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  • 8/4/2019 Kube-McDowell, Michael P. - Star wars - La nueva repblica - Triloga de la flota negra 1 - Antes de la tormenta

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    ANTES DELA ToRMENTA

    Triloga de la flota negra/1

    Michael P. Kube-Mcdowell

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    Michael P. Kube-McDowell

    Ttulo Original: Before the StormTraduccin: Albert Sol 1996 By Michael P. Kube-McDowell 1997 Ediciones Martinez RocaGran va 774 - BarcelonaEdicin Digital: PinchoR6 08/02

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    A la memoria de mi abuelo,Dayton Percival Dreich, 1896-1975,

    quien crey en un universo de maravillasms all de esta Tierra.

    Y para mis hijos,Matthew Tyndall, nacido en 1983,

    y Amanda Kathryn, nacida en 1995.Que sus vidas sean viajes llenos de felicidad

    a travs de sus propios universos de maravillas.

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    Prlogo

    Ocho meses despus de la batalla de Endor

    El astillero orbital de reparaciones que el Imperio haba construido en N'zoth, conocidoen cdigo con el nombre de Negro 15, era del diseo imperial estndar, con nueve

    grandes diques dispuestos formando un cuadrado. La maana de la retirada de N'zoth,los nueve estaban ocupados por navos de guerra imperiales.Normalmente, la visin de nueve Destructores Estelares juntos habra dejado aterrado

    a cualquier espectador que pudiera llegar a encontrarse delante de sus caones.Pero la maana de la retirada de N'zoth, slo uno de esos nueve Destructores

    Estelares estaba preparado para hacerse al espacio.sa era la triste realidad que ocupaba la mente de Jian Paret, comandante de la

    guarnicin imperial de N'zoth, mientras contemplaba el astillero desde su centro demando. Las rdenes que haba recibido haca unas horas todava parecan flotar delantede sus ojos.

    Se le ordena evacuar la guarnicin planetaria hasta el ltimo hombre, a la mxima

    velocidad posible, utilizando cualesquiera y todas las naves que estn en condiciones denavegar. Destruya el astillero y cualesquiera y todas las instalaciones restantes antes deretirarse del sistema.

    Esa triste realidad tambin era conocida por Nil Spaar, el lder de la resistenciayevethana, y ocupaba un lugar muy importante en sus pensamientos mientras viajaba abordo de la lanzadera de inspeccin que haba despegado de la superficie con el primergrupo de comandos a bordo. Las rdenes que haba dado haca unas horas todavaresonaban en sus odos.

    Notifiquen a todos los grupos que se ha ordenado una evacuacin imperial. Ejecuteninmediatamente el plan primario. Hoy es el gran da de la venganza. Hemos compradoesos navos con nuestra sangre, y ahora por fin sern nuestros. Que cada uno denosotros pueda honrar el nombre de Yevetha en este da.

    Nueve naves.Nueve grandes trofeos de los que apoderarse.El Destructor Estelar ms gravemente daado, el Temible, haba padecido un castigo

    terrible durante la retirada de Endor. En cuanto a las otras naves, haba desde viejoscruceros de tamao mediano que estaban siendo modernizados para volver a entrar enservicio hasta el EX-F, un soporte de armamento y propulsin experimental que habasido instalado en el casco de un Destructor.

    La clave de todo era el gigantesco Destructor Estelar Intimidador, que estaba atracadoen uno de los diques abiertos al espacio. Capaz de navegar, pero todava no utilizado en

    ninguna batalla, el Intimidador haba sido enviado a Negro 15 desde el Ncleo para lafinalizacin de su puesta a punto, lo cual haba permitido que se pudiera desocupar undique de la clase Sper en el astillero del complejo central.

    A bordo haba espacio ms que suficiente para toda la guarnicin, y el Intimidador tenapotencia de fuego sobrada para destruir el astillero y todas las naves que haba dentro del. Paret se haba trasladado al puente del Intimidador una hora despus de haberrecibido sus rdenes.

    Pero el Intimidador no poda abandonar el astillero tan deprisa como le hubiesegustado a Paret. Slo dispona de un tercio de una tripulacin estndar, lo que equivala aun solo turno de guardia, y eso significaba que una dotacin tan reducida tardarabastante tiempo en preparar la nave para su salida del astillero.

    Adems, nueve de cada diez trabajadores de Negro 15 eran yevethanos. Paretdespreciaba a aquellos esqueletos de rostros multicolores. Le habra gustado poder sellartodas las compuertas de la nave en beneficio de la seguridad, o reclutar trabajadores

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    adicionales para poder acelerar el proceso. Pero cualquiera de esos dos actos habraalertado prematuramente a los yevethanos de que la fuerza de ocupacin estaba a puntode abandonar N'zoth, y eso habra supuesto un grave peligro para la retirada desde lasuperficie.

    Lo nico que poda hacer era ordenar una partida por sorpresa y esperar mientras seiban desarrollando las largas comprobaciones y procesos de cuenta atrs, y permitir que

    los trabajos normales siguieran adelante hasta que los transportes de tropas y lalanzadera del gobernador hubieran despegado y estuvieran en camino. Entonces, y sloentonces, podra ordenar a su tripulacin que cerrara las compuertas, cortara las amarrasy diera la espalda a N'zoth.

    Nil Spaar estaba al corriente del dilema al que se enfrentaba el comandante Paret.Saba todo lo que saba Paret, y muchas cosas ms. Llevaba ms de cinco aos haciendocuanto poda para introducir aliados de la resistencia en el contingente laboral reclutado ala fuerza. Nada importante ocurra sin que Nil Spaar se enterase rpidamente de ello, ySpaar haba utilizado toda la informacin que haba ido reuniendo para tramar un planmuy elegante con ella.

    Haba puesto fin a la racha de pequeos errores y accidentes, y haba exigido quequienes trabajaban para el Imperio mostraran diligencia y trataran de hacerlo todo lomejor posible..., al mismo tiempo que se iban enterando de cuanto podan acerca de lasnaves y de su funcionamiento. Se haba asegurado de que los yevethanos se ganaran laconfianza de sus superiores y acabaran siendo indispensables para los jefes de cuadrilladel astillero de la Flota Negra.

    Era esa confianza la que haba permitido que el ritmo de los trabajos se fuera frenandopoco a poco durante los meses transcurridos desde la batalla de Endor sin que nadie sediera cuenta de lo que ocurra. Era esa confianza la que haba puesto en manos de susyevethanos tanto el control del astillero como las naves atracadas en los diques.

    Y era la paciente y calculada utilizacin de esa confianza la que haba llevado a NilSpaar y a quienes le seguan hasta aquel instante.

    Spaar saba que ya no deba temer al Acoso, el Destructor Estelar de la clase Victoriaque haba estado protegiendo el astillero y patrullando el sistema. El Acoso haba recibidola orden de partir con rumbo al frente haca tres semanas, y se haba unido a la fuerzaimperial que estaba siendo lentamente derrotada en una accin de retaguardia en Notak.

    Tambin saba que Paret no podra impedir que sus hombres subieran al Intimidador nisiquiera ordenando un bloqueo general de los puestos de combate. Tcnicos yevethanoshaban manipulado los circuitos de ms de una docena de escotillas externas de lasSecciones 17 a la 21 para que transmitieran la informacin de que tenan activados sussistemas de bloqueo cuando en realidad stos se hallaban desconectados, y para que

    asegurasen que estaban cerradas cuando no lo estaban.Saba que incluso en el caso de que el Intimidador lograse salir del dique en el queestaba atracado, no tendra ninguna posibilidad de escapar o volver sus caones hacialos navos abandonados. Los paquetes de explosivos ocultos dentro del casco delIntimidador lo haran pedazos con tanta facilidad como si fuese una cscara de huevo encuanto los escudos de la nave entraran en accin y bloquearan la seal continua quemantena inactivas las bombas.

    Mientras la lanzadera se iba aproximando al muelle de atraque, Nil Spaar no senta nila ms mnima sombra de miedo o aprensin. Todo lo que poda hacerse haba sidohecho, y haba una especie de alegre inevitabilidad en el combate que no tardaran enlibrar. No albergaba ninguna duda de cmo terminara.

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    Nil Spaar y el primer grupo de comandos yevethanos entraron en el Intimidador atravs de las escotillas de la Seccin 17, mientras que Dar Bille, su primer oficial, y elgrupo de apoyo, entraban por la Seccin 21.

    No se dijo ni una sola palabra. No era necesario. Cada miembro de los dos gruposconoca la estructura de la nave tan bien como cualquier tripulante imperial. Losyevethanos avanzaron por ella como si fueran fantasmas, corriendo por pasillos cerrados

    o que haban sido despejados por amigos de las cuadrillas de trabajadores, deslizndosepor conductos de acceso y subiendo por escalerillas que no aparecan en ningn plano deconstruccin. Unos pocos minutos bastaron para que llegaran al puente..., sin que nadiehubiera tratado de detenerles, y sin que se hubiera desenfundado una sola arma o sehubiese hecho un solo disparo.

    Pero los yevethanos entraron en el puente con las armas desenfundadas, sabiendo contoda exactitud qu puestos estaran ocupados, dnde estaba el centro de guardia y quinpoda hacer sonar la alarma general. Nil Spaar no grit ninguna advertencia, no hizoningn anuncio melodramtico y no exigi ninguna rendicin. Se limit a cruzar el puentecon paso rpido y decidido hacia donde estaba el oficial ejecutivo, y despus alz sudesintegrador y le calcin la cara.

    Mientras lo haca, el resto del grupo de comandos se despleg detrs de l, con cadayevethano apuntando al objetivo que se le haba asignado. Seis miembros de la dotacindel puente del Intimidador fueron eliminados durante los primeros segundos, sentados ensus puestos, debido al poder que poda ser convocado por las yemas de sus dedos. Losdems, el comandante Paret incluido, se encontraron rpidamente tumbados de brucesen el suelo, con las manos atadas a la espalda.

    Aduearse de la nave no era difcil. El gran desafo siempre haba estado en saberelegir el momento de la incursin para evitar una represalia.

    Estamos recibiendo una seal de la lanzadera del gobernador anunci uncomando yevethano mientras se sentaba en el silln del centro de comunicaciones. Lostransportes estn despegando de la superficie. No se ha informado de ningn problema.

    Nil Spaar asinti, satisfecho de que todo estuviera yendo tan bien.Acuse recibo de la seal dijo. Avise a la tripulacin de que nos disponemos a

    recoger a la guarnicin. Notifiquen al astillero que el Intimidador va a salir al espacio.

    La flota de transportes imperiales despeg de N'zoth y, como un enjambre de insectosque volviera a la colmena, puso rumbo hacia el gigantesca Destructor Estelar en forma dedaga. Ms de veinte mil ciudadanos del Imperio, entre soldados, burcratas, tcnicos ysus familias, haban ocupado hasta el ltimo centmetro de espacio disponible a bordo dela flota de insectos.

    Abran todos los hangares dijo Nil Spaar.

