la iglesia y la migración

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Contenido integro de las conferencias y trabajos presentados en las jornadas celebradas el 25 y 26 de abril de 2003 en el Seminario Teológico UEBE de Madrid.

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Iglesia y Migración

Conferenciantes:

Dra. Ángeles Escribá ChordáDr. Máximo García RuizD. Juan Medrano CucurellaDr. Fernando Méndez MoratallaDr. Samuel Escobar AguirreD. Emmanuel Buch Camí

Otros participantes:

Estudios de casoD. Félix González MorenoD. Gabriel Piedrahita Castaño

PanelD. José Luis Andavert Escriche D. Guillem Correa Caballé D. David Casado Cámara

Page 4: La Iglesia y la Migración

Edición:

Colabora:

Patrocina:

© de los textos: sus autores© de esta edición: Consejo Evangélico de Madrid

Diseño: Imvisual Design (www.imvisual.com)

Impresión: Rivadeneyra, S. A.ISBN: 84-932411-4-8D. Legal: M-43179-2003

Consejo Evangélico de MadridConsejería de Educación y Cultura

C/ Pablo Serrano, 9 posterior28043 Madrid • Tel.: 91 381 89 88

[email protected]

Page 5: La Iglesia y la Migración

Í N D I C E

Presentación 10

Conferencias 16

Énfasis Sociológico 16Latinoamericanos en España, Iglesias e integración social 16Dra. Ángeles Escrivá Chordá

Inmigración: ¿Un problema o una oportunidad? 56Dr. Máximo García Ruiz

Énfasis Bíblico 80Los inmigrantes en el Antiguo Testamento 80D. Juan Medrano Cucurella

Iglesias e Integración 102Dr. Fernando Méndez Moratalla

Énfasis Misionero 128Las migraciones y la misión de la Iglesia Cristiana 128Dr. Samuel Escobar Aguirre

Índice

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Í N D I C EIglesia y Migración

Énfasis Pastoral 156Pastoral de la emigración: Perspectiva y Acciones 156D. Emmanuel Buch Camí

Estudios de Caso 178

Estudio de Caso 1 178D. Gabriel Piedrahita Castaño

Estudio de Caso 2 184D. Félix González Moreno

Panel 196

Misión Urbana 196D. David Casado Cámara

Iniciativas Solidarias 210D. Guillem Correa Caballé

Operación Tránsito (Sociedad Bíblica) 230D. José Luis Andavert Escriche

Conclusiones de la Consulta 240

Las Iglesias y la Migración 240Dña. Patricia Alsina y D. Joaquín Márquez

Reportaje Fotográfico de la Consulta 252D. Manuel García Lafuente (CEM)

Material Legal Adicional 270

Apéndice: Disposiciones legales y formularios 270D. Mariano Blázquez Burgo y Dña. Carolina Bueno Calvo

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L A S I G L E S I A S Y L A M I G R A C I Ó N

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Presentación La reciente oleada de inmigrantes procedentes, principalmente,de Latinoamérica, Europa Oriental y el norte de África representauno de los fenómenos de mayor repercusión social en España enlos últimos años. Esta ola migratoria se convierte en uno de losmayores retos que nuestra sociedad afronta. El asunto se ha con-vertido en un problema de primer orden social, ya no solo en nues-tro país sino en toda Europa, al punto de que se han realizadoencuentros interestatales al más alto nivel para analizar el fenóme-no y plantear estrategias y legislaciones alusivas a todos los niveles.

Las iglesias protestantes, en su historica sensibilidad y compro-miso activo ante la necesidad de su prójimo, se han movilizadopara paliar en la medida de lo posible, y en muchas ocasiones másallá de lo exigible, las carencias básicas que estos inmigrantes pre-sentan. Comenzando con la provisión de alimentos y ropa, pasan-do por alojamiento y gestiones burocráticas entre otras, las iglesiasevangélicas han sido lugar de refugio, de apoyo moral, afectivo yespiritual de muchas personas que se encuentran desarraigadas desu realidad vital y alienadas en un contexto extraño para ellas.

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P R E S E N T A C I Ó N

conjunto de iglesias que demanda e incardina los resultadosde dicha reflexión en su contexto ministerial.

Consecuencia de esta necesidad, el CEM y el ST-UEBE organi-zan unas jornadas bajo el lema ”Las Iglesias y la Migración”, cele-bradas en el aula magna del ST-UEBE los días 25 y 26 de abril de2003. Las jornadas plantearon la temática desde distintos ángulos.Se ofrecieron seis conferencias impartidas por cualificados espe-cialistas en sus áreas de competencia. Las dos primeras conferen-cias analizaron la realidad social del fenómeno migratorio ennuestro país, recurriendo a diversos y actualizados datos estadísti-cos alusivos al origen, composición y particularidad de los gruposrecibidos, además de una exposición de la evolución y situaciónactual de la ley, otras dos conferencias analizaron las diferentesrespuestas ofrecidas en las Escrituras ante los fenómenos migrato-rios particulares de cada época, además de exponer referentesbíblico-teológicos de actuación. Otra conferencia versó sobre lasimplicaciones que la nueva realidad de la inmigración brindadesde el punto de vista de la misión de la iglesia. La conferenciafinal enfatizó la labor pastoral que la iglesia debe ejercer entre losinmigrantes. Complementando el requerido planteamiento teóri-co-conceptual proporcionado por las conferencias, se realizaronestudios de caso en los que se analizaron experiencias tanto deespañoles que inmigraron al extranjero como de inmigrantes quellegan a nuestro país, además de tener un panel en el que se pre-sentaron algunas de las respuestas que se están ofreciendo desdediferentes instituciones evangélicas.

Las diferentes y positivas contribuciones de los participantesenriquecieron las jornadas. La mayoría de los asistentes era profe-sionales cualificados y responsables de ministerios entre inmi-grantes en el ámbito de instituciones evangélicas y de las iglesias.El hecho de que, además de los esperados asistentes de las iglesiasde la Comunidad de Madrid, asistieran personas provenientes de

Probablemente, la referencia anterior a la movilización de lasiglesias no sea del todo precisa. En la inmensa mayoría de loscasos, más que una movilización calculada y escalonada, lo quese ha vivido en muchas de nuestras comunidades es la afluencia,la avalancha masiva de inmigrantes que han llenado nuestras igle-sias y que no han dado margen a medir las respuestas, implica-ciones y consecuencias de la nueva realidad que se afronta. Estarealidad no ha permitido más que una acción ”de choque”, enocasiones intermitente, guiada por las necesidades inmediatas apaliar. Se ha carecido de la distancia y tiempo suficientes para arti-cular una respuesta medida que tuviera en cuenta todos los aspec-tos y consecuencias que la situación creaba en nuestras iglesias.

No todo ha sido positivo y loable en este proceso. Lo impre-visto y desmesurado en cuanto al número de casos a atender; lacarencia de medios y preparación para afrontar las distintassituaciones; el relativo conflicto social creado por la heteroge-neidad social y cultural que el fenómeno suscita, y, para quénegarlo, casos de abusos de la buena voluntad de las iglesias yparticulares, han creado situaciones de confusión y respuestasmuy dispares entre las iglesias evangélicas.

Ante la mencionada situación de generosa solidaridad, peroque en muchos casos desborda y desconcierta a las propiasiglesias, el Seminario Teológico UEBE (ST-UEBE) y el ConsejoEvangélico de Madrid (CEM) consideraron de interes priorita-rio aportar elementos de reflexión y criterios madurados quefueran más allá de la propia espontaneidad y momentaneidadde la respuesta ofrecida. Dicho análisis y criterios deberíanaportar un fundamento estable y justificado para la acción queredunde en beneficio de la misma. Ambas instituciones repre-sentan contextos complementarios en este proceso. Por unlado, el ST-UEBE ofrece el rigor y el nivel científico que pre-tende darse a la reflexión. Por otro lado, el CEM representa al

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P R E S E N T A C I Ó N

Andalucía, País Vasco y Comunidad Valenciana, refleja la perti-nencia y actualidad del tema, sin olvidar la abundante representa-ción de inmigrantes entre los participantes, lo que ayudó a ofreceruna panorámica más amplia de la situación. Todos los participan-tes coinciden en la necesidad de continuar analizando y actuali-zando modelos de actuación que nuestras iglesias requieren pararealizar su ministerio entre inmigrantes. En este sentido, tanto elCEM como el ST-UEBE manifiestan su disposición y compromisode continuar promoviendo iniciativas de reflexión y formación,consultas y foros de intercambio de experiencias concretas, quecontribuyan de manera práctica a un mejor desarrollo del minis-terio cristiano que las iglesias evangélicas realizan en este ámbito.De hecho, las iglesias protestantes de Madrid cuentan con laayuda y asistencia que la Consejería de Acción Social ”Diaconía-Madrid” que el CEM ofrece, tanto al nivel de información como alde ayuda práctica en las necesidades ministeriales de un puebloque hace suyo el mandato recibido del Señor de hacer misericor-dia hacia su prójimo.

El presente volumen recoge el material ofrecido en las jorna-das ”Las Iglesias y la Migración”, además de otros materiales deutilidad para los lectores. No es, ni lo pretende, un trabajo queofrezca la solución al problema, ni respuestas definitivas a lasmuchas interrogantes que se plantean. El propósito del CEM ydel ST-UEBE es el de contribuir, ofrecer desde los ámbitos minis-teriales en los que trabajamos una aportación positiva y articu-lada al proceso continuado que el pueblo evangélico desarrollaa favor del inmigrante que convive con nosotros.

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Las Iglesias y la Migración

Manuel Garcia LafuenteConsejero de Educación y Cultura

Julio Diaz PiñeiroDirector

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É N F A S I S S O C I O L Ó G I C O

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Dra. Ángeles Escrivá Chordá

Latinoamericanos en España.Iglesias e integración social

Doctora en Sociología, Universidad Autónoma de Barcelona.Técnico de Investigación. Instituto de Estudios Sociales de Andalucía (IESA).

Becaria Posdoctoral. Proyecto: ”Familias Peruanas Transnacionales”. Ministerio de Educación.

El contexto de la nueva inmigración

El análisis del reciente papel de España como país receptor depoblación –con ánimo de asentarse de manera más o menos tem-poral– procedente de países económicamente más pobres, requie-re poner atención a las diferentes condiciones sociales, económi-cas y políticas que se viven en los lugares de origen y llegada, y alas oportunidades que está generando la vida transnacional.

Antes de pasar a enumerar estas condiciones, cabe recordarvarios aspectos. Entre ellos, que España fue hasta hace bienpoco de manera importante un país de emigrantes y que losigue siendo en buena medida porque mantiene un elevadonúmero de sus nacionales en países de Europa y AméricaLatina, principalmente1, y porque siguen saliendo hombres ymujeres –especialmente cualificados– a trabajar al extranjero afalta de puestos de trabajo aquí en sus respectivas áreas. De esemodo, no podemos concluir que la inmigración es el patrónúnico de los movimientos poblacionales en España, aunque síque sus tendencias y potencial nos tiene alarmados.

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cívica ha venido acompañada de formas antisociales de reaccióncomo son, por un lado, el aumento de la delincuencia y crimi-nalidad callejera pero también la relacionada con el narcotráfico,y por otro, los movimientos guerrilleros de “liberación” junto conla respuesta abusiva de las fuerzas armadas.

Los latinoamericanos que llegan a España traen consigo uncúmulo de experiencias frustrantes en los diversos ámbitos men-cionados, por tanto, a pesar de ser generalmente consideradosinmigrantes meramente económicos, su apremio por salir de supaís está acompañado –cuando no expresamente fundamentado–por la inseguridad y la violencia social y política que allí viven.

El análisis de las causas de la emigración queda parcializado sino contemplamos otros factores de orden socio-cultural. La lite-ratura de investigación menciona el fenómeno de la “cultura dela emigración” como la expresión de la asunción para muchosde que, sean las condiciones que fueren, lo mejor es vivir en elNorte. El imperialismo cultural de los países desarrollados trans-mitido por las ondas televisivas e Internet ha permitido a la vezque crear entre las poblaciones del sur el deseo y la necesidadpor los productos que ellos venden, difundir la imagen de quesólo allí se está más cerca del “paraíso”. De esta suerte, aunquese intervenga y mejoren las condiciones de vida en los lugaresde origen, los individuos siguen orientándose hacia el exteriorque consideran símbolo de progreso y dador de prestigio social.Aunque esto sea en buena medida cierto debe ser matizado enfunción de las distintas pertenencias sociales a las que se vincu-lan los sujetos, entre las que incluimos la pertenencia familiar,étnica, de clase y género. Así, la emigración puede ser para lapauperizada clase media un recurso para el sostenimiento de susestatus de clase, o para sectores indígenas la posibilidad deacceso al mercado y a servicios básicos inalcanzables en origen,o para las mujeres el modo de empoderarse dentro del grupo

En segundo lugar, conviene tener en cuenta que, antes queEspaña, la mayoría de emigrantes de América Latina, África oAsia, se dirigía hacia países con más oportunidades enNorteamérica y Europa noroccidental. A pesar de que estos flu-jos no han cesado, han surgido a la par nuevos destinos de laemigración como España o Italia en Europa, o países vecinoscomo Chile en Sudamérica, o Costa Rica y Panamá en Centro-américa, por hablar tan solo de algunos de los actuales recepto-res americanos. La característica que reúne a muchos de estospaíses de nueva inmigración que limitan con otros más depau-perados es que mantienen dobles patrones migratorios, es decir,reciben inmigrantes a la vez que un porcentaje de su poblaciónsigue saliendo hacia el Norte2.

Las adversas condiciones socioeconómicas y políticas queviven los habitantes de los países latinoamericanos nos son desobra conocidas. Si acaso a modo de resumen muy apuradorecordar que, tras varios decenios de intentos de modernizaciónde las sociedades a través de políticas desarrollistas comandadaspor gobiernos alternamente democráticos y dictatoriales, en ladécada de los ochenta se vive un colapso general que agudiza,por un lado, la situación de pobreza de una creciente poblaciónurbana (fruto principalmente de las migraciones internas) y elempobrecimiento de las capas medias de la sociedad. En vez demejorar, la situación ha ido perpetuándose, incluso empeorandohasta nuestros días, de modo que las previsiones sobre la regiónhan dejado de ser tan optimistas como antaño. Si en lo económi-co hablamos de la falta de recursos para generar empleo y man-tener sistemas de protección social y servicios básicos de calidad,en lo político proliferan las revueltas, protestas y otras expresio-nes de la acción colectiva que buscan espacios de atención a susdemandas primordiales (más democratización, más recursos yservicios, etc.). En muchos de estos países además, la insurgencia

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Latinoamericanos en España. Iglesias e integración social

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mente se configura la presencia de nacionales no comunitariosen los mercados de trabajo.

A la par que ocurre todo ello en el ámbito político y econó-mico y aún habiendo todavía a mediados de los ochenta un muyreducido número de trabajadores extranjeros no-comunitarios,la presión de Europa lleva a que el Estado español ponga en mar-cha una ley y su correspondiente normativa sobre regulación delos flujos de entrada y permanencia de los no-nacionales. La pri-mera legislación, irónicamente titulada, “sobre derechos y liber-tades de los extranjeros en España” de 1986 que será seguida pornumerosas regulaciones en los noventa, resulta en la creación deprocesos y estructuras coactivas para aquellos que buscan opor-tunidades y refugio en este país de las que carecían antes. Noobstante las absolutas restricciones para quienes llegan de paísespobres, se mantienen ciertas ventajas comparativas hacia losnacionales de territorios ligados históricamente a España por elpasado colonial, como son, Iberoamérica, Filipinas y GuineaEcuatorial. Los nacionales de estos países y regiones tienen acce-so al territorio con mayor facilidad –en algunos casos sin visado,aunque esta concesión ha ido perdiéndose paulatimamente– yconsiguen los permisos de residencia y trabajo y su renovación,incluso la doble nacionalización, con mayor rapidez y posibili-dad de éxito que otros nacionales africanos o asiáticos.

El efecto llamada de estas medidas, como de otras que tendránlugar en los años posteriores, al instaurarse la política de contin-gentes o cuotas con determinados países (muy principalmentelatinoamericanos), y más recientemente el establecimiento deacuerdos bilaterales de migración con Ecuador, Colombia yRepública Dominicana, no debe ser menospreciado aunquetampoco magnificado. Generalmente, estas medidas han segui-do más que precedido los flujos, intentando controlar desde ins-tancias gubernamentales los movimientos poblacionales ya en

social y doméstico, por ejemplo, al convertirse en las pionerasde la cadena migratoria.

Sin pretender hablar de estrategias racional y firmemente pla-neadas, es cierto que los diferentes grupos sociales e individuosobtienen de la emigración ganancias en el plano material y sim-bólico que explican el poco peso de los retornos y la multipli-cación de las salidas gracias a la conformación de redes familia-res y de paisanaje de apoyo.

La referencia a las redes migratorias nos permite trasladar laatención a las condiciones sociales, económicas, políticas, y cul-turales de los lugares de recepción, en nuestro caso, España. Losaños ochenta son aquí en cambio el periodo de la consumacióndel proceso de incorporación del país a la estructura económicay política de Europa a través del ingreso en la entonces llamadaComunidad Económica Europea. Los recursos monetarios de lanación provenientes de las exportaciones y el turismo se venaumentados ahora con la serie de subsidios y fondos de com-pensación que Europa transfiere a las regiones menos favoreci-das de su dominio. Se produce un enorme crecimiento del apa-rato estatal y de los gastos del Estado en infraestructuras,equipamientos y servicios, que confiere al ciudadano español unnuevo estatus ante el mundo y que viene acompañado en loinmediato por elaborar otras perspectivas y estrategias en elámbito del trabajo. Por un lado, la creciente incorporación delas mujeres al empleo remunerado, por otro, la elevación del lis-tón en el grado de aceptabilidad y deseabilidad de los diferentestrabajos por la población nativa, soportado por la extensión deun estado mínimo de bienestar y protección social, conlleva queun número de puestos –los menos solicitados– queden disponi-bles para quienes estén dispuestos a ocuparlos. Si en un primermomento se incorporan los gitanos y portugueses en la agricul-tura, también estos últimos en el servicio doméstico, paralela-

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ciones – por un importante número de emigrantes que deseanmantener vínculos estrechos y permanentes con los varioslugares en los que residen3.

Características socio-demográficas de los residentes latinoamericanos

Los latinoamericanos (o iberoamericanos) residentes en Españason 284.000 a 31 de diciembre del 2001 (DGEI, 2002), repre-sentando aproximadamente el 26% del total de la poblaciónextranjera residente, de la cual los nacionales de países pertene-cientes al Espacio Económico Europeo representan el 30% y losafricanos el 27%. Sin embargo, al número de residentes cabeañadir, en el caso latinoamericano otras 14.000 personas contarjetas de estancia por estudios (superiores), y unos 3.800 soli-citantes de asilo. Las cifras totales de población latinoamericanaen España sólo pueden ser estimadas, ya que existe un númerode individuos indocumentados y otros con visados de turismocon intención de permanecer durante más tiempo. Además, atodo ello cabe restar una porción que aún poseyendo permisopara residir ya no lo hacen de manera temporal o permanente.

Pero las cifras y estimaciones hasta ahora expuestas muestranuna imagen incompleta del peso de la inmigración latinoameri-cana en España por cuanto es necesario considerar también elcaso de los nacionalizados españoles. Según nuestros propioscálculos, basados en los datos ofrecidos por el Ministerio delInterior desde 1988 hasta el 2001, más de 50.000 personas deorigen latinoamericano obtuvieron la nacionalidad española,principalmente por residencia en España –aunque hay que con-

curso. Al contrario, los estudios realizados demuestran que cono sin conocimiento de las políticas de inmigración, los emigran-tes han salido de sus lugares con la ayuda de las redes de fami-liares y paisanos, así como de otras redes de tráfico de personas,las cuales son las que verdaderamente han ido conformando laforma y contenido de los flujos al influir, entre otros, en la selec-tividad de los individuos disponibles para emigrar.

Para completar el contexto de la nueva inmigración es nece-sario añadir un nuevo elemento, generalmente ausente en losanálisis que se acostumbran. Se propone observar la poblaciónextranjera en España dentro del continuo de relaciones quemantiene entre el lugar o los lugares de origen y de destino. Lavida transnacional da cuenta de esta imbricación entre losvarios espacios sociales en los que muchos migrantes viven.Bien porque mantienen fuertes sus lazos familiares con losparientes que dejaron en el país de origen o en otros países dedestino y mandan dinero, intercambian ideas e intervienen enlas decisiones domésticas, bien porque se convierten enempresarios transnacionales insertos en las economías étnicas,bien porque participan en actividades políticas y sociales dellugar de origen a través, por ejemplo, de proyectos de desarro-llo, campañas electorales, etcétera, la doble o múltiple asocia-ción del migrante actual, ayudado por el avance de los mediosde transporte y comunicación, es innegable. Con todo, cual-quiera no tiene las posibilidades ni el afán por mantener estosfuertes vínculos con el lugar de origen, a falta de medios eco-nómicos, conocimientos, voluntad, y espacio físico (pensemosen aquellos que viven encerrados en el hogar del empleador oescondidos en fábricas y zonas rurales). La vida transnacionales hoy por hoy un lujo de empresarios y trabajadores cualifi-cados de empresas multinacionales, de famosos y diplomáti-cos, pero también es una realidad construida – con sus limita-

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Latinoamericanos en España. Iglesias e integración social É N F A S I S S O C I O L Ó G I C O

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que las mujeres han sido las mayores protagonistas de las migra-ciones del tipo a) –que se siguieron por las entradas clandestinasa través de la frontera cuando el requisito del visado de entradase instaura– y que estando o no profesionalizadas han tenidoque acceder en su mayoría a un mercado de trabajo secundario.

Tabla 1. Nacionales latinoamericanos residentes en España, por sexo y grupos de edad (2001)

tar adicionalmente con aquellos que la obtuvieron en el país deorigen antes de emigrar por ser hijos o nietos de españoles. Essumamente importante resaltar que la mayoría de estos naciona-lizados puede mantener a su vez la nacionalidad de origen o lade sus padres - tal es el caso de los hijos de latinoamericanosnacidos y residentes en España– ya que existen convenios dedoble nacionalidad firmados con muchos de estos países4.

Por países, el peso de la presencia de ciertas nacionalidades haido variando sustancialmente durante los años. Si en la décadade los ochenta destacaban sobre todo argentinos y chilenos, laprimera mitad de los noventa supuso el avance de las nacionali-dades dominicana y peruana, que de nuevo a final de siglo hasido ampliamente superada por la fuerza de la presencia colom-biana y ecuatoriana. En cada una de estas nacionalidades halla-mos patrones socio-demográficos distintivos aunque tambiénconstantes que se repiten con los años.

El acceso a España de los primeros emigrantes de cada nacio-nalidad ha sido posible en una o varias de las siguientes situa-ciones: a) en ausencia del requisito de visado de entrada, b)como estudiantes y personal altamente cualificado que es inme-diatamente absorbido por las empresas, c) como solicitantes deasilo. Como resultado, estamos ante una población heterogénea,en términos de composición por sexo, edad, estado civil, estratosocial, razones para emigrar, etcétera. Junto a colombianos muycalificados y solicitados por el mercado laboral conviven entrenosotros profesionales y población civil solicitante de asilo porrazones de violencia social y política, y otros paisanos en buscadel empleo que allí les falta o que no está suficientemente remu-nerado para cubrir sus necesidades básicas o satisfacer susexpectativas. Esta división –algo forzada– se ajusta al balancepor sexos. Así, los hombres suelen ser mayoritarios en el tipo b)y c), es decir, como profesionales solicitados y asilados, mientras

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Latinoamericanos en España. Iglesias e integración social É N F A S I S S O C I O L Ó G I C O

Nacionalidad Total % Mujeres Grupos de edad

De 0 a 15 años De 16 a 64años Más de 64 años

IBEROAMÉRICA 283.778 57,68 22.051 254.686 7.041

Argentina 20.412 49,58 1.514 17.067 1.831

Bolivia 3.344 55 276 3.011 57

Brasil 10.910 71,79 916 9.837 157

Chile 6.900 52,12 460 6.002 438

Colombia 48.710* 61,56 4.146 43.947 617

Costa Rica 327 61,04 24 291 12

Cuba 21.467 59,03 1.908 18.773 786

Ecuador 84.699* 49,70 3.963 80.564 172

El Salvador 1.032 67,71 68 930 34

Guatemala 554 73,45 85 445 24

Honduras 1.559 67,68 205 1.319 35

México 5.173 64,08 313 4.615 245

Nicaragua 562 66,73 33 513 16

Panamá 375 56,57 23 323 29

Paraguay 634 71,18 28 579 27

Perú 33.758 59,63 2.646 29.880 1.232

Rep. Dominicana 29.314 70,72 4.239 24.654 421

Uruguay 4.754 49,49 229 4.108 417

Venezuela 9.067 60,86 951 7.640 476

Otros Iberoamérica 227 60,71 24 188 15

Fuente: DGEI (2002)* Izquierdo (2002) sugiere que a fines del año 2002 habrá ya más de 125.000 residentes ecuatorianos y otros 75.000 colom-bianos en España, gracias a los procesos de regularización del año 2000 y de Documentación por Arraigo del año 2001.

Page 15: La Iglesia y la Migración

Tras los y las pioneras se han sucedido las reagrupacionesfamiliares con la ayuda de los visados de turismo, las cuotas ocontingentes anuales, y la propia normativa aplicable de la rea-grupación familiar (restringida a la concepción de la familianuclear). Cabe mencionar que, al menos hasta la puesta enfuncionamiento efectiva de los acuerdos bilaterales de migra-ción, las nuevas entradas se han estado sustentando de paisa-nos y familiares de los mismos lugares de origen dentro decada país. Así, hallamos concentraciones de población oriun-da de una misma ciudad o región de Perú o Colombia en deter-minadas ciudades y zonas de España, existiendo amplias redessociales de parentela y paisanaje. A modo de ejemplo, enAndalucía residen legalmente en el 2001, tan sólo 1.068peruanos, de los cuales, más de la mitad lo hace en la provin-cia de Sevilla, mientras que entre los 7.757 ecuatorianos resi-dentes en esa Comunidad en ese mismo año, casi la mitad seencuentra en Almería, y para los 4.453 colombianos la prime-ra provincia de residencia es Málaga.

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Page 16: La Iglesia y la Migración

cialmente concebidos para el corto plazo hacia proyectos alargo plazo o permanentes. Y es que, no sólo son las oportuni-dades de empleo las que atraen a los inmigrados, sino que tam-bién las mejores condiciones de vida generales, los servicioseducativos, médicos, de agua y luz, la seguridad y la planifi-cación ciudadanas, etcétera, ayudan a decidirse por el nuevolugar de trabajo como el lugar donde asentarse y compartir conlos seres queridos las todavía sobrevivientes facilidades delEstado del bienestar español.

El incremento y variación del número de miembros en loshogares inmigrantes no está sujeto únicamente a los procesosde reagrupación familiar sino además a la formación de nuevasfamilias tras la emigración. Esta formación presenta diferentesmodalidades en la población latinoamericana. De forma máscomún se constituyen parejas de connacionales, aunque por loque sabemos no es nada desdeñable el número de matrimoniosconstituidos por latinoamericanos de diferentes nacionalida-des, y los que se celebran entre latinoamericanos y nacionalesde países europeos, muy especialmente españoles. La siguien-te tabla nos presenta cifras de los matrimonios acaecidos en1999 dentro de territorio español, quedando ausentes losmatrimonios realizados en el extranjero. Tampoco se refleja elsin duda mayor número de uniones libres. Un problema aña-dido de la tabla, es que desconocemos el porcentaje de con-trayentes nacionalizados españoles que celebran nupcias connuevos inmigrantes latinoamericanos.

La migración familiar en cadena, que ha mostrado a menudoen sus principios tendencias al “jale” de parientes del mismosexo, por los condicionantes de los enclaves laborales en que seinsertan (por ejemplo, el servicio doméstico), ha devenido sinembargo en el tiempo en una mayor equiparación por sexos delos porcentajes de residentes. De forma ilustrativa, la inmigra-ción dominicana que comenzó siendo notablemente femenina ycon signos manifiestos hacia la perpetuación de su feminización,ha pasado a estar más compensada a lo largo de los años, debi-do a que las mujeres han ido modificando sus estrategias fami-liares de reagrupación y formación familiar al ir considerandoeste país como lugar de asentamiento.

Tabla 3. Porcentaje de feminización de las principales nacionalidades latinoamericanas enEspaña, comparando 1996 con el año 2001.

Fuente: DGEI (1997 y 2002)

Además de la llegada de esposos y esposas y otros parientesen edad de trabajar, las diferentes vías utilizadas para la rea-grupación familiar han permitido aumentar el número denacionales latinoamericanos menores de edad, jóvenes estu-diantes, amas de casa, discapacitados y enfermos, y mayoresde 60 años, lo cual matiza la imagen predominante del inmi-grante como persona orientada de forma inmediata al mercadode trabajo. Todavía el número de miembros dependientes espequeño relativamente, pero cabe esperar que aumente con-forme los primeros modifiquen sus proyectos migratorios ini-

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Latinoamericanos en España. Iglesias e integración social É N F A S I S S O C I O L Ó G I C O

Nacionalidades 1996 2001TOTAL Iberoamérica 61,9 57,6Argentina 49,8 49,58Perú 62,2 59,63Rep. Dominicana 75,7 70,72

Page 17: La Iglesia y la Migración

diversas condiciones y procedencias. Así, cuentan en su habercon informes sobre los trabajadores extranjeros en la construc-ción, en la hostelería, y en el servicio doméstico. En relación aeste último sector, su estudio del 2001 nos proporciona unaamplia imagen de la inmigración latinoamericana inserta en eserégimen laboral que tiene un importante peso para el colectivo.

Tabla 5. Trabajadores extranjeros en alta laboral en la seguridad social, según continente ynacionalidad por régimen de seguridad social, a 11-1-2002

Tabla 4. Matrimonios en los que al menos uno de los cónyuges es extranjero, según conti-nente de la mujer por continente del varón (1999)

Fuente: DGEI (2002)

Con todo, la primera y principal fuente de incrementos en elnúmero de miembros en los hogares inmigrantes se debe al naci-miento de hijos en España. Careciendo de datos específicossobre los hijos nacidos de mujeres latinoamericanas, al menossabemos que en algunas provincias el porcentaje de nacidos demadre extranjera (cualquier nacionalidad) se acerca e incluso enocasiones supera el 10% de todos los nacidos en el año en cóm-puto, en concreto en 1999. Estas provincias y regiones sonBaleares, Cataluña y Madrid. Las ciudades africanas de Ceuta ysobre todo Melilla, por razones conocidas, presentan porcenta-jes de nacimientos de madres extranjeras mucho más elevados.

Los datos estadísticos oficiales nos ofrecen poca informaciónadicional sobre las características socio-demográficas de los resi-dentes latinoamericanos. Para obtener más detalles sobre losniveles educativos alcanzados por los adultos y el nivel socio-económico así como la ocupación antes de emigrar –entre otrascuestiones– debemos aproximarnos a los estudios a tal fin reali-zados. Por ejemplo, el Colectivo IOÉ ha llevado a cabo en losúltimos diez años una gran variedad de estudios en base aencuestas y entrevistas en profundidad a inmigrantes de las más

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Latinoamericanos en España. Iglesias e integración social É N F A S I S S O C I O L Ó G I C O

Mujer VarónTotal España Otros Resto África Iberoa- Norte Asia

EEE Europa mérica AméricaTotal 11.259 5.137 2.635 441 1.342 1.117 265 293España 4.924 - 2.128 327 1.123 893 231 198Otros EEE 1.338 886 340 13 43 31 9 14Resto Europa 721 578 37 86 11 6 1 2África 881 689 27 3 149 2 2 8Iberoamérica 2.990 2.701 80 10 9 184 3 3América Norte 153 119 9 1 4 1 17 1Asia 228 145 10 1 3 - 2 67

Nacionalidades TotalRégimen de Seguridad Social

Régimen R. E. Trab. R. E. R. E. Emp. general Autónomos Agrario Hogar

Iberoamérica 176.921 119.205 9.115 14.299 34.027

Argentina 10.299 7.650 2.135 134 364Bolivia 1.948 1.293 101 115 437Brasil 4.738 3.293 659 78 706Chile 3.801 2.951 407 39 394Colombia 27.417 19.621 1.322 1.179 5.284Costa Rica 139 113 14 3 8Cuba 11.344 9.709 881 227 476Dominica 366 199 16 3 148Ecuador 68.476 42.751 582 11.920 13.205El Salvador 512 347 27 2 136Guatemala 177 102 22 4 49Honduras 754 552 18 8 173México 2.203 1.677 382 18 126Nicaragua 289 190 29 6 64Panamá 178 136 21 2 19Paraguay 352 239 34 5 74Perú 23.170 15.254 976 265 6.531Rep. Dominicana 13.477 7.579 547 176 5.173Uruguay 2.532 2.043 338 27 117Venezuela 3.980 3.046 555 75 296Otros Iberoamérica 771 460 49 13 247

Fuente: DGEI (2002)

Page 18: La Iglesia y la Migración

Gráfico 1. Latinoamericanas empleadas de hogar en España, según origen rural en relacióncon el peso del mundo rural en la sociedad de origen (2000)

El origen social de las inmigrantes latinoamericanas en el ser-vicio doméstico español es muy variable según se demuestra enla tabla 6. Mientras entre las peruanas y ecuatorianas hallamosuna minoría cuyas familias se dedicaban a la agricultura antes deemigrar, las dominicanas provienen en mucha mayor medida delcampo. De hecho, la población rural dominicana en España estásobrerrepresentada, como se demuestra en el gráfico 1, en con-traposición a las peruanas y ecuatorianas que provienen mayor-mente de otros estratos sociales – no campesinos. Por ello nodebe extrañar que el nivel de estudios alcanzados sea tan desi-gual según este origen rural o urbano. Las dominicanas mayor-mente presentan estudios primarios o secundarios acabados. Lasecuatorianas tienen repartidos sus efectivos igualmente entre losestudios secundarios y los primarios, y las peruanas despuntanhacia una mayoría de licenciadas.

Los datos contenidos en el mencionado estudio del colectivoIOÉ (2001) se refieren a una encuesta realizada entre 1999 y2000 a trabajadoras del hogar de varias nacionalidades –inclui-da la española– tres nacionalidades latinoamericanas: Ecuador,República Dominicana y Perú; y nacionales de Marruecos yFilipinas. Como se comprueba en la tabla anterior, el serviciodoméstico representa una proporción bastante elevada de lapoblación de estas tres nacionalidades latinoamericanas –juntocon la colombiana– en alta en la seguridad social en esas mis-mas fechas. No debe sorprendernos que consecuentemente estassean nacionalidades feminizadas, en las que las mujeres tienenescasas alternativas laborales excepto la del trabajo domésticoen casa ajena. Sin embargo, según se desprende de los datosaportados por el trabajo del Colectivo IOÉ, el origen social, elnivel de estudios, el estado civil y número de hijos, etcétera,varía de forma importante entre las nacionalidades consideradas.

Tabla 6. Latinoamericanas empleadas de hogar en España, según ocupación de la familia deorigen (2000)

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Latinoamericanos en España. Iglesias e integración social É N F A S I S S O C I O L Ó G I C O

Ocupación de la familia Nacionalidadesde origen España Marruecos Filipinas Rep. Dominicana Ecuador Perú

Agricultura 22,2 25,2 43,1 66,4 28,4 22Construcción 16,2 11 7,2 3,9 9,2 5,2Servicios 35,7 52,7 34,6 21 53,2 50Industria 18,6 12,2 9,2 4,6 10,2 13,2No contesta 7,3 1,5 5,9 1,3 0,7 2

Cuenta propia 29,4 42,8 54,2 77,6 61,2 42,7Asalariado 63,2 55,7 39,9 21 37,9 55,3

Fuente: Encuesta IOÉ a trabajadores de servicio doméstico 2000

España

Marruecos

Ecuador

Filipinas

Rep. Dominicana

Perú

0 10 20 30 40 50 60

InmigrantesSociedad de origen

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Sobre la integración social

El concepto de integración social y su aplicación respecto a lapoblación residente extranjera no comunitaria vienen siendomuy discutidos en España desde inicios de los años noventa. Esel concepto preferido para algunos autores y tradiciones europe-as, mientras que otros prefieren utilizar términos como los de“asimilación”, “acomodación”, ”inserción” etcétera, para referir-se poco más o menos a los mismos procesos aunque con varia-das connotaciones. No es éste el lugar para hacer disquisicionessobre el concepto y discutir la vasta literatura que lo analiza.Para ello cabe dirigirse a otros ensayos, algunos citados en labibliografía5. En el presente trabajo la ”integración social” esentendida como un proceso por el cual idealmente los diferentesactores sociales (independientemente de su origen) interactúan ycohesionan en el entorno, social, político, económico y cultural,en el que viven. La integración social desde esta perspectiva estámuy cerca de considerarse una utopía social puesto que la inte-racción en posición de igualdad y la cohesión sólo se consiguenen la medida que todos los participantes estén dispuestos a per-der parte de su bagaje y privilegios en el pacto, lo cual es alta-mente improbable en el caso de la población autóctona que per-cibe la inmigración como una ”invasión” de su espacio social yfísico. Por reacción, parte de la población inmigrada se reafirmaen su identidad previa a la emigración –incluso reconstruye unaidentidad más férreamente basada en la idea de un origen étni-co, como sucede entre muchos hijos y nietos de inmigradosmusulmanes en Europa– con el propósito de protegerse de laexclusión a la que es objeto.

Más comúnmente la integración supone el esfuerzo del reciénllegado, que se encuentra en peores condiciones sociales y eco-nómicas, por acercarse a la sociedad receptora y no a la inversa,

Tabla 7. Latinoamericanas empleadas de hogar en España, según nivel de estudios alcanzado (2000)

Los porcentajes de casadas y solteras o divorciadas, viudas y sepa-radas, varían asimismo entre nacionalidades. Un 50% de las perua-nas estaba soltera en el momento de la entrevista frente a tan sólo un36% de ecuatorianas y dominicanas en tal situación. En cuanto alnúmero de hijos, vemos en la tabla 8 que existe una importante can-tidad de madres solteras, especialmente entre las dominicanas, yaque sólo el 20% manifiesta no tener ningún hijo, cuando el 36%alegó antes no estar casada. Aparte de este dato, se observa que elnúmero de hijos es más elevado entre las dominicanas, se encuen-tra alrededor de dos en las peruanas y tendente al uno en las ecua-torianas, probablemente debido al hecho de la edad más que apatrones diferentes de fecundidad, ya que las ecuatorianas son pormedia más jóvenes que las peruanas residentes en España.

Tabla 8. Latinoamericanas empleadas de hogar en España, según número de hijos (2000)

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Latinoamericanos en España. Iglesias e integración social É N F A S I S S O C I O L Ó G I C O

Nivel de estudiosNacionalidades

España Marruecos Filipinas Rep. Dominicana Ecuador Perú

Ninguno 4,4 18,4 0,6 0,6 0 0Primarios 49,6 41,2 12,4 41,9 7,1 5,8Secundarios 30,3 29,4 41,9 40,6 52,9 31,1Superiores 15,7 11 45 17 40 63,2

Nivel de hijosNacionalidades

España Marruecos Filipinas Rep. Dominicana Ecuador Perú

Ninguno 50 60,3 44,8 19,9 34,2 44Uno 14,1 15,4 18,4 18,7 32,3 17,8Dos 21,4 9,6 13,5 17,5 16,1 23Tres 9,4 6,6 12,3 25,3 11 12Cuatro 3,4 2,9 6,1 12 4,5 0,5Cinco o más 1,8 5,1 4,9 6,6 1,9 2,6

Fuente: Encuesta IOÉ a trabajadores de servicio doméstico 2000

Fuente: Encuesta IOÉ a trabajadores de servicio doméstico 2000

Page 20: La Iglesia y la Migración

La exaltación de la similitud de lo español con lo latinoa-mericano viene acompañada de una posición ideológica domi-nante donde lo hispano (ibérico en su origen) se instala en lacúspide de la pirámide social y los sustratos indígenas –azte-cas, mayas, quechuas, etc.– ocupan las bases, que soportan elpeso del sistema de relaciones étnicas que gobierna aún hoylas sociedades latinoamericanas. En medio de este sistemaétnico jerárquico abunda la población que más ha crecidodesde la ocupación europea de los territorios americanos, lamestiza y mulata –fruto de la mezcla de europeos, indígenas yafricanos–, y algunas minorías asiáticas que crecen también demanera sostenida en el continente americano. Para esta pobla-ción mayoritariamente mestiza la situación es desconcertantepuesto que, a pesar de ideológicamente sentirse más cercana alas élites occidentales, el sustrato indígena manifiesto en cos-tumbres, rasgos fenotípicos, y otros, marca diferencias socialesque el sistema escolar con la promesa de la movilidad socialde los ilustrados no logra borrar.

Como resultante, la población latinoamericana mestiza –asícomo la indígena– que sale crecientemente de su lugar de ori-gen a buscarse nuevos horizontes en América del Norte yEuropa, lo hace desde posiciones de inferioridad no tan solo porposeer un bajo poder adquisitivo sino por pertenecer a grupossociales discriminados que viven en una constante esquizofreniaentre el querer ser y el no reconocerse. En España, el latinoame-ricano es recibido como un ”hermano” pero al que se consideramenos afortunado. Juliano (1994) nos recuerda los derroteroshistóricos de la construcción del ”indiano”, según la cual quienvolvía de América lo hacía ”extranjerizado”, transubstanciadoen otra cosa conceptualizada negativamente. Hoy por hoy, exis-ten tres ámbitos de inclusión-exclusión: el legal, que se apoya enel derecho de sangre y brinda ciertas posibilidades a los latinoa-

despojándose de aquellos elementos que no son bien recibidos.Los poderes públicos preocupados por el efecto de la exacerba-ción de las desigualdades actúan también en el ámbito de la inte-gración facilitando instrumentos legales y económicos, como sonel acceso a bienes y servicios. Con todo, parece entenderse quelos factores determinantes en el éxito de tal empresa están mayor-mente relacionados con la disposición o similitud cultural porparte del inmigrante, de tal suerte que, aquellos concebidoscomo más diferentes –por su religión, lengua, costumbres, vesti-menta– aparecen como sujetos de difícil integración. De estaconcepción se nutren las políticas de inmigración más recientesque intentar sustituir la contratación de trabajadores africanos porlatinoamericanos y europeos del Este en territorio español.

Tal y como reza el artículo de Izquierdo et alii (2002) lainmigración latinoamericana en España disfruta de relativaventaja al convertirse en ”los preferidos del siglo XXI”. Yavimos anteriormente al hablar del ”contexto de la nueva inmi-gración” que los nacionales de estos países conservan un tra-tamiento preferencial en materia de extranjería y naturaliza-ción en base a acuerdos bilaterales y de reciprocidad que sehan establecido a raíz de experiencias históricas comunes,como por ejemplo, la emigración de españoles hacia aquellastierras. Dichos acuerdos pronuncian con frecuencia frasessolemnes en recordatorio de un pasado vinculante y un pre-sente en el que España sigue jugando la carta de ”buen her-mano” interlocutor de los países latinoamericanos ante Europay el resto del Mundo. La lengua y la religión son elementosesenciales en la definición de esa bagaje común. No obstan-te, estos enunciados olvidan la variedad de lenguas, culturas,iglesias y religiones, incluso de formas de entender y expresarel fervor religioso entre los considerados católicos, que mar-can diferencias sustanciales en los pueblos latinos.

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Latinoamericanos en España. Iglesias e integración social É N F A S I S S O C I O L Ó G I C O

Page 21: La Iglesia y la Migración

detalles de las diversas interacciones, interdependencias y trans-vases que se producen entre los latinoamericanos (peruanos, enmi estudio) que residen entre nosotros y los autóctonos, a travésde su acercamiento a las instituciones religiosas.

El papel de la Iglesia Católica y otras religiones

La Iglesia Católica lleva desempeñando desde hace mucho unpapel principal en lo que llamaríamos ”la acogida” de personasdesplazadas y extranjeras con evidentes carencias materiales.Desde la experiencia parroquial de atención a personas necesi-tadas, organizaciones como Cáritas desarrollan en muchos paí-ses, y más recientemente en España desde finales de los añosochenta y principios de los noventa, acciones y programas des-tinados a mejorar las condiciones de vida de los inmigrados, a lavez que a informar6 y concienciar a la sociedad de la problemá-tica que viven los sujetos que se desplazan motivados por impe-riosas necesidades económicas y/o turbulencias políticas. Noobstante, Cáritas, como muchas otras organizaciones que surgende determinadas orientaciones políticas, culturales, o religiosas,trabajan más comúnmente para y por colectivos con los que tie-nen afinidades o simpatía.

En mi primera experiencia personal con esta organización enuna delegación periférica valenciana, en el año 1991, pudecomprobar que en el caso de los inmigrados de origen norteafri-cano –los únicos extranjeros pobres que se hallaban por aquellafecha–, apenas se establecían contactos entre las poblacionesnativas e inmigradas más allá de los necesarios para solicitar yrecibir donativos e informaciones concretas. La dificultad para

mericanos de obtener la ciudadanía; el cultural, marcado porsemejanzas que facilitan la integración; y el social, donde seestablecen los límites de pertenencia. De ellos, las estructurassociales son más significativas y persistentes que los contenidosculturales a efectos de diseñar los límites étnicos.

Los aspectos sobre los que se sustenta el análisis de la integra-ción social de los inmigrados son varios, aunque fundamental-mente los estudios realizados hasta la fecha se centran en elempleo, la vivienda, la familia, la salud, y en menor medida, lasrelaciones sociales, y la participación ciudadana. En estos estu-dios, comúnmente se destaca la dificultad con la que se encuen-tran muchos latinoamericanos para conseguir condiciones devida similares a las que gozan la mayor parte de los autóctonos.Entre estas condiciones destacan: la inserción laboral, sus condi-ciones, y las posibilidades de promoción (Anguiano 2002, Escrivá1999); las condiciones de la vivienda (Labrador y Merino, 2002);las limitaciones a la reagrupación y la formación familiar; los pro-blemas de salud física y psíquica relacionados con la nueva dedi-cación laboral y las presiones sociales y culturales; el asociacio-nismo inmigrante, las relaciones sociales en el ocio; o laparticipación en sindicatos y actividades de tinte político.

Es evidente que el estudio del impacto de la emigración en lascreencias y prácticas culturales y religiosas de los inmigrados y delas sociedades implicadas a ambos lados despierta mucho menorinterés académico. La mayor parte de la literatura científica exis-tente en estas áreas está referida a colectivos africanos y asiáticos,por cuanto despiertan mayor perplejidad a la vez que temor, yaque se parte de la asunción de que las distancias culturales entreestos colectivos y el autóctono, el español, son muy grandes. Loslatinoamericanos en España, en cambio, siguen despertando eneste sentido poco interés investigador. No obstante, algunos estu-dios como el que yo misma realicé entre 1995 y 1999, muestran

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Page 22: La Iglesia y la Migración

las vidas de muchas latinoamericanas que han ido llegando aEspaña para insertarse –con o sin preaviso– como empleadasdomésticas en las casas de familias con hijos y de ancianos. Unestudio europeo sobre la vinculación de determinadas órdenesreligiosas con las recientes migraciones internacionales, com-prueba que monjas españolas, francesas e italianas, se cuentancomo las promotoras de verdaderas cadenas migratorias femeni-nas al haber colocado, de forma pionera, a mujeres del ”TercerMundo” a servir en casa de los del ”primero”, quienes posterior-mente han ido trayendo a sus familiares. Los vínculos que estasHermanas mantienen con sus distintas ”casas” en Latinoamérica,en las que no pocas de ellas han transcurrido parte de su servi-cio, les permiten conocer y aproximarse con acierto a las nece-sidades e idiosincrasia de las latinoamericanas católicas.

Los varios papeles y funciones que las Hermanas Religiosascumplen en sus relaciones con la población inmigrada queacude a sus locales deben ser comentados, porque nos pre-sentan un mundo complejo de intereses y de maneras distin-tas de vivir la experiencia del catolicismo. Por un lado, lasHermanas cumplen con el objetivo de servicio a la comuni-dad que se entiende debe procurar cualquier orden religiosa.Pero la comunidad es grande, variada y las cuestiones sobrelas que trabajar, muchas. Ellas se han especializado en la reso-lución de los aspectos de la vida doméstica y muchas desco-nocen, incluso rehúsan, cualquier interferencia en los aspec-tos públicos relacionados con la inmigración, como losreclamos legales o la participación social y política. No obs-tante, es cierto que frecuentemente median en la resoluciónde los conflictos que se producen en las casas donde las chi-cas trabajan y tienen voz en el establecimiento de las condi-ciones laborales que se estipulan a falta de contrato escrito.Sus servicios de atención y colocación de empleadas domés-

establecer diálogos interculturales entre ambos pendía no sólode las barreras idiomáticas sino además del desconocimiento ytemor ante el otro, imaginado como la antítesis de la verdad y delo propio: desde la asunción ampliamente difundida de que sermusulmán es lo opuesto a ser cristiano y a la inversa. He aquí unreencuentro entre religiones cuyas históricas divergencias y dis-putas han sido resueltas tradicionalmente por la separación físi-ca de las comunidades de creyentes. En la actualidad, la inmi-gración musulmana en Europa conlleva de nuevo el reto de laconvivencia de una sociedad plural, pacífica y cohesionada.

Lejos de ser esta desconfianza y temor ante el musulmán unaapreciación particular de grupos católicos practicantes y cerca-nos a instituciones como Cáritas, el resto de la sociedad que sedice católica en su mayoría, pero que se mueve por otro tipo depasiones e intereses en la vida, comparte este mismo sentimien-to anti-islámico y xenófobo de raíz histórica. En tan crítica situa-ción, aparecen en escena grupos de inmigrados latinoamerica-nos que dan un tinte nuevo a la expresión de las relacionesétnicas en España. Estaban aquí ya desde la década de losochenta, pero no es hasta mediados de los noventa, sobre todo,con la expansión demográfica y geográfica de las nuevas entra-das de ecuatorianos y colombianos, que su presencia se eviden-cia en todas partes además de las grandes capitales. La reacciónde muchos grupos que antes trabajaban con y para los recién lle-gados musulmanes es la de desviar sus recursos a la atención depoblación con la que pueden esperarse mayores afinidades, ypor ende, mayores posibilidades de éxito, entre otros, de abrirdiálogos de fe e intercambios espirituales. Así, la oficina deCáritas que yo conocía dejó de recibir mayoritariamente resi-dentes marroquíes y argelinos para incorporar a los latinoameri-canos, en sus actividades benéficas, pero también en sus vigilias.

El clero católico femenino tiene una especial vinculación con

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Latinoamericanos en España. Iglesias e integración social É N F A S I S S O C I O L Ó G I C O

Page 23: La Iglesia y la Migración

en el caso peruano, las Hermandades del Señor de los Milagros yde otros Santos de la devoción popular. Las características y fun-ciones de estas Hermandades en la emigración están recogidasen diversos trabajos como los de Paerregaard (2001) y Merino(2002). Para el primer autor, estas Hermandades están creadas ainiciativa de los propios migrantes –sin prácticamente interven-ción de las iglesias tanto en Perú como en España. Su formacióny expresión responde a experiencias de discriminación y exclu-sión en los nuevos lugares de residencia. Pero a su vez, estasmanifestaciones religiosas reproducen las divisiones existentesentre las Hermandades en Perú, en base a las relaciones socialesde desigualdad y dominación que allí perviven.

Las Hermanas Religiosas, además, sirven de vínculo deunión e intercambio entre las latinoamericanas y otras perso-nas nativas, principalmente mujeres, que se hallan muy cer-canas a estas Órdenes. Esta labor la realizan desde su funciónde educadoras y administradoras en los colegios primarios,secundarios, y residencias universitarias, y mediante la orga-nización periódica de reuniones lúdicas y espirituales con chi-cas jóvenes o con señoras mayores, principalmente. Los finesde semana son por norma el momento en que tienen lugarestas interacciones a través de la organización de excursionesy de fiestas y actividades en los propios locales de la casa. Enestas ocasiones las relaciones extra-laborales que se estable-cen son posibles porque coinciden mujeres mayores que vivengeneralmente solas y que buscan en el convento un lugar dereunión, y chicas latinoamericanas empleadas de hogar quebuscan también compañía y posibilidades de encuentro con lasociedad anfitriona.

Con todo, y a pesar del importante papel facilitador de laIglesia Católica en su relación con la población latinoamerica-na recién llegada, la falta de compromiso social de las

ticas son especialmente interesantes para las familias católicasque los requieren con las garantías de una intermediaciónética, pero además, evidentemente, son esenciales para lasinmigradas católicas que confían en la piedad y perseveranciade las religiosas en la resolución de sus problemas, principal-mente de subsistencia física, pero también psíquica y espiri-tual, a diferencia de otras agencias de colocación.

