forgotten books

194

Upload: others

Post on 05-Oct-2021

13 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Forgotten Books
Page 2: Forgotten Books
Page 3: Forgotten Books
Page 4: Forgotten Books
Page 5: Forgotten Books
Page 6: Forgotten Books

P R o L o G o

¿y

WLW999

D ONJuan del Prado y Ramos era un gran pe

cador;un dia ado leció

En el siglo XIII,un poeta , Gonzalo d e Ber

ceo , escribe lo s Milagros de Nuestra Señora .

Nuestra Señora ha salvado muchas almas pre

wcita

sa;Del baratro las ha vuelto de nuevo al

mundo . En el milagro V11 , Berceo refiere el

caso de un monje sensual y mundano :

Em depoco 5850, fa/cz'

e mucha locura .

l

No le contenían en sus locuras ni admoni

ciones ni castigos . Todos sus pensamientos eran

para lo s regalos y deleites terrenos :

Page 7: Forgotten Books

Por salua’a

’e su cuerpo epor vew

'

r mas sano

usaba lectuarz'

os aprz'

esa cutz’

auo ,

euyv z’

eruo ca lz'

euz‘

es , ¿ fríos eu verano;

a’

ebrz’

e ana’

ar devoto e aua’aba loz ano .

Finó en la contumacia . Pero el monasterio

en que había pr‘ofesado estaba!

b aj o la advo ca

ción de San Pedro . San Pedro quiso salvar al

pecador . No pudo su solicitud lograr del Señor

el milagro . Entonces se dirigió a María . Entre

María y el Señor se entabló una patética y tier

na contestación . Alegaba el Señor el menoscabo

que con la Violación de todo lo establecido su

frirían las Escrituras .

Serie menoscaóaa’a z

oa’a la Escrzlptura .

Pero,al fin

,vence Nuestra

Don Juan del Prado y Ramos no llegó a mo

rir;pero su espíritu salió de la grave enferme

dad profundamente transformado .

Page 8: Forgotten Books

D O N J U A N

DON Juan es un hombre como todos los homw . s w

bres . No es alto ni baj o ; ni delgado ni grueso .

Trae una barbita,en punta

,corta.Su pelo está

cortado casi al rape . No dicen nada sus oj os cla

ro s y vivos : miran como todos los ojos . La ropa

que vi ste es pulcra,rica;pero sin apariencias fas

tuo sas. No hay una mácula en su traj e ni una

sombra en su camisa . Cuando no s separamos

de él,no podemo s decir de qué manera iba

vestido : si vestía co n negligencia o co n exceso

I I

Page 9: Forgotten Books

de atuendo . No usa j oyas ni olores .No desb o r

da en palabras corteses,ni toca en zahareño .

Habla con Sencillez . Ofrece y cumple . Jamás

alude a su persona. Sabe escuchar . A su interlo

cuto r le interroga benévolo sobre lo que al in

terlo cutor interesa . Sigue atento,en S i lencio ,

las respuestas . No presume de dadivoso; pero

lo s necesitados que él conoce no se ven en el

trance de tener que pedirle nada; él , sencilla

mente,con gesto de bondad

,se adelanta a sus

deseos . Muchas veces se ingenia para que el so

corrido no sepa que es él quien le socorre . Pone !y

la amistad —flor suprema de la civilización -w ;por encima de todo . Le llegan al alma las infi

dencias del amigo;pero sabe perdonar al des

leal que declara noblemente su falta. ¿Hay , a

veces,un arrebol de melancolía en su cara?

¿Matiza sus oj os,de cuando

'

en cuando , la tris

teza? Sobre sus pesares íntimos coloca , en bien

1 2

Page 10: Forgotten Books

l1

del prój imo,la máscara del contento . No se

Wir

queja del hombre,ni — lo que fuera locura- f

del Destino . Acepta la fiaquez a eterna humana

y tiene para los desvaríos aj enos una sonrisa de

piedad .

Page 11: Forgotten Books
Page 12: Forgotten Books

II

MÁ S D E S U E T O PEY A

qué semcgcup a Don Juan ? ¿Cómo distribuye

las horasdel día? Don Juan no se desparrama

en vanas amistades,ni es un misántropo . Gus

ta de alternar la comunicación social co n la so

ledad confortadora . Bossuet ha dicho una frase

profunda en su Oraez'

o'

ufuuebrea’eMaría Teresa

a’e Austria . « Il faut savoir se donner des heures

d ’une solitude effective - dice el gran orador

si l ’on veut conserver les forces de l ’

áme » . FuerD

z as del alma son el gusto por la belleza,el sen

tido de la justicia , el desdén por las vanidades

decorativas . En sus viaj es,durante las tempora

I S

Page 13: Forgotten Books

das que pasa en sus ciudades predilectas , gusta

Don Juan de abismarse,de cuando en cuando ,

en la bienhechora soledad . La meditación es

para él la fuerza suprema del espíritu . No es

artista profesional; pero cuando lee un libro

piensa que en arte lo que importa no es la can

tidad ,sino la espiritualidad y delicadeza del

trabaj o . Ha Viaj ado Don Juan mucho . La o b ser

vación de los encontrados usos y sentimientos

humanos le ha enseñado a ser to lerante .

'

No

tiene para el pobre la fingida y humillante co r

dialidad de los grandes senores : su afecto es

campechano compañerismo . A los criados los

trata humanamente . Comprende —según se ha

dicho que si exigiéramos a lo s amos tantas

buenas cualidades - como exigimos a los cria

dos,muy pocos amos pudieran ser criados .

Page 14: Forgotten Books

I I I

L A P E Q U E N A C I U D A D

DON Juan no mora ya en una casa suntuosa , ni

se aposenta en grandes hoteles . ¿Se va cansando

de lo s trabaj os del mundo ? ¿Está un poco has

tiado de lo s deleites y apetito s terrenos? « ¿Qué

puedes ver en otro lugar que aquí no veas ?

— se lee en la [mitaez'

o’

u a’e Cristo Aquí ves

el' cielo

,y la tierra

,y lo s elementos , de lo s cua

les fueron hechas todas los cosas . ¿Qué puedes

ver que permanezca mucho tiempo debaj o del

so l?» Don Juan vive en una ' pequeña ciudad .

«La ciudad — dice una viej a Guía de 1 845 es

de fundación romana . Conserva de sus primiti

2 I 7

Page 15: Forgotten Books

vas edificaciones , un puente sobre el río Cer

meño y restos de murallas . Suelen encontrarse

en su término monedas y fragmentos de esta

tuas . La ciudad está edificada en un alto , ro

deada de alegres lomas y colinas . Cuenta co n

cuatro puertas . La Catedral es de estilo gótico;

fué restaurada en 10 72 por Alfonso VI;tiene

ocho dignidades,diez canónigos , cuatro racio

neros, trece medios y diez capellanes . La in

dustria de la ciudad consiste en telares de j er

ga y jalmas,estameñas y paños , curtidos de

cuero y suela,y co rdelería. En su campiña se

cosecha trigo,aceite , rubia y alazor . Se cele

bra unaferia por San Martín » .

Desde lej os,Viniendo por el cam ino del río ,

se ven lo s pedazos de la muralla y la ermita

de San Z o les . Por encima de las techumb res se

yergue la casa del Maestre . Unos cipreses aso

man entre tap iales : son lo s del huerto de las

18

Page 16: Forgotten Books

Jerónimas . A la derecha,otra mancha verde

marca el convento de las Capuchinas . Hay en la

ciudad una cofradía del Cristo '

Sangriento . De

noche,en las callejuelas

,por las plazoletas

,

unas voces largas cantan la hora,después de

haber exclamado : « ¡Ave María Purísima ! » Bri

lla un farolito en un retablo . No sabemos adón -

j

de vamos a salir por esta maraña de callejitasd

obscuras . Vemos , a la débil claridad del Cielo ,

que un vi ej o palacio tiene un sobrado en ar

cos , como una galería , debaj o de un ancho

alero .

Page 17: Forgotten Books
Page 19: Forgotten Books

IO criados , 2 1 dependientes de la Inquisición .

En la provincia había tamb ién hidalgos .

Los comerciantes eran 304 . Los fabricantes , 375.

Lo s artesanos , Lo s j ornaleros , Los

labradores,

La provincia comprendía

una ciudad, 82 villas , 238 lugares , 70 despo b la

dos, 39 1 parroquias . En la actualidad , hay en

la pequena Ciudad dos conventos de frailes y

cuatro de monjas . De lo s do s conventos de

frailes,uno es de franciscanos , el otro , de do

minico s. Los conventos de monj as son: el de

las Jerónimas , el de las Capuchinas de la Pasión ,

el de las Dominicas y el de Carmelitas descalzas .

El más rico es el de las Jerónimas;el más pobre ,

el de las Capuchinas de la Pasión . El de las Je

rónimas está en la plaza del Obispo Illán;el de

las Capuchinas se levanta en la calle de Colo

rero s. Las monjas Jerónimas llevan túnica y

escapulario blanco;la túnica va ceñ ida co n una

22

Page 20: Forgotten Books

correa;la capa y el velo son negros . Las Carme

litas descalzas llevan túnica y escapulario de

paño pardo y manto negro . Las Dominicas vis

ten túnica blanca y capa negra . Las Capuchinas

visten túnica gris-azulado,ceñida con cuerda

de cáñamo .

Page 21: Forgotten Books
Page 22: Forgotten Books

V

E L E S P! R IT U D E LA

PE Q U E ! A C I A D

ROMA,la Edad Media

, el Renacimiento,han

su sedimento espiritual en la pequeña

ciudad . Lo s fragmentos de muralla que quedan

son romanos; romano es también el p uente

sobre el río Cermeño . La Catedral es gótica .

Son del Renacimiento la casa del Maestre,la

Audiencia y el Concej o . Lo s siglos han ido for

mando un ambiente de señorío y de reposo .

Sobre las cosas se percibe un matiz de eterni

dad .

JLo s gestos en las gentes son de un cansan

cio lento y grave . El blanco y el azul , en el

25

Page 23: Forgotten Books

zaguán de un pequeño convento humilde,no s

dice , por encima del arte , eternidad . El arte ,

que ha hecho espléndida la ciudad,ha realiza

do , andando los siglos , el milagro supremo de

suprimirse e’

l mismo y de dejar el ambiente

maravilloso por él formado . Ese muro blanco

y azul de un patiz uelo ,en una calle desierta

, es

la expresión más alta del ambiente creado . Lo

más remoto se ha apropincuado a lo más cer

cano . No es en la Catedral,ni en lo s palacios

del Renacimiento,donde sentimos más honda

mente el espíritu de la pequeña ciudad . Desde

lo alto de una callej a contemplemos en lo hon

do un fornido pedazo de muralla romana . Las

lomas labrantías aparecen,por encima

,al otro

lado del río : esas lomas son verdes unas veces;

otras,negruzcas . Más arriba de las lomas está el

ciel o No vemos más . Las casas de la ca

lle son pobres; no pueden atraernos con sus

26

Page 24: Forgotten Books

primores . Esas tres notas simples , claras , per

manentes — la muralla,la colina y el cielo es

lo que solicita profundamente nuestro espíritu .

Como contemplaran este espetáculo hace dos

mil años otros oj o s ,'

lo contemplamos nosotros

ahora . En su permanencia está la norma de

finitiva de la vida . No nos cansamos de con

templar la muralla,la colina y el cielo . La voz

de un romano nacido en España llega hasta

nosotros . «Todo el mundo — dice Séneca en

W

su tratado De Vu‘

a bea l‘

a todo el mundo

aspira a la Vida dichosa;pero nadi e sabe en qué

consiste . De ahí proviene la grande dificultad

de llegar a ella . Porque cuanto más no s apresu

ramos , no habiendo tomado el verdadero ca

mino , más nos apartamos del te’ rmino apeteci

do . De esta suerte,nuestro afán por la vida di

chosa no sirve sino para alejarnos de ella cada

Vez más»

27

Page 25: Forgotten Books

Baj o el cielo,az ul O gris , está la colina ,

o negruzca;luego , más abaj o , la recia muralla

romana . Vivere omues beate voluut , sea’

ad pro

v z’

a’

eua’um quía

sit , quoa’beatam vitam effi ciat,

Page 27: Forgotten Books

Salazar . El Obispo era de rostro fino ,alargado .

