LA FLOR Y EL SOLHaba una vez una flor que se quejaba del sol , pero ella no saba que el sol era importante para su crecimiento. Un da el sol le pregunt a la flor por qu me odias flor?por qu me das mucho sol, le respondi y ya no aguanto ms.Al da siguiente el sol decidi no salir ms, y la flor pens que por fin se libr de l, estaba feliz.Pas una semana y la flor comenz a congelarse y a marchitarse con el fro.As que decidi hablarle al sol para que le diera nuevamente calor, pero el estaba muy triste y no fue fcil para el sol hacerle caso, pues se senta muy herido.Finalmente el sol olvid los rencores y decidi salir ,la flor agradeci su gesto pues reflexion sobre la importancia que tiene el sol en nuestras vidas.

Qu valor extraes de la lectura?

Autor:Publicado porRosabel Luisa Valdivia Gmezen21:293 comentarios:Enviar por correo electrnicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con FacebookCompartir en PinterestANTES TODO ERA MEJOR

En un futuro no muy lejano aproximadamente en el 2100Un da por casualidad, Paula encontr unos apuntes a lapicero escritos en muchsimas hojas amarillentas, eran de su bisabuela qu horror!.Pensesta es una antigedad. Antes tenan que comprar enormes repisas para guardar muchos libros, en cambio ahora en un pequeo dispositivo guardas miles de libros y anotaciones,no tienes que estar cargando apuntes ni libros tan pesados.

En eso apareci el profesor electrnico de Paula y le indic que era hora de la leccin de matemtica, rpidamente le dio la explicacin, le indic la tarea y la corrigi.Paula no comprendi los ejercicios, entonces le pregunt a su profesor sus dudas, pero l le contest que no poda responder a sus preguntas porque no estaba programado para hacerlo. Paula decide jugar con Toms en su laptop y le cuenta sobre los apuntes que haba encontrado y que pertenecan a su bisabuela y le pregunta si saba algo de las antiguas escuelas y Toms su amigo le respondi que s y le cuenta que antes todos los nios iban a un colegio a estudiar , donde haban profesores que les enseaban diferentes cursos y tambin les aconsejaban, me imagino que debi ser muy divertido, me hubiera gustado vivir en esos tiempo y as tener muchos amigos, dijo Toms.

Fue all cuando Paula comprende quienes eran esas nias que salan junto a su bisabuela en una fotografa, donde todas utilizaban un mismo uniforme y tambin le coment que en la parte superior encontr un nombre extrao de un seor, Toms sonri y le cont que antes los colegios llevaban el nombre de un hroe, prcer o personaje. En ese momento interrumpi el robot y le comunic a Paula que tena que darle la clase de historia y matemtica.

Paula ya saba lo de siempre, las mismas palabras, las mismas palabras, las mismas palabras : cuando cumpleste felicita y cuando no lo haces bien, te dice esfurzate, esfurzate, esfurzate.

Ser que el avance de la ciencia nos deshumaniza ms.

Qu opinas al respecto?

Autor: Esther Maman C.Seccin: 3 DPublicado porRosabel Luisa Valdivia Gmezen21:173 comentarios:Enviar por correo electrnicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con FacebookCompartir en PinterestNADIE SABE LO QUE TIENE HASTA QUE LO PIERDE

Haba una vez un nio llamado Ren, cuya madre siempre estaba preocupada por l, pues sus notas eran un desastre.

As pasaron los aos, la madre de Ren siempre lo aconsejaba, perol no la escuchaba, an ms, le faltaba al respeto.

Despus de un tiempo la madre de Rene se sinti delicada de salud, visit al doctor, luego de hacerse algunos exmenes, el mdico le dijoque su enfermedad era grave dndole poco tiempo de vida.

Sigui su rutina sin contarle nada a su hijo sobre su enfermedad, segua aconsejndolo y Ren sin obedecerla.

Ella sufra mucho, no saba que iba a ser de su hijo cuando ella no estuviera a su lado,pasaron los das hasta que lleg el da fatal. Aquella maana despert muy temprano, salud a su hijo y le pidi que antes que se fuera al colegio le diera un beso, ms l respondi que estaba apurado, que no tena tiempo y se march.

Aquel da la madre de Ren llor mucho hasta que dio su ltimoaliento. Cuando Ren llego a su casa, toc y toc la puerta, esper mucho tiempo hasta que decidi saltar el cerco y llegar a la sala. Seguramente su mam habra salido! Culfue su sorpresa al ver a su madre muerta en el suelo,se arrodill llor, grit, pidi perdn por toda su irresponsabilidad, se sinti culpable no pudo darle el ltimo beso que ella le pidi!

Sali a la calle, pidi ayuda, sus vecinos vinieron apoyarlo y as enterraron a su madre.

Se fue de su casa, busc trabajo, encontrando explotacin,abuso, soledad y miseria.Fue entonces cuando comenz a valorar los buenos consejos de las personas que conoci y decidi luchar por ser mejor persona.Luch, trabajo mucho,estudi y sali adelante recordando siempre los consejos de su madre.

