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INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS SUPERIORES DE OCCIDENTE
Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios de Nivel Superior según Acuerdo Secretarial 15018, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 29 de noviembre de 1976
DEPARTAMENTO DE ESTUDIOS SOCIOCULTURALES
MAESTRÍA EN COMUNICACIÓN DE LA CIENCIA Y LA CULTURA
De la mente a Internet: la comunicación de ‘otro mundo posible’ desde los movimientos sociales. Análisis de contenidos,
de emisores y de distribución del mensaje
Proyecto de tesis para obtener el grado de Maestra en Comunicación de la Ciencia y la Cultura
Presenta
Miriam Rocío Padilla Hernández
Directora de tesis: María Magdalena López De Anda
Tlaquepaque, Jalisco. Abril de 2015
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Resumen
La investigación tiene por objeto caracterizar los contenidos producidos por miembros de
organizaciones del movimiento de movilidad y desarrollo urbanos de la Zona Metropolitana de
Guadalajara, publicados en plataformas de Internet, cuyo discurso se centre en la solidaridad y
posibilidad de una metrópoli distinta. Además, se tiene interés por identificar las características de
estos sujetos creadores.
El contexto de este estudio tiene que ver con la posibilidad de comunicar de uno a muchos o de
muchos a muchos, a partir de Internet. Esta comunicación no estaba siendo del todo posible en los
medios de comunicación masiva, pues en ocasiones no consignan las preocupaciones y propuestas
de la sociedad civil organizada. Ahora se difunden mensajes alternativos, aunque se dice que la
producción de contenidos propios, por parte de los movimientos sociales, es escasa.
Se optó por trabajar con mensajes que hagan creer que otro mundo es posible, por la influencia
del pensamiento de teóricos como Rancière, que hablan de la necesidad de tener espacios de
discusión, información y formación autónomos, para que los movimientos tomen real fuerza.
Los objetivos general y particulares responden al fin último de detectar fortalezas en el proceso
comunicativo (o debilidades) y aportar datos que puedan hacer que se repliquen las experiencias
positivas.
Esta será una investigación cualitativa de tipo descriptiva y dentro de la metodología se contempla
la petición de un texto narrativo a los sujetos, la revisión de materiales publicados en Internet y
entrevistas semiestructuradas.
Los conceptos que se retoman son: movimiento social, poder, tecnopolítica, cambio cultural,
cambio social y comunicación.
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Índice
Introducción……………………………………………………………………………………………………………………4
Problema de investigación………………………………………………………………………………………………5
Objetivos y Justificación………………………………………………………………………………………………….10
Marco teórico………………………………………………………………………………………………………………...11
Estado de la cuestión………………………………………………………………………………………………………16
Pregunta de investigación e Hipótesis……………………………………………………………………………..17
Estrategia metodológica y consideraciones éticas.………………………………………………………….18
Recursos, cronograma y referencias……………………………………………………………………………..…19
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Introducción
Desde antes de ejercer el periodismo, las protestas en la calle, los movimientos sociales en
concreto, me llamaron la atención. Ver a decenas de personas, enardecidas, tomar el espacio
público, por una causa común, me resultaba emotivo. Después, ya como reportera, noté que no
basta con lanzarse a las vialidades un par de veces para obtener respuestas positivas de parte del
gobierno. Que diversas movilizaciones de la ciudadanía, reclamos, injusticias, quedan fuera de los
medios de comunicación, por muy distintos motivos. Que los grupos organizados o ciudadanos en
general emplean diferentes estrategias para comunicar, principalmente al Estado, pero también a
la sociedad, sus quejas y exigencias; que unas formas son más eficaces que otras. Comunicar,
visibilizar, expandir, son tres procesos que se dan. El anhelo es aprender y conocer mejor, y más,
este complejo intríngulis-realidad, en el contexto de un mundo interconectado a partir de
Internet.
La propuesta inicial de investigación, presentada durante el proceso de admisión a la Maestría en
Comunicación de la Ciencia y la Cultura, fue un análisis de las diversas opciones que tiene el
ciudadano para comunicar al gobierno quejas, peticiones, reflexiones, para determinar cuál es la
más eficaz en términos de respuesta del Estado, de impacto en las políticas públicas o en las
acciones gubernamentales.
Después, el proyecto se centró en los contenidos que generan los llamados Nuevos Movimientos
Sociales, para conocer el papel que desempeñan dentro de las estrategias comunicativas. El
acento iba a estar en aquellos contenidos publicados en la World Wide Web (WWW).
Ahora, en este mismo contexto de Internet como tecnología que da la posibilidad de ser
prosumidor, pongo pues la mirada en los mensajes y el sujeto que los elabora, en el proceso de
creación y difusión del mensaje y en específico en los discursos que proponen un mundo distinto y
que llaman a la solidaridad.
Palabras clave
Movimientos sociales, mensaje, comunicación, Internet.
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Problema de investigación
La investigación que planteo proviene del interés último por conocer los alcances que pueden
llegar a tener los ciudadanos organizados dentro de las sociedades contemporáneas, en un
contexto de crisis global. Centraré el estudio en el ámbito de lo comunicativo.
En una era digital, y ante el contexto de crisis del capitalismo (Touraine, 2013) y de un
México/mundo convulso, se vuelve necesario ir más allá de la definición simplificada de los
diccionarios y pensar la comunicación desde referentes teóricos que nos hablan en términos de
ejercicio del poder y de un vínculo estrecho con la cultura; pensar/practicar la comunicación para
la configuración de otro mundo posible.
Dice Rancière (2012) que son tiempos en los que toca constituir, desde los nuevos movimientos
sociales, una fuerza autónoma, nuevas formas de discusión, información y formación; “una fuerza
política verdadera es una fuerza que tiene que crear, de algún modo, su propia temporalidad”
(Párrafo 8). Por su parte, Castells afirma que “el poder anida en nuestras mentes”. De ahí, la
importancia de los mensajes y su comunicación.
Este estudio tendrá por sujetos de investigación a los partícipes de organizaciones
civiles/movimiento social, a partir de la concepción de que son ellos los más propensos a
configurar discursos que cuestionan la visión hegemónica de la realidad y que contienen el
imaginario de una sociedad distinta y mejor, de manera continua, sostenida, y organizada. Es parte
de su filosofía.
