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ARTICULACIÓN DE LA FORMACIÓN TÉCNICO PROFESIONAL:
Una aproximación conceptual para el análisis de experiencias locales y lecciones sustraídas de la evidencia internacional
INFORME FINAL
Fondo de Proyectos del Consejo Nacional de Educación
María Paola Sevilla Mauricio Farías
Marcela Weintraub
Santiago, Septiembre de 2014
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ÍNDICE
1. Introducción 3
2. Marco conceptual 5
3. Revisión de experiencias de articulación de un conjunto de países 16
4. El sistema chileno de provisión de educación técnica profesional: flujos entre niveles y marco legal
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5. Caracterización de experiencias de trabajo colaborativo entre establecimientos educacionales técnico profesionales e instituciones de educación técnica superior
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6. Discusión 89
7. Conclusiones y propuestas de política 91
Bibliografía 96
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1. INTRODUCCIÓN En un escenario donde cada vez más egresados de programas técnicos de nivel secundario continúan estudios superiores, la articulación de la Educación Técnica Profesional (ETP) requiere ser foco de atención de los responsables de política educativa. La articulación mejora la eficiencia de los sistemas educativos y promueve el aprendizaje a lo largo de la vida, como estrategia para enfrentar los cambios tecnológicos y el requerimiento de competencias técnicas de alto nivel. Asimismo, otorga mayor estatus a las escuelas técnicas del sistema escolar, ya que garantiza la continuidad de sus programas de estudio. La creación de itinerarios profesionales desde el nivel secundario hacia el postsecundario, es uno de los esfuerzos relevantes más recientes en países como Estados Unidos, para aumentar el acceso y permanencia en la educación superior de jóvenes con bajas probabilidades de concluir carreras universitarias (Stipsnovic, Lewis, Stringfield, 2012). El presente documento contiene los resultados de la investigación “Articulación de la Formación Técnico Profesional: Una aproximación conceptual para el análisis de experiencias locales y lecciones sustraídas de la evidencia internacional”. Su fin último es proveer de antecedentes relevantes, que apoyen la definición de políticas de articulación factibles de ser implementadas en el sistema, y que propicien la promoción de egresados de la Educación Media Técnico Profesional (EMTP) hacia la educación superior. Para ello, junto con identificar en el contexto chileno, experiencias de trabajo conjunto entre instituciones técnicas de nivel secundario y terciario, encaminadas a generar el tránsito eficiente de estudiantes entre ambos niveles, se examinan las políticas de articulación en un conjunto de países. La investigación fue concebida bajo dos premisas. La primera, que el desafío de la articulación de la formación técnica requiere de un abordaje conceptual integral que traspase la dimensión curricular, e incluya otros elementos que soporten no sólo el acceso, sino también la permanencia de los egresados de la EMTP en la educación superior. La segunda premisa es que en ausencia de una política nacional de articulación que prescriba cómo los vínculos deben establecerse, son aún más relevantes las experiencias de acuerdos locales en la materia, para sustraer desde ellas iniciativas que puedan extenderse a nivel de sistema, así como también las lecciones sustraídas de otros contextos. En Chile, la EMTP nace con la reforma educativa de 1965, legalmente abierta a la educación superior; 30 años más tarde la reforma curricular de 1998 la ratifica como una modalidad formativa que prepara tanto para el trabajo como para la continuidad de estudios. Sin embargo, este segundo propósito no se sustenta con la exposición a contenidos académicos a la que están sujetos sus estudiantes, ni con la existencia de conexiones formales con la educación técnica terciaria. Por tanto, sus egresados están en desventaja en relación a sus pares de la Educación Media Científico Humanista (EMCH) para acceder a carreras universitarias, al menos las que exigen un puntaje mínimo en la Prueba de Selección Universitaria (PSU). Por otra parte, los egresados de la EMTP –como norma general‐ inician sus carreras técnicas en igualdad de condiciones que quienes cursaron la EMCH. La no alineación de sus programas técnicos de estudio entre los niveles secundario y terciario, lleva a que muchas veces deban repetir contenidos ya cursados, sin la posibilidad que sus aprendizajes previos les sean reconocidos. Para Sepúlveda (2009), esta falta de articulación de la EMTP con la Educación Superior Técnica Profesional (ESTP) es uno de los síntomas de la ambigüedad estratégica en la que se encuentra esta modalidad formativa.
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Es por lo anterior que, a nuestro juicio, el discurso de la EMTP como modalidad no terminal y válida para la continuidad de estudios, sólo se puede sostener en la medida que este tipo de educación fortalezca sus contenidos académicos y se articule con la ESTP. Países como Estados Unidos y China, han sustentado el mandato de sus programas técnicos escolares, para proyectar a sus estudiantes al nivel postsecundario, en acciones legislativas que han impulsado sostenidamente en el tiempo modelos de articulación entre ambos niveles, basados en la alineación de los contenidos técnicos y el reforzamiento de la formación académica, entre otros aspectos. Otros países, como Australia y recientemente Colombia, a través de la construcción de marcos nacionales de cualificaciones, han puesto atención al desarrollo de itinerarios de formación técnica entre los niveles secundario y terciario, como estrategia de conexión con los requerimientos del sector productivo y de provisión de competencias técnicas de alto nivel. En nuestro país, los esfuerzos de articulación se realizaron en el marco del Programa Chile Califica, a través de la línea de Redes de Articulación de la Formación Técnica, que pretendió propiciar la asociación de instituciones formativas y productivas para la generación de ofertas formativas articuladas y pertinentes. Entre los años 2003 y 2009, se conformaron 25 redes para implementar el mandato, pero no se logró instalar los itinerarios de formación técnica entre los niveles secundario y superior. La falta de incentivos para la colaboración mutua entre las instituciones que conformaban una misma red y el exclusivo foco puesto en lo curricular, se identifican como los limitantes de esta estrategia (DIPRES, 2009). En los años recientes, diversos fondos públicos concursables se han puesto a disposición de las instituciones de ESTP para establecer o fortalecer sus nexos con los liceos EMTP, y de esa forma, facilitar la continuidad de estudios de sus egresados. Si bien estos fondos permiten la inyección de recursos públicos a iniciativas institucionales puntuales, no se han concebido como propuestas de políticas de articulación sistémicas que permitan avanzar en el establecimiento de conexiones formales entre los niveles secundario y terciario. Por ende, la articulación de la Formación Técnico Profesional es aún una tarea pendiente e identificada insistentemente entre las más urgentes por diversos informes (OECD, 2004; MINEDUC, 2006; Consejo Asesor Presidencial, 2006; Comisión Externa, 2009; MINEDUC, 2011; Vertebral, 2014). El documento se organiza en seis secciones que incluyen la presente introducción. La segunda sección contiene el marco conceptual bajo el cual se aborda el fenómeno de articulación en la investigación, en lo referente a su alcance, beneficios y limitantes. En esta sección, se presenta también una tipología de modelos de articulación, construida a partir de atributos en sus distintas dimensiones, la que sirve de base para una posterior clasificación de los casos de estudio, tanto a nivel de países como de experiencias locales. La descripción de los avances en materia de políticas de articulación para un conjunto de países, entre ellos Estados Unidos, Australia, China, Colombia y España, está contenida en la tercera sección. Por su parte, la cuarta sección describe el sistema educativo chileno en lo referente a sus espacios de provisión de educación técnica profesional, normativa legal y flujo de estudiantes entre los niveles secundario y terciario. La quinta sección, la más extensa de este informe, presenta el estudio de casos de experiencias locales que han avanzado en acuerdos de articulación o de vinculación institucional entre los niveles secundario y terciario. Finalmente, las principales conclusiones que emergen de toda la información recabada y analizada, junto con recomendaciones de política que permitan avanzar hacia una articulación integral de la EMTP con la ESTP como propone este estudio, están contenidas en la sección seis.
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2. MARCO CONCEPTUAL Esta sección tiene como objetivo proporcionar un marco de definiciones para el análisis comparado de políticas de articulación de un conjunto de países, y las experiencias locales en esta materia, identificadas en el contexto nacional. Estas definiciones se refieren al alcance del concepto de articulación, tipologías de modelos, y sistematización de los beneficios y barreras para la articulación. 2.1. Alcance del concepto de articulación y propuesta de definición El concepto de articulación tiene diferentes acepciones y propósitos según los niveles o sectores educativos que involucre. Sin embargo, aun en un mismo ámbito de aplicación como la formación técnica profesional, puede considerar distintas dimensiones que dan cuenta de diversos grados de profundidad en la vinculación entre instituciones educativas. Se trata de un concepto no normalizado en la literatura, y que puede ser interpretado de variadas formas por los actores locales y hacedores de política. Es por ello que resulta relevante clarificarlo a partir de la revisión de sus distintas definiciones, para llegar a una conceptualización acotada y coherente a los propósitos de esta investigación. La Real Academia Española define el término articulación como “la unión entre dos piezas rígidas que permite el movimiento relativo entre ellas”. Cuando la conexión de las dos piezas rígidas corresponde a programas formativos al interior de la educación formal, reconociendo las capacidades y conocimientos adquiridos en niveles previos, se habla de articulación vertical. En cambio, cuando se busca que los aprendizajes logrados en otros contextos formativos, como la capacitación o la experiencia laboral, sean reconocidos por programas formativos de la educación formal que se encuentran en un mismo nivel, corresponde hablar de articulación horizontal. En relación a la articulación vertical, Clark (1998) propone una definición amplia y poco prescriptiva de este término al referirse a él, ya sea como proceso, actitud y meta. La articulación como proceso, tiene relación con la coordinación de políticas y prácticas entre distintos sectores de la educación, con el fin de producir un tránsito fluido de los estudiantes desde un sector hacia otro. La articulación como actitud, se refiere a la disposición de los docentes de distintos sectores para trabajar de manera conjunta a favor del desarrollo del estudiante, trascendiendo los intereses individuales e institucionales. La articulación como meta, tiene relación con la creación de un sistema educacional sin divisiones artificiales, en que los distintos momentos de la educación llegan a ser un flujo ininterrumpido. Solar et al. (2013) es más específico y enfocado en el ámbito curricular. Se refiere a la articulación como el reconocimiento de conocimientos y/o competencias previas, tanto al interior de la educación superior como desde la educación media y el mercado laboral. Además, la entiende como un proceso adaptativo que, a través del traspaso de credenciales definidas legalmente, minimiza vacíos y duplicidades que afectan la adecuada progresión de los estudiantes en su trayectoria formativa, tanto dentro como fuera del sistema educativo formal. Mezcla entonces en su definición, los conceptos de articulación vertical y horizontal.
En cambio, en el contexto internacional, PhillipsKPA (2006) separa los conceptos de acuerdos, como transferencia de créditos, reconocimiento de aprendizajes previos, y acuerdos de articulación. El primero se limita a determinar los créditos comunes entre programas ya existentes de distintos
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niveles o sectores. El reconocimiento de aprendizajes previos, es un proceso de evaluación que se focaliza en juzgar, a partir de evidencia entregada por el estudiante, los aprendizajes alcanzados en otros contextos y que pueden permitir convalidar asignaturas en programas de estudio formal. Por su parte, los acuerdos de articulación involucran la construcción colaborativa de currículum, entre instituciones de formación técnica de nivel secundario e instituciones de educación superior, lo que resulta en el diseño de nuevos programas o la modificación de los existentes. Siguiendo esta propuesta, la diferenciación de los distintos mecanismos de reconocimiento de aprendizajes previos pude facilitar también la depuración del concepto de articulación. Para Domínguez, Farías, Torres, Santander, Díaz (2014) estos reconocimientos en el ámbito chileno pueden darse mediante evaluaciones aplicadas directamente a los estudiantes, o a través de convalidaciones directas. Estas últimas, se realizan a partir del análisis del rendimiento académico certificado previamente por el estudiante, ya sea a través de actas de notas, programas de estudios o certificados de titulación.
Focalizando también en la dimensión curricular, Robertson‐Smith (1990) se refiere a la articulación como la coordinación del currículum entre diferentes niveles de la educación técnica, para maximizar la efectividad y la eficiencia de la formación. En el ámbito nacional, Gaete y Morales (2011) también se refieren a la articulación como la sintonización eficaz y relacionada entre dos o más planes de estudio del mismo o diferente nivel formativo, de manera que estos mantengan entre sí alguna flexibilidad relativa que permite múltiples vías de ingreso, salidas intermedias y movilidad, tanto horizontal como vertical de los estudiantes. La condición para esto, es el diseño en conjunto de los planes de estudios de los niveles y carreras que se pretenden articular como un todo coherente. Una definición más holística de articulación que traspasa el ámbito del currículum, es la formulada por Báez et al. (2013), que bajo este término congrega al conjunto de elementos (curriculares, financieros, vínculos con el medio, extensión, investigación y administración), que propician la transición entre distintos niveles educativos, facilitando la cohesión, coherencia y continuidad en el proceso formativo de los estudiantes. En la misma dirección, pero refiriéndose explícitamente al ámbito de la formación técnica, Shaw (2012) condiciona los fines deseados de la articulación relativos a la proyección de sus estudiantes en la educación superior, a la existencia de al menos dos aspectos. El primero, de una institucionalidad o estructura organizacional que permita cerrar la brecha entre los modelos de provisión de educación técnica de nivel secundario y postsecundario. El segundo aspecto, se refiere al rigor académico que debe existir en los programas vocacionales escolares para que sus estudiantes tengan éxito en la educación superior.
Finalmente, Hass (1999) centrándose en los propósitos de la articulación, asocia este término a los conceptos de eficiencia, oportunidad y estatus. Eficiencia, porque la articulación se traduce en la generación de programas formativos continuos, sin fisuras ni repeticiones, que permiten optimizar recursos, tanto a las instituciones formativas como a los usuarios. Oportunidad, porque propicia la continuidad de estudios para quienes en otras circunstancias, debido a sus altos costos de oportunidad, no hubieran proseguido con su formación. Estatus, porque programas terminales que no entregan alternativas de continuidad de estudios posteriores a sus egresados, tienen menos rango que aquellos que sí lo hacen.
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De esta revisión, se rescata que una definición integral de articulación, además de la dimensión curricular, debe considerar elementos anexos de orden institucional y de soporte a los estudiantes de los programas técnicos de nivel medio, si es que el fin último es la proyección de estos en la educación superior. Asimismo, se identifica la necesidad de acotar la definición de articulación en el plano del currículum, a la generación coordinada de programas de estudios que evite duplicaciones de contenidos, cuyos aprendizajes posteriormente deban ser validados a través de distintos mecanismos. Para fines de esta investigación se concibe el término de articulación, como la conjunción de elementos curriculares, pedagógicos e institucionales que propician el tránsito eficiente y exitoso en la educación superior, en carreras que significan una continuidad o profundización de las especialidades de los programas técnicos escolares. En esta definición, los elementos curriculares se refieren al diseño o adecuación conjunta de planes de estudios, en vista de omitir vacíos o repeticiones de contenidos. Los pedagógicos, a la preparación previa de los estudiantes para la educación superior ‐no sólo en términos académicos, sino también en términos culturales, vocacionales y psicológicos‐ así como también al soporte y acompañamiento en esta etapa. Finalmente, los elementos institucionales corresponden a la existencia de estructuras y forma, a través de incentivos y elementos reguladores para el trabajo colaborativo de las instituciones escolares y de educación superior en los planos curriculares y pedagógico. Se trata de una definición no sólo integral, sino también ambiciosa, pero que permite tener un norte para la indagación de las experiencias locales y para la generación de lineamientos que apoyen la definición de políticas de articulación en el país. El Gráfico 2.1 ilustra el arreglo conceptual del término de articulación realizado.
Grafico 2.1. Elementos y propósito de la definición de articulación propuesta
Fuente: Elaboración propia.
Tránsito eficiente y exitoso desde la educación técnica de nivel medio hacia la
de nivel superior
Institucional Estructura y elementos reguladores (Política Pública)
Trabajo colaborativo instituciones ESTP y EMTP
Curricular
Diseño o adecuación conjunta planes de estudio secundario y
superior
Pedagógico
Monitoreo y soporte antes y
durante la educación superior
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2.2. Tipologías de modelos de articulación La escasa literatura que ha abordado en profundidad el fenómeno de la articulación en el marco de la educación técnico‐profesional, da cuenta de diferentes tipos o modelos de articulación, los que se definen a partir de sus atributos en distintas dimensiones. Así por ejemplo, Robertson‐Smith (1990) categoriza las experiencias de articulación en función de tres dimensiones: alcance e involucrados, origen de la iniciativa, y resultados logrados. No obstante, las categorías de modelos que ofrece al interior de cada dimensión, se limitan a la realidad de EE.UU. de esa época, y tienen el objetivo de clasificar a los estados norteamericanos en relación a sus esfuerzos de articulación de sus programas de estudio vocacionales. A continuación, ofrecemos una adaptación a la tipología de modelos de articulación propuesta por este autor, con el fin de contar con una estructura apropiada que permita clasificar la revisión de experiencias internacionales y locales en materia de articulación. Nuestra propuesta agrega una cuarta dimensión de clasificación, que da cuenta de estados previos a un modelo de articulación propiamente tal, lo que exige la adaptación o generación de nuevos programas de estudios, como resultado del trabajo conjunto entre instituciones, así como también el trabajo en el plano pedagógico y no sólo curricular. Por otra parte, al interior de las tres dimensiones propuestas por Robertson‐Smith (1990), se agregan algunas categorías adicionales de modelos posibles, mientras que se suprimen otras. La tipología de modelos de articulación propuesta, se sintetiza en el Cuadro 2.1., a partir de la siguiente descripción de las categorías para cada dimensión: Modelos de articulación según el alcance e involucrados: • Uno a uno para un programa. Cuando una institución de nivel secundario y otra de nivel terciario
adecuan los planes de estudios de una línea de estudios específica, a objeto de ofrecer un programa integrado que evite duplicidades y vacíos en la formación.
• Uno a uno para un conjunto de programas. Se trata de un acuerdo más integral que contempla la adecuación de toda la oferta formativa de una institución secundaria que tiene correlato apropiado con las carreras impartidas por la institución postsecundaria con la que se articula.
• Consorcio de instituciones. Cuando los acuerdos de articulación involucran a varias instituciones, secundarias y postsecundarias, las que conforman un consorcio con uno o más programas específicos articulados. Este tipo de esfuerzo grupal suele tener una base territorial y circunscribirse a un sector económico particular.
• Programas tripartitos. Cuando los acuerdos de articulación además de las instituciones secundaria y postsecundaria, involucran también a un socio del sector productivo o de servicios, el que proporciona las plazas para la formación en el lugar de trabajo y contribuye en el diseño o adecuación de los planes de estudio integrado.
• Concentración de la formación en una sola institución. Cuando los planes formativos de nivel secundario y terciario son impartidas por una sola institución, la articulación tiende a generarse automáticamente porque es la misma entidad la que se ve en la necesidad de ofrecer programas continuos.
Modelos de articulación según el origen de la iniciativa: • Mandato legal en la legislación o constitución. Cuando algún cuerpo legal mandata a las
instituciones de educación, a proporcionar los servicios de articulación de programas
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profesionales entre los niveles secundario y terciario, para los estudiantes que quieren continuar en la misma línea de estudios.
• Políticas o programas de fomento. Se trata de acuerdos de articulación entre instituciones, que surgen y se mantienen al alero de políticas gubernamentales permanentes en el tiempo, y que sistemáticamente promueven dichos acuerdos y monitorean sus resultados.
• Acuerdo voluntarios entre instituciones. Tienden a surgir en ausencia de políticas gubernamentales, y se gatillan por el interés propio de las instituciones formadoras que reconocen los beneficios y ventajas de la articulación. Estos acuerdos pueden gestarse entre instituciones secundarias y terciarias que son cercanas geográficamente, que están relacionadas institucionalmente por una entidad sostenedora común, o que presentan flujos previos relevantes de estudiantes.
Modelos de articulación según los resultados alcanzados: • Modelo Simple. Cuando la adecuación o modificación de programas de estudios, a objeto de
evitar duplicidades o vacíos de contenidos, se traduce simplemente en el acortamiento de la duración de dichos programas. La formación que reciben los estudiantes que se benefician de la articulación, es la misma que la brindada a estudiantes que están fuera de los acuerdos, sólo que en un menor tiempo.
• Modelo Avanzado. Cuando el tiempo ahorrado por el acortamiento de la duración de los programas de estudio oficiales producto de la articulación, se utiliza para profundizar la formación técnica entregada en el nivel superior, dando sentido a la formación recibida en el nivel secundario, y posibilitando la inserción laboral de los egresados en puestos de mayor nivel.
• Modelo Tecnológico. Cuando los modelos de articulación van más allá de los contenidos técnicos de los programas secundarios y terciarios, y enfatizan en la formación académica desarrollada desde la secundaria, de manera tal de preparar a los estudiantes para los cambios tecnológicos y el aprendizaje a lo largo de la vida.
• Admisión directa. Cuando los modelos de articulación se traducen en la admisión directa de los estudiantes desde el nivel secundario al terciario, lo que es un avance sólo en sistemas con educación técnica terciarias selectivas.
Estados previos a modelos de articulación: como se refirió anteriormente, las instituciones pueden avanzar en etapas de vinculación previas al estado de articulación definido por este estudio, las que pueden ser: • Vinculación Básica. Corresponde a un nivel mínimo de relación entre una institución secundaria
y terciaria, que considera acciones menores como descuentos, cursos propedéuticos u otros que vayan en la línea de captar matrícula, independiente del tipo de carrera a cursar por los estudiantes.
• Vinculación Curricular. Corresponde a un nivel de mayor complejidad que la vinculación básica, ya que también considera el reconocimiento de asignaturas. Es un proceso que perfectamente puede ser llevado a cabo solamente desde la institución terciaria, y sin participación directa del establecimiento del cual provienen los estudiantes.
• Vinculación Curricular Participativa. Este proceso incluye, además del reconocimiento de asignaturas, la participación de profesionales de ambas instituciones en el acuerdo o discusión de convalidaciones. Asimismo, admite avanzar en otros frentes distintos al curricular como el apoyo a las decisiones vocacionales de los estudiantes, y la búsqueda de financiamiento para la continuidad de estudios. Cuando la vinculación curricular participativa se traduce en la
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modificación de los planes de estudio de las instituciones o la generación de nuevos programas (dinámica), este nivel se asimila al modelo de articulación simple según resultados alcanzados.
Cuadro 2.1. Propuesta de tipología de modelos de articulación. Adaptación de Robertson‐Smith (1990)
Dimensiones de clasificación
Alcance e involucrados Origen de la iniciativa Resultados alcanzados
Avances hacia la articulación
Uno a uno para un programa Mandato legal Modelo Simple Vinculación Básica
Uno a uno para un conjunto de programas
Política o programa de fomento Modelo Avanzado Vinculación Curricular
Consorcio de instituciones Acuerdos voluntarios Modelo Tecnológico Vinculación Curricular
Participativa Estática
Programas tripartitos Admisión Directa Vinculación Curricular Participativa Dinámica= Articulación
Concentración en una institución
2.3. Beneficios y barreras de la articulación La articulación entre instituciones de distintos niveles o sectores formativos, genera una serie de beneficios reconocidos por la literatura, pero al mismo tiempo es limitada por una serie de barreras. En relación a los beneficios, la articulación permite la eficiencia en las transiciones a niveles superiores de educación o a otros sectores paralelos. Cuando ésta es bien realizada curricularmente, facilita la alineación de contenidos entre los programas educativos, disminuyendo el tiempo destinado al aprendizaje de un contenido específico, o bien, aumentando la cantidad de contenidos cubiertos en un plazo determinado. La articulación también reduce la incerteza de los alumnos y aumenta la legitimidad de sus trayectorias educativas (Galaskiewicz, 1985). Asimismo, sistemas articulados permiten una mejor reacción como sociedad frente a shocks tecnológicos, ya que la reconversión de aquellas personas afectadas por estos shocks resulta más fácil (Has, 1999). Otros beneficios de la articulación para las instituciones de nivel escolar, se refieren al acceso a equipamiento más moderno disponible en las entidades de educación superior, así como también a las oportunidades de acceso a redes técnicas, a redes internacionales, o bien a lobby o defensa corporativa. Finalmente, un proceso masivo y a gran escala de articulación, pondría presión sobre las instituciones para buscar redes, lo que las induciría a mejorar su calidad para integrarlas. PhilippsKPA (2006) realiza una enumeración de los beneficios de la articulación, distinguiendo si estos son a nivel de sistema, institucional o del estudiante. Este listado, complementado con otras referencias, está contenido en el Cuadro 2.2. Cuadro 2.2. Detalle de beneficios de la articulación en distintos niveles
Nivel Detalle beneficios
Sistema • Hacer frente más fácilmente a la escasez de personal calificado en algunas industrias promoviendo ciertas calificaciones desde el nivel escolar
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• Ampliar las opciones tanto para los estudiantes (en cuanto a posibles trayectorias), como para los empleadores (en cuanto a diversidad y mayor mano de obra calificada)
• Motivar la continuidad de estudios de alumnos vulnerables • Fomentar mayores niveles educativos en la comunidad • Brindar respuestas integrales a las necesidades de la industria desde distintos niveles
y sectores educativos • Aumentar la eficiencia del sistema reduciendo el gasto en educación
Institucional
• Atraer más estudiantes • Transferir a las instituciones escolares, no sólo los niveles de exigencia de la
educación superior, sino también sus conocimientos y criterios de éxito • Ofrecer oportunidades de desarrollo profesional para el personal • Facilitar el intercambio de recursos, las instalaciones y la experiencia • Crear nuevas oportunidades de investigación y trabajo colaborativo
Estudiante
• Ampliar la combinación de habilidades, experiencia y comprensión que un estudiante tiene al momento de la graduación
• Aumentar la empleabilidad de los estudiantes, al incentivar su acceso a niveles educativos superiores
• Reducir los costos reales y de oportunidad asociados a la obtención de titulaciones • Reducir el tiempo de titulación, aumentando las probabilidades de éxito
Si bien la literatura tiende a centrarse en los beneficios de la articulación, es importante también mapear los posibles efectos no deseados que este mecanismo de soporte al tránsito de los egresados, desde los programas técnicos escolares hacia carreras técnicas de nivel superior, puede tener. El principal problema es la posible canalización de buenos alumnos de la educación media hacia la vertiente técnica de nivel superior, sin responder necesariamente a los intereses y conveniencia de los estudiantes. Este problema es detectado por Farías (2013), quien sugiere que las decisiones de carrera de los alumnos son tomadas sin apoyo institucional, generándose pérdida de capital humano, ya que alumnos de alto rendimiento y con bajo nivel socioeconómico podrían estar siendo conducidos por el sistema hacia carreras técnicas, y siendo desviados de la educación universitaria donde podrían haber obtenido buenos resultados. De esta manera, un sistema con alto grado de articulación que permita una serie de trayectorias, requiere de sistemas de información y, sobretodo, de orientación vocacional que apoyen la decisión de los alumnos. Otro posible efecto adverso es la hegemonía de poder que una institución puede tener sobre otra en el marco de los acuerdos de articulación, lo que genera inestabilidad en la relación, o bien simplemente la imposición de condiciones. En términos económicos, este problema se podría asemejar a un mercado monopsónico, donde las instituciones de nivel superior imponen sus términos a los centros escolares.
Por otra parte, la articulación entre instituciones de educación secundaria y terciaria, está condicionada por una serie de elementos que pueden convertirse en barreras que la limiten o incluso la imposibiliten. Al mismo tiempo, otros elementos o condiciones estructurales la pueden facilitar o promover. En el plano internacional, las barreras de la articulación han sido ampliamente examinadas por PhilipsKPA (2006) en un estudio encomendado por el Consejo Ministerial de Educación, Trabajo y Capacitación australiano, para mejorar los resultados de la articulación de la educación técnica vocacional con la educación superior en dicho país.
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En el contexto nacional, Gaete y Morales (2011) identifican también los nudos críticos que podrían restringir los alcances de la articulación entre los niveles técnico superior, profesional y universitario. Por otra parte, considerando que la teorización sobre redes sociales pueden aportar a la comprensión de los fenómenos de articulación más allá del plano curricular, se sustraen de Muijs, West, & Ainscow (2010) algunas limitantes que afectan el trabajo en red, entendida ésta como los grupos de personas o instituciones interconectadas y organizadas, que trabajan en conjunto en busca de objetivos comunes al menos durante un tiempo. A partir de estas referencias y otras complementarias, a continuación se agrupan los factores que dificultan la articulación en: estructurales, culturales o sociales, curriculares, de financiamiento, de gestión, de competencia y de disparidad de poder. Un resumen de estas limitantes se presenta en el Cuadro 2.3. a. Factores estructurales: • Autonomía y atomización de las instituciones de educación superior. Un alto número de
instituciones de educación superior y de tamaño pequeño con alta autonomía y donde el Estado no puede intervenir directamente, aumenta fuertemente el número de conexiones a realizar para lograr articulaciones con otros sectores o niveles.
• División administrativa estanca de los entes gubernamentales. Cuando las autoridades y los oficiales de gobierno trabajan en unidades organizacionales estancas y sin conexiones, se generan visiones incompletas y sesgadas que dificultan fuertemente un proceso de articulación.
• Ausencia de un Marco de Cualificaciones. La falta de un instrumento que ordene, categorice y comunique las cualificaciones entregadas por los diferentes sectores y niveles de un sistema educativo, produce asimetrías de información que dificultan la construcción de rutas formativas o acuerdos de articulación entre las instituciones formativas.
• Falta de normalización en el lenguaje. La falta de un lenguaje o terminología común dificulta y complejiza cualquier conversación o acercamiento entre instituciones, en vistas de generar acuerdos de articulación.
• Dispersión geográfica y baja densidad. La alta dispersión geográfica de las instituciones educativas puede imposibilitar la articulación o dificultar su funcionamiento.
b. Factores culturales o sociales: • Desconfianza. La confianza permite reducir incertidumbres sobre la materialización de aquello
que se espera de los otros, aumenta la cohesión y mejora la productividad de las relaciones en las organizaciones (Hoy & Tschannedn‐Moran, 1999). Cuando esta no existe, se reducen e incluso se detienen los procesos de articulación. En el ámbito de la formación técnica, es particularmente importante la desconfianza que existe de parte de las instituciones de ESTP hacia los liceos técnicos en lo relativo a implementación curricular y formación de sus docentes.
• Actitudes adversas. Bajo este término se agrupan los prejuicios o creencias que se pueden dar en todos los niveles y que limitan la articulación. Por ejemplo, algunos estudiantes pueden creer que la educación superior es sólo para personas de altos ingresos; o bien, en su entorno sólo se valoran actividades laborales en desmedro de las académicas. Entre los docentes, es común escuchar que las universidades son elitistas, o que las instituciones técnicas de nivel superior o medio son inferiores. Asimismo, algunas industrias locales pueden estar ligadas a problemas ambientales o sociales, y por consiguiente los estudiantes no optan a carreras relacionadas al sector.
• Conformismo o bajas expectativas de los estudiantes. Algunos estudiantes pueden conformarse con obtener un título que nadie más logró en la familia, y por tanto no aspirar a continuar
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estudios. Otros en cambio, basados en juicios subjetivos de orden cultural o psicológico, pueden preferir no aprovechar los beneficios que otorga la articulación, y volver a repetir cursos o asignaturas que podrían omitirse.
c. Factores curriculares: • Diferentes lógicas y tiempos de ajuste curricular. Las lógicas de diseño curricular pueden no ser
las mismas entre instituciones (ejemplo, currículo basado en competencias vs. contenidos), así como tampoco sus tiempos de actualización. La articulación obliga a homogenizar ambos aspectos.
• Rigideces de los planes de estudios. La poca flexibilidad en los programas de estudio o la limitada oferta de cursos, puede limitar la efectividad de la articulación, ya que impide que un estudiante que ha reconocido cursos pueda avanzar en su formación.
• Baja exigencia académica. Si la formación académica es deficiente en los niveles inferiores, aun bajo la presencia de planes de estudio articulados en los contenidos técnicos, los estudiantes no están en condiciones para proyectarse en la educación superior. La evidencia da cuenta que la intensidad del currículum es indicado como el factor más importante para predecir el éxito en la educación superior (Kirst y Venezia, 2004; Adelman, 2006).
d. Factores de financiamiento: • Costos de la articulación. La integración de mallas curriculares y el trabajo con docentes de otras
instituciones, generan importantes costos para éstas. Si no cuentan con los recursos necesarios, ya sea propios o externos, los acuerdos de articulación no avanzan, ya que los beneficios no son apropiables sólo por las instituciones, sino también por la sociedad.