Hemos de considerar que la emigración suele repercutir agu-damente en el equilibrio psíquico y emocional de los indivi-duos involucrados, sobre todo en aquellos que están más des-protegidos del entorno por la ausencia de familiares y de una”comunidad”. Los ajustes físicos y culturales a los que los inmi-grantes se exponen en el transcurso de la primera etapa de suincorporación a la nueva sociedad, como, adaptarse a nuevascostumbres culinarias, a trabajos para los que no estaban acos-tumbrados, al clima, a maneras diferentes de ver y tratar laenfermedad, a situaciones de aislamiento o hacinamiento, a lapersecución policial o las trabas legales en el caso de estarindocumentados, etc., hacen mella en los individuos y se expre-san de diversas formas. En nuestro estudio se observa que en lasmujeres más que en los hombres estos sentimientos afloran enforma de depresiones, sentimientos de impotencia, autoagresio-nes, trastornos alimenticios. Los hombres que no logran superarel estrés, sin embargo, tienden más a externalizar sus problemascon el consumo de alcohol y otras sustancias, generación deviolencia, alta demanda de servicios sexuales, incluso otrosestudios hablan de crimen y delincuencia.

En este sentido, las organizaciones culturales y religiosas, algu-nas formadas principalmente por nativos, otras mayormente porpoblación inmigrada, funcionan como reguladores de la conduc-ta individual y referentes éticos para sus acciones y aspiraciones.Entre estas organizaciones se encuentran, por lo que yo conozco

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religiosas que vinculan las vivencias pre y post-migratorias ylos varios espacios geográficos.

A mi modo de ver, están teniendo lugar diversos procesos res-pecto a la relación entre las iglesias y la inmigración latinoame-ricana en España. Por un lado, su integración en los grupos cató-licos está permitiendo una revitalización de algunas órdenes ycongregaciones, así como el surgimiento de grupos de católicoscarismáticos, al aportar nuevos miembros entusiastas e inyectardosis de juventud a la envejecida feligresía autóctona. Sinembargo, las manifestaciones públicas de esta incorporación sonlimitadas y pueden permanecer reprimidas, si se teme que com-pitan con la decadente religiosidad católica popular autóctonaque se manifiesta ritualmente de forma más lúdica que devota.Por otro lado, se están generando nuevos y vigorosos espaciospara la fe y la reflexión dentro del cristianismo no católico, queencuentra entre la población latinoamericana inmigrada una altareceptividad, dado que surgen deserciones de las filas de católi-cos, decepcionados por la baja, o falsa, religiosidad de la”Madre Patria”, y además, existen antecedentes de contactos enel lugar de origen. El choque cultural y la iniciación de procesospsicopatológicos, producto de la confrontación con una nuevarealidad vital, de los que hablábamos anteriormente, son asimis-mo el motivo para algunos de su aproximación hacia otras con-gregaciones. Pero sobre todo, los estudios inciden en observarque la relajación del control social y la descontextualización delas relaciones y tradiciones culturales tras la emigración, permi-ten que la afiliación religiosa se convierta en una opción perso-nal, pudiendo tener lugar cambios importantes en las orienta-ciones y prácticas religiosas individuales.

Hermanas en las causas que las inmigradas defienden –porejemplo, en la defensa de condiciones más justas de trabajo encasa ajena, o de otras oportunidades laborales fuera del serviciodoméstico– y su distanciamiento ideológico de las mujeres másjóvenes, que son quienes generalmente más apoyo necesitan,determina que las inmigradas terminen separándose de la con-gregación cuando consiguen condiciones laborales y de vidamás estables, muy frecuentemente cuando la familia de la inmi-grada se reagrupa. Uno de los argumentos para justificar el pro-gresivo distanciamiento de las actividades y servicios de lasHermanas, aducido por las más jóvenes y solteras, es que, apar-te del estricto control sobre sus vidas que sentían cuando resi-dían con ellas, notaban que las Hermanas, a cambio, esperabanque alguna de ellas se ordenase.

La falta de compromiso humano y social de muchas parro-quias y órdenes, la ausencia de modelos de vida atractivos oalternativos entre los grupos católicos, y la incapacidad o indi-ferencia del clero autóctono para atraer a nuevos inmigrados,genera espacios abiertos a la expansión de las iglesias evan-gélicas y pentecostales. Cabe decir que, la relación no seagota con el protestantismo cristiano. Tenemos constancia delacercamiento de latinoamericanos a la ortodoxia a través deparejas y conocidos de las iglesias de Europa del Este, quetambién proliferan en España. Las relaciones sentimentales delas latinoamericanas con hombres musulmanes, por el contra-rio, no suelen acarrear el acercamiento de estas mujeres hacialas creencias y costumbres islámicas, porque en ello no perci-ben ventajas, según hemos observado. Mas bien, la existenciade experiencias anteriores con las iglesias protestantes en ellugar de origen parece estar determinando en buena medidael mayor grado de acercamiento hacia estas iglesias de los lati-noamericanos en España, como continuación de prácticas

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de investigación anglosajona remite, por ejemplo, a celebracio-nes religiosas que tienen lugar paralela o sucesivamente en lascomunidades emigradas y en las comunidades de origen, lascuales se graban en vídeo y se intercambian, impactando dediversas maneras en las vidas de los sujetos que están física-mente separados.

Siendo así que quienes emigran viven conectados en mayor omenor medida a lo que acontece en sus lugares de origen, dondedejan familiares, pertenencias, y relaciones de amistad y obliga-ciones, debemos considerar que la adaptación de sus prácticasreligiosas al nuevo entorno viene mediada por aquella realidad,que es recreada y reconstruida según la nueva experiencia quese adquiere. Pero además esta adaptación influye y modificapatrones en los lugares de origen a través de la información yotros recursos que se envían o difunden, y que están cargadosdel prestigio adquirido por el emigrante en términos simbólicosy económicos. De ahí que se compruebe que muchos de los másfervientes seguidores de determinadas congregaciones sean indi-viduos que han tenido una experiencia religiosa internacionalque les imbuye de autoridad para difundir sus predicamentos. Eneste sentido, puede ser interesante conocer con mayor profundi-dad qué factores en el lugar de origen y en el contexto de lamigración determinan el mayor o menor acercamiento a las igle-sias católicas y no católicas en el nuevo lugar de residencia, con-siderando el proceso en todas sus dimensiones.

A pesar de lo poco estudiada que está la temática en nuestroámbito, los discursos sobre la integración social otorgan un papelprincipal a la orientación religiosa. Hasta en el discurso políticoaparece el ”catolicismo” latinoamericano como factor ventajosoen los procesos de su integración social en España, en contrapo-sición a las dificultades que, se dice, presenta la llegada de indi-viduos de religión musulmana u otras no cristianas. No obstante,

Líneas futuras de investigación y reflexión

Tras lo expuesto queda mucho por conocer y reflexionar sobrelos múltiples aspectos de la relación entre las iglesias cristianasen España y la nueva inmigración latinoamericana. Este texto secentra en las conexiones entre las iglesias y los procesos de inte-gración social en la sociedad receptora, en este caso analizandolas experiencias de las congregaciones de monjas católicas queofrecen servicios de colocación a domésticas. Sin embargo,están abiertos los caminos para la profundización en esta vastatemática, en aspectos tales como el de los cambios en las afilia-ciones y manifestaciones religiosas de los emigrantes, las trans-formaciones que acontecen en el panorama religioso-institucio-nal del lugar que recibe nuevos creyentes, las estrategias queutilizan las distintas congregaciones para incentivar la conver-sión y adhesión a sus parroquias, y un largo etcétera.

Como científica social, debo hacer además mención a loscontextos sociales en torno a los que se producen los movi-mientos migratorios. No olvidemos que se vive cada vez más ensociedades polarizadas pero enormemente dependientes yconectadas. Ello nos traslada a hablar de la transnacionalidad enla que viven insertos los individuos e instituciones. En la intro-ducción a esta ponencia hablé de la vida transnacional dandoalgunos ejemplos de su aplicación a los casos concretos que heido encontrando en mis estudios. La religión es un elemento máspresente en este transnacionalismo. Fundamentalmente visibleen la labor de líderes religiosos que se mueven a través de espa-cios geográficos diversos, este intercambio material pero tam-bién ideológico entre el lugar o lugares de origen y el nuevolugar o lugares de residencia aplica a las prácticas de muchoscreyentes que piensan y actúan en función de condicionantesexistentes en diferentes localizaciones geográficas. La literatura

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desarrollada en las parroquias católicas de nuestra geografía,puesto que escasean los recursos de todo tipo. Además, losesfuerzos, si es que existen, se dirigen en mucha mayor medidahacia el alimento espiritual que al alimento físico. A pesar detodo, vemos que la iglesia católica recoge un importante por-centaje de los ingresos del erario público y que parte de él esdestinado a la acción social. Muchas organizaciones con carác-ter católico, si no impulsadas directamente por la acción dedeterminadas órdenes, consiguen financiamiento y ejecutan pro-yectos en beneficio de los inmigrados. En ocasiones, algunasparroquias se han convertido en refugio o lugares de encierro eimpunidad para el reclamo de extranjeros indocumentados, con-virtiéndose así en actores políticos de intermediación con lasautoridades civiles. También desde parroquias comprometidasse han impulsado campañas de información y formación comomodo de llegar a los inmigrados y establecer vínculos con lasociedad receptora. Por medio de todas estas actividades, lasiglesias se convierten en verdaderos agentes sociales de la inmi-gración en España.

Consecuentemente, parece fundamental que en este país de”nueva inmigración” se profundice y conozca más lo que estásucediendo en torno al fenómeno cultural y religioso que vieneaparejado a los procesos de inmigración latinoamericana.Profundizar y conocer qué papel están jugando y podrán jugarlas iglesias católicas, protestantes, ortodoxas, en el apoyo mate-rial y espiritual de las nuevas poblaciones, sin perder de vistaque el objetivo debe dirigirse hacia la cohesión de los grupos yno hacia su distanciamiento o encerramiento en sí mismos.

ni el catolicismo latinoamericano, diverso como la mismaLatinoamérica, es identificable totalmente con el catolicismoespañol, ni todos los latinoamericanos son católicos o lo seguiránsiendo tras la emigración. Sin olvidar que, tampoco España puedeconsiderarse ya un país de católicos practicantes, puesto que lasecularización y la penetración de otras religiones e iglesias cris-tianas es evidente. Por tanto, ¿qué puede esperarse que ocurracon la integración social de los latinoamericanos en el ámbitoreligioso? ¿Una mayoritaria secularización o un reforzamiento dela afiliación religiosa, bien con el catolicismo o bien con el pro-testantismo cristiano? ¿Conllevará este reforzamiento una bús-queda de alianzas con los sectores de creyentes de la sociedadautóctona o, por el contrario, se formarán comunidades cristianasétnicamente homogéneas y separadas de la línea oficial tanto delcatolicismo como del protestantismo? Además hay que tener enel horizonte que, así como la integración social es un procesolargo que ve sus frutos, sobre todo, en las subsiguientes genera-ciones de hijos y nietos de antiguos inmigrantes nacidos ya en elnuevo país de instalación, lo que suceda hoy en el ámbito reli-gioso puede ser sustancialmente diferente de los comportamien-tos que se manifiesten en los que siguen.

Por último, aunque no menos importante entre los aspectosmateriales de la existencia, es el papel de las iglesias en la mejo-ra de las condiciones de vida de los inmigrados, quienes amenudo buscan ayudas económicas en ellas. Las iglesias cuen-tan con una larga tradición de ayuda en la subsistencia de laspoblaciones más desfavorecidas, a través de las históricamenteestablecidas prácticas de caridad. Pero el proceso de integraciónlleva a un paso más, es decir, a dotar a los individuos de instru-mentos con los que poder valerse para no tener que depender delos vaivenes de la caridad y adquirir niveles de vida semejantesa los de los demás ciudadanos. Esta dirección está mucho menos

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Notas

1. El número de españoles residentes en el extranjero es de 1.413.353 (Anuario de Migraciones 2002), y el de extranjeros residentes en España- incluyendo los comunitarios - es de 1.109.060 (Anuario Estadístico de Extranjería 2002) , a fecha de diciembre del año 2001.

2. Este es el caso de México, por ejemplo, respecto a su papel anfitrión de las corrientes migratorias centroamericanas a la vez que tierra de paso y de salida de flujos hacia los Estados Unidos y Canadá. Igualmente, la República Dominicana respecto a Haití, Argentina respecto a Bolivia, etcétera.

3. A modo de ejemplo de lo que estamos hablando quisiera presentar el caso de Edita, una peruana de 35 años que a los 14 emigró con sus her-manos (son 8) de un caserío de Huaral a la ciudad de Lima. Allí ocupa-ron un terreno que estaba siendo poblado ilegalmente por inmigrantes de la sierra y en unos años consiguieron los títulos de propiedad con locual comenzar a construir su casa de cemento. Los padres quedaron enel caserío y las visitas entre el campo y la ciudad se hicieron frecuentesasí como el envío de dinero y provisiones. Pero la vida en Lima para los pobladores pobres de las grandes conurbaciones no es nada fácil, dadala falta de empleo y la creciente inseguridad ciudadana. Así que, tras saber de una prima que había emigrado a España, Edita pide un présta-mo y se embarca con la única referencia de su prima en el bolsillo. Entonces ella ya había cumplido los 26 y corría el año 1995. En Barcelona trabajó durante años como doméstica interna enviando prác-ticamente todos sus ingresos a sus hermanos y padres. Poco después empieza a planear traer a España a su hermana mayor, quien luego trae-rá a su hija, y luego a un cuñado, y éste a su mujer, y luego a sus dos hijos, y así... A principios de este nuevo siglo ya había una buena partede la familia en Barcelona. Edita sigue planeando cómo ayudar a los suyos y prosperar ella misma. Decide que emigrar a Inglaterra puede ser una buena oportunida los suel-dos allí son mucho más altos. Un nuevo traslado, acoplarse a la vida en Londres ya no es tan difícil después de haber pasado por tantos lugares en los que se ha ido dejando familia y proyectos. Edita y sus hermanos siguen pendientes de lo que pasa en el

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caserío con la salud de sus padres y los nuevos cultivos de la chacra. También están pendientes de su hermano minusválido que vive de un pequeño taller de zapatería en Lima que montó con su ayuda. Asimismo Edita se mantiene en contacto constante con sus familiares en Barcelona y le aconseja a su sobrina llegarse a Londres en el verano para mejorar su nivel de inglés. A esto nos referimos cuando hablamos de vida transnacional.

4. Los países que disponen de convenio de doble nacionalidad con España son los siguientes: Argentina, Chile, Paraguay, Costa Rica, Honduras, Guatemala, Nicaragua, República Dominicana, Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia. Como vemos, entre ellos están los principales emisores de población a España.

5. Además de los autores que aparecen en la bibliografía como Rosa Aparicio, Miguel Pajares o Carlota Solé, otros autores que han estudiado detenidamente los procesos de integración y su significación son Ubaldo Martínez Veiga y Cristina Blanco.

6. Entre sus actividades de información destacamos la publicación periódica del Boletín del Programa de Inmigrantes ”Entre culturas”, que se encuen-tra actualmente en su número 47. Este boletín recoge y comenta la actua-lidad política y legislativa, las experiencias de la propia organización, artí-culos de opinión, anuncios, proyectos en marcha o finalizados, y bibliografía.

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C O N C L U S I O N E S

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Dña. Patricia Alsina y D. Joaquín Márquez

Las Iglesias y la Migración Introducción

En las más recientes décadas, la llegada de una ola migratoriaproveniente de África, Europa Occidental y América Latina es unode los grandes desafíos que nuestra sociedad enfrenta. Por esto,necesitamos entender mejor este fenómeno, utilizando las basesbíblico-teológicas, misionológicas y sociológicas, con el fin dearticular la respuesta pastoral adecuada. De igual forma, se pre-tende dar a conocer las diferentes iniciativas y/o proyectos que,desde las iglesias y organizaciones evangélicas, se están llevandoa cabo con el propósito de afrontar esta nueva realidad social.

Extracto de las ponencias

Énfasis SociológicoEn este ámbito cabe destacar que la inmigración internacional

es, para España, un fenómeno reciente. De esta forma, subraya-

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sias evangélicas deben asumir una predicación del Evangeliono aséptica e irreal, sino ser agentes sociales con contenidoséticos, aportando soluciones en el proceso de integración delos inmigrantes.

Énfasis bíblicoDesde la perspectiva vetero-testamentaria, cabe destacar que

en el transcurso de la historia del pueblo de Israel, notamos cómoDios articula preceptos y leyes en las que se consideran a losextranjeros e inmigrantes como iguales y como pertenecientes alpueblo. Esto se plasmará en una serie de derechos y obligaciones,que se llevarán a la práctica en diversos ámbitos, tales como eleconómico, el laboral, el religioso, etc. Esta conducta no vienedeterminada por la ley en sí misma, sino por la recepción de losdones de Dios y el recuerdo de su propia experiencia en Egipto(recuerdo de la liberación). De tal manera que el recuerdo de estaacción liberadora de Dios constituye el principio de no repetir lasinjusticias que se cometieron con el pueblo de Israel; es decir,puesto que Dios hace justicia al oprimido, los que son liberadosde tal situación no deben hacer injusticia a los ”huérfanos, viudasy extranjeros”. En definitiva, se trata de hacer al inmigrante unigual económica, social, cultural y afectivamente.

Especialmente notamos esto en los profetas, quienes tuvieronuna clara inclinación hacia la defensa de los derechos de losmás desprotegidos, además de la aceptación y de la no acepciónde personas por parte de Dios.

Para terminar, decir que, el acercarnos al texto bíblico nos ilumi-na para elaborar propuestas acordes a la dignidad del ser humano.

Desde el punto de vista del Nuevo Testamento, podemosnotar cómo en los escritos de Lucas (Evangelio y Hechos delos Apóstoles) éste defiende la existencia de una comunidadcristiana social y étnicamente heterogénea, en la cual convi-

mos la transformación que ha sufrido España, que ha pasado deser un país eminentemente emisor de migración, a ser un paísprincipalmente receptor. Las causas que generan este movimien-to migratorio las podemos encuadrar en: a) económicas, b) sociales, destacando la llamada "cultura de la inmigración”(es decir, considerar la inmigración como símbolo de progreso ydador de prestigio social) y c) políticas.

También es interesante notar el efecto conocido como ”factorde inercia”, que se da cuando los pioneros en los grupos deinmigración arrastran a familias, vecinos, amigos de su entor-no, favoreciendo así la integración de los recién llegados. Eneste sentido, podemos añadir que se produce una asociación yagrupamiento de los inmigrantes, por afinidades tanto étnicascomo laborales.

Notamos igualmente que en los grupos de inmigración se estáproduciendo lo que se conoce como ”vida transnacional”, quehace referencia al hecho de que los inmigrantes siguen conecta-dos a sus países de origen, lo que provoca, en cierta medida, queconciban su existencia en dos realidades diferenciadas.

En un segundo momento se ha realizado un mayor énfasis enel ámbito legislativo, que aporta el marco de referencia legal queactualmente encontramos en España. Así, se hizo mención a losdocumentos legales que regulan la inmigración en España, des-tacando que las competencias en esta materia las posee elMinisterio del Interior y no el Ministerio de Trabajo y AsuntosSociales. En este sentido, podemos concluir que la aplicación deestas leyes se ejecutan desde políticas represivas y policiales, envez de ámbitos de integración y ayuda.

Además, debemos señalar que estos movimientos migratoriosde índole económica, continuarán produciéndose en la medi-da en que continúe existiendo el enorme desequilibrio que seda entre los países ricos y los países pobres. Por esto, las igle-

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En cuanto a la migración, cabe destacar que el desarraigo queproduce esta circunstancia se convierte en una situación de liber-tad que permite una opción religiosa distinta. Así, libertad y desa-rraigo son dos términos que son parte de una situación de crisis,y para muchas personas el encuentro con Dios se da, precisa-mente, cuando una situación de crisis los hace sensibles y abier-tos a la Palabra de Dios que los llama a reconciliarse con él.

En nuestro contexto evangélico, y puesto que afirmamos elsacerdocio universal de todos los creyentes, es muy importanteconsiderar el papel que juegan los laicos en la vida de la Iglesia,en lo que a la migración misionera se refiere.

Por último, y para concluir esta cuestión, debemos señalar queEspaña enfrenta hoy una ola migratoria. Para los evangélicosespañoles la presencia de inmigrantes se ha constituido, precisa-mente, en una avenida de servicio misionero y también en undesafío que irrumpe el curso normal de la vida de las iglesias ypresenta problemas inéditos hasta hoy.

No obstante, la migración ofrece también a las iglesias espa-ñolas la oportunidad de hacerse presente en la escena pública,ya que las políticas del gobierno, por sí solas, nunca podránsolucionar todos los problemas y tienden a ser burocráticas. Laacción organizada de los evangélicos, podría dar pautas y supresencia e insistencia, podría conseguir el uso de los recursosdel estado para servir a la comunidad.

Énfasis pastoralA la luz de las Escrituras, la iglesia aparece como la comu-

nidad del Reino que, bajo la autoridad de Jesucristo, por supredicación y vivencia, por lo que hace y lo que proclama,testimonia del Reino en medio de la historia humana y enespecial en sus necesidades. Su misión es una extensión de lamisión de Jesucristo.

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vían judíos y gentiles. Esta comunidad estaba sometida a pre-siones externas (renuncia al modelo de vida vigente, a favordel estilo de vida cristiano) e internas (barreras sociales de loscolectivos que forman esa comunidad), por esta razón, elevangelista se ve en la necesidad de articular su obra de formaque confirme y reafirme a sus lectores en cuanto a su decisiónde aceptar al nuevo estilo de vida social y comunitaria queconlleva el cristianismo.

Asimismo, notamos dentro de la comunidad lucana una seriede conflictos que hacen referencia a conflicto de identidad yconflictos en cuanto a las prácticas, haciendo énfasis en la comi-da como vínculo de hospitalidad y proximidad.

También destacamos cómo tanto los apóstoles como la comu-nidad cristiana primitiva, asumieron el carácter heterogéneo pro-pio del mensaje cristiano.

Para concluir, diremos que la iglesia cristiana debe erigirse enuna clara alternativa de relaciones humanas, comunitarias ysociales en la que todos tienen cabida, reconociendo el claropropósito de Dios que no hace acepción de personas.

Migración y MisiónLa fe cristiana es una fe misionera por excelencia. Así, el men-

saje cristiano es fundamentalmente un mensaje para ser transmi-tido a través de barreras culturales y lingüísticas. De esta forma,la capacidad contextual de esta fe, que consigue adaptarse a len-guas y cultural muy distintas de aquellas entre las cuales nació,resulta ser fundamental.

En otro orden, un factor importante a tomar en cuenta es quela misión cristiana en el siglo veintiuno se realizará dentro deuna situación global diferente a la que la tradición eurocéntricaha dado por sentado hasta aquí. Este proceso se conoce como”el viraje del cristianismo hacia el sur”.

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en dos campos:• En primer lugar, consideramos a los emigrantes cristianos, nocomo un problema sino ”como un don para la iglesia”.• En segundo lugar, los emigrantes que no son cristianos y vie-nen de las regiones o de los países de religión árabe, se nosofrecen como un ”reto a la vocación misionera de la iglesia”.Así pues, debemos afirmar que la ”buena voluntad” no basta.

Por esto:1. Debemos evitar y superar el paternalismo, que reduce a losemigrantes a sujetos subsidiados, a un pretexto para la limos-na en el sentido más vergonzante de la palabra.2. Debemos evitar y superar el angelismo, que reduce el minis-terio de la iglesia a mero asistencialismo (ropa y comida, amenudo recibida de terceros).3. Debemos evitar y superar el exclusivismo, que reduce a losemigrantes cristianos a ”eternos visitantes” en las iglesias.Por todo esto, notamos cómo el ministerio con los inmigranteses complejo y requiere tanto formación como reflexión. Además, es responsabilidad de toda la iglesia identificar a laspersonas a las que el Espíritu a otorgado dones idóneos para esteministerio: ellos deben ocupar la primera línea en la pastoral. Criterios básicos de actuación.a) Diakonía del amor y de la acción social.b) Martiría del anuncio del Evangelio por la palabra y el testi-monio. Aquí rechazaremos toda pastoral interesada y por esomezquina, poco menos que empeñada en conseguir conver-siones a cambio de pan.c) Koinonía de la comunión y el mutuo cuidado de la fe.d) Liturgia de la celebración cúltica en plena participación.Aquí hay que destacar que la vida cúltica se enriquece con laincorporación de elementos propios del culto de otros países.

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Así, no es posible concebir la identidad y la misión de la Iglesiafuera de esta dependencia del Espíritu de Cristo, salvo que sea acosta de pervertir tanto su identidad como su acción. De esta mane-ra, el riesgo mayor de pérdida de identidad y de sentido en su accióntiene que ver con el olvido de esa íntima dependencia del Espíritu.

Sobre la cuestión de la ”cultura cristiana”No es de extrañar que en ocasiones la Iglesia intente ganar

crédito y respetabilidad en medio de una sociedad, por lodemás, secularizada e indiferente al fenómeno religioso. Sinembargo, en ese empeño por lograr un espacio bajo el statusquo la Iglesia puede verse tentada a dejar en la trastiendaaspectos de su personalidad que pueden ser de ”escándalo”para algunos, pero que forman parte esencial de su identidad.Por este motivo, hay que hacer una llamada de atención con-tra el aburguesamiento del cristianismo resultado, a su vez, dela estatización de la Iglesia.

En otro orden de cosas, hay que recordar que la pastoral coninmigrantes debe estar impregnado con un marcado énfasisnetamente personalista. Así, siendo el encuentro con Dios unencuentro y una relación de amor, ese mismo carácter impregnalas relaciones, el entre con los demás hombres y en particularcon los más sufrientes.

Principios de actuaciónLas consecuencias terribles de la emigración no pueden ser

minusvaloradas y forman parte del cuadro de necesidades que laiglesia debe atender en su pastoral: desarraigo, pérdida de iden-tidad cultural, marginación social, inseguridad, explotación,racismo, xenofobia, discriminación en diferentes ámbitos, desin-tegración de la familia,...

Apelamos aquí a la responsabilidad ilimitada, que articulamos

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Europea, por lo que se presentan oportunidades a las iglesias evangélicas de concebir a los inmigrantes como personas y no sólo como objetivos a evangelizar.

•Recordar que la misión de la iglesia tiene su razón de ser enla memoria de lo que Jesús hizo.

•La acción de la iglesia es ir donde está la gente, para integrarles y ayudarles integralmente.

•La iglesia tiene propuestas en cuanto a un nuevo modelo social, donde la convivencia y la integración son realidades posibles. En este sentido, en el momento en que las iglesias sean, verdaderamente, ejemplos de nuevas estructuras sociales, estas congregaciones estarán legitimadas para presentar este nuevo modelo de convivencia.

•Es tiempo de pasar del gesto de ”ayuda puntual” y (del espontánea) y elaborar proyectos más estructurados.

•Es necesario concienciar a las iglesias evangélicas a reclamar sus derechos en el uso de los recursos que el Estado tiene para articular la acción con los inmigrantes. Esto implica el conocer los mecanismos legales para acceder a estos recursos.

•Se hace necesario llevar acabo actuaciones en la pastoral familiar, entendiéndola como uno de los ejes vertebradores de la acción con inmigrantes. Además es igualmente necesario estructurar y definir principios de actuación para esa pastoral.

•Urge hacer una llamada de atención a considerar las diferencias entre las clases sociales. Diferencias que pueden incidir en la vida de las iglesias, lo que puede llevar a un rechazo hacia los inmigrantes.

•Se propone crear unas mesas de trabajo, un observatorio, para evaluar sistemáticamente el fenómeno de la inmigraciónen las iglesias.

•Se insta a facilitar a las iglesias una bibliografía básica sobre el tema de la inmigración.

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Aportaciones (estudios de caso, paneles y coloquios)

Paneles• Operación Tránsito- Tiene como objetivo llegar con las Escrituras a los pueblos

no alcanzados del Magreb.- Parte como iniciativa de la Sociedad Bíblica.- El voluntariado que trabaja en este programa recibe

preparación.• Iniciativas Solidarias

- ONG de acogida y de inserción a favor de los que siempre pierden. Tiene carácter interdenominacional.- Su principio de actuación es el concepto de resiliencia, basado en la corresponsabilidad, ya que se asumen las capacidades que posee una persona para afrontar con éxito la adaptación a las nuevas condiciones de vida.

• Misión Urbana- Obra pionera en España con énfasis en el evangelismo integral.- Áreas de trabajo:

I. Paliativa / asistencial (ropa, alimentos).II. Dignificación de la persona (asistencia

personal, legal, escolar...).III. Cooperación (con otras Misiones Urbanas

latinoamericanas).IV. Evangelismo.V. Denuncia profética.

ColoquiosEn las aportaciones de los asistentes a las conferencias se des-

tacó lo siguiente:•El efecto migratorio no se detendrá, sino que además se

incrementará con la incorporación de más países a la Unión

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Iglesias e Integración

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É N F A S I S B Í B L I C O

•Conviene destacar la disponibilidad de Sociedad Bíblica de facilitar literatura específica para el trabajo con los musulma-nes residentes en España.

•En un siguiente foro, se recomienda proveer el tiempo nece-sario para intercambiar experiencias prácticas en el ámbito de las iglesias locales, así como, y siguiendo en esta línea, reforzar el énfasis en la perspectiva pastoral.

•Se hace constar la necesidad de hacer un trabajo pedagógi-co, que aborde adecuadamente la cuestión de la migración en nuestras congregaciones.

•Hay que llamar la atención sobre el marco conceptual en el que nos vamos a mover como evangélicos. Así, urge definir los conceptos que entran en el ámbito de la inmigración.

•Se deben realizar esfuerzos por acercar a las iglesias al ámbito jurídico y legal de los inmigrantes. Para esto, se propone en próximas consultas el invitar a abogados en ejercicio que traten estas cuestiones.

•Hay que llamar la atención sobre los aspectos litúrgicos y doctrinales que los inmigrantes traen como bagaje. En este sentido, conviene destacar algunas aportaciones que estos mismos inmigrantes hacen a las iglesias.

Aportaciones como:- Preocupación e implicación en el evangelismo personal.- Vida de oración.- Disposición en el servicio.- Mayor reconocimiento y consideración de la autoridad pastoral.

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Iglesias e Integración

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D. Manuel García Lafuente

Reportaje fotográfico de la consulta

Apertura de la consultaD. Julio Diaz PiñeiroDtor. Seminario Teol. Baut. UEBE

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Acto de AperturaD. Samuel Escobar AguirreProfesor Asociado Seminario Teol. Baut. UEBE

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I G L E S I A Y M I G R A C I Ó N

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Reportaje fotográfico de la consulta

Acto de AperturaD. Manuel García LafuenteConsejero de Cultura del Consejo Evangélico de Madrid

ConferencianteDra. Ángeles Escribá Chordá

ConferencianteD. Máximo García Ruiz

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Reportaje fotográfico de la consulta

ConferencianteD. Juan Medrano Cucurella

ConferencianteDr. Fernando Méndez Moratalla

ConferencianteDr. Samuel Escobar Aguirre

ConferencianteD. Emmanuel Buch Cami

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Reportaje fotográfico de la consulta

Estudios de CasoD. Félix González Moreno

Estudios de CasoD. Gabriel Piedrahita Castaño

Panel - Operación Transito (Sociedad Bíblica)D. José Luis Andavert Escriche

Panel - Iniciativas SolidariasD. Guillem Correa Caballé

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Reportaje fotográfico de la consulta

Panel - Misión Urbana de MadridD. David Casado Cámara

Mesa Redonda - Coloquio

Mesa Redonda - Coloquio

Mesa Redonda - Coloquio

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Reportaje fotográfico de la consulta

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Presidiendo y presentando al uno de los conferenciantesD. Julio Díaz Piñeiro

Presidiendo y moderando la mesa redondaD. David C. Dixon

Presidiendo una de las conferenciasDña. Yamina Apolinaris

Presidiendo las conclusiones de la ConsultaD. Joaquín Marquéz Broncano

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I G L E S I A Y M I G R A C I Ó N

264

Reportaje fotográfico de la consulta

Algunos asistentes a la consulta

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Reportaje fotográfico de la consulta

D. Josué Calero Noquera

D. Elías Nofuentes Molina

Dña. Ruth Álvarez Muñoz-Caballero

Dña. Rosario Jímenez Echenique

Entrega de diplomas a los inscritos por:Dr. Samuel Escobar Aguirre y D. Julio Díaz Piñeiro

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Reportaje fotográfico de la consulta

D. Pedro Gil Lloreda

Dña. Araceli Espi Bocanegra

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Dr. Máximo García Ruiz É N F A S I S S O C I O L Ó G I C O

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Inmigración: ¿Un problema o una oportunidad?

Licenciado en Sociología.Doctor en Teología, Universidad Pontificia de Salamanca.

Secretario Ejecutivo del Consejo Evangélico de Madrid (CEM).Rector del Instituto Superior de Estudios Teológicos de España (ISETE).

Profesor asociado de Sociología, Seminario Teológico UEBE, Alcobendas (Madrid).

Introducción

Para llevar a cabo una aproximación sociológica al tema de lasmigraciones, es necesario apoyarse en algunos documentosbásicos, sin perder de vista la perspectiva de inmediatez que nosofrecen los medios de comunicación. Y, puesto que no dispone-mos de herramientas propias de prospección sociológica, tene-mos que servirnos de los trabajos de campo que organizacionesespecializadas en la materia nos ofrecen generosamente.

Por mi parte no pretendo hacer un planteamiento sobre lasmigraciones en su sentido genérico, sino más bien sobre la inmi-gración en España. Algunos de los datos y reflexiones que hace-mos aquí, fueron ya presentados con ocasión del Congreso deObra Social en febrero de 2001 patrocinado por el Ministerio deObra social de la Unión Evangélica Bautista Española y formanparte del curso de Sociología que imparto en el Seminario quepatrocina esta Consulta.

Manejaremos algunos documentos básicos relacionados con lasituación de los inmigrantes en España, así como una revista

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que disponemos de un borrador de trabajo interno que, hasta dondellega nuestro conocimiento, no ha sido publicado oficialmente. ElPlan está en vigor desde comienzos del año 2001 hasta el año encurso, e intenta racionalizar y coordinar los esfuerzos que estaComunidad realiza en relación con los inmigrantes extranjeros.

5. El Acuerdo o Convenio de Schengen (1985), ratificado porEspaña en 1990, y que tiene por objeto la supresión gradual delos controles en las fronteras comunes dentro del territorio de lospaíses que lo han suscrito.

A este documento habría que añadir los acuerdos adoptadosen Tampere (Finlandia) por los estados miembros de la UniónEuropea (16 y 17 Enero 1999) sobre ”la creación de un espaciode libertad, seguridad y justicia”, pero no creo que sea necesa-rio ni conveniente extendernos en exceso en estos datos.

En lo que respecta a otros documentos de interés, podemoshacer mención al ”Libro Blanco de la inserción laboral de refu-giados e inmigrantes” editado por la Comisión Española de Ayudaal Refugiado (CEAR) en Octubre de 2000; referido a la Comunidadde Madrid, además del Plan Regional de la Consejería de ServiciosSociales de la C.A.M., es de interés mencionar el editado por laDelegación Diocesana de Migraciones– A.S.T.I., bajo el título”Extranjeros en la Comunidad de Madrid 1999”.

Y, finalmente, en cuanto a los recortes de prensa, son muchos yvariados, y muestran el discurrir diario de un tema en proceso con-tinuo de cambio. Solamente repasando los titulares de la prensa delos últimos meses, tendríamos una película de cómo se va tejiendoel complejo entramado de la inmigración en España. Nos apoya-mos en ellos para apuntalar algunas de las afirmaciones que hace-mos o para validar determinados datos que estamos utilizando, yaque las estadísticas de organismos oficiales suelen recoger infor-mación que cuando llega a nuestras manos ya está obsoleta.

monográfica del Colegio de Economistas sobre ”Población,Inmigración y Mercado de Trabajo” y, además, documentos dediferentes ONG’S, a los que añadiremos algunos recortes deprensa. Son las herramientas necesarias para hacer un análisissociológico de la situación de la inmigración en España en elmomento actual. Aunque bueno será advertirlo desde el inicio,lo que haremos es ofrecer algunos apuntes sobre este tema,encaminados a provocar, si fuera posible, un debate sobre losaspectos más significativos. Poca cosa más podríamos hacer,sobre todo si tenemos presente que se trata de un fenómenosocial en cambio permanente.

En primer lugar vamos a hacer referencia a los documentosque manejamos:

1. La Ley de Extranjería, denominada ”Ley Orgánica 4/2000,de 11 de enero, sobre derechos y libertades de los extranjerosen España y su integración social”, a la que es necesario unir lareforma a dicha Ley, también con rango de Ley Orgánica(8/2000), aprobada el 22 de diciembre de 2000, que entró envigor el 23 de enero de 2001.

2. Reglamento de la Ley de Extranjería. Mediante Real Decreto864/2001 de 20 de julio se aprueba el Reglamento de Ejecuciónde la Ley Orgánica 4/2000, reformada por la Ley Orgánica8/2000, del 22 de diciembre.

3. El Programa GRECO, elaborado por la Delegación delGobierno para la Extranjería y la Inmigración, acerca del cualun titular de la prensa (29/12/2000), con ocasión de su publi-cación, decía: ”El PP logra unir a toda la oposición contra suplan para los inmigrantes”.

4. El Plan Regional para la Inmigración 2001-2003, de laConsejería de Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid, del

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Inmigración: ¿Un problema o una oportunidad?

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A la Ley hay que añadirle el Reglamento que regula el régimende entrada y salida del territorio español, el régimen jurídico delas situaciones de los extranjeros en España, el permiso de tra-bajo y regímenes especiales, la infracción en materia de extran-jeros y su régimen sancionador y prevé la coordinación de losórganos de la Administración General del Estado.

Cumple, al igual que cualquier otro Reglamento, la función dereglar las partes de la Ley que pudieran contener algún tipo deambigüedad. Con todo, el Reglamento nace, al igual que la LeyOrgánica 8/2000 con vocación restrictiva y vino a endurecer lospreceptos legales. Sobre el contenido y alcance del Reglamento seha pronunciado recientemente el Tribunal Supremo, quien ha dic-tado sentencia anulando 11 de sus artículos, sentencia que obligaal Gobierno a volver a reformar la Ley para adaptarla en funciónde los preceptos que han sido abolidos. Los once artículos delReglamento que anula ahora el Supremo tienen que ver con:

1) Art. 38 sobre la libre circulación.2) Art. 41.5 sobre reagrupación en cadena.3) Art. 49 d y e sobre exención de visados.4) Art. 56.8 sobre la situación de los indocumentados.5) Art. 57 sobre salvoconducto de viajes excepcionales.6) Art. 84 sobre permiso de trabajo.7) Art. 117.2 sobre expulsiones.8) Art. 127.2c sobre los que llegan en pateras.9) Art. 130 sobre la comunicación de los internados.

10) Art. 136.3 sobre la obligación de los jueces de comunicar alGobierno sus resoluciones sobre extranjeros.

11) Art. 138.1b sobre repatriación.

El principal reproche del Supremo es que el Reglamento, unanorma de rango inferior, es más duro que la ley de la que emana.

Legislación

1. Ley de ExtranjeríaEn lo que a la Ley llamada de Extranjería se refiere, debemos

decir que fue elaborada en la legislatura anterior, cuando el PPgobernaba con una mayoría simple, y su firma fue el resultadode ese arte político que se llama ”diálogo” y que conduce, enrazón del equilibrio de fuerzas, al ”consenso”.

La Ley 4/2000 venía a sustituir a la vetusta Ley socialista de1985 (Ley Orgánica 7/1985); y lo hacía introduciendo un marcolegal de acogida al inmigrante realmente progresista. Hasta talpunto, que el gobierno de Aznar, imposibilitado en el momentode su aprobación para frenar o reducir la apertura que la Leyintroduce, promete retomar el tema si en las elecciones siguien-tes consigue mayoría suficiente, como así ocurre, con el fin derevisar algunos aspectos que considera excesivamente aperturis-tas. El debate público suscitado a raíz de la Reforma (llamadapor algunos Contrarreforma), fue acompañado del mayor flujode inmigrantes conocido hasta ahora en España, y que se ha pro-ducido en el año 2000. ”Efecto llamada”, afirman algunosdetractores, de la situación permisiva que, según se lamentan, seestá produciendo actualmente, o se ha producido hasta la entra-da en vigor de la Reforma.

Los partidos de la oposición, así como otras fuerzas sociales,sindicatos y ONG’S, centraron la crítica a la Reforma de la Leyespecialmente en la restricción o supresión de los llamados”derechos sociales” (sindicación, huelga, etc.). Debemos repararen que este tipo de sensibilidad hacia los derechos de los inmi-grantes, es un significativo avance en el proceso de conciencia-ción en torno a la solidaridad, sensibilidad desconocida hasta nohace mucho tiempo, no solamente en nuestro país, sino tambiénen otros países de mayor recorrido en esta materia.

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Page 48: La Iglesia y la Migración

El Programa GRECO

El Programa Global de Regulación y Coordinación de laExtranjería y la Inmigración en España es la respuesta de laDelegación del Gobierno (Ministerio del Interior) para laExtranjería y la Inmigración. Fue aprobado en el Parlamento el28 de Diciembre de 2000.

Una de las peculiaridades más sobresalientes de este programaes que nació sin presupuesto para su implantación, motivo másque destacado por la oposición parlamentaria para justificar suvoto en contra. La prepotencia de un gobierno con mayoríaabsoluta se dejó sentir una vez más al desoir a la totalidad de lospartidos y rechazar todas las enmiendas y aportaciones presen-tadas. ”Con su postura –comentaron representantes de los parti-dos- el Ejecutivo se ha quedado solo frente al problema de lainmigración”.

El Programa GRECO tiene un periodo de vigencia del 2000 al2004 (en realidad del 2001 al 2004), y en su formulación deintenciones plantea CUATRO líneas básicas de actuación:

1. Diseño Global y coordinado de la inmigración como fenó-meno deseable para España en el marco de la UniónEuropea.

2. Integración de los residentes y sus familias que contribuyenactivamente al crecimiento de nuestro país.

3. Regulación de los flujos migratorios para garantizar la convi-vencia en la sociedad española.

4. Mantenimiento del sistema de protección para los refugiadosy desplazados.

El programa prevé 23 acciones y 72 medidas concretas.La mayor objeción que podemos presentar a este programa es su

El Gobierno ya está preparando, según anunció el ministroAcebes, su segunda reforma de la Ley de Extranjería.

2. Acuerdo de SchengenEl Acuerdo de Schengen (1985) relativo a la supresión gradual

de los controles en las fronteras comunes fue ratificado, inicial-mente, por Alemania, Bélgica, Francia, Holanda y Luxenburgo.Luego lo han suscrito otros países, entre ellos España en 1990.

Tiene por objeto –como ya hemos dicho- la supresión gradualde los controles en las fronteras comunes dentro del territorio delos países que lo han suscrito. Este documento se muestra comoun instrumento para reforzar la solidaridad entre los pueblos yestados europeos, naturalmente, a costa de un aumento demedidas de control con respecto a los ciudadanos procedentesdel ”exterior”, comprometiéndose cada país firmante a garanti-zar y proteger el conjunto de los territorios dentro del Acuerdo,”con el fin de evitar las consecuencias negativas en materia deinmigración y seguridad que pueda originar la reducción decontroles en las fronteras comunes”.

Se supone que el objeto principal de este Acuerdo es contro-lar y evitar el tráfico de personas no comunitarias por territoriocomunitario. Del control se responsabiliza a las compañías detransporte, especialmente las aéreas, por lo que se establecendos pasillos de acceso al país: ”Países Schengen” y ”el resto”. Lassanciones van dirigidas especialmente contra quienes organizanredes para el tráfico de seres humanos.

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inmigrantes en situación irregular (ilegales, sin papeles), ”por serla población más vulnerable y desasistida de los extranjeros pre-sentes en la Comunidad de Madrid”.

Además de plantear la situación de la inmigración en laComunidad de Madrid, y establecer el marco legislativo, en elPlan Regional se describen los distintos programas a desarrollardurante el trienio, desglosado en las diferentes áreas de serviciossociales, sanidad, educación, vivienda, formación y empleo,cultura, y otras menos diferenciadas.

No olvidemos, sin embargo, que al igual que ocurre con elPrograma GRECO a nivel nacional, se trata de un catálogo deintenciones que está aún por ver los resultados que su puesta enmarcha vaya ofreciendo.

Papel de importante participación para la implantación de esteplan se reserva al Foro Regional para la Inmigración de laComunidad de Madrid.

Consideraciones sociológicas

1. De país emisor a país receptorEn pocos años España se va transformando de país de emigra-

ción a país de inmigración: de ser un país emisor pasa a ser unpaís receptor. El fenómeno empieza a cobrar importancia en ladécada de los setenta, se afirma en la segunda mitad de la déca-da de los ochenta y se dispara en la década de los noventa. Y nosolamente ha convertido a España en un país de destino de losflujos migratorios, sino también en un punto de tránsito haciaotros estados, cuyos controles fronterizos en las rutas desde elnuestro han sido eliminados o reducidos sustancialmente.

dependencia del Ministerio del Interior, con toda la carga derepresión y control policial que esto lleva consigo, en lugar dehaberlo hecho depender del Ministerio de Trabajo y AsuntosSociales, como correspondería a un Programa cuyo objeto se cen-tra en personas que ofrecen trabajo y necesitan atención social.

Plan Regional para la Inmigración de la C.A.M.

En este caso, se trata de la respuesta de la C.A.M. al fenómenocreciente de la inmigración en una comunidad con una progre-siva afluencia de extranjeros en busca de trabajo.

Con este plan, la Comunidad de Madrid pretende coordinary racionalizar el conjunto de esfuerzos que se hacen en rela-ción con los inmigrantes extranjeros, tratando de propiciar laintegración social.

Dice la Comunidad tomar en consideración tanto las iniciativaspúblicas como los aportes del movimiento asociativo, fomentan-do iniciativas y tratando de hacer más visible la aportación quehacen los inmigrantes extranjeros a la sociedad madrileña.

Por otra parte, afirma tener presente en sus fines no solamentela atención inmediata de necesidades mediante medidas opera-tivas, sino el prevenir posibles dificultades con las que suelenencontrarse todas las sociedades que experimentan un procesointenso de impactos o choques culturales.

El impulso de este plan corresponde a la Consejería deServicios Sociales. Repárese en el contraste diferencial con elprograma homónimo a nivel nacional, que se hace depender delMinisterio del Interior.

Este plan comunitario dice dirigirse de forma especial a los

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Inmigración: ¿Un problema o una oportunidad? É N F A S I S S O C I O L Ó G I C O

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España. Otros focos importantes son: 1) Cataluña, la Comunidadque ha venido recibiendo el mayor número de inmigrantes; 2)Andalucía, especialmente en la zona de El Ejido; y 3) Murcia acausa del auge de la huerta con los nuevos apoyos al regadío.

A finales de 2000 la ”tasa de presión” puede estimarse en un3% a nivel estatal. Se ha pasado de tener 500.000 extranjeros afinales de 1990 a un mínimo de 1,5 millones a finales de 2001.Esta cifra comienza a superar el número de emigrantes españo-les fuera de nuestro territorio, con lo que, en estos momentos seha logrado una situación de equilibrio.

¿Y de dónde proceden los inmigrantes? Los datos analizadosnos indican que, en su conjunto, Latinoamérica arroja un totalde 691.365; le sigue la Unión Europea con 384.660, África con319.286 y la Europa extracomunitaria con 158.764.

Estas cifras habría que matizarlas si las comparamos con las delpadrón municipal, que suma un millón de habitantes más que elcenso. Por otra parte, en el segundo semestre del año 2002, porprimera vez en diez años, se produjo un descenso de inmigra-ción legal, a causa de los procesos de regulación que elGobierno puso en marcha, si bien la inmigración irregular siguiócreciendo, según demuestra, entre otros indicadores, el aumen-to de las expulsiones ejecutadas por el Ministerio del Interior.

Con todo, y a pesar de que la fiabilidad no es absoluta, espe-cialmente en lo que a inmigrantes sin papeles se refiere, y noolvidando que estamos hablando de cifras referidas a enero de2001, los datos de que disponemos son importantes para cual-quier tipo de análisis y desarrollo de proyectos o acciones con-cretas que deseemos realizar.

En cualquier caso, para obtener una visión global de las cau-sas que han provocado el significativo aumento de la inmigra-ción, es preciso delimitar tres fenómenos sociales que se hanproducido de manera simultánea.

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É N F A S I S S O C I O L Ó G I C O

En los últimos meses, tal y como recoge la Exposición deMotivos de la Reforma de la ”Ley de Extranjería”, se han detec-tado ”aspectos en los que la realidad del fenómeno supera lasprevisiones de la norma”. Y esto ha alarmado en gran medida alos órganos del Gobierno.

Ahora bien, cuando hablamos de inmigrantes en España ¿dequé cifras estamos hablando realmente? Apoyándose en datosdel INE, del Ministerio del Interior y otros propios, El País(18.03.2003 y 24.03.2003) nos ofrece los datos referidos al año2001. Según esta información, en esa fecha residían en España1.572.017 extranjeros de los que únicamente 1.109.060 estabanregularizados, a juzgar por el balance 2001 de la Delegación delGobierno para la Inmigración. Tomando esos datos como refe-rencia, se deduce que en esa fecha había en España 462.957inmigrantes ”sin papeles”.

Siguiendo los datos de El País, observamos que la comuni-dad autónoma con mayor número de inmigrantes es Madrid(366.099) seguida muy de cerca por Cataluña (310.307) y,algo más distante, la Comunidad Valenciana (217.673) yAndalucía (178.130).

En lo que se refiere a porcentaje de inmigración no registrada,o inmigración ilegal, destaca Murcia (42.044 de 69.556) dondela inmigración ilegal representa el 60,45% de su poblaciónextranjera, seguida de la Comunidad Valenciana con el 53,43%y Madrid con el 35,82%.

El porcentaje de inmigrantes censados sobre la población total(lo que se ha denominado la ”tasa de presión”), sigue siendomuy inferior al de otros países de la Unión Europea. En laComunidad de Madrid, de los datos referidos al 2001 se des-prende que era de un 4,26%, siendo superior la presencia demujeres a la de hombres. La presencia de inmigrantes en Madridsupone un 20,85% de toda la población extranjera residente en

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Inmigración: ¿Un problema o una oportunidad?

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tes de la geografía española.Esta es una variable, dentro del campo de la Sociología de la

Religión que sin duda nos afecta muy directamente, de la queapenas se hace mención en los medios de comunicación, ysobre la que deberíamos estar prevenidos. Merecería, por sísola, la celebración de un coloquio o una consulta que permi-tiera un debate serio.

Y otro aspecto en el área religiosa a tener en cuenta, especial-mente en las iglesias evangélicas, es la afluencia, en algunoscasos masiva, de inmigrantes a los cultos y su progresiva inte-gración en las congregaciones. Este fenómeno está sometiendo aprueba a muchas iglesias que ven cómo se modifican paulatina-mente sus programas y sus tradiciones, provocando sentimientoscontrapuestos. Por una parte, de euforia, debido al crecimientonumérico de muchas congregaciones; por otra, de inseguridad,al tener que convivir con formas de vida y manifestaciones espi-rituales diferentes.

Una fase, aún en proceso de implantación, es la de sustitucióndel liderazgo autóctono (incluidos pastores) por hombres y mujeresprocedentes de la inmigración, que no estará ausente de tensiones.

3. Mercado de trabajoNo perdamos de vista que en el fenómeno migratorio que nos

ocupa la causa esencial que lo provoca, si excluimos el contin-gente de inmigrantes comunitarios en buena medida jubilados,es de índole económica. El inmigrante, empujado por la pobre-za y la falta de oportunidades en sus países de origen y atraídopor un proceso de desarrollo económico, acude a España en res-puesta a una demanda cierta del mercado de trabajo. Y el fenó-meno es imparable, entre tanto se sigan dando las condicionesde enorme desequilibrio económico que lo provoca.

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1. El ciclo de bonanza económica producido en España al socai-re de su incorporación a la Unión Europea.2. La progresiva situación de deterioro económico sufrido en elsubcontinente latinoamericano y en el continente africano, asícomo en diferentes zonas de Asia.3. El ”efecto llamada” que la situación de España ejerce:

a) Sobre África (especialmente el norte magrebí), por su inme-diatez geográfica.

b) Sobre Latinoamérica, por su identidad idiomática y su fra-ternidad histórica.

