la poblaciÓn espaÑolachopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_ii_humana.pdfla población...

51
Geografía de España F. Yeves. Pág.: 1 LA POBLACIÓN ESPAÑOLA La población es el objeto de estudio de la demografía, ciencia que describe, cuantifica y analiza las poblaciones humanas, elabora modelos que las expliquen y plantea previsiones. Esta ciencia utiliza las fuentes demográficas como escritos, documentos o estadísticas que aporten un dato o un conocimiento sobre el tema de estudio. La demografía se sirve de dife rentes ciencias. Las matemáticas y la estadística le proporcionan resultados numéricos que demuestran los cambios que han sufrido los nacimientos, muertes y migraciones. La historia, la economía, el derecho, la soci o- logía explican las causas y las consecuencias de la dinámica de la población. Es difícil conocer con precisión el número de habitantes en épocas pasadas pues los sist e- mas que se utilizaban eran poco fiables. Los primeros datos demográficos tenían en cuenta familias enteras, sin que se especificara el número de personas que la integraban, además su carácter fiscal favorecía la ocultación de datos. Estas fuentes, como los registros parroquiales, nos han proporcionado datos con grandes márgenes de error y sólo nos permiten hacer estimaciones. Así, por ejemplo, las muertes de recién nacidos o de niños muy pequeños no constaban en los registros parro quiales. Un interés especial en el conocimiento de la población del Siglo de las Luces tienen los censos de Campoflorido, Ense- nada, Aranda, Floridablanca. Éste último, tal vez el mejor, recoge una población española de 10.409.879 habitantes. Las fuentes actuales , sin llegar a ser exactas, son mucho más precisas: los censos, los padrones municipales y las estadísticas de nacimiento y defunción y de movimientos migratorios. Los primeros datos estadísticos fiables datan de 1857, cuando se elaboró el primer censo oficial. Actualmente el Instituto Nacional de Estadística (INE) se ocupa de elaborar los censos, encuestas de población activa y estadísticas de los movimientos migratorios. El censo es el recuento individualizado de la población de un país en un momento de- terminado. Desde 1.900 se realizaba cada 10 años, siempre en años terminados en 0. Pero en 1.981, el momento censal pasó a ser el 1 de Abril de los años terminados en 1. Esta fuente se distingue entre población de hecho : residentes presentes y los transeúntes en un municipio, es decir, el total de personas presentes en el momento de realizar el censo, y población de derecho : residentes presentes y ausentes en un municipio, es decir, las personas con domicilio legal en ese territorio. Se actualiza cada cinco años con los datos de los padrones municipales. El censo recoge datos demográficos, económicos y sociales de la población: población total, sexo, edad, es- tado civil, lugar de nacimiento, nacionalidad, lengua hablada, nivel de instrucción, ca- racterísticas económicas, fecundidad de las mujeres y vivienda. Actualmente el censo es una fuente demográfica fiable y un instrumento para la planificación demográfica, social, sanitaria, educativa...del país y, aunque sus datos individuales son secreto, pueden publicarse de forma global

Upload: others

Post on 24-Sep-2020

1 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geografía de España

F. Yeves. Pág.: 1

LA POBLACIÓN ESPAÑOLA

La población es el objeto de estudio de la demografía, ciencia que describe, cuantifica y analiza las poblaciones humanas, elabora modelos que las expliquen y plantea previsiones. Esta ciencia utiliza las fuentes demográficas como escritos, documentos o estadísticas que aporten un dato o un conocimiento sobre el tema de estudio. La demografía se sirve de diferentes ciencias. Las matemáticas y la estadística le proporcionan resultados numéricos que demuestran los cambios que han sufrido los nacimientos, muertes y migraciones. La historia, la economía, el derecho, la socio-logía explican las causas y las consecuencias de la dinámica de la población.

Es difícil conocer con precisión el número de habitantes en épocas pasadas pues los siste-mas que se utilizaban eran poco fiables. Los primeros datos demográficos tenían en cuenta familias enteras, sin que se especificara el número de personas que la integraban, además su carácter fiscal favorecía la ocultación de datos.

Estas fuentes, como los registros parroquiales, nos han proporcionado datos con grandes márgenes de error y sólo nos permiten hacer estimaciones. Así, por ejemplo, las muertes de recién nacidos o de niños muy pequeños no constaban en los registros parroquiales. Un interés especial en el conocimiento de la población del Siglo de las Luces tienen los censos de Campoflorido, Ense-nada, Aranda, Floridablanca. Éste último, tal vez el mejor, recoge una población española de 10.409.879 habitantes.

Las fuen tes actuales , sin llegar a ser exactas, son mucho más precisas: los censos, los padrones municipales y las estadísticas de nacimiento y defunción y de movimientos migratorios. Los primeros datos estadísticos fiables datan de 1857, cuando se elaboró el primer censo oficial. Actualmente el Instituto Nacional de Estadística (INE) se ocupa de elaborar los censos, encuestas de población activa y estadísticas de los movimientos migratorios.

El censo es el recuento individualizado de la población de un país en un momento de-terminado. Desde 1.900 se realizaba cada 10 años, siempre en años terminados en 0. Pero en 1.981, el momento censal pasó a ser el 1 de Abril de los años terminados en 1. Esta fuente se distingue entre poblac ión de hecho : residentes presentes y los transeúntes en un municipio, es decir, el total de personas presentes en el momento de realizar el censo, y poblac ión de derecho : residentes presentes y ausentes en un municipio, es decir, las personas con domicilio legal en ese territorio. Se actualiza cada cinco años con los datos de los padrones municipales. El censo recoge datos demográficos, económicos y sociales de la población: población total, sexo, edad, es-tado civil, lugar de nacimiento, nacionalidad, lengua hablada, nivel de instrucción, ca-racterísticas económicas, fecundidad de las mujeres y vivienda. Actualmente el censo es una fuente demográfica fiable y un instrumento para la planificación demográfica, social, sanitaria, educativa...del país y, aunque sus datos individuales son secreto, pueden publicarse de forma global

Page 2: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 2

Además, se dispone de estadísticas realizadas por los municipios, (e l p a d r ó n ), El padrón municipal es la relación de vecinos de un término municipal. Se realiza cada cinco años (desde 1981, los acabados en 1 y en 6), Desde 1996, la puesta al día y debido a las nuevas tecnologías, se hace automáticamente (Padrón continuo).

En cada municipio existe además un registro civi l , donde se anotan los nacimientos, defunciones, matrimonios... Esta fuente es otro instrumento útil para los demógrafos, pues presenta una información actualizada.

Las encuestas , es tad ís t icas y sondeos también son utilizadas como fuentes de-mográficas. Se diferencian de las anteriores por tener objetivos muy concretos y abar-car a un reducido grupo de habitantes.

2. EL MOVIMIENTO NATURAL DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA

La población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personascomo en su estructura, por lo que conviene analizar los factores que intervienen en su evolución.

Uno de estos factores es el crecimiento natural o vegetativo. Por crecimiento natural o vege-tativo se entiende todo aumento o disminución de la población teniendo en cuenta la natalidad y la mortalidad

2.1. La natalidad.

Natalidad es el número de nacimientos que hay en una población en un año. Cuando hablamos de natalidad nos estamos refiriendo a cifras absolutas, ya sea de todo el territorio nacio-nal, o de Comunidades Autónomas, etc; pero difícilmente podremos comparar unos datos de unas zonas con otras, por ello hay que usar conceptos relativos, como las tasas de nata l idad (número de niños nacidos en un año en relación con la población total expresado en tantos por mil). La tasa de natalidad suele considerarse alta si supera el 30 ‰, moderada si va del 15 al 30‰ y baja si está por debajo del 15 ‰.

La natalidad en España actualmente se caracteriza por poseer unos valores muy bajos a pesar de que se está recuperando en la última década gracias a la aportación de los inmigrantes. De esta forma se ha pasado de un 9,1 ‰ en 1998 (año en que esta tasa fue la más baja de la po-blación española) a un 11 ‰. en la actualidad. Pero lo que diferencia a España del resto de paísesde nuestro entorno, es que la tasa de fecundidad es una de las más baja del mundo con 1,3 (2004) hijos por mujer, muy lejana de los 2,1 hijos por mujer necesarios para la renovación de las genera-ciones. Este comportamiento maltusiano de la población española se debe:

Factores demográf icos : Se ha producido un descenso en la mortalidad infantil de-bido a los avances médicos y sanitarios. Este hecho ha provocado un cambio en las familias pues ya deseen tener un número elevado de hijos que asegurara la super-vivencia de alguno por la alta tasa de mortalidad infantil que se registraba.

La tasa de nupcialidad también influye en la fecundidad, pues el retraso en la edad de casarse o formar pareja estable reduce el período fecundo de la mujer, de esta manera, la edad media en que la mujer contraía matrimonio, a principios de siglo,

Page 3: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 3

era de 24 años, se retrasa en la década de los treinta y la posguerra y llega a los 31,2 años para los varones y 29,2 para las mujeres (2004)

Factores socio-económicos : Existe una clara relación entre el proceso de concen-tración y urbanización de la población española y el descenso de la fecundidad, de-bido a la interrelación de varios factores: la ciudad dificulta la supervivencia de fami-lias numerosas por la falta de espacio y los mayores gastos de consumo; la incorpo-ración de la mujer al mundo del trabajo y limitación de su tiempo para el cuidado de los hijos, se da en un mayor porcentaje en las zonas urbanas que en las rurales; por último, en las ciudades existe una mayor información y difusión de los anticoncepti-vos más eficaces (fueron legalizados en 1977). Los períodos de incertidumbre económica y política también influyen en el descenso de la fecundidad. Además, hay que añadir el cambio de mentalidad de una sociedad eminentemente rural, en la que los hijos eran mano de obra, a una sociedad urbana, donde mantener una familia numerosa requiere un esfuerzo económico en formación y alimentación.

Factores culturales e ideológicos : Este aspecto sí está en relación con el desarro-llo económico y la mejora del nivel de instrucción, de tal manera que, a mayor for-mación recibida corresponde una menor intención de tener más hijos, retraso en la edad de contraer matrimonio o formar pareja estable, más probabilidades de incor-poración de la mujer al trabajo fuera del hogar, y mayores posibilidades de utilizar métodos de anticoncepción. Todo ello repercute en un descenso de la fecundidad. Las creencias también influyen sobre la fecundidad, así las grandes religiones fo-mentan la natalidad mientras que el movimiento feminista tiene un comportamiento opuesto.

Evolución de la natalidad.La natalidad es una variable demográfica que, desde comienzos del siglo XX, ha ido des-

cendiendo progresivamente. A principios de este siglo se observaba un descenso de la natalidad por las consecuencias económicas derivadas de la I Guerra Mundial; también la Guerra Civil y la larga posguerra afectaron negativamente a la natalidad, tanto por los «no nacidos» en el periodo de 1936-39, como por el empeoramiento de las condiciones de vida..

Desde 1955 y coincidiendo con el despegue de la economía, del empleo y de una la política natalista impulsada por el régimen de Franco se produjo una etapa de mantenimiento de tasas me-dias de natalidad y de nupcialidad que, unidas a la caída de la mortalidad, dio lugar a la etapa de mayor crecimiento vegetativo español.

La crisis de la segunda mitad de los años setenta supuso el final del anterior y largo periodo demográfico expansivo. Actualmente, la natalidad en España se caracteriza por poseer unos valo-res muy bajos a pesar de que se está recuperando en la última década gracias a la aportación de los inmigrantes. De esta forma se ha pasado de un 9,1 ‰ en 1998 (año en que esta tasa fue más baja de la población española) a un 11 ‰ en la actualidad.

Page 4: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 4

Distribución de la natalidad. Por Comunidades, la natalidad se distri-

b u y e d e f o r m a d e s i g u a l . Hay varios factores que explican la diferencia existente entre las re-giones del norte, con una tasa más baja, y las del sur, que suelen tener tasas más altas. Sin duda un hecho muy importante es el envejec i-miento de la poblac ión , que es el responsable directo de una escasa natalidad. Por el contrario, las Comunidades meridionales poseen una po-blación más joven, lo que fomenta a su vez los nacimientos.

También es preciso tener en cuenta la inmigración . Ésta se centra principalmente en la costa mediterránea y en Madrid, lo que hace que en estos lugares la tasa de natalidad sea más elevada. Finalmente hay que considerar a su vez el nivel cultural de la población, en espe-cial de las mujeres, ya que éste incide directamente en el *control de la natalidad mediante la utili-zación o infrautilización de los medios anticonceptivos. Así, éstos suelen utilizarse más en zonas donde el nivel cultural es más elevado, lo que reduce, por tanto, los nacimientos.

2.2. Mortalidad

Número de defunciones que hay en una población durante un año. La tasa de mortalidad re-laciona los fallecimientos con la población expresados en tantos por mil. La tasa de mortalidad in-fantil es el número de niños menores de un año muertos a lo largo de un año expresados en tantos por mil, mientras que la esperanza de vida es número medio de años de vida que pueda espera vi-vir una persona en el momento de su nacimiento. En España hubo 371.934 fallecimientos en 2004, con una tasa de mortalidad de 8,71 ‰,

La evolución de la mortalidadSi se compara la mortalidad en España con la observada en la mayor parte de los países

europeos, hay que concluir que aquélla inició su descenso en nuestro país con un cierto retrasorespecto de Europa.

Como ya se ha adelantado, las tasas de mortalidad han caído en España durante muchos decenios, desde la segunda mitad del XIX, hasta alcanzar en torno al 8 por mil al final de los años setenta y parte de los ochenta (el mínimo se registró en 1982: 7,52 por mil).

A partir de esos años, y aunque el sistema sanitario español ha continuado un pro-ceso de mejora (y esto es uno de los factores que más inciden en las tasas de mor-talidad), se ha producido un repunte, provocado por el envejecimiento de la pobla-ción. Así, al final de los noventa se alcanzó una tasa de 9,29 por mil.

Page 5: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 5

A partir de entonces, y motivado sobre todo por el relativo rejuvenecimiento que ex-perimenta la sociedad española por la llegada de inmigrantes, las tasas han vuelto a caer levemente, y se han situado en torno al 8,5 por mil.

La esperanza de v ida es en la actualidad una de las mayores del mundo, y se sitúa en torno a los 81 años de vida media, pero hay grandes diferencias entre las muje-res, con unos 84 años de esperanza de vida por término medio, y los hombres, con sólo 78 años. No es fácil encontrar una explicación a este fenómeno, pero la mayor parte de los autores coinciden en señalar que la dieta mediterránea, rica en aceite y escasa en grasas, es una de las claves que explican por qué en España se alcanzan unas de las edades más avanzadas del planeta.

La tasa de mortal idad infant i l es también una de las más bajas del mundo, en tor-no a poco más del 3,7 por mil. Esto se explica gracias al elevado nivel sanitario al-canzado durante las últimas décadas, que ha permitido el descenso considerable de la mortalidad en los niños antes de cumplir el primer año de edad, ya que, hasta me-diados del siglo XX, España era uno de los países europeos con una tasa de morta-lidad infantil de las más altas del continente.

Algunos factores causantes de esta evolución son:

Un mayor nivel de vida, que ha permitido una mejor alimentación, mayores condicio-nes higiénicas, depuraciones de las aguas…y de educación

Mayor seguridad en el trabajo.

Sanitarias: Generalización de las vacunas y otras medidas preventivas y los avances científicos y médicos para combatir las enfermedades, sida, etc.

Disponibilidad de más y mejores servicios sanitarios: médicos, hospitales, atención primaria…y su socialización

Hoy apenas tiene relevancia en España la tradicional mortalidad exógena, es decir, la producida por las enfermedades infecto-contagiosas, habiendo tomado el relevo la endógena o degenerativa, centrada en la mortalidad por cáncer, sistema circulatorio (corazón) y accidentes de circulación.

Las diferencias territoriales son notables, de forma que las provincias que perdieron más habitantes por causa de la emigración y las provincias más envejecidas poseen tasas de mortalidad relativamente elevadas sobre la media nacional: Lugo y Orense, Asturias, Ávila, A Coruña, Huesca, Teruel, Guadalajara, Soria, etc. Son los espacios más envejecidos de España los que, en general, cuentan con menos efectivos demográficos, lo que en estos momentos constituye un importante problema. Los valores más bajos se dan en Canarias, País Vasco, Andalucía, Murcia y Madrid además de Ceuta y Melilla con valores efectivos de población joven.

2.3. Crecimiento natural

Si ponemos en relación natalidad y mortalidad, obtenemos lo que se denomina crecimiento vegetativo o natural. La tasa de crecimiento natural para el conjunto de España actualmente es muy ba ja pues es tá en to rno a l 0 ,23 % . Al mismo tiempo, este crecimiento es desigual en el espacio

Page 6: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 6

(municipios, provincias o comunidades autónomas) y en el tiempo como consecuencia del desigual comportamiento de la natalidad y de la mortalidad.