• Diferencias arancelarias entre niveles educativos. En general, a medida que se avanza en la formación, los costos de matrícula y arancel se incrementan, lo que desincentiva la continuidad de estudios, y por tanto las potencialidades de la articulación. La literatura incluso sugiere que la sola creencia que el nivel educativo más alto es muy costoso, y que no se tendrán los medios para financiarlo, puede inducir a que el alumno no continúe estudiando o bien ponga menos esfuerzo, limitando sus opciones futuras (St. John et al, 2011).
• Rigideces en las ayudas estatales estudiantiles. Las becas o créditos pueden imponer ciertas condiciones en las cargas horarias de los estudiantes, que limitan los cursos que pueden convalidarse bajo acuerdos de articulación.
e. Factores de gestión: • Diversidad de los proceso de admisión. Las instituciones de educación superior con procesos de
selección muy competitivos, tienden a ser reticentes a aceptar alumnos por otras vías. Esto las hace no propensas a articularse con instituciones de niveles inferiores de las cuales tengan que recibir estudiantes.
• Falta de estandarización en la toma de decisiones. La no existencia de normas claras y la toma de decisiones con criterios personalistas en áreas pertenecientes a una misma institución, dificulta los acuerdos de articulación. Muijs et al. (2010) señala que es auspiciosa la interacción en red, de individuos que ocupan posiciones similares en diferentes organizaciones y que tienden a poseer actitudes similares.
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f. Disparidad de poder: La falta de normativa que asegure la articulación, deja libertad a las instituciones para decidir si avanzar o no en un proceso de vinculación. Esta situación tiende a dejar en ventaja a las instituciones de educación superior (IES) sobre los establecimientos de la EMTP, en cuanto a la decisión final de articular sus programas, generando un problema de hegemonía. Siguiendo a Muijs et. al. (2010), en teoría, las redes de trabajo pueden diferenciarse según el grado en el que la colaboración entre instituciones es suscrita voluntariamente, o bajo algún tipo de coerción, al menos para una de las partes. Cuando dos o más instituciones forman una red sin ningún tipo de incentivo monetario, los arreglos son totalmente voluntarios. En cambio, cuando son fondos públicos o privados los que promueven la confirmación de la red, se está en una situación intermedia, tal como podría haber sido el caso de las redes de articulación conformadas en el marco del Programa Chile Califica. En el extremo, están los casos donde una de las instituciones es obligada a trabajar con la otra para subsanar alguna debilidad. Las relaciones basadas en el voluntariado no son dominadas por ningún actor, a diferencia de las relaciones desiguales o coercitivas donde podría existir la tendencia de dominación de una de las partes. Cuando esto sucede, el trabajo colaborativo y el intercambio de buenas prácticas de una institución a otra puede verse amenazado, ya que la institución débil puede sentir que sus esfuerzos no le son reconocidos y que está siendo colonizada por el socio más fuerte, mientras que la parte fuerte no ve recompensada su mayor carga de trabajo. En particular, aunque la articulación sea de tipo voluntaria, es probable que los establecimientos de sectores más asilados (en particular establecimientos de EMTP,) tengan dificultades para articularse con algún Centro de Formación Técnica (CFT) o Instituto Profesional (IP). Adicionalmente, es factible que si logran articularse tengan el problema de poder desbalanceado o de hegemonía de poder referido anteriormente. Cuadro 2.3. Detalle de barreras a la articulación
Factor Barreras
Estructural
• Autonomía y atomización de las instituciones de educación superior • División administrativa estanca de los entes gubernamentales • Ausencia de un Marco de Cualificaciones • Falta de normalización en el lenguaje • Dispersión geográfica y baja densidad
Cultural o social
• Desconfianza • Actitudes adversas • Conformismo o bajas expectativas de los estudiantes
Curricular • Diferentes lógicas y tiempos de ajuste curricular • Rigideces de los planes de estudios • Baja exigencia académica
Cuadro 2.3. Detalle de barreras a la articulación
Financiamiento • Costos de la articulación • Diferencias arancelarias entre niveles educativos • Rigideces en las ayudas estatales estudiantiles
Gestión • Diversidad de los procesos de admisión • Falta de estandarización en la toma de decisiones
Poder • Hegemonía de una institución sobre otra
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3. REVISIÓN DE EXPERIENCIAS DE ARTICULACIÓN DE UN CONJUNTO DE PAÍSES La articulación de los programas técnicos de nivel secundario y superior ha sido objeto de distintas políticas educativas en varios países, en su esfuerzo por proyectar a más estudiantes hacia la educación superior en áreas claves para el desarrollo de sus economías. Las características de las políticas implementadas dicen relación, no sólo con las estructuras de sus sistemas de provisión de formación técnica tanto en el nivel secundario como superior, sino también con el grado de convicción y persistencia de sus gobiernos en esta materia. De igual forma, estas características dependen del grado de regulación/desregulación con que operen los distintos sistemas educativos. En esta sección se revisan las experiencias de cinco países: Estados Unidos, Australia, China, Colombia, y España. Estos países son seleccionados por su diferencia en el grado de regulación (de menor a mayor regulación se tiene a EE.UU., China, Colombia, España y Australia), y por criterios como la existencia de marco de cualificaciones (España y Australia); la inclusión de un país Latinoamericano; la inclusión de un modelo distinto al europeo (China). Para cada caso, junto con identificar las principales iniciativas de articulación implementadas, se describe el sistema de provisión y las principales lecciones sustraídas. Para finalizar, se clasifican las iniciativas de acuerdo a la propuesta de tipologías de modelos de articulación realizada en la segunda sección del documento. 3.1. Estados Unidos a. Descripción del sistema
En Estados Unidos, la educación técnica y profesional (Career and Technical Education, CTE) se imparte en el nivel secundario superior, como una serie de cursos electivos que los estudiantes pueden tomar junto con los créditos académicos obligatorios para la obtención del diploma de educación secundaria. De acuerdo al Departamento de Educación de dicho país, en el 2009, más del 90% de los estudiantes de escuelas públicas secundarias optaron por algún electivo de la CTE, mientras que uno de cada tres cursó al menos tres créditos de una misma familia ocupacional. Se trata de cursos vocacionales de carácter exploratorio que están concebidos para otorgar al estudiante una idea preliminar de una determinada profesión, sin llegar a prepararlos plenamente para su inserción laboral en ese campo. Por consiguiente, la formación técnica más específica se lleva a cabo principalmente en instituciones de educación superior, denominadas community college, que ofrecen programas vocacionales de dos años de duración, así como también educación general para quienes buscan transferir sus créditos a una universidad. Son instituciones de acceso abierto que se financian con aportes del gobierno federal y estatal, y el cobro de aranceles bajos. Junto a estas instituciones, existen también entidades privadas con fines de lucro que brindan educación vocacional postsecundaria, asociada a certificaciones en determinados campos ocupacionales. Estas instituciones concentran a un tercio de la matrícula CTE postsecundaria, mientras que los dos tercios restantes residen en los community college que otorgan grados técnicos y académicos. Tanto las escuelas secundarias públicas como los community college, son administrados por los distritos escolares locales. En este país, la responsabilidad de la educación en materia de financiamiento y gobernanza recae en los estados y los respectivos distritos escolares locales, mientras que el papel del gobierno federal varía en el tiempo y se centra en promover o incentivar
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determinadas iniciativas como “No child left behind” o “Race to the Top”. Se trata de un sistema donde su profundo grado de descentralización se refleja no sólo en la independencia de los estados a la hora de determinar sus políticas educativas, sino también en la alta autonomía institucional, la participación del sector privado en la provisión de oferta formativa, la amplia variabilidad de certificaciones y de organismos acreditadores, y la ausencia de una marco nacional de cualificaciones. Esta alta descentralización favorecería la existencia de una oferta formativa diversa y flexible a las necesidades de los estudiantes, los empleadores y otras partes interesadas (OECD, 2013). Sin embargo, iniciativas recientes como la liderada por la Asociación Nacional de Directores Estatales de la CTE (NASDCTEc) están avanzando en establecer marcos generales de acción para los proveedores de educación vocacional, a través de los National Career Clusters (Grupos de Carrera Nacionales) que proveen una estructura para la organización y provisión de programas comprehensivos de estudio (POS). Este dispositivo que contiene estándares de conocimientos y habilidades para 16 grupos de carrera y más de 70 itinerarios de formación, junto con ser una herramienta para el diseño curricular de los oferentes, pretende constituirse en una guía para que los estudiantes planifiquen sus trayectorias formativas desde la secundaria hacia la educación superior (NASDCTEc, 2014) . b. Articulación de la educación técnica secundaria y postsecundaria
El Programa TechPrep La Ley Carl D. Perkins II de Educación Profesional y Técnica de 1990, provocó el más drástico y decidor cambio para la educación vocacional norteamericana; junto con integrar los planes de estudios académicos y vocacionales, promovió la articulación entre la educación técnica secundaria con el nivel postsecundario a través del programa TechPrep. Aunque los orígenes del programa se remontan a los ‘80, fue la primera vez que una acción legislativa autorizaba fondos federales para incentivar la vinculación entre ambos niveles de la CTE. Se buscó mejorar la calidad de los programas académicos y vocacionales que promuevan la transición de los estudiantes desde el nivel secundario al postsecundario, principalmente en poblaciones que con mayor probabilidad no cursarían estudios universitarios (Hayward & Benson, 1993). El programa se sustenta en la convicción que las ocupaciones emergentes en las áreas de tecnología, salud e industria, demandan conocimientos técnicos de nivel superior y una fuerza de trabajo más educada. Por ello pone fuerte énfasis en integrar la formación profesional a contenidos académicos de alto nivel, y en proyectar a los estudiantes secundarios de CTE al nivel postsecundario. Contempla también una inducción al contexto y ambiente de la educación superior antes del egreso de la escuela secundaria, a través de actividades conjuntas y visitas guiadas a los community college. Además, establece la existencia de créditos articulados entre la secundaria y la postsecundaria para evitar cursos redundantes. Bajo los principios de la teoría organizacional, el programa intentó integrar en una misma estructura los modelos de prestación de educación secundaria y postsecundaria, y en última instancia, a las fuentes de trabajo remunerado. Para lo cual requirió a los estados, la creación de consorcios locales formados por escuelas secundarias, instituciones de educación superior, distritos escolares y representantes de la industria que contaran con una serie de elementos; entre estos: • Acuerdos de articulación que les permitan impartir programas continuos que abarquen los
niveles secundario y postsecundario.
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• Programas de estudio 2+2 con orientación técnica situados en los últimos años de educación secundaria, y que sirven de base para cursos avanzados en el nivel postsecundario dirigidos a la obtención de un título en un campo educacional específico.
• Estrategias de desarrollo conjunto del personal docente de las instituciones secundarias y postsecundarias.
• Capacitación a consejeros y directivos de las instituciones secundarias y postsecundarias, para promover la efectividad en el reclutamiento, retención y colocación de los estudiantes de los programas.
• Medidas para garantizar el acceso a poblaciones especiales (estudiantes discapacitados). • Servicios de orientación (asesoría y evaluación) a los estudiantes para que tomen decisiones
respecto a la selección de programas y cursos en el TechPrep.
En general, los estados proporcionan supervisión y financiamiento adicional al programa, mientras que los consorcios promueven el desarrollo profesional, coordinan el proceso de articulación entre los programas, desarrollan el currículo, y proporcionan los materiales y equipamiento a las escuelas locales. Por otra parte, la legislación permite a cada estado decidir cómo equilibrar, financiar y poner en práctica los distintos elementos del programa. En consecuencia, se pueden encontrar diferentes modelos o formas en que TechPrep ha sido implementado en los estados, prevaleciendo pese a esta heterogeneidad, los acuerdos de articulación “curso a curso” a través de los cuales los estudiantes pueden obtener créditos postsecundarios por sus cursos en las escuelas secundarias. El Programa TechPrep ha tenido un historial modesto de efectividad. De acuerdo a Castellano (2003), a fines de los noventa menos del 10% de los estudiantes de escuelas secundarias participaban en el programa, mientras que los consorcios, pese a implementar varios elementos del programa, no enfatizaban la transición de los alumnos al nivel postsecundario, principalmente porque en el contexto de las escuelas secundarias comprehensivas, los estudiantes se resisten a seguir secuencias de cursos que explícitamente los conduzcan hacia los community college y los alejen de la universidad. Por otra parte, el autor da cuenta que una vez en el nivel de educación superior, los estudiantes que participan del programa vuelven a tomar los cursos articulados o siguen estudios en áreas distintas, y que aun al interior de un mismo consorcio persisten las desconfianzas de las instituciones de educación superior hacia las escuelas secundarias, respecto a su capacidad de impartir los cursos iniciales de los planes de estudio. Asimismo, una evaluación realizada a ocho consorcios TechPrep, encontró que los estudiantes tienden a no beneficiarse de los créditos articulados, principalmente porque estos no cuentan con la adecuada información. Cellini (2005), empleando datos de la Encuesta Nacional Longitudinal de la Juventud de 1997 (NLSY97), da cuenta que los estudiantes que participan del programa tienen mayor probabilidad de graduarse de la escuela secundaria y de matricularse en carreras de dos años que los estudiantes no TechPrep. Sin embargo, no encuentra ningún impacto global de cursar estudios superiores, porque el programa reduciría la probabilidad que un estudiante asista a una universidad de cuatro años. También se reporta que, de acuerdo a la National Assessment of Vocational Education (NAVE, 2004), los programas de estudios 2+2 TechPrep bajo la Ley Perkin III de 1996 no fueron del todo efectivos. Pocos consorcios ofrecían planes de estudios 2+2 completamente estructurados; más bien las instituciones que conformaban dichos consorcios ofrecían programas de nivel secundario y postsecundario con poca coordinación. En suma, las transiciones de los estudiantes de la CTE desde el nivel secundario al postsecundario, fueron difíciles de impulsar y mantener a través del Programa TechPrep (Dortch, 2013).
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En los últimos años, si bien el programa continúa recibiendo financiamiento federal, las legislaciones posteriores (Ley Perkin IV) han puesto especial énfasis en la implementación de los modelos de estudios 2+2, más que en los otros elementos del programa. Asimismo, se han establecido fórmulas de rendición de cuentas, que vinculan la entrega de recursos a los estados con el cumplimiento de un conjunto de indicadores de desempeño, tales como el grado en que los estudiantes CTE se concentran en un área ocupacional particular, el logro de estándares de competencias técnicas y académicas, la titulación en carreras vocacionales, entre otros. Finalmente, se ha dispuesto financiamiento federal para la promoción de iniciativas anexas a TechPrep que promuevan la articulación entre los niveles secundario y postsecundario de la CTE. Otras iniciativas La Ley Carl D. Perkin ha financiado también otras iniciativas destinadas a promover el acceso y finalización de la educación superior de estudiantes secundarios con créditos de la CTE, a través de la estructuración de itinerarios formativos que conduzcan a la obtención de certificaciones o grados técnicos de nivel superior. Se trata de programas orientados a aumentar la eficiencia en la acumulación de créditos secundarios y postsecundarios, de relativa baja cobertura pero cuyas evaluaciones iniciales han arrojado resultados alentadores. Entre ellos están, los CareerPathway, la Inscripción simultánea, y los Programas de Estudio (POS). • CareerPathway. Son secuencias de cursos académicos y vocacionales, articulados en torno a un
área ocupacional en particular que incluyen formación práctica en los lugares de trabajo. Comienzan en la escuela secundaria y continúan en el nivel postsecundario hasta la obtención de un certificado reconocido por la industria o un grado técnico o académico. Su implementación requiere la asociación entre proveedores de educación secundaria, postsecundaria y empleadores. Su diseño está concebido para permitir múltiples entradas y salidas desde la educación formal hacia el mercado laboral, en función de las necesidades de adquisición de competencias más elevadas. Se trata de una extensión de las Career Academic, cuyos vínculos con los requerimientos del mercado laboral son más estrechos que en TechPrep y cuyos itinerarios formativos pueden extenderse hasta los colleges que imparten carreras de cuatro años (Offenstein, Moore, y Shulock, 2009). La implementación de los CareerPathway persigue múltiples objetivos, tales como elevar el nivel de las competencias académicas de los estudiantes, incrementar su acceso, persistencia y titulación en la educación técnica postsecundaria, así como también la continuidad de estudios superiores y el empleo. Existe evidencia sobre su efectividad en el incremento de las tasas de matriculación en la educación postsecundaria, en el mejoramiento del rendimiento académico en la secundaria, así como también en la disminución del porcentaje de estudiantes que deben tomar cursos remediales en el nivel postsecundario (Lewis, y Kosine, 2008). Sin embargo, si bien el programa ha contado con financiamiento del gobierno federal y también de fundaciones privadas, no está conectado fuertemente con las políticas CTE y su implementación es focalizada.
• Inscripción simultánea (Dual enrollment). Son cursos o créditos postsecundarios disponibles para estudiantes secundarios que se reflejan en los registros académicos de ambos niveles. Aunque inicialmente estaban disponibles sólo para estudiantes aventajados de las escuelas secundarias, en los últimos años son también una opción para los matriculados en los POS. Tienen el potencial de aumentar la eficiencia del proceso educativo al reducir el tiempo y los costos de la educación superior, y de aumentar el rigor de la educación secundaria, lo que reduciría la necesidad de cursos remediales en el nivel postsecundario. Una evaluación de la iniciativa realizada el 2007 en los estados de Florida y Nueva York, da cuenta que el modelo mejora las tasas de acceso a la educación postsecundaria, pero no existe evidencia suficiente en términos de persistencia en ese nivel. La inscripción simultánea recientemente ha sido apoyada
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por el gobierno federal como una estrategia para mejorar el tránsito hacia la educación superior, por lo que su financiamiento está incluido en la Ley de Educación Primaria y Secundaria del gobierno de Obama (Barnetty Hughes, 2010).
• Programas de Estudio (POS). Es la más reciente innovación de la Ley Perking IV. Se trata de un modelo similar a los programas de estudio 2+2 de TechPrep, en el sentido que están concebidos para facilitar las transiciones desde la educación secundaria al nivel postsecundario, a través de la progresión coordinada y no duplicada de cursos conducentes a certificado o título ocupacional. Sin embargo, las instituciones que los implementan no están obligadas a adoptar acuerdos de articulación para cada programa que es financiado. Los POS incorporan todos los elementos críticos de la CTE, y su implementación a nivel local es uno de los requisitos para la recepción de financiamiento según lo mandata la Ley Perkin IV. De acuerdo a Stipanovic, et. al. (2012), los POS han tenido una rápida expansión en el sistema educativo norteamericano y, actualmente, al menos existe un programa de estudios profesional articulado y coherente en cada distrito escolar de dicho país. Evaluaciones iniciales de corte cualitativo dan cuenta que los elementos del programa se implementan efectivamente en los niveles secundarios y postsecundario, para lo cual es clave que las instituciones participantes cuenten con un comité especial que garantice una programación de cursos progresiva, la disposición de transporte entre las instituciones secundarias y postsecundarias, y la provisión de suficiente orientación vocacional a los estudiantes de secundaria. En cambio, existe poca evidencia cuantitativa respecto a que a través del POS, se produzca efectivamente una integración curricular entre la secundaria y postsecundaria. Un estudio del 2011 en el estado de Kentucky, mostró que de los graduados de escuelas con POS, sólo el 17% se matricula en los mismos POS en las instituciones postsecundarias (Dortch, 2013). No obstante, según Lewis y Kosine (2008), dado el carácter de exploración vocacional que la CTE tiene en EE.UU., la continuidad en el mismo POS entre ambos niveles no debiera considerarse un indicador primario de efectividad del modelo, como sí lo debieran ser las tasas de graduación de la secundaria y de acceso genérico a carreras no tradicionales en el nivel postsecundario.
c. Lecciones sustraídas
La educación técnica de nivel secundario en Estados Unidos es por definición, una exploración vocacional orientada a establecer puentes con el nivel postsecundario. La asociación entre instituciones de ambos niveles para impartir programas de formación continuos con énfasis en el desarrollo profesional y la orientación vocacional, a través del Programa TechPrep, ha sido el mecanismo que se ha establecido y financiado sostenidamente en el tiempo para concretar el mandato de la CTE de nivel secundario. Es una visión holística en el diseño del programa, que busca la articulación no sólo desde el punto de vista curricular, sino que también considera la coordinación interinstitucional, la orientación vocacional, y la preparación experiencial de la educación superior, como elementos destacables. Sin embargo, sus resultados no han sido los esperados y la flexibilidad que los estados y consorcios locales han tenido para implementar y enfatizar sus distintos componentes, han llevado a que el gobierno federal deba entregar señales más claras para que el foco sea puesto en el diseño e implementación de planes de estudio progresivos entre el nivel secundario y postsecundario. Junto a ello, en un contexto de alta autonomía local e institucional, se ha debido avanzar en la creación de marcos nacionales referenciales que mapeen, para distintas ocupaciones, los conocimientos y habilidades que son requeridas, y de esa forma sirvan de guía para el diseño de programas articulados, tal como es el caso de los Grupos de Carrera impulsados por la Asociación Nacional de Directores Estales de CTE.
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3.2. Australia a. Descripción del sistema
Al igual que Estados Unidos, la educación técnica de nivel secundario en Australia está integrada a la formación general, y consiste en electivos organizados en torno a áreas ocupacionales específicas que los estudiantes pueden tomar como parte de sus créditos para obtener el diploma de educación secundaria. Sin embargo, una diferencia con el modelo norteamericano es que los estudiantes al tomar dichos cursos, pueden obtener una segunda certificación reconocida por la industria y por instituciones postsecundarias que imparten formación técnica. Para ello, las escuelas secundarias deben estar registradas como organismos de entrenamiento (RTOs) o trabajar con RTOs externas que atienden a un grupo de escuelas secundarias. Algunas de estas, ofrecen también programas técnicos de aprendices donde la formación práctica se lleva a cabo en empresas del sector. De acuerdo al National Centre for Vocational Education Research (NCVER), en el 2009, alrededor del 40% de estudiantes de secundaria participaba en algún curso conducente a una certificación técnica; de este total, el 8% lo hacía bajo el régimen de aprendices. La educación técnica secundaria en Australia busca ampliar el conjunto de experiencias de aprendizaje de los jóvenes y contribuir a su retención en el sistema, así como también ser un espacio de exploración vocacional, entregando competencias genéricas de empleabilidad y una visión del mundo del trabajo. Es por ello que las escuelas de algunos estados de este país, a fin que sus estudiantes cuenten con alguna ventaja competitiva al egresar de la secundaria, independientemente si continúan o no estudios terciarios, establecen como requisito de graduación la aprobación de electivos no académicos que permitan la obtención de una certificación técnica (Misko, et. al 2002). Por su parte, la educación técnica de nivel postsecundario es impartida principalmente por proveedores públicos denominados TAFE (Technical and Further Education Institutes), aunque también existen organizaciones privadas y universidades habilitadas como RTOs, que ofrecen cursos técnicos conducentes a certificaciones postsecundarias. Cerca de 57 TAFE ofrecen el 80% de la educación técnica financiada con recursos públicos, mientras que 5.000 organismos privados ofrecen el 20% restante (Puukka, 2012). La educación técnica en este país se basa, en todos sus niveles, en el enfoque de competencias laborales, lo que significa que la formación y evaluación de estas competencias está en función de los requerimientos y normas de la industria. Estas competencias se identifican y aprueban centralizadamente por la autoridad australiana de capacitación nacional (ANTA), y a la vez están reconocidas por el Marco Australiano de Cualificaciones (AQF), que conecta las certificaciones técnicas con las académicas otorgadas por las instituciones universitarias, en una única estructura que refleja la organización del sistema educativo de ese país. También, considera el reconocimiento de aprendizajes logrados en los puestos de trabajo, a través de un entrenamiento estructurado. Su desarrollo y operación se da en el contexto de un país federal, donde la responsabilidad de la formación técnica es compartida entre el gobierno central y los gobiernos territoriales. En particular, el Consejo Ministerial de Educación Vocacional (ANTA‐MINCO) es el ente responsable de definir las prioridades y estrategias de política del sector, así como también de mediar entre el gobierno central y los estados en aspectos relativos a la consistencia nacional, pertinencia y calidad de la educación y entrenamiento técnico.
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El AQF define las relaciones y conexiones entre distintas cualificaciones, a través de un conjunto de descriptores y directrices que se estructuran en 10 niveles, expresados en términos de aprendizajes a ser alcanzados. Para cada calificación, el marco establece las políticas relativas a la emisión de certificaciones y las transferencias de créditos. De esa manera, se promueve el aprendizaje continuo y se garantiza su calidad. Un complemento de este marco es el Australian Quality Training Framework (AQTF), que es un conjunto de estándares para asegurar la calidad de los servicios de formación técnica. El marco opera desde el año 2002, y permite la acreditación de los RTOs por una autoridad nacional, estatal o gobierno territorial. Sin embargo, el grado de adhesión a los principios del AQTF para emisión de certificaciones y la acreditación de las instituciones para emitir las mismas, dependen de la legislación del estado de cada territorio. En este país, existen también experiencias de instituciones multisectoriales que ofrecen programas vocacionales (o técnicos), tanto de nivel secundario como postsecundario, que se vinculan posteriormente a la educación universitaria. El Gippsl and Education Precinct (GEP) en el estado de Nueva Victoria es un ejemplo de ello. En el ámbito de la preparación para la educación superior, Australia cuenta con una serie de organizaciones que apoyan la toma de decisión de los estudiantes respecto a su futuro educativo, sin embargo, son finalmente los establecimientos los encargados de la orientación vocacional. Un reciente estudio llamado el National Career Development Strategy Research Project detectó la existencia de inequidades en el apoyo vocacional (en desmedro de los más pobres), y propuso una severa reforma al sistema de orientación vocacional. b. Articulación de la educación técnica secundaria y postsecundaria
La transferencia de créditos bajo el AQF Formalmente, bajo el Marco de Cualificaciones Australiano (AQF) todas las cualificaciones se ordenan en una secuencia conectada y flexible, que permite a los estudiantes avanzar en su formación a través de la transferencia de créditos entre instituciones y el reconocimiento de aprendizajes previos. La transferencia de créditos para cursos técnicos de nivel superior está disponible para estudiantes que han cursado y certificado módulos iniciales en escuelas secundarias con estatus de RTO, en escuelas que trabajan en colaboración con TAFE, o en otras RTO privadas. En la medida que un estudiante ha completado con anterioridad un módulo con el mismo nombre y código que los ofrecidos en las instituciones postsecundarias, la convalidación de dichos módulos es posible. Sin embargo, para ello deben cumplir con los requisitos de admisión exigidos por las instituciones, los que difieren en función del tipo de programas que ofrecen y los estados. Esto significa que el reconocimiento o transferencia de créditos adquiridos con anterioridad, no siempre está disponible para la obtención de los diplomas avanzados en educación técnica. Lo anterior da cuenta del componente formal de la vinculación entre los niveles secundarios y postsecundarios. No obstante, según Misko et al. (2002), en la práctica persiste la desconfianza desde las instituciones postsecundarias en la idoneidad de las escuelas para impartir sus módulos iniciales, por lo que a veces requieren que los estudiantes vuelvan a cubrir ciertos contenidos más específicos. Además, muchos TAFE tienen dificultad en organizar sus programas de primer año con estudiantes que ya tienen convalidados algunos módulos y otros que no. La provisión de módulos técnicos en las escuelas secundarias no es la única vía para la transferencia de créditos; las escuelas también pueden trabajar en colaboración con los TAFE y enviar a sus
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estudiantes a dichas instituciones para que cursen determinados módulos técnicos, lo que permite brindar ciertos programas aunque tengan baja matrícula. Esta práctica, que no está exenta de dificultades, como el transporte de estudiantes entre ambas instituciones y el costo que tiene para los TAFE albergar a estudiantes de menor edad que su matrícula promedio, sería una de las muchas formas de trabajo colaborativo entre escuelas e instituciones de educación postsecundaria. Otras formas de cooperación que se identifican son los acuerdos de rebaja de aranceles en los TAFE, para los egresados de determinadas escuelas secundarias, la disposición de profesores e instructores de nivel postsecundario para que realicen clases en las escuelas, la disposición de instalaciones y talleres, entre otros. Las instituciones multisectoriales Las trayectorias educacionales de los egresados de programas vocacionales pueden verse favorecidas cuando una misma institución es la que imparte tanto programas de nivel secundario como terciario, dando sentido de continuidad a la formación recibida. El estado australiano de Nueva Victoria cuenta con una institución multisectorial, el Gippsl and Education Precinct (GEP), que congrega instituciones de cuatro sectores (universitario, TAFE, secundaria y capacitación) bajo el alero del gobierno local. Su objetivo es mejorar el acceso y la equidad de la educación y de los trabajos remunerados, a través de itinerarios de aprendizaje integrados desde el grado 11 de la secundaria hasta el grado universitario o de doctorado, con fuertes alianzas con las empresas, la industria y todos los niveles gubernamentales. Los programas educativos impartidos se desarrollan en estrecha colaboración con la industria local para ayudar a mejorar las oportunidades de empleo de sus egresados, y por tanto su sustentabilidad. Se trata de una iniciativa reciente que nace como un proyecto piloto, para ayudar a jóvenes desventajados de zonas rurales a mejorar sus competencias académicas, su retención en la escuela secundaria, y proporcionarles un camino hacia la educación superior y el empleo. Los jóvenes que se insertan en la institución desde los niveles iniciales tienen la posibilidad de vivir y trabajar en el GEP (Puukka, 2012). c. Lecciones sustraídas
Australia es un país que ha prestado atención al desarrollo de itinerarios de formación técnica entre los niveles secundario y terciario. Para ello, ha sido clave la existencia de un marco nacional de cualificaciones ‐el AQF‐ que, además de vincular la formación técnica con los requerimientos de la industria, establece las conexiones formales entre sus distintos niveles y con la educación superior universitaria. Este marco se soporta en una sólida institucionalidad, que congrega al mundo formativo con el sector empresarial organizado y los distintos niveles gubernamentales (nacional y local). Si bien el AQF entrega directrices generales y asegura estándares mínimos de calidad, admite una provisión de educación técnica flexible acorde con la realidad de cada localidad. Esto permite la existencia de diferentes modalidades de vinculación de los niveles secundario y postsecundario, entre ellas la transferencia de créditos entre instituciones de ambos niveles, la obtención de créditos en los TAFE mientras los estudiantes cursan educación secundaria, y más recientemente, la existencia de instituciones multisectoriales que articulan internamente los distintos niveles de educación técnica. En suma, es la institucionalidad de este país y la existencia de una provisión técnica flexible, la que favorecería el tránsito eficiente de los estudiantes desde el nivel secundario al postsecundario.
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3.3. China a. Descripción del sistema
El sistema escolar de China es altamente segmentado y selectivo. Un examen nacional al término del grado 10 determina la ubicación de los estudiantes en el nivel secundario superior, ya sea en programas académicos o de formación técnica que tienen una duración variable entre dos y tres años. Muchos jóvenes y sus familias aspiran a la educación superior, por lo que su objetivo inicial es ser admitidos en los programas académicos que tienen mayores exigencias que los vocacionales. Para estos segundos programas, los estudiantes deben postular a diferentes centros de formación de sus provincias u otras localidades más desarrolladas, y son seleccionados en base a sus resultados. De acuerdo a datos del 2008, del total de estudiantes que eran admitidos al nivel secundario superior, el 43% se matriculó en programas técnicos (Kuczera y Field, 2010). El currículum de los programas técnicos está dividido en tres partes: un tercio de formación general definida centralmente por el Ministerio de Educación, y los dos tercios restantes de formación específica asociada a un campo ocupacional particular, lo que es definido en parte de manera centralizada, y también localmente en función de las necesidades específicas del sector. Existen 270 especialidades agrupadas en 13 sectores económicos; al concluir la secundaria, los estudiantes de programas vocacionales reciben un certificado de graduación otorgado por el Ministerio de Educación. También pueden obtener un segundo certificado en un campo ocupacional particular emitido por el Ministerio de Trabajo, que está sujeto a la aprobación de un examen práctico. Finalmente, los egresados de escuelas con mayor vinculación con el sector empresarial, pueden obtener una certificación asociada a una industria determinada. A diferencia de los sistemas escolares comprehensivos de Estados Unidos y Australia, la educación técnica de nivel secundario china prepara directamente a sus egresados para que puedan ocupar en las empresas, posiciones que requieren competencias de nivel intermedio. Sin embargo, el carácter terminal de esta formación ha sido removido y sus egresados están habilitados para continuar estudios postsecundarios, generalmente, previo rendimiento de una prueba de selección. Por su parte, la educación técnica superior en este país, es impartida por escuelas especializadas de nivel superior, a través de institutos técnicos vocacionales y universidades. Estas instituciones reciben estudiantes tanto de la vertiente académica como vocacional, y la duración de sus programas va entre dos y tres años. El sector juega un rol clave en el desarrollo económico e industrial de este país, por lo que goza de una posición bien definida en el sistema de educación superior, y es altamente requerido por los egresados del nivel secundario. Cerca del 44% de la matrícula total de educación superior se concentra en este tipo de educación, fracción que se incrementa al 53% si se contabiliza sólo a la matrícula de primer año (Englert y Grossmann, 2009). Por lo general, las instituciones técnicas en este país son administradas por el tercer nivel de gobierno, que son los condados, pero la responsabilidad directa de su administración puede estar también en manos de organismos no gubernamentales, como son los consejos empresariales de diversos sectores. A nivel central, las directrices son emitidas por el Ministerio de Educación, y de Trabajo y Seguridad Social. No obstante, las definiciones curriculares en el nivel postsecundario recaen en las propias instituciones acreditadas por organismos centralizados, lo que lleva a que muchas veces, exista un traslape entre los programas técnicos ofrecidos por estas instituciones y el consignado para el nivel secundario.