En específico, se trabajará con organizaciones del movimiento de movilidad y desarrollo urbanos
de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG). Son varias las organizaciones y movimientos que
han surgido en los años recientes en relación con los temas referidos. Algunas de ellas son: GDL en
Bici, Ciudad para Todos, Muévete por tu ciudad, Femibici, Red Guadalajara de Todos, Ciudad
Alterna, Colectivo Triciclo, entre otros. La confluencia generada entre algunas de ellas ha dado
lugar a la creación de redes como la Asamblea para Gobernanza Metropolitana, el Consejo
Ciudadano de Movilidad no Motorizada, y la Plataforma Metropolitana por la Sustentabilidad
(Alatorre-Rodríguez, 2013, p. 64).
En cuanto a la plataforma desde la cual comunicar, Rovira Sancho (2014) dice que hay una
dependencia de los actores sociales hacia los medios de comunicación. Sin embargo, no siempre
hay espacio para que su voz se escuche: ya sea por desinterés, insuficiencia de personal, cruce de
tiempos, u otros factores, los medios de comunicación no dan a conocer a totalidad los
pensamientos, actos que realizan, hechos que denuncian, ciudadanos en solitario o personas que
estructuran movimientos sociales.
Páez (2013) asevera que los medios de comunicación son una de las instituciones de las
sociedades modernas centradas en validar el discurso dominante, mientras que Bastenier (2009),
consigna la existencia de la “declaracionitis” y oficialismo en la prensa latinoamericana, es decir, el
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predominio de las declaraciones de funcionarios en la crónica política y la limitación del periodista
a publicar la información de las fuentes oficiales.
Finalmente, desde mi experiencia como lectora y periodista, digo que los textos periodísticos que
cuestionan a los poderes gubernamentales o económicos y señalan los atropellos, consignan el
hecho y no suelen aportar una visión distinta o de ideal. Quizá no es el espacio. No obstante,
aunque en menor medida, en los medios hay reportajes que incluyen información sobre otras
maneras de vivir, de solucionar los problemas, de iniciativas alrededor del mundo que esperanzan.
Ante esta realidad de los medios de comunicación masiva, Internet ofrece posibilidades de
comunicación de muchos a muchos, cambia el escenario monopolizado por el poder mediático, es
decir, de uno a muchos (Rovira Sancho, 2014), aunque para la mayoría de la población los medios
masivos sigan siendo “la fuente primaria para entender el mundo” (Talbot, 2007, en Rovira
Sancho, 2014). Y digo yo, la fuente primaria para comunicar al mundo, debido a que, no importa
qué tan precaria sea la situación de una persona, ésta tendrá al menos una televisión o radio en
casa.
En el país, de 2012 a 2013, el número de usuarios de la red informática mundial (ver anexo) creció
13% (AMIPCI, 2014) y el gobierno federal impulsa una Estrategia Digital Nacional que pretende
reducir la brecha digital. Es decir, cada vez más ciudadanos accederán a los servicios de Internet,
con lo que se adentrarán a una de las posibilidades que contempla: la comunicativa.
El propósito de esta investigación es caracterizar los contenidos que consignan propuestas o
imaginarios de una ciudad diferente, mejor, elaborados por parte de partícipes de organizaciones
civiles/movimientos sociales, y publicados en plataformas de Internet, además de entender el
contexto de la elaboración del mensaje, y la forma de distribución de éste. Asimismo, se analizarán
las experiencias de estos sujetos en la producción de los mensajes y se indagará sobre sus saberes
formales e informales que guardan relación con la elaboración.
A partir de esta investigación, podría haber quizá una comparación con respecto a la producción
de mensajes desde los medios de comunicación masiva, y los ciudadanos podrían entender
aspectos de los contenidos y hasta replicarlos, en función de sus necesidades.
También nos estaría hablando de quiénes son los que están detrás de estos mensajes
esperanzadores y qué aspectos toman en cuenta para construirlos; su experiencia como
comunicadores.
Contexto
La comunicación ha sido un elemento inherente a los movimientos sociales. Hacia afuera, éstos se
han preocupado, y ocupado, por proyectar órganos de comunicación que den cuenta a la
sociedad, de sus ideas y reclamos. En la Independencia de México --uno de los movimientos más
importantes en el país-- podemos encontrar muestra de ello con el diario encargado por el cura
Miguel Hidalgo y Costilla, El Despertador Americano, editado por Francisco Severo Maldonado y
Ocampo y cuyo primer número circuló el jueves 20 de diciembre de 1810.
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Ante la aparición de cada nueva tecnología –imprenta, radio, televisión--, la sociedad civil
organizada ha intentado emplearla como canal de comunicación, con menor o mayor éxito, pero
siempre bajo la dependencia de quienes controlaban estos medios o de los periodistas.
Ahora, con la siguiente tecnología, Internet, se posibilita la recepción de información, pero
también la generación de contenido propio y una comunicación instantánea con otros. Además,
no tiene mayor riesgo de censura o control del poder gubernamental o del mercado.
Desde que en 1998 naciera Blogger hasta que en 2003, 2005 y 2006 iniciaran su operación
Facebook, YouTube y Twitter, movimientos sociales, en menor o mayor medida, se han volcado a
éstos y otros sitios web, para hacer extensiva en la Red sus preocupaciones, reflexiones y
demandas, para contactar a otros ciudadanos y/o que otros se enteren de su lucha y se unan; para
organizarse.
Antecedentes de la aparición de los movimientos en Internet
Uno de los referentes del activismo en Internet, y citado por varios autores, es el mexicano
Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) que en 1996 colocó el conflicto en el ciberespacio,
con apoyo internacional para su lucha (Encuentro itergaláctico). Lowy (2001) resalta, además, que
el EZLN es un buen ejemplo de lucha eficaz contra el sistema, al actuar simultáneamente en tres
niveles: local, nacional y mundial: situado en las comunidades indígenas de Chiapas, su pugna es
contra la dominación sobre la nación mexicana y contra la hegemonía del neoliberalismo.
A partir de Castells (2012) y sus Redes de indignación y esperanza nombraré levantamientos
emblemáticos en países del orbe, que sientan un precedente en cuanto a formación de redes y de
empleo de Internet para la causa.
