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7/31/2019 La pelea por los subtes. O por qu la poltica argentina (muchas veces) es territorial - Facundo Cruz

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LA PELEA POR LOS SUBTES. O POR QU LA POLTICAARGENTINA (MUCHAS VECES) ES TERRITORIAL

por Facundo Cruz*

Ya estamos algo acostumbrados a los vaivenes del federalismo en Ar-gentina. No slo por los continuos cambios que ha habido en las relacionesfiscales, gubernamentales y administrativas entre el Estado nacional y lasprovincias (Bonifacio y Del Cogliano 2011, Cheli 2011), sino tambin porlas fuertes disputas poltico-electorales que han surgido entre sus respectivospoderes ejecutivos desde el retorno de la democracia en 1983.

Si bien el actual conflicto entre el gobierno nacional y el de la Ciudadde Buenos Aires es novedoso en cuanto a su temtica, no lo es en su dinmi-

ca. La disputa por el traspaso de los subterrneos a la jurisdiccin portea esun captulo ms de estos vaivenes federales, el cual se encuentra, adems,potenciado por la prxima consulta electoral. No hay que menospreciar susposibles efectos en las elecciones legislativas de 2013, ni tampoco en laspresidenciales de 2015, momento en el cual, posiblemente, contaremos conun nuevo presidente, siempre y cuando no avance el debate en torno a lareforma constitucional.

Visto en clave poltico-electoral, podemos analizar el comportamien-

to de los legisladores en el Congreso Nacional donde se vot un proyectode traspaso de subterrneos a la Ciudad de Buenos Aires en marzo pasadoun interesante paisaje en el que coinciden clculos electorales futuros y pre-visiones de supervivencia personales. Son ellos, los legisladores nacionales,rehenes polticos de la disputa entre dos actores con peso para 2015: elFrente para la Victoria y PRO.

* Licenciado en Gobierno y Relaciones Internacionales (UADE), maestrando en Anli-

sis, Derecho y Gestin Electoral (UNSAM) y auxiliar docente (UBA-USAL). Agradezcolos comentarios de Miguel De Luca a una versin preliminar de esta reflexin.

POSTData17, N2, Octubre/2012, ISSN 1515-209X, (pgs. 239-247)


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Algunos conceptos tericos disparadores

Antes de adentrarnos en el anlisis, resulta conveniente sentar algunasnociones tericas bsicas. Partimos del supuesto de que los partidos polticosson, hoy en da, concebidos como instrumentos necesarios para la existenciade democracias modernas y competitivas. Sin ellos, podra decirse, no haydemocracia (Aldrich 1995, Stokes 1999, Mller 2000). Si los partidos po-lticos son imprescindibles, los lderes partidarios y, sobre todo, los legisla-dores que responden a ellos, cumplen un rol fundamental para la adopcinde decisiones de gobierno. De esta forma, y como mencionamos ms arriba,

para poder analizar cmo se configura (al menos una parte de) la polticapartidaria argentina debemos observar el comportamiento de los legislado-res en el Congreso Nacional. Es en este mbito institucional donde se puedeapreciar el mayor peso del territorio como variable explicativa para entenderlas posturas que han adoptado nuestros legisladores nacionales en torno alconflicto de los subtes, esto es, la territorializacin de la poltica en Argenti-na (Escolar y Calvo 2005, Leiras 2007).

Ahora bien, del mismo modo en que los legisladores se comportan de

determinada manera a raz de la conjuncin de variables legales y partidarias(Siavelis y Morgenstern 2008), tambin puede decirse que adoptan decisio-nes en base a previsiones personales y clculos polticos futuros. Son, en granmedida, actores racionales. Veamos. Partimos de la premisa de que los legis-ladores, al momento de tratar un proyecto de ley, pueden adoptar cuatroposturas: aprobar, rechazar, abstenerse o ausentarse de la sesin1. Estas pos-turas implican, para 1) su reputacin y 2) su futura carrera poltica, mayoreso menores costos o beneficios polticos. Y estas mismas posturas sern adop-

tadas por los legisladores (suponemos) en base a dos criterios.El primero, preponderante, es netamente territorial: los legisladorestienen en cuenta los distritos a los cuales representan. El segundo, ms rele-gado, es de corte estratgico-electoral: demostrarn una mayor/menor cerca-na hacia alguno de los dos jugadores que disputan el conflicto (kirchnerismo

1 Ausentarse de una sesin al momento de la votacin puede considerarse como unacuarta categora o como una forma solapada de defeccin. Sin embargo, con los datos devotacin que se pudieron recabar de la pgina web del Congreso Nacional, es difcil encon-

trar situaciones de retiro del recinto legislativo a la hora de la votacin diferencindolas deaquellas en que directamente los legisladores no concurrieron a la sesin.