2.4. Regímenes demográficos

Cuando el crecimiento natural se analiza durante un cierto periodo de tiempo, y tiene unos rasgos semejantes, estamos ante lo que se llama un régimen demográfico. A lo largo de la Historia de la Humanidad el comportamiento demográfico ha sido diferente, de tal manera que se constata que ha habido un ciclo demográfico antiguo y un ciclo demográfico moderno con escaso crecimiento de la población en ambos ciclos, y unas fases de transición demográfica con fuertes crecimientos. España ha conocido estos ciclos aunque con cierto retraso respecto del resto de los países euro-peos occidentales

Fase demográfica tradicional.Las tasas de natalidad y mortalidad

eran muy altas (entre el 30 y 50 por mil). En relación a la natalidad, se calcula que cada mujer tenía una media de cinco hijos, pero como la mortalidad infantil era muy alta y la mayoría moría antes del año, pocos sobreviv-ían. La mortalidad era muy elevada por:

La dieta al imenticia era escasa por la baja productividad agraria, y des-equilibrada por falta de proteínas (el pan era el alimento básico, y escaseaban la carne, la leche y los huevos). Como consecuencia, la mayoría de la población estaba malnutrida, debilitada y propensa a la enfermedad.

Las enfermedades infecciosas -tuberculosis y del aparato respiratorio- tenían alta incidencia, favorecida también por el atraso de la medicina, el desconocimiento de las vías de transmisión de las enfermedades y el tardío establecimiento de servicios públicos de higiene (agua potable, alcantarillado, recogida de basuras).

Había, además, momentos de morta l idad catastróf ica causada por epidemias, guerras y malas cosechas de cereales, que provocaban la subida del precio del grano y, en consecuencia, el hambre y la muerte de quienes no podían pagarlo.

Esta fase corresponde a una sociedad agrícola o preindustrial en la que el creci-miento de la población era lento y presentaba oscilaciones debidas a las crisis de sobremortalidad.

Fase de descenso gradual de la mortalidad: (Parte del XVIII y XIX)Desciende la mortalidad pero se mantiene alta la natalidad, con lo que la población experi-

menta un crecimiento progresivo. Esta fase empieza cuando se introducen avances sanitarios e higiénicos que permiten el descenso de la mortalidad, es decir, que las personas alarguen su espe-ranza de vida. Entre estos avances sanitarios se cuentan las vacunas, que empiezan a introducirse en nuestro país en los últimos años del siglo XVIII o la utilización del jabón, y las mejoras en la ali-

Page 7: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 7

mentación, con la introducción de productos americanos que se extienden entre la población (toma-te, patata, maíz). Además, las pestes endémicas de los siglos anteriores dejan de azotar periódica-mente nuestro país. La peste, la viruela, el cólera y la fiebre amarilla fueron enfermedades temidas y mortales.

Por eso a finales del siglo XVIII la población española empezó a aumentar rápidamente. Las parejas se casaban antes, según se ha podido comprobar en los registros parroquiales, y tenían hijos más pronto. Regiones como Cataluña, el País Vasco y Galicia, donde la prosperidad económi-ca era más evidente, casi doblaron sus habitantes, mientras que en otras regiones españolas el crecimiento poblacional fue menos palpable. Pero, en cualquier caso, fue suficiente para que Espa-ña pasara de tener unos diez millones de habitantes a finales del siglo XVIII a más de quince en 1860, a pesar de algunas crisis como brotes de cólera, tuberculosis, guerra de Independencia, Cuba, Carlis-tas...

Esta fase de reducción de la mortalidad ca-tastrófica, comenzada en el siglo XVIII, duró hasta 1900, cuando la vacuna contra la viruela se genera-lizó y las enfermedades catastróficas y pandémicas parecían vencidas.

Fase de reajuste de la natalidad: 1.900-1.975: La mortalidad es cada vez más baja como

consecuencia de los avances de la medicina y el au-mento del nivel de vida, pero también desciende la natalidad. El ritmo de crecimiento de la población, aunque sigue siendo alto, tiende a disminuir. La natalidad descendió de forma suave y discontinua, alternando periodos de mayor decrecimiento con otros de recuperación, siempre en relación con los acontecimientos históricos. Así, los principales descensos de la natalidad coinciden con tres mo-mentos clave:

La cr is is económica de 1929 y la inestabilidad politice de la II República (1931-1935).

La Guerra Civi l y la posguerra . La guerra ocasionó subnatalidad (1936-1939). Esta situación continuó con la posguerra (1940-1955) debido al exilio de miles de perso-nas y a las dificultades económicas agravadas por el bloqueo internacional. Ello im-pidió la recuperación de la natalidad que suele seguir a las guerras (salvo en el bre-ve periodo de 1940-1941). La política pronatalista de Franco, que instituyó premios de natalidad y prohibió los anticonceptivos, no fue suficiente para compensar esta tendencia.

Los años f inales del desarrol l ismo (1965-1975), con las migraciones del campo a la ciudad, trajeron consigo una reducción del tamaño de la familia.

Las principales recuperaciones de la natalidad se produjeron durante el periodo de prosperi-dad económica de los años veinte (1920-1930) y, sobre todo, en el periodo 1956-1965, cuando tuvo

Page 8: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 8

lugar lo que algunos autores interpretan como el “baby boom” posbélico retrasado, debido al cambio de política económica y a la ruptura del bloqueo internacional.

La mortalidad descendió notablemente y de forma constante durante la transición demográ-fica aunque se registran dos momentos de mortalidad catastrófica: la gripe de 1918 y la Guerra Civil (1936-1939).

Los avances médicos y sani tar ios (vacunas de la viruela y de la difteria, comer-cialización de los antibióticos) supusieron la desaparición de la mortalidad ca-tastrófica por epidemias a partir de la gripe de 1918, así como la reducción de las enfermedades infecciosas. Los progresos de la pediatría hicieron descender la mortalidad infantil. A este descenso contribuyo también la mejora de la higiene.

El aumento del nivel de v ida se manifestó en la mejora de la dieta; en la década de 1960 se superaron la malnutrición y la escasez de la posguerra.

La mejora del nivel educat ivo y cul tura l llevó a mejorar el cuidado materno, in-tensificar la prevención, etc.

Fase demográfica moderna:Se caracteriza por tener unas tasas de natalidad y mortalidad bajas, gran esperanza de vida,

mortalidad infantil mínima y un crecimiento vegetativo cercano al cero, todo ello como consecuencia del elevado nivel de vida y del control de la natalidad. Este es el régimen en el que se encuentra España hoy y por tanto la mayor parte de sus Comunidades Autónomas, aunque hay algunas (Gali-cia, Asturias, Castilla León, Aragón) que tienen un crecimiento negativo, pues la mortalidad supera a la natalidad, ya que el envejecimiento de la población hace que las tasas de mortalidad y natali-dad se inviertan.

3.- DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN. DESEQUILIBRIOS ESPACIALES

Los 46 mi l lones de habi tantes , que tiene España a 1 de Enero de 2008, se distribuyen irre-gularmente en el espacio. Para expresar esta dis-tribución se utiliza el concepto de densidad de po-blación, que relaciona la población de una zona con su superficie en kilómetros cuadrados.

La densidad de población española ha ido aumentando a lo largo del tiempo, hasta situarse actualmente en 92 hab /km 2 (2007). Este valor me-dio esconde claros desequilibrios espaciales entre áreas de concentración, que superan claramente la media nacional, y áreas de despoblamiento, donde no se alcanzan los 20 hab/km2. Las gran-des áreas poblac iona les , con densidad superior a la media, tienen una disposición periférica (Rías Bajas gallegas, Asturias, Cantabria, País Vasco costero, Cataluña, Valencia y Andalucía occidental); a ellas se añade el foco de población madrileño en el centro. Las grandes áreas de vacío , con den-

Page 9: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 9

sidad inferior a la media, se localizan en el interior (ambas Castillas, Extremadura, Aragón, Galicia interior, y alto Guadalquivir. Las densidades más bajas están en algunas áreas montañosas (menos de 10 hab/km2).

Este desequil ibrio en la distribución de la población tiene su origen en la Edad Moderna y se ha acrecentado hasta fechas recientes. En el s iglo XVI , las densidades más altas estaban en el centro-norte peninsular. La crisis económica y demográfica del siglo XVII , de la que Castilla tardó más en recuperarse, dio lugar a movimientos de población hacia la periferia de modo que, en el si-glo XVIII, la situación se había invertido, y eran las regiones interiores las menos densamente po-bladas mientras que las costeras e insulares presentaban densidades más altas.

En el sig lo X IX se consolidó el desequilibrio: las regiones del interior siguieron perdiendo peso demográfico, y las de la periferia y Madrid aumentándolo, en unos casos, debido a su alto cre-cimiento natural (periferia andaluza y gallega) y en otros, por la instalación de industrias, que atraje-ron a población del interior (Asturias, País Vasco y Cataluña). Estos desequilibrios se agudizaron en el siglo XX , especialmente en la década de 1960, durante la cual crecieron las regiones industriales (Cataluña, País Vasco, Madrid y Valencia). En otros casos, el atractivo del territorio tiene signo dis-tinto como ocurre con los ricos regadíos de las huertas de Valencia y Murcia o las fértiles campiñas de Sevilla y Cádiz; además hay que mencionar la pesca (Galicia) y sobre todo el turismo, que en la segunda mitad del siglo XX ha representado el principal factor de atracción de población en muchas zonas del litoral gallego, Comunidad Valenciana, Costa del Sol y archipiélago balear y canario.

Sin embargo, desde 1975 se redujeron las diferencias a causa de la desindustrialización y el paro provocados por la crisis económica. Las áreas industrializadas receptoras de inmigración perdieron su capacidad de atracción y crecieron por debajo de la media o ligeramente por encima, mientras que las zonas tradicionales de emigración disminuyeron las salidas porque ponen en práctica políticas que frenen las emigraciones y los desequilibrios: desconcentración industrial, de-sarrollo industrial endógeno, desarrollo de los servicios, etc. e incluso recibieron emigrantes retor-nados.

Las tendencias actuales apuntan a la consolidación demográfica de Madrid y del eje medi-terráneo, que se prolonga hasta Andalucía occidental. Por otra parte, la crisis industrial y minera ha provocado fuertes descensos en la cornisa cantábrica (Asturias, Vizcaya, Guipúzcoa).

4.- MOVIMIENTOS MIGRATORIOS

Se llaman migraciones los movimientos de la población en el espacio. Distinguimos entre emigración, o salida de población de su lugar de origen, e inmigración o llegada de población a un lugar de destino. El saldo migratorio es el balance entre la inmigración y la emigración. El saldo puede ser positivo o negativo; si es positivo significa inmigración, si es negativo, emigración. Las migraciones interiores y exteriores han sido uno de los factores que más han influido en la evolución reciente y en la situación actual de la población española.

CR = CN (Nacimientos - Defunciones) + SM (Inmigrantes - Emigrantes)

Page 10: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geogra f ía de España

F. Yeves. Pág.: 10

4.1. Las migraciones interiores

Son aque l las que se rea l i zan den t ro de las f ron te ras de l pa ís . Podemos d is t ingu i r cua t ro moda l idades: migrac iones es tac iona les y tempora les , éxodo rura l , m igrac iones in te rurbanas e i n-traurbanas y movimientos habi tuales de la población.

Las migraciones estacionales y temporalesTienen su auge entre el ú l t imo tercio del s iglo XIX y la década de 1960, y afectan a la pobl a-

c ión campesina. Pueden ser desplazamientos estac ionales a ot ras áreas rura les para real izar tare-as agrar ias (s iega , vend imia , reco lecc ión de ace i tunas) , o b ien desp lazamien tos tempora les a la c iudad en las épocas del año en las que e l campo no da tanto t ra bajo, para real izar tareas no agra-r ias (por ejemplo, en la construcción).

Éxodo ruralEs una migración desde las áreas rurales a las urbanas con carácter def ini t ivo o de larga du-

rac ión. Los emigrantes son campesinos que proceden de zonas at rasadas de Gal ic ia, el interior pe-n insu lar y Andalucía or ienta l , donde predominaban las act iv idades pr imar ias y con crec imiento ve-getat ivo al to. Se dir igieron pr imero a las zonas industr iales de Cataluña, País Vasco y Madrid, y más tarde a las zonas tur ís t icas de Levante y Baleares, buscando t rabajo, ingresos más a l tos, mejor n i-vel sanitar io, cultural y de ocio y mayor l ibertad en las ciudades.

Dentro del éxodo rural se pueden dist inguir cuatro etapas:

Los inicios, en el pr imer tercio del siglo XX (1900-1930), están en relación con el exceso de brazos en el campo provocado por la crisis de la filoxera en las zonas vi-tivinícolas y con el inicio de la mecanización del trabajo agrícola en las zonas cere-alísticas. Se vio favorecido por la oferta de puestos de trabajo en las zonas indus-triales (País Vasco, Cataluña y Madrid) y por el auge de las obras públicas promovi-das por la dictadura de Primo de Rivera, que demandaban gran cantidad de mano de obra.

En la época de la Guerra C iv i l y la posguerra (1930-1959) el éxodo rural se es-tancó. Durante la guerra hubo graves problemas de abastecimiento en las ciudades y la industria sufrió importantes destrucciones. En la posguerra, el franquismo em-pezó favoreciendo la permanencia de la población rural en el campo (política de co-lonizaciones ) , y e l e s-tancamiento económico provocado por el aisla-miento hizo que la oferta de puestos de trabajo en la industria fuese reduci-da.

E n t r e l o s a ñ o s 1 9 5 9 y 1975 , el éxodo rural al-canzó su mayor volumen debido al crecimiento demográfico y a la crisis

Page 11: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 11

de la agricultura tradicional por la mecanización, que produjo excedentes de mano de obra en el campo. Además, el auge industrial impulsado por los planes de desa-rrollo generó puestos de trabajo en las ciudades industriales, y el boom del turismo en el litoral mediterráneo e insular creó también una oferta laboral en los servicios turísticos y en la construcción. En 1.964 se registra la cifra más alta de emigrantes, casi medio millón. Fue un movimiento hacia ciudades que presentaban gran varie-dad de actividades económicas y hacia sus zonas de influencia (Barcelona, Madrid, provincias vascas, Valencia, Zaragoza), algo más tarde, el turismo favoreció la atracción de manos de obra hacia el litoral catalán, valenciano, malagueño y balear.

Desde la cr is is económica de 1975 , el éxodo rural decayó. La crisis en las áreas industriales redujo las salidas de las zonas tradicionalmente emigracionales, que in-cluso se convirtieron en inmigracionales por los retornos. Éstos afectaron al principio más a los jubilados y luego a todos los sectores de población, porque el campo es un medio más barato para subsistir con el seguro de desempleo. Las áreas tradicio-nalmente inmigracionales (Madrid, País Vasco, Cataluña) dejaron de recibir inmi-grantes o incluso se volvieron emigracionales. Los mayores saldos migratorios co-rresponden a Baleares, Canarias y regiones del litoral mediterráneo, gracias al tu-rismo, a la agricultura de exportación y a la pequeña industria.

Las migraciones interurbanas e intraurbanas. A partir de la crisis económica de 1975 han cobrado importancia creciente las migraciones

interurbanas, bien intraprovinciales (sobre todo entre ciudades de la propia provincia y la capital provincial), bien interprovinciales (principalmente entre ciudades de diferentes provincias dentro de la propia comunidad autónoma). También han crecido las migraciones intraurbanas entre las gran-des metrópolis, afectadas por la crisis, y las ciudades medias de su área metropolitana.

Este tipo de migración afecta sobre todo a trabajadores cualificados del sector terciario (pro-fesionales, técnicos, personal administrativo) y está en relación con el incremento de la importancia de los servicios en las ciudades.

Los movimientos habituales de la población Son aquellos que se realizan de forma periódica en relación con el trabajo y el ocio. El traba-

jo da lugar a los movimientos pendulares entre la periferia y el centro de las ciudades como resulta-do del proceso suburbanización o traslado de los habitantes de ciudad a las afueras o a espacios rurales cercanos, donde buscan vivienda más barata y contacto con la naturaleza; esto se ha visto favorecido por el desarrollo de los transportes. Por otra parte, el ocio provoca movimientos de fin de semana y turismo relacionados con la mejora general del nivel de vida.

Consecuencias de las migracionesLas migraciones interiores han creado importantes consecuencias.

En el plano demográfico son las responsables de los desequilibrios en la distribución de la población: vaciamiento del interior y grandes densidades en la periferia (salvo excepciones como Madrid, Valladolid o Zaragoza). También influyen en la estructura por sexo y por edad de la pobla-ción: elevan el índice de masculinidad de las áreas emigracionales (especialmente las montañosas),

Page 12: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 12

dificultando la formación de nuevas familias; causan el envejecimiento de la población que queda en el campo y el rejuvenecimiento de la población urbana, ya que son jóvenes los que suelen emigrar.

En el plano económico permitieron aumentar, en un primer momento, los ingresos de la población de las áreas rurales; pero con el tiempo se generó una deseconom-ía de subpoblación, puesto que al marchar la gente más joven y más capacitada, descienden la productividad y el rendimiento. En las ciudades, la inmigración masi-va provocó deseconomías de congestión: problemas de suelo urbano, de vivienda, de circulación, de puestos escolares, etc.