Túnez. Su comienzo: la inmolación de Mohamed Buazizi ante un edificio de gobierno el 17 de
diciembre de 2010, un grito de protesta definitivo del comerciante ambulante, por la continua
confiscación de su puesto por la policía ante su negativa de pagar un soborno. Horas después,
cientos de jóvenes tunecinos --humillados de forma similar por las autoridades-- protestaban
delante del mismo inmueble. Esa primera protesta se grabó y el primo de Mohamed colgó el video
de Internet. Luego se sucederían una serie de manifestaciones espontáneas en provincias y capital
del país, que pugnarían por la libertad e irían en contra del sistema encabezado por el dictador
Ben Alí. La acción en las calles y plazas estuvo acompañada de conexión libre en Facebook,
YouTube y Twitter, de la ocupación de la Place du Gouvernement. Se logró el “hito de unas
elecciones libres y limpias” el 23 de octubre de 2011. Castells destaca la “presencia de una sólida
cultura de ciberactivismo que llevaba más de una década haciendo una crítica abierta del
régimen” y “una tasa relativamente alta de difusión del uso de Internet”.
Egipto. La revolución egipcia de 2011 derrocó la dictadura del presidente Hosni Mubarak y, de
acuerdo con Castells, alteró las relaciones de poder en el país. Algo destacable para el teórico es la
superación del miedo por la multitud. ¿Y cómo ocurrió? Porque las personas lo superaron
uniéndose. Estaban unidas en las redes sociales de Internet y en las redes urbanas formadas en las
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plazas, a partir de las protestas. Dos elementos más se conjugaron en la revolución y
conformación de un contrapoder: la fuerza movilizadora de la indignación y la esperanza. E
“Internet proporcionaba el espacio seguro donde las redes de indignación y esperanza
conectaban” (Castells, 2012, p. 91).
España. En 2011, el grupo de debate Democracia real YA, convocó a la gente vía redes sociales a
movilizarse el 15 de mayo para pedir una democracia para el Estado español y que los partidos
políticos dejaran de estar al servicio de la banca. Ese día, decenas de miles de personas se
manifestaron en Madrid, Barcelona, Valencia y otras 50 ciudades. A esto le siguió la toma
emblemática o acampada en la plaza más simbólica de la ciudad, Puerta del Sol, y una avalancha
de tweets, mensajes de Facebook, correos, pero también organización y comunicación desde
software libre que ejemplificó el potencial de la tecnopolítica. En España hubo otra serie de
marchas, toma de plazas y protestas en calle, conjugadas con el empleo de plataformas de
Internet para comunicar, visibilizar el movimiento y organizarse. “La búsqueda y los debates
continuaron en las redes sociales de Internet, el espacio seguro desde el cual el movimiento se
imaginó y donde nuevos proyectos se concibieron y se siguen concibiendo” (Castells, 2012, p.
120).
Estados Unidos. El grito de ira y el llamamiento a ocupar Wall Street, en lo que se constituyó como
el movimiento Occupy Wall Street, iniciado formalmente el 17 de septiembre de 2011, provino de
distintos blogs que se colgaron en Facebook y difundieron por Twitter. “Las redes sociales de
Internet movilizaron suficiente apoyo para que la gente se uniera y ocupara el espacio público,
territorializando su protesta”, explica Castells (p. 173). El movimiento no tuvo reivindicaciones
precisas a conseguir o negociar, como para hablar en concreto de lo que obtuvo, sin embargo, el
autor destaca que tuvo impacto en la conciencia de la gente y, por ejemplo, el tema de la
desigualdad social se situó en primera línea del discurso público.
México. El movimiento #YoSoy132 nació en mayo de 2012. Se sitúa dentro del ciclo de protestas
que crean simultáneamente "espacios de lo común" en las calles de las ciudades y en la Web 2.0.
Surgió en el contexto electoral de 2012 como una convocatoria de los jóvenes, poco atraídos por
la política de los partidos, y de las agrupaciones de la izquierda en México. La demanda inicial de
democracia en los medios se extendió al reclamo de "democracia en las urnas" (Rovira Sancho,
2014). El día en que el movimiento se desbordó fue el 23 de mayo, cuando se llamó a acudir a la
Estela de Luz de la Ciudad de México y protestar. Rovira Sancho consigna que en el Distrito
Federal, desde la huelga de 1999 –que duró casi un año y fue fruto del desacuerdo respecto al
pago de cuotas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)–, no se había producido
un movimiento estudiantil significativo hasta #YoSoy132, que tiene presencia en varias ciudades
de México y el mundo, en la actualidad.
Los contenidos de los movimientos Internet posibilita la recepción de información, pero también la generación de contenido propio. León, Burch y Tamayo (2001) afirman que este potencial es poco aprovechado, por la significativa implantación de la cultura del consumo. También arguyen que la mayoría de las organizaciones
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participantes de un estudio que realizaron consideran que es muy poca la información propia difundida, en comparación a los volúmenes que reciben de Internet, por la carencia de recursos humanos con competencias, la precariedad de la infraestructura o la insuficiente ponderación de la importancia de hacerlo. El que figura como uno de los principales obstáculos es la falta de políticas o decisión política para sortear estos obstáculos. Los autores plantean la posibilidad de que también las organizaciones resten importancia a la información que se genera al interior. Aseveran que no es evidente que Internet sea una fuente prioritaria para las producciones propias, pues recurren a fuentes directas o internas. Sugieren que se puede compilar información de temáticas internacionales sobre su ámbito de interés, "con un mínimo de procesamiento y complementándolo con algún contenido nacional, la organización puede constituirse en fuente de consulta para la prensa nacional" (2001, p. 161). Los autores refieren que el sitio Web de una organización puede contener información de presentación básica, sus documentos fundamentales, información sobre sus actividades, propuestas, pedidos de solidaridad; pueden incluir elementos culturales como archivos, música. Se puede observar la frecuencia de las publicaciones, la posibilidad de vincular contenidos y niveles de información y la opción de destacar aspectos distintos. Por las características de las plataformas en la Web, los autores consideran necesaria cierta planificación. El potencial de visibilidad de las organizaciones, dicen estos autores, pasa por la actualización constante de información en la plataforma que se elija. Por otra parte, en la generación de contenidos y plataformas para movimientos hay que tener en cuenta las audiencias para las que se produce la información. Y muchas veces para que los miembros de los grupos tienen los ritmos de la época del impreso. Si se visita una página y se nota que no es actualizada, no se vuelve más, aseveran. También hay que fijarse en los idiomas. Calidad de los contenidos
Parto de las siguientes afirmaciones de autores, para argumentar la importancia de contenidos
generados desde las organizaciones civiles y movimientos sociales, con esta lógica del prosumidor
en Internet.