    Con su destino a la vista, los transportes fueron reduciendo la velocidad y empezaron aseguir los distintos vectores de aproximacin.Activen todas las bateras dotadas de miras automticas dijo Nil Spaar.Un jadeo colectivo brot de los prisioneros inmviles en el puente, que estaban

    contemplando las imgenes de las mismas pantallas observadas por los comandosyevethanos que haban pasado a ocupar sus puestos.

    Sois unos cobardes! les grit el comandante Paret a los invasores, con la vozenronquecida por el desprecio y la ira. Un verdadero soldado nunca hara esto. No hayningn honor en matar a quienes estn indefensos.

    Nil Spaar le ignor.Fijen los blancos.

    Maldito loco asesino! Ya has vencido. Cmo puedes justificar esto?Fuego dijo Nil Spaar.

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    Las planchas de la cubierta temblaron con un estremecimiento casi imperceptiblecuando las bateras entraron en accin, y los transportes que se estaban aproximando alDestructor Estelar desaparecieron entre un estallido de bolas de fuego y fragmentosmetlicos. No se necesit mucho tiempo. Ninguno escap. Unos instantes despus elcentro de comunicaciones empez a vibrar con las preguntas llenas de terror y perplejidadprocedentes de todos los niveles de la nave. La carnicera haba sido presenciada por

    muchos testigos.Nil Spaar dio la espalda a la pantalla de los sistemas de puntera y cruz el puentehasta el lugar en que el comandante Paret yaca sobre la cubierta. Agarrando al oficialimperial por los cabellos, sac a Paret de la fila de cuerpos y le dio la vuelta con un bruscoempujn de su bota. Despus Nil Spaar agarr la pechera de la chaqueta de Paret conuna mano y tir de ella, alzndolo en vilo. El yevethano se alz sobre el oficial durante unmomento interminable, una silueta alta y delgada a la que los fros ojos negros bastantems separados de lo que hubiese sido normal en un humano, la franja blanca quecorra a lo largo de su promontorio nasal y los surcos carmeses que cubran sus mejillasy su mentn daban el aspecto de un demonio enloquecido por el deseo de venganza.

    Despus, con un siseo, el yevethano tens su mano libre hasta convertirla en un puo

    y la ech hacia atrs. Una afilada garra curva emergi de la protuberancia carnosa de sumueca.

    Sois alimaas dijo Nil Spaar con voz glida, y desliz la garra sobre la garganta deloficial imperial.

    Nil Spaar mantuvo el brazo inmvil hasta que los espasmos de la agona delcomandante hubieron terminado, y luego permiti que el cuerpo cayera al suelo. Despusgir sobre sus talones y baj la mirada hacia el pozo del centro de comunicaciones y elcomando que estaba manejando sus sistemas.

    Dgale a la tripulacin que son prisioneros del Protectorado Yevethano y de Su Gloriael virrey dijo Nil Spaar, limpindose la garra en una de las perneras del pantaln de suvctima. Dgales que a partir de hoy sus vidas dependen de que nos sean tiles. Ydespus deseo hablar con el virrey, y contarle nuestro triunfo.

    1

    Doce aos despus

    El Quinto Grupo de Combate de la Flota de Defensa de la Nueva Repblica aparecide repente sobre el planeta Bessimir, desplegndose en el silencio absoluto del espaciocomo una hermosa y mortfera flor.

    La formacin de gigantescos navos de combate erizados de armas surgi de la nadacon una sorprendente brusquedad, dejando tras de s las estelas de fuego blanquecinodel espacio deformado. Las siluetas angulosas de los Destructores Estelares proteganlos transportes de tropas de enormes cascos redondos, mientras que los cruceros deasalto, con sus gruesos blindajes reluciendo igual que espejos, ocupaban la punta de laformacin.

    Un halo de naves ms pequeas apareci al mismo tiempo. Los cazas esparcidosentre ellas se desplegaron para formar una pantalla defensiva esfrica. Mientras losDestructores Estelares terminaban de consolidar su formacin, sus cubiertas de vueloiniciaron una veloz actividad y lanzaron decenas de cazas adicionales al espacio.

    Al mismo tiempo, los transportes y cruceros empezaron a expulsar por sus compuertas

    los bombarderos, caoneras y vehculos de carga que haban transportado hasta el lugarde la batalla. No haba ninguna razn para correr el riesgo de perder un navo con loshangares llenos, y la Nueva Repblica haba aprendido muy bien esa dolorosa leccin. En

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    Orinda, el comandante del transporte Resistencia haba mantenido a sus pilotosesperando en el hangar de lanzamiento, para as proteger a las naves ms pequeas delfuego imperial durante el mayor tiempo posible. An seguan all cuando el Resistenciatuvo que enfrentarse al terrible ataque de un Sper Destructor Estelar y desapareci entreuna bola de fuego y trozos de metal.

    Antes de que hubiera transcurrido mucho tiempo, ms de doscientas naves de guerra,

    grandes y pequeas, estaban descendiendo sobre Bessimir y sus lunas gemelas. Pero elterrible e implacable poder de la flota slo poda ser odo y percibido por las tripulacionesde las naves. El silencio de su aproximacin slo era roto en los canales decomunicaciones de la flota, que haban cobrado una vida chisporroteante desde losprimeros instantes para intercambiar repentinos estallidos codificados de ruido y el crpticoparloteo que iba y vena entre las naves.

    El centro de la formacin de gigantescas naves de combate estaba ocupado por elnavo insignia del Quinto Grupo de Combate, el transporte de tropas Intrpido. La navehaba salido de los astilleros de Hakassi haca tan poco tiempo que los corredores todavaapestaban a pasta selladora y disolvente limpiador. Los colosales motores que lepermitan moverse por el espacio real todava emitan el estridente gemido que los

    ingenieros llamaban el grito del beb.Hara falta ms de un ao para que la mezcla de olores corporales de la tripulacin

    eliminara los olores qumicos de las primeras impresiones recibidas por los visitantes.Pero despus de cien horas de viaje ms, las vibraciones de sus motores bajaran dosoctavas para convertirse en el tranquilizador zumbido suave y regular de un grupo depropulsin que haba dejado atrs la fase de rodaje y se hallaba en perfectas condiciones.

    Un dorneano alto y delgado que llevaba uniforme de general iba y vena por el puentedel Intrpido, pasendose lentamente a lo largo de un arco de centros de mandoequipados con grandes pantallas. Sus pliegues oculares haban sido hinchados ydesplegados por un viejo reflejo defensivo dorneano, y su rostro de gruesa piel coriceaestaba teido por el prpura de la preocupacin. Todava no haba transcurrido un minutodesde el comienzo del despliegue, y Etahn baht ya haba perdido a su primercomandante.

    El navo de apoyo Ahazi haba calculado mal su salto, y haba salido del hiperespaciodemasiado cerca de Bessimir. La tripulacin no haba tenido tiempo de enmendar suerror. Etahn baht contempl el potente destello de luz en las capas superiores de laatmsfera desde el centro visor delantero del Intrpido, sabiendo que el fogonazosignificaba que seis jvenes acababan de morir.

    Pero no haba tiempo para entristecerse por la prdida. Los monitores estabanofreciendo una frentica sucesin de imgenes procedentes de docenas de sensoresinstalados en los navos y de satlites espas. Los informes del control estratgico

    cambiaban de un momento a otro, casi tan rpidamente como el cronmetro del plangeneral de combate iba contando las dcimas y centsimas de segundo.El plan de ataque era demasiado complicado y estaba demasiado rgidamente

    calculado para que pudiera ser detenido por unas cuantas muertes. El centro de controlasign rpidamente una flotilla de reserva a la seccin inicialmente confiada al Ahazi.Que vuestros espritus puedan volar hacia el cenit y que vuestros cuerpos descansen enla paz de las profundidades, pens el general baht, recordando una vieja bendicinpara los muertos de los marineros dorneanos. Despus gir sobre sus talones y estudi elorden de batalla y el plan tctico. Ya habra tiempo para llorar despus.

    Fase de penetracin completada canturre un teniente sentado delante de una delas consolas. Despliegue completado. El lder del ataque se est aproximando al punto

    de entrada y solicita la autorizacin final.Penetracin completada, recibido respondi baht. Despliegue completado,recibido. Solicite confirmacin de todos los sistemas.

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    Control general, preparado.Inteligencia de combate, preparada.Sistemas tcticos, preparados.Comunicaciones, preparados.Operaciones de la flota, preparados.Operaciones de vuelo, preparados.

    Operaciones de superficie, preparados.Todos los sistemas en estado de alerta y listos para entrar en accin dijo el generalbaht con voz firme y tranquila. Autorizacin de entrada concedida, reglas de combateen verde... Repito, pasen al verde.

    Autorizacin para pasar al verde concedida y recibida dijo el teniente, haciendogirar una llave en su consola. Lder del ataque, el mando ha concedido la autorizacinsolicitada: puede seguir adelante. Todos los sistemas de armamento estn activados, y elblanco puede ser atacado.

    Casi de inmediato, un tro de cruceros de asalto y su dotacin de bombarderos ala-K seapart de la formacin primaria y aceler rpidamente. Su nuevo curso los llevara pordebajo del polo sur del planeta en un veloz arco que terminara justo encima de sus

    objetivos, la base principal de cazas espaciales y las bateras de defensa planetariasinstaladas en la luna alfa, que todava se encontraba por encima del horizonte en relacinal punto de salto de la flota.

    Parejas de veloces cazas ala-A salieron de la formacin y se desplegaron parainterceptar y destruir los satlites sensores y de comunicaciones del planeta, que slocontaban con armamento ligero. Los alas-A hicieron los primeros disparos del ataquecontra Bessimir, actuando con una impecable precisin que transform sus objetivos ennubes resplandecientes de metal y plastiacero.

    Los alas-A tambin atrajeron las primeras andanadas de respuesta del enemigo. Variasbateras de caones inicos de la superficie abrieron fuego en un vano intento de protegera sus ojos instalados en rbitas planetarias de gran altura. Unos momentos despus deque las bateras de superficie hubieran revelado sus posiciones, los artilleros de loscruceros de ataque de la Nueva Repblica que encabezaban el ataque ya habancentrado sus miras sobre ellas.

    Los caones lser de alta potencia de los cruceros deslizaron sus pinceles de luzmortfera sobre las bateras, cegando los sensores de superficie y buscando atraer elfuego de represalia de las instalaciones secundarias. Cuando ste no se produjo, loscolosales caones de los Destructores Estelares fueron convirtiendo metdicamente lasbateras de superficie en negros crteres humeantes. La nica baja sufrida por la NuevaRepblica fue un ala-A del Escuadrn Fuego Negro, que perdi el ala derecha al chocarcon una mina robotizada mientras estaba haciendo una pasada sobre un satlite de

    reconocimiento.Al otro lado de Bessimir, el destacamento de cruceros se estaba aproximando a la luna

    alfa desde un vector de colisin de alta velocidad. Los cazas robotizados surgieron de lasescotillas de lanzamiento ocultas en la superficie, y los enormes navos de combateadoptaron una formacin de tres en fondo y empezaron a lanzar racimos de bombas depenetracin.

