la cassida - mapa.gob.es · btograffa.-la cussida vi^ttata inverna en el estado adulto,...

13
LA "CASSIDA" Es de acepción vulgar en Andalucía el nom- bre de "chinche", con que incorrectamente es conocido un crisomélido, Cassida vitta^a Vil- lera, que en ciertos af^os causa daños consi- derables. Hay otras dos especies del mismo género, la Ca$si^d^c nebul.asa L, y la Cassida nobilis L., que también constituyen plagas de la remolacha, pero que en Espaíla son desco- nocidas como tales. La Cas$ida vi-t'ta.ta tan sólo causa daños en España e Italia, mientras que el área de ata- que de la C. neb^uloksa abarca toda Europa hasta Asia; la C. +riobiG^:s es frecuente en la Europa del Norte y central, y parece haberse hallado en el norte de Africa. De las l;res especies citadas es a^aso la Casszda vittatcc la que más daños causa, y llega a ser temible, tanto en España como en Italia. La región más afectada es Andalucía, y principalmente la provincia de Granada, don- de está muy extendida, sobre todo en las v^-

Upload: others

Post on 18-Apr-2020

4 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

LA "CASSIDA"

Es de acepción vulgar en Andalucía el nom-bre de "chinche", con que incorrectamente esconocido un crisomélido, Cassida vitta^a Vil-lera, que en ciertos af^os causa daños consi-derables. Hay otras dos especies del mismogénero, la Ca$si^d^c nebul.asa L, y la Cassidanobilis L., que también constituyen plagas dela remolacha, pero que en Espaíla son desco-nocidas como tales.

La Cas$ida vi-t'ta.ta tan sólo causa daños enEspaña e Italia, mientras que el área de ata-que de la C. neb^uloksa abarca toda Europahasta Asia; la C. +riobiG^:s es frecuente en laEuropa del Norte y central, y parece habersehallado en el norte de Africa.

De las l;res especies citadas es a^aso laCasszda vittatcc la que más daños causa, yllega a ser temible, tanto en España como enItalia.

La región más afectada es Andalucía, yprincipalmente la provincia de Granada, don-de está muy extendida, sobre todo en las v^-

- 22 -

gas de Granada y Guadix, así como en las deMotril y Salo}^reña, en la costa. Causa dañosde bastante intensidad en Málaga, y lo m^s-md en ]a provincia de Sevílla, en el valle ín-ferior del Guadalquivir ; también se ha reco-nocido como plaga en Lora del Río. En 1-provincia de Cádiz se conocen sus ataque^en Jerez de la Frontera, Arcos y Puerto Real,y en la de Almería, en las zonaa de la capitaly de Adra.

En el resto de España existen citas aisla-das, sin que los daños lleguen a revestir loscaracteres que en Andalucía; en las zonas deremolacha de Navarra y Rioja, si aparece,suele ser en número reducido; únicamentehay datos, procedentes de Marcilla (Nava-rra), de haber sido importantes sus ataquesen años diversos. Está citada en Aragón, ytambién se ha encontrado en Madrid, CiudadSZeal y Mallorca, aunque no como perjudicial.

DESCRIPCIÓN.-Es muy caracterfstica, entodas las especies del género Cassid,a, en suestado adulto, Ia forma de su pronoto y desus élitros, que se encuentran dilatados, re-cubriendo Ia cabeza y el cuerpo del insect^o,ocultándole por completo, a modo del capara-zón de una tortuga.