De acuerdo con Rovira Sancho (2014), la comunicación alternativa desde los movimientos sociales
intenta crear espacios de opinión que “contrarresten” la omisión de los medios masivos o que
“compita” con la representación tendenciosa o simplificada que los medios hacen de las protestas;
los miembros de los movimientos compiten por generar contrapúblicos que potencien las
movilizaciones sociales y sus posibilidades de éxito.
También retomo a Castells, si se trata de argumentar la relevancia de los mensajes. Él dice que el
poder es inherente a las sociedades, al estar definidas en torno a valores e instituciones (Castells,
2012). El poder, continúa, se ejerce mediante la coacción o la construcción de significado.
Castells (2013) declaró durante una ponencia en Guadalajara: "La batalla del poder decisiva
siempre ha sido en la mente de las personas; el poder anida en nuestras mentes. Y si a esas
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mentes solo llegan mensajes y hay muy poca capacidad de reconstruir y proveer mensajes
alternativos somos potencialmente libres, pero no sabemos qué alternativas hay".
Y para Zubero, la información consignada por los medios de comunicación sobre las tragedias
globales puede llevar a los usuarios de los medios a la compasión, pero resulta improbable que ese
sentimiento se transforme en acción. Afirma que para convertir el conocimiento-información en
conocimiento-acción se requiere de “narraciones morales”, es decir, “narraciones que den sentido
a la realidad del sufrimiento contemplado y que movilicen nuestros recursos en favor de un
compromiso con las víctimas” (Zubero, 2004, p. 74); algo que puede ser retomado por los
movimientos sociales, opino.
Zubero continúa:
Los movimientos sociales están llamados a la tarea de inyectar significado, de dotar de sentido, de
un nuevo sentido común emancipador (Santos, 2003), a la realidad e introducir en la agenda los
problemas globales que amenazan a la humanidad. Además de provocar la deliberación pública
sobre esos problemas; reivindicar los intereses despreciados de las víctimas, ausentes siempre de
esta deliberación pública; sostener la preocupación por su futuro, impidiendo que esta
preocupación sea devorada por el zapping mediático-político; y construir, a partir de ahí,
comunidades transnacionales, cosmopolitas, sujetos activos de la protesta y propuestas a favor de
un nuevo humanismo sin fronteras. (Zubero, 2004, p. 75).
Objetivos
Caracterizar contenidos que consignan propuestas o imaginarios de una ciudad diferente, mejor,
elaborados por parte de partícipes de organizaciones civiles/movimientos sociales, y publicados en
plataformas de Internet.
Entender el contexto de la elaboración del mensaje, y la forma de distribución de éste.
Analizar las experiencias de los sujetos en la producción de los mensajes.
Indagar sobre los saberes formales e informales que guardan relación con la elaboración del
mensaje.
Todo lo anterior, con el fin último de detectar fortalezas en el proceso comunicativo (o
debilidades) y aportar datos que puedan hacer que se repliquen las experiencias positivas.
Justificación
Bajo la advertencia de que es un proyecto en construcción, de momento se justifica el protocolo,
con base en la necesidad detectada (estado de la cuestión) de tomar en cuenta casos empíricos y
estudiar los mensajes que se crean desde los movimientos sociales, así como hablar de los sujetos
que los elaboran y el contexto que existe para producirlos.
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Marco teórico
Para cumplir el objetivo del proyecto, se trabajará con los siguientes conceptos a nombrar.
Tecnopolítica. Entendida como una capacidad colectiva de utilización de la red para inventar
formas de acción que pueden darse o partir en la red pero que no acaban en ella, de acuerdo con
lo propuesto por Toret (2013).
La dimensión performativa de la tecnopolítica se alcanza en la medida de la energía en red que las
personas son capaces de generar para una acción colectiva. Primero se visualiza y se lanza una
idea de acción colectiva, se hace el trabajo de extenderla, se cree colectivamente en algo que se
está creando y va adquiriendo vida en la medida que la interacción social se lo apropia.
Algunos dispositivos tecnopolíticos para la acción colectiva, empleados en movimientos como el
15-M español son: Takethesquare/Tomalaplaza.net, Lorea, N-1, Stopdesahucios, Propongo,
Oiga.me, 15octobernet y Democracia4punto0 (Varios autores, 2012).
Es un hecho que estas herramientas tecnológicas fueron empleadas, de acuerdo con las
características del movimiento, es decir, participaban cientos de personas y se requería de un
método para narrar lo que pasaba en el 15-M, para visualizar las propuestas consensuadas, crear
comunidad.
Takethesquare/Tomalaplaza.net. Sobre todo con Takethesquare se planteaba desdibujar el
concepto de fronteras, comunicar noticias, constituir comunidad e intentar ayudar a entender los
contextos, entender qué pasaba en otras plazas del orbe.
Lorea. Software-semillero de redes sociales libres. Dispositivos para producir y compartir
conocimientos que se pueden comunicar con otros.
N-1. Con esta herramienta, se amplían las posibilidades de crear y difundir contenidos mediante
herramientas libres. Herramientas útiles, usables y accesibles para facilitar la puesta en común de
recursos, así como la producción de contenidos antagonistas.
Stopdesahucios. Mediante Stopdesahucios, se identificaba, mapeaba y seguía la evolución de los
desahucios españoles.
Propongo. Facilitó la puesta en marcha de propuestas del movimiento 15-M. Se podían visualizar
las propuestas más consensuadas para identificar los intereses sociales generados en cada
momento. A la par había “urnas indignadas” en Propongo y en físico.