    De la altura de un hombre y terminadas en un grueso pincho reforzado, las siluetasnegras de las bombas descendieron vertiginosamente hacia la base de cazas mientras loscruceros alteraban su trayectoria para alejarse a toda velocidad. Los cazas robotizadosque haban estado despegando de la luna tambin alteraron sus trayectorias. Unos

    instantes despus, una docena de bateras antinaves instaladas en la superficiedesactivaron su camuflaje y abrieron fuego sobre las bombas que caan hacia ellas.

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    Pero las bombas de penetracin impulsadas nicamente por la inercia, y con susblindajes tan oscuros y casi tan fros como el espacio apenas si ofrecan un blancodetectable. La mayora atravesaron la barrera de fuego defensivo sin sufrir ningn dao.Dos segundos antes del impacto, unas pequeas toberas instaladas en la cola de cadabomba entraron en accin, lanzndolas hacia la superficie a una velocidad todava msgrande y hundindolas hasta dos veces su longitud en el suelo desnudo

    Un momento despus, con el polvo del impacto todava levantndose en el aire, todaslas bombas estallaron al unsono. El fogonazo y las llamas fueron engullidas por la carade la luna. Pero la terrible onda expansiva se propag hacia abajo y hacia el exterior atravs de la roca. Destruy muros reforzados con tanta facilidad como si fuesen cerillas, yaplast las cmaras subterrneas como si fueran cscaras de huevo. Enormes chorros dehumo grisceo salieron despedidos de los pozos de lanzamiento, y el suelo de la luna sefue aposentando lentamente sobre lo que haba sido el hangar principal.

    En el momento en que las bombas estallaron, Esege Tuketu encabezaba unaformacin de dieciocho naves que estaba siguiendo a los cruceros que se dirigan hacia laluna alfa.

    Santa madre del caos murmur, impresionado por el espectculo.

    Tuketu apart las manos de los controles de su ala-K durante una fraccin de segundoy apoy la frente en sus muecas cruzadas, ejecutando el gesto narvathiano desometimiento al fuego que lo consume todo.

    Un Caramba! igualmente sincero y lleno de respeto surgi del segundo asiento delbombardero de Tuketu, que estaba ocupado por su tcnico de armamento.

    Y no me importa lo que digan aadi. He notado esa onda expansiva.Me parece que yo tambin la he notado, Skids dijo Tuketu.Nadie tena una butaca mejor que nosotros para asistir al espectculo, eso es

    indudable.Siguieron vigilando atentamente la luna, empleando tanto los ojos como los sensores

    pasivos. Ningn nuevo enjambre de cazas emergi de la base escondida. Las baterasantinaves guardaron silencio.

    Pero los cazas robotizados que ya haban sido lanzados al espacio siguieron luchando,a pesar de que haban quedado privados de sus controladores de vuelo. Siguiendo losprotocolos de combate internos, los cazas robotizados se lanzaron contra los objetivosms grandes, los cruceros. Eran unas naves muy maniobrables, pero slo contaban conarmamento ligero, y no duraron demasiado. Los cruceros acabaron con ellos como sifueran otros tantos insectos.

    Lo estis haciendo estupendamente! exclam Tuketu.Ninguna de las otras tripulaciones de la formacin oy sus palabras. La fuerza de

    ataque estaba observando todos los protocolos reglamentarios para evitar ser detectada,

    y eso inclua el ms estricto silencio de comunicaciones, a pesar de lo cerrado de laformacin y la necesidad de ir siguiendo el plan de ataque segundo por segundo.Esto va a salir bien, verdad? pregunt el tcnico de armamento con voz

    esperanzada.Tiene que salir bien respondi Tuketu, pensando en el objetivo que les aguardaba.De todas las amenazas que haban estado esperando a la flota en Bessimir, ya slo

    quedaba una que pudiera causarles daos realmente serios: el gran can dehipervelocidad instalado en el otro lado de la luna impulsada por las fuerzas gravitatorias.Como un centinela que hiciera su ronda con paso rpido y decidido, la luna alfa notardara en girar alrededor de Bessimir hasta llegar a un punto en el que el can dehipervelocidad podra elegir a placer sus blancos entre las naves de la flota.

    Segn los androides de vigilancia de la Nueva Repblica, el emplazamiento del canestaba protegido por un escudo de rayos y por otro de partculas. Adems, y dado que lasplantas suministradoras de energa del arma y el generador del escudo estaban

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    enterrados a gran profundidad en la roca, el can podra sobrevivir sin excesivasdificultades a la clase de ataque que haba destruido la base de cazas. Si los navos decombate de Etahn baht acababan vindose obligados a destruir el gran can de la lunaalfa mediante un enfrentamiento abierto, podan estar seguros de que el Quinto Grupo deCombate perdera varias naves durante el proceso. Los dieciocho bombarderos de Tuketueran la clave para evitar que eso llegara a ocurrir.

    Nos aproximamos al punto lmite de la trayectoria dijo Skids, echando un vistazo alcronmetro de la misin y alzando luego la vista hacia la escarpada superficie de la lunaalfa, que vena a toda velocidad hacia ellos.

    Todo est controlado dijo Tuketu.Ms vale que as sea fue la nerviosa rplica que le lleg por los auriculares. Mi

    mam confa en que mi vida servir para algo ms que para crear un agujero en el suelode un sitio donde ya tienen suficientes agujeros en el suelo.

    Diez para el punto lmite dijo Tuketu. Avisa a los dems. Cinco para el puntolmite. Una alarma de colisin empez a sonar en la carlinga. La superficie de la lunapareca estar terriblemente prxima. Hemos llegado!

    Toda la nave tembl cuando las toberas de frenado de emergencia rugieron y el morro

    del ala-K se alz bruscamente hacia el horizonte. Tuketu y Skids quedaron incrustados enlos respaldos de sus sillones de vuelo mientras la luna giraba vertiginosamente debajo deellos. Los dos tuvieron que hacer un gran esfuerzo para seguir respirando durante loslargos momentos de la maniobra de frenado y alteracin del curso.

    Cuando la nave dej de estremecerse y fue posible volver a respirar normalmente, elbombardero de Tuketu ya haba iniciado un velocsimo vuelo rasante sobre la superficiede la luna alfa, con slo dos bombarderos ms siguindole. Los alas-K se habandispersado en seis grupos, y cada uno seguira un vector distinto hacia el objetivo. Con unpoco de suerte, volveran a encontrarse encima de la abertura del canelectromagntico.

    Disculpe, seor, pero me estaba preguntando si alguien ha visto mis ojos dijoSkids con voz temblorosa. Hace un momento estaban dentro de mis rbitas, peroahora...

    Tuketu se ech a rer.Ha sido divertido, verdad?Divertido? Skids mene la cabeza. Ha sido tan divertido como que un Rancor

    se te siente en el regazo. Seor, me temo que debo relevarle del mando por obvia locuraaguda, y con efecto inmediato. Tenga la bondad de pasarme los controles y acompemesin ofrecer resistencia.

    Tuketu, que an estaba sonriendo, se inclin hacia adelante e hizo un pequeo ajusteen los controles de las toberas.

    Llevamos un poco de retraso, y no quiero llegar tarde a la primera comprobacin detrayectoria dijo. Voy a aumentar la velocidad un par de puntos. Echa un vistazo porah atrs y asegrate de que los dems siguen con nosotros.

    Recibido, Tuke respondi Skids, volviendo la cabeza primero hacia la izquierda yluego la derecha. Oh, por la joya de Haarkan! Esos motores nuevos que han instaladoen los K son todava mejores de lo que nos haban dicho: este bombardero se haconvertido en un gatito estelar con muy mal genio y muchas ganas de pelea. Esperemos que no nos haga falta emplear toda esa potencia motriz dijo Tuketu, en untono de voz tan bajo que casi pareca estar hablando consigo mismo.

    Segn los informes que Inteligencia de la Flota haba proporcionado a los

    planificadores del Quinto Grupo, el can de hipervelocidad de Bessimir disparaba cientoveinte proyectiles por minuto, aunque raramente lo haca durante ms de diez segundosseguidos. El escudo de partculas que protega el can estaba sincronizado con el

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    control de disparo, pues de lo contrario el mismo sistema de proteccin habra desviadolos proyectiles superacelerados. El escudo se abrira para dejar pasar a cada proyectilcuando el can fuera disparado, mientras que el blindaje de rayos permanecera enposicin y protegera el emplazamiento de cualquier fuego de represalia procedente delas bateras de largo alcance enemigas.

    Abrir, cerrar, abrir, cerrar, como el iris de una compuerta-ojo circular, como una

    tentadora atraccin de feria: adivina cul va ser el momento de la apertura, y ganars elpremio. sa era la razn por la que dos de los tres alas-K que formaban cada grupo deataque haban sido configurados como penetradores. Los aparatos no posean ningnarma de energa, y slo contaban con un can de proyectiles corriente y un nmeroextraordinario de proyectiles del tipo flecha. Si un solo proyectil, una astilla explosiva,consegua infiltrarse y encontrar su objetivo...

    Pero si queran disponer aunque slo fuese de esa pequea probabilidad, tendran queacercarse mucho..., y adems algo tendra que convencer a los artilleros de que debandisparar.

    Ese algo era el Destructor Estelar de la Nueva Repblica Decisin. Especialmenteequipado con escudos mltiples alimentados por toda la energa que podan llegar a

    generar sus motores, el Destructor Estelar surgi del hiperespacio prcticamente en elcentro exacto de la zona de fuego del can. Los alas-K se estaban aproximando alpermetro del rea protegida por el escudo, escondindose entre la confusin de ecos yseales y pegndose a cada accidente de la superficie a medida que se iban acercando.

    baht, con las espinas de sus hombros totalmente erizadas en una clara seal denerviosismo, estaba contemplando la maniobra en sus pantallas. Unos instantes ms y losbombarderos seran detectados, y la amenaza que suponan sera analizadainmediatamente.

    Disparad murmur. Vamos, vamos... Morded el anzuelo.Esege Tuketu, que estaba observando cmo sus penetradores avanzaban hacia la

    lnea roja de su diagrama de combate, se prepar para la maniobra de frenado a muchasgravedades que esperaba tendran que ejecutar.

    El tiempo necesario para que su corazn latiera una sola vez se estir hastaconvertirse en toda una vida.

    Tuketu se dej llevar por un impulso repentino y movi el interruptor de sucomunicador, rompiendo el silencio de comunicaciones.

    Lder Rojo a Rojo Dos y Rojo Tres: seguid avanzando hacia la torre, y no alteris latrayectoria!

    Qu ests haciendo? pregunt Skids.Tuketu mene la cabeza.Tenemos que capturar a nuestra presa antes de que empiece a llover.

