gastronomía de los "roswell" a la española / el enigma del meteoro imposible

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    suceso pero, al parecer, termin reconociendosu realidad. Las fotografas lo atestiguaban.

    __________

    El segundo ejemplo en el que se detiene elautor est relacionado con los famosos

    avistamientos del 10 de agosto de 1989, desdemuy diversos puntos de Andaluca. El miste-rioso objeto observado, fotografiado e inclusofilmado, result ser un globo estratosfricolanzado desde Sicilia, como se desvelinmediatamente en la prensa. Si en el casoantes citado nadie habl nunca de OVNIs, enste, por el contrario, todava hay observado-res y uflogos que no han aceptado la explica-cin oficial y prefieren pensar en alguna navenodriza y cosas por el estilo.

    Carballal, que caracteriza el objeto como un"globo estratosfrico transmediterrneo

    MINI-TIR de investigacin militar, que haba

    despegado de Trapani (Sicilia) el 9 de agos-

    to", se hace eco de testimonios presenciales desu recuperacin, que habra tenido lugar en ElCoronil (Sevilla) el 11 de agosto. Las circuns-tancias de la recuperacin le hacen preguntar-se:

    "Pero, cul era el objeto de que

    aquel globo militar sobrevolase Espaa y con

    qu derecho los militares de EE UU recogie-

    ron sus restos sin dar explicaciones a ninguna

    autoridad espaola?"

    Es una verdadera lstima que, en esta ocasin,no consultara a ningn agente del CESID o dela CIA antes de escribir este disparate (o lohizo?!). Habra sabido que el globo llevaba acabo una experiencia cientfica de astronoma

    en el infrarrojo, preparada por centros univer-sitarios y de investigacin italianos. Quiz lode experiencia "Mini Tir" se prestaba alequvoco, pero no iban por ah los tiros, NOera un globo militar... En cuanto a las autori-dades espaolas, no slo disponan de todaslas explicaciones necesarias sino que ademscolaboraban activamente en el proyecto, decarcter internacional. La red de radaresmilitares, por ejemplo, intervena en elseguimiento del globo. El descenso de la

    barquilla se iniciaba mediante telemandodesde el Centro de Experimentacin ElArenosillo (Huelva). En la recuperacin de la

    carga til colaboraban un helicptero delEjrcito del Aire y fuerzas de la GuardiaCivil...Ni hubo experiencia militar, ni se ocult nadainconfesable tras ninguna "pantalla OVNI"...Hubo prensa que inform modlicamente. Si

    para algunos hubo OVNIs fue nica y exclu-sivamente porque prefirieron creerlo as.__________

    Un tercer ejemplo se refiere a los avistamien-tos, tambin multitudinarios, del 23 de no-viembre de 1993. Numerosos observadoresdel litoral sudoccidental de Galicia contempla-ron el vuelo de un extrao fenmeno lumino-so. No consta que se estrellara ningn objeto,aunque testigos a bordo de un barco pesquero

    habran llegado a situar el fenmeno sobrevo-lando la isla de Onza (frente a la Ra dePontevedra) a diez metros escasos de altura.Al parecer, esto es suficiente para hablar de un"ufo-crash".La investigacin de Carballal le indujo apensar que aquel "tubo metlico [!] queechaba fuego y tena un tamao similar a un

    autobs" haba llegado a Galicia procedentede Portugal. Posteriormente pudo conseguir -en la ciudad de Oporto, si no lo entendemosmal- "informes aeronuticos" que confirma-ban el origen portugus del objeto, un misilque "se haba salido de la trayectoria previs-ta". Carballal no tarda en preguntarse:

    "Cmo es posible que un misil portugus invada el espacio areo nacional

    sobrevolando zonas pobladas a baja altura y

    pudiendo haber causado un terrible drama?"

    E incluso:"Si no se trataba de prototipos de

    aeronaves avanzadas, entonces qu eran?"

