Las Etapas de nuestra Fe

Presentación creada por: Hugo Araujo Predicador: Charles Stanley

Hay muchos obstáculos que pueden surgir para evitarnos

crecer en la fe, tales como: confiar en nuestros sentimientos, seguir consejos equivocados vivir en pecado y tantos otros, pero de

todo ellos nos libra Jesucristo si confiamos en él siempre.

Muchas gente cree que la culminación de un viaje espiritual es confiar en

Cristo como su salvador, pero en realidad eso es

solo el comienzo.

Dónde estamos en nuestro desarrollo

espiritual que identifica las etapas de nuestra

fe

En la biblia descubrimos que la fe tenía un lugar eminente en las enseñanzas de Jesús, no

solo era un aspecto importante en el pasado, sino que también

es en la vida cristiana en nuestros tiempos.

Y hay ocasiones que no podemos saber con seguridad cuánta fe

tenemos hasta que somos probados con las dificultades que viene a nuestras vidas, son esas tormentas las que fortalecen la

confianza que hemos depositado en Cristo y la relación personal

que tenemos con él.

Dios honra nuestra fe, pues de esta manera le glorificamos, al no creer en él le ofendemos, es por eso que Jesús en

muchas ocasiones les dijo a sus discípulos que debían tener fe en Dios,

pero ellos no comprendía en ese momento es por eso que les pedían a

Jesús que les aumentara la fe, esta falta de fe fue algo que los caracterizó y es por

eso que el Señor los reprendió.

Marcos 16:14 Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la

mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído

a los que le habían visto resucitado.

La principal razón por la que Jesús los amonestó con palabras tan duras, fue porque él sabía que cada aspecto de nuestra vida es

afectado por la fe que tengamos. Nuestras oraciones son afectadas por nuestra fe, las

ofrendas que demos también van a depender de la confianza que tengamos en Dios.

Nuestra salud, las relaciones que tengamos con otras personas y todo lo demás,

depende de la fe que hayamos depositado en nuestro Señor. Es desde muy temprana edad que comenzamos a tener fe en lo que

podemos hacer y una vez que hemos ganado confianza en nosotros mismos,

continuamos haciendo esto sin ningún tipo de dificultad, es por eso que estamos

convencido que la fe es un parte vital de nuestra vida sin importar cual sea el objeto

de nuestra fe.

Pero es importante que sepamos, que los resultados que obtengamos dependen

completamente sobre qué estamos creyendo, si nuestra fe no está puesta en Dios, no

podemos esperar muy buenos resultados, pues estamos creyendo sin fundamentos.

Hay ocasiones que tenemos poca fe, y esto es natural en aquellos que están comenzando su vida cristiana, dudan cuando algo no ocurre como lo estaban esperando y oran a Dios

preguntándole: por qué ha permitido que esto suceda así

Pero no solo son los nuevos creyentes que tropiezan de esta manera sino que también

aquellos que llevan muchos años en los caminos del Señor, llegan a dudar.

La fe es un factor determinante en el éxito que tengamos en nuestra vida, es importante en la

vida de oración y también en el trabajo que hagamos pues la manera en la que Dios no

use estará determinada por la fe que tengamos en él.

Si no estamos dispuesto a confiar en su palabra no podemos hacer lo él que nos

ha encomendado, es por eso que en ocasiones tropezamos y dudamos de sus

promesas.

¿Por qué dudamos y qué es los que nos hace desconfiar de las promesas que

Dios nos ha dado?

Obstáculos que lidiamos cada día que pueden

dañar la fe que tenemos en el señor.

A veces hay cosas que Dios nos ha dicho que hagamos algo que nos parece ilógico desde nuestro punto de vista humano, no es algo irrazonable desde la perspectiva que él lo está viendo todo, pero para nosotros parece no tener ningún sentido.

Es por eso que desperdiciamos las oportunidades de recibir sus bendiciones.

1.- Razonamiento Humano:

Aunque Dios nos esté diciendo que es lo que tenemos que hacer, si no podemos ver nuestro camino claramente optamos por no obedecer, escogemos hacer todo a nuestra forma y desconfiamos de sus palabras. Pero el cristiano no puede vivir por fe y al mismo tiempo esperar que Dios le muestre todo antes de hacerlo.

2.- Vivir basados solo en lo que vemos:

No podemos permitir que nuestros sentimientos sean los que dirijan lo que hacemos, si estamos siendo desafiados en alguna área específica de nuestra vida, no podemos dejar que nuestras emociones sean las que nos impulsen a tomar decisiones. Hay ocasiones que pensamos no poder vencer la prueba que estamos enfrentando y son esos pensamientos los que nos hacen dudar de las promesas que Dios nos ha dado en su palabra.

3.- Vivir rendido a nuestrossentimientos:

No podemos basar nuestras decisiones solo en lo que otros nos los diga, puede ser que Dios nos ha dicho que hagamos algo y lo primero que hacemos es acudir a otro para que nos diga que debemos hacer, esto puede llegar a ser un error porque cada persona tiene una opinión diferente y solamente debemos dejarnos guiar por lo que Dios nos ha dicho.

4.- Los consejos negativos podrían dañar nuestras creencias:

Nunca va a desafiarnos hacer algo que no podremos realizar con su ayuda.

Para el señor todo es posible, y es en esto en lo que debemos pensar mientras hacemos en lo que nos ha encomendado.

En vez de tener puesta nuestra mirada en el lugar correcto, ponemos nuestro enfoque en lo que hemos hecho mal en el pasado. No creemos que Dios pueda actuar en nuestra vida en el presente, pues nos sentimos culpable como consecuencia de nuestros errores, comenzamos a recordar lo que hicimos, las palabras que expresamos y la manera deshonesta en la que actuamos.