Los oj os miran fij amente , con dureza . «Era de

grandes ensanches de ánimo »,d ice su b iógra

fo . Escribió Don García varios tratados teo lógi

co s y una gruesa Summa a’e casos a

’e coucz

'

euez'

a .

Estuvo en el Concilio de Aviñón;allí defendió

seis proposiciones que causaron escándalo . Do s

de estas proposiciones eran las sigui entes : una ,

«que Nuestro Señor Jesucristo no fué muerto

sino al principio del año treinta y tres de su

edad »; la otra , «que nor

padeció a veinticinco

de marzo,sino a tres de abril» . Fueron causa

de ruidosas protestas estas propos iciones;pero

como dice un autor moderno « se ven hoy

seguidas y aplaudidas,casi como evidentes ,

por todos los críticos,astrónomos , cro no lo

gistas e historiadores de más renombre» .

Era Don García de inflexib le carácter. Lo

inspeccionaba todo en su palacio y en la cate

30

Page 28: Forgotten Books

dral . Las menores negligencias eran castigadas

terriblemente . Su lucha con las Jerónimas del

convento de San Pablo dividió en dos epo

cas — Ia anterior y la posterior lo s fastos de

la pequeña ciudad .

Page 29: Forgotten Books
Page 30: Forgotten Books

V I I

L A S J E R Ó NIMA S

Y D O N G A R C ! A

LA lucha del obispo Do n García con las!

Jeró

nimas del convento de San Pablo fué épica .

Toda -la ciudad la presenció conmovida . Duró

muchos años . En el siglo xv la Vida en lo s co n

ventos de religiosas era placentera y alegre .

Las monjas entraban y salían a su talante . No

estaba prescrita la clausura . Se celebraban en

lo s conventos fiestas profanas y divertidos

saraos . El Concilio de Trento acabó con tal E,

liviandad . El obispo Don García se dispuso a

proceder severamente . Todas las monjas de la

diócesis le obedecieron . Se negaron a sus man

3 33

Page 31: Forgotten Books

datos las Jerónimas del convento de San Pablo .

Fueron inútiles imploraciones y amenazas . Pe

saba sobre las frágiles monjas la decisión de un

Concilio , los mandatos de varios pontífices, la

conminación del obispo Don García . A todo

resistieron . Bonifacio VIII , en su decreto Perí

culoso , había ordenado la clausura . Pío V , en su

extravagante Circa pastora les, había ordenado

la clausura . Gregorio XIII, tamb ién en su extra

vagante Den sacrís , había ordenado la clausura .

El Ob ispo Don García voceaba cole’ rico en su

palacio y daba puñetazos en lo s brazos de su

sillón . A todo resistieron las tercas monjas . De

la decis ión tridentina se alzaron ante la Con

gregación de cardenales intérpretes del Conci

lio . Fueron vencidas . Apelaron entonces al

Consej o Real . Del Consej o Real mandaron otra

Vez, lo s Consej eros , la causa a Roma . Otra vez

en Roma fueron vencidas . Llegaron después en

34

Page 32: Forgotten Books

súplica hasta el Rey. Y fueron vencidas . Las ale

gaciones , pedimentos , protestas , solicitudes ,

recursos y memoriales de este pleito forman

una b alumb a inmensa y abrumadora . Alegaban

las monjas que «no les puede mandar el obispo

la clausura , ni el Concilio , n i el Papa , por no

haberla votado ni haberse guardado en sus mo

nasterio s antes de agora , ni cuando ellas entra

ron,y que si se guardara , por ventura no entra

ran,ni fuera su intención obligarse a ello» .

Así hablaban las monjas deSanPab lo en 1 579 .

Fueron vencidas en la lucha;pero de la antigua

y libre Vida , siempre quedó en el convento un

rezago de laxitud y profanidad .

Page 33: Forgotten Books
Page 35: Forgotten Books

No se sabe si hay en su cara smelanco lía o ale

gria . Su sonrisa es indefinib le . Jeannette toca

con suavidad el escapulario,la correa , la blan

ca estameña de la monja . Sor Natividad ha pa

sado su mano por el fino paño del traj e de Jean

nette .

Cuántas cosas veréis en París , Angela !

exclama Sor Natividad .

Y añade :

¿Es bonito París , Jeannette?

Sor -Natividad s e levanta lentamente del

asiento . A l estar en pie hace un movimiento

leve para componer la ropa . Es alta;baj o la tú

nica blanca,al moverse , se perciben las llenas

y elegantes líneas del cuerpo . Sor Natividad

cruza las manos sobre el pecho y comienza a

caminar . Sus Oj os miran una lej anía ideal . Pasa

Sor Natividad por las galerías del claustro . En

el centro del primoroso patio plateresco cre

38

Page 36: Forgotten Books

cen lo s rosales . Sor Natividad se detiene , silen

ciosa,extática

,en el umbral de una puerta . En

el fo ndo luce el altar mayor de la iglesia . Mul

titud de luces , en límpidas arandelas de cristal ,

brillan , entre ramos , sobre los dorados esplen

dentes . So r Natividad permanece un momento

en la puerta,encuadrada en el marco , como la

figura de un retablo .

En su celda , So r Natividad sc sienta con un

libro en la mano . A ratos va pasando la hojas ,

y a ratos permanece absorta. Suena una cam

panita . Lentamente,

como quien despierta de

un sueño , Sor Natividad avanza por los corre

dores , ya en tinieblas , hacia el coro .

Cuando llega el momento ! lel reposo,Sor

Natividad se va despoj ando de sus ropas . Se

esparce por la alcoba un vago y sensual aro

ma . Lo s movimientos de Sor Natividad son

lentos , pausados; sus manos blancas van , con

39

Page 37: Forgotten Books

suavidad,despojando el esbelto cuerpo de lo s

hábitos exteriores . Un instante se detiene Sor

Natividad . ¿Ha contemplado su busto sólido ,

firme,en un espej o ? La ropa de batista es suti l

y

Page 38: Forgotten Books

I X

L A S M O N J A S PO BR E S

EL convento de Capuchinas de la Pasión está

en la calle de Parayuelos . La calle es solitaria .

Una puertecita estrecha da entrada a un patio ,

formado por tres altos tapial es , y en el fondo ,

el convento . En medio del patio,en el centro

de un alcorque cercado de piedras , se enhiesta

un ciprés . Otra puertecita no s da paso a un re

ducido zaguán . Las paredes e stán enjalbegadasde cal blanca;un zócalo azul — con una rayita

negra entre lo azul y lo blanco corre por

todo el ámbito . Otra puerta conduce al interior

del convento;el torno y la rej a del locutorio

4 1

Page 39: Forgotten Books

están en esta primera estancia . Si pudiéramos

penetrar en la casa,veríamos un corredor blan

co y unas celditas blancas . Las monjas van y

vienen silenciosas . En sus celdas meditan y re

z an . En cada celda hay un tabladillo de made

ra en que las monjas reposan por la noche . Las

comidas de las monjas so n legumbres y verdu

ras . La Regla de la Comunidad dice así en su

principio : «En el nombre de Nuestro Señor

Jesucristo comienza y sigue la forma de la vida

y regla de las so ro res pobres , la cual el bien

aventurado San Francisco instituyó » . La po

breza es uno de lo s fundamentos de la Orden .

«Y así como yo — dice Santa Clara en la Re

gla siempre fuí solícita,j untamente con mis

sorores, de guardar la santa pobreza que al

Senor Dios y a1 bienaventurado San Francisco

prometimos,así sean tenidas las abadesas que

en mi Oficio sucedieren , y todas las sorores ,

4 2

Page 40: Forgotten Books

de la guardar hasta el fin sin traspasa

miento » .

La casa de un pobre labriego es más rica que

este convento . Pero todo está limpio y blanco .

Blancas las paredes;blancas las puertas;blanca

la tosca loza en lo s vasares. Silenciosamente ,

como sin apoyarse en el suelo,desfilan las

monjas por lo s-

blancos corredores . Las rosas

rojas de un rosal - en un patio interior de

muros lisos destacan,baj o el azul del cielo

,

sobre lo blanco unánime

Page 41: Forgotten Books
Page 43: Forgotten Books

papeles del siglo XVII . La casa de doña María

tiene un zaguán chiquito . Arranca del zaguán

una esCalerita de madera;llega hasta el fondo y

tuerce a la izquierda formando una galería . En

el fondo , a un lado , se abre la puerta . Hay en

la casa anchas salas llenas de antigüedades y

co rredores obscuros con ladrillos sueltos en el

pavimento que hacen ruido al ser pisados .

Doña María , entre cachivaches anodinos , tenía

algunos primores en muebles,porcelanas y

telas . A l pasar frente a una puerta , la ha ab ier

to y ha dicho :

— Aquí posa Don Juan .

Hemos entrado : La estanCia estaba sencilla

mente aderezada. Una puerta de vidrieras daba

a la alcoba . En las paredes había una serie de

litografías en color . Desde el balcón se contem

plab a el río en lo hondo . Iba muriendo el día .

La pálida claridad del cielo,en el lej ano hori

46

Page 44: Forgotten Books

zonte,ponía en el ambiente una íntima tristeza .

Un caminito de cipreses se perdía,a la otra

parte del río , entre las lomas . ¿Adónde va ese

cam ino ? ¿De dónde Vienen esos hombres que

marchan por él lentamente? La casa estaba ya

casi a obscuras . Fulgía en el cielo la estrella

vesperal . Lo s cipreses del caminito han ido per

diéndo se en la somb ra . ¿Adónde irá ese° cami

nito ? ¿Cuántas veces lo contemplará Don Juan

eternidad , eternidad desde el balcón que

da al río ?

Page 45: Forgotten Books
Page 46: Forgotten Books

X I

E L O B I S P O C I E G O

UNA débil claridad aparece en las altas“

vidrie

ras de la Catedral . ES la hora del alba . A esta

hora baja el obispo a la Catedral . El palacio del

Obispo está unido a la Catedral por un pasadizo

que atraviesa la calle . A la hora en que el obis

po entra en la Catedral todo repo sa en la pe

queña ciudad. La Catedral está casi a obscuras :

resuenan ,de cuando en cuando

,unos pasos;

chirría el quicio de una reja . En la pequeña

ciudad la luz de la mañana va esclareciendo las

callejas . Se’

ve ya, en la plaza que hay frente a

la Catedral,caer el chorro del agua en lau taza

4 49

Page 47: Forgotten Books

de la fuente;el ruido de esta agua , que había es

tado percib iéndose toda la noche , ha cesado ya .

El obispo está ciego;ciego como el dulce y

santo Obispo francés Luis Gastón-Adrian de

Segur. Entra en la Catedral despacito;va soste

niéndo se en un cayado;obra de dos o tres pa

so s le van siguiendo do s fam i liares . La amplia

capa cae en pliegues maj estuosos hasta las lo .

sas. Se dirige el buen prelado hacia la cap i lla

del Maestre don Ram iro . De cuando en cuan

do se detiene , apoyado en su bastón , con la

cabeza baja,como meditando . Su pelo es abun

dante y b lanquísimo . Destaca su noble cabeza

en el vivo morado de las ropas talares .No pue

de ya ver el ob ispo n i su Catedral , ni su ciu

dad . Pero desde su cuartito , él , todas las maña

nas, a la hora cn que rompe el alba , espía to

do s lo s ruidos de la ciudad , que renace a la

v ida : el canto de un gallo , el tin-tin de una he

so

Page 48: Forgotten Books

rrería, el grito de un Vendedor , el ruido de Io s

pasos . Ya no puede él ver los zaguanes blancos

y azules de los conventos pobres;ni las iglesi

tas sin mérito ninguno artístico , pero ennoble

cidas, santificadas , por el anhelo de las genera

ciones;ni lo s vencejos que giran en torno de la

torre de la Catedral;ni el panorama de las co

l inas que se descubre desde el paseo de la ciu a

¡Cuánto daría el buen Obispo por ver, no

un cuadro famoso , ni una.

maravilla arquitectó

nica, ni un paisaj e soberb io , sino uno de estos

porches de los conventos humildes,enjalbega

y

dos de cal nítida y con un zócalo de vivo azul ! i.