    Las cosas fueron, con toda probabilidad,mucho ms triviales.En trminos generales, las caractersticas delos avistamientos y el tipo de descripciones,tanto en lo tocante al aspecto como al movi-miento del fenmeno, no terminan de avenirse

    con la hiptesis de un misil. Por otro lado,concuerdan bien con lo que esperaramosencontrar de haberse tratado de un meteoro (o

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    una reentrada de chatarra espacial). En estesupuesto, por cierto, la "baja" altura observadaindicara que el fenmeno deba encontrarse abastante distancia de las ras gallegas, sobre elocano Atlntico. Es decir, mucho ms alto yms lejos de lo que pensaron algunos obser-

    vadores.Carballal omite -o desconoce- un detalle queayuda a poner en perspectiva estas observa-ciones. No slo hubo avistamientos en Galiciay el norte de Portugal. Tambin los hubo -muynumerosos y extraordinariamente similares aaqullos- en el extremo sur de Portugal, en lazona del Algarve. Estos ltimos refuerzan lasospecha de que se trat de un meteoro querecorri cientos de kilmetros sobre el Atln-tico, frente a las costas portuguesas.

    No obstante, quiz Carballal prefiera indagarahora si alguien dispar algn misil desde msal sur, quiz desde Marruecos...

    __________

    Por ltimo, sin abandonar Galicia, el autortambin dedica unos comentarios a las obser-vaciones del 18 de enero de 1994 y el "crter"encontrado en las cercanas de Cando (LaCorua).Diversos observadores fueron testigos delpaso de un objeto luminoso, al que atribuye-ron una trayectoria descendente. La GuardiaCivil efectu algn rastreo por si se habaestrellado algo -como algunos observadoresllegaron a pensar-, pero la bsqueda resultinfructuosa. El caso recibi, desde un princi-pio, la atencin del astrnomo J. A. Docobo,de la Universidad de Santiago de Compostela,siendo objeto de una dilatada investigacin, encolaboracin con otros investigadores. Tres

    meses despus de los avistamientos se cono-ci la existencia de un "crter" de casi 30metros de largo y una profundidad de unos 1,5metros, situado en una ladera de una montaade Cando de Arriba, en la Sierra de Outes.Pinos enormes haban sido desplazadosdecenas de metros.Carballal indica que la Guardia Civil elaborun informe confidencial en el que se pretendaexplicar las observaciones como la cada deun meteorito, desvinculndolas del lugar de

    impacto. El informe estara destinado a servirde ayuda para los uflogos que colaboran conlos militares "en el desprestigio del fenmeno

    OVNI". Los servicios de inteligencia -siempresegn dicho autor- no haban previsto que losastrnomos, que comenzaron a investigarpensando en un meteorito, desecharan estaexplicacin para acabar concluyendo que setrataba, probablemente, de una aeronave

    militar experimental...Ms adelante, Carballal se pregunta:

    "Qu habran dicho los uflogos y losmilitares si el OVNI hubiese arrasado el

    pueblo?"

    Por lo visto, el autor, no contento con poner lacarreta delante de los bueyes, decide ademsaadir unas gotas de tremendismo...

    Siempre ha habido algo de desconcierto entorno a todo este asunto. Por cierto, no menosdesconcertante fue el hecho de que las revistasde misterios de los quioscos no se ocuparandel caso hasta un par de aos despus delsuceso. En parte quizs -pero slo en parte-porque durante algn tiempo slo se habl deun posible meteorito. El misterio vendraluego.Los investigadores quedaron perplejos porpartida doble. Sus estimaciones descartabanque el fenmeno luminoso observado fuera unmeteoro. As que pasaron a barajar diversasexplicaciones alternativas, incluida la de algnobjeto o experiencia militar. Por su parte, losmilitares declararon desconocer el asunto: nisiquiera haban detectado nada en sus radares.Pero es que, adems. el presunto "crter" deCando, situado en la zona de impacto prevista,era sumamente atpico. De hecho, no era uncrter.

