juan carlos portaniero, la persistente vocaciónintelectual de la sociología argentina

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NÓMADAS 196 NO. 27. OCTUBRE 2007. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA

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  • NMADAS196 NO. 27. OCTUBRE 2007. UNIVERSIDAD CENTRAL COLOMBIA

  • 197NMADASCASCO, J. M.: JUAN CARLOS PORTANTIERO: LA PERSISTENTE VOCACIN INTELECTUAL DE LA SOCIOLOGA ARGENTINA

    Juan Carlos Portantiero:la persistente vocacin

    intelectual de lasociologa Argentina*

    Jos Mara Casco**

    Parte de la historia de la sociologa argentina est ligada a los vaivenes de la vida poltica del pas y al desarrollo de sucampo cultural en general. El socilogo Juan Carlos Portantiero es un ejemplo de esa historia de relaciones llena deconsecuencias productivas, pero no exenta de tensiones. A travs del anlisis de su extensa trayectoria, este trabajocentra su mirada en algunos momentos fuertes de esa vinculacin.

    Palabras clave: sociologa, poltica, intelectual, marxismo, democracia, universidad.

    Parte da histria da sociologia argentina est ligada aos vaivns da vida poltica do pas e ao desenvolvimento da suarea cultural em geral. Assim, o socilogo Juan Carlos Portantiero um exemplo dessa histria de relaes cheia deconsequncias produtivas, mas no isenta de tenses. Atravs da anlise da sua extensa trajetria, este trabalho centrao seu olhar em alguns momentos fortes dessa vinculao.

    Palavras-chaves: sociologa, poltica, intelectual, marxismo, democracia, universidade.

    Part of the Argentinean Sociological History is related with the fluctuations in the political life of the country and withthe development of its cultural field in general. In this way, the sociologist Juan Carlos Portantiero is an example of thishistory, full of productive consequences but not exempt of tensions. By the analysis of his vast intellectual trajectory, thiswork is focused in some of the strong moments in this relation.

    Key words: sociology, politics, intellectual, marxism, democracy, university.

    * Agradezco los aportes de Lucas Rubinich y Alejandro Blanco. Y un reconocimientomuy especial a la ayuda invaluable de Aurea Das, Ana Mara Kaufman y OsvaldoPedroso.

    * * * Socilogo y docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Estudiante del progra-ma de doctorado, Mencin en Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Nacionalde Quilmes. E-mail: [email protected]

    ORIGINAL RECIBIDO: 10-IX-07 ACEPTADO: 20-X-07

    [email protected] PGS.: 196-207

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    Buena parte de la historia de las ciencias socia-les argentinas, y de la sociologa en particular, est es-trechamente vinculada a los vaivenes de la vidapoltica del pas y al desarrollo del campo cultural engeneral. Esa historia de cruces, llena de implicacionesproductivas y no exenta de tensiones, est poblada denombres emblemticos. Uno de ellos es Juan CarlosPortantiero.

    Nacido en 1934, en el barrio Flores de la ciudadde Buenos Aires, se cri en el seno de una familia declase media (su padre era gerente de la empresaSiemens y su madre, ama de casa), que simpatizabacon el socialismo de cuo democrtico. Siendo joveningres como estudiante en la Universidad de BuenosAires. Luego de probar suerte en otras carreras, abra-z definitivamente la sociologa como profesin. Des-de los aos cincuenta, combin el ejercicio de laenseanza universitaria y la investigacin social conuna intensa vocacin por intervenir en las grandescuestiones polticas de su pas. El Negro Portantiero,como lo llamaban sus amigos y como es conocido enel ambiente cultural y de las ciencias sociales de Bue-nos Aires, falleci el 9 de marzo de 2007. Adems desus tres hijos, ha dejado un invaluable legado de re-flexiones y conceptos que resultan insoslayables a lahora de intentar comprender la historia de nuestropas. Este texto penetra en su largo recorrido de vidapblica y acadmica, para destacar algunos momen-tos fuertes de una trayectoria ligada al desarrollo de lasociologa y la poltica argentinas.