El obispo camina lentamente con su capa

morada y su bastón hacia la capilla del Maes

tre . Don Juan viene alguna mañana a verle . En

la capilla del Maestre,el obispo dice misa

, to

do s los días , a tientas , ayudado por sus fami

liares. ¿Hemos dicho que él hubiera querido

51

Page 49: Forgotten Books

ver tan sólo un pedazo de muro blanco y azul?

Tal vez ni esta inocente concupiscencia tiene .

Como Segur , el otro obispo ciego , el obispo dela pequena ciudad , exclama : « ¡Qué me impor

ta,después de todo

, ver o no ver la luz exte

rior, con tal de que los oj os i luminados del co

raz ón perciban la luz verdadera y eterna , que

no es otra que Cristo viviendo en noso tro sl»

Page 51: Forgotten Books

que la casa tiene un subterráneo que llega al

río . Corrió por la ciudad antaño el rumor de

que el aurífice había encontrado en la cueva un

maravilloso tesoro . El tesoro que tiene el auri

fice son unos libros y papeles que él revisa to

das las noches . Posee una casa de campo cerca

del pueblo . Vive solo : no tiene a nadie . Todas

las noches vi enen a dormir a la tiendecilla , des

de la casa de campo , dos mozos de labranza .

Todas las noches,el aurífice se cala sus anti

parras,y,como si fuera a labrar una delicada

j oya,se inclina sobre su pupitre , escudriña pa

peles,forma largas fi las de guarismos , lee pe

riódico s llenos de números , escribe cartas a

Madrid y París .

En la tiendecilla trabaja todo el día . Y todas

las tardes , a la misma hora , el aurífice y Don

Juan ven la cara de un niño qu e se pega al cri s

tal . Las mej illas y la nariz aparecen chafadas en

54

Page 52: Forgotten Books

la transparente planicie . El niño mira con avi

dez los movim ientos del martillito y el ir y

venir d e l a lima . Así permanece un largo

!Un año después , el niño es ya mayor y está

sentado dentro,en el taller. Diez años después ,

el niño es casi un hombre,y da él también gol

pecito s con el martillo . Veinte años después ,

el niño es ya un hombre formado . El aurífice

ha muerto . El niño de antaño ha tirado la ca

sita de piedra;ha comprado las do s de al lado;

ha construído un caserón‘ de ladrillo y ha pues

to en la fachada : Grau Baz arModerno.)

Page 53: Forgotten Books
Page 54: Forgotten Books

X I I I

EL D O C T O R Q U I J A N O

UNA placa dice en el portal : Doctor Quzj’

auo .

El doctor está en su despachito . Se halla pare

daño del convento de las Jerónimas. A medio

día,en la madrugada

, se oye una campanita , y

luego un canto ronrOneante y sonoroso . El des

pacho tiene — en invierno una recia estera de

esparto crudo . Frente a la mesa hay un arma

rio con libros . Nadie puede ver lo s libros que

tiene el doctor;el doctor no le deja la llave a

nadie . El techo es baj o , con viejas vigas cuadra

das. Por la ventana se ve un patio en que se

yerguen verdes evónimós .

57

Page 55: Forgotten Books

Cuando penetramos en el despacho del do c

tor,al comenzar a hablarle en voz alta, él no s

coge del brazo,

/

nos aprieta un poco y ex

clama :

¡Silencio ! Está

—¿Quién ? — preguntamos .

No vemos a nadie en la estancia .

—¡Está aquil — rep ite el doctor con gesto de

misterio Ha venido;se halla presente .

Otras veces,el doctor

se muestra entriste

cido .

No ha querido ven ir — dice Lo s

drines tienen la culpa .

El doctor recorre toda la ciudad;visita a lo s

ricos y a lo s pobres;es infatigable;para todos

tiene una palabra de amor . Po r las noches ,

cuando le llaman,acude

'

prestamente a casa

del enfermo . Muchas veces , al salir de la casa

de un pobre,queda sobre la mesa , en u

'

na silla ,

58

Page 56: Forgotten Books

un recuerdo que ha dejado el doctor . Don

Juan le acompaña alguno s días en sus visitas

por lo;barrios populares . Es bueno e inteligen

te el doctor Quijano;pero a nadie le deja leer

los libros de su armario . Y,a veces

,cuando

entramos en su despacho,desprevenidos, nos

hace callar de pronto y no s dice baj ito :

¡Silencio ! Está aquí;ha

Page 57: Forgotten Books
Page 59: Forgotten Books

angosto,porque si no es por la parte de 1a

dehesa,por las demás no tiene media legua

de término » . El pueblo vive « de granj erías del

campo,principalmente del vino » . Hay en el

pueblo una iglesia . Cuenta la iglesia con cuatro

beneficios,un curado

,tres beneficios simples ,

seis prestameras,un cabildo co n veinte cléri

go s . Existen también en el pueblo tres cape

llanías;un monasterio de monjas con 40 reli

gio sas y cuatro capellanías, y un convento de

frailes con 20 religiosos .

Segú n el Nomeucla'

z‘

or de 1 888,el pueblo

tiene habitantes . En la [reformacz'

o'

u sobre

la crz'

sís agríco la ,abierta por el Estado en 1887

se declara que el alimento, po r habitante , es el

Sigu iente : carne,un gramo diario;pan , IOO gra

mos; aceite , I o gramos; vino , I5 centílitro s.

Y añaden lo s informadores : « todo esto teniendo

en cuenta que la clase proletaria , que constitu

62

Page 60: Forgotten Books

ye las tres cuartas partes de la población,no

se alimenta con nada de lo que se consigna en

esta respuesta » . La clase proletaria se alimenta

de patatas , judías , chiles y acelgas; todo ello

« sin pan » . El suelo es pobre . Con lo s cereales

que se producen «apenas hay para atender al

consumo de la localidad » . Van desapareciendo

lo s viñedos,a causa «del empobrecimiento del

agricultor , que no tiene para renovar las vides ,

que se mueren de Viejas,y no puede poner de

nuevo » . En cuanto a los cereales, en las tierras

de primera alterna el barbecho y la siembra;las de segunda y tercera

,«hay que dejarlas

¿ idescansar dos años por cada uno de siembra» .

í;

Lo s j ornaleros ganan I peseta 25 céntimos

diarios;trabaj an ciento ochenta días al año .

El viaj e lo‘

han hecho el doctor y Don Juan

lentamente , a caballo . Había que ir por lo s fra

gosidades de la montaña; la Vereda que han

63

Page 61: Forgotten Books

seguido subía y bajaba porlo s alcores y se re

torcía entre las quiebras . A las do s horas han

d ivi sado al pueblo allá en lo hondo . Junto al

montón de casas aparecía una lám ina casi re

donda,de un intenso color negro : era una la

guna . Cuando , más tarde , se han aproximado a

ella , han visto que las aguas , sobre fondo de

dura p iedra,tenían una transparencia maravi

l losa .

Page 62: Forgotten Books

X V

C A S A D E G IL

EN el pueblo,Don Juan y el docto r Quij ano

han ido a pasar la noche a casa de un labrador

amigo . La cocina es negra . La luz tremulante

de un candil apenas la alumbra;arden gruesos

troncos en la chimenea . Gil es un hombre recio

y curtido . Con la mirada fij a en lo s tuero s, Gil

permanece largos ratos inmóvil .

—¿Cómo cultiva usted sus tierras ? —

pregun-f

ta Don Juan al labrador.

— Yo hago con mis tierras tres suertes u

hojas — dice Gil De estas tres hojas , Siem

b ro nada más que una.

5 65

Page 63: Forgotten Books

—¿Cómo llama usted a las demás? — torna a

preguntar Don Juan .

— Una de las suertes la Siembro — rep ite

Gil de las otras do s , una la labro , pero no la

siembro,y se llama barbecho;otra , no la siem

bro ni la labro , y se llama eriaz o .

—¿Se necesitará mucha tierra para coger al

guna cosecha? — observa Do n Juan .

Se necesita mucha tierra — replica el la

brador El que más,cultiva aquí las t ierras de

año y vez;algunos las dejan descansar cuatro ,

seis y aun ocho años .

Don Juan iba preguntando por lo s nombresde todos lo s utensilios y trebej os de la cocina.

Aquí , ante este fuego , en medio de esta primi

t iva simplicidad,rodeado ‘de esta áspera po

breza, se le antoj aba hallarse , no sólo tres o

cuatro S iglos atrás,sino lej osde España , entre

lo s lapones , como Regnard , en 1681 , o en la

66

Page 64: Forgotten Books

Groenlandia, o en alguno de los países imagina

rios p intados en el Persz'

les .

Iba pasando el tiempo . Parecía que eran las

do s de la madrugada y eran las nueve de la no

che . La cámara a que Gil ha conducido a Don

Juan,tenía el techo en pendiente y sostenido

por troncos , retorcidos , de pino . El piso era de

yeso blanco . Se veían dos grandes arcaces de

roble , toscamente tallados;los cubrían tapetes

a l istas de vivos colores roj os,verdes y azules .

En las paredes había colgados hacecillos de

hierbas aromáticas : romero ,tomillo , Salvia ,

orégano, cantueso . En un rincón descansaba

una escopeta viej a,y al pie había do s caretas

de castrar colmenas . La cama la formaban seis

colchones altísimos .

La noche ha sido interminable . A la madru

gada , Do n Juan se ha levantado un momento y

ha abierto un ventani llo . Brillaba con un fulgor

67

Page 65: Forgotten Books

intenso la estrella matutina . En el silencio den

so ,profundo

,el parpadeo , henchido de miste

rio del lucero , ha puesto en el espíritu de Don

Juan una sensación indefinib le de infinitud e

idealidad .

Page 67: Forgotten Books

sordamente . Lo s n iños van a casa del carpinte

ro . «Ras-ras» , hacen lo s cepillos sobre las ma

deras , y saltan y llenan el suelo las virutas lim

pias y olorosas . Lo s niños van a casa del buen

tej edor . El buen tej edor es ya muy viej ecito .

No quedan ya más tej edores en la ciudad . El

tej edor tiene su telar en un rinconcito de su z a

guán;parece una arañita curiosa . La lanzadera

va de una parte a otra . Hace un ruido sonoro y

rítmico el telar. La tela que va tej iendo el te

jedo r es roj a , azul y verde. El buen tej edor eu

v ía una sonri sa bondadosa a los niños .

— Ahora — d ice el maestro vamos a leer

el gran Libro .

Se marchan todos saltando y gritando al

campo . El campo — en primavera , en otoño

está lleno de animalitos . Lo s niños levantan las

piedras , observan los horado s , ven correr sobre

las aguas los insectos con sus largas patas . El

70

Page 68: Forgotten Books

maestro les va diciendo lo s nombres de todas

estas bestezuelas y de todas las plantas . Vuel

ven lo s niños cargados de ramas olorosas y de

florecitas de la montaña. Don Juan les acompa

ña algunos días .

— Yo quiero — le dice el maestro que es

to s niños tengan un recuerdo grato en la vida .

Page 69: Forgotten Books
Page 70: Forgotten Books

X V I I

E L P R E S I D E N T E

D E L A A U D I E N C I A

POR el paseo de la Chopera va caminando un

grupo de señores de la ciudad . En el centro

aparece don Francisco de Bénegas , presidente

de la Audiencia . Es la última hora de la tarde;

se ve a la luz suave , a lo lej os , el panorama de

las colinas y altozanos . A un lado y a otro,lo s

árboles fornidos,seculares .

—¡Eso que usted dice , amigo Pozas , es una

eno rmidad ! exclama el presidente de la Au

diencia, dirigiéndose al más j oven de sus acom

pañantes.