Oiga.me. Da la posibilidad del envío masivo de correos electrónicos, la capacidad de
intercomunicar a la ciudadanía con las administraciones a través de VoIP o el envío masivo de
faxes a través de Internet.
Conecta a los ciudadanos directamente con la organización denunciada, lo que posibilita escribir
con libertad; no hay mediadores.
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15octobernet. Es la web a partir de la cual se articuló la primera movilización global del 15-M.
“Unidos por un cambio global”, fue el lema elegido para comunicar la convocatoria. La página
evitó ser firmada o impulsada por grupos concretos.
Democracia4punto0. Está centrada en el fomento e implementación de sistemas de votación
telemática, en cualquier cámara legislativa. Tiene fundamento legal.
Movimiento social: Castells (2012) define al movimiento social como actores sociales que aspiran
al cambio cultural (cambio de valores).
Sin embargo, el concepto de movimiento social ha ido cambiando y de acuerdo con Simone I.
Flynn (2008), la teoría de los nuevos movimientos sociales argumenta que los movimientos
sociales contemporáneos realizan acciones colectivas en formas marcadamente distintas que los
movimientos sociales tradicionales; las estrategias, metas y membresías son diferentes. Los
sociólogos, afirma, emplean esta nueva teoría para analizar el rol de los nuevos movimientos
sociales en la sociedad postindustrial contemporánea.
El concepto que maneja es que los movimientos sociales se refieren a una organización voluntaria
de individuos que actúan en grupo para bloquear o producir cambios. El grupo de acciones de los
movimientos sociales no son necesariamente un beneficio para los miembros individuales, sino
más bien sirven a objetivos más importantes de los grupos.
Según el estudioso, los movimientos sociales tienden a ser más exitosos en sociedades abiertas,
democráticas, en las que la movilidad social y el cambio social son conceptos aceptados.
Los movimientos sociales son vistos como un resultado inevitable del cambio de las relaciones
sociales, económicas y políticas en la sociedad postindustrial, dice el autor.
Añade que los nuevos movimientos sociales son movimientos para el cambio basado en el deseo
de reforma estructural. No intentan desmontar los sistemas políticos y económicos existentes y se
caracterizan por su radicalismo autorestrictivo.
Los nuevos movimientos sociales, como los antiguerra, medioambientales, de derechos civiles y
movimientos feministas, comenzaron a emerger en los cincuentas y sesentas.
Para el autor, los nuevos movimientos sociales están comprometidos con conflictos sociales y
políticos.
Comunicación. Carey (1989) nos dice que dos concepciones alternativas de comunicación han
estado vivas en la cultura americana desde que el término entrara en el discurso común en el siglo
XIX. Las dos derivan de orígenes religiosos: la visión o concepto de transmisión de la comunicación
y una visión ritualista de la comunicación.
En la primera, la comunicación es definida por términos como impartir, enviar, transmitir, dar
información a otros, que es la que ha permeado en los diccionarios. En el siglo XIX, el movimiento
de gente y el movimiento de información fueron vistos esencialmente como procesos idénticos y
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ambos fueron descritos bajo el mismo sujeto "comunicación". El centro de esta idea de
comunicación es la transmisión de señales o mensajes a distancia.
Una visión ritualista de la comunicación está dirigida no hacia la extensión del mensaje en el
espacio, sino hacia el mantenimiento de la sociedad en el tiempo; no es el acto de compartir
información, pero sí la representación de creencias compartidas.
Carey resume: el caso arquetípico de la comunicación bajo la visión de transmisión es la
transmisión de mensajes a través de la geografía con el propósito de control, y en el de la visión
ritualista, es la ceremonia sagrada que atrae a las personas, juntas en comunión y uniformidad.
Retomo cuatro aspectos centrales, y con los que identifico la comunicación en estos tiempos:
entendimiento, intercambio o transmisión de información, mecanismo a partir del cual se ejerce
poder, y mantenimiento de la sociedad en el tiempo.
Para esta neófita de la investigación, las dos primeras nociones podrían ser enunciadas por
cualquiera al que se pregunte qué es comunicación; las otras dos son las que veo significativas
para la época actual, por ir más allá y mostrarnos el valor del concepto.
El poder y la trascendencia en el tiempo son dos de las cuestiones más buscadas por el ser
humano, me atrevería a afirmar. Y hoy parece no haber ética ni respeto por los derechos humanos
universales, de parte de políticos y empresarios, en su afán por conseguir poder. Por ello resulta
pertinente que quienes la llevan de perder en la balanza, los ciudadanos “de a pie”, comprendan
los intríngulis de la comunicación y sepan que pueden empoderarse.
La comunicación y el poder
Castells (2012) dice que el poder es inherente a las sociedades, al estar definidas en torno a
valores e instituciones. El poder, afirma, se ejerce mediante la coacción o la construcción de
significado partiendo de los discursos a través de los cuales los actores sociales guían sus acciones.
Weber, retoma Castells, relaciona el poder con la política y la política con el estado. La
legitimación, como clave para que el estado pueda estabilizar el ejercicio de su dominación. Esta
legitimación se puede obtener por procedimientos como la democracia constitucional y depende
en gran medida del consentimiento obtenido mediante la construcción de significado. Y el
significado se construye en la sociedad a través del proceso de la acción comunicativa, asevera el
sociólogo. En síntesis, en la comunicación se juega el poder, de ahí su importancia.
La estabilidad institucional se basa en la capacidad para articular diferentes intereses y valores en
el proceso democrático mediante redes de comunicación.
Las instituciones pueden mantener relaciones de poder cuyos cimientos son la dominación que
ejercen sobre los individuos, pero no hay nunca un poder absoluto, nos dice Castells, y siempre
existe la posibilidad de resistencia que pone en entredicho la relación de poder.
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Aquí es donde planteo que el ciudadano “de a pie” puede emplear la herramienta de Internet para
hacer realidad esta posibilidad de resistencia y de ejercer el poder mediante la comunicación.
Estamos llamados a crear contenidos y discursos alternativos al hegemónico en medios de
comunicación masiva, a generar conocimiento (sociedad del conocimiento), a participar en el
fortalecimiento de la democracia, a partir de la Red.
