En el Ecuador el educando es

considerado parte primordial y centro

de la labor educativa.

Los conocimientos son importantes pero

aún más el ser humano que se está

formando.

Hasta los nueve años los alumnos no son evaluados con notas, esto permite que los conocimientos puedan lograrse sin intervención y estigmatización, cada uno se desarrolla de acuerdo a sus capacidades, se tiene confianza en la curiosidad de los niños y en su deseos de aprender, a pesar de esto los padres están permanentemente informados sobre el desarrollo de sus hijos. Las notas recién aparecen cuando los niños tienen trece años. En el colegio el ritmo de las evaluaciones es mucho más sostenido ya que después de cada período se debe rendir exámenes de tres horas y para suplir este cansancio están libres por la tarde. En esta fase la nota es determinante. Cuando hay fracaso tienen la oportunidad de rendir nuevas evaluaciones con un plazo máximo de un año. L a evaluación está enfocada a dar siempre la oportunidad de valorar lo que el educando sabe o conoce.

Los alumnos empiezan a ser evaluados

de manera cuantitativa desde que

ingresan a primer año de educación

básica, esto es un problema ya que no

han alcanzado la madurez necesaria.

Esta goza de prestigio, no por la remuneración sino por la vocación y profesionalismo de los docentes, los maestros se entregan de manera desinteresada con el fin de comprender y satisfacer las necesidades de los educandos, son fieles servidores de la tarea educativa, es por esto que la selección de maestros es minuciosa, debe cumplir varios procesos y si se lo considera idóneo ingresará a formar parte del cuerpo de docentes de una institución. Todos deben tener una formación profesional de acuerdo con el rol que van a desempeñar dentro del ámbito educativo, su salario es de 2.000 euros y a más de dar clases deben cumplir funciones extracurriculares, permitiéndoles una relación más fraterna.

En el Ecuador la profesión de maestro no

es valorada en ningún aspecto: ni

profesional, ni económicamente, e

incluso socialmente somos considerados

como profesionales de menor rango a

pesar de toda la preparación

académica que se posea.

Los docentes se muestran alegres de

pertenecer a este sistema educativo al

que lo consideran bien

organizado, luego de su preparación

académica gozan de autonomía y

creatividad para impartir sus clases.

No tenemos libertad pedagógica

puesto que hay parámetros que

debemos acatar y cumplir por ejemplo

con la nueva ley de educación

Mantienen contacto con la entidad

superior, su profesionalismo les permite

formar a sus nuevos colegas

acogiéndoles en sus aulas y darles

directrices pertinentes.

Los profesores participan regularmente

en programas de formación y

capacitación, de acuerdo a sus

necesidades, esto no es obligación sino

más bien se lo realiza mediante la

negociación, su formación ha permitido

que sean pedagogos por

excelencia, son valorados por la

sociedad en general.

Si hay acceso a la capacitación y

formación continua, siempre y cuando

el maestro tenga los medios y recursos

económicos suficientes para acceder a

ellos.

El éxito en esta cuestión es el resultado de una evolución paulatina y global de acuerdo a los nuevos avances sociales, culturales y tecnológicos que se han ido dando con el tiempo.

Una de las partes más importantes en una institución educativa, tanto interna como externa es la evaluación, la misma que debe ser organizada y obligatoria y se la realiza a todos los estamentos, demostrando que la educación está al servicio de todos.

Si existe en el Ecuador una forma de

evaluación continua en base a los

avances sociales, culturales y

tecnológicos que se dan en la

sociedad, se le considera parte

importante del quehacer educativo y se

la realiza en todos los estamentos.