73

Page 71: Forgotten Books

Se detiene don Francisco;se detienen todos ,

en medio círculo , mirando en s ilencio al presi

dente . El presidente lleva una barb ita blanca y

unas gafas de o ro . En su corbata luce una

perla .

—¿Cree usted que es una enormidad? — d ice ,

al fin,Pozas .

¡Una enormidad ! — rep ite don Francisco .

Y ríe con una risita j ovial y sarcástica.

—¿Po r qué es una enormidad , querido don

Francisco ? — pregunta Pozas .

Habían comenzado a andar de nuevo; otra

vez se deti enen .

— Es una enormidad — dice donFrancisco

porque co n ello quedarían alterados , subverti

do s, derru idos lo s fundamentos del orden social .

—¿Y por qué iban a quedar subvertidos lo s

fundamentos del orden social? —se atreve a

preguntar Poz as .

74

Page 72: Forgotten Books

Todos m iran en silencio a Pozas , extrañados

de esta inusitada audacia .

—¿Que po r qué iban a quedar destruido s lo s

fundamento s del orden social?

Se ha detenido don Francisco y ha mirado

fijamente a Pozas . Después ha comenzado a

caminar otra vez ; al cabo de un momento ha

dicho :

Usted separa la Justicia y la Ley;usted

afirma que puede haber Justicia sin

Se detiene otro poco don Francisco , y des

pués d ice pasando su m irada por todos los

circunstantes

— Señores : lo hemos oído

Todos asienten en silencio,respetuosamente .

Don Francisco añade :

Pues bien;si usted prescinde de la Ley,

¿en dónde va usted a asentar lo s fundamentos

del Orden social?

75

Page 73: Forgotten Books

Se han detenido todos . Los circunstantes ,

vueltos hacia Pozas , esperaban su respuesta .

Don Francisco no apartaba de él su mirada .

Pozas se ha atrevido , al cabo , a decir :

Yo asiento los fundamentos del orden

Pero el presidente le ha ataj ado con rapidez ,

tendiendo hacia él la mano,mientras se ponía

otra vez en marcha :

—¡No;no ! ¡Si n o puede usted decir nadal Si

usted suprime la Ley v i ene el caos , la anar

Y mirándole otra vez fij amente,entre la

expectación de todos,entre la execración dis

creta de todos :

—¿Es que pretende usted sostener las doc

trinas de la Anarquía?

Caía la tarde . Caminaba detrás un mendigo y

les ha alcanzado; era un pobre caminante , an

76

Page 75: Forgotten Books
Page 76: Forgotten Books

X'V I I I

H I STORIA D E UN GO BERNAD OR

EL nuevo gobernador llegó a la ciudad ,

l

sin

avi sar,en un tren de la noche . Se fué a la fon

da,y se acostó . A la manana siguiente salió a

dar un paseo . Le preguntó a un guardia mun i

cipal por el Gobierno civi l . Entró y vió en la

portería a un guardia civi l que estaba bruñendo

unas botas .

¿El señor gobernador civil? — le preguntó .

El guardia, sin levantar la cabeza , contestó :

No hay gobernador; el interino lo es él

secretario del Gob ierno .

79

Page 77: Forgotten Books

¿Y no se podría ver al secretario ? — insis

tió el gobernador .

El guardia civi l levantó entonces la cabez a y ,

encogiéndose de hombros,replicó :

— Está malucho y viene tarde .

— Pues,entonces — d ij o el gobernador é s

peraré a que venga . ¿Dónde puedo esperar?

El guardia civi l volvió a mirarle de‘

sdeño sa

mente , y ,señalándo le una silla , dij o :

— Si usted tiene empeño en esperarle , Sién

tese ahí .

Hizo como que iba a sentarse el gobernador;

pero cambiando bruscamente de pensamiento

anadió}:— No; aquí , no . Le esperaré en el despacho

del gobernador .

Entonces el guardia civi l le miró estupefacto

y se puso a reír . Pero el nuevo gobernador

abría ya la puerta y entraba en las dependen

8o

Page 78: Forgotten Books

cias del Gobierno . El guardia civil , repentina

mente serio, se lanzó hacia él , y el gobernador

exclamó :

—¡Soy el nuevo gobernador ! Vaya usted a

llamar al secretario

Se le cayeron de las manos al guardia las

botas que estaba limpiando; titubeaba;andaba

azorado; no sabía si abrir la puerta del aespa

cho y acompañar al gobernador o marcharse

corriendo a cumplir la orden que el go b erna

dor le había dado .

A lo s do s días de tomar posesión del Gob ier

no,vinieron de Madrid

,a visitar al gobernador ,

Noblejas,el novelista

,y Redin , el crítico . El

gobernador era un gran poeta . En el despacho ,

el gobernador se sentaba encima de la mesa ,

Noblejas en el brazo de un sillón y Redín a

horcajadas en una silla . De cuando en cuando

entraba el portero y anunciaba una visita . Des

6 8 1

Page 79: Forgotten Books

de fuera se O ían gritos , fragmentos de frases :

« ¡Pues a mí , « ¡YO les digo a uste

des que

— El señor gobernador — decía el portero a

los vi sitantes que esperaban en la antesala

el señor gobernador está celebrando una entre

vi sta importante con unos señores de Madrid .

—¿Es interesante la ciudad? — le preguntó

Noblej as al gobernador .

No lo sé — replicó éste no la he v i sita

do todavía;encontré aquí unos libros viej os y

he estado revolviéndolos .

Salieron a recorrer la ciudad . Lo primero

que encontraron fué un disforme caserón;esta

ba en la misma calle del Gobierno .

¿Esto qué es ? — preguntaron a un guardia .

El Hospicio — contestó el guardia .

Entremo s — dij o el gobernador .

No les querían dej ar pasar , y el gobernador ,

82

Page 80: Forgotten Books

irguiéndo se , dij o con v o z recia , mientras go l

peaba el suelo co n el bastón .

—¡Soy el gobernador !

Un dependiente salió corriendo a avisar al

presidente de la Diputación . El cuadro que en

el Hospicio se ofreció a lo s visitantes fué b orri

ble . Los niños estaban escuálidos,famélicos

,y

andaban vestidos de andraj os . El presidente

de la Diputación había l legado ya . El go b erna

dor iba de sala en sala sumido en una especie de

Sopor . No oía lo que le decían ni Noblejas,ni

Redín , ni el De pronto,el poeta

sale de su estupor y entra en una encendida y

terrible cólera . El poeta coge por la solapas al

presidente , lo zarandea con una violencia impe

tuo sa y le grita junto a su cara :—¡Miserable !

Entre las dos manos del gobernador habían

quedado lo s dos j irones de las solapas del pre

83

Page 81: Forgotten Books

sidente . Y el gesto de supremo desdén con que

el gobernador los tiró al aire , fué el más bello

gesto que ha hecho nunca un artista .

Tres días después fué destituído el gob erna

do r. Un periódico ministerial , al censurar la

conducta del gobernador , dij o , entre otras co

sas, que «no estaba en la realidad» .

Page 83: Forgotten Books

larga y ancha barba . Sus manos son férreas y

! nudosas Don Teodoro hizo de capitán la cam

paña de Cuba . Los soldados le ido latrab an . No

usaba nunca armas; llevaba Siempre un baston

cito en la mano . En lo más recio de los com

bates,cuando por todas partes silb ab an las b a

las,don Teodoro se detenía y sacaba un librito

de papel de fumar . Cortaba una hoja y se la

pegaba en el labio . Las balas pasaban silb ando .

Sacaba después una tosca petaca de cuero y

daba en ella do s go lp ecito s. La abría y ponía

tabaco en una mano . Volaban por el aire cascos

de granadas; las balas rugían . El tabaco que

tenía don T eodoro en una mano lo estregaba

suavemente con la otra . Liaba don Teodoro un

cigarro,lo encendía

,levantaba la cabeza y

echaba una bocanada de humo a lo alto .

— Me decía usted,querido Pozas — dice el

coronel que el princip io de

86

Page 84: Forgotten Books

Yo le decía a usted — ataja Pozas que

el principio de—¡Ruperto ! — interrumpe el coronel , llaman

do al mozo .

El mozo , silenciosamente , se lleva el book

vacío que tenía delante don Teo do ro,

y trae

otro lleno .

El coronel se pasa la palma de la mano,con

suavidad , por la barba; sus oj os , entristecidos ,miran vagamente la calle .

—¿H a visto usted? — dice bruscamente

Esa señora que ha pasado tiene la misma ma

nera de andar que tenía mi pobre Adela .

En un momento cruza por el cerebro del co a

ronel toda la tragedia de su vida . Su mujer,un

día , estando embarazada , como anduviese dis

traída en lo s quehaceres de la casa,fué a sen

tarse en una silla,calculó mal

,cayó ° al suelo

,

malparió y murió . Luego,el suicidio

l

de su hij o

87

Page 85: Forgotten Books

Pepe , en la Academ ia de Toledo;su hij o Pepe ,

tan pundonoroso, tan inteligente . Después , su

otro hij o,Antoñito ,

un muchacho de doce

años,yendo en bicicleta por el campo , recibió

una tremenda pedrada y expiró a las dos horas.

—¡Ruperto ! — vuelve a gritar el coronel

El mozo,silenciosamente , sirve otro book.

— Decía usted , querido Pozas , que el prin

cipo de

Yo decía — torna a ataj ar Poz as que el

princip io de

Pero de pronto ha aparecido en la puerta un

capitán . El capitán se llega hasta don Teodoro ,

se cuadra marcialmente , saluda y d ice :

— Mi coronel : acaba de llegar la conducción

de presos de Barcelona .

DonTeodoro ha apartado suavemente el book

que tenía delante .Donde estaba el book ha pues

to el codo , y ha reclinado la cabeza en la mano ,

88

Page 86: Forgotten Books

con la cara mirando al mármol de la mesa .

En esta forma ha estado absorto un instante .

Luego ha levantado la cabeza y ha dicho

—¿Han venido por la carretera de Henci

nares?

— Sí,mi coronel — ha replicado el cap itán

Han salido de H encinares a las tres de esta

tarde y han llegado ahora .

Cuántos so n ? — ha preguntado don Teo

doro .

— Ocho y un niño — ha contestado el capitán .

—¿Un niño ? — ha interrogado don Teodoro .

— Sí , mi coronel; un niño de doce o trece

años .

El coronel ha vuelto a inclinar la cabeza

sobre la mesa y ha permanecido en silencio

otro instante . Después ha dicho :— Diga usted que me traigan ese niño .

Un momento después entraba un sargento

89

Page 87: Forgotten Books

con un niño . Era un niño rubio , revuelto el

pelo , co n los oj os vivos y azules . Llevaba una

chaqueta muy ancha,atada con una cuerda de

esparto,con las mangas cortadas

,deshilacha

das;lo s dedos de Sus pies asomaban por las ro

turas de los zapatos . Venía cubierto de polvo .

El niño estaba de pie , si lencioso , ante el co

ronel,mirándole co n sus oj illos despiertos .

¿Cómo te llamas ? — le ha preguntado don

Teodoro .

Marianet - ha dicho el niño .

¿Marianet,cómo ? — ha tornado a preguntar

don Teodoro .

Marianet Pagés y Valls ha dicho el’ N

na .

¿Qué has hecho en Barcelona?

El niño no contestaba . Subía y bajaba lo s

hombros;movía la cabeza a un lado y a otro;

reía .

oo

Page 88: Forgotten Books

—¿Qué

' has hecho en Barcelona? — ha insis

tido el coronel .

Nada — ha dicho,al fin

,el nino Estar

en las

El coronel ha sonreído co n una sonrisa de

tristeza y de bondad .

¡Ruperto ! — ha gritado Tráete para este

niño un par de bocadillos de jamón .o

Y al mismo tiempo señalaba su book vacío .

Ha vuelto el mozo con lo pedido . El niño

comía vo razmente sentado al lado del coronel .

El coronel bebía lentamente con un gesto de

profunda tristeza .