    Intentando conciliar todos los datos llegaron aproponer un extravagante escenario basado enla combustin de una bola de gases emanadosdel subsuelo. (Para ms detalles sobre lasaventuras y desventuras de los cientficosembarcados en esta investigacin, ver el textoadjunto: "El enigma del meteoro imposible:las observaciones del 18 de enero de 1994 y el"crter" de Cando").

    Hoy, J. A. Docobo se inclina a pensar que el

    fenmeno luminoso avistado no deba tenerrelacin con la huella en el terreno y que estaltima pudo deberse a algn inusual

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    corrimiento de tierra. Otro de los investigado-res, Z. Ceplecha, tambin ha arrinconado lahiptesis de la burbuja gaseosa pero, en suopinin, el fenmeno luminoso y la cicatriz enel terreno pudieron haber sido causados poruna enorme descarga elctrica, como parece

    haber ocurrido -afirma- en algn caso quepudo estudiar posteriormente.

    Quizs nunca sepamos qu vieron los obser-vadores gallegos. Lo peor de todo es que nisiquiera podemos descartar que, en el fondo,todo haya sido un falso misterio. Y si losescasos testimonios visuales utilizados comomateria prima de la investigacin fueran algomenos fiables de lo que los investigadoressupusieron? Y si, en consecuencia, la recons-

    truccin del fenmeno areo observado fueraerrnea y se hubiera tratado, en definitiva, deun meteoro? Hay buenas razones para plan-terselo.

    __________

    Llega el momento de recapitular.Un "RPV", un globo, un blido, otro blido?,un posible deslizamiento de tierra... Undiputado indignado, militares, cientficosdesconcertados, guardias civiles, espaslocuaces... Y los extraterrestres? Dndeestn los autnticos "Roswell" espaoles quenos prometan?Paciencia, ya llegan con el postre.

    Tarde o temprano, Carballal iba a tener queplantearse el gran dilema: puede uno fiarsede lo que dicen los agentes de la CIA o delCESID? Cuando nos revelan algo, no estarnocultando algo peor...?:

    "Pero el problema, en definitiva, es sise trata slo de experimentos militares [...] o

    si esta explicacin tambin funciona, en

    ocasiones, como una nueva cortina de humo

    para ocultar otros casos de OVNIs que no son

    de origen terrestre".

    Carballal aada en su artculo una informa-cin de ltima hora. Acababa de caer en susmanos un documento del Ministerio de

    Defensa detallando una serie de "accidentesOVNI" en todo el mundo, con recuperacin de"humanoides" supuestamente extraterrestres.El listado incluira un caso espaol...

    Existiran genuinos casos Roswell espao-les?, se preguntaba Carballal. Algunas fuentesdel CESID le sugirieron esa posibilidad. En elmomento de escribir estas lneas, cuando yahan pasado algunos meses, no se ha vuelto aor hablar del asunto.

    Por cierto, uno se pregunta si, en lugar deconsultar al CESID y quedarse en un mar dedudas, no hubiera hecho mejor acudiendo a unuflogo con millones de kilmetros de inves-tigacin a sus espaldas. En un chat en directocon los lectores de la pgina web del diarioEl Mundo, que tuvo lugar el pasado 5 de

    octubre [2000], J. J. Bentez ofreca estasignificativa respuesta:

    "- Cree que se ha podido estrellar

    algn ovni en territorio espaol?""- He oido rumores. He investigado y

    no lo creo."

    Como un pirmano exhortando a apagar elfuego, Carballal concluye su artculo con estainvectiva:

    "Pero en este mundo abundan las pistas falsas, las siluetas engaosas, los seuelos

    urdidos para despistar; y nuestro primer

    deber es ser rigurosos para no ser utilizados

    por la estrategia desinformadora a la cual

    recurren los poderes que controlan este

    mundo".