    Los aos cincuenta: el comienzo deun largo camino

    Juan Carlos Portantiero pas su infancia y gran par-te de su juventud en el barrio porteo de Flores. All,con un grupo de amigos, desarroll sus primeras char-las sobre poltica que derivaran en la bsqueda de unlugar en los partidos tradicionales de la izquierda ar-gentina. Como producto de ese anhelo, en 1952, lue-go de terminado el bachillerato y recin iniciaba laCarrera de Derecho en la Universidad de Buenos Ai-res (que luego abandon por la Carrera de Letras, enla que tampoco se qued mucho tiempo) ingres enla Federacin Juvenil del Partido Comunista argenti-no. Con apenas dieciocho aos, despus de haber pro-bado suerte de manera infructuosa en el Partido

    Socialista y el Partido Demcrata Progresista, buscuna alternativa poltica que se opusiera al clima queel peronismo le imprima a la vida nacional.

    En el Partido Comunista PC se vincul con losdirigentes y militantes del Frente Cultural, donde co-menz colaborando con algunas revistas literarias parapasar luego, al promediar la dcada, a ejercer el perio-dismo cultural y poltico en los principales rganos depropaganda del partido, como Nuestra Palabra y LaHora. Al tiempo que estableci lazos de amistad conpersonajes como Juan Gelman, Manuel Mora y Araujoy Andrs Rivera, conoci all a quien fuera su maestroen el oficio de escribir y su primer referente intelec-tual, Hctor Pablo Agosti, que por esos aos era elprincipal promotor, dentro del partido, de una reno-vacin cultural y de la apertura hacia horizontes dife-rentes de los que marcaba la lnea oficial1.

    De la mano de Agosti, principal difusor de Anto-nio Gramsci en Argentina, Portantiero experimentsu primer acercamiento al pensamiento de este autor.En efecto, colabor, por invitacin de aqul, en elequipo que diriga la traduccin y los estudios preli-minares de la obra del marxista italiano, que luegosera publicada por la editorial Lautaro pertenecienteal PC. Al mismo tiempo, Agosti lo erigi en una suer-te de secretario de redaccin de Cuadernos de Cultu-ra, revista destacada del rea cultural del partido, quetambin administraba.

    Como fruto de esos trabajos, se produjo el encuentrocon quien sera uno de sus ms grandes amigos y compa-ero de aventuras intelectuales, el joven Jos Mara Pan-cho Aric, militante de la Federacin Juvenil del PC dela ciudad de Crdoba y colaborador en los trabajos derecepcin de Gramsci realizados en su provincia. Estevnculo se volvera muy estrecho y sera altamente signi-ficativo para la trayectoria futura de Portantiero, al pun-to de que todas las empresas intelectuales colectivasemprendidas de ah en adelante, hasta la muerte de Aricen 1991, lo seran junto a este gran amigo.

    Los aos sesenta: radicalizacinpoltica y cultural

    Estos aos de militancia juvenil y encuentros deci-sivos se coronaron en el plano de la produccin inte-

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    lectual entrados los aos sesenta. En 1961, Portantieroedit su primer libro, Realismo y realidad en la literaturaargentina, en el que ya se vislumbran los trazos de loque podra denominarse una sociologa de la cultura.All, el anlisis del campo literario argentino, msespecficamente del realismo literario, fue alumbradopor el influjo que dejaban sus recientes lecturas deAntonio Gramsci.