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La falta de una planificación integral del currículum de la formación técnica en sus distintos niveles, disminuye los beneficios de este tipo de educación y representa un uso ineficiente de los recursos, que en un país de la dimensión de China son escasos. En general, aun cuando los egresados de programas técnicos de nivel secundario son más propensos a continuar estudios en instituciones técnicas postsecundarias, su acceso y posición en los programas impartidos es similar a la que reciben los egresados de la vertiente académica. Sin embargo, en los últimos años se han implementado distintas iniciativas destinadas a establecer puentes entre la educación técnica secundaria y superior. b. Articulación de la educación técnica secundaria y postsecundaria
A fines de la década de los ’90, como resultado de presiones sociales y la necesidad de contar con personal calificado de alto nivel acorde con el progreso tecnológico, China inició una estrategia deliberada para mejorar su sistema de formación técnica, eliminando el carácter terminal de los programas secundarios y vinculándolos con la educación superior, entre otros aspectos. La medida se concretó a través de la promulgación de una política formal, que estableció mecanismos explícitos para la vinculación entre los niveles secundario y postsecundario. El objetivo fue convertir a las escuelas técnicas en la principal fuente de matrícula de los programas técnicos postsecundarios. Bajo el supuesto que las habilidades de orden superior se construyen sobre la base de habilidades elementales, tanto generales como específicas, se pretendió mejorar la eficiencia de la formación técnica conduciendo a los egresados de nivel medio hacia carreras técnicas postsecundarias, relacionadas o pertinentes con sus estudios previos. Asimismo, se consideró la implementación de un sistema de conversión de puntos de créditos, a través del cual es posible reconocer estudios previos para la continuidad de estudios superiores, tanto técnicos como universitarios. Una serie de modelos de vinculación establecen las normas y directrices de acción que las instituciones de formación técnica pueden seguir para ofrecer programas articulados. Estos modelos se ocupan de aspectos como políticas de admisión, duración de los programas, objetivos y contenidos de la formación. Los modelos que tienen base en el sistema escolar pueden ser continuos o segmentados, mientras que existen también modelos de vinculación flexibles que, a través de examinaciones, reconocen los aprendizajes previos, hayan sido o no adquiridos en programas formales. Los egresados de la secundaria inferior (junior high school) son la fuente de estudiantes del modelo de vinculación de vía continua. Este modelo tiene una duración de cinco años, de los cuales los dos primeros se destinan a la adquisición de competencias generales y técnicas de nivel medio, y los tres restantes corresponden a la educación técnica de nivel superior. Tanto las escuelas secundarias como las instituciones técnicas postsecundarias pueden aplicar para impartir este modelo de vinculación. Al unir en una sola institución la provisión de educación técnica secundaria y superior, se logra una mejor planificación curricular, se evita la repetición de contenido, y se facilita el aprendizaje sistemático de los estudiantes. Según lo reportado por Misko, et al. (2002), son pocas las instituciones secundarias que logran cumplir los requisitos para impartir el modelo de vinculación continua; algunas de ellas deben someterse antes a un proceso de mejoramiento para poder ser habilitadas como instituciones idóneas.
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Por su parte, el modelo segmentado recluta a los egresados de los programas técnicos de nivel secundario y los admite a instituciones técnicas de nivel terciario, a través de una examinación en asignaturas elementales y en el área de especialidad de los programas técnicos vinculados. Si el estudiante posee el certificado de especialidad emitido por el Ministerio de Trabajo, se puede prescindir de la evaluación específica. Asimismo, es posible admitir a egresados de programas técnicos a través de recomendaciones especiales de sus escuelas, aun cuando existe una cuota para este tipo de ingreso. Más que un modo de articulación, con una planificación coordinada de currículum sin fisuras ni repeticiones, este modelo constituye una vía de acceso alternativa a la educación técnica postsecundaria para los egresados de los programas escolares. Finalmente, está el modelo flexible que admite en la educación técnica de nivel superior, a graduados de programas técnicos secundarios o a trabajadores con niveles de educación similares que alcancen los estándares de admisión de dichos programas. Tanto en el modelo segmentado como en el flexible, es posible el reconocimiento de aprendizajes previos a través del sistema de conversión de créditos, que convalida asignaturas con objetivos de aprendizaje y duración similar. Sin embargo, al no contar con un marco nacional de cualificaciones que establezca formalmente la comparabilidad de las calificaciones adquiridas para distintos programas formativos, la implementación del sistema de conversión de créditos está sujeta al criterio institucional, y su aplicación no es uniforme. c. Lecciones sustraídas
China es un país que expresamente se ha planteado como meta, vincular sus sistemas de formación técnica secundario y postsecundario. Para ello ha debido primeramente eliminar el carácter terminal de los programas técnicos escolares, y habilitar a sus egresados para que puedan rendir el examen de admisión a la educación superior que es altamente competitivo. Adicionalmente, a través de los modelos de vinculación, ha dispuesto de caminos alternativos para que los egresados de programas técnicos puedan continuar estudios postsecundarios relacionados. El modelo continuo, al concentrar en una sola institución la provisión de programas secundarios y terciarios, es el que logra mayor eficiencia y articulación curricular, aun en ausencia de un marco de cualificaciones. Los otros modelos, si bien logran canalizar en los programas postsecundarios a estudiantes con estudios o experiencia previa relacionada, no aseguran una cabal articulación curricular, pues esto depende de la capacidad e iniciativa de las instituciones que logran establecer el vínculo. De este caso, se sustrae entonces, la relevancia de declarar explícitamente la articulación de la educación técnica como objetivo de política, y la disposición de distintos mecanismos para cumplir con este propósito. China es un país con un régimen autoritario que ha podido avanzar en la vinculación de los niveles secundario y postsecundario, aun en ausencia de un marco nacional de cualificaciones.
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3.4. Colombia a. Descripción del sistema
Después de nueve años en la educación básica obligatoria, los estudiantes colombianos pueden ingresar a la Educación Media, que tiene dos años de duración. Los estudiantes deben elegir entre educación académica, que prepara para continuar en la educación superior, educación técnica, que también prepara para el nivel superior pero con énfasis en el desempeño laboral en un sector de servicios o de producción específico, y la educación especial laboral que prepara directamente para el trabajo y entrega un certificado de artes y oficios. Por su parte, el nivel de educación superior de este país ofrece tres opciones: educación técnica, tecnológica, y universitaria. En paralelo, el Sistema Nacional de Formación para el Trabajo (SNFT) contribuye a la formación de capital humano mediante la realización de capacitaciones. Los programas del SNFT incluyen tanto formación laboral (orientada a necesidades del sector productivo con un mínimo de 600 horas), como formación académica (mínimo de 160 horas). En este sistema educativo, la movilidad y articulación entre niveles está explicitada en distintas leyes. Por ejemplo, la Ley 1151 del 2007 establece como rol del Ministerio de Educación Nacional (MEN), la articulación entre los niveles de educación media y superior y el SNFT. Se busca con esto, mejorar la movilidad a lo largo del ciclo educativo y la inserción al mercado laboral del estudiante (CONPES, 2010). Asimismo, el Plan Sectorial de Educación 2006‐2010 –Revolución Educativa– puso el foco en el concepto de pertinencia, con el cual se busca que la formación de capital humano esté en línea con el aumento de productividad del país, y que responda a las necesidades de los estudiantes, del sector productivo y de la sociedad, relevando la pertinencia de una articulación entre todos los niveles educativos (CONPES, 2010). Sin embargo, estas leyes y estrategias están limitadas por el ya consolidado concepto de autonomía de las instituciones de educación superior, las que son finalmente las últimas responsables del reconocimiento de créditos. b. Articulación de la educación técnica secundaria y postsecundaria
Esfuerzos desde el Ministerio de Educación Nacional (MEN) El MEN cuenta con diversas iniciativas que buscan favorecer e incentivar la articulación. Entre ellas está el proyecto de Competencias Laborales, Formación para el Trabajo y Pertinencia de la Educación Media, que busca que todas las instituciones educativas de este nivel oferten una formación bajo el enfoque de competencias laborales a sus estudiantes. Junto a esto, procura adecuar y articular la oferta en educación técnica ‐media y superior‐ en correspondencia con la demanda productiva regional y nacional, para lo cual se realizan las siguientes actividades: • Caracterización de las condiciones de la oferta de formación en Competencias Laborales
Específicas desde la educación media oficial, y su articulación con el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), con la educación técnica profesional y tecnológica, y con el sector productivo.
• Estudio para levantar el estado del arte y generar propuestas para mejorar la articulación. El estudio contiene: una base de datos con información sobre programas articulados entre distintos niveles y actores, un sistema de indicadores básicos para valorar los procesos de articulación, un análisis de casos exitosos de articulación y factores críticos de éxito, y propuestas de lineamientos de articulación.
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Otra iniciativa es el Fondo de proyectos de Fomento de la Educación Media y Tránsito a la Educación Superior (FEM) que entrega, a través de instancias competitivas, recursos para facilitar el término de la enseñanza media y la movilidad de estudiantes hacia la educación superior. Un ejemplo interesante a considerar es la experiencia de la Universidad de Santiago de Cali, que realiza alianza con el Centro del Valle en las áreas de Turismo y Hotelería. Este proyecto beneficia a estudiantes de educación media, de zonas rurales o urbanas, comunidades indígenas, desplazados o en condición de discapacidad. El programa incluye: promoción de los programas a estudiantes de la educación media técnica (grado10); un proceso de admisión y definición de financiamiento desde la universidad; un proceso de evaluación en base a competencias; y apoyo psicológico para los estudiantes que lo necesitan. Adicionalmente, el proyecto cuenta con un sistema de detección temprana de la deserción en base a cinco factores: familiares, económicos, de relaciones sociales, emocionales y afectivos, y académicos. Los casos detectados de mayor riesgo de abandono cuentan con un protocolo de acción para evitar la deserción del alumno. Las estrategias de apoyo consideran la inclusión de la familia en la toma de decisiones, y la formación también en ámbitos psico‐sociales que favorece el ingreso y éxito en la educación superior. Esfuerzos desde el SENA Otra institución que aporta y facilita la transición entre el nivel medio y superior es el SENA. Este servicio, adscrito al Ministerio del Trabajo, es una institución pública, autónoma y con patrimonio propio, que entrega formación gratuita en programas técnicos, tecnológicos y complementarios. Cubre el 55% de la formación técnica y tecnológica del país mediante 116 Centros de Formación (Lugo y López, 2013). Entre sus funciones también está la investigación, el desarrollo, el manejo de sistemas de información (incluye el Observatorio Laboral y Ocupacional colombiano), y las relaciones internacionales, siempre con el foco en la formación técnica y tecnológica (SENA, 2014). Adicionalmente, mediante convenios, apoya a instituciones de educación media técnica, tanto en la definición de programas de formación como en la capacitación de docentes, para mantener programas y docentes actualizados de acuerdo a las necesidades del sector productivo. El SENA favorece la articulación con dos iniciativas concretas: • El sistema de Contrato de Aprendizaje es un programa dirigido principalmente a planteles de
formación técnica y le permite a los alumnos capacitarse, recibir un apoyo mensual y obtener un título de trabajador cualificado certificado por el SENA.
• El Programa de Asesorías de Educación Media Técnica (grados 10 y 11) fue creado en 1994; a través de este, las instituciones educativas interesadas en articularse, solicitan al SENA asesoría en aspectos como diagnóstico de necesidades y desarrollo de programas, actualización pedagógica de los docentes, evaluación y certificación de la formación de los alumnos, entre otros aspectos. En estas asesorías, el SENA incluye también el objetivo de facilitar la movilidad de los egresados hacia otras modalidades y niveles de formación y la inserción al mundo laboral (con énfasis en las necesidades de la industria local). En concreto, los alumnos que participan en estos programas de articulación cuentan con un certificado para ingresar directamente al SENA, sin pasar por el proceso de selección regular (SENA, 2004). Paralelamente, el SENA ha suscrito convenios de formación con universidades, sin embargo, la consolidación de estos convenios es relativamente baja, principalmente porque los procesos de evaluación de equivalencias curriculares, programa por programa y en cada departamento o facultad son tediosos y largos, generando ineficiencia y alto costo de oportunidad. Además, la homologación debe enfrentar la barrera de las diferencias en las estructuras curriculares y orientaciones
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metodológicas entre los programas de las universidades (formación por contenidos y asignaturas) y los del SENA (formación por competencias).
La Reforma El sistema de educación colombiano ha estado en un proceso de fuerte reforma en los últimos años. En palabras de la OECD (2012), se está frente a una “revolución educativa” que progresa, muestra crecimiento no sólo en las matrículas, sino también en la calidad y los resultados de aprendizajes. Este organismo internacional revela como elemento clave, la capacidad de planificación del sistema colombiano y su fuerte base en evidencia para la toma de decisiones. Lo anterior se ve reflejado en una serie de estrategias y planes de trabajo que están en operación y que pretenden movilizar el sistema. Entre ellos está el Sistema de Formación de Capital Humano (SFCH) iniciado en 1998, y que busca articular procesos que permitan la acumulación de capital humano a lo largo de la vida, mejorando su calidad y pertinencia, con el fin de facilitar el tránsito de la población entre los diferentes niveles, basándose en formación por competencias y mediante ciclos propedéuticos (BID, 2013). Este sistema fue fortalecido el 2010 por CONPES, con la Estrategia para la Gestión del Recurso Humano (EGERH) financiada por una serie de préstamos BID, y se orientó contribuir a mejorar el SFCH mediante su transformación hacia un sistema de formación continua, basado en un sistema de competencias laborales que se inspira en el modelo implementado en el Reino Unido. Esta estrategia instala la articulación y la pertinencia con el sector productivo como elementos centrales, a fin de fomentar: i) una mayor movilidad entre niveles y modalidades educativas, ii) una mayor pertinencia entre la formación y el sector productivo, iii) fortalecer los procesos de aseguramiento de la calidad, y iv) la determinación de las bases para una política de aprendizaje permanente en la población. A partir de ello, se está ejecutando un Sistema de Cualificaciones que estará compuesto por un Sistema Nacional de Competencias Laborales y el Marco Nacional de Cualificaciones. No obstante, esta es una iniciativa que recién está en progreso. c. Lecciones sustraídas
El sistema educativo colombiano está avanzando hacia un proceso de fortalecimiento y articulación de su formación técnica profesional, apoyada por organismos internacionales como el BID. Si bien la autonomía institucional y curricular es una de las características de su sistema de educación superior, la existencia de una gran institución pública con presencia nacional como el SENA, facilita los esfuerzos de articulación con los centros escolares. Asimismo, la articulación como objetivo y aspiración del sistema está establecida por una serie de leyes y se ha venido trabajando sostenidamente en ella. Esto da cuenta de una convicción de país que sin duda es clave para avanzar en desafíos mayores como son los marcos de cualificaciones. 3.5. España a. Descripción del sistema
España cuenta con un sistema de educación primaria obligatorio y gratuito, que dura seis años y comienza a los seis años de edad. La educación secundaria inferior tiene una duración de cuatro años (12 a 16 años de edad) y también es obligatoria. Posteriormente, los alumnos que logran el certificado de la educación secundaria obligatoria (ESO), deben optar entre la educación secundaria superior general (bachillerato) o la formación profesional. Los que aspiran a una formación
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académica, toman el bachillerato que corresponde a los dos últimos años de formación escolar. En esta opción, que concentra aproximadamente al 63% de los estudiantes que aprobaron el ESO (Unesco, 201), los alumnos escogen entre artes, ciencias y tecnología, y humanidades y ciencias sociales. Por su parte, en la formación profesional existen los cursos conducentes al título técnico de nivel medio de la especialidad, y también está la alternativa de régimen especial conducente a un título técnico de nivel medio de enseñanza artística, deportiva, o idioma. Cerca de un tercio de los alumnos no logra el certificado de la educación secundaria obligatoria por razones académicas (OECD, 2012). Para estos alumnos, existen programas especiales que permiten tomar cursos profesionales, o bien realizar también cursos de formación general que pueden dar una segunda oportunidad para obtener el certificado ESO (este grupo no supera el 8% de los alumnos matriculados en la educación secundaria). En lo referente a la educación superior, esta considera tres modalidades: la enseñanza artística superior, la enseñanza universitaria conducente a título de grado, y la enseñanza técnica conducente a título de técnico de nivel superior. Los alumnos provenientes de un título técnico de nivel medio pueden ingresar con ciertas restricciones a la educación técnica superior, pero si poseen un título de la misma especialidad ingresan directamente. Los alumnos provenientes del bachillerato pueden ingresar tanto a la educación universitaria como a la técnica. Finalmente, es relevante destacar que tanto la educación técnica de nivel medio como la superior, requieren prácticas al final de los ciclos formativos. Estas prácticas son financiadas por las autoridades educacionales a razón de alrededor de EUR$5 por día (OCED, 2012). b. Articulación de la educación técnica secundaria y postsecundaria
El Sistema Nacional de Cualificaciones y Formación Profesional (SNCFP) El SNCFP es un sistema similar al australiano, que busca promover una oferta formativa de calidad, proporcionar información a los estudiantes, reconocer las cualificaciones obtenidas, y promover la inversión en educación. Para esto consta de diversos instrumentos, como el Catalogo Nacional de Cualificaciones, que “ordena las cualificaciones profesionales susceptibles de reconocimiento y acreditación, identificadas en el sistema productivo, en función de las competencias apropiadas para el ejercicio profesional”. Este ordenamiento considera cinco niveles y 26 familias profesionales. Adicionalmente, contempla un sistema de información y orientación que busca facilitar las decisiones educativas de estudiantes y desempleados. EL SNCFP juega un rol fundamental en la vinculación entre los distintos niveles formativos y en la definición de las posibles trayectorias formativas de los alumnos. En primer lugar, este sistema, junto con la definición mayoritariamente centralizada de los programas educativos en la educación técnica, permite un mayor alineamiento de programas entre la educación técnica secundaria y la terciaria. Asimismo, el sistema de acreditación de cualificaciones evita la duplicidad de aprendizajes al reconocer conocimientos o competencias previamente adquiridas. Este mismo sistema da la posibilidad a los alumnos de obtener el título técnico de nivel superior, sólo mediante la rendición y aprobación de una prueba de título, y sin la necesidad de realizar los módulos de los programas conducentes a esos títulos. Por último, permite la convalidación del módulo profesional de Formación en Centros de Trabajo (trabajo práctico), si el alumno acredita una experiencia laboral mínima de un año.
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Sin embargo, el programa es criticado por la OECD (2012), debido al estancamiento que fácilmente tiende a producirse en la actualización de sus programas formativos y familias profesionales. Estos programas y familias han sido oficializados bajo la firma de un real decreto, lo que implica que los cambios deben realizarse también por un decreto del mismo nivel. Esta restricción exige acuerdos políticos y, por tanto, su actualización es lenta y compleja. Otra crítica importante apunta al tamaño del sistema y a la necesidad de una gran maquinaria operativa para su funcionamiento. Asimismo, se requieren recursos constantes para detectar las necesidades de la empresa, para diseñar los programas por competencias, para seguir los cambios del mercado, y para mantener actualizados los planes y programas. Por último, se requieren recursos para los sistemas de validación y convalidación de competencias. Entonces, el costo del SNCFP es alto. Centros Integrados Dentro de las experiencias destacables en el ámbito de la vinculación entre educación técnica secundaria y terciaria están los centros integrados. Estos centros, que pueden ser públicos o privados, incluyen en sus acciones formativas la técnica profesional, acciones de inserción y reinserción laboral de trabajadores, formación permanente de trabajadores, e información para apoyar la toma de decisiones. La oferta programática está basada en el SNCFP, y está construida en forma modular y flexible de acuerdo a las necesidades productivas locales. Pueden impartir enseñanza conducente a la obtención de títulos de distinto nivel, certificar competencias, y también pueden ofrecer servicios de asesoría técnica. Estos centros cuentan con financiamiento público. El generar centros dedicados completamente a la formación profesional en sus distintos niveles, y que al mismo tiempo pueden prestar servicios de asesoría, consolida una institución con concentración de conocimientos en temas específicos. Esto es positivo no sólo por la solidez que significa una institución con concentración de conocimientos e infraestructura apropiada, sino también porque resuelve el problema típico de la formación de educadores, ya que son los mismos docentes, por sus funciones de consultoría, los que deben mantenerse en la frontera del conocimiento. c. Lecciones sustraídas
Si bien el sistema español muestra la importancia de los instrumentos que complementan al Catálogo Nacional de Competencias, también presenta claramente algunas de las debilidades de este sistema. En particular, los mecanismos de acreditación de competencias y de información y orientación para la toma de decisiones, aparecen como fundamentales en un sistema que tiende a complejizarse. Pero pareciera ser que las herramientas no son suficientes para lograr una articulación sustancial, en particular entre el nivel técnico secundario y el superior (Oskoz, 2013). Los altos costos de operación y las barreras burocráticas para actualizar los programas educativos y las familias de carrera, también aparecen como barreras importantes a tener en cuenta. Por otra parte, La experiencia de los centros integrales parece interesante para ser piloteada y estudiada en Chile. 3.6. Discusión de casos internacionales A partir de las experiencias internacionales, es factible extraer algunas lecciones que pueden iluminar la situación en Chile. Primero, todos los países estudiados, de alguna forma declaran
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explícitamente la articulación efectiva como una meta relevante para el país y realizan acciones concretas para conseguirla. En casi todos los casos (con excepción de China), se invierten directamente importantes sumas de recursos para dicho objetivo. En los casos de países con marcos de cualificaciones (como España y Australia), así como en el caso de Colombia, se destinan también recursos a fortalecer el nivel institucional que soporta la elaboración de los marcos de cualificaciones (o el plan nacional, como es el caso de Colombia). Esto muestra la valoración de la temática, y el reconocimiento de los costos que puede acarrear consigo un proceso de transición poco efectivo entre la educación secundaria y la terciaria. En tanto, algunas experiencias como la del SENA en Colombia (o la GEP en Australia y los centros integrados en España), consideran instituciones estatales que tienen dentro de sus objetivos generar una articulación efectiva. El SENA no sólo facilita la articulación con los alumnos, sino que apoya a los docentes y directivos en comprender mejor el sector productivo. Adicionalmente, las experiencias de instituciones que integran los niveles educativos secundario y terciario (en Australia, España y China), parecen un interesante modelo a explorar. Otros aspectos aparecen como relevantes en las estrategias llevadas a cabo en los distintos países; por ejemplo, llama la atención la heterogeneidad de acciones llevadas a cabo en varios de ellos. Asimismo, si bien la presencia del marco de cualificaciones aparece como una herramienta ordenadora que facilita fuertemente la articulación entre los distintos niveles educativos y el mercado del trabajo, claramente ésta no es la única forma de lograr la articulación ni tampoco es una herramienta que la asegure. El marco de cualificaciones requiere otras acciones que potencien y faciliten la transición de los alumnos entre los distintos niveles educativos. Así, la mayoría de los casos consideran también acciones en ámbitos distintos al curricular como son: coordinación interinstitucional (EE.UU., Colombia), orientación vocacional (Australia, EE.UU., España, y esporádicamente Colombia), y coordinación de directivos de las distintas instituciones, entre otras. La revisión de experiencias internacionales levanta también situaciones que conviene tener en mente para evitar problemas en los procesos de articulación. Por ejemplo, en los casos de EE.UU. y China, es claro que el dejar en libertad a las instituciones para que se articulen parece no tener muy buenos resultados, produciéndose sobre todo coordinaciones uno a uno que ciertamente tienden a dejar atrás a los establecimientos más pequeños y con menores capacidades. Asimismo, el acceso común a carreras técnicas de nivel superior, tanto desde la vertiente académica como de la técnica secundaria, deja en desmedro a los alumnos de esta última, registrándose en general un traslape en contenidos entre el nivel secundario y el terciario (como en el caso de China). Por último, es importante tener en cuenta la burocracia que se requiere para mantener actualizado el marco de cualificaciones. Esta puede convertirse en una barrera importante para una buena articulación, presentando el caso de España un ejemplo en este sentido. Finalmente, el Cuadro 3.1 clasifica estas experiencias a partir de la tipología de modelos de articulación, propuesta en el marco conceptual.
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Cuadro 3.1. Clasificación de las experiencias internacionales de acuerdo a la tipología propuesta de modelos de articulación
País Experiencia Tipo de Modelo
Según iniciativa Según Involucrados
Según Resultados
EEUU
Tech‐Prep Política estatal (gran escala) Consorcios
Preparación Tecnológica Career Pathway Política estatal
(focalizada) Programa tripartito
POS Mandato legal Sistema (Career Cluster) Formación Téc. avanzada
Australia Transferencia créditos Mandato legal
Sistema (MNC) Acortamiento duración
Instituciones multisectoriales
Política estatal (focalizada)
Programa cooperativo Una institución Formación Téc. avanzada
China Modelo Continuo
Mandato legal
Única institución Formación Téc. avanzada Modelo Segmentado Uno a uno Admisión directa/
Acortamiento duración Modelo Flexible Uno a uno
Colombia
Fomento Enseñanza media y transito ES Política Estatal Uno a uno Admisión directa ES.
Asesoría Enseñanza Media del SENA Política Estatal Uno a uno por programa Admisión director ES.
España
Sistema Nacional de Cualificaciones y Formación Profesional
Política Estatal Sistema Acortamiento duración
Centros Integrados Política estatal (focalizada) Única institución Formación Téc. avanzada
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4. EL SISTEMA CHILENO DE PROVISIÓN DE EDUCACIÓN TÉCNICA PROFESIONAL: FLUJOS ENTRE NIVELES Y MARCO LEGAL En esta sección, se presentan los dos principales espacios de provisión de educación técnica en el contexto chileno, estos son la Enseñanza Media Técnica Profesional (EMTP) y la Educación Superior Técnica Profesional (ESTP). Junto con dar cuenta de sus principales características estructurales, se cuantifica el flujo de estudiantes entre ambos niveles en los últimos años, y se refiere el marco legal que ampara y limita esta vinculación. El objetivo último es perfilar el contexto en el que se gestan las iniciativas de trabajo colaborativo entre instituciones de EMTP y ESTP, tendientes a facilitar el tránsito de estudiantes entre ambos niveles, las cuales son abordadas en esta investigación a través del estudio de casos. 4.1. Descripción del sistema En el sistema escolar chileno, la EMTP se ofrece en dos años de estudio, después de haber cursado ocho años de educación básica y dos de educación media general. Se imparte principalmente en establecimientos del sector municipal y particular subvencionado, aunque juegan también un rol importante en la provisión de este tipo de educación, los establecimientos administrados por corporaciones de administración delegada1. De acuerdo a los datos del Ministerio de Educación de 2014, los centros escolares que ofrecen EMTP ascienden a 942, albergando al 41% de la matrícula de los dos últimos años de educación media, mientras que la Enseñanza Medica Científico Humanista (EMCH) convoca al 59% restante. Este balance de matrícula entre ambos tipos de enseñanza, ha ido a la baja para la EMTP desde el 2010, año en que esta educación albergaba al 44% de la matrícula. La ESTP, por su parte, abarca las carreras técnicas y las carreras profesionales sin licenciatura que, a diferencia de los grados académicos (licenciatura, magister y doctor), se centran en destrezas específicas de una profesión, con miras a ingresar en el mercado de trabajo. Este tipo de carreras son ofrecidas principalmente por Centros de Formación Técnica (CFT) e Institutos Profesionales (IP), aunque las universidades también están facultadas para impartirlas2. De acuerdo al Servicio de Información de Educación Superior (SIES), en el 2013, los CFT e IP albergaron a cerca del 42% de la matrícula total de pregrado del sistema. No obstante, si se considera sólo la matricula entrante a (la de primer año), los matriculados en estas instituciones superan a quienes lo hicieron en universidades (55,1% vs. 44,9%). En general, la tendencia en cuanto al número de instituciones que ofrecen ESTP con exclusividad, ha sido a su decrecimiento. Entre 1990 y 2013, el número de CFT disminuyó de 161 a 61, mientras que el de IP lo hizo de 81 a 44. Otro rasgo relevante de este tipo de instituciones, es la acentuada concentración que presenta su matrícula en un número reducido de ellas. En el 2013, el 56% de la matrícula de los CFT se concentró en dos instituciones, mientras que tres IP albergaron a cerca del 55% de estudiantes adscritos a este tipo de instituciones. 1 Estos centros educacionales, de propiedad del Ministerio de Educación, fueron traspasados en 1980 a instituciones sin fines de lucro, creadas para asumir la administración de dichos establecimientos (Decreto 3.166 de 1980). La iniciativa obedeció a la idea de vincular a la EMTP con el sector productivo del país, para lo cual se convocó a las más importantes corporaciones empresariales de los sectores industrial (SOFOFA), comercio (Cámara de Comercio de Santiago), agrícola (SNA) y construcción (Cámara Chilena de la Construcción). 2 Artículo 54 de la LOCE (DFL 2 de educación, publicado con fecha 02‐07‐2010).
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Asimismo, es pertinente referir que la oferta de la EMTP es acotada y está organizada en sectores económicos y vías de especialización, predefinidas centralizadamente por el Ministerio de Educación. Hasta el 2014, se rige por el Marco Curricular de la educación media (Decreto 220) que es mandatorio para todos los liceos que imparten esta modalidad de enseñanza. Sin embargo, a partir del 2015 entrarán en vigencia las nuevas Bases Curriculares para la Formación Diferenciada Técnico‐Profesional (Decreto Supremo 452 de 2013), que define 34 especialidades agrupadas en 15 sectores económicos. En cambio, en la ESTP, al igual que en el resto del sistema de educación superior, la oferta de carreras y títulos asociados no está regulada, y cada institución cuenta con la autonomía para definirla (Ley General de Educación, 2009). Como resultado, existe una amplia diversidad de carreras técnicas y profesionales, con denominaciones distintas y diferencias marcadas entre una y otra institución. En busca de un mayor ordenamiento, diversas instancias (Comisión Externa 2009; Vertebral; 2014) han planteado la necesidad de avanzar hacia la construcción de un marco de cualificaciones que, junto con reorganizar la oferta educativa de nivel superior en torno a niveles bien definidos de logros de aprendizaje, integre el sector universitario con el técnico profesional, promoviendo la progresión de los estudiantes a lo largo de un sistema más amplio. En ausencia de un marco nacional de cualificaciones, y la desconexión entre establecimientos de EMTP e instituciones de ESTP que pertenecen a sistemas distintos, la educación técnico profesional chilena se caracteriza por su desarticulación, tanto curricular como institucional, lo cual no favorece el tránsito de estudiantes entre los niveles secundarios y terciario, ni la construcción de carreras profesionales sobre conocimientos técnicos de nivel medio adquiridos previamente. 4.2. Tránsito de egresados de la EMTP hacia la ESTP La articulación se vuelve más necesaria y apremiante en el sistema educativo chileno, cuando grupos cada vez más números de egresados de la EMTP acceden o aspiran a ingresar a la educación superior. Para aquellos que lo hacen en carreras que significan una continuidad o profundidad de sus estudios previos, la no articulación les impide traducir las ventajas de continuar en una misma ruta formativa, en menores tiempos de duración de sus carreras, o en cargas académicas más reducidas que les facilitarían trabajar mientras estudian. Por otra parte, la no articulación deja fuera de la educación superior, a aquellos jóvenes que aspiran a continuar estudios superiores, pero por su alto costo de oportunidad no pueden hacerlo. Carreras más cortas y articuladas con la oferta de especialidades de la EMTP, abrirían la puerta de la educación superior a muchos egresados de esta modalidad formativa que, aun en presencia de ayudas estudiantiles (becas y créditos), no están en condiciones de estudiar dado que requieren trabajar en el corto plazo. La vinculación de las bases de datos de egreso de la EMTP con las bases de matrícula de las instituciones de educación superior, permite dar cuenta de las tendencias de continuidad de estudios de este grupo en los últimos años, e identificar en su interior a los sectores que concentran las mayores y menores tasas de acceso a la educación superior. El ejercicio se realiza para las cohortes 2006, 2008 y 2010, considerando a los egresados que continúan estudios superiores en los dos primeros años tras el egreso de enseñanza media.