    Despus de todo, si algo queda en evidenciaes que, al menos por lo que respecta a Espaa,el asunto de los ensayos militares secretosocultos bajo la "tapadera" de los OVNIs es ungran mito. Un mito atractivo por su relativa

    "novedad" frente al viejo y desgastado mito delas visitas extraterrestres (aunque todo puedeaprovecharse...). Un mito en sintona con lacreciente paranoia conspirativa de estostiempos que nos ha tocado vivir.A las pruebas nos remitimos. "Tras muchosincidentes OVNI se ocultan experimentos

    militares cuya existencia se niega a la opinin

    pblica"? Nadie lo dira a juzgar por estosejemplos que hemos revisado. El nico casoen que ha asomado el ensayo militar ha sido el

    suceso gaditano de 1996, donde hablar deOVNIs no vena a cuento, ni como "tapadera".Y es que lejos de dejar que los hechos hablenpor s mismos y arrojen luz sobre la posibili

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    dad de que exista la supuesta conspiracinmilitar, se convierte a sta ltima en un dogmaque permite "iluminar" cualquier suceso pococlaro...

    __________

    Hay gente que piensa que quienes leen unartculo sobre OVNIs estrellados -como el quehemos comentado- donde no aparecen OVNIs

    estrellados montan en clera decepcionados.Ignoran que a quienes leen artculos sobreOVNIs estrellados les importan poco lafiabilidad de unos datos, la lgica de unrazonamiento, la coherencia de un argumen-to... Para ellos lo importante es la atmsfera,

    el ambiente, la imagen, el estilo, la forma, elsabor, el aroma... Pura gastronoma.

    ( Estos comentarios no hubieran sido posibles sin las informaciones aportadas en uno u otro mo-mento por Vicente-Juan Ballester, Angel Carretero, Ricardo Caruncho, Joan Plana y Jos Ruesga.

    Mi especial agradecimiento a todos ellos).

    REFERENCIAS:

    - Barbate, 1996:

    "IU pide a Defensa que explique un incidente areo en Barbate"; Diario de Cdiz, 2/7/98.

    - Andaluca, 1989:

    " 'OVNIs' estrellados en Espaa" (Manuel Carballal); El Ojo Crtico, n 4 (octubre 1994), pp. 3-4.

    "Comunicacin abierta a D. Rafael J. Molina Valiente" (Jos Ruesga); Cuadernos de Ufologa (2 po-ca), n11 (1991), pp. 100-101.

    - Portugal / Galicia, 1993:

    "OVNI atravessa barlavento algarvio. No estamos ss?!?"; semanario Postal do Algarve, 2/12/93.

    - Galicia, 1994:

    (Ver referencias en "El enigma del meteoro imposible: las observaciones del 18 de enero de 1994 y el"crter" de Cando", a continuacin)

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    En marzo de 1998, el servicio de noticias de larevista "Nature" ("Nature Science Update")abordaba el tema. En realidad, se limitaba ahacerse eco de un artculo recin aparecido en"Meteoritics & Planetary Science", publica-

    cin de la Meteoritical Society. Este ltimovena firmado por seis investigadores.Repasaremos brevemente el desarrollo de lainvestigacin al hilo de estas seis firmas.

    Los dos primeros autores eran J.A. Docobo ysu colaborador V. Tamazian, ambos delObservatorio Astronmico "Ramn MaraAller" (Universidad de Santiago de Compos-tela), quienes se ocuparon del caso desde buenprincipio.

    Aunque primeramente se habl de "estrellafugaz", enseguida se sospech que hubo un"meteorito", a juzgar por algunos testimonios.A partir de los datos aportados por observado-res casuales, los astrnomos reconstruyeron laposible trayectoria del fenmeno. Para ellocontaron con la asistencia de Z. Ceplecha,reconocido experto checo en clculo derbitas de meteoros. ste era el tercer firman-te.Las estimaciones realizadas situaban elfenmeno sobrevolando la provincia de LaCorua. Pero, sorprendentemente, venan adescartar la posibilidad de un meteoro. Aqunaci el desconcierto. " De tratarse de uncuerpo csmico, sera algo no descrito hasta

    la fecha, por lo que casi puede ser descartada

    esta hiptesis", se dictamin.Entretanto, el anuncio en la prensa de labsqueda de un posible lugar de impacto diosus frutos. Desde la localidad coruesa de