    En mayo de 1963 se produjo un acontecimientoan ms decisivo, que signific una inflexin en la tra-yectoria de Portantiero, poniendo fin a la etapa juve-nil de su militancia poltica y cultural. La fraccincordobesa de la Federacin Juvenil Comunista lanzel primer nmero de la revista Pasado y Presente, en laque aqul colaboraba desde Buenos Aires. Este lanza-miento condens un proceso de radicalizacin de laslecturas de la poltica y la historia del pas, que se ve-na incubando desde los aos previos en un grupo dejvenes militantes del partido y que tena la obra deGramsci como su principal referente terico. La pu-blicacin marc el comienzo del fin de la relacin dePortantiero, y de muchos otros, con las lneas directri-ces de los partidos tradicionales de la izquierda argen-tina respecto de las estrategias para llevar a cabo unapoltica que propiciara un enlace entre intelectuales,partido y clase obrera. El grupo de Pasado y Presentecuestionaba el canon marxista-leninista y la suscrip-cin del partido a las directivas de la URSS, sosteni-dos por la cpula del PC, anteponiendo a ello unmarxismo inspirado en Gramsci que reivindicaba unalectura diferente de la relacin intelectuales/masa. Porotra parte, enarbolaba una relectura de la adhesin dela clase obrera al peronismo, retomando la senda inau-gurada un tiempo atrs por la revista Contorno2. En lanueva interpretacin del fenmeno, la clase trabaja-dora ya no era caracterizada como una masa en dispo-nibilidad manipulada por un demagogo visin clsicasostenida por la izquierda tradicional sino como unaclase con conciencia de sus intereses. De esta manera,la fraccin integrada por Portantiero se inscriba enun fenmeno ms amplio de renovacin intelectual ypoltica que, protagonizado por las nuevas generacio-nes, tena lugar dentro del campo de la izquierda ar-gentina, conformando lo que se denominara NuevaIzquierda. En este sentido, debe anotarse que el nue-vo grupo poco a poco pas del antiperonismo mscerrado al apoyo expreso al peronismo en algunos ca-sos, y, en otros, a un reconocimiento de su importan-

    cia, aunque manteniendo cierta distancia y cautela.Otro elemento caracterstico de la nueva generacinfue el optimismo respecto del futuro latinoamericanoque haba contribuido a despertar la reciente Revolu-cin Cubana.

    La reaccin en el PC frente a la avanzada juvenilencabezada por los jvenes de Pasado y Presente fueinmediata y determin la expulsin del partido detodo el grupo editorial y de los colaboradores de larevista. El alejamiento llev a la formacin de unefmero grupo poltico llamado Vanguardia Revolu-cionaria, que edit un nico nmero de sus sendosrganos de difusin, primero la revista Tctica en1964, y un ao despus, Nueva Poltica. Este ltimoperidico expresaba ya desde su ttulo el modo en elque la nueva generacin de polticos e intelectualesde izquierda se colocaba frente a los partidos tradi-cionales y a los nuevos acontecimientos de la escenanacional e internacional.

    Paralelamente a estos nuevos derroteros, despusde un punto muerto algo prolongado, Portantieroretom sus estudios universitarios, ya en la Carrera deSociologa de la Universidad de Buenos Aires-UBA,en la que obtuvo su licenciatura en 1966. Este hechomarc otro jaln en el proceso de clausura de su itine-rario juvenil. En efecto, ya como socilogo y en mediode un panorama poltico fuertemente convulsionadocomo consecuencia de otro golpe militar en el pas,comenz su trabajo en la docencia universitaria y lainvestigacin. Como docente, se desempe en la asig-natura de Sociologa Sistemtica de la Carrera de So-ciologa de la UBA, primero como ayudante y luego,desde 1970, como profesor adjunto. Como fruto de laactividad de investigacin, y a instancias de MiguelMurmis3, salieron a la luz dos artculos sobre elperonismo. En forma de documento de trabajo se pu-blic en 1968 Crecimiento industrial y alianza de clasesen Argentina (1930-1940), y, al ao siguiente, El mo-vimiento obrero en los orgenes del peronismo. Estos tra-bajos tomaron la forma de libro dos aos ms tarde.Por iniciativa de Aric, en efecto, se edit, en 1971,el que quiz deba ser considerado como el ms influ-yente trabajo acadmico sobre el peronismo realizadoen Argentina, Estudios sobre los orgenes del peronismo,que Portantiero firm en co-autora con Murmis. Estelibro, en tanto propona una interpretacin de la con-formacin del peronismo que rompa con las visiones

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    Portantiero junto a su madre, en la costa uruguayade Ro de la Plata, fines de los aos 30

    Portantiero presidiendo reuninde consejo directivo de la

    facultad de Ciencias SocialesUBA, durante su segundo

    mandato como decano1994 - 1998

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    clsicas del fenmeno sostenidas por la izquierda tradi-cional y por algunos referentes de la sociologa del mo-mento (masas en disponibilidad manipuladas por undemagogo), marc una poca y con el tiempo se con-virti en un clsico que en la actualidad ya lleva msde diez ediciones. Este hecho pone de manifiesto cunimplicada estaba la sociologa de la poca en las cues-tiones polticas y sociales del pas, de manera que suspracticantes se convertan en verdaderos intelectualesque cruzaban la actividad acadmica con preocupacio-nes polticas, situacin que queda ejemplificada tantoen el inters de Portantiero por abordar desde un enfo-que sociolgico la problemtica del peronismo, comopor la amplia repercusin que tuvo el libro dentro delmbito disciplinar de las ciencias sociales.