Finalmente Ren logr ser feliz con el cambio de su vida, gracias a los consejos de su querida y recordada mam.

Autor: Fiorella Saravia C.Seccin: 3 CPublicado porRosabel Luisa Valdivia Gmezen21:177 comentarios:Enviar por correo electrnicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con FacebookCompartir en PinterestLA PUNTUALIDAD

Un joven llamado Jos caminaba por el mundo, mostrando su puntualidad y con ello su responsabilidad. Era conocido como un nio muy puntual, pues siempre llegaba a la hora exacta a sus compromisos. Era un nio muy organizado.

Una maana al mirar su reloj pens que tena tiempo de sobra para acudir a un lugar a la hora convenida, por lo que se alist con mucha paciencia.Fue entonces que al mirar su reloj se dio cuenta que este se encontraba malogrado, muy desesperado sali de su casa para ir a su compromiso, llegando tarde.

Finalmente, Jos despierta angustiado y se da cuenta que todo fue un sueo, una pesadilla, a l no le gustaba llegar tarde a ningn lugar. Desde entonces, decidi revisar su reloj todas las noches.

Esto le permiti no desesperarse en la vida, seguir llegando responsablemente a sus actividades.

As organiz su tiempo y triunfo en la vida.

Autor: Jhon Quilluya PGrado: 3 APublicado porRosabel Luisa Valdivia Gmezen21:163 comentarios:Enviar por correo electrnicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con FacebookCompartir en PinterestCUENTO: El Sueo del Pongo

Un hombrecito se encamin a la casa- hacienda de su patrn.Como era siervo iba a cumplir el turno de pongo, de sirviente.El gran seor, patrn de la hacienda, no pudo contener la risa cuando el hombrecito lo salud. Eres gente u otra cosa - le pregunt. Atemorizado, con los ojos helados, se qued de pie.- "A ver! -Dijo el patrn - por lo menos sabr lavar ollas siquiera manejar la escoba. Con esas sus manos que parecen que no son nada. Arrodillndose el pongo beso las manos al patrn y, todo agachado, sigui al mandn hasta la cocina. El hombrecito no hablaba con nadie, trabajaba callado; coma Si, papacito; si mamacita, era cuanto sola decir. El patrn martirizaba siempre al pongo, delante de toda la servidumbre.Lo empujaba de la cabeza y obligaba a que se arrodillara.- "Creo que eres perro, Ladra! -le deca.Trota de costado, como perro -segua ordenndole el hacendado". El hombrecito saba correr imitando a los perros pequeos de la puna.El patrn rea, de muy buena gana; la risa le sacuda todo el cuerpo.Y as, todos los das, el patrn hacia revolcarse a su nuevo pongo, delante de la servidumbre.Lo obligaba a rerse, a fingir llanto. Lo entreg a la mofa de sus iguales los colonos. Pero una tarde ese hombrecito, habl muy claramente.Gran seor, dame tu licencia; padrecito mo, quiero hablarte" - dijo. El patrn no oy lo que deca.Qu? T eres quien ha hablado u otro? pregunt."Padre mo, seor mo empez a hablar el hombrecito- So anoche que habamos muerto los dos, juntos. Como ramos hombres muertos, seor mo, aparecimos desnudos, los dos juntos, desnudos ante nuestro gran padre San Francisco, nos examin con sus ojos que miran el corazn de cada uno y lo que ramos y lo que somos. Como hombre rico y grande, t enfrentabas esos ojos, padre mo. y entonces? -pregunt el patrn.-Dueo mo: apenas nuestro padre San Francisco dio la orden, apareci un ngel, brillante como el sol; bello de luz suave. Traa en sus manos una copa de oro.- ngel mayor: cubre a este caballero con la miel que est en la copa de oro, sobre su cuerpo del hombre.Y as enluci tu cuerpecito como si estuviera hecho de oro, transparente".As tena que ser dijo el patrn, y luego pregunt: - Y a ti? Nuestro San Francisco volvi a ordenar: Que el ms ordinario ngel traiga en un tarro excremento humano-Y entonces? Trayendo un tarro grande; Oye viejo orden nuestro gran Padre a ese pobre ngel embadurna el cuerpo de este hombrecito con el excremento que hay en la lata; todo el cuerpo, de cualquier manera; cbrelo como puedas Rpido!- As mismo tena que ser afirm el patrn- Continua! A todo incluye ah?- No padrecito. Cuando nos vimos juntos, ante nuestro Gran Padre, el volvi a mirarnos y a ti ya a m. Luego dijo: "Ahora lmanse el uno al otro! Despacio, por mucho tiempo". Nuestro Padre le encomend al viejo ngel vigilar que su voluntad se cumpliera.

Sabes quin es el autor?

A qu reflexin nos llevara el cuento?