    Cando notificaron la presencia de un extrao"crter" que haba aparecido meses atrs,quiz por la fecha de los avistamientos. Nopoda asegurarse que tuviera relacin, pero lo

    cierto es que se encontraba a apenas unkilmetro de distancia del punto de impactoprevisto en los clculos.Pero el desconcierto iba en aumento y erainevitable plantear todo tipo de especulacio-

    nes. Resultaba que el "crter" no era un crter.Ni haba evidencias de impacto ni se localiza-ba ningn material extrao en el lugar.Tampoco pareca tratarse de un deslizamientode tierra.Pronto se requiri la opinin de F. Daz-Fierros, un autorizado edaflogo de la mismaUniversidad de Santiago de Compostela, y deY. Onda, un especialista en deslizamientos detierra en suelos granticos, de la universidadde Nagoya (Japn). Eran las dos siguientes

    firmas que figuraban en el artculo de "Meteo-ritics & Planetary Science". Onda opinaba quela enigmtica cicatriz en la ladera de lamontaa poda tener relacin con un complejofenmeno de deslizamiento causado porcanalizaciones del agua de lluvia bajo lasuperficie del terreno ("piping").Esta era una de las alternativas que -una vezdescartadas otras posibilidades- se habaapuntado en un informe previo de Docobo ysus colaboradores, publicado por el Observa-torio Astronmico "Ramn Mara Aller". Laotra alternativa propuesta en esa ocasin era lade una bola de fuego -natural o artificial-capaz de producir un minitornado (a fin decuentas, fuentes militares haban indicado quelos radares no haban detectado nada). Paraperfilar mejor esta posibilidad se acudi aR.E. Spalding, un cientfico de los SandiaNational Laboratories (Alburquerque, NuevoMxico). Esta era la sexta firma, la que

    cerraba la lista de coautores.Precisamente, Spalding estaba considerando lahiptesis de que ciertas explosiones que sehaban considerado como de origen meterico

    El enigma del meteoro imposible:

    las observaciones del 18 de enero de 1994y el "crter" de Cando

    http://articles.adsabs.harvard.edu/full/1998M%26PS...33...57Dhttp://articles.adsabs.harvard.edu/full/1998M%26PS...33...57Dhttp://articles.adsabs.harvard.edu/full/1998M%26PS...33...57D
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    se debieran en realidad a la combustin en laatmsfera de enormes burbujas de gas metanoprocedentes de los fondos marinos -unahiptesis similar ya haba sido planteada aosatrs por el astrnomo Tom Gold, entre otros-.Por cierto, entre los sucesos para los que

    sugera esta posibilidad, se contaba el infaustoaccidente del vuelo 800 de la TWA, sucedidoen Long Island, en el verano de 1996.La influencia de Spalding se deja sentir en laexplicacin de conjunto propuesta en elartculo de "Meteoritics & Planetary Science",es decir, la explicacin sugerida en caso deque avistamientos y huella estuvieran relacio-nados. El "crter" pudo ser causado por unaerupcin de gases terrestres que, al interaccio-nar despus con la electricidad atmosfrica,

    originaron la bola de fuego en movimientoque vieron los observadores.Una explicacin "simple"... pero -a mi enten-der- profundamente oscura y especulativa.

    El comentarista que trataba el asunto en lanota de "Nature Science Update" aada -entono irnico, naturalmente- que el caso podrahacer las delicias de los aficionados a los"Expedientes X". Haba que fiarse de lasautoridades militares cuando negaban quehubiera habido algn lanzamiento de misil?No se encontraron restos pero, no podranhaberlos hecho desaparecer convenientementedurante los tres meses que transcurrieron hastaque se tuvo noticia del "crter"? Y qu hayde las visitas extraterrestres? -finalizaba-.Ironas aparte, parece que la posibilidad de unensayo militar (misil, arma de plasma secre-ta...) siempre estuvo presente en la mente delos astrnomos del observatorio corus. A

    ttulo anecdtico podemos sealar que llega-ron a solicitar que la investigacin fuerasubvencionada por el Ministerio de Defensa oalgn estamento militar.

