hábitos de comunicación e interacción de los adolescentes en su contexto presencial y virtual

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HÁBITOS DE COMUNICACIÓN E INTERACCIÓN DE ADOLESCENTES EN SU CONTEXTO PRESENCIAL Y VIRTUAL Víctor González Calatayud ([email protected]) Isabel María Solano Fernández ([email protected]) Universidad de Murcia RESUMEN La interacción social ha dejado de ser patrimonio exclusivo del contexto presencial para ser cada vez más frecuente en la comunicación que se produce a través de la red. La Web 2.0 ha popularizado más, si cabe, el uso de herramientas de comunicación para favorecer el intercambio de información y la construcción compartida del conocimiento, fruto de estos procesos de interacción social. No obstante, aun produciéndose este cambio, poco conocemos cómo los jóvenes se relacionan en los diferentes contextos presencial y virtual-, y cómo esto afecta a los intercambios comunicativos que se producen en la escuela y a los proceso de construcción del conocimiento. Partiendo de este hecho, se ha llevado a cabo una investigación, financiada por el Ministerio de Ciencia e Innovación de España, con el propósito de explorar los hábitos de comunicación presencial y virtual, las herramientas que más utilizan los jóvenes para comunicarse y relacionarse y los tipos y magnitud de la interacción. Una vez obtenidos los resultados se han analizado los mapas de interacción social y se han propuesto modelos orientados a establecer implicaciones y propuestas educativas. En este trabajo presentamos algunos de los resultados obtenidos del estudio. Constatamos que el ordenador, como Internet, son las tecnologías cuyo uso está más extendido en los jóvenes de secundaria, y que Internet lejos de concebirse como un medio de aislamiento, se manifiesta un medio de socialización, confirmando así los datos obtenidos en el ámbito internacional por Kraut et al. (2002) y Boase y Wellman (2006). Apoyándonos en estos resultados, presentaremos las principales conclusiones de la investigación y daremos algunas orientaciones para la intervención educativa mediada por tecnologías en Educación Secundaria.

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Comunicación presentada en el congreso Comunicación Social y Educación de 2011 (Cáceres). Esta comunicación procede de un proyecto de investigación financiado por el ministerio de ciencia, llamado CIPRECES

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HÁBITOS DE COMUNICACIÓN E INTERACCIÓN DE ADOLESCENTES EN

SU CONTEXTO PRESENCIAL Y VIRTUAL

Víctor González Calatayud ([email protected])

Isabel María Solano Fernández ([email protected])

Universidad de Murcia

RESUMEN

La interacción social ha dejado de ser patrimonio exclusivo del contexto presencial

para ser cada vez más frecuente en la comunicación que se produce a través de la red.

La Web 2.0 ha popularizado más, si cabe, el uso de herramientas de comunicación para

favorecer el intercambio de información y la construcción compartida del conocimiento,

fruto de estos procesos de interacción social. No obstante, aun produciéndose este

cambio, poco conocemos cómo los jóvenes se relacionan en los diferentes contextos –

presencial y virtual-, y cómo esto afecta a los intercambios comunicativos que se

producen en la escuela y a los proceso de construcción del conocimiento. Partiendo de

este hecho, se ha llevado a cabo una investigación, financiada por el Ministerio de

Ciencia e Innovación de España, con el propósito de explorar los hábitos de

comunicación presencial y virtual, las herramientas que más utilizan los jóvenes para

comunicarse y relacionarse y los tipos y magnitud de la interacción. Una vez obtenidos

los resultados se han analizado los mapas de interacción social y se han propuesto

modelos orientados a establecer implicaciones y propuestas educativas.

En este trabajo presentamos algunos de los resultados obtenidos del estudio.

Constatamos que el ordenador, como Internet, son las tecnologías cuyo uso está más

extendido en los jóvenes de secundaria, y que Internet lejos de concebirse como un

medio de aislamiento, se manifiesta un medio de socialización, confirmando así los

datos obtenidos en el ámbito internacional por Kraut et al. (2002) y Boase y Wellman

(2006). Apoyándonos en estos resultados, presentaremos las principales conclusiones de

la investigación y daremos algunas orientaciones para la intervención educativa

mediada por tecnologías en Educación Secundaria.

PALABRAS CLAVE: Tecnologías de la Información y la Comunicación, hábitos de

comunicación, interacción social, adolescentes.

