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Serie de folletos No. 52-S

El FMI y la pobreza

Departamento de Finanzas Públicas

Preparado por

Sanjeev GuptaBenedict ClementsCalvin McDonaldChristian Schiller

FONDO MONETARIO INTERNACIONAL

Washington

1998

©International Monetary Fund. Not for Redistribution

Producción: Sección de Trabajos Gráficos del FMIGráficos: In-Ok YoonComposición: Choon Lee

Edición en español:División de EspañolDirección de Servicios Lingüísticos del FMI

Traducción: Antonio SalvadorCorrección de pruebas y composición:Magaly Bocanegra-Torres y Adriana Vilar

ISSN 0252-2993

ISBN 1-55775-786-0

Las opiniones expresadas en el presente folleto son las de los autores y no deben atribuirse alos directores ejecutivos del Fondo Monetario Internacional ni a sus autoridades nacionales.

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Indice

Prefacio v

La pobreza y el mandato del FMI 1

La pobreza y el asesoramiento del FMI en materia de política 2Una política económica sólida 2Redes de protección social a corto plazo

en defensa de la pobreza 4Mejor composición del gasto público 4

La pobreza y los programas respaldados por el FMI:La experiencia de los países de bajo ingreso 6

Inflación 6Crecimiento 8Composición del gasto 10

Gasto social 10Gasto militar 16Otros aspectos de la composición del gasto 17Redes de protección social 17

Cambios en las condiciones de pobreza y de desigualdad delingreso en programas respaldados por el FMI 20

Incorporación de las cuestiones relacionadas con la pobreza

en otras actividades centrales del FMI 23

Resumen y conclusiones 24

Bibliografía 25

RecuadroSAE/SRAE: Servicios en condiciones concesionarias

para ayudar a los países más pobres 7

Cuadros1. Muestra de 36 países SAE/SRAE 82. Muestra de 66 países con programas

respaldados por el FMI 93. Resumen del gasto, por clasificación económica,

en los países SAE/SRAE 18

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ÍNDICE

Gráficos

1. Variación media anual del gasto real per cápita en educación

y salud en programas al amparo del SAE/SRAE 12

2. Gasto social público en programas respaldados

por el FMI; 1986-96 13

3. Variación media anual de las matriculaciones en la

escuela primaria y de las tasas de mortalidad infantil

en programas al amparo del SAE/SRAE 14

4. Gasto público en programas al amparo

del SAE/SRAE 19

5. Tasas de pobreza y coeficientes Gini en

programas al amparo del SAE/SRAE 22

En este folleto se utilizan los símbolos siguientes:

. . . Indica que no se dispone de datos.

— Significa que la cifra es cero o menos de la mitad del último dígito indi-cado, o que la partida no existe.

- Se usa entre años o meses (por ejemplo, 1994-95 o enero-junio) paraindicar el período comprendido, aclarándose que los años o meses inicial yfinal también forman parte del período.

/ Se emplea entre dos años consecutivos (por ejemplo, 1994/95) para indicaruna cosecha o un ejercicio fiscal o financiero.

$ Representa dólares de EE.UU.

Los totales pueden no coincidir con la suma de las partidas debido al redondeode las cifras.

En este folleto, el término "país" se usa no sólo para referirse a entidades territo-riales que constituyen un Estado según la acepción de esa palabra en el derechointernacional escrito y consuetudinario, sino también para referirse a entidadesterritoriales que no son Estados, pero para las cuales se mantienen y facilitaninternacionalmente datos estadísticos en forma separada e independiente.

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PrefacioEl presente folleto es una versión revisada del trabajo preparado para

el Foro sobre Elementos Clave en las Estrategias de Reducción de la Po-breza organizado por el Comité de Asistencia para el Desarrollo, en París,el 4 y 5 de diciembre de 1997. Los autores desean expresar su agrade-cimiento a Peter S. Heller y Louis Dicks-Mireaux por sus útiles comenta-rios a una versión anterior del trabajo. Elisa Diehl, del Departamento deRelaciones Externas del FMI, se encargó de la edición del manuscrito ycoordinó la producción del folleto.

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El FMI y la pobreza

La pobreza y el mandato del FMI

El mandato del FMI, según se dispone en el Convenio Constitutivo dela organización, es fomentar la cooperación monetaria internacional, elcrecimiento equilibrado del comercio internacional y un sistema establede tipos de cambio1. Desde finales de los años setenta, algunos elementosdel asesoramiento del FMI en materia de medidas de política han evolu-cionado considerablemente.

En el pasado, el asesoramiento del FMI hacía hincapié en la gestión dela demanda agregada con el propósito de crear condiciones favorablespara la estabilidad macroeconómica. En los últimos años, el enfoque y al-cance de la labor del FMI se han ampliado, pasando a cobrar creciente im-portancia los aspectos estructurales y sociales de la política fiscal tanto enlos programas de reforma que emprenden los países miembros con res-paldo del FMI (programas respaldados por el FMI) como en el marco delasesoramiento general en materia de política económica (Tanzi, 1997). Uncomponente principal de este asesoramiento es ahora cómo facilitar el"crecimiento de alta calidad" (Fondo Monetario Internacional, 1995).Cabe considerar que el crecimiento es de alta calidad si 1) es sostenible yno se desploma ante la menor perturbación externa, 2) va acompañado deposiciones apropiadas de pagos tanto internos como externos y de una in-versión adecuada, sin olvidar al capital humano, de forma que existan loscimientos de un crecimiento futuro, 3) va acompañado de medidas queprotejan el medio ambiente y 4) está unido a medidas que procuren redu-cir la pobreza y mejorar la igualdad de oportunidades (Camdessus, 1990).En este folleto se pone de relieve el último componente de ese crecimien-to de alta calidad, es decir, reducir la pobreza y mejorar la equidad, expo-niéndose la manera en que el FMI actúa para alcanzar ese objetivo en el

1Los fines del FMI, según se exponen en el Convenio Constitutivo, son " i) fomentar lacooperación monetaria internacional..., ii) facilitar la expansión y el crecimiento equilibradodel comercio internacional, contribuyendo así a alcanzar y mantener altos niveles de ocu-pación y de ingresos reales ..., iii) fomentar la estabilidad cambiaría, procurar que los paísesmiembros mantengan regímenes de cambios ordenados ..., iv) coadyuvar a establecer un sis-tema multilateral de pagos ... y v) infundir confianza a los países miembros poniendo a su dis-posición temporalmente ... los recursos generales [para que] ... corrijan los desequilibrios desus balanzas de pagos...".

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EL FMI Y LA POBREZA

desempeño de sus tres actividades centrales, a saber, supervisión de lapolítica económica de los países miembros, respaldo financiero para losprogramas de ajuste y asistencia técnica.

La pobreza y el asesoramiento del FMIen materia de política

El asesoramiento del FMI en materia de política económica puederedundar en beneficio de los pobres por intermedio de su influencia en lapolítica macroeconómica del país, en el establecimiento de redes de segu-ridad social y en el gasto público.