Es decir, España se ha convertido en un país doblemente fronte-rizo: con la Unión Europea con respecto al continente africanomantiene una frontera geográfica, y frontera cultural conLatinoamérica.

La confluencia de estos tres fenómenos ha provocado que los flu-jos migratorios hacia nuestro territorio hayan experimentado un cre-cimiento geométrico que ha producido, internamente, un síndromede sorpresa, en primer lugar, y de temor, a continuación, ante unfenómeno desconocido en la historia inmediata de nuestro país.

2. Dimensión religiosaDesde la perspectiva religiosa no debe perderse de vista un

dato muy significativo, y es la afluencia significativa de africanos(mayoritariamente marroquíes), aproximadamente un 35% de lapoblación total de inmigrantes, con lo que la implantación deuna religión diferente al cristianismo cobra una fuerte relevanciasocial, y promete protagonizar situaciones conflictivas en unfuturo no muy lejano. La creciente implantación de mezquitasen territorio español, algo inaudito hace unas décadas, es ya unhecho que puede constatarse por la ciudadanía en muchas par-

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Pero se da un efecto pernicioso. No hay permiso de trabajo sino hay un trabajo efectivo, y no hay contrato de trabajo si no haypermiso, si los papeles no están en regla. Surge así el fenómenode los ”ilegales”. Algunos empresarios se aprovechan de la situa-ción de ilegalidad para abaratar el coste de la mano de obra yahorrarse el importe de la Seguridad Social, cuando no se añadea este ahorro el abaratamiento de la hora de trabajo. Y, entretanto, la Administración se enreda en legalismos para justificarsu política represiva y obstruccionista, y continúa actuando bajola inercia de los hechos consumados.

Ahora bien, cuando se produce algún acontecimiento dramá-tico, como la muerte de los 12 ecuatorianos en Lorca, de cuyohecho hace unos días que se conoció la sentencia que condenaa los imputados como responsables, todo el mundo se rasga lasvestiduras y se busca urgentemente algún chivo expiatorio parajustificar la mala conciencia, pero sigue sin ofrecerse solucionescreativas, ajustadas a la realidad y a la demanda social.

4. Efecto de los flujos migratoriosEstados Unidos es el país paradigmático a la hora de valorar los

efectos de los flujos migratorios en el desarrollo económico ysocial. Canadá y Australia pueden ser tomados igualmente comoreferentes. Y también, dentro del territorio europeo, Alemania,Francia y otros países de Europa.

La población de los EE.UU. en 1790 no alcanzaba los 4 millo-nes; actualmente está en torno a los 300 millones. Solamente enlos últimos 10 años ha alcanzado un 13,78% de crecimiento. Ysigue siendo un país de acogida y un país en desarrollo creciente.La inmigración ha sido, y parece que así va a continuar siendo enel futuro, la vía de crecimiento más significativa en este país.

A lo largo de la historia, el intercambio de bienes, de personas

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Inmigración: ¿Un problema o una oportunidad?

y de descubrimientos ha constituido la principal fuente del pro-greso humano. Tal y como demuestran los estudios realizados,los emigrantes tienen unas capacidades superiores a la media desus paisanos en los lugares de origen. Y, además, se trata de uncolectivo mayoritariamente en edad activa, cuya contribución alos servicios sociales es superior a lo que reciben (costes educa-tivos, sanitarios, de vivienda y protección social), generando consu presencia y actividad puestos de trabajo en sectores como laeducación y la sanidad, entre otros, que serán ocupados por losciudadanos autóctonos.

Así es que, en este marco social, la pregunta del título de estaconferencia entendemos que es del todo pertinente, ya que escontemplada desde ambas posturas tanto por la Administracióncomo por la población autóctona. Entonces, seguimos pregun-tando, la inmigración, ¿es un problema o una oportunidad paralos países receptores?

El País (21.02.2003, p. 25) hacía referencia a unas declaracio-nes de Jordi Pujol, el presidente de la Generalitat de Cataluña enlas que decía: ”La gente sabe que [la inmigración] es un proble-ma, a diferencia de algunos sabios que lo niegan y que hablansin saber de qué hablan”. Pujol, como tantos otros políticos, aligual que la gente de la calle, hace referencia a la integración delos extranjeros en el país receptor y las dificultades que un pro-ceso de esta envergadura ha de afrontar; aspecto que no cabeduda que hay tomar en consideración, dada su enorme relevan-cia. Pero hay otros aspectos que no deben perderse de vista, porejemplo, la pérdida de habitantes que muchas provincias estánexperimentando, aún a pesar de los flujos migratorios y de lacreciente demanda de mano de obra que se produce en deter-minados sectores de la economía (la agricultura y los servicios,especialmente) y que, sin la aportación de mano de obra de losinmigrantes, quedarían progresivamente desasistidos.

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Inmigración: ¿Un problema o una oportunidad?

parece posible frenar la inmigración, al menos mientras perma-nezca la ruptura del equilibrio entre economía y demografía quese da entre países ricos y pobres. Los inmigrantes, con controleso sin ellos, seguirán viniendo a nuestro país mientras las condi-ciones económicas así lo justifiquen.

Debe servirnos de ejemplo la experiencia del fenómeno enotros países europeos, pero especialmente en el país conmayor experiencia inmigratoria al que ya hemos hecho refe-rencia, los EE.UU. Y aun la nuestra: el esfuerzo de impermea-bilizar la frontera sur a través de los filtros de Ceuta y Melillay el enorme costo económico que produce, no consiguen másque aumentar la presencia de las mafias y con ellas un cre-ciente aumento de la delincuencia, pero sin reducir el núme-ro de inmigrantes irregulares.

Pero hay más. Tanto el informe del Libro Blanco hechopúblico por el C.E.A.R. acerca de la inserción laboral de refu-giados e inmigrantes, como otros informes coincidentes deentidades tan poco sospechosas de populismo o demagogiasocial como el BBVA, insisten en que en España es necesarioun contingente anual entre 240.000 y 300.000 inmigrantes.Sin este aumento no es posible mantener el ritmo de desarro-llo y el estado de bienestar actual.

La O.C.D.E., en su análisis de la economía española, hace algu-nas propuestas a España, entre las que se encuentra una referidaa la inmigración; recomienda flexibilidad para permitir que losinmigrantes ilegales puedan obtener permisos de trabajo.

2. Pues bien, a partir de esta premisa, creemos que la regu-larización de las migraciones debería recaer bajo la responsa-bilidad del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y no bajoel Ministerio de Interior. Es decir, cambiar el concepto de”represión” por el de ”colaboración”. Comenzar a analizar el

Apoyándose en datos del I.N.E., a partir del censo de 2001,Charo Nogueira presenta ”una radiografía de la población espa-ñola” (El País, 30.03.2003, p. 32) en la que muestra que en losúltimos diez años 17 provincias españolas han descendido en elnúmero de habitantes y otras 15 están por debajo del 5% de cre-cimiento de la población española en ese período, produciendouna despoblación de numerosas zonas, especialmente en laEspaña interior, sobre todo la del noroeste. Y si bien es cierto queesto tiene que ver con el menor nivel de desarrollo de esas pro-vincias con respecto al resto de España, significa igualmente quela progresiva despoblación va a contribuir a acrecentar esas dife-rencias. La modernización de los sistemas de explotación delcampo, y el despegue del turismo rural y otras políticas seme-jantes, deben equilibrar y acrecentar una mayor demanda de tra-bajadores en los sectores más despoblados.

Por otra parte, debemos tener presente que la inmigración con-tribuye de forma decisiva a rejuvenecer la población y al aumen-to de la natalidad.

Algunas conclusiones personales

Como ya apuntábamos al principio, tan solo hemos podidoaportar algunas pistas sobre el tema.

Pero no vamos a cerrar nuestra exposición sin comprometeralgunas conclusiones personales planteando determinadasacciones que por parte de la sociedad española (Administración,ONG’S e iglesias) podrían emprenderse:

1. Arrancamos con una premisa: la realidad es tozuda, y no

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I. Que la sociedad crea mecanismos de equilibrio en funciónde la oferta de empleo que produce el mercado y otros indica-dores sociológicos.II. Que no solamente existen flujos de entrada sino que tam-bién se producen flujos de salida, que con frecuencia se igno-ran, por lo que se hace necesario reparar, necesariamente, enel stock o saldo resultante.

Y aún más, el análisis social nos muestra que cuanto más durossean los controles de entrada, menos salidas se producirán, debi-do al temor a no volver a ser admitidos en el supuesto de que seproduzca un cambio de criterio.

Provisionalmente, y entre tanto se modifican las políticas actua-les de inmigración, debería aprovecharse el actual artículo 31 de laLey, que contempla la concesión de permisos temporales por cir-cunstancias humanitarias o desarraigo, para resolver la situacióndel contingente de irregulares viviendo actualmente en España.

5. España debería establecer Convenios de Cooperación conlos países emisores, procurando concertar cupos y buscando lacolaboración efectiva de esos países para que regularicen ellosmismos los flujos de salida. Estos convenios deberían ir acom-pañados de:

a) Campañas de información objetiva en los países de origen,estableciendo mecanismos de disuasión, cuando dicha políti-ca sea necesaria.b) Ciclos de formación profesional subvencionados para losinmigrantes que llegan (estén o no regularizados), acompaña-dos de una bolsa de supervivencia.c) Alternativa o complementariamente, establecer programasde orientación y formación básica en los países que generan

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fenómeno de la inmigración desde una perspectiva optimista,reconociendo el valioso aporte que los inmigrantes estánhaciendo en nuestro país tanto a la economía como al desa-rrollo cultural.

3. Puesto que el saldo económico que producen los inmigran-tes es positivo, tanto en el terreno empresarial como en lo queafecta a la contribución social, las diferentes Administracionesdeberían dedicar fondos suficientes encaminados a facilitar laintegración cultural y social de estos colectivos, mediante cen-tros de acogida, construcción de viviendas protegidas, proyectoseducativos de formación profesional, fomento de iniciativas yproyectos culturales y religiosos promovidos por los propioscolectivos de inmigrantes, favoreciendo con ello el respeto a lapropia identidad de los inmigrantes. Estas medidas contribuirána acelerar los procesos de integración y, con ello, la disminuciónde los problemas colaterales.

4. Por otra parte, compartimos el criterio de algunos analistassociales que consideran necesario liberalizar las políticas deentrada de inmigrantes, legalizando a todos los que entren ydeseen quedarse, aunque somos conscientes de que esta afirma-ción tiene mala prensa. Con ello se evitarían:

a) Las mafias que comercian con los inmigrantes.b) La explotación de trabajadores en situación irregular.c) Mucha de la delincuencia derivada de las situaciones de ilegalidad.

A este respecto, y para dar fundamento a la propuesta anterior, nodebemos olvidar otros aspectos importantes que influyen sobre losflujos migratorios y sobre los que se habla y escribe muy poco:

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Bibliografía

1. Legislación.•Acuerdo de Schengen, ratificado por España en 1990.•Ley Orgánica 4/2000 del 11 de enero, sobre derechos y libertades de

los Extranjeros en España y su integración social.•Ley Orgánica 8/2000 del 22 de diciembre, de reforma de la Ley

Orgánica 4/2000, del 11 de enero.•Real Decreto 864/2001, del 20 de julio, del Ministerio de la

Presidencia, por la que se aprueba el Reglamento de ejecución de la Ley Orgánica 4/2000, del 11 de enero.

2. Documentos•Inmigración y Cristianismo, Libro de Actas del XVII Congreso de

Teología, Centro Evangelio y Liberación (Madrid, 1998).•Libro Blanco de la inserción laboral de refugiados e inmigrantes,

CEAR Madrid, Octubre 2000).•Lora-Tamayo D’Ocon, Gloria, Extranjería en la Comunidad de Madrid

1999, Delegación Diocesana de Migraciones-A.S.T.I. (Madrid, 1999).•Movimiento natural de la población española, año 1986, Instituto

Nacional de Estadística. Artes Gráficas I.N.E. (Madrid, 1990).•Plan Regional para la Inmigración 2001-2003, Consejería de

Servicios Sociales de la C.A.M. (edición de régimen interno).•Programa Global de Regulación y Coordinación de la Extranjería y la

Inmigración en España, Periodo 200-2004, Delegación del Gobierno para la Extranjería y la Inmigración, Ministerio del Interior.

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los flujos de inmigrantes, con cuya política se evitarían muchosproblemas y se reducirían costes de integración. d) Habilitar residencias-puente para períodos de adaptación.e) Subvenciones específicas para atender las situaciones deemergencia de algunos inmigrantes en situación irregular.

6. Establecer políticas de ayuda al desarrollo de los paísesemisores. Dentro del seno de la Unión Europea, España debe-ría promover este tipo de acciones, encaminadas a fomentar lacreación de puestos de trabajo que sirvan de freno a la inmi-gración desesperada.

7. Informes realizados tanto por el Imserso como por laUniversidad de Comillas y la Generalitat de Cataluña determi-nan que los inmigrantes regularizados aportan a la Haciendapública más del doble del dinero que reciben. Pues bien, a par-tir de este dato, como ya hemos apuntado anteriormente, debedesarrollarse una ética de solidaridad, apoyada por una políticade aporte de recursos a los servicios públicos para evitar que losniveles de seguridad y prestación ciudadana se deterioren, tantopara los nacionales como para los inmigrantes, favoreciendopreferentemente a los más desasistidos.

8. Y, finalmente, en lo que respecta a la tarea de las iglesias,creo que las iglesias evangélicas españolas deben reformular,a la luz de la Biblia, los contenidos de su misión, descubrien-do que no cabe una predicación del Evangelio aséptica; queno se puede eludir la responsabilidad que tienen como agen-tes sociales con contenidos éticos, y que hay que aportarsoluciones en el proceso de integración de los inmigrantes, noimporta que su papel, el de las iglesias, pudiera parecer aalgunos de menor cuantía.

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3. Libros y Revistas•Blanco, Cristina, Las migraciones contemporáneas, Alianza Editorial.

(Madrid, 2000).•Goytisolo, Juan y Naïr, Sami, El peaje de la vida, Ed. Aguilar.

(Madrid, 2000).•Informe España 2003, Una interpretación de su realidad social.

Fundación Encuentro. (Madrid, 2003).•Las incertidumbres de un mundo en mutación, Vol.1, Univ. Deusto.

(Bilbao, 2001).•Las Migraciones desde el Trabajo Social, Monográfico Revista del

Colegio Oficial de Diplomados en Trabajo Social y AASS de Madrid. (Madrid, 1er. Trim. 1996).

•Población, inmigración y Mercado de Trabajo. Revista Economistas del Colegio de Economistas de Madrid, nº 86. (Madrid, 2000).

•Ruiz de Olabuénaga, José Ignacio. Inmigrantes. Ed. Acento. (Madrid, 2000).

•Wihtol de Wenden, Catherine, ¿Hay que abrir fronteras?,Ed. Bellaterra. (Barcelona, 2000).

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D. Juan Medrano Cucurella

Los inmigrantes en el Antiguo Testamento

Licenciado en Estudios Eclesiásticos, Universidad Pontificia de Comillas, Madrid.

Profesor de Sociedad, Cultura y Religión y Pastor del Colegio Evangélico Juan de Valdés, Madrid.

Profesor Invitado de Hermenéutica y Antiguo Testamento,Seminario Teológico UEBE, Alcobendas (Madrid).

Marco histórico

Como es bien sabido, Israel remonta sus orígenes a un pueblode nómadas, o seminómadas, es decir, un clan o una tribu depastores que vivieron ocupados, no en el ciclo de la siembra yla cosecha propio de los pueblos sedentarios o agrícolas, sino enel mundo de la migración. Con mucha razón, alguien dijo que”nómada es el pueblo que anda detrás de su rebaño”1. El librode Génesis nos habla de Abraham, primer patriarca, que vienede Ur pasando por Harán y que se situaría allá por el siglo XVIIImás o menos. Pero al hablar de los orígenes las dificultades sehacen más que evidentes. Los relatos bíblicos del AntiguoTestamento se escribieron, generalmente, a posteriori y muymarcados por diferentes concepciones teológicas que irán impri-miendo su huella en los relatos y, también, por el afán de autoi-dentificación nacional.

M. Liberani2, traza las líneas maestras del cuadro arqueológicoy contextual de esa historia partiendo de la caída del imperioegipcio, dominador de Palestina durante cuatro siglos aproxima-

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ficios, como el templo de Jerusalén y habrá que hacer frente auna nueva situación financiera que acabará en una rebelióncontra el sistema fiscal de Jerusalén con Jeroboam I. La obracomenzada por Saúl se rompe en menos de un siglo y a partir deahora existirán dos reinos, el del norte, Israel, y el del sur, Judá.

Otro fenómeno a tener en cuenta es el impacto de los impe-rios, como el asirio, cuando el dilema de pagar tributo o sopor-tar incursiones se convierte en algo habitual. La conquista asiriatiene importantes consecuencias en el terreno económico ydemográfico. El pago de fuertes tributos hará mella en los limi-tados recursos de la región, así como las matanzas y deportacio-nes. Éste es un proceso que afectará a toda Palestina, aunqueJudá consiguió sobrevivir hasta el 586. El reino del norte, Israel,desapareció en el 7223.

Pocos años después, Babilonia consigue tomar Jerusalén redu-ciéndola a condición de vasallo (597) y poniendo fin a su auto-nomía (586). Los babilonios, a diferencia de los asirios, norepueblan los campos con desterrados de otras zonas, sino queson repoblados con una mezcla de campesinos e inmigrantes(Israel y estados arameos), mientras que otros quedan mediovacíos (Judá). El Salmo 137 nos recuerda los sentimientos de losdeportados, emigrantes forzosos en tierra extraña. Todo esto creará un vacío político y demográfico en el sur y Transjordaniaque provocará desplazamientos de población. Al regreso del exi-lio, en la primera época persa, es donde verá Liverani, ”el origende algo completamente distinto e innovador (...) se dan las con-diciones para la aparición de ‘fronteras invisibles’ en el tejidosocial y étnico, basadas en las formulaciones teológicas, las con-vicciones y el comportamiento personal”4.

El último periodo abarca desde la conquista de Palestina porAlejandro Magno hasta la conquista de Jerusalén por Pompeyo.Hay pocos datos referentes al siglo III y más abundantes en el

damente (XVI-XII). Esto daría lugar a un periodo sin dominación,pero con algún intento por parte de los filisteos que culminó conéxito en la costa y en los valles. Pero en las colinas y montañasde Cisjordania se da otro proceso de colonización en el que pro-liferan aldeas y pequeñas ciudades fortificadas. Esto, segúnLiberani, es un elemento nuevo aportado por los pueblos de ori-gen tribal y pastoral (ante todo israelitas). El sistema no tendríaun centro de poder que lo unifique, por lo que los acuerdos entretribus y ciudades regulaban unos derechos de pastoreo, matri-monio y comercio.

La historiografía israelita sitúa en el periodo de los Jueces laconsolidación de la nueva entidad etnopolítica ”Israel” que seformó en las tierras altas cisjordanas y en parte de la mesetatransjordana. Sus luchas contra las ciudades-estado cananeaseran vistas como fases de opresión y liberación. Es una época deconstantes conflictos con Edom o Moab, pero la amenaza prin-cipal la constituye un pueblo que se había establecido un pocoantes: los filisteos. Es posible que ésta fuera la experiencia queles llevaría a organizarse de una forma nueva buscando, sobretodo, una unidad que les evite derrotas como la que llevó a ladestrucción del santuario de Silo (1050 aproximadamente).

David (1000-931) supone un momento decisivo en el planoinstitucional ya que se produce una superación del estado tribalgracias a una política de consolidación y expansión militar.David acabará por conquistar todas las ciudades cananeas exis-tentes en el territorio de Israel y las anexiona a su reino y some-terá a una serie de pueblo vecinos. El núcleo del estado estárepresentado por el palacio y sus dependientes, mientras el restode la población es marginado de la política y relegado a fuentede impuestos, contribuciones y trabajo. Estos aspectos se acen-tuarán con Salomón (960-920 ó 971-931). Se dedica a asegurarla defensa nacional; organiza el ejército; construye grandes edi-

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virtiéndose en pobreza causada por la opresión a la que fueronsometidos en el periodo en que los hebreos permanecieron allí.

El Antiguo Testamento conoce bien la contraposición entredominadores y dominados, entre explotadores y oprimidos. A laestructura social del antiguo próximo Oriente pertenece tambiénla esclavitud. Tiene fundamentalmente dos raíces: la primera esque gran número de esclavos fueron traídos como prisioneros enlas guerras y, en segundo lugar, existe el número más pequeñode aquellos que tenían deudas en el propio país y, por tanto,tenían que vender su vida y capacidad de trabajo6. Según Lev.25: 6 hay cuatro clases de trabajadores dependientes: el esclavo,la esclava, el jornalero y el trabajador extranjero. Los ricos, y enespecial los reyes, aparecen como quienes disponen librementede sus súbditos. El derecho de esclavos en Éx. 21:2-6, piensa enel caso del que tuvo que venderse por razones económicas, peronos interesa sobre todo la conducta a observar con el esclavoque no viene determinada por la ley, sino por la recepción de losdones de Dios y el recuerdo de su propia experiencia en Egipto(Deuteronomio). Un paso más se dará en el código de santidadde Lev. 25 con la proclamación del año sabático7. En el AntiguoOriente era normal que los dioses exigieran a los ricos que sepreocuparan por los pobres, y esto se hacia efectivo por mediodel rey, de manera que ”el fuerte no despojara al débil de susderechos y para que el huérfano y la viuda recibieran lo que lescorresponde”, tal como señala el Código de Hammurabi8.

El Antiguo Testamento mostrará un gran interés por el extran-jero que abordaremos, sobre todo, en los códigos legales y en losprofetas. Por ahora será suficiente decir que el AntiguoTestamento hace dos distinciones básicas entre los extranjeros:

1) el perteneciente a otras naciones y al que ordinariamente sele considera enemigo.

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siglo II gracias a los libros de los Macabeos y a Flavio Josefo. Elimperio de Alejandro se dividió a su muerte en cuatro partes. Lasque afectan a los judíos son Egipto, gobernado por los tolomeos,y Siria, dominada por los seléucidas. La relación con estos últi-mos se convirtió en graves enfrentamientos con la subida altrono de Antíoco IV Epifanes.

La experiencia religiosa de Israel

La religión de Israel brota en el proceso de liberación de ungrupo de trabajadores oprimidos por la sociedad egipcia. Poreso, el mundo de sus símbolos religiosos tiene que estar direc-tamente relacionado con el proceso histórico de esa liberaciónpolítica. Esto, como subraya R. Albertz, ”le confiere una orien-tación histórico-política y una clara referencia al aspectosocial, que van a constituir una de las notas características dela religión de Israel”5.

Para comprender la importancia que adquieren los inmigran-tes en el periodo del Antiguo Testamento, hay que tener en cuen-ta la inmigración -éxodo de Egipto (Gn. 46 ss; Ex. 1:1-14). Segúnel testimonio bíblico, la pobreza de los hebreos en Egipto es unaconsecuencia directa de la opresión. Como dice el famoso resu-men histórico de la fe de Israel: ”Un arameo a punto de perecerfue mi padre, el cual descendió a Egipto y habitó allí con pocoshombres, y allí creció y llegó a ser una nación grande, fuerte ynumerosa; y los egipcios nos maltrataron y nos afligieron, ypusieron sobre nosotros dura servidumbre” (Dt. 26:5,6). Lamisma pobreza (falta de alimentos y malas condiciones econó-micas) que fue la causa de la emigración a Egipto acabará con-

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del país del Norte y de todos los países por donde los había dis-persado! Yo los haré volver de nuevo a la tierra que había dadoa sus antepasados” (Jr. 16:14,15; 23:7,8).

Pero insistimos en un hecho, como bien dice X. Pikaza. ”loshebreos oprimidos en Egipto serían para la Biblia un signo detodos los hebreos oprimidos, pero hay que decir que esto es asíporque es el Dios de Israel el que rescata a su pueblo con unaacción totalmente gratuita”13. De ahí la importancia de la expe-riencia de liberación.

La experiencia de liberación en los códigos legales del Antiguo Testamento

La liberación de Egipto culmina al final de un largo camino: latierra prometida. Pero en la tierra de la promesa no se han derepetir las injusticias de Egipto (Ex. 22:21; Dt. 24:17,1. Seránecesario que la nueva comunidad sea dotada de un nuevoorden social que encuentra su expresión en la ley o Torá. Así,cuando un niño hebreo preguntaba a su padre por el sentido deesa ley, la respuesta no podía ser otra que recordar la experien-cia de esclavitud y liberación14 (Dt. 6:20-25).

El libro de la Alianza (Ex. 20:23-23:19)15 refleja bien cómo laexperiencia migratoria queda patente en la ley. Se piensa que elcontexto social podría ser el tiempo de los jueces16. En concreto,el problema de los inmigrantes aparece en tres ocasiones. En dosocasiones para defender su dignidad, su libertad y su justicia,pero aparecen claramente en relación a la experiencia de libe-ración de Egipto: ”Al extranjero no engañarás ni angustiarás,porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto”

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2) el extranjero residente, cuya existencia está más o menosasociada a las gentes del país9. Esta última es la que se usa parareferirse a Abraham, Isaac y Jacob (Gn. 17:8; 23:4; 35:27). Y serefiere también a la situación de los israelitas en Egipto (Ex. 22:20; 23:9) y de la que fueron liberados. Y también hay quedecir que la ética social del Antiguo testamento, al mostrar estapreocupación por los grupos más desasistidos, ha llevado asuponer que el antiguo Israel constituyó una especie de movi-miento de protesta proletaria contra las estructuras elitistas depoder, pero no hay que exagerarlo. El interés por el extranjero loencontramos de forma clara en Egipto, en la Enseñanza deAmenemope (hacia el 1542-1069 a.C.): ”Hazte el distraídocuando sorprendas a una viuda en el campo y no dejes de serindulgente a su respuesta. No dejes de ayudar al extranjero, contu jarra de aceite; se duplicará en presencia de tus hermanos”10.La preocupación por los desasistidos podemos verla en las leyesde Ur-Nammu donde se puede leer lo siguiente: ”El huérfano nofue entregado al rico ni la viuda al poderoso, el poseedor de unsiclo no fue entregado al poseedor de una mina”11.

Es obvio que muchas de las ideas del Antiguo Orienteson compartidas por la religión de Israel, pero es importantesubrayar que la liberación de Egipto es experimentada inequívo-camente como una gracia de Dios. Esta obra liberadora diferen-cia al Dios de Israel de cualquier otro dios, porque al liberar alos oprimidos consigue hacer justicia al afligido, al menesterosoy al necesitado (Sal. 82:3,4). De ahí que Israel no se concibe a símismo sin recurrir al viaje del Éxodo, ni tampoco podrá hacerlosin rememorar el retorno del destierro12. No es extraño queJeremías proclamará: ”Vienen días -oráculo del Señor- en que yano se dirá: ¡Vive el Señor, que sacó a los israelitas del país deEgipto!, sino que se dirá: ¡Vive el Señor, que sacó a los israelitas

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tegerlos de los abusos, sino que era necesario ayudarles eco-nómicamente (Dt. 24:14-17).

En el libro del Levítico encontramos la Ley de Santidad, oCódigo de Santidad (17-26). La denominación se debe a la insis-tencia constante a la santidad: ”Sed santos como yo, el Señor,vuestro Dios, soy santo” (Lv. 19:2; 20:7ss; 21, 8.8.15.23) o ”Yosoy el Señor, que os santifico” (20:8); ”Yo soy el Señor, que lossantifico” (22:9,16.) Parece ser que los sacerdotes habían venidolegislando desde tiempos antiguos, y que el espíritu de su legis-lación era distinto de el del código deuteronómico. Algunasleyes son muy antiguas y es muy posible que se unieran duran-te el exilio de Babilonia (s.VI)19.

Respecto a los inmigrantes aparecen derechos y deberes queya encontramos en Deuteronomio. Aparecen algunas amplia-ciones y complementos, pero quizás lo más original sea lalegislación sobre el año sabático (Lv. 25:6). También podría-mos decir que la balanza se inclina más del lado de los debe-res que del lado de los derechos. Aún así, los inmigrantes apa-recen equiparados e igualados a los israelitas. Es decir, elinmigrante es un miembro más de la sociedad israelita, un pró-jimo, un hermano. En consecuencia, el mandamiento ”amarásal prójimo como a ti mismo” (Lv. 19:18) se extiende al inmi-grante: ”Cuando el extranjero morare con vosotros en vuestratierra, no le oprimiréis. Como a un natural de vosotros tendréisal extranjero que more entre vosotros, y lo amarás como a timismo; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto”(Lv.19:33,34). Se trata aquí de hacer al inmigrante un igual eco-nómica, social, cultural y afectivamente.

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(Ex. 22:21). ”Y no angustiarás al extranjero; porque vosotrossabéis cómo es el alma del extranjero, ya que extranjeros fuisteisen la tierra de Egipto” (Ex. 23:9). ”Seis días trabajarás, y al sépti-mo día reposarás, para que descanse tu buey y tu asno, y tomerefrigerio el hijo de tu sierva, y el extranjero” (Ex. 23:12).

Con el tiempo se hizo necesario ampliar y renovar la legisla-ción con el Código Deuteronómico (Dt. 12:28) que contiene tra-diciones que se desarrollaron en el reino del Norte y que fueronreelaboradas en Jerusalén después del 721 a.C.17. En las 26 vecesque aparecen los inmigrantes en el Deuteronomio, 18 seencuentran en este código, pero aparecen también al principio(1.16:17) y al final (31:12). Tal vez esto sea una muestra de queDeuteronomio considera al inmigrante como uno más del pue-blo y, por tanto, partícipe de la alianza. Esto hará que los inmi-grantes adquieran una serie de derechos: el derecho a disfrutarde los diezmos que paga el pueblo (Dt. 14:29; 26:12,13), el derecho a no ser explotado y recibir un jornal justo (Dt. 24:14,15), el derecho a ser juzgado imparcialmente (Dt. 1:16,17), el derecho a rebuscar después de la siega y la vendimia (Dt. 24:19; 24:21,22) y el derecho a la ayuda (Dt. 10:16-19). Pero los inmigrantes no sólo adquieren derechos,sino también deberes: Guardar y santificar el sábado (Dt. 5:12-14), celebrar las fiestas (Dt. 16:9-12; 13-14; 26:10,11).

Encontramos, como dice Albertz18, que la legislación deute-ronómica se preocupó de organizar una verdadera asistencia alos desvalidos. Anteriormente, el tejido social israelita habíasido la familia, pero los vínculos de solidaridad quedaban amenudo reducidos al ámbito de la familia y, posteriormente, alclan. Los extranjeros desposeídos de sus tierras pocas vecesencontraban protección por parte de una familia israelita, peroen la medida que la situación de este grupo (incluidos viudas yhuérfanos) se había deteriorado, ya no era suficiente con pro-

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épocas más creativas de la historia de Israel, de la que Ezequiel seráuno de los protagonistas más activos hasta que se produzca uncambio de circunstancias con la aparición de Persia. La actividaddel Deuteroisaías (Is. 40:55) se desarrollará en este ambiente y enla época posterior, a la vuelta de Babilonia, aparecen Hageo,Zacarías y el Tritoisaías (Is. 56:66). En la etapa final de la profecíaisraelita encontramos el libro de Jonás y, posiblemente, el de Joel.

De lo mucho que hay para estudiar de los profetas, ”uno de losaspectos más famosos e importantes del mensaje profético loconstituye su denuncia a los problemas sociales y su esfuerzo poruna sociedad más justa”22. Defensores de la fidelidad a la alianza,defensores de los pobres, de los débiles y en contra de las desi-gualdades. Es evidente que estas injusticias tienen unos responsa-bles, pero tienen, sobre todo, víctimas. A todas ellas se extiende ladefensa del profeta porque, como señala Gregorio Ruiz: ”Al pobrele falta el apoyo del dinero, pero a las viudas el del marido, a loshuérfanos el del padre y al emigrante el de los amigos”23.

Los inmigrantes aparecen como víctimas de las clases pode-rosas, los comerciantes, los jueces, los sacerdotes, etc. Jeremíasdenuncia a los reyes (Jr. 22:13-19); a los dignatarios y oficialesde la corte (Jr. 34:19-21; los sacerdotes y falsos profetas (Jr. 8:10). Deja claro el papel que tiene la práctica de la justi-cia y la defensa de los derechos de los más desprotegidos, asaber, los huérfanos, las viudas y los inmigrantes: ”Así ha dichoel Señor: Haced juicio y justicia, y librad al oprimido de manodel opresor, y no engañéis ni robéis al extranjero, ni al huérfa-no ni a la viuda, ni derraméis sangre inocente en este lugar” (Jr. 22:3). En otro contexto, Jeremías anima a sus paisanos des-terrados en Babilonia a una integración (con su propia culturay compartiendo con una cultura diferente): ”Edificad casas, yhabitadlas; y plantad huertos, y comed del fruto de ellos.Casaos, y engendrad hijos e hijas; dad mujeres a vuestros hijos,

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Los profetas y el inmigrante

El origen del movimiento profético bíblico20 nos pone en contacto con una profetisa (Débora), un profeta anónimo (Jue. 6:7-10), Samuel y unos grupos proféticos en la época de losJueces. Las principales líneas de evolución las indica J.L. Sicre21

muy relacionadas con la actitud que el profeta adopta ante el reyen diferentes etapas.

La primera se detecta en la cercanía física y el distanciamientocrítico respecto al monarca con representantes como Natán y Gad(2S. 7:2-17; 2S. 24:11ss). La segunda etapa se caracteriza por lalejanía física que se establece entre el profeta y el rey.Representantes como Ahías silonita (1Re. 11:29-39) y Micaías, quesólo aparece en 1Re. 22:13ss). La tercera etapa está marcada porun progresivo alejamiento de la corte y un acercamiento cada vezmayor al pueblo. El ejemplo más patente es el de Elías, que nuncapisa el palacio de Acab. Tanto Elías como Eliseo desarrollaron suactividad hacia el siglo IX a.C. durante los reinados de Acab yOcozías, cuya política aliancista con Tiro llevó a una actitud sin-cretista.

En el siglo VIII aparecen los ”profetas con obra escrita”.Personajes como Amós, Oseas, Isaías y Miqueas. Amós yMiqueas están preocupados especialmente por las alarmantesdiferencias entre ricos y pobres fruto del desarrollo de la agri-cultura y el comercio (Am. 3:9-12). Oseas e Isaías parecen másvinculados a la problemática de la política imperialista de Asiria.

A finales del siglo VII aparecen figuras como las de Sofonías,Nahum, Habacuc y Jeremías. Estos profetas se mueven en dosperiodos cortados por el año 609 (fecha de la muerte del rey Josías).Antes, la independencia política con respecto a Asiria; después ladecadencia, el dominio sobre Judá por Egipto y Babilonia. Con lasdeportaciones del 597 a.C. y del 586 a.C. se inaugura una de las

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(Mal. 3:5). Quizás la novedad sea la inclusión del obrero. SegúnJ.L.Sicre24, la situación social que refiere Neh. 5 lleva a la conclu-sión de que eran numerosos los obreros asalariados en aquellaépoca y frecuentes los abusos a los que se refiere Malaquías.

El libro de Jonás pone de manifiesto que Dios ama a todos losseres humanos, sean del país que sean. Dios se compadece detodos (Jon. 4:10,11), incluso de la mismísima Nínive, símbolo delopresor. De esta visión universalista participa también el Tritoisaíasabriéndose al extranjero y a los eunucos, excluidos tradicional-mente de la alianza. A los inmigrantes se les impone dos condicio-nes: observar el sábado y ser fieles a la alianza, lo cual ofrece laposibilidad de participar de la salvación: ”Así dijo YHWH:Guardad derecho, y haced justicia; porque cercana está mi salva-ción para venir, y mi justicia para manifestarse. Bienaventurado elhombre que hace esto, y el hijo de hombre que lo abraza; queguarda el día de reposo para no profanarlo, y que guarda su manode hacer todo mal. Y el extranjero que sigue a YHWH no hablediciendo: Me apartará totalmente YHWH de su pueblo. Ni diga eleunuco: He aquí yo soy árbol seco. Porque así dijo YHWH: A loseunucos que guarden mis días de reposo, y escojan lo que yo quie-ro, y abracen mi pacto, yo les daré lugar en mi casa y dentro de mismuros, y nombre mejor que el de hijos e hijas; nombre perpetuoles daré, que nunca perecerá” (Is. 56:1-5).

La experiencia plasmada en el culto

Los Salmos expresan lo esencial que el pueblo vivió y descu-brió en su relación con Dios. Los géneros son muy variados:himnos, súplicas, acción de gracias. Además los hay de corte

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y dad maridos a vuestras hijas, para que tengan hijos e hijas; ymultiplicaos ahí, y no os disminuyáis. Y procurad la paz de laciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a YHWH;porque en su paz tendréis vosotros paz” (Jr. 29:5-7).

En el libro de Ezequiel el tema de la injusticia se desarrollaen contextos muy diferentes. La preocupación por los gruposmás desfavorecidos y el interés por los inmigrantes (del que nohablan explícitamente Amós, Oseas, Miqueas, Nahum oSofonías) no está lejos de Jeremías. Explícitamente, Ezequieldefiende al inmigrante en 22:7: ”Al padre y a la madre despre-ciaron en ti; al extranjero trataron con violencia en medio deti; al huérfano y a la viuda despojaron en ti” También en22:29: ”El pueblo de la tierra usaba la opresión y cometía robo,al afligido y menesteroso hacía violencia, y al extranjero opri-mía sin derecho”. Ezequiel busca las causas de la destrucciónde la capital en las injusticias cometidas por sus habitantes yentre ellas cuenta el maltrato, la opresión y la violación dederechos respecto al inmigrante. Es importante la apertura uni-versalista de Ezequiel. Dios reparte la tierra como un don (14)y esa herencia es la que deben repartir y compartir con losinmigrantes: ”Y echaréis sobre ella suertes por heredad paravosotros, y para los extranjeros que moran entre vosotros, queentre vosotros han engendrado hijos; y los tendréis como natu-rales entre los hijos de Israel; echarán suertes con vosotros paratener heredad entre las tribus de Israel” (Ez. 47:21,22).

Zacarías, ya en la época postexílica, vuelve a centrase en losaspectos sociales y formula prohibiciones como ”no oprimáis a laviuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre...” (Zac. 7:9) y pidepara ellos justicia. Malaquías pone el acento en un juicio purifica-dor frente a un momento de crisis . Entre los condenados en estejuicio se encuentran los que ”defraudan en su salario al jornalero,a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero”

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El salmista apela a Dios para que haga justicia, porque:”Se juntan contra la vida del justo,

Y condenan la sangre inocente. Mas YHWH me ha sido por refugio,Y mi Dios por roca de mi confianza.

Y él hará volver sobre ellos su iniquidad,Y los destruirá en su propia maldad;Los destruirá YHWH nuestro Dios”.

(Sal. 94:21-23).

El Salmo 146, por su parte, es un canto que invita a la con-fianza en el Dios creador y:

”Que hace justicia a los agraviados,Que da pan a los hambrientos.YHWH liberta a los cautivos;

YHWH abre los ojos a los ciegos;YHWH levanta a los caídos;

YHWH ama a los justos.YHWH guarda a los extranjeros;Al huérfano y a la viuda sostiene,

Y el camino de los impíos trastorna”.(Sal. 146:7-9).

Las experiencias y sentimientos recogidos en los Salmos sonmuchas y muy variadas, pero todas ellas encuentran expresiónen el culto público y en el privado. Aunque lo más probable, enopinión de T. Longman III26, es que los Salmos fueron cantadoscomo parte del culto formal de Israel. Siendo esto así, entoncesla preocupación por el inmigrante queda también incorporadaen el culto y en la liturgia.

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sapiencial, profético o didáctico. No sabemos cuál fue el crite-rio que guío a dividir el salterio25 en cinco libros y tampoco esfácil proponer fechas ya que probablemente se fue formando alo largo de los siglos. Los puntos de referencia históricamentemás sólidos son: periodo de la monarquía (X-IX), la relacióncon la literatura deuteronómica (VIII-VII) y sacerdotal (VI-V) yla afinidad con el lenguaje profético en la época preexílica y eldestierro (596/587-539).

Como ya hemos visto en el segundo capítulo, la experiencia deDios como liberador es lo que motiva este interés:

”Sacó a su pueblo con gozo; Con júbilo a sus escogidos.

Les dio las tierras de las naciones,Y las labores de los pueblos heredaron”.

(Sal. 105:43,44).

Dios, al liberar al pueblo oprimido, consigue hacer justicia y,en consecuencia, corresponde hacer justicia:

”Defended al débil y al huérfano;Haced justicia al afligido y al menesteroso.

Librad al afligido y al necesitado;Libradlo de mano de los impíos”.

(Sal. 82:3,4).

En el Salmo 94 vemos una fuerte reacción contra la injusticiaque cometen los soberbios oprimiendo al pueblo y:

”A la viuda y al extranjero matan, Y a los huérfanos quitan la vida”.

(Sal. 94:6).

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Recordemos que el Deuteronomio y el Levítico llegan a consi-derar al extranjero como uno más del pueblo.

El libro de Rut nos muestra que la elección y salvación porparte de Dios se hace extensible a todos. Un talante en la líneade Jonás, que pone de manifiesto una capacidad de acogida yuna lucha por asegurar-materializar los derechos que se des-prenden de la dignidad humana y que atañen al ”pobre”: viuda,huérfano e inmigrante.

Conclusión

En el Antiguo Testamento los extranjeros que están integradoso los que están por integrar, son considerados parte del grupo delos necesitados y, por tanto, objeto de exigencia éticas. El puntode partida de estas exigencias éticas es la memoria: extranjerofuiste en Egipto. Pero es la memoria del oprimido, del que se veliberado y que sale de su prisión. Así pues, la liberación experi-metada por Israel consiste en ser liberado de cualquier tipo deinjusticia por un acto de amor-misericordia propio de la gracia.En el Antiguo Testamento, la comprensión histórica de la justiciaderivada de la liberación se opone estructuralmente a cualquiertipo de opresión. Dicho de otra manera: toda opresión atenta contra la dignidad de la persona porque priva de los bienes que garantizan esa dignidad. El relato sacerdotal de Gn. 1(s. VI-V a.C.) llevará hasta la mismísima semejanza conDios la dignidad humana y, por tanto, el hombre del AntiguoTestamento no puede aceptar ninguna situación de injusticiacomo definitiva. De modo que apelar a las referencias bíblicasno es sólo buscar un fundamento, es mostrar la situación del

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Una experiencia concreta: Rut

Algunos sugieren que el libro de Rut reacciona contra la refor-ma de Nehemías y Esdras en el siglo V. Para evitar contagiosespirituales se convirtió a Judá en una comunidad cerrada prohi-biendo los matrimonios con extranjeros. Otros ven en el libro ladescripción de algunas costumbres sociales israelitas en su pri-mera etapa de desarrollo (1000-700) o relacionada con la refor-ma deuteronomista (s. VIII-VII)27.

Lo que sobresale en esta obra es un talante universalista yabierto. Son varias las leyes que evoca, pero nos interesa espe-cialmente el derecho de pobres y de inmigrantes a espigar (cf. Lv. 19:9ss; 23:22; Dt. 24:19) y la legislación sobre losmatrimonios mixtos (cf. Dt. 7:3,4; 23:24; Éx. 43:15,16; Esd. 9:10; Neh. 10:31; 13:23-29). El caso es que Noemí y Rutse encuentran en una situación dificilísima ya que se juntan enla protagonista el ser pobre, el ser viuda y el ser extranjera, serinmigrante. La costumbre era dejar un poco de grano para losnecesitados, entre ellos el extranjero. El Código Levítico va unpoco más lejos que el Código Deuteronómico puesto que pideque no se siega hasta la orilla misma, con lo cual puede sermejor aprovechado por los pobres.

En la siega iban primero los segadores, que cortaban manojosde espigas asiéndolas por los tallos. Seguían otros que juntabanocho o diez manojos en un haz y una vez habían sido acarrea-dos se permitía a los pobres entrar en el campo a espigar. PeroBooz permite a Rut que vaya con los segadores, y estos tienenque ir dejando algo para ella. En el caso de los matrimonios mix-tos, se muestra una apertura a las mujeres extranjeras en un tonomuy pacífico, quizás fruto de una época de buena convivenciaentre los pueblos de la zona28. De ahí que se vea con buenosojos que una extranjera pase a formar parte del pueblo de Israel.

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Notas

1. La definición la debo a quien fuera mi profesor de Antropología Filosófica, D. Josep M. Via, en la Facultad Eclesiástica de Filosofía de Catalunya.

2. LIBERANI, Mario, El Antiguo Oriente. Historia, sociedad y economía, Crítica, Barcelona 1995, 516-517. También pueden consultarse: GONZÁLEZ ECHEGARAI, J., El Creciente fértil y la Biblia, Verbo Divino, Estella 1991; ALBERTZ, R., Historia de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento (Vol. I-II), Herder, Barcelona 1999.

3. Quizás Judá se retrasa por su situación apartada y el apoyo egipcio.

4. LIVERANI, M., o.c., 531.

5. ALVERTZ, Rainer, Historia de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento. 1 De los comienzos hasta el final de la Monarquía, Trotta, Madrid 1999, 95.

6. WOLFF, H. Walter, Antropología del Antiguo Testamento. Sígueme, Salamanca 1975, 263.

7. Ibid, 263-270.

8. LOHFINK, N., Gott auf der Siete der Armen, en Das Jüdische im Christentum. Die verlorene Dimension, Freiburg 1987; tomado de GONZÁLEZ, A., Teología de la praxis evangélica. Ensayo de una teolo-gía fundamental, Sal Terrae, Santander 1999, 189.

9. WESTERMANN, J., Diccionario Teológico Manual del Antiguo Testamento (Vol. I), Cristiandad, Madrid 1978.

10. MARZAL, A., La enseñanza de Ameneope, Madrid 1965; tomado de SICRE, J.L, Con los pobres de la Tierra. La justicia social en los profetas de Israel, Madrid 1985, 31-32.

11. Tomado de: DRANE, John, El Antiguo Testamento. La fe, Verbo Divino, Estella 1987, 97.

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inmigrante, es poner de manifiesto actitudes injustas y es ilumi-nar propuestas acordes a la dignidad del ser humano.

El punto final es una referencia a la literatura sapiencialcon las palabras de Lemuel y que, si se me permite el salto her-menéutico, lanzo como una invitación:

”Abre tu boca por el mudoEn el juicio de todos los desvalidos.

Abre tu boca, juzga con justicia,Y defiende la causa del pobre...”

(Pr. 31:8,9).

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27. WOOD, G.E, Comentario Bíblico “San Jerónimo”. El Antiguo Testamento II, Cristiandad, Madrid 1971, 682-683.

28. Razón que se tiene en cuenta para no situar la composición de la obra en tiempo de la reforma de Nehemías y Esdras.

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12. GARCÍA FERRE, Jesús, El extranjero que habita en tu tierra, Corintios XIII 102 (2002), 151-161.

13. PIKAZA, Xabier, Egipto, experiencia de cautiverio, Nuevos Horizontes 7 (1990), 23-24.

14. GONZÁLEZ, Antonio, o.c., 206.

15. Se considera que es la más antigua compilación legal de Israel y com-parable a los antiguos códigos orientales, como los de Hammurabi (s. XVIII a.C.), el hitita (s. XVII-XIII a.C.) o el decreto egipcio de Horemheb (s. XIV a.C.). Véase: GUILLÉN TORRALBA, Juan, Éxodo, texto y comentario. El mensaje del Antiguo Testamento (2), Verbo Divino, Estella, 1992.; DRANE, John, El Antiguo Testamento: La fe, Verbo Divino, Estella, 1987, 90.

16. SICRE, J.L., Introducción al Antiguo Testamento, Verbo Divino, Estella 1997, 123.

17. Sobre la Historia deuteronomista: SICRE, J.L., Introducción al Antiguo Testamento,Verbo Divino, Estella 1997, 133-175.

18. ALVERTZ, R., o.c., 413.

19. SICRE, J.L., Introducción al Antiguo Testamento, 126.

20. La investigación actual establece una relación entre el profetismo hebreo y el de Mari. Para un acercamiento básico, ver: DRANE, John, o.c., 47-52.

21. SICRE, J.L., Profetismo en Israel, Verbo Divino, Estella 2000, 254-257.

22. Ibid, 388-411.

23. RUIZ, G., La ética profética. Frente a la pobreza desde la justicia en Perspectivas de Moral Bíblica, PS, Madrid 1984.

24. SICRE, J.L.,”Con los pobres de la tierra...”, 432-435.

25. El códice Vaticano (B) designa la colección como psalmoi, es decir, can-tos acompañados de instrumento de cuerda, mientras que el códice Alejandrino (A) la denomina psaltérion, que es el mismo instrumento de cuerda con que se acompañaban estos cantos-oraciones. Se explica entonces por qué utilizamos en la actualidad tanto la denominación Salterio como la de Salmos.

26. LONGMAN III, T., Cómo leer los Salmos. Una introducción a la Poesía Hebrea, Clie, Terrassa, 2000.

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Dr. Fernando Méndez Moratalla

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Doctor en Teología, Universidad de Durham, Inglaterra.Profesor de Nuevo Testamento, Seminario Teológico UEBE, Alcobendas (Madrid).

Pastor de la Iglesia Bautista ”Madrid, Barrio del Pilar”.

Introdución

La inmigración, más allá del hecho de ”llegar a otro [país] paraestablecerse en él”1, movimiento de gentes de un lugar a otro,tiene su mayor expresión de complejidad en el intercambiohumano, en la difícil interacción entre visiones y planteamientosde vida diferentes, que se desarrollan ahora en un nuevo con-texto y que, inevitablemente, van a dar lugar a una nueva reali-dad. La dificultad de adaptación, de aceptación de los cambiosque necesariamente se han de dar en el proceso de adaptación,es lo que acarrea el conflicto propio de la inmigración, una difi-cultad que afecta tanto al grupo receptor, que ve su mundo ame-nazado, como al que llega, que intenta mantener la identidadpropia en un contexto que ya no es el originario.

En la obra del evangelista Lucas, y en especial en el libro de losHechos de los Apóstoles, encontramos un testimonio de cómo laiglesia primitiva vive su propio proceso de formación y creaciónde identidad, con grupos de gentes diversos y enfrentados, en un

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dero en cualquier línea”. Ésta es la cuestión que tiene que con-frontar Lucas al escribir los relatos relacionados con la vida yobra de Jesús, y el comienzo del ya conocido como movimien-to cristiano, la legitimidad, la validez, la licitud de una comuni-dad que está siendo cuestionada desde dos frentes diferentes.Por un lado, la existencia de la comunidad es discutida desde laperspectiva de los valores y criterios predominantes en la socie-dad. Por otro lado, el cuestionamiento del grupo, de la comuni-dad cristiana, viene también de parte de sus miembros, que,reflejando o influenciados por los valores de la sociedad en laque viven, se debaten sobre su propio ser como colectividad.

Uno de los propósitos que motiva frecuentemente la legitima-ción es el de la integración. Por eso la institución adquiere sen-tido cuando cada individuo en el orden institucional siente quesu vida, en sus diferentes estadios, tiene sentido; que su realidadvital tiene sentido en dicha institución. A través de este procesode legitimación, la historia de la institución y la biografía delindividuo discurren en paralelo.

A la luz de lo hasta ahora presentado, si miramos a las razonespor las que Lucas escribió su obra, descubrimos que los especia-listas ofrecen diversas causas, que no resultan del todo satisfacto-rias. Por ejemplo, una teoría extendida es la de que Lucas quierepresentar al cristianismo como una religión lícita que no resultauna amenaza para el imperio romano4. Sin embargo, la razón queaquí vamos a esgrimir es diferente. El criterio que vamos a defender, como motivación principal de Lucas, es el de legitimar,justificar, licitar el tipo de comunidad a la que dirige su obra, paraconseguir la plena integración en la misma de aquellos que lacomponen. Pero, insistimos, una legitimación de cara a esa mismacomunidad cristiana a la que se dirige y no hacia las autoridadesromanas, a las que pretendería presentar al cristianismo como unareligión lícita que no resulta una amenaza para el imperio.

contexto en el que presiones externas e internas cuestionan larazón de ser, la existencia misma, de la comunidad cristiana.Estas presiones, como veremos, son fruto, por un lado, del recha-zo social y, por otro, de las dudas internas que evoca un fenó-meno tan singular, la conjunción de visiones dispares de la viday la convivencia de grupos socialmente desvinculados y, en oca-siones, antagónicos en una misma colectividad o comunidad.

La meta del presente trabajo es, por tanto, la de presentar yargumentar el razonamiento lucano en favor de la existencia dela iglesia cristiana, a pesar de que para ello ha de justificar suconfiguración heterodoxa, en un contexto basado en la homo-geneidad social.