— Decía usted,querido Pozas

,que cl prin a

cipio de autoridad

Page 89: Forgotten Books
Page 91: Forgotten Books

nador algo que parecía hacedero . Deseaban

que los presos que llegaron ayer, por ca

rretera, a la pequena Ciudad , prosigan su Viaj e

en tren .

El gobernador,que se frotaba las ma

nos sonriendo , ha cambiado súbitamente de

gesto .

— Lo que ustedes me piden — ha dicho gra

vemente el gobernador lo que ustedes me

piden es'

co sa de más trascendencia de lo que

parece .

Don Juan y Pozas insi stían .

— Yo ingnoro— ha dicho Don Juan lo

dispuesto sobre el particular ;—¡Ramírez ! — ha gritado de pronto el go

b ernador llamando al secretario Ramírez,

tenga usted la bondad de traer el Apéndice

sexto al tomo XIV del Alcubil la y ábralo usted

por el capítulo xxxn .

94

Page 92: Forgotten Books

Y luego,sonriendo otra v ez , sonriendo festi

va e irónicamente :

— Ahora les enseñaré a ustedes lo legislado

sobre el particular .

Y después de una pausa,sonriendo también

,

fro tándo se suavemente las manos :

— Yo, señores , no soy más que un humilde

guardador de la ley.

Cuando ha venido Ramírez con el volumen

del A lcubil la , el gobernador.

lo ha tomado y ha

estado leyendo en vo z alta un largo rato .

—¿Ven u s t e d e s ? ha dicho sonriendo

después .

— Pero , señor gobernador — ha dicho Don

Juan abonaremo s todos los gastos

del viaj e en tren de esos presos .

El g o b e r n a d o r h a tornado a ponerse

serio .

—¡Oh , no ! — ha dicho ¿Cómo va a acep

95

Page 93: Forgotten Books

tar eso el Estado ? El Estado no puede entrar

en ese género de transacciones .

Y luego,sonriendo otra vez :

Lo único que puedo hacer,en obsequio de

ustedes , es telegrafiar esta tarde a Madrid;pero

desconfío del éxito .

Y continuaba sonriendo , amablemente , m ien

tras se frotaba las manos .

Page 94: Forgotten Books

X X I

E L Á R B O L V I E J O

TODAS las mañanas,cuando hace buen tienïpo ,

va Don Juan a la Chopera . La Chopera es la

viej a alameda que se extiende bordeando las

murallas . Lo s árboles,frondosos

,centenarios ,

casi forman bóveda tupida con su ramaj e . Al

entrar en la alameda lo primero que columbra

Don Juan al lá a lo lej os,es una ancha y larga

barba blanca . Don Leonardo pasea también .

¿Cuántos años tiene do n Leonardo? Don Leo

nardo tiene ocho hij os,treinta nietos , quince

biznietos; es un roble centenario , venerable ,

con la fronda llena de pajaritos . Es un roble

7 97

Page 95: Forgotten Books

centenario : las más fervorosa pasión de don

Leonardo son los árboles . Siempre que se habla

de lo s árboles , don Leonardo sonríe como un

niño . Tiene el buen anciano la ' risa franca y los

entusiasmos súbitos de los niños; ha llegado a

la suma vej ez con el candor inalterable de lo s

seis anos .

L - Don Leonardo — le pregunta Do n Juan

¿qué ha hecho usted hoy?

Don Leonardo lleva un libro en la mano,lo

abre,señala un pasajey se lo da a leer a Do n

Juan .

Mire usted — dice lo que acabo de leer

en este libro .

Don Juan lee : «Jagadish Chandra Bose , di

rector del Instituto que ha fundado en Calcuta

para el estudio de la fisiología vegetal , es autor

de instrumentos y procedimientos ingeniosos

de una gran delicadeza,especialmente , del lla

98

Page 96: Forgotten Books

mado crescografo , que facilita ver crecer las

p lantas . DeSUS'

trab aj o s se desprende que lo s

vegetales están dotados de mayor sensibilidad

quelo que se creía hasta ahora : un árbol , por

ej emplo,se contrae cuando se le golpea;los te

j ido s de una planta tienen verdaderas pulsacio

nes y , al morir , experimentan una especie de

espasmo » .

Don Leonardo es un ingeniero forestal , eru

dito y meticuloso . Las paredes de su despacho

están llenas de cuadros con árboles;ha presen

tado trabaj os meritísimo s en varios Congresos;

ha escrito monografías elogiadas en el extran

j ero . De cuando en cuando , a solicitud de lo s

periódicos , escribe ligeros y graciosos artículos

de vulgarización .

— Don Leonardo , ¿ha escrito usted algo hoy?

pregunta otro día Don Juan .

—Sí — contesta don Leonardo,sonriendo

99

Page 97: Forgotten Books

he e s cri t o un articulito titulado El a'

rbol

viej o .

Bajo el ramaj e de lo s árboles centenarios, Ve

nerab les , don Leonardo comienza la lectura .

—Es un artículo — añade Don Leonardo

escrito contra lo s que talan lo s Viej os árboles .

D ice así : «La‘ ancianidad es respetable,debido

a que , por lo menos , supone larga lucha co n

las numerosas causas de destrucción que , ince

santemente,circundan cuanto

Una manana no está don Leonardo en la

Chopera; no se ve entre los negros y nobles

troncos su barba luenga y blanca . Don Leonar

do está enfermo . No puede salir de casa . La

enfermedad es larga y de cuidado . Todos lo s

días va a verle Don Juan .

—¿Cómo van mis árboles , Do n Juan ? — pre

gunta el anciano .

Su pensamiento está en lo s árboles de la

ICO

Page 99: Forgotten Books

Lo s circunstantes sienten una profunda opre

sión y se esfuerzan por urdir piadosas menti

ras . Ya va estando mej or e l buen anciano; po

quito a poco,con los cuidados del amor que le

rodea , va recobrando la salud . Ya habla de lo

que va a escribir cuando se levante y de los pa

seo s que va a dar por la Chopera .

Con un paseíto que yo dé por la Chopera

-dice,sonriendo alegremente como un niño

co n un paseíto que yo dé por laChopera , ya es

taré bueno .

Le ha mandado ya el médico a do n Leonar

do que se levante mañana; la semana próxima

podrá salir de

Page 100: Forgotten Books

XX LI

P O R L A P A T R I A

ALGAZ ARA ,estrépito

,clamor de voces que se

aleja por la cal le y se va apagando poco a poco .

Hace un momento han pasado baj o los balco

nes co n una bandera . Se oye el Chin -Chin de

una música;suena el tronido de los cohetes . La

dama que está sentada en la sala , con 1a cabeza

entre las manos,revive la vida de Carlitos . LO

ve a los dos años,chiquitito

,cuando daba lo s

primeros pasos,agarrándose a lo s muebles para

no caer . Luego,a lo s Cinco años , cuando tenía

un lápiz en la mano, se incl inaba sobre un pa

pel e iba trazando,él so l ito

,unas letras gran

1 0 3

Page 101: Forgotten Books

des y torcidas . Su cara,en esos momentos , se

tornaba ceñuda y había un mohín de coneen

trada atención en su boca . Cada tres meses ,

Carlitos estaba enfermo . Las zozobras eran

angustiosas,interminables . El termómetro Clí

nico estaba S iempre entre lo s dedos de la ma

dre . La cara de la madre se acercaba ansiosa ,

cerca de la luz,al tub ito de cristal . Era frágil ,

quebradiza como un delgado vidrio , la salud

del niño . Al igual que planta de países meridio

nales en país frío,le habían ido cuidando du

rante la infancia . ¡Eran tan anchos , Vivaces y

luminosos sus oj os ! ¡Decía las cosas con un son

de vo z tan dulce ! ¿Qué iba a ser este n ino en el

mundo : gran artista , gran poeta , gran orador?

Ahora seguía brillantemente lo s estudios de

ingen iero .

La música toca a lo lej os;se p ierden lo s ú lti

mos sones; van y vienen sobre la ciudad las

1 04

Page 103: Forgotten Books
Page 104: Forgotten Books

X X I I I

L A T ! A

LA Tía vivió antaño en la cuesta del río , j unto

a las Tenerías,en una casilla medio caída . Un

día ocurrió allí un suceso terrible; resultaba

comprometido un señorito de la Ciudad ; Pro

cesaron a la Tía;pero la Tía calló . Nadie pudo

sacarla de su mutismo . Aquel silencio valió a

la Tía una larga,constante y misteriosa proteo

ción . De la cuesta del río se mudó la Tía a una

casa de la calle de Cereros . La calle estaba

siempre desierta . En la casa de la Tía estaban

S iempre cerradas las puertas y las ventanas .

De tarde en tarde,al anochecer

,durante la no

1 07

Page 105: Forgotten Books

Che , se escurría una sombra por la callej a; lle

gaba a la puerta y tiraba del cabo de una

cuerda . Dentro sonaba una campanilla .

A las ventanas no se asomaba nunca nadie .

A veces se oían voces iracundas , lamentacio

nes,ruido de muebles golpeados . La Tía era

una muj er alta,fuerte;tenía la tez pálida , terro

sá ;en los ded os de las manos lucían apretadas

sortij as y tumb agas. Silenciosamente , en los

momentos de ira,esos dedos cogían un brazo

e iban apretándo lo como unas tenazas hasta

dej ar una honda huella amoratada . Y de pron

to , ante los gritos de la víctima , la Tía , co n

los Oj os relampagueantes,comenzaba a vo cife

rar también,daba tremendos porrazos

,lanzaba

po r el aire los muebles .

Don Juan pasaba alguna vez po r la calleja .

No había entrado nunca en la casa . Una tarde ,

al asomar por la calle, vió que se abría la puerta .

1 08

Page 107: Forgotten Books
Page 108: Forgotten Books

X X I V

D O N F E D E R I C O

A las tres de la madrugada abandona don Fé

derico su despachito de la Redacción . Ya ha

vi sto el primer ej emplar del día siguiente; su

olfato ha p ercibido , una vez más , sobre las pági

nas recientes, cl perdurable olor a tinta fresca .

Una bombilla pende sobre la mesa , co n una

pantalla de papel de periódico;hay en las pare

des una fi la de garfio s con abultados números

de periódicos;se ven periódicos sobre la mesa .

La Ciudad duerme. Brillan las estrellas en lo

alto;parecen como cansadas en las calles las

I I I

Page 109: Forgotten Books

lucecitas de la noche . Encima de la mesa del

comedor tiene preparados don Federico,asea

dos y limpios,unos mantenimientos . En las al

cobas , seis cabezas de niño y una de mujer ,

orlada de rubia cabellera,descansan en las

almohadas . Al día siguiente,a las doce

,dan

unos go lpecito s tenues en la puerta . Dos o tres

ninos entran y suben presta y alegremente a la

cama de don Federico .

¿Dónde han nacido estos niños? Don Federi

CO ha trabajado en Madrid , en Barcelona , en

Bilbao , en Valencia . Treinta años lleva sentán

dose frente a las cuartillas y llenándolas con su

letra . Su ropa está limpia , sin una mancha;pero

un poco usada . Ya para él declina la vida . Las

i cosas le son un poco indiferentes . Cuando en

la Redacción se entabla una polémica sobre lo s

méritos de los políticos , y le preguntan a don

Federico,el buen periodista no contesta . Don

1 1 2

Page 111: Forgotten Books

deseo consultarle a usted sobre un asunto im

portante .

Don Juan , al o ír estas palabras , rápidamente

se ha puesto en p ie;se ha acercado a lo s rime

ro s de periód i cos,que penden de las paredes ,

y ha preguntado algo, aparentando indife

renc ia :

— Don Juan — ha repet ido don Federico

deseo consultarle una cosa importante que me

sucede.

Don Juan seguía aparentando indiferencia .

Lo que le ocurre a don Federico es que un

amigo suyo le escribe desde Madrid diciéndo

le que regrese a la corte;el problema de la vida

de don Federico está resuelto;el amigo cree

poder asegurárselo así al buen periodista .

—¿Q ué cree usted , Don Juan?