    Qu puede pensarse, en definitiva, de lasobservaciones gallegas de enero de 1994 y del"crter" de Cando?En torno a este asunto, siempre he pensadoque caba la posibilidad de que, simplemente,nos encontrramos ante la historia de una

    imprudencia o de un desatino.El propio J. A. Docobo termin siendo de laopinin de que la cicatriz en el terreno debaser un corrimiento de tierra sin relacin alguna

    con los avistamientos. Aunque, eso s, setratara de un corrimiento atpico, de graninters para los edaflogos.Ciertas enigmticas peculiaridades del"crter" ya hacan dudar. Antes comentba-mos algunas, pero podran citarse otras. No

    haba testimonios generalizados del estruendomaysculo que habra acompaado un impac-to o una explosin. No llovi el da de losavistamientos del fenmeno luminoso, pero scuando apareci la huella, desconocindose lafecha exacta. Incluso habra discrepanciashorarias.

    De Santiago de Compostela nos lleg tambinotro sobresalto a mediados de los noventa.En julio de 1996 cay un bloque de hielo azul

    en la provincia de Lugo. J.A. Docobo iniciuna investigacin del fenmeno, llegando amanifestar a los medios que era posible quenos encontrramos ante "el acontecimientoastronmico ms importante de los ltimos

    aos".En declaraciones a una emisora de radio,comentaba las extraas propiedades delmaterial conservado:

    "Queda totalmente descartado que el fenmeno sea de origen atmosfrico; la bola

    contiene materiales que no se fusionan en la

    Tierra. El azul no es tintura, son partculas

    muy extraas que van depositndose en el

    fondo del hielo. Por supuesto, queda total-

    mente descartado que pueda ser un residuo de

    un avin, como algn detergente o lquido

    sanitario...".

    Se trataba del "primer trozo de hielo csmico

    que caa sobre la superficie terrestre"?A finales del mismo ao, hizo pblica laconclusin de los anlisis. El hielo, que sehaba formado con agua muy pura y undetergente habitual en las aeronaves, procedade algn avin.Rectificar es de sabios.

    Valga como ancdota que algunos aficionadosa los temas "paranormales" se resistan a creerque se hubiera tardado cinco meses en deter-

    minar que aquello era un detergente y prefe-ran pensar que con el desmentido se intentabaocultar algo...

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    Pero, volviendo al caso de enero de 1994,dejando a un lado la cuestin del "crter",tambin hay algo que chirra en las conclusio-nes acerca de los avistamientos.El artculo publicado en "Meteoritics &Planetary Science" fue escrito por expertos y

    recibi la bendicin de ms expertos. Todo yas, por poco que se reflexione, podemospreguntarnos: cuando se aborda el estudio deunas observaciones de lo que, a todas luces,parece un blido y las estimaciones queresultan no slo descartan que pueda tratarsede un blido sino que apuntan a algo rarsimo,no debera encenderse directamente la luz dealarma? Antes de dar rienda suelta a lasespeculaciones, no debera pensarse ms bien"qu datos o estimaciones de partida podran

    ser incorrectos" o "dnde podran estarfallando los clculos"...?Los testimonios parecan vulgares observa-ciones de un meteoro: qu tenan de espe-cial? Segn la reconstruccin de la trayectoria,el fenmeno volaba a una velocidad excesi-vamente lenta para ser un meteoro. Por otrolado, volaba a una altura demasiado baja. Yadems poda deducirse que su brillo debi sermuy inferior al esperable en un meteoro, puesslo fue observado desde un rea geogrficarelativamente pequea.Ahora bien, el clculo de la velocidad seapoya en estimaciones de tiempo y de espacio.Estimaciones de tiempo dadas por los testigos,que han resultado ser muy heterogneas ypoco fiables en casos similares. Estimacionesde espacio que se basan en una reconstruccinde la trayectoria a partir de los testimonios. Denuevo la materia prima son los testimonios delos observadores...