En el plano socia l se produjeron problemas de asimilación, al pasar los emigran-tes de una comunidad rural con valores tradicionales a una gran sociedad urbana y competitiva. La integración no se produce, en general, hasta la generación siguien-te.

En el aspecto medioambienta l , algunos ecosistemas tradicionales de las áreas rurales de procedencia quedaron abandonados, lo que ha supuesto su deterioro medioambiental, especialmente de las áreas de montaña. En las grandes ciudades, el crecimiento acelerado debido a la inmigración creó problemas de contaminación atmosférica, ruido, etc.

4.2. Las migraciones exteriores

Son las que se realizan fuera de las fronteras del propio país, pudiendo ser temporales, es-tacionales y definitivas. Desde mediados del siglo XIX hasta la crisis económica de 1975, España ha sido un país de emigrantes cuyo destino tradicional se encontraba en Ultramar y Europa occi-dental, aunque después de 1975 aparecen nuevos destinos.

La emigración transoceánica o a ultramarAmérica ha recibido a una gran cantidad de españoles a lo largo de la Historia, aunque los

ritmos y las circunstancias en que se produjeron estos movimientos fueron variando en el tiempo. Así, en esta emigración transoceánica se pueden diferenciar las siguientes fases:

La emigración en la época de las colonias . Tras el descubrimiento de América, se inició un proceso de conquista y ocupación de territorios que supuso un flujo constante de población desde la Península hasta las colonias americanas. Los es-pañoles se encargaban de la administración y defensa de estos territorios así como de la explotación de sus recursos naturales. Este flujo continuo tuvo como contra-partida la ralentización del crecimiento demográfico en la España peninsular, ya que eran numerosos los jóvenes que abandonaban su territorio para emigrar a América

El auge migratorio des-

de mediados del siglo

XIX hasta la Primera

Guerra Mundial.

p u é s d e l a dencia de la mayor

Page 13: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 13

parte de las colonias americanas a principios del siglo XIX, la emigración trans-atlántica española descendió notablemente. Solo Cuba y Puerto Rico, así como Fi-lipinas en el sudeste asiático continuaron recibiendo inmigrantes, ya que estos te-rritorios aún pertenecían a la Corona española. Sin embargo, a mediados del siglo XIX se abrió de nuevo un período de intensa emigración española a América, una vez que habían mejorado las relaciones con las antiguas colonias, y los nuevos países reclamaban inmigración europea para poblar sus territorios.

Los emigrantes españoles procedían sobre todo de Galicia, Asturias, Cantubria Canarias. Eran, en su mayoría, varones dedicados a la agricultura, que acudían a trabajar a países como Argentina, Cuba, Brasil, México o Venezuela. Muchos de ellos retornaron a España con una mejor situación económica tras una estancia er América; a su regreso, eran conocidos como los indianos. Entre 1880 y 1930, se calcula que 3,5 millones de españoles emigraron hacia América, de los que volvie-ron aproximadamente la mitad.

Con la Pr imera Guer ra Mundia l se interrumpe este período, y las corrientes mi-gratorias no vuelven a ser intensas hasta después de la Segunda Guerra Mundial: primero, por la propia inseguridad del conflicto bélico; después, por la crisis del 1929, que afectó considerablemente a los países americanos; y finalmente, debido a la Guerra Civil española. Sin embargo, el fin de este último conflicto también sig-nificó el exilio de muchos republicanos, que se dirigieron en su mayoría a México.

La emigrac ión t ransoceán ica en t re 1945 y 1960 . Acabada la Segunda Guerra Mundial, se produjo una reactivación de la emigración transoceánica, pero sin al-canzar ya la intensidad de las primeras décadas del siglo XX. Se dio la circunstan-cia de que varios países iberoamericanos se encontraban en una situación econó-mica favorable, mientras que España padecía una dura posguerra, y se hallaba aislada política y económicamente del resto del mundo.

El destino principal en esta época fue Venezuela, que vivía un auge con sus explo-taciones petroleras, junto con Argentina, que continuaba ofreciendo oportunidades por su relativamente elevado nivel de renta. Las principales regiones emisoras eneste período fueron Canarias y Galicia; los canarios se dirigieron sobre todo a Ve-nezuela, mientras que los gallegos se distribuyeron por un mayor número de paí-ses, aunque se concentraron especialmente en Argentina. La numerosa colonia degallegos repartidos por distintos países iberoamericanos, asentados en la anterioroleada migratoria, facilitó la llegada y la integración de parientes y amigos de sus lugares de origen.

A finales de los años cincuenta del siglo XX fue cambiando el destino de la emigración exte-rior española desde América a Europa. Los países iberoamericanos entraron en una fase de crisis políticas y deterioro económico. Además, aparecieron nuevas oportunidades para los españoles en los países del centro y el oeste de Europa, que en los años siguientes se convirtieron en los princi-pales receptores de emigración española.

La emigración a Europa

Page 14: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 14

A finales de los años cincuenta del siglo XX, los países de Europa Occidental y Central ex-perimentaron un período de rápido creci-miento económico y necesitaban mano de obra. Así, durante la década de 1960 y la primera mitad de los setenta, casi dos mi-llones de españoles emigraron a varios paí-ses europeos, sobre todo a Alemania (36%), Suiza (36%), Francia (21%) y Países Bajos (4%), a un ritmo próximo a los 100000 emi-grantes al año.

L a s c a u s a s , p o r p a r t e e u r o p e a q u e e x p l i c a n e s t a s m i g r a c iones, son la rápida reconstrucción económica tras la Segunda Guerra Mundial que, gracias al apoyo americano, favoreció una amplia oferta de empleo que no podía cubrirse con los trabajadores propios, pues eran escasospor el débil crecimiento de la población eu-ropea durante los años treinta y cuarenta, y por la alta mortalidad causada por la propia guerra. Por parte española las causas fueron: la emigración se vio favorecida por el fuerte creci-miento de la población, el excedente de población agraria a causa de la mecanización del campo, la insuficiencia de la industrialización para absorberla, el aumento del paro provocado por el Plan de Estabilización y la desaparición de las ventajas anteriores para la emigración ultramarina.

Esta emigración estaba integrada sobre todo por adultos varones poco cualificados (agri-cultores, peones de la construcción y de la industria), que desempeñaron los trabajos más duros, peligrosos y peor pagados, generalmente rechazados por los trabajadores autóctonos (peones in-dustriales, mineros, construcción, servicio doméstico). Procedían de todas las regiones, aunque las más afectadas fueron Andalucía y Galicia, provincias excedentarias en población rural y con menor desarrollo económico.. .

El proceso se interrumpe a mediados de la década de 1970, por la crisis del petróleo. Esta emigración europea tuvo las siguientes etapas:

Los años comprendidos entre 1950 y 1973 constituyen la época de auge de la emi-gración a Europa, que alcanzó sus mayores cuotas entre 1950 y 1964

Entre 1964 y 1968 descendió la emigración a Europa, coincidiendo con el inicio del primer Plan de Desarrollo español, que aumentó la oferta de puestos de trabajo en España, y con la crisis económica europea de 1965 a 1968, que incrementó los re-tornos. Desde entonces, la corriente migratoria se recuperó gracias a la salida euro-pea de la crisis.

A part i r de 1973 , la emigración a Europa decayó. La crisis energética provocó paro en los países de Europa occidental e hizo disminuir la contratación de mano de obra.

Page 15: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 15

Muchos emigrantes regresaron, y desde entonces, la emigración española a Europa se mantiene en cifras bajas.

Las migraciones exter iores tuvieron importantes consecuencias :

Las consecuencias demográf icas se manifestaron en la disminución de los efecti-vos de población y en la distribución de esos efectivos. La distinta participación de las regiones en las corrientes migratorias ha contribuido a los desequilibrios actuales en el reparto espacial de la población.

Las consecuenc ias económicas fueron, por una parte, positivas, pues aliviaron el fuerte crecimiento natural y el paro; además, las divisas enviadas por los emigrantes contribuyeron a financiar el desarrollo económico español y a reducir el déficit co-mercial. Pero hubo también consecuencias negativas, porque muchos ahorros no se invirtieron en bienes productivos o no favorecieron a las áreas de partida de los emi-grantes, ya que algunos de ellos volvieron a zonas distintas, donde esperaban en-contrar trabajo más fácilmente o invertir en un pequeño negocio (las ciudades más importantes o con alto grado de industrialización o turismo).

Las consecuenc ias soc ia les fueron el desarraigo (al incorporarse a sociedades cuya lengua y costumbres desconocían) y las penosas condiciones de vida (alejados de la familia, en viviendas de poca calidad) y de trabajo (salarios frecuentemente más bajos que los de los trabajadores autóctonos). Además, los emigrantes fueron los primeros afectados por los despidos causados por las crisis, y en general, regre-saron sin haber mejorado su cualificación profesional. El retorno a España crea nue-vos problemas, como encontrar trabajo, conseguir vivienda y readaptarse a las con-diciones de vida del país.

4.3. La movilidad actual.

Desde los inicios de los años ochenta el saldo migratorio español ha dejado de ser negativo para convertirse en positivo, de modo que España ya no es una sociedad de emigrantes, sino un país que recibe emigración.

Por supuesto que en un mundo cada vez más globalizado, sigue habiendo españoles que efectúan desplazamientos de larga duración y permanentes al exterior, pero sus características son muy distintas y más selectivas que en etapas anteriores. Normalmente, se trata de profesionales cualificados que se integran perfectamente en las sociedades de destino en virtud de la creciente movilidad de las personas dentro de la UE y del mundo considerado desarrollado. Otras veces, sin embargo, el destino de estos nuevos emigrantes son países en vías de desarrollo, a donde van pa-ra realizar trabajos de dirección, formación o ejecución de proyectos españoles e internacionales, como los países árabes productores de petróleo (Argelia, Arabia Saudita, Irak y Libia), que necesi-tan trabajadores de cierta cualificación. Predominan, por tanto, los varones adultos con cierto nivel de preparación (trabajadores industriales

En cuanto a la inmigración, aunque el número de extranjeros registrados ha aumentado desde los 180.000 de 1980 hasta los casi 3.730.000 de 2005, se considera que es moderada.

Page 16: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 16

Estos inmigrantes se dividen en dos grupos: uno, el de quienes, procedentes normalmente de países europeos de mayor renta que el nuestro, ejercen tareas cualificadas o disfrutan de su ju-bilación en áreas de clima suave; otro, el de aquellos que trabajan en servicios poco cualificados, en la construcción y en la agricultura, que suelen ser originarios del Magreb, de Portugal o de países latinoamericanos. De todos ellos, un 40% son mujeres, de las que una gran parte se dedica al ser-vicio doméstico (hasta el 89% en el caso de las dominicanas). Por último, habría que añadir los in-migrantes procedentes de la Europa del Este a raíz de los cambios políticos y la inestabilidad de muchos países.

El número de inmigrantes no registrados (ilegales) es, obviamente, muy difícil de calcular, barajándose unas cifras muy dispares: se estima que son entre 100.000 y 400.000 personas las que han tenido que abandonar sus países de origen en África, América Latina, Asia y Europa del Este en busca de mejores condiciones de vida o huyendo de la persecución política.

Hay que insistir en que la población inmigrante en España, registrada o no, es mínima y no sólo no hace peligrar puestos de trabajo, sino que, además, muchas veces se ve obligada a aceptar empleos que rechazan los españoles. Por otro lado, aún es más difícil de comprender cualquier asomo de xenofobia cuando España ha sido un país tradicionalmente emigrante; tan sólo hace 25 años generaciones de españoles eran inmigrantes en otros países europeos, por lo que no se en-tienden algunos comportamientos actuales de ciertos grupos, afortunadamente minoritarios. Todo lo relativo a los extranjeros en España se regula por la Ley de Extranjería (1985), que se refiere sólo a los extranjeros legales:

Precisa los derechos y libertades de los extranjeros: libertad de circulación por todo el territorio español, de residencia, de reunión y de asociación; así como derecho a la educación y a la afiliación sindical y profesional.

Regula la entrada y las modalidades de presencia en España, que son dos: estancia (por un máximo de 90 días) y residencia (requiere un permiso que exige disponer de medios suficientes para subsistir durante el tiempo que se solicita).

Regula el trabajo del extranjero, al que se exige un permiso de trabajo además del de residencia. Para la concesión del primero se tiene en cuenta el nivel de paro o la escasez de mano de obra española en el sector en el que el inmigrante quiere traba-jar.

Regula las salidas de España y determina las sanciones por incumplimiento de la ley, que pueden dar lugar a la expulsión del país.

La ley estableció un periodo para que los extranjeros indocumentados pudieran ac-ceder a la legalidad y poner en regla su documentación, pero poco más del 10% lo hicieron, por lo que el número de ilegales es muy alto.

Page 17: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 17

LA ESTRUCTURA DE LA POBLACIÓN

La estructura de la población refleja las características de su composición por sexo, edad, actividad profesional y nivel de instrucción.

1.- LA ESTRUCTURA DE LA POBLACIÓN POR SEXO Y EDAD

1.1. La estructura por sexo.

La relación entre el número de hombres y de mujeres que componen la población. Se ex-presa a través de la tasa de masculinidad que se obtiene multiplicando el número total de hombres por 100 y dividiéndolos por el número total de mujeres, es la sex ratio. Cuando más se aleje el índi-ce 100, mayor será el desequilibrio entre ambos sexos.

Tasa de masculinidad = (nº de varones / nº de mujeres) 100

Siempre nacen más varones que mujeres (unos 105 varones por cada 100 mujeres); pero al cabo de unos años y debido a una mortalidad infantil mayor en los niños que en las niñas, los efec-tivos de ambos sexos se igualan en los grupos de edad adultos, para después (a partir de los 60-65 años) volver a desequilibrarse a favor de las mujeres, de modo que al final, por la mayor esperanza de vida al nacer, hay más ancianas que ancianos. Ello se debe a la mayor mortalidad masculina (los hombres suelen hacer trabajos físicamente más duros y están más expuestos a la mortalidad en las guerras) y a la mayor migración de los varones al exterior y a factores biológicos. La excepción está en las zonas rurales, donde la emigración afecta más a las mujeres y hay mayor número de hombres en las edades adultas y ancianas.

En año 2002 la relación era de 100 mujeres por cada 96 hombres, es decir, un 4% mas de mujeres, La provincia con menor porcentaje de varones era Pontevedra (debido a la fuerte emigra-ción masculina) 92,4. La de mayor sería Las Palmas (100,6) que ha recibido muchos inmigrantes masculinos.

1.2. La estructura por edad.

Desde el punto de vista demográfico, la población se divide en tres grupos de edades:

o Jóvenes de 0 a 15 años.

o Adultos de 15 a 64 años.

o Ancianos más de 65 años.

Uno de los indicadores más utilizados para medir la composición de la población por edades es el índice de envejecimiento, que se obtiene multiplicando el número total de personas mayores de 65 años por 100 y dividiéndolo por el total de la población. Cuando el índice supera el 12%, se considera que la población está envejecida.

Page 18: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 18

Igual que ha ocurrido en los países desarrollados de Europa Occidental, pero de una forma más tardía y lenta, España ha sufrido un progresivo envejecimiento de la población. Hoy tiene una estructura por edades envejecida.

Los jóvenes (0-14 años) han reducido su porcentaje desde principios de siglo debi-do al descenso de la natalidad. En 2006 eran un 14,99%, encontrándose la mayor proporción en las zonas con natalidad más alta del sur de España y esperanza de vida más alta de la mitad sur peninsular y de ambos archipiélagos, o en zonas reju-venecidas por la inmigración (Comunidad Valenciana).

Los adu l tos (15-64) han crecido. En 2006 suponían un 68,61 %, y su porcentaje varía poco de unas provincias a otras.

L o s a n c i a n o s (más de 65) han aumentado. El índice de envejecimiento era del 16,71% en 2006, encontrándose la mayor proporción en la mitad norte (provincias de fecundidad más baja), y la menor en las provincias con tasas de natalidad más al-tas (Andalucía y Canarias) o rejuvenecidas por la inmigración (Madrid, Barcelona y País Vasco).

Las causas del envejecimiento de la población son, por una parte, el descenso de la natali-dad, que reduce el número de jóvenes, y, por otra, la disminución de la mortalidad y el aumento de la esperanza de vida, que hacen que cada vez llegue más gente a edades avanzadas. Las conse-cuencias afectan al futuro de las pensiones, a la salud y a la integración social.

La f inanciac ión de las pensiones no depende de las cotizaciones efectuadas por los jubilados durante su época de actividad, sino de las que realizan los trabajadores en activo en cada momento. El incremento del número de ancianos y la reducción de los activos implica modificaciones importantes en el sistema de pensiones.

En re lación con la salud , los ancianos consumen un elevado número de estancias hospitalarias, recetas y visitas médicas. Ello exige recursos crecientes, distribuidos en relación con la localización geográfica de los ancianos, con mayor atención a los municipios rurales, donde el envejecimiento es fuerte y los equipos sanitarios esca-sos.