Legitimación

Según los sociólogos Berger y Luckmann, a partir de las segun-das generaciones de cualquier institución social naciente se pro-duce un proceso en el cual la institución en cuestión debe expli-car y justificar su razón de ser. A este proceso lo denominanlegitimación2. En el presente estudio, y en consonancia con latesis de Esler, proponemos que dicho proceso de legitimación sehace necesario desde la propia ingesta de la institución. Esto sedebe a residuos de lealtad al viejo orden aún existentes, o comofruto de presiones surgidas por la nueva adscripción social3.

El diccionario define legitimación como la ”acción y efecto delegitimar”. A su vez, legitimar es definido como ”convertir algoen legítimo; probar o justificar la verdad de una cosa o la cali-dad de una persona o cosa conforme a las leyes.” Y legítimo esalgo ”conforme a las leyes; lícito, justo; cierto, genuino y verda-

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también se lea en la iglesia de los laodicenses, y que la deLaodicea la leáis también vosotros” (Colosenses 4:16).

La segunda característica a señalar, con respecto a la comuni-dad a la que Lucas dirige sus escritos, es que era una comunidadsocial y étnicamente heterogénea. Si bien hay tres posturas tra-dicionales con respecto a la composición y proporción de losgrupos existentes en la misma, en el presente trabajo opto poruna opción poco generalizada, pero que creo ampliamente jus-tificada: que entre los lectores de Lucas había judíos y gentilesen proporción semejante6. Este elemento pasa a ser fundamentala la hora de comprender la problemática que afrontamos. Nosencontramos con un grupo dispar, con orígenes y tradicionesdiferentes que coexiste con dificultad en el contexto de la comu-nidad de discípulos de Jesús.

La comunidad Lucana: Presiones

Presión ExternaLa pertenencia a una grupo religioso que adora en exclusiva a un

solo Dios, casos del judaísmo y del cristianismo, conllevaba en elsiglo I una serie inherente de dificultades. No era sólo una cuestiónde adorar a una divinidad, como podía suceder en los cultos exis-tentes y contemporáneos al judaísmo y al cristianismo, sino quetambién era una cuestión de contenido. Como Nock sugiere, noexistía entonces la idea de una conversión a un culto, dado queéstos no tenían ninguna limitación doctrinal ni exigían exclusividadde sus devotos7. Una persona se adhería pero no se convertía a unculto. La consecuencia de esto era una pluralidad de fidelidadesque no entraban en conflicto y que no exigían exclusividad.

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Así pues, entendemos por legitimación el proceso llevado acabo tras la creación de una institución social, como por ejem-plo la comunidad cristiana. Es el conjunto de argumentos emple-ados por una institución para explicarse y justificarse a susmiembros. En el caso de la obra lucana, la consecuencia de esteproceso de legitimación del tipo de comunidad ideal que Lucasdescribe debe ser la integración en la misma de todas sus partes.

La comunidad Lucana: Definición

Un elemento esencial a la hora de afrontar el presente trabajoes la identificación de la comunidad5 a la que Lucas dirige susescritos. Dos características son importantes a este respecto: laprimera, que la comunidad receptora es una comunidad cristia-na, por lo que tenemos un documento de circulación interna, almenos en primera instancia. Esta deducción la basamos en elprólogo mismo del tercer evangelio en el que Lucas se dirige aTeófilo en términos propios de un cristiano que ya ha recibidoalgún tipo de formación, en el contexto de la comunidad de fe:”para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales hassido instruido” (Lucas 1:4).

El hecho que Lucas mencione a Teófilo como el receptor de lacarta no colisiona con la aseveración de que la obra estaba diri-gida igualmente a la comunidad. Era un elemento asumido enaquel tiempo que este tipo de obras serían de difusión comuni-taria, y, a veces, incluso entre comunidades. Recordemos laspalabras del apóstol Pablo, en las que da instrucciones a los cre-yentes en Colosas acerca de con quién intercambiar sus cartas:”cuando esta carta haya sido leída entre vosotros, haced que

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entre los distintos colectivos. Por ejemplo, a los miembros de laaristocracia senatorial se les prohibía contraer matrimonio a per-sonas que habían sido anteriormente esclavas; había juzgadosdiferentes, según fuesen los ciudadanos de clase alta o baja, ydiferentes castigos eran aplicados8.

La sociedad estaba fuertemente jerarquizada, compartimenta-lizada y los grupos sociales definidos con claridad. Los traspasosde un grupo social a otro eran infrecuentes y los intercambiosentre individuos de grupos diferentes solían darse básicamenteen el ámbito de la relación de patrón y cliente9.

Fruto de la presión externa a la que se ven sometidos los miem-bros de la comunidad cristiana, se provoca una presión interna,que cuestiona lo acertado de la decisión tomada. Dados el costede la renuncia a esos elementos distintivos de la identidad pasa-da y la crítica a la que se ven sometidos por esta causa, y conmotivo también de sus nuevas relaciones con grupos de, porejemplo, marginados sociales, pecadores10 o incluso gentiles, losmiembros de la nueva comunidad se cuestionan lo acertado dela decisión tomada. Es por esta razón que el evangelista Lucas seve en la necesidad de articular su obra de forma que confirme yreafirme a sus lectores en su decisión.

La comunidad Lucana: Conflictos

Conflicto de IdentidadesLos judíos que forman parte de la comunidad a la que Lucas

dirige su obra son judíos de la diáspora. Éste es un elementoimportante a considerar, pues nos ayuda a entender la abigarra-da defensa de su identidad. A pesar de su diversidad y de una

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En este contexto, el reclamo del cristianismo sobre el individuoafectaba a aquellos elementos que definían su realidad social. Lapertenencia a una religión monoteísta conllevaba la renuncia aelementos esenciales de identidad, tales como los ancestros (unaveneración ligada a la adoración de otros dioses), a los conciu-dadanos (que miraban a los convertidos de manera sospechosa acausa de sus rituales y por su actitud exclusivista), y a la familia.Todo esto ejercía una gran presión sobre los creyentes que, segúnveremos en la obra de Lucas, necesitan ser confirmados en sudecisión, dado el alto precio social y familiar que ésta acarreaba.

Esta circunstancia afectaba igualmente a creyentes provenien-tes del mundo gentil como a los procedentes del judaísmo. Enambos casos se requería la renuncia al modelo de vida vigenteen favor de aquel que se adoptaba, el cristiano. Así que, afirma-ciones puestas en los labios de Jesús acerca de la renuncia y con-flicto con la familia por causa del reino de Dios reflejan, sinduda alguna, la problemática que afrontan los miembros de lasprimeras comunidades cristianas, y las presiones externas a lasque estaban sometidos. Recordemos, por ejemplo, Lucas 14:26,”si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, ymujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propiavida, no puede ser mi discípulo”. La exigencia es absoluta, y, portanto, la tensión y conflicto, con una sociedad que opera conunos parámetros ajenos a los del cristianismo, máxima.

Presión InternaLa nueva adscripción de fe del individuo le coloca en el ámbi-

to de la comunidad cristiana. Esta comunidad está compuestapor personas procedentes de distintos trasfondos sociales, inclu-so étnicos, lo cual representaba una novedad con respecto a lostipos de asociaciones existentes en ese tiempo. Stambaugh yBalch hablan de barreras legales que enfatizaban las diferencias

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la celebración de comidas/banquetes. En el mundo romano encon-tramos tres organizaciones principales, denominadas collegia. Elprimer collegium estaba formado por hombres de negocio. Elsegundo grupo, la collegia sodalicia, reunía a personas devotas auna deidad. Y la tercera categoría, la collegia tenuiorum, estabacompuesta por gente pobre, y tenía el propósito de asegurarse unentierro digno. Como podemos ver, los tipos y propósitos de las dis-tintas collegiae eran diversos, pero una característica compartidapor los tres era la comida en común17.

En el contexto judío, la importancia de las comidas viene de suconcepto de la hospitalidad. La celebración de la comida en elsábado no estaba restringida a los miembros de la familia sino aotras gentes, especialmente a aquellos más necesitados. En ladiáspora, las sinagogas facilitaban alojamiento a los visitantes.

Hay otra consideración importante y es el hecho de que lacomida era un elemento de unidad y fraternidad, un motivo deinclusión a la vez que era un elemento de exclusión y separa-ción. Rafael Aguirre afirma que en el hecho de comer, el hom-bre establece una relación primaria y fundamental con la natu-raleza, pero también consigo mismo y con sus semejantes.Cuando los hombres comen, no se trata de un mero hecho bio-lógico y fisiológico, sino también un hecho cultural. Los antro-pólogos reconocen unánimemente que el comer y el compartirla mesa tienen una función central en toda cultura18.

En la misma línea, el antropólogo Feeley-Harnik argumentaque las comidas ”simbolizan el comportamiento adecuado entregrupos sociales en relación el uno con el otro y en relación conDios. Quién come con quién es una expresión directa de rela-ciones sociales, políticas y religiosas”19. Esto es cierto, por ejem-plo, en la Pascua judía, que distinguía al pueblo judío de otrospueblos. Una comida fue igualmente una señal del pacto entreDios y el pueblo de Dios (Éx. 24:9-12).

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relativa, pero paulatina e inevitable, helenización de estos gru-pos judíos que vivían fuera de Palestina11, la conciencia de iden-tidad, basada en la conservación de elementos tales como el vín-culo étnico; la vida de la comunidad judía local; los lazos conJerusalén y otras comunidades de la diáspora; la ley y el cum-plimiento de ciertas prácticas y creencias judías (por ejemplo laadoración del Dios uno de Israel, las leyes alimentarias, y laobservancia del sábado), era común a la mayoría de ellas y ayu-daba a mantener dicha identidad12.

Huelga decir que la situación de ser y sentirse extranjeroexacerba el énfasis en los elementos considerados distintivosde la identidad propia. Cualquier incursión externa es consi-derada como una amenaza, y por tanto rechazada, afectandola comprensión y respeto mutuos entre los grupos sociales. Laactitud defensiva por parte de los judíos ante cualquierinfluencia gentil, encontraba su contrapartida en la acusaciónhacia los judíos de misantropía, acusación fruto, en muchoscasos, del desconocimiento y el rechazo de las prácticas judías por parte de los gentiles. En ocasiones, dicha incom-prensión, tal y cómo lo refleja el autor contemporáneo Filónde Alejandría, judío de la diáspora13, se materializaba en ata-ques contra los judíos y sus propiedades como, por ejemplo,en Alejandría, donde la sinagoga fue quemada14, sus casassaqueadas15, e incluso muchos de ellos asesinados16.

Con este bagaje de incomprensiones y recelos mutuos tienenque empezar su andadura en común los cristianos de origengentil y judío de la comunidad lucana.

Conflicto de Prácticas: Fraternidad en la MesaLas comidas eran muy importantes en el tiempo en el que Lucas

escribe. Entre las diferentes formas que la gente tenía de estructurarsu vida social, algo que los diferentes grupos tenían en común era

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La comunidad Lucana: Estudio de soluciones

IntroducciónComo ya hemos visto, la comunidad lucana es una mezcla de

judíos y gentiles en la que los miembros judíos parecen haber sidorechazados por otros judíos por haber puesto en riesgo la identidadjudía al comer con los gentiles. Confrontados con tales presiones,ellos posiblemente quisieron tener garantía de que su decisión deconvertirse había sido la correcta. Y una de las metas de Lucas esla de ofrecer tal garantía a los judíos miembros de su comunidad.

Para ello recurre a situaciones alrededor de la mesa. Dejandoa un lado el caso particular de Ananías y Safira (Hch. 3:1-11), elprimer gran conflicto interno del que tenemos conocimiento enla incipiente comunidad cristiana es el que surge por causa delas comidas servidas a las viudas de la comunidad en Jerusalén(Hch. 6:1-7). Mientras las viudas de los judíos palestinienseseran atendidas primero y, debemos entender, de mejor grado, lasviudas de los judíos retornados de la diáspora eran descuida-das27. Las diferentes y enfrentadas posiciones sobre la cuestiónde la observancia correcta de las normas y prácticas judías seconcretaban en la negativa a ofrecer alimentos a las viudas deaquellos que eran considerados diferentes. Con la elección delos siete diáconos, todos ellos judíos de la diáspora, el conflictoparece remitir. A pesar de esto, la iglesia necesita pasar por unproceso difícil de asimilación de esta nueva realidad.

La Conversión de Cornelio (Hch. 10:1-11:18)Uno de los casos más representativos es el de Cornelio, el pri-

mer gentil convertido. La clave del asunto no es tan sólo la con-versión de un gentil sino que el hecho importante, desde elpunto de vista étnico y social, es que Pedro ha convivido y comi-do con ellos. Ésta es la razón por la que miembros de la iglesia

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La tensión existente dentro de la iglesia, de raíz étnica, se vereflejada en los textos del tercer evangelio y en el libro deHechos, evidenciándose el conflicto en las historias relaciona-das con las diferentes visiones acerca de las normas alimenta-rias20. En el tercer evangelio, los repetidos desencuentros entrelos fariseos y Jesús tienen como base la desigual interpretaciónde las normas sociales respecto a la relación con personas dediferente estatus, con las que, además, se comparte mesa. Lacuestión de quién comía con quién era en aquel tiempo un ele-mento de criterio para establecer y mantener barreras sociales yreligiosas21. Así, una de las más frecuentes acusaciones esgrimi-das contra Jesús es la de comer con publicanos y pecadores, esdecir, por causa de su asociación con gente marginal, con la quellega a compartir mesa. De hecho, Jesús mismo reconoce que,mientras que Juan el Bautista es descrito por la gente comoalguien que ni come ni bebe (Lc. 7:33), a él, a Jesús, le descri-ben como un comilón y bebedor (Lc. 7:34)22.

Fuera del evangelio, y en un texto probablemente contempo-ráneo23, el tema de la fraternidad en la mesa como elemento dedeterminación de barreras comunitarias es relevante, por ejem-plo, en José y Asenet24. En esta obra José, el hijo de Jacob ygobernador en Egipto, rechaza sentarse a la mesa de su anfitrióngentil. José tampoco besa a Asenet porque come alimentos con-sagrados a los ídolos. En contraste con la comida ofrecida a losídolos, José come ”el pan bendito de la vida, bebe la copa de latradición”25. Por tanto, el compartir mesa se presenta como fac-tor que determina los límites entre los que pertenecen y los queno lo hacen a la comunidad judía. Chesnutt afirma que la frater-nidad en la mesa alude a la forma judía de vivir en su totalidaden contraste con la conducta de los gentiles26.

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y de fornicación” (Hch. 15:29)33. Es en este consenso, en estepunto de encuentro, que la comunidad cristiana supera elmomento más crucial de su existencia. O bien se constituían enun grupo homogéneo, en el que un grupo impone sus criterios yvalores al resto, tal y como la sociedad esperaba, con lo cualhubiesen certificado su desaparición, o bien creaban una nuevacomunidad integradora que sirviera de base para un nuevomodelo social, sin ver en las diferencias una amenaza sino unariqueza, un modelo que dura hasta hoy y que, por encima detodo, refleja el propósito de Dios para su creación.

Más adelante, encontramos a Pablo a la mesa con gentiles, ensituaciones similares a las establecidas entre Pedro y Cornelio, entres ocasiones: con Lidia, una gentil temerosa de Dios de Filipo(16:14,15); con el carcelero de Filipo (16:25-34) y con Justo enCorinto (18:7). Todos estos encuentros tienen lugar tras el conci-lio de Jerusalén, lo que parece indicar que se pretende dar legiti-midad al hecho sobre la base de la aprobación y visto buenodados por la propia iglesia de Jerusalén. ”Si a Pablo se lo permi-tió la iglesia de Jerusalén, ¿por qué habremos de poner pegasnosotros?”, era, en cierto modo, la línea de argumento de Lucas.

Conclusión

En el presente estudio, he recurrido a un modelo bíblico quenos puede servir como referente para nuestra propia realidadvigente. Los elementos presentados han sido los siguientes:• Lucas escribe su obra con un propósito claro, legitimar la

existencia de su propia comunidad, con el fin último de inte-grar a todos sus componentes.

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en Jerusalén se quejan: ”¿por qué has entrado en casa de hom-bres incircuncisos, y has comido con ellos?” (Hch. 11:3)28.

El apóstol Pedro, como representante, y probablemente refe-rente, del sector judío palestiniense de la comunidad cristiana,necesita cambiar su percepción hacia los gentiles y la relacióncon éstos, y el texto bíblico nos habla de una visión en la que elapóstol es urgido a matar y comer de aquello que originariamen-te considera inmundo (Hch. 10:1-48). Es tras esta visión y elencuentro con Cornelio que Pedro comprende que Dios no haceacepción de personas, sino que su propósito hacia el ser humanoes de carácter universal y no étnicamente limitado. De hecho, elpersonaje principal de la historia es Pedro, siendo Cornelio unpersonaje secundario en la trama. Es Pedro el que ”se ve forzadoa acortar la distancia que le separa de Cornelio; y cuando estosucede, el resultado es la abolición de las barreras religiosas queseparan a los judíos de raza de los meramente adeptos”29.

Es cierto que la intención más amplia del pasaje es la de mos-trar que Dios instigó la misión a los gentiles30. Pero no es sólo lalegitimación de la misión a los gentiles en general sino el com-partir la mesa de judíos y gentiles en la comunidad cristiana, quepara Lucas es esencial para su misión. No es sólo cuestión deadmisión en la comunidad de gentiles sino la legitimación deuna comunión con ellos (judíos-gentiles) en su comunidad31.

El Concilio de Jerusalén (Hch. 15:1-35)El primer concilio de la iglesia cristiana tiene su origen en el

conflicto originado por el choque de las distintas tradicionesexistentes en su seno32. La solución a la que se llega es que losjudíos renuncien a la exigencia de que los gentiles observen losrituales de iniciación propiamente judíos, y, en contrapartida, losgentiles renunciarán a aquellos prácticas que resultan ofensivasa los judíos, tales como ”lo sacrificado a los ídolos, de ahogado

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tiana debe erigirse en una clara alternativa de relaciones huma-nas, comunitarias y sociales, en la que todos tienen cabida, reco-nociendo el claro propósito de Dios que no hace acepción depersonas (Hch. 10:34) y de Jesucristo que es Señor de todos(Hch. 10:36) y del Espíritu Santo que fue derramado igualmentea todos (Hch. 10:47).

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• La comunidad cristiana a la que se dirige el tercer evangelis-ta está compuesta por miembros de origen judío y gentil, loque provoca una serie de presiones y conflictos resultantes desu convivencia y esperada confraternidad.

• La resolución del conflicto de convivencia entre judíos y gen-tiles en la iglesia se convierte en un elemento crucial para eldesarrollo, e incluso existencia, de la propia comunidad cris-tiana, pues resulta un reto frente a los modelos de asociaciónexistente en aquel tiempo.

• Según Lucas, llegar a compartir mesa con quien es diferen-te señala la total integración de los miembros de la comuni-dad cristiana y se revela como una alternativa de relación yconvivencia social. La fraternidad en la mesa era una cos-tumbre que se convierte en elemento de evaluación de lavida de la comunidad.

El evangelista Lucas ha confrontado las serias amenazas queacechaban a la comunidad cristiana y que desafiaban la propiaexistencia de la misma, defendiendo y justificando su carácterheterogéneo e integrador. Si bien existe la presión social querechaza la convivencia de grupos tan dispares, hasta el punto dehacer dudar a los propios discípulos, el testimonio de la iglesiade la realidad y experiencia de Cristo es la aceptación e inclu-sión en su membresía de personas provenientes de distintos sec-tores sociales y etnias. La mejor evidencia de esta convivencia esla fraternidad en la mesa, en la que se evidencia la comunión ycaminar común de la comunidad.

El modelo que Lucas nos deja nos invita a reflexionar acercade qué tipo de iglesia queremos. El paradigma es claro. A pesarde las dificultades intrínsecas a la convivencia de grupos dispa-res, y a pesar del uso social que margina al extranjero, al inmi-grante, al que es diferente, al que ”no pertenece”, la iglesia cris-

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Page 78: La Iglesia y la Migración

Notas

1. Diccionario de la Lengua Española (Madrid: Espasa Calpe, 22ª edn, 2001).

2. P.L. Berger and T. Luckmann, The Social Construction of Reality: A Treatise in the Sociology of Knowledge (Garden City, NY: Doubleday, 1967).

3. Philip F. Esler, Community and Gospel in Luke-Acts. The Social and Political Motivations of Lucan Theology (SNTSMS, 57; Cambridge: Cambridge University Press, 1987), pp. 16-17.

4. Ver, por ejemplo, Henry J. Cadbury, The Making of Luke-Acts (Londres: SPCK, 1958); Hans Conzelmann, The Theology of St. Luke (Londres: Faber and Faber, 2º edn, 1960), p; Paul Walaskay, ‘And So We Came to Rome’: The Political Perspective of St. Luke (SNTSMS, 23; Cambridge: Cambridge University Press, 1983); contra, Richard J. Cassidy, Jesus, Politics, and Society: A Study of Luke’s Gospel (Maryknoll, NY: Orbis, 1978), que no ve en la exposición lucana intento alguno de crear una relación pacífica con el orden social existente. Más bien entiende que la presentación que Lucas hace de Jesús resulta una amenaza al orden establecido.

5. Existe la discusión reciente acerca de si no sería más apropiado hablar de ”comunidades” en vez de ”comunidad” a la hora de definir quiénes serían los receptores de la obra de cada evangelista, y en este caso de la obra de Lucas. Ver: Richard Bauckham (ed.), The Gospels for All Christians: Rethinking the Gospel Audiences (Edinburgh: T. & T. Clark, 1998). Uno de los esfuerzos más detallados para presentar la naturaleza de la comunidad lucana es el de Esler, en su obra ya mencionada arriba, Community and Gospel in Luke-Acts.

6. Las tres opciones sobre el origen de la comunidad son: 1) Comunidad mayoritariamente judía, con una presencia gentil insignificante o nula;2) Comunidad mayoritariamente gentil, con presencia judía insignificante o inexistente; 3) Comunidad en la que la presencia de miembros judíos y gentiles está significativamente equilibrada. La segunda opción es la que más aceptación ha tenido, sin casi ningún apoyo para la primera.

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12. Estos elementos generales eran communes en las comunidades de la diáspora judía (P.R. Trebilco y C.A. Evans, ”Diaspora Judaism”, in Craig A. Evans and Stanley E. Porter [eds.], Dictionary of New Testament Backgrounds [Leicester: InterVarsity Press, 2000], p. 281-96). Sobre la situación de estas comunidades en Asia Menor, ver: Trebilco, P.R. ”Jewish Communities in Asia Minor”, Craig A. Evans, and Stanley E. Porter (eds.), Dictionary of New Testament Backgrounds (Leicester: nterVarsity Press, 2000), p. 564-5.

13. La obra de este autor judío tiene un tono eminentemente apologético, con el propósito de impulsar la propia identidad judía. Ver: Scot McKnight, A Light Among the Gentiles. Jewish Missionary Activity in the Second Temple Period (Minneapolis: Fortress Press, 1991), p. 70; T.M. Conley, ”Philo’s Rhetoric: Argumentation and Style”, ANRW 2.21.1 (1984), pp. 343-71; E.R. Goodenough, ”Philo’s Exposition of the Law and His De Vita Mosis”, HTR 26 (1933), pp. 109-25.

14. Filón de Alejandría, Flacc. 48.

15. Filón de Alejandría, Flacc. 56.

16. Filón de Alejandría, Flacc. 65-71.

17. Stambaugh y Balch, The New Testament in Its Social Environment, pp. 125-6.

18. Rafael Aguirre, La Mesa Compartida. Estudios del NT desde las Ciencias Sociales (Presencia Teológica, 77; Santander: Sal Terrae, 1994), p. 26.

19. G. Feeley-Harnik, The Lord’s Table. Eucharist and Passover in Early Christianity (Filadelfia, Pensilvania: University of Pennsylvania Press, 1981), p. 2.

20. Sobre el tratamiento del tema en la obra lucana, ver: Jerome H. Neyrey, ”Ceremonies in Luke-Acts: The Case of Meals and Table Fellowship”, en Jerome H. Neyrey (ed.), The Social World of Luke-Acts: Models for Interpretation (Peabody, Massachusetts: Hendrickson Publishers, Inc, 1991), pp. 361-87; C.T. McMahan, Meals as Type-Scenes in the Gospel of Luke (Tesis Doctoral; Louisville, Kentucky: The Southern Baptist Theological Seminary, 1987); D.E. Smith, ”Table Fellowship as a Literary Motif in the Gospel of Luke”, JBL 106 (1987), pp. 613-38; Esler, ”Table Fellowship”, in Community and Gospel, pp. 71-109; H. Moxnes, ”Meals and the New Community in Luke”, SvenskExeArs 51-2 (1986-7), pp. 158-67; R.J. Karris, Luke: Artist and Theologian. Luke’s Passion Account as Literature (New York: Paulist Press, 1985), cap. 4; E.P. Steele III, Jesus’ Table-Fellowship with Pharisees: An Editorial Analysis of

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7. A.D. Nock, Conversión (Oxford: Oxford University Press, 1933), pp. 7-16.

8. John E. Stambaugh y David L. Balch, The New Testament in Its Social Environment (Library of Early Christianity, 2; Philapdelphia: The Westminster Press, 1986), p. 114.

9. Ver: Bruce J. Malina, El Mundo del Nuevo Testamento. Perspectivas desde la Antropología Cultural (Estella: Editorial Verbo Divino, 1995), pp. 127-9; Halvor Moxnes, ”Patron-Client Relations and the New Community in Luke-Acts”, en Jerome H. Neyrey (ed.), The Social World of Luke-Acts: Models for Interpretation (Peabody, Massachusetts: Hendrickson Publishers, 1991), pp. 241-68.

10. La definición de ”pecador”, como concepto sociológico, va más allá de aquella persona que desobedece la ley. Como Dunn ha mostrado (”Pharisees, Sinners, and Jesús”, in J. Neusner, et al [eds.], The Social World of Formative Christianity and Judaism [Filadelfia: Fortress Press, 1988], pp. 264-89 [276]), mientras que la definición del pecador como el ”malo” podría ser acertada, no debemos olvidar que la maldad es un comportamiento fuera de los márgenes de aceptabilidad, una conducta inadmisible para aquellos que pertenecen a lo socialmente establecido como aceptable. Por ejemplo, los fariseos, siempre escrupulosos obser-vantes de la ley y de las leyes de pureza, consideraban pecadores a todos aquellos que no llegaban a cumplir los requisitos religiosos, según ellos mismos los interpretaban. La evidencia más clara de esto es cuando ”pecador” es usado, más o menos, como sinónimo de gentil (Sal. 9:17; Tb. 13:8 [6]; Jub. 23:23-24; Sal. 1:1; 2:1,2; Lc. 6:33 = Mt. 5:47; Mc. 14:41 pars.; Gál. 2:15) En estos pasajes, el elemento común no es que el gentil por definición sea ladrón y asesino; más bien es que su conducta está fuera de los márgenes de la ley. Esta interpretación de a®mart_loøj, supeditada a si el individuo vive o no según el patrón de la ley, tiene, cuando menos, dos connotaciones. Una la podríamos definir como ”general”, aludiendo a aquellos pecados reconocidos como tales por la mayoría de los miembros de la comunidad. Otra connotación sería la particular o faccional que vincula la definición y extensión del pecado a la perspectiva de un grupo distintivo o secta en la comunidad.

11. John Barclay presenta tres fases o niveles en este proceso de heleniza-ción: asimilación, aculturación y acomodación (Jews in the Mediterranean Diaspora from Alexander to Trajan [323 BCE-117 CE] [Edimburgo: T & T Clark, 1996], p. 92-102).

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pp. 465-503. El principio de esta traducción, basada en la traducción francesa de Philonenko (Joseph et Aseneth: Introduction, texte critique, traduction et notes [SPB, 13; Leiden: Brill, 1968]), es la premisa de la crítica textual, lectio brevior potior. Aguirre ofrece varios ejemplos contemporáneos a la obra lucana sobre el tema de compartir mesa (La Mesa Compartida, pp. 35-58).

25. JA 8.5, según la traducción de Ramón Martínez y Antonio Piñero, ”José y Asenet”, en Alejandro Díez Macho (ed.), Apócrifos del Antiguo Testamento III (Madrid: Ediciones Cristiandad, 1982), pp. 191-238, 216.

26. Chesnutt, From Death to Life, p. 178.

27. A estos judíos de la diáspora se les identifica como ”helenistas”, término que reconocía a aquellos judíos residentes en Jerusalén cuya lengua de uso frecuente era el griego, especialmente en el ámbito de la adoración y lectura de las Escrituras (Thomas W. Martín, ”Hellenists,” in David Noel Freedman [ed.], Anchor Bible Dictionary, 3 [New York: Doubleday, 1992], pp. 135-6).

28. El texto alude a que la crítica viene de los de la circuncisión, es decir, de aquellos celosos de la ley que no aprobaban la interrelación entre circuncisos e incircuncisos, especialmente comer con gentiles (F.F. Bruce, Hechos de los Apóstoles. Introducción, Comentario y Notas. (Nueva Creación: Buenos Aires, 1998), pp. 260-1.

29. Jürgen Roloff, Hechos de los Apóstoles (Madrid: Ediciones Cristiandad 1984), p. 224.

30. Ernst Haenchen, The Acts of the Apostles: A Commentary (Oxford: Basil Blackwell, 1971), p. 362.

31. Esler, Community and Gospel, pp. 96.

32. Rius-Camps, en el segundo volumen de su comentario a los Hechos encarna el conflicto de la comunidad en las figuras de Pedro y Santiago (El Camino de Pablo a la Misión de los Paganos. Comentario Lingüístico y Exegético a Hch. 13-28 [Lectura del Nuevo Testamento. Estudios Críticos y Exegéticos, 2; Madrid: Ediciones Cristiandad, 1984], pp. 75-80).

33. Witherington argumenta que la petición no es ya sólo el abandono de la idolatría sino que lo que ésta representa. Se rechaza la idea de que el hombre hace imágenes de la deidad a su humana semblanza, sino que se quiere afirmar que es Dios el creador, y no al revés (The Acts of the Apostles: A Socio-Rhetorical Commentary [Grand Rapids, Michigan: Wm. B. Eerdmans, 1998], p. 530).

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Luke 7:36-50; 11:37-54; 14:1-24 (Tesis Doctoral; Notre Dame, Indiana: University of Notre Dame, 1981).

21. Tannehill, The Narrative Unity of Luke-Acts: A literary Interpretation: Vol. 1, The Gospel According to Luke (Philadelphia: Fortress Press, 1986), p. 171; cf. 5:29-32; 15:1-32; 19:1-10. Marshall argumenta que los fariseos no compartían mesa con los pecadores (cf. M. Éx 18:1 [65a]: ‘Let not a man associate with the wicked, not even to bring him the law’ [SB II, 108; cf. I, 498f.]. I. Howard Marshall, The Gospel of Luke. A Commentary on the Greek Text [The New International Greek Text Commentary; Exeter: The Paternoster Press, 1978], p. 599). Por tanto, no era sorprendente encontrar a fariseos y escribas vigilando a Jesús para comprobar su actitud ante la mesa (y su observancia de la ley) para poder acusarle. Sin embargo, Jesús aparece indiferente a sus normas (Green, Joel B., The Gospel of Luke [New International Commentary of the New Testament; Grand Rapids, Michigan: Wm. B. Eerdmans, 1997], p. 571) lo que, consecuentemente, provocó el conflicto. Esta concepción tan estrecha de la fraternidad en la mesa se convierte en un elemento por el cual Lucas identifica a los que se oponen a Jesús (Green, Luke NICNT, p. 572; también, Esler, Community and Gospel, pp. 71-109).

22. El tema de la fraternidad en la mesa es un énfasis destacado en el evangelio de Lucas. Ver: 4:38,39; 7:36-50; 9:10-17; 10:38-52; 11:37-54; 14:1-24; 15:1-2; 19:1-10; 22:4-38; 24:29-32, 41-43.

23. Randall D. Chesnutt, From Death to Life. Conversion in Joseph and Aseneth (JSPSS, 16; Sheffield: Sheffield Academic Press, 1995), pp. 80-5. También, Gideon Bohak, Joseph and Aseneth and the Jewish Temple in Heliopolis (Early Judaism and Its Literature, 10; Atlanta, Georgia: Scholars Press, 1996); Alejandro Díez Macho, ”José y Asenet”, en Alejandro Díez Macho (ed.), Apócrifos del Antiguo Testamento I (Madrid: Ediciones Cristiandad, 1984), pp. 214-21 (214); G. Delling, ”Einwirkungen der Sprache der Septuaginta in ‘Joseph und Aseneth”, JSJ 9 (1978), pp. 29-56; C. Burchard, Untersuchungen zu Joseph und Aseneth: Überlieferung-Ortsbestimmung (WUNT, 8; Tubinga: Mohr, 1965), pp. 144-6.

24. Hemos tomado esta obra como ejemplo, por su posible, aunque debati-ble, origen cristiano. Existen distintas versiones del texto. Para ver un resumen reciente de las posiciones existentes, Chesnutt, From Death to Life, pp. 65-9. Aquí hago uso de la versión breve del texto traducida por David Cook, ”Joseph and Aseneth”, en H.F.D. Sparks (ed.), The Apocryphal Old Testament. (Oxford: Clarendon Press, 1984),

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Iglesias e Integración

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Dr. Samuel Escobar Aguirre

Las migraciones y la misión dela Iglesia Cristiana

Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación, Universidad Complutense de Madrid. Catedrático de Misiología, Eastern Baptist Theological Seminary, Penn, USA.

Profesor Asociado de Evangelismo, Misión y Teología, Seminario Teológico UEBE,Alcobendas (Madrid).

Introducción

La fe cristiana es una fe que nació para viajar, es una fe misio-nera por excelencia. La naturaleza de esta religión la impulsa aatravesar fronteras geográficas y culturales, a tal punto que hoyen día no se puede comprender la historia de la humanidad sinreferencia a los procesos de expansión de la Iglesia cristiana porel mundo. Esta movilidad propia de la fe cristiana arraiga en susantecedentes en la fe judía y es así como judaísmo y cristianismohan dejado su marca en las culturas y pueblos por los cuales hanpasado. La historia cultural de Europa no se puede entender sinesta doble referencia, y sin otras referencias como la musulma-na. Por ello mismo la historia de la iglesia cristiana está íntima-mente vinculada con la historia de las migraciones. Se puededecir que el marco socio-cultural de la expansión misionera cris-tiana han sido procesos migratorios obligados por circunstanciascomo el hambre, la guerra o la persecución; o bien emprendidosen forma intencional por razones vinculadas a la fe. La expan-sión de la fe en Cristo por el mundo puede llevar a algunos cris-

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David. Dice Brown: ”Hacia el año 700 estaban produciéndoseunos procesos muy similares en ambos confines. Los escolares,cuyas lenguas nativas eran respectivamente el irlandés y el sog-diano, intentaban aprender mediante el laborioso método de lacopia de las versiones, latina en un caso y siríaca en otro, de untexto sagrado realmente internacional”2.

Hechos como éste atestiguan por un lado que el mensaje cris-tiano es fundamentalmente un mensaje para ser transmitido através de las barreras culturales y lingüísticas, un mensaje que sepuede traducir. De hecho, los documentos fundamentales de lafe cristiana, que son los Evangelios, no fueron escritos en la len-gua que Jesús usó para ofrecer su enseñanza, es decir hebreo yarameo, sino en el griego popular o koiné que se hablaba enbuena parte del Imperio Romano. Por otro lado, el hecho queanotábamos arriba demuestra también el impulso expansivocaracterístico de la fe que siete siglos después de su surgimientoes una fe viviente en rincones del planeta muy distantes entre sí.Un tercer aspecto es la capacidad contextual de esta fe que con-sigue adaptarse a lenguas y culturas muy distintas de aquellasentre las cuales nació.

Por estas mismas razones, podemos decir que la comunidadcristiana en los momentos en que vive más cercana a esa natu-raleza expansiva de la fe tiende a ser una comunidad ”de fron-tera”, por así decirlo. Es decir, es una comunidad que vive y aveces florece, precisamente en esos espacios donde mundosdiferentes se encuentran. Brown estudia cómo se dieron situa-ciones fronterizas en la constitución de Europa, desde la épocadel Imperio Romano, cuyas fronteras determinaban talantes ymentalidades contrastantes. Quienes vivían dentro de ellas tenían una actitud de superioridad y veían con recelo a quienesvivían fuera de ellas. En las zonas fronterizas se daban losencuentros entre unos y otros y Brown llama nuestra atención a

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tianos europeos o estadounidenses a un cierto globalismo triun-falista, que acompaña ciertos ímpetus guerreros hoy en día. Sinembargo, no hace falta caer en esa postura para reconocer lamovilidad innata a la fe cristiana. Eso sí, como cristianos hemosde reconocer también las ambigüedades que conlleva el proce-so de expansión misionera.

En tiempos recientes se ha profundizado en el estudio de la his-toria de la Iglesia de los primeros siglos con aportes de las cien-cias sociales. Investigaciones interdisciplinares mantienen laconvicción de que durante los primeros tres siglos de nuestra erala Iglesia cristiana se extendió por el territorio del ImperioRomano con una rapidez sorprendente. El sociólogo estadouni-dense Rodney Stark ha resumido información estadística dispo-nible a partir de la obra clásica de Edward Gibbon sobre elImperio Romano, con el beneficio de cálculos más recientes. Asíha llegado a calcular que en los años anteriores a la llamada”conversión” de Constantino la tasa de crecimiento de la Iglesiallegó al 40% en cada década, de manera que para el año 350,de una población total de 60 millones de habitantes en elImperio, más de 30 millones habían abrazado la fe cristiana1.

Hay otros aspectos de esta extensión de la fe cristiana por elmundo que van más allá de las simples estadísticas. En un librode la serie ”La construcción de Europa”, el historiador PeterBrown, de la Universidad de Princeton, nos recuerda unoshechos fascinantes, que tienen lugar hacia el año 700 de nues-tra era. Se han descubierto planchas de cera sobre madera en elcondado de Antrim en Irlanda del Norte, que muestran cómopor esa fecha algunos estudiantes hacían ejercicios basados enlos Salmos de David. Por otra parte, en Panjikent, al este deSamarkanda, se ha descubierto cascotes de ladrillo de la mismaépoca, que demuestran que también en esa región de Asia cen-tral había estudiantes que copiaban versos de los Salmos de

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Testamento como ilustrativo de la corriente migratoria desdePalestina hacia la capital del Imperio Romano en el primersiglo de nuestra era5.

En el presente trabajo vamos a concentrar nuestra atención enla relación entre procesos migratorios de diferentes épocas de lahistoria y la misión cristiana entendida como impulso a compar-tir la fe en Jesucristo y establecer comunidades que la profesan.En un sentido amplio el término misión tiene que ver con la pre-sencia y testimonio de la Iglesia en una sociedad (marturia), lasmaneras en que la Iglesia es una comunidad cuyos miembrosencarnan una forma de vida según el ejemplo de Jesucristo (koi-nonia), el culto que la comunidad rinde públicamente a Dios(leitourgia), el servicio a las necesidades humanas que la comu-nidad emprende (diakonia), y la función profética de confrontara las fuerzas del mal que destruyen a las personas y las socieda-des (profeteia). En sentido más específico, misión tiene que vercon ese impulso de la Iglesia cristiana a llevar el mensaje deJesucristo (kerygma) hacia los cuatro puntos cardinales. Cuandola Iglesia toma plena conciencia de que ha sido formada y envia-da al mundo con un propósito, se ve impulsada a cumplir sumisión. Precisamente la palabra misión deriva de la raiz latinamittere que significa ”enviar”. En tiempos recientes se ha redes-cubierto el sentido de ”presencia” y ”servicio” en el mundo quehan de caracterizar a la misión cristiana, y se ha redescubiertotambién el particular sentido de anuncio del Evangelio que escomponente ineludible de la misión.

De manera más específica me ubico dentro de una visiónevangélica en la cual destaco dos notas que le vienen de su ori-gen en el movimiento misionero protestante de los siglos 18 a20, surgido especialmente dentro del movimiento pietista en laEuropa Central y los llamados ”avivamientos” en el mundo dehabla inglesa. En primer lugar, esta fe evangélica pone énfasis en

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”los costes humanos que para muchos supusieron las frágilessociedades surgidas cuando el lado ‘romano’ y el lado ‘bárbaro’de una determinada región fronteriza ‘estallaban’, como aquelque dice, para formar nuevas unidades culturales y sociales”3.Hay quien ha llamado al apóstol Pablo ”el primer europeo”, enalusión a la forma en que resumía en su persona la herenciaespiritual judía, la familiaridad con las formas de pensamientogriego y la ciudadanía romana.

Migración y misión cristiana

La Misionología hoy en día es el estudio de la misióncristiana con una óptica interdisciplinaria que toma en cuen-ta sus fundamentos bíblicos y teológicos, sus manifestacioneshistóricas y las perspectivas que aclaran su comprensióndesde las ciencias sociales. El hecho misionero se puede per-cibir desde la perspectiva de las obligaciones comprendidasen la fe y el mensaje de Cristo, pero también se puede vercomo un hecho antropológico y social dentro del fenómenomás amplio de las migraciones. La narración bíblica acerca delos orígenes de Israel se centra en el llamado de Dios aAbraham y en el desplazamiento de éste desde Ur de los cal-deos hacia lo que llegaría a conocerse como ”la tierra prome-tida”. Un historiador puede ubicar esta historia dentro delestudio del desplazamiento de ”pueblos nómades y seminó-mades que andaban rondando por el norte de Arabia y tierrascontiguas en los últimos siglos del segundo milenio y los pri-meros siglos del primer milenio a.C.”4. Un estudioso de la his-toria del Imperio Romano puede tomar el material del Nuevo

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cristianos profesantes vivía en Europa y América del Norte,mientras que ahora el 60% vive en América Latina, Asia y elPacífico. En 1900 había quizá cerca de 10 millones de cristia-nos profesantes en África y ahora entre 230 y 240 millones”6.Lo que este autor continuamente nos recuerda es que muchoslíderes cristianos y estudiosos de la misión no se han dadocuenta de todo lo que este cambio significa.

Migración europea y misión de las iglesias

Hoy en día tenemos un mar de información respecto a lamigración desde la Península Ibérica hacia las Américas entrelos siglos dieciséis y dieciocho. Bien sea en tono épico o enclave autocrítica se ha investigado hasta la saciedad ese procesomigratorio que acompañó la expansión imperial ibérica, la lla-mada conquista del nuevo mundo. Hasta cierto punto puededecirse que la empresa ibérica constituye el ápice de la identifi-cación entre imperio y misión cristiana. Conquistar e imponer elyugo español o portugués era lo mismo que evangelizar en nom-bre de Cristo. Esta identificación prosiguió luego cuando lasotras naciones europeas emprendieron procesos colonizadoresen las Américas, Asia y África, aunque hubo diferencias de gradodebido a la progresiva secularización de Europa7. Aún quedanrezagos de esta forma de misión ”desde arriba”, desde una posi-ción de poder y conquista, que contrasta con la misión ”desdeabajo” que vemos descrita en el material histórico del NuevoTestamento y de los siglos que preceden a la experiencia cons-tantiniana de la Iglesia. En su cuidadoso análisis del proceso desecularización el sociólogo y teólogo reformado Roger Mehl nosrecuerda que hoy en día las iglesias cristianas ”se ven llamadasa volver a una situación más cercana a la de la Iglesia primitiva

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la importancia de una experiencia personal de la fe cristiana queva más allá de una simple referencia identificatoria determinadapor la geografía y la historia. En segundo lugar, esta visión senutre de un alto sentido de obligación misionera que algunos,desde un punto de vista puramente sociológico, calificaríancomo impulso proselitista. Con dicha perspectiva nos interesaexaminar los hechos y además encontrar en las fuentes de la fecristiana ciertas notas distintivas que ayudan a entender esoshechos. Sobre la base de este examen podemos plantearnos lacuestión de cómo las iglesias en la España de hoy pueden enten-der el actual proceso de migración que afecta a la penínsulacomo un desafío misionero.

Un factor importante a tomar en cuenta es que la misión cris-tiana en el siglo veintiuno se realizará dentro de una situaciónglobal diferente a la que la tradición eurocéntrica ha dado porsentado hasta aquí. La principal diferencia es lo que misionó-logos como Walter Hollenweger, Andrew Walls y WalbertBühlman denominan ”el gran viraje del Cristianismo hacia elsur”, o el surgimiento de la ”tercera iglesia”. El Cristianismo haperdido fuerza en Europa ante el avance del secularismo einclusive de otras religiones como el Islam. Va perdiendo fuer-za en Norteamérica ante el avance de lo que se llama ”religióncivil”, que podría describirse como un sincretismo entre nacio-nalismo estadounidense y formas populares del protestantismo,catolicismo y judaísmo. En cambio el Cristianismo, especial-mente en sus formas populares como el Pentecostalismo, hacrecido notablemente en el hemisferio sur, entre poblacionesde África, algunos países asiáticos y América Latina. Se acos-tumbraba decir que el cristianismo era una religión occidentalo propia del hombre blanco, pero hoy puede decirse que estámás extendido entre los pueblos de color. Andrew Walls ofre-ce cifras estimativas pero elocuentes: ”En 1900, el 83% de los

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diecinueve, sociedades misioneras católicas y protestantes deEuropa enviaban misioneros, literatura y dinero para salvar alNuevo Mundo de caer en la total irreligión”10.

Esta migración masiva de católicos a los Estados Unidos, unpaís sin iglesia establecida, marcó al catolicismo de ese paíshaciéndolo muy distinto al catolicismo de otras partes delmundo, especialmente de aquellos países como España,Portugal o Italia, en los cuales había sido Iglesia oficial o esta-blecida. Se le plantearon varios desafíos de carácter misionero.Primero, fue el desafío de las necesidades sociales de personasvulnerables, desorientadas y desarraigadas, porque como entantos otros casos era la miseria la que los había empujado aemigrar. Dice una historiadora católica: ”La mayoría de losinmigrantes católicos eran irlandeses. Aunque los irlandeseshabían estado viniendo a los Estados Unidos desde la épocacolonial, la verdadera avalancha vino con aquellos que esca-paban de las llamadas hambrunas de la patata. En el quinque-nio entre 1846 y 1851 más de un millón de irlandeses dejaronsu patria, la mayor parte de ellos jóvenes, solteros y pobres”11.El segundo contingente después de los irlandeses fueron losalemanes y luego italianos, españoles, portugueses, austriacos,polacos y nacionales de otros países de Europa Central, y estonos lleva al segundo problema.

El intento de asimilar a los inmigrantes tropezó con la reali-dad de las diferencias nacionales y culturales entre ellos yMcGlone señala que las rivalidades de tipo nacionalista hacíancorrer el riesgo de que la Iglesia estallara en fragmentos. Unadiscordia notoria fue la que se dio entre los alemanes y losirlandeses. Aunque éstos eran más pobres, para establecerse enla nueva situación contaban con su dominio de la lengua ingle-sa12. Un motivo de resentimiento de los alemanes, por ejemplo,era que la mayoría del clero católico eran de origen irlandés.

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que a la de la Iglesia de la Edad Media: el corpus Christi deja deconfundirse con el corpus christianum, la Iglesia se diferenciasocialmente del resto del cuerpo social. Dispone de la facilidadpara recuperar su especificidad”8.

Mirando hacia lo que viene del siglo veintiuno, me pare-ce que la misión cristiana volverá a sus características pre-cons-tantinianas. Por ello propongo que encontremos algunos refe-rentes históricos más cercanos y apropiados para nuestrareflexión, como ciertas experiencias de los siglos diecinueve yveinte.

Catolicismo y migración europea Consideremos como caso ilustrativo, por ejemplo, la experien-

cia católica dentro del proceso migratorio europeo de ese perío-do. Su marco más amplio es la emigración europea. Entre 1846y 1932 marcharon a ultramar 54 millones de europeos, de loscuales 34200000 fueron a Estados Unidos, 7000000 aArgentina, 5200000 a Canadá, 4400000 a Brasil9. Dentro de estedesplazamiento masivo se puede ubicar el notable crecimientodel Catolicismo en los Estados Unidos. El historiador estadouni-dense Franklin Littel nos ofrece las siguientes cifras a las queagregamos entre paréntesis el cálculo porcentual. En el momen-to de la independencia de ese país había 20000 católicos dentrode una población de tres millones y medio (0,6%). Para 1815 yahabía 90000, en 1860 habían llegado a ser 3 millones (casi 10%en una población de 31 millones), en 1920 eran 20 millones(20% en una población de 100 millones) y en 1960, eran 40millones (22% en una población de 180 millones). Comentandoestos hechos, y la visión de muchos cristianos europeos decomienzos del siglo diecinueve, Littell afirma que ¨la nuevanación era una nación pagana – uno de los campos misionerosmás necesitados del mundo. Durante la mayor parte del siglo

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importante en algunos de los cambios notables que se dieronen el Concilio Vaticano II, como el relativo al reconocimiento,por lo menos en teoría, del derecho de los seres humanos a lalibertad religiosa, y el respeto a las minorías.

Pese a todo lo dicho hasta aquí, la Iglesia Católica ha tenidodificultades para enfrentar la llegada masiva de latinoamericanosa los Estados Unidos en años recientes. Pese a su realidad numé-rica y su prestigio, pareciera que los recursos humanos y misio-nales de los católicos han resultado desbordados por esta nuevaola inmigratoria. De esta manera puede interpretarse las vocesde alerta de algunos estudiosos católicos como el sociólogoAndrew Greeley frente a la deserción significativa de latinoame-ricanos que al llegar a Estados Unidos migran hacia otras igle-sias, y en especial a las iglesias evangélicas de carácter popular.En artículos que tuvieron resonancia, Greeley llamaba a un ejer-cicio de autocrítica y corrección14. Frente a estos hechos, algu-nos obispos y pastoralistas cargan la nota de acusación de pro-selitismo a las iglesias evangélicas. Otros en cambio reconocenque la deserción de los católicos puede deberse a fallas pastora-les serias y falta de sentido de misión en las parroquias católicasque son a veces unidades homogéneas de irlandeses, polacos oitalianos cerradas por el etnocentrismo. Otra razón es la falta declero y la incapacidad de movilizar a los laicos, en contraste conlas iglesias evangélicas donde el laicado tiene una participaciónactiva en el liderazgo de la iglesia15.

Protestantismo evangélico y migración europeaPaso a referirme a algunos casos ilustrativos de la relación

entre migración y misión en la experiencia evangélica delsiglo veinte, tomando en cuenta la migración europea haciapaíses de inmigración como Argentina adonde se dirigieroncontingentes importantes de españoles e italianos. Los estu-

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No se pudo evitar que, en diferentes regiones, distintas nacio-nalidades vieran a su iglesia local o regional como el ámbitoen el cual se guardaban los valores y símbolos de su cultura eidentidad nacional.

El tercer problema se debía a la diferencia entre el talantecatólico y el protestante, ya que aunque no había iglesia esta-blecida los protestantes que eran mayoría no vieron con bue-nos ojos la llegada masiva de católicos. Dice McGlone: ”En unpaís que valorizaba la libertad y que estaba luchando para for-jar una identidad nacional, el uso que hacían los católicos dellatín para su culto, su obediencia a Roma y su adaptación, aun-que a regañadientes, a una multitud de nacionalidades en susfilas, parecía una peligrosa negación de lo americano (un-American). Los protestantes compartían un ideal religioso de‘voluntarismo’, una creencia de que la comunidad de fe nuncadebiera ser intimidada por ninguna fuerza externa en cuestio-nes de creencia. Este principio parecía contradecir casi cadaaspecto de la disciplina católica”13.

Como resultado de este proceso, en primer lugar los católicosestadounidenses adquirieron una experiencia y conocimientode las realidades de la migración no igualado por ninguna delas iglesias protestantes. Esto los hizo uno de los grupos reli-giosos más influyentes en cuestiones migratorias, de maneraque hasta hoy los documentos de los obispos católicos esta-dounidenses y su capacidad de acción coordinada tienenmucho más posibilidades de influir sobre la legislación. Ensegundo lugar, McGlone señala que la experiencia de respon-der a las realidades misioneras planteadas por la migraciónmasiva hizo que los católicos estadounidenses descubrieran suverdadera ”catolicidad” y tomaran plena conciencia de ella. Entercer lugar, por su talante forjado en las mencionadas circuns-tancias, los católicos estadounidenses han jugado un papel

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para muchas personas el encuentro con Cristo se da precisa-mente cuando una situación de crisis los hace sensibles y abier-tos a la Palabra de Dios que los llama a reconciliarse con Él.Quienes evangelizan y hacen trabajo misionero saben que lascrisis colocan a las personas en una actitud de mayor apertura alllamado de Dios. Además, dentro de la experiencia vital de laspersonas de cultura hispana, aun en aquellos cuyo catolicismoha sido sólo cultural o nominal, quedan todavía rezagos de unamemoria de Jesús, quizás oscura, que les llevan a buscar la igle-sia en horas de crisis. Por otra parte, las situaciones críticasponen a prueba la apertura y la disposición de las iglesias a cum-plir con su cometido de anunciar las buenas nuevas y de servira los humanos en el nombre de Jesucristo.