    En 1973, Portantiero, Aric y todo el grupo cor-dobs ya instalado en Buenos Aires, lanzaron la se-gunda etapa de la revista Pasado y Presente. All,Portantiero volvi a usar el arsenal gramsciano y, conese prisma, su ensayo Clases dominantes y crisis pol-tica en la Argentina actual, ilumina en clave histri-ca los obstculos que encontraba el pas para constituirun orden poltico y econmico estable. Este texto,junto con el libro sobre el peronismo mencionado,constituyeron las primeras contribuciones decisivas delautor al anlisis de la realidad del pas. Nociones como

    empate hegemnico y crisis orgnica fueronretomadas en su perspectiva para condensar las difi-cultades que, tanto los sectores dominantes como lossubalternos, enfrentaban en el plano de la poltica paraencontrar una salida a la crisis que corroa al pas des-de los aos treinta. Su enfoque, adems, contena lafuerza que los movimientos contestatarios le imprimanal anlisis poltico. As, Portantiero poda afirmar, res-pecto de la finalidad de su trabajo, que este buscabainscribirse en la discusin y, por medio de ella, en laprctica de constitucin de un bloque social de poderalternativo al dominante (Portantiero, 1970: 2). Porel mismo ao, el grupo de Pasado y Presente establecicontactos con la organizacin Montoneros, brazo ju-venil del peronismo de izquierda, y acompa su avan-zada hacia la radicalizacin poltica que en muchoscasos era la opcin por la lucha armada, en momentosen que el peronismo, luego de una larga proscripcin,haba vuelto al poder y en sus filas se libraba una lu-cha por el liderazgo del movimiento entre dos faccio-nes, el ala derecha (sindicalista) y el ala izquierda(Montoneros).

    Tambin por aquella poca, Portantiero protagoni-z la llamada disputa entre Ctedras Marxistas y C-tedras Nacionales que tena lugar en el seno de la UBA.Se trataba de una experiencia singular que rompa los

    Portantierocomo periodista de

    El Clarn.Aos 60

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    moldes clsicos de la enseanza y colocaba las discusio-nes polticas como el locus que guiaba las acciones en launiversidad. Una frase del Portantiero de entonces re-sume el clima que se viva en la sociologa del momen-to y en la institucin universitaria: Frente al problemageneral de la sociologa, quisiera decir en primer lugarque yo no me defino como socilogo, sino como socia-lista revolucionario (...). La respuesta es simple y lgi-ca: o la sociologa sirve como instrumento capaz deapoyar cambios de tipo poltico, o no me interesa comoprofesin (Cit. en Rubinich, 1999: 31). Esta afirma-cin no haca ms que sintetizar el tono que haba ad-quirido la cuestin acadmica y que tuvo en 1973 supunto ms lgido. Este proceso encontr su fin en 1974cuando, poco tiempo despus de la muerte del viejolder Juan Domingo Pern, fue dispuesta la interven-cin de las universidades nacionales por decreto delgobierno nacional en manos del ala derecha delperonismo. Como consecuencia de ello, Portantiero sevio obligado a abandonar la enseanza en la UBA ycomenz a dar clases en la sede Buenos Aires deFLACSO. Pronto, en 1975, march al exilio en Mxico.