En lo social , el envejecimiento plantea problemas de residencia, pues cada vez son más los ancianos que no desean ser acogidos por la familia y buscan instalarse en residencias privadas o públicas, que actualmente son insuficientes. Por otro lado, está la necesidad de planear para ellos actividades que les permitan distraerse y sentirse útiles.

La estructura de la población por edad y sexo se expresa gráficamente en las pirámides de población.

Page 19: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 19

2.- ESTRUCTURA ECONÓMICA DE LA POBLACIÓN.

2.1. La actividad.

El término población activa hace referencia al número de personas, entre los 16 y los 65 años, que están trabajando o buscando un trabajo.

Incluye a la población ocupada, formada por aquellos que actualmente tienen un empleo, y a la población desempleada, que no tiene trabajo y lo busca. El resto de los habitantes de un territorio (meno-res no escolarizados, estudiantes amas de casa, jubilados, etc.) com-ponen la denominada población no activa.

La tasa de actividad mide el porcentaje de población activa con relación la población total. También puede calcularse por sexos (tasas de actividad de hombres mujeres) e in-cluso por grupos de edad.

En la evolución de la tasa de actividad pueden distinguirse dos momentos

Un descenso hasta fechas rec ientes , causado por la emigración y el aumento de la tasa de dependencia. La emigración exterior afectó principalmente a la población activa masculina, y la interior supuso además la pérdida inicial de población activa femenina en el campo, puesto que esta no se incorporó al sector secundario o ter-ciario en los nuevos destinos. Por su parte, el aumento de la tasa de dependencia se debe a la prolongación de la escolaridad obligatoria (que retrasa la entrada de los jóvenes en el mundo laboral), a la generalización de la jubilación pagada y a la anti-cipación de la edad de la jubilación en algunos casos (que adelanta la salida del mundo laboral).

Desde 1987 se aprecia un aumento de la población activa, que se debe en parte al nuevo sistema de elaboración de la Encuesta de Población Activa (EPA), que dismi-nuye la población inactiva. Sin embargo, el factor definitivo es la creciente incorpora-ción de la mujer al mundo laboral, aunque ésta todavía es menor que en otros paí-ses desarrollados. En 2005, los activos eran 20,9 millones (57,4% tasa de actividad)

La evolución h is tór ica de la tasa de act iv idad entre hombres y mujeres en las últimas décadas es muy des igual

Entre los hombres, el descenso fue continuo hasta mediados de la década de 1991 lo que se explica por la ampliación de la edad de escolarización obligatoria hasta los 16 años, por el crecimiento del número de jóvenes que cursan estudios superiores y por la anticipación de la edad de jubilación. Desde esa fecha, la tasa ha ido aumen-tando ligeramente como consecuencia de la inmigración.

Page 20: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 20

En cuanto a las mujeres, su progresiva incorporación al mercado laboral ha hechoque la tasa de actividad femenina haya aumentado considerablemente a lo largo del tiempo, pasando del 23,8% en 1965 a una cifra cercana al 60% en la actualidad. En cualquier caso, esta tasa sigue estando más de veinte puntos por debe de la mascu-lina.

Con respecto a la distribución espacial de las tasas de actividad, estas son más elevadas en las zonas que concentran mayor cantidad de empleo y población joven, mientras que disminuyen en las áreas rurales donde las mujeres no se han incorporado masivamente al mercado laboral, y es-pecialmente si a lo anterior se suma la presencia de un alto porcentaje de población anciana.

La tasa de actividad también es reducida en aquellos territorios que se han visto afee tallos por diferentes crisis, que han precipitado la jubilación anticipada de muchos trabajadores.

La evolución y distribución del desempleo en España

Los desempleados o parados son aquellos que no tienen trabajo y lo están buscando. Se subdividen entre los que tuvieron trabajo alguna vez y ahora se encuentran en paro y aquellos que buscan su primer empleo: En nuestro país la tasa de desempleo de las mujeres es superiores a la de los hombres, y la de los jóvenes se sitúa por encima de la tasa de paro general. Por ello, mujeres y jóvenes son algunos de los colectivos en los que hay que centrar las políticas de inserción laboral.

La tasa de paro no fue un problema grave hasta la cr is is de 1973 (no superaba el 3% de la población activa), pues la presión demográfica sobre el mercado de trabajo se resolvía mediante la emigración al exterior y la escasa incorporación de la mujer trabajo.

E n t r e 1 9 7 3 y 1 9 8 5 el paro experimentó un gran aumento en relación con la crisis económica, la reconversión industrial, el retorno de los emigrantes españoles en el extranjero, la incorporación de la mujer al mundo laboral y la demanda de empleo de una población joven numerosa, la del baby boom.

E n t r e 1 9 8 5 y 1 9 9 0 , el paro retrocedió ligeramente por la mejora de la situación económica, para volver a crecer desde 1990 con la crisis de principios de la década, que frenó la oferta de empleo e incluso provocó la destrucción de puestos de traba-do. Aunque la recuperación económica se inició a finales de 1993, sus efectos sobre el empleo no se aprecian hasta finales del año siguiente.

Desde 1995 -2009 pa-rece que el paro em-pieza a descender, y actualmente se sitúa en torno al 9,2 % de la población activa en 2005.

Las todavía elevadas cifras actuales se de-ben al desequilibrio

Activos y parados por grupos de edad

> 7 06 5 - 6

96 0 - 6

45 5 - 5

95 0 - 5

44 5 - 4

94 0 - 4

43 5 - 3

93 0 - 3

42 5 - 2

92 0 - 2

41 6 - 1

90

500

1000

1500

2000

2500

Activos Parados

Page 21: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 21

entre la demanda y la oferta de trabajo. La demanda se ha incrementado continua-mente, aunque, a partir de 1997, la entrada en el mundo laboral de generaciones menos numerosas empezará a producir una inflexión a la baja de esta tendencia. La dificultad para crear empleo se debe en parte al aumento de la productividad, que reduce la necesidad de mano de obra, y en parte a la rigidez excesiva del mercado de trabajo. Desde 1994 se emprendieron reformas legislativas para flexibilizarlo que pretenden compatibilizar la competitividad de las empresas y los derechos de los trabajadores. Así, se han creado nuevos tipos de contrato que facilitan el trabajo de los jóvenes y el trabajo a tiempo parcial.

Actua lmente, con la nueva crisis económica de 2009, las tasas de desempleo vuel-ve a crecer.

Es posible que la tasa de paro no sea en realidad tan alta, porque algunos de los desempleados trabajan en la economía sumergida (no regulada legalmente, por lo que el trabajador no tiene reconocidas sus prestaciones sociales).

El paro experimenta variaciones en función de diversos aspectos, como la edad (fuerte des-empleo juvenil), el sexo (mayor paro femenino), el nivel de instrucción (más paro cuanto menor cua-lificación, pues es mayor la competencia por los puestos de trabajo), la época del año (paro esta-cional, que aumenta cuando se han recogido las cosechas y en invierno, con la menor demanda del sector hotelero) o la comunidad autónoma (Andalucía, Extremadura, Asturias y Canarias tienen ta-sas más altas; Baleares, La Rioja y Navarra, más bajas).

2.2. Los sectores económicos.

La población activa se distribuye en tres sectores económicos. El sector primario abarca aquellas actividades orientadas a la obtención de materias primas (agricultura, ganadería, explota-ción forestal, pesca y minería); el sector secundario comprende las destinadas a la transformación de esas materias primas (industria y construcción), y el sector terciario las que proporcionan servi-cios (transporte, comercio, turismo, sanidad, educación, finanzas).

a ) E l s e c t o r p r i m a r i o abarca aquellas actividades orientadas a la obtención de materias primas (agricultura, ganadería, explotación forestal, pesca y minería). Predominaba a principios del siglo XX, cuando ocupaba al 63,6% de los activos. Desde entonces se ha ido reduciendo, salvo en momentos determinados:

En el pr imer tercio del s iglo su descenso estuvo relacionado con la fase inicial del éxodo rural.

Durante la guerra y la posguerra se recuperó porque, ante las dificultades econó-micas, de empleo y de alimentación, la gente permaneció en el campo, e incluso se produjeron algunos retornos al mismo. La política franquista de colonización favore-ció la permanencia en el campo (extensión del regadío y creación de nuevos núcleos de hábitat rural).

Entre 1950 y 1975 prosiguió la reducción del sector primario al acelerarse el éxodo rural con la mecanización del campo: los excedentes de mano de obra agraria bus-caron trabajo y mejores condiciones de vida en la ciudad.

Page 22: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 22

Desde 1975, el descenso se desacelera por la detención del éxodo rural a raíz de la crisis y porque ya se encuentra en niveles bajos. En el año 2000, el sector ocupaba al 6,8% de la población activa, cifra todavía alta en comparación con otros países desarrollados del entorno, por lo que es previsible que continúe su descenso, sobre todo a medida que la modernización agraria obligue al abandono de las explotacio-nes tradicionales poco rentables.

b) E l sector secundar io comprende las actividades destinadas a la transformación de las materias primas (industria y construcción). Ocupaba a un escaso porcentaje de la población activa española a principios del siglo XX (16%), debido al insuficiente desarrollo industrial.

Durante e l pr imer tercio del s ig lo XX creció con el impulso dado a la industria y a las obras públicas de Primo de Rivera.

La Guerra Civ i l y la posguerra abrieron un paréntesis en ese crecimiento debido a las destrucciones de industrias, al mantenimiento o retorno de la población al campo y a los problemas que la política autárquica acarreó a la industria (escasez de mate-rias primas y fuentes de energía).

En la década de 1960, superada la anterior situación, se produjo un auge del sector secundario basado en el impulso de la industria promovido por los planes de desa-rrollo y en el aumento de la construcción en las ciudades industriales y en las áreas turísticas del litoral mediterráneo e insular.

Desde 1975 , la población activa de este sector disminuyó porque la crisis económica, que fue sobre todo industrial, produjo un trasvase de población al sector terciario. Además, la industria moderna utiliza nuevas tecnologías que requieren cada vez menos manos de obra, y demanda ocupaciones relacionadas con tareas anteriores y posteriores a la producción (gestión, diseño, investigación, comercialización, servi-cios posventa), lo que ha dado lugar al fenómeno conocido como "terciarización de la industria". En el año 2000, el sector secundario ocupaba a un 30,77% de la pobla-ción activa, cifra en consonancia con la de otros países industrializados europeos.

c) El sector terciario incluye las actividades que proporcionan servicios (transporte, comer-cio, turismo, sanidad, educación, finanzas). Partía también de porcentajes bajos en 1900 (17 ,8% población activa) y creció a lo largo de todo el siglo, salvo el paréntesis de la Guerra Civil, por las siguientes causas:

El aumento del n ivel económico y del n ivel de v ida permiten un mayor con-sumo de servicios, que son cada vez más numerosos y especializados.

Los cambios operados en la industria favorecen la terciarización (trasvase de po-blación por la crisis, uso de nuevas tecnologías y demanda de servicios a la pro-ducción).

El incremento de los servicios públicos por la creación de la administración auto-nómica y el desarrollo del estado del bienestar exige el crecimiento de sectores co-mo la sanidad, la educación, etc.

Page 23: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 23

En el año 2000, el sector terciario ocupaba al 63,13% de la población activa y, es previsible que continúe incrementándose, lo mismo que sucede en los países de la Unión Europea.

La distr ibución espacia l de los sectores económicos muestra un peso del sector primario superior a la media en el interior peninsular, Galicia y Andalucía; el predominio del sector secunda-rio en el País Vasco y Cataluña, y la terciarización de Madrid y de las zonas turísticas de la costa mediterránea y de las islas.

3. EL FUTURO DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA

España está experimentando profundas transformaciones demográficos desde 1975: de ser un país natalista, joven y emigratorio, ha pasado a convertirse en un país envejecido, con la tasa de natalidad más baja del mundo e inmigratorio.Estos cambios conllevan otros de orden económico, social y cultural. Así, los expertos realizan diversas proyecciones de futuro para poder planificar as-pectos como la necesidad de plazas escolares o de residencias para la tercera edad, la cuantía del gasto sanitario, etc.

En la estructura por sexo seguirá habiendo más ancianas, por la mayor esperanza de vida de las mujeres, pero se acortará la diferencia con los hombres porque, al adoptar las mujeres hábitos hasta hace poco típicamente masculinos, disminuirá el ritmo de aumento de su esperanza de vida.

En la estructura por edad , hacia el 2050 España será uno de los países más enve-jecidos del mundo (30,19% de ancianos) por el descenso de jóvenes y el aumento de ancianos.

En la estructura económica , la tasa de actividad crecerá hasta el 2015, sobre todo la femenina, y desde entonces disminuirá al incorporarse menos activos al mercado laboral. Al disminuir los activos y aumentar los ancianos, será necesario recurrir a población inmigrante para poder mantener las pensiones y el actual nivel de bienes-tar. Por otra parte, el incremento de la terciarización de la actividad económica hará aumentar el porcentaje de población empleada en el sector terciario, a casta de los otros dos.

Page 24: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 24

EL SECTOR AGRARIO

1. INTRODUCCIÓN.

La actividad agraria es la realizada por el hombre para obtener productos de la tierra. Inclu-ye tres subsectores: la agricultura, la ganadería y la explotación forestal. En esta actividad se han producido últimamente cambios profundos. Hasta hace pocos decenios, la actividad agrícola era la más importante de nuestro país, pero era una agricultura de subsistencia Sin embargo, a mitad de siglo, se producen una serie de cambios que provocan su evolución hacia una agricultura de mer-cado, pero de ser la actividad económica más importante del país, ha pasado a situarse por detrás del sector servicios e industrial.

2. LA AGRICULTURA

La agricultura y la ganadería son las bases de nuestro sector primario, se desarrollan en el espacio agrario, siendo éste es el territorio explotado por las personas dedicadas a estás activida-des. Este espacio es el resultado de la interacción de factores físicos o naturales, (clima, relieve y suelo, etc.), y de factores socioeconómicos (presión demográfica, políticas agrarias, etc.). En la ac-tualidad, los progresos técnicos permiten modificar el medio natural para obtener un aprovecha-miento agrario más favorable (mejora de los suelos, regadío, ingeniería genética, etc.). Sin embargo, los factores físicos siguen ejerciendo su influencia en la actividad agraria que, en el caso de España, no son favorables. La distribución del espacio agrario español en cuanto a usos del suelo (1996) es la siguiente:

Tierras de cult ivo : 39,7%, incluyendo barbecho y otras tierras no cultivadas.

Prados na tu ra les y pas t i za les : 14,8%. Comprenden los terrenos con cubierta herbácea natural, que en el caso de los prados permiten el aprovechamiento por siega y en el caso de los pastizales no.

Terreno forestal: 35,01 %. Incluye el monte maderable (aprovechable para la pro-ducción de madera); el monte abierto (menos denso y utilizable principalmente pa-ra el pastoreo), y el monte leñoso, con árboles achaparrados para leña o pasto-reo.

Otras super f ic ies: 18,01 % (erial a pastos, espartizal, terreno improductivo, su-perficie no agrícola, ríos y lagos).

La relativamente baja proporción del suelo labrado en España se debe a varios factores en-tre los que destacan la altitud, la erosión, la calidad del suelo y la aridez.

Page 25: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 25

3. FACTORES FÍSICOS QUE INFLUYEN EN LA AGRICULTURA

En la actualidad los progresos técnicos permiten modificar el medio natural para obtener un aprovechamiento agrario más favorable (mejora de los suelos, regadíos, ingeniería genética, etc.). Sin embargo, los factores físicos siguen ejerciendo su influencia en la actividad agraria, que en el caso de España, no es favorable:

La al t i tud . Uno de los principales problemas de la agricultura española es la ele-vada altitud de la mayor parte del territorio. Debido a la temperatura, las mejores condiciones se dan por debajo de los 200 m de altitud, condiciones en las que sólo se halla el 11,4 % del territorio.

La orograf ía . Es decisiva ya que la pendiente implica que, a mayor inclinación, mayor dificultad para labrar las tierras y elevar agua para el riego. Además, a ma-yor pendiente el agua de la lluvia provoca mayor arrastre y menos penetración en la tierra. Por este motivo es necesario construir bancales y terrazas que disminu-yan la inclinación del suelo. En nuestra península abundan las tierras en relieve montañoso aunque en ocasiones también encontramos tierras llanas, como el valle del Ebro, Guadalquivir, o la Meseta.

Los sue los influyen de forma distinta en los distintos tipos de agricultura. En la península existen una gran variedad pero, salvo excepciones, son de calidad me-diocre. Los tipos, características y distribución lo puedes estudiar en el tema dedi-cado a los suelos. En el apartado de los suelos hay que reseñar la degradación que están sufriendo los suelos españoles: erosión. En efecto, en España 13 millo-nes de Ha sufren graves fenómenos de erosión, cifra a la que hay que sumar otros 14 millones de tierras que están afectadas por procesos moderados de erosión. Por consiguiente, la superficie afectada, en diverso grado, por la erosión supera en mucho al total de superficie cultivada, lo que indica la gravedad del problema, una gravedad que en algunas provincias es ya alarmante, como sucede en Almería y Granada, en donde más del 50 % de la superficie provincial sufre graves fenóme-nos de erosión.