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El Gráfico 4.1 muestra que en el periodo de tiempo analizado, la proporción de egresados que prosigue estudios superiores se ha incrementado en aproximadamente 13 puntos porcentuales, pasando de 32,6% a 45,2%. Respecto al tipo de estudios que sigue este grupo, los datos indican que en proporciones crecientes, lo hacen en carreras técnicas de nivel superior (TNS) o profesionales sin licenciatura (PSL), mientras que la adhesión a carreras universitarias (licenciaturas) se ha mantenido constante para el mismo periodo de tiempo. Grafico 4.1. Porcentaje de egresados que continúa estudios superiores en los dos primeros años según tipo de carrera. Cohortes 2006, 2008 y 2010
Fuente: Elaboración propia en base a datos MINEDUC.
Los cuadros 4.1 y 4.2 identifican a los sectores según dependencia administrativa y rama de estudio respectivamente, que en mayor o menor proporción acceden a la educación superior, distinguiendo si se trata de carreras de ESTP o licenciaturas impartidas exclusivamente por universidades. Se observa que en las tres cohortes analizadas, los egresados de los liceos de administración delegada son los que continúan mayoritariamente estudios superiores (con un 52%). Al distinguir por rama de estudio, se aprecia que la rama que concentra la mayor proporción de egresados que se une al cabo de dos años al sistema de educación superior, es la comercial con un 54%, seguida por la rama industrial con un 43%. En cambio, en las ramas marítima y agropecuaria, la continuidad de estudios de la cohorte de egreso 2010 es inferior al 34%.
Cuadro 4.1. Porcentaje de egresados que continúa estudios superiores en los dos primeros años según dependencia y tipo de carrera. Cohortes 2006, 2008 y 2010
Dependencia Tipo de Carreras
Total ESTP Licenciaturas
2006 2008 2010 2006 2008 2010 2006 2008 2010 Municipal 19.5 26.0 30.4 7.9 8.1 8.8 27.4 34.0 39.3Part. Subv. 25.2 31.6 35.7 10.9 11.6 13.5 36.1 43.2 49.2Adm. Delegada 27.3 33.6 37.6 12.2 12.7 14.7 39.5 46.3 52.3Total 22.9 29.3 33.6 9.7 10.2 11.6 32.6 39.5 45.2
Fuente: Elaboración propia en base a datos MINEDUC.
32,6%39,5%
45,2%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
2006 2008 2010
Carreras ESTP Licenciaturas
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Cuadro 4.2. Porcentaje de egresados que continúa estudios superiores en los dos primeros años según rama de estudios y tipo de carrera. Cohortes de egreso 2006, 2008 y 2010
Rama de Estudios
Tipo de CarrerasTotal
ESTP Licenciaturas2006 2008 2010 2006 2008 2010 2006 2008 2010
Comercial 25,2 32,7 37,4 13,8 14,5 16,4 39,1 47,2 53,8 Industrial 25,2 30,9 34,6 7,6 7,7 8,6 32,8 38,6 43,2 Técnica 17,2 24,0 29,0 7,3 8,1 10,1 24,4 32,1 39,2 Agrícola 13,3 18,9 22,8 3,6 4,1 5,3 16,8 23,0 28,1 Marítimo 22,0 28,0 25,8 4,7 7,7 7,6 26,7 35,7 33,4 Total 22,9 29,3 33,6 9,7 10,2 11,6 32,6 39,5 45,2
Fuente: Elaboración propia en base a datos MINEDUC. Respecto a los egresados de EMTP que continúan estudios superiores, las ramas que concentran las mayores proporciones de acceso en carreras ESTP, son la industrial y la agropecuaria. En la cohorte de egreso 2010, lo hacen el 34,6% y el 22,8% respectivamente, que equivalen en ambos casos al 80% del total de quienes ingresan a la educación superior. En cambio, en la rama comercial, el 37.4% que sigue este tipo de carreras, representa menos del 70% del total de egresados de esta rama que opta por seguir estudiando. Muchas de las carreras que se ofrecen en la ESTP, ya sea técnicas de nivel superior (TNS) o profesionales sin licenciatura (PSL), son una profundización o proyección de las especialidades ofrecidas en la EMTP. El Gráfico 4.2 da cuenta que en las tres cohortes analizadas, del total de egresados que siguen carreras en la ESTP, más del 43% lo hace en carreras directamente vinculadas a sus estudios previos. Grafico 4.2. Tipo de carreras de la ESTP que siguen los egresados que optan por estas carreras en los dos primeros años. Cohortes 2006, 2008 y 2010
Fuente: Elaboración propia en base a datos MINEDUC. Si el 47,7% del gráfico anterior –para el año 2010‐ se correlaciona a número de estudiantes, se tiene que alrededor de 14.300 estudiantes, se matricularon en carreras de ESTP relacionadas a sus estudios previos. Estos alumnos son los que potencialmente podrían haberse apropiado de los beneficios de la articulación entre establecimientos de la EMTP e instituciones que imparten ESTP. La distribución de este grupo según rama de estudio y región geográfica, está contenida en el Cuadro 4.3. Se aprecia que la mayor cantidad de egresados que cursan la ESTP en carreras relacionadas a sus estudios previos, está en la rama industrial que congrega a los sectores de metalmecánica, electricidad y minería, entre otros. Las regiones que concentran un mayor número de estos
43,7% 43,1% 47,7%
56,3% 56,9% 52,3%
0%20%40%60%80%100%
2006 2008 2010
Relacionada especialidad egreso TP En otras áreas
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egresados son la Metropolitana, la VIII y la V. En contraste, la menor tasa de egresados que siguen carreras en la misma área de especialización, corresponden a la rama marítima, y se ubican en la X región, mientras que los de la rama agropecuaria lo hacen entre la V y la VIII región. Finalmente, se rescata que los egresados de las ramas marítima y agropecuaria, no sólo son los que en menor porcentaje continúan estudios superiores, sino también los que registran las menores proporciones de conexión entre sus carreras y su especialidad de egreso.
Cuadro 4.3. Número de egresados que siguen carreras ESTP relacionadas a su especialidad de egreso en los dos primeros años, según rama y región. Cohorte 2010
Región Rama de Estudios
Total Comercial Industrial Técnica Agrícola Marítimo
1 67 179 32 0 5 283 2 147 368 40 0 0 555 3 63 208 34 19 0 324 4 140 190 61 26 4 421 5 403 628 189 43 8 1.271 6 295 280 166 52 0 793 7 162 327 153 67 0 709 8 363 848 244 43 1 1.499 9 161 296 142 25 2 626 10 166 193 158 42 34 593 11 20 24 5 7 1 57 12 50 55 42 0 1 148 13 2.934 2.697 1.014 44 0 6.689 14 64 72 55 19 0 210 15 32 59 39 12 2 144
Total 5.067 6.424 2.374 399 58 14.322 % total que estudia 41,4% 60,8% 40,9% 36,3% 16,8% 47,7%
Por otra parte, la conexión de las bases de datos de egresados de la EMTP con las bases de matrícula de las instituciones de educación superior, permite también mapear el flujo de egresados que continúan carreras relacionadas a sus estudios previos, desde un mismo establecimiento hacia una misma institución de ESTP. Esta información es relevante, en el sentido que permite anticipar potenciales nexos entre liceos técnicos e instituciones de la ESTP, que refieran a experiencias de trabajo en conjunto en vista de mejorar el tránsito de los egresados desde un nivel al otro. El Cuadro 4.4 identifica a las instituciones de ESTP que reciben desde un mayor número de establecimientos técnicos, cantidades relevantes de egresados en carreras vinculadas a su especialidad de egreso. Estas instituciones se agrupan en las que tienen presencia local, zonal y nacional. Por su parte, el Cuadro 4.5 entrega la misma información pero desagregada por rama de estudio técnico profesional.
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Cuadro 4.4. Número de establecimientos según región con más de 8 egresados que continúan carreras relacionadas a su especialidad de egreso para las principales instituciones de ESTP. Cohorte 2010
Nombre Institución Región
Total 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15
Local
CFT LOTA‐ARAUCO 4 4 CFT UDA 3 3 IP DR. VIRGINIO GOMEZ G. 5 5 IP ESCUELA CONT. SANTIAGO 14 14 LOS LEONES (Univ., IP y CFT) 11 11
Zona
l IP ESTUDIOS BANCARIOS G.S. 1 3 4 IP DE CHILE 2 15 17 U. TEC. FEDERICO STA MARIA 4 1 5 10
Naciona
l
LA ARAUCANA (Univ., IP y CFT) 1 1 1 1 4
SANTO TOMAS (Univ., IP y CFT) 1 1 2 2 2 3 3 2 2 1 1 20
DUOC (IP y CFT) 19 1 3 85 108 INACAP (Univ., IP y CFT) 8 11 9 5 13 9 12 24 10 8 1 6 52 5 3 176 IP AIEP 1 2 3 7 4 2 16 35
Cuadro 4.5. Número de establecimientos con más de 8 egresados que continúan carreras relacionadas a su especialidad de egreso según rama para las principales instituciones de ESTP. Cohorte 2010
Nombre Institución Rama de Estudios TP
Admin. Industrial Técnica Agropec. Marit.
Local
CFT LOTA‐ARAUCO 2 4 CFT UDA 4 IP DR. VIRGINIO GOMEZ G. 3 5 IP ESCUELA CONTADORES SANTIAGO 14 LOS LEONES 4 5
Zona
l IP ESTUDIOS BANCARIOS G.S. 4 IP DE CHILE 7 2 U. TECNICA FEDERICO SANTA MARIA 10
Naciona
l
LA ARAUCANA 3 2 2 SANTO TOMAS 8 1 8 9 1 DUOC 37 54 4 3 INACAP 23 133 7 7 1 IP AIEP 22 7 1 2
Fuente: Elaboración propia en base a datos MINEDUC. Nota. En las ramas de agropecuaria y marítima se consideran sólo 4 egresados por liceo.
Se observa que instituciones con presencia nacional como INACAP, Santo Tomás o el IP AIEP reciben flujos relevantes de estudiantes desde un mismo liceo técnico en varias regiones del país, y en carreras vinculadas a todas o casi todas las ramas de estudio técnico profesional. Resalta el alto número de establecimientos de EMTP desde los cuales INACAP recibe más de ocho egresados, siendo de 176 para la cohorte de egreso 2010, 133 de los cuales son de la rama industrial. En cambio, otras instituciones como el IP de Estudios Bancarios Guillermo Subercaseux y la Escuela de Contadores de Santiago, siguiendo la tendencia de donde se ubican sus sedes, concentrarían sus posibles nexos con establecimientos de EMTP en un área geográfica específica y en carreras de la rama de administración y comercio. Algo similar sucede con la Universidad Técnica Federico Santa María, que recibe flujos relevantes de egresados exclusivamente desde la rama industrial de liceos
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que se ubican en las regiones V, VI y VIII. Finalmente, en la zona norte del país resaltaría el CFT de la Universidad de Atacama (UDA), también en la rama industrial. Los flujos también pueden mapearse desde un mismo establecimiento EMTP hacia diferentes instituciones de ESTP. EL Cuadro 4.6 da cuenta de los principales liceos alimentadores del país, que envían más de 20 egresados a una misma institución ESTP, a carreras relacionadas a su especialidad de egreso. Se observa que de los más de 900 liceos EMTP del país, menos de 20 pueden ser catalogados con este atributo. Estos establecimientos se ubican principalmente en la Región Metropolitana y se adscriben al sector particular subvencionado. Un tercer enfoque de mapeo de flujos entre los niveles secundario y terciario de la educación técnica, es desde la entidad sostenedora que administra los liceos EMTP. Muchas veces esta institución puede jugar un rol clave en la vinculación de los establecimientos con las instituciones de ESTP, además de aprovechar las economías de escala al generar acuerdos para el conjunto de liceos bajo su dependencia. Las principales instituciones sostenedoras alimentadoras de estudiantes del país se identifican en el Cuadro 4.7, que indica el número de instituciones de ESTP por región a las cuales estas entidades enviaron en el 2010, más de 20 estudiantes que continuaron carreras relacionadas a sus estudios previos. Cuadro 4.6. Número de instituciones ESTP que reciben más de 20 estudiantes que continúan carreras relacionadas a su especialidad de egreso por establecimientos EMTP. Cohorte 2010 Región Nombre Establecimiento Dependencia Consorcio CFT IP Univ Total
RM
CENTRO EDUC PROFES GMO GONZALEZ HEINRICH P. Subv 2 2 CENTRO EDUCATIVO SALESIANOS ALAMEDA P. Subv 2 2 COLEGIO INDUSTRIAL VASCO NUNEZ DE BALBOA P. Subv 2 2 ESC. BASICA Y LICEO IND.SAINT LAWRENCE P. Subv 2 2 ESCUELA INDUSTRIAL LAS NIEVES P. Subv 2 2 INSTITUTO TECNOLOGICO SAN MATEO P. Subv 2 2 LICEO INDUSTRIAL ALBERTO WIDMER P. Subv 2 2 LICEO POLITECNICO PARTICULAR HANNOVER P. Subv 2 2
III ESC.INDUSTRIAL SALESIANA CRISTO REDENTOR P. Subv 1 1 2
V COLEGIO SALESIANO VALPARAISO P. Subv 1 1 2 ESCUELA INDUSTRIAL SUPERIOR DE VALPARAISO Adm. Delegada 1 1 2
VI LICEO COMERCIAL DIEGO PORTALES Municipal 1 1 2 LICEO INDUSTRIAL ERNESTO PINTO LAGARRIGUE Adm. Delegada 1 1 2
VIII LICEO MAURICIO HOCHSCHILD P. Subv 1 2 3 Fuente: Elaboración propia en base a datos MINEDUC.
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Cuadro 4.7. Número de instituciones ESTP que reciben más de 20 estudiantes que continúan carreras relacionadas a su especialidad de egreso por entidades sostenedoras. Cohorte 2010
Entidad Sostenedora N° Liceos
Región Total
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 12 13 14 15
Zona
l
CONG. SALESIANA 20 1 1 1 1 1 5 FUND. NACIONAL COMERCIO 19 2 1 1 6 10 CORP.CONSTRUCCION 7 2 1 3 CORPOR. SNA FG 19 1 1 1 3
Region
al
MUN. DE ARICA 10 3 3 MUN. DE TALCA 12 3 3 UNIVERSIDAD TECN. METROP. 6 5 5 CORP ANTOFAGASTA 10 3 3 CORPRANCAGUA 1 3 3 CORP. CAMARA CONCEPCIÓN 5 3 3 CORP. DE ALTA TCNOLOG. 1 3 3
Fuente: Elaboración propia en base a datos MINEDUC.
Esta configuración de flujos desde la EMTP hacia la ESTP, pone en manifiesto la hegemonía de un grupo reducido de instituciones de nivel terciario. Los pocos liceos EMTP que se imponen como proveedores relevantes de estudiantes para este nivel, y el rol protagónico que podrían jugar en este proceso las entidades sostenedoras, dice mucho en relación al foco y la forma que las políticas de articulación podrían tener. En primer lugar, estas políticas debieran cautelar y aprovechar el poder hegemónico de las instituciones de ESTP con presencia nacional y transversal en cuanto a áreas de estudios, ya que pueden propagar rápidamente las bondades de la articulación, pero al mismo tiempo pueden impedir que esta se geste transmitiendo todos los beneficios a los estudiantes. En segundo lugar, estas políticas debieran incluir como actor clave en los procesos a las entidades sostenedoras, a fin de evitar las conexiones uno a uno y ganar en escala. Finalmente, las cifras dan cuenta que menos de un 50% de los egresados de la EMTP que siguen estudios superiores continúan en áreas relacionadas a sus estudios previos, lo cual es una limitante pues en su paso a la educación superior, estos estudiantes pierden en conocimientos generales por no haber seguido EMCH, al mismo tiempo que no aprovechan las materias específicas que cursaron. Surgen dos iniciativas de políticas al respecto: la primera, orientación vocacional a estudiantes en edades tempranas, y la segunda, el fortalecimiento de su formación general, para que el costo de cambiar de área de estudio no merme sus probabilidades de éxito en la educación superior. 4.3. Marco legal que condiciona el tránsito de egresados desde la EMTP hacia la ESTP3
El sistema educativo chileno se rige por la Ley General de Educación (Ley 20.370 de 2009), que junto con regular los derechos y deberes de los integrantes de la comunidad educativa, fija los requisitos mínimos que deben exigirse en cada nivel educativo, regula el deber del Estado de velar por su cumplimiento, y una serie de otros aspectos, entre los que se describe un conjunto básico de principios a partir de los cuales debe “inspirarse” el sistema. Estos principios son los de: universalidad y educación permanente, calidad de la educación, equidad del sistema educativo, 3 Se agradece la sugerencia de Leandro Sepúlveda, revisor externo, de incorporar esta sección. Se agradecen también los comentarios de Ana Luisa Neira, Jefa Jurídica del CNED.
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autonomía, diversidad, responsabilidad, participación, flexibilidad, transparencia, integración, sustentabilidad, e interculturalidad. De estos principios, al menos dos pueden vincularse al concepto de articulación: i) el de universalidad y educación permanente que indica que “la educación debe estar al alcance de todas las personas a lo largo de toda la vida”; y ii) el de flexibilidad, que señala que “el sistema debe permitir la adecuación del proceso a la diversidad de realidades y proyectos educativos institucionales”. La noción de “aprovechamiento de aprendizajes ya adquiridos”, no se desprende de ninguno de los principios de la Ley General de Educación (LGE), que parecieran poner el foco en la oferta del sistema, más que plantearse desde la perspectiva del estudiante. Los mecanismos de articulación debieran estar relacionados al concepto de “eficiencia” de la trayectoria educativa de las personas, para evitar la exposición a conocimientos que ya fueron adquiridos a través del reconocimiento o la convalidación de sus aprendizajes previos. Además de la ausencia de un principio “inspirador” para la articulación de la formación técnica profesional, la LGE trae consigo ciertos aspectos que dificultan o no favorecen estos procesos entre instituciones secundarias y terciarias. Estas limitantes pueden ser sustraídas del Cuadro 4.8 que sintetiza los aspectos legales que atañen a la EMTP y a la ESTP, y se refieren fundamentalmente a tres temáticas. La primera dice relación con el supuesto de sistema lineal que trae la legislación, al exigir la aprobación del nivel previo como requisito mínimo para el ingreso al siguiente nivel: “El ingreso de estudiantes a la educación superior tiene como requisito mínimo la licencia de educación media”. (Art. 21, Ley 20.370). Con ello, se asume que la formación a realizarse en el nivel superior se construye sobre lo base de lo enseñado en el nivel medio o secundario. Sin embargo, sin entrar en consideraciones de calidad o de logro efectivo de aprendizajes, la educación media no es homogénea para todos los estudiantes, dado que existe la distinción entre modalidades EMCH y EMTP. Estas modalidades por definición tienen formaciones diferenciadas (ver Cuadro 4.9), tanto en lo referente a formación general y de especialidad, como a formación práctica. Por lo tanto, es un error asumir que se puede partir de una base común en el nivel superior y, al menos en lo referente a las carreras técnicas de nivel superior, el primer año debiera ser distinto para los egresados de la EMTP y la EMCH. Una segunda limitante, se orienta a la imprecisa definición respecto a los requisitos para titularse de una carrera de Técnico de Nivel Superior (TNS): “El título de técnico de nivel superior es el que se otorga a un egresado de un CFT o de un IP que ha aprobado un programa de estudios de una duración mínima de mil seiscientas clases, que le confiere la capacidad y conocimientos necesarios para desempeñarse en una especialidad de apoyo al nivel profesional” (Art. 35. Ley 18.962). Esta definición indica que se requiere de al menos 1.600 clases, sin embargo tal como Núñez (2007) lo señala, el concepto de “clases” no es claro, y puede tener distintas lecturas, incluso en las interpretaciones que ha realizado la Contraloría General de la República, que han estado relacionados a los casos en discusión más que con la legislación misma. Esta falta de claridad de una definición basada en la duración temporal de los programas, y no enfocada al logro de aprendizajes y competencias, deja poco poder de negociación a los alumnos o a las instituciones de enseñanza media que estén buscando algún tipo de articulación. La tercera limitante son los procesos de convalidación que establece la legislación, los que sólo se refieren al reconocimiento de aprendizajes adquiridos fuera del sistema, a la convalidación de
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cursos similares realizados en el extranjero, y al reconocimiento de cursos realizados en el mismo nivel (es decir en otra institución de ESTP). La normativa genérica no se refiere a convalidaciones entre los niveles secundario y terciario. Adicionalmente, el reglamento de esta Ley, donde se debieran explicitar estos procesos, no ha sido dictado a la fecha. Al respecto, la LGE señala “Por decreto supremo, expedido a través del Ministerio de Educación, se reglamentará la forma como se validará el aprendizaje desarrollado al margen del sistema formal, por experiencia personal o el mundo laboral, conducente a niveles o títulos, y la forma como se convalidarán los estudios equivalentes a la educación básica o media realizados en el extranjero (…). Corresponderá, igualmente, al Ministerio de Educación fijar por decreto supremo un procedimiento para establecer las equivalencias y homologaciones de aprendizajes o estudios dentro de las distintas formaciones diferenciadas de la educación media regular, y entre la enseñanza regular básica y, o media y las modalidades.” (Art. 41, Ley 20.370). Asimismo, se destaca que la LGE no entrega atribuciones a ninguna entidad gubernamental o de control, para asegurar condiciones para la articulación. Las instituciones de educación superior no pueden hoy ser forzadas a convalidar. Tampoco hay un límite claro sobre el número de cursos o “clases” que pudieran convalidarse. Por último, no existe ningún tipo de mecanismo que permita resguardar al alumno en dichos procesos. En síntesis, se destaca que la legislación vigente que norma al sistema educativo chileno (LGE) no hace referencias explícitas a la articulación de la educación técnica profesional en sus niveles secundario y terciario. A ello se suma que en varios aspectos básicos para avanzar en la articulación de estos niveles ‐aun en ausencia de una política estatal‐, los conceptos claves para orientar a los actores son definidos de forma imprecisa, generando barreras para posibles acuerdos de articulación. Lo que resulta más complejo, es que el principio de eficiencia en la educación, que podría tender a evitar materias repetidas y así optimizar trayectorias, no está incluido en la legislación. Ciertamente esta materia requiere un estudio en mayor profundidad y queda planteado como desafío.
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Cuadro 4.8 Aspectos legales de la EMTP y la ESTP establecidos en la Ley General de Educación. Tópico EMTP ESTP
Programas educativos
Definidos por MINEDUC y aprobados por CNED Establecimientos pueden presentar sus planes propios pero deben ser aprobados por MINEDUC (Ley 20370)
Instituciones nuevas en período de licenciamiento deben contar con aprobación del CNED en sus planes de estudio. Una vez conseguida la autonomía tienen libertad para desarrollar sus propios planes (Ley 20370)
Prácticas Obligatorias para titularse pero no para obtener la licencia de enseñanza media
Autonomía para fijarlas y/o reconocerlas
Títulos
El establecimiento certifica notas, MINEDUC entrega licencias (Ley 20370)
Es la misma institución la que entrega los títulos (Ley 20370) Para optar al título TNS debe haber cursado al menos 1.600 “clases” (LOCE)
Requisito de acceso Segundo medio aprobado Licencia de enseñanza media
Financiamiento
Subvención para todos y FC para la mayoría. Educación gratuita obligatoria para quien lo requiera
Becas gubernamentales con restricciones. Existe beca de continuidad. Créditos con aval del estado también con restricciones
Convalidaciones
Ley exige decreto supremo para definir los procesos de convalidación tanto interna como externa. El foco está puesto en la convalidación horizontal (entre instituciones pero en un mismo nivel), más que vertical (entre distintos niveles). Considera también el reconocimiento de aprendizajes no formales e informales. El reglamento aún no ha sido dictado.
Transiciones No existen menciones a las transiciones entre niveles. Fuente: Elaboración propia en base a la LGE. Cuadro 4.9. Características de los programas EMTP y EMCH Programa TP Programa CH Horas de Formación General 12 semanales 27 semanales Horas de Especialidad 26 semanales
(especialidad técnica) 9 semanales (profundización formación general)
Horas de Libre Disposición 0‐6 semanales 0‐4 semanales Horas de práctica 450 en el programa Sin horas de práctica
Nota: el calendario escolar considera entre 38 y 40 semanas de clases. Los cambios curriculares realizados durante 2013 sugirieron una reducción de horas de especialidad y un aumento de horas de libre disposición. Estos cambios están actualmente en revisión. Bajo el nuevo sistema, el total de horas de especialidad de un programa EMTP (en sus dos años) es de aproximadamente 1.520 horas.
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5. CARACTERIZACIÓN DE EXPERIENCIAS DE TRABAJO COLABORATIVO ENTRE ESTABLECIMIENTOS EDUCACIONALES TÉCNICO PROFESIONALES E INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN TÉCNICA SUPERIOR La sección presenta los resultados del estudio de casos, correspondientes a seis experiencias nacionales de articulación técnico profesional entre nivel medio y superior. Consta de tres apartados que abordan: los aspectos metodológicos, los resultados recabados para cada caso particular, y la discusión y conclusiones del estudio. 5.1. Aspectos metodológicos Antecedentes de los estudios de caso Se utilizó como estrategia de investigación el estudio de casos, debido a que las características de esta metodología responden adecuadamente a los requerimientos de la investigación. Esto, ya que permite comprender y profundizar en casos específicos, mediante una aproximación a la singularidad y complejidad de cada caso, así como a su inserción e interrelación con el contexto (Stake, 1999). En los estudios de caso no prima el elemento de generalización de los resultados; tampoco en la selección de los casos, que se rige por su potencial explicativo, teniendo un fundamento teórico y no representativo. Esta especificidad, y el carácter unitario del objeto investigado, es lo que define esta metodología. Desde esta particularidad, también es posible comprender fenómenos más generales relacionados al ámbito de estudio (Gundermann, 2013). Para Yin (1989), un estudio de caso responde a una pregunta empírica, investigando un fenómeno en su propio contexto, para dar cuenta de las variables y distinciones de la situación específica, a partir de la evidencia recopilada. Es decir, permite una descripción y análisis detallado de unidades sociales o entidades únicas. Yin reconoce tres tipos de objetivos en el estudio de casos: • Exploratorio: cuyos resultados son la base para formular preguntas de investigación. • Descriptivo: que da cuenta de lo que sucede en un caso particular. • Explicativo: que facilita la interpretación. El estudio de casos ha sido caracterizado o categorizado respecto a diferencias intrínsecas a éstos. Para Pérez Serrano (1994), esta metodología presenta las siguientes características: • Es Particularista: con un enfoque orientado a comprender una realidad concreta, a la
particularización, no a la generalización, siendo una metodología útil para descubrir y analizar situaciones únicas.
• Es Descriptiva: al proporcionar una representación de tipo cualitativo en profundidad, del contexto y las variables que caracterizan la situación estudiada.
• Es Heurística: al permitir descubrir significados y experiencias nuevas, o confirmar hipótesis elaboradas previamente, con una orientación hacia la toma de decisiones.
• Es Inductiva: basado en este razonamiento para elaborar hipótesis, revelar relaciones, variables y conceptos a partir del caso.
En tanto, Stake distingue tres tipos de estudio de casos, según los criterios y objetivos de la investigación (Grupo L.A.C.E, 1999; Barrio, et al., s/f):
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• Los casos intrínsecos: que responden al objeto, la problemática o el ámbito de investigación, sin relacionarse a otros casos o problemas, siendo su objetivo principal la descripción del caso particular.
• Los casos instrumentales: orientados a la comprensión de un problema mayor mediante el estudio de un caso particular, interesando desde éste, conocer y profundizar en un tema o aspecto más general.
• Los casos colectivos: se asimilan a los instrumentales, pero seleccionando intencionadamente varios casos, para comprender las diferencias, y abordar las dimensiones y problemáticas comunes.
Entrevistas y temáticas El método característico de recolección de información en el estudio de casos, es la entrevista en profundidad, siendo útil complementar esta información con el análisis de documentación relativa al tema. Las entrevistas en profundidad se caracterizan por la búsqueda de información relevante, a partir de la focalización de la entrevista en un listado de temáticas previamente elaborado. Se espera profundizar en los aspectos pertinentes a la investigación, para lograr resultados que den cuenta de la problemática, situación o contexto analizado. Este método permite flexibilizar las preguntas realizadas, ajustando su contenido y secuencia a la situación propia de la entrevista. Es fundamental que la selección de entrevistados corresponda a informantes clave, que tengan y puedan transmitir los antecedentes del caso estudiado (Rodríguez et al., 1996) En el marco del estudio de casos, se aplicaron entrevistas a informantes clave de las distintas instituciones, y revisión de documentación afín al tema (convenios, proyectos, otros)4. El objetivo fue caracterizar el proceso de trabajo realizado en red, los beneficios esperados versus los obtenidos, y las responsabilidades que las distintas partes asumen. Junto con ello, se buscó identificar elementos facilitadores y obstaculizadores del trabajo colaborativo en distintas dimensiones, y la opinión de los actores sobre la relevancia de un marco de cualificaciones como instrumento de ordenamiento y reconocimiento de competencias para un campo ocupacional. Selección de casos La selección de los casos correspondió a una muestra intencionada que, a partir de información de carácter institucional, buscó profundizar en experiencias de vinculación con distintas características, para generar información específica de cada caso y, a la vez, puntos de confluencia entre estos. En primera instancia, se realizó una selección por nivel de análisis, entendido como el foco de estudio desde la institución superior o desde la entidad sostenedora. Si bien en ambos casos se aplicaron entrevistas con profesionales de Educación Media Técnica Profesional (EMTP) y Educación Superior Técnica Profesional (ESTP), interesaba conocer las experiencias enfatizando el punto de vista de la institución correspondiente al nivel de análisis.
