l a inmediatez es esavulnerabilidad, esa maternidad, ese pre-nacimiento 0 pre-naturale- ..