El cl ima. El factor climático es, para el territorio español, el condicionante de mayor trascendencia, en especial la distribución de precipitaciones y temperaturas. Estos elementos determinan la existencia de tres paisajes agrarios: Atlántico, Mediterrá-neo cálido y Mediterráneo fresco que estudiaremos al final del tema.

La disponibi l idad de agua . La agricultura obtiene el agua que precisa de las llu-vias o a través de la red de aguas que recorre el territorio, tanto de los ríos como de los acuíferos. Nuestra agricultura consume aproximadamente el 80 % del agua disponible. Es precisamente esta disponibilidad la que determina el tipo de cultivo, ya sea de secano o de regadío.

Los cultivos de secano se practican en zonas secas y en las cuales no se hace aportación de agua. La vegetación característica son los árboles y arbustos leño-sos, que resisten mejor la sequía que las especies herbáceas. Los cultivos más típicos son el trigo, que se recoge justo antes del verano, la vid y el olivo. Estas

Page 26: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 26

dos últimas son especies leñosas con unas raíces muy extensas para poder ab-sorber el agua de zonas profundas.

Los cultivos de regadío se practican haciendo aportaciones de agua gracias a di-ferentes sistemas de riego que dependen del terreno, de las plantas y de la dis-ponibilidad del agua. Los cultivos propios del regadío son las legumbres (lentejas, garbanzos y judías) y las hortalizas (zanahoria, lechuga, tomate o patatas). El re-gadío es un cultivo intensivo, ya que la aportación de agua y el trabajo por parte del agricultor permiten que la producción sea muy elevada. En cambio, el secano es un cultivo extensivo, dado que se practica en grandes extensiones de terreno, pero con una productividad más baja.

4. FACTORES HUMANOS DE LA ACTIVIDAD AGRARIA.

Los factores socioeconómicos son la estructura agraria, la política agraria dentro de la cual tiene especial repercusión la Política Agraria Comunitaria (PAC).

4.1.- La estructura agraria

La estructura agraria de un territorio viene dada por las características de la población agra-ria, por el sistema de propiedad y explotación de la tierra y por las técnicas de producción.

4.1.1.- La población agrariaLa población agraria española ha disminuido sus efectivos y posee escasa cualificación,

aunque ha aumentado la productividad por persona.

El d e s c e n s o d e l a p o b l a c i ó n ha sido notable desde principios de siglo (63,3%) hasta hoy (7,3%). Sin embargo, existen marcadas diferencias entre comunidades autónomas con valores mínimos, como Madrid (1,0%), el País Vasco (1,7%) y Ca-taluña (2,9%), y comunidades con valores altos, como Galicia (18,4%), Extremadu-ra (16,7%) y Andalucía (14,7%).

L a c a u s a principal del descenso de la población agraria ha sido el éxodo rura l motivado por la mecanización de las tareas agrícolas y por las bajas rentas del campo, que llevó a buena parte de su población a los núcleos urbanos e indus-triales nacionales y del extranjero, especialmente entre 1960 y 1975. Desde estafecha, la crisis económica y las dificultades de encontrar empleo en la industria han incrementado la agricultura a tiempo parcial, e incluso se han producido re-tornos al campo.

Las consecuenc ias de l éxodo rura l han sido el despoblamiento de las zonas agrarias más atrasadas (áreas de montaña) y de muchas del interior peninsular, así como el envejecimiento de la población agraria. En consecuencia, aunque las capas de más de 65 años se han recortado recientemente por las jubilaciones an-ticipadas y los diversos planes de abandono de la actividad, más del 50% de los agricultores tienen, todavía hoy, entre 40 y 64 años.

En los próximos años es de suponer que continuará la disminución de la pobla-ción rural: muchos de los agricultores mayores se jubilarán y la creciente necesi-

Page 27: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 27

dad de competitividad agraria hará desaparecer las explotaciones menos renta-bles y parte de las trabajadas a tiempo parcial. Pero, por otra parte, se está pro-duciendo también un incremento de los jóvenes agricultores ante las dificultades de encontrar trabajo en la ciudad y gracias a las subvenciones de la Unión Euro-pea para evitar el despoblamiento rural y proteger el medio ambiente.

Otras característ icas de la población agraria son:

La escasa cualificación: la mayoría basa sus conocimientos en la experiencia y sólo un 1,5 % posee alguna formación agraria.

La productividad por persona ha aumentado gracias a la modernización tecno-lógica.

4.1.2.- El sistema de explotación, propiedad y tenencia de la tierra también define nuestra estructura agraria.

El espacio agrario se organiza en parcelas o extensiones de tierra que están bajo una sola linde.

La explotación agrupa a todas las parcelas explotadas por un mismo agricultor, aunque estén físicamente separadas entre sí e independientemente del régimen de tenencia (es decir, de que el que las explota sea el propietario o no).

En España, el t amaño med io de las explotaciones ha crecido. En la actualidad es de 21,2 hectáreas, cifra aceptable si no fuera porque cada explotación está formada por un excesivo número de parcelas (unas 8), lo que dificulta la mecani-zación, reduce el espacio para los cultivos por la multiplicidad de lindes y obliga a considerables pérdidas de tiempo en el traslado de una parcela a otra. De todas formas, el número de parcelas por explotación se ha reducido considerablemente gracias a la concentración parcelaria.

La propiedad es un concepto jurídico que se refiere al dueño de la tierra. En Es-paña el tamaño de la propiedad se caracteriza por el predominio de valores extre-mos y la escasez de propiedades de tamaño medio.

o La gran propiedad o la t i fundio (más de 100 ha) reúne a más del 50% de las tierras y solo al 0,8% de los propietarios. Predomina en Andalucía, Ex-tremadura, Castilla-La Mancha, y Aragón, don-de se originó a raíz de los re-partos de tierra durante la reconquista y se consolidó con la desamortización del siglo XIX. Tradicional-mente ha supuesto absentismo del propietario, cul-tivo extensivo, bajos rendimientos y gran número de jornaleros con grave paro estacional y analfabetismo. Algunos latifundios se han convertido hoy en empresas capitalistas.

o La pequeña propiedad o min i fundio (menos de 10 ha) reúne solo el 10,5% de la tierra y al 52,3% de los propietarios. Predomina en el norte de la Península (en Galicia unida a la dispersión de las parcelas) y en la Comunidad Valenciana. Impide la agricultura competitiva, dado que los bajos ingresos que proporciona no permiten la modernización, y

Page 28: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 28

tiende a desaparecer, aunque todavía se ve favorecida por la impor-tancia de la agricultura a tiempo parcial causada por las dificultades de encontrar empleo estable en la industria y los servicios. De todas for-mas, algunos pequeños propietarios explotan también otras parcelas en régimen de arrendamiento o aparcería, lo que hace que la dimen-sión media de las explotaciones (21,2 ha) sea mayor que la dimensión media de las propiedades (7,14 ha).

4.1.3.- El régimen de tenencia Es el grado de dominio sobre la tierra (absoluto en el caso de la propiedad y limitado en los

demás casos). La tenencia es directa cuando el propietario y el empresario agrario son la misma persona e indirecta cuando hay una separación entre ambos y el propietario cede el derecho de uso de la tierra a cambio de un porcentaje de la cosecha –aparcería- o del pago de una renta -arrendamiento-. El problema de la tenencia indirecta es que aparceros y arrendatarios no tienen suficientes incentivos para mejorar la tierra que trabajan.

4.1.4.- Las técnicas de producción Las técnicas de producción agraria han experimentado un progreso notable desde la década

de 1960, por el incremento de la mecanización, del consumo de fertilizantes y del espacio regado, por la disminución del barbecho y por la incorporación de los avances tecnológicos:

La mecanizac ión ha aumentado considerablemente a partir de la década de 1950, incrementándose los tractores, cosechadoras, motocultores, equipos de ordeño mecánico, etc.; incluso está por encima de las necesidades, dado el tamaño de las explotaciones, porque cada familia prefiere disponer de su propia maquinaria y está poco extendido el cooperativismo agrario. Por ello, en los años noventa el rit-mo de incremento de la mecanización se ha detenido por saturación del mercado y las nuevas compras se centran en la adquisición de maquinaria de reposición de modelos de más potencia.

El consumo de fer t i l i zantes ha crecido también, especialmente en los regadíos, mucho más exigentes; de todas formas su utilización es más baja que en otros países comunitarios.

La superf ic ie regada se ha ampl iado a lo largo del siglo XX, gracias sobre todo a la actuación estatal, doblándose en número de hectáreas regadas. Entre sus ven-tajas, el regadío permite una agricultura intensiva de altos rendimientos -con dos o tres cosechas anuales y posibilita el cambio de cultivos (por ejemplo, tropicales en áreas con características térmicas apropiadas). Pero también causa ciertos proble-mas, como la utilización inadecuada de las aguas superficiales, la sobreexplotación de los acuíferos, el aumento en el consumo de fertilizantes y una creciente conflic-tividad por el uso del agua entre diversas actividades (caso de la agricultura y el tu-rismo).

La distribución espacial del regadío es desigual: es escaso en el norte peninsular húmedo, y tiene su mayor peso en la zona mediterránea, donde se utilizan hoy técnicas avanzadas que permiten un importante ahorro de agua, como el riego

Page 29: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 29

por goteo o el riego por aspersión. También es importante el regadío en los valles del Ebro y del Duero y en Extremadura (en la Vera de Plasencia y en los regadíos del Plan Badajoz).

El Plan Nacional de Regadíos "Horizonte 2008" del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación prevé la puesta en riego de 228000 hectáreas. Además in-siste en la necesidad de mejorar el mantenimiento de las redes -en las que se es-tima que hay hasta un 50% de pérdidas por fugas—, en la extensión de sistemas de menor consumo y en la reutilización del agua urbana depurada para el riego.

El barbecho ha disminuido. Se trata de una práctica tradicional en los secanos que consiste en dejar la tierra en descanso un tiempo variable, durante el cual hay que romper la costra superficial del terreno para que recoja mejor el agua de lluvia y destruir las malas hierbas, que a su vez sirven de abono al suelo. El barbecho completo está en retroceso por la generalización del barbecho semillado o medio barbecho, consistente en reducir el período de descanso mediante la siembra de una cosecha primaveral que se recoge antes del verano; también contribuye a su reducción la utilización de fertilizantes y la extensión del regadío. Sin embargo esta tendencia tropieza hoy con las exigencias de la política comunitaria, que, para ac-ceder a las ayudas a ciertos cultivos excedentarios, como los herbáceos, exige de-jar en barbecho, además de la superficie normal en cada zona, otra superficie adi-cional que se remunera. Esto explica el ligero incremento del área de barbecho en los últimos años. La distribución espacial del barbecho es desigual: es escaso en el norte peninsular y en el bajo valle del Guadalquivir y conserva altos porcentajes en el oeste de la Meseta, de suelos mediocres.

La actividad agraria ha ido incorporando distintos avances tecnológ icos :

o Selección de semillas y de razas ganaderas, así como cultivos transgénicos o manipulados genéticamente para hacerlos más resistentes a la sequía, a las heladas, a las plagas, etc.

o Utilización de pesticidas.

o Mejora de los piensos.

o Empleo de nuevas técnicas, como el acolchado, el enarenado, el invernade-ro y los cultivos hidropónicos. El acolchado consiste en cubrir el suelo con bandas de plástico. El enarenado es la preparación del terreno con una ca-pa de estiércol y encima otra de arena: la arena filtra la humedad, retenida luego por el estiércol, que la devuelve poco a poco a las plantas y además actúa como abono. Es una técnica utilizada en zonas con escasez de agua. Los invernaderos son estructuras fijas abiertas de plástico, que, al crear un microclima cálido y húmedo, aceleran la maduración de los productos. Son frecuentes para hortalizas y flores. El cultivo hidropónico o sin suelo, sujeta la raíz de las plantas con grava, arena o ceniza, y las alimenta con solucio-nes de sales inorgánicas. Se usa para el cultivo de hortalizas y flores

Page 30: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 30

El resultado de todos estos avances ha sido la progresiva intensif icación y el aumento de los rendimientos , que han hecho desparecer prácticamente el sistema tradicional, basado en el policultivo y el autoconsumo, en favor de la especialización y de la venta en el mercado.

4.2. Política agraria

Las actuaciones políticas repercuten de manera directa en la actividad agraria. Las más im-portantes desde mediados del siglo XIX hasta la entrada de España en la Comunidad Europea se pueden agrupar en las siguientes etapas:

La polí t ica desamort izadora del siglo XIX puso a la venta las tierras amortizadas de la nobleza, del clero y de los municipios. Aunque permitió roturar tierras antes in-cultas, no alteró la concentración de la propiedad en unas pocas manos y arruinó a muchos campesinos que hasta entonces sobrevivían gracias a la utilización de las tierras comunales de los municipios.

La Reforma Agrar ia d e l a S e g u n d a R e p ú b l i c a (1932) quiso redistribuir la tierra mediante la expropiación de las grandes fincas y favorecer el asentamiento de agri-cultores en ellas. Sin embargo, no respondió a las esperanzas campesinas por su lentitud y fue liquidada por el régimen de Franco.

Durante e l f ranquismo las actuaciones en el campo de la política agraria fueron muy diversas. Entre las principales pueden citarse las siguientes:

o La colonización y extensión del regadío . En 1939 se creó el INC (Instituto Nacional de Colonización) para poner en riego extensas áreas a cargo del Estado. Las tierras regadas quedarían mayoritariamente en manos de sus propietarios (entre el 72% y el 80%), mientras que en el resto ("de exceso") se asentarían colonos, preferentemente arrendatarios o aparceros de la zo-na, que no se convertían en propietarios hasta haber pagado el valor inicial de la tierra, la casa y los intereses. Las tierras no podían dividirse. Esta me-dida no tuvo gran incidencia y la distribución en lotes pequeños (8 ha en la primera fase) perjudicó la mecanización, mientras que los beneficios fueron para los grandes propietarios

o La concentración parcelar ia (1952). Pretendía disminuir el minifundio con-cediendo a cada propietario una sola parcela o unas pocas, equivalentes en clase de tierra y tipos de cultivo a las que tenía antes; también buscaba dar acceso a las parcelas desde las vías de comunicación. La concentración debía ser solicitada por el 60% de los propietarios del municipio con al me-nos igual superficie de tierra. En cada término se fijaba una unidad mínima de cultivo por debajo de la cual no podía resultar ninguna nueva parcela. Los propietarios que tuviesen menos tierra de la estipulada podían obtener créditos para adquirirla. No se permitía dividir las nuevas parcelas por deba-jo de la unidad mínima fijada.

Como resultado positivo de la concentración surgieron parcelas menos nu-merosas, más grandes y más regulares; disminuyó el número de lindes, y se creó una nueva red de caminos. Pero, territorialmente, afectó más a las áre-

Page 31: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 31

as de monocultivo de secano (menos problemáticas) que a las típicamente minifundistas del norte o del levante peninsular. Desde 1985 la concentra-ción parcelaria se ha transferido a las comunidades autónomas.

o L a l e y d e o r d e n a c i ó n r u r a l (1964). Trató de favorecer el cooperativismo agrario y dotar de servicios sociales al campo, pero sus resultados fueron escasos.

o La regulación de precios agrar ios . Con este fin se creó el FORPA (Fondo de Ordenación y Regulación de los Precios y Productos Agrarios, 1968), or-ganismo encargado de hacer la propuesta al Gobierno.

o El fomento de las infraestructuras agrar ias y de las agroindustr ias . Co-rrió a cargo del IRYDA (Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario, 1971), que nació de la fusión del INC con el SNCP (Servicio Nacional de Concentración Parcelaria).

o La l eg is lac ión sobre grandes f incas afectaba a aquellas que, pudiendo cultivarse, estuviesen incultas totalmente (Régimen de Fincas Manifiesta-mente Mejorables, 1971). Se obligaba a sus propietarios a hacer un plan de mejora, que, de no cumplirse, podía conllevar la expropiación; pero en la práctica la ley no se aplicó.

En la época democrát ica , desde 1975 hasta la entrada en la Comunidad Europea, en 1986, las actuaciones en política agraria más destacadas fueron tres:

o Genera l i zac ión de los seguros para cubrir los riesgos de las cose-chas (1978).

o L e y d e F i n c a s M a n i f i e s t a m e n t e M e j o r a b l e s (1979), a las que se obligaba a presentar un proyecto de mejora cuyo incumplimiento podía permitir al IRYDA imponer su arrendamiento forzoso por doce años.

o Ley de Agr icul tura de Montaña (1982) para retener a la población de estas zonas y evitar su despoblamiento.

4.3. La política agraria comunitaria (PAC)

A partir de la entrada de España en la Comunidad Europea, en 1986, la política agraria es-pañola se desarrolla en el marco de la PAC (Política Agraria Comunitaria).