    Rojo Tres se desvi repentinamente hacia la derecha, alejndose de su objetivo en unintento de escapar al muro invisible que se extenda delante de l. Pero Rojo Dos rebasel punto de alejamiento y abri fuego. Chorros de proyectiles plateados salierondespedidos desde debajo de sus alas y avanzaron velozmente hacia la rechoncha torredel escudo centrada en sus miras.

    Lo siento, Tuke dijo Rojo Tres. Demasiado tarde. Voy a virar.El gran can rugi en ese mismo instante, escupiendo un torrente de proyectiles sobre

    el Decisin.Rojo Dos se desvi hacia la izquierda y empez a subir, con su can resiguiendo los

    contornos de la torre del escudo y sin dejar de disparar ni un solo instante.Vamos, vamos, vamos... jade Tuketu. Haz un agujero para nosotros.

    Los primeros proyectiles de la andanada lanzada por Rojo Dos llegaron a la periferiadel escudo cuando el can todava estaba disparando. La mayora se hicieron aicos sinestallar, quedando tan aplastados como insectos que hubieran sido arrojados contra el

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    blindaje de un caza. Unos cuantos estallaron contra la nada cuando sus detonadoressucumbieron a una potente corriente de induccin provocada por el ciclo de conexin ydesconexin del escudo. Pero dos de las minsculas flechas lograron pasar. La cpulahemisfrica de la torre del escudo desapareci en una pequea pero deslumbranteexplosin que dej los restos metlicos envueltos en llamas.

    Cmo has sabido que lo conseguiran? pregunt Skids.

    Tuketu mene la cabeza.No lo saba dijo, dando plena potencia a los motores.La apertura del gran can estaba justo delante de ellos.

    Como un animal enfurecido que luchara desesperadamente por su vida, el hipercansigui disparando incesantemente contra el Decisin despus de que el escudo departculas se hubiera desvanecido. El gran crucero no era lo suficientemente maniobrablecomo para que pudiera esquivar el diluvio de proyectiles que estaban siendo lanzadoscontra l desde la luna alfa, y el comandante Syub Snunb se pregunt si su estructurasera lo bastante slida para poder aguantar los impactos que estaban recibiendo. Losproyectiles chocaban contra sus escudos invisibles con tanta fuerza que toda la nave

    vibraba y se estremeca.El Ala Roja est dentro del permetro anunci un teniente.Snunb, que haba tenido que apoyarse en un mamparo para no perder el equilibrio,

    asinti para indicar que haba recibido el informe.Entonces hemos hecho nuestro trabajo dijo. Que todos los sensores sigan

    centrados en la trayectoria de las rfagas del can. Navegante, d la vuelta y enselesnuestra popa. Mantnganos en un curso de huida. Si nos dan algn respiro, por pequeoque sea, desconecten los escudos auxiliares y squennos de aqu con la propulsinhiperespacial.

    S, comandante.Y en ese mismo instante el primer escudo cedi bajo una salva de proyectiles cuando

    los impactos absorbieron la energa de la burbuja protectora ms deprisa de lo que stapoda ser restaurada por los generadores del escudo. Las vibraciones empeoraron derepente, y una alarma empez a sonar en el puente.

    El escudo D ha cado. Los generadores se estn sobrecargando!Snunb mene la cabeza.He de acordarme de decirle al general baht que no me gusta nada ser el cebo

    atado delante de la guarida del depredador. Cunto falta para que podamos salir deaqu?

    Su primer oficial seal la pantalla tctica.Tuketu debera estar encima del objetivo dentro de unos segundos.

    Otra alarma empez a sonar en el puente del Decisin.Espero que podamos proporcionarle esos segundos.

    La apertura del hipercan brillaba con un potente resplandor en la imagen infrarrojadel ordenador de puntera de Tuketu.

    Terminemos con este trabajo en la primera pasada.Armando la Nmero Uno canturre Skids. Armando la Nmero Dos. Asumo el

    control de direccin.Tuketu levant las manos de la palanca de vuelo.Es todo tuyo.El morro del ala-K subi hacia el cielo, y el bombardero empez a ascender.

    Distancia de lanzamiento... comprobada y aceptada. Nmero Uno fuera. Nmero Dosfuera. Sera preferible que no nos quedramos mucho rato por aqu, Tuke.

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    Mientras las bombas empezaban a describir un limpio y elegante arco balstico que lashara pasar sobre la cima de una colina gravitacional, Tuketu alz el morro delbombardero y lo desvi hacia la izquierda con tanta brusquedad que durante unosmomentos se sinti un poco mareado. La parte inferior del casco acababa de quedarencarada hacia el objetivo cuando de repente hubo una especie de rugido ahogado y undestello muy brillante que proyect largas sombras sobre la superficie de la luna alfa, a las

    que sigui una traduccin vertical de la explosin lo bastante potente para hacer que lescrujiera el cuello, como si la mano de un coloso invisible hubiera empujado al ala-K desdeabajo.

    Demasiado pronto, demasiado pronto! grit Skids, muy alarmado. No han sidonuestras bombas.

    Negro Uno pas como una exhalacin por encima de ellos en ese momento, y elaltavoz del comunicador cobr vida con un chisporroteo de alegres exclamaciones.

    El universo acaba de perder un arma de gran calibre dijo el Lder Negro. Todavaestaba disparando cuando atacamos, y debemos de haberle metido un par de bombasjusto dentro del can. Lo has visto, Lder Rojo?

    Negativo, Lder Negro. Un doble fogonazo que era un plido eco del primero volvi

    a iluminar el paisaje. Parece que no has dejado gran cosa para nosotros, Hodo dijoTuketu, y sonri.

    As aprendern ustedes a no entretenerse por el camino la prxima vez..., seor.Aqu Lder Verde dijo una nueva voz. He hecho una pasada de verificacin, y

    confirmo que el objetivo ha sido destruido.Aqu el Decisin. Estamos de acuerdo con el Lder Verde: el objetivo ha sido

    destruido. Gracias, chicos.Recibido, Lder Verde. Recibido, Decisin dijo Tuketu, dirigiendo el morro de su

    nave hacia el sector del cielo en el que les estaban esperando los cruceros. Que todaslas naves se renan conmigo y adopten la formacin habitual. Tenemos que acudir a unacita.

    Inmvil encima de un estrado y llevando el uniforme de la Fuerza de OperacionesDefensivas Conjunta en vez del traje de combate de Mon Calamari con el que se habaganado su fama, el almirante Ackbar extendi una gran mano-aleta para sealar lapantalla que haba a su derecha.

    La Flota ya controla el espacio local, por lo que las caoneras pueden empezar aabrir un pasillo hacia la superficie sin correr excesivo peligro dijo Ackbar, contemplandoa su reducida y selecta audiencia. La tctica que emplearemos a continuacin esidntica a la que hemos utilizado contra el hipercan: expondremos al fuego enemigovehculos slidamente protegidos para as localizar y destruir los emplazamientos

    defensivos del sector. En este caso, como pueden ver, el fuego de represalia procede delas bateras pesadas de los navos en rbita.Los monitores de la sala de conferencias de los cuarteles generales de la Fuerza de

    Defensa de la Nueva Repblica en Coruscant estaban mostrando las mismas imgenesque aparecan en los del puente del Intrpido, aunque con algunos segundos de retraso.

    Las seales estaban siendo transmitidas a travs de quince prsecs mediante untransductor hiperespacial, y luego eran examinadas por censores militares paraasegurarse de que los monitores no mostraban ninguna imagen cuyo nivel de secretomilitar estuviera por encima del que poda ser conocido por quienes las veran en la sala.Aquella tarde, apenas haca falta ninguna labor de censura. La audiencia estaba formadapor los ocho miembros del Consejo para la Defensa Comn del Senado, media docena de

    altos oficiales de la Flota y la princesa Leia Organa Solo, presidenta de la NuevaRepblica y comandante en jefe de sus fuerzas defensivas.Ackbar sigui hablando.

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    La curvatura de un cuerpo planetario limita la efectividad de los emplazamientos fijosporque impone una lnea de tiro a su armamento. Basta con destruir algunos de esosemplazamientos para crear una brecha en las defensas planetarias, y un corredor desdeel espacio hasta la superficie. En estas imgenes pueden ver que la Flota se encuentra apunto de abrir un corredor de esas caractersticas. La amenaza a la que podramos tenerque enfrentarnos en esta fase vendra de cazas atmosfricos o de cohetes superficie-aire

    lanzados desde encima del horizonte, pero Bessimir carece de ese tipo de defensas.Cuando la brecha haya quedado totalmente abierta, iniciaremos la invasin.Tengo una pregunta que hacer, almirante Ackbar dijo el senador Tolik Yar.

    Hasta qu punto puede considerarse realista esta prueba a la que se enfrenta la Flota?Es esto algo ms que una simple puesta en escena de un guin escrito previamente?

    Es todo lo realista que puede llegar a ser respondi Ackbar. Se trata de unejercicio de verificacin de la capacidad operativa, no de una simulacin. Es cierto que laFlota slo se enfrenta a robots de combate y simulaciones de ordenador, pero puedoasegurarles que el equipo defensivo siempre intenta ofrecer un problema lo ms difcilposible a los tcticos de la Flota y que se enorgullece de crear el mximo dedificultades..., y que disfruta hacindolo.

    Hasta el momento la demostracin ha sido realmente impresionante, almiranteAckbar dijo el senador Cion Marook, levantndose de su asiento y permitiendo que losenormes sacos de aire recubiertos de gruesas venas de su espalda se hincharan hasta elmximo de su capacidad. Pero en beneficio de mis colegas, y de aquellos a los querepresento, debo preguntarme por qu se ha confiado el mando de la nueva fuerza deataque a un recin llegado.

    Senador, el general Etahn baht no es ningn novato. Tiene dos veces mi edad, ysospecho que tambin es ms viejo que usted.

    Marook reaccion con visible irritacin.No he dicho que fuera joven, senador. He dicho que era un recin llegado. Todos los

    comandantes de las otras flotas son veteranos de la Rebelin..., lderes que, como ustedmismo, lucharon honrosamente en las grandes batallas de Yavin, Hoth y Endor.

    Ackbar acept el elogio con una inclinacin de cabeza.Pero este dorneano lleva menos de dos aos vistiendo nuestro uniforme. La

    autorizacin para crear la Quinta Flota fue concedida, en gran parte, gracias a sutestimonio personal y sus garantas, y su construccin ha costado mucho dinero a laNueva Repblica. Me sentira mucho ms tranquilo si usted estuviera en el puente delIntrpido y fuera el general baht quien estuviera aqu, moviendo un puntero delante denosotros.

    Pues no debera ser as, senador replic Ackbar en un tono bastante seco.Aunque no form parte de la Alianza Rebelde, Dornea tiene sus propios hroes de la

    lucha contra el Imperio. El general baht lleva mucho tiempo sirviendo de maneraejemplar como comandante de flota en la Armada de Dornea. Debemos considerarnosmuy afortunados por poder contar con sus servicios.

    Y todos los efectivos de la Armada de Dornea apenas ascienden a ochenta naves dijo el senador Marook con un ampuloso gesto de desprecio.