1. TIC, Comunicación y Jóvenes en la Sociedad del conocimiento

Cuando hablamos de comunicación, de colaboración y de interacción social,

solemos situarnos en situaciones de comunicación interpersonal que se llevan a cabo en

contextos. Sin embargo, la red ha promovido en los últimos años un aumento de las

posibilidades de comunicación entre sus usuarios, favoreciendo incluso la

generalización de herramientas comunicativas como el correo electrónico y la

mensajería instantánea. La Web 2.0 ha popularizado más, si cabe, el uso de

herramientas de comunicación para favorecer el intercambio de información y la

construcción compartida del conocimiento, fruto de estos procesos de interacción

social. De este modo, coincidimos en que la interacción social ha dejado de ser

patrimonio exclusivo del contexto presencial para ser cada vez más frecuente en la

comunicación que se produce a través de la red.

La Web 2.0 manifiesta un estado de madurez favorecida no tanto por una

revolución tecnológica cuanto por una evolución de las posibilidades comunicativas y

de interacción en la red así como un cambio de actitud y una nueva filosofía de trabajo

del propio usuario de Internet. En los últimos años, la red de redes ha contribuido a que

se elimine el espacio que separa a las personas y ha promovido este tipo de relaciones

sociales que desde sus inicios ya se daban en la red, aunque evidentemente con procesos

de interacción y compromiso diferentes.

En este análisis, preocupa particularmente el rol que ocupan los jóvenes en este

nuevo entorno social, marcado por la generalización de la tecnología en todos los

ámbitos, y por un uso no siempre todo lo reflexivo y crítico que quisiéramos. Nos

encontramos así con el desarrollo de un nuevo estrato social compuesto por jóvenes que

se comunican más y mejor, hace unos años a través de la mensajería instantánea

(Messenger) y ahora a través de las redes sociales (Tuenti, Facebook…), o aplicaciones

de videollamada, video por IP o videoconferencia (Skype). Además, en el último año,

ha proliferado el desarrollo de Tecnologías móviles, entendidos como aquellos

dispositivos de tamaño reducido que permiten obtener, editar o procesar imágenes,

audiciones de contenidos, vídeos, documentos de texto, así como comunicarnos con

otras personas en tanto que pueden tener una conexión a Internet fija o intermitente

(Llorente y Marín, 2010). Estas tecnologías móviles nos permiten acceder desde nuestro

móvil a redes sociales, a las recientes aplicaciones de microblogging como twitter, estar

conectado mediante RSS (sistemas de sindicación) a información global, intercambiar

información con otras personas a través de blogs, foros, o incluso seguir las reflexiones,

valoraciones y aportaciones de nuestros contactos en la red a través de las aplicaciones

de lifestreaming como FriendFeed.

Para lograr que el usuario se convierta en un agente activo en la edición de

información y construcción colaborativa del conocimiento están surgiendo herramientas

de comunicación y creación de información que permiten la interacción simétrica entre

todos los usuarios de la red, facilitando con ello la colaboración e interacción orientada

a un objetivo común. Entre este conjunto de servicios y herramientas, destacamos las

redes sociales, concebidas como espacios de interacción social que adquieren sentido

gracias al intercambio de información y recursos, la organización y gestión de los

mismos y la colaboración y comunicación entre sus usuarios.

Todos estos cambios socio-tecnológicos ha dado lugar a la proliferación de

términos que refuerzan los rasgos que caracterizan a esta nueva generación de jóvenes:

el homo videns de Sartori, el homo zappiens de Veen, y el reciente, homo conexus de

Fallows, que añade, a su vez, la posibilidad de conectar personas que conformarán

comunidades de aprendizaje que generan conocimiento de forma colaborativa,

convirtiendo de este modo, el conocimiento en el motor clave de los cambios sociales

(Fallows, 2006; Pisani, 2006). Por su parte, Moncencahua (2005) establece la relación

entre el homo conexus, la sociedad del conocimiento, los nuevos jóvenes y la familia,

señalando que tanto los jóvenes del siglo XXI, como los adultos del siglo XX utilizan

herramientas de comunicación, en el caso de los primeros, tanto informáticas (PDA´s,

portátiles y televisión digital), no informáticas (telefonía fija y móvil), y mediáticas

(televisión, radio y prensa), mientras que los adultos están más acostumbrados y

dominan mejor las herramientas mediáticas.

Si bien es cierto que la mayoría de estas tecnologías se han generalizado en la

población, sobre todo en los jóvenes, su uso se sigue asociando a actividades de ocio y

entretenimiento. En un reciente debate sobre la aplicación de las redes sociales en

Educación (del Moral, 2008) se esgrimían como argumentos a favor de las redes

sociales que éstas ayudan a los alumnos a ser más abiertos y comunicativos al mundo

(aprender de los demás), que los alumnos se motiven más a aprender al poder hacerlo en

comunidad, y por último, que con estas herramientas les sigamos facilitando a los

alumnos vías de socialización con sus compañeros. Por otro lado, los argumentos en

contra partían de la consideración de que utilizando estas herramientas los alumnos

tendrían la excusa perfecta para perder el tiempo, que muchas de las empresas buscarían

su propio interés económico más que el valor educativo, que contribuirían al

aislamiento social y que las redes sociales ahondarían en la brecha digital.