En varios países latinoamericanos existen también dentro delProtestantismo las llamadas ”Iglesias del Trasplante” o”Protestantismo de Inmigración” como los luteranos, anglica-nos, valdenses, menonitas, que vinieron de Europa durante lossiglos diecinueve y veinte a países de inmigración como Brasil,México, Argentina, Paraguay, Venezuela y Chile. En muchoscasos eran parte de movimientos migratorios, que respondían a”políticas inmigratorias generales, cuando no a invitacionesexpresas de las mismas élites modernizadoras que abren laspuertas a las misiones”19. Es posible establecer una analogíaentre este protestantismo de inmigración en América Latina yel catolicismo de inmigración en Estados Unidos al cual hici-mos referencia antes. Sin embargo, es importante señalar quela analogía no es exacta con el caso del catolicismo latinoa-mericano procedente de la conquista del siglo dieciséis. Así loseñala Míguez Bonino: ”la Iglesia Católica española es trasla-dada a América e impuesta a una población autóctona; lasiglesias de inmigración son trasladadas con la población origi-nal en la que nacieron”20.

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diosos del Protestantismo en este país han observado que enel surgimiento de varias denominaciones evangélicas jugaronun papel clave personas y familias españolas e italianas que seconvirtieron a la fe evangélica desde un catolicismo nominalo activo, precisamente al emigrar. Fue la peripecia del exiliola que facilitó su adopción voluntaria de la fe evangélica de lacual llegaron a ser militantes activos. Usando como ejemploel de su propia familia, el teólogo argentino José MiguezBonino nos recuerda que en una tierra nueva, sin las estrechasataduras sociales de sus pueblos y aldeas, y sin el controlmental y social ejercido por el clero católico, estos españolese italianos se convirtieron al Evangelio y se constituyeron encolumnas de sus iglesias16. En este caso, el desarraigo de lamigración se convirtió en situación de libertad que permitíauna opción religiosa distinta.

La fundación de iglesias y denominaciones evangélicas enalgunos países del mundo de habla hispana se debió al trabajoevangelizador pionero de personas que habían conocido elEvangelio y adoptado su fe mientras vivieron en el exilio. El his-toriador Justo González menciona casos como éstos en la histo-ria del Protestantismo en el Caribe17. En las iglesias evangélicasde España he encontrado a muchos dirigentes o creyentes acti-vos cuya conversión al Evangelio se dio durante las migracionesde las décadas de 1960 a 1980, en lugares como Suiza, Franciay Alemania. La red de iglesias evangélicas de habla hispana enAlemania conocida como COE ha sido objeto de un estudio cui-dadoso desde perspectiva misionológica18.

He mencionado dos palabras clave para entender la condiciónespiritual y social del emigrante: libertad y desarraigo. Se puededecir que son como el lado brillante y el lado oscuro de una y lamisma experiencia que atraviesan las personas que tienen queemigrar. Ambos términos son parte de una situación de crisis, y

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En busca de claves bíblicas

España enfrenta hoy una ola migratoria desde el mundo nor-africano, América Latina y Europa oriental. Para los evangélicosespañoles la presencia de emigrantes se ha constituido precisa-mente en una avenida de servicio misionero y también en undesafío que irrumpe en el curso normal de la vida de las iglesiasy presenta problemas inéditos hasta hoy. Hace falta un marco dereferencia misionero para responder a este fenómeno y parapoder educar a los creyentes de las iglesias españolas en lo quedebiera ser una respuesta apropiada desde la fe. A continuaciónbosquejamos algunas ideas, si bien hay dos capítulos de estelibro dedicados al tema bíblico por especialistas en la materia.

Misión como migración en el Antiguo TestamentoPodemos ubicar las raíces más lejanas de la misión cristiana en

el llamado de Dios a Abraham (Gn. 12). Fue un llamado a emi-grar, a dejar su tierra y su ámbito familiar para ir hacia una tierranueva. Así en la raíz del llamado divino a la acción misioneratenemos este elemento migratorio. Puede decirse que esta con-dición de migrante iba a llegar a ser parte del sentido de identi-dad del hebreo común y corriente de la época delDeuteronomio. Lo refleja la confesión que debía repetirse cuan-do ya establecidos en la tierra trajeran sus ofrendas a Dios: ”unhebreo a punto de perecer fue mi padre” (Dt. 26:5). Basada enesta memoria colectiva, podemos entender una de las admoni-ciones más notables y originales del Antiguo Testamento, la queenseñaba al judío a tratar bien a los extranjeros afincados en sutierra y no perder la memoria de su propia historia de migrantepor el mundo. Se ha dicho que una de las leyes de extranjeríamás antiguas es la que encontramos en pasajes del AntiguoTestamento como éste: ”Al extranjero no engañarás ni angustia-

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Hay dos formas más de migración misionera que vale la penamencionar. Una de las denominaciones evangélicas que seextendió notablemente en Argentina es la de los llamados”Hermanos Libres” o ”Asambleas de Hermanos” (como se lesconoce en España). Estas iglesias han puesto mucho énfasis enel papel de los laicos en la vida de la Iglesia en una postura crí-tica del clericalismo. Su introducción en Argentina fue resulta-do de la labor de laicos que llegaron desde Gran Bretaña comoempleados de la compañía británica que construyó el ferroca-rril. Fueron avanzando al interior del país conforme avanzabala vía férrea. Sólo cuando ya existían varias asambleas enBuenos Aires y en el interior, solicitaron la venida de misione-ros como maestros y discipuladores21.

El otro caso digno de mención es el de las colonias menonitasen el Paraguay. Originarios del movimiento anabautista del siglodieciséis en Suiza, peregrinaron debido a la persecución yendohacia Alemania y Holanda. Su convicción de que seguir aJesucristo implica una práctica de pacifismo radical y la negativaa tomar las armas, los llevó a formar comunidades que emigrarona países que les permitían mantener sus colonias agrícolas y loseximían del servicio militar. En el siglo diecinueve fueron prime-ro hacia Rusia y más tarde hacia Canadá, Estados Unidos, Méxicoy Paraguay. Posiblemente el caso más notable es el de Paraguay,país que los recibió en 1927 y les asignó para colonizar algunasáreas del Chaco, una de las zonas más inhóspitas y áridas delpaís. La vida comunitaria, el trabajo organizado y una firme éticaprotestante (según fórmula weberiana) los llevaron a transformaresa área en un vergel. Hoy los menonitas ocupan el primer lugaren la producción de lácteos y en agricultura. Aunque mantuvie-ron sus colonias un tanto aisladas en las primeras décadas, hoyhacen su valiosa contribución con aportes distintivos alProtestantismo paraguayo y a la vida nacional22.

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Misión y migración en el Nuevo Testamento No hay que olvidar que, en su niñez, Jesús es un hijo de emi-

grantes que van a refugiarse en Egipto para huir de la persecu-ción. Cuando surge la misión cristiana porque Jesús resucitadoenvía a sus discípulos, la evangelización del mundo se da pordos vías: por una migración intencional semejante a la deAbraham que va donde Dios le mande, y también por unamigración forzosa debido a la persecución o debido a otras razo-nes. Algunos estudiosos del Nuevo Testamento nos dicen que elfamoso versículo de Mt. 28:18 que las versiones comunes hantraducido como un imperativo ”Id por todo el mundo y predicadel Evangelio”, podría traducirse más bien diciendo: ”Conformevais, predicad el Evangelio…” es decir, un desplazamiento comoparte de una actividad secular que incluiría los viajes.

Cuando el mensaje del Evangelio empieza a salir del ámbitojudío hacia el ámbito grecorromano se puede ver que la diáspo-ra había sido una tarea preparatoria, que dentro de la soberaníade Dios se había dado para hacer posible que el mensaje deJesucristo llegara a los confines de la tierra. En muchos lugaresel primer contacto de los evangelistas de Jesucristo es la sinago-ga, donde hay judíos fieles que estaban esperando la llegada delMesías, y gentiles piadosos que se habían hecho prosélitos deljudaísmo, lo cual vino a ser un primer paso en su camino a la feen Jesucristo como Salvador y Señor.

En otras palabras, la migración, forzosa o voluntaria, es partedel trasfondo social histórico y cultural del Nuevo Testamento,es decir, es un medio que Dios usa para la extensión delEvangelio. En la soberanía de Dios, el movimiento migratorio depersonas y pueblos resulta un vehículo que Dios usa para suspropósitos. Por ello nos interesa ver más de cerca algunas de lascosas que pasan en la iglesia del Nuevo Testamento, en relacióncon la migración de personas y pueblos.

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rás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto”.(Éx. 2:21. Ver también Éx. 23:9; Lv. 19:33-34).

Cuando según el relato bíblico la desobediencia de Israel llevaa ese pueblo al exilio, es esparcido por el mundo. En determi-nado momento esa diáspora puede llegar a verse como parte deun propósito divino de sembrar a su pueblo por el mundo, comoparte del designio misionero expresado a Abraham. Los judíosde la diáspora enfrentan la problemática del migrante desarrai-gado de su medio natural que tiene que establecerse en tierraextraña y criar a su familia lejos de la tradición y el ámbito geo-gráfico y cultural propio. En medio del desarraigo y el exilio elpueblo mantiene su sentido de vocación y llamado. Las figurascomo Nehemías, Daniel o Ester son personajes que reflejan esavoluntad del migrante de no perder su identidad.

La sinagoga es creación de la diáspora judía para mantener lavida espiritual lejos del templo y de Jerusalén con toda su sim-bología y fuerza de significación. Cuando las nuevas generacio-nes surgidas de esta experiencia de diáspora se olvidan de sulengua materna y aprenden el griego, la lengua extranjera domi-nante, se hace necesario traducir la Biblia a ese idioma, laSeptuaginta. Así en el periodo inter-testamentario nos encontra-mos con un propósito misionero de Dios que toma las peripeciasde su propio pueblo como un camino por medio del cual va acumplir su promesa de bendecir a todas las naciones. El bellolibro de Rut es una historia que muestra la forma en que extran-jeros atraídos por la fe en el Dios de Israel fueron acogidos enmedio del pueblo de Dios. Algunos intérpretes ven este librocomo un contrapeso a las medidas un tanto crueles que seencuentran en el tiempo de Esdras y Nehemías. Junto conRahab, Rut es una de esas mujeres extranjeras que aparecen enla genealogía de Jesús según Mateo.

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ble reconstruir la historia de esta iglesia, tan importante mástarde, como una iglesia formada por emigrantes que habríanido a la famosa ciudad por una variedad de razones.

El análisis de la carta permite ver que había problemas de rela-ciones entre creyentes judíos y creyentes gentiles. Desde elpunto de vista misionológico me parece plausible la hipótesis dePaul Minear, quien ha identificado cinco iglesias en casas men-cionadas en el capítulo 16 y sostiene que éstas corresponden acinco tipos diferentes de cristianos que no se llevaban bien entresí. Con esta carta, Pablo no solamente procuraría explicar endetalle la riqueza del Evangelio sino conseguir también que sesuperasen las barreras que separaban a estos hermanos y her-manas. Minear piensa que el plan de Pablo de evangelizarEspaña requería de una iglesia que sirviera de base más cercanageográficamente que las iglesias de Macedonia (Filipos yTesalónica) o Acaya (Corinto), que él había fundado y que yahabían crecido. Así la epístola resulta interesante para nosotrosporque muestra los problemas pastorales causados en iglesiascomo la de Roma por las diferencias culturales de origen de estaamalgama de migrantes venidos de diferentes partes del imperio.

La recepción al ”otro” como centro de la misiónVarias veces en el texto de Romanos nos encontramos con la

palabra recibir como descripción de una actitud que está en laraíz de la vida cristiana. El contexto, recordemos, es el delencuentro entre personas de razas, nacionalidades y culturasdiferentes. En el capítulo 15 está la exhortación: ”Recibíos losunos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloriade Dios” (Ro. 15:7). El contexto inmediato anterior es el de lasrelaciones entre personas espiritualmente fuertes y personasdébiles, y lo que tenemos es el consejo pastoral del apóstolrespecto a la aceptación de quienes son diferentes a nosotros,

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Iglesias y migraciones en el Nuevo TestamentoEn el ministerio de Pablo en Corinto juega un papel valioso el

matrimonio que conocemos por los nombres de Aquila yPriscila. Entran en el relato de Hechos con una explicación acer-ca de su peripecia de emigrantes. ”Pablo salió de Atenas y fue aCorinto, y halló a un judío llamado Aquila, natural del Ponto,recién venido de Italia con Priscila, su mujer, por cuanto Claudiohabía mandado que todos los judíos salieran de Roma. Fue aellos, y como eran del mismo oficio, se quedó con ellos y traba-jaban juntos, pues el oficio de ellos era hacer tiendas” (Hch. 18: 1-3). En el relato que sigue se ve qué valiosos fueronla presencia y el trabajo de este matrimonio para el surgimientode la iglesia de Corinto, y para el posterior ministerio del elo-cuente predicador Apolos. Esta pareja no había salido de Romapor voluntad propia sino como parte de un exilio forzoso deter-minado por la política imperial del momento. En medio de sucondición de exilados hicieron de su hogar una base de trabajomisionero para la tarea de Pablo.

Volvemos a encontrar a esta pareja en el capitulo 16 deRomanos en el cual Pablo se refiere a ellos en tono altamenteelogioso llamándolos ”mis colaboradores en Cristo Jesús queexpusieron su vida por mí, a los cuales no solo yo les doy lasgracias sino todas las iglesias de los gentiles” (Ro. 16:3-4). Elpasaje nos muestra que en la casa de estos colegas de Pablohabía una iglesia. Hay algo notable en este capitulo 16 deRomanos, escrito cuando el apóstol todavía no había visitadoa los creyentes de la capital imperial sino que estaba anun-ciando su visita. Casi todo el capítulo lo ocupa una larga listade saludos para amigos y colaboradores de Pablo que eviden-temente éste había conocido en otras partes del imperio,durante sus viajes, pero que en ese momento habían emigra-do hacia Roma, la capital del Imperio. Es decir, que era posi-

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Creo que es importante destacar que esta manera de compren-der la iglesia y su misión por Pablo, como en el resto del NuevoTestamento, muestra que los apóstoles no adoptaron el recursode resolver la crisis de la migración y el multiculturalismo acon-sejando la creación de lo que algunos misionólogos llaman ”uni-dades homogéneas”23. De ser así, el consejo del apóstol habríasido: ”separaos para que no os enfrentéis y formad iglesias dife-rentes, una para migrantes judíos y otra para gentiles”. De una uotra manera en la variedad y el encuentro de personas muy dife-rentes dentro de su experiencia común de haber sido aceptadaspor Cristo, en la convivencia mútua y la receptividad recíproca,hay un testimonio del poder de Dios para crear una nuevahumanidad. Este tema Pablo lo desarrolla de manera más explí-cita en la epístola a los Efesios.

Claves para nuestro tiempoA la luz de estas indicaciones de la práctica apostólica, me

atrevo a decir que el movimiento migratorio que hoy ha llegadoa España puede interpretarse como una oportunidad y un desa-fío misionero que Dios ha puesto frente a las iglesias evangélicasde España hoy en día. La observación de lo que está sucediendoen estos momentos me lleva a pensar que entre los miles demigrantes que han llegado y siguen llegando a este país hay per-sonas como las que llegaron a Roma en los tiempos del apóstolPablo, o como los españoles que fueron a la Argentina a fines delsiglo diecinueve y comienzos del veinte.

Habrá algunos que pasando por la crisis del desarraigo y lalibertad buscarán en las iglesias un refugio y un apoyo no sóloespiritual sino también material y social. Ellos constituyen undesafío a la compasión cristiana y al sentido de solidaridadhumana que acompaña la profesión de fe en Jesucristo. Estaspersonas pondrán a prueba la voluntad de las iglesias de no limi-

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en el seno de la iglesia de Cristo. El tono general del capítulo14 es lo que podríamos llamar una pastoral de la receptividado de la aceptación mútua, y lo que encontramos en las líneascitadas del capítulo 15 es el fundamento teológico en que sebasa el consejo pastoral. Que Cristo nos haya recibido atodos, judíos y gentiles por igual, ha sido dicho de muchasotras maneras en la epístola. Dios nos ha hecho hijos, nos hajustificado, nos ha adoptado, nos ha dado la seguridad de larelación con él y hemos recibido como anticipo de la plenitudde sus dones la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas.Así que la práctica de recibir al otro y aceptarlo se fundamen-ta en verdades centrales del Evangelio.

Este recibir al otro no se queda en lo que podríamos llamar unlirismo teológico idealista. La pastoral de Pablo en su carta apa-rece como consejo concreto y práctico con toda claridad en elcomienzo del capítulo 16: ”Os recomiendo además a nuestrahermana Febe, diaconisa de la iglesia en Cencrea. Recibidla enel Señor, como es digno de los santos, y ayudadla en cualquiercosa en que necesite de vosotros, porque ella ha ayudado amuchos y a mí mismo” (Ro. 16:1-2).

Así pues, esta epístola que siempre ha sido considerada laexplicación más clara y detenida de la buena noticia delEvangelio, tiene como trasfondo una situación pastoral determi-nada por los movimientos migratorios que han llevado a judíosy gentiles, creyentes en Cristo, desde diferentes rincones delimperio hasta la capital. Dios en su misericordia y su designiosalvador ha querido usar esas corrientes migratorias de personasy de pueblos para darles el encuentro a personas de trasfondosmuy variados y la tarea apostólica es explicar lo que es el núcleocentral de la fe evangélica y al mismo tiempo responder a lassituaciones pastorales que crea la convivencia de personas muydiferentes entre sí.

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punto más se refiere a la cuestión de diversidad cultural. Notodos los latinoamericanos son iguales y poco a poco se apren-derán, por ejemplo, las diferencias entre quienes vienen de untrasfondo indígena con sentido comunitario y una ética confu-ciana de trabajo duro y ahorro, y quienes vienen de un trasfon-do más español, más individualista, más dado al buen vivir.

Un factor importante a tener en cuenta es que quienes migranson personas que por el hecho mismo de haber dado el pasode migrar demuestran que son emprendedores y capaces detomar iniciativas. Ello significa un potencial para el bien y tam-bién para el mal que se debe manejar con sabiduría pastoral.Estas personas tienen capacidad de liderazgo y pueden llegar aser miembros activos de sus iglesias y tomar un papel impor-tante como laicos. Quizás el Señor termine llamando a algunosal servicio misionero integral en España misma o desde Españaen otras partes del mundo.

La migración ofrece también a las iglesias españolas la oportu-nidad de hacerse presente en la escena pública ya que las polí-ticas del gobierno por sí solas nunca podrán solucionar todos losproblemas y tienden a ser burocráticas. Como puede verse enotros trabajos de este libro, las iglesias ya están respondiendo demuchas maneras a este desafío. El aporte evangélico puedesumarse a los esfuerzos de diversas entidades que se han consti-tuido para interpretar el fenómeno de la migración a los ciuda-danos y para responder a las necesidades de todo orden que hanido surgiendo. Las iglesias ofrecen redes naturales de ayuda yacogida; también proveen un cuerpo de voluntarios que es indis-pensable para un uso adecuado de recursos del estado para ser-vir a la comunidad ante la magnitud del problema. La acciónorganizada de los evangélicos podría con el tiempo ofrecer pau-tas que afecten positivamente la legislación y un protagonismode ese tipo es parte integral de su testimonio cristiano.

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tarse a un nominalismo evangélico formal sino proceder a unapráctica de la fe con los riesgos y costos que ello implica. Comocualquier persona desplazada y marginada, estas personas traensu necesidad y traen también sus problemas a las iglesias. Nosdesafían a ser como fue Jesús y a recordar las palabras del maes-tro en Mt. 25 ”en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis herma-nos más pequeños, a mí lo hicisteis”. Para poder responder aeste desafío hará falta que las iglesias, además de escarbar en loscofres de sus recursos materiales, recurran a la oración y a larevisión de vida para fortalecerse en su identidad y disponerse aresponder al desafío. Dependiendo de la sabiduría y espíritu deapertura con que las iglesias actúen algunas de estas personasllegaran a engrosar las filas de nuestras iglesias.

Habrá otros inmigrantes que traerán consigo una experienciacristiana y una formación bíblica que pueden ser una valiosacontribución al cumplimiento de la misión en la España de hoy.Viniendo de América Latina vienen de un continente en el cualhay crecimiento numérico vigoroso y poblaciones receptivas alevangelio, iglesias vivas y capaces de responder a su contexto.Algunos de estos hermanos y hermanas traerán su entusiasmo ysu deseo de hacer obra misionera tal como lo han hecho o vistohacer en sus países de origen. Su presencia en las iglesias deEspaña puede ser como un catalizador de nuevas empresas yaventuras misioneras y una especie de despertador para iglesiasque han vivido intimidadas por un catolicismo nominal y unasecularización anticristiana acelerada. Será necesaria pacienciay sabiduría para recibir a estos nuevos hermanos y hermanas yayudarlos a entender la situación española y aprender a trabajarcon su entusiasmo pero con sabiduría y discernimiento. Haráfalta en las iglesias un equilibrio delicado de apertura al vigor yentusiasmo que traen estas personas y de paciencia para el pro-ceso de aprendizaje y adecuación a la situación española. Un

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Notas

1. Rodney Stark, The Rise of Christianity. A Sociologist Reconsiders History(Princeton University Press, Princeton, 1996).

2. Peter Brown, El primer milenio de la cristiandad occidental (Bacelona: Crítica, 1997, traducido del inglés por Teófilo de Lozoya), p.16.

3. Id., p. 76.

4. William Foxwell Allbright, ”El período bíblico” en Los judíos: su historia, su aporte a la cultura (Buenos Aires, Sociedad Hebraica Argentina, 1956), p. 4..

5. Es lo que hace Rodney Stark en su libro mencionado anteriormente.

6. Andrew Walls, ”El reto del estudio de la religión hoy”, en Alberto Barrientos Paninski, Ed. Sociología y fe cristiana (San José: Instituto Internacional de Evangelización a Fondo 1993); pp. 37-38.

7. Me ocupo del tema en Tiempo de misión (Guatemala: Semilla, 1999).

8. Roger Mehl, Sociología del Protestantismo (Madrid, Studium, 1974); p.81.

9. Datos tomados de Juan B. Vilar y María José Vilar, La emigración española a Europa en el siglo XX (Madrid, Arco Libros, 1999); pp.7-8.

10. Franklin Hamlin Littell, From State Church to Pluralism: a Protestant Interpretation of Religion in American History (Garden City; Doubleday, 1962); pp.29 y 148-149.

11. Mary M. McGlone, CSJ, Sharing Faith Across the Hemisphere(Maryknoll, Orbis Books, 1997); p.40.

12. Id. ; p. 42.

13. Id.

14. Andrew Greeley, ”Defection among Hispanics” (America July 20, 1988); pp. 61-62, ; y ”Defection among Hispanics (Updated)” (America, September 27, 1997); pp. 13.

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Conclusión

La misión cristiana en la historia ha estado ligada a una granvariedad de movimientos migratorios. En la misma condición delser cristiano hay un elemento que nos hace a todos ”extranjerosy peregrinos”. Para responder al desafío misionero de la inmi-gración en esta hora de España vale la pena considerar de nuevotanto la enseñanza bíblica como las lecciones de la historia dela Iglesia. El desarraigo y la libertad de la condición de los inmi-grantes es una oportunidad de que las iglesias muestren la perti-nencia de la fe, la esperanza y el amor que hemos recibido deJesucristo.

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15. Me ocupo más detenidamente del tema en ”Migration: Avenue and Challenge to Mission”, (Missiology, Vol. XXXI, No. 1, Jan. 2003); pp. 18-28.

16. José Míguez Bonino, Towards a Christian Political Ethics (London, SCM, 1983).

17. Justo L. González, The Development of Christianity in the Latin Caribbean (Grand Rapids, Eerdmans, 1969).

18. Natanael Frugoni Romero, ”Misión entre los inmigrantes españoles en Alemania Occidental” (Tesis de Maestria, Columbia Biblical Seminary, Columbia, South Carolina, USA, 1988).

19. José Míguez Bonino, Rostros del protestantismo latinoamericano(Buenos Aires, Nueva Creación, 1995); p.81.

20. Id., p. 83, énfasis del autor citado.

21. Un estudio cuidadoso del tema se puede ver en Arno Enns, Man Milieu and Mission in Argentina (Grand Rapids: Eerdmans 1971).

22. Un trabajo histórico reciente sobre el tema es Edgar Stoesz y Murie T. Stackley, Garden in the Wilderness (Winnipeg, CMBC Publications, 1999).

23. El término proviene de la llamada ”escuela de Iglecrecimiento” cuyos promotores más insistentes fueron Donald McGavran y Peter Wagner. Sostiene esta escuela que dado que a las personas no les gusta atravesar barreras culturales y raciales, si se busca el crecimiento numérico hay que tener iglesias que sean homogéneas en lo social, racial y cultural. René Padilla ofrece una discusión cuidadosa del tema en su libro Misión integral (Buenos Aires, Nueva Creación, 1985).

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D. Emmanuel Buch Camí

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Licenciado en Filosofía, Universidad Complutense de Madrid.Diplomado en Teología, Seminario Teológico UEBE, Alcobendas (Madrid).

Profesor Asociado de Ética y Filosofía, Seminario Teológico UEBE,Alcobendas (Madrid).

Pastor de la Iglesia “Cristo Vive” Canillejas (Madrid).

Introducción

En las páginas que siguen pretendemos reflexionar sobre la pas-toral de la iglesia de Jesucristo hacia los emigrantes1. Repasaremoslas áreas de necesidad que dicho ministerio debe atender, peroantes, en base a la enseñanza del Nuevo Testamento, queremosreivindicar la naturaleza única de la iglesia que da al desempeñode su misión un carácter peculiar y distintivo en medio del con-glomerado de iniciativas e instituciones sociales.

Perspectivas para la pastoral de la Iglesia(Manifiesto para tiempos de niebla espesa)

1. Manifestar el Reino de Dios en el poder del Espíritu SantoEl carácter peculiar del ministerio de la iglesia deriva de su

naturaleza y de su misión. La iglesia, comunidad mesiánica, es

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de pervertir tanto su identidad como su acción. ”La iglesiadepende del Espíritu para su propia existencia. Sus palabras yacciones son meramente el medio para la manifestación presen-te del Reino de Dios, y no pueden explicarse plenamente comopalabras y acciones humanas”3.

Nunca será excesivo el énfasis en lo dicho hasta ahora acercade la misión de la iglesia y su dependencia del Espíritu. El ries-go mayor de pérdida de identidad y de sentido en su accióntiene que ver con el olvido de esa íntima dependencia delEspíritu. Cada vez que en la historia ha ocurrido así, la iglesia haderivado en un servicio confuso y en una proclamación difusa.

2. El espejismo de la ”cultura cristiana”La acción de la iglesia en medio de la sociedad, desde luego

en nuestro país, se ha visto a menudo dificultada por obstácu-los de todo tipo nacidos de los prejuicios más negativos einjustos. No es de extrañar, por tanto, que en ocasiones la igle-sia intente ganar crédito y respetabilidad en medio de unasociedad, por lo demás, secularizada e indiferente al fenóme-no religioso. Sin embargo, en ese empeño por lograr un espa-cio bajo el sol del status quo, la iglesia puede verse tentada adejar en la trastienda aspectos de su personalidad que puedenser ”escándalo” para algunos (1Co.1:18-23), pero que formanparte esencial de su identidad.

En este sentido tienen valor especial las advertencias de EmilBrunner, teólogo reformado suizo, miembro de una iglesia rele-vante socialmente y fuerte en recursos culturales y humanos. Sinembargo, Brunner insiste en la concepción de la iglesia comouna comunidad mesiánica, una forma de existencia comunita-ria-personal portadora de la nueva vida de Dios que es en CristoJesús, por la acción del Espíritu Santo. ”La eklesía, la comunidadde Jesucristo, sabe que allá donde está como verdadera comuni-

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el instrumento de Dios en el mundo para manifestar su Reino,aunque sea de manera imperfecta, y hacerlo en el poder delEspíritu Santo, bajo la autoridad de Jesucristo.

El Evangelio declara que Dios ha cumplido su propósito reden-tor en Cristo Jesús. Si bien este propósito tendrá su culminaciónen el final de los tiempos, puede experimentarse ya en el pre-sente, en la dimensión personal y la dimensión comunitaria queofrece la iglesia. En Cristo Jesús, el Reino de Dios se ha hechouna realidad presente. En su persona y en su vivir, en su predi-cación y en sus obras de misericordia y justicia, el poder diná-mico de Dios se ha hecho visible. El Reino:

Es una nueva realidad que ha entrado en el cauce de la histo-ria y que afecta la vida humana no sólo moral y espiritualmen-te, sino también física y psicológicamente, material y social-mente. En anticipación de la consumación escatológica al finaldel tiempo, ha sido inaugurado en la persona y obra de Cristo.Está activo en medio del pueblo, aunque sólo puede ser perci-bido desde la perspectiva de la fe (Lc.17:20, 21). La consuma-ción del propósito de Dios se realizará en el futuro pero aquí yahora es posible vislumbrar la realidad presente del Reino2.

A la luz de esta concepción del Reino de Dios, la iglesia apa-rece como la comunidad del Reino que, bajo la autoridad deJesucristo, por su predicación y vivencia, por lo que hace y porlo que proclama, testimonia del Reino en medio de la historiahumana y en especial en sus necesidades. Su misión es unaextensión de la misión de Jesucristo.

En el cumplimiento de esa misión, la iglesia depende por ente-ro del Espíritu Santo. El Reino de Dios que irrumpe en la historiaen Jesucristo sigue actuando ahora por medio del Espíritu Santo.No es posible concebir la identidad y la misión de la Iglesia fuerade esta dependencia del Espíritu de Cristo, salvo que sea a costa

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teológica; el conocimiento de Dios sólo es posible por la subje-tividad de la fe y del encuentro personal.

El hombre no puede captar especulativamente el ser personalde Dios, sino sólo relacionándose personalmente con él, comolo exige su vida espiritual y como lo exige el mismo Dios, esdecir, haciéndolo el tú de su yo y ahí eo ipso queda fuera dejuego todo especular y toda cavilación teológica y metafísica7.

En el encuentro con el Tú absoluto el hombre se encuentra así mismo, y encuentra a los demás hombres. Siendo el encuen-tro con Dios un encuentro y una relación de amor, ese mismocarácter impregna las relaciones, el entre con los demás hom-bres y en particular con los más sufrientes.

Podría aún decirse que Dios nos es cercano, no sólo espiritualsino también físicamente: cercano en cualquiera, anto todo en elhombre más cercano, en el prójimo, en cualquiera que está ahíteniendo que arrastrar un dolor -¿y quién no lo arrastra?-, en elhambriento, en el enfermo; en cualquiera que necesita unaacción o una palabra de amor -¿y quién no la necesita?-. Diosnos está cercano en el hombre al que convertimos en el verda-dero tú de nuestro yo saliendo de nuestro yo solitario, lo que evi-dentemente no quiere decir tenerlo sin más por Dios en suhumanidad. ”Lo que habéis hecho al más pequeño de mis her-manos, me lo habéis hecho a mí”, se dice en el Evangelio8.

En coherencia con esta visión de la relación personal y espiri-tual con Dios y con los hombres, Ebner previene contra todaforma de ”cultura cristiana”, que por el plato de lentejas de la”aceptación en sociedad”, malvende la esencia del Evangelio.”Es evidente que una cultura ‘cristiana’ es un malentendido amenos que sea un malentendido el cristianismo y no sea la ver-dad de nuestra vida. La ‘cultura’ proporciona a la vida del hom-bre una forma espiritual pero no un contenido espiritual”9.

Kierkegaard, Ebner, Brunner y tantos otros filósofos y teólogos

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dad de fe, está como existencia mesiánico-escatológica por lapresencia del Espíritu Santo”4.

Brunner afirma que el cristianismo así entendido es la fuerzarevolucionaria más grande en la historia de la humanidad. Lasuya es una potencia revolucionaria única porque en su origen ydesarrollo depende de Dios. El es el único que puede realmentecrear algo nuevo, y lo hace comenzando en el interior del hom-bre, en lo más íntimo de la persona, y de dentro hacia fuera, paraalcanzar todas las esferas de la vida.

¿Por qué entonces, se pregunta Brunner, mil quinientos añosde relevancia del cristianismo en Occidente no han sido sufi-cientes para que resultara de su influencia un reino de justicia ylibertad? El teólogo reformado responde que una causa funda-mental en este fracaso es el aburguesamiento del cristianismo,resultado a su vez de la estatización de la iglesia.

Este anquilosamiento y aburguesamiento tiene su más profun-do fundamento en el hecho de que la cristiandad cesó ya en suprimera época de confiar en la fuerza del Espíritu y buscó segu-ridades en el oficio, en el sacramento y en la fórmula de la fe. Amedida que hizo esto se había quebrado su fuerza revoluciona-ria de choque. Dejó de ser humanidad para convertirse en ”cor-poración”. Dejó de ser una nueva vida y se convirtió en filosofíay en teología. Hizo paces con el mundo injusto, se transformó ensimple comunidad de culto en el mundo y dejó de ser fermentorevolucionario de la sociedad5.

Una variante de esta misma advertencia profética la ofreceFerdinand Ebner6. Este filósofo cristiano advierte contra los can-tos de sirena de una supuesta ”cultura cristiana”, que reduce amera humanidad religiosa, más o menos elitista, la realidadpoderosa del Evangelio en tanto que ungida por el Espíritu deDios. Influido a su vez por Kierkegaard, niega la posibilidad deconocer el ser personal de Dios por la especulación filosófica o

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el fruto que la capacita para su vida ética (Gá. 5:22,23), y delEspíritu recibe, en forma de dones, poder y criterio para sumisión en el mundo (Ro. 12, 1Co. 12-14, Ef. 4):

La comunión divino-humana es intención de Dios desde lacreación. La restauración de la comunidad es el objetivo dela actividad salvadora de Dios a través de toda la historia dela salvación. Una comunidad visible que da testimonio es laestructura indispensable para la reconciliación. Esta comuni-dad es esencial para la obediencia, la adoración, la piedad yla vida del pueblo de Dios. Es la base fundamental para laauténtica proclamación de un mensaje misionero a quienesaún no lo han recibido; y es también el contexto para laexperiencia válida de fe de aquellos que están transformán-dose en discípulos. La obra salvadora de Cristo crea unacomunidad: hermanas y hermanos, hijas e hijos, que llegana ser miembros de la familia de Dios12.

Efesios 2:11-22 señala con claridad hasta qué punto elEvangelio de Cristo, vivido en el Espíritu, tiene poder para des-truir barreras de exclusión y edificar una comunidad, una fami-lia nueva y única, más allá de toda diferencia.

La creación de una nueva humanidad en la que son superadaslas hostilidades personales, sociales, económicas, en un ambien-te de reconciliación, es resultado directo y principal de la muer-te y la resurrección del Mesías de Dios. Ésta es la iglesia que pro-clama, con la autoridad que surge de la autenticidad, a toda lahumanidad -incluyendo a los ”principados y potestades”- el mis-terio del propósito salvador de Dios en Jesucristo13.

Esta última mención a la ”comunidad del Espíritu” como unanueva humanidad reconciliada nos introduce en el tema de laemigración que nos ocupará en las páginas que siguen.

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no hacen sino actualizar una antigua tradición de pensamientoteológico que insiste en que la existencia cristiana será ”locurade la cruz” y ”escándalo” (1Co.1:18-31) o no será nada; que elministerio de la iglesia será ”trastorno del mundo” por el poderdel Espíritu (Hch. 17:6; Ro.15:19) o no será nada, al menos entérminos del Reino de Dios.

3. El triunfo de Pentecostés sobre BabelEs tiempo de recapitular. Lo hacemos desde una perspectiva

deudora de fuentes anabautistas que aspira a ser fiel al testi-monio apostólico del Nuevo Testamento. Sus páginas inspira-das no dejan lugar a dudas sobre qué iglesia es iglesia deCristo, y cuáles son los fundamentos para su vida y su misión.De ahí la definición usada a menudo de la iglesia como ”comunidad del Espíritu”.

Lo que realmente ocurrió en pentecostés fue que Dios derra-mó su Espíritu Santo y esto contribuyó a la formación de lacomunidad del Espíritu del nuevo pacto. Esta comunidad secompone de individuos, de hombres y mujeres sobre los cua-les Dios ha derramado su Espíritu, haciendo posible la koino-nía en sus dimensiones plenas; una relación vertical de comu-nión con Dios y una relación horizontal de comunión conhermanos y hermanas10.

Así como Babel ejemplifica la rebeldía humana y la confusiónresultante, Pentecostés muestra cómo Dios transforma la confu-sión en comprensión y comunión por la acción del Espíritu. ”Larespuesta de Dios a la confusión rebelde humana en Babel habíasido un nuevo pueblo, Abraham y su posteridad. Ahora, en la eramesiánica, la respuesta de Dios a la pecaminosidad humana essu nueva comunidad del Espíritu (cf. Ef. 2:11-22)”11. La comuni-dad del Espíritu, de la que Cristo es único y suficiente Señor, vivey camina en el poder del Espíritu (Gá. 5:25). Del Espíritu recibe

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nados en su seno: ”y no angustiarás al extranjero; porque voso-tros sabéis cómo es el alma del extranjero, ya que extranjerosfuisteis en la tierra de Egipto”. (Éx. 23:9); ”Cuando el extranjeromorare con vosotros en vuestra tierra, no le oprimiréis”. (Lv. 19:33); ”No torcerás el derecho del extranjero ni del huérfa-no, ni tomarás en prenda la ropa de la viuda” (Dt. 24:17);”Maldito el que pervirtiere el derecho del extranjero, del huérfa-no y de la viuda”. (Dt. 27:19).

Más allá de estas y otras prohibiciones similares, Diosreclama una actitud positiva para el extranjero basada en elamor: ”Como a un natural de vosotros tendréis al extranjeroque more entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo; por-que extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto”. (Lv. 19:34);”Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses, y Señor deseñores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace acep-ción de personas, ni toma cohecho; que hace justicia alhuérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándo-le pan y vestido. Amaréis, pues, al extranjero; porque extran-jeros fuisteis en la tierra de Egipto”. (Dt. 10:17-19). Diosreclama que ese amor se exprese en formas prácticas:”Cuando siegues tu mies en tu campo, y olvides alguna gavi-lla en el campo, no volverás para recogerla; será para elextranjero, para el huérfano y para la viuda [y lo mismo paracon el fruto de los olivos y de las viñas]” (Dt. 24:19-22);”Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de tus frutos enel año tercero, el año del diezmo, darás también al levita, alextranjero, al huérfano y a la viuda; y comerán en tus alde-as, y se saciarán”. (Dt. 26:12) (nota cfr. Doc. 23, 24).

El Nuevo Testamento nos muestra a Jesús identificado con elextranjero, como hace con todos los más débiles (Mt. 25:35).Pero hallamos además, en su mensaje y en su trato con lasgentes, una proclama del universalismo. Jesús predica, sana y

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Principios de actuación

Definimos como emigrantes a las personas que por razones detrabajo o de amenaza abandonan sus países y se instalan en otropara residir y trabajar, aunque sin participar de su ciudadanía ysufriendo una merma de derechos y posibilidades de realizaciónrespecto de los naturales del país de acogida.

El flujo continuo y creciente de emigrantes forzados que reci-bimos en nuestro país obedece a causas que, si bien no noscorresponde a nosotros analizar en profundidad, sí queremos almenos resumir: desequilibrio económico entre países ricos ypobres, falta de respeto a los derechos humanos, violencia, gue-rras, y aún las catástrofes naturales que padecen los países deorigen de los emigrantes. Las consecuencias terribles de esa emi-gración no pueden ser minusvaloradas y forman parte del cua-dro de necesidades que la iglesia debe atender en su pastoral:desarraigo, pérdida de identidad cultural, marginación social,inseguridad, explotación, racismo, xenofobia, discriminación endiferentes ámbitos, desintegración de la familia,...

¿Cuál debe ser la respuesta de la iglesia a tanto sufrimiento ytanta injusticia?14 No puede ser ajena ya que su mismo Señorsufrió en su más tierna infancia la emigración y el exilio (Mt. 2:13-15). Pero más allá de este dato, lo cierto es que la Bibliaenseña con claridad acerca de la voluntad de Dios al respecto.

1. El emigrante en la BibliaEn el Antiguo Testamento Dios pide para emigrantes y extran-

jeros un trato de especial consideración. Israel conoció en supropia carne la emigración: ”Mi padre fue un arameo errante”(Dt. 26:5 NVI). A la luz de su propia experiencia Dios reclama aIsrael especial sensibilidad para con los emigrantes quienes, conhuérfanos y viudas, constituían los sectores más débiles y margi-

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rar algunas actitudes que empañan el ministerio de la iglesia porinsuficientes y desenfocadas.

Paternalismo, que reduce a los emigrantes a sujetos subsidia-dos, a un pretexto para la limosna en el sentido más vergon-zante de la palabra. Luis G. Berlanga retrató a la perfección esaactitud en una película corrosiva en la que familias de ordende una ciudad española acallaban su conciencia enNochebuena al grito de ”¡ponga un pobre a su mesa!”. El pater-nalismo maleduca a los emigrantes y les hace dependientes.Puede ser tentador para nuestro ego pero es humillante y lespriva de su condición de sujetos de derechos y deberes, conpleno acceso a las conquistas de nuestra sociedad y compro-metidos responsablemente con su desarrollo.

Angelismo, que reduce el ministerio de la iglesia a mero asis-tencialismo (ropa y comida, a menudo recibida de terceros). Nocabe pastoral de los emigrantes que no incluya también la denun-cia de las estructuras sociales que provocan el drama de la emi-gración. El ministerio a los emigrantes, cristianos y no cristianos,exige más allá de la ayuda inmediata y concreta, una acción dedenuncia ante cada gesto de explotación y abuso, sea desde lalegislación o en la práctica cotidiana, laboral o de vecindad. Laiglesia de Cristo está llamada a ser voz de los sin voz y pocos sec-tores sociales se hallan más desprotegidos en nuestra sociedadque los emigrantes. ”Abre tu boca por el mudo en el juicio detodos los desvalidos. Abre tu boca, juzga con justicia, y defiendela causa del pobre y del menesteroso”. (Pr. 31:8,9).

Exclusivismo, que reduce a los emigrantes cristianos a ”eternosvisitantes” en las iglesias. No es verdadero acogimiento ni autén-tica integración la práctica de recibir a los emigrantes y con ellosnutrir la iglesia de personas y dones, pero negarles acceso a fun-ciones de responsabilidad en el seno de la comunidad.

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ofrece compasión a hombres y mujeres más allá de los natu-rales de Israel: samaritanos, el centurión (Mt. 8:5-13), la mujersirofenicia (Mr. 7:24-30),... Como una extensión de este mismo principio de responsabilidad más allá de todafrontera hallamos en el libro de Hechos y varias epístolas (cfr. 2Co. 8,9) la ofrenda que prepararon los cristianos gentilespara sus hermanos en Jerusalén.

La enseñanza bíblica sobre la atención al extranjero, y la esencia de la iglesia como comunidad del Espíritu nos apelan de forma inequívoca en cuanto al compromiso pastoral y ministerial hacia los emigrantes. Podemos resumir esa apelaciónde responsabilidad ilimitada con dos breves definiciones. En primer lugar, consideramos a los emigrantes cristianos, no comoun problema sino ”como un don para la Iglesia”15. Aportan susdiversas culturas, sus vivencias peculiares de la fe, un testimoniode fidelidad a Cristo y de piedad personal, de celo evangelístico,y en general, el eco del avivamiento espiritual en América lati-na, Europa oriental o Asia. En segundo lugar, los emigrantes queno son cristianos y vienen de las regiones citadas o de países dereligión árabe, se nos ofrecen como ”un reto a la vocaciónmisionera de la iglesia”16.

La acción pastoral de la iglesia, en definitiva, debe tener encuenta ”la atención al hombre y el servicio a la fe”17 y, atenta ala guía del Espíritu, debe reflejar en acciones concretas las pala-bras de Jesús: ”fui forastero, y me recogísteis” (Mt. 25:35b). Elministerio que la iglesia puede ofrecer a los emigrantes es másque solidaridad humana, es fruto del Espíritu y anuncio prácticoy concreto del Reino de Dios.

2. La ”buena voluntad” no bastaAntes de perfilar los criterios básicos de la acción pastoral de

la iglesia en el ámbito de la emigración queremos desenmasca-

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hacerlo todo, ni que puedan hacerlo todo, pero es responsabili-dad de toda la iglesia identificar las personas a las que el Espírituha otorgado dones idóneos para este ministerio: consolación,ayuda, administración, evangelización, ... Ellos deben ocupar laprimera línea en la pastoral de la emigración y la iglesia debeproveerles de recursos y formación para su labor.

Junto a la capacitación ministerial necesitamos urgentementeuna reflexión bien fundada, bíblica y especializada, que ofrezcaa las iglesias criterios elaborados de actuación. Lamen-tablemente, nuestras iglesias todavía dependen en exceso de ”labuena voluntad” y aún carecemos de materiales de formación yreflexión de calidad y contextualizados.

4. Criterios básicos de acciónHemos resumido más arriba algunas áreas de atención pasto-

ral en base a los emigrantes y sus necesidades. Ofrecemos ahoraalgunas consideraciones básicas para la acción pastoral a partirde los diversos aspectos de la misión integral de la iglesia:

a) Diakonía del amor y de la acción social. Ese es el impulsodel espíritu del buen samaritano, que se traduce en una acogidaplena de los emigrantes con respuestas prácticas a sus necesida-des inmediatas, así como la defensa de sus derechos personalesy laborales, y la reivindicación de políticas sociales generosas deintegración y agrupación familiar.

Comida, ropa, ayuda para encontrar techo y cobijo, orienta-ción en sus gestiones administrativas, prevención contra situa-ciones de abuso, intermediación y aval para distintas solicitudes,son elementos primeros y urgentes. Pero igualmente forma partede la práctica diacónica la ayuda a los emigrantes para reivindi-car su dignidad de personas y sus derechos en la sociedad queles acoge y que con su trabajo ayudan a desarrollar. En este sen-tido el servicio a los emigrantes demanda de la exigencia a los

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3. Complejidad del ministerio: formación y reflexiónEs necesario estructurar en alguna medida la acción de la igle-

sia porque el ministerio de atención a los emigrantes tiene unacomplejidad que no siempre es fácil de percibir a primera vista.Prueba de esa complejidad resulta el siguiente plan de acciónque no podemos comentar con detalle pero que al menos ilustralas múltiples áreas de necesidad de los emigrantes18:

Ámbito 1: Atención a la persona del inmigrante y su entorno social.

1.1. Atención sociojurídica.1.2. Investigación-Difusión.1.3. Interculturalidad.

Ámbito 2:Atención al inmigrante como creyente y su entorno religioso-eclesial.

2.1. Diálogo interreligioso.2.2. Voz profética.2.3. Formación-acompañamiento de agentes de pastoral de emigración.

Ámbitos 1 y 2: Social y eclesial.

Coordinación con otras entidades.Integración y promoción.Sensibilización.

La evidente complejidad de ese ministerio exige actividadesbien planificadas que den contenido a las áreas citadas pero,sobre todo, subraya el papel vital que corresponde al ”factorhumano”. La Iglesia Católica llama ”agentes de pastoral inmi-grante” a las personas que atienden este ministerio y dedican nosólo tiempo y buena voluntad sino esfuerzo para capacitarseadecuadamente. No es cierto que todos en la iglesia deban

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En la iglesia, comunidad del Espíritu, nadie es extranjero. Todocristiano, cualquiera sea su procedencia y condición, tiene unlugar a la mesa del Padre y no debe ser relegado al umbral de lacasa. Esta ”antropología de la fraternidad” está basada en lapaternidad de Dios. Todos somos invitados a la mesa y sólosomos eso, invitados; la mesa no es propiedad de nadie sino delPadre que nos llama a todos por igual. Esa es una de las imáge-nes que nos transmite la celebración de la mesa del Señor. Elsentimiento de que ”de fuera vendrán que de casa nos echarán”es ajeno a la iglesia de Cristo, que se sabe comunidad única alamparo de su cruz. Si la iglesia no aprende a ejercitarse en laacogida y ”alarga sus cuerdas, y refuerza sus estacas” (Is. 54:2),si la iglesia se limita a ”alquilar” sus dependencias pero no lascomparte, entonces se hace irrelevante en la encarnación y laproclamación del Reino.

Me pregunto si hay otra cosa que sea más urgente hoy, por elhonor de Cristo y por la extensión del Evangelio, que la Iglesiasea lo que debe ser; y que se la vea así, como lo que ya es porel propósito de Dios y la obra de Cristo: una única humanidadnueva, un modelo de comunidad humana, una familia de her-manos y hermanas reconciliados que aman a su Padre y se amanunos a otros, la morada evidente de Dios por su espíritu. Sóloentonces el mundo creerá que Cristo es el pacificador. Sóloentonces Dios recibirá la gloria debida a su nombre20.

d) Liturgia de la celebración cúltica en plena participación. Laadoración comunitaria es para todos y todos los que adorandeben hallar cauces por los que expresar su adoración a Dios.Nada sería más inquietante que, siendo emigrantes latinoameri-canos mayoría en muchos cultos, estos siguieran reflejando losesquemas de los cultos españoles de hace cincuenta años. Comosucede en otras áreas de la iglesia, la vida cúltica se puede enri-quecer con la incorporación de elementos propios del culto de

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poderes públicos de una nueva política más humana de controlde flujos, una legislación integradora que reconozca la igualdadde oportunidades y favorezca la convivencia.

b) Martiría del anuncio del Evangelio por la palabra y el testi-monio. La crisis de la emigración afecta también a la dimensiónespiritual de la persona, sacudiendo su fe si la tiene, o agudi-zando su lucha espiritual. No hace falta insistir en el rechazo detoda pastoral interesada y por eso mezquina, poco menos queempeñada en conseguir conversiones (?) a cambio de pan. Peroa la luz de la perspectiva que de la iglesia ofrecíamos más arri-ba no es posible pastoral ni ministerio cristianos que no incluyanla proclamación del Evangelio de salvación en la cruz deJesucristo. Eso es lo específico y universal del mensaje evangéli-co. Definitivamente, la pastoral de la emigración es una pastoralmisionera. También la evangelización es motor de promoción dela persona en sus dimensiones más hondas. De ahí la responsa-bilidad y el privilegio de la iglesia de anunciar la palabra de lacruz a todos los que estén dispuestos a escucharla.

c) Koinonía de la comunión y el mutuo cuidado de la fe. Es pre-ciso seguir advirtiendo contra la creación de ghettos de emigran-tes dentro de las iglesias y contra todo sucedáneo de fraternidadcristiana. En el Nuevo Testamento la iglesia local es ”espacio defraternidad”19, lugar de encuentro e integración establecido porJesucristo para encarnar el propósito de Dios de invitar a todos loshombres a ser un sólo pueblo en Cristo, sin exclusión alguna y sinninguna excepción. Los emigrantes son ”la prueba (involuntaria)del nueve” para medir la cercanía de cada iglesia al modelo neo-testamentario, libre de ataduras nacionalistas, linguísticas o cla-sistas. Los emigrantes son un reto contra la tentación de cerrarnosen torres de Babel que nos aíslen unos de otros; bien al contrario,ellos nos alientan a buscar más del Espíritu de Pentecostés queune; el Espíritu de Cristo Jesús, Señor de la iglesia.

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dría una expresión concreta e impactante del mandamiento delamor de Jesús a sus discípulos (Jn. 13:34,35; 17:20-23).

Ronald Sider analiza un ejemplo paradigmático de la ”respon-sabilidad ilimitada” en el Nuevo Testamento: la ofrenda que elapóstol Pablo promovió entre las iglesias del mundo gentil, enfavor de la iglesia de Jerusalén23. Aquella acción de compromisofraternal saltó todas las barreras culturales y nacionales bajo elimpulso del amor y el vínculo fraternal en Cristo. Los cristianosgentiles se movilizaron en base a tres criterios: ”dar todo lo quese pueda” (1Co. 16:2; 2Co. 8:2,3), y no meramente la aplicaciónde un diezmo mecánico; ”dar voluntariamente” (2Co. 8:8), sincaer en legalismos forzados; y ”dar para que haya igualdad”(2Co. 8:14), que a buen seguro es el criterio más incómodo ennuestros oídos ricos del Norte.