    El fin de los aos setenta y elreencuentro con la democracia

    Mxico fue el comienzo y el fin de varias cosaspara Portantiero. Estando all, el 24 de marzo de 1976cay en Argentina el gobierno constitucional de Isa-bel Pern debido al golpe militar que, instaurando unrgimen autodenominado Proceso de ReorganizacinNacional, impuso el estado de sitio, la censura y larepresin por siete aos. En este contexto, tom for-ma una autocrtica de lo actuado en los aos prece-dentes sobre la base de lo que se visualizaba, para todauna generacin de polticos e intelectuales, como unaderrota incontestable. El accionar de los grupos arma-dos, la poltica desplegada por los agrupamientosnucleados en la Nueva Izquierda y el formato tericocon que se haba decodificado el anlisis de la polticay lo social, comenzaban a ser fuertemente impugna-dos. En efecto, el golpe de Estado y la feroz represinque le sigui, trastocaron la subjetividad de los acto-res que se haban involucrado, para Portantiero y paratoda una generacin terminaba una etapa.

    En lo que tiene que ver con el plano estrictamenteprofesional, Portantiero trabaj como profesor en la

    sede mexicana de FLACSO, enseando teora socialdurante toda su estada en ese pas. De su variada pro-duccin terica de la poca, debe destacarse en 1977la publicacin de Los usos de Gramsci en la coleccinCuadernos de Pasado y Presente que diriga Aric, don-de se incluy ese texto como prlogo a los escritospolticos del marxista italiano. Los usos de Gramsci,que en 1981 sali a la luz en forma de libro, tuvo lasingularidad de ser la ltima produccin en la que elpensador italiano recibi una atencin central en lasreflexiones de Portantiero, constituyndose, de algnmodo, en una bisagra en su trayectoria. Podra decirseque fue una despedida de su vnculo con el comunistasardo y respecto de una forma de concebir la relacinentre pensamiento social y poltica.

    As, ya desde finales de los aos setenta, aparecie-ron diversos artculos publicados en revistas latinoa-mericanas y europeas que expresaban un doblemovimiento. A la vez que criticaban las orientacionesde la izquierda que seguan sosteniendo como guapoltica una tctica de tipo revolucionaria, comenza-ban a realizar una recuperacin positiva de la cues-tin democrtica. Una buena muestra de ese doblemovimiento tambin la constituyen los temas y losautores que Portantiero privilegiaba cuando, en 1979,fund la revista Controversia. Para el anlisis de la reali-dad argentina, junto con parte del grupo que haba in-tegrado Pasado y Presente. Esta publicacin despleg,

    Portantiero - abril 1963

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    a lo largo de sus catorce nmeros, la discusin que elsocialismo argentino sostuvo en torno a la llamadacrisis del marxismo que, por la misma poca, tambintena lugar en Europa. La revalorizacin de la polticaentendida como un dilogo entre fuerzas adversarias yde la democracia como rgimen poltico, tema quesera decisivo para Portantiero en los aos venideros,son cuestiones centrales a las que los diferentes cola-boradores se dedicaron. En este marco, Portantieropublic en la revista una entrevista realizada a la inte-lectual Christine Buci-Glucksmann, militante del co-munismo francs, en la que sostena la convenienciade una salida parlamentaria para los partidos de iz-quierda latinos. Con este gesto, el socilogo argenti-no ajustaba cuentas con el marxismo revolucionario yreivindicaba la salida democrtica como estrategiapoltica alternativa a la estrategia revolucionaria fra-casada. En esa direccin, en un dossier de Controversiade 1980 sobre el tema de la democracia, Portantieroindagaba sobre los vnculos entre democracia polticay socialismo y colocaba en el centro del debate la ideade que la democracia no constituye un patrimonio delas clases burguesas sino una conquista de la accinpoltica de las masas en su proceso de auto-liberacin.

    Hacia 1982, ese dilogo crtico con el socialismoy esa bsqueda de aperturas terico-polticas, se co-ron con la publicacin, en la revista argentina De-sarrollo Econmico, de una resea de la edicincastellana de los Escritos polticos de Max Weber, apa-recida en Mxico dos aos antes de la mano de laeditorial Folios dirigida por Aric. En ella, Portantierodestacaba la contribucin que el pensamiento delalemn podra brindar a la solucin de los problemasa los que, segn su perspectiva, nada podan aportarni el propio Marx ni el marxismo. De esta manera,produca una ruptura definitiva con una adscripcinexclusiva al socialismo.