Es de forma oval, convexo por Ia partedorsal y pIano por el vientre; Io que vulgar-;mente llamarfamos caparazón ea de color iverde claro, con dos fajas verde cobrizo a lo

-- 23 -

Ftg. 3.-Lesiones causadas en lae hojas por la CassídaVftfata Vtllera. (Appe]).

largo de los Flitros, pl•óxiluxs a la sutura ;son aquéllos punteados, con estrías longitudi-nales. El cuerpo del animal, visto por la pari^inferior, es negro, y queda rebordeado poruna franja amarilla d•21 caparazón; sus p:tta^son am^tt•iilo-verdosas, ,y las antenas anl^l'I-

Fígs. 4 y 5.-El pronoto y loa élitros de loa adultuy dr^C^urxida ae prolongan a modo de caparazón, ocultand^^por coml>leto la cabeza y cuerpo del inaect^^. (Original.i

Ilas, con el extremo parduzco. Las dimensio-nes del insecto adulto están comprendidas en-tre 4,5 y 6 milímetros de longitnd y de tresa cuatro de anchura.

La larva es oval, aplastada, ligei•amentFconvexa por el dorso, de color verde claro ;todo el contorno del cuerpo va provisto deunos apéndicea en forma de espínas, y el últi-mo seglnento Ileva una especie de horquilla,

-2^-

en la que se retieuen las mudas y excremen-tos, con los clue el animal puede proteger sucuerpo dirigizndo la horquilla hacia adelantesobre la espalda.

Los huevos son alargados, de algo ^más deun milímetro de longitud, de color a^marillen-to. A1 ser depositados, quedan recuhiertos deun liquido, que se coagula con gran rapidez,formando wia película que los protege.

BtoGRAFfa.-La Cussida vi^ttata inverna enel estado adulto, refugiándose con preferen-cia, en grupos más o menos numerosos, entrelos juncos, cañaverales y otras plantas quenacen espontáneamente en las márgenes delas acequias de riego; también se cobijan,en caso de necesidad, entre zarzas, retamas oaliagas, en terreno de monte, e incluso se lasencuentra bajo las piedras. F,stos insectos in-vernantes son ios llamados a reproducir laplaga al año sig•uiente.

En Andalucía salen los insectos cie sus re-fugios al Ilegar la primavera, ,y ya desde me-diados a fines de marzo se les encuentra enlas remolachas.

A los siete ^u ocho días de invadir la plantacomienzan a verse huevecillos en el envés delas hojas, generalmente en las nerviaciones,colocados en grupos, recubiertos por la pelí-cula protectora, que adopta una forma rectan-gular.

Dura. la puesta dos o tres semanas, y en

-26-

esta primera generación nace la larva alos ocho o diez días, En Andalucía, a media-dos de abril, ya se encuentran gran númerode Iarvas. Viven éstas siempre en el envés dé]as hojas, devorando el parénquima, forman-do áreas comidas más o menos redondeadasy respetando la epiderrnis de la cara supe-rior, que acaba por secarse y desgarrarse.

De este modo co^itinúa nutriéndose la lar-va hasta que alcanza su total desarrollo, enlo que tarda una veintena de días, al cabo delos ouales se transforma en ninfa, la cualpermanece adherida a la hoja y a los peciolospor su extremo anal.

A los seia u ocho dfas nace el insecto per-fecto, habiendo empleado en su evolución,desde la puesta del huevo hasta su transfor-mación en adiilto, de treinta y seis a cuaren-ta dfas.

Desde primeros de mayo comienzan a apa-recer Ios adultos del afío, que continúan devo-rando las hojas de remolacha y nuevaTnentese reproducen.

Como el primer período de pueata duraunos veinte días, se explica que se encuen"tren simultáneamente, en una misma plant aIarvas, adultos y huevos.

A mediados de junio ya se ven los adult^sde la segunda generación, y hacia mediadosde este mea o P^ncipios de julio quedan lasremolachas Iibres de insectos.

En Almería, y al final del verano, fueron

^ 27 -

encontradas las Cassidas por nuestro malo-grado compañero D. Jesús Berro, sobre di-versas quenopodiáceas, pero sin que observa-se en ellas más que adultos, lo cual pareceatestiguar que en España tan sólo tiene dosgeneraciones, siendo así que por el profesorMenozzi, se han comprobado tres, en Italia,donde permanece sobre la remolacha hastael mes de septiembre.