5.- Los sentimiento de culpa:

En lugar de dedicar tiempo para pedirle perdón, decidimos rendirnos y continuar culpándonos por nuestras malas acciones. Dudamos de la bondad y del amor de Dios para con nosotros, y despreciamos las bendiciones que él desea darnos, si depositamos nuestra fe en él.

La biblia puede a llegar a considerar como el combustible de nuestra fe; si la descuidamos, nuestra fe se va a desvanecer poco a poco. Al pasar tiempo leyendo y estudiando la biblia, que podemos ver la manera en la que Dios a trabajado en la vida de sus siervos, y cómo la hará en la nuestra también. Si optamos por vivir en pecado levantamos una barrera que impedirá el crecimiento de nuestra fe.

6.- El poco tiempo que dedicamospara leer la palabra de Dios:

No podemos confiar en la promesa que Dios nos ha dado, ni deseará hacer lo que Dios nos ha encomendado si estamos deleitándonos en el pecado, no nos usará de la manera que él desea hacerlo hasta que hayamos lidiado con esa desobediencia en la forma que nos enseña la biblia; esto no significa que no cometeremos pecado, sino que no debemos complacernos en el pecado, y continuar viviendo en él a pesar que nos ha mostrado que no es de su agrado.

Su deseo es que lleguemos a dudar de la palabra de Dios, sabe que al sembrar la duda en nuestro corazón nos está motivando a ser infieles al Señor. Si no creemos en Dios estamos creyendo en satanás, es difícil de creer, pero es la realidad.

7.- Las tácticas de satanás puedenLlegar a ser un obstáculo:

Cada ataque es tentar con la lealtad que tenemos con Dios, de una manera silenciosa nuestra fe está siendo atacada, poco a poco nos iremos alejando del señor, es por eso que siempre debemos permanecer en su palabra y confiar en las promesas que nos ha dado.

La biblia es el ancla de nuestra fe, y lo que nos mantiene firme en el camino que Dios ha trazado para nuestra vida, si leemos cada día de su palabra podemos recordar lo que nos ha dicho con relación a lo que vivimos.

Hebreos 11:1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

Es decir, La fe es la seguridad de recibir algo de los que se espera, y es una convicción de que algo es real aunque no se vea.

Hebreos 11:6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.

Afirma, que es imposible agradar a Dios si no creemos en él, no podrá acercarse a su presencia, y es por eso que no debemos dudar en su palabra cuando nos pida que hagamos algo en nuestra vida.

Etapas de nuestra fe

Debemos preguntarnos cuánta fe tenemos.

No significa que debemos pasar por todas estas etapas cada vez que enfrentemos un desafío, todos tendremos situaciones en las cuales podemos poner en práctica nuestra fe para lidiar con ellas.

¿Nuestra fe es la misma de antes, o ha crecido paulatinamente?

¿Será que todavía estamos en la primera etapa?

¿o estamos convencidos que hemos avanzado a la siguiente y ahora nuestra fe es más fuerte que antes?

Son los que creen que Dios puede hacer lo que dice o al menos se imaginan que pueda hacerlo. Por un momento están convencido de lo que creen, pero al poco tiempo dudan un poco de este asunto, le gustaría creer pero sienten inseguridad. No es que la pequeña fe no sea sincera, si puede serlo, sino que esta clase de fe no nos permite tener la confianza plena que necesitamos para seguir adelante.

1.- Poca fe, o fe pequeña:

No sentimos paz en lo que estamos haciendo.

Los que tienen poca fe creen que Dios lo puede hacerlo todo, pero no están convencido de que lo hará

Son los que han puesto su mirada en Dios y no permiten que nada les haga perder el equilibrio, puede que en ocasiones lleguen a titubear, pero luego recobran su confianza pues saben que Dios puede hacer todo lo que ha prometido; confían plenamente que Dios así lo hará.

2.- Gran fe o fe grande:

Mateo 8:5 Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole, Mateo 8:6 y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. Mateo 8:7 Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré. Mateo 8:8 Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará.

Todos quisiéramos poseer esta clase de fe, para cada día vencer los obstáculos que tenemos que enfrentar aun antes de que vengan a nosotros, pero no siempre actuamos de esta forma, pues ponemos nuestra mirada en lo que ha venido a nuestra vida; no es que no hay que esos obstáculos; sino que debemos hacer esto poniendo nuestro enfoque en Dios.

3.- La fe perfecta:

Cuando tenemos esa fe perfecta dejamos de incluir en nuestras oraciones, lo que ya le hemos pedido. Nuestra confianza en sus promesas es tan grande que sabemos que nos concederá esto mucho antes de que lo recibamos. Es allí cuando le damos gracias y comenzamos alabarle por lo que aun no nos ha dado.

Pero hay que esperar pacientemente para que nos de, los que anhelamos. Hay ocasiones que nos responderá inmediatamente después de haber orado, pero habrá otras en la que tenemos que esperar un tiempo antes de ver los resultados que anhelamos. El poder no depende de nuestras palabras, sino en el poder que radica en Dios, y de los planes que ha trazado para nuestra vida.

Nuestras palabras no tienen ningún poder sino que es Él declara aquello que será hecho, por el poder y la autoridad que tiene. Hemos depositado la mirada en el Señor y sabemos que cumplirá con las promesas que nos ha dado en su palabra.

Si dedicamos tiempo para leer la biblia y ponemos nuestra mirada en él, no solo podemos llegar a tener una fe grande, sino que también una fe perfecta.