    Los aos ochenta: el Estado dederecho y la vuelta a la vidauniversitaria

    En el marco de la restauracin de las institucionesdemocrticas, en 1983 Portantiero regres a Argenti-na y se convirti en uno de los mayores exponentesdel pensamiento sobre la democracia del campo cul-tural y poltico del pas. En este contexto fund, junto

    con reconocidos intelectuales, el Club de CulturaSocialista en 1984, institucin sin filiacin partidariaque tendra como centro de sus preocupaciones la re-flexin, desde una perspectiva democrtica, sobre losgrandes desafos del momento4. Dos aos ms tarde,la iniciativa se plasm en la creacin de Ciudad Futu-ra, una revista cultural que, con distintas etapas, pro-tagoniz el debate pblico hasta el ao 2006. En laprimera etapa, durante los aos ochenta, la revista seconvirti en la tribuna privilegiada de los debates cen-trales de la poca. Diferentes dimensiones de la polti-ca y lo social, como la educacin pblica, lademocracia como forma de gobierno, el papel del sin-dicalismo y otros temas fueron tratados en ella porespecialistas de variadas ramas del saber.

    Al mismo tiempo, por aquellos aos Portantieroform parte, junto con otros intelectuales de diversasextracciones, de un acontecimiento indito en Argen-tina: el llamado Grupo Esmeralda, suerte de grupoasesor de carcter informal del presidente RalAlfonsn (1983-1989), que contribuy a discutir conel mandatario algunos temas importantes de la agen-da poltica y colabor en la elaboracin de documen-tos centrales de su gestin. El ms destacado de ellos,quiz, sea el que desemboc en el llamado Discursode Parque Norte5. Esta experiencia fue indita por-que rompi con una tradicin en el pas que habahecho del divorcio entre polticos e intelectuales unamarca de su vida pblica durante el siglo veinte.

    En el plano de la produccin escrita, junto a JosNun, Portantiero edit en 1987 la compilacin Ensa-yos sobre la transicin democrtica. All, a travs de dosartculos en los que realiz un anlisis de la coyuntu-ra, indag acerca de los problemas que visualizabacomo obstculos para fundar un orden poltico esta-ble en el pas. Las cuestiones de la confrontacin y elacuerdo fueron abordados con gran agudeza, resaltan-do las dificultades que portaban las culturas polticasde los actores de la escena nacional para establecer unorden democrtico. En la misma direccin, reflexionsobre la necesidad de una concertacin poltica plu-ral, tema que reenva la discusin a una idea que seerigi como central en los anlisis de Portantiero a lahora de pensar la democracia argentina: el pacto pol-tico como modo de procesar los acuerdos y los con-flictos, instaurando una gramtica comn como basesobre la cual pudieran establecerse las diferencias6.

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    Al ao siguiente, sali La produccin de un orden.Ensayos sobre la democracia entre el Estado y la sociedad,libro en el que Portantiero reuni buena parte de suproduccin de fines de los aos setenta y principios delos ochenta, que tena como premisa central buscarcaminos, en lo terico y en lo poltico, que hicieranposible el encuentro entre democracia y socialismo.

    Por otra parte, durante todos esos aos volvi adesempearse como docente e investigador en la Ca-rrera de Sociologa de la UBA, y en 1985 ingres comoinvestigador en el Consejo Nacional de Investigacio-nes Cientficas y Tecnolgicas (Conicet) llegando aocupar el cargo de investigador independiente.

    Los aos noventa, la polticauniversitaria y el comienzo delnuevo siglo

    En 1990 (y luego de que el gobierno al que habaacompaado desde el Grupo Esmeralda entregara elmando presidencial de forma anticipada y traumticaa su sucesor, como consecuencia de una grave crisispoltica y econmica), Portantiero fue elegido Deca-no de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. En1994 renov ese cargo, completando su segundo pe-rodo en 1998. Al frente de la Facultad, en el marcode profundas reformas en el orden econmico y socialdel pas vinculadas con las polticas neoliberales im-pulsadas por el nuevo gobierno nacional y que

    involucraron un proceso de privatizaciones de dife-rentes bienes econmicos y sociales, Portantiero de-fendi la gratuidad de la enseanza y el gobiernoautnomo de la institucin universitaria, frente alavance de importantes sectores que llamaban a priva-tizar la educacin pblica. Ese fue un combate al quePortantiero le aport un empeo significativo, en unambiente por dems desfavorable producto del pro-gresivo desfinanciamiento de la educacin pblica.