Don Juan, con ínt ima y ligera emoción , ha

contestado :

1 1 4

Page 112: Forgotten Books

Creo,querido don Federico , que debe us

ted ir a Madrid .

Cuando ha vuelto don Federico esta noche

a su casa , ha ido besando dulcemente las cabe

citas que reposaban en la almohada .

Page 113: Forgotten Books
Page 115: Forgotten Books

roj o es un salón Luis XIV . Se ven en su ám

bito anchos y baj os sillones,tapizados con é s

cenas campestres en el respaldo,armarios y

cómodas con incrustaCiones de concha y cobre ,

bustos de mármol blanco .

El otro salón es de estilO;Imperio ;en lo s si

l lones de caoba brillan cariátides y ramos de

bronce;las mesas rematan sus patas en garras

de león Ï SOb refl

una consola ,entre

'

ïdo s ánforas

de fina porCelana, un sátiro y unas ninfas dan

zan en torno de un reloj .

En el piso principal se hallan las hab itacio

nes de la familia , la bib l ioteca y un pequeno

museo . El maestre es coleccionista de monedas

romanas . En el extenso monetario se v en mo

nedas preciosas de o ro ;monedas de plata;mo

nedas de bronce . Las de bronce están veladas

por sus pátinas azules , rosadas y verdes . En la

biblioteca,forman

,en los largos p lú teo s, todos

1 18

Page 116: Forgotten Books

lo s Clásicos espanoles ytodo s los Clásicos fran “

ceses . Lo s volúmenes aparecen intactos,irre

pro chab les . Tienen su ex libris y su dorado su

per libris . Enlas paredes,entre los cuadros an

tiguo s y modernos , un retrato de Ingres , un

paisaj e de Corot,la figura esbelta de una dama

española — el busto hacia atrás, el abanico en

el pecho pintada por Goya .

Page 117: Forgotten Books
Page 119: Forgotten Books

da? Todos se disponen a escucharle en silencio .

Aquí están su mujer , Angela;su hij a , Jeannet

te;Don Juan , el doctor Quij ano , el maestro Re

Señoras y dice do nGo nz alo

Tengo la satisfacción de anunciar a ustedes que

hoy he adquirido una moneda legionaria de

Septimio Severo . Es ésta .

Don Gonzalo va pasando la moneda ante los

oj os de los contertulio s .

La historia,señoras y señores —prosigue

é l maestre es una sucesión de monedas . [u

uummis b istoria . ¡Cuántas cosas han sucedido

en el mundo desde que fué troquelada esta

mo nedita ! De mano en mano habrá ido pasan

do a lo largo de las generaciones . Lágrimas ,

alegrías,entusiasmos , todo lo

habrá vi sto esta mo nedita. Como ahora la ten

1 22

Page 120: Forgotten Books

go yo en mimano , la habrá tenido un príncipe ,

una Co rtesana, tal vez un bandolero . La mone

dita permanece intacta , y han pasado los im

perio s , han muerto los príncipes , las más es

p léndidas Ciudades se

De pronto suena estrepitosamente el piano;

y Jeannette canta :

Dep lorab le Sion , qu’

as- z‘

ufaiz‘ de ta gloire?

Tout l’

uuioers admiroiz‘ z‘a sp leua’eur:

Tu u’

esp lus quepoussiere;et a’

e cette

¡Jeannette ! — exclama don Gonzalo .

C'

ber papa ! responde Jeannette . Y calla

el piano .

Perdonad , Señoras y'

seño res — continúa

el maestre ¿Qué es la historia? Para unos

historiadores , una cosa , y para otros , otra. ¿Son

los intereses materiales o so n las ideas lo que

impulsa a la Humanidad ? Lo s historiadores nos

1 23

Page 121: Forgotten Books

hablan de lo s grandes hombres . ¡Pobres gran

des hombres ! Sin ellos,tarde o temprano , su

cederían las mismas cosas que ellos creen hacer

con su intervención providencial . ¿Puedo Citar a

Montesquieu? Montesquieu dice en sus Consi

deraciones sobre la grandez ay decadencia de los

romanos : «Si César y Pompeyo hubieran pen

sado como Catón,otros hubieran pensado como

César y Pompeyo,y la República

,destinada a

perecer,hubiera sido arrastrada al precipicio

por otras manos » . El Tiempo,señoras y seno

res , el Tiempo es

Vuelve a sonar el piano alegremente . Jean

nette canta :

Sur ceglobe, la course ¡zumaine

Ne dure, belas ! quepeu d’

instants .

Le postil lon qui tous nous mene,

Ï e le connais trop, c’

est le Temps .

1 24

Page 123: Forgotten Books
Page 124: Forgotten Books

XXVII

P!

A R Ï'

S

Lo s mismos contertulio s de siempre están re

unidos en casa del maestre .

As tu envie d’

al ler au'

vil lage, ma clu‘

re

Ï eannette? — le pregunta don Gonzalo a su

Jeannette contesta haciendo un mohín có

mico de ansiedad :O

Ï res env ie, mon cnerpapa !

Don Gonzalo añade :

— Ton vil lage est lep lus j oli du monde.

Jeannette replica :

— Oui, c’

est o rai; lep lus j oli du monde!

1 27

Page 125: Forgotten Books

Don Gonzalo y Angela,reciéncasado s, se

marcharon a París . Iban por un mes; estuvie

ro n ocho anos . En París nació Jeannette . Pa

rís es el pueblecito de Jeannette . La familia

pasa la mitad del año en la Ciudad;la otra mi

tad,en París .

—¿Qué le gusta a usted más de París ? — le

han preguntado a don Gonzalo .

—¿De París ? — dice don Gonzalo El cielo

,

el aire,el De París lo que me gusta

más es caminar despacio por la ori lla del Sena,

en un día ceniciento y dulce;me gusta Ver el

Cielo de un gris de plata oxidada,y contemplar

al lado del agua unos álamos Nada

más,y esto es todo .

Don Gonzalo va y viene por la estancia a

pasos menudito s;parece que sus pies no tocan

el suelo .

¿Q ué será de París dentro de doscientos

1 28

Page 127: Forgotten Books
Page 128: Forgotten Books

X X V I I I

A N G E L A

ENAngela resalta lo Siguiente : sus labios gro

sez uelo s y roj os , la carnosidad redonda y sua

ve de 1a barbilla , sus manos rosadas . Sus ma

no s l lenitas , sedosas y puntiagudas . En la mano

de Angela luce una magnífica esmeralda . La

mano de Angela es una mano que no nos can

samos de contemplar sobre la seda joyante de

un traj e , en la página blanca de un libro , per

diéndo se entre la melenita rubia de un niño;es

una mano imperativa e indulgente . Angela ti e

ne estas alternativas de indulgencia y de impe

rio , de actividad y de languidez . Camina pre

1 3 1

Page 129: Forgotten Books

surosa por la casa; lo ve todo; todo procura

que esté limpio . A los criados no les tolera ne

gligencias;pero sabe mandarles con afabilidad .

Cuando está todo ordenado y limpio,Angela

se s ienta , pone la mano en la rodilla y clava la

vista en la esmeralda . Hay,entonces

,en su

cara un arrebol de epicureísmo satisfecho . La

com ida está dispuesta y va a ser servida . Tres

o cuatro invitados se sientan d iariamente a la

mesa . Todo ha sido preparado por Angela;su

mano - blanca,carnos ita

,ha ido delicadamente

de una parte a otra . Angela está sentada . Se

repliega volup tuosamente sobre sí misma; su

barbilla redonda es más carnosita que antes .

¿En qué piensa Angela? En profundo S i lencio

está el comedor . Nítido el mantel,brillan so bre

la nitidez el cristal límpido y las piezas de ar

gentería. Angela sale de sus ensueno s. Ya se

sientan a la mesa la familia y lo s invitados . Ré

1 32

Page 131: Forgotten Books
Page 132: Forgotten Books

XX I X

UNA T E R R I B L E T E N T A C I Ó N

D IEZ y ocho primaveras ha visto ya Jeannette .

LaS h'

a visto con unos ojos anchos y negros .

Anchos y negros en una faz de un ambarino

casi imperceptible , formada en óvalo suave , pi

carescamente agudo en el mentón . Una pince

ladita de vivo carmín marca los labios . La ne

grura intensa del pelo aviva lo roj o de la boca .

Jeannete entra en un salón , en unaí

tienda,en

el teatro : sonr íe con leve sonrisa equívoca; su

mirada va de una parte a otra,vagamente;en

sus oj os brilla la luz que brilla en lo s ojuelos de

una fierecilla sorprendida . La mirada quiere

demostrar confianza , y dice recelo;quiere mos

1 35

Page 133: Forgotten Books

trar inocencia,y descubre Ha pasado

!

i minuto . La m irada de la fierecilla ha cam

biado . Jeannette está ya segura de Sí m isma .

Dom ina ya a su interlocutor . Ahora la risa es

francamente sarcást ica . De tarde en tarde ,

Jeannette,al igual de una domadora intrépida ,

hace co n la cabeza un gesto instantáneo , enér

gico ,Como queriendo

,ante lo s espectadores

del circo,esparcir al aire la cabellera espléndida .

Y recuerdan el circo todos SUS movimientos :

v ivos,prestos , en que el cuerpo se escabulle ,

se doblega , se tuerce en ángulos , y curvas que

hacen pensar en una masa de goma sólida y

flexible , sedosa y tibia.

Jeannette corre y salta por la casa;arregla y

desarregla lo s muebles; canta; se det iene de

pronto . Se detiene frente a Un ancho espej o .

Calla un momento,pensativa . Avanza un poco

el busto y se contempla la línea ondulante

1 36

Page 135: Forgotten Books

clina más hacia Don Juan;después acaba por

decir suavemente , susurrando , una frase ino

cente,pero con una ligera entonación equivo

ca . Don,Juan calla . Ahora Jeannette pone el

l ibro que está leyendo en manos de Don Juan y

le dice,con un gesto de inocencia : «Señor ca

ballero,explíqueme usted esta poesía de amor;

yo no la entiendo » . Una noche , terminada la

tertulia,al dar la vuelta a la casa para marchar

se a la suya , Don Juan ve que en las callejuelas

desiertas se marca el cuadro de luz de una ven

tana . El salón de damasco roj o está iluminado .

La ventana está abierta . Sobre el roj o damasco ,

a través de la ancha reja , destaca la figura é s

belta,ondulante , de Jeannette .

Au reo‘

oir,monsieur! grita Jeannette a1

ver pasar al caballero .

Y en seguida con vo z gangosa :

— Buona sera , don Basilio!

1 38

Page 136: Forgotten Books

X X X

Y UNA TENTACION CELESTIAL

¿H A visto usted el patio de San Pablo ? — le

ha preguntado el Maestre a Don Juan .

Y como don Juan contestara negativamente ,

do n Gonzalo ha añadido :

— Le avisaré a Natividad y mañana iremos a

Verlo .

Han ido al día S iguienteal convento de San

Pablo . En el saloncito , de muebles roj os , se

yerguen , frescos y pomposos , lo s ramos sobre

la consola. Un leve olor de incienso llega del

interior de la Casa . El patio está en Silencio . Se

I 39

Page 137: Forgotten Books

descubre un cuadro de flores en el centro .

Hasta la galería trepa el tupido paramento de

los jazminero s , cuajados de olorosas florecitas

blancas . Entolda el patio el ci elo azul . Lo s Vl

sitantes caminaban despacio . Entre los flo rido s

arbustos está Sor Natividad .Tiene , en una mano ,

un cestillo y,en la otra

,unas tij eras . Como

sutil y transparente randa , en torno de los ar

co s y en los capiteles de las columnas , se halla

labrada la pi edra . Sor ' Natividad va’

cortando ,

con gesto lento , las flores del j ardín . No se ha

estremecido al ver entrar a los visitantes;pero

en su faz se ha dibujado leve sonrisa . De cuan

do en cuando , Sor Natividad se inclina o se

ladea pa ra coger una flor : baj o la blanca esta

meña se marca la curva elegante de la cadera ,

se acusa la ro tundidad armoniosa del Al

avanzar un paso , la larga túnica se ha prendido

entre el ramaj e . Al descubierto han quedado las

i 4 o

Page 139: Forgotten Books

hermosa .