Algunas de las investigaciones realizadas en los últimos años ha rebatido estos

argumentos al comprobarse la relación y asociación existente entre la frecuencia de la

comunicación en contextos presenciales y virtuales (Wellman y Gulia, 1999; McKenna

y Bargh, 2000; Wellman, 2001; Kraut et al, 2001). Kraut et al. (2002) y Boase y

Wellman (2006), llegándose a afirmar que el contexto virtual es una prolongación del

contexto presencial, y que con las diferencias comunicativas lógicas de un entorno y del

otro, la forma, intensidad, interés y sentido de la comunicación se produce de forma

similar y contextos presenciales y virtuales. Sin lugar a dudas, todos estos factores son

claves para tomar decisiones sobre el uso que los jóvenes realizan de tecnologías de

comunicación en el contexto social y para su consideración en el diseño de procesos

formativos y de modelos de enseñanza-aprendizaje que identifiquen al alumno como

gestor del aprendizaje a lo largo de toda la vida. El proyecto de investigación

“CIPRECES: hábitos de comunicación y relaciones sociales de los jóvenes en contextos

presenciales y virtuales”, dirigido por Francisco Martínez Sánchez (Universidad de

Murcia) se ha propuesto el anàlisis de estos factores y la formulación de propuestas

educativas para integrar las potencialidades educativas de ambos contextos.

2. CIPRECES: un proyecto para el análisis de los hábitos de comunicación y

relaciones de los jóvenes

Partiendo de este estado de la cuestión, el Grupo de Investigación de Tecnología

Educativa de la Universidad de Murcia se planteó la necesidad de realizar una

investigación que explorara las relaciones sociales y los hábitos de comunicación en

entornos presenciales y virtuales de los jóvenes. El Proyecto “CIPRECES: Hábitos de

Comunicación y Relaciones Sociales de los estudiantes en contextos presenciales y

virtuales” se ha propuesto describir y analizar los hábitos de comunicación de los

estudiantes en edad de escolarización secundaria, tanto en su modalidad presencial,

como a través de las redes de telemáticas. Pretendíamos de esta manera explicitar las

correlaciones entre tipos, frecuencias y protagonistas de dichas relaciones

comunicativas en ambos contextos (presencial y virtual), y de esta manera conocer los

procesos comunicativos de los estudiantes de Educación Secundaria en tanto que

herramienta clave de su desarrollo educativo.

El proyecto de investigación CIPRECES, concedido en el marco del Programa

Nacional de Proyectos de Investigación Fundamental del VI Plan Nacional de I+D+I

2008- 2011 de la Secretaría de Estado de Universidades y la Secretaría de Estado de

Investigación. Dirigido por Francisco Martínez Sánchez (Universidad de Murcia), el

proyecto reúne a un equipo de investigación, profesionales de la Tecnología Educativa,

de las Universidades de Murcia, Alicante, Málaga, Huelva, Las Palmas de Gran

Canaria, Oviedo y Palma de Mallorca.

La realización del proyecto CIPRECES se estructura en cuatro líneas de trabajo.

En la primera se exploran los hábitos de comunicación presencial y virtual, los factores

del contexto y las herramientas utilizadas para llevarlos a cabo; en la segunda línea, se

realiza un análisis sociométrico en el que se han definido los mapas o modelos de

interacción social de los sujetos de la muestra; la tercera línea, consiste en analizar la

interacción que los jóvenes realizan en las redes sociales más utilizadas por ellos, así

como en realizar un estudio pormenorizado de las características de las principales redes

sociales utilizadas por los alumnos de secundaria. Por último, la cuarta línea permitirá

establecer implicaciones y propuestas educativas a partir de los resultados extraídos en

las dos fases anteriores.

Para el desarrollo de estas cuatro líneas de trabajo, se ha realizado un diseño

metodológico que se concreta en tres fases de Investigación. La primera fase, que se ha

llevado a cabo durante el año 2009, pretendía describir los hábitos de comunicación de

los alumnos de secundaria tanto en un contexto presencial como en red, haciendo

especial hincapié en el uso que los jóvenes hacen de la tecnología, y en particular, de las

redes sociales. La segunda fase se ha comenzado en el año 2010 y consistió en analizar

los mapas de interacción social de los jóvenes en un contexto tecnológico y en un

contexto presencial. Por último, en la última fase, que se realizará a mediados del 2010,

se ha concluido con una serie de implicaciones educativas de los modelos de interacción

social identificados en los nuevos entornos de relación.