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por un lado, macrismo por el otro), teniendo en cuenta las prximas eleccio-nes legislativas de 2013, pero tambin las presidenciales de 2015. Dada estadistribucin de opciones y prioridades, podemos pensar un esquema similar

al siguiente:

CUADRO 1Criterios de comportamiento y opciones de votacin en torno al proyecto

de traspaso de subterrneos a la Ciudad de Buenos Aires

Fuente: Elaboracin propia.

Este cuadro ayuda a explicar el comportamiento de los legisladores entorno al conflicto del subte, identificando tanto 1) los factores que explicanla votacin (apoyo o rechazo al proyecto) de los legisladores, como 2) losactores (kirchnerismo y macrismo) que resultan beneficiados, directos o in-directos, de las decisiones adoptadas.

Antes de avanzar con el anlisis, es necesario realizar dos comentariosgenerales sobre el comportamiento de los legisladores. La primer cuestinradica en que, si bien existe evidencia de que la tasas de reeleccin para cargos

legislativos es baja en Argentina (Jones, Saiegh, Spiller y Tommasi 2002,Lodola 2009), suponemos que los legisladores intentarn construir una buenaimagen pblica en el distrito por el cual fueron electos. En tanto actoresracionales, aspirarn a conseguir cargos pblicos; ya sea el mismo que ocu-pan o uno distinto al que aspiran, sean electivos o designados. Para materia-lizar esta aspiracin, resultar importante cultivar una relacin armnica conel gobernador (si son del mismo partido), puesto que ste es clave en elproceso de nominacin de candidatos (De Luca, Jones y Tula 2002).

La segunda cuestin se desprende de la anterior. Aunque en las de-mocracias contemporneas el electorado no se interesa por memorizar las

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votaciones de sus legisladores, las decisiones adoptadas por stos tienden aconformar el capital poltico del cual se nutren durante las campaas elec-torales. Podemos esperar que, en las prximas elecciones legislativas2, quie-

nes compitan por un cargo en el Congreso Nacional querrn valerse de suscomportamientos pasados como smbolo de la defensa de los distritos a loscuales representan.

En el Senado

Comencemos el anlisis por el comportamiento de la UCR en el Se-

nado. De un bloque que en un principio encontr serias dificultades paraconstituirse slidamente surgi un homogneo apoyo al traspaso de los subtes.

Al menos en la votacin en general. El criterio seguido para la votacinnominal es doble y reforzado. Primero, porque la UCR no tiene ningnsenador electo por la Ciudad de Buenos Aires. Segundo, porque su dirigenciapartidaria teme que la consolidacin de Mauricio Macri como candidatopresidencial para 2015 sea una tentacin para varios intendentes radicalesdel interior del pas, independientemente de si ello implica un apoyo indi-

recto al oficialismo.Una dinmica similar tuvieron los senadores que responden al hetero-

gneo bloque del Peronismo Federal (disidente). Ya de por s es un sectordifcil de analizar colectivamente, pero del cual, igualmente, se pueden ex-traer algunas consideraciones. Por ejemplo, los casos como el de Sonia Escu-dero (Salta), Graciela Di Perna (Chubut) y Mara Higonet (Salta) siguen lamisma lnea que la UCR y privilegian un clculo estratgico-electoral porsobre la territorialidad. Las tres legisladoras mencionadas no representan a la

Ciudad de Buenos Aires en el Senado y, adems, prefieren no beneficiarindirectamente a quien podra ser un posible competidor electoral. Tal es asque tanto la UCR como el Peronismo Federa, al no estar atados por distritoy eligiendo como contrincante al macrismo, terminan dando un apoyo in-directo al kirchnerismo.

En cambio, si vemos otros casos, el criterio de territorialidad privile-gia. Mara Eugenia Estenssoro (Coalicin Cvica) y Samuel Cabanchik

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En 2013 la Ciudad de Buenos Aires es uno de los ocho distritos que renuevan sussenadores en el Congreso Nacional.