    La princesa Leia, que estaba de pie junto a la pared del fondo de la sala deconferencias, puso los ojos en blanco y mene la cabeza. Que las quejas procedieran deMarook era algo totalmente previsible. La sociedad hrasskisiana haba sido construidaalrededor de un concepto de sucesin por la antigedad muy estricto, y el valor socialms apreciado era saber esperar a que te llegara el turno. Despus de cinco aos en elSenado, Marook segua resistindose ferozmente a la idea de basar los nombramientos

    en el mrito.Y sin embargo, la Armada dorneana defendi con xito la independencia de Dorneadurante el reinado de Palpatine a pesar de que tuvo que enfrentarse a fuerzas que

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    doblaban o triplicaban las suyas dijo la princesa Leia, esperando poder poner fin a ladiscusin antes de que se prolongara demasiado. Vamos, senador Marook... No creoque ste sea el momento ms adecuado para discutir los nombramientos militares,verdad? Pasemos a otro tema.

    El almirante Ackbar alz su gran mano-aleta.Princesa Leia, por favor... En realidad ste es el mejor momento para aclarar de una

    vez por todas este asunto. Hace semanas que vengo oyendo rumores sobre ciertodescontento existente en el seno del Consejo, pero sta es la primera vez que alguienexpresa en voz alta tales opiniones delante de m. Me gustara tener ocasin de explicarleal senador Marook por qu est tan terriblemente equivocado.

    A pesar de que haba sido emitido en un tono tranquilo y mesurado, un reproche tandirecto no resultaba nada propio del almirante Ackbar, y eso indic a Leia hasta dndellegaba la irritacin de su amigo calamariano.

    Muy bien, almirante dijo, asintiendo y sentndose en uno de los asientos paraescuchar.

    Despus de que se le hubiera concedido el uso de la palabra, Ackbar procedi aignorar por completo al senador Marook, y se dirigi al resto de la audiencia.

    Deben comprender que los problemas implcitos en la invasin de un cuerpoplanetario desde el espacio, o en la organizacin de sus defensas contra una invasin,son muy distintos a los problemas que plantea la destruccin de un planeta, o su bloqueoo asedio.

    Ackbar dio un par de pasos hacia adelante.Y se trata de unos problemas sobre los que no hemos tenido ocasin de acumular

    mucha experiencia. Dirigir una fuerza de combate formada por insurgentes es una facetadel arte de la guerra que no tiene secretos para los veteranos de la Alianza, a los que elsenador Marook ha elogiado tan amablemente: esos lderes saben todo lo que hay quesaber sobre la importancia de la cautela, la movilidad, las tcticas de ataque por sorpresay el hostigamiento de las lneas de aprovisionamiento y comunicaciones del enemigo.

    Pero una fuerza de comandos no puede defender un mundo, un sistema o un sector.Una fuerza de comandos no puede inmovilizar sus efectivos mientras espera a seratacada. Una fuerza de comandos no puede llevar a cabo una invasin. Deberanrecordar que no ha habido ni un solo momento de su historia en el que la Alianzadispusiera de los recursos necesarios para librar una guerra convencional. Y la nica vezen que las circunstancias nos obligaron a hacerlo, en Hoth, sufrimos una terrible derrota.

    sa es la razn por la que Etahn baht fue elegido para mandar la Quinta Flota. Haaportado a ese puente toda la experiencia que los dorneanos han ido adquiriendo a unprecio tan terrible, y se trata de una experiencia que yo no puedo igualar. Y el plan tcticoque estamos poniendo a prueba en Bessimir ha sido concebido por Etahn baht aadi

    Ackbar, sealando las pantallas que haba detrs de l.A diferencia de mi colega de Hrasskis, no intento cuestionar las cualificaciones delgeneral baht. Estoy ms preocupado por la punta del cuchillo que por quin lo empuadijo el senador Tig Peramis, levantndose del asiento que ocupaba cerca de la puerta. Almirante Ackbar, me gustara hacerle algunas preguntas concernientes a lascondiciones de la prueba.

    Leia, que haba estado un poco distrada hasta aquel momento, se irgui rpidamente yvolvi a concentrar toda su atencin en la reunin. El senador Peramis era el miembroms reciente del Consejo para la Defensa Comn, y representaba a los mundos de laSptima Zona de Seguridad, incluido el suyo, Walalla. Hasta el momento haba sido unmiembro muy callado y se haba dedicado a aprovechar el que su nuevo nivel de

    seguridad le permitiera acceder a los registros del Consejo para estudiarlosdiligentemente, haciendo muchas preguntas cuidadosamente meditadas y expresandomuy pocas opiniones propias.

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    Adelante dijo el almirante Ackbar, invitndole a hablar con un gesto de la mano.Han decidido enviar a la Quinta Flota contra un objetivo que no posee un escudo

    planetario. Por qu?Senador, nadie puede atacar un planeta que goza de la proteccin de un escudo

    planetario hasta que dicho escudo haya dejado de funcionar. Ese tipo de ejercicio no nosproporcionara ninguna informacin sobre nuestras nuevas tcticas. Adems, tampoco

    debemos olvidar que el nmero de mundos con caractersticas similares a las de Bessimires muy superior al de los planetas que poseen un nivel de riqueza y tecnologa losuficientemente elevado para poder permitirse el lujo de disponer de un escudoplanetario.

    Pero, almirante, acaso no advirti al Consejo de que las posibles amenazas futurasprocederan precisamente de esos mundos bien armados, ya que la Nueva Repblica noestaba en condiciones de enfrentarse a ellos? Y no prometi al Consejo que siconstruamos la Quinta Flota, entonces ni siquiera el ms poderoso de los antiguosmundos imperiales sera capaz de amenazarnos con impunidad?

    Ackbar asinti solemnemente.Creo que estamos manteniendo esa promesa, senador Peramis. La defensa de

    Bessimir fue concebida y planeada segn los perfiles de amenaza actuales. La OperacinGolpe de Martillo representa un escenario probable para el uso de la Quinta Flota.

    Y ese uso va a consistir en aplastar a un mundo prcticamente desprovisto dedefensas?

    Senador, yo no he dicho que...Eso es precisamente lo que me preocupa. Un ejrcito lucha de la manera en que ha

    aprendido a hacerlo durante su adiestramiento dijo el senador Peramis. Han creadola Quinta Flota para protegernos contra una amenaza estratgica, o para reforzarCoruscant? Y ese peligro que han detectado, dnde se encuentra exactamente? Estfuera de nuestras fronteras, o dentro de ellas? Se volvi y seal a Leia con un dedoacusador. A quin se estn preparando para invadir exactamente?

    Ackbar parpade, enmudecido por la sorpresa. Los otros altos oficiales presentes en lasala de conferencias fruncieron el ceo y se envararon visiblemente en sus asientos. Losotros miembros del Consejo parecan perplejos, ya fuese por las acusaciones de Peramiso, como el senador Marook, por su temeridad al hablar cuando no le corresponda el usode la palabra.

    Lo nico que puedo pensar despus de haberle odo, senador Peramis, es que sihubiese estado presente cuando se celebr la votacin ahora no estara haciendo talespreguntas dijo secamente Leia, dirigindose hacia el estrado con paso firme y decididoy un revoloteo de pliegues de su gran capa. Sus palabras suponen un ataqueterriblemente injusto y malicioso contra el honor del almirante Ackbar.

    En absoluto. Estoy seguro de que el almirante Ackbar cumple su deber con lamxima fidelidad posible y de que es totalmente leal a sus superiores dijo Peramis,clavando la mirada en Leia.

    Cmo se atreve...! aull el senador Tolik Yar, levantndose de un salto. Si noretira sus palabras, yo mismo le obligar a hacerlo con mis puos.

    Leia dirigi una tensa sonrisa a su campen, pero rechaz su ayuda con un gesto de lamano.

    Senador Peramis, la Quinta Flota ha sido construida nicamente para proteger a laNueva Repblica, y por ninguna otra razn. No tenemos aspiraciones territoriales y nosentimos ningn apetito de conquistas. Cmo podramos albergar tales pretensiones,cuando cada da nos llegan diez nuevas solicitudes de mundos que quieren unirse a la

    Nueva Repblica? Por el honor de la Casa de Organa, le doy mi palabra de que la QuintaFlota nunca ser utilizada para invadir un mundo que forme parte de la Nueva Repblica,o para forzarle a hacer algo en contra de su voluntad o reprimir sus legtimas ambiciones.

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    Antes de que volviera a hablar, ya estaba muy claro que Peramis no se haba dejadoimpresionar por las palabras de Leia.

    Qu peso he de dar a un juramento que se basa en el honor de una familiaextinguida..., y de una familia a la que no le une ningn vnculo de sangre?

    El rostro de Tolik Yar se volvi de color escarlata, y su mano fue hacia la dagaceremonial que llevaba encima del peto. Pero la mano del alto oficial sentado junto a l

    reprimi su impulso.Espere dijo el general Antilles en voz baja y suave. Dle un poco ms de cuerdapara que se ahorque a s mismo con ella.

    La mirada del senador Peramis recorri la sala y vio que todos los rostros estabanvueltos hacia l.

    Lamento estropearles este momento de celebracin, y echar a perder los carsimosjuegos artificiales tan amablemente organizados para nosotros por el almirante Ackbar yel general baht. Lamento haberle hecho subir la tensin al senador Yar, y haber ofendidoel impecable sentido de la correccin del senador Marook. Pero no puedo permanecer ensilencio.

    Lo que he llegado a saber durante los meses transcurridos desde que pronunci el

    juramento del Consejo, y lo que he visto y odo hoy, me alarman profundamente. Sipudiera, hablara de esto en el pozo del Senado, delante de los ojos de toda la Repblica.Esto no tiene nada que ver con nuestra seguridad o con la proteccin contra lasamenazas exteriores: ustedes han construido una maquinaria de opresin, y ahora sedisponen a entregrsela a la progenie del opresor ms brutal que recuerda la historia.

    Mantengo una rotunda e inalterable oposicin a armar a la Nueva Repblica contrasus propios miembros...

    Se equivoca si... empez a decir el almirante Ackbar.Pero eso es exactamente lo que han hecho! exclam el senador Peramis con

    irritacin. La Quinta Flota es nada ms y nada menos que un arma de conquista ytirana. Y en cuanto un arma ha sido forjada, fascina, tienta y obsesiona, y no deja dehacerlo hasta que alguien encuentra una razn para utilizarla. Han puesto en manos delhijo de Darth Vader una deslumbrante tentacin para que siga el camino de su padre. Hanentregado a la hija de Darth Vader una invitacin envuelta en papel de regalo para queconsolide su poder mediante la fuerza de las armas.

    Y a pesar de todo ello, ahora estn sentados aqu, sonriendo y asintiendo ytragndose la mentira de que todo eso es por su propio bien y para su proteccin. Meavergenzo de ustedes... S, me avergenzo.

