la reconciliación o penitencia

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La Reconciliación con Dios o penitencia •En este sacramento siempre es absolutoria, en caso de rectitud de intención y verdadero arrepentimiento. •El atributo de la misericordia de Dios es infinito, inagotable y inextinguible. Nunca cerrará Dios los ríos de su misericordia a un corazón contrito. Por repetidos y graves que hayan sido sus crímenes. La única limitante es arrepentirnos y hacer el bien antes de la muerte de nuestro cuerpo. •Escribe Santa Teresa (doctora de la Iglesia),”primero nos cansamos nosotros de ofenderlo que Él de perdonarnos”. Y Santa Teresita se preguntaba qué haría ella si al despertar una mañana recordara que la noche anterior había cometido todos los crímenes imaginables ¿ Iría presurosa a buscar el perdón divino? Jesucristo instituyo este sacramento al salir del sepulcro, inmediatamente cuando resucito, Jesús se apreció, en el amplio salón donde se había realizado la ultima cena. Los discípulos retrocedieron asombrados con una mezcla de temblor y gozo, mientras Jesús les hablaba para serenarlos. San Juan nos relata en su evangelio “Jesús vino y puesto en medio de ellos: La paz sea con vosotros. Y diciendo esto les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron viendo al señor. Dijo les otra vez: la paz sea con vosotros. Como me envió mi Padre, así os envío yo. Diciendo esto sopló y les dijo: Recibid el Espíritu Santo; a quien perdonareis los pecados les serán perdonados; a quien perdonareis los pecados les serán perdonados; a quien se los retuviereis les serán retenidos.

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Page 1: La reconciliación o penitencia

La Reconciliación con Dios o penitencia•En este sacramento siempre es absolutoria, en caso de rectitud de intención y verdadero arrepentimiento.•El atributo de la misericordia de Dios es infinito, inagotable y inextinguible. Nunca cerrará Dios los ríos de su misericordia a un corazón contrito. Por repetidos y graves que hayan sido sus crímenes. La única limitante es arrepentirnos y hacer el bien antes de la muerte de nuestro cuerpo.•Escribe Santa Teresa (doctora de la Iglesia),”primero nos cansamos nosotros de ofenderlo que Él de perdonarnos”. Y Santa Teresita se preguntaba qué haría ella si al despertar una mañana recordara que la noche anterior había cometido todos los crímenes imaginables ¿ Iría presurosa a buscar el perdón divino?•Jesucristo instituyo este sacramento al salir del sepulcro, inmediatamente cuando resucito, Jesús se apreció, en el amplio salón donde se había realizado la ultima cena. Los discípulos retrocedieron asombrados con una mezcla de temblor y gozo, mientras Jesús les hablaba para serenarlos. San Juan nos relata en su evangelio “Jesús vino y puesto en medio de ellos: La paz sea con vosotros. Y diciendo esto les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron viendo al señor. Dijo les otra vez: la paz sea con vosotros. Como me envió mi Padre, así os envío yo. Diciendo esto sopló y les dijo: Recibid el Espíritu Santo; a quien perdonareis los pecados les serán perdonados; a quien perdonareis los pecados les serán perdonados; a quien se los retuviereis les serán retenidos.

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• En otras palabras, lo que Jesús dijo fue: “Como Dios tengo poder para perdonar los pecados. Ahora trasmito a ustedes el uso de ese poder. Ustedes serán mis representantes; cualquier pecado que sea el pecado que perdonen, Yo lo perdonaré. Cualquier pecado que no perdonen , yo no lo perdonare. Este poder se ha trasmitido de los apóstoles a obispos y sacerdotes únicamente quienes son representantes de Cristo.

• El principal fin del sacramento de la Penitencia es restaurar en el alma del pecador la vida divina. (es decir la gracia santificante). Es provechoso también confesarse aun si no se tiene pecados mortales, para darnos certeza de que sean perdonados los veniales, el mejor acto de contrición es la confesión bien hecha. La confesión anula el castigo eterno (infierno).

• También la confesión nos devuelve los méritos de nuestras buenas obras pasadas, los cuales realizamos en estado de gracia santificante, nos merece un aumento de gracia en está vida y de gloria en el cielo. (ya que el pecado mortal anula todos estos méritos obtenidos en el pasado).

• La confesión nos da un beneficio, que no hay que despreciar, el consejo competente del sacerdote, representante de Cristo, también padre, médico, doctor, director de almas y ayuda psicológica. Es fácil comprobar que la práctica de la confesión frecuente desarrolla, en las poblaciones católicas, una delicadeza y una rectitud de sentido moral que no se encuentra en otras partes.