En Navarra, Bioja y Aragón, en los affosen que aparace la plaga, pasa inadvertida laprimera generación, debido sin duda, al es-caso número de inaectoa que resisten el in-vierno, mucho Rnás crudo que en Andalucfa,donde la primera generación suele ser abun-dante. Los daños comienzan en esta región amediados de junio, prolongándose hasta fina-les de j ulio, en cuya época emigran, los in-sectos, de la remolacha.

DaÑOS.-1^'o es raro encontrar sobre unamisma hoja de 30 a 40 insectos, entre larvasy adultos, los cuales acaban por devorar elparénquima y dejar el limbo reducido a sunervadura. EI ataque comienza por las ho-jas externas, continuando después en las in-teriores.

Una aola planta puede llegar a perder de200 a 300 gramos del peso de sus hojas comoconsecuencia de :os ataques de la plaga, y,naturalmente, esta e.:^:rme pérdida repercute,aumentada, sobre la raíz, que no sólo no se

__ zg .

desarrolla, sino que disminuye su riqueza enazúcar.

F.n Almería se han observado bancales en-teros de rernolacha sin una sola hoja, con ]ocua^ se pudrió gran parte de la raíz, y con laque pudo recogerse obtuvieron las fábricas unrendimiento ruinoso.

En Granada, en el año 1907, estimaron losagrónomos de la Sociedad General Azucare-ra que la merma de cosecha fué de un 25 aun 30 por 100, y eso que la invasión, a^unquebastante extendida, no fué de gran intensi-dad. En 1930 se evaluó la pérdida de remola-cha en Granada, a causa de esta plaga, en20.000 toneladas.

En el norte de España, como los daños soncausados tan sólo durante mes y medio deverano, estando ]a remolacha ya formada, serepone fácilmente después del ataque, y poresto las pérdidas no sue',en ser importantes.

ENEMIGOS NATUBALES.-En España, hastael pi-esente, no se han hallado parásitos de laCassiácc ^rittattc; únicamente se ha comproba-do que los vencejos y gorriones comen estosinsectos.

En ltalia, en cambio, se conocen cuatro hi-menópteros útiles, que la parasitan ; el másimportante es el Tetr.astichics Bruz.^nis Masi,cuya hembra es una pequeña avispa de 1,5milírnetros de longitud, que clava su oviscap-to en las larvas de C«ssi^c^ y deposita en su

'19--

interior de ocho a diez huevos, de los cualesnacen larvitas que devoran sus vísceras. has-ta que perece aquélla, generalmente antes dellegar a la ninfosis.

El Tet^•astichus Bruzzonis parece ser lacausa de que en ciertas regiones de Italiaqueden atenuadas las invasiones de Cc^ssida,y por este motivo se ha tratado de introdu-cirle en otras zonas, previa su crianza en in-sectarios, aunque con escaso resultado,

MEntos DE LUCHA.-Está plenamente de-mostrada la eficacia de las pulverizaciones alas hojas de remolacha con arseniato de plo-mo diluído en agua, empleándolo hasta la do-sis máxima cle ?50 gramos de arseniato enpolvo en 100 litros. Con menor cantidad dearseniato ya da ^el tratamiento buenos re ;ul-tados, pero conviene forzar la dos:s para a'^-canzar la utilidad mayor. Las cifras citadasse refieren al arseniatfl de plomo en polvo,que deberá ser de la mayor finura posible yde una riqueza del 30 por 100 en As205.

El caldo ea fácil de preparar, se adhierebien a la planta y no causa daños en ella,siempre que la riqueza del polvo en arsénicosoluble no sea superior al 0,5 por 100, expre-sada en AsaOb; por encima de esta cífra elarseniato es de mala calidad y puede produ-cir que^maduras en las hojas. Teniendo lasdebidas precauciones, no ofrece peligro sumanejo, si bien es preciso reoordar que s^

.:..:^̂ ^4ww^*^.h..^re

Flg. 8.-Antes de cargar loa pul^•erizadores es necesaríoremover blen el caldo araenícal, para que la suspenstónsea homogénea. (Confederación HidrográRca del Duero.)