    Asimismo, con suerte dispar, intent llevar ade-lante un proceso de modernizacin de la educacinsuperior y colocar la docencia y la investigacin comopilares de la poltica universitaria. Diferentes factoresno hicieron posible llevar adelante de manera cabalesos cambios. Sin embargo, un hecho destacable es elimpulso brindado como director a la revista Sociedad,publicacin de la Facultad que reuni en sus pginasa las figuras ms relevantes del mbito acadmico delpas y a algunas de la regin, convirtindola en unrgano de difusin de los mejores exponentes de laproduccin acadmica y cientfica del momento. Porella pasaron nombres importantes como Jos JoaqunBrunner, Julio Labastida, Guillermo ODonnell, SergioZermeo, Jess Martn-Barbero y Ernesto Laclau, en-tre otros. Adems, la publicacin se constituy en lanica de su tipo, ya que por esos aos slo DesarrolloEconmico era una revista acadmica stricto sensu.

    Cuando los aos noventa terminaban y ya despun-taba el nuevo siglo, Portantiero retom sus investiga-

    Portantiero juntoa los graduados de la

    primera promocin de laMaestra Flacso Mxico,

    donde era profesor.Mxico, julio de 1978

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    ciones que, aunque nunca haba abandonado del todo,permanecieron en un segundo plano durante su ges-tin como Decano. Ese nuevo impulso a sus investi-gaciones tuvo como tema central la indagacinhistrica del papel del socialismo argentino en la es-cena poltica de los aos treinta del siglo veinte. Comoparte de ese proyecto, en 1999 public Juan B. Justo.Un fundador de la Argentina moderna, una pequeabiografa del fundador del Partido Socialista argenti-no, donde traz los puntos salientes y las debilidadesde su proyecto poltico. Esta empresa, que luego dellibro sobre Justo tuvo varios artculos en su haber,buscaba poner en escena una mirada que desmintieralas afirmaciones que, desde la historiografa de cortenacional-popular, aseveraban que no haba nada im-portante con respecto a la poltica obrera antes de lallegada del peronismo al poder en los aos cuarenta7 .Hasta su muerte, producida en el ltimo verano ar-gentino, esa fue su preocupacin terica central.

    El 5 de septiembre de 2006, en una emotiva cere-monia realizada en la ciudad de Buenos Aires, promo-vida por la Facultad Latinoamericana de CienciasSociales (Flacso) con sede en Mxico, el NegroPortantiero fue distinguido con el doctorado HonorisCausa. Este fue el reconocimiento ms importante querecibi en vida, reconocimiento ampliamente mere-cido por su permanente y tenaz compromiso con laproduccin cientfica y el pensamiento poltico y so-cial argentinos.

    Posteriormente a su fallecimiento, fueron numero-sas las declaraciones de pesar y los homenajes organiza-dos a su persona y trayectoria. As, por ejemplo, laCmara de Diputados de la Nacin argentina aproben los primeros das del mes de abril un proyecto dedeclaracin de pesar por el fallecimiento del politlogoargentino Juan Carlos Portantiero. Entre los argumen-tos que avalaron el proyecto se expresaba: Son nume-rosas las charlas y conferencias dictadas en la Argentinay en el mundo, en las cuales puso de manifiesto su sutilintelecto y la profundidad de sus anlisis polticos, con-tribuyendo de esta forma en la construccin de las ideasque fortalecen la institucionalidad, el civismo y la de-mocracia (Cmara de Diputados de la Nacin, Trmi-te Parlamentario No. 27, 11/04/2007).