4.3.1. Origen de la PAC. La PAC se creo en 1961 con el objetivo de aumentar la producción agraria para reducir la

dependencia alimentarla y las importaciones, dado que entonces la Comunidad sólo producía el 80% de su consumo agrario. También pretendía garantizar un nivel de vida justo a los agricultores, estabilizar los mercados y asegurar el abastecimiento de los consumidores a precios razonables. Para ello se adoptaron mecanismos. Se estableció una polít ica de mercado y, de precios .

En e l mercado in ter ior se implantó la Organización Común de Mercados (O.M.) que creaba un mercado común para los productos agrarios y, fijaba precios de orientación o indicativos para cada producto en todos los países miembro. Tam-

Page 32: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 32

bién se garantizó a los agricultores la compra de cualquier cantidad de producto a un precio de garantía o de intervención, que se fijo muy por encima de los del mer-cado mundial y un poco más bajo que el de orientación.

En el mercado exter ior , respecto a las importaciones, se estableció el principio de preferencia comunitaria de manera que los estados miembros daban preferencia a los productos agrarios comunitarios En este sentido, se impusieron tasas de impor-tación a los productos de terceros países para que no pudiera competir vendiéndo-se a precios más bajos que el comunitario de orientación. Respecto a las exporta-ciones, se establecieron restituciones o subsidios calculados según el mismo prin-cipio, para compensar la diferencia entre los precios comunitarios y los mundiales, cuyo costo recaía sobre el FEOGA (Fondo Europeo de Orientación y, Garantía Agraria)

Se concedieron ayudas a los agricultores para mejorar sus explotaciones a través del FEOGA.

4.3.2. Los resultados de la PAC fueron:Los resultados fueron excelentes. Se produjo un aumento de la producción y la productivi-

dad y se elevó el nivel de renta de los agricultores pero, al mismo tiempo, era una producción cara, con escasa salida a un mercado libre por lo que los excedentes, comprados por la Unión Europea, iban en aumento al tiempo que se incrementaban los gastos y aumentaba el deterioro del medio ambiente por la intensificación de los cultivos favorecida por la modernización tecnológica.

4.3.3. La reforma de la PAC.La reforma de la PAC originaria se hizo imprescindible. Iniciada en 1985, dio lugar en 1992 a

una nueva PAC, con distintos objetivos y mecanismos de actuación.

Se rebajaron los precios para que fueran más acordes y competitivos con los del mercado internacional, compensando a los agricultores de la pérdida de rentas mediante subvenciones directas.

Se buscó la reducción de los excedentes y la disminución de los gastos FEOGA:

o Establecimiento de cuotas a productos altamente excedentarios (ce-reales y lácteos)

o La extensificación de la producción o exigencia a los agricultores –excepto a los más pequeños- de que retirasen todos los años de la producción el 15% de sus tierras de cultivo, fomentando su dedicación a la silvicultura -para lograr un mejor abastecimiento interior de made-ra- o al turismo ecológico.

o La limitación de las ayudas a la inversión en las explotaciones viables en favor de la promoción de las regiones más atrasadas.

o La reducción de las ayudas al comercio exterior (sólo se reciben com-pensaciones cuando el precio de venta baja de un determinado um-bral);

Page 33: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 33

o El fomento de las jubilaciones anticipadas.

o La reorientación de la producción, acoplándola a las exigencias de la demanda (productos nuevos y de más calidad), y la reorientación de los productos hacia nuevas salidas industriales o energéticas.

o Se incrementó la atención al desarrollo rural para ayudar a las regio-nes atrasadas y frenar así el éxodo rural mediante iniciativas locales de empleo y mejora de las infraestructuras (riego, transporte, energía, etc.).

o Se intentó frenar la degradación del medio ambiente, incentivando formas de agricultura menos intensivas, (menos plaguicidas y fertili-zantes químicos), retirando tierras de la producción con fines medio-ambientales y aumentando las primas a la reforestación.

Los resultados de la reforma consiguieron una cierta de los excedentes y una disminución de los gastos del FEOGA, que ha pasado de llevarse el 64% del presupuesto comunitario en 1988 al 50% en 1996. Aún así, los gastos de la política agraria siguen siendo elevados, y la Agenda 2000, que propone la financiación d las políticas internas de la UE para el periodo 2000-06, ha planteado una nueva reforma de la PAC para reducirlo.

La reforma de la PAC de 1999.Se propone como objetivos reducir los precios agrarios para mejorar la competitividad; ase-

gurar ingresos estables y un adecuado nivel de vida a los agricultores, fomentar el desarrollo rural, creando oportunidades de empleo alternativo para los agricultores; hacer la agricultura más ecológi-ca y garantizar la seguridad y calidad de los alimentos para los consumidores. Para conseguir estos objetivos, la PAC ha adoptado las siguientes medidas:

Reducir los precios de intervención

Aumentar las cuotas de algunos productos

Destinar fondos al desarrollo rural.

En la actualidad, la PAC debe afrontar los siguientes desafíos: Adaptarse a los acuerdos establecidos en la Ronda de Uruguay , que entraron en

vigor en 1995 y fueron el resultado de difíciles negociaciones entre la Unión Euro-pea y los Estados Unidos con el objetivo de liberalizar más el comercio mundial. Para la Unión Europea, estos acuerdos suponen el compromiso de reducir el apo-yo al mercado (un 20%) la protección exterior (bajada en un 36% de los derechos de aduana hasta el año 2000) y las restituciones a la exportación (también un 36% hasta el año 2000).

La incorporación a la UE de los países de Europa central y oriental (PECO). En ellos, la agricultura sigue teniendo importancia en cuanto a población activa y PIB,pero su productividad es escasa y necesita una completa reestructuración. El pro-blema será la armonización progresiva con ellos sin provocar desequilibrios en la PAC.

Page 34: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 34

4.3.4. Repercusiones de la PAC en la actividad agraria española. La integración de España en la Comunidad (1986) supuso la adopción de la PAC. Se esta-

bleció un periodo de transición de siete años (transición clásica) para los productos con organiza-ción de mercado semejante a las comunitarias, y de diez años (transición específica) para los pro-ductos con diferencias fundamentales, como las frutas, hortalizas, vinos y grasas vegetales. A lo largo de este periodo, la política de precios, intercambios y ayudas tuvo que adaptarse a la comuni-taria:

Los precios españoles eran en general más bajos que los comunitarios, por lo que se estableció una paulatina aproximación, aumentándolos cuando eran menores y reduciéndolos o congelándolos cuando eran mayores.

Los intercambios con la Comunidad se liberalizaron aunque con algunas excep-ciones. Desde el principio, España adoptó el arancel comunitario respecto a terce-ros países, por lo que ha reorientado parte de sus importaciones en beneficio de la Unión y en detrimento de abastecedores tradicionales, como Estados Unidos y América Latina.

Las ayudas of iciales a la producción agraria se aproximaron a las europeas, pues las subvenciones agrarias deben ser comunes para garantizar que ningún estado miembro ponga su agricultura en posición de ventaja.

En la actualidad, E s p a ñ a e s t á i n c o r p o r a d a a l a P A C , lo que ha supuesto ventajas e in-convenientes:

Ha accedido a un m e r c a d o d e 5 0 0 mi l lones de consumidores , con alto poder adquisitivo, que demanda productos de calidad. Para sacar provecho de esta si-tuación, el sector agrario necesita realizar fuertes inversiones para modernizarse y aumentar la productividad, la calidad y la competitividad. En relación con ello, Es-paña se ha integrado en la política estructural, que aporta fondos para desarrollar infraestructuras y equipamientos en las regiones europeas más atrasadas y para mejorar la cualificación de los agricultores.

Sin embargo, se le dice al agricultor que buena parte de lo que produce carece de mercado y que debe permanecer en un mundo rural empobrecido para conservar la naturaleza. Así, desde 1991, España se incluye en el programa LEADER para las zonas rurales afectadas por la reconversión generada por la PAC, que aporta subvenciones para crear en ellas soluciones innovadoras que puedan servir de modelo a otras áreas, la mayoría de las cuales se han dirigido al turismo rural. Además, las zonas rurales más atrasadas reciben ayudas para frenar el éxodo ru-ral.

También se han adoptado las medidas comunitarias para la protección del medio ambiente y la reforestación.

Por regiones, las consecuencias de la PAC han sido especialmente problemáticas en la zo-na cantábrica, muy dependiente de una ganadería bovina excedentaria en la Unión y poco competi-tiva respecto a la ganadería comunitaria. Las zonas de cereal y viñedo del interior peninsular tam-

Page 35: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 35

bién se enfrentan a problemas de excedentes y competitividad, mientras que el litoral mediterráneo y andaluz ha encontrado un buen mercado para sus productos hortofrutícolas. En Ceuta y Melilla no se aplica la PAC, y en Canarias se empezó a aplicar en 1991 con algunas particularidades.

5. LOS PRODUCTOS AGRÍCOLAS

Los principales cultivos son: cereales, tubérculos, hortalizas, frutales (entre los que destacan los cítricos), viñedos, olivares, leguminosas, cultivos industriales y forrajes para animales.

5.1. Los cereales.

Ocupan el 60 % de la superficie cultivada. Los destinados a la alimentación humana (trigo y arroz), están perdiendo terreno en favor de los cereales que se emplean como pienso para el gana-do o para su fabricación (cebada, maíz, avena, centeno). Su producción ha crecido gracias a la me-jora técnica (selección de semillas, empleo de fertilizantes, regadío...). La mayoría de estos cereales se cultiva en los secanos del interior, salvo el maíz y el arroz, que son muy exigentes en agua, por lo que son característicos de la España húmeda o del regadío.

El tr igo fue hasta hace unos decenios el cereal más cultivado, pero debido a los cambios producidos en los hábitos alimentarios, descendió la demanda de este cereal y los precios bajaron. Sin embargo, su bajo precio queda compensado por la escasa necesidad de mano de obra y meca-nización. Se cultiva principalmente en la Meseta.

La cebada incremento sus producciones a partir del descenso del trigo y porque creció su demanda para alimentación de ganado y para la fabricación de cerveza.

El maíz se cultiva principalmente en la España húmeda. Su producción está aumentando y se utiliza para consumo humano y como materia prima para los piensos animales.

El arroz es, a pesar de su reducida extensión de cultivo, uno de los más rentables, pues las cosechas obtenidas son cuantiosas y superan la demanda nacional, lo que convierte al arroz en un producto fácilmente exportable.

5.2. Las hortalizas.

Destacan por encima de otros cultivos por sus altos niveles de productividad, favorecidos por la ampliación de las zonas de regadío y por los avances técnicos. A todo ello hay que añadir un aumento de la demanda de las hortalizas, tanto nacional como internacional, por los cambios que se han producido en los últimos años en los hábitos alimentarios. La revalorización de las hortalizas como consecuencia del auge de la dieta mediterránea ha provocado un aumento en su consumo. Buena parte de su producción se destina además a las conservas y congelación. Su cultivo tiene lugar, tanto en zonas de minifundios con técnicas tradicionales, como en zonas altamente tecnifica-das. Se cultivan principalmente en Andalucía, la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia, La Rioja, Navarra, Extremadura, Aragón y zonas de Cataluña. Destacan los pimientos, tomates, beren-jenas, calabacines, pepinos, espárragos, lechugas, escarolas, ajo, cebollas y apio. Los guisantes, judías verdes, alcachofas, coliflores y coles tienen más problemas a la hora de ser exportados, por-que hay una fuerte competencia.

Page 36: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 36

5.3. Los frutales.

Casi una quinta parte de la renta agrícola se obtiene a partir de los frutales, que constituyen un puntual tal en nuestra balanza comercial. Los cítricos son las frutas más cultivadas. Extensas zonas de la Comunidad Valenciana están dedicadas a la naranja, el limón y la mandarina. Entre los frutos secos destaca la almendra, que ha sido la que más ha intensificado su producción. Es propia de secano y se adapta bien a cualquier topografía y apenas necesita cuidado. Además existe una fuerte demanda de este fruto aunque la competencia exterior es muy dura. Además se cultivan fru-tas de huerta, como fresas, melones, sandías melocotones, cerezas, albaricoques, peras, higos.... Los campos de frutales están situados en Andalucía, Cataluña, Aragón, Comunidad Valenciana, Región de Murcia, La Rioja y Extremadura. Cabe mencionar también Asturias y parte del País Vas-co, donde se cosechan manzanas. El plátano de Canarias, afronta la competencia de los países sudamericanos y africanos, que tienen precios más bajos por el escaso coste de la mono de obra.

5.4. La vid.

Es un cultivo arbustivo de secano que se adapta perfectamente al clima mediterráneo, por-que necesita veranos secos, escasas precipitaciones e inviernos relativamente fríos; junto a los ce-reales y el olivo constituye la trilogía del mediterráneo. Se produce excesiva cantidad de vinos de mala calidad que se destina en gran parte a la destilación. Sin embargo los vinos de alta calidad continúan su expansión tanto en los mercados nacionales como en los extranjeros. Asimismo co-mienzan a sufrir la competencia de otras áreas extracomunitarias, especialmente del área norte y suramericana. Ocupa extensas superficies poco aptas para otros cultivos, por lo que los rendimien-tos son bajos. La entrada de España en la Comunidad Europea ha supuesto la reconversión del sector; en 1994 se estimó que la producción máxima debía situarse en un 80% de la efectiva, lo que exige el arranque subvencionado de cepas, destinar parte de la producción a la destilación e incidir en los vinos de calidad. Su principal área productora es Castilla-La Mancha junto a otras zonas de menor extensión, pero con buen mercado (Rioja, Rías Bajas gallegas, Cariñena, Jerez, Montilla.

5.5. El olivar.

Es un árbol propio del clima mediterráneo por ser muy resistente a la sequía estival, pero al ser sensible a las heladas, no suele crecer más allá de los 700 m de altitud. Tras la cebada y el trigo, el olivar es el cultivo que más extensión ocupa en nuestro país. Su cultivo está poco mecanizado y la recogida de fa aceituna es lenta. Su producción se destina mayoritariamente a la producción de aceite (90%) y otra parte a la fabricación de conservas. La producción de aceite es la mayor del mundo (40% mundial), pero se enfrenta al problema de que la Unión Europea le ha adjudicado una cuota por debajo de las cifras reales de producción. Además, el precio del aceite es elevado por la escasa mecanización, por lo que sufre la competencia de otros aceites más baratos. Su área pro-ductora se concentra en el Sur peninsular, en las campiñas andaluzas y extremeñas, especialmente Jaén, que totaliza una cuarta parte de la producción total y en Córdoba.

5.6. Las patatas y legumbres.

Las judías, habas, lentejas y garbanzos, así como las patatas, no se consumen tanto hoy en día como hace unas décadas. Esto, junto con la fuerte competencia de productos de los Países Ba-jos, las dificultades de mecanización y los bajos rendimientos han hecho disminuir su superficie dé

Page 37: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 37

cultivo. Su localización coincide prácticamente con la de los cereales, con los que rotan pues sus raíces fijan a la tierra el nitrógeno del aire. Andalucía, Extremadura y ambas Castillas son las gran-des zonas productoras.

5.7. Los cultivos industriales.

Requieren un proceso industrial previo a su consumo. Su producción pude darse en secano o en regadío, aunque predomina el regadío, que es indispensable en el caso del algodón. Por su re-lación con la industria, el cultivo se realiza con gran capitalización; muchas veces son las propias industrias las que proporcionan las semillas, dan instrucciones a los agricultores y supervisan la producción, cuyo precio suele contratarse previamente. Entre estos nos encontramos el girasol, remolacha azucarera, algodón y tabaco. El área productora principal es la mitad meridional de la Península (Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura) salvo para la remolacha.

El girasol tiene escasa exigencia de agua y tierra lo que, unido a la fuerte deman-da de su aceite, ha provocado la expansión de su cultivo. Además permite reducir el barbecho en zonas de cereales. Se localiza en Andalucía y Castilla la Mancha.

La remolacha azucarera mantiene una producción bastante estabilizada, centrada en Castilla, León y Andalucía. La industria está muy concentrada en un reducido grupo de empresas y se enfrenta a la creciente sustitución del azúcar por edulco-rantes sintéticos. La PAC le ha adjudicado una cuota de producción inferior a la de su consumo en España.

El a lgodón ha reducido su superficie de cultivo como consecuencia de la progresi-va introducción de fibras sintéticas en la industria textil. Su área productiva se cen-tra en Andalucía y Murcia.

El tabaco también depende del Estado, ya que éste interviene regulando los tipos que se han de cultivar, superficie y precios. Se localiza en las vegas de Plasencia (Cáceres) y de Granada. La industria tabaquera tiene gran tradición en Canarias, aunque el cultivo se ha reducido mucho.

Los cult ivos forrajeros se destinan a la alimentación animal (alfalfa, maíz forraje-ro). Desde 1.951 han duplicado su superficie, paralelamente a la demanda de pro-ductos ganaderos de la sociedad española. Se concentran en la mitad septentrio-nal de la Península, por su medio físico más húmedo, y en los regadíos.