3. Hábitos de comunicación, relaciones y uso de las TIC en los jóvenes

En primer lugar, es importante indicar que los datos han sido obtenidos de un total de

3103 alumnos de los cursos de 3º (54,3%) y 4º (45,7%) de la ESO, de los cuáles un

47,4% son hombres y un 51,8% mujeres. La mayoría de los sujetos de la muestra tienen

edades comprendidas entre 14 y 16 años, alcanzando un 97% de la muestra, que son las

edades en las que se cursa los niveles educativos que hemos utilizado de referencia en

este estudio (3º y 4º de la ESO).

3.1. La comunicación presencial de los jóvenes

Para conocer más fondo la comunicación que los jóvenes realizan de manera presencial

es necesario determinar qué actividades son las que realizan y con quien las suelen

realizar. Después de analizar los datos del cuestionario, podemos determinar que son

muy pocos los alumnos que se interesan y participan en actividades que organizan el

instituto, la ciudad/barrio o cualquier otra organización ya que tan solo un 27,4% lo

hace a menudo o muy a menudo y un 33,8% no lo hace nunca o casi nunca (gráfica 1).

Sin embargo, más alentador es el resultado relacionado con la práctica del deporte. En

este sentido nos hemos encontrado con que tan solo un 5,4% no practica ningún

deporte, identificándose, por el contrario, un 57,5% de alumnos que practican algún

deporte a menudo o muy a menudo (gráfica 2).

NuncaCasi nuncaAlguna vezA menudoMuy a menudoPerdido

Nunca

Casi nunca

Alguna vez

A menudo

Muy a menudo

Perdido

Gráfico 1: participación de los alumnos

en actividades recreativas

Gráfico 2: Práctica de algún deporte por

parte de los alumnos

Cuando nos centramos en si realizan actividades con sus amigos nos encontramos con

una gran mayoría de los alumnos (76,2%) que suele salir a menudo o muy a menudo

con sus amigos a pasear, a discoteca o al cine, encontrando un porcentaje pequeño de

alumnos (1,7%) que no sale nunca. Además, hemos podido constatar que la mayoría de

los alumnos (69,3%) de la muestra no pertenece a ningún grupo cívico como pueden ser

los boy scout, grupos de música o coros.

Con el afán de conocer un poco más a fondo las peculiaridades de la comunicación

presencial, realizamos una correlación entre el hecho de participar en actividades

recreativas y de ocio con el hecho de salir a pasear con los amigos para conocer si existe

una relación entre dichas variables. Para ello, realizamos una tabla de correlación

utilizando el coeficiente de correlación de tau-b de Kendall y la rho de Spearman, ya

que son las más indicadas cuando hablamos de variables ordinales. De los datos

obtenidos en la misma podemos determinar que existe una correlación significativa

(0.00) entre ambas variables.

Aunque cuando hagamos correlaciones debemos de intentar evitar extraer conclusiones

exactas de causa-efecto, sí podemos decir en este caso que hay relación entre ambas

variables, no podemos dejar de lado la idea de que seguramente los alumnos realizan las

actividades recreativas con sus amigos. La correlación entre ambas es positiva, por lo

que cuanto más participan los alumnos en actividades recreativas organizadas por la

ciudad, el centro educativo y otras entidades del contexto, más aumenta el hecho de salir

con amigos a pasear, a la discoteca, al cine, etc.

3.2. La comunicación de los jóvenes en la red

Una de las principales preocupaciones de la investigación era conocer como la red

influye en las comunicaciones de los alumnos. Para ello es preciso conocer primero

cuáles son las herramientas de las que disponen para esa comunicación. De esta manera,

hemos podido comprobar como el 95,7% de los alumnos tienen un teléfono móvil a su

disposición. Si nos centramos en el ordenador, resulta significativo indicar que la

presencia de ordenadores es bastante elevada ya que un 95,3% de los sujetos de nuestra

muestra poseen ordenador de sobremesa y un 57,67% ordenador portátil, ya sean suyos,

de algún miembro de la familia o de uso general en la unidad familiar. Este dato es

bastante significativo si tenemos en cuenta los últimos datos del Instituto Nacional de

Estadística referidos al año 2010 donde el 68,7% de los hogares posee algún tipo de

ordenador. También pudimos constatar que de los alumnos de nuestro estudio un 82,8%

posee un ordenador personal que no comparte con ningún miembro de su familia.