Una política económica sólidaPor intermedio de su asesoramiento, el FMI trata de fomentar medidas

de política acertadas en sus aspectos monetario, fiscal y cambiario con elobjeto de ayudar a los países a conseguir la estabilidad macroeconómica.Incluso a corto plazo, esa estabilidad macroeconómica beneficia directa-mente a los pobres porque entraña un nivel de inflación bajo y tipos decambio ajustados a la realidad. Pero aún más importante, el marco ma-croeconómico sostenible constituye un elemento esencial para poderalcanzar el crecimiento de base amplia a largo plazo que hace falta parapaliar la pobreza (Squire, 1993; Ravallion y Chen, 1996).

El país que no corrige los desequilibrios macroeconómicos graves tieneque afrontar frecuentemente un elevado costo social. Si el nivel de infla-ción es alto y la tasa variable, los más afectados son los pobres y los gru-pos de mediano ingreso debido a que cuentan por lo general con acceso li-mitado a los mecanismos que permiten proteger el consumo, como soncuentas corrientes bancarias que devenguen intereses u otros depósitos enmonedas extranjeras estables, además de capacidad limitada para la com-pra de bienes a crédito. Una inflación elevada también puede erosionar labase tributaria —con el consiguiente perjuicio para el mantenimiento delgasto público en servicios sociales— y repercute negativamente sobre lasdecisiones de inversión. Las pruebas indican con creciente claridad quelos países con tasas elevadas de inflación muestran también coeficientesde inversión bajos y crecimiento económico más lento. Se ha demostradoque el crecimiento económico se resiente incluso con niveles intermediosde inflación (del orden del 10% al 40%) (Fondo Monetario Internacional,1997a).

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La pobreza y el asesoramiento del FMI

El origen de la inflación en muchos países es el recurso excesivo delgobierno al crédito bancario con objeto de financiar el gasto público. Así,un elemento importante del asesoramiento del FMI, sobre todo en el con-texto de los programas respaldados por la institución, es que el gobiernorecorte su acceso al crédito bancario al tiempo que se cerciora de que elsector privado recibe una participación adecuada del total del crédito.Otro aspecto esencial es la calidad del ajuste fiscal que se lleve a cabo;los cambios efectuados en el gasto público o la política tributaria deberánser sostenibles y tener un efecto perdurable sobre el saldo fiscal a medioplazo.

La política de tipo de cambio representa un elemento importante de lacombinación de medidas de política utilizadas para alcanzar la estabilidadmacroeconómica. Es probable que un tipo de cambio sobrevalorado in-fluya negativamente sobre los niveles de ingreso de los sectores pobres ru-rales, cuyos medios de vida suelen depender de las exportaciones agríco-las. Corregir un tipo de cambio sobrevalorado debería conducir en últimainstancia a que aumente el producto y el empleo en el sector exportador.Sin embargo, la reasignación de recursos que produce la variación del pre-cio de los bienes y servicios objeto de comercio internacional frente a losque no entran en ese comercio lleva tiempo y se encuentra ligada a me-nudo a descensos del empleo y de bienestar en sectores hasta entoncesprotegidos por el gobierno.

Las medidas macroeconómicas bien concebidas y un marco macroeco-nómico estable por sí solos no crearán las condiciones que hacen faltapara el crecimiento económico. Por lo general, se necesitan también refor-mas estructurales cuyo objeto sea asegurar un crecimiento ininterrumpidomediante el fomento del uso eficiente de recursos y la creación de incen-tivos para la competencia y la iniciativa privada. Entre las reformas figu-ran la eliminación de distorsiones en la política tributaria y de gasto y ensu gestión, la liberalización de los precios y los tipos de interés, la rees-tructuración de las empresas públicas de manera que se fomenten las con-diciones para un crecimiento sostenible y la creación de empleo a medioplazo, la reforma de las instituciones financieras para que los habitantes delas zonas rurales puedan obtener crédito, la modificación de las medidasque afecten al mercado laboral al objeto de promover la competitividady aumentar el empleo, la limitación de la intervención administrativa en laeconomía y el recorte de las oportunidades de corrupción (Fondo Mone-tario Internacional, 1997b).

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EL FMI Y LA POBREZA

Redes de protección social a corto plazo en defensa de la pobrezaAlgunas reformas que tienen por objeto alcanzar la estabilidad macroe-

conómica y eliminar obstáculos para el crecimiento sostenible a largoplazo pueden perjudicar a algunos sectores pobres a corto plazo. Porejemplo, esto puede suceder con la eliminación de las subvenciones ge-neralizadas para los precios de los productos de primera necesidad, conla devaluación del tipo de cambio, que suele perjudicar a los consumido-res urbanos de productos importados, con la reducción de subvencionespresupuestarias para las empresas estatales, con la reforma del cuerpo defuncionarios públicos y con la reducción de la protección que resulta dela liberalización del comercio. Estas reformas pueden producir una caídadel ingreso real de los pobres y pérdidas de empleo. Para mitigar los efec-tos adversos a corto plazo sobre los pobres y otros grupos vulnerables,en muchos programas respaldados por el FMI se incorporan gastos pre-supuestarios en redes de protección social que con carácter temporaltransfieren fondos o protegen el consumo (Chu y Gupta, 1998).

La existencia de redes de protección puede promover el apoyo políticoa las reformas. Para ayudar a los gobiernos a elaborar redes de protección,el FMI estudia su eficacia en función del costo y la viabilidad financiera.Las redes de protección pueden incluir subvenciones orientadas a gruposen particular o un pago en efectivo en lugar de subvenciones, mejor dis-tribución de productos de primera necesidad como las medicinas, contro-les temporales sobre los precios de algunos productos de primera necesi-dad, indemnizaciones y recapacitación para los empleados del sectorpúblico que hayan perdido su trabajo y empleo en programas de obraspúblicas. Muchos de estos elementos pueden encontrarse en los progra-mas de reforma recientes de Asia (véase, por ejemplo, Gupta, McDonald,Schiller, Verhoeven, Bogetic y Schwartz, 1998). En la medida de lo posi-ble, se modifican los planes existentes de seguridad social, como segurosde desempleo y pensiones, para proteger a los grupos vulnerables frentea los efectos adversos de la reforma económica. Así se ha hecho en lospaíses que han pasado de una economía centralizada a otra de mercado(véase, por ejemplo, Chu y Gupta, 1998).

Mejor composición del gasto públicoLa reasignación del gasto público puede beneficiar a largo plazo a los

pobres porque se desplazan recursos a 1) actividades que fomentan el cre-

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La pobreza y el asesoramiento del FMI

cimiento (por ejemplo, gasto en inversión productiva) apartándolos degastos que no contribuyen a los objetivos que persigue la política del go-bierno (por ejemplo, subvenciones generalizadas no específicas y el gas-to militar excesivo), 2) educación y atención médica básicas, que fomen-tan el capital humano y promueven así el crecimiento y la equidad y,naturalmente, 3) programas específicos para paliar la pobreza.