6. LA GANADERÍA

6.1. Características.

Representa en la actualidad el 40% de las rentas del sector primario. También en este sec-tor se han producido profundos cambios al dejar de ser una fuente complementaria de ingresos en una economía de subsistencia para integrarse en una economía de mercado, hecho que se produce en la segunda mitad de siglo. Actualmente la producción ganadera se caracteriza por:

Page 38: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 38

Aumento de l número de cabezas desde 1.930, especialmente del ganado porci-no y del avícola. Se trata de un proceso relacionado con la mecanización del cam-po (que libera tiempo para otras actividades), con la conservación del suelo me-diante el cultivo de fo-rrajeras y con la necesi-dad de mejorar la ali-mentación humana con proteínas procedentes de la carne, leche y los huevos. Desde 1.960, el aumento del consumo de estos productos ha sido enorme por el pro-pio desarrollo económi-co y urbano de nuestra sociedad que ha sido satisfecho fundamentalmente por el ganado de cerda y avícola.

La ganadería, como la agricultura, ha tendido hacia un proceso de espec ia l i z a-ción , de ahí la desaparición o su carácter residual, de aquellas razas de aptitud mixta o bien de aquellas otras que por sus características (ciclo evolutivo largo y poco peso final) no son competitivas. Ello ha llevado a una transformación total de la composición interna de la cabaña, en la que hoy las razas extranjeras son mayo-ritarias, en ocasiones casi únicas como sucede en el sector avícola. Así ante la fuerte demanda de productos de origen animal (carne, leche, huevos se optó por un desarrollo ganadero basado en una amplia oferta del mercado internacional, por tanto barata, de cereales-pienso, así como de especies y razas ganaderas de cre-cimiento rápido y foráneas.

Se ha optado por tanto por un modelo ganadero plenamente dependiente del ex-terior y cuya explotación no requiere el factor tierra, lo que unido a la ubicación de los mercados, ha contribuido a una nueva redistribución espacial de la ganadería. Así se explica que el centro de la cabaña española, tradicionalmente situada en el norte, se haya desplazando hacia el nordeste y el litoral mediterráneo, áreas en donde la ganadería porcina y avícola están espléndidamente representadas. En resumen, la ganadería, al igual que la población española se ha “litoralizado”, bus-cando, por tanto, una localización próxima a los centros de consumo e indepen-diente de los factores físicos.

Evidentemente estos cambios no son un i formes , debiéndose hablar de ganader-ías en plural, ya que frente el modelo de ganadería integrada, intensiva, estabulada o mixta, alimentada con piensos, que representa la avícola, aun tiene gran impor-tancia la ganadería extensiva, alimentada a diente en los prados o pastizales natu-rales, que siguen utilizando los rastrojos como reminiscencias de la “derrota de la mies”, modelo encarnado por la cabaña ovina y caprina, predominantemente en las dos submesetas y Andalucía oriental.

C a b e z a s d e g a n a d o p o r c a b a ñ a

0

5000

10000

15000

20000

25000

30000

1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000

Bovino

Ovino

Caprino

Porcino

Caballar

Mular

Asnal

Page 39: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 39

Esta reconvención también ha afectado al tamaño de las explotac iones ganad e-ras . El minifundio empresarial, siendo una norma de la cabaña española, es des-igual según la especie ganadera, aunque se aprecia un movimiento -similar al co-nocido por la agricultura- hacia la concentración y, por consiguiente, hacia un au-mento del número medio de cabezas por explotación.

Una ganadería cada vez más especializada, más selectiva, menos dependiente de unos mediocres pastizales ha amentado los rendimien tos de manera evidente: el peso medio en canal de los terneros ha pasado de 105,5 Kg. en 1.960 a 168,4 en 1.985. En ese mismo periodo, el rendimiento del bovino de leche ha pasado de 1176 a 3.232 litros/año.

Con lo visto se deduce que la estructura ganadera ha progresado considerablemente en los últimos años. La producción ganadera ha aumentado su participación en la producción final agraria, hasta situarse en el 41%. Incluso hay zonas, como Asturias, Cantabria, Galicia, País Vasco y Gali-cia, donde supone más del 60%. Se trata de un proceso general relacionado con la mecanización del campo (que libera tiempo para otras actividades), con la conservación del suelo mediante el cul-tivo de forrajeras y con la necesidad de mejorar la alimentación humana con proteínas procedente de la carne, leche y los huevos.

6.2. A pesar de esta situación, este sector está sujeto a ciertos problemas:

La balanza comercia l de productos ganaderos tiende a equilibrarse, pero por el modelo ganadero seguido, en perjuicio de la balanza comercial agrícola. En efecto, mientras que a mediados de los años sesenta las importaciones de productos típi-cos para alimento de animales (maíz, soja, tortas oleaginosas, harinas de pescado) tenían un precio barato en el mercado internacional, al comienzo de la década de los 70, una serie de malas cosechas determinó que los precios se disparasen. A eso se unió el monopolio ejercido por muy pocos países en la oferta de estos pro-ductos (fundamentalmente USA) y el control oligopolístico de su comercio por unas pocas grandes empresas. No puede extrañar que en los últimos años arrecien las críticas hacia este modelo y se plantee como alternativa tanto una potenciación y selección de las razas autóctonas, como una mejora y explotación equilibrada de nuestros pastizales.

El tamaño de muchas exp lo tac iones ganaderas sigue siendo inadecuado, a pe-sar de la creciente concentración y del aumento del número medio de cabezas por explotación.

La entrada en la Comunidad Europea plantea la fuer te competencia de la gana-dería comunitaria, así como el problema de los excedentes, que han llevado a re-ducir la producción y establecer cuotas para algunos productos.

6.3. Cabañas

6.3.1. La ganadería bovina.

Page 40: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 40

El bovino de aptitud lechera predomina en los prados naturales del norte de España, en régimen extensivo (alimentado a diente) o mixto. En los alrededores de las ciudades también existe una ganadería intensiva estabulada que aprovecha la proximidad al mercado urbano y el ahorro del transporte. Últimamente está creciendo la importancia de la ganadería lechera en Andalucía, donde existen explotaciones a gran escala que provecha los forrajes de los regadíos.

El problema principal de la producción lechera radica en los fuertes excedentes lácteos de la Unión Europea, que han llevado a fijar un sistema de cuotas, y en la dispersión del sector, aunque en los últimos años tiende a concentrarse para favorecer la competitividad.

El bovino empleado para la producción de carne se localiza principalmente en zonas de montaña (donde no resulta posible la recogida diaria de la leche) y en los montes y dehesas de las penillanuras occidentales y de Sierra Morena, en régimen extensivo. El problema de la producción de carne es su bajo precio, relacionado con los excedentes comunitarios.

6.3.2. La ganadería ovina.Se localiza en la montaña mediterránea, ambas mesetas y Andalucía oriental. Se explota en

tres regímenes: trashumante (en decadencia), estante pastando en rastrojos y barbechos y estabu-lada para ceba de corderos (la de mayores rendimientos). Es principalmente una ganadería exten-siva aunque se está haciendo un gran esfuerzo de mecanización y modernización.

La producción ha aumentado desde 1981, debido a los altos precios pagados por la carne yleche (muy demandada para la fabricación de quesos tipo manchego), así como por las ayudas co-munitarias por cabeza para mantener las explotaciones extensivas

6.3.3. La ganadería porcina.En algunos casos se trata de una ganadería intensiva e industrial (Cataluña), alimentada

con piensos y basada en razas extranjeras que suele adoptar el sistema de la integración, es decir, la conjunción de una empresa, que proporciona la materia prima (lechones) y los piensos, y un ga-nadero, que aporta el establo y el trabajo.

En otros casos se está fomentando la cría del porcino de calidad, basado en razas autócto-nas (cerdo ibérico), como ocurre en Extremadura y Salamanca. La producción de carne de cerdo ha aumentado, y se mantiene al alza, a pesar de las fuertes oscilaciones de precio debidas a las impor-taciones desde países comunitarios.

6.3.4. La ganadería avícola.Es también una ganadería intensiva e industrial que ha adoptado el sistema de la integra-

ción (empresas que aportan pollitos a ganaderos, que ponen el establo y el trabajo). Predominan claramente las razas extranjeras. Las áreas productoras son Cataluña meridional, Valencia, Galicia y Valladolid, y la producción, tanto de carne como de huevos, alcanza niveles elevados.

7. LOS PAISAJES AGRARIOS DE ESPAÑA

La actividad agraria transforma los paisajes naturales en paisajes agrarios. Por tanto, éstos son el resultado de la combinación de los factores físicos y humanos de cada zona.

Page 41: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 41

7.1. El paisaje agrario de la España húmeda.

Comprende el 20% del territorio español. Su extensión abarca todo el norte peninsular, así como algunas montañas interiores húmedas, como los sistemas Central e Ibérico. Entre los factores naturales podemos destacar el relieve montañoso, clima oceánico y vegetación de bosque caducifo-lio y prado.

La estructura agraria se caracteriza por los siguientes rasgos:

Una población tradicionalmente muy numerosa a la que el campo no podía pro-porcionar ingresos suficientes, por lo que estuvo sometida a fuerte emigración. Hoy es una población envejecida. El poblamiento predominante es disperso intercalar a partir de aldeas, parroquias y pueblos.

Los campesinos son propietarios de pequeñas parcelas (mini fundismo ), cercadas por setos y alejadas entre sí, lo que disminuye su rentabilidad y dificulta la mecani-zación. Para corregirlo, se ha impulsado la concentración parcelaria. Inexistencia de barbecho y régimen de tenencia directa de la tierra.

Los usos del suelo son principalmente ganaderos.

La superficie cultivada Es poco extensa. En la zona costera los campos ocupan el fondo de los valles; en el interior,

al ser éstos más estrechos, el aprovechamiento agrario es muy reducido. Es una agricultura de se-cano, debido a la regularidad de las precipitaciones.

En e l pasado se practicaba el policult ivo porque los campesinos vivían muy aislados y ne-cesitaban autoabastecerse. Se cultivaban productos hortofrutícolas en pequeños huertos al lado de las casas para consumo familiar: maíz, patata, frutales y vid, esta última sobre todo en Galicia. En las tierras de peor calidad se sembraba cebada o centeno, y la economía familiar se completaba con la cría de ganado. Sólo una parte de estos productos se vendía en el mercado.

En la actual idad , el policultivo va desapareciendo y la agricultura se va especializando en cultivos de huerta y plantas forrajeras para el ganado (prados, alfalfa, trébol, maíz forrajero) en con-sonancia con el desarrollo de la ganadería vacuna semiestabulada.

La ganaderíaEs la actividad económica más importante. Se ve favorecida por las condiciones climáticas,

por la demanda urbana de leche y de carne y por el éxodo rural.

En Gal ic ia sigue predominando la pequeña y mediana explotación familiar, a pesar de los esfuerzos recientes de modernización. En la fachada cantábr ica , las explotaciones se han moder-nizado más en tamaño y equipamiento aunque tampoco son competitivas por falta de pastos y de tierra, por lo que se ha extendido la agricultura a tiempo parcial.

Las perspectivas de futuro no son muy buenas. Muchas explotaciones son todavía peque-ñas y anticuadas y existe gran dependencia de las industrias lácteas. El ingreso en la UE plantea además una mayor competitividad comunitaria y un problema de los excedentes, que conlleva la imposición de cuotas y la disminución de la producción lo que, a su vez, dificulta la modernización.

Page 42: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 42

La explotación forestalEs otra actividad importante. Se destina a la industria del mueble o a la obtención de pasta

de papel.

7.2. El paisaje agrario del interior peninsular

Ocupa el 50% del territorio peninsular comprendiendo ambas mesetas, la depresión del Ebro y el interior de Andalucía. En general posee una elevada altitud, un clima mediterráneo conti-nentalizado, con un fuerte contraste estacional de temperaturas, escasas precipitaciones estivales y riesgo de heladas en amplias zonas del norte.

Estructura agraria La población ha emigrado en los últimos decenios, provocando despoblación y

abandono de tierras en casi todas las provincias. El poblamiento es concentrado en los pueblos, pequeños en los valles del Duero y del Ebro, y grandes y distanciados entre sí en la mitad sur.

El sistema de propiedad es variado: el minifundio domina en el valle del Duero (donde se ha visto atenuado por la emigración y la concentración parcelarla) y en los regadíos del Ebro. Las grandes propiedades son características de Salamanca, Burgos, Castilla-La Mancha y en los secanos aragonés y extremeño.

En este amplio espacio existen paisajes agrarios muy contrastados.

La agriculturaSupone el 40 % de la superficie supone el 40% y presenta áreas muy diferenciadas

En las montañas y en las peni l lanuras predominan las explotaciones forestales y ganaderas en régimen extensivo. El aprovechamiento agrario sólo es posible en los valles, donde se da un policultivo de subsistencia: los cereales entran en rota-ción con las patatas y los forrajes.

En los páramos y campiñas destacan los cultivos de secano. Se trata, en general, de una agricultura extensiva y en algunas zonas de escaso rendimiento, que utiliza aún sistemas de cultivo tradicionales, como la rotación de cultivos y el barbecho. Los cultivos más importantes son los típicamente mediterráneos (cereales, vid y olivo),

En e l pasado solían ser cereales en campos abiertos, que rotaban con legumi-nosas o barbecho y llevaban asociada una ganadería ovina extensiva que pasta-ba en los rastrojos. El resultado era una escasa rentabilidad que ocasionaba una alta emigración. En Castilla León predominan los cereales, mientras que en Casti-lla la Mancha y Extremadura cobran importancia el olivar y el viñedo. Este último destaca también en la Rioja por su extensión y calidad.

En la actual idad , en el interior peninsular se ha sustituido en gran parte el trigo por la cebada y el girasol. También ha disminuido el barbecho gracias a la exten-sión del regadío y del girasol como cultivo de descanso. Esta tendencia choca

Page 43: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 43

con la reforma de la PAC, que para acceder a las ayudas obliga al agricultor a de-jar en barbecho, además de la superficie normal, otra adicional.

En las vegas , los cultivos de regadío permiten una aprovechamiento más intensivo

Tradic ionalmente el único espacio regado eran pequeñas extensiones a orillas de los ríos y cerca de los pueblos, que producían sobre todo verduras y hortalizas para el consumo

En la actual idad ha aumentado el regadío por el uso del agua embalsada y sub-terránea, lo que ha permitido diversificar la producción Se cultivan la remolacha azucarera y cereales en la submeseta norte; cultivos hortícolas en el valle del Ebro; y productos de vega, maíz y otros cultivos, como arroz y flores, en la Sub-meseta sur.

La ganadería tiene importancia en ciertas zonas En las montañas del Sistema Ibérico, Pirineo aragonés y Sistema Central se ha ex-

tendido el vacuno de or ientación cárnica

En las inmediaciones de los núcleos urbanos y regadíos modernos ha crecido un vacuno estabulado para leche , especialmente en Castilla León.

En Extremadura el paisaje dominante es la dehesa , que se extiende hacia Sala-manca y Zamora. Es una gran explotación agroganadera, que, en las zonas de sie-rra, tiene también aprovechamiento forestal (encina y alcornoque). Las dehesas cultivadas unos años, suelen dejarse en descanso otros, sirviendo de pasto a re-baños de ovino, porcino o bovino en régimen extensivo. También se han reconver-tido espacios hacia otros usos como la caza.

7.3. El paisaje agrario mediterráneo:

Comprende el litoral y prelitoral mediterráneo, el valle del Guadalquivir y Baleares. Estas zo-nas poseen un medio físico caracterizado por un relieve accidentado -llano en la costa y algo mon-tañoso en el interior y un clima mediterráneo costero con existencia de un período de aridez estival muy marcado y escasez de precipitaciones.

Estructura agraria

o Una población numerosa, tradicionalmente dispersa, pero cada vez más los agricultores prefieren fijar su residencia en núcleos concentra-dos, donde encuentran más servicios, salvo en el caso de las huertas litorales.

o Existe una desigual distribución de la propiedad . Generalmente la tie-rra está muy dividida en las zonas regadas. En el secano, hay un pre-dominio de la pequeña y mediana propiedad en Valencia y Murcia, medianas en Cataluña y grandes en Andalucía Occidental.

o Los usos del suelo son diversos.

La agricultura presenta diferencias en función del agua: regadíos y secanos

Page 44: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 44

o Los cul t ivos de regad ío : vegas y huertas. Utilizan agua procedente del subsuelo o embalses lo que, unido a técnicas modernas e inten-sivas (enarenados, cultivos bajo plástico que han transformado espec-tacularmente el paisaje, riego por goteo...), consiguen dos, tres y hasta cuatro cosechas por campaña. Los cultivos son diferentes según las zonas: arroz, flores, hortalizas y frutales. Los dos últimos, especial-mente orientados a la venta en el mercado urbano y a la exportación, están sufriendo la competencia de oros países mediterráneos como Marruecos o Israel. Las hoyas mediterráneas andaluzas de Málaga y Granada, gracias a la suavidad de los inviernos, se esta creando un nuevo paisaje basado en cultivos subtropicales (chirimoya, aguacate), qué están sustituyendo al tradicional de la caña de azúcar.

o Los cul t ivos de secano se dan en zonas p prelitorales más montaño-sas o accidentadas. Dominan los cereales, el almendro, la vid, y el oli-vo.