Una vez que conocemos cuales son las herramientas que poseen para la comunicación,

nos centramos en conocer cuantas horas utilizan las mismas. De este modo, aunque el

teléfono móvil es la tecnología más extendida, el ordenador es la más utilizada. Los

datos recogidos reflejan que un 27% utiliza el ordenador más de 26 horas semanales,

extendiéndose además un 54,2% de los alumnos que lo utilizan entre 6 y 25 horas

semanales (gráfico 3). La proporción de uso del teléfono móvil es similar a la del

ordenador ya que un 26% lo utiliza más de 26 horas semanales, aunque no existe

relación estadísticamente significativa entre ambos datos.

Gráfica 3: Frecuencia de uso del ordenador en los jóvenes

En relación al uso de Internet hemos podido comprobar como el mismo está muy

extendido, ya que sólo un 8,1% no utiliza Internet o lo hace muy poco, además de que

de los que sí lo utilizan habitualmente, un 27,2% lo utiliza más de 25 horas semanales

(gráfico 4). La mayoría suele acceder a Internet desde su casa (84,7%), seguido pero

con mucha diferencia, de en casa de familiares o amigos (29,3%), desde el centro

educativo o IES (26,3%) y desde asociaciones y entidades en las que el acceso a Internet

sea gratuito (6,6%). Los datos que aquí presentamos coinciden con los que se

obtuvieron en los estudios que recientemente se han realizado sobre el uso de Internet

(INE, 2009; Fundación Pfizer, 2009; Sánchez Burón, Rodríguez y Poveda Fernández,

2009).

0

200

400

600

800

1000

Nunca ocasi nunca

5 horas omenos

semanales

De 6 a 10horas

semanales

De 11 a 15horas

semanales

De 16 a 25horas

semanales

Más de 25horas

semanales

Fre

cue

nci

a

Gráfico 4: Frecuencia de uso de Internet en los jóvenes

Realizando un análisis estadístico bivariado, queríamos comprobar es si existe relación

entre la frecuencia de uso del ordenador y la frecuencia de uso de Internet. El ji

cuadrado de Pearson nos indica que existe una diferencia significativa entre ambas

variables (p=0.000). Si escogemos la Tau C de Kendall obtenemos un valor de 0.798.

Como el signo es positivo podemos interpretar que a mayor frecuencia de uso del

ordenador existe una mayor frecuencia de uso de Internet.

Si nos centramos en la comunicación que los jóvenes hacen a través del ordenador, y

más concretamente en las redes sociales, podemos distinguir que la red social más

utilizada por los alumnos de educación secundaria es Tuenti con un porcentaje del 65%,

seguida de lejos, según revela nuestro estudio, por Hi5 con un 27,7% de uso, Facebook

con un 20,9% y Myspace utilizada solo por el 17,2% (gráfica 5). Otras de las

herramientas de red social utilizadas para la comunicación con amigos son Haboo,

Badoo y metroblog, aunque éstas se utilizan fundamentalmente para conocer personas,

no para relacionarse con amigos o familiares con los que también suelen tener contacto

presencial.

0

200

400

600

800

1000

Nunca ocasi nunca

5 horas omenos

semanales

De 6 a 10horas

semanales

De 11 a 15horas

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De 16 a 25horas

semanales

Más de 25horas

semanales

Fre

cue

nci

a

Gráfico 5: Redes sociales utilizadas por los jóvenes en edad de escolarización secundaria

Resulta significativo indicar que los sujetos que utilizan todos los días tuenti tienen

presencia en otras redes sociales como facebook, Hi5 y Myspace. Así, de los 1104

sujetos que utilizan tuenti todos los días, un 13,31% utiliza facebook al menos una vez

al mes, un 7,51% utiliza Hi5 y un 5% utiliza Myspace. Realizando un análisis

correlaciones, se constata que no existe relación entre la edad de los sujetos y el uso de

las principales redes sociales identificadas en este estudio, ya que los coeficientes Tau-b

de Kendall arrojan una significación de 0.425 en la relación estudiada entre la edad y el

uso de tuenti, de 0.848 referida al uso del facebook y 0.05 en cuanto al uso de Myspace.

Sin embargo, sí se encuentra una relación estadísticamente significativa entre la edad y

el uso de Hi5 (p=0.02), aunque el escaso porcentaje de usuario que utilizan esta red

social, nos lleva a no contemplar como significativos los datos obtenidos.