Sabemos que hay demasiada información en la World Wide Web (WWW), pero podemos usarla a
nuestro favor, siendo selectivos. La apuesta sería convertirnos en “prosumidores”, término que
introdujo formalmente Alvin Toffler en 1980, y que fue anticipado por Marshall McLuhan y
Barrington Nevitt (Islas-Carmona, 2008).
McLuhan y Nevitt aseveraron en el libro Take Today (1972) que la tecnología electrónica permitiría
al consumidor asumir de forma simultánea los roles de productor y consumidor de contenidos. La
palabra prosumidor –en inglés, prosumer– es un acrónimo que procede de la fusión de dos
palabras: “producer” (productor) y “consumer” (consumidor).
Para redondear, en la era digital, afirma Moragas (2011), con la multiplicación de canales y ofertas
de contenido, el centro de gravedad del poder en la comunicación tiende a desplazarse de la
difusión a la producción de contenidos.
"La batalla del poder decisiva siempre ha sido en la mente de las personas; el poder anida en
nuestras mentes. Y si a esas mentes solo llegan mensajes y hay muy poca capacidad de reconstruir
y proveer mensajes alternativos somos potencialmente libres, pero no sabemos qué alternativas
hay", dijo Castells durante la ceremonia en la que se le concedió el título Doctor Honoris Causa de
la Universidad de Guadalajara, en noviembre del año pasado.
El poder, define el sociólogo, “es la capacidad relacional que permite a un actor social influir de
forma asimétrica en las decisiones de otros actores sociales de modo que se favorezcan la
voluntad, los intereses y los valores del actor que tiene el poder” (Castells, 2012, p. 33).
La comunicación y la cultura
Las tecnologías de la información juegan un papel crucial en el paso de la internacionalización a la
mundialización. No sólo intercomunican los lugares, sino que están transformando el sentido del
lugar en el mundo, consigna Martín-Barbero (2010).
El paradigma del Estado-nación se quedó obsoleto. Ahora, la globalización permea y, se dice,
busca unificar más que unir, tiene un grado de perversidad, que implica y produce el aumento de
la pobreza y la desigualdad, del desempleo, de las enfermedades.
El español señala como novedoso el que las nuevas tecnologías estén siendo crecientemente
apropiadas por grupos de los sectores subalternos, posibilitándoles una verdadera "revancha
sociocultural": la construcción de una contrahegemonía a lo largo del mundo.
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Ligado a sus dimensiones tecnocomunicativas, la globalización pone en marcha un proceso de
interconexión a escala mundial, que conecta todo lo que instrumentalmente vale, al mismo
tiempo que desconecta todo lo que no vale para esa razón, asevera Martín-Barbero.
Y es que en cuanto proceso de inclusión/exclusión a escala planetaria, la globalización está
convirtiendo la cultura, dice el investigador, en espacio estratégico de compresión de las tensiones
que desgarran y recomponen el “estar juntos”, y en lugar de anudamiento de todas sus crisis
políticas, económicas, religiosas, étnicas, estéticas y sexuales.
“Lo que estamos necesitando descifrar es la hegemonía comunicacional del mercado, al agenciar
un nuevo modelo de sociedad en el que la comunicación/información resulta siendo el más eficaz
motor del desenganche e inserción de las culturas —étnicas, nacionales o locales— en el
espacio/tiempo del mercado” (Martín-Barbero, 2010, p. 28).
Martín-Barbero continúa con su disertación: Sin valores universales no hay posibilidad de
convivencia entre grupos particulares. Apunta que el difícil reconocimiento político del
multiculturalismo ha puesto ya en evidencia en el ámbito de los Estados nacionales que las
instituciones liberal-democráticas se han quedado cortas para acoger la cantidad de demandas y
los conflictos que conlleva la diversidad cultural.
Este teórico nos dice que la mirada intelectual aún hegemónica sobre las relaciones entre
comunicación y cultura es todavía la que separa y opone el elevado ámbito de la cultura al
mundano y mercantil espacio de la comunicación. Un purismo, exacerbado por la banalización de
la comunicación y la masiva y perversa mercantilización de los medios, está reconduciendo a hacer
de la cultura el desnudo ámbito de lo simbólico.
De ahí que sea desde la diversidad cultural de las historias y los territorios, desde las experiencias y
las memorias, desde donde no sólo se resiste, sino que se negocia e interactúa con la
globalización, y desde donde se acabará por transformarla, dice Martín-Barbero. Pues lo que
galvaniza hoy a las identidades como motor de lucha es inseparable de la demanda de
reconocimiento y de sentido. Y ni el uno ni el otro son formulables en meros términos económicos
o políticos, pues se hallan referidos al núcleo mismo de la cultura. La identidad se constituye hoy
en la fuerza más capaz de introducir contradicciones en la hegemonía de la razón instrumental.
La globalización no es un puro avatar de la economía y el mercado, sino un movimiento que, al
hacer de la comunicación y la información la clave de un nuevo modelo de sociedad, empuja todas
las sociedades hacia una intensificación de sus contactos y sus conflictos, al exponer todas las
culturas unas a otras como jamás lo estuvieron antes, retoma Martín-Barbero de Appaduray
(2001).
Se está ante la posibilidad histórica, tecnológica y ciudadana, nos dice el autor, de renovar
radicalmente el entramado político de la interculturalidad, al tejer redes que enlacen cada día más
el mundo de los artistas y trabajadores culturales con el de instituciones territoriales y las
organizaciones sociales.
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Martín-Barbero asevera que sólo al densificar y potenciar al máximo el tejido de los actores
sociales e institucionales de nuestras culturas, y al crear a lo largo del mundo alianzas lo más
anchas posibles, podremos encarar la ofensiva de desmovilización política e instrumentalización
cultural que la globalización del miedo y las nuevas industrias de la seguridad ya han emprendido.
Y con qué crear estas alianzas si no es mediante la comunicación, digo yo. Promoviendo la
solidaridad.
Cambio cultural: es un cambio de valores y de creencias procesado en la mente humana a una
escala lo suficientemente grande como para afectar a la sociedad en su conjunto, de acuerdo con
Castells (2012).