Un paso clave para reasignar el gasto hacia actividades promotoras delcrecimiento es reducir el gasto público "improductivo", es decir, el gastoque puede reducirse sin que influya en la consecución del producto o losobjetivos del gobierno como son la ley y el orden o la enseñanza primariay la atención médica. Con frecuencia, cuando los programas de gasto pú-blico del gobierno persiguen objetivos múltiples —como otorgar al sectorpúblico el papel de empleador de última instancia— y cuando las institu-ciones son débiles o hay corrupción, el resultado es un gasto improductivo(Chu y otros, 1995).

Al reorientar el desembolso presupuestario hacia el gasto de capital, elobjeto de los programas respaldados por el FMI es concretar las expecta-tivas realistas de la capacidad de un país para llevar a cabo proyectos decapital y la disponibilidad, en condiciones apropiadas, de financiamientoexterno durante el período del programa. Se trata de asegurar que los pro-yectos de capital aumentan la capacidad productiva de la economía y quese asignan recursos suficientes para operaciones y mantenimiento. Comoel gasto de capital también puede verse afectado por insuficiencias del in-greso fiscal, en los programas respaldados por el FMI se tiene en cuentala importancia de proteger a los programas esenciales de inversión públi-ca frente a los recortes del presupuesto.

Si el gasto público se reorienta hacia la enseñanza y la atención médi-ca, podrá haber mayor crecimiento, más equidad y se reducirá la pobrezaa largo plazo gracias al efecto beneficioso de ese gasto en la acumulaciónde capital humano (Harberger, 1998). Como la productividad y la inci-dencia de los beneficios derivados de ese gasto dependen en gran medi-da de su distribución intrasectorial, el asesoramiento del FMI en materiade política económica subraya crecientemente la necesidad de modificarla estructura del gasto para permitir un peso mayor de la educación pri-maria y la atención médica básica. Para sus tareas en estos campos, elFMI recurre en gran medida a los conocimientos de otras instituciones.Entre ellas figuran el Banco Mundial, los bancos regionales de desarro-

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EL FMI Y LA POBREZA

llo, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la OficinaInternacional del Trabajo y otros organismos de las Naciones Unidas.

La pobreza y los programas respaldados por el FMI:La experiencia de los países de bajo ingreso

En 1987, el FMI creó el servicio reforzado de ajuste estructural (SRAE)para facilitar recursos a los países de bajo ingreso durante períodos máslargos en condiciones concesionarias (véase el recuadro). Como su prede-cesor, el servicio de ajuste estructural (SAE), el SRAE se creó en vista dela necesidad de tener en cuenta en forma más apropiada los problemas ma-croeconómicos y estructurales de los países de bajo ingreso. En un exa-men realizado por el FMI (Fondo Monetario Internacional, 1997a; véaseel cuadro 1) de los 36 países que han puesto en marcha medidas de ajusteestructural acogidas a programas en el marco del SAE/SRAE durante elperíodo 1986-95, se llegó a la conclusión de que dichos países habíanavanzado mucho en la creación de condiciones favorables a una situaciónmacroeconómica estable y un crecimiento sostenido y a la mejora de lacomposición de su gasto público. En un estudio aún más reciente delos datos correspondientes a 66 países (Gupta, Clements, Verhoeven yTiongson, 1998; véase el cuadro 2), de los cuales 32 países contaban conprogramas acogidos al SAE/SRAE, el gasto social había registrado un in-cremento desde mediados de los años ochenta2. ¿Cuál ha sido el efectoque han tenido estos programas respaldados por el FMI en la situación delos pobres? En la sección siguiente se pasa revista a la experiencia ob-servada en dichos países y a los cambios ocurridos en las principalesvariables que afectan a los pobres, es decir, inflación, crecimiento y com-posición del gasto público.

InflaciónEn conjunto, los programas respaldados por el FMI han tenido mayor

éxito en lo que hace a poner fin a períodos de inflación elevada —en quela tasa de inflación es superior al 40%—, que suelen corresponder a uncrecimiento económico lento. Sin embargo, los países han tenido menos

2Los resultados de la muestra de 66 países confirman en gran medida los de un análisis an-terior de la evolución del gasto social en 23 países con programas acogidos al SAE o el SRAE(véase Abed y otros, 1998).

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La pobreza y los programas respaldados por el FMI

SAE/SRAE: Servicios en condiciones concesionariaspara ayudar a los países más pobres

El Directorio Ejecutivo del FMI creó el servicio reforzado de ajuste es-tructural (SRAE) en 1987 con objeto de atender mejor los problemasmacroeconómicos y estructurales de los países de bajo ingreso. Ofrece prés-tamos con tipos de interés más bajos y durante períodos más largos que losde los acuerdos normales con el FMI en condiciones de mercado. Los obje-tivos principales son fomentar la viabilidad de la balanza de pagos y promo-ver el crecimiento sostenible a largo plazo. Aunque los objetivos y caracte-rísticas del SRAE son similares a los del servicio que le precedió, el serviciode ajuste estructural (SAE) establecido en 1986, se previo que el alcance delSRAE fuera más lejos en lo que atañe a política macroeconómica y medidasde reforma estructural. El FMI ya no concede desembolsos al amparodel SAE.

Los préstamos SRAE se desembolsan semestralmente (en comparación conel desembolso trimestral de los acuerdos de derecho de giro normales delFMI), inicialmente tras la aprobación de un acuerdo anual y luego con suje-ción al cumplimiento de criterios de ejecución y revisión de resultados a mi-tad de período. Los préstamos SRAE se rembolsan en diez plazos semestralesde igual cuantía que empiezan 5 1/2 años y terminan 10 años después de la fe-cha de cada desembolso. El tipo de interés sobre los préstamos SRAE es del0,5% anual. En cambio, los cargos sobre los acuerdos de derecho de giro es-tán vinculados al tipo de interés determinado por el mercado para el DEG delFMI, y los rembolsos se efectúan en un plazo de 3 1/4 años a 5 años a partir delgiro. El acceso en tres años al amparo del SRAE puede alcanzar el 190% dela cuota del país miembro. Los límites de acceso para los acuerdos de derechode giro son el 100% de la cuota en un año y el 300% acumulativo.

El país miembro con derecho a acceso que desee utilizar recursos delSRAE elabora, con ayuda del FMI y el Banco Mundial, un documentosobre el marco de política económica (DMP) que abarca un programa deajuste para tres años. Ese documento, que se actualiza anualmente, recogelos objetivos de política macroeconómica y estructural de las autoridades ylas medidas que piensan adoptar durante el período de tres años. En el DMPse incluyen también las necesidades de financiamiento externo que prevé elprograma, un paso cuyo objeto es servir de catalizador y de ayuda para coor-dinar la asistencia financiera y técnica que puedan prestar los donantes enapoyo del programa de ajuste.