Fig. 7.-Pulverízación de un campo de remolacha conaparatos de mochila. (Confederaclbn Hidrogr&Rca del

Duero. )

- 31 --,, <

trata de un actívísirno veneno, •y por%f,^ii o- .tivo debe evitarse que el ganado c8tna:^ashojas de remolacha después de-]a puTú^za-ción.

Para que el tratamiento sea eñcaz ^ŝé re-quiere qu^e el caldo arsenical esté bien prepa-rado, de modo que la auspensión del polvo enel agua sea lo más homogénea posible; paraello, se hará previamente una pasta, echandoel araeniato en una pequeña cantidad deagua, batiendo perfectamente, y despuéa seañade, poco a poco, el agua restante, sin de-jar de agitar con un palo. Cada vez que sellenen los pulverizadorea habrá que removerbien el caldo, para evitar su sedimentación,y por este motivo son preferibles los pulve-rizadores provistos de agitador, oon objeto deque la riqueza del líquido sea la misma al prin-cipio que al final del tratamiento. De notener estas precauciones, o empleando arse-niatoa en polvo grueso, es frecuente se preci-pite con rapidez, y por ello parte del trata-miento se hace oon agiua sola o de riquezaescasa, y, en cambio, al final la tiene exce-siva.

La pulverización habrá que dirigirla a am-bas caras de la hoja, y principalmente al en-vés, que ea donde se encuentran las larvas ;por este motivo es recomendable que los pul-verizadores vayan provistos de lanzas arquea-das en au extremo, que permiten dirigir el

chorro de abajo a arriba, y a falta de ellas,deberán utilizarse boquillas acodadas.

Es de gran interés la oportunidad ^en eltratamiento, que habrá de hacerse al apare-cer los primeros insectos, sin esperar a queel daño sea difícilmente reparable. Si^endo laremolacha pequeña, se moja mejor su partefoliácea y se consume menos líquido; convie-ne en este caso repetir el tratamiento, paraevitar que los insectos que sobrevivan al pri-mero encuentren sin envenenar las nuevashojas que brotan. Es más econámico y eficazdar dos tratamientos en esta época que unocuando la remolacha está desarrollada, siendomás difícil entonces que las hojas quedenbien mojadas.

Son igualmente eficaces los espolvoreos dearaeniato de calcio en polvo, en días que nohaga viento, para evitar sea arrastrado. Pe-netra bien bajo ]as hojas, y quedan completa;menta recubiex•tas; es, sin embargo, más caroeste tratamiento que la pulverización con ar-seniato de plomo, y no es tan manifiesta suventaja como en el caso de la "pulguilla".

Todos los tratamientos anteriores debencompl^etamente e^i invierno, para prevenir eldesarrollo de la ága en el añ^o siguiente, des-tru endo ^ 'y y quemando todas las piantas enque se agrupán los insectos para refugiarse,auxiliándose si es preciso con gasolina.

Como el principal refugio suelen ŝer los rí-bazos de ]as acequias, de donde no es posible

-33-

hacer desapai•ecer las plantas que las conso-lidan, es preciso a veces prescindir del arran-que y li^mitarse a regar el suelo con gasolinapara quemar los insectos. La gasolina debeemplearse con regaderas análogas a las quese utilizaban para combatir la langosta.

También se han empleado en Italia ínsecti-cidas de contacto para combatir los insectosinvernantes, utilizando una emulsión de pe-tróleo sin refinar, 50 kilos en 100 litros deagua en la que se haya disuelto previamen-te un kilo de jabón blando de potasa. Conesta emulsi6n se riegan los refugios don-de ae albergan los insectos, dirígiendo el lí-quido principalmente a la base de los tallosde las plantas que los guarecen ; las Cass^id.asmojadas perecen rápidamente. El tratamien-to, sin embargo, resulta excesivamente caro,a causa de la gran cantidad de petróleo quese precisa.

VLA(lA9 3