4 Sólo en parte de las instituciones se logró acceder a documentación escrita.
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Asimismo, al interior de estas categorías se incluyeron instituciones con diferentes características. Por una parte, se tomaron en consideración instituciones de ESTP con alta matrícula y presencia a nivel nacional (INACAP), con establecimientos bajo la misma entidad sostenedora y diferencias en su tasa de matrícula (DUOC, Congregación Salesianos), y un caso a nivel regional, enfocado al sector productivo vitivinícola (Universidad de Talca‐ Campus Colchagua). En tanto, a nivel de sostenedores de establecimientos de EMTP, se incluyeron dos casos basados en el sector productivo al están relacionadas sus especialidades. Uno de ellos, enfocado a especialidades del área comercial que presenta una alta cobertura de matrícula a nivel nacional (COMEDUC), y el segundo correspondiente al sector agrícola, que mantiene una baja matrícula y se concentra básicamente en regiones (SNA Educa). Para los seis casos estudiados, se realizaron entrevistas con las personas encargadas de la vinculación interinstitucional. El Cuadro 5.1 presenta la muestra según nivel de análisis, características de los casos, y entrevistados por institución:
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Cuadro 5.1: Descripción de casos y entrevistados Nivel de análisis Caso Nivel Institución Entrevistados Cargo
Instituciones técnica superior
1. Institución ESTP con presencia a nivel nacional y flujo de egresados desde varios establecimientos
ESTP INACAP
Sonia Zavando Directora CEDEMMario Ruiz Coordinador CEDEM
Cecilia Aguilera Directora de Admisión Sede Santiago Centro
Blanca Dinamarca Directora carrera Enfermería Sede Santiago Centro
EMTP Complejo Educacional Eduardo Cuevas Valdés Rocío Alegría Jefa de UTP
2. Institución ESTP con presencia nacional y con establecimiento bajo la misma entidad sostenedora
ESTP DUOC Francisco Valdivia Director de Desarrollo Académico
Sede IP DUOC Francisco Aurtenechea Director IP Sede Renca
EMTP Liceo Politécnico Particular Los Andes Silvio Cartes Director
3. Institución ESTP y establecimientos bajo la misma entidad sostenedora
ESTP CFT Salesianos Don Bosco Patricio Traslaviña Rector CFT
Fernando Salvo Director Académico CFT
4. Institución ESTP regional y establecimientos enfocados a un sector productivo específico (vitivinícola)
ESTP Universidad de Talca Campus Colchagua Patricio Gómez Director Académico
EMTP Centro Educacional Aquelarre de Teno Gabriel Silva Director
SNA Educa Marta Estruch Directora Académica
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Cuadro 5.1: Descripción de casos y entrevistados Nivel de análisis Caso Nivel Institución Entrevistados Cargo
Entidades sostenedoras
establecimientos educacionales
5. Entidad sostenedora enfocada a especialidades del sector comercial con alto flujo de egresados hacia distintas instituciones de ESTP
EMTP COMEDUC Hernán Pérez Director de EducaciónLiceo Comercial Joaquín Vera Morales Rafael Contreras Director
ESTP
IP Estudios Bancarios Guillermo Subercaseaux David Flores Jefe de Admisión
CFT Cámara Comercio de Santiago Juan Pablo Díaz Coordinador Académico
6. Entidad sostenedora enfocada a especialidades del sector agrícola con alto flujo de egresados hacia la misma institución de ESTP
EMTP SNA Educa
Marta Estruch Directora AcadémicaEma Anatibia Coordinadora Académica
Liceo Tadeo Perry Barnes de Ovalle (SNA Educa) Hernán Villarroel Director5
ESTP Santo Tomás Paola Ulloa Directora Nacional Área Recursos Naturales
5 Entrevista realizada vía telefónica y por mail.
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5.2. Análisis de los casos El apartado describe las experiencias de articulación entre instituciones de EMTP y ESTP, dando cuenta también de los beneficios y barreras percibidas. Cabe destacar que en los distintos casos abordados, la vinculación entre ambas partes tendiente a la convalidación de asignaturas, es conceptualizada por los entrevistados como articulación. Se optó por mantener la definición entregada por éstos, aun cuando no se corresponde con la propuesta en la presente investigación. Esto, para dar cuenta de las significaciones que los propios actores otorgan al concepto y a sus experiencias de vinculación. • Caso 1: Institución de Educación Superior Técnica Profesional con presencia a nivel nacional y
flujo de egresados desde varios establecimientos Antecedentes institucionales INACAP es una institución de educación superior que surge el año 1966 como centro de capacitación para trabajadores. En la actualidad, la institución mantiene 26 sedes en todo Chile ‐de Arica a Punta Arenas‐ con una oferta académica que incluye carreras profesionales y técnicas, a través de su Universidad Tecnológica, Instituto Profesional (IP), y Centro de Formación Técnica (CFT). Las carreras técnico profesionales impartidas corresponden a las siguientes áreas de estudio: Administración y Negocios, Construcción, Diseño y Comunicación, Electricidad y Electrónica, Hotelería, Turismo y Gastronomía, Informática y Telecomunicaciones, Mecánica, Minería y Metalúrgica, Procesos Agroindustriales, Procesos Industriales, Salud, y Silvoagropecuaria. El Complejo Educacional Eduardo Cuevas Valdés es un establecimiento de educación media de dependencia municipal, ubicado en la comuna de Lo Barnechea. Fue creado el año 1993, y ofrece enseñanza polivalente; para educación técnica profesional cuenta con tres especialidades: Administración, Ingeniería en Mecánica, y Enfermería. Desde el año 2011 forma parte de los “Liceos Bicentenario”. Descripción de la experiencia INACAP ha mantenido vinculación con establecimientos de educación media técnica profesional por años, la que incluye capacitación a docentes, actividades o eventos en conjunto con los liceos, charlas a los alumnos, y visitas a las sedes de la institución de estudios superior (IES). Con el objeto de formalizar estos vínculos, INACAP creó el año 2009, la Dirección de Relaciones con la Educación Media, que entrega un marco general a las distintas sedes de la institución, generando un modelo de vinculación homogéneo y estandarizado en la relación con los establecimientos. Al interior de esta Dirección, surge el año 2011 el Centro de Desarrollo para la Educación Media (CEDEM), cuyo propósito es “potenciar los vínculos de la institución con los establecimientos educacionales del país”. El programa busca colaborar en el mejoramiento de los resultados de aprendizaje, y de la orientación académica y vocacional de los alumnos, para la continuidad de estudios superiores. Entre sus líneas de acción destacan: orientación vocacional, reforzamiento para
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la educación superior, innovación y emprendimiento en educación media, actualización para directivos y profesores, y articulación entre educación media y educación superior.6 Esta última línea de acción es la que impulsa la generación de un proceso centralizado y regulado para las políticas de vinculación y articulación con los establecimientos de educación media. Anteriormente, existía en el reglamento académico de INACAP, la posibilidad de que cada sede mantuviera un vínculo con establecimientos de manera autónoma, que permitía la convalidación de ciertas asignaturas, analizando caso a caso y previa evaluación de los alumnos en exámenes de competencias relevantes. Esta modalidad generaba, por una parte, disparidad en los procedimientos y resultados por sede, y por otra, resultaba ineficiente y costoso para una institución que imparte las mismas carreras, con planes y programas de estudio homogéneos a lo largo del país. En este contexto, el CEDEM se propuso estandarizar y generar un proceso único de articulación con los establecimientos educacionales, estableciendo un convenio marco de colaboración entre la IES y éstos. En primera instancia, la institución realizó un análisis comparativo de los planes y programas del Ministerio de Educación (presentes en cerca del 90% de los establecimientos con los cuales se mantenía vínculo) y los de INACAP, con el objetivo de determinar las asignaturas, por carrera, que pudieran ser convalidadas. CEDEM elaboró un “Procedimiento de Articulación” con los establecimientos educacionales centralizado; documento que incluye las articulaciones disponibles, en base al análisis para diversas especialidades. En este estudio se analizaron, por especialidad, los módulos y contenidos de los establecimientos, y su posible homologación con las asignaturas de INACAP.7 Dado que este trabajo fue a nivel teórico, una segunda etapa fue la creación de una metodología de verificación en terreno en los establecimientos, analizando en conjunto con éstos, las mallas de estudios, y el cumplimiento efectivo que garantizara el nivel de resultados para cumplir con los requerimientos de INACAP. La metodología implicó un análisis curricular para identificar contenidos comunes en los planes de estudios en ambos niveles educativos, que permitiera una convalidación directa de asignaturas, o la posibilidad de convalidación previa evaluación de contenidos relevantes a los alumnos. Esta metodología para la articulación curricular comenzó el año 2012, y actualmente se encuentra en “marcha blanca”, trabajando con diez establecimientos en este proceso. Un primer requisito para iniciar la articulación curricular es la preexistencia del vínculo con el establecimiento (INACAP mantiene convenios de colaboración con cerca de 150 establecimientos –municipales y particular subvencionados‐ en otras líneas de acción, como orientación vocacional, capacitación docente y programas propedéuticos a los alumnos de educación media). El proceso comienza con un formulario que debe completar el establecimiento, dando cuenta de los planes y programas, contenidos y condiciones de implementación de sus especialidades. La información, posteriormente, es verificada por la sede específica que establece el vínculo con el establecimiento, a través de un profesor o director de carrera. Esto implica una evaluación en terreno de tres dimensiones establecidas por CEDEM: recursos humanos, implementación, y
6 Fuente: Folleto informativo CEDEM, INACAP. 7 Fuente: Documento Procedimiento de articulación con establecimientos educacionales. CEDEM, INACAP. 2013.
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recursos de currículum. Luego, la información es analizada por CEDEM, el cual determina los alcances de la articulación, y concreta el convenio de colaboración entre INACAP y el establecimiento. Un requisito que exige INACAP para la convalidación directa de asignaturas es que el alumno, además del título de educación media, haya aprobado los módulos incluidos en el convenio de articulación. Por reglamento de INACAP, las asignaturas convalidadas son en promedio dos a cuatro, correspondientes a cursos técnicos de primer o segundo semestre. Sólo eventualmente –en muy pocos casos de alumnos que han realizado cursos propedéuticos en INACAP‐ se examina la posibilidad de convalidar asignaturas transversales como matemática y lenguaje. La información correspondiente a la articulación es traspasada al sistema de gestión académica, de forma tal que el alumno que llega a matricularse (de un establecimiento con convenio) puede realizar la convalidación de manera automática, presentando su certificado de notas de educación media. La institución ha decidido probar primero este sistema (en marcha blanca) y analizar sus resultados, antes de difundirlo masivamente a otros establecimientos. Se espera contar con una mayor cantidad de datos sobre el desempeño de los éstos y de los alumnos que ingresan vía convenio, así como revisar las nuevas mallas curriculares, para proseguir el trabajo con otros liceos técnicos. Por tanto, si bien actualmente no se cuenta con información sobre los alumnos que ingresan por esta vía, o resultados sistemáticos en las sedes sobre el impacto de los convenios, INACAP se encuentra elaborando un sistema de gestión que permita identificar a estos estudiantes para realizar un seguimiento de su desempeño académico. Para el trabajo que implica la articulación con los establecimientos, la Vicerrectoría de Extensión cuenta con un área y profesionales dedicados a esta función (Dirección de Relaciones con la Educación Media), así como profesionales en las distintas sedes dedicadas a la relación directa con los establecimientos. En el marco del programa Chile Califica, INACAP participó en un proyecto de redes, pero no se logró generar una implementación real, por lo cual la iniciativa de articulación actual ha sido un proyecto de iniciativa particular de INACAP. Por otra parte, la institución cuenta con un sistema de evaluación de aprendizajes estandarizado, mediante el diseño y construcción de instrumentos de evaluación por especialidad. El objetivo es apoyar el mejoramiento de la calidad de educación media y facilitar la articulación con la educación superior. Para el año 2013, se aplicó el instrumento en terreno a más de tres mil estudiantes de 74 establecimientos en 14 regiones del país. Los resultados indicaron que en promedio, los alumnos no superan el 50% de logro en las especialidades evaluadas, siendo éste un indicador que permitiría a los establecimientos abordar las deficiencias y generar programas remediales. Por lo reciente de estos convenios de articulación conducentes a convalidación de asignaturas, el porcentaje de alumnos que ha ingresado por esta vía es bastante reducido. También influiría que el proceso de evaluación de conocimientos relevantes que debe dar el alumno cuando no existe convalidación directa (el procedimiento caso a caso por sede se mantiene vigente en la institución), tiene un costo asociado a este examen. Los convenios de articulación curricular están pensados sólo
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para el ingreso de alumnos recién titulados, debido al cambio de mallas que realiza INACAP periódicamente. Los planes a futuro de la institución son actualizar los convenios ya firmados, seguir potenciando el sistema de evaluación, y sistematizarlo para que el reconocimiento de asignaturas a convalidar no requiera de una verificación en terreno. Esto implica que tras este periodo de “marcha blanca” con los diez establecimientos en convenio actualmente, se logre verificar efectivamente los aprendizajes esperados, y que los alumnos (de otros liceos técnicos) accedan directamente al beneficio de convalidación, eliminando el proceso de evaluación caso a caso. Finalmente, existe consenso en cuanto a que el acceso a la Beca Nuevo Milenio y al Crédito con Aval del Estado (CAE) ha favorecido la continuidad de estudios, siendo un factor importante para que los alumnos opten por una carrera técnica de nivel superior. No obstante, se plantea la relevancia de revisar los requisitos de estos beneficios –mantener carga académica‐, para permitir la convalidación de asignaturas de todo un semestre, sin perder el estudiante la posibilidad de optar a éstos (aun cuando INACAP no convalida todo un semestre, se espera poder llegar a esta instancia a futuro).
Convenio de articulación INACAP sede Santiago centro‐ Complejo Educacional Eduardo Cuevas Valdés
El convenio entre ambas instituciones corresponde a la especialidad de Técnico en Enfermería. Previamente existía un vínculo para actividades en conjunto, comenzando el proceso para la articulación curricular el año 2011, como iniciativa del establecimiento. Este consistió en que profesoras de Enfermería de INACAP realizaron en conjunto con docentes y equipo técnico del Complejo Educacional, un trabajo de análisis de las mallas curriculares. INACAP solicitó en este proceso, la entrega por parte del establecimiento, de planes de estudio, contenidos y programación semanal de la especialidad. Tras este trabajo, el establecimiento decidió modificar los contenidos de las asignaturas posibles de ser convalidadas, para homologarlas a las exigencias de INACAP, contando para esto con la asesoría de la institución superior. El proceso para generar el convenio se realizó de manera particular, sin contar con financiamiento gubernamental, y se indica que no tuvo mayores costos; en INACAP se cuenta con horas profesionales para la vinculación con los establecimientos, y en el Complejo Educacional, se apoya a los docentes para desarrollar propuestas e iniciativas de este tipo en sus horas de trabajo. El convenio comenzó a regir el año 2012, posibilitando la convalidación directa de asignaturas de primer semestre para los alumnos que ingresan por esta vía. Esto aplica para asignaturas técnicas, pero no transversales como matemáticas (tanto por un tema académico, como para mantener el acceso de los alumnos a becas y CAE). La convalidación permite a los alumnos adelantar asignaturas de segundo semestre, acortando el tiempo total de la carrera. El establecimiento no realiza seguimiento a sus alumnos egresados, no contando con información sobre aquellos que ingresan vía convenio a INACAP. Desde la institución superior, se señala que sólo cinco alumnos han ingresado por esta vía a la carrera de Enfermería (de un total de 180 por
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año). La baja matrícula de éstos, dado el poco tiempo que lleva el convenio en práctica, no permite una caracterización de los alumnos, pero los entrevistados indican que mantienen un rendimiento académico similar a quienes ingresan por admisión regular, pero presentan una mayor motivación vocacional con la carrera. INACAP ofrece además, una beca a un alumno del establecimiento que cumpla con los requisitos académicos (nota 5,5 o superior), y realiza charlas en el liceo informando de las carreras y el convenio. El Complejo Educacional cuenta con un programa de orientación vocacional establecido formalmente. Además de las instancias de información generales a alumnos y apoderados, mantiene un sistema de tutorías personalizado con alumnos de cuarto medio. En estas actividades se informa sobre el convenio con INACAP, pero su principal objetivo es apoyar y fomentar la consecución de estudios superiores de los alumnos. El establecimiento no cuenta con otros convenios de articulación, pero planea fomentar estas iniciativas para las otras especialidades que imparte. Se comenzaron conversaciones con AIEP, pero no han tenido mayor continuidad por parte de la institución superior. En este sentido, se destaca desde el liceo, la seriedad y responsabilidad de INACAP para concretar efectivamente el convenio. En tanto, la sede Santiago centro de INACAP, se encuentra actualmente en conversaciones con otros dos establecimientos para generar este tipo de acuerdos; se ha trabajado anteriormente con otros liceos técnicos sin lograr cumplir con las exigencias para homologar las mallas curriculares. Se espera para el 2015, comenzar a trabajar con la COMEDUC (previa incorporación de los nuevos planes de estudio del Ministerio de Educación), e ir aumentando el número de establecimientos con convenios de articulación.
Percepción de la experiencia y lecciones aprendidas Entre los beneficios que se perciben del vínculo y generación de convenios de articulación, desde INACAP se destaca un aumento en la “matrícula efectiva”, percibiendo que estos alumnos tienden a permanecer y no desertar en sus carreras hasta tener el título de nivel superior. Asimismo, se indica la relevancia para INACAP de reforzar los vínculos con los establecimientos de educación media, aumentando las confianzas mutuas que permitan mantener exitosamente los convenios, y desarrollar actividades en conjunto. En la misma línea, se destaca el interés de los establecimientos por vincularse con la educación superior, indicando la disposición a trabajar en conjunto con INACAP. Al mantener esta institución un encargado en cada sede para el vínculo con los liceos de EMTP y procedimientos estandarizados, se facilita el trabajo de gestión y administración que conlleva el proceso. Para el establecimiento, se plantea como un beneficio importante, poder ofrecer esta posibilidad a los alumnos, ya que la convalidación de asignaturas en educación superior y la posibilidad de acortar el tiempo de la carrera, implica un ahorro para las familias (en muchos casos de bajos ingresos). Además, otorga prestigio al establecimiento contar con un convenio, que otros liceos técnicos del sector no mantienen.
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Existe consenso en cuanto a que los principales beneficios de estos convenios son para los alumnos, por la posibilidad de acortar los años de estudio en una carrera técnica superior, pero principalmente como un incentivo adicional para la continuidad de estudios superiores, en un entorno social y familiar que no fomentaría esto. Por otra parte, las dificultades percibidas apuntan a distintos ámbitos, entre estos las diferencias entre los procedimientos y planes de estudio en los niveles secundario y terciario (definidos los primeros por el Ministerio de Educación, versus la autonomía de las IES). Al respecto, se plantea que INACAP tiene un proceso de actualización de carreras cada tres años, modificando sus planes y programas en base a lo que requiere el mercado laboral, mediante la relación con sectores industriales y empresariales. Por su parte, los establecimientos de educación media, regidos por los planes y programas del Ministerio de Educación (MINEDUC), mantienen una temporalidad y modificaciones que difieren e implican mayores tiempos que en educación superior. Otra dificultad específica de INACAP, radica en las distintas realidades que mantiene cada sede a nivel nacional, en cuanto a cobertura, implementación y sistemas de evaluación, lo cual se espera cambiar al sistematizar los procesos correspondientes. Asimismo, se infiere desde la institución superior que en muchos establecimientos, la alta carga de trabajo genera una limitante de tiempo en los equipos de gestión y docentes, para cumplir con las exigencias de INACAP y el trabajo conjunto requerido. Por parte del establecimiento educacional, se percibe como una barrera el nivel de interés de otras instituciones de educación superior por generar acuerdos de articulación, y la disposición a mantener un trabajo continuo para concretarlos efectivamente. Respecto a la implementación de políticas gubernamentales o un marco de cualificaciones que favorezca este tipo de convenios, existe coincidencia entre los entrevistados en cuanto que un sistema nacional facilitaría el diseño y acuerdos de articulación al acercar, mediante un marco regulatorio, las distintas realidades curriculares y normativas de educación media y superior. Se plantea que éste debiera nivelar “hacia arriba”, es decir, generar estándares de cualificaciones de acuerdo a la realidad de las instituciones de educación superior previamente acreditadas. Esto a su vez, permitiría también dar cuenta a los establecimientos de educación media de sus debilidades curriculares o pedagógicas, y favorecería mejoras en los aprendizajes de los alumnos según los requerimientos de las IES y el mercado laboral. Se percibe como una posible limitación de un sistema nacional, las diferencias en los programas de estudio que cada institución superior elabora para sus carreras, así como sus propios procedimientos y planificación de vinculación con establecimientos de educación media.
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• Caso 2: Institución de Educación Superior Técnica Profesional con presencia nacional y con
establecimiento bajo la misma entidad sostenedora Antecedentes institucionales DUOC UC es una institución de educación superior que nace el año 1968, como iniciativa para extender su labor educativa a sectores con escaso acceso a la formación universitaria, mediante capacitación de trabajadores. En 1973, el Consejo Superior de la Universidad aprobó la creación de la Fundación DUOC, con personalidad jurídica, patrimonio y gestión propia; en 1981 se creó el Instituto Profesional y el Centro de Formación Técnica, otorgando el Ministerio de Educación autonomía a estas instituciones, el año 1995 y 2001, respectivamente. Actualmente, DUOC cuenta con 13 sedes en la Región Metropolitana, y tres en regiones (Quinta y Octava). Imparte carreras técnicas en áreas de: Administración y Negocios, Informática y Telecomunicaciones, Construcción, Diseño, Ingeniería, Recursos Naturales, Salud, y Turismo. El Liceo Politécnico Particular Andes es un establecimiento particular subvencionado de educación técnica profesional, perteneciente a la Fundación DUOC UC. Se creó el año 1990 en la comuna de Renca, y en la actualidad imparte las especialidades de Telecomunicaciones, Electrónica y Mecánica. DUOC cuenta con una sede IP en las dependencias del establecimiento desde el año 2009, que funciona en horario vespertino, ofreciendo carreras de Administración y Negocios, Informática y Telecomunicaciones, e Ingeniería. Descripción de la experiencia Inicialmente, DUOC comenzó una vinculación con establecimientos de educación media técnica profesional, orientada básicamente a generar cercanía mediante charlas en los liceos y visitas de los alumnos a las sedes de la institución. Desde el año 2008, DUOC inició un proceso de evaluación de competencias y modularización de sus programas de estudio, estructurando unidades de competencias y exámenes transversales para homologar las carreras impartidas en las distintas sedes. Esto abrió la posibilidad de generar procesos de mayor vinculación con establecimientos de excelencia, y ofrecer la posibilidad de convalidación de asignaturas a los alumnos, en especialidades y carreras afines. La articulación, sin embargo, fue condicionada por DUOC, en base al cumplimiento de los liceos con el modelo de formación por competencias de la institución. El mayor nivel de articulación se ha logrado con la Fundación Belén Educa, con la cual se realizó un proyecto FIAC, que derivó finalmente en un convenio. El proceso, iniciado el año 2010, consistió en un trabajo conjunto para la intervención y ajuste de los planes de estudio de los establecimientos, acorde a los programas de DUOC. El convenio se realizó para el área de Gastronomía, mediante reuniones entre los equipos técnicos de ambas instituciones. Se contó con una inversión de cerca de 180 millones en un plazo de dos años de ejecución. Como parte del proyecto, se revisaron y fortalecieron las mallas curriculares de los establecimientos en el área técnica, y en matemáticas y lenguaje. También, se generaron procesos de nivelación a los
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alumnos en lenguaje y contenidos del área técnica, y capacitación docente. Esto permitió acreditar estándares de calidad, de acuerdo a los requerimientos de DUOC. El año 2012 se comenzó a aplicar el convenio, lo que permitió a los alumnos la convalidación directa de un año de la carrera de Gastronomía. A la fecha, se han matriculado cerca de 30 alumnos por esta vía, a quienes se les realiza seguimiento y apoyo por parte de DUOC. Se plantea que estos alumnos presentan buenas calificaciones y menor deserción que aquellos que se matriculan por admisión regular. A la par, se están generando procesos de articulación a menor escala con establecimientos cercanos a las distintas sedes, que permiten a los alumnos convalidar dos a tres asignaturas, previo examen de conocimientos relevantes. Por otra parte, DUOC se ha adjudicado dos FDI, que han permitido una sistematización interna, e investigación y desarrollo de capacidades para el trabajo colaborativo con los sostenedores y establecimientos. Si bien la institución superior ha hecho aportes económicos propios para estas iniciativas, el financiamiento estatal ha permitido acelerar los procesos de articulación. Asimismo, la institución cuenta con convenios de articulación con universidades, principalmente la Universidad Católica, en que se analiza por carrera, la posibilidad de convalidar asignaturas a los alumnos egresados de DUOC. Se destaca como un aspecto que ha incidido en el aumento de estudiantes en educación técnica superior, el acceso a la Beca Nuevo Milenio y al CAE, teniendo DUOC un alto porcentaje de alumnos que ingresan con estos beneficios.
Convenio de articulación DUOC UC (IP sede Renca)‐ Liceo Politécnico Particular Andes Antes de comenzar el proceso de articulación actual, existían iniciativas de vinculación desde el año 2001 entre el establecimiento y DUOC, que consistían en ofrecer convalidación de asignaturas a los alumnos del liceo en cualquier sede de la institución superior, a través de exámenes de conocimientos previos, que permitían convalidar hasta seis cursos de primer y segundo semestre. Esto implicó un primer acercamiento para adaptar los programas de estudio del establecimiento a los planes de DUOC, mediante la coordinación entre los jefes de especialidad del liceo y los directores de carrera de la institución superior. Asimismo, el IP de la sede Renca optó por abrir la especialidad de Mecánica, para lo cual se basó en los planes y programas de estudio del Liceo Andes. Si bien se ha mantenido hasta hoy la posibilidad de convalidación de asignaturas aprobando los exámenes previos de DUOC, se plantea que el proceso de articulación con el establecimiento no ha sido continuo. Principalmente, debido a que los cambios en las mallas en este último tienen una periocidad más lenta que en la IES, ya que aun cuando pueden elaborar planes y programas propios, deben adaptarse también a las exigencias del Ministerio de Educación. El año 2009 se retomó formalmente el proceso de articulación. La sede IP en el liceo implementó mallas aceleradas, teniendo como objetivo que los alumnos que cumplen con el 70% de los exámenes de conocimientos previos, pueden completar un semestre en cualquiera de las tres especialidades, y acortar los tiempos de estudio. El año 2009 se inició con Mecánica, y el 2011 se
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sumaron Administración e Informática. El año 2011 se volvió a revisar el proceso de articulación, dado los cambios en los planes de estudio. A mediano plazo, se espera lograr la convalidación directa de todo un año de estudios a los alumnos que ingresan al IP, planteando que esta meta está fijada para dos a tres años, esperando el egreso de los alumnos que desde primero medio han cursado estudios en el establecimiento con las nuevas mallas. El proceso ha tenido avances importantes en la homologación de los planes de estudio entre ambas instituciones, ajustando cursos, contenidos y talleres que imparte el liceo de acuerdo a las exigencias de DUOC. La metodología de trabajo ha consistido en reuniones continuas entre los jefes de especialidad del establecimiento, directores de carrera del IP (sede Renca), y el apoyo del área académica central de DUOC, para el levantamiento y revisión de competencias. Un aspecto que favorece la articulación, es que el liceo comienza a impartir las especialidades desde primero medio. Además, se conformó el año pasado un Consejo empresarial, con el objetivo de contar con puestos de práctica para los alumnos del liceo, y contar con una retroalimentación del mundo laboral sobre las competencias y habilidades que requieren las empresas. El establecimiento y el IP comparten las mismas dependencias, además del equipamiento para las especialidades. Estos han sido adquiridos por el liceo y con recursos de DUOC. Cerca del 5% de los docentes del establecimiento también realiza clases en el IP, lo cual ha favorecido el acercamiento entre ambas instituciones. Asimismo, existe sólo un área administrativa, contable y financiera, que funciona para el establecimiento y el IP conjuntamente. Por otra parte, se indica que la mayoría de los alumnos egresados del liceo continúa estudios superiores (cerca del 70%), existiendo un alto flujo hacia DUOC (aproximadamente un 55% de quienes siguen estudios técnicos), principalmente en las sedes de Renca y Plaza Norte. Existe consenso en cuanto a la relevancia de acceder a la Beca Nuevo Milenio y al CAE para la continuidad de estudios técnicos superiores, dado que los alumnos de este establecimiento se ubican en los primeros tres quintiles de ingreso. Para no perjudicar a los estudiantes que convalidan asignaturas (dado que estas alternativas de financiamiento exigen carga académica), el IP dicta ramos de segundo semestre en el primero, permitiendo adelantar asignaturas a los alumnos. El establecimiento cuenta con orientación vocacional para fomentar la continuidad de estudios de los alumnos, siendo este un objetivo que busca potenciar y proyectar. Si bien el IP de DUOC no exige la titulación, el establecimiento incentiva a los alumnos a realizar su práctica profesional durante el verano de egreso, ya que constituye un indicador de eficiencia. En tanto, el IP ajusta su cronograma de exámenes de admisión especial a los alumnos del liceo, para no coincidir con el periodo de práctica profesional. El establecimiento sólo cuenta con convenio de articulación con DUOC. Desde el IP de Renca, se plantea que la opción de convalidación directa, se ofrecerá sólo para los alumnos del Liceo Andes.
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Percepción de la experiencia y lecciones aprendidas Entre los beneficios percibidos de los convenios de articulación, se señala que constituyen un incentivo a los alumnos para continuar estudios superiores, acortando los años y costos económicos para las familias. Esto permite a los establecimientos ofrecer una alternativa que potencia las trayectorias formativas de sus alumnos. Para DUOC, otro beneficio es generar cercanía con los liceos para aumentar el flujo de estudiantes recién egresados hacia la institución; se plantea que parte importante de éstos, corresponde actualmente, a adultos con experiencia laboral que buscan continuar sus estudios. Para estos casos, DUOC implementó un proyecto piloto de Reconocimiento de Aprendizajes Previos (RAP) para trabajadores, que les permite ir construyendo itinerarios formativos. También se plantea la iniciativa de articulación con educación media como una misión social de DUOC, para potenciar la EMTP a nivel país, fortaleciendo las capacidades en esta modalidad que, en general, se orienta a sectores de menor nivel socioeconómico. Desde la IES, se percibe también que los alumnos que ingresan vía convenio, tienden a tener mejor desempeño académico, motivación y hábitos de estudio, y una mayor adaptación a la educación superior, aumentando los estándares académicos de los estudiantes en general. Un aspecto fundamental para la articulación, destacado por los entrevistados del establecimiento y de la sede IP Renca, es la generación de confianzas mutuas entre ambas partes, a través del trabajo conjunto en un proceso de aprendizaje y conocimiento de las personas involucradas. Las barreras y dificultades estarían dadas por una parte, por las diferencias curriculares entre la educación media basada en conocimientos, y la superior, en base a competencias. Se plantea que los liceos no cuentan con la libertad para cambiar sus planes y programas, dadas las exigencias del MINEDUC, lo cual limita las posibilidades de ajustarse a los requerimientos de DUOC. Asimismo, las nuevas mallas curriculares a partir del 2015, generarán cambios en los planes de estudio que deben ser revisados. Otra dificultad tiene relación con el proceso mismo de articulación, que requiere en los establecimientos, contar con recursos humanos y económicos para llevar a cabo el trabajo de análisis y homologación de los planes de estudio. Esto implica el ajuste de los programas a un modelo por competencias, y capacitación docente para la enseñanza en base al sistema de DUOC. La institución superior planea continuar fomentando los convenios de articulación a mediano y largo plazo, pero se indica que este proceso se generará sólo con establecimientos que logren acreditar estándares de calidad comparables a los suyos. Respecto a la implementación de políticas gubernamentales que favorezcan este tipo de convenios, se señala la necesidad de generar un marco de cualificaciones a largo plazo. Esto implica contar con una política institucional que involucre a los distintos actores: gubernamentales, sostenedores y establecimientos educacionales técnico profesionales, instituciones de educación superior, y
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mundo productivo. Pero se indica que no se debiera regular en su totalidad los planes de estudios de las instituciones de ESTP, dejándoles un margen de autonomía. Desde el establecimiento, se considera que contar con un marco nacional favorecería las posibilidades de articulación con instituciones de educación superior. Para esto, también es necesario potenciar y fortalecer la EMTP en el país. En este sentido, se plantea que el Ministerio de Educación debiera implementar mallas curriculares de forma transversal en los distintos niveles de educación técnica, mediante un marco de cualificaciones. • Caso 3: Institución de Educación Superior Técnica Profesional y establecimientos bajo la misma
entidad sostenedora Antecedentes institucionales El CFT Salesianos Don Bosco fue un proyecto de la Congregación Salesianos, perteneciente a la Iglesia Católica; fue creado a fines de los años ’90, y cerrado el año 2010. En el ámbito de educación media, la Congregación mantiene 22 establecimientos a lo largo de todo Chile, que imparten educación pre‐básica, básica, y media científico humanista y técnica profesional. En educación superior, está actualmente representada por la Universidad Católica Silva Henríquez, que también ofrece capacitación a través de su OTEC Centro de Promoción y Desarrollo Social (CEPRODE). Descripción de la experiencia El CFT Don Bosco surge en el marco del Programa Montegrande del Ministerio de Educación, concurso que financió propuestas diseñadas por las comunidades educativas. La Escuela Industrial Gratitud Nacional, dependiente de la Congregación Salesiana, incorporó entre sus ejes de acción una unidad de “Postmedia”, cuyo objetivo fue proyectar las especialidades impartidas en sus establecimientos de EMTP, hacia la educación superior. Esta iniciativa correspondió, en primera instancia, a un proyecto particular de la Escuela Industrial, y no fue transversal a la totalidad de colegios dependientes de la entidad sostenedora. Posteriormente, al asumir el director de la Escuela Gratitud Nacional como Vicario Inspectorial de la Congregación, el proyecto se convirtió en una iniciativa para todos los establecimientos. Se propuso entonces, la creación de un CFT como una estrategia para ofrecer educación técnica de nivel superior, tanto a los egresados de los liceos de la Congregación, como a otros alumnos de EMTP, y a adultos insertos ya en el mercado laboral interesados en retomar estudios formales. Para el diseño del CFT, se realizó un estudio de factibilidad que consideraba aspectos económicos, administrativos y curriculares. Asimismo, la entidad sostenedora tomó en consideración dos aspectos que proyectó como favorables para el éxito del proyecto. Por una parte, sus establecimientos técnico profesionales contaban con prestigio en el sistema escolar, dados por una tradición de más de 100 años de educación en Chile, e iniciativas en educación superior en distintos países del mundo, con una reconocida presencia en España. Por tanto, se visualizó un potencial traspaso de este prestigio hacia el nuevo CFT, que se implementaría en distintas sedes en las mismas dependencias de sus establecimientos.