Las herramientas que más utilizan los alumnos encuestados para comunicarse son

Messenger, Tuenti y correo electrónico. Messenger es indiscutiblemente el más

utilizado ya que obtiene un 90% de uso, aunque sólo un 68,7% lo utiliza a menudo o

muy a menudo. El correo podríamos considerarla como la segunda herramienta más

utilizada ya que obtiene un 81% de uso, pero de estos un 31% lo utiliza muy poco, por

lo que Tuenti es la segunda herramienta más utilizada para comunicarse con los amigos

con un 75,8% de porcentaje de uso. Aun así, el móvil sigue siendo el recurso más

utilizado por los alumnos de Educación Secundaria para hablar con sus amigos (93%)

aunque el mayor número de los alumnos encuestados suele realizar llamadas perdidas o

toques en el móvil como mecanismo para establecer contacto con sus amigos y

familiares (84,1%).

65%

27,70%

20,90%

17,20%

Tuenti Hi5 Facebook Myspace

Si relacionamos el uso de las redes sociales con la realización de actividades escolares,

comprobamos que son muy pocos los alumnos que las utilizan para dicha finalidad. Los

alumnos del estudio no suelen utilizar las redes sociales para realizar tareas vinculadas

con la escuela; tan sólo un 4,6% de los encuestados utilizan Tuenti, Facebook y/o

Myspace con una finalidad educativa, y ni quiera Messenger, a pesar del enorme

potencial educativo que tiene para la colaboración y la construcción compartida del

conocimiento, es utilizado por los alumnos con este propósito, aunque sí se pone de

manifiesto que el porcentaje de uso de esta aplicación para el estudio y la realización de

actividades escolares es mayor que en las redes sociales enumeradas (9,8%).

3.3. La relación existente entre la comunicación presencial y virtual de los jóvenes

Dentro del estudio nos interesó conocer si existía relación entre el mundo presencial y el

virtual de los jóvenes, y para ello realizamos, en primer lugar, una serie de correlaciones

para conocer si existe alguna relación entre diferentes ítems del cuestionario. Un

elemento que se consideró relevante fue valorar el qué grado la frecuencia de hacer otro

tipo de actividades de ocio (deporte, salir con los amigos o participar en actividades del

instituto) se relaciona con el uso que se hace de Internet.

El análisis de esta correlación nos aporta algún dato de interés, como el hecho de que las

personas que indican que pasan más de 25 horas semanales delante del ordenador

utilizando Internet son las que nunca, casi nunca han participado en actividades

recreativas, o lo han hecho de forma esporádica (alguna vez). Aun así, encontramos que

en los datos arrojados por los coeficientes de Kendall, se pone de manifiesto que la

significación de estos coeficientes no es significativa, por tanto no existe relación entre

ambas variables, de ahí que no podemos concluir en este estudio que cuanto más se

utiliza Internet, menos participación en actividades sociales existe.

Otro aspecto que resultó interesante valorar fue la relación existente al hecho de salir

con los amigos y la frecuencia de uso de Internet. En este apartado si pudimos encontrar

una relación significativa entre ambos ítems (p=0.000), la cual se confirma también en

el estudio de Kendall. Puesto que los niveles críticos son menores de 0.05 podemos

decir que las variables están relacionadas, y como el valor de las medidas es positivo

podemos concluir que las personas que más suelen salir con sus amigos (al cine,

discotecas, a pasear, etc.) son los que más utilizan Internet (gráfica 6).

Gráfica 6: Relación entre las salidas con los amigos con la frecuencia de uso de Internet

Este análisis lo consideramos especialmente interesante. Los estudiantes que utilizan

muy a menudo Internet son los que también salen con sus amigos muy a menudo. Esto

nos puede llevar a colegir que, por un lado, que Internet no es un medio de aislamiento

social, y por el otro que, por el contrario, Internet puede funcionar como un medio de

socialización básico de los estudiantes, que utilizan Internet para quedar con los amigos

con los que además después quedan presencialmente para hacer otro tipo de actividades.

Lo mismo ocurre si realizamos la correlación entre la participación en las redes sociales

y la frecuencia de salida con los amigos, ya que los datos muestran una correlación

significativa en todas las redes sociales (Tuenti, Facebook, Hi5 y Myspace) (p=0.000),

aunque como el valor del coeficiencia Tau-b de Kendall refleja una relación muy débil

con Facebook (0,077), Myspace (0,096) y Hi5 (0,063), y un poco más alta con Tuenti

(0,204).

Por último, otro de los propósitos del estudio era percibir los paralelismos existentes

entre el contexto presencial de comunicación y el contexto de comunicación en red.