La movilización que Sider reclamaba en favor de los cristianosdel Tercer Mundo (y de todos los débiles, por extensión) siguesiendo vigente porque nace del corazón del Evangelio. Pero enlos últimos años se ha producido un drástico cambio de escena-rio: el tercer Mundo está ahora entre nosotros. Los principios dela responsabilidad fraternal y el ejercicio de la práctica del amoren el espíritu del Buen Samaritano se hacen ahora aún más ine-ludibles. Que el Espíritu Santo sacuda a la iglesia de Jesucristoen la proclamación viva y poderosa, práctica y concreta, delReino de Dios.

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otros países. Como en otras áreas también, la adoración comu-nitaria pondrá a prueba la capacidad de la iglesia para recibir eintegrar esas novedades21.

5. Consideración finalEl llamado ”principio de responsabilidad” nutre la filosofía

moral de no pocos pensadores contemporáneos. El prójimo, y enespecial el prójimo más frágil, nos convierte en responsables,cuenta con nosotros, espera nuestra ayuda, nos ordena acudir ensu ayuda (Paul Ricoeur, protestante). Nuestra relación con elotro, en particular con el más débil, es una relación ética(Emmanuel Levinas, judío). Moralidad, pues, personalista ycomunitaria (Emmanuel Mounier, católico).

El Evangelio de Jesucristo absorbe ese ”principio responsabili-dad” en una relación de amor para con el prójimo que se nutrea su vez del amor que recibimos de Dios en la cruz de Cristo(Ro. 5:8). La pregunta de Caín: ”¿Soy yo acaso guarda de mi her-mano?” (Gn. 4:9) tiene una respuesta rotunda y afirmativa en elEvangelio: ”Al situarse el hombre bajo el señorío de Dios, altener el hombre comunión con Dios que es amor, también suprójimo está enfrente de él de forma nueva, ya no como objeto,sino como ‘tú’. En la fe no podemos mirar a nuestro prójimo deotro modo que no sea que en él nos encuentra Cristo, nos desa-fía Cristo”22.

El libro Rich Christians in an Age of Hunger se ha convertidoen un clásico cristiano. Su autor, Ronald Sider, reta al Occidentecristiano y rico al ejercicio práctico de la misericordia para conel Tercer Mundo y de forma más exigente aún para con sus her-manos en la fe. Una respuesta en términos de ”responsabilidadilimitada” para con la familia de la fe en cualquier lugar necesi-tado del planeta parece a Sider una piedra de toque en la pro-clamación poderosa del Evangelio en el mundo, ya que supon-

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Notas

1. Preferimos hablar de ”emigrantes” en plural porque el término ”emigrante” parece uniformar una realidad tan diversa como personas incluye. El emigrante es un mero concepto de análisis pero los emigrantes son personas, cada una de ellas única, distinta y que requiere una atención personalizada.

2. C. René Padilla: Misión integral. Ensayos sobre el Reino y la iglesia. Buenos Aires: Nueva Creación, 1986. p.183.

3. C. René Padilla: Op. cit. Pg. 185.

4. Emil Brunner: La esperanza del hombre. Bilbao: Desclée de Brouwer, 1973. p.67.

5. Emil Brunner: La esperanza del hombre. Op. cit. p.72.

6. Su muerte prematura (1882-1931) le impidió desarrollar su pensamien-to, cercano a las tesis dialógicas (yo-tú) de su contemporáneo Martin Buber. Con todo, su influencia ha sido notable en Emil Brunner y en otros teólogos protestantes, así como en el personalismo filosófico.

7. Ferdinand Ebner: La Palabra y las Realidades Espirituales. Madrid: Caparrós Editores, 1995. p.176.

8. F. Ebner: Op. cit. p.186.

9. F. Ebner: Op. cit. p.239.

10. Juan Driver: El Espíritu Santo en la comunidad mesiánica. Santafé de Bogotá: Ediciones CLARA-Semilla, 1992. p.50. Del mismo autor: Pueblo a imagen de Dios ... hacia una visión bíblica. Santafé de Bogotá: Ediciones CLARA-Semilla, 1991. Cap. 9.

11. Juan Driver: El Espíritu Santo en la comunidad mesiánica. Op. cit. p.51.

12. Juan Driver: La obra redentora de Cristo y la misión de la iglesia. Buenos Aires: Nueva Creación, 1994. p.282. Del mismo autor: Comunidad y compromiso. Buenos Aires: Ediciones Certeza, 1974. Cap. 4.

13. Juan Driver: La obra redentora de Cristo y la misión de la iglesia. Op. cit.

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p.261. C. René Padilla se expresa en términos similares: ”Una comuni-dad en que cada uno se da según sus posibilidades y recibe según sus necesidades, puesto que ‘más feliz es el que da que el que recibe’(Hch. 2:45, 4:34,35, 20:35). Una comunidad en que las barreras raciales, culturales, sociales y aun sexuales desaparecen, puesto que ‘Cristo es todo y está en todos’ (Col. 3:11; Gá. 3:28). Una comunidad de reconciliación con Dios y reconciliación entre los hombres (Ef. 2:11-22). Una comunidad, en fin, que sirve como base de resistencia al condicio-namiento del presente ‘siglo malo’ y hace posible que los discípulos de Jesucristo vivan en el mundo sin ser del mundo”. Misión integral.Op. cit. p.23.

14. Por razón de nuestra eclesiología, hablamos de la acción de la iglesia, pensando siempre en su expresión parroquial, en la comunidad local, ya que es en su seno y en su práctica que se muestra al mundo en forma concreta la voluntad de Dios para su iglesia.

15. Conferencia Episcopal Española: Pastoral de las migraciones en España.Documento de la LXI asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Española. Madrid: EDICE, 1994. p.5.

16. Cfr. Conferencia Episcopal Española. Comisión Episcopal de Migraciones: La inmigración. Compromiso cristiano. Madrid: EDICE, 1999.

17. Ibid. p.27.

18. Cfr. Conferencia Episcopal Española. Comisión Episcopal de Migraciones: Jornadas de delegados y agentes de pastoral de migraciones. Madrid: EDICE, 2002. p.115ss.

19. Conferencia Episcopal Española: La inmigración. Compromiso cristiano.Op. cit. p.23.

20. John Stott: La nueva humanidad. El mensaje de Efesios. Illinois: Ediciones Certeza, 1987. p.108.

21. Como una oportunidad añadida, no como establecimientos de ghettos,cabe contemplar la incorporación al calendario cúltico de la iglesia, de celebraciones específicas propias de los grupos de emigrantes.

22. Emil Brunner: La verdad como encuentro. Barcelona: Editorial Estela, 1967. p.169.

23. Cfr. Ronald J. Sider: Rich Christians in an Age of Hunger. London: Hodder & Stoughton, 1990. Chapter 4: ”Economic Relationships Among the People of God”.

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D. Gabriel Piedrahita Castaño E S T U D I O S D E C A S O

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Iglesias e Inmigración

Doctorando en Geografía, Universidad Complutense de Madrid.

Agradecimientos

En este panel denominado ”La Iglesia y la Inmigración” agra-dezco a sus organizadores la oportunidad que brinda –no solo aesta futura y presente generación de pastores, como demásmiembros de iglesias, simpatizantes y contertulios, que la vorá-gine de los acontecimientos de esta denominada era global, nosha cogido acaso por sorpresa– para intentar ponernos a punto yllegar a posibles conclusiones y tareas, sobre cómo se debeinterpretar y actuar en este incierto momento histórico queafronta nuestra sociedad en general, y la iglesia en particular,ante un fenómeno tan antiguo, pero a la vez tan repentino paraalgunos, como es el llamado de la inmigración.

Y agradezco doblemente, no por el hecho egoísta de habersido uno de los privilegiados ponentes del presente panel, sinopor la condicion de un inmigrante que tiene su propia visión yexperiencia en el proceso; tal vez subjetiva en muchos aspectos,pero a fin de cuentas, el enfoque de un actor directo, en cuyaexcena soy apenas un modesto testimonio.

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cercenada temporalmente por la cortante guillotina jurídica ylaboral que se evidenciaria en mis nuevos documentos de iden-tidad y tarjeta de presentación donde una x administraría a par-tir de entonces mis derechos obligaciones y talentos. Mi títuloacadémico había dejado de tener validez.

Es aquí donde me doy cuenta de la importancia de adaptar-se a las nuevas circunstancias o regresar. Había que cambiarel chip y reciclarse.

Y es aquí donde aparece la mano amiga y solidaria de la igle-sia para ayudarme a tejer los primeros hilos de una red relacio-nal que perdura hasta ahora y que ha posibilitado mi parcialadaptación e integración en la sociedad madrileña.

Como no recordar al pastor Alexander Frame quien, sin cono-cerme apenas, se convirtió en mi visa para un sueño. Como olvi-dar que fue él quien me libró de una deportación segura y ofre-ció su casa como albergue.

Valga pues este momento para dar un tardío agradecimiento alDoctor José María Carballo, quien hizo todas las gestiones paraingresarme durante un mes en el hospital gregorio marañondonde por fin conocí la crónica enfermedad que aún padezco.

A los pastores y profesores Julio Diaz, Roberto Craider, DavidDixon y sus familias, que sin su apoyo espiritual, social y eco-nómico me hubiese resultado ciertamente más complicada laadaptación e integración al nuevo mundo que me acogía.

Lugares y personas emblemáticas que nunca olvidaré comoPeña de Horeb, Monte Montgó o este seminario teológico bau-tista, donde ahora regreso no como su guardián, sino para devol-verle algo de lo mucho por él recibido.

Y como no, a mi hermano espiritual Carlos Ruiz Ballesta aquien agradezco no sólo el pez que en su día me ofrendó, sinotambién la caña que me enseñó a pescar en este nuevo oficioque dura ya casi 11 años, cual es la pintura.

Se rompe así un poco, la casi constante y unifocal visión, deafrontar una problemática de semejante envergadura, desde laperspectiva del receptor, hecho lamentablemente erróneo, que serepite no solo en este tipo de encuentros, sino también de las admi-nistraciones y entidades no gubernamentales que, dicho sea depaso, han contribuido en parte a bajar la tasa del paro nacional,debido al gran mercado laboral que generamos los inmigrantes.

Dicho esto, centraré el breve tiempo de mi exposición en dospartes, a saber.

En primer lugar: una breve reseña testimonial de un servidor;y segundo aspecto versara sobre la aportación de datos cuanti-tativos y cualitativos sobre el tema que nos ocupa: ”Las Iglesiasy la Inmigración”.

Primera parte: el testimonio de un inmigrante con fe

Se cumplen ahora 13 años desde que una serie de factores,personales, políticos, sociales y económicos me empujaron ahacer las maletas, tomar un avión (no sin antes endeudarmehasta el prójimo) para apearme en barajas, donde casi me depor-tan por ser un ”turista” sin dinero, y un enfermo sin seguro. Deaquel agónico y oportuno quebranto de salud, que los guardiasaduaneros confundieron con los síntomas de un ”bolero”, aúnme quedan los recuerdos que el subconsciente, despierta y medespieta algunas noches a modo de pesadilla gritando: ¡no deboestar en Colombia, yo debería estar en España!

No obstante, es a partir de entonces, cuando podría estableceruna relación testimonial y académica respecto a mi concienciade ser inmigrante, puesto que mi condición profesional se vería

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Finalmente a la iglesia católica también debo el habermedevuelto mi gozo profesional, pues en una de sus fundacioneshe vuelto a disfrutar del placer de la profesión más bella delmundo: La enseñanza.

Producto de estas vivencias de inmigrante a lo largo devarios años y del cuestionamiento acerca del fenómeno, surgeel trabajo de investigación que en una pequeña parte tendré elgusto de compartir con ustedes y constituye el segundo apar-tado de mi exposición.

La tesis doctoral denominada: minorias étnico Religiosas en laComunidad de Madrid: integración y conflicto se inscribe ycoincide con el objeto del presente panel: entender mejor elfenómeno de la inmigración ligado a la iglesia, en aras de bus-car una respuesta bíblica y sociológica al desafío que se nos pre-senta. Dicha tesis se estructura de la siguiente manera:

ProposiciónLa inmigración se está convirtiendo en la principal fuente de crecimiento delas minorías religiosas.Luego, las confesiones minoritarias, son un importante agente social de inte-gración o de conflicto en la Comunidad de Madrid.Silogismopreguntas / respuestas

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D. Félix González Moreno

Taller sobre Inmigración: Un testimonio personal

Diplomado en Teología, Basilea (Suiza).Pastor de la 1ª Iglesia Bautista, Elche (Alicante).

Procedencia Espiritual

Nací en el seno de una familia católica practicante. Mispadres eran católicos de comunión diaria. Durante los prime-ros años de su matrimonio, el día comenzaba para ellos conla asistencia diaria a la misa de las 6 de la mañana. Mi padreera miembro fundador de una de las procesiones de SemanaSanta de nuestro pueblo, y vestía de nazareno portando lacruz que abría la procesión. En nuestra casa se vivían hones-tamente los valores espirituales del catolicismo, y ningúndomingo faltábamos a misa.

Emigrantes en Alemania

Por razones económicas, nuestra familia tuvo que emigrar aAlemania en junio de 1968. Permanecimos en el país hasta

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Es un drama porque implica un conflicto de personalidad o pér-dida de identidad. Los otros, los que no son emigrantes, te ven yte inducen a verte a ti mismo como un extraño, tanto en tu paísde origen como en el de inmigración, y esto le duele al emigran-te. Así, en Alemania me llamaban "el español" y en España me lla-maban "el alemán". Un día estando de vacaciones en el pueblo,pregunté a una tía mía que tenía una tienda de comestibles: ¿Cuáles la mejor época del año para tu negocio?" Y ella me respondió:"Cuando vienen los alemanes". Sorprendido, le pregunté: "¿Quéalemanes, si en nuestro pueblo no hay turistas?" Y otra vez merespondió: "¡No, turistas no, vosotros que estáis en Alemania!"¡Hasta para mi propia tía era un alemán!

Es un drama porque te miran con desconfianza por tu condición deextranjero, de "extraño". Y sabemos que lo extraño produce temor.

Es un drama porque comprendes que sólo interesas comomano de obra, no como persona. A este respecto los alemanesacuñaron la frase: "¡Esperábamos obreros y vinieron personas!”

Es un drama porque se la considera breve, o sea, de corta dura-ción, y esto te impide interesarte en el país, en su lengua, suscostumbres, su historia, su política actual, en definitiva, te impi-de identificarte con el país, con su gente y sus valores positivos,a la vez que idealizas torpemente tu país de origen.

Es un drama porque sólo tienes en la cabeza la idea de ganar elmáximo de dinero y ahorrar el máximo. Esto significa, por unaparte, aceptar empleos de riesgo y el pluriempleo, con lo que teconviertes en un animal de trabajo con jornadas laborales de 12,14, y 16 horas, con el consiguiente ”embrutecimiento”. Y, porotra parte, significa vivir en condiciones míseras, habitar vivien-das deplorables con muebles usados y no salir nunca a comer enun restaurante, ni permitirte salidas culturales. Y todo esto lo haceel inmigrante en la convicción de que este ahorro le permitirá elpronto regreso a la anhelada patria y a una vida más cómoda.

octubre de 1993. En ese país tuve mi primer contacto con los"protestantes", un concepto que, debido a mi formación religio-sa y escolar, no encerraba nada bueno para mí, pero me llevéuna grata sorpresa al descubrir que los protestantes no eran tanmalos como me los habían pintado. Yo no detectaba en ellosnada de particular en su religiosidad. Aunque sí me impresionópoderosamente la ética diaria de aquellas personas, y sobretodo su valor y su honradez para testificar en un par de juiciosen los que nos veríamos envueltos por causa de accidentes deautomóvil, en los que no tuvimos ninguna responsabilidad oculpa. Para mí resultaba más que evidente que aquellos protes-tantes alemanes tenían un concepto de la justicia social muchomás excelente que el que yo había conocido en aquella Españanuestra dominada por el nacionalcatolicismo.

La emigración como problema

Creo que la mayoría de los emigrantes españoles que fuimos aparar a Alemania comenzamos esta experiencia con cierta expec-tación positiva. Pero, muy pronto, transcurridos los tres o cuatroprimeros meses, se toma conciencia del drama de la emigración.Porque la emigración, por mucho de positivo que te aporta al final,contiene unos elementos dramáticos que no podemos obviar.

La emigración se vive bastante tiempo como un drama porquees violenta, o sea, es forzada. La alternativa a la emigración es,con frecuencia, la opresión, la escasez, la miseria.

Es un drama porque significa desarraigo, separación familiar,pérdida de amistades y de tu mundo o "patria chica", y esto, alprincipio, duele en el alma.

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Taller sobre Inmigración: Un testimonio personal

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estos emigrantes, unida a la dificultad del idioma alemán y a laextrañeza de las costumbres del país, hacían que esta genera-ción fuera recatapultada al propio mundillo de lo hispano. Y estosignificaba empobrecimiento en muchos sentidos. En cambio, lasegunda generación, es decir, los que llegamos al país en nues-tra niñez o adolescencia, lo tuvimos más fácil, pues fuimos a laescuela alemana, aprendimos bien el idioma y oficios laborales,y algunos llegamos a cursar estudios superiores.

La emigración como oportunidad

Felizmente, la emigración puede ser, y ha sido en muchoscasos, una preciosa oportunidad para el progreso y el desarrollodel emigrante. El escritor español de la Serna escribió que ”elespañol, trasplantado, mejora”. En mi caso particular creo que hasido así. La emigración significó para toda mi familia tres cosas:

1. desarrollo económico.2. desarrollo cultural.3. desarrollo espiritual.

De estos tres puntos, el más preciado para mí es el tercero. Meconvertí a Cristo en Alemania un 13 de abril de 1972. A partir deese instante mi vida experimentó un gran cambio en casi todoslos aspectos. Mi conversión fue como un terremoto que lo sacu-dió todo. Fue una sacudida que me hizo descubrir los valores delEvangelio de Jesucristo y puso en mí la firmeza de aspirar a vivircada día en el seguimiento de Jesús. Apenas un año después sentíel llamado de Dios para servir en el pastorado. En agosto de 1982

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E S T U D I O S D E C A S O

Es un drama porque comporta una gran dosis de soledad, quete hace llorar en secreto. ¡Cuántos hombres fuertes me han con-fesado haber llorado en su emigración!

Es un drama porque es dramático vivir 10, 20, 30 ó 40 años enun país sin que ningún natural te invite a su casa.

Es un drama porque los primeros que te dan la bienvenidacuando llegas al país extraño son las prostitutas que buscan tudinero, y los asociales del país que ven en ti una posibilidad queno supieron aprovechar entre los de su propio país.

Es un drama porque hay tres factores que te condicionan fuer-temente y que, con frecuencia, te catapulta a tu ”propio mundi-llo” de tus paisanos, o sea, al gueto. Estos tres factores son:

1. La tensión entre dos culturas: La tuya, que vives cada díaen el seno de tu familia y en la escuela española, y la de lacalle, la alemana: la del colegio, el trabajo, las amistades y larelación social.2. La falta de seguridad: Durante los primeros años el emi-grante se siente a menudo angustiosamente inseguro ante laposible pérdida de su puesto de trabajo. También le ocasionainseguridad lo incierto temporal de la emigración; nunca sabebien cuánto va durar ésta. Y nos ocasionaba mucha inseguri-dad la condición de España como país europeo no comunita-rio, pues esto significa que no podías abandonar el país pormás de tres meses sin arriesgarte a perder el permiso de resi-dencia. También te angustiaba la amenaza de expulsión porinfracción de la ley, como el caso del español residente en laciudad de Hannover, a quien expulsaron del país por comerselos patos salvajes de uno de los parques de la ciudad.3. La incapacidad para la integración en la sociedad del país.Este problema lo padecieron en mayor medida los emigrantes dela primera generación. La poca formación escolar de muchos de

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Taller sobre Inmigración: Un testimonio personal

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Toma de contacto con los cristianos evangélicos en la emigración

Tres eran, en principio, los canales por los que llegaba el evan-gelio a los inmigrantes españoles en Alemania. A estos se añadi-rá un cuarto y decisivo:

1. Los evangélicos alemanes.2. Los pocos españoles emigrantes evangélicos.3. La Mission für Süd-Ost-Europa (misión reformada pietista alemana).4. Las iglesias hispanas recién establecidas.

Los evangélicos alemanesSus esfuerzos son individuales consiguen muy poco a primera

vista. Apenas conocemos conversiones. Pero estoy convencidode que no han trabajado en vano. Generalmente estos cristianosfacilitan Biblias a los inmigrantes y les ayudan en sus problemassociales y laborales. Constituyen para los inmigrantes una granayuda. El noble y cristiano ejemplo de estos hombres y mujereses recordado con agrado por muchos emigrantes.

Los españoles inmigrantes evangélicosConsiguen algo más que los anteriores. Pero su labor sólo es

eficaz y perdurable cuando se reúnen en pequeños grupos parael culto y el estudio bíblico.

La Mission für Süd-Ost-Europa (MfSOE)Su labor es la decisiva hasta la fecha. Comienza a trabajar con los

inmigrantes españoles en 1962. Organiza, en la medida de susfuerzas y posibilidades, la evangelización sistemática de los inmi-grantes en Alemania. En principio, se vale para ello de la literaturaevangélica en español, cassettes, Biblias, y del reparto masivo decalendarios ”La Buena Semilla”. Pronto emplea misioneros espa-

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marché a Suiza para estudiar Teología en Basilea. Regresé aAlemania en julio de 1986, y en la ciudad de Duisburgo (Cuencadel Ruhr), pastoreé la iglesia bautista hispana durante siete felicesaños, hasta que en octubre de 1993 regresamos a España parapastorear la Iglesia Evangélica Bautista de Elche.

La emigración y Dios

El emigrante no está solo. ¡Dios se interesa por la suerte delextranjero! ¡Dios es el Dios del extranjero!

Dios utiliza la emigración para atraer al hombre y conquistar-le para Cristo. El desarraigo que produce toda emigración, y queen principio es un drama, tiene de positivo la libertad que teconfiere. Y es esta libertad, y no siempre la inseguridad y laangustia, lo que te capacita para aceptar el Evangelio. En la con-dición de libertad social de la emigración sientes que no debesexplicaciones a nadie; sientes que estás solo con Dios. Y estalibertad te facilita grandemente la decisión de un compromisototal para con el Evangelio. Mi difunta madre, consciente de estalibertad, se preguntaba en ocasiones: ”¿Nos habríamos converti-do nosotros de haber oído el evangelio en nuestro pueblo?¿Habríamos sido capaces de liberarnos tan rápidamente de laspresiones familiares y sociales que impiden a tantos seguir aJesús?” Creo que mi madre tenía razón. ¿No es acaso esta liber-tad la que hace que todavía hoy sea más fácil la propagación delEvangelio en las ciudades que en los pueblos pequeños?

En mi caso y en el de mi familia considero esa libertad comodeterminante, ya que nosotros vivíamos en Alemania bienadaptados y sin problemas.

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Aunque también es cierto que el común denominador de losevangélicos hispanos en Alemania han desarrollado una espiri-tualidad genuina y profunda que les ha conducido a convertirseen verdaderos testigos de la gracia de Dios en Jesucristo.

Las iglesias alemanas y los inmigrantes

El contacto intenso con los cristianos alemanes, así como lacelebración de cultos unidos con iglesias alemanas significó, enmuchos casos, para el inmigrante, el descubrimiento de la otraAlemania; el descubrimiento de la verdadera Alemania, la de lasgentes y familias normales. Las primeras personas alemanas queacudieron a las estaciones de ferrocarriles para saludar a los codi-ciados inmigrantes no fueron los cristianos evangélicos, ni lasautoridades civiles, sino las prostitutas. Esto, unido a algunasexperiencias negativas de abusos y prejuicios sufridos por losinmigrantes en muchas fábricas, desdibujó el concepto de éstossobre Alemania y su gente. Todavía hoy hay muchos inmigrantesen el país que viven completamente de espaldas o enfrentados alos nacionales. Y es aquí donde el descubrimiento de la iglesiasevangélicas y el contacto personal con cristianos alemanes con-tribuyó a que el inmigrante curara sus heridas, superara sus vicia-dos conceptos, saliera de su aislamiento, entrase como invitadoen casas de alemanes y vieran a Alemania con otros ojos; comoun país agradable para vivir, con gentes de elevados principiosmorales y espirituales, dispuestas a facilitar la vida y la integra-ción a los que acuden allí buscando una oportunidad para sí ypara sus familias. De esta manera, las iglesias evangélicas alema-nas se convirtieron en puentes o plataformas para la integración

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ñoles a pleno tiempo. Desde 1964 mantiene de manera continua-da entre tres y cinco misioneros españoles a pleno tiempo, asisti-dos por grupos organizados de evangélicos alemanes. Éstos orga-nizan cultos de evangelización para los inmigrantes. Los locales losprestan las iglesias alemanas. No siempre hay comprensión paraeste trabajo. Pero la obra avanza. Se establecen iglesias hispanas enlas ciudades de Wetzlar, Stuttgart, Francfort, Duisburg, Siegen,Leverkusen/Opladen, Manheim, Osnabrück, Hannover, Brema,Hamburgo, y otras. En la actualidad hay 15 iglesias o grupos dehabla hispana en Alemania.

Desde sus comienzos hasta la fecha, la labor de esta misión secifra en algo más de 1.000 convertidos directos, de los cuales 17han cursado estudios teológicos en distintas instituciones fuera ydentro del país. Tres trabajamos en la UEBE. Otros tres en la FIEIDEy otros en las AA.HH. Tres más trabajan a pleno tiempo comomisioneros pastores en Alemania. Hay tres doctorados en Teologíay uno que aspira a Cátedra de Nuevo Testamento en una universi-dad estatal de Suiza. Nos consta también que el testimonio de losinmigrantes retornados ha servido para la formación de iglesias ennuestro país (por ejemplo: Íllora, Bollullos, Zamora y otras).

Las iglesias hispanas de la inmigraciónLa labor de los misioneros de la MfSOE culmina en la consti-

tución de una serie de iglesias hispanas, con cultos y programasen español. Estas iglesias, en colaboración con losmisioneros/pastores, realizan una labor evangelizadora excelen-te y ofrecen fraternidad e instrucciones para los nuevos conver-tidos. Cultivan un fuerte espíritu misionero. Se potencia conti-nuamente la evangelización. Tal vez esta necesidad venga dada,en cierta medida, por la enfermedad congénita a este tipo deiglesia, enfermedad que solíamos llamar ”desangre” y que no eraotra cosa que la vuelta continua de los convertidos a España.

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algunos casos hemos prestado dinero, lo que ha sido lamentableen dos ocasiones. Les aconsejo que, en la medida de lo posible,compren viviendas de segunda mano, y no paguen alquileres, yque consideren esta inversión como su verdadero ahorro, puesasí lo hicieron sabiamente muchos españoles en Alemania.

La ayuda espiritualLes predicamos el evangelio en las plazas y en la calles, los

invitamos a nuestros cultos, los bautizamos y los admitimos enla iglesia como miembros de pleno derecho y responsabilidades.

En la actualidad suelen acudir a nuestros cultos dominicalesuna media de 15 a 20 inmigrantes, latinoamericanos en sumayoría. Varios se han convertido entre nosotros y están ple-namente integrados en la vida de la iglesia. Pero esta convi-vencia no siempre ha sido fácil. Lo cierto es que también hansurgido problemas cuando algunos inmigrantes intentaronimponernos su forma de culto y su teología pentecostal. Haaparecido entre nosotros alguno con pretensiones de ilumina-do, que acabó marchándose, y el abuso de las exigencias deotros así como su ingratitud enfrió por momentos el celo denuestra iglesia por ayudar. Pero sólo por momentos, porquenosotros seguimos en la brecha viendo en los inmigrantes unaresponsabilidad y una posibilidad para la gloria del Dios quenos los confía a nuestro cuidado.

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social de muchos inmigrantes. Tanto es así que, en la actualidad,son numerosos los inmigrantes de la segunda generación integra-dos como miembros en iglesias bautistas alemanas, y de otrasdenominaciones, y sirviendo como diáconos en las mismas. Loque prueba la plena integración de éstos en la sociedad.

Mi experiencia en Elche

Mi propia condición de emigrante durante tantos años enAlemania y Suiza me hace albergar en mi interior un sentimien-to natural de simpatía hacia los inmigrantes en Elche. Unido aesto, mi responsabilidad cristiana me conduce a prestar a estaspersonas una triple ayuda:

1. Ayuda moral.2. Ayuda material.3. Ayuda espiritual.

La ayuda moralLa necesitan especialmente por la situación de precariedad en

sus puestos de trabajo, siempre inciertos y con frecuencia de cortoplazo. También la necesitan muchas veces por causa de su situa-ción de vivienda, siempre masificada y con frecuencia muy pro-blemática. Y la necesitan igualmente por su distanciamiento de lafamilia que ha quedado en el país de origen. Les aconsejo la pron-ta integración en la sociedad española y la huida del gueto.

La ayuda materialEn nuestra iglesia les facilitamos productos de alimentación,

ropa, zapatos, muebles, y les ayudamos a buscar trabajo. En

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Taller sobre Inmigración: Un testimonio personal

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D. David Casado Cámara

Misión Evangélica Urbana y la Migración

Vicepresidente y Administrador de Misión Urbana de Madrid.Anciano de la Iglesia Evangélica de Móstoles.

Introducción

Quisiera empezar agradeciendo al Seminario Teológico de laUEBE la oportunidad que ha concedido a Misión EvangélicaUrbana de participar en este panel para dar a conocer en elmarco de estas jornadas las respuestas que como entidaddependiente de las iglesias evangélicas de Madrid está dandoal desafío migratorio.

Como no podía ser de otra forma en una entidad que se con-fiesa a sí misma como evangélica, aun cuando este adjetivo,supongo que por aquello de los nunca ociosos duendes de laimprenta, se haya descolgado de su denominación en los folle-tos de la convocatoria, las respuestas que esta misión está dandoal desafío de la migración parten de una convicción evangélicaprofunda y múltiple. De la convicción de que la Buena Nuevano es sólo para los madrileños, ni para los españoles, ni para loseuropeos, ni para los convencionalmente llamados occidentales,que, hoy, por regla general están viviendo este problema desdeel lado más cómodo y menos peligroso. Y de la convicción de

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Desde una perspectiva más bien administrativa, sus programasse dividen en: programas genéricos, los que se prestan sin dis-tinguir el sujeto al que van destinados, y específicos, aquellosque van dirigidos a colectivos concretos caracterizados porencontrarse en una situación mucho más problemática.

Esta clasificación o segmentación nos es impuesta por laAdministración y por los usos y costumbres, llamémosle así,del sector. Pero en el caso concreto de los inmigrantes no esdel todo válida, porque siendo por su especificidad un colec-tivo concreto, por la dimensión adquirida y los recursosempleados, se convierte en un programa genérico al que sedestinan unos porcentajes muy elevados de los recursoshumanos y económicos de los que nuestra misión dispone. Almargen de esta clasificación más bien ficticia, la respuesta alproblema de la migración se articula en Misión EvangélicaUrbana en torno a cinco grandes áreas: el área paliativa o asis-tencial, que es el más inmediato, el área de la dignificación eintegración, el de la cooperación, el de la evangelización, y,por último, el de la denuncia.

Área paliativa o asistencial

Es la respuesta inmediata, dentro de nuestras posibilidades,a las necesidades básicas del inmigrante en cuanto que serhumano desplazado de forma sufriente a un territorio extraño,motivo por el que carece de los bienes más elementales parael sustento de la propia vida. La respuesta se articula en dife-rentes programas o actividades específicas como son el repar-to de comida y de ropa.

que la Buena Nueva no es para vivirla con olvido de las tre-mendas injusticias que sacuden nuestro mundo, de la cual elproblema migratorio no es sino una expresión más. Dicho deotro modo, de la convicción de que el Evangelio es BuenaNueva para todos los hombres del mundo. Y Buena Nueva queha de llegarles de forma integral, total, como remedio para suespíritu y también para su cuerpo.

Misión Evangélica Urbana lleva trabajando con inmigrantesdesde su creación, hace ya casi 20 años, si bien el problema notenía entonces la magnitud que tiene hoy. Dado su carácter deobra pionera en España, mucho hemos insistido en que elEvangelio es un evangelio integral o no es evangelio. En que elEvangelio es un mensaje total para el hombre total. Un mensajeque se ocupa tanto de las necesidades físicas como metafísicasdel hombre. Hoy nos congratulamos del gran avance experi-mentado en el campo evangélico español en este sentido. Sinembargo, lejos de todo narcisismo, también constatamos, ysobre ello volveremos al final de esta exposición, que aún tene-mos una ardua tarea que realizar al respecto. Pues, desgraciada-mente, desde nuestro propio mundo evangélico surgen auténti-cos ataques contra la idea de un Evangelio integral. Ataques quetienen por objeto, cuando menos, la devaluación teológica de lamuy importante exigencia evangélica de no hacer acepción depersonas en función de sus lugares de nacimiento, de su cultura,del color de su piel y de su situación económica. Y, en general,de la exigencia evangélica del amor al prójimo.

Pasando a la actuación concreta de Misión EvangélicaUrbana, diré que sus programas tratan de reflejar esta integrali-dad del Evangelio a que acabo de referirme. Tratan, dentro de sumodestia presupuestaria, de dar respuesta a las necesidades espi-rituales y materiales de las personas para las cuales trabaja, entrelas que se cuentan de forma destacadísima los inmigrantes.

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Misión Evangéica Urbana y la Migración

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Área de dignificación e integración

Siempre dentro de nuestras posibilidades, tratamos no sólo deayudar a subsistir al inmigrante, sino de ayudarle también a inte-grarse en la sociedad a la que ha llegado. En este área tenemosmuchos y variados programas que responden a las múltiplesnecesidades que existen.

Programa de habitaciónCon él pretendemos actuar sobre todos y cada uno de los aspec-

tos que pueden facilitar, a pesar de la precariedad y bajo nivel delos ingresos de los inmigrantes, el disponer, al menos de habitaciónen la que pernoctar. Atendemos pagos de pensiones, de alquileres,de suministros como son la energía eléctrica, gas y agua. Y tambiénaquellos otros gastos menores relacionados con la vivienda comoes la ropa de cama y otros complementos propios de una vivienda.Evidentemente, se atienden exclusivamente las emergencias.

Programa de asistencia personalTiene por finalidad dignificar al inmigrante como persona

humana. Están destinados a los inmigrantes en peor situación. Seactúa atendiendo los gastos derivados del aseo personal cuandoha de llevarse a cabo en baños públicos, los gastos derivados delcuidado del cabello y de la ropa, de consignas, etc.

Programa de asistencia sanitariaCon este programa sufragamos los gastos en medicinas.

Ciertamente, sólo la parte que la Seguridad Social no cubre.

Programa de asistencia legalSufragamos pequeños gastos legales derivados de la tramita-

ción de las documentaciones habituales.

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Reparto de alimentosDe las sesenta toneladas largas que hemos distribuido en el

año 2002, hemos de decir, en cuanto al origen, que 51 proce-dieron de excedentes comunitarios canalizados por la CruzRoja. Pero las más de once restantes nos llegaron de diferentesiglesias evangélicas de la Comunidad de Madrid, bien de susrecogidas habituales o bien de las recogidas especiales lleva-das a cabo a la entrada de grandes superficies comerciales. Encuanto al destino, diremos que un 75%, aproximadamente, haido a parar, precisamente a manos del colectivo formado porlos inmigrantes. Entre los dos centros que Misión EvangélicaUrbana tiene se han practicado 5.673 entregas de alimentosdurante el año 2002.

Reparto de ropaLas actuaciones durante el año 2002 en este área fueron 2.618,

pero a razón de unas seis prendas por actuación, el total de roparepartida es de casi 16.000 prendas, sin contar las que hemosderivado a granjas y a iglesias colaboradoras. En el origen de laropa que repartimos se encuentran, de forma destacadísima, lasiglesias evangélicas de la Comunidad de Madrid y de fuera deella, las familias evangélicas que nos las entregan directamentea título particular y, por último, las familias y personas no evan-gélicas de los barrios donde se encuentran nuestros centros, locual no deja de ser un reconocimiento muy estimulante de lalabor que en ellos se realiza.

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Misión Evangéica Urbana y la Migración

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básicas, que también se cubren. Sin embargo, acentuamos elaspecto específico que a cada uno de ellos atañe, y procuramosdar una respuesta especializada que incluye orientación y apoyopsicológico, lo que realizamos también por medio de campa-mentos de integración. Unos los realizamos nosotros directa-mente y otros consisten en enviar a los niños de los inmigrantes(también de marginados en general) a campamentos evangélicoscuyas entidades rectoras colaboran graciosa y desinteresada-mente con nosotros en esta importante labor.

”Da Vida”Es un programa destinado exclusivamente a mujeres embara-

zadas y a sus hijos de hasta cuatro años. El programa contemplala ayuda a las mujeres desde que quedan embarazadas para ayu-darles a seguir adelante con el embarazo. De ahí el nombre de”Da Vida”. Podemos decir con satisfacción que nuestro progra-ma es de los más activos de la provincia de Madrid. Primero,porque no limita la edad de las madres. Segundo, porque el lími-te establecido para los niños es de los más altos. Y tercero, por-que el número de voluntarios nos permite un flujo realmenteimportante de asistencias.

En nuestro centro en San Blas es donde se desarrolla en exclu-siva este programa. Durante el año 2002 se han tenido 615actuaciones para entregar en exclusiva alimentos infantiles, a lasque hay que añadir 335 actuaciones destinadas a proporcionara los 200 niños que venimos atendiendo toda clase de acceso-rios infantiles, desde pañales hasta cunas, pasando por chupetes,biberones, ropa infantil, etc.

Puedo decir que desde la Administración autonómica se hanpuesto en contacto con nosotros sin que haya mediado peticiónalguna de nuestra parte al respecto, precisamente, en relacióncon la actividad desplegada a través de este programa. Quisiera,

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P A N E L

Programa de asistencia para viajesSiendo como es la movilidad un factor muy importante en la

vida de estos colectivos, sufragamos los gastos de billetes para lostransportes colectivos urbanos, fundamentalmente.

Programa de apoyo escolarSufragamos los gastos de libros y material escolar. Teniendo,

como tienen, derecho a colegio gratuito, la ayuda va encamina-da a sufragar esos otros gastos escolares que siempre surgen. Yque en casos debidamente justificados hemos llegado a sufragarclases adicionales de español.

Programa de empleo: bolsa de trabajoEl programa consiste en poner a disposición de los inmigrantes

desempleados un lugar y un teléfono desde donde realizar lasllamadas necesarias a fin de conseguir entrevistas con emplea-dores. El contacto con los empleadores lo consiguen a través delos periódicos especializados en esta área y también de las ofer-tas que directamente nos llegan a la misión de empleadores queya conocen la labor que venimos realizando.

En el año 2002 han pasado por este programa 915 desem-pleados, de los que el 80% eran inmigrantes, habiéndosealcanzado con ellos cerca de casi 3.000 actuaciones o servi-cios. También se les enseña y ayuda a confeccionar un currí-culum y, a veces, hemos de hacer de mediadores/acompañan-tes a las entrevistas.

Programas para la mujer y para la infanciaDentro del plano de dignificación e integración del inmigran-

te, Misión Evangélica Urbana tiene en marcha dos programasmuy específicos orientados a los dos colectivos que más sufren:mujeres y niños. No nos olvidamos en ellos de las necesidades

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Misión Evangéica Urbana y la Migración

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sea integral, total. Para ello es preciso practicar también lacomunicación verbal del mismo. Eso sí, con total respeto. Esdecir, con total renuncia expresa y decidida a cualquier velei-dad de corte impositivo.

En consecuencia, las actividades de este programa son estric-tamente voluntarias para los usuarios de la misión. Ocupan unlugar destacado los devocionales, que realizamos con una fre-cuencia de dos veces por semana, siendo la asistencia a los mis-mos totalmente libre y voluntaria. Además, se reparten, exclusi-vamente a personas interesadas, folletos, porciones bíblicas,nuevos testamentos y biblias.

Para este programa contamos con la colaboración de volunta-rios especialmente entrenados, de pastores y ancianos de Madridy la de Sociedad Bíblica que a menudo colabora con el material.Mención especial merece el material en árabe.

Área de denuncia

Misión Evangélica Urbana, al igual que otras muchas institu-ciones y cristianos evangélicos, está convencida de que elEvangelio demanda de nosotros la solidaridad con el que sufre.En este caso, con quienes, lamentablemente, se han visto obli-gados a abandonar sus lugares de nacimiento para escapar de lamiseria, del hambre, del analfabetismo, de la insalubridad, de lacarencia de agua potable y de la opresión. Solidaridad con quie-nes, además, y en una proporción altísima según nos muestranlos medios de comunicación a diario, han de escapar con riesgode la propia vida. Solidaridad escenificada por el propioJesucristo en el llamado juicio de las naciones (Mt. 25:31-46).

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no obstante, que esta información se considerara exclusivamen-te como signo del volumen de actividad alcanzado por MisiónEvangélica Urbana en esta área, pero nada más. La idea queparece tener la Administración autonómica es la de potenciareste programa en el ámbito de toda la comunidad, pero las con-versaciones no son fáciles y, por si fuera poco, experienciasanteriores fallidas exigen muchísima cautela.

Área de cooperación

Dentro de la modestia de nuestros presupuestos, y principal-mente como signo de nuestra preocupación por aliviar la situa-ción en los países de origen, desde hace ya algún tiempo, veni-mos colaborando con una misión urbana y rural de un país deAmérica del Sur. Los caminos del Señor nos llevaron hasta ella,vimos su trabajo y dedicación y, en consecuencia, tomamos ladecisión de apoyarles en la medida y durante el tiempo quenos fuera posible.

Área de comunicación del Evangelio

Aunque partimos de la consideración de que el amor al pró-jimo es inseparable del amor a Dios y, por lo tanto, considera-mos que el ejercicio explícito de las actividades reseñadas esuna forma de comunicación del Evangelio, no nos limitamos aello. Queremos que la comunicación del Evangelio también

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seguido, retomar una por una y manipular igualmente las mis-mas o parecidas citas veterotestamentarias. Y también, aunqueya de otro modo, las tesis de quienes tratan de encontrar en elEvangelio dos categorías o niveles de importancia. El primeroo más importante sería el espiritual, mientras que el segundo,totalmente subordinado a aquél, sería la atención de las nece-sidades materiales del ser humano, entre las cuales se encuen-tra la lucha contra la injusticia que da lugar a los fenómenosmigratorios y el sufrimiento que generan. Pues estas tesis, enel fondo, no dejan de ser una intentona para convertir el inte-rés por remediar los problemas de la migración, que es el pro-blema social que hoy nos ocupa, en un intento bíblicamenteerrado, toda vez que ”no responde a la mayor necesidad delhombre, pecador desde la caída”1.

Conferencia urbanaResultado de este interés en la denuncia profética es el progra-

ma Conferencia Urbana, que hoy compartimos con otras cuatroMisiónes Evangélicas Urbanas en España, que son las deZaragoza, Valencia, Málaga y Sevilla. Todas ellas funcionandode forma independiente y bajo las modalidades y especialidadesque las iglesias y hermanos que las dirigen han determinado.Pero todas ellas también auspiciadas en sus inicios por el traba-jo de concienciación desarrollado por Misión EvangélicaUrbana, trabajo en el que ahora, y a Dios gracias, no nos encon-tramos solos. Estas conferencias son bianuales y tienen lugar enaquellas ciudades que cuentan con una Misión EvangélicaUrbana o en aquellas otras donde hay hermanos e iglesias inte-resados en llegar a crearla. Concretamente, este año tendrá lugaren Zaragoza o Barcelona durante el próximo mes de noviembre,Dios mediante.

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Pero solidaridad que no puede limitarse a la estricta ayudaasistencial. Y con esta afirmación no pretendo restar un ápice deimportancia a la ayuda asistencial. Pretendo, eso sí, enfatizarque aún siendo todo lo importante que es, no es suficiente porcuanto por sí misma no puede producir ningún cambio en lasestructuras injustas que generan estas tragedias. El cambio de lasestructuras sólo puede llegar a través de una conversión de lasmismas y de quienes las gobiernan.

Hay además otros motivos que justifican el que en nuestrasáreas de actuación tengamos una dedicada de forma expresaa la denuncia. Uno, es la necesidad de concienciar al puebloevangélico en general y al de Madrid en particular, parasuperar la atomización proverbial de nuestro pueblo y poderasí aunar esfuerzos de cara a este reto tan importante quetenemos planteado. Otro, es la necesidad que tenemos deallegar más recursos humanos y económicos, operando eneste caso la denuncia a modo de eficaz multiplicador deestos recursos. Sin denuncia, nuestro medios, así como losvoluntarios y los donantes que nos apoyan, serían muy infe-riores a los que son.

Un último motivo para dedicar a la denuncia la importanciaque tiene, lo constituye la necesidad de salvaguardar elEvangelio integral de los ataques de que viene siendo objeto,tanto de los abiertamente declarados como de los solapados.Entre los primeros estaría la Teología de la Prosperidad, que,jugando con la necesidad y credulidad de las personas prome-te cosas que Jesucristo jamás prometió a sus seguidores, cualesson la riqueza y la acumulación.

Entre los segundos estaría la Teología de la Prosperidad en suversión embozada, cuyo discurso se caracteriza, precisamen-te, por envolver las tesis de la Teología de la Prosperidad enuna crítica durísima del capitalismo y sus lacras, para, acto

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Notas

1. Conferencia para la evangelización de España. El Escorial, 7 y 8 de diciembre de 2001.

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Otras conferencias y publicacionesNos han resultado de vital importancia las invitaciones que las

iglesias evangélicas nos han cursado desde el inicio al objeto deexplicar nuestro cometido y las fundamentaciones bíblicas delmismo. Y aunque en un inicio esto no fue considerado como unprograma a seguir, la realidad es que el paso del tiempo lo con-virtió en tal, al igual que ha ocurrido con las invitaciones querecibimos de diferentes programas de radio e incluso de televi-sión evangélicas.

Otro tanto puede decirse de los libros publicados por elDirector de Misión Evangélica Urbana, Juan Simarro. En su ini-cio, carecieron de esta orientación. Fueron, simplemente, elresultado del interés de su autor por compartir sus experienciasy conocimientos con otros hermanos. Pero la realidad es quehoy, tras cuatro títulos publicados y otro que está próximo a apa-recer, podemos decir que estas publicaciones son parte impor-tantísima del trabajo de concienciación y denuncia desarrolladopor esta misión.

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D. Guillem Correa Caballé

Iniciativas Solidarias

Presidente de la ONG Evangélica ”Iniciatives Solidàries” en Barcelona.Secretario General del Consejo Evangélico de Cataluña.

Pastor de la Iglesia Evangélica Española en Hospitalet del Llobregat (Barcelona).

Agentes para el cambio social

Iniciatives Solidàries se define a sí misma como una ONG, sinafán de lucro, de acogida y de inserción (socio-laboral). Esa defi-nición operativa o descriptiva se deriva del énfasis programáticoque afirma que somos una ONG que trabaja ”a favor de los quesiempre pierden”, es decir: de todas aquellas y de todos aquellosque, por una u otra razón, se encuentran en una situación dedolor, de desamparo o de exclusión.

La pregunta siguiente es obvia en un seminario como en el queestamos: ¿Somos una ONG que trabaja en la inmigración? Larespuesta inteligente es la siguiente: también. Porque tambiéntrabajamos en y con la inmigración pero no exclusivamente.

En los momentos actuales la inmigración, es la prioridad socialnúmero uno en nuestro país y por ello nos definimos como unaONG en la inmigración. Pero ello no quiere decir que nos limi-temos a la inmigración como campo de actuación.

Profundizando un poco más podríamos decir que en IniciativesSolidàries nos entendemos a nosotros mismos como AGENTES

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4. Voluntariado.5. Sectoriales.6. Inserción laboral, social y jurídica.

Nuestra estructura de gestión es bastante plana, se basa en unsistema de doble entrada. Por un lado tenemos la gestión opera-tiva y por otro lado la gestión de procesos (especialmente pen-sada para la aplicación de los sistemas de calidad, de los quehablaremos más adelante).

La estructura operativa es la siguiente:• Patronato.• Equipo de coordinación.• Coordinador de área.• Responsables de servicios y/o programas.• Servicio y/o programa/s.

La estructura de procesos es: está basada en la idea de quetodas las personas que forman parte de un proceso deben coor-dinarse para garantizar la calidad del mismo sin más jerarquíaque la coordinación del equipo por parte del máximo respon-sable del proceso.

Para lograr nuestros objetivos hemos contado en el año 2002con el siguiente personal:

- 41 personas contratadas.- 61% universitarios.- 32% mujeres.- 45% extracomunitarios.- 69 voluntarios.

Para nosotros es muy importante valorar que con el relativamen-

DE CAMBIO Y DE TRANSFORMACION SOCIAL. O dicho enotras palabras: hay buena parte de cómo está marchando elmundo que no nos gusta y nuestro compromiso consiste en tra-bajar para cambiar esa situación.

Por ello nos definimos como agentes de cambio, porque enten-demos que en nuestro análisis y sus fundamentos, que es la basepara nuestra actuación, está el germen para un mundo mejor.

Nuestra propuesta consiste en pasar de las palabras a la accióny la de vertebrar esa acción. La tensión que se deriva de dichoplanteamiento es la que existe entre la búsqueda de la coheren-cia y la eficacia en la gestión, entre el ser independientes y pagarel precio de esa independencia.

Porque entendemos que el proceso forma parte del propósito,nuestra búsqueda para dotarnos de una organización que res-ponda a esos planteamientos nos obliga a nosotros mismos arenovar nuestras propias estructuras siempre que ello nos seaposible a fin de garantizar mejor nuestros objetivos.

Una estructura para el cambio

En el transcurso del curso académico, nos regimos operativa-mente por el calendario escola. En el 2002-2003 nos hemosdotado de la siguiente estructura, desde la cual gestionamos seisáreas de trabajo, 10 servicios y 37 programas.

Las áreas de servicio:1. Servicios centrales.2. Acogida.3. Economía social.

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de una manera humilde al participar en la antigua campaña del”vaso de leche” a favor de los niños del Perú. Aquella primerainiciativa se vio forjada con el vuelco que dimos a favor de losllamados países del Este en los años de su transformación.

Tal vez fue ese salir a la calle lo que nos hizo tomar concien-cia, primero, de que debíamos dotarnos de un nombre propioque nos identificara y, segundo, de personalidad jurídica que nospermitiera dar forma a lo que estábamos haciendo.

Tras poner en marcha Iniciatives Solidàries pusimos en marcha,el año 1998, Recursos Solidarios, entidad sin afán de lucro, conel propósito de que llegara a ser una entidad de inserción labo-ral. Es decir, que fuéramos capaces de crear puestos de trabajopara aquellos colectivos que más les cuesta entrar o volver aentrar en el mercado laboral normalizado.

El final de todo ese proceso ha sido la constitución de una fun-dación con un patronato interdenominacional que si bien nosgarantiza estar al servicio de todos por no pertenecer a ningúnsector y ello nos hace crecer en independencia, nos debilita enlos momentos de dificultad porque nadie se siente suficiente-mente obligado con nosotros.

La creación de dicho patronato nos ha llevado a la desapari-ción de los vínculos formales con la comunidad de origen en laque habíamos nacido.

Los objetivos de los que nos hemos dotado son los siguientes: 1. Proteger y difundir los Derechos Humanos.2. Fomentar la cooperación, el desarrollo y el codesarrollo.3. Sensibilizar nuestra sociedad de los desequilibrios existentes.4. Difundir las enseñanzas de Jesucristo en el contexto de latradición y comprensión protestante.

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te escaso personal contratado o voluntario, 110 personas, podamosalcanzar los objetivos cuantitativos y cualitativos logrados.

Igualmente valoramos el hecho de que más del 60% del per-sonal tenga formación universitaria y que el 32% sean mujeres.

Capítulo aparte merece el apartado de contratación del perso-nal extracomunitario ya que un 45% del personal forma parte deese colectivo. Con ello, nuestra propuesta de una sociedad mul-tiétnica y multicultural tiene el respaldo y la coherencia en elámbito que nos es propio.

Las personas atendidas a lo largo de 2002 fueron 6.804. Deellas 439 fueron atendidas en operativos de acogida de la enti-dad, es decir, no fueron derivadas ni a pensiones ni a alberguesde otras entidades sino atendidas integralmente desde nuestrosservicios. Las 6.365 personas restantes fueron atendidas en otrosservicios distintos a los de acogida.

Cabe señalar dos aspectos de los citados datos: por un ladodichas cifras prácticamente doblan el número de personas aten-didas por nuestra entidad en el año anterior y, en segundo lugar,para nosotros ha significado un gran esfuerzo a todos los nivelesen un año en el que no hemos participado en ningún operativoespecial, lo que aporta valor añadido al trabajo realizado.