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Un segundo aspecto fue la posibilidad de generar una economía de escala al utilizar en jornada vespertina, la infraestructura y equipamiento de los colegios, sumado al conocimiento curricular y en formación por competencias, ya existente en los establecimientos técnico profesionales de la Congregación. Por este motivo, las carreras ofrecidas por el CFT en cada una de sus sedes, estuvo en directa relación con las especialidades impartidas en los liceos en que se implementaron. Sumado a esto, se buscó dar un sello industrial al CFT, por lo que se consideró impartir carreras asociadas a este sector. El año 2001, se iniciaron los trámites administrativos, comenzando las operaciones del CFT el 2002, con una matrícula aproximada de 120 alumnos. En ese momento, se proyectó que menos de un 30% de la matrícula del CFT correspondería a egresados de establecimientos salesianos, ya que en general éstos optaban y accedían a carreras universitarias. EL CFT Don Bosco llegó a operar en diez sedes a lo largo del país, y para el año 2006 contaba con una matrícula de 1.120 alumnos en sus distintas sedes. No obstante, por distintas problemáticas (abordadas en la siguiente sección) se decidió no dar continuidad al CFT; el 2007 fue traspasado al alero de la Universidad Cardenal Raúl Silva Enríquez (UCSH), y el año 2010 se efectuó su cierre definitivo. Percepción de la experiencia y lecciones aprendidas Aun cuando el proyecto de CFT se visualizó como un beneficio hacia los alumnos, para fomentar la continuidad de estudios superiores, se percibe en este caso que problemas y limitaciones de distinta índole, dificultaron su mantención y cumplimiento con las metas establecidas. Por una parte, el CFT tuvo una lógica centralizada, en la cual las decisiones en los diferentes planos fueron tomadas por una rectoría laica a nivel nacional. No obstante, su implementación debía coordinarse con los directores religiosos de obra locales, que estaban a cargo de cada una de las sedes del CFT Don Bosco, así como también del establecimiento que los albergaba en su infraestructura. Al no estar todos los directores igualmente comprometidos con el proyecto del CFT, se dificultó la operación entre las distintas sedes y la rectoría nacional, la cual no tenía atribuciones por sobre los directores de las obras locales. En este sentido, la hegemonía del nivel escolar y la autoridad de los religiosos, por sobre el nivel de educación superior, complejizó las decisiones para la subsistencia del CFT. Otros problemas que se presentaron se relacionan a los aspectos previstos como favorables antes de iniciar el proyecto. En la práctica se constató que el prestigio de los establecimientos técnicos de la Congregación, no fue automáticamente transferible al CFT. Asimismo, si bien se anticipaba una matrícula no superior al 30% desde los propios establecimientos salesianos, ésta fue incluso menor. Entre los motivos, se señala que los alumnos optaban por otras instituciones, porque continuar en el CFT de su establecimiento significaba para ellos prolongar su escolaridad, y no dar el paso hacia la educación superior. Tampoco tenían el incentivo del reconocimiento de sus estudios previos; en caso de proseguir carreras directamente relacionadas a su especialidad de egreso, el CFT no consideró en el diseño curricular de sus carreras, la articulación con los planes y programas de estudio del nivel secundario, que permitiera a los egresados la convalidación de asignaturas en el CFT.
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Por tanto, el ingreso de alumnos se conformó por un mercado y público diferente, con lógicas de acción distintas, debiendo el CFT posicionarse independientemente del legado de la congregación salesiana. En la comunidad próxima a los establecimientos de Don Bosco, se contaba con otros Centros de Formación Técnica, y el CFT no logró posicionar en el imaginario público su oferta de educación superior diferenciada del nivel de educación media. La falta de matrícula generó otros problemas que no habían sido previstos en el diseño original, como el ingreso al CFT de alumnos que en su mayoría, tenían bajo rendimiento o alumnos mayores, y principalmente de bajo nivel socioeconómico. De tal forma, no se lograron buenos resultados académicos, debiendo implementar cursos de nivelación en lenguaje y matemáticas, y repetir contenidos a los alumnos, no alcanzando el nivel académico esperado. La menor demanda a la proyectada causó también problemas financieros, ya que obligó a la institución a implementar estrategias de difusión y atracción de alumnos, con sus correspondientes costos asociados. Dado que el CFT no estaba acreditado, y los alumnos no eran de alto rendimiento, no podían postular a becas estatales, aumentando las probabilidades de no pago. Asimismo, las carreras ofrecidas por el CFT se dieron en horario vespertino, factor relacionado a una mayor tasa de deserción. En la misma línea, no se proyectaron costos que se dieron en la ejecución, relacionados a infraestructura y equipamiento, y personal docente para el CFT. Respecto a la docencia, se esperaba que la mayoría de los profesores de los establecimientos también asumieran cursos del nivel superior, sin embargo esto en general no ocurrió, aumentando los costos de contratación de docentes. En términos generales, los problemas económicos fueron un elemento clave en el cierre del CFT. Mientras que con la incorporación de parte de los profesores y administrativos de EMTP en el CFT, se mantuvo una cultura escolarizante en el nivel superior. Siendo el cambio de paradigma lento y difícil, no se logró cumplir con las expectativas que los alumnos tenían de una educación superior diferenciada de la experiencia escolar. Sumado a los problemas de planificación, también existieron una serie de diferencias con la División de Educación Superior (DIVESUP) del Ministerio de Educación, lo que implicó que no se lograra la autonomía institucional. La visión de los entrevistados sugiere que el paradigma instalado en la DIVESUP ‐más cercano a la idea de una universidad que a la de CFT‐, tampoco facilitó la instalación de la institución superior. Esto, ya que se exigían aspectos como un currículo con alto nivel en matemáticas, e inmobiliario y equipamiento independiente del establecimiento, jornada diurna y no sólo vespertina, y financiamiento autónomo de la institución. Durante sus años de funcionamiento, el CFT estuvo siempre bajo el régimen de supervisión del Consejo Nacional de Educación, sin llegar a obtener su autonomía institucional. Estas diversas problemáticas derivaron en el traspaso del CFT a la UCSH; no obstante, al no contar la Universidad con experiencia en el nivel técnico, ni con equipamiento en las especialidades impartidas, se decidió finalmente el cierre del CFT. Se percibe que fueron principalmente factores internos los que llevaron a su término, los cuales pueden resumirse en un problema importante en su planificación, ya que muchos de los supuestos
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iniciales no se cumplieron, identificándose los siguientes: los alumnos de establecimientos salesianos prefirieron otras instituciones antes que continuar en el CFT de la misma institución; no se logró traspasar el prestigio de la Congregación hacia el CFT; la cultura escolarizante y paradigma de la educación secundaria se transfirió al CFT, desmotivando a los alumnos para optar a éste; no se dio una articulación curricular que incentivara mediante convalidación de asignaturas, la continuidad en el IES; los docentes de los establecimientos estuvieron poco involucrados para continuar enseñando en éste; existió una hegemonía escolar y religiosa por sobre el proyecto del CFT; hubo problemas en la planificación, y mayores costos que los previstos para la atención a alumnos de menor desempeño y nivel socioeconómico; se constató una planificación desde la retención de alumnos y no desde las necesidades de la empresa, existiendo una baja consideración de las expectativas de los estudiantes, y debilidades en la vinculación con el sector productivo. Consultados por la posibilidad de replicar la experiencia, los entrevistados manifiestan la necesidad de reevaluarla para no cometer los mismos errores. Se plantea que implementar nuevamente un CFT, presentaría dificultades para competir con otras instituciones de ESTP que ya cuentan con preponderancia en este nivel. Para no volver a atraer alumnos de menor rendimiento y nivel socioeconómico, se requeriría de estrategias especiales de nivelación y retención para dicha población, con el consiguiente costo y financiamiento especial. Asimismo, se plantea la pertinencia de considerar una oferta diurna y un sistema de articulación curricular entre nivel medio y superior desde el comienzo. De igual forma, se ve la relevancia de fortalecer los mecanismos de vinculación con las empresas y la coordinación con el sector productivo. En este sentido, se señala que en la experiencia anterior, se consideró principalmente la matrícula cautiva proveniente desde los establecimientos, por sobre las necesidades del mercado laboral, disminuyendo las oportunidades laborales de los estudiantes que accedían al CFT. • Caso 4: Institución regional de Educación Superior Técnico Profesional y establecimientos
enfocados a un sector productivo específico Antecedentes institucionales La Universidad de Talca fue fundada en 1981, y cuenta con cinco sedes emplazados en las ciudades de Talca, Curicó, Santa Cruz (Campus Colchagua), Santiago y Linares. El caso abordado se centró en el Campus Colchagua, unidad académica dedicada a la formación técnico profesional, la formación continua de profesionales, y la investigación y desarrollo para el sector productivo regional y nacional, vinculado a la industria vitivinícola. Imparte carreras técnicas de nivel superior en las áreas de Viticultura, Vinificación y Enología, Turismo Enológico, Laboratorio Enológico y Administración. El Liceo Agrícola de Molina se ubica en la Séptima Región, y ofrece la especialidad Agropecuaria. Pertenece a la red de establecimientos de la Corporación Educacional SNA Educa.8 El Centro Educacional Aquelarre es un establecimiento particular subvencionado, ubicado en la comuna de Teno, e imparte educación básica y media polivalente. Fue creado el año 1998, y desde
8 El Caso 6 presenta mayores antecedentes de esta institución.
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el 2005 ofrece EMTP, para las especialidades de Atención de Enfermos, Mecánica Automotriz, Telecomunicaciones, y Agropecuaria con mención en vitivinicultura. Descripción de la experiencia La iniciativa de la Universidad de Talca –Campus Colchagua‐ para generar articulación con establecimientos de educación media técnico profesional‐, se inicia mediante un Proyecto MECESUP el año 2010, adjudicado con SNA Educa. En este proceso de trabajo con la Corporación y el Liceo Agrícola de Molina, se concretó el diseño de un modelo curricular articulado (la experiencia se describe más adelante)9. La Universidad ha trabajado los últimos años con el sector productivo, a través de un Consejo con representantes empresariales, siendo el principal “aliado estratégico” Chile Vinos. Se plantea la relevancia de esta alianza, al contar con información sobre las habilidades y competencias levantadas a nivel técnico, para el sector vitivinícola. La institución ha utilizado lo desarrollado en el sector productivo –mediante la certificación de Reconocimientos de Aprendizajes Previos (RAP)‐ para complementar y elaborar sus módulos de enseñanza. Esto ha facilitado a la IES, la elaboración de sus mallas curriculares de acuerdo a las necesidades del sector, lo cual ha buscado traducir también, en una articulación con los establecimientos educativos. El objetivo de la Universidad fue generar, a partir del resultado del proyecto MECESUP con SNA Educa, un proceso abierto que permitiera a los alumnos de cualquier establecimiento con especialidad agropecuaria, convalidar asignaturas en dos de las carreras impartidas por la Universidad. Se llegó a la posibilidad de convalidar directamente 13 asignaturas para la carrera de Viticultura, y 11 para Vinificación y Enología, definidas tras comprobar que comparten competencias y conocimientos comunes entre ambos niveles educativos. Para el proyecto MECESUP, la Universidad de Talca realizó una revisión de las mallas curriculares del Ministerio de Educación para la especialidad agropecuaria de nivel medio. A partir de este trabajo, posteriormente la institución se ha ido vinculando con otros establecimientos con especialidad agropecuaria, por ejemplo, el Centro Educacional Aquelarre de Teno, la Escuela Agrícola de Lolol, y el Liceo Politécnico de Santa Cruz. Con estos, no se realiza una revisión conjunta de los planes y programas de estudio, por lo cual el vínculo ha sido básicamente a través de charlas informativas que realiza la institución a los alumnos, directivos y docentes, dando cuenta de esta vía de ingreso y sus beneficios. La IES tiene como objetivo que la articulación sea sistémica, para cualquier alumno o establecimiento que quiera sumarse a la iniciativa. En este sentido, se asume que obteniendo el alumno su título de nivel medio, puede directamente optar a la convalidación de asignaturas, posibilitando disminuir el tiempo de estudio en hasta dos trimestres. Además del título de egreso, el único requisito que exige la institución a los alumnos, es la revisión de antecedentes de aprobación de los cursos en enseñanza media, correspondientes a las asignaturas convalidables.
9 Si bien en principio se consideró abordar este caso desde la vinculación con el Colegio Aquelarre, la entrevista en la IES dio cuenta de este proceso previo, que constituye una experiencia interesante para ser incorporada en el estudio.
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Se plantea que la institución superior no tiene una limitación de cupos, y a la fecha han ingresado siete alumnos vía convalidación; ninguno de ellos ha optado por convalidar la totalidad de asignaturas permitidas. Se espera que el número vaya en aumento, en la medida que se generen más vínculos y difusión hacia establecimientos técnico profesionales de la región. Dado el poco tiempo y alumnos que han ingresado por esta vía, se plantea desde la Universidad, que no es posible dar cuenta de las características particulares de estos alumnos, o diferencias relevantes con aquellos que ingresan por admisión regular. Actualmente, la IES se encuentra en proceso de articulación para las carreras de Turismo y Administración, trabajo que ha comenzado a realizarse en reuniones conjuntas con el Liceo Politécnico de Santa Cruz. Se plantea que el objetivo final es lograr tener la totalidad de sus carreras articuladas, para lo cual se replicará el modelo con SNA Educa, levantando información de las competencias requeridas en el sector productivo, y revisando similitudes en la formación entregada en ambos niveles educativos. Al igual que con la especialidad agropecuaria, se espera llegar a un modelo abierto y directo, dando oportunidad a los establecimientos y alumnos de convalidar aquellas asignaturas definidas a partir de este trabajo. La Universidad busca lograr una trayectoria de formación continua, desde el nivel técnico medio, superior, y universitario. Para esto, ha modificado su reglamento, permitiendo a los alumnos de la institución, el ingreso especial a la carrera profesional de Agronomía con el reconocimiento de asignaturas previamente aprobadas en la carrera técnica superior. A pesar de esto, se plantea que no permite acortar la carrera, sólo mantener una menor carga horaria durante los años de estudio, por tanto, no constituiría un incentivo relevante para los alumnos. Por otra parte, existe coincidencia en cuanto a que el acceso a la Beca Nuevo Milenio y al CAE ha fomentado la continuidad de estudios técnicos superiores, especialmente considerando que un porcentaje importante de los alumnos en los establecimientos es de escasos recursos. En efecto, la IES acoge actualmente a un 60% de estudiantes que cuentan con estos beneficios. Para cumplir con sus exigencias–carga académica durante toda la carrera‐, la institución permite a los alumnos adelantar asignaturas de segundo año.
Convenio de articulación Universidad de Talca Campus Colchagua‐ Liceo Agrícola de Molina (SNA Educa)
Como se señaló previamente, el proceso de articulación entre ambas instituciones comenzó el año 2010, a través de un proyecto MECESUP adjudicado para este propósito. Se inició un trabajo con la Escuela Agrícola de Molina, y con el nivel central de SNA Educa. La Universidad, en su Campus Colchagua, buscaba generar articulaciones entre el nivel medio y superior, entendiéndolo como un proceso continuo en la formación técnica. El trabajo conjunto consistió en una primera etapa, en un análisis de los modelos internacionales existentes, incluyendo una visita a Francia y España. Si bien se plantea que dada las particularidades de estos sistemas (con una institucionalidad instalada), no es posible replicarlos a nivel nacional, se buscó tomar puntos de referencia para iniciar el proceso de articulación. Como exigencia del proyecto MECESUP, se conformó un directorio de trabajo tripartito, que incluyó a
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la Universidad, la Escuela Agrícola de Molina y SNA Educa, y el sector productivo, a través de Vinos Chile. Se realizaron reuniones y análisis de planes de estudios y competencias relevantes, y se desarrolló el modelo de articulación que rige actualmente. Se plantea que no existía un vínculo previo entre ambas instituciones; para la Universidad, la Escuela Agrícola de Molina representó un actor relevante, dado que su especialidad agropecuaria tiene mención vitivinícola, dando énfasis en sus cursos regulares y horas de libre disposición a esta área. Por su parte, se tomaron como insumo, las competencias y el perfil de egreso declarado por el sector productivo, para cargos técnicos –de nivel medio y superior‐ en distintas funciones laborales. A partir de esto, la Universidad adecuó sus mallas curriculares, acortando sus carreras asociadas al proyecto en un semestre (actualmente dura dos años). Asimismo, se establecieron los módulos convalidables, correspondientes a la carrera de Viticultura, y Vinificación y Enología. En SNA Educa, se señala que la institución había actualizado recientemente sus mallas de estudio, por lo cual el trabajo de articulación con la Universidad, no derivó en modificaciones a éstas. La Escuela Agrícola de Molina, mantiene convenios con otras instituciones como INACAP, dando la posibilidad a sus alumnos de escoger dónde insertarse en instituciones de nivel superior, que cuentan con una oferta de convalidación de asignaturas. Si bien no se generó un convenio formal entre ambas instituciones, la articulación permite una convalidación directa a los alumnos que quieran optar a ella. Asimismo, se mantiene una coordinación y reuniones de trabajo, que buscan a corto plazo, aumentar el vínculo entre la Universidad y la Escuela, a través de actividades conjuntas, capacitación docente, y cursos propedéuticos a los alumnos de durante la enseñanza media.
Convenio de articulación Universidad de Talca Campus Colchagua‐ Centro Educacional
Aquelarre de Teno El vínculo entre ambas instituciones comenzó el año 2013, ingresando el 2014 los primeros alumnos vía convalidación. El establecimiento ofrece la especialidad agropecuaria, y cuenta con módulos específicos orientados al área de vitivinicultura. Desde el Centro Educacional, se plantea que se acercaron a la Universidad, ya que constantemente están buscando generar convenios con instituciones de educación superior, para fomentar la continuidad de estudios de sus alumnos. La Universidad acogió el requerimiento, vinculándose con el Centro Educacional Aquelarre mediante charlas en este, para difundir el modelo de convalidación de asignaturas. En este caso, no se realizó un análisis conjunto de las mallas curriculares, indicándose desde la institución superior, que el trabajo de análisis de los planes del Ministerio de Educación fue previamente desarrollado –con SNA Educa‐, asumiendo que la especialidad agropecuaria en los distintos establecimientos, responde a una base de formación común. Se plantea que a futuro, se espera lograr un mayor trabajo a nivel académico, consistente en actividades de formación conjunta.
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El establecimiento, por su parte, ha participado en procesos de articulación más profundos con otras instituciones, como INACAP, Santo Tomás y La Araucana, que derivaron en la convalidación de asignaturas en ESTP. Con la primera se comenzó un trabajo conjunto el año 2009, implementando el convenio el año siguiente. El director del establecimiento señala que al abrir EMTP el año 2005, se elaboró la malla curricular en la especialidad agropecuaria, ajustando los planes del Ministerio de Educación, de acuerdo a los módulos impartidos por INACAP para esta carrera. Por tanto, el trabajo posterior para la articulación curricular –en 2009‐ consideró un proceso conjunto entre ambas instituciones, pero no derivó en mayores ajustes a los planes de estudio del establecimiento. Actualmente, se cuenta con un convenio de articulación también para Atención de Enfermos, y se está iniciando un trabajo para las especialidades de Mecánica y Telecomunicaciones. Asimismo, con Santo Tomás se comenzó un proceso de articulación el año 2012 (para las especialidades Agropecuaria y de Atención a Enfermos), que incluyó reuniones entre los equipos técnicos de las instituciones. En este caso, también se realizó un análisis de los planes de estudio, derivando en un ajuste de las mallas en el establecimiento, para cumplir con los requerimientos de la institución superior. Se plantea que al año 2013 ingresaron 35 alumnos a Santo Tomás vía convenio, permitiendo acortar sus años de estudio. Se percibe como la principal diferencia detectada entre la Universidad de Talca, y otras instituciones de educación superior con convenio de articulación, que estas últimas tendrían mayor flexibilidad en las asignaturas convalidables, definidas durante el proceso de trabajo previo entre las instituciones. La Universidad tiene establecido cuáles son sus módulos posibles de convalidar, debiendo ajustarse el establecimiento a esta normativa. El colegio cuenta con vínculos con el sector productivo agropecuario de la región, consultándole constantemente por las necesidades y competencias requeridas, para mejorar la formación de los alumnos. Además, se busca generar la mayor cantidad de articulaciones para favorecer la continuidad de estudios en educación superior. Esto se potencia en las instancias de orientación vocacional que ofrece el establecimiento, siendo un objetivo importante que la educación media no sea terminal, sino que una etapa para itinerarios formativos continuos. El colegio tiene como objetivo a corto y mediano plazo, mantener y ampliar los convenios de articulación con instituciones de educación superior, perfeccionando sus alcances, y aumentando los módulos convalidables en éstas.
Percepción de la experiencia y lecciones aprendidas A nivel de alumnos, el principal beneficio percibido es acortar los tiempos y costos de estudios superiores, permitiéndoles egresar antes y con mayores herramientas al mercado laboral. Desde los establecimientos, se indica como un objetivo fomentar la continuidad de estudios de sus alumnos, y cambiar la perspectiva de futuro en éstos y sus familias, para promover una mayor movilidad social.
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En efecto, a juicio del entrevistado del Colegio Aquelarre, los convenios han favorecido un aumento en la continuidad de estudios de sus alumnos, el cual en la actualidad llega a un 60% en carreras técnicas de nivel superior. Asimismo, permiten dar la alternativa cierta a los alumnos de lograr una carrera en un periodo menor, situación menos factible en una carrera universitaria, dadas las necesidades económicas de los alumnos y sus familias. Para la Universidad, se plantea como un beneficio –aun cuando se destaca que no es el más relevante‐ aumentar la matrícula. Más importante, se considera lograr difundir a la comunidad el trabajo que realiza la institución, y poder entregar a los alumnos mayores oportunidades de oferta académica, en lineamiento con las problemáticas y necesidades del sector productivo. Se indica como un objetivo, lograr articulaciones que permitan una mejor preparación de sus alumnos para el mercado laboral, aportando al desarrollo productivo de la región. En tanto, se considera como un factor relevante para la articulación, formalizar y fortalecer los vínculos con los establecimientos educativos, y mantener un contacto permanente con el sector productivo que apoye la planificación y ejecución de los programas de articulación, entregando información e insumos de las competencias requeridas en ambos niveles técnicos. Entre las dificultades percibidas, el entrevistado de la Universidad plantea como una problemática genérica que afecta a la educación técnica, la falta de valoración social e institucional que tiene actualmente esta formación, siendo relevante cambiar la visión y entender los beneficios que otorga, sobretodo existiendo la posibilidad de lograr articulaciones y trayectorias de formación técnica continuas. Si bien no lo plantea como una limitante en sí misma, también indica que las instituciones de nivel superior no pueden exigir una modificación de las mallas curriculares de la EMTP–correspondientes a las formuladas por el Ministerio de Educación‐, por lo que sólo pueden entregar sugerencias para dar énfasis en contenidos y competencias en las horas de libre disposición. Desde los establecimientos educativos, se indica como una dificultad, las diferencias en las mallas curriculares, siendo pertinente que en ambos niveles educativos, estén orientadas a las necesidades productivas de la región. Asimismo, se plantea que no siempre se logra aunar las voluntades entre los establecimientos, las instituciones de educación superior y el sector productivo, situación considerada indispensable para lograr articulaciones exitosas y aumentar las posibilidades de continuidad de estudios e inserción laboral de los alumnos. Por otra parte, los entrevistados coinciden en la relevancia de implementar un sistema nacional que favorezca las iniciativas de articulación. Se plantea que actualmente, los esfuerzos son particulares, generando un bajo impacto a nivel país. Por tanto, un marco de cualificaciones y políticas gubernamentales orientadas a entregar una formación coherente, con una visión y objetivos comunes, potenciarían la articulación entre nivel medio y superior. Para esto, se requiere una institucionalidad, que incluya no sólo a los actores educacionales, sino también al mundo productivo en la definición de competencias por sector. Un aspecto señalado es la posibilidad de acreditar la educación secundaria de acuerdo a estándares mediante una Agencia de Calidad. Asimismo, definir los niveles de logro y perfil de egreso para ambos niveles educativos, y así generar un sistema estandarizado, que permita una articulación
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entre el nivel medio y superior, sin necesidad de analizar caso a caso. En este sentido, entender la articulación como un modelo institucional y sistémico, que no dependa de las voluntades individuales, sino que esté normado de acuerdo a las exigencias para cada nivel educativo, generando articulaciones directas y homogéneas entre educación secundaria y superior, para las distintas instituciones y regiones. • Caso 5: Entidad sostenedora enfocada a especialidades del sector comercial con alto flujo de
egresados hacia distintas instituciones de ESTP Antecedentes institucionales La Fundación Nacional del Comercio para la Educación (COMEDUC), es una institución privada sin fines de lucro, creada el año 1987. Desde 1994 pasa a ser administrada por la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile (CNC), adoptando además su actual nombre, y posteriormente en el año 1997 su domicilio definitivo en las dependencias de la CNC. En la actualidad, COMEDUC administra 19 establecimientos técnico profesionales, bajo régimen de administración delegada. Estos se ubican principalmente en la Región Metropolitana, contando también con liceos en las regiones Quinta, Sexta, Séptima y Octava. El Liceo Comercial Joaquín Vera Morales (Instituto Superior de Comercio Nº 2‐ INSUCO 2), fue creado el año 1943, y depende de COMEDUC desde 1992. Actualmente, mantiene una jornada diurna, con un universo estudiantil de aproximadamente 1.668, y ofrece las especialidades de Contabilidad, Administración y Ventas. El Instituto Profesional de Estudios Bancarios Guillermo Subercaseaux (IEB) fue fundado el año 1929, por iniciativa del directorio del Banco Central de Chile. El año 1982, el Ministerio de Educación otorgó reconocimiento al IEB para operar como Instituto Profesional, y el 2004 declaró la plena autonomía del Instituto para ofrecer en forma independiente carreras técnicas y profesionales, programas y cursos de capacitación, y diplomados de alta especialización. Actualmente, imparte las siguientes carreras técnicas: Administración de empresas financieras, Técnico Financiero, y Contador de empresas financieras. El Centro de Formación Técnica de la Cámara Comercio de Santiago (CCS), pertenece a la Escuela de Comercio de dicha institución. Su área educacional incluye un Instituto Profesional (IP CCS), con autonomía desde el 2006, complementando la oferta que entrega el Centro de Formación Técnica (CFT CCS). El CFT cuenta con una sede en Santiago centro, e imparte doce carreras técnicas, entre estas, Administración y Ventas, Finanzas, Marketing y Gestión comercial, Contabilidad general, y Administración general. Descripción de la experiencia COMEDUC y sus establecimientos mantienen hace más de diez años vínculos con instituciones técnicas de nivel superior, generando convenios de cooperación mutua. Estos vínculos se traducen en pasantías a los docentes de los establecimientos, rebaja de aranceles y becas de estudio para los alumnos, charlas en los colegios, y visitas a las instituciones de educación superior. Algunas de éstas también ofrecen cursos propedéuticos a los alumnos de cuarto medio. Estos vínculos han sido
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posibles, de acuerdo a los entrevistados, gracias al prestigio que han logrado los establecimientos de COMEDUC en el área técnica profesional, y por el alto flujo de egresados que ingresa a instituciones de ESTP. Al respecto, plantean que la principal motivación para generar estos vínculos tiene relación con el cambio de paradigma y realidad de los establecimientos y alumnos egresados de EMTP. Se señala que actualmente, esta modalidad de estudios dejó de ser terminal, teniendo los alumnos mayores expectativas de continuidad de estudios superiores10. Desde COMEDUC y sus establecimientos, se cuenta con programas de orientación vocacional a partir de segundo medio para la definición de la especialidad a seguir, y en tercero y cuarto medio, se trabaja fuertemente en orientación para la continuidad de estudios, tanto internamente como en coordinación con instituciones de educación superior. Las iniciativas para vincularse con las IES, han surgido tanto desde los establecimientos (principalmente por contactos propios de directivos o profesores), como desde COMEDUC. En el primer caso, la iniciativa pasa a la entidad sostenedora para ser replicada al resto de sus colegios. No obstante el interés de COMEDUC y sus establecimientos por generar convenios de articulación curricular con instituciones de nivel superior, esto no se ha logrado o mantenido con la efectividad esperada. Se plantea que se han generado convenios que incluyen la posibilidad de articulación (con instituciones como la Escuela de Contadores de Santiago, INACAP y Universidad Santo Tomás). Sin embargo, los principales aspectos de los convenios y los más utilizados, se han enfocado a capacitación docente, rebaja de aranceles y charlas a los alumnos. Esto, ya que si bien se conformaron convenios para la convalidación de asignaturas, los cambios en las mallas curriculares y la falta de difusión hacia la comunidad educativa, conllevó a que esta posibilidad tuviera un impacto mínimo a nivel del alumnado. Por tanto, los convenios para convalidación fueron suspendidos varios años, comenzando recientemente a retomar el trabajo de articulación con instituciones de ESTP; con la Cámara de Comercio se cuenta recientemente con un convenio, y con el Instituto de Estudios Bancarios, se está avanzando en este camino. Las distintas iniciativas han sido particulares, sin contar con financiamiento estatal, ya que por ser sostenedor con modalidad de administración delegada, COMEDUC no cuenta con acceso a estos fondos de financiamiento. Desde el INSUCO 2, se indica que se comenzó un proceso de coordinación con DUOC para la articulación y posibilidad de convalidar asignaturas a los egresados. No obstante, sólo se llegaron a realizar dos reuniones para presentar los planes de estudio de la especialidad de Contabilidad, sin concretarse un convenio.
10 Un estudio realizado por COMEDUC el año 2010, indica que el 54% de sus egresados siguió estudios superiores, de los cuales un 40% lo hace en Universidades, el 51% en Institutos Profesional, y 9% en Centros de Formación Técnica. El estudio de seguimiento a alumnos egresados es realizado cada cuatro años por la entidad sostenedora.
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Los planes a futuro de COMEDUC son retomar los convenios existentes, como el caso del Instituto de Estudios Bancarios, y avanzar y consolidar convenios de articulación con otras instituciones de educación superior, como se ha hecho con la Cámara de Comercio. Esto implica que, sumado a los acuerdos de cooperación existentes, se logre un trabajo efectivo en la generación de convenios de articulación para la convalidación de asignaturas en estudios superiores. Dado que COMEDUC cuenta con planes y programas propios (en base a competencias a partir del vínculo con el mundo productivo), se deben ajustar y reevaluar los planes de estudio del Ministerio de Educación a ser implementados desde el próximo año. Finalmente, se plantea que la posibilidad de acceso a la Beca Nuevo Milenio y CAE para estudios técnicos superiores ha sido un factor relevante para direccionar las expectativas y opciones de los alumnos hacia la continuidad de estudios una vez egresados de educación media. Sin embargo, faltaría aumentar la difusión de estos beneficios hacia los alumnos para lograr un mayor impacto. Por tanto, desde COMEDUC se percibe que en la actualidad, estos optarían principalmente por instituciones de ESTP que ofrecen directamente becas o rebajas de aranceles. Convenio de articulación COMEDUC‐ Centro de Formación Técnica de la Cámara Comercio de
Santiago (CCS) El año 2012, el CFT CCS inicia un proceso de articulación académica con COMEDUC, firmando convenios con cinco de sus liceos. El CFT mantenía previamente con COMEDUC y otros establecimientos, acuerdos de cooperación que incluían descuento de aranceles y charlas para los alumnos, y visitas de los establecimientos a la institución. La iniciativa de articulación fue propuesta por COMEDUC, y habiendo el entrevistado del CFT trabajado por varios años en esa fundación, aceptó comenzar un trabajo conjunto. Un primer estudio realizado por el CFT, antes de iniciar el proceso de articulación, fue aplicar una evaluación hace cuatro años, de sus propios estudiantes. Los resultados arrojaron que desde los establecimientos de COMEDUC, sobre el 80% de sus egresados obtenían buenas calificaciones en las asignaturas impartidas. Con este insumo, el CFT dio paso a la siguiente etapa, consistente en reuniones con COMEDUC y los directores de los establecimientos, para comparar y analizar los programas y planes de estudio de ambas instituciones. Este proceso tuvo el objetivo de revisar similitudes en las mallas académicas, para definir las asignaturas convalidables. La revisión presentó cerca de un 80% de coincidencia entre ambas mallas curriculares, en módulos entregados en las especialidades/carreras de Contabilidad, Administración y Ventas. Posteriormente, el director académico del CFT realizó visitas a los establecimientos, para comprobar el cumplimiento efectivo de los planes y programas. El convenio comenzó a aplicar el año 2013 para las especialidades de Administración y Contabilidad. El CFT convalida directamente a los egresados de los establecimientos de COMEDUC, cuatro asignaturas de primer semestre (Administración, Computación, Contabilidad, y Desarrollo de habilidades de comunicación), en las cuales se comprobó la homologación en las mallas. Las otras dos asignaturas impartidas por el CFT en primer semestre (Inglés y Matemáticas para administración) no son convalidadas directamente, pero se da la opción al alumno con nota
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superior a 5,8 en enseñanza media, de rendir una prueba de conocimientos relevantes, y según sus resultados, convalidar estas asignaturas. En los dos años que ha funcionado el convenio, han ingresado siete alumnos por esta vía, lo que representa un bajo porcentaje del total de alumnos del CFT. Por tanto, no es posible dar cuenta de sus características o diferencias con otros estudiantes que ingresan por admisión regular. El CFT no tiene cupos predeterminados para el ingreso vía convenio, dando la opción de seguir estudios diurnos y vespertinos. También, ofrece la posibilidad a los egresados –después del año de firma del convenio‐ de ingresar directamente desde la educación media, y también tras un par de años, siempre que hayan trabajado en su especialidad. La coordinación con COMEDUC y los establecimientos se mantiene mediante reuniones y visitas del CFT, revisando anualmente los programas (para ajustarse a los cambios que la institución superior realiza en sus planes, mediante un proceso de benchmarking del mercado cada tres años). En las charlas que da el CFT en los establecimientos, se informa del convenio, por lo cual se espera que vaya en aumento el número de alumnos que ingresan por esta vía a la institución. Actualmente, este es el único convenio de articulación curricular que mantiene el CFT, pero han iniciado conversaciones con otros dos establecimientos de EMTP, cuyos egresados también lograron buenos resultados en la evaluación realizada por la institución. El CFT no ha contado con financiamiento estatal para generar los convenios de articulación, planteando que el costo corresponde al tiempo dedicado por el equipo académico a cargo. El entrevistado de la institución planea darle continuidad al vínculo con COMEDUC, incorporando a todos sus establecimientos al convenio. A futuro, se requerirá un nuevo proceso de homologación de asignaturas y contenidos, dado el cambio en los planes y programas del Ministerio de Educación. El objetivo a largo plazo, es incorporar otros establecimientos municipales y particular subvencionados a esta iniciativa, de acuerdo a los resultados de los estudiantes que cursan carreras técnicas en el CFT. Por otra parte, la Cámara de Comercio cuenta también con un Instituto Profesional, el cual se mantiene articulado con el CFT, teniendo los estudiantes de este último, la opción de convalidar asignaturas si siguen estudios en el IP. Asimismo, se mantiene un convenio con la Universidad Mayor, para rebaja de aranceles, y de articulación para la convalidación de ramos, indicándose que los criterios para esto son impuestos por la Universidad.