Do s rosas , tan rojas como las rosas del jardín ,

han surgido en la cara de So r Natividad . Ha

tosido nerviosamente Sor Natividad y se ha in

clinado sobre un rosal .

Page 140: Forgotten Books

XX X I

V I R G I N I A

¡Que’

bien bailan las serranas ,

que'

bien bailan !

POCO más de media hora de la Ciudad se en

cuentra la aldea de Parayuelos . La componen

familias de pelantrines y terrazguero s pobres .

Tiene en Parayuelos una granja do n Gonzalo .

Don Juan suele ir allá,algunos días

, con el doc

to r Quijano . Le place ver cultivar la tierra a lo s

labriegos . Se informa de las propiedades y vir

tudes de las piedras y las plantas . Una moza va

y viene por la casa y las tierras . Se llama Vir

gin ia,y es la hija del cachicán .

I4 3

Page 141: Forgotten Books

En los pinares deYucar

o i bailar unas serranas ,

a l son del agua en las piedras

y a l son del v iento en las

¡Que’

bien bailan las serranas ,

que’

bien bailan !

No hay quien baile como Virginia . La moza

es alta y esbelta . Ríe y rie Siempre con una

risa sonora . Desde que quiebra el alba hasta la

noche no se cansa Virginia de traj inar por la

casa .

Prepara las encellas para los quesos;dispone

por el otoño el almijar;cierne la harina y ama

sa; clarifiCa la miel cuando se castran las col

menas;cuelga en largas cañas las frutas navi

deñas;aliña con romero e hinoj o las aceitunas

negras , en las grandes Y cuando llega

1 4 4

Page 143: Forgotten Books

Un día , Virginia ha venido a casa del Maes

tre . En el salón gris , la moza , co n sus colores

Vivos,está en p ie, inmóvil , ante Angela yJean

nett'

e,que contemplan su esbeltez y su gracia .

De pronto,Jeannette exclama :

—¡Quiero ponerme el collar de Virginia !

Prestamente lo ha desceñido del cuello de

Virginia . Ya letiene en la palma de la mano .

Entonces,al contemplar estas perlas finas , pu

rísimas , verdaderamente maravillosas , una pro

funda extrañez a se ha p intado en su rostro . Le

ha alargado el collar a Angela . El mismo estu

por se ha retratado en la cara de Angela . Las

tres muj eres permanecen un momento en s ilen

cio , absortas .

¡Que’

bien bailan las serranas ,

que'

bien bailan!

Page 144: Forgotten Books

XXX I I

E L N I ! O D E S C A L Z O

POR un caminito de la montaña iba DonJuan .

La ciudad se veía a lo lejos . Po r el caminito,

hacia la Ciudad,iba un niño descalzo . El niño

trae sobre las espaldas un haz de leña; va en

Corvadito . Al oír pasos ha levantado la cabeza .

Camina despacito el niño . No puede llevar la

carga que le abruma. ¿Son las iniquidades que

cometen lo s hombres con lo s niños lo que lleva

sobre sus espaldas este niño ? So n lo s dolo

res de todos lo s niños : de lo s niños abandona

do s , de lo s maltratados , de lo s enfermos , de los

hambrientos , de los andraj osos . Son los dolo

1 4 7

Page 145: Forgotten Books

res del niño que duerme aterido en el quicio

de una puerta;del niño alimentado con leches

adulteradas; del niño inmóvi l en las escuelas

hoscas;del niño encerrado en aposentos lób re

go s;del niño encarcelado;del niño S in alegrías

y sin El niño del haz de leña ha

hecho un esfuerzo para levantar la cabeza . Sus

pies descalzos estaban sangrando . Don Juan ha

cogido al niño y lo ha sentado en sus rodillas .

Don Juan le va limpiando sus piececito s. El

niño tenía al princip io la actitud recelosay en

cogida de un animalito montaraz caído en la

trampa . Poco a poco se ha ido tranquilizando;

entonces el niño le coge la mano a Don Juan

y se la va besando en silencio . ¿Qué le pasa

al buen caballero que no puede hablar? A lo le

j os,Sobre el Cielo azul

,destaca la ciudad . Se

ve el huertecito de un convento , la casa del

Maestre .

Page 147: Forgotten Books

¿Quién era don- Antonio Cano Olivares ?

pregunta el maestro Reglero en la tertulia del

Maestre

— Don

Antonio Cano Olivares — dice el doc

to r Quij ano debía de ser hij o de don Felipe

Cano,el que tenía una tiendecilla en la cal le de

Co rdelero s .

— No — replica un contertulio Cano Oli

vares debía de ser un muchacho que se marchó

hace cuarenta años; era hij o de doña , Jesusa

Olivares , hermana del canónigo Olivares , que

murió en Z amora .

Están ustedes confund idos — Observa otro

contertulio Ese muchacho que usted d ice no

era hij o de doña Jesusa Ol ivares. Debía de

—¡Hay aquí tantos Canos y tantos Olivares !

interrumpe el docto r Quijano .

— En fin — resume elI

maestro Reglero

fuera quien fuere , Cano Olivares ha hecho una

150

Page 148: Forgotten Books

buena Obra . De aquí han salido centenares de

muchachos con rumbo a América , que luego no

se han acordado de su

Se han abierto lo s cimientos del futuro edi

ficio . A la co locación de la primera piedra asis

te todo el pueblo . Toca una música . El alcalde

pronuncia un discurso . «Señores — dice el al

calde honremos a Cano Olivares . Cano Oli

vares era un grande hombre . De grandes hom

bres podemos cal ificar a aquellos que con su

trabaj o perseverante,con sus iniciativas arries

gadas,con su esfuerzo paciente de todos los

días,han sabido labrarse una fortuna

,y a la

hora de la muerte,lej os de la patria , apar

tados de su Ciudad natal por millares de le

guas , tienen para ese pueblo , que les v ió na

cer,un rasgo espléndido y generoso . Honre

mo s , señores , a Cano Olivares , y tengamos para

1 51

Page 149: Forgotten Books

su memoria,en nuestros corazones

, gratitud

perdurable » .

La música toca alegremente . La muchedum

bre aplaude . Confundido entre el pueblo , don

Juan sonríe .

Page 151: Forgotten Books

Gonzalo,ha estado visitando los monumentos

de la Ciudad . En la catedral , el señor Perrichón

ha exclamado :

—¡Oh , muy bello , muy bello !

la Audiencia, el señor Perrichón ha ré

petido :

¡Oh , muy bello , muy bello !

El señor Perrichón sonríe siempre y se incli

na respetuoso y atento ante las damas .

- Senor Perrichón —le dice Jeannette

¿Quiere usted contarnos su viaj e a Suiza?

Vo lontiers , mademoisel le — contesta Pe

rriChón .

Y comienza su relato , pintoresco'

e inge

nio so .De cuando en cuando ríe a carcajadas ,

echando la cabeza hacia atrás . La concurrencia

ríe también y palmotea .

Angela ha querido dar'

una comida de gala

en honor del señor Perrichón . Todos lo s co n

1 54

Page 152: Forgotten Books

tertulio s estaban en torno de la mesa . Todos

los más selectos vinos de España han desfilado

por la mesa . Perrichón estaba encantado . Sus

ojuelos brillaban . Allí estaban el claro y fresco

valdepeñas;el rioja; el oloroso j erez; el fondi

llón alicantino;el málaga; el El se

ñor Perrichón se llevaba el vaso a los labios ,sab oreab a lentamente el delicioso vino y levan

Vantab a , extasiado , los Oj os al cielo .

Señor Perrichón — ha dicho don Go’nza

lo una canción a estilo de la Viej a

El señor Perrichón se ha puesto en pie .

—¡Queridos amigos ! —ha exclamado .

No ha podido continuar . Se ha llevado las

manos al pecho con un gesto silencioso . Todos

han aplaudido . El señor Perrichón ha bebido

un sorbo de vino,ha levantado la copa en lo

alto y ha comenzado a cantar :

1 55

Page 153: Forgotten Books

S‘e ne suis gu’

un o ieux bon/zomme,

[We'

ne'

trier du bameau;

Maispour sage on me renomme,

Et j e bois mon o in sans

Al acabar la canción , ha resonado un fervo

roso aplauso en la sala .

¡Viva la viej a FranCia ! ha exclamado

don Gonzalo .

¡Viva la España ! grita Perrichón ,lleván

dose las manos al pecho .

Y se dej a caer , desplomado , en la silla , los

oj uelos llorosos,lacios lo s gruesos y largos b i

go tes rubios .

Page 155: Forgotten Books

Usted — le dice a Reglero será el perro .

Y al doctor Quij ano :

Usted , el pato .

Y a don Leonardo :

“ Usted,el gato .

Y a Pozas :

Usted,el gallo .

Tú,papá

, el tigre . Tú , mamá , la marmota .

Llega Jeannette ante Don Juan; se detiene

sonriendo .

¿Qué quiere el senor caballero ?

Jeannette — responde Don Juan yo seré

lo que usted quiera hacer de mí .

- Pues yo quiero — dice Jeannette que sea

usted el pavón .

Perrichón com ienza su relato con vo z cam

pamuda . Dice que el león está enfermo y que

todos lo s animales van a visitarle.

Le visita primero — dice el perro .

1 58

Page 156: Forgotten Books

Entonces , el personaj e que representa el pe

rro ,tiene que hacer lo que el perro hace . El

maestro Reglero comienza a ladrar y a imitar

lo s movimientos del can .

— Le visita después — prosigue Perrichón

el pato .

El doctor Quijano lanza algunos graznidos

imita’

ñdo a los patos y sacude lo s brazos como

S i saliera del agua .

-Le visita después el gato .

Don Leonardo da unos maullidos suaves .

— Le vi sita después el pavón .

Don Juan Chilla agudamente como los pavos

reales .

Al final dice Perrichón :

— Le visitan todos los animales .

Y entonces se promueve una algarabía estre

pitosa de maullidos , ladridos y gritos de todos

los animales .

I S9

Page 157: Forgotten Books

Como nadie se ha equivocado dice Jean

nette v oy a prem iar a todos .

Coge Jeannette un fresco ramo de flores y

las va repartiendo entre los contertulio s.

A usted — le dice a Don Juan,dándole una

rosa la rosa más roja , la rosa más lozana.

Page 159: Forgotten Books

do s días que está , con el doctor Quijano , fuera

de la Ciudad . Todo estaba en orden y limpio .

La mancha de las cortinillas rojas,en las vidrie

ras de la alcoba,destacaba en el fondo . En las

paredes había una serie de litografías antiguas ,

francesas . Tenían ancho marco de?

roble,puli

mentado,con redondeles de metal dorado en

lo s ángulos . Representaban la historia de La

tude y de la Pompadour . En la primera de la

serie estaba de pie,

Latude , lindo y apuesto

garz ón , rehusando una bolsa de oro que le alar

gaba la bella marquesa;en otra , la Justicia venía

a prender a Latude ,que estaba en la cama

con una cami sa de encaj es ; en otra, Latude se

descolgaba , de noche , por un alto

Jeannette ha comenzado a leer la inscripción

de la primera estampa : «Latude , né en I 7 25, a

Montagnac,en Languedoc , ambitieux , mais

plus étourdi que

162

Page 160: Forgotten Books

Después , meditativa , ensoñadora , ha excla

mado mirando a la bella marquesa, con su pei

nado alto y su falda cuajada de rosas :—¡Qué bonita era la Pompadour !

En una de las litografías, en la primera , entre

el cristal y el marco,había clavada una rosa :

una gran rosa seca . Era la rosa que Jeannette

había regal ado a Don Juan noches antes . Jean

nette la ha cogido y la ha colocado en la lito

grafía en que la Justicia prende a Latude .