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(PROBAFE y, aleatoriamente, oficialista-opositor) son dos senadores querepresentan al distrito capital. A ambos se les vence el mandato el prximoao y no desean ser castigados por un traspaso de servicios que implique un

posible aumento de impuestos. Consecuentemente, ambos votaron por elrechazo, independientemente de su postura hacia el gobierno nacional.

Finalmente, dos casos particulares merecen atencin aparte. Primero,el rechazo de parte del interbloque FAP (Luis Juez, Norma Morandini y

Jaime Linares) al proyecto se explica ms bien por el criterio tctico-electo-ral: paga mejor ser opositor al gobierno nacional, diferenciarse de la UCRy votar en contra. Pero esto se complica si vemos el segundo caso, esto es, laabstencin de Rubn Giustiniani (PS, miembro del FAP). El senador por

Santa Fe tiende a privilegiar la relacin equidistante entre kirchnerismo ymacrismo, a) sin la presin por su distrito de eleccin (esto es algo quecomparte todo el FAP en el Senado) y b) con la batalla ya ganada por elbloque del FVP en el Senado. Perdido por perdido, abstencin.

En la Cmara de Diputados

En la Cmara Baja es donde se esperara (en teora) una mayor unifi-cacin de los partidos polticos opositores en torno al traspaso. Primero,porque en la Cmara de Diputados es mayor la cantidad de legisladoreselectos (25) por la Ciudad de Buenos Aires (criterio de territorialidad). Se-gundo, porque sera una buena seal de la dirigencia poltica para forzar alFPV y al PRO a encontrar un punto de acuerdo, previendo el ciclo electoralque comenzar el ao prximo (criterio tctico-electoral). Tercero, porque enesta Cmara el PRO s tiene representacin legislativa (11 legisladores).

Pero la teora no siempre funciona. El bloque de diputados de laUCR se encontraba, hasta el da de la votacin, dividido. Por un lado, yreplicando la estrategia de sus pares en el Senado, el sector que responde aRicardo Alfonsn consideraba votar a favor del proyecto de traspaso. Por elotro, quienes acompaaban a Oscar Aguad, prefirieron apostar a un perfilmarcadamente opositor y hacer sus propios clculos electorales en torno a2013-2015. El macrismo parece ser, a futuro, un espacio tentador. Los pro-blemas se los compr Ricardo Gil Lavedra, con una difcil combinacin de

factores: presidente del bloque de la UCR, alfonsinista, obligado por disci-plina partidaria a respetar la decisin de la dirigencia, pero electo en la Ciu-



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dad de Buenos Aires y con vencimiento de mandato en 2013. Problemas desupervivencia poltica, y no son pocos. Tal situacin de inestabilidad internano pas desapercibida. La UCR privilegi la unidad en la votacin a costa de

la unidad interna: 29 diputados votaron a favor del proyecto, 2 lo rechaza-ron y slo 1 se abstuvo. Repitieron la estrategia del bloque de senadores,pero pagando un alto costo poltico interno a mediano y largo plazo.

El FAP tampoco estuvo exento de conflictos internos. En este caso, separti en tres. El sector de Claudio Lozano (Unidad Popular) privilegi elcriterio tctico-electoral pero sin querer apoyar indirectamente a ninguno delos dos demonios. De ah se explica la abstencin de los 4 diputados, de loscuales 2 representan a los ciudadanos de la Ciudad de Buenos Aires. Por su

parte, Roy Cortina (nico Diputado del PS por la Ciudad de Buenos Aires)se vio presionado por la territorialidad y prefiri el rechazo del proyecto. Elresto del bloque socialista (5 legisladores) eligi no jugar para ninguno de losactores en disputa y replic la estrategia de su par en el Senado: perdido porperdido, abstencin. Coincidiendo, as, con Unidad Popular.

Finalmente, el GEN de Margarita Stolbizer prefiri el rechazo: sus 5diputados votaron en contra, ya que ninguno corresponda a la Ciudad deBuenos Aires y coincidi con su par del Senado (Jaime Linares).

Reflexin final

Resulta interesante, a modo de reflexin final, ver los nmeros totalesde las votaciones para comprender el doble juego de la territorialidad y delclculo tctico-electoral. En el Senado, la cuenta es sencilla: 3 senadores porla Ciudad, de los cuales 1 solo (Daniel Filmus, FPV) vot a favor por disci-

plina partidaria y los 2 restantes votaron en contra (ya analizados). En laCmara de Diputados, sin embargo, los nmeros resultaron ser ms llama-tivos. De los 25 correspondientes, 8 votaron a favor (mayora del FPV y losmencionados de la UCR), 10 en contra (PRO, Patricia Bullrich, Roy Corti-na y algunos de la Coalicin Cvica) y 5 se abstuvieron (los mencionados deUnidad Popular y Proyecto Sur).