Convenio de articulación COMEDUC‐ Instituto Profesional de Estudios Bancarios Guillermo
Subercaseaux (IEB) Desde el IEB, se plantea que están en constante búsqueda de alianzas con establecimientos de EMTP. Esto, ya que al impartir carreras técnicas orientadas al ámbito bancario específicamente, no realizan un proceso de publicidad masiva, sino que se enfocan en la vinculación directa con establecimientos que imparten especialidades afines. El Instituto creó una Red de Estudios Bancarios hace diez años con varios establecimientos, entre ellos de la COMEDUC, mediante el cual se firmaron convenios para rebaja de aranceles,
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capacitación docente, y de articulación para algunas carreras como Contabilidad. No obstante, se plantea que no se llegó a concretar la articulación y convalidación de asignaturas, quedando obsoleta esta meta del convenio. Entre las razones para esto, se indica que los alumnos no lograron cumplir con los requerimientos de la institución, ya que al analizar las mallas se comprobó una insuficiente homologación de los contenidos impartidos. En la actualidad, el IEB comenzó un plan piloto con siete establecimientos –cuatro de COMEDUC‐ consistente en ofrecer a los alumnos de cuarto medio cursos de nivelación en Excel y Contabilidad. Esta es una actividad extracurricular para los alumnos que desean tomarla; aprobando estas asignaturas, pueden convalidarlas en el primer semestre de cualquier carrera que imparte el Instituto. Este año ingresaron por esta metodología 20 alumnos, de un total de 400. Dentro del mismo proceso, se ha trabajado en la actualización de los convenios, incorporando los cambios que el Instituto realiza en sus mallas, según las necesidades del mercado laboral. También se ha desarrollado un proyecto –Cerrando Brechas‐ con establecimientos de la COMEDUC y otros (doce en total). Se espera analizar las nuevas mallas curriculares del Ministerio de Educación implementadas el año 2015, conocer la realidad y resultados de los establecimientos, para verificar la factibilidad de incorporar un proceso de convalidación directa de asignaturas técnicas. Específicamente con COMEDUC, se comenzó un proceso de trabajo que se encuentra en una etapa inicial de reuniones para identificar asignaturas potencialmente convalidables, mediante el análisis conjunto de los planes y contenidos impartidos en ambos niveles.
Percepción de la experiencia y lecciones aprendidas Se percibe que el principal beneficio de mantener convenios de articulación se da para los alumnos, en cuanto favorece una orientación hacia la continuidad de estudios superiores, teniendo como incentivo adicional la posibilidad de convalidar asignaturas y acortar los tiempos y costos de estudio. A nivel de COMEDUC y sus establecimientos, estos convenios son incorporados a la oferta educacional, como una alternativa que entrega un valor agregado para los alumnos y sus familias, y prestigio a los colegios. Los entrevistados de este nivel, consideran que para las instituciones de educación superior, la oferta de articulación y convalidación de asignaturas presenta la posibilidad de aumentar su matrícula de alumnos provenientes de establecimientos con convenio. Desde el CFT de la Cámara de Comercio se plantea que la generación de convenios y la convalidación de asignaturas representa un incentivo para la continuidad de estudios superiores de los alumnos, sin repetir asignaturas que ya vieron es educación media, y dando prioridad a los cursos no convalidables. El entrevistado del Instituto de Estudios Bancarios, señala además que los convenios permiten a los establecimientos y sus docentes mantenerse actualizados en la realidad y necesidades del mercado laboral. A nivel de instituciones de nivel superior, los entrevistados señalan la relevancia de recibir alumnos mejor preparados y con mayor motivación para continuar una carrera técnica que ya conocen. Se
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percibe que esto puede ser un factor relevante en la disminución de las tasas de deserción en educación superior. En el CFT de la Cámara de Comercio, se indica que en su misión institucional está dar cabida a alumnos de especialidades técnicas de nivel medio, y se espera recibir a los de mejores resultados académicos. El entrevistado del Instituto de Estudios Bancarios, señala la relevancia de contar con alumnos con buena formación, ya que al estar vinculados con la Asociación de Bancos, los resultados de sus estudiantes han garantizado un 100% de inserción laboral de sus egresados. Por otra parte, las dificultades identificadas entre los entrevistados de educación media, radican en la falta de avance y concreción de las iniciativas comenzadas. De tal forma, se plantea que faltaría voluntad desde las IES para establecer convenios de articulación. Asimismo, se percibe que existiría cierta reticencia desde estas instituciones para reconocer la formación académica entregada en educación media, aun cuando se destaca que COMEDUC mantiene un trabajo de actualización constante de sus mallas a partir del vínculo con el mercado laboral. Por parte de los entrevistados en las instituciones de ESTP, la principal barrera percibida es el tiempo que conlleva para los profesionales hacerse cargo de estos procesos (tanto desde los establecimientos como de las instituciones), así como la falta de recursos provenientes del Estado para facilitar estos vínculos. También, se indica que es necesario que los establecimientos se adecuen a los planes de estudio de las instituciones de educación superior para lograr acuerdos de articulación. Un aspecto fundamental planteado tiene que ver con las confianzas generadas desde ambos niveles educativos, siendo imprescindible para el éxito de estos procesos. Los entrevistados de educación media señalan la relevancia de implementar políticas nacionales para la articulación, en cuanto favorecería la generación de trayectorias formativas, dando continuidad entre los estudios medios y superiores de los alumnos. Asimismo, la creación de políticas permitiría normar estos procesos, para no depender sólo de las voluntades personales o institucionales al momento de concretar convenios de articulación. También se plantea que debiera haber un mayor apoyo económico, además de la Beca Nuevo Milenio y el CAE, que permita cubrir efectivamente las necesidades de los alumnos que optan por carreras técnicas de nivel superior. A juicio de estos entrevistados, la implementación de un marco de cualificaciones permitiría regular trayectorias formativas, determinando las competencias exigidas en los distintos niveles ‐media, CFT, IP, universidad‐ y otorgando mayores posibilidades a los alumnos para continuar trayectorias formativas. Para el entrevistado del CFT de la Cámara de Comercio, sería importante contar con un sistema nacional o marco de cualificaciones que facilitara a los establecimientos generar vinculaciones académicas con instituciones de educación superior. No obstante, señala como un elemento fundamental, elaborar estudios de factibilidad económica de las especialidades y carreras técnicas de acuerdo al mercado laboral, antes de iniciar un modelo nacional, así como también contar con recursos gubernamentales para facilitar los procesos de articulación. Por su parte, el entrevistado del Instituto de Estudios Bancarios, percibe positivamente la implementación de un sistema nacional para regular las iniciativas particulares, y no basarlas sólo en la voluntad de las instituciones. Sin embargo, considera que la centralización de estos procesos puede implicar demoras en el logro de los objetivos. Un aspecto que destaca es la relevancia de
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facilitar las alianzas entre ambos niveles educativos, pero siempre regulando mediante acreditación académica, a las instituciones que pueden participar de estos convenios. Ambos entrevistados de la ESTP coinciden en la pertinencia de generar un sistema transversal en la educación técnica, pero sin implicar una disminución en la autonomía de las instituciones de educación superior, sino que debiera orientarse a una mayor flexibilidad en educación media para modificar sus mallas y contenidos, ajustándose a los requerimientos del nivel superior. En este sentido, generar un marco de cualificaciones que “nivele hacia arriba”, que incluya capacitación docente en los establecimientos, y mallas curriculares en educación media afines a la educación técnica superior. • Caso 6: Entidad sostenedora enfocada a especialidades del sector agrícola con alto flujo de
egresados hacia la misma institución de Educación Superior Técnica Profesional Antecedentes institucionales SNA Educa fue creada el año 1976 por el Directorio de la Sociedad Nacional de Agricultura de Chile, en ese entonces con el nombre de Corporación de Desarrollo Social del Sector Rural (CODESSER). A partir del año 2011, se denomina Corporación Educacional SNA Educa, y tiene el propósito de contribuir al desarrollo rural a través de la educación. Actualmente, cuenta con 20 establecimientos bajo régimen de administración delegada o particular subvencionado, distribuidos desde Iquique a Coyhaique, que imparten educación Técnica Profesional y Científico Humanista. En la actualidad, ofrece 14 carreras técnicas, siendo la principal Agropecuaria, pero incluyendo además especialidades como Forestal, Elaboración Industrial de Alimentos, Mecánica Industrial y Automotriz, Electricidad, Edificación, y Secretariado, entre otras. En conjunto, estos establecimientos atienden a una población cercana a los 10.000 estudiantes, 50% de los cuales son residentes de zonas rurales distribuidas a lo largo del país. La Universidad Santo Tomás fue fundada el año 1981, con un Centro de Formación Técnica (Centro Interamericano de Educación y Cultura, CIDEC). En 1987, el Ministerio de Educación autorizó el funcionamiento del CFT y del Instituto Profesional en diez ciudades del país, mientras en 1989 comenzó a operar como universidad. En la actualidad, Santo Tomás cuenta con sedes a lo largo del país, desde Arica a Punta Arenas. Las carreras técnicas ofrecidas corresponden a distintas áreas, como Recursos Naturales, Administración, Comunicación, Diseño, Informática, y Turismo, entre otras. Descripción de la experiencia La principal motivación desde SNA Educa para implementar convenios de articulación con instituciones de nivel superior, radica en la posibilidad de otorgar a sus alumnos mayores oportunidades de continuidad de estudios. Se espera ofrecer a los alumnos una efectiva integración al campo laboral, pero se fomenta que la educación media no sea terminal, y que los alumnos logren proseguir estudios superiores. Por otra parte, se indica como un elemento importante para la generación de convenios de articulación, el prestigio de la formación académica y técnica de los liceos de SNA Educa,
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representado por los aprendizajes logrados, y la alta calidad de su infraestructura y equipamiento en la especialidad agrícola. SNA Educa mantiene vínculos con instituciones de educación superior, tanto técnicas como universidades, orientados básicamente a la entrega de becas a los alumnos. Entre estas, la Universidad Católica y de Concepción, DUOC, y Centros de Formación Técnica e Institutos Profesionales en regiones. Asimismo, se plantea que la Corporación postula constantemente a becas y fondos, para financiar viajes al extranjero y actividades de aprendizaje para los alumnos. Además del convenio de articulación con Santo Tomás (descrito más adelante), SNA Educa mantiene acuerdos de este tipo con INACAP, Universidad de Talca, y otras instituciones, para los cuales se desarrolló un proceso de análisis de mallas curriculares. En estos casos, opera la convalidación directa de asignaturas al momento en que el alumno se matricula en la institución superior. Para dar difusión a estos convenios, el nivel central de la entidad sostenedora envía un comunicado oficial a sus establecimientos, teniendo cada uno el rol de trasmitir la información y motivar a los alumnos a través de sus instancias propias de orientación. El director del Liceo Tadeo Perry Barnes de Ovalle, plantea que INACAP también participa con el establecimiento, entregando charlas y becas a los alumnos, realizando visitas a la institución, capacitación docente, y actividades conjuntas relacionadas al área agrícola. De acuerdo a datos proporcionados por SNA Educa, el año 2006, un 24% de sus alumnos ingresaron a educación superior, 67% de éstos a educación técnica. Para el 2010, aumentó a 35% el número que continuó estudios, 69% en ESTP. La principal barrera percibida para la continuidad de estudios, estaría dada por el bajo nivel socioeconómico de las familias que acogen los establecimientos de SNA Educa. Por tanto, un aspecto fundamental en el incremento de los alumnos que continúa estudios superiores, ha sido el acceso a la Beca Nuevo Milenio y al Crédito con Aval del Estado para educación técnica superior.
Convenio de articulación SNA Educa‐ CFT Santo Tomás El convenio entre SNA Educa y el CFT de Santo Tomás se comenzó a desarrollar el año 2009, siendo implementado el 2010, en la especialidad agropecuaria. El proceso para la articulación comprendió reuniones a nivel central, y un trabajo colaborativo entre los especialistas de ambas instituciones. En estas instancias, se revisaron y compararon las mallas curriculares, y programas y contenidos. Desde SNA Educa, se indica que en ese momento acababan de actualizar sus planes de estudio. Esto, sumado a la preparación de su equipo técnico y curricular, permitió un trabajo “de igual a igual” con los especialistas de Santo Tomás, que verificó una alta homologación entre los planes y programas de estudio de ambas instituciones. Santo Tomás también revisó los resultados de los estudiantes cursando estudios en el CFT, verificando el buen desempeño en los aprendizajes y perfil de egreso esperado por la institución.
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SNA Educa inició el primer proceso y convenio de articulación con Santo Tomás, ya que para la entidad sostenedora, representaba una oportunidad importante para la continuidad de estudios de sus alumnos, dado que la IES cuenta con sedes a nivel nacional, al igual que SNA Educa. El convenio existente permite la convalidación directa a los alumnos egresados de todos los establecimientos de SNA Educa que imparten la especialidad agropecuaria. En total, la carrera se acorta en un año, convalidando asignaturas de primer y segundo semestre. Santo Tomás coordina una malla para que el estudiante tenga todos los semestres carga académica, y de esta forma, no pierda acceso a becas o CAE (los alumnos pueden tomar asignaturas en paralelo de primer y tercer semestre, y de segundo y cuarto). En la entrevista con el director del Liceo Tadeo Perry Barnes de Ovalle, se confirmó que el convenio de articulación con el CFT de Santo Tomás permite la convalidación de once asignaturas para la carrera de Técnico Agrícola. Además, la institución se vincula con el establecimiento, dando charlas vocacionales a los alumnos y participando en actividades del colegio. Tanto en estas charlas, como en las instancias de orientación propias del establecimiento, se da a conocer a los alumnos los alcances del convenio de articulación. El director plantea que a la fecha, han ingresado entre ocho a diez alumnos vía convenio al CFT. Sin embargo, no se cuenta con información sistematizada sobre su desempeño en educación superior. Por otra parte, Santo Tomás comenzó su trabajo para la articulación con establecimientos de EMTP, mediante la revisión de los planes de estudio entre la institución y los liceos para generar matrices de convergencia, e identificar aquellas asignaturas posibles de convalidar. Se percibió que esto no daba una idea clara del logro académico de los alumnos (se da como ejemplo un establecimiento técnico de Atacama, en que aquellos que ingresaron vía convenio, no lograron buenos resultados en el CFT). Por tanto, se sumó a la revisión curricular, otro proceso que incluye la evaluación de una muestra de alumnos de cuarto medio de los establecimientos, mediante un protocolo estandarizado de entrevista, en que se miden los conocimientos y competencias en las asignaturas identificadas como convalidables, en el proceso de análisis de los planes y programas (el instrumento incluye preguntas específicas del área técnica agrícola). En la actualidad, además de SNA Educa, el CFT mantiene convenios de articulación con 27 establecimientos a lo largo del país. En estos, también se han incluido las carreras de Enfermería y Administración. No obstante, sólo con los establecimientos de SNA Educa se permite la convalidación directa a los alumnos de todo un año académico. Esto, ya que se percibió que los planes y programas de otros establecimientos, así como los niveles de aprendizaje de los alumnos, no cumplían con las exigencias de Santo Tomás, permitiéndoles la convalidación directa sólo de tres a cuatro asignaturas en la carrera. El CFT permite el ingreso de alumnos por esta vía inmediatamente tras finalizar enseñanza media, pero también se amplía la posibilidad hasta seis años tras el egreso, si demuestran que se han desempeñado en el área agrícola.
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Asimismo, sólo convalida asignaturas técnicas; en aquellas transversales como matemáticas y lenguaje ofrece cursos de nivelación no convalidables. El CFT se articula con los establecimientos de educación media técnica profesional, el que a su vez, está articulado curricularmente con su IP, y éste con la Universidad, para generar un itinerario de formación, con convalidación de asignaturas para una misma carrera. Santo Tomás ha participado en proyectos Chile Califica, orientados al reconocimiento de aprendizajes de trabajadores. También, realizó un proyecto MECESUP desde el año 2008, que permitió diseñar internamente el procedimiento de articulación utilizado actualmente. Los costos para la articulación con establecimientos están incluidos en los presupuestos de cada sede, ya que en la definición institucional, se generan metas para la vinculación con los liceos y la generación de convenios. Desde SNA Educa, este proyecto ha sido realizado con financiamiento propio de la Corporación, señalándose que los costos corresponden básicamente al tiempo de recursos humanos destinado a esto.
Percepción de la experiencia y lecciones aprendidas Entre los beneficios de los convenios identificados para los establecimientos, se plantea la posibilidad de entregar alternativas y proyección para la continuidad de estudios a los alumnos, aspecto presente en la misión institucional de SNA Educa. Los beneficios percibidos para los alumnos son coincidentes entre los entrevistados, en cuanto fomenta la continuidad de estudios, permitiendo el ahorro de tiempos y recursos económicos. Esto cobra mayor relevancia, considerando que los establecimientos atienden a alumnos provenientes de los dos primeros quintiles de ingreso. Por su parte, se percibe como un beneficio para las instituciones de educación superior contar con una demanda de alumnos del área agrícola, dado que las carreras vinculadas a este sector habrían experimentado una disminución en su matrícula durante los últimos años. Por tanto, mantener convenio con SNA Educa –que cuenta con un alto número de establecimientos con esta especialidad‐ representa una oportunidad para captar alumnos, y mantener abiertas las carreras agropecuarias en la institución superior. Desde Santo Tomás, también representa un beneficio recibir alumnos vía convenio, ya que llegan con mayor conocimiento de la carrera y del perfil de egreso, logrando menores tasas de deserción, y favoreciendo un ambiente de mayor motivación en el aula. Asimismo, se plantea que la vinculación con los liceos le permite a la Universidad generar una retroalimentación y arrendar en algunas de sus sedes, la maquinaria de los establecimientos, lo cual también genera un beneficio para estos últimos, ya que la institución superior aporta con recursos para petróleo y mantención. Otra ventaja para los liceos, son las visitas que realizan sus docentes a la institución, lo cual les permite actualizarse y acercarse a las necesidades del mundo laboral. Un aspecto clave que resaltan los entrevistados de ambas instituciones, tiene relación con la importancia de generar confianzas mutuas entre la entidad sostenedora y sus establecimientos, y la institución de ESTP. Para la entrevistada de esta última, es fundamental la comunicación entre
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ambas partes, y la confianza en los estándares de calidad en educación media, en cuanto a que los aprendizajes efectivamente correspondan a los contenidos planteados en los planes de estudio. Desde SNA Educa, se señala que ser una Corporación y contar con una unidad académica y con especialistas técnicos y curriculares, ha posibilitado un trabajo conjunto y en igualdad de condiciones con las instituciones de educación superior. En cuanto a las barreras y limitaciones percibidas para la generación de convenios de articulación entre ambos niveles educativos, las entrevistadas de SNA Educa consideran que existiría un sesgo y desconocimiento por parte de las instituciones de ESTP, respecto a la calidad educativa y nivel de competencias que entregan los establecimientos. Otro aspecto que limita la continuidad de estudios de sus alumnos es la falta de internados o residencias para estudiantes que siguen educación superior, considerando que cerca del 50% de ellos residen en zonas rurales alejadas de las sedes de instituciones de nivel terciario (los establecimientos de SNA Educa ofrecen internado a sus alumnos). Se considera como una alternativa la entrega de becas de mantención, adicionales a las que cubren aranceles. A nivel general, la principal barrera detectada por la entrevistada de Santo Tomás, tiene relación con la falta de tiempo, tanto de los jefes de carrera en las distintas sedes de la institución, como de los equipos técnicos de los establecimientos, los cuales además no siempre cuentan con los recursos para destinar al proceso de articulación. Si bien se reconoce que desde los liceos existe la disposición, se plantea que la decisión de articular pasa muchas veces por la entidad sostenedora, respondiendo a las prioridades que tiene, las cuales no siempre apuntan a la generación de estos convenios. Otra dificultad detectada, es el desfase existente en los procesos de titulación de los establecimientos y de admisión en el CFT. Al respecto, se señala que si bien este último no exige título a los alumnos para matricularse, en general los establecimientos piden a la institución que lo solicite, ya que el cumplimiento con la práctica profesional es parte de sus metas institucionales. Esto genera en ocasiones, que cuando el alumno logra la titulación de enseñanza media, ya ha finalizado el proceso de admisión en el CFT. Sobre la continuidad de estos procesos, desde SNA Educa se plantea que se está estudiando la posibilidad de generar convenios de articulación con Centros de Formación Técnica en zonas rurales. Se considera fundamental que la educación superior ofrezca la carrera en una infraestructura distinta al liceo, para generar un paso efectivo de los alumnos desde el nivel medio al superior. Asimismo, se ha comenzado a trabajar en procesos de articulación con INACAP, para otras especialidades: Mecánica Automotriz e Industrial, Electricidad, Alimentación Colectiva, Edificación, e Instalaciones Sanitarias. Los planes a futuro de Santo Tomás consisten en perfeccionar la efectividad del procedimiento actual para la articulación con los establecimientos de nivel medio. Esto implica generar una estructura integrada por la institución, los establecimientos y el mundo empresarial, para favorecer el buen cumplimiento de los convenios y desempeño de los alumnos que ingresan por esta vía.
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Respecto a la implementación de políticas gubernamentales, desde SNA Educa se considera imprescindible contar con un marco de cualificaciones, que dé cuenta de las competencias y perfil de egreso esperado para cada nivel educativo: educación media, CFT, IP, universidad. Se plantea que esto es fundamental para ordenar el sistema y no seguir realizando convenios individuales –caso a caso‐ que pasan generalmente por las voluntades de las instituciones involucradas. El proceso para llegar a un marco de cualificaciones debiera contar con una política gubernamental, dando proyección y mayor relevancia a la educación técnica profesional. Se contempla un trabajo que incluya a los distintos actores: gubernamental, instituciones de educación media y superior, y sector productivo. Desde SNA Educa, se indica que el Estado debe invertir los recursos necesarios para definir los estándares de calidad, partiendo por educación media, y desde esta base, identificar las competencias para la educación superior, generando itinerarios formativos. Asimismo, se plantea la relevancia de implementar mallas diferenciadas en las instituciones de ESTP, para los alumnos provenientes de educación científico humanista o técnica profesional, dado que de esta última, ingresan a educación superior con competencias que pueden ser convalidadas acreditando los estándares de enseñanza media. La entrevistada de Santo Tomás, coincide en la necesidad de implementar un marco de cualificaciones que defina, para las distintas especialidades y carreras afines, las capacidades y competencias, entregando el perfil de egreso que debe tener el alumno, correspondiente a cada nivel educativo. 5.3. Discusión y conclusiones Avances en articulación Los distintos casos de estudio dan cuenta de diferencias en términos de los avances logrados para la generación de convenios de articulación, presentando el Caso 1 (INACAP) y el Caso 6 (SNA Educa) los mayores avances a nivel institucional; por el contrario, el Caso 3 (CFT Salesianos Don Bosco) corresponde a una experiencia problemática que no llegó a concretar este tipo de vinculación. Siguiendo las tipologías de modelos de articulación propuestas en el marco conceptual (Robertson‐Smith, 1990), se advierte que en términos del Origen de la iniciativa, la totalidad de los casos examinados corresponde a Acuerdos voluntarios entre instituciones, los cuales se han generado recientemente y a partir del interés de los propios involucrados. Si bien en dos de los casos abordados, se contó con financiamiento estatal obtenido a través de fondos concursables públicos destinados a proyectos de articulación (FIAC y MECESUP), se trata de fondos puntuales que no logran dar cuenta de una política estatal sistemática en esta materia. De igual forma, en función de los resultados alcanzados, todas las experiencias de vinculación entre establecimientos EMTP e instituciones ESTP, corresponden al Modelo simple de articulación, ya que los beneficios de este proceso se traducen, en el mejor de los casos, en la disminución de los tiempos en las carreras de nivel superior, sin llegar a impactar en los contenidos transmitidos en la educación terciaria para los estudiantes que convalidan.
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En lo que sigue, se presentan los avances de cada una de las experiencias estudiadas, de acuerdo a la tipología de modelos de articulación en sus dimensiones de Avances hacia la articulación, y su Alcance e involucrados.
El caso 1 (INACAP) da cuenta de Avances tendientes a una Vinculación curricular participativa, mediante acuerdos que involucran a profesionales de ambas instituciones, generando modificaciones a los programas de los establecimientos, y la posibilidad de convalidar asignaturas en educación superior. A nivel de Alcances e involucrados, se observa una Vinculación uno a uno para un conjunto de programas, es decir, INACAP cuenta con un plan estandarizado, mediante el cual adecúa la oferta formativa entre las instituciones en convenio. El caso 2 (DUOC), al igual que otras instituciones de educación superior, ofrece la posibilidad a los egresados de EMTP de convalidar asignaturas, pero solo mediante prueba de conocimientos previos. Específicamente, el trabajo entre DUOC y el Liceo Andes contempló la participación conjunta de profesionales, y la homologación de los planes de estudio entre ambas instituciones. Se trata entonces, de una Vinculación curricular participativa, mientras que en la dimensión de Alcance e involucrados, este caso corresponde a una Concentración en una institución (DUOC). El caso 3 (CFT Salesianos Don Bosco) presenta una Vinculación Básica, ya que no consideró en ninguna de sus etapas, la revisión de planes y programas en conjunto ni la convalidación de asignaturas a los alumnos que ingresaban a la institución superior. Este caso consiste en una Concentración en una institución, pero no se lograron alcances en el proyecto, terminando con el cierre del CFT. Destacan problemas como la hegemonía del nivel escolar, problemas en la planificación y financieros, y una subestimación de percepciones y expectativas de los alumnos, entre otros. El Caso 4 (Universidad de Talca‐ Campus Colchagua) da cuenta de una Vinculación básica, que no involucra un trabajo conjunto entre las instituciones, ni modificaciones a las mallas de estudio. De tal forma, cualquier alumno puede optar a la convalidación de las asignaturas definidas por la institución superior (solo con SNA Educa, con quien se generó el primer convenio de articulación, se dio una Vinculación curricular participativa). A nivel de Alcances e involucrados se trata de un Programa tripartito, contando con el apoyo del sector productivo vitivinícola. El caso 5 (COMEDUC) no ha logrado avanzar mayormente hacia convenios de articulación, pero recientemente ha comenzado a iniciar o retomar iniciativas en este punto. Con una institución superior, mantiene una Vinculación básica, orientada a acciones mínimas y captar matrícula, aun cuando se espera avanzar hacia una Vinculación curricular participativa. Un segundo vínculo abordado incluyó un proceso de reuniones conjuntas para analizar los programas y planes de estudio de ambas instituciones, correspondiendo a una Vinculación curricular participativa. En ambos casos, los Alcances e involucrados corresponden a procesos Uno a uno para un programa. Finalmente, el caso 6 (SNA Educa), considera en sus convenios un trabajo colaborativo y revisión de mallas curriculares, cuyos resultados han permitido la convalidación de asignaturas en las instituciones de educación superior. Este caso presenta una Vinculación curricular participativa, mientras que a nivel de Avances e involucrados, corresponde a un Consorcio de instituciones.
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A partir de lo descrito anteriormente, el Cuadro 5.2 resume los casos estudiados, según los Avances por etapa de vinculación y el Alcance e involucrados. El Cuadro 5.3, en tanto, da cuenta de los principales hallazgos observados en los distintos casos. Cuadro 5.2: Etapa de vinculación y alcance e involucrados
Alcance e involucrados Avances hacia la articulación
Vinculación básica Vinculación curricular Vinculación curricular participativa
Uno a uno para un programa
• COMEDUC‐ IP Estudios Bancarios
• COMEDUC‐ CFT Cámara Comercio de Santiago
Uno a uno para un conjunto de programas
• INACAP‐ Complejo Educacional Eduardo Cuevas Valdés
Consorcio de instituciones
• SNA Educa‐ CFT Santo Tomás
Programas tripartitos
• Universidad de Talca Campus Colchagua‐ Colegio Aquelarre de Teno
• Universidad de Talca Campus Colchagua ‐ SNA Educa
Concentración en una institución
• CFT Salesianos Don Bosco
• DUOC‐ Liceo Politécnico Particular Andes
Cuadro 5.3: Principales hallazgos de los casos analizados
Caso Aspectos positivos Aspectos negativos
1. Institución ESTP con presencia a nivel nacional y flujo de egresados desde varios establecimientos
‐ La vinculación para la articulación se plantea como una prioridad declarada de la entidad de ESTP. ‐ Inacap cuenta con años de experiencia en esta materia, generando procesos estandarizados de articulación curricular, que incluyen la revisión de programas y permite la actualización de los planes de estudio de los establecimientos de EMTP. ‐ INACAP se encuentra elaborando un sistema de evaluación de aprendizajes, para verificar el desempeño académico y logros preliminares de los alumnos que ingresan vía convenio. ‐ Los establecimientos educacionales presentan un alto interés por esta vinculación, la cual también incluye capacitación a docentes y actividades de carácter vocacional hacia los alumnos, mediante charlas y visitas de INACAP.
‐ Actualmente, no se cuenta con información respecto al ingreso por esta vía, no existiendo evidencia sobre los beneficios directos para los alumnos. ‐La articulación es limitada, ya que permite la convalidación directa solo de algunas asignaturas, principalmente de primer semestre. ‐El proceso para alcanzar convenios con los establecimientos educacionales requiere un esfuerzo económico y de recursos humanos desde los establecimientos educacionales, lo cual puede limitar su logro. ‐ La continua actualización de programas de INACAP deja rápidamente obsoletos los programas de estudio del nivel secundario, levantando la duda sobre la efectividad de los procesos.
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Cuadro 5.3: Principales hallazgos de los casos analizados
2. Institución ESTP con presencia nacional y con establecimiento bajo la misma entidad sostenedora
‐ El uso de una fuente de financiamiento gubernamental (FIAC) para el primer proceso de articulación demuestra interés de parte de DUOC. ‐ La concentración de las instituciones en una misma entidad, hace más cercana la experiencia para la vinculación. ‐ EL IP y el establecimiento, además de compartir un mismo espacio físico, cuentan con un solo departamento de administración y finanzas, y existe participación de docentes en ambas instituciones. ‐ El proceso de articulación curricular contempla un trabajo conjunto entre las partes, lo cual contribuye a la actualización de los planes del establecimiento, y fortalece las confianzas para la generación de convenios. ‐ Existe un alto flujo de egresados del establecimiento hacia sedes del DUOC.