Cambio social: resultado de la interacción entre el cambio cultural y el cambio político; éste
último, entendido como la adopción institucional de los nuevos valores que se difunden por la
cultura de la sociedad. Los cambios sociales son el resultado de la voluntad de los actores sociales,
guiados por sus capacidades cognitivas y emocionales en sus interacciones recíprocas y con el
entorno (Castells, 2012).
Poder/Contrapoder: “Es la capacidad relacional que permite a un actor social influir de forma
asimétrica en las decisiones de otros actores sociales de modo que se favorezcan la voluntad, los
intereses y los valores del actor que tiene el poder” (Castells, 2012, p. 33). Las instituciones
pueden mantener relaciones de poder cuyos cimientos son la dominación que ejercen sobre los
individuos, pero no hay nunca un poder absoluto, nos dice Castells, y siempre existe la posibilidad
de resistencia que pone en entredicho la relación de poder.
Estado de la cuestión
En 2010, Flores y Padilla publicaron un artículo que compilaba los estudios internacionales de los
jóvenes e Internet, en el marco de las prácticas políticas contemporáneas, que es útil para el
presente protocolo.
Las autoras consignan que en 2003, Sonia Livingstone clasificó los estudios sobre Internet en
relación con los niños y jóvenes, en cuatro: comunicación, identidad y participación; educación,
aprendizaje y alfabetización; los peligros de la exclusión y la brecha digital; y los riesgos del uso, el
contenido y la comercialización. Sin embargo, cinco años después la misma Livingstone reflexionó
sobre los cambios en los estudios y consignó la oleada de iniciativas de gobiernos, industria,
organizaciones juveniles y activistas sociales capitalizando la apropiación creativa que los jóvenes
hacen de Internet; también aumentaron los estudios de evaluación de estas iniciativas.
Por su parte, a partir de su propia búsqueda, Flores y Padilla confirman la línea de investigación
centrada en evaluar la comunicación política dirigida a los jóvenes a través de Internet, y
hablan de que otros estudios dan seguimiento a la participación política y ciudadana de los
jóvenes en la World Wide Web (WWW) y su vinculación con acciones políticas más tradicionales.
Además, dicen, existen quienes investigan los sentidos que otorgan los jóvenes a las prácticas en
Internet, en donde revelan su capacidad de reconocer posturas comunes ante distintos problemas
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y organizarse para dar respuesta a éstos. Por último, especifican que hay una búsqueda de
comprensión de la producción de espacios a través de las prácticas en Internet y su
vinculación con la apropiación juvenil de espacios presenciales para configurar identidades.
En investigaciones posteriores a 2010, Treré y Argnelutti estudian la interacción en la página de
Facebook del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), con un análisis cuali-
cuantitativo, que da por resultado la afirmación por parte de los autores que en Facebook se
publican informaciones, pero no se da un debate participativo. Además de cuantificar y analizar las
publicaciones del movimiento y las ajenas, los enlaces propios y ajenos del MPJD, los comentarios,
'me gusta' y las comparticiones, se realizaron entrevistas semi-estructuradas.
Después están García y Del Hoyo, que ‘muestran en su estudio cómo los jóvenes que ya tenían una
actitud activa hacia la participación social offline, utilizan las redes sociales para reafirmar sus
conductas y animar a otros a la participación e implicación en cuestiones sociales, cívicas y/o
políticas’. También se intenta verificar si el uso de las redes sociales ha activado una actitud más
positiva hacia la participación en cuestiones de solidaridad y asociacionismo, en aquellos jóvenes
menos participativos. La metodología utilizada fue la encuesta.
Por su parte, León, Burch y Tamayo hacen su contribución (en Marí, 2004), con un estudio
exploratorio, con los ejes: equipamiento y acceso a las redes electrónicas, utilización de la
tecnología, apropiación tecnológica e informativa, funcionamiento en red y políticas y estrategias
de comunicación.
Esta última parte tiene que ver con la capacidad para generar y difundir información propia,
presencia pública, políticas de medios, prioridades y líneas de acción. Dentro de lo expuesto en el
ese eje, se consigna que el potencial de generar información es poco aprovechado, las razones
por las que no se explota, la complejidad de pasar de la difusión en Web a aquella por correo
electrónico y listas, y el para qué de tener un sitio Web.
De momento observo, pues, una falta de investigación centrada en la experiencia de los sujetos y
en el proceso de producción de los mensajes, sobre todo aquellos que proponen otro concepto del
mundo. Por ello se plantea el siguiente interrogante de investigación.
Pregunta de investigación
¿Qué aspectos están presentes en los contenidos que consignan imaginarios de una ciudad mejor,
elaborados por miembros de organizaciones del movimiento de movilidad y desarrollo urbanos y
publicados en plataformas de Internet, y qué saberes tienen estos sujetos en relación con la
creación del mensaje?
Hipótesis de trabajo
El supuesto es que los materiales son predominantemente en formato texto, con un manejo de
emociones en el discurso y un llamado a la solidaridad, además de contener datos de la realidad
social de otros países y estadísticas que reflejan los problemas que ponen sobre la mesa y que
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pretenden visibilizar. Los sujetos que elaboran los contenidos poseen estudios de educación
superior y/o tienen un manejo avanzado de las tecnologías, además de contar con una trayectoria
en la participación de movilizaciones en calle.
Metodología
Esta será una investigación cualitativa, descriptiva, es decir, describirá un fenómeno y se basará en
una mirada exploratoria (González y Orozco, 2012).
En una primera etapa se pedirá a los miembros de organizaciones civiles/movimientos sociales
que redacten un documento sobre la “realidad” que guarda su tema de defensa en la ciudad y qué
plantean para transformarla, cuál es esa urbe ideal que imaginan o proponen.
Enseguida se les solicitará que seleccionen 20 materiales que ellos consideren destacados,
elaborados en los últimos cinco años, y publicados en Internet, sin importar el formato (texto,
audio, video, mezcla). La relevancia de los materiales tiene que ver con la calidad del mensaje, su
elaboración y la recepción positiva entre la sociedad. La investigadora revisará los materiales
colgados en Internet para caracterizar los productos (identificar, por ejemplo, si existen
emociones, comunicación de un nuevo panorama, identificación con la víctima, u otros
elementos), además de utilizar esta información como apoyo para crear una guía de entrevista.