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Pasos para una buena confesión• El examen de conciencia. Consiste en el esfuerzo sincero por recordar todos los pecados cometidos

después de nuestra última confesión válida. (debe ser previo al acercarnos a la confesión). Debe uno empezar pidiendo al espíritu santo que nos ilumine para reconocer nuestros pecados. Posteriormente repasar los mandamientos de la ley de Dios y de la Iglesia (existen folletos que nos ayudan en esto, para hacer una buena confesión).

• La contrición. Asegurarnos de que sentimos dolor sincero por nuestros pecados. Es el dolor del corazón, es decir dolor profundo, dolor en lo más íntimo de nuestro ser (interior), por el pecado cometido. También debe ser además de natural, debe ser sobrenatural. Ejemplo Dios nos ha dicho que debemos amarlo, más que todas las cosas. Y debe ser universal, arrepentirse de todos los pecados mortales cometidos y aborrecer el pecado venial. Existe la contrición perfecta e imperfecta.

• El propósito de enmienda. Es el propósito simple y la sincera determinación de evitar el pecado en el futuro, no ponerse en ocasión próxima y voluntaria de pecar (depende de nuestra libertad), cualquier circunstancia que nos pueda llevar a él pecado, evitar las ocasiones de pecado en cuanto sea posible, sin este propósito no puede haber perdón de los pecados, ni si quiera de los pecados leves (veniales).

• La confesión propiamente dicha. Jesús hizo que la acusación de nuestros pecados fuera parte esencial del sacramento de la penitencia. Por lo tanto debemos decir los pecados al confesor de forma sincera, especifica, clara y audible (que se oiga); me acuso de esto y del otro ya sea de pensamiento, palabra o omisión, en el caso de los mortales se debe decir, el numero de veces y circunstancias (solo, con alguien, en donde etc.). Sin detalles ya que hay que ser prudentes y cuidar el alma de nuestro confesor.

• Satisfacción o penitencia impuesta. El sacerdote después de haber escuchado nuestra confesión y habernos dado consejos. Nos dará una penitencia, una oración desde un avemaría, etc. debemos cumplirla para que se nos puedan perdonar los pecados, es parte de la reparación de nuestra culpa. Después el sacerdote nos dará la absolución. Yo te perdono en el nombre del padre y del hijo y del espíritu santo amén. (queda una pena que se cumple en el purgatorio, la cual es menor entre mas dolor exista).

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Otras consideraciones• Si en alguna confesión omitiste algún pecado por no recordarlo, y lo recuerdas, simplemente lo

debes de decir en tu próxima confesión, pero tu primera es válida.• Si omites algún pecado deliberadamente, tu confesión no es válida.• El sacerdote está obligado bajo protesta a guardar secreto de confesión, de todo lo escuchado en

las mismas. Si lo divulga comete un pecado muy grave, ni bajo coacción lo puede hacer, ni bajo peligro de muerte, ni ante un juzgado. El único que puede relevarlo de está obligación es el penitente.

• La gracia especial de este sacramento fortifica contra futuras tentaciones, creando la resistencia del alma al pecado como las vacunas le dan resistencia al cuerpo. Esta gracia será mayor, entre más dolor y arrepentimiento sincero exista en esa confesión especifica.

• La materia de este sacramento son los pecados ya sean mortales y veniales (cometidos desde nuestra ultima confesión) y la forma es la absolución que solo puede dar un sacerdote consagrado por la Iglesia Católica.

• Al confesarte arrodíllate y saluda al sacerdote diciendo, por ejemplo Ave María Purísima, el sacerdote responderá sin pecado concebida. Te preguntará hace cuanto no te confiesas, si cumpliste la penitencia de tu ultima confesión y te preguntará cuales son tus pecados, desde tu ultima confesión.

• No te confieses de pecados de otros y no digas nombres. No hagas una confesión general de toda tu vida, Solo cuando sea necesario para reparar una mala confesión. O celebraciones muy importantes, tu matrimonio, orden sacerdotal o en caso de peligro de muerte.

• Escucha atentamente cuando te imponga la penitencia y presta atención a los consejos que te de. Si tienes duda o aclarar algo no dudes en hacerlo. ¨Pon mucha atención cuando te de la absolución y aprovecha ese momento para pedirle a Dios perdón de corazón arrepentido.

• Por último permanece un rato después de la confesión. Agradeciendo a Dios las gracias que acaba de otorgarte y cumpliendo la penitencia que el confesor te haya mandado.