‐ A pesar de las tasas de continuidad de estudios, existe poca evidencia en la persistencia de estos, así como de los resultados académicos en la institución superior. ‐ La articulación no ha sido permanente, avanzando en procesos espaciados en el tiempo. ‐ La distinta periodicidad curricular entre la EMTP y ESTP (titulación en media y admisión en superior), afecta la posibilidad de ingreso vía convenio. ‐ DUOC no ha avanzado en convenios que permitan la convalidación directa de asignaturas a egresados de otros establecimientos educativos.
3. Institución ESTP y establecimientos bajo la misma entidad sostenedora
‐ La concentración de la EMTP y ESTP en una misma entidad sostenedora planteó la posibilidad de generar una articulación directa entre ambos niveles. ‐ Este caso representa una interesante experiencia de vinculación entre niveles de forma bottom‐up.
‐ La articulación curricular para convalidación de asignaturas nunca se contempló como un objetivo per‐se, estando el foco principal en capturar matrícula. ‐ Existió una hegemonía de nivel escolar, manteniendo una cultura escolarizante en la institución superior. ‐ Se presentaron importantes problemas de planificación, y supuestos no cumplidos que, junto a una sub estimación de las percepciones y expectativas de los alumnos, llevaron al cierre definitivo del CFT.
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Cuadro 5.3: Principales hallazgos de los casos analizados
4. Institución ESTP regional y establecimientos enfocados a un sector productivo específico
‐ Hacer uso de una fuente de financiamiento gubernamental (MECESUP) para el primer proceso de articulación demuestra interés de las partes. ‐ Existió en esta instancia, una vinculación tripartita que incluyó la institución superior, el sector productivo, y el sostenedor y sus establecimientos de EMTP. ‐ La vinculación permanente de la institución de ESTP con el sector productivo, permite la actualización curricular en base a las necesidades regionales. ‐ La institución de ESTP permite convalidar hasta 13 asignaturas a los alumnos que ingresan vía convenio.
‐ La institución de ESTP no ha mantenido procesos de vinculación curricular participativa con otros establecimientos. ‐ Esta flexibilidad para la convalidación de asignaturas de los alumnos, pudiera afectar su desempeño en el nivel superior. ‐ El vínculo entre la institución y los establecimientos de EMTP es débil, correspondiendo básicamente a charlas de orientación hacia los alumnos. ‐ Pocos alumnos han ingresado por esta vía a la institución de ESTP, no existiendo tampoco un seguimiento de estos.
5. Entidad sostenedora enfocada a especialidades del sector comercial con alto flujo de egresados hacia distintas instituciones de ESTP
‐ COMEDUC cuenta con amplia experiencia en la generación de vínculos tendientes a charlas a los alumnos, pasantías de sus docentes, y rebajas de aranceles por parte de varias instituciones de ESTP. ‐ Esto permite una alta flexibilidad de los alumnos para elegir una institución de ESTP, lo cual ha incidido también en mayores tasas en la continuidad de estudios superiores. ‐Existe una alta motivación desde la entidad sostenedora y los establecimientos por generar convenios de articulación curricular con instituciones de ESTP. ‐ Esto favorecería un mayor prestigio para sus establecimientos.
‐ Los procesos de articulación no han tenido una continuidad en el tiempo, generando un limitado impacto hasta el momento. ‐ Los convenios han correspondido mayormente a esfuerzos del nivel de EMTP, planteándose limitaciones por la falta de recursos provenientes del Estado, y reticencia de las instituciones de ESTP para concretar convenios de articulación.
6. Entidad sostenedora enfocada al sector agrícola con alto flujo de egresados hacia la misma institución de EMTP
‐La existencia de un sostenedor que agrupa a varios establecimientos de EMTP nivela el poder de negociación con las instituciones de ESTP, permitiendo una negociación “de igual a igual”, y favoreciendo la generación de confianzas. ‐ Existe un trabajo colaborativo de especialistas de ambas partes involucradas, así como vínculos adicionales a la articulación. ‐ La entidad sostenedora ha generado convenios con varias instituciones de ESTP, para la convalidación de asignaturas. ‐ La vinculación se da principalmente en el área agrícola, siendo relevante para la captura de matrícula en las instituciones de ESTP en carreras que tienden a la disminución de esta.
‐ Desde la entidad sostenedora se percibe un desconocimiento y sesgo de las instituciones de ESTP, de la formación entregada en la EMTP y las capacidades y competencias adquiridas por sus egresados. ‐ Infieren también que los convenios de articulación no son prioritarios para la mayoría de las instituciones de educación superior. ‐ El desfase entre los periodos de titulación de EMTP y de matriculación en ESTP presentan una limitante para el ingreso de alumnos vía convenio.
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Principales beneficios y barreras detectadas Respecto a los beneficios que conllevan los convenios de articulación, se percibe un alto nivel de acuerdo entre los entrevistados de EMTP y ESTP, siendo los principales: potenciar en los establecimientos de enseñanza media la continuidad de estudios de los alumnos, aumentar la matrícula efectiva en las instituciones de educación terciaria, y disminuir los tiempos y costos asociados para los alumnos que siguen estudios superiores. A nivel de establecimientos educativos, el principal beneficio apunta a potenciar la continuidad de estudios de sus alumnos (objetivo planteado por los entrevistados), ofreciendo la alternativa de acortar tiempos y costos en educación superior. Esto implicaría para los liceos, un valor agregado y prestigio que se traspasa a las familias al elegir una educación secundaria. Asimismo, se considera que los convenios y trabajo conjunto con instituciones de nivel superior, favorece la actualización de las mallas curriculares en los establecimientos y de los docentes de las áreas técnicas, en las necesidades reales del mercado laboral. A nivel de ESTP, el principal beneficio se orienta a incrementar el flujo de estudiantes hacia estas instituciones, y aumentar la matrícula vocacionalmente cautiva en las carreras articuladas. Esto, ya que se percibe que los alumnos que ingresan vía convenio presentan menores tasas de deserción, debido a una mayor vocación y conocimiento de la carrera seguida, lo cual además, incidiría positivamente en los estándares académicos de los estudiantes en general. En el caso estudiado en la Sexta Región, se aprecia también como un beneficio y factor relevante, la posibilidad de apoyar y mejorar el sector productivo vitivinícola, predominante en la región. En este sentido, se otorga alta relevancia al vínculo con las empresas, y a un mayor desarrollo y calidad productiva. Los mayores beneficios se perciben a nivel de los alumnos, permitiendo los convenios de articulación la posibilidad de convalidar asignaturas, y de tal forma disminuir los tiempos de estudios y costos asociados a la educación de nivel superior. Considerando que la mayoría de los estudiantes en los casos estudiados, provienen de los primeros quintiles de ingreso, y de un entorno con poca proyección hacia estudios superiores, los convenios constituyen un factor de incentivo hacia la continuidad de estudios, y el término efectivo en carreras técnicas de nivel superior. Es importante considerar que los beneficios planteados corresponden básicamente a la percepción de los entrevistados. Dado lo reciente de los convenios y, en general, el bajo número de alumnos que ha ingresado a educación superior por esta vía, no se cuenta aún con información objetiva de los resultados e impacto de estas iniciativas. Por consiguiente, los beneficios son más bien hipotéticos. Un observador escéptico podría perfectamente levantar cuestionamientos a los verdaderos beneficios para el alumno de estas estrategias de articulación. Escapa a los alcances de esta investigación, un estudio panel que permita verificar los beneficios reales obtenidos por los alumnos y el impacto final de la articulación. Ambas ideas, quedan como sugerencia para próximos estudios. El Cuadro 5.4 da cuenta de los beneficios de acuerdo a lo planteado por Phillips KPA (2006), en relación a los casos estudiados:
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Cuadro 5.4. Beneficios de implementar y mejorar los convenios de articulación en distintos niveles Nivel Beneficios
Sistema educativo
‐ Mejorar la equidad, participación, acceso y eficiencia en la educación ‐ Aumentar el número de alumnos que siguen estudios superiores ‐ Expandir las opciones de los estudiantes ‐ Facilitar las trayectorias educativas a lo largo de la vida ‐ Proveer beneficios económicos al compartir los recursos y evitar duplicaciones ‐ Proporcionar al mercado laboral una fuerza de trabajo más flexible y con un mayor rango de habilidades
‐ Dirigir la escasez de técnicos hacia sectores productivos específicos
Instituciones
‐ Fomentar la continuidad de estudios superiores de los alumnos ‐ Favorecer el aumento de la demanda de estudiantes, al ofrecer distintas vías para el ingreso a ESTP
‐ Aumentar las opciones y proveer una mayor flexibilidad a los estudiantes ‐ Facilitar el compartir recursos y experiencia ‐ Proveer oportunidades de desarrollo profesional a los docentes ‐ Brindar a los sectores productivos específicos y/o regionales, técnicos mejor preparados y acorde a las necesidades del mercado laboral
Alumnos
‐ Proveer opciones de estudio y vías flexibles de ingreso a carreras de ESTP ‐ Reducir los costos reales y de oportunidades asociados a los estudios superiores‐ Facilitar las trayectorias de aprendizaje Ampliar la combinación de habilidades, experiencia y comprensión del estudiante al egresar
‐ Aumentar la empleabilidad de los egresados Por otra parte, las barreras o dificultades percibidas para la generación de convenios de articulación, también presentan bastante consenso, entre el nivel educativo secundario y superior, y se orientan principalmente al sistema educativo. Un primer aspecto mencionado se refiere a la falta de un sistema nacional que fomente y regule las iniciativas particulares. También se perciben barreras debido a las diferencias en las mallas curriculares entre ambos niveles, orientadas en educación media hacia contenidos, y en instituciones superiores, en base a competencias. Al mismo tiempo, se plantea que los planes de estudio se modifican y actualizan en distintos plazos, siendo más frecuentes en educación superior, y de acuerdo a los requerimientos de los sectores productivos. En el caso de los establecimientos de EMTP, las mallas se rigen por los programas del Ministerio de Educación, teniendo una temporalidad y frecuencia de modificaciones distinta. En el caso de los establecimientos, las mallas se rigen por los programas del Ministerio de Educación, teniendo una temporalidad y nivel de modificaciones distintas. Esto implica un mayor trabajo para la homologación con los planes de estudio de educación media, para responder a las exigencias de las instituciones de ESTP. Por tanto, el trabajo requiere de análisis de las mallas curriculares, y en ocasiones capacitación docente, para aplicar las modificaciones a éstos, generados a partir del proceso de articulación. También se observan limitantes en los establecimientos educativos, por la falta de recursos humanos y económicos necesarios para llevar a cabo los convenios. Se plantea por tanto, la necesidad de un mayor apoyo en financiamiento estatal para concretar estas iniciativas. Desde los establecimientos educativos, se percibe que existiría un desconocimiento y/o prejuicio por parte de las instituciones de educación superior, respecto a la calidad educativa y nivel de competencias que entregan los establecimientos. Sumado a este bajo reconocimiento a la
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formación académica de los alumnos, se considera que existiría una falta de disposición desde el nivel superior, para mantener un trabajo continuo que permita concretar los convenios de articulación. Finalmente, Phillips KPA (2006) da cuenta de los principales factores que pueden limitar el desarrollo y éxito de los convenios de articulación; en los casos estudiados, se pueden asociar a los siguientes aspectos: • La separación estructural de responsabilidades para el desarrollo de políticas en EMTP y ESTP
impide avanzar en la articulación, generando barreras para la coordinación y comunicación, a menos que existan esfuerzos específicos para promoverla.
• Las diferencias institucionales, curriculares y de tiempos (titulación EMTP y admisión ESTP), dificultan los procesos de articulación, y disminuyen las posibilidades de los alumnos para el ingreso por esta vía a estudios técnicos superiores.
• La falta de un enfoque nacional y de apoyo gubernamental en la regulación y financiamiento, constituye una limitante para la generación de convenios de articulación, y para el trabajo conjunto con el sector productivo en función de sus necesidades.
Factores relevantes para la articulación Los resultados del estudio de casos, sugieren que los factores críticos para el desarrollo efectivo de convenios de articulación, se orientan básicamente a tres aspectos: • La relevancia de contar con un sistema nacional y políticas públicas que fomenten y apoyen el
desarrollo de convenios de articulación. • La generación de confianzas mutuas entre las instituciones involucradas. • Una adecuada planificación interna y estrategias en base a objetivos. Por una parte, los entrevistados coinciden en la pertinencia de implementar un sistema nacional o marco de cualificaciones para fomentar las iniciativas de articulación, y regularlas sin depender exclusivamente de las voluntades personales o institucionales. La posibilidad de generar convenios macro, y no caso a caso, permitiría además, un mayor impacto en la continuidad de estudios técnicos superiores de los alumnos. Al respecto, se indica que la implementación de un marco de cualificaciones, facilitaría el diseño de procesos de articulación homogéneos, levantando las competencias y perfil de egreso correspondiente a cada nivel educativo del área técnica profesional –para las especialidades y carreras afines‐, y conformando así, itinerarios formativos continuos. Este proceso se contempla a largo plazo, mediante una política gubernamental, que otorgue mayor relevancia y recursos a la educación media técnica profesional, y que involucre a distintos actores: gobierno, establecimientos y sostenedores de educación media técnica profesional, Centros de Formación Técnica, Institutos Profesionales, universidades, y sector productivo. Asimismo, se sugiere implementar una acreditación efectiva tanto en el nivel secundario como superior, que favorezca el reconocimiento y la generación de convenios entre ambos niveles. Si bien
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los entrevistados de educación superior coinciden en la relevancia de un sistema nacional, parte de ellos plantea que éste no debiera regular o disminuir totalmente la autonomía de estas instituciones en la generación de sus planes y programas propios. Por el contrario, se señala que debiera orientarse a una mayor flexibilidad en educación media para modificar sus mallas y contenidos, ajustándose a los requerimientos del nivel superior y el mercado laboral. Otro aspecto importante que ha favorecido la continuidad de estudios superiores, ha sido el acceso a la Beca Nuevo Milenio y al Crédito con Aval del Estado (CAE) para carreras técnicas. Esto ha permitido direccionar las expectativas y opciones de los alumnos hacia la continuidad de estudios, una vez egresados de educación media. No obstante, se plantea como una limitante la exigencia de mantener una carga académica durante cada semestre. Si bien parte de las instituciones de educación superior estudiadas, ha modificado sus mallas para adecuarse a este requerimiento, se considera que se debiera permitir la convalidación de asignaturas de todo un semestre o un año, sin perder el alumno la posibilidad de optar a estos beneficios. A excepción del CFT San Agustín, en la totalidad de los casos se espera mantener y fortalecer los convenios de articulación, aumentándolos también a una mayor cantidad de establecimientos o instituciones de educación superior. Esto evidencia que un aspecto importante es mantener una adecuada planificación interna para la generación de los convenios, contemplando los objetivos, proyecciones, y estrategias para llevar a cabo exitosamente los procesos. Finalmente, para la generación de confianzas mutuas entre ambas partes, los entrevistados coinciden en la relevancia del trabajo conjunto entre los profesionales de las instituciones. Se aprecia que contar con equipos técnicos, encargados y responsables del vínculo, así como con procedimientos estandarizados, facilitaría los procesos de articulación entre ambos niveles educativos. Lo anterior evidencia la importancia del trabajo colaborativo entre ambas entidades, y la relevancia de contar con incentivos estatales para promover y desarrollar la articulación entre EMTP y ESTP. Por otra parte, es indispensable contar con el reconocimiento desde las instituciones de educación superior sobre los estándares de calidad en educación media, correspondiendo efectivamente los aprendizajes a los contenidos planteados en los planes de estudio. Esto implica generar mecanismos de evaluación estandarizados que aseguren el cumplimiento de los programas de estudio en la EMTP.
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6. DISCUSIÓN El presente capítulo integra los resultados de las distintas secciones para avanzar, posteriormente, hacia propuestas de políticas. La sección de literatura analiza primero las distintas concepciones de articulación y propone una nueva definición que incluye no sólo la vinculación curricular, sino también la vinculación pedagógica y elementos institucionales que afectan el tránsito entre niveles educativos. Esta sección también sugiere la presencia de elementos complejos como la confianza, la hegemonía, la institucionalidad como factores que podrían obstaculizar o promover la vinculación entre instituciones de distinto nivel. Por último, la sección también presenta distintas formas de clasificar la articulación, destacando diferencias en los niveles de complejidad que puede llegar a considerar un proceso de articulación completo. La sección de las experiencias internacionales muestra la heterogeneidad de posibilidades para la articulación; esto invita a Chile a probar experiencias que podrían abrir nuevas oportunidades para los estudiantes. En todos los casos, aparece como relevante la priorización a nivel de política y financiera del tema de la articulación. También surge la importancia de los marcos de cualificaciones. En el ámbito de la articulación pedagógica e institucional se observa que existe alta heterogeneidad entre los países, con mayores avances en Australia, EE.UU. y España. Adicionalmente, se aprecia la complejidad de los procesos de articulación que funcionan a nivel individual (uno a uno) entre las instituciones. Por último, esta sección muestra como los países están avanzando en estas materias, lo que contrasta con la casi nula política en esta línea en Chile, planteando la urgencia de reaccionar frente a esto. En la sección que revisa la situación legal, se aprecia la falta de importancia del tema de eficiencia y de la transición educativa. Se desprende también, que la normativa aparece más como una barrera que como un elemento facilitador a la continuidad de estudios. En la sección de las experiencias nacionales, se logra apreciar la precariedad de los procesos que se han implementado en Chile y la falta de visión sistémica en esta política. Los ejemplos muestran claramente que las iniciativas son principalmente individuales (a nivel de institución) y que no existen intentos de levantar una política nacional que llegue a todo el sistema. Ciertamente, los establecimientos en mayores condiciones de vulnerabilidad, de lejanía y aislamiento, tendrán menores posibilidades de acceder a convenios de articulación. Asimismo, la mayoría de los casos muestran experiencias que están recién comenzando, sin mucha evidencia dura de resultados para demostrar la efectividad real de las estrategias implementadas. En este sentido, el estudio sugiere que el sistema educativo funciona más como barrera que como promotor de continuidad de estudios. En la mayoría de los casos, es difícil rechazar la hipótesis que los convenios de articulación funcionan más como atractores de matrícula para las instituciones ESTP, que como mecanismos que efectivamente favorezcan la continuidad de estudios y faciliten la adquisición de capital humano de los alumnos de la EMTP. De los casos estudiados, se aprecia un alto interés de los establecimientos escolares por alcanzar convenios con las instituciones de educación superior, para potenciar la continuidad de estudios de sus alumnos, y probablemente por los beneficios en prestigio para el establecimiento que concreta estos acuerdos.
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Igualmente, se observa que las instituciones de educación superior también están interesadas en este tipo de convenio, pero no para todos los establecimientos de EMTP. Es aquí donde aparecen fuertemente las variables de “confianza” y “hegemonía” como mediadores en estos procesos. En este sentido, los modelos pueden explicarse bastante bien por las teorías expuestas en el marco conceptual. Desde esta evidencia, la experiencia internacional del marco de cualificaciones, que genera un “rayado de cancha” que se cumple para todos por igual, es ciertamente una necesidad urgente en el sistema educativo chileno. En todo caso, es importante tener en cuenta que un marco de cualificaciones facilita la articulación pero no la asegura. En términos de tipos de vinculación, se aprecia que principalmente se trabaja en temas curriculares e incipientemente en temas pedagógicos (se mencionan solamente algunas charlas y visitas). Ciertamente, esta última dimensión es bastante más invisible en el sistema educacional chileno, ya que el foco de la elección de carrera está en general centrado en la educación universitaria. Las experiencias de España, EE.UU. y sobretodo Australia, son buenos ejemplos a seguir. Otro problema que aparece se refiere al acceso común a carreras técnicas de nivel superior tanto desde la vertiente académica como de la técnica secundaria, lo cual deja en desmedro a los alumnos de la modalidad técnica registrándose en general, un traslape en contenidos entre el nivel secundario y el terciario. Entonces, las experiencias analizadas tanto desde el nivel teórico como desde los mismos casos, sugieren la necesidad urgente de avanzar en una política de articulación que considere todo el espectro de establecimientos, y que tenga a su vez una visión integral del problema de la articulación, considerando aspectos curriculares, pedagógicos e institucionales. En la siguiente sección, se presentan propuestas de políticas concretas para avanzar en esta dirección.
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6. CONCLUSIONES Y PROPUESTAS DE POLÍTICA
En esta sección se presentan propuestas de política para fortalecer la articulación entre instituciones de educación secundaria y terciaria. Las propuestas se agrupan según temáticas. Aspectos legales El análisis del entramado legal que sustenta los procesos de articulación, sugiere la necesidad urgente de definiciones, redefiniciones y precisiones, para evitar que la normativa se convierta en una barrera que dificulte en vez de facilitar las transiciones educativas. El análisis deja en evidencia la casi nula existencia de menciones al proceso de transición. La mayor parte de las definiciones quedan en manos de la institución de educación superior, dejando con poco poder de negociación a los alumnos o a las instituciones de enseñanza media que estén buscando algún tipo de articulación. Las propuestas son las siguientes. 1. Siguiendo el ejemplo de otros países, como el caso de China, Australia o la misma Unión
Europea, se considera imprescindible que la LGE incluya dentro de sus principios básicos el concepto de “eficiencia”, el cual instala la idea fuerza respecto a que el sistema evite que una persona deba estudiar nuevamente materias ya aprendidas.
2. Asimismo, el “proceso de transición” entre la enseñanza media y la superior debe existir y ser explicitado en la Ley. Este proceso debe asegurar un paso fluido entre ambos niveles, reduciendo barreras y promoviendo un acceso equitativo a información y orientación vocacional.
3. Es necesario cambiar el requisito para el título técnico de nivel superior, avanzando en alinearlo hacia el concepto de “contenidos mínimos”, más que hacia el de “horas”, y alejándose definitivamente del concepto actual de “clases”. Esta definición debe incluir la posibilidad de reconocimiento de aprendizajes previos.
4. Es imprescindible que el MINEDUC avance en el cumplimiento del artículo 41 de la Ley 20.370, que exige elaborar un reglamento para validar aprendizajes adquiridos al margen del sistema formal.
5. Se debe asegurar que las becas de educación superior no sean una barrera y favorezcan la convalidación de asignaturas, permitiendo por ejemplo, el acceso a éstas a pesar de que el alumno no tenga carga académica durante un semestre o un año de la carrera.
6. La experiencia internacional sugiere también que la existencia de instituciones que integran el nivel técnico secundario y el terciario, puede ser un mecanismo eficiente de articulación. La Ley no permite explícitamente esta alternativa en Chile, y es ciertamente una idea que requiere mayor análisis, pero que parece interesante a ser piloteada. De los casos levantados, pareciera extraerse la lección que la integración debe partir desde la ESTP hacia la EMTP y no viceversa. En esta línea, la apertura de CFT públicos al alero de universidades estatales puede ser una buena instancia para pilotear esta estrategia.
7. Se sugiere revisar la normativa que permita a estudiantes de educación secundaria realizar cursos en la ESTP, por ejemplo, a través de los CFT públicos (considerando temas como seguros de salud, transporte, entre otros).
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Aspectos institucionales La información y los casos nacionales analizados sugieren una estructura del sistema educacional compartimentalizada en exceso y sin mayores consideraciones hacia los procesos de transición. Mientras se siga trabajando con una estructura de nivel escolar y nivel superior diferenciada, el proceso de transición seguirá quedando en tierra de nadie. Las recomendaciones en este punto son las siguientes. 1. Se sugiere que el MINEDUC tenga alguna unidad que explícitamente asuma el espacio vacío
que queda entre la educación secundaria y la terciaria. En particular, dicha unidad debe elaborar una normativa que proteja el bien superior del alumno en el proceso de transición, permitiendo el resguardo de los derechos de los alumnos.
2. Se recomienda incorporar entre los roles de la futura Superintendencia de Educación Superior, el rol de asegurar los derechos de los alumnos en la transición desde EMTP hacia ESTP.
3. Es imprescindible que el tema de orientación vocacional y preparación para la educación superior sea asumido por alguna unidad dentro del MINEDUC, favoreciendo que el alumno pueda tomar una decisión libre, informada y con las herramientas apropiadas.
4. La literatura internacional sugiere la existencia de factores distintos a los de financiamiento y los académicos, que afectan el éxito en la educación superior, como son los factores psicosociales, vocacionales, culturales, y de conocimiento del sistema. La literatura también revela que el simple hecho de entregar información puede no ser suficiente, sobre todo para los alumnos más vulnerables.
5. Es imperioso que el sector público analice y regularice sus requerimientos sobre niveles educativos en las plantas funcionarias, de tal forma que sean coherentes con los niveles jerárquicos de los mismos.
Convalidación Los procesos de convalidación y reconocimiento de aprendizajes previos son esporádicos y responden más bien a iniciativas individuales. Los fondos que los distintos gobiernos han puesto a disposición en esta temática han tenido buenos resultados en los casos estudiados, pero son particulares y no logran un impacto a nivel de sistema educativo. Se plantean las siguientes propuestas. 1. Existe consenso en que la existencia de un marco de cualificaciones, de un sistema de
reconocimiento de aprendizajes previos y uno de certificación de competencias, facilitaría la articulación, clarificando el marco para dichos procesos y reduciendo espacio para la arbitrariedad. Es importante notar que todos los actores entrevistados coinciden en la necesidad que el proceso cuente con la participación de instituciones educacionales de los distintos niveles, empresarios y actores gubernamentales.
2. Es relevante normar el proceso de convalidación de tal forma de proteger al alumno, y favorecer su progresión de estudios hacia la educación superior, evitando la doble enseñanza de materias y la canalización de estudiantes.
3. En ausencia de una normativa clara sobre los procesos de convalidación, es necesario vigilar los procesos hegemónicos que permiten a las instituciones de educación superior (IES) imponer sus términos sobre establecimientos educacionales que tienen un menor poder de negociación. En particular, pareciera ser que grandes conglomerados de establecimientos
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tienen mayor poder de negociación que los establecimientos por sí mismos, como se aprecia en el estudio de casos. Es imperioso normar y entregar mecanismos de defensa para que las IES no extraigan todo el excedente de los liceos EMTP que funcionan más aisladamente (en este caso, el excedente se traduce en atraer al alumno sin otorgarle beneficios reales). En esta línea, puede ser interesante pensar en agrupar establecimientos que no pertenecen a los conglomerados para favorecer su poder de negociación (por ejemplo, redes regionales por especialidad, procesos de negociación con sostenedores más que con establecimientos, etc.)
4. La estrategia de fondos concursables para favorecer procesos de articulación es necesaria debido a la precariedad de los casos analizados y a los costos asociados para lograr una buena articulación. Las IES más grandes están dispuestas a invertir en mejorar estos procesos. Sin embargo, esta estrategia favorece la articulación entre IES y establecimientos con mayores capacidades, mientras que aquellos pequeños o más aislados que no tienen poder de negociación, quedan expuestos al poder hegemónico de las IES. Adicionalmente, la incapacidad de estos establecimientos para preparar proyectos y/o para formar redes potentes de trabajo puede limitar sus posibilidades de éxito. En esta línea, el MINEDUC debe estar atento a un posible aumento de la inequidad de oportunidades que puede generar este tipo de estrategias. Ciertamente los fondos concursables favorecen a quienes tienen mayor capital social y humano, por consiguiente, se sugiere continuar con la estrategia de los fondos concursables, pero adicionalmente se propone implementar medidas de apoyo a los establecimientos más pequeños, aislados, y de menores ingresos.
5. Se sugiere permitir la convalidación de prácticas profesionales, de forma tal que el alumno de EMTP que no pudo realizar su práctica profesional para titularse (de la EMTP), pueda hacerlo al cumplir su práctica en ESTP. Otra alternativa es darla por cumplida si el alumno se matricula en su segundo año de estudios, lo que sería un poderoso incentivo para la continuidad de estudios. Es imprescindible considerar y ajustar los periodos de titulación de la EMTP y de admisión en ESTP, para que sus diferentes temporalidades no obstaculicen la convalidación de asignaturas.
Articulación curricular Uno de los principales problemas revelados por los distintos actores entrevistados para la articulación curricular, es la diferencia de ritmo de actualización entre las especialidades de EMTP y las carreras de ESTP, de lo cual se desprende: 1. El MINEDUC ha demostrado ineficiencia e incapacidad de mantener programas curriculares
para la EMTP actualizados. Se sugiere permitir procesos acelerados de validación de programas curriculares de la EMTP si vienen diseñados desde una IES acreditada o bien desde un CFT público. El CNED podría certificar procesos de diseño curricular de calidad de las IES, autorizando que aquellas certificadas puedan también elaborar programas curriculares para la EMTP en caso de existir articulación. Asimismo, las IES acreditadas deben comprometer la capacitación de los docentes del mundo de la EMTP en los nuevos planes y programas. Siendo un riesgo la canalización curricular, se sugiere elaborar una estrategia de orientación profesional externa a las instituciones educativas, que asegure imparcialidad.
2. Es necesario permitir el enfoque por competencias en los programas y planes de estudio de la EMTP.
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3. Se sugiere también promover la creación de carreras diferenciadas para alumnos que ingresan a la educación técnica superior provenientes de la EMTP y de la EMCH, de tal forma de no exigir un inicio común a alumnos con distintas bases de conocimientos.
4. Un factor altamente relevante indicado por entrevistados de los distintos casos, tiene relación con la generación de confianzas mutuas entre las instituciones, a partir del trabajo conjunto entre los profesionales de ambas partes. Se requiere además, el reconocimiento desde las instituciones de educación superior de los estándares de calidad en educación media, correspondiendo efectivamente a los aprendizajes y los contenidos planteados en los planes de estudio. La estrategia de fondos concursables puede facilitar el proceso de creación de confianzas, al igual que mantener equipos de especialistas responsables de los procesos en ambas instituciones.
Integración vertical Una forma de fomentar la articulación es mediante la creación de instituciones que ofrezcan tanto formación de nivel secundario como de nivel terciario. Este tipo de iniciativas son utilizadas en distintos países y pueden ser útiles, pero tienen algunos elementos a considerar. 1. Si la expansión se realiza desde un establecimiento escolar hacia la ESTP se corre el riesgo de
la escolarización de la educación superior, reduciendo el estatus de la nueva IES. 2. Aparece un incentivo perverso a la canalización de alumnos desde la EMTP hacia la ESTP, sin
preocuparse del bien superior del alumno o de las reales necesidades de la empresa local. 3. También surge una posible reducción de prestigio de la IES al incorporarse alumnos de menor
nivel socioeconómico. 4. Existen dificultades para competir con instituciones técnicas superiores ya posicionadas y con
prestigio.
Preparación para la educación superior 1. La educación escolar tiende a enfocarse en la preparación académica de los alumnos para el
éxito en la educación superior, sin embargo descuida otros aspectos que son también importantes. Entre ellos destaca la preparación vocacional, la formación en elementos psicosociales y culturales, y el conocimiento del sistema de educación superior. Se considera imprescindible avanzar en la incorporación de estos ámbitos en los programas curriculares de la educación secundaria, sobre todo considerando las fuertes tendencias de continuidad de estudios presentes tanto a nivel internacional como nacional.
2. Las cifras dan cuenta que menos de un 50% de los egresados de la EMTP que siguen estudios superiores, continúan en áreas relacionadas a sus estudios previos, lo cual es una limitante pues en su paso a la educación superior, estos estudiantes pierden en conocimientos generales por no haber seguido la EMCH, al mismo tiempo que no aprovechan las materias técnicas específicas que cursaron. Se sugieren dos iniciativas de políticas: la primera, orientación vocacional a estudiantes en edades tempranas, y la segunda, fortalecimiento de su formación general, para que el costo de cambiar de área de estudio no merme sus probabilidades de éxito en la educación superior.
3. También, es necesario trabajar en explicitar las trayectorias más probables según especialidad para facilitar la visualización de la trayectoria al momento de la elección de carrera.
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4. Asimismo, se requiere fortalecer y enriquecer los sistemas de información públicos disponibles en la web que apoyan la toma de decisiones de carrera.
Investigación Finalmente, se percibe una falta importante de evidencia en esta temática: 1. El MINEDUC, a través de los convenios de desempeño, entregó fondos para al menos siete
proyectos de articulación entre la educación superior y la secundaria. Es imprescindible aprender de estas experiencias, que se exija una evaluación de impacto de dichas estrategias, y una evaluación transversal que además capture buenas prácticas, barreras y facilitadores para la articulación.
2. Es imperioso que a cualquier modalidad de articulación que se utilice, se le haga seguimiento hasta varios años después, de tal forma de detectar efectivamente cuántos alumnos de verdad “se vincularon” (y no sólo cuántos accedieron), así como también evaluar el nivel de retención y desempeño académico de estos en la ESTP.
3. Aprovechar instancias como FONIDE para continuar investigando en esta línea.
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