    Eran testimonios de calidad suficiente? Loque sabemos es que se trataba de testimoniosde observadores casuales. Es bien sabido delos expertos que la exactitud de los resultadospuede dejar mucho que desear a menos que sedisponga de registros fotogrficos o en video.Se dispona de un nmero suficiente detestimonios?Los puntos de observacin se extendan porun rea suficientemente amplia como paraobtener estimaciones con poco margen de

    error?La distribucin de los puntos era la apropia-da?

    Los observadores estaban situados en slo 8lugares diferentes (dentro de las provincias deLa Corua y Pontevedra). Segn parece, elhecho de que los testimonios disponiblesfueran tan escasos y algo dispares haca que elresultado del clculo variase bastante segn

    cul de ellos se omitiera. Por otro lado, elmtodo de estimacin de trayectoria utilizadohubo de ser modificado "debido a la relativaproximidad de los puntos de observacin".Tambin se consider desfavorable que -a

    juzgar por los clculos- el objeto resultaraestar demasiado cercano a los observadores.Y hablando de limitaciones de los datos departida, hay otro detalle que llama poderosa-mente la atencin. Si se marcan los puntos deobservacin en un mapa y se traza la trayecto-

    ria calculada, resulta que absolutamente todoslos puntos de observacin quedan situados aun mismo costado de la trayectoria (concre-tamente, al Este de la misma). Esta situacin,contribuira a hacer los resultados mssensibles a posibles errores en los datos quesuministraron los observadores? Parece que esas. En todo caso, no cabe duda de que si sedispusiera de testimonios procedentes del"otro lado", la reconstruccin de la trayectoriasera ms fiable.No sera pues descabellado contemplar laposibilidad de que se hubiera tratado realmen-te de un blido, siendo errneas las estimacio-nes debido a limitaciones en los datos obser-vacionales de partida. En pocas palabras: nocreo que pueda descartarse sin ms que elfenmeno se encontrara ms lejos (es decir,sobre el Atlntico, no sobre tierras gallegas),ms alto y desplazndose a mayor velocidadde lo que indicaba la reconstruccin... En

    definitiva, la pregunta que queda en el aire es:se habra tratado de un simple meteoro apesar de todo? Quiz nunca lo sepamos.

    Cuando alguien se pregunta por qu la Cien-cia..., mejor dicho, los cientficos, han de sertan prudentes, debera pensar en situacionescomo la que plantean estas observacionesgallegas y el "crter" de Cando. Con casos aspuede llegar a ocurrir -quin sabe?- que enlugar de avanzar a pasos agigantados hacia

    territorio inexplorado se est pavimentando uncamino hacia ninguna parte. El caso gallegoera uno de los ejemplos que exhiba Spaldingpara respaldar su tesis de las explosiones de

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    gas. Ms recientemente, un fsico ruso, AndreiYu. Ol'khovatov, hablaba en estos trminos delos hipotticos "geometeoros" o "meteorosgeofsicos", a los que supona algn parentes-co con el rayo globular:

    " Hace apenas dos siglos, se pensabaque todos los meteoros tenan un origen

    terrestre, ya que "no pueden caer piedras del

    cielo". Los pocos que afirmaban lo contrario

    eran considerados herejes. Entonces se

    descubri que pueden caer piedras de origen

    extraterrestre (meteoritos). El dogma anterior

    fue rpidamente olvidado, de modo que el

    pndulo oscil a la posicin opuesta. As

    naci un nuevo dogma que declaraba que

    toda "bola de fuego"/meteoro/blido en el

    cielo tiene un origen meteoroidal y es causado por un pedazo de roca/hielo extraterrestre,

    etc. o, en su defecto, por chatarra espacial

    artificial.

    Muy recientemente, el pndulo ha comenzado

    a moverse hacia la posicin de equilibrio.