Origen histórico

Iniciatives Solidàries nace a partir de los años 84 al 95 en micomunidad sin saber que estaba naciendo, sin saber a lo que nosllevaría lo que estábamos haciendo.

Los hechos los vivimos como un proceso. Nuestro trabajo seinició básicamente con los niños y las niñas del barrio.Posteriormente nos despertamos a la cooperación al desarrollo

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saludables podremos aportar una solidaridad significativa en unmundo tan necesitado como el que nos ha tocado vivir”.

El siguiente paso estaba claro: ahora deberíamos dotarnos deunas líneas estratégicas que fueran la base de un futuro planestratégico.

El plan estratégico, el proyecto educativo y la calidad

Habíamos llegado a la conclusión, tal y como acabamos detranscribir, de que una entidad como la nuestra había de dispo-ner de un plan estratégico que definiera, y defina, los objetivosa corto, a medio y a largo plazo.

Cinco son los ejes sobre los que gira el citado plan:1.- Ha de responder a nuestras prioridades sectoriales yterritoriales. 2.- Ha de responder a la filosofía de nuestra entidad cuandonos definimos como una entidad que atiende (cuida) a las per-sonas (los asistidos, los miembros de personal y las institucio-nes con los que trabajamos).3.- Nos ha de permitir ser una organización que aprende deella misma. 4.- Ha de contemplar la implementación de los procesos edu-cativos y de calidad. 5.- Ha de establecer nuestros propios límites en cada momento.Del plan estratégico se desprenden muchas cosas, pero sola-

mente quisiera enfatizar dos de ellas: el proyecto educativo y losprocesos de calidad (y seguridad).

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La misión de Iniciatives Solidàries

Lógicamente a la hora de poner en marcha nuestra ONG nos pre-guntamos por qué lo hacíamos y ello nos llevó a definir nuestramisión, nuestro propósito como organización, nuestra razón de ser.

Y llegamos a las siguientes conclusiones:”Iniciatives Solidàries se ve a sí misma como una ONG integral

y sin afán de lucro al servicio de quienes siempre pierden. Paranosotros, integral significa que nos preocupa la totalidad de lasnecesidades de las personas que atendemos, por lo que nos defi-nimos como una entidad que ha de ser capaz de gestionar, comomínimo, un servicio social en todos y cada uno de los ámbitosde actuación social.

Igualmente entendemos que esta solidaridad se ha de vivir tantoa favor de quienes tenemos cerca, como de aquellos que nospueden parecer más lejanos por lo que entendemos que nuestravocación es la de estar presentes en el mayor número de paísesposibles. Para hacerlo, necesitamos ampliar la base social de laentidad para ganar en independencia, soberanía y libertad”.

Una vez definida la misión, que pretende ser lo más perma-nente que nos sea posible, ya estábamos en condiciones de pen-sar en cómo aplicaríamos nuestra misión al momento históricoque nos ha tocado vivir. Es decir, de qué visión nos dotaremoscomo organización para hacer realidad nuestra misión.

La visión que nos hemos dado es la siguiente:”Para conseguir nuestra misión entendemos que la mejor

manera de trabajar es la de la cooperación. Hacer camino conlos otros, aprender de los otros, colaborar con los otros.Solamente si establecemos una red amplia de complicidades

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ción, los sistemas que exteriormente sirven para medir la calidadde tal manera que en un tiempo no muy lejano podamos conse-guir la correspondiente acreditación de calidad.

La dificultad que nos ha impedido implementar la acreditaciónexterna de los procesos de calidad hasta ahora ha sido el elevadocoste que conlleva una operación de estas características. En cuan-to a la política de prevención de riesgos ya hemos podido empezara aplicarla dada que la barrera económica inicial no es tan elevada.

Áreas, servicios y programas

Hasta ahora hemos estado presentando las grandes líneas deactuación de nuestra entidad pero ha llegado el momento dedetallar además las áreas los servicios y los programas en los queestamos trabajando.

En primer lugar, Área 1, Servicios CentralesEstá organizada en tres servicios que son los siguientes (y quese explican por sí mismos):1.- Gestión, personal, proyectos y memorias. 2.- Sensibilización y comunicaciones. 3.- Finanzas (contabilidad, control presupuestario y justifica-ción del gasto) y calidad y prevención.Dentro de los Servicios Centrales se ubica presidencia que es

una presidencia ejecutiva y que conlleva las siguientes respon-sabilidades: relaciones institucionales, política económica, polí-tica de personal, formación, delegaciones (cabe hacer una refe-rencia explícita a la delegación en Ceuta tanto por su antigüedadcomo por su significación) y relaciones con los medios.

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El proyecto educativoEntendemos que toda entidad como la nuestra ha de basar su

actuación en una propuesta pedagógica que definimos como pro-yecto educativo. Este proyecto de educación se implementa me-diante lo que llamamos el Proyecto Educativo Individualizado (P.E.I.).

El proyecto educativo se basa en una propuesta teórica que secomplementa con una realidad dinámica. Nuestro proyecto sebasa en la idea de la RESILIENCIA.

Nos gusta definir resiliencia como las capacidades de una per-sona de afrontar con éxito unas condiciones de vida adversas.

Entendemos nuestra intervención como una tarea de apoyo aestas capacidades y de potenciación de las mismas basada en elpacto con el asistido, donde cada una de las partes asume unaresponsabilidad y aporta unos recursos.

El propósito final del proyecto educativo consiste en lograr laautonomía plena de la persona asistida o el mayor grado de lamisma que se pueda lograr en el marco de su integración socio-laboral en el seno de nuestra sociedad.

Los procesos de calidadNuestra entidad, con el propósito de conseguir dentro del

ámbito social una mejora continuada de la calidad de lo quehacemos, ha desarrollado todo un conjunto de procesos queentendemos como la cultura organizativa de la casa.

Dichos documentos los podemos encontrar si somos miembrosdel personal en el Intranet del que disponemos. En el mismoestamos organizados por: Procesos de intervención, procesosadministrativos y otros documentos.

Para ello nos hemos dotado de objetivos de calidad y de pre-vención de riesgos.

Estos procesos se han de mejorar por lo que el siguiente pasodeberá ser el de poner en marcha, dentro de nuestra organiza-

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acoger a mujeres maltratadas por violencia doméstica o degénero o a familias monoparentales, cuyo personaje principales la mujer, y que se encuentra en situación de vulnerabilidad,abandono o necesidad.• PSDEste programa está orientado a buscar la reinserción social demujeres vinculadas a la prostitución.• Recurso ResidencialEste programa está orientado a dar acogida a internos penitenciarios.• ExtuteladosEste programa está dirigido a dar cobertura a aquellos chicos queal cumplir los 18 años salen de los operativos de menores de laAdministración y necesitan un lugar y un tiempo para reorgani-zar su vida con fin de incorporarse al mundo laboral y social.• Programa de colaboración solidariaEste programa está pensado para ayudar a aquellas personas quetienen que salir de urgencias (después de los 60 días) y quesiguen sin tener un lugar donde vivir. A cambio de su alojamien-to y alimentación ellos han de aportar un cantidad de dinero y/otrabajo voluntario a favor de la entidad. Su estancia está tempo-ralizada según la respuesta que dé a su itinerario de inserción.• Programa urgencias de menoresEste programa ha representado un operativo puntual. El tra-bajo del mismo ha consistido en atender a niñas menoresdesatendidas por diversas razones (abandono, maltratos uotras razones) que necesitan un lugar donde dormir y seratendidas mientras la Administración encuentra un centro demenores a donde derivarlas.• Escolarización Este programa está orientado a ayudar tanto a la escolarizaciónde los niños que tenemos en el CAT como al seguimiento edu-cativo de los mismos. Puede incluir, si tenemos medios para

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En segundo lugar, Área 2, AcogidaEl operativo de acogida incluye los siguientes servicios. 1.- Servicio de acogida temporal (SAT).2.- Servicios complementarios.3.- Servicio de acogida puntual (SAP).Dentro del primero, del SAT o Servicio de Acogida Temporal,

cabe destacar por su propia identidad el Centro de AcogidaTemporal o CAT del que disponemos.

El CAT es un modelo seguramente único de convivencia y deintegración aplicado en el estado español. Tradicionalmente losoperativos de acogida están pensados para acoger a personas delmismo colectivo que tienen una relación con el entorno norma-lizada generalmente muy escasa. La propuesta pedagógica quese trata de implementar desde el CAT de nuestra entidad es la dela convivencia de colectivos. Es decir, en lugar de diseñar unoperativo para cada uno de los colectivos atendidos hemos dise-ñado un operativo en el que diversos colectivos y diversos pro-gramas (culturas, razas, situaciones, edades, problemáticas, len-guas, religiones, sexos y estatus sociales) conviven. Nuestrapropuesta convivencial evidentemente que encierra muchas másdificultades profesionales a la hora de gestionar los diferentesprogramas o el mismo centro, pero aporta una propuesta cultu-ral de normalización que contribuye por sí misma a favorecer losprocesos de integración de aquellas personas que aceptan parti-cipar en la experiencia.

Los programas que se gestionan en el momento de redactarseel presente informe des de el CAT son los siguientes:

• UrgenciasEste programa está pensado para dar acogida a personas sintecho por un periodo máximo de 60 días.• Mujeres vulnerables

Este programa, en sus diferentes versiones, está pensado para

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permitir ser la base para un desarrollo del área infantil en nues-tra entidad. Y, tercera y última, nos recuerda el origen históri-co de nuestra entidad.* ”Esplai” significa centro de entretenimiento, generalmente

pensado para niños y niñas.• Reparto de alimentosSi una cosa dijimos que nunca haríamos, porque había otrasorganizaciones que lo estaban haciendo, era participar en unprograma de reparto de alimentos. Sin embargo, con la llega-da masiva de inmigrantes (especialmente ecuatorianos) nosvimos obligados a entrar en este programa que tiene una granrotación dado lo cambiante del colectivo atendido. Para acce-der al mismo, que es totalmente gratuito, lógicamente; se ha deacreditar una situación social la cual da acceso a un carné quecaduca a los 12 meses. Con ello se pretende facilitar el volvera analizar la situación del asistido.•UM asistida Este es un programa con fecha de caducidad. Su propósito esfacilitar un espacio intermedio entre la salida del CAT yencontrar un espacio autónomo donde vivir. El itinerariodiseñado es que una persona puede entrar en urgencias porcarecer de techo, posteriormente pasar al programa de cola-boración solidaria (donde debe aportar parte de dinero o tra-bajo voluntario), posteriormente (cuando pueda hacer frenteal gastos correspondiente), trasladarse a una unidad demediación (en la que comparte los gastos del piso con losotros inquilinos) y finalmente (cuando ya dispone de sufi-cientes recursos para independizarse) disponer de su propiolugar donde vivir. Como decíamos anteriormente este programa tiene fecha decaducidad por la dificultad de alquilar y mantener pisos, cuyospropietarios entiendan las características del programa y los

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ello, tanto el refuerzo escolar como la propuesta de itinerariosde mejora y/o refuerzo del idioma.• Atención psicológica Este programa está dirigido a atender psicológicamente a laspersonas que tenemos en nuestro operativo de acogida. Ensegundo lugar, tiene la responsabilidad de realizar una super-visión de los profesionales que están trabajando en los opera-tivos de acogida.• Atención médicaEste programa está dirigido a derivar a los residentes del CAT a losservicios sanitarios normalizados, explicarles el funcionamientode los mismos, conseguir la tarjeta sanitaria si es preciso, llevar elcontrol de medicación si fuera necesario y hacer el seguimientode visitación mediante la correspondiente ficha de seguimiento.

Los servicios complementarios del operativo de acogida sonlos siguientes:

El Servicio de Acogida Temporal SAT (se activa en situacionesde urgencia en la que es requerida nuestra colaboración tal ycomo fue el caso de Programa de Acogida a los Kosovares-(PAK)en el que cerca de dos años atendimos a las 275 personas, másnacimientos, que huyendo de su país fueron acogidas en elnuestro en su condición de desplazados- o a las personas ence-rradas en las Parroquias de Barcelona - que finalmente logran veratendidas sus demandas. En ambos casos, las respectivas admi-nistraciones nos solicitaron nuestra colaboración.

El resto de servicios complementarios son los siguientes: • ”Esplai”* bethel.Este programa se mantiene por varias razones: nos permiteofrecer una cobertura a nuestra comunidad de origen comomuestra y señal de agradecimiento hacia ella. Nos habría de

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inserción laboral para personas con dificultades para accederal mercado laboral normalizado.

Dentro del servicio de cooperación al desarrollo y al codesa-rrolo se incluye:

• El programa de cooperación puntualEste programa trata de desarrollar acciones que no impliquenpermanencia de cooperantes o expatriados.• El programa de cooperación para el desarrolloEste programa trata de realizar análisis de nuevos proyectospara estudiar la posibilidad de apoyarlos económicamente. Sehan realizado estudios de los siguientes países: Marruecos,Bolivia, Chile y Argentina.• ApadrinamientoEste programa trata de atender a niños que requieren un com-plemento para superar la situación en la que viven.

En cuarto lugar, Área 4, voluntariadoEste área tiene como propósito fomentar la colaboración

voluntaria con nuestra entidad bien con voluntarios o con estu-diantes en prácticas.

• Programa de voluntariadoEste programa tiene como propósito fomentar el voluntariado.• Programa de voluntariado internacional Este programa, últimamente en desuso por falta de demandaexterna, tiene por objeto el fomentar la llegada de grupos devoluntarios internacionales especialmente de los Estados Unidos.• Programa de voluntariado europeo Este programa tiene por objeto colaborar con las instruccioneseuropeas que fomentan el voluntariado para canalizar lasdemandadas de colaborar con nuestra entidad. Es un programaque tiene muy buena acogida.

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usuarios no nos sitúen en situaciones de incomodidad para lacontinuidad del mismo.

En tercer lugar, Área 3, Economía social Este área tiene como propósito fomentar el desarrollo laboral y

económico de las personas. Tiene una especial relación conRecursos Solidarios, la empresa de inserción laboral de la quenos hemos dotado.

El área de economía social incluye: • Servicio de atención a las personas.• Servicio de cooperación para el desarrollo y el codesarrollo.

Dentro del servicio de atención a las personas se incluyen lossiguientes programas:

• Nuevos SAIRsEste programa incluye, como su nombre indica, la aperturade nuevos SAIR (de los que posteriormente explicaremos sucontenido) en aquellas poblaciones que, o bien la iglesia, elayuntamiento o las entidades de la localidad, requierennuestros servicios.• La atención a la política de mejora del medio ambienteEste programa incluye el fomento de la atención del medioambiente (limpieza y/o conservación de bosques, de rieras,playas, etc.) contribuyendo a la creación de puestos de traba-jo temporales para personas con dificultades para entrar o vol-ver a entrar en el mercado laboral normalizado.• Programa de renta mínimaEste programa consiste en facilitar a las personas que reúnenlos requisitos los procedimientos necesarios para acceder a larenta mínima. • Programa de insertores laboralesEste programa consiste en contribuir a diseñar itinerarios de

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donde IS, por sí misma o en convenio con otros, propone unacompañamiento, mediante un pacto con el asistido, dondecada uno diseña su propia propuesta de integración y donde elresponsable de la UM cuenta con el apoyo de un equipo inter-disciplinar de profesionales y con el apoyo de la coordinacióndel programa.

• Centro de Estancias para InternosEste programa está orientado a dar acogida a internos peni-tenciarios.•Centro de MenoresEste programa tiene como propósito acoger a niños menoresque están bajo la tutela del estado durante su minoría de edad.

En sexto y último lugar, Àrea 6, Inserción laboral, ServiciosSociales y Servicios Jurídicos

Este área incluye por definición el SAIR que es el Servicio deAtención a Inmigrantes y Refugiados.

• Servicio de Atención a Inmigrantes y RefugiadosEste servicio incluye los siguientes programas:- Agencia de colocación. - Servicios Sociales. - Servicios Jurídicos. - Servicios complementarios.- Formación pre-laboral, lengua y sesiones informativas y/oformativas.

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• Programa de voluntariado socialEste programa tiene como propósito fomentar el voluntariadoestable en nuestra entidad por un periodo mínimo de un mesy máximo de seis meses en régimen de acogida.• Programa de estudiantes en prácticasEste programa tiene como propósito fomentar el establecerconvenios de colaboración con las universidades para que susrespectivas facultades colaboren en el mencionado programa.Éste es un servicio que desde nuestra entidad ofrecemos a lasociedad a través de sus estudiantes facilitándoles el poder rea-lizar no solamente prácticas sino, en muchas ocasiones, laincorporación al mercado laboral.• Plan del voluntariadoEste programa tiene por objeto diseñar aquellas políticas queestén a nuestro alcance no solamente para fomentar el volun-tariado sino para acompañarles en el transcurso de la colabo-ración que realizan.

En quinto lugar, Área 5, sectorialesEste área tiene como propósito gestionar aquellos operativos

de acogidas ajenos al Centro de Acogida Temporal (CAT) al quenos hemos referido anteriormente.

Gestiona los siguientes servicios:• Unidad de Mediación (UM)* de extuteladosEste programa está dirigido a dar cobertura a aquellos chicosque al cumplir los 18 años salen de los operativos de meno-res de la Administración y necesitan un lugar y un tiempopara reorganizar su vida con fin de incorporarse al mundolaboral y social.* Es un espacio de intervención (un piso) con capacidad entre

4 y 6 personas destinado a colectivos que precisan acogida

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Información Final

Iniciatives Solidàries es una realidad dinámica que cambia enla expresión de su servicio. Por esa razón le animamos a quevisite nuestra página web para estar al día y en contacto connosotros. Igualmente le ofrecemos nuestro correo electrónicopara aquello que podamos serles útiles.

www.iniciatives.orgwww.recursos-solidaris.org

Por último les ofrecemos el acceso gratuito a nuestra publica-ción titulada ”firmamento”. Es una publicación que suele apare-cer trimestralmente. Está editada en castellano y puede solicitar-se gratuitamente en nuestra página web.

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D. José Luis Andavert Escriche P A N E L

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Doctorando en Teología, Universidad Pontificia de Salamanca.Director General de la Sociedad Bíblica en España.

Algo faltaba en casa y salí con el propósito de encontrar algu-na tienda abierta. Mi coche circulaba despacio y mi vista termi-nó fijándose no tanto en los carteles de ”cerrado” sino en unoscuantos hombres que, sentados en los bancos, posaban sus ojosen un paisaje lejano e interior. Por un instante su piel fue mi piely sentí conmoverse algo dentro de mí. Esos hombres que apenascruzaban palabra entre ellos, tenían un denominador común, elaspecto del ave que ha perdido su nido. Se me antojó pensar porellos y una imagen de hogar inundó nuestro pensamiento. Sushijos reían y gastaban bromas como los míos, su esposa se movíacon gestos precisos por la habitación para tener todo a punto,con la misma disposición que lo hace la mía. La diferencia esta-ba en que yo entraría en esa escena al volver a casa, en unosminutos, ellos quizás algún día, después de haber tragadomuchas horas de soledad y nostalgias. Sentí deseos de decirlesque no estaban solos, que Dios en su infinita bondad les tenía encuenta y deseaba acompañarles en su realidad presente. Bajé mimirada y en el interior del coche me topé con un NuevoTestamento en árabe. Lo tomé y después de un ¡Salam ...! les

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La similitud de la situación con el Magreb golpeó mi mentedurante un tiempo. Estos países cerrados al Evangelio, aunque nooficialmente, con sus tensiones étnicas, con sus estados policia-les con tanta necesidad de recibir el mensaje de liberación deJesucristo, estaban no sólo en la cuenca del Mediterráneo orien-tal sino a nuestros mismos pies, ¡qué digo! en nuestra propia casa.

Las limitaciones de las Sociedades Bíblicas del norte de Áfricapara llevar a cabo su acción misionera, unido al deseo de estasgentes de tener las Escrituras en árabe crearon en mí una tensiónnueva. Vivir esta necesidad me hizo estudiar formalmente lasituación. Ya existían pequeños grupos realizando una distribu-ción de Escrituras a los magrebíes que cruzaban nuestro país enverano –alrededor de dos a tres millones de ellos regresan desdeEuropa para pasar sus vacaciones ”en casa” cada año– pero eranintentos limitados sin conexión entre sí.

En el año 1989 me topé con la doctora y misionera argentinaMirta Marengo, quien en Málaga distribuía literatura entre losmagrebíes. Sin duda Mirta fue un ejemplo para mí y comenza-mos a colaborar proveyendo Nuevos Testamentos en Árabe.Años más tarde comenzaba la aventura de una distribución deEscrituras más significativa tanto en la implicación de muchoscomo en sus pretensiones.

Considerando una población magrebí de más de 77 millonesde habitantes, Marruecos (29 m.), Argelia (31m.), Túnez (9,7 m),Libia (5 m.) y Mauritania (2,5 m.), -mayoritariamente musulma-nes sunníes (99%), más las cifras de Europa, con Francia a lacabeza (4 a 7 millones de argelinos), Holanda (2 m.), Bélgica(1,5 m.), Alemania (1,5 m.), Reino Unido (0,8 a 1 m.) y España(0,8 m.), comprendí que había un campo esperando para lasiembra. Pero tenía que ser una siembra que desafiara las barre-ras que se levantaban cada vez que se intentaba atender lademanda de Escrituras en los países árabes.

presenté el precioso libro poniéndolo en sus manos. De pronto,sus ojos despertaron y en su expresión, mezcla de asombro ycomplacencia por el roce de un gesto amigo, encontré el senti-do a mi deseo de compartir un tesoro y un camino cuyos frutosson, hoy, difíciles de cuantificar.

De vuelta a casa recordé mi tiempo de pastor en Sevilla, cuan-do volvía de Andalucía a Madrid y me cruzaba con las filas inter-minables de coches de magrebíes, y de cómo, parados en laszonas de descanso, extendían sus alfombrillas para hacer susoraciones de cara a la Meca. Nada de esto me era indiferente ycomenzó a gestarse en mí la necesidad de llevarles la Palabra deDios a estos hombres de fe.

Te he puesto para luz de los gentiles,A fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra.Hch 13:47b

A mediados del siglo XIX, en 1930, los colportores de laSociedad Bíblica del Golfo Pérsico empezaron un trabajo de dis-tribución por toda la Península Arábiga. Leían las Escrituras envoz alta en los mercados y plazas. En poco tiempo se incremen-tó sensiblemente la demanda de Biblias en las diferentes lenguasasiáticas. Durante la guerra civil libanesa continuó la distribu-ción desde Chipre, pero hoy en día, desde Beirut, se atienden lasnecesidades bíblicas de Bahrein, Kuwait, Omán, Qatar, ArabiaSaudita, Siria, Yemen y los Emiratos Árabes Unidos.

En 1979, en plena guerra, se publicó por primera vez unNuevo Testamento en árabe moderno, para que un mayor núme-ro de personas pudieran entenderlo. En 1993 vio la luz la Bibliacompleta. Esta traducción superó todas las dificultades y aúncontinúa creciendo en popularidad, siendo aceptada por más ymás iglesias como Biblia estándar.

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posibilidad de albergar el ingente número de escrituras, y almismo tiempo ser base para el trabajo previo de los cientos devoluntarios necesarios para que todo el operativo llegara a buenpuerto (¡y nunca mejor dicho!).

Por fe, adquirimos el almacén y la oficina, lugares imprescin-dibles para poder cubrir los objetivos de la mayor distribuciónbíblica en lengua árabe jamás imaginada en nuestro territorio.

Así nació el Hogar de la Biblia en Algeciras. Casi quinientosmetros cuadrados de almacén, oficinas, una sala para las reu-niones. Su vocación misionera ha sido satisfecha, desde su inau-guración en 1999, con el paso de un millón de escrituras por añoy en torno a 700 voluntarios cada verano para realizar laOperación Tránsito. Desde 1993 y hasta 2002 se han distribuidoun total de 6.636.163 escrituras.

Cerca de 50 toneladas de material llegan anualmente.Cincuenta toneladas de la Semilla que irá tomando contacto consus destinatarios en los puertos de Algeciras, Ceuta, Málaga,Melilla, Almería, Alicante, Tarifa y Las Palmas.

Hombres, mujeres, jóvenes y menos jóvenes, llegan de todoslos puntos del mundo con una meta, servir al Señor. No lesimporta que el termómetro alcance los 40º C, nos les importacubrir por turnos las veinticuatro horas del día, no se quejan por-que ellos mismos sufragan sus gastos de viaje y alojamiento, sonun ejército disciplinado y entusiasta. Muchos son de lenguaárabe con lo que en el momento que se puede establecer un diá-logo, allí acuden ellos. Saben compartir su fe, saben respondercon convicción, con respeto, con amor fraternal y paciencia, yel Señor bendice una vez más esta labor con frutos que no cono-cemos y con otros ”en vivo y en directo”. La emoción entoncesno tiene límites y en esos momentos comprendemos mejor elsentido y alcance del versículo que dice:

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Graham Hutt, antiguo director de las Sociedades BíblicasUnidas (SBU) para la distribución en el Golfo Pérsico, vino aEspaña entusiasmado con el proyecto que claramente completa-ba lo comenzado en Oriente, y él ha resultado ser, además de unamigo, una pieza clave para todo el desarrollo posterior.

Estudiamos el flujo de coches que acudía a los puertos medi-terráneos para cruzar el Estrecho y alcanzar sus distintos desti-nos. Las largas colas, las esperas, todo fue mostrándonos deforma natural que el momento había llegado, que no podíamosdejar pasar tantas personas, tantas oportunidades de repartir laBuena Semilla en un territorio neutro, donde las prohibicionesno pasarían de ser las lógicas del orden y del respeto mutuo.

1992 fue un año clave, una huelga en Francia desvió un flujoaún mayor de coches a través de nuestras fronteras. LasOlimpiadas y la Expo '92 nos permitieron disponer de gran can-tidad de Escrituras en árabe para iniciar el reparto entre quienescirculaban por nuestro territorio con la colaboración de LA, OM,YWAM, AOG y las iglesias locales.

El punto más cercano al norte de África es Algeciras de la quedistan tan sólo quince kilómetros, por lo que se convierte en ellugar de acceso más económico para pasar de un continente aotro y el punto lógico de mayor afluencia. La situación geográfi-ca de España, embudo por el que pasan inevitablemente todosaquellos viajeros que por tierra desean llegar o provienen delcontinente africano, nos permite albergar un tránsito denso ycontinuo de personas. La idea se consolida y, franqueados losprimeros pasos de la colaboración inicial con OperaciónMovilización que ya trabajaba en la zona, vimos la envergadurade esta tarea a la que el Señor, poco a poco pero irremediable-mente, nos había conducido.

Confiando en sus fuerzas y no en las nuestras, vimos llegado elmomento de hacernos con un almacén propio, que tuviera la

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teniendo en cuenta que las esperas son a veces largas y propi-cian que el entretenimiento de la lectura sea aún más atractivo.Los niños devoran las historias ilustradas. Otras veces, y estosuele ser al retorno, los voluntarios del turno de noche se jueganel tipo ”toreando” entre los vehículos, cuyos motores rugendeseando arrancar a toda velocidad después de salir del ferry; yen plena salida se les pide con gestos que frenen en seco paratomar el paquete que seguramente ya conocen porque lo reci-bieron días antes cuando volvían a su tierra, –ésa donde dejaronel cargamento cuando su familia se interesó por la película, o elNuevo Testamento y ahora los quieren para sí mismos–.

Me contó José María Melero, coordinador del Hogar de laBiblia en Algeciras, con la emoción en el rostro, que fue inolvi-dable para él cuando, precisamente uno de estos coches queretornaban a Francia, paró en medio de las luces nocturnas ysalió de él un hombre grandote que dando voces se dirigía a éla contraluz. Pensó que venía a asestarle algún golpe pero nopodía moverse del sitio, entonces quedó estupefacto, ”¡yo tam-bién soy cristiano, yo también amo a Jesús!” le dijo con energíamientras le daba un abrazo y las gracias por haberle dado elpaquete al ir hacia Marruecos. La alegría que se siente cuandolas respuestas son positivas, borra toda fatiga y esfuerzo. Hayresultados visibles, otros no lo son tanto, pero siempre hay per-sonas que responden, escriben, buscan hasta llegar a la verdadque les hace libres.

Los materiales que se entregan han sido seleccionados consumo cuidado, por su calidad en la presentación de las Escriturasy porque todos ellos constituyen una llamada de atención sobrela figura de Jesucristo, como el unigénito Hijo de Dios y Salvadordel mundo.

Siempre resulta delicado hablar de aquellos países que recha-zan la Palabra de Dios, cualquier avance, por pequeño que

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”Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios porun pecador que se arrepiente”. Lc. 15:10.

Es innecesario decir que sin la dirección de Dios poco podría-mos hacer. Siempre buscamos su dirección, cuidado y consejo.Los equipos de voluntarios que participan disponen de tiempopara su devocional personal y además, todos juntos oran y com-parten su vida espiritual, fuente de riqueza y de ánimo para lasduras horas de calor y trabajo. El balance de esta experienciasiempre es positivo.

Los voluntarios de los turnos de día participan en la confecciónde los paquetes -unos veinte minutos cada dos horas- y tambiénsalen a darlos directamente; otros, mientras, están intercediendocon sus oraciones; también reciben entrenamiento para sabercompartir lo esencial de forma breve y para conocer de formabásica lo que agrada o desagrada a los magrebíes. El atuendo, laforma de abordar al futuro receptor de las Escrituras son detallesa veces determinantes para que un paquete sea rechazado oaceptado. También se les da algunas pinceladas sobre lo querepresenta para ellos la Biblia, el propio Jesucristo, nexos entreBiblia y Corán, etc...

Cada paquete de escrituras contiene un nuevo testamentoárabe-francés, o árabe-español, un vídeo ”Jesús”, un audio conpasajes bíblicos y material para niños. Además, cupones res-puesta e indicaciones de cómo ponerse en contacto con cursosbíblicos y programas radiales así como programas de TV cristia-nos en árabe.

Y llega la acción. Mientras los coches quedan varados en elpuerto, nuestros voluntarios van entregando sistemáticamentelos paquetes a cada familia. Pocos son los que rechazan el rega-lo, pocos son los que dicen algo desagradable. La experiencia esque casi todo el mundo los toma, los abre y empieza a leer,

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Operación Tránsito

Page 136: La Iglesia y la Migración

hasta el año 2002 ha propiciado el mayor número de entregasde paquetes-, son superados gracias a la visión de todos cuantosparticipan en esta Operación Tránsito. Hay que señalar que estarealidad está apoyada por las propias Sociedades BíblicasUnidas, siempre firmes en redistribuir los recursos de la fraterni-dad hacia los mundos donde la Palabra de Dios tiene mayoresdificultades de penetración.

Tenemos el convencimiento de que el propio Dios ha cuidado detodo este entramado, y de realizar el milagro de la multiplicaciónuna vez más. No nos ha faltado Semilla para la siembra y estamoshablando de cifras muy elevadas con su correspondiente costo.

Pero no queremos dejarnos llevar por las cifras -tentación muyhumana- sino por la realidad de que detrás de ellas están los ros-tros y los nombres de aquellos que el Señor ya tiene apartados paraél. Dios es quien los está buscando a través de este MinisterioMagrebí, por encima de las dificultades y de nuestros posibles erro-res, y que del mismo modo que marca los tiempos de arranque,marcará los del cese o cambio de este despliegue mezcla de esfuer-zos, de voluntades, de ideas, de paciencia y de mucha fe.

¡Que a Él sea la gloria!

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P A N E L

parezca, tiene una importancia distinta a la que le damos desdenuestras realidades de abundancia bíblica.

El Ministerio Magrebí tiene una estrategia que es común avarias Sociedades Bíblicas y que en la parte occidental atañe,aunque en menor medida según las cifras de distribución, a lospuertos de Marsella y Sete en Francia; Génova, Nápoles y Siciliaen Italia y Malta.

También el programa Oportunidad-21 (O-21) contribuye con lascomunicaciones a través del SAT-7, emitiendo programas de TV yradio que son seguidos por los receptores de los paquetes en losque también se encuentra este tipo de información de contacto.

Hay en el Magreb, principalmente en Marruecos, una iglesia”oculta y perseguida pero fuerte en su fe y testimonio, que senutre entre otras cosas de estas comunicaciones para sentir queforman parte de una gran familia mundial.

En este sentido, el Hogar de la Biblia en Ceuta forma parte dela plataforma de ayuda a la extensión del Evangelio. Desde allíse puede servir a los cristianos que residen en la zona y a los quecruzan la frontera sólo para adquirir lo que no encuentran enMarruecos. El concepto de Hogar de la Biblia comprende tien-da, oficinas de la Sociedad Bíblica y almacén. Allí se puedeencontrar material en español y principalmente en árabe, y suespacio está siempre abierto a establecer lazos de amistad contodos aquellos que piden información. Una taza de té siempreendulza una conversación. También se desarrollan allí estudiosbíblicos y se invita a cuantos pasan por él a convertirse en ami-gos de Guillermo y de los muchos voluntarios que colaborandesinteresadamente. Su dedicación y amor por el pueblo magre-bí son conocidos por aquellos que les rodean. De esta formanació también una nueva iglesia que se congrega allí mismo.

Los esfuerzos de logística de cada año, tanto en el Hogar de laBiblia de Algeciras como en el puerto -lugar éste último que

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Operación Tránsito

Page 137: La Iglesia y la Migración

A P É N D I C E

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D. Mariano Blázquez Burgo y Dña. Carolina Bueno Calvo

Disposiciones legales y formularios

Abogados de F.E.R.E.D.E.

Extracto de Disposiciones Legales

1.1. Constitución Española

TÍTULO I. DE LOS DERECHOS Y DEBERES FUNDAMENTALES

Artículo 10. 1. La dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son

inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la leyy a los derechos de los demás son fundamento del orden político yde la paz social.

2. Las normas relativas a los derechos fundamentales y a las liber-tades que la Constitución reconoce, se interpretarán de conformi-dad con la Declaración Universal de Derechos Humanos y los tra-tados y acuerdos internacionales sobre las mismas materiasratificados por España.

CAPITULO I DE LOS ESPAÑOLES Y LOS EXTRANJEROS

Page 138: La Iglesia y la Migración

A P É N D I C E

Artículo 14. 1. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar

asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país.2. Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial

originada por delitos comunes o por actos opuestos a los propósi-tos y principios de las Naciones Unidas.

Artículo 15.1. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.2. A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del

derecho a cambiar de nacionalidad.

1.3. Otros Pactos y Convenios Internacionales

Debe tenerse en cuenta la existencia de multitud de convenios ytratados en esta materia que resultan de aplicación, especialmenteaquéllos ratificados por España.

• Convenio Europeo de los Derechos del Hombre. Roma, 4 denoviembre de 1950.• Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales yCulturales, de 16 de diciembre de 1966.• Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, de 16 dediciembre de 1966.• Convención Europea para la Protección de los DerechosHumanos y de las Libertades Fundamentales.• Tratado de la Unión Europea, firmado en Maastricht el 7 defebrero de 1992.• Convenio relativo al Estatuto de los Refugiados. Ginebra, 28 dejulio de 1951.• Acuerdo de Schengen, de 14 de junio de 1985, relativo a lasupresión general de controles en las fronteras comunes.• Existen múltiples Convenios de doble nacionalidad entreEspaña y terceros países.

Artículo 13. 1. Los extranjeros gozarán en España de las libertades públicas

que garantiza el presente Título en los términos que establezcan lostratados y la ley.

2. Solamente los españoles serán titulares de los derechos reco-nocidos en el artículo 23, salvo lo que, atendiendo a criterios dereciprocidad, pueda establecerse por tratado o ley para el derechode sufragio activo en las elecciones municipales.

3. La extradición sólo se concederá en cumplimiento de un trata-do o de la ley, atendiendo al principio de reciprocidad. Quedanexcluidos de la extradición los delitos políticos, no considerándosecomo tales los actos de terrorismo.

4. La ley establecerá los términos en que los ciudadanos de otrospaíses y los apátridas podrán gozar del derecho de asilo en España.

1.2. Declaración Universal de Derechos Humanos. 10 de diciembre de 1948

Artículo 1.Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y

derechos, y dotados como están de razón y conciencia, debencomportarse fraternalmente los unos con los otros.

Artículo 2.1. Toda persona tiene todos los derechos y libertades procla-

mados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color,sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índo-le, origen nacional o social, posición económica, nacimiento ocualquier otra condición.

2. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condiciónpolítica, jurídica o internacional del país o territorio de cuya juris-dicción dependa una persona, tanto si se trata de un país indepen-diente como de un territorio bajo administración fiduciaria, noautónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía.

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Disposiciones legales y formularios

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Page 139: La Iglesia y la Migración

Artículo 5. Derecho a la libertad de circulación. 1. Los extranjeros que se hallen en España de acuerdo con lo esta-

blecido en el Título II de esta Ley, tendrán derecho a circular libre-mente por el territorio español y a elegir su residencia sin más limi-taciones que las establecidas con carácter general por los tratadosy las leyes, o las acordadas por la autoridad judicial, con caráctercautelar o en un proceso penal o de extradición en los que elextranjero tenga la condición de imputado, víctima o testigo, ocomo consecuencia de sentencia firme.

2. No obstante, podrán establecerse medidas limitativas especí-ficas cuando se acuerden en la declaración de estado de excep-ción o sitio en los términos previstos en la Constitución, y excep-cionalmente por razones de seguridad pública, de formaindividualizada, motivada y en proporción a las circunstanciasque concurran en cada caso, por resolución del Ministro delInterior, adoptada de acuerdo con las garantías jurídicas del pro-cedimiento sancionador previsto en la Ley. Las medidas limitati-vas, cuya duración no excederá del tiempo imprescindible y pro-porcional a la persistencia de las circunstancias que justificaron laadopción de las mismas, podrán consistir en la presentaciónperiódica ante las autoridades competentes y en el alejamiento defronteras o núcleos de población concretados singularmente.

Artículo 6. Participación pública. 1. Los extranjeros residentes en España podrán ser titulares del

derecho de sufragio en las elecciones municipales atendiendo a cri-terios de reciprocidad, en los términos que por Ley o Tratado seanestablecidos para los españoles residentes en los países de origende aquéllos.

2. Los extranjeros residentes, empadronados en un municipio, tienentodos los derechos establecidos por tal concepto en la legislación debases de régimen local, pudiendo ser oídos en los asuntos que les afec-ten de acuerdo con lo que disponga los reglamentos de aplicación.

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A P É N D I C E

1.4. Ley Orgánica de Extranjería. Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero,sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integraciónsocial, modificada por Ley Orgánica 8/2000, de 22 de diciembre

TÍTULO I. DERECHOS Y LIBERTADES DE LOS EXTRANJEROSCAPÍTULO I. DERECHOS Y LIBERTADES DE LOS EXTRANJEROS

Artículo 3. Derechos de los extranjeros e interpretación de las normas.1. Los extranjeros gozarán en España de los derechos y libertades

reconocidos en el Título I de la Constitución en los términos estable-cidos en los Tratados internacionales, en esta Ley y en las que regu-len el ejercicio de cada uno de ellos. Como criterio interpretativogeneral, se entenderá que los extranjeros ejercitan los derechos queles reconoce esta Ley en condiciones de igualdad con los españoles.

2. Las normas relativas a los derechos fundamentales de los extran-jeros se interpretarán de conformidad con la Declaración Universalde Derechos Humanos y con los Tratados y Acuerdos internaciona-les sobre las mismas materias vigentes en España, sin que pueda ale-garse la profesión de creencias religiosas o convicciones ideológicaso culturales de signo diverso para justificar la realización de actos oconductas contrarios a las mismas.

Artículo 4. Derecho a la documentación. 1. Los extranjeros que se encuentren en territorio español tienen

el derecho y la obligación de conservar la documentación queacredite su identidad, expedida por las autoridades competentesdel país de origen o de procedencia, así como la que acredite susituación en España.

2. No podrán ser privados de su documentación, salvo en lossupuestos y con los requisitos previstos en esta Ley Orgánica y enla Orgánica 1/1992, de 21 de febrero, sobre Protección de laSeguridad Ciudadana.

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Disposiciones legales y formularios

Page 140: La Iglesia y la Migración

cación y enseñanza no previstos en el apartado anterior y a laobtención de las titulaciones que correspondan a cada caso, y alacceso al sistema público de becas y ayudas.

4. Los poderes públicos promoverán que los extranjeros resi-dentes que lo necesiten puedan recibir una enseñanza para sumejor integración social, con reconocimiento y respeto a suidentidad cultural.

5. Los extranjeros residentes podrán acceder al desempeño deactividades de carácter docente o de investigación científica deacuerdo con lo establecido en las disposiciones vigentes. Asimismopodrán crear y dirigir centros de acuerdo con lo establecido en lasdisposiciones vigentes.

Artículo 10. Derecho al trabajo y a la Seguridad Social. 1. Los extranjeros que reúnan los requisitos previstos en esta Ley

Orgánica y en las disposiciones que la desarrollen tendrán derechoa ejercer una actividad remunerada por cuenta propia o ajena, asícomo al acceso al Sistema de la Seguridad Social, de conformidadcon la legislación vigente.

2. Los extranjeros residentes en España podrán acceder, en igual-dad de condiciones que los nacionales de los Estados miembros dela Unión Europea, como personal laboral al servicio de lasAdministraciones públicas, de acuerdo con los principios constitu-cionales de igualdad, mérito y capacidad, así como el de publici-dad. A tal efecto podrán presentarse a las ofertas de empleo públi-co que convoquen las Administraciones públicas.

Artículo 11. Libertad de sindicación y de huelga. 1. Los extranjeros tendrán derecho a sindicarse libremente o a afi-

liarse a una organización profesional, en las mismas condicionesque los trabajadores españoles, que podrán ejercer cuando obten-gan autorización de estancia o residencia en España.

2. De igual modo, cuando estén autorizados a trabajar, podránejercer el derecho de huelga.

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A P É N D I C E

3. Los Ayuntamientos incorporarán al padrón y mantendránactualizada la información relativa a los extranjeros que residan enel municipio.

4. Los poderes públicos facilitarán el ejercicio del derecho desufragio de los extranjeros en los procesos electorales democráticosdel país de origen.

Artículo 7. Libertades de reunión y manifestación.1. Los extranjeros tendrán el derecho de reunión, conforme a las

leyes que lo regulan para los españoles y que podrán ejercer cuan-do obtengan autorización de estancia o residencia en España.

2. Los promotores de reuniones o manifestaciones en lugares detránsito público darán comunicación previa a la autoridad compe-tente con la antelación prevista en la Ley Orgánica reguladora delDerecho de Reunión, la cual no podrá prohibirla o proponer sumodificación sino por las causas previstas en dicha Ley.

Artículo 8. Libertad de asociación. Todos los extranjeros tendrán el derecho de asociación, conforme

a las leyes que lo regulan para los españoles y que podrán ejercercuando obtengan autorización de estancia o residencia en España.

Artículo 9. Derecho a la educación. 1. Todos los extranjeros menores de dieciocho años tienen dere-

cho y deber a la educación en las mismas condiciones que los espa-ñoles, derecho que comprende el acceso a una enseñanza básica,gratuita y obligatoria, a la obtención de la titulación académicacorrespondiente y al acceso al sistema público de becas y ayudas.

2. En el caso de la educación infantil, que tiene carácter volunta-rio, las Administraciones públicas garantizarán la existencia de unnúmero de plazas suficientes para asegurar la escolarización de lapoblación que lo solicite.

3. Los extranjeros residentes tendrán derecho a la educación denaturaleza no obligatoria en las mismas condiciones que los espa-ñoles. En concreto, tendrán derecho a acceder a los niveles de edu-

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Disposiciones legales y formularios

Page 141: La Iglesia y la Migración

carácter general, a los mismos impuestos que los españoles. 2. Los extranjeros tendrán derecho a transferir sus ingresos y ahorros

obtenidos en España a su país, o a cualquier otro, conforme a los pro-cedimientos establecidos en la legislación española y de conformidadcon los acuerdos internacionales aplicables. El Gobierno adoptará lasmedidas necesarias para facilitar dichas transferencias.

CAPÍTULO II. REAGRUPACIÓN FAMILIAR

Artículo 16. Derecho a la intimidad familiar. 1. Los extranjeros residentes tienen derecho a la vida en familia y

a la intimidad familiar en la forma prevista en esta Ley Orgánica yde acuerdo con lo dispuesto en los Tratados internacionales suscri-tos por España.

2. Los extranjeros residentes en España tienen derecho a rea-grupar con ellos a los familiares que se determinan en el artícu-lo 17. (Redactado conforme a la Ley Orgánica 8/2000, de 22 dediciembre).

3. El cónyuge que hubiera adquirido la residencia en España porcausa familiar y sus familiares con él agrupados, conservarán laresidencia aunque se rompa el vínculo matrimonial que dio lugar ala adquisición.

Reglamentariamente se podrá determinar el tiempo previo de con-vivencia en España que se tenga que acreditar en estos supuestos.

Artículo 17. Familiares reagrupables. 1. El extranjero residente tiene derecho a reagrupar con él en

España a los siguientes familiares:a) El cónyuge del residente, siempre que no se encuentre separa-do de hecho o de derecho o que el matrimonio se haya celebradoen fraude de ley. En ningún caso podrá reagruparse más de un cón-yuge, aunque la ley personal del extranjero admita esta modalidadmatrimonial. El extranjero residente que se encuentre separado de

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A P É N D I C E

Artículo 12. Derecho a la asistencia sanitaria.1. Los extranjeros que se encuentren en España inscritos en el

padrón del municipio en el que residan habitualmente, tienen dere-cho a la asistencia sanitaria en las mismas condiciones que losespañoles.

2. Los extranjeros que se encuentren en España tienen derecho ala asistencia sanitaria pública de urgencia ante la contracción deenfermedades graves o accidentes, cualquiera que sea su causa, y ala continuidad de dicha atención hasta la situación de alta médica.

3. Los extranjeros menores de dieciocho años que se encuentrenen España tienen derecho a la asistencia sanitaria en las mismascondiciones que los españoles.

4. Las extranjeras embarazadas que se encuentren en España ten-drán derecho a la asistencia sanitaria durante el embarazo, parto ypostparto.

Artículo 13. Derecho a ayudas en materia de vivienda. Los extranjeros residentes tienen derecho a acceder al sistema

público de ayudas en materia de vivienda en las mismas condicio-nes que los españoles.

Artículo 14. Derecho a Seguridad Social y a los servicios sociales.1. Los extranjeros residentes tendrán derecho a acceder a las pres-

taciones y servicios de la Seguridad Social en las mismas condicio-nes que los españoles.

2. Los extranjeros residentes tendrán derecho a los servicios y alas prestaciones sociales, tanto a los generales y básicos como a losespecíficos, en las mismas condiciones que los españoles.

3. Los extranjeros, cualquiera que sea su situación administrativa,tienen derecho a los servicios y prestaciones sociales básicas.

Artículo 15. Sujeción de los extranjeros a los mismos impuestos que los españoles. 1. Sin perjuicio de lo dispuesto en los acuerdos aplicables sobre

doble imposición internacional, los extranjeros estarán sujetos, con

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Disposiciones legales y formularios

Page 142: La Iglesia y la Migración

2. Podrán ejercer el derecho a la reagrupación con sus familiaresen España cuando hayan residido legalmente un año y tengan auto-rización para residir al menos otro año.

3. Cuando se acepte la solicitud de reagrupación familiar, la auto-ridad competente expedirá a favor de los miembros de la familiaque vayan a reagruparse la autorización de residencia, cuya dura-ción será igual al período de validez de la autorización de residen-cia de la persona que solicita la reagrupación.

4. Reglamentariamente se determinarán las condiciones para elejercicio del derecho de reagrupación por quienes hayan adquiridola residencia en virtud de una previa reagrupación.

Artículo 19. Efectos de la reagrupación familiar en circunstan-cias especiales. 1. El cónyuge podrá obtener una autorización de residencia inde-

pendiente cuando:a) Obtenga una autorización para trabajar.b) Acredite haber vivido en España con su cónyuge durante dosaños. Este plazo podrá ser reducido cuando concurran circuns-tancias de carácter familiar que lo justifiquen.2. Los hijos reagrupados obtendrán una autorización de residen-

cia independiente en los casos siguientes:a) Cuando alcancen la mayoría de edad.b) Cuando obtengan una autorización para trabajar.

CAPÍTULO III. GARANTÍAS JURÍDICAS

Artículo 20. Derecho a la tutela judicial efectiva.1. Los extranjeros tienen derecho a la tutela judicial efectiva. 2. Los procedimientos administrativos que se establezcan en

materia de extranjería respetarán en todo caso las garantías previs-tas en la legislación general sobre procedimiento administrativo,especialmente en lo relativo a publicidad de las normas, contradic-

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A P É N D I C E

su cónyuge y casado en segundas o posteriores nupcias sólo podráreagrupar con él al nuevo cónyuge y sus familiares si acredita quela separación de sus anteriores matrimonios ha tenido lugar tras unprocedimiento jurídico que fije la situación del cónyuge anterior ysus familiares en cuanto a la vivienda común, la pensión al cón-yuge y los alimentos para los menores dependientes. b) Los hijos del residente y del cónyuge, incluidos los adoptados,siempre que sean menores de dieciocho años o estén incapacita-dos, de conformidad con la Ley española o su Ley personal y nose encuentren casados. Cuando se trate de hijos de uno sólo delos cónyuges, se requerirá además que éste ejerza en solitario lapatria potestad o se le haya otorgado la custodia y estén efectiva-mente a su cargo. En el supuesto de hijos adoptivos deberá acre-ditarse que la resolución por la que se acordó la adopción reúnelos elementos necesarios para producir efecto en España.c) Los menores de dieciocho años o incapaces cuando el resi-dente extranjero sea su representante legal.d) Los ascendientes del reagrupante o su cónyuge, cuando esténa su cargo y existan razones que justifiquen la necesidad de auto-rizar su residencia en España. 2. Reglamentariamente, se determinarán las condiciones para el

ejercicio del derecho de reagrupación y, en especial, del quecorresponda a quienes hayan adquirido la residencia en virtud deuna previa reagrupación.

Artículo 18. Procedimiento para la reagrupación familiar. 1. Los extranjeros que deseen ejercer este derecho deberán soli-

citar una autorización de residencia por reagrupación familiar afavor de los miembros de su familia que deseen reagrupar. Almismo tiempo, deberán aportar la prueba de que disponen de unalojamiento adecuado y de los medios de subsistencia suficientespara atender las necesidades de su familia una vez reagrupada.

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Disposiciones legales y formularios

Page 143: La Iglesia y la Migración

CAPÍTULO IV. DE LAS MEDIDAS ANTIDISCRIMINATORIAS

Artículo 23. Actos discriminatorios.1. A los efectos de esta Ley, representa discriminación todo acto

que, directa o indirectamente, conlleve una distinción, exclusión,restricción o preferencia contra un extranjero basada en la raza, elcolor, la ascendencia o el origen nacional o étnico, las conviccio-nes y prácticas religiosas, y que tenga como fin o efecto destruir olimitar el reconocimiento o el ejercicio, en condiciones de igual-dad, de los derechos humanos y de las libertades fundamentales enel campo político, económico, social o cultural.

2. En cualquier caso, constituyen actos de discriminación: a) Los efectuados por la autoridad o funcionario público o perso-nal encargados de un servicio público, que en el ejercicio de susfunciones, por acción u omisión, realice cualquier acto discrimi-natorio prohibido por la ley contra un ciudadano extranjero sólopor su condición de tal o por pertenecer a una determinada raza,religión, etnia o nacionalidad. b) Todos los que impongan condiciones más gravosas que a los espa-ñoles, o que impliquen resistencia a facilitar a un extranjero bienes oservicios ofrecidos al público, sólo por su condición de tal o por per-tenecer a una determinada raza, religión, etnia o nacionalidad. c) Todos los que impongan ilegítimamente condiciones más gravosasque a los españoles o restrinjan o limiten el acceso al trabajo, a lavivienda, a la educación, a la formación profesional y a los serviciossociales y socioasistenciales, así como a cualquier otro derecho reco-nocido en la presente Ley Orgánica, al extranjero que se encuentreregularmente en España, sólo por su condición de tal o por pertene-cer a una determinada raza, religión, etnia o nacionalidad. d) Todos los que impidan, a través de acciones u omisiones, elejercicio de una actividad económica emprendida legítimamentepor un extranjero residente legalmente en España, sólo por su

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A P É N D I C E

ción, audiencia del interesado y motivación de las resoluciones,salvo lo dispuesto en el artículo 27 de esta Ley.

3. En los procedimientos administrativos estarán legitimadas paraintervenir como interesadas las organizaciones constituidas legal-mente en España para la defensa de los inmigrantes, expresamentedesignadas por éstos.