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CUADRO 2Votos totales y porcentaje por Cmara del Congreso Nacional

Fuente: Elaboracin propia en base a registro de votaciones nominales del Congreso Nacional.

Pero estos clculos no simplifican el panorama. Quedan todava al-gunos disparadores sobre lo que puede llegar a pasar en el mediano y largoplazo en torno al conflicto poltico entre ambos gobiernos. Ms bien, sondudas y planteos hipotticos. Primero, qu pasa con los diputados del FPVque fueron electos por la Ciudad de Buenos Aires? Es decir, cmo explicar el

pase de los subtes con el posible aumento de impuestos sin pagar un costopoltico alto? Puede ser por disciplina partidaria, puede ser porque no perci-ben otra salida ante el temor de represalias futuras, puede ser porque noaspiran a renovar mandato sino a estar de paso por el Congreso y aspiran amejores cargos cuando se venza su mandato (Jones, Saiegh, Spiller y Tommasi2002, Lodola 2009), como por ejemplo pueden ser los casos de RobertoFeletti o de Andrs Larroque.

Segundo, el debate en la Legislatura de la Ciudad. Ac debemos dejar

de lado el criterio de territorialidad porque, verdad de Perogrullo, todos repre-sentan a la Ciudad. De ah que el clivaje puede llegar a pasar por el apoyo orechazo al partido en el gobierno (PRO) y si puede (o no) hacerse cargo de lossubtes sin aumentar los impuestos. Esto tambin depender de los acuerdosque se forjen entre los bloques parlamentarios en torno a otras cuestiones cen-trales (votacin Presupuesto 2013, endeudamiento, reforma poltica, etc.).

Independientemente de estas conjeturas, an quedan algunas sorpre-sas. La realidad es que este debate ha perdido peso en la agenda poltica

diaria. La realidad poltica argentina, con una multiplicidad de conflictospolticos (nacionales e internacionales) latentes, aparenta (por momentos)



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estar relegando a un segundo plano la disputa en torno al traspaso de lossubterrneos hacia la Ciudad de Buenos Aires. Lo que, sin embargo, noimpide que pueda activarse en cualquier momento. A pesar de estos vaivenes

cotidianos, no podemos dejar de ver a la poltica partidaria argentina, da ada, ms cerca de la territorialidad. Al menos eso reflejan las institucionesrepresentativas.

Bibliografa consultada

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America, Chicago , The University of Chicago Press.Bonifacio, Santiago y Natalia Del Cogliano (2011) Un acercamiento a la comprensin de

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Resumen

La dura disputa poltica iniciada a comien-

zos del 2012 entre el gobierno nacional(FPV) y el gobierno de la Ciudad de Bue-

nos Aires (PRO) en torno al traspaso de los

subterrneos a manos del segundo antici-

p, en gran medida, la pelea electoral 2013

(legislativa) y 2015 (presidencial y legislati-

va). Esta disputa se traslad al Congreso

Nacional, rgano institucional que resulta

clave para entender las posturas adoptadas

por legisladores propios y extraos a los ac-tores en conflicto. Es ah donde se puede

analizar el comportamiento de los legislado-

res nacionales, quienes se encontraron como

rehenes polticos de un conflicto ajeno y

que debieron privilegiar uno de dos criterios

(o ambos): la supervivencia electoral perso-

nal y el distrito al que cada uno representa.

Palabras clave

Frente para la Victoria PRO Congreso Nacional Subtes elecciones

Abstract

The harsh political dispute began in early

2012 between the federal government (FPV)

and the government of the City of Buenos

Aires (PRO) related to transfer of the subway

administration advanced the 2013

(legislative) and 2015 (presidential and

legislative) electoral confrontation. This dis-

pute was translated to the National Congress,

essential to understand the position taken

by legislators, both related to the conflict and

also the ones who were not. This is where we

can analyze the legislators behavior, who

found themselves as political hostages of a

foreign conflict and choosing between two

criteria (or both of them): electoral survival

and the district they represent.

Key words

Frente para la Victoria PRO National Congress Subway elections


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