La ganader ía apenas tiene importancia actualmente. Tiene un mayor peso en Ca-taluña, donde destacan el ganado vacuno, destinado a la producción de leche y carne, y el ganado porcino, orientado a la producción cárnica. La ovina y caprina son características de los secanos y las reses bravas de las orillas del Guadalquivir.

7.4. Paisaje agrario de Canarias:

Corresponde a un medio físico caracterizado por un relieve volcánico accidentado y poco favorable para las actividades agrarias y un clima cálido durante todo el año, con precipitaciones escasas e irregulares en las zonas bajas por lo que la captación de agua es un tema de máxima importancia en las islas.

La estructura agraria presenta estos rasgos:

o La población rural está en retroceso por la atracción que ejercen so-bre ella las actividades del sector terciario, en especial, el turismo.

o La propiedad agraria muestra importantes contrastes entre las peque-ñas propiedades de las zonas medias y altas y las grandes explotacio-nes de los regadíos costeros.

La agricultura es la actividad agraria dominante:

o La superficie cultivada es reducida, (aproximadamente 1/5 de la super-ficie total) y en ella se puede distinguir:

o En las áreas l i torales regadas predominan el monocultivo destinado a la exportación (tomate, patata extratemprana, plátano), los cultivos ba-jo plásticos (pino, pimiento, flores) y las nuevas plantaciones tropicales (papaya, mango, piña, aguacate).

o En las zonas de mayor a l t i tud y en el interior se da una agricultura de secano y de regadío menos estable, orientada al autoconsumo y que tiene hoy como cultivos más característicos la vid y la patata. El trigo,

Page 45: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 45

que tradicionalmente rotaba con barbecho o patatas ha reducido nota-blemente su extensión.

Page 46: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 46

PESCA EN ESPAÑA

1. LOS MARES SON RICOS EN PESCA

No todas las zonas ocupadas por los mares y océanos tienen la misma riqueza pesquera. Depende de la cantidad de plancton que contenga el agua; éste es un conjunto de microorganismos vegetales (fitoplancton) y animales (zooplancton) que viven en las aguas y cuya abundancia garan-tiza una rica vida marina; con él comienza la cadena trafica que termina en los grandes depredado-res marinos y en el hombre.

Por esta razón, los principales bancos pesqueros se localizan en las plataformas continenta-les, áreas próximas a los continentes y ricas en plancton con una profundidad inferior a los 200 m., en donde la luz penetra con facilidad y llegan las materias orgánicas aportadas por los ríos. Tam-bién es abundante en las zonas donde entran en contacto dos corrientes marinas con distintas tem-peraturas y ricas en oxígeno y sales alimenticias.

1.1. Existen diferentes tipos de pesca

La actividad pesquera, si se considera la duración de la campaña, la distancia al puerto ba-se y las dimensiones de las empresas, puede clasificarse en:

Pesca de ba jura . Es la actividad pesquera que practican pequeñas embarcacio-nes, con técnicas tradicionales, que no se alejan de la costa más allá de las 60 millas. El periodo de actividad es de un día y a su término desembarcan la pesca en el puerto. Las embarcaciones suelen ser propiedades familiares.

Pesca de al tura. Se realiza en alta mar durante varios días o semanas. Los bar-cos son de mayor tonelaje y pertenecen a sociedades de armadores.

Gran pesca . La campaña tiene una duración de varios meses en aguas lejanas del puerto de base. Se realiza mediante barcos factoría en los que, al mismo tiempo que se pesca, se realizan operaciones industriales para la conservación y comercialización del pescado: troceado, envasado y congelado; estos buques son propiedad de grandes sociedades anónimas.

1.2. Nuevas y viejas técnicas

En cuanto a las técnicas que utilizan los pescadores conviven unas muy antiguas y tradicio-nales junto a otras más modernas:

Pesca de superf icie. Dentro de este grupo se incluyen aquellas artes que faenan a poca profundidad, sin sobrepasar los 200 m. Se trata de unas técnicas dirigidas a la captura de especies nómadas, que viven en grupos o que, deslizándose por las capas superiores de las aguas, realizan movimientos migratorios: sardinas, anchoas, atún, bonito, caballa, etc. Entre éstas se encuentran:

Page 47: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 47

o Palangre . Consiste en un conjunto de sedales con anzuelos.

o Pesca de cerco . Se practica con una red tendida por dos barcos que se van aproximando hasta atrapar el banco de peces.

o Almadraba . Era una técnica utilizada desde antiguo en el Medite-rráneo para capturar atunes. Consiste en una red fija que, desde la costa, los conduce a una cámara donde son capturados.

Pesca de fondo . Comprende un grupo de técnicas de pesca cuyas redes llegan a alcanzar entre los 600 ó 700 m. de profundidad. Con ellas se capturan bacalao, merluza, bacaladilla, etc. Entre éstas, se encuentra el arrastre. Consiste en una red móvil que remolcan una o dos embarcaciones y que se arrastra por el fondo de la plataforma continental esquilmando los fondos marinos, destrozando mu-chas crías y arrancando la fauna y la flora marina (poseidonia) a su paso. Este sistema destructor es, sin embargo, muy productivo y las capturas pueden llegar a ser de hasta 10-15 toneladas por pasada.

Estas técnicas se complementan con un conjunto de adelantos técnicos que facilitan la loca-lización de los bancos pesqueros y aumentan la eficacia pesquera. Entre éstos se encuentran el empleo del sonar o radar submarino, helicópteros, la producción de burbujas que atrae a los peces, y la pesca eléctrica, que consiste en crear un campo eléctrico que paraliza a los peces, que luego serán succionados por potentes bombas.

2. CALADEROS DE LOS BARCOS ESPAÑOLES

No todos los puntos del mar son ricos en pesca. Las capturas son más abundantes en de-terminadas zonas que reciben el nombre de caladeros.

Zonas donde la plataforma continental es extensa y las aguas poco profundas:Un buen ejemplo de este tipo de zonas es el Mar de l Nor te y, en general, las aguas euro-

peas del océano Atlántico Norte. Son mares cuyas aguas están agitadas por corrientes marinas y mantienen unas temperaturas frescas. Algunos puntos como el Dogger Bank, el Gran Sol y el Pe-queño Sol, son excelentes caladeros de la merluza y arenque y allí faenan tradicionalmente las flo-tas de altura del Cantábrico y de Galicia, pero hoy día la pesca, en estas aguas de la Comunidad Europea, está estrictamente reglamentada.

Las plataformas españolas son poco aptas para la pesca. Las costas gallega y cantábrica tienen una plataforma estrecha y rica pero muy agotada, aunque se capturan cantidades considera-bles de atún, sardinas y anchoas cuando aparecen los bancos de peces en sus migraciones perió-dicas. La plataforma del golfo de Cádiz es más extensa, pero queda limitada por las aguas naciona-les de Marruecos; aquí se pesca la sardina, el jurel, la pescadilla y especies de alto precio como gambas, cigalas, almejas y calamares. Las costas mediterráneas cuentan con algunas plataformas más desarrolladas, pero muy empobrecidas, y sus aguas son demasiado saladas y calientes; se pesca sardina, boquerón y atún rojo. La abundancia de fitoplancton en las rías gallegas, por ejemplo, es quince veces mayor que la detectada en la costa de Castellón.

Page 48: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 48

Zonas donde se establece un contacto entre corrientes marinas cálidas y fríasEn estas zonas convergen gran variedad de peces. Un buen ejemplo son las costas de T e-

r ranova en donde confluyen aguas frías de la Corriente del Labrador y cálidas de la Corriente del Golfo; además, cuentan con una plataforma continental extensa. Las aguas de Terranova son fre-cuentadas por los barcos españoles de gran altura en campañas de pesca que duran meses, y que se dedican preferentemente a la captura de bacalao y fletán. Hoy, Canadá se reserva los mejores caladeros y ha limitado los permisos de pesca y las capturas.

Zonas ricas en plancton como las corrientes frías.Las is las Canarias son un ejemplo de este tipo de zonas; deben su riqueza pesquera a las

corrientes frías que corren junto a sus costas orientales en el llamado banco sahariano. Hay una se-rie de peces como el atún, el arenque o la sardina que se alimentan exclusivamente de plancton. Otras especies, como el bacalao, la pescadilla o la raya, acuden a las aguas frías para devorar a los peces que se alimentan de plancton. Estas aguas también son ricas en merluza y gamba. La flota española comparte la pesca en esta zona con barcos de otros países como rusos y japoneses. Aquí nuestros pesqueros tienen frecuentes conflictos con los países africanos limítrofes, por lo que se ha llegado a acuerdos con Marruecos, Senegal y Mauritania.

La importante flota pesquera española de gran altura ha buscado nuevos ca laderos en co-rrientes frías en países lejanos como son las costas de Angola y el canal de Mozambique, donde buscan merluza, marisco.

3. LAS REGIONES PESQUERAS ESPAÑOLAS Y SU IMPORTANCIA

El territorio del Estado español se divide administrativamente en diversas regiones pesque-ras, las cuales tienen distinto peso tanto por: la cantidad como por la calidad de sus capturas, el equipamiento de sus puertos y la capacidad y modernidad de sus barcos de pesca

Región de l Noroeste incluye todas las costas gallegas. Es la región más impor-tante, tanto por el volumen de la pesca desembarcada como por su valor. El puer-to de Vigo es el primero de España y donde tiene la base una buena parte de la flota congeladora y bacaladera. A su alrededor se sitúan los principales astilleros de buques de pesca, una buena parte de la industria conservera y muchas em-presas pesqueras y distribuidoras.

La región Cantábr ica: Se extiende desde el río Eo hasta el Bidasoa. Es la se-gunda en tonelaje de pesca desembarcada. Los puertos de Pasajes. Ondárroa, Bermeo y Gijón sirven de base a los barcos que faenan en aguas comunitarias.

La región Surat lánt ica se extiende de Ayamonte a la Línea de la Concepción, y comprende los puertos de Cádiz, Huelva y Algeciras donde se desembarcan es-pecies de gran valor económico, como cigalas, langostinos, gambas, a menudo procedentes de las costas africanas.

La reg ión Canar ia cuenta con los puertos de las Palmas y Arrecife. Sus barcos practican la pesca de altura y de gran altura en las costas africanas, pero cada vez encuentran más problemas, especialmente en el banco sahariano.

Page 49: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 49

La Región Medi ter ránea tiene puertos pesqueros poco activos. En general son pobres en pesca, hasta el punto de que son importadores de pescado, principal-mente durante la época turística.

4. ESPAÑA, UNA POTENCIA PESQUERA

España, con 7.900 km. de litoral, ha tenido desde antiguo una larga tradición pesquera que ha desarrollado en su propia plataforma continental y en caladeros internacionales. Para compren-der cómo España ha llegado a ser una gran potencia pesquera, es preciso recordar que la pesca es una actividad tradicional en nuestras costas. Desde antiguo, se practicaba la pesca artesanal o de bajura, que utilizaba barcas pequeñas que se mantenían a la vista de la costa y faenaban con técni-cas tradicionales que exigían mucho trabajo. Esta pesca abastecía una demanda importante de pescado fresco o en salazón y representaba un aporte de proteínas en la dieta española, siempre pobre en carne.

Actualmente España, a pesar de no reunir las mejores condiciones para el desarrollo de la pesca, está considerada como una de las grandes potencias pesqueras mundiales, únicamente su-perada por Japón, Rusia y los Estados Unidos. Si bien España ocupa el decimoquinto lugar por el volumen de pesca desembarcada, ésta tiene mucho valor comercial; además cuenta con una flota pesquera numerosa y competitiva, con un sector pesquero que tiene gran capacidad empresarial y dispone de mano de obra cualificada.

La pesca en España tiene poco valor en el conjunto del producto interior bruto español (0,5% del PIB) y escasa capacidad para crear empleo directo (emplea solamente el 0,7% de la po-blación activa del país). Sin embargo, tiene mucho valor derivado, ya que genera un importante sec-tor de astilleros, equipamientos, abastecimientos, industrias conserveras, redes de distribución, etc.

La modernizac ión y la gran expansión del sector pesquero comenzó en 1961 como con-secuencia de la Ley de Renovación y Protección de la Flota Pesquera. Esta Ley procuró importan-tes recursos y créditos muy baratos para renovar la flota cuya vejez, atraso técnico y pequeño radio de acción eran conocidos. Con esta medida, el Gobierno buscaba construir el mayor número de bu-ques posible con el objetivo de mejorar la alimentación, desarrollar la industria conservera y dar tra-bajo a los nuevos astilleros del país.

Así pues, la flota pesquera española alcanzó un gran desarrollo y comenzó un proceso de modernización que la llevó a ampliar el radio de sus caladeros hasta lugares muy alejados de sus bases, pesca de altura y gran altura y a multiplicar las capturas. Se vivían unos momentos en los que no había presiones sobre la pesca por parte de los países ribereños, que mantenían como aguas jurisdiccionales las 12 millas a partir de la costa. De esta forma nuestro país se convirtió, a mediados del siglo XX, en una gran potencia pesquera. En 1973, esta política alcanzó los resulta-dos más brillantes con el desembarco de más de millón y medio de toneladas de pescado.

A partir de este año, la pesca española se enfrenta a una cr isis di f íc i l de resolver . Desdede 1977, numerosos países superan a España en actividad pesquera. El sector pesquero se enfren-ta a una dura crisis que obliga a replantear las prácticas actuales y a pensar en una explotación más racional y sostenible de los recursos del mar.

Page 50: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 50

Las condiciones de n u e s t r a s p l a t a f o r m a s n o s o n ó p t i m a s , ya que son es-trechas y muestran signos de agotamiento por una sobreexplotación anterior. El Mediterráneo tiene unos recursos limitados porque las condiciones físicas de sa-linidad y temperatura no son las más adecuadas. Las especies capturadas en es-tas aguas son el atún, boquerón, cigalas, sardina, etc. El Atlántico, especialmente el noroeste, con mejores condiciones de salinidad y temperatura, es la región pesquera por excelencia. Se captura atún, anchoa, besugo, bonito, gallo, merluza, etc.

La f lota ha ido envejeciendo como consecuencia de las malas perspectivas que se adivinaban en este sector.

Y con prob lemas pesqueros con o t ros pa íses , como consecuencia de la ex-tensión de sus zonas económicas exclusivas a 200 millas. A largo plazo consi-guieron expulsar a los barcos españoles de las zonas donde tradicionalmente habían pescado, especialmente cuando, en la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982, esta medida se convirtió en definitiva.

Con la adhesión en 1986 a la futura Unión Europea , España se ha incorporado a la Euro-pa Azul, que implica aceptar una política común de pesca para todos los países miembros. Supone la aceptación del número de barcos que pueden faenar en aguas comunitarias, el tope de capturas por especies y la utilización de técnicas permitidas. Igualmente es la Unión Europea la que negocia los acuerdos con terceros países, hecho fundamental para nuestra flota, que necesita de otras pes-querías cuyo acceso cada vez resulta más difícil.

La producción anual gira en torno a 1,4 millones de toneladas que se destina al consumo in-terno en un 80 por 100 aproximadamente, pero debido a la fuerte demanda del consumo español (48 Kg. por persona y año) obliga a la importación de grandes cantidades procedentes de las po-tencias pesqueras actuales: Canadá, Noruega, Islandia y Chile, entre otros.

5.- LA RECONVERSIÓN PESQUERA

El sector pesquero tiene ante sí un panorama poco halagüeño, aunque quizá lo tienen mejor los pescadores. Las soluciones se orientan en una tiple dirección: hacia la reconversión del sector pesquero, hacia el fomento de la acuicultura, y hacia la búsqueda de empleos alternativos.

La reconvers ión del sector se haría de manera similar al realizado con la indus-tria siderúrgica o naval. Hasta el momento, las medidas adoptadas se han enca-minado a crear empresas mixtas con barcos y pescadores españoles bajo otras banderas para pescar en caladeros ajenos y fomentar la acuicultura.

El fomento de la acuicul tura es un modelo económico sostenible sin los incon-venientes del tradicional. La acuicultura continental, principalmente truchas, pro-dujo casi 30.000 toneladas en 1997. Sin embargo, la más importante y de mejor futuro es la marítima de Galicia y Andalucía. A los criaderos de mejillones de las rías gallegas se han incorporado últimamente nuevas especies marinas de cría controlada, como el rodaballo, la dorada o la lubina.

Page 51: LA POBLACIÓN ESPAÑOLAchopo.pntic.mec.es/fyeves/temas_geo_bach/geografia_II_humana.pdfLa población española cada año experimenta alteraciones tanto del número de personas como

Geograf ía de España

F. Yeves. Pág.: 51

La reducción de las capturas mundiales en los próximos años hará cada vez más rentable el establecimiento de estas granjas del mar, que aumentarán su produc-ción y diversidad como complemento de la pesca tradicional y como alternativa válida para satisfacer la alta demanda del mercado español.

El optar por otro trabajo alternativo más rentable, como el turismo o actividades complementarias, es las iniciativas comunitarias a quienes quieran abandonar es-ta actividad en declive.