4. En los procesos contencioso-administrativos en materia deextranjería estarán legitimadas para intervenir las entidades queresulten afectadas en los términos previstos por el artículo 19.1.b)de la Ley reguladora de dicha jurisdicción.

Artículo 21. Derecho al recurso contra los actos administrativos.1. Los actos y resoluciones administrativas adoptados en relación

con los extranjeros serán recurribles con arreglo a lo dispuesto enlas leyes.

2. El régimen de ejecutividad de los actos administrativos dicta-dos en materia de extranjería será el previsto con carácter generalen la legislación vigente, salvo lo dispuesto en esta Ley para la tra-mitación de expedientes de expulsión con carácter preferente.

Artículo 22. Derecho a la asistencia jurídica gratuita. 1. Los extranjeros que se hallen en España y que carezcan de

recursos económicos suficientes según los criterios establecidos enla normativa de asistencia jurídica gratuita tienen derecho a ésta enlos procedimientos administrativos o judiciales que puedan llevar ala denegación de su entrada, a su devolución o expulsión del terri-torio español y en todos los procedimientos en materia de asilo.Además, tendrán derecho a la asistencia de intérprete si no com-prenden o hablan la lengua oficial que se utilice.

2. Los extranjeros residentes que acrediten insuficiencia derecursos económicos para litigar tendrán derecho a la asistenciajurídica gratuita en iguales condiciones que los españoles en losprocesos en los que sean parte, cualquiera que sea la jurisdicciónen la que se sigan.

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Disposiciones legales y formularios

Page 144: La Iglesia y la Migración

si el optante no estuviera emancipado según su ley personal al lle-gar a los dieciocho años, el plazo para optar se prolongará hasta quetranscurran dos años desde la emancipación.d) Por el interesado, por sí solo, dentro de los dos años siguientesa la recuperación de la plena capacidad. Se exceptúa el caso enque haya caducado el derecho de opción conforme al párrafo c).3. No obstante lo dispuesto en el apartado anterior, el ejercicio

del derecho de opción previsto en el apartado 1.b) de este artículono estará sujeto a límite alguno de edad.

Artículo 22.1. Para la concesión de la nacionalidad por residencia se requie-

re que ésta haya durado diez años.Serán suficientes cinco años para los que hayan obtenido la con-

dición de refugiado y dos años cuando se trate de nacionales de ori-gen de países iberoamericanos, Andorra, Filipinas, GuineaEcuatorial o Portugal o de sefardíes.

2. Bastará el tiempo de residencia de un año para:a) El que haya nacido en territorio español.b) El que no haya ejercitado oportunamente la facultad de optar.c) El que haya estado sujeto legalmente a la tutela, guarda o aco-gimiento de un ciudadano o institución españoles durante dosaños consecutivos, incluso si continuare en esta situación en elmomento de la solicitud.d) El que al tiempo de la solicitud llevare un año casado con espa-ñol o española y no estuviere separado legalmente o de hecho.e) El viudo o viuda de española o español, si a la muerte del cón-yuge no existiera separación legal o de hecho.f) El nacido fuera de España de padre o madre, abuelo o abuela,que originariamente hubieran sido españoles.3. En todos los casos, la residencia habrá de ser legal, continuadae inmediatamente anterior a la petición.A los efectos de lo previsto en el párrafo d) del apartado anterior,

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condición de tal o por pertenecer a una determinada raza, reli-gión, etnia o nacionalidad. e) Constituye discriminación indirecta todo tratamiento derivadode la adopción de criterios que perjudiquen a los trabajadores porsu condición de extranjeros o por pertenecer a una determinadaraza, religión, etnia o nacionalidad.

1.5. Ley 36/2002, de 8 de octubre, de modificación del Código Civil enmateria de nacionalidad (entrada en vigor: 9 de enero de 2003)

Artículo único.Los artículos 20, 22, 23, 24, 25 y 26 del Código Civil quedarán

redactados de la forma siguiente:Artículo 20. 1. Tienen derecho a optar por la nacionalidad española:a) Las personas que estén o hayan estado sujetas a la patria potes-tad de un español.b) Aquellas cuyo padre o madre hubiera sido originariamenteespañol y nacido en España.c) Las que se hallen comprendidas en el segundo apartado de losartículos 17 y 19.2. La declaración de opción se formulará:a) Por el representante legal del optante, menor de catorce años oincapacitado. En este caso, la opción requiere autorización delencargado del Registro Civil del domicilio del declarante, previodictamen del Ministerio Fiscal. Dicha autorización se concederáen interés del menor o incapaz.b) Por el propio interesado, asistido por su representante legal,cuando aquél sea mayor de catorce años o cuando, aun estandoincapacitado, así lo permita la sentencia de incapacitación.c) Por el interesado, por sí solo, si está emancipado o es mayor dedieciocho años. La opción caducará a los veinte años de edad, pero

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Page 145: La Iglesia y la Migración

2. En todo caso, pierden la nacionalidad española los españolesemancipados que renuncien expresamente a ella, si tienen otranacionalidad y residen habitualmente en el extranjero.

3. Los que habiendo nacido y residiendo en el extranjero osten-ten la nacionalidad española por ser hijos de padre o madre espa-ñoles, también nacidos en el extranjero, cuando las leyes del paísdonde residan les atribuyan la nacionalidad del mismo, perderán,en todo caso, la nacionalidad española si no declaran su voluntadde conservarla ante el encargado del Registro Civil en el plazo detres años, a contar desde su mayoría de edad o emancipación.

4. No se pierde la nacionalidad española, en virtud de lo dis-puesto en este precepto, si España se hallare en guerra.

Artículo 25.1. Los españoles que no lo sean de origen perderán la nacionalidad:a) Cuando durante un período de tres años utilicen exclusiva-mente la nacionalidad a la que hubieran declarado renunciar aladquirir la nacionalidad española.b) Cuando entren voluntariamente al servicio de las armas o ejer-zan cargo político en un Estado extranjero contra la prohibiciónexpresa del Gobierno.2. La sentencia firme que declare que el interesado ha incurrido

en falsedad, ocultación o fraude en la adquisición de la nacionali-dad española produce la nulidad de tal adquisición, si bien no sederivarán de ella efectos perjudiciales para terceros de buena fe. Laacción de nulidad deberá ejercitarse por el Ministerio Fiscal de ofi-cio o en virtud de denuncia, dentro del plazo de quince años.

Artículo 26.1. Quien haya perdido la nacionalidad española podrá recupe-

rarla cumpliendo los siguientes requisitos:a) Ser residente legal en España. Este requisito no será de aplica-ción a los emigrantes ni a los hijos de emigrantes. En los demáscasos podrá ser dispensado por el Ministro de Justicia cuando

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se entenderá que tiene residencia legal en España el cónyuge queconviva con funcionario diplomático o consular español acredita-do en el extranjero.

4. El interesado deberá justificar, en el expediente regulado por lalegislación del Registro Civil, buena conducta cívica y suficientegrado de integración en la sociedad española.

5. La concesión o denegación de la nacionalidad por residenciadeja a salvo la vía judicial contencioso-administrativa.

Artículo 23.Son requisitos comunes para la validez de la adquisición de la

nacionalidad española por opción, carta de naturaleza o residencia:a) Que el mayor de catorce años y capaz para prestar una decla-ración por sí jure o prometa fidelidad al Rey y obediencia a laConstitución y a las leyes.b) Que la misma persona declare que renuncia a su anteriornacionalidad. Quedan a salvo de este requisito los naturales depaíses mencionados en el apartado 1 del artículo 24.c) Que la adquisición se inscriba en el Registro Civil español.Artículo 24.1. Pierden la nacionalidad española los emancipados que, resi-

diendo habitualmente en el extranjero, adquieran voluntariamenteotra nacionalidad o utilicen exclusivamente la nacionalidad extran-jera que tuvieran atribuida antes de la emancipación.

La pérdida se producirá una vez que transcurran tres años, a con-tar, respectivamente, desde la adquisición de la nacionalidad extran-jera o desde la emancipación. No obstante, los interesados podránevitar la pérdida si dentro del plazo indicado declaran su voluntad deconservar la nacionalidad española al encargado del Registro Civil.

La adquisición de la nacionalidad de países iberoamericanos,Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial o Portugal no es bastante paraproducir, conforme a este apartado, la pérdida de la nacionalidadespañola de origen.

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Disposiciones legales y formularios

Page 146: La Iglesia y la Migración

de 26 de marzo, reguladora del derecho de asilo y de la condiciónde refugiado.

• Reglamento de Asilo, aprobado por Real Decreto 203/1995, de10 de Febrero.

• Real Decreto 178/2003, de 14 de febrero, sobre entrada y per-manencia en España de nacionales de estados miembros de laUnión Europea y de otros estados parte en el Acuerdo sobre elEspacio Económico Europeo.

Comentarios y formularios prácticos

2.1. Adquisición de la nacionalidad por residencia

A. REQUISITOSPara adquirir la nacionalidad española por residencia legal es

necesario que se cumplan las siguientes condiciones:1. Residencia en España durante, como regla general, diez años.

El solicitante de nacionalidad debe acreditar que ha residido deforma legal y continuada y que esa residencia es inmediatamenteanterior a la petición.

Serán suficientes cinco años para los que hayan obtenido la con-dición de refugiado, y dos años cuando se trate de nacionales deorigen de países iberoamericanos, Andorra, Filipinas, GuineaEcuatorial o Portugal o sefardíes.

2. Deberá justificar además, en el expediente de solicitud, unabuena conducta cívica y suficiente grado de integración en la socie-dad española.

Los requisitos comunes y las personas que pueden realizar la solici-tud se encuentran recogidos en los artículos 21 y 23 del Código Civil:

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A P É N D I C E

concurran circunstancias excepcionales.b) Declarar ante el encargado del Registro Civil su voluntad derecuperar la nacionalidad española.c) Inscribir la recuperación en el Registro Civil.2. No podrán recuperar o adquirir, en su caso, la nacionalidad

española sin previa habilitación concedida discrecionalmente porel Gobierno los que se encuentren incursos en cualquiera de lossupuestos previstos en el artículo anterior.

Disposición adicional primera.Las solicitudes de adquisición por residencia y de dispensa del

requisito de residencia legal para recuperar la nacionalidad espa-ñola habrán de ser resueltas en el plazo máximo de un año desdeque hubieran tenido entrada en el órgano competente para resolver,transcurrido el cual, sin que hubiera recaído resolución expresa,habrán de entenderse desestimadas, de acuerdo con lo dispuesto enla disposición adicional segunda de la Ley de Registro Civil.

Disposición adicional segunda.La causa de pérdida prevista en el artículo 24.3 del Código Civil

sólo será de aplicación a quienes lleguen a la mayoría de edad oemancipación después de la entrada en vigor de la presente Ley.

Disposición derogatoria única.Quedan derogadas las disposiciones de igual o inferior rango que

se opongan a lo dispuesto en la presente Ley.Disposición final única.La presente Ley entrará en vigor a los tres meses de su publica-

ción en el Boletín Oficial del Estado.

1.6. Otra legislación aplicable

• Real Decreto 864/2001, de 20 de julio, por el que se apruebael Reglamento de Ejecución de la Ley de Extranjería.

• Ley 9/1994, de 19 de mayo, de modificación de la Ley 5/1984,

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Disposiciones legales y formularios

Page 147: La Iglesia y la Migración

países mencionados en el apartado 1 del artículo 24.c) Que la adquisición se inscriba en el Registro Civil español.Es necesario aclarar que los naturales de países iberoamerica-

nos, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial y Portugal no estánobligados a renunciar a su anterior nacionalidad. Ciudadanos dedeterminados países iberoamericanos tampoco han de renunciara su nacionalidad anterior si se amparan en la aplicación de losConvenios de doble nacionalidad.

B. TRAMITACIÓNLa tramitación del expediente de solicitud se encuentra regulado en

los artículos 220-224 del Reglamento del Registro Civil. Dicha tramita-ción se realizará ante el Encargado del Registro Civil correspondiente aldomicilio del interesado. La Dirección General de los Registros y delNotariado (DGRN) resolverá la solicitud por delegación del Sr. Ministrode Justicia concediendo o denegando la nacionalidad española.

Si concurren en el interesado todos los requisitos expuestos, elpeticionario podrá lograr la nacionalidad española, que será notifi-cada personalmente para que en los ciento ochenta días siguientesse persone en el Registro Civil en el que inició su solicitud con elfin de cumplir con las restantes formalidades: el juramento o pro-mesa, la renuncia, en su caso, a la nacionalidad anterior y la ins-cripción de la adquisición en el Registro Civil (esta inscripción delexpediente se realizará ante el Encargado del Registro Civil deldomicilio con intervención del Ministerio Fiscal).

Las solicitudes de adquisición de nacionalidad por residencia habránde ser resueltas en el plazo máximo de un año desde su entrada en elórgano competente para resolver, transcurrido el cual, sin que hubierarecaído resolución expresa, habrán de entenderse desestimadas.

La concesión o denegación de la nacionalidad por residenciadeja abierta la vía judicial Contencioso-Administrativa (artículo22.5 del Código Civil).

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A P É N D I C E

Artículo 21.1. La nacionalidad española se adquiere por carta de naturaleza,

otorgada discrecionalmente mediante Real Decreto, cuando en elinteresado concurran circunstancias excepcionales.

2. La nacionalidad española también se adquiere por residencia enEspaña, en las condiciones que señala el artículo siguiente y median-te la concesión otorgada por el Ministro de Justicia, que podrá dene-garla por motivos razonados de orden público o interés nacional.

3. En uno y otro caso la solicitud podrá formularla:a) El interesado emancipado o mayor de dieciocho años. b) El mayor de catorce años asistido por su representante legal.c) El representante legal del menor de catorce años.d) El representante legal del incapacitado o el incapacitado, por sísolo o debidamente asistido, según resulte de la sentencia deincapacitación. En este caso y en el anterior, el representante legalsólo podrá formular la solicitud si previamente ha obtenido auto-rización conforme a lo previsto en la letra a) del apartado 2 delartículo anterior (autorización del encargado del Registro Civil deldomicilio del declarante, previo dictamen del Ministerio Fiscal.Esta autorización se concederá en interés del menor o incapaz).4. Las concesiones por carta de naturaleza o por residencia cadu-

can a los ciento ochenta días siguientes a su notificación, si en esteplazo no comparece el interesado ante funcionario competentepara cumplir los requisitos del artículo 23.

Artículo 23.Son requisitos comunes para la validez de la adquisición de la

nacionalidad española por opción, carta de naturaleza o residencia:a) Que el mayor de catorce años y capaz para prestar una decla-ración por sí jure o prometa fidelidad al Rey y obediencia a laConstitución y a las leyes.b) Que la misma persona declare que renuncia a su anteriornacionalidad. Quedan a salvo de este requisito los naturales de

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Disposiciones legales y formularios

Page 148: La Iglesia y la Migración

del contrato de trabajo y de las declaraciones del IRPF de los ejercicios ..............y ................, constando como Documentos 8, 9, y 10 respectivamente. El matrimonio tiene ..... hijos (tal y como acredita con el libro de familia:Documentos 11 y 12:a Don..................................., nacido el de ............. de ................ en ...............a Doña................................., nacida el de ............. de ................ en ................IV. Doña ................................ es residente legal en España con permiso de resi-dencia permanente, carece de antecedentes penales tanto en España como en supaís, no está procesada por causa alguna, y tiene recursos económicos suficientesy asistencia sanitaria, como acredita con Documento 13, 14, 15, 16, 17, 18 y 19.V. La solicitante lleva residiendo legalmente en España desde hace más de 10 años,estando plenamente integrada en la sociedad española: tiene total conocimiento dela lengua española, así como de su cultura, habiendo asimismo cursado estudios enEspaña, y obteniendo el título de ..................................... (Documento 20).VI. A Doña ........................................... le fue expedido pasaporte con nº................ por ...................... (su país), en su Consulado de Madrid el ....... de........................ Posteriormente, se ha renovado en varias ocasiones, según acredi-ta con el Documento 21.VII. La solicitante convive con su esposo e hijos en la c/...................... según acre-dita con el contrato de compraventa del piso y el volante de empadronamiento:Documentos 22 y 23.

PRUEBAS Y DILIGENCIAS QUE SE ACOMPAÑANDocumental:- Acta de nacimiento y su traducción, certificado consular de nacionalidad, per-miso de residencia y volantes de empadronamiento de Doña .......................- Certificado de residencia expedido por la Comisaría General de Extranjería, actade matrimonio y su traducción, y libro de familia.- Pasaporte, contrato de trabajo y declaraciones del IRPF de su marido Don............- Certificados de antecedentes penales en España y en................. de Doña............- Copia de libreta de ahorros en la caja/banco ...........................- Tarjeta de la Seguridad Social, con fecha de caducidad de ..........., y copia deantiguas tarjetas de la Seguridad Social.- Cartilla de la Seguridad Social a nombre del cabeza de familia Don........................, esposo de la solicitante, con fecha ........................- Título de Graduado Escolar obtenido en Madrid por Doña ...........................- Copia del pasaporte de la solicitante.

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A P É N D I C E

C. MODELO DE SOLICITUD DE NACIONALIDAD POR RESIDENCIA

AL EXCMO. SR. MINISTRO DE JUSTICIADoña..................., mayor de edad, nacida en....................., en la ciudadde.................., e....de................de 19......, de estado civil..............., con domicilioen................., en la c/..............., y con permiso de residencia NIE X-.................-...expedido el....de.....................de........., con una validez hasta ................,

EXPONEQue por medio del presente escrito promueve expediente de adquisición de lanacionalidad española.Que las circunstancias que motivan dicha solicitud son que Doña........................... (nacional de origen ................) lleva residiendo continuada ylegalmente en España desde ..............., es decir, ........ años.Que para notificaciones y otros efectos que procedan designo el siguiente domi-cilio: ...................... (indicar si es el suyo o el de un abogado)Que Doña ................................. basa su solicitud en los siguientes

HECHOSI. Los datos de la solicitud de Doña ............................ son los arriba indicados,aportando su certificado de nacimiento junto con su traducción legalizada, certi-ficado consular de nacionalidad, permiso de residencia, volante de empadrona-miento y certificado de residencia expedido por la Comisaría de Extranjeros, comoacredita con Documentos 1, 2, 3, 4 y 5. (Adjuntar estos documentos.)II. Tener más de 18 años y, por ello, capacidad exigida por la Ley española paraformular solicitud conforme al artículo 21.3 a) del Código Civil.III. La solicitante contrajo matrimonio con Don ........................................... en......................, el ..... de ...................... de 19...... en .............. según acredita conel acta de matrimonio legalmente traducida y el libro de familia (Documentos 6 y7). (Adjuntar estos documentos si está casada. El cónyuge no tiene que ser espa-ñol, sino residente legal. Explicar en qué trabaja, etc., para acreditar arraigo nosólo por sí misma, sino también por su marido). Don........................................,con pasaporte nº M ........., tiene permiso de trabajo y residencia nº X-...........-...,y carece de antecedentes penales. Trabaja en la actualidad en.........., cumpliendosus obligaciones fiscales en España, y disponiendo de los recursos económicossuficientes para el buen desarrollo de nuestra familia en España. Se acredita todolo anterior mediante las copias del pasaporte de Don ..........................................,

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Disposiciones legales y formularios

Page 149: La Iglesia y la Migración

D. CUESTIONARIO SOBRE NACIONALIDAD DEL CONSULADO DEESPAÑA EN NUEVA YORK

A P É N D I C E

- Copia de contrato de compraventa del piso sito en la calle .......................... - Cualesquiera otras que estime pertinentes el Registro Civil.A los anteriores HECHOS son de aplicación los siguientes

FUNDAMENTOS DE DERECHO

I. COMPETENCIASiendo el conocimiento del presente expediente competencia del Ministro deJusticia, su instrucción corresponde al Sr. Encargado del Registro Civil del domici-lio del solicitante, todo ello de conformidad con lo dispuesto en el artículo 365 delReglamento del Registro Civil.

II. PROCEDIMIENTOEl establecido en los artículos 21 y 22.11 del Código Civil; artículos 63-65 y 67 de laLey del Registro Civil; y artículos 220 y siguientes del Reglamento del Registro Civil.

III. LEGITIMACIÓNEstá legitimada para adquirir la nacionalidad Doña .......................... en virtud delartículo 21.3 a) del Código Civil.Por todo lo expuesto,SOLICITO de V.I.: Que teniendo por presentado este escrito, con los documentosque lo acompañan, se sirva admitirlo y, en su virtud, tenga por PROMOVIDOEXPEDIENTE GUBERNATIVO DE CONCESIÓN DE LA NACIONALIDADESPAÑOLA A DOÑA ........................................ POR LLEVAR RESIDIENDO ENESPAÑA .......... AÑOS Y SER ORIGINARIA DE .............., dándose el trámite legaloportuno y realizándose las pruebas y diligencias correspondientes hasta la obten-ción de la nacionalidad española solicitada.Por ser de Justicia que pido en Madrid a ...... de ................ de ..........(Presentado el anterior escrito, se acordará su admisión a trámite, será ratificadopersonalmente por el interesado y se practicarán las pruebas propuestas y las quese consideren oportunas. El encargado del Registro en el trámite previsto en el últi-mo párrafo del artículo 221 oirá personalmente al peticionario, para comprobar elgrado de adaptación a la cultura y estilo de vida españoles.)

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Disposiciones legales y formularios

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Page 150: La Iglesia y la Migración

2.2. Permiso de residencia, trabajo y estancia

A. SITUACIONES DE LOS EXTRANJEROSLos extranjeros pueden encontrarse legalmente en España en una

de las situaciones que se citan a continuación:- Situación de estancia: Es la permanencia en territorio españolpor un período de tiempo no superior a noventa días. - Situación de residencia temporal: Es la situación que autoriza apermanecer en España por un período superior a noventa días einferior a cinco años.- Situación de residencia permanente: Es la situación que autori-za a residir en España indefinidamente y trabajar en igualdad decondiciones que los españoles.La Ley de Extranjería establece (artículo 25) con carácter general

los siguientes requisitos para poder entrar en España: a) Pasaporte, o en su defecto documento de viaje que acredite laidentidad y que se considere válido en virtud de lo dispuesto enlos Tratados Internacionales. b) Acreditar medios de vida suficientes para el tiempo que se pre-tenda permanecer en España o estar en condiciones de obtenerlegalmente dichos medios. c) Visado, salvo que por convenio internacional no se exija esterequisito.

B. PERMISO DE RESIDENCIA TEMPORALB.1. Requisitos. El permiso de residencia temporal podrá concederse a los extranjeros

que se encuentren en España y se hallen en los siguientes supuestos:1. Los que manifiesten su propósito de fijar por primera vez su

residencia en España, así como aquellos que habiendo residido conanterioridad no reúnan los requisitos establecidos para la obtenciónde un permiso de residencia permanente:

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A P É N D I C E

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Disposiciones legales y formularios

Page 151: La Iglesia y la Migración

B.2. Solicitud de residencia temporalPara solicitar permiso de residencia temporal es necesario en la

mayoría de los casos solicitar previamente visado. Pasos: 1.º: Solicitud de visado. 2.º: Solicitud de permiso de residencia.Las solicitudes del permiso de residencia se dirigirán a las

Oficinas de Extranjeros, o en su defecto a la comisaría de Policíade la localidad donde pretenda fijar su residencia el extranjero,excepto en caso de solicitarse un permiso de residencia tempo-ral por circunstancias excepcionales, en que se dirigirán a laDirección General de la Policía (Comisaría General deExtranjería y Documentación).

Cuando se soliciten conjuntamente los permisos de trabajo y deresidencia, la solicitud deberá presentarse en los lugares previstospor el artículo 82 del Reglamento de Extranjería: en las oficinas deregistro de las correspondientes Delegaciones y Subdelegacionesde Gobierno, en las Oficinas de Extranjeros o en la DirecciónGeneral de Ordenación de las Migraciones, en los casos en quese trate de permisos de trabajo cuya resolución esté atribuida adicho centro directivo.

La documentación que deberá acompañarse a toda solicitud, concarácter general, es:

- Pasaporte o documento válido para la entrada en España o, en sucaso, cédula de inscripción en vigor, que se devolverá al interesa-do, conservándose en el expediente una copia del mismo.- Visado de residencia en vigor.- Certificado de antecedentes penales, si no lo hubiese aportadopara la obtención del correspondiente visado.- Certificado médico oficial, si no lo hubiese aportado para laobtención del correspondiente visado.- Acreditación de contar con medios de vida suficientes para elperíodo de residencia que se solicita.- Tres fotografías recientes en color, fondo blanco y tamaño carné.

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A P É N D I C E

a) que realicen la correspondiente solicitud.b) que acrediten disponer de medios de vida suficientes para atendersus gastos de manutención y estancia, incluyendo, en su caso, los desu familia, durante el período de tiempo por el que solicite la resi-dencia sin necesidad de realizar actividad lucrativa. Si va a trabajar,tendría que solicitar el permiso de residencia y el permiso de trabajo.2. Los que hayan tenido tal permiso y no lo hayan podido renovar,

habiendo permanecido de forma continuada en territorio español sinpremiso de residencia durante los dos años anteriores.

3. Los que acrediten la permanencia continuada en España duran-te un período mínimo de tres años y en los que concurra una situa-ción excepcional y acreditada de arraigo, considerando tal la incor-poración real al mercado de trabajo y los vínculos familiares conextranjeros residentes o con españoles.

4. En otras situaciones excepcionales, como, por ejemplo, perso-nas desplazadas, razones humanitarias, por razones de seguridad ointerés nacional...

La acreditación de los medios de vida suficientes para subsistir duran-te la residencia se podrá realizar de diversas maneras (artículo 29):

a) Acreditar tener medios económicos suficientes sin necesidadde acudir a una actividad lucrativa. b) Proponerse realizar una actividad económica por cuenta propiahabiendo solicitado las licencias o los permisos correspondientes. c) Tener una oferta de contrato de trabajo a través de un procedi-miento reglamentariamente reconocido.d) Ser beneficiario de un derecho de reagrupación familiar. Lo anteriormente expuesto nos lleva a la conclusión de que para

residir en España (salvo que se acredite una considerable fortuna) sedebe obtener un permiso para realizar un trabajo por su cuenta, obien por cuenta ajena (permiso de trabajo). De hecho, la solicitudde residencia se suele tramitar al mismo tiempo que la de obtenciónde un permiso de trabajo, y ambas concesiones van unidas.

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Disposiciones legales y formularios

Page 152: La Iglesia y la Migración

2.3. Permiso de residencia y trabajo por cuenta ajena

Existen dos tipos de permisos de trabajo: permiso de trabajo porcuenta ajena y permiso de trabajo por cuenta propia. Seguidamenterealizaremos algunos comentarios sobre el permiso de residencia ytrabajo por cuenta ajena, por ser el más común.

A. TIPOS DE PERMISOS DE RESIDENCIA Y TRABAJO POR CUENTA AJENALos diferentes tipos de permiso están relacionados con el tiempo

de residencia legal en España.Tipo B inicial. La Administración puede limitar este permiso de

trabajo a un determinado sector o actividad o a un ámbito geográ-fico concreto. Tiene una vigencia de un año, independientementede la vigencia del contrato de trabajo.

Tipo B renovado. Permite desarrollar cualquier actividad en todo elterritorio nacional durante un período de dos años. Pueden obtenerlolos titulares de un permiso tipo B inicial al término de su vigencia.

Tipo C. Permite desarrollar cualquier actividad en todo el territorionacional. Tiene una validez de dos años. Pueden obtenerlo los titula-res de un permiso tipo B renovado al término de su vigencia.

Permanente. Autoriza a residir en España indefinidamente y a tra-bajar en igualdad de condiciones que los españoles.

B. ALGUNAS CONDICIONES PARA LA CONCESIÓN DEL PERMISO- Se tiene en cuenta el régimen de reciprocidad existente en elpaís de origen del extranjero.- Se denegará el permiso de trabajo si existen trabajadores desem-pleados en dicho sector. Para ello se realiza una consulta al INEM.- Se exigen determinadas condiciones del contenido del con-trato de trabajo: en cuanto a la duración, es aconsejable quesea igual o superior a la vigencia máxima del permiso; el sala-rio debe igualar o superar el Salario Mínimo Interprofesional; la

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A P É N D I C E

B.3. RenovaciónCon al menos un mes de antelación a la fecha de caducidad de los

documentos que regularicen su situación en España, los extranjeros,si tienen el propósito de seguir residiendo en España, habrán de soli-citar los permisos que correspondan, a los efectos procedentes. Noobstante, sin perjuicio de las sanciones que procedan, podrá reno-varse el permiso de residencia siempre que se solicite la renovacióndurante los tres meses posteriores a la fecha de su expiración y secumpla el resto de los requisitos exigidos.

Concedida la renovación, ésta surtirá efectos desde la fecha decaducidad del permiso anterior.

El recibo de la solicitud de renovación, siempre que la mismahaya sido presentada dentro de los plazos establecidos en el apar-tado anterior, o la copia del mismo, prorroga la validez del permi-so anterior hasta la resolución del expediente, y surte los mismosefectos de éste exclusivamente en materia de legislación de inver-siones extranjeras y permanencia.

C. PERMISO DE RESIDENCIA PERMANENTELa residencia permanente es la situación que autoriza a residir en

España indefinidamente y trabajar en igualdad de condiciones quelos españoles.

Tendrán derecho a residencia permanente los que hayan tenidoresidencia legal temporal durante cinco años de forma continuada.No afecta a la continuidad de esa residencia, siempre que las sali-das correspondientes no se hayan realizado de forma irregular, lassiguientes ausencias:

- Las ausencias por períodos de vacaciones.- Las ausencias de hasta seis meses, siempre que sumadas nosuperen un total de un año.- Las ausencias, debidamente justificadas, realizadas por motivosfamiliares o de asistencia sanitaria.

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Disposiciones legales y formularios

Page 153: La Iglesia y la Migración

D. MODELO OFICIAL PARA LOS EMPRESARIOS DE OFERTA DE EMPLEOPARA TRABAJADORES EXTRANJEROS

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A P É N D I C E

jornada debe ser similar a la establecida en el convenio colec-tivo de la actividad a realizar...- El empresario o empleador que realiza la oferta de trabajo tiene queacreditar su capacidad económica, es decir, tiene que ser solvente.

C. MODELO DE SOLICITUD OFICIAL DE PERMISO DE RESIDENCIA Y TRABAJO

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Disposiciones legales y formularios

Page 154: La Iglesia y la Migración

2.4. Procedimiento para la obtención del permiso de residencia enEspaña de Ministros de Culto evangélicos procedentes del extranjero

1. INVITACIÓN DE MINISTROS DE CULTO EXTRANJEROS POR PARTEDE IGLESIAS EVANGÉLICAS ESPAÑOLAS1.1. Consideraciones generales La entrada de pastores evangélicos y misioneros para realizar su

labor religiosa en España está sometida a la legislación general sobrelos extranjeros (Ley Orgánica 4/2000, modificada por la Ley Orgánica8/2000), aunque en razón de la materia religiosa existen una serie depeculiaridades y recomendaciones que convendría tener en cuenta.

La principal peculiaridad es que la Ley establece que losMinistros de Culto pueden venir a España sin necesidad de soli-citar permiso de trabajo.

Artículo 41. Excepciones al permiso de trabajo.1. No será necesaria la obtención de permiso de trabajo para el

ejercicio de las siguientes...:h) Los ministros, religiosos o representantes de las diferentes

Iglesias y Confesiones debidamente inscritas en el Registro deEntidades Religiosas, en tanto limiten su actividad a funcionesestrictamente religiosas...

En la actualidad, el régimen legal español no da muchas facilidadespara la entrada de misioneros en España. En realidad no lo prohíbe,pero la experiencia nos dice que no suelen conceder permiso de resi-dencia si no vienen como pastores o Ministros de Culto.

Para poder obtener permiso de residencia con exención de permi-so de trabajo es necesario que vengan invitados por una iglesia esta-blecida en España y registrada en el Ministerio de Justicia, y que lainvitación venga en concepto de Ministro de Culto, y no como misio-nero. En este caso, la iglesia se hace responsable ante las autoridadesde su sostenimiento y, en su caso, de los gastos de repatriación.

Es muy importante que el visado se consiga en el Consulado o

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A P É N D I C E

E. MODELO OFICIAL DE SOLICITUD DE AUTORIZACIÓN ADMINISTRATIVAPARA TRABAJAR

En el Reglamento de la Ley de Extranjería se regulan las llamadas autorizaciones para tra-bajar en España, que sustituyen al permiso de trabajo en ciertos casos reglados. Para solici-tarlas, el extranjero tiene que contar ya con algún documento que le habilite para permane-cer en España. La principal ventaja con la que cuenta este tipo de autorización es que no setiene en cuenta para decidir sobre su concesión la situación nacional de empleo. La autorización administrativa para trabajar en España se aplica en casos como:

- Estudiantes con permiso de residencia que pretendan compaginar sus estudios con un tra-bajo remunerado.

- Extranjeros autorizados a permanecer en España mediante el documento de solicitante de asilo.- Extranjeros que realicen prácticas profesionales y de formación. - Internos en centros penitenciarios, etc.

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Disposiciones legales y formularios

Page 155: La Iglesia y la Migración

2. Que tengan, previa verificación del Ministerio de Justicia, lacondición de Ministros de Culto, religiosos o representantes de lasdistintas Iglesias y Confesiones, habiendo profesado o realizado losestudios requeridos para ello, según las normas internas de las mis-mas, y se hallen investidos y facultados para el ejercicio de suministerio o para la administración de los sacramentos.

3. Que las actividades a desarrollar en España sean estrictamentereligiosas, por estar relacionadas de forma directa con el culto, sermeramente contemplativas o respondan a la misión propia y carac-terística de la Orden.

4. Que no pretendan desarrollar actividades retribuidas, aunquese correspondan con la misión de su Iglesia o Confesión, ni seanpersonas vinculadas con una orden, confesión o religión que aúnno hayan profesado, aunque temporalmente realicen actividades decarácter pastoral, así como los estudiantes, postulantes, novicios yasociados, aunque lleven a cabo actividades encaminadas a adqui-rir posteriormente la condición de ministros, sacerdotes o religio-sos, o realicen una actividad o servicio temporal en cumplimientode sus estatutos religiosos.

Para cumplir los requisitos 1 y 2 del apartado h) del artículo 68del Reglamento de la Ley de Extranjería recomendamos efectuaruna solicitud a la Dirección General de Asuntos Religiosos acom-pañada de un certificado de la iglesia y otro de FEREDE.Adjuntamos modelos.

La Dirección General de Asuntos Religiosos, en respuesta a la solici-tud, emite un certificado por el que declara que la iglesia está inscritaen el Registro de Entidades Religiosas, y verifica que la iglesia ha certi-ficado la condición de Ministro de Culto de una determinada persona,la cual ha sido invitada para realizar su ministerio religioso en España.

Los requisitos citados en los números 3 y 4 del apartado h) delartículo 68 se cumplen en el texto de la carta de invitación de laiglesia al Ministro de Culto, la cual se adjunta en la documentación

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A P É N D I C E

Embajada española del país de origen del Ministro de Culto. En gene-ral, es absolutamente contraproducente venir a España con un visadode turista e intentar cambiarlo una vez que se está en España.

Lo ideal es que los misioneros se pongan en contacto con iglesias odenominaciones establecidas en España antes de venir y que concier-ten con ellas una invitación para ejercer su ministerio en nuestro país.

En los apartados 2.2 y 2.3, partiendo del supuesto de que elMinistro de Culto está en un país extranjero, explicamos el procesoque nosotros seguimos (no se excluyen otras posibles formas deactuación), y efectuamos recomendaciones para poder invitarle.

1.2. Solicitud al Ministerio de Justicia de la verificación de la condi-ción de Ministro de Culto extranjero y de la inscripción de la Iglesia

Antes de proceder a la presentación de la solicitud de permisode residencia con excepción de permiso de trabajo para elMinistro de Culto, es necesario reunir la documentación que sedebe adjuntar a la solicitud.

Entre esa documentación se encuentra un certificado de laDirección General de Asuntos Religiosos por el que ese organismoacredita que la iglesia está inscrita y verifica la condición deMinistro de Culto de la persona que es invitada por la iglesia.

El origen de este certificado de inscripción y verificación está enlos apartados 1 y 2 del artículo 68 h) del Reglamento de la Ley deExtranjería, publicado con fecha de 20 de julio de 2001 (BOE 174de 21 de julio de 2001), que establece los requisitos para reconocerla condición de Ministro de Culto a los efectos de obtener permisode residencia en España con excepción de permiso de trabajo.

Artículo 68 h) del Reglamento de la Ley de Extranjería.h) Ministros, religiosos o representantes de las diferentes Iglesias y

Confesiones. Tendrán esta consideración las personas en quienesconcurran los siguientes requisitos:

1. Que pertenezcan a una Iglesia o Confesión que figure debidamenteinscrita en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia.

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Disposiciones legales y formularios

Page 156: La Iglesia y la Migración

A LA DIRECCIÓN GENERAL DE ASUNTOS RELIGIOSOS

D. .........................................................., representante legal de la entidad religio-sa denominada ....................................................................................................inscrita con el n.º ........-SE/A en el Registro Legal, con domicilio social en.................................... C/ ............................................ , por el presente escritocomparece y como mejor proceda

DICE: Que mediante el presente escrito viene a solicitar la verificación del Ministerio deJusticia establecida en el artículo 68 del Reglamento de la Ley de Extranjería sobreel Ministro de Culto Don................................................., de nacionalidad esta-dounidense y con pasaporte n.º ........................... el cual ha sido invitado como talMinistro de Culto por esta entidad religiosa para realizar su ministerio religioso enEspaña.

Adjunto al presente escrito dos certificados:- Certificado de la iglesia .............................. que le ha reconocido como Ministrode Culto después de haber cumplido los requisitos requeridos.- Certificado de FEREDE en el que se manifiesta la conformidad con la designaciónde Don .............................................................. como Ministro de Culto extranjero.

Por lo expuesto,

SOLICITO: Que se tenga por presentado este escrito junto con los documentosque se acompañan y en su virtud se expida la conformidad o Visto Bueno de laDirección General de Asuntos Religiosos en la verificación de la condición deMinistro de Culto extranjero de Don ..........................., de acuerdo al procedi-miento establecido en el Reglamento de la Ley de Extranjería antes citado y en losAcuerdos de Cooperación suscritos con la FEREDE.

OTROSÍ DIGO que a efectos de notificaciones de la presente solicitud designo elsiguiente domicilio:

FEREDE - Don Mariano Blázquez Burgo Pablo Serrano, 9 posterior28043 Madrid

Fdo. .......................................1

Representante Legal

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A P É N D I C E

de la solicitud de permiso de residencia con excepción de permisode trabajo. Consideramos suficiente el texto que normalmente figu-ra en la carta de invitación y memoria descriptiva de la actividaddel Ministro de Culto, en la que se deja constancia de que la igle-sia invita, por un determinado tiempo, al Ministro de Culto para querealice las funciones religiosas propias de su ministerio, dentro delámbito de la iglesia; ésta, a su vez, asume la plena responsabilidadde su actividad y comportamiento.

Situaciones especiales. Renovación de residenciaEn el caso de misioneros o pastores que hubieran obtenido el per-

miso de residencia con excepción de permiso de trabajo con ante-rioridad a la publicación del Reglamento de Extranjería, será tam-bién necesario que soliciten el certificado de verificación para queles sea concedida la renovación de la residencia.

1.3 Formularios para el Apartado 2.2Éstos son los trámites para los que se facilitan formularios:- Solicitud de verificación de la condición de Ministro de Cultoextranjero. - Solicitud de inscripción de la iglesia.Relación de formularios1. Sol-MJ-IGL-McultoExtranjero1. Contenido: Solicitud de una

iglesia al Ministerio de Justicia para que emita un certificación deinscripción de la iglesia en el Registro de Entidades Religiosas yverifique la condición de un Ministro de Culto de una personadesignada por la iglesia.

2. CRTF-IGL-McultoExtranjero1. Contenido: Certificado de la igle-sia que debe adjuntarse a la solicitud anterior por la que designaMinistro de Culto y solicita la verificación del Ministerio de Justicia.

3. CRTF-FEREDE-MJ-Residencia-IGL-Extr1. Contenido: Certifica-do de FEREDE que puede adjuntarse a la solicitud antes citada enla que expresa la conformidad con la designación de Ministro deCulto realizada por la Iglesia.

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Disposiciones legales y formularios

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FEREDEPablo Serrano 9 posteriorTelf. 91-381.04.02 Fax. 91 381 41 89E-Mail: [email protected]

MARIANO BLÁZQUEZ BURGO, Secretario Ejecutivo de la FEDERACIÓN DEENTIDADES RELIGIOSAS EVANGÉLICAS DE ESPAÑA, domiciliada en Madrid,calle Pablo Serrano, 9 posterior, e inscrita en el Registro Legal de la DirecciónGeneral de Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia con el número 3034-SE/D.

C E R T I F I C A:Primero. Que, de los documentos y demás antecedentes obrantes en estaSecretaría de mi cargo, consta que la iglesia denominada............................., ins-crita con el n.º ............-SE/A en el Registro Legal, ha invitado al Ministro de CultoDon......................................................, de nacionalidad ...................., con pasa-porte n.º ........................, para realizar su ministerio religioso en España, habién-dose instado la correspondiente solicitud de permiso de residencia en España conexcepción de permiso de trabajo.

Segundo. Que Don .............................................................. está acreditado yreconocido como Ministro de Culto por la iglesia antes citada, la cual pertenece aesta Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España.

Tercero. Que en virtud de lo anterior, esta Federación reconoce la condición deMinistro de Culto extranjero de Don ........................................................, por loque la Comisión Permanente de FEREDE expresa su conformidad con dicha con-dición de Ministro de Culto.Y, para que conste y surta efectos donde proceda, se expide el presente a peticiónde la mencionada iglesia en Madrid, a ......................................................3

Mariano Blázquez BurgoSecretario Ejecutivo

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Don............................................................., Representante Legal de la EntidadReligiosa denominada IGLESIA ........................................... con domicilio en............................, c/. ...................................... y registrada con el número .......-SE/A y miembro de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España(FEREDE)

CERTIFICAQue esta entidad conforme a sus normas estatutarias ha adoptado los siguientes

ACUERDOS:

Primero: Solicitar los servicios religiosos de Don ................................................................................., de nacionalidad ..............................., conpasaporte n.º .................................., y reconocerle como Ministro de Culto de estaiglesia por cumplir los requisitos necesarios y estar facultado para el ejercicio desu ministerio religioso, que será la única actividad que realizará en España porencargo de esta iglesia.

Segundo: Que a los efectos de que a la persona citada en el acuerdo anterior se letenga y considere como Ministro de Culto con todas las prerrogativas y obligacionesinherentes a su ministerio, se solicita la conformidad de la Comisión Permanente dela Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España.

Tercero: Solicitar a la Dirección General de Asuntos Religiosos la verificación delMinisterio de Justicia prevista en el artículo 68 del Reglamento de la Ley deExtranjería.

Fdo. ...............................2

Representante Legal

(Observaciones para la entidad: Este modelo debe ser pasado a papel con mem-brete de la iglesia, cumplimentando los huecos en blanco.)

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2. Fotocopia del pasaporte del Ministro de Culto. Por duplicado.3. Carta de invitación al Ministro de Culto (y su familia) por parte dela iglesia española. Original con legitimación de firmas y fotocopia.4. Memoria descriptiva de las actividades a desarrollar y su dura-ción (original y copia). 5. Fotocopia del certificado de inscripción de la iglesia y de con-formidad del Ministro de Culto en el Registro de EntidadesReligiosas del Ministerio de Justicia. Por duplicado. (En el aparta-do 2.2 se explica cómo obtener este certificado.)6. Fotocopia del NIF de la iglesia. Por duplicado. 7. Opcionalmente, certificado acreditativo de que la iglesia formaparte de FEREDE.¿Dónde ha de presentar la solicitud la iglesia? En la Delegación del Gobierno correspondiente a la provincia

donde tenga el domicilio social la iglesia invitante. Esto es así incluso en el caso de que el Ministro de Culto vaya a

prestar sus servicios en una congregación ubicada en otra ciudad.En Madrid, la oficina competente está en la calle Pintor Rosales, 46. 2. Remisión al pastor del resguardo de la solicitud.Cuando la Iglesia presenta la solicitud de residencia si la docu-

mentación está completa le ponen el N.E.V. (número de excepciónválido) en la primera hoja del impreso autocopiativo. Al presentarla solicitud en Registro deben estampar el sello del registro deentrada en hoja de color rosa que es devuelta al presentador.

Esta hoja de color rosa sellada y con el número NEV puesto semanda al Ministro de Culto en el país de origen.

3. Solicitud de visado por el Ministro de Culto.Salvo causas excepcionales (motivos humanitarios, sanitarios o de

colaboración en la justicia) el visado será expedido por las misio-nes diplomáticas y oficinas consulares de España.

Esto quiere decir que el Visado debe conseguirse en la embajadao consulado de España en el país de origen. Es absolutamente con-

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2. UN PROCEDIMIENTO PARA LA RESIDENCIA DE MINISTROS DECULTO EXTRANJEROS EN ESPAÑA2.1. ProcedimientoHemos dividido el proceso en varias partes: 1. Invitación por parte de la iglesia y solicitud de residencia conexcepción del permiso de trabajo.2. Remisión al pastor del resguardo de la solicitud. 3. Solicitud de visado por el Ministro de Culto. 4. Remisión a la iglesia del resguardo de la solicitud de visado. 5. Presentación por la iglesia del resguardo de la solicitud de visado. 6. Recogida del visado por el Ministro de Culto y entrada en España. 1. Invitación por parte de la iglesia y solicitud de residencia conexcepción del permiso de trabajo¿Quién puede cursar la invitación?Una iglesia legalmente constituida. Adjuntamos un modelo de

invitación que debe ser firmado por los representantes legales de laiglesia. Las firmas deben ser legitimadas por un notario.

¿A qué tipo de personas se puede invitar por este procedimien-to: maestros, misioneros, pastores...? La normativa española concede facilidades cuando se trata de pas-

tores o Ministros de Culto . Cuando se invita a otro tipo de personas(obreros, evangelistas, estudiantes, misioneros, etc.), no existen lasmismas facilidades, y con frecuencia las solicitudes son denegadas.

¿Qué ocurre si el ministro de culto está casado?Debe incluirse en la invitación a su cónyuge y, en su caso, a sus hijos.La esposa normalmente no vendrá como Ministro de Culto sino

como cónyuge del mismo. ¿Qué trámites tiene que hacer la iglesia? La iglesia tiene que invitar formalmente al Ministro de Culto, para

lo cual adjuntará la siguiente documentación: 1. Instancia oficial de solicitud de residencia con excepción depermiso de trabajo.

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4. Remisión a la Iglesia del resguardo de la solicitud de visadoEl original de esa hoja sellada con la fotografía o resguardo de la

solicitud de visado se debe remitir por parte del Ministro de Cultoa la Iglesia en España.

5. Presentación por la Iglesia del resguardoEl original de la hoja sellada con la fotografía o resguardo de la

solicitud de visado se presenta por la Iglesia en la delegación delGobierno donde se efectuó la solicitud inicial donde la esperanpara dar el visto bueno al expediente.

Si toda la información y documentación es correcta desde laDelegación del Gobierno se manda una comunicación autorizandoa la oficina consular la expedición del Visado.

6. Recogida del visado por el Ministro de Culto y Remisión de laconcesión de la excepción permiso de trabajo y entrada en EspañaNormalmente la embajada se comunica por teléfono u otro

medio con el interesado y le ponen el visado en el pasaporte. Deesta forma el Ministro de Culto puede entrar en España con su visa-do para la residencia por más de tres meses.

La Delegación del Gobierno donde ha tramitado el expedientemanda a la dirección que se ha declarado que tendrá el Ministro deCulto en España la resolución de excepción de permiso de trabajo.

Una vez que llegue a España debe finalizar la tramitación en laComisaría General de Extranjería y Documentación quien remitiráescrito a la Iglesia invitante con atención al Ministro de Culto en laque le citaran para aportar documentación y finalizar el proceso desobre la concesión de residencia.

La documentación que normalmente se solicita es la siguiente: - Pasaporte con visado y fotocopia de este.

- Certificado de antecedentes penales expedido por las autoridades de su país.

- Certificado médico de no padecer enfermedades cuarentenales, drogadicción,

infecciosas o parasitarias.

- Original y fotocopia del seguro médico que posea.

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traproducente venir a España con visado de turista e intentar cam-biarlo una vez que se está en España pues habría que esperar dosaños para regularizar la situación.

En la solicitud de visado debe ponerse que se trata de un Ministrode Culto o pastor evangélico. Como hemos indicado no recomen-damos poner otros términos como son : misionero, maestro etc.

Si llegara el caso el interesado deberá explicar en la oficina con-sular que los Ministros de Culto no están afectados por los denomi-nados contingentes de trabajadores extranjeros.

Si el Ministro de Culto está casado el cónyuge e hijos deben solici-tar también visado como ama de casa o unidad familiar según el caso.

Se debe presentar la solicitud en impreso oficial y se deben adjun-tar los documentos que solicite la embajada o consulado.Normalmente se presentan al menos los siguientes documentos:

a) Solicitud de visado en impreso oficial.b) Original de la hoja rosa de solicitud de permiso de residenciacon excepción de permiso de trabajo tramitada desde España.c) Original de la carta de invitación del Ministro de Culto (y sufamilia) por parte de la Iglesia española. Original con legitima-ción de firmas.d) Pasaporte del Ministro de Culto y en su caso de su esposa e hijos.e) Original del certificado de la policía por el que se acredite queel Ministro carece de antecedentes penales en su país o éstosestán cancelados. f) Original de un certificado médico del país de residencia del Ministroen el que se acredite que no tiene enfermedad contagiosa. g) Cuatro fotografías tamaño carnet. La solicitud de visado debe ser sellada por la oficina competente

quien debe expedir una copia o resguardo de la solicitud para elinteresado. Normalmente se grapa en una de las hojas de la solici-tud de visado la fotografía del Ministro de Culto, esta hoja se sellay se entrega al solicitante.

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2.5. Comentario sobre el Proyecto de reforma de la Ley de Extranjería

El Gobierno y el grupo parlamentario socialista han alcanzado unacuerdo sobre la reforma de la Ley de Extranjería que se está tra-mitando actualmente en el Congreso de los Diputados.

Es previsible, por tanto, que a finales del año 2003 y comienzosdel 2004 tengamos una nueva regulación en materia de extranjería,que traerá importantes modificaciones.

Esta reforma parcial que tendrá lugar, ha venido forzada por laanulación por el Tribunal Supremo de gran parte del articulado delreglamento y por la necesidad de introducir varias directivas euro-peas en materia de extranjería.

Algunas de las novedades más importantes afectarán a cuestio-nes tales como:

- El visado, que será el único documento para entrar, trabajar,estudiar, sin más papeles ni permisos. Se dará en los países de ori-gen y con la vigencia limitada al tiempo del contrato de trabajo odel curso que se vaya a hacer. Se introduce el visado de tresmeses para buscar trabajo, que no se prolongará en caso de queel extranjero no logre empleo. - Se tipifica con mayor precisión y se refuerzan las sanciones por lasinfracciones "individuales o colectivas" de quienes con ánimo delucro trabajen o integren las mafias de traficantes de personas. - A las compañías aéreas se les podrá exigir el listado del pasajeantes de que el avión despegue en los países de origen. Además,las compañías tendrán que hacerse cargo, en condiciones dignas,del retorno de los pasajeros en tránsito a los que se les denieguela entrada y se fija un catálogo de multas para las que no respe-ten las exigencias legales. - Se exigirá a los municipios que mantengan actualizado elpadrón, que podrá ser utilizado como fuente de información porel Ministerio del Interior para el control migratorio. Se han limita-

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2.2 Formularios para la solicitud de residencia de Ministros deCulto en España.

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Notas

1. Modelo: Sol-MJ-IGL-McultoExtranjero1.

2. Modelo: CRTF-IGL-McultoExtranjero1.

3. Modelo: CRTF-FEREDE-MJ-Residencia-IGL-Extr1

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do las vías de acceso a esa información. También se podrá recurrira bases de datos de otras administraciones, como la AgenciaTributaria o la Tesorería de la Seguridad Social.- Se refuerza y agiliza la "expulsión preferente", la más rápida, yse penalizará a los inmigrantes que intenten entrar por puntosfronterizos no autorizados, a quienes se les impedirá volverdurante diez años. España reconocerá sin más trámites las resolu-ciones de expulsión de otros países de la UE. - Reagrupación. Se rompe la llamada reagrupación en cadena quepermitía que un trabajador pudiera traer a su pareja, ésta a suspadres, éstos a sus ancestros... Según el proyecto, sólo podránreagrupar a sus familiares aquéllos que hayan obtenido por sí mis-mos el permiso para estar en España y no mediante un reagrupa-miento anterior.

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