    El senador Peramis mene vigorosamente la cabeza, como si quisiera expulsar de ellaunos pensamientos muy desagradables, y despus sali de la sala de conferenciascaminando a grandes zancadas.

    Leia desvi rpidamente la mirada, haciendo un gran esfuerzo para tratar de controlarsu expresin y ocultar lo mucho que le costaba. El silencio de perplejidad dur unosinstantes, y despus fue roto por toses nerviosas y los crujidos y suaves roces producidospor los altos oficiales y miembros del Consejo al removerse incmodos en sus asientos.

    Presidente! Presidente Behn-kihl-nahm! exclam el senador Tolik Yar,recuperando la voz por fin. Exijo que ese hombre sea sometido a un proceso dereprimenda oficial! Exijo que comparezca delante del Comit de Investigacin! Esto esintolerable. La Sptima Zona debe enviar a otra persona para que se encargue derepresentarla. Es intolerable, me ha odo?

    Todos le hemos odo, senador Yar dijo Behn-kihl-nahm con su tono de voz mssedoso y tranquilizador mientras iba hacia Leia. Presidenta Organa, permtame pedirle

    disculpas por la lamentable equivocacin del senador Peramis cuando afirm que...Tolik Yar solt un bufido.

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    Ya puestos, por qu no pedir disculpas tambin por las lamentables equivocacionesdel Emperador? Sera aproximadamente igual de efectivo.

    Behn-kihl-nahm ignor el comentario.Princesa Leia, tal vez recuerde que Walalla estuvo a punto de perecer bajo el peso

    aplastante de la mano del Imperio sigui diciendo. Tig Peramis recuerda demasiadobien todo eso. Slo era un muchacho cuando tuvo que presenciar la conquista de su

    mundo y cmo el espritu de su pueblo era destruido. Los recuerdos le llenan de unapasin que inspira su diligencia, pero que nubla su sentido comn. Hablar con l. Estoyseguro de que ya lamenta esas palabras tan poco meditadas.

    La salida de Behn-kihl-nahm fue la seal para que la sala se vaciara. Los otrosmiembros del Consejo estuvieron a punto de tropezar unos con otros en su prisa pormarcharse, y la etiqueta ritual de saludos, felicitaciones y buenos deseos fue despachadacon tal rapidez que adquiri el sabor de una farsa. Leia apenas tuvo tiempo de verlosmarchar antes de quedarse a solas con el almirante Ackbar.

    Alz su rostro cansado y tenso hacia la mirada llena de simpata de Ackbar, e intentcurvar los labios en una sonrisa melanclica.

    Bueno, creo que todo ha ido estupendamente... No opina lo mismo?

    Una imagen del general baht llen la pantalla principal en ese mismo instante.Etahn baht informando a Operaciones de la Flota, Coruscant, con comunicacin

    adicional a la presidencia del Senado dijo la imagen. El ejercicio Golpe de Martillo confuego real ha concluido satisfactoriamente. Remitir a la mayor brevedad posible uninforme detallado sobre las bajas, deficiencias y comportamiento de los distintos mandos.Recomiendo que la Quinta Flota de las Fuerzas de Defensa pase a ser considerada comoplenamente operativa a partir de esta fecha.

    La pantalla se oscureci.Ackbar asinti, y apret suavemente el hombro de Leia con una de sus manos-aleta en

    un amistoso gesto de consuelo.No ha ido tan mal, seora presidenta dijo. Tener que enfrentarse a unas

    acusaciones injustas siempre es preferible a enfrentarse con la perspectiva de nuevoscombates y ms muertes. Creo que todos hemos tenido combates y muertes ms quesuficientes para toda nuestra vida.

    Leia clav los ojos en la puerta por la que haba salido Peramis.Cmo ha podido ser tan estpido? pregunt con voz quejumbrosa. Despus de

    Palpatine, Hethrir, Durga, Daala, Thrawn; despus de que cada uno llegara prcticamentepisndole los talones al anterior, casi sin darnos tiempo a curar las heridas y remendar loscascos de las naves... Cmo ha podido pensar que nos gusta tanto hacer la guerra?

    He descubierto que la mayora de las estupideces tienen su origen en el miedo dijoAckbar.

    No estoy acostumbrada a que me teman. Leia mene la cabeza. Yespecialmente sin que haya ninguna razn para ello... Eso me enfurece.Ackbar, que la entenda muy bien, emiti un gruido de asentimiento.Bien, ahora tengo intencin de ir a mis habitaciones, y una vez all le arrancar la

    cabeza de un mordisco a un ormachek congelado.Le sugiero que vuelva a casa y encuentre algo lo ms horrendo posible que pueda

    hacer pedazos.Leia dej escapar una risita llena de cansancio y le dio unas palmaditas en la mano.Tal vez lo haga dijo. Ver, creo que todava conservo esa olla de bendicin

    calamariana que nos regal a Han y a m cuando nos casamos...

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    Una brisa caliente y hmeda soplaba sobre la cima del Templo de Atun, el ms alto delos templos medio en ruinas que los massassi haban construido en Yavin 4. LukeSkywalker volvi la cara hacia el viento y contempl la jungla llena de vida que seextenda ante l sin ninguna interrupcin hasta confundirse en el horizonte. El enormedisco anaranjado de Yavin, el gigante gaseoso, dominaba el cielo, suspendido justoencima del lmite del mundo mientras su cuarta luna iba girando hacia la noche.

    Incluso despus de cinco aos, Luke segua pensando que aquel panorama era tanimponente que casi resultaba abrumador. Haba crecido en Tatooine, donde las nicasestrellas de la noche eran plidos puntitos blancos esparcidos sobre un lienzo negro, ydonde el terrible calor diurno proceda de dos discos que poda hacer desaparecer conslo levantar su mano. Echar de menos todo esto, pens.

    Luke llevaba meses utilizando el Templo de Atn como su santuario. A diferencia delGran Templo, que haba adquirido una nueva vida como hogar del praxeum Jedi, elTemplo de Atn haba permanecido tal como se hallaba cuando fue descubierto, con susmecanismos inertes y sus pasadizos sumidos en la oscuridad. Sus cmaras exterioreshaban sido saqueadas, pero una trampa formada por dos enormes piedras deslizanteshaba sellado las cmaras de los niveles superiores haca ya mucho tiempo. La trampa

    segua aprisionando los cuerpos aplastados de los infortunados ladrones que la habanhecho funcionar.

    Algo roz con un suave cosquilleo la consciencia de Luke y se agit en los nebulososconfines de su percepcin. Cerr los ojos y baj sus escudos interiores durante el tiemposuficiente para registrar el templo, leyendo las corrientes de la Fuerza a medida que fluana su alrededor y por debajo de l.

    Haba vida por todas partes, pues ya haca mucho tiempo que las criaturas de Yavin 4haban reclamado lo que abandonaron los massassi. Las escaleras derrumbadasmantenan confinadas a la mayora de las alimaas en los niveles inferiores. Pero losmurcilagos de las rocas haban anidado en los diminutos conductos de ventilacin detoda la fachada del templo, y Luke comparta la cima con los halcones-corneta de alaspurpreas, que remontaban el vuelo cada noche para inspeccionar las capas ms altasdel dosel selvtico en busca de presas.

    Tambin detect una presencia que nunca haba estado all antes..., pero no era unapresencia inesperada. Streen se estaba aproximando, tal como le haba pedido Luke.

    Luke no le haba dado ninguna instruccin salvo la de que se reuniera con l en la cimadel Templo de Atn, con lo que haba convertido el que Streen asistiera a la cita en unaltima prueba, y al templo en un enigma a descifrar y una casa de los horrores enpotencia. Luke, que estaba ocultndose a s mismo al no ejercer ni el ms mnimo influjosobre las corrientes de la Fuerza con su voluntad, fue siguiendo el avance de suprotegido. Streen se haba distinguido por su madurez incluso cuando era un simple

    aprendiz, y esa cualidad resultaba evidente en la decisin con que ascenda por la torre.Avanzaba con veloz agilidad a lo largo de las cornisas, y se mova por los oscurospasajes sin ninguna vacilacin.

    Los ltimos cincuenta metros del trayecto hasta la cima exigan llevar a cabo unvertiginoso ascenso mediante las puntas de las manos y los pies a lo largo de laempinada pendiente formada por las piedras a medio desmoronar de la cara del Templode Atn que daba a poniente. Mientras Streen se iba aproximando a la cima, Luke empuja los halcones-corneta con el pensamiento e hizo que se lanzaran al vaco. Los halcones-corneta pasaron por encima de la cabeza de Streen como sombras dotadas de garras,chillando y agitando el aire con sus alas. Pero Streen no se sobresalt. Se mantuvototalmente inmvil y peg el cuerpo a la vieja piedra, volvindose invisible hasta que los

    halcones-corneta se hubieron alejado, y despus complet su ascensin.

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    Me alegra mucho verte aqu dijo Luke, abriendo los ojos mientras Streen se reunacon l. Acabas de confirmarme la eleccin que haba hecho. Ven, sintate y ponte decara al este conmigo.

    Streen obedeci sin decir palabra. La curva de Yavin estaba empezando a rozar lalnea del horizonte, formando la geometra del smbolo encontrado por doquier en lasruinas massassi.

    Has hecho nuevos progresos en tu lectura de los Libros de los massassi? pregunt Luke en voz baja.Se estaba refiriendo a una coleccin de tabletas sacadas de una cmara subterrnea

    derrumbada que haba sido descubierta dos aos antes en la jungla, cerca del templo.Las tabletas estaban cubiertas con la compleja y arcana simbologa del Sith, pero lossignos no haban sido trazados por una consciencia Sith. Los Libros guardaban silenciosobre su autora, pero Luke crea que eran la creacin de un solo massassi, y quecontenan la obra de toda una vida dedicada a escribir ensayos sobre la historia y la fe.Una opinin minoritaria sostena que eran los textos sagrados originales de los massassi,una antigua tradicin oral que haba sido consignada all por esclavos que aprendieron aleer y escribir.

    Pensaba que a estas alturas ya habra terminado, pero slo he llegado aldecimosexto Libro dijo Streen. Leerlos es ms agotador de lo que nunca hubieseimaginado. Es como si fuera un proceso que ha de seguir su propio ritmo, y que no puedeser acelerado.

    Y qu has descubierto sobre lo que el panorama que se extiende ante nosotrossignificaba para los que construyeron este lugar?

    He descubierto que para los massassi Yavin era un dios hermoso y terrible al mismotiempo respondi Streen. Alzaba sus ojos hacia el cielo, pero encoga sus corazonesy los llenaba de miedo.

    Contina.Streen seal el horizonte con un gesto de la mano.Si he comprendido bien lo que he ledo, los massassi se midieron a s mismos

    usando esta presencia que lo domina todo como patrn de medida y se sintieronespantosamente diminutos e insignificantes. Se hallaban sobre el pinculo de la vida enun mundo fecundo, y sin embargo les pareca que ellos y sus logros no eran nada..., y esaparadoja acab oscureciendo toda su historia.