éxito a la hora de alcanzar tasas de inflación bajas (de un solo dígito)(Fondo Monetario Internacional, 1997a). Los países con tasa de infla-ción inicial elevada registraron una fuerte caída de la inflación y la gran

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EL FMI Y LA POBREZA

CUADRO 1. MUESTRA DE 36 PAÍSES SAE/SRAE

mayoría de ellos lograron dejar atrás las situaciones de inflación elevada.Los países con tasas intermedias de inflación (el grupo más numeroso) lo-graron resultados desiguales. En muchos países bajó la inflación, aunqueen algunos casos fue tan solo retroceder en lo acumulado antes de que seiniciara el programa. Llegado el tercer año del transcurso del programa,sólo una cuarta parte aproximadamente de los países que registraban unatasa intermedia de inflación había logrado reducirla a niveles bajos. Enuna tercera parte de los países con tasa de inflación inicial baja, la infla-ción se elevó al nivel intermedio del 16%. Sin embargo, en promedio, elresto del grupo registró una tasa de inflación algo inferior.

Crecimiento

A principios de los años ochenta, los países en desarrollo experimenta-ron, en promedio, el estancamiento virtual de su PIB real per cápita. Enlos 36 países con programa analizados, la situación fue incluso peor pues,en promedio, el PIB real descendió en el 1,4% anual durante el primer lus-tro de esa década. En los diez años siguientes (1986-95), el crecimientose recuperó en el grupo de países en desarrollo pero fue más rápido en lamuestra de países con programas, lo que llevó a que, en 1995, desapare-ciera la diferencia entre sus tasas de crecimiento y la tasa media de los de-más países en desarrollo. Sin embargo, la mejora varió entre regiones. Lospaíses americanos registraron la recuperación más fuerte de las tasas decrecimiento, mientras que los países africanos con programas SAE o SRAEpasaron a experimentar tasas negativas a principios de los años noventa,

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AlbaniaBangladeshBeninBoliviaBurkina FasoBurundiCamboyaCote d'IvoireGambiaGhanaGuineaGuinea Ecuatorial

GuyanaHondurasKenyaLesothoMadagascarMalawiMalíMauritaniaMongoliaMozambiqueNepalNicaragua

NígerPakistánRep. Dem. Pop. LaoRepública KirguisaSenegalSierra LeonaSri LankaTanzaniaTogoUgandaVietnamZimbabwe

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La pobreza y los programas respaldados por el FMI

CUADRO 2. MUESTRA DE 66 PAÍSES CON PROGRAMAS RESPALDADOS POR EL FMI

*Países con programas al amparo del SAE/SRAE.

de manera que las tasas de crecimiento del PIB per cápita se mantuvieronen promedio en torno a cero.

La comparación de la tasa de crecimiento en los tres años siguientes alcomienzo de dichos programas frente a la de tres años antes de los progra-mas presenta esta situación: en promedio, los 36 países con programas re-gistraron un aumento del crecimiento del PIB real per cápita. La mejora sedestacó sobre todo en los países africanos fuera de la zona del franco CFA3

y en los países americanos.Los resultados del empleo de un modelo empírico estándar (Fondo

Monetario Internacional, 1997a) para examinar los determinantes del cre-cimiento económico parecen indicar que parte del pronunciado acer-camiento de las diferencias en las tasas de crecimiento de los países en

3Los 14 países que forman la zona del franco CFA son: Benin, Burkina Faso, Camerún,Cote d'Ivoire, Chad, Gabón, Guinea-Bissau, Guinea Ecuatorial, Malí, Níger, RepúblicaCentroafricana, República del Congo, Senegal y Togo.

Albania*ArgentinaBangladesh*BarbadosBelarúsBenin*Bolivia*BrasilBulgariaBurkina Faso*Burundi*Camboya*Comoras*Congo, República del*CoreaCosta RicaCote d'Ivoire*CroaciaChileChinaDominica*Egipto

El SalvadorEtiopía*FilipinasGeorgia*GuatemalaGuinea-Bissau*Honduras*IndiaJordaniaKazajstánKenya*Lesotho*Madagascar*Malí*MarruecosMéxicoMoldovaMongolia*Mozambique*Nepal*Nicaragua*Níger*

NigeriaPanamáPapua Nueva GuineaPerúRepública ChecaRepública Kirguisa*RumaniaRusiaRwanda*Santo Tomé y Príncipe*Sierra Leona*Sri Lanka*TailandiaTanzania*TayikistánTurquíaUcraniaUruguayUzbekistánVenezuelaZambia*Zimbabwe*

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EL FMI Y LA POBREZA

desarrollo con programas y sin ellos cabe atribuirlo a medidas macroeco-nómicas más rigurosas. Esas medidas se elaboraron para reducir tanto lainflación como los déficit presupuestarios y estuvieron reforzadas por re-formas estructurales en áreas clave. Entre otros factores se ha señalado lainfluencia de circunstancias exógenas menos perjudiciales, en particular latendencia de la relación de intercambio y las condiciones climatológicas.No obstante, las medidas resultaron insuficientes en otros campos, so-bre todo en materia de apertura al comercio internacional y recorte deltamaño del gobierno.

Composición del gasto

Gasto socialEn función de los datos sobre los 66 países con programas respaldados

por el FMI para los cuales se dispone de información en el período1986-96, el gasto en educación y atención médica evolucionó en prome-dio razonablemente bien. La variación en esa categoría de gasto fue ma-yor en los 32 países que contaron con un programa acogido al SAE o elSRAE. Aunque los cambios en los indicadores sociales variaron de un paísa otro, los indicadores registraron, en general, una mejora. Los datos queaquí se recogen no incluyen el gasto del sector privado en educación yatención médica, que puede ser considerable4.

Muchos de los países incluidos en la muestra intentaron conseguir unincremento real del gasto en educación y salud al tiempo que se mejorabala eficiencia del gasto. Comparando el último año para el que se disponede datos con el año anterior al comienzo del programa (es decir, el año an-terior al del primer programa de cada país que respaldó el FMI), se ve queel gasto real público en educación aumentó un 44% (el 43% en los paísesSAE/SRAE). El gasto real per cápita aumentó en promedio un 0,9% al añoen la muestra de 66 países y un 2,8% al año en los países con programasSAE/SRAE (véanse los gráficos 1 y 2). No obstante, el incremento delgasto en educación varió mucho de una región a otra. Los países africanosfueron los que menos incrementaron el gasto en educación, sólo un 2%anual en términos reales frente al 11% anual en otros países SAE/SRAE.Debido al pequeño incremento de esa categoría de gasto y al elevado cré-

Por ejemplo, en 1990, correspondió al sector privado una media del 45% del gasto sanita-rio en África y del 60% en Asia (véase Psacharapoulos y Nguyen, 1997).