Quizás, uno de los datos más significativos que hemos obtenido ha sido que en Internet

se amplía el número de contactos y amistades, siendo lo más habitual que en las

herramientas de red social y mensajería instantánea tengamos una larga lista de personas

agregadas, independientemente de que hablemos habitualmente con ellas o no, las

conozcamos presencialmente o no. El 11,7% de los sujetos encuestados tiene entre 1 y

0

50

100

150

200

250

300

350

400

450

500

Nunca Casi nunca Alguna vez A menudo Muy amenudo

Re

cue

nto

Salida con los amigos

Nunca o casi nunca

5 horas o menossemanalesDe 6 a 10 horassemanalesDe 11 a 15 horassemanalesDe 16 a 25 horassemanalesMás de 25 horassemanales

Frecuencia de uso de Internet

10 amigos en el contexto presencial. Sin embargo, utilizando este mismo intervalo con

los amigos que tienen en Internet, el número asciende al 22,2%. Este dato es aún más

significativo en el caso de los contactos que los sujetos de la muestra tienen en

Messenger y Tuenti aumentando esta proporción al 60% en Messenger y 50% en Tuenti

de usuarios que tienen entre 1 y 200 contactos. Sin embargo, en el plano presencial no

existe este interés por tener un elevado número de contactos y/o amigos en Internet: el

57,5% de los sujetos encuestados tienen entre 1 y 10 amigos en su pandilla.

Este hecho llevo a plantearse si los jóvenes realizan las mismas tareas con los amigos

tanto en el contexto presencial como en el virtual, o si el hecho de utilizar la red

cambiaba con quien hacia las actividades. Para ello se escogió una muestra de 320

cuestionarios distribuidos en las distintas provincias participantes en el estudio. El

instrumento diseñado para obtener información sobre la interacción de los sujetos en

contextos presenciales y virtuales ha consistido en una serie de ítem abiertos en los que

cada sujeto tenía que asignar cinco nombres por orden de preferencia en cada una de las

dimensiones objeto de análisis (educativa, ocio, y personal) en diferentes contextos de

interacción, en este caso, presencial y tecnológico, diferenciando en este último el

llevado a cabo por medio del móvil o herramientas y aplicaciones de comunicación

interpersonal a través de Internet. De este modo, cada sujeto debía indicar, por orden de

preferencia, un máximo de 5 personas con las que hiciera los deberes en el contexto

presencial, a través del móvil y a través de Internet, un máximo de 5 personas con las

que se divirtiera en el contexto presencial, a través del móvil y por Internet, y un

máximo de 5 personas con las que interaccionara en el contexto presencial, a través del

móvil y en Internet para hablar de su vida personal y/o problemas.

Una vez obtenidos todos los datos comprobamos que se podían identificar una serie de

rasgos comunes que nos permitían organizar al alumnado y agruparlo por modelos de

interacción. Antes de detallar en qué modelos de interacción se ubican los sujetos del

estudio se realizó un marco previo en el que se han identificado todos los modelos

posibles que podemos encontrar. Este marco se ha basado en dos criterios. Uno se

refiere a la relación existente entre el entorno presencial y el entorno tecnológico, que se

ha podido encontrar a partir del análisis de la coincidencia de los contactos en unos y

otros entornos. El otro criterio se refiere al número de contactos que el sujeto indica

para cada contexto.

A través de estos criterios podemos identificar tres modelos. El modelo 1 representa

aquellos alumnos que indican que su entorno presencial y su entorno tecnológico no

tienen relación, es decir, los contactos que ellos consideran importantes en cada entorno

no coinciden. El modelo 2 representa a aquellos alumnos que se relacionan de manera

presencial con un determinado número de personas y en el contexto tecnológico con

otros, sin embargo, al contrario que el primer caso, este grupo de alumnos si tienen

contactos comunes entre ambos contextos. El último modelo, el modelo 3, es aquel

donde los alumnos han indicado que prácticamente todos sus contactos forman parte de

ambos entornos, es decir, se trata de aquellos casos donde los alumnos indican un

determinado número de personas con las que se relacionan presencialmente y estas son

las mismas con las que se relacionan en el contexto tecnológico. Después del análisis de

contenido del cuestionario pasado, la muestra de nuestros alumnos se ubican

principalmente dentro del modelo 2, de esta manera, casi el 75% estarían en el mismo.

El resto de la muestra estaría ubicado, con un porcentaje del 27,11% dentro del modelo

3.

Para conocer más a fondo todo lo relacionado con los mapas de interacción y los

modelos propuestos se puede acudir a una comunicación anterior del Grupo de

Investigación de Tecnología Educativa de la Universidad de Murcia (GITE), presentado

en noviembre de 2010 en el congreso EDUTEC (Solano, Martínez y Sánchez, 2010).