    S dijo Luke. No consiguieron aprender la leccin de la humildad. Cuanto msgrandes eran sus obras, ms anhelaban ese poder que segua pareciendo estar tan lejosde su alcance. Erigieron estas piedras para el Sith en un vano esfuerzo que pretendatocar el rostro de su dios, y persiguieron el poder oscuro del Sith en un vano esfuerzopara llegar a ser como dioses.

    Fue una especie de locura.Un atisbo de la verdad puede bastar para provocar la locura murmur Luke.Qu verdad es sa?Mira a nuestro alrededor dijo Luke, extendiendo las manos. Los massassi han

    desaparecido y sus obras se estn desmoronando, heridas por la guerra y violadas porlos intrusos. Pero Yavin sigue gobernando su mundo.

    S. S, comprendo.Me ir por la maana, Streen dijo Luke en voz baja y suave. Mi presencia aqu

    ya no es necesaria. Va siendo hora de que otro asuma la direccin de la Academia Jedi.Te he elegido a ti.

    Aquellas palabras consiguieron lo que no haban logrado los halcones-corneta, pues

    Streen se sobresalt visiblemente.Te marchars maana? No lo entiendo dijo, volvindose hacia Luke.

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    Hubo un tiempo en el que la Fuerza era para m como una voz que susurraba en elviento dijo Luke, levantndose y volviendo la mirada hacia el Gran Templo. Obi-Wanme ense a orla, y Yoda me ense a entenderla. Despus fui mi propio maestro, yaprend a escucharla estuviera donde estuviese y, a mi vez, he enseado a otros a orla yentenderla. Pero ltimamente no he estado oyendo muy bien esa voz, a pesar de que miodo es ms agudo que nunca. Hay demasiado ruido. Hay demasiadas interferencias que

    he de filtrar y eliminar. Hay demasiadas preguntas, demasiadas exigencias. Todosparecen estar gritndome. Es insoportable, y me agota.Se volvi hacia Streen.No puedo seguir haciendo este trabajo. Y lo que he de hacer no puede hacerse aqu.Entonces ha llegado el momento de que te vayas dijo Streen, ponindose en pie.

    Ahora que comprendo por qu te has estado alejando poco a poco de nosotros, inclusome parece que deberas haberte marchado hace tiempo. Y no te preguntar adonde vas.

    Gracias dijo Luke. Aceptas la carga que te he ofrecido?S dijo Streen, ofrecindole su mano extendida. La acepto. Te libero de tus

    deberes sin imponerte ninguna condicin a cambio. Yo cargar con este peso a partir deahora. Los dos hombres unieron sus manos en un firme apretn lleno de sinceridad.

    Despus Streen sonri. Aunque no me siento preparado para ello.Estupendo dijo Luke, respondiendo a la sonrisa de Streen y soltndole la mano.

    El que no te sientas preparado te ayudar a esforzarte todava ms.Se lo dirs a los aprendices, o se lo dir yo?Yo se lo dir. Es lo que esperan, y adems quiero que sepan que cuentas con toda

    mi confianza. Ahora ven, y hagamos lo que debe hacerse.Dando dos largas y rpidas zancadas, Luke se lanz al vaco del viento caliente desde

    la cima del Templo de Atn, tal como hacan los halcones-corneta. Cay dando tumbospor el aire durante unos momentos, y despus extendi los miembros como si lospliegues de su tnica fueran unas alas. Mientras caa, medit en el miedo durante largossegundos, y despus imagin que era una criatura del aire. Haciendo que su cuerpo fuesetan ligero como su corazn, se pos sobre el suelo cerca de la base del templo con tantasuavidad que los tallos de hierba apenas protestaron. Streen tard un poco ms en llegar,descendiendo a lo largo de la fachada del templo bronceada por el sol como si estuvieradejndose caer mediante una cuerda invisible.

    Espero que sta no haya sido mi ltima prueba jade Streen mientras se reunacon Luke.

    No respondi Luke. Slo era algo que quera hacer una vez ms antes de irme.Un rato ms tarde, despus de que hubiera anochecido, un caza ala-E cre una flecha

    de luz a travs del cielo y subi como una exhalacin hacia las estrellas desde la isla deruinas perdida en el mar oscuro de la jungla. Slo un par de ojos lo vio marchar. Los ojos

    pertenecan a Streen, que se hallaba sentado en la cima del Gran Templo. Haba estadomeditando, y la luz y el sonido hicieron que levantase la mirada.Adis, maestro mo murmur mientras la estela inica se iba desvaneciendo.

    Que la Fuerza te acompae en tu viaje.

    En algunos aspectos, Jacen Solo era como cualquier nio de siete aos de edad. Legustaba construir castillos con una baraja de cartas de sabacc, conducir deslizadores dejuguete a travs de charcos de barro y jugar con modelos de naves espaciales. El nicoproblema, desde el punto de vista de Han, era que Jacen quera hacer todas esas cosascon su mente, en vez de con sus manos.

    Hasta el momento, la capacidad para levitar objetos, incluso los ms pequeos, segua

    estando fuera del alcance de Jacen. El ala-E y el caza TIE que libraban un feroz duelo enel aire encima de su cama estaban suspendidos de un par de hilos, y no de suspensamientos. Pero saber que era posible levitar objetos constitua una motivacin ms

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    que suficiente para el hijo mayor de Han. Al igual que el padre que soporta el primer aode lecciones de clarinete de su hijo, Han haba aprendido a ignorar el estrpito de laspequeas catstrofes y los experimentos fracasados, y los ocasionales estallidos deimpaciencia que tenan lugar en la habitacin contigua y que, de otro modo, habranhecho subir vertiginosamente su presin sangunea. Adems, y a diferencia de Leia, elruido y el caos que acompaan a los juegos de un nio no le molestaban lo ms mnimo.

    Pero a Han le costaba bastante ms digerir la innegable realidad de que Jacen seestaba volviendo un poco..., bueno, un poco regordete. Han recordaba la infancia comolargos das de juegos movidos y enrgicos, como una poca en la que posea un cuerpoesbelto y fuerte que nunca estaba cansado durante demasiado tiempo. En el caso deJacen, la infancia era algo muy distinto. Aunque los nios podan ir y venir libremente portodo el recinto, Han nunca vea entrar en el patio a su hijo mayor despus de habercorrido hasta acabar en un estado de agotamiento sudoroso, o salir de los jardines tansucio y feliz como un gusano. Y eso preocupaba considerablemente a Han.

    Haba algo que todava le resultaba ms difcil de aceptar, y era el ver a Jacen jugandosiempre solo, sin amigos fuera de la familia y estando cada vez menos interesado enjugar con Jaina y Anakin. Han culpaba de la falta de amigos de Jacen a s mismo y a Leia.

    Los nios haban sido trasladados continuamente de un lugar a otro, enviados lejos conguardaespaldas y escondidos con nieras, todo con la idea de protegerlos. Comoresultado, el proceso haba protegido a sus hijos de tener nada remotamente parecidoa una infancia normal. Y a pesar de todo eso, aun as haban sido secuestrados porHethrir, y haban estado a punto de perderlos.

    Ya no se poda hacer nada al respecto salvo tratar de no agravar todava ms lasconsecuencias del error. La primera noche en que la familia estuvo reunida, con Leiaderramando lgrimas de alivio mientras se abrazaban los unos a los otros, Han se habajurado en silencio que nunca volvera a permitir que los nios quedaran sin el cuidado y laproteccin de su padre o su madre.

    Leia estaba irremediablemente atrapada por los asuntos gubernamentales, pero Hanestaba convencido de que su posicin era muy distinta a la de ella. Cuando volvieron aCoruscant, haba intentado presentar su dimisin. Como respuesta, el almirante Ackbarhaba observado que Han perdera sus autorizaciones y accesos de alta seguridad y supase de Primera Clase, y que Leia perdera su consejo en las cuestiones ms delicadas yel poder compartirlas con l.

    Considerndole indispensable para la defensa de la Nueva Repblica, debo rechazarsu dimisin haba dicho Ackbar.

    Eh, un momento, maldita sea...Sin embargo, tambin soy de la opinin de que las funciones que desempea

    actualmente no estn aprovechando al mximo su experiencia y capacidades sigui

    diciendo Ackbar. Con efectividad inmediata, ordeno la excedencia indefinida de surango actual y que se le adscriba al servicio personal de la presidenta en calidad deagregado encargado de la defensa domstica. Tendr que prestarle su ayuda de lamanera que ella considere ms adecuada. Lo ha entendido?

    Si los enormes ojos del calamariano hubieran sido capaces de producir un guio,Ackbar habra obsequiado a Han con un ejemplar soberbiamente malicioso en ese mismomomento.

    Como consecuencia, y desde aquel momento, Han pasaba los das en la residenciapresidencial, que comparta con Leia, e intentaba recuperar todo el tiempo perdido. Peroestaba descubriendo que los nios hacan que los hiperimpulsores del Halcn Milenariopareciesen altamente fiables y predecibles en comparacin con ellos. El pequeo Anakin

    era el leal aliado de Han, pero los gemelos solan ponerle a prueba. Jacen y Jaina tenansus propias ideas sobre cul era el orden ms adecuado para el universo, y sobre el lugarque deban ocupar en l.

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    Pero pap, Winter nos deja...Pero pap, Chewie siempre...Pero pap, Cetrespe nunca...Las frases que empezaban con ese tipo de construcciones gramaticales quedaron

    totalmente prohibidas en la casa a finales del primer mes. No es justo! sigui el mismocamino poco tiempo despus. Con Leia respaldando los edictos al final de la cadena de

    mando (y negociando discretamente sus discrepancias con Han en privado), los tres niosacabaron reconociendo a pap como el jefe de la casa.Pero a Han le preocupaba mucho ese da, que crea deba llegar inevitablemente, en el

    que un desacuerdo terminara convirtindose en una discusin que no lograra ganar. Hanhaba llegado a la conclusin de que criar nios Jedi era algo muy parecido a criar tigresde Ralltiir: por monsimos que pudieran ser de pequeos y por mucho que pudieranquererte, aun as acababan crecindoles unas garras tan largas como mortferas. Hannunca olvidara la tarde en la que Anakin tuvo una rabieta ayudada y alimentada por laFuerza que haba durado una hora entera. Todos los objetos de la habitacin fueronempujados o lanzados contra la pared, dejando al pequeo solo en el centro de un suelototalmente vaco para que lo golpeara con los puos y los talones.

    Por suerte, los tres nios eran, bsicamente y en el fondo, muy buenos. Que el jugarcon la Fuerza pareciese hacer que durmieran ms rato y ms profundamente tambin eraalgo por lo que podan dar gracias. Por desgracia, tanto Anakin como Jacen habanheredado la tozudez de su madre: obligar a cualquiera de los dos a que hiciese algo queno quera hacer exiga considerables esfuerzos. Y tanto Jacen como Jaina tenan unaveta oculta de traviesa e incontenible picarda, de la que Leia culpaba a Han, y que hacaque se pudiese tener la seguridad de que tarde o temprano acabaran haciendo justo loque no queras que hicieran.