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La pobreza y los programas respaldados por el FMI

cimiento demográfico de África, el gasto per cápita en educación dismi-nuyó de hecho, en promedio, un 0,7% anual, en comparación con un in-cremento del 9% anual en los demás países SAE/SRAE5. En los 66 paí-ses, el gasto público real en salud creció un 61% (el 79% en los paísesSAE/SRAE). El gasto en salud aumentó en términos reales en todos lospaíses con programa SAE o SRAE, salvo ocho, alcanzando el incrementoper cápita, en promedio, un 2,8% anual (véanse los gráficos 1 y 2). De lamisma manera que ocurrió con el gasto en educación, los países africanoscon programas SAE o SRAE aumentaron su gasto en menor medida; sugasto real per cápita en salud aumentó sólo un 2,5% anual frente al 3,3%en el resto de la muestra de países SAE/SRAE. Tanto en el área de educa-ción como en el de salud, se registró un aumento de la participación enel gasto total, lo que indica que ambos sectores recibieron prioridad máselevada en los programas respaldados por el FMI.

Si bien hay muchos factores que pueden afectar a la relación entre elgasto público y los indicadores sociales, el incremento del gasto en edu-cación y atención médica coincidió con las mejoras registradas en losindicadores de educación y de salud. La tasa de analfabetismo ha dismi-nuido en un 2,4% anual desde el comienzo del primer programa respal-dado por el FMI, con una mejora comparable en los países SAE/SRAE.Las tasas brutas de matriculación en la enseñanza primaria y secundaria seelevaron mucho más en los países SAE/SRAE (en promedio alrededor del12% entre el último año para el que se dispone de datos y un año antes delprograma) en comparación con lo ocurrido en la muestra general de 66países (alrededor del 6%-9%, en promedio, durante el mismo período).De nuevo, el avance del alfabetismo fue comparativamente inferior en lospaíses SAE/SRAE de África y el aumento de la tasa bruta de las matricu-laciones en la enseñanza primaria fue generalmente inferior al registradoen otros países de la muestra (véase el gráfico 3).

En el sector de salud, el acceso a la atención médica pasó, en promedio,del 69% de la población al 79%, con un incremento mayor (del 60%-74%)en los países SAE/SRAE. También se registraron mejoras en las tasasde vacunación y de acceso a agua potable y alcantarillado, y en algunos

5Los resultados en África se vieron influidos por la caída del gasto en los países de lazona del franco CFA tras la devaluación monetaria de 1994 y la repatriación de maestrosextranjeros. En algunos países africanos, como Burkina Faso, Ghana y Lesotho, el gasto realper cápita en educación aumentó considerablemente.

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EL FMI Y LA POBREZA

GRÁFICO 1. VARIACIÓN MEDIA ANUAL DEL GASTO REAL PER CÁPITA EN

EDUCACIÓN Y SALUD EN PROGRAMAS AL AMPARO DEL S A E / S R A E

(Porcentaje)

Fuentes: Autoridades nacionales y estimaciones del personal del FMI.

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Fuentes: Autoridades nacionales y estimaciones del personal del FMI .Nota: Variaciones medias entre el ano anterior al programa y el ultimo ano para el que se

dispone de datos.

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La pobreza y los programas respaldados por el FMI

GRAFICO 2. GASTO SOCIAL PUBLICO EN PROGRAMAS RESPALDADOSPOR EL FMI; 1986-96

(Variation media)

Todos los paises con programas Paises SAEISRAE

Education

En porcentaje del PIB En porcentaje del gastopublico total

Variation anual delgasto real per capita

Salud

En porcentaje del PIB En porcentaje del gastopublico total

Variation anual degasto real per capita

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EL FMI Y LA POBREZA

GRÁFICO 3. VARIACIÓN MEDIA ANUAL DE LAS MATRICULACIONES EN

LA ESCUELA PRIMARIA Y DE LAS TASAS DE MORTALIDAD INFANTIL

EN PROGRAMAS AL AMPARO DEL S A E / S R A E

Fuentes: Banco Mundial, base de datos de indicadores del desarrollo mundial y Anuario es-tadístico de la UNESCO, varios números.Nota: Los aumentos representan mejoras de la tasa de mortalidad infantil.

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La pobreza y los programas respaldados por el FMI

países SAE/SRAE se alcanzaron mejoras de más alcance. Al mismotiempo, la esperanza de vida aumentó un 0,3% anual (0,2% en los paísesSAE/SRAE) y la mortalidad infantil descendió en el 1,8% anual (1,7% enlos países SAE/SRAE). Las mejoras de las condiciones sanitarias de lospaíses africanos fueron menores que en los demás países de la muestra.

Como ya se ha indicado, el impacto del gasto social como reductor dela pobreza depende en gran medida de la asignación intrasectorial de esegasto. En un repaso anterior de la situación de los países SAE/SRAE en elperíodo 1986-95, Abed y otros (1998) señalaron que la distribución de losbeneficios derivados del gasto social favorecía desproporcionalmente alos grupos de ingreso más elevado. La capacidad de los grupos de alto in-greso para atraer una participación desproporcionada de los beneficios de-rivados de ese gasto puede que obedezca al sesgo urbano de la provisiónde servicios sociales6. En el sector de la educación, el 20% más pobre dela población en un grupo de ocho países recibía en promedio el 13% delos beneficios, frente al 32% que recibía el 20% más rico. Para mejorar laincidencia de los beneficios, los gobiernos deberían gastar más en educa-ción primaria e imponer cargos al usuario de la enseñanza terciaria, encombinación con un sistema de ayuda financiera para los estudiantes máspobres. En los cinco países SAE/SRAE para los que se dispone de datossobre condiciones sanitarias, el 20% más pobre de la población recibe enpromedio sólo el 12% de los beneficios derivados del gasto total en aten-ción médica, frente al 30% recibido por el 20% más rico (véase Abed yotros, 1998). Una vez más, los países podrían mejorar la incidencia de be-neficios si hicieran hincapié en los servicios de atención médica primariay preventiva, y se centrasen menos en el cuidado de carácter curativo yhospitalario. Los resultados obtenidos por Abed y otros (1998) se vencorroborados por el análisis más reciente de Gupta, Clements y Tiongson(de próxima publicación). En una muestra de 46 países, la participaciónmedia de la enseñanza terciaria en el gasto de educación se situó en el21%, correspondiendo a los países asiáticos la participación más baja. Sibien es difícil determinar cuál debe ser la participación sectorial apropia-da del gasto en educación, es de destacar que son los países asiáticos conprogramas respaldados por el FMI los que han registrado la mejora mássignificativa en los indicadores de educación. En este mismo estudio se

6Véase en Schwartz y Ter-Minassian (1995) un repaso reciente de la literatura sobre la in-cidencia distributiva del gasto público.