Y cuando iban a sal ir de la estancia las visi

tantes , Jeannette se ha vuelto otra vez hacia

las litografias y ha exclamado :—¡Qué elegante era la Pompadour !

Page 161: Forgotten Books
Page 163: Forgotten Books

b ierto de papel rameado . La sillería es de seda

Verde con dibuj os blancos . En una consola de

mármol se yergue una Virgen,debaj o de un

fanal . En la pared destacan un r e t r a t o de

León XIII y una copia del Cristo de Veláz

quez . El Obispo ha entrado , andando lenta

mente,apoyado en su báculo .

¿Qué es lo que recuerda usted más de Pa

rís , señor obispo ? — ha preguntado Angela .

Le han oído ya algunas veces al buen obispo

contar la historia,pero gustan de o írsela contar

de nuevo .

¿Lo que más recuerdo yo de París ? — dice

el ob ispo

Recordará usted muchas cosas — observa

Jeannette .

¿No estuvo usted en París en 1 880 ? — aña

de don Gonzalo .

— Estuve — repl ica el obispo cuando ré

166

Page 164: Forgotten Books

gresaba de Roma , el primer viaj e que hice

en 1880 .

—¿Y qué es lo que más le llamó a Usted la

atención ? - dice Angela .

“ Muchas cosas vería en París el señor obis

pom agrega don Gonzalo .

Hay un momento de silencio . En la puerta

del salón,uno de lo s familiares se inclina al

Oído del otro y le dice unas palabras sonriendo .

En París — dice,al fin

,el obispo yo

yo Vi el Enemigo .

—¿É l Enemigo , señor obispo? — dice Angela

fingiendo espanto .

—¿H a Visto usted

,señor Obispo , el Enemigo

en París ? — dice Jeannette fingiendo también

terror .

Sí,Sí — afirma el Obispo he visto el

Enemigo . Fué una tarde; iba yo con varios

compañeros . ¿Cómo se llama aquella plaza que

167

Page 165: Forgotten Books

hay cerca de otra grande con una estatua? No

me acuerdo ya De pronto uno de mis

companeros me señaló un señor baj ito , rechon

cho,con la cara afeitada , y que parecía un

cura ! .

¿Y quién era ese transeúnte , se!

ñor obispo?

pregunta Angela .

—¡Era el Enemigo ! — exclama ahuecando

infantilmente la vo z el Obispo ¡Era el Ene

Pero un hombre gordo , y que parecía un

cura, ¿era el Enemigo ? — pregunta Jeannette .

— Sí,Juanita — dice el obispo Sí , Angela;

sí,don Gonzalo . Era el

Lo s dos familiares , que se hallan de pie en la

puerta,sonríen levemente . Sonríen también co n

discreción Angela,don Gonzalo , Jeannette .

Al día siguiente — prosigue el Obispo Vi

168

Page 167: Forgotten Books
Page 168: Forgotten Books

X X X V I I I

L A ! L T I M A T A R D E

H AN llegado lo s días del otoño . En lá plaza

amarillea el follaj e de las acacias . Se pone el

Cielo triste;llueve a ratos . Las golondrinas se

van marchando . Do n Gonzalo , Angela y Jean

nette se marchan tambiéna París;con el los re

torna el señor Perrichón . Saldrán hoy mismo,

a prima noche . En la sala de la tertulia están

reunidos todos lo s amigos . Lo s muebles tienen

sus fundas blancas . En el vestíbulo están pre

parados lo s equipaj es . Desde donde está sen

tado Don Juan se columbra un pedazo de cielo;

a veces , se cubre de nubes grises; a veces , se

1 7 1

Page 169: Forgotten Books

muestra límpido el azul . La luz va disminuyen

do . Caen a ratos chubascos violentos . Jeannette

va de un lado para otro , tarareando y sal

tando .

— Monsieur Perrichón — dice sentándose al

piano y dirigiéndose a l buen Perrichón

monsieur Perrichón , le «Retour d Paris » ?

mademoisel le — dice el señor

Perrichón .

Jeannette comienza a tocar y a cantar :

Vive Paris , le roi du monde!

Ï e le revois avec amour.

F ier ge’

ant , arme’

de safronde,

[l marc/ie, il grandit cbaquej our.

Hasta la próxima primavera el piano no VO !

Verá a sonar . No volverá a correr Jeannette po r

la casa,a saltar

,a o mirarse en lo s espej os y a

1 72

Page 171: Forgotten Books
Page 172: Forgotten Books

X X X I X

A L P A R T I R

Po ur la

.

O)

D ON Juan , don Leonardo , el doctor Quijano ,

el maestro Reglero , Pozas , todos , todos los

contertulio s han ido a la estación a despedir a

la familia del Maestre . La noche estaba revuel

ta . Llovía sin cesar . En la sala de la diminuta

estación se hallan todos reun idos . Angela lleva

un traj e gris , sobrio , entallado . Jeannette viste

de azul obscuro con rayitas blancas;su cuerpo

se marca grácil , ondulante , baj o el terso paño

I 7S

BERENICE .

dern iere fo is , adieu , se igneur .

ANTIOCHU S .

H élas !

! Final de Beren i ce

Page 173: Forgotten Books

suave . Perrichón no ha abandonado su dimi

nuto sombrero a cuadros negros y blancos .

El tren va a llegar dentro de un instante . En

la fo scura de la noche brillan a lo lej os lo s fá

ro s roj os y azules . Suena el tic -tac del telégra

fo . Repiquetea ruidosamente un

¡Adiós , Don Juan ! ha dicho Jeannette .

¡Adiós, Jeannette ! — ha dicho Don Juan .

Han permanecido con las manos trabadas,

en silencio .

¿Hasta la vista? — ha añadido Jeannette .

¡Quién sabe ! — ha exclamado Don Juan .

Ha habido otro corto silencio; las manos

continuaban unidas .

—¡Adiós , Don Juan ! — ha dicho

,al fin

, Jean

nette .

¡Adiós , adiós,querida Jean

nette ! — ha dicho Don Juan sacudiendo nervio

samente la mano de Jeannette .

1 76

Page 175: Forgotten Books
Page 176: Forgotten Books

E P I L O G O

H ERMANO Juan : ¿por qué es usted tan pobre

cito ? ¿É s verdad qué ha S ido usted muy rico?

Todoshemos sido ricos en el mundo; to

do s lo somos . Las riquezas las llevamos en el

corazón . ¡Ay del que no lleve en el corazón las

riquezas !

— Hermano Juan : si ha sido usted rico , ¿cómo

se puede acostumbrar a vivir tan pobre?

— Yo no soy pobre , hija mía . Es pobre el

que lo necesita todo, y no tiene nada . Yo no

necesito nada de los bienes del mundo .

— Pero sus riquezas , hermano Juan , ¿las per

dió usted por azares de la fortuna , o las aban

donó usted de grado ?

Mi persamiento está en lo futuro , y no en

I 79

Page 177: Forgotten Books

el pasado;mi pensamiento esta en la bondad

de lo s hombres , y no en sus maldades .

— Hermano Juan : dicen que usted vivía en

un palacio . ¿ES verdad ?

— Mis palacios son lo s vientos , y el agua , las

montañas,y lo s árboles .

! Hermano Juan : ¿cuántos criados tenía us

t ed?

Lo s criados que tengo son las avecicas del

cielo y las florecillas de los caminos .

Hermano Juan : su mesa de usted era es

pléndida; había en ella de los más exquisitos

manjares .

— Mis manj ares son ahora el pan de lo s bue

nos corazones .

— Hermano Juan : usted ha Vis itado todos los

países del mundo . ¿Habrá Visto ust ed todas las

maravillas ?

Las maravillas que yo veo ahora son la fe

180

Page 179: Forgotten Books
Page 180: Forgotten Books

! ND I C E

Páginas.

PRÓLOGO

I. DOII Juan . ,

II . —Más de su etopeya

IIl . - La pequeña ciudad

IV.—Censo de pob lación

V.—Él eSpíritu de la pequeña ciudad .

VI.— É l ob ispo Don García

VII. - l .as J erónimas y Don García .

VIH.- Sor Natividad

IX.— Las monj as pobres.

X.— Él caminito misterioso

XI.— Rl ob ispo Ciego .

XII. —Aurificina

1 83

Page 181: Forgotten Books

Páginas.

XIII . —Él doctor Quijano

XIV .- Un pueb lo

XV.— En casa de Gil

XVI. —La gaya tropa infantil

XVlI. - É 1 presidente de la Audiencia .

XVIII .— H istoria de un gobernador

X1X .— Él coronel de la Guardia civi l .

XX .—Otro gob ernador

XXL- É l árbo l viejo

XX ! I . —Por la patria

XXIII . —La Tía

XXIV.—Don Federico

XXV.— La casa del Maestre

XXVI. “ El Maestre Don Gonzalo

XXVII . « París

XXVIII. — Angela

XXIX —Una terrib le tentación

XXX .

-Y una tentacmn celestial

XXXI . - Virginia

1 84

1 0 3

Io7

I I I

I I 7

1 2 1

1 27

1 3 1

1 35

1 39

1 4 3

Page 183: Forgotten Books
Page 184: Forgotten Books

l il .

IV .

VII.

VIII .IX.

XVI .XVII .XVIII .XIX .

XXII .

XXIV.

XXVI .

XIII:XIV.

A Z O R I N

E L A LMA C A S T E L L A N AL A v O L U N T A

,

D

A N T O N I O A Z O R I NLAS CONFESIONES DE UN PEQUENOF I L O S O F O ! A U M E N T A D A )

L O S,

P U E B L o S

F A N T A S I A S Y[

D EVANE O SE L P O L I T I C OLA RUTA DE DON QU I J O TEL E C T U R A S E S P A N O L A SI. OS

,

V A L O R E S L I T E R A R I O SC L A S I C O S Y M O D E R N O SC A S T I L L AUN DISCURSO DE LA CIERVAAL MARGEN DE LOS CLASICOSEL L I C E N C I A D O V I D R I E R AU N P U E B L E C I T O

R I V A S Y L A R R AEL PA I S A J E D E E S PA N AV I S T O POR Lo s E SPAN O L E SENTR E E SPANA Y FRANC IAPAR LAMENTAR I SMO E SPAN O LP A R I S ,

B O M BA R D E A D O Y

I D , S E N T I M E N T A L

E R I N T O

Page 185: Forgotten Books

O BRA S D E

Vidas somb rias.

idilio s vascos.

El tab lado de Arlequ in .

Nuevo tab lado de Arle

qu in .

Juventud , ego latría.

ldi lio s y fantasias.

Las horas so litarias .

Mo in en tum Catastróphfl

cum.

La Cav erna del l lumorismo .

D ivagaciones sob re la Cultura .

LAS TRILOGI’

ASTIERRA VASCA

La casa de Aizgorri.

El Mayorazgo de Labraz .

Z alacaín el Aventurero .

LA VIDA FANTASTICA

Camino de perfección .

Aventuras, inventos ymixtificaciones de S ilv estreParadox.

Paradox , rey.

LA RAZ ALa dama errante.

La ciudad de la nieb la .

El árb o l de la ciencia.

LA LUCHA POR LA VIDA

La busca .

PIO BARO JA

Mala h ierba.

Aurora roja.

EL PASADO

La feria de lo s discreto s .

Los ú ltimo s románticos .

Las tragedias gro tescas .

LAS CIUDADESCésar o nada.

El mundo es ansí.

La sensual idad pervertida .

EL MAR

Las inquietudes de ShantiAndía.

MEMORIAS DE UN HOMBREDE ACCIÓN

El aprendiz de consp irador.

El escuadrón del Brigante .

Lo s camino s del mundo .

Con la p luma y con el

sab le.

Los recursos de la astucia.

La ruta del aventurero .

Los contrastes de la Vida .

La veleta de Gastiz ar.

Lo s caudil los de 1 83o .

La Isab elina .

El sab or de la venganza.

Las Furias.

Page 187: Forgotten Books
Page 188: Forgotten Books
Page 189: Forgotten Books
Page 191: Forgotten Books
Page 192: Forgotten Books
Page 193: Forgotten Books