    Haban establecido un nuevo ritual familiar que pareca gustar mucho a todo el mundo:cuando Leia llegaba a casa, todos se metan en la piscina de vrtices del jardn y pasabanmedia hora o ms dejndose llevar de un lado a otro por sus corrientes. Los nios podanjugar de repente Anakin haba empezado a sentir un amor tan intenso por el agua queAckbar le llamaba orgullosamente mi pececito, o limitarse a permanecer pegados amam y pap, mientras que para Leia y Han era como una terapia, un suspiro de alivio alfinal de un largo da.

    Despus, cuando los nios se iban con el androide mayordomo que los vestira para lacena, Han y Leia se retiraban a su dormitorio para intercambiar lo que llamabanjocosamente el parte diario. Aquello era tan parte del ritual como la piscina: les dabauna ocasin de quejarse, gritar o, sencillamente, distraerse un rato mientras cada uno lecontaba al otro cmo le haba ido el da.

    Esa noche Leia se dej caer sobre la cama, cogi una almohada y la estruj contra supecho.Cules son las ltimas noticias del frente de batalla, general?pregunt.Han se instal en un silln kesslerita colocado delante de los pies de la cama. El silln

    se abland y se adapt rpidamente a los contornos de su cuerpo, dejndole en unapostura tan cmoda que le hizo tener la sensacin de que todava estaba flotando en lapiscina de vrtices.

    No s qu hacer con Jacen dijo. Esta maana intent persuadirle de que jugaraun pequeo torneo amistoso de bolo-pelota conmigo. Rechaz la idea.

    Bueno... No es un deporte que se le d demasiado bien, y los chicos quieren que sus

    padres estn orgullosos de ellos dijo Leia, dndose la vuelta y clavando la mirada en eltecho. Quiz no se atreve a jugar contigo porque t eres mucho mejor jugador que l yteme quedar en ridculo.

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    No juega demasiado bien porque nunca lo practica. No hay ninguna razn por la queno pueda llegar a ser un buen jugador. Pero dijo que era un juego estpido.

    Leia mantuvo un diplomtico silencio.As que le dije que de acuerdo, que escogiera l sigui explicando Han.

    Quieres ir a patinar en el velocdromo, quieres jugar a pelota mural en el patio, ququieres hacer? No, pap, gracias, me dice l. Le dije que tena que empezar a hacer

    algn tipo de esfuerzo fsico, que tena que robustecer su cuerpo..., o de lo contrario,tendra que obligarle a hacer unos cuantos circuitos diarios de la valla interior corriendo allado del androide centinela.

    Y qu respondi a eso?Por qu he de ser fuerte? Algn da ser capaz de ir adonde quiera, o de

    conseguir todo lo que quiera, slo pensando en ello..., como el to Luke. Eso es lo queme respondi. Han mene la cabeza. No parece haberse dado cuenta de que su toLuke no se parece en nada a Jabba el Hutt.

    Y Jacen tampoco! exclam Leia, ponindose a la defensiva.Dale tiempo.Ests exagerando.

    Eso espero dijo Han, aunque emple un tono bastante escptico. Pero mealegrara ver cmo Luke le recuerda a Jacen que el adiestramiento Jedi tambin tiene unafaceta fsica... Ya sabes, todos esos rollos de que el cuerpo es el instrumento de la mente,y no slo su recipiente, con los que sola matarnos de aburrimiento.

    Leia volvi a rodar sobre la cama y se incorpor, apoyndose en los codos y con elrostro repentinamente tenso.

    Has tenido noticias de Luke, Han?Qu? No, hace algn tiempo que no s nada de l. Han frunci el ceo mientras

    pensaba. La verdad es que hace mucho tiempo que no s nada de l. Por qu me lopreguntas?

    Tionne ha llamado hoy desde Yavin 4. Luke ha desaparecido.Ha desaparecido?Se ha ido a algn sitio. Dej la Academia Jedi en manos de Streen.Ya ha hecho eso antes.Pero a juzgar por lo que me dijo Tionne, esta vez es distinto... Daba la impresin de

    que no iba a volver nunca.Hmmm. Altamente misterioso, estoy de acuerdo convino Han. No se me ocurre

    ni una sola razn por la que no pueda apetecerle pasar su vida en una isla desierta en elcentro de la gran Nada rodeado por una pandilla de adeptos a la Fuerza.

    Leia le arroj una almohada, que fue diestramente interceptada por Han.Ojal supiera dnde est dijo. Ninguno de los dos ha sabido nada de l desde

    hace meses, y ahora se ha ido de repente sin dejar ninguna clase de mensaje...Ests preocupada por Luke?Un poco. Y si no va a estar en la Academia Jedi, no cabe duda de que no nos ira

    nada mal que viniera aqu a echarnos una mano. He intentado enviar un mensaje alcomunicador hiperespacial de su caza, pero no est recibiendo transmisiones. Si es queese comunicador todava existe, claro.

    Cundo se fue?Ya hace varios das. Podemos hacer algo desde aqu para localizarle?Han solt un bufido.Localizar a un Maestro Jedi que sabe todo lo que hay que saber sobre la geografa

    y tecnologa de la Nueva Repblica? No a menos que l quiera ser encontrado. Tienes

    ms probabilidades de dar con Luke t slita, empleando tu no-s-qu latente y ese no-s-cuntos de gemelos que los dos parecis poseer.Leia pareci sentirse vagamente incmoda.

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    Me he estado preguntando si podra pedirle al almirante Ackbar que incluyera el ala-E de Luke en la lista de naves desaparecidas discretamente, ya sabes.

    Podras hacerlo replic Han, pero no discretamente. Slo haran falta unas doshoras para que toda la flota estuviera comentando la desaparicin de Luke Skywalker!Vamos, Leia... No intentes engaarte a ti misma: todo lo relacionado con Luke es noticia.Y, en realidad, sa podra ser la razn por la que se ha escabullido por la puerta trasera.

    Qu dice Streen?Streen dice que no tiene nada que contarnos. Pero tuve la impresin de que estabaprotegiendo a Luke.

    Protegiendo la intimidad de Luke, tal vez?Tal vez dijo Leia. Supongo que ahora vas a decirme que debera respetar su

    intimidad, y dejar de preocuparme por este asunto.Es una idea replic Han. Luke es un Maestro Jedi..., y se ha ido en el mejor caza

    de que disponemos, gracias al almirante Ackbar. Si hay alguien que pueda cuidar de smismo, seguro que ese alguien ha de ser mi viejo amigo Luke.

    Leia se dej caer de espaldas sobre la cama.Qu curioso... Cada vez que pienso en ese tema, lo que me acaba viniendo a la

    cabeza es que nadie tiene tanta habilidad para meterse en los como Luke.sa es la gran diferencia existente entre un amigo y una hermana.S, supongo que s dijo Leia, y suspir. Hablando de hermanas... Ha ocurrido

    algo ms hoy?Bueno, veamos dijo Han, cruzando los brazos encima del pecho y alzando la

    mirada hacia el techo. Despus del almuerzo, Jaina se hart de que Jacen volviera aempezar con su viejo numerito de ignorarla y se dedic a sabotear sus ejercicios Jedi.Acabaron teniendo una discusin tan larga que al final consiguieron que les sentara mal elalmuerzo a los dos, y entonces...

    Apenas hubo desconectado los motores, Luke pudo or el aullido del viento quesoplaba en el exterior. Las rfagas hicieron que el ala-E oscilara sobre sus soportes dedescenso y rociaron su superficie con la glida espuma salada arrancada a las crestas delas olas que rompan cerca de la playa.

    No apagues los estabilizadores le dijo Luke a R7-T1 mientras se quitaba el arnsde seguridad.

    El androide astromecnico emiti un trino de respuesta, y las palabras SERECOMIENDA USAR LOS SISTEMAS ANTIHIELO DE LAS ALAS aparecieron en elmonitor de la carlinga.

    De acuerdo, entonces deja conectados tambin los sistemas antihielo.R7-T1 respondi con un ronroneo. RUEGO CONFIRME RESPUESTA

    NEGATIVA A CONTROL DE TRFICO DE CORUSCANT.S, estoy seguro de que no quiero que notifiques nuestra llegada al control de trfico.No quiero que sueltes ni un pitido..., ni siquiera para comprobar si el cronmetro atrasa,entendido?

    Se inclin hacia adelante para abrir el cierre de la carlinga, y la burbuja se desliz sobreunas bisagras ocultas hasta quedar en posicin vertical con respecto al fuselaje. Unchorro de aire hmedo y muy fro entr en la carlinga junto con el sonido del oleaje.

    Volver cuando haya encontrado el hangar.La playa, de apenas treinta metros de anchura, era una pequea franja arenosa

    incrustada entre un mar verdoso de aspecto enfurecido y un acantilado rocoso que tendraunos quince metros de altura. Ms all de los rompientes se alzaban varios pinculos

    retorcidos de la misma roca negro rojiza que sobresalan del agua. Rocas ms pequeasestaban esparcidas por entre las olas y a lo largo de toda la playa, medio enterradas en la

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    gruesa arena marrn. Una espesa capa de nubes grisceas pareca hervir en las alturas,agitndose bajo la presin incesante del viento.

    Luke avanz lentamente por la playa rocosa, yendo en direccin sur sin prestaratencin al viento y el fro. Mantena una mano extendida delante de l con la palmavuelta hacia abajo y la iba moviendo metdicamente de un lado a otro a travs del aire,con lo que casi pareca un ciego que estuviera movindose a tientas por una habitacin

    con la que no estuviera familiarizado.Luke no haba ido muy lejos cuando se detuvo y alz la mirada hacia la cima delacantilado. La estuvo contemplando durante unos momentos, y acab volviendo la vistahacia dos columnas de roca gemelas. Despus baj el mentn hasta pegarlo al pecho,cerr los ojos y dio dos lentas vueltas completas sobre s mismo antes de volver a alzar lamirada hacia la cima del acantilado.

    S dijo, y el viento le rob la palabra de los labios. S, es aqu.Se sent en la arena, con las piernas cruzadas y la espalda recta, y junt las manos

    sobre su regazo, uniendo las yemas de los dedos de cada una con los de la otra. Luke seconcentr en una imagen mental y permiti que su consciencia se fuera hundiendo en lasprofundidades del flujo de la Fuerza que discurra por debajo de l. Con ojos que miraban

    hacia el interior, encontr lo que buscaba y detect su presencia, de la misma forma enque habra percibido las pequeas taras de un cristal casi perfecto. Luke despleg suvoluntad.

    La arena se removi a su alrededor. Las rocas temblaron y oscilaron lentamente de unlado a otro, y despus empezaron a elevarse sobre el mar y la arena como si estuvieransiendo separadas de ellos por una pantalla invisible. Girando por los aires mientrasbuscaban su lugar, las piedras fueron adquiriendo la forma de un muro derruido y unoscimientos desmoronados primero, y de un arco, una puerta y una cpula despus,revelando las ruinas de la fortaleza s