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vio que, en una muestra de 33 países, el 60% del gasto en salud lo absor-bía el elevado costo de tipo curativo, encontrándose la participación máselevada en los países de África al sur del Sahara. Este resultado podríaexplicar en parte el motivo de que las mejoras en los indicadores genera-les de salud en los países con programas hayan sido más limitados en lospaíses africanos.

El director gerente del FMI ha pedido recientemente al personal de lainstitución que mejore la recopilación de datos sobre gasto en salud y edu-cación y lleve a cabo el seguimiento de la evolución de los indicadores so-ciales básicos en las economías en desarrollo y transición. El DirectorioEjecutivo ha solicitado que el personal preste atención especial al gastosocial y los indicadores sociales en la mayoría de los países pobres muyendeudados (véase Fondo Monetario Internacional, 1997c) que recibenasistencia acogida a una iniciativa puesta en marcha por el FMI y elBanco Mundial.

Gasto militarEl gasto militar excesivo puede desplazar la inversión privada u otro

gasto público más productivo, con un posible efecto adverso sobre el cre-cimiento (Knight, Loayza y Villanueva, 1966). En estudios recientes seconfirma también que, en los países donde se ha registrado un fuerte in-cremento de los gastos militares, ha crecido el déficit presupuestario y hadisminuido la inversión pública (Gupta, Schiff y Clements, 1996). Enconsecuencia, el FMI aconseja frecuentemente a los países que revisen elgasto militar con el objeto de identificar un posible ahorro presupuestario.

En los últimos años se ha conseguido un progreso alentador (Gupta,Clements y Ruggiero, 1997; Gupta, McDonald y Ruggiero, 1998). En lospaíses en desarrollo con programas respaldados por el FMI, el descensodel gasto militar (observado a escala mundial) ha sido aún más rápido,aunque hay que ser cauteloso a la hora de atribuir la caída únicamente alos programas. Por término medio, el gasto militar en esos países dismi-nuyó en 2,5 puntos porcentuales del PIB entre 1990 y 1997, frente al des-censo de 1,3 puntos porcentuales en los países en desarrollo sin programarespaldado por el FMI. La mayor caída registrada en los países con pro-grama se debe principalmente a la disminución relativamente más rápidaocurrida en el gasto militar de las economías en transición (es decir, lospaíses que antes contaban con una economía de planificación central yestán en transición hacia economías de mercado). El descenso del gasto

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militar ha permitido el crecimiento del gasto social. En 1990-96, los 52países para los cuales se dispone de datos congruentes redujeron su gastomilitar, en promedio, 3,1 puntos porcentuales del gasto total, mientras que,en promedio, el gasto social ha crecido 1,2 puntos porcentuales.

Otros aspectos de la composición del gastoEl examen de los resultados conseguidos por los 36 países en el pe-

ríodo 1986—95 indicó que, por lo general, los programas respaldados conrecursos del SAE/SRAE procuraron mantener aproximadamente el ni-vel del gasto total como proporción del PIB (véanse el cuadro 3 y el grá-fico 4) transfiriendo al mismo tiempo el gasto de la vertiente del gastocorriente a la del gasto de capital. En relación con el promedio de tres añosanterior al programa, se fijó el objetivo de un incremento de aproximada-mente 1,4 puntos porcentuales del PIB para el gasto de capital y la conce-sión neta de préstamos. Este incremento del gasto de capital se vería faci-litado por una reducción media del gasto corriente del orden de 2,2 puntosporcentuales, previéndose un ahorro de desembolsos presupuestarios porrecorte del nivel excesivo de empleo en el sector público y de subvencio-nes y transferencias ineficientes. En la práctica, esos países lograron unavance significativo a efectos de cambiar la composición del gasto enfavor de los desembolsos de capital, aunque en menor medida de lo que sehabía programado. En comparación con el promedio de tres años anterioral programa y el último año para el cual se dispone de datos, la proporcióndel gasto de capital y la concesión neta de préstamos se elevó en alre-dedor de 2,6 puntos porcentuales, al tiempo que disminuyó la parte delgasto absorbida por sueldos y salarios y también por subvenciones y trans-ferencias (véanse el cuadro 3 y el gráfico 4).

Redes de protección socialAunque los problemas que plantean los datos hacen difícil que se

pueda distinguir entre las subvenciones destinadas como ayuda a los po-bres y las que sirven con fines de política general, varios países lograronmejorar la eficiencia del gasto en subvenciones y transferencias redu-ciendo durante 1986—95 las subvenciones de tipo general y aumentando elgasto en redes de protección social focalizadas. Como resultado en partede esa reducción (sobre todo en las economías en transición), el gasto ensubvenciones y transferencias en el grupo de 36 países SAE/SRAE dismi-nuyó en alrededor de un 1% del gasto total entre el último año para el que

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CUADRO 3. RESUMEN DEL GASTO, POR CLASIFICACION ECONOMIC A, EN LOS PAISES SAE/SRAE

Gasto total y concesion neta de prestamosGasto corriente

Bienes y serviciosSalarios y sueldosOtros

InteresesSubvenciones y transferenciasOtros

Promediode tres anosanterior alprograma

29,020,913,67,16,34,04,43,9

Gasto de capital y concesion neta de prestamos 7,9

Gasto total y concesion neta de prestamosGasto corriente

Bienes y serviciosSalarios y sueldosOtros

InteresesSubvenciones y transferenciasOtros

Anoanterior alprograma

27,619,712,66,55,83,93,93,97,7

Metamedia delprograma

Ultimo ]ano

(1994 61995)

Ultimo anomenos promedic

de tres anosanterior alprograma

(Porcentaje del PIB)2

28,218,711,96,16,04,03,25,19,3

26,217,911,16,24,93,63,23,68,1

-2,8-3,0-2,5-0,9-1,4-0,4-1,2

0,30,2

) Ultimo anomenos anoanterior alprograma

-1,4-1,8-1,5-0,3-0,9-0,3-0,7-0,3

0,4

(Porcentaje del gasto total y de la concesion neta de prestamos)

70,544,424,919,712,312,416,1

Gasto de capital y concesion neta de prestamos 28,9

69,643,423,719,912,512,615,929,7

65,440,522,419,513,59,6

17,934,0

67,840,923,518,013,511,415,331,5

-2,7-3,5-1,4-1,7

1,2-1,0-0,8

2,6

-1,8-2,5-0,2-1,9

1,0-1,2-0,6

1,8

Tamanodela

muestra1

363628332835292136

3628332935312036

Fuentes: Autoridades nacionales y estimaciones del personal del FML1 Numero de paises para los cuales se dispone de datos en una categoria de gasto dada. Si el tamano de la muestra varia para las diferentes

columnas, se utiliza el valor mas alto.2La suma de los componentes del gasto puede no corresponder con los totales debido a la variacion en el tamano de la muestra.