    Incluso se ha publicado un artculo sobre el

    tema en la revista astronmica Meteoritics &

    Planetary Science."

    El lector habr adivinado a qu artculo serefera.

    Consultados recientemente (septiembre 2000),tanto J. A. Docobo como Z. Ceplecha hantenido la amabilidad de comentar su opininactual sobre lo ocurrido en 1994.

    En relacin a los avistamientos y la huella,Docobo piensa que, probablemente, se tratde una curiosa coincidencia en el tiempo dedos fenmenos independientes. No cree quevaya a haber novedades. Considera que, comoastrnomo, ya lleg hasta donde tena que

    llegar y que deberan de ser los edaflogosquienes estuvieran interesados en la huella deCando. Lamenta que no haya sido as.Por su parte, Ceplecha opina que la explica-cin global que apuntaron en "Meteoritics &Planetary Science" (liberacin de gases que seencuentran a alta presin a gran profundidad)podra ser incorrecta. En la lnea de loshiptticos "geometeoros" que mencionba-mos ms arriba, sugiere que el "blido" y lahuella pudieron deberse ms bien a una

    enorme descarga elctrica, un fenmenosimilar al que se habra producido en Jerzma-nowice (Polonia) el 14 de enero de 1993 (*).Seala que intentaron publicar esta nuevaexplicacin en la misma revista, en una Cartaa los Editores, pero les fue rechazada. Ceple-cha considera que, gradualmente, se ha idoformando una imagen ms coherente de estosextraos sucesos. Convencido de que, ocasio-nalmente, pueden observarse fenmenos conapariencia de blido pero situados a muy bajaaltura, cuyo origen podra ser elctrico, piensaque slo queda esperar que se produzca algnnuevo ejemplo que est mejor documentado.

    Estos son los hechos y las opiniones. Lasconclusiones definitivas debern esperar...

    ______________

    NOTA: (*).- En el caso de Jerzmanowice (Polonia) del 14 de enero de 1993, se dispone de observaciones deun "blido" (al parecer, con cielo cubierto [!]) seguido de una descarga elctrica, que gener registros ssmicosy efectos en el terreno. Fragmentos de roca caliza fueron proyectados a decenas e incluso centenares de metros.Segn Ceplecha, el suceso involucr una descarga elctrica de desplazamiento lento rectilneo. Otras dos des-cargas de menor intensidad se habran producido en los 3 minutos s iguientes.Existe documentacin sobre el caso, pero en polaco: "Przeglad Geofizycny", Vol. XL, (1995), n 4, pp. 335-407(Komitet Geofizyki Polskej Akademii Nauk).

  • 8/6/2019 Gastronoma de los "Roswell" a la espaola / El enigma del meteoro imposible

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    REFERENCIAS:

    - Galicia, 1994:

    "El objeto luminoso del 18-1-94 y el suceso de Cando (Outes)" (J.A. Docobo, V. Tamazian, Z. Ceple-cha y F. Daz-Fierros); Publicaciones del Observatorio Astronmico "Ramn Mara Aller", Universi-dade de Santiago de Compostela, 1995.

    "Investigation of a bright flying object over northwest Spain, 1994 January 18" (J.A. Docobo, R.E.Spalding, Z. Ceplecha, F. Daz-Fierros, V. Tamazian & Y. Onda); Meteoritics & Planetary Science 33,57-64 (1998).

    "Did a methane burp down TWA800?"; Science Frontiers (Sourcebook Project, W. R. Corliss), n 110(marzo-abril 1997), p.3.

    "Geophysical Meteors" (Andrei Yu. Ol'khovatov); (actua-lizado a 31/8/2000).

    - Cada bloque de hielo, 1996:

    "La lluvia de hielo azul" (Benigno Morilla); Ao Cero, n 80 (marzo 1997), pp. 70-72.

    "Un trozo de hielo cado del cielo no era csmico" (D. Cheda); La Vanguardia (Barcelona), 21 di-ciembre 1996.