4. Reflexiones finales

La presencia de los ordenadores y de Internet se ha generalizado sobre todo en los

hogares de los jóvenes en edad de escolarización secundaria, debido a la extensión de su

uso a las actividades escolares. Se perciben así atisbos de superación de las diferentes

manifestaciones de la brecha digital, principalmente las de acceso y uso, entre las que

destacamos particularmente la brecha generacional (diferencia en el uso de la tecnología

de aquellos personas que han nacido en generaciones diferentes). Sin embargo, el escaso

aprovechamiento educativo que los jóvenes realizan de los dispositivos tecnológicos

que promueven la comunicación pone en el punto de mira de nuestra atención la brecha

cognitiva, entendida como la forma en que las personas son capaces de entender,

aprender, expresarse, producir, compartir y colaborar utilizando los nuevos canales de

comunicación (Fonseca, 2010).

Por otro lado, los contextos tecnológicos, entendidos como aquellos en los que la

comunicación se lleva a cabo por móvil, mensajería instantánea, redes sociales o

cualquier otra aplicación o herramienta de comunicación mediada por las redes de

telecomunicación, y el contexto presencial de comunicación se fusionan existiendo,

como hemos expuesto en este trabajo, paralelismos entre uno y otro. Partiendo de esta

premisa, y de la constatación del aumento del uso de Internet como medio de

comunicación entre los alumnos de Secundaria, sobre todo de las redes sociales, es

imprescindible que realicemos propuestas educativas orientadas a la integración

curricular de estas herramientas de comunicación, colaboración e interacción social

entre el alumnado, así como promover el desarrollo de iniciativas que den protagonismo

a centros, profesores y padres en espacios sociales y educativos en Internet, permitiendo

así hacer confluir las posibilidades educativas de estas aplicaciones y herramientas de

comunicación entre los diferentes agentes educativos, y superar la brecha cognitiva que

se ha puesto de manifiesto en los jóvenes españoles.

En este sentido, partiendo del uso que hacen los alumnos de Educación Secundaria de la

Tecnología como recurso para el intercambio, la comunicación y la relación con su

grupo de iguales, es preciso asegurarse de que aprovechan todas las potencialidades

comunicativas de estas herramientas, es decir que conocen los recursos y saben

utilizarlos eficazmente. Para lograrlo no basta con que los alumnos manejen

instrumentalmente la tecnología (alfabetización 1.0), sino que también las utilicen para

comunicarse con los diferentes agentes educativos. Así, tendremos que formular

propuestas educativas que vayan encaminadas intervenir dentro del aula, en la

interacción formal que se realiza entre alumnos, y entre estos y el profesorado. Se

trataría de propuestas curriculares adecuadas a una o varias áreas curriculares y cuyo

objetivo sea lograr la interacción social a la que hace referencia la competencia digital

formulada en el Decreto de Enseñanzas Mínimas de Educación Secundaria (2006). Para

ello, es preciso atender también a la formación del profesorado de Educación

Secundaria, que debe conocer las estrategias metodológicas orientadas a la

comunicación e interacción social (proyectos telecolaborativos; aprendizaje basado en

tareas, aprendizaje orientado a problemas, grupos de discusión, etc.) y los medios

utilizados para lograrlo (redes sociales, microblogging, mensajería instantánea,

videoconferencia, Voz por IP, etc.).

Por otro lado, atender a la competencia digital implica incidir también en la ciudadanía

digital, es decir, en lograr que los alumnos aprendan a ser, a desenvolverse, a pensar y

actuar en la Sociedad del Conocimiento, siendo conscientes de que las conductas que

manifiestan en la red y las reflexiones y valoraciones que emiten en los espacios de

Internet son una prolongación de su identidad física y presencial. Para lograrlo, sería

interesante formular una propuesta de transversalidad que atiendan al concepto y a las

manifestaciones de identidad y ciudadanía digital. En principio, estas actividades se

podrían desarrollar en contextos no formales, a modo de taller, impartido por

asociaciones juveniles o entidades externas a los centros escolares. Sin embargo, a largo

plazo sería necesaria su consideración como área transversal del currículum de

Educación Secundaria, para lo cual sería imprescindible el debate con las

administraciones educativas encargadas de su formulación, implantación y desarrollo.

En definitiva, era cuestión de tiempo que, en función de su desarrollo e

incardinación social, las Tecnologías de la Información y la Comunicación, y

específicamente las TIC, propiciaran el surgimiento de nuevos modelos comunicativos

en los que la colaboración y la multiculturalidad serían sus rasgos más significativos. El

momento llegó y estamos ante nuevos modelos asociados a los conceptos de software

social, aunque en sentido estricto no es software sino más bien aprovechamiento de las

posibilidades comunicativas de las herramientas existentes casi desde el comienzo, de

ahí que el modelo haya comenzado a ser vinculado más con los principios de la

construcción social del conocimiento y el concepto de inteligencia colectiva.

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