EL FMI Y LA POBREZA

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GRAFICO 4. GASTO PUBLICO EN PROGRAMAS

AL AMPARO DEL SAE/SRAE

(Porcentaje del PIB)

Fuente: Cuadro 3.4994, 1995 6 1996.

se dispone de datos y el promedio de los tres anos anterior al programa.Algunos paises congelaron temporalmente el precio de los articulos deprimera necesidad tras una devaluation importante del tipo de cambio,mientras que otros pusieron en marcha programas para transferir ingresosa los pobres durante el periodo de reforma.

Cuando la reforma del cuerpo de funcionarios publicos significo un re-corte de personal, la mayoria de los paises establecieron planes de indem-nizacion para los que se quedaron sin empleo, y se facilitaron los empres-titos para las empresas pequenas, a menudo con apoyo del financiamientode los donantes. Se iniciaron tambien obras publicas o programas de "ali-mentos a cambio de trabajo" para ofrecer apoyo a los desempleados, a losafectados adversamente por las menores oportunidades de trabajo y a los

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Ano anterior al pro grama Ultimo ano disponible1

Sueldos y salarios Subvenciones y transferencias Capital y concesion netade prestamos

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soldados que fueron licenciados debido a los programas de desmoviliza-ción militar. En algunos países, parte de los ingresos obtenidos de laprivatización se destinó a indemnizar a los trabajadores excedentarios delas empresas privatizadas.

Los países que han puesto en marcha la reforma de los programas deasistencia social vigentes y que han establecido nuevas redes de protec-ción han encarado diversas dificultades con resultados frecuentementedispares. En primer lugar, la debilidad de las estructuras administrativas yla falta de instrumentos adecuados para la política social han limitado laimplementación de redes de protección eficientes en función de su costo,sobre todo si los sectores pobres se encontraban en zonas geográfica-mente aisladas. Además, debido a la falta de datos, ha sido a veces difícilevaluar la eficacia de las redes de protección social para alcanzar a quie-nes se quiere ayudar. En algunos países, el apoyo político para establecery reformar las redes de protección social ha sido a veces insuficiente, deforma que las redes de protección social continúan teniendo beneficiariosque no se justifican. Por último, al debilitarse la base tributaria, han desa-parecido fuentes de financiamiento de las prestaciones sociales en algunospaíses en transición (Chu y Gupta, 1996).

Cambios en las condiciones de pobreza y de desigualdaddel ingreso en programas respaldados por el FMI

¿Han logrado reducir la pobreza y la desigualdad del ingreso los paí-ses que cuentan con programas respaldados por el FMI? La pregunta nosólo tiene importancia en sí misma, sino también porque los estudios re-cientes parecen indicar que la desigualdad puede ser un obstáculo para elcrecimiento.

En 1986, el Departamento de Finanzas Públicas del FMI estudió la ma-nera en que los programas de ajuste influyeron en la distribución del in-greso de 94 países (Fondo Monetario Internacional, 1986). En el estudiose llegaba a la conclusión de que, si bien no había pruebas de que los pro-gramas respaldados por el FMI empeoraran la desigualdad del ingreso, lasdiferentes medidas de política producían distintos efectos sobre los diver-sos grupos de ingreso. Entre las medidas que producían más igualdad enla distribución del ingreso se encontraban la devaluación del tipo de cam-bio en los países en que el pequeño agricultor dependía de la exportaciónde productos agrícolas, la eliminación de controles cambiarios, la amplia-

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Cambios en las condiciones de pobreza y de desigualdad del ingreso

ción del acceso a los mercados de crédito, la expansión de la base tributa-ria de los impuestos sobre la propiedad y la renta y la reasignación delgasto hacia las áreas de educación primaria y atención médica. Entre lasmedidas que tenían efectos distributivos adversos se encontró el incre-mento de los impuestos indirectos (por ejemplo, los derechos de aduanasy el impuesto sobre el valor agregado). En un estudio de seguimiento(Heller y otros, 1988) centrado en siete países se llegó a la conclusión deque el efecto distributivo de los programas respaldados por el FMI depen-día de la combinación de medidas de política que se utilizara para lograrel ajuste fiscal.

En siete países SAE/SRAE para los cuales se dispone de datos, las ta-sas de pobreza disminuyeron en promedio un 20% en los programas deajuste respaldados por el FMI, lo que entraña una reducción media anualdel 5,3% (véase el gráfico 5). La reducción en los dos países SAE/SRAEafricanos (Ghana y Tanzania) fue algo mayor, un 6,3% anual. Las tasas' depobreza disminuyeron considerablemente en Asia (Bangladesh, Pakistány Sri Lanka); en América Latina, creció la pobreza urbana en Bolivia—debido principalmente a la migración de grupos pobres rurales a laciudad— mientras que, a nivel nacional, disminuyó en Honduras.

En cuanto a la desigualdad del ingreso, los datos indican que, en prome-dio, la distribución del ingreso mejoró en los países con programas al am-paro del SAE/SRAE (véase el gráfico 5). La caída en el coeficiente Ginimedio —indicador de la desigualdad de la distribución del ingreso— seacercó al 1% anual, pasando de 0,41 a 0,39. En los dos países SAE/SRAEafricanos para los cuales se dispone de datos (Ghana y Uganda), la desi-gualdad del ingreso aumentó en Uganda y disminuyó en Ghana. En lostres países asiáticos, la reducción de la pobreza se vio acompañada, enpromedio, de una distribución del ingreso más igualitaria, con caídas es-pecialmente fuertes del coeficiente Gini en Bangladesh y Sri Lanka. Encambio, en los dos países latinoamericanos —Bolivia y Honduras— se re-gistró un aumento de la desigualdad del ingreso. Se observa una tenden-cia similar en la evolución de la proporción del ingreso del 20% más ricode la población frente al 20% más pobre. Sin embargo, en vista de loreducido de la muestra, resulta difícil generalizar sobre la base de estos re-sultados aplicándolos a otros países SAE/SRAE con programas de ajusterespaldados por el FMI durante el mismo período.

El creciente interés del FMI por los aspectos relacionados con la distri-bución del ingreso recoge la creencia de que, como cuestión de justicia

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GRAFICO 5. TASAS DE POBREZA Y COEFICIENTES GlNI EN PROGRAMASAL AMPARO DEL SAE/SRAE

Fuentes: Banco Mundial (1996a y 1996b); Deininger y Squire (1996) y Jayarajah, Bran-son y Binayak (1996).^onas urbanas unicamente.2Zonas rurales.

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Ano anterior al programa Ultimo ano disponible

Tasa de pobreza

Bangladesh Bolivia1 Ghana Honduras Pakistan Sri Lanka Tanzania2

Coeficiente Gini

Bangladesh Bolivia Ghana Honduras Pakistan Sri Lanka Uganda

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Incorporación de las cuestiones relacionadas con la pobreza

social, todos los miembros de una sociedad deben beneficiarse del creci-miento económico. Los programas de ajuste equitativos y un crecimientoequitativo ofrecen más posibilidades de ser sostenibles (Camdessus, 1998;Fischer, 1998; Fondo Monetario Internacional, 1998). A la luz de estasconsideraciones, en 1995, el FMI patrocinó una importante conferenciasobre distribución del ingreso y desarrollo sostenible y, en junio de 1998,otra conferencia sobre política económica y equidad. Esta última confe-rencia se centró en aspectos operativos en materia de equidad7.