    Sin embargo, son las expresiones de sus amigos yex compaeros de militancia y actividad intelectual,

    las que nos aportan una imagen ms cercana e ntimadel Negro Portantiero. Pablo Gerchunoff, que co-noci a nuestro autor cuando era un nio en las re-uniones organizadas por sus padres, lo recuerda de estamanera:

    No podra decir que fuera mi amigo, porque antes quenada se convirti en mi hermano mayor, pero el tiem-po pasa, las edades convergen, despus de los 25 aostodos tenemos la misma edad y mi hermano se convir-ti en mi amigo, un amigo entraable y admirado cuyaamistad fue una piedra preciosa heredada. Por quadmirado? No poda contestar esa pregunta por esostiempos, pero haba una seal que me vena de losotros. Si el negro no acuda una noche de tertulia acasa, la pregunta ansiosa e inevitable de los otros era:Qu dice el negro sobre esto?; qu opina el negro sobreesto otro? Era ya entonces una personalidad magntica,y esas personalidades estn aunque no estn. (Discursopronunciado en el homenaje del Ministerio de Educa-cin de la Nacin).

    Tambin, y por ltimo, queremos citar las pala-bras de su gran amigo y compaero de ruta Emilio deIpola en ocasin de un reciente homenaje:

    Me digo con tenaz constancia que el dolor por elamigo que ya no veremos en el encuentro cotidianono debe hacernos olvidar que tambin se fue un so-cilogo y un politlogo de primer nivel, y tambinun intelectual comprometido en toda empresa pol-tica que juzgara digna de ser acompaada si coinci-da con sus ideales de justicia, igualdad y libertad. Suopcin de vida fundamental lo llev en toda oca-sin a dejarse capturar por los requerimientos del pre-sente poltico, a embarcarse en decenas de proyectosde todo tipo, a condicin que fueran en la direccinen la que siempre inscribi su accin: la bsqueda decaminos que nos acercaran a una sociedad ms justa,ms igualitaria y ms libre. (Suplemento Radar, pgi-na 12, 8 de abril de 2007).

    Citas

    1 Portantiero se colocaba, de esa manera, en una tradicin que,como primer escaln, remita a la figura de Jos Ingenieros, ya queste haba formado en el campo cultural a Anbal Ponce, del cualHctor P. Agosti, a su vez, haba sido discpulo.

  • 207NMADASCASCO, J. M.: JUAN CARLOS PORTANTIERO: LA PERSISTENTE VOCACIN INTELECTUAL DE LA SOCIOLOGA ARGENTINA

    2 La revista Contorno se edit a mediados de los aos cincuenta yfue la primera que reuni a un grupo de intelectuales que hacauna relectura del fenmeno peronista, esa relectura cancelaba ladescalificacin del fenmeno de manera total y en su lugar tratabade comprender las razones del apoyo de la clase obrera al ldermilitar. Animaron esa empresa los hermanos David e Ismael Vi-as, Len Rozichner y J. J. Sebreli, entre otros.

    3 Miguel Murmis fue profesor titular de la asignatura de SociologaSistemtica hasta 1967, ao en que se separ del cargo a raz de laintervencin sufrida por la UBA por parte del gobierno de factoinstaurado en 1966.

    4 En la etapa inaugural del Club de Cultura Socialista, pasaron porall, adems de muchos de sus antiguos compaeros de Controver-sia, buena parte de las grandes figuras de las ciencias sociales y delas humanidades de Argentina, como Beatriz Sarlo, CarlosAltamirano y Oscar Tern.

    5 El discurso fue pronunciado por el presidente Ral Alfonsn el 5de diciembre de 1985 ante un plenario de la Unin Cvica Radi-cal, partido poltico al que perteneca, convocando a una con-vergencia democrtica. En 1990, Portantiero y Emilio de Ipola,con quien haba escrito buena parte de ese discurso, realizaron unexamen de las ideas centrales que este contena, a la vez queintentaron trazar un balance de lo que haba quedado del mismoen la dirigencia argentina, en un artculo de Ciudad Futura, en sunmero 25/26.

    6 Nos referimos a La transicin entre la confrontacin y el acuer-do y De la Ley Mucci a la concertacin que no fue, en: Nun yPortantiero (1987).

    7 En otro orden, en el ao 2001, dirige un proyecto sobre Calidadde la democracia en Argentina para el Programa de las NacionesUnidas para el Desarrollo (PNUD). Una parte de las conclusio-nes producidas en ese trabajo fueron publicadas en un volumenen el ao 2004. Esa iniciativa sirvi para colocar en la agendapblica algunos de los problemas que respecto de la calidadinstitucional tiene el pas.

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