El tipo de entrevista será la semiestructurada, que permite que los sujetos interrogados expresen
sus puntos de vista en una situación de entrevista diseñada de manera relativamente abierta. Se
revisa la pertinencia de la entrevista semiestandarizada. Este tipo de método es útil para
reconstruir la “teoría subjetiva”, que se refiere al hecho de que el entrevistado tiene un caudal
complejo de conocimientos sobre el asunto en estudio (Flick, 2007).
Los temas que se plantean son: el reto de comunicar en la era de Internet, la experiencia de ser
prosumidores, cómo pasar de la idea al mensaje hecho texto, video, audio; contrastar lo que
esperaban crear, con el producto final. Además, indagar sobre sus saberes formales e informales y
experiencia con la tecnología y en las movilizaciones sociales.
Consideraciones éticas
Como consideraciones éticas para la investigación, retomo un principio expuesto por Booth,
Colomb y Williams (2001): velar por el bien último de los involucrados en el estudio. Los autores
afirman que una investigación desarrollada en el mejor interés de los otros, lo es para el que la
realiza, y así lo concibo.
En particular, omitiría los nombres de los informantes, pero no el de la organización social de la
que forman parte, con el fin de proteger su identidad y propiciar un mejor flujo de la información.
También la reflexión es importante en el quehacer del investigador, por lo que llevar un diario de
campo, para analizar y consignar dudas, pensamientos, posiciones, debates, será útil.
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Considero necesario, además, tomar en cuenta la retroalimentación de los sujetos que involucre
en la investigación y me planteo entregar el producto final a ellos, como estrategia de validación,
pero también como una manera de agradecer su colaboración.
Asimismo, se plantea como compromiso un manejo honesto de los recursos económicos y una
relación colaborativa y de respeto para con los sujetos que intervengan con la investigación.
Además, se tiene en mente la afectación positiva que podrían tener las organizaciones civiles y los
movimientos sociales, objeto de estudio, al tener datos sobre su actuación y experiencia, así como
el posible riesgo que se corre de que poderes utilicen la información en pos de restar peso o
controlar a los sujetos. La consciencia de estos planteamientos deberá estar latente durante la
investigación, para velar por un mejor resultado.
Recursos
Si habría que hablar de un costo total estimado para la investigación sería de 260 mil pesos, por
concepto de recursos materiales, humanos y de gastos personales. Sin embargo, se plantean sólo
los siguientes recursos necesarios:
Tipo de recurso Recursos necesarios Costo aproximado
Material Computadora y software; cartuchos de tinta. Papelería e impresión de tesis. Grabadora digital de audio.
$30,000 $5,000 $2,500
Humano Capacitación para saber usar software Editor de texto de tesis
$9,000 $8,000
Otro Gratificaciones a los ‘informantes’ $2,000
Cronograma
En alineación con el programa de estudios de la maestría, de agosto a diciembre habría un
acercamiento empírico al objeto de estudio, es decir, se trabajaría en campo, para luego, de enero
a mayo de 2016 hacer el análisis e interpretación de la información obtenida, plantear las
conclusiones y elaborar un borrador de tesis. En el segundo semestre del próximo año restaría
afinar el borrador y concluir la tesis, para su defensa y presentación en el examen de grado.
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ANEXOS
Menos de la mitad de los mexicanos, usuarios de internet
En abril de 2013, había 46 millones de personas de seis años o más en México usuarias de los
servicios que ofrece Internet, es decir, 43.5% de la población en el país, de acuerdo con
información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2014).
Respecto a edades, 74.3% de los cibernautas mexicanos tiene menos de 35 años. El INEGI
interpreta que los jóvenes son quienes más uso hacen de la tecnología, y también los primeros
que la adoptan.
Por otra parte, la encuesta muestra que quienes usan la Internet lo hacen mayoritariamente todos
los días (46.3%), seguido de una frecuencia semanal (45.3%).
De las tres principales actividades realizadas en Internet reportadas en 2013, la más recurrente
está vinculada a la búsqueda de información (64.3%), seguida del uso como un medio de
comunicación (42.1%), entretenimiento (36.2%), apoyo a la educación (35.1%) y acceso a redes
sociales (34.5%).
Sobre los lugares de acceso, poco más de la mitad de los usuarios de Internet usan los servicios de
la red desde el hogar (55.9%).
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De los hogares con computadora (11.1 millones), 17% señaló no contar con conexión Internet; de
éstos, más de la mitad (62%) reportó la falta de recursos económicos como la principal limitante
para contar con conexión a la Red, y 18.4% manifestó no necesitarla.
En cuanto a Jalisco, en 2013 más de la mitad de la población de seis años y más era usuaria de la
computadora (55.3%) mostrando un crecimiento de 10.7 puntos porcentuales respecto del valor
que tenía en el 2010; en el caso de la Internet el aumento es de 14.0 puntos al pasar de 37.8% a
51.8 por ciento.
En el Estado, para 2013 las actividades realizadas en Internet muestran que las más recurrentes
son las que se usan como un medio para obtener información (62.6%) y las referentes al
entretenimiento (45.6%), comunicación (42.6) para el acceso a redes sociales (35.6%); las
categorías de operaciones bancarias e interacción con el gobierno no concentran ni 2.5 por ciento.
Luego están las estadísticas de la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI, 2014). De acuerdo con
información del ente, la utilización de correo (71%), la búsqueda de información (64%) y el uso de
redes sociales (40%) son las principales actividades con las que los encuestados iniciaron la
navegación por Internet.
La laptop (59%) y la PC (57%) siguen siendo los principales dispositivos de conexión, seguidos por
los smartphone (49%).
El correo electrónico es la principal actividad que realizan los internautas (80%). Este año el uso de
redes sociales (77%) superó a la búsqueda de información (72%). En el uso de Internet como ocio,
el porcentaje de redes sociales se eleva a 81 por ciento.
Nueve de cada 10 internautas acceden a alguna red social. Los buscadores son la fuente más
utilizada para obtener información, seguidos de las redes sociales.
La antigüedad promedio en el uso de redes sociales es de cuatro años, siendo la principal
actividad, comunicarse con amigos.
La red de referencia en México sigue siendo Facebook, seguida de YouTube, Twitter y Google+.