Incorporación de las cuestiones relacionadas con la pobrezaen otras actividades centrales del FMI

El mayor interés por un crecimiento de alta calidad se ha incorporadono sólo en la elaboración de los programas sino también en otras activida-des centrales como la supervisión y la asistencia técnica. En relación conlas tareas de supervisión, el asesoramiento del FMI en materia de políticase ha centrado en una amplia gama de medidas económicas actuales, en-tre ellas la política estructural y las reformas necesarias para mejorar lacalidad del crecimiento y de los resultados económicos. Por ejemplo, seha aconsejado a algunos países europeos en cuanto a la importancia de lareforma de los mercados laborales a efectos de reducir el desempleo.Para tener en cuenta los efectos sociales de estas reformas del mercado la-boral, el asesoramiento en materia de política se ha centrado en introducirajustes apropiados en la política tributaria y el gasto.

En muchos países industriales, las tendencias demográficas señalan queel rápido envejecimiento de la población podría elevar el gasto en salud ypensiones hasta niveles insostenibles (Chand y Jaeger, 1996; Heller, 1997).En esos países, el asesoramiento del FMI en materia de reformas se hacentrado en la viabilidad a largo plazo del gasto en salud y pensiones.

La asistencia técnica del FMI comprendió el asesoramiento sobre unapolítica tributaria y de gasto eficiente y equitativa, un elemento quees esencial en la elaboración de un programa si se quieren alcanzar los

7E1 interés del FMI en este campo se refleja también en los estudios emprendidos recien-temente (véanse, por ejemplo, Clements, 1997, y Tanzi y Chu, 1998). El estudio reciente deClements sobre Brasil mostró que la literatura ofrece amplias pruebas de que la desigualdaddel ingreso se explica en gran medida por la extrema disparidad de niveles educacionales.Desde el Plan Real de julio de 1994, la desigualdad en Brasil ha disminuido, aunque ladistribución del ingreso en ese país continúa siendo una de las más dispares del mundo.

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objetivos de crecimiento y reducción de la pobreza. Algunos de los cam-pos en que se ha prestado asistencia técnica incluyen gestión del gastopúblico, política tributaria, administración tributaria, política de gasto pú-blico y redes de protección social. Desde 1991, el FMI ha enviado unastreinta misiones de asistencia técnica con el objeto de ayudar a los paísesmiembros a establecer redes de protección social eficientes en función delcosto y sostenibles desde el punto de vista financiero.

Resumen y conclusiones

El enfoque del asesoramiento del FMI en materia de política es ayudara los países miembros a alcanzar un marco macroeconómico sostenibleque cree las condiciones para el crecimiento y la reducción de la pobreza.El propósito es elaborar medidas de política macroeconómica que pro-muevan el crecimiento sostenible al tiempo que se reforma la política fis-cal con objeto de reforzar el proceso, mejorando por último la distribucióndel ingreso y reduciendo la pobreza. Mediante ese proceso, el enfoque delFMI en materia de política fiscal, sobre todo en sus aspectos sociales, haevolucionado de manera que ya no se considera únicamente como herra-mienta macroeconómica. El FMI está prestando más atención a las reper-cusiones de la política fiscal en el terreno distributivo y su papel defomento del crecimiento a largo plazo, sobre todo durante el período deajuste. No obstante, se necesita estudiar más los vínculos entre el gastosocial y los indicadores del producto social con el fin de obtener orienta-ciones que ayuden a canalizar mejor el gasto social.

Por conducto de los programas que respalda, el FMI continúa empe-ñado en conseguir una protección mejor para los pobres. Recientemente sehan comunicado directrices al personal del FMI con objeto de mejorar lasupervisión del gasto social y de los indicadores del producto social comoun paso más de esa supervisión. En general, los programas respaldados porel FMI podrán ser más eficaces si se mejora el análisis de los efectos dis-tributivos de las medidas de política y de la evolución económica. Tambiénpodrán reforzarse mediante una evaluación más sistemática de la eficaciade las redes de protección social y de la composición del gasto. Con el cre-ciente hincapié en las reformas de segunda generación para fomentar elcrecimiento de alta calidad —como la reforma del mercado laboral—es probable que el impacto sobre la situación de los pobres sea mayor queen el pasado, lo que subraya la necesidad de continuar estudiando estas

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Bibliografia

cuestiones. Ultimamente, el Directorio Ejecutivo del FMI ha recibidoun informe preparado por evaluadores externos sobre los aspectos socialesde los programas de ajuste en los paises de bajo ingreso. El documento ser-vira para orientar mejor el asesoramiento del FMI en materia de politicaeconomica y la cooperacion con el Banco Mundial en la tarea de reducirla pobreza.

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SERIE DE FOLLETOS DEL FMI

(Salvo indication contraria, la serie de folletos se publicaen espanol, frances e ingles)

45. Organization y operaciones financieras del FMI. Departamento de Tesoreria.Primera edition, 1990 (solo en ingles). Cuarta edition, 1995. Cuarta editiontambien en ruso.

46. La singular naturaleza de las funciones del Fondo Monetario International.Manuel Guitian. 1992.

47. Dimension social del dialogo del FMI en materia de politicas. Personal del FMI.1995.

48. El gasto publico improductivo: Un enfoque pragmatico para el analisis de las

medidas de politica. Departamento de Finanzas Publicas del FMI. 1995.

49. Directrices para el ajuste fiscal. Departamento de Finanzas Publicas del FMI. 1995.

50. La funcion del FMI: El financiamiento y su interaction con el ajuste y lasupervision. Paul R. Masson y Michael Mussa. 1995.

51. Alivio de la deuda para los paises de bajo ingreso. Anthony R. Boote y KamauThugge, 1997.

52. El FMI y los pobres. Departamento de Finanzas Publicas del FMI. 1998.

Pueden adquirirse copias fotograficas o en microfilme de todas las ediciones en in-gles, incluidos los numeros que estan agotados, dirigiendose directamente a UniversityMicrofilms International, 300 North Zeeb Road, Ann Arbor, Michigan 48106, EE.UU.o bien a : Information Publications International, White Swan House, Godstone,Surrey, RH9 8LW, Inglaterra.

Pueden obtenerse ejemplares de estos folletos e information sobre otros numerosde la serie de folletos del FMI dirigiendose a:

International Monetary Fund, Publication Services700 19th Street, N.W., Washington, D.C. 20431, EE.UU.

Telefono: (202) 623-6430Telefax: (202)623-7201

Internet:publications @ imf.org

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