nuevas cartas americanas - forgotten books...al excmo senor d o n a n t o n i o f l o r e s p re...

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J U A N V A L E R A

(De la RealAmdnm'

a Española

N U EVAS

MADRID

L I B R E R ÍA D E F E R N A N D O FF:

Carrn a de San7: rónimo

1 8 9 0

NUEVAS CARTAS AMERICANAS

OBRAS DEL AUTOR

PEP ITA J IMENEZ; 1z.

liedición; unvol.

LAS ILUS IONES DEL DOCTOR FAUSTIN O ; dos vols.DAFN IS Y CLOE (traduccióndel griego) ; un vol .ESTUD IOS cní'mcos , edición; tres vols .

D¡SERTACION ES Y ¡meros LITERARIOS ; dos vóls.

CUENTOS Y D IÁLOGOS , un vol.

ALGO DE TODO ; un vol .PASARSE DE LISTO ; un vol .POESÍA Y ARTE DE LOS ÁRABES EN ESPANA Y Slon.u

(traduccióndel alemán) , tres vols .

DONA LUZ ; un vol.

TENTATIVAS DRAMÁT1CAS ; unvol .CANCIONES

,ROMANCES Y POEMAS

,un vol.

CUENTOS , D lÁLOGOS Y FANTASÍAS ; unvol.N UEVOS ESTUD IOS cníncos ; un vol .PEP ITA JIM1ÍN EZ Y EL COMEN DADOR MENDOZA ; unvol.DORA LUZ Y PASARSE DE us

'

ro ; un vol.CARTAS AMER ICANAS ; 1 .

º séne , un vol .APUNTES SOBRE EL NUEVO ARTE DE ESCRIB!R NOVELAS ; unvol.

]UAN VALERA

(D E L A R E A L A C A D E M I A E s p A ñ 0 L A )

N UEVAS

CARTAS AMERICANAS

MADR ID

L I B R E R ÍA D E F E R N A N D O EE

Carrera de San?eróm'

ma 2

1 8 9 0

ES P ROP IEDADDERECHOS RESERVADOS

MADRID ,x890 .

-E57 . Tuvocaámco DE R ICARDO FE

Calle del Olmo , número 4.

AL EXCMO . SENOR

D O N A N T O N IO F LO R E S

P RE S IDEN TE DE LA REP ! BLICA DEL ECUADOR

A a A A M M

M i querido amigo : P oco valenestas N UEVAS

CARTAS AMERICANAS , pero me atrevo á dedicár

se l as , conñado enla bondadosa indulgencia de

usted que les prestará el valer de que carecen .

Aunque mi propósito al escríbirlas es pura

mente literario , todavía , sinproponérmelo yo ,

lo l iterario trasciende enestos asuntos á la más

alta e'

sfera política .

La unidad de civilizacióny de lengua , y en

granparte de raza también , persiste enE spaña

y enesas Repúblicas de América , á pesar de su

emancipacióné independencia de la metrópoli .

Cuanto se escribe enespañol en ambos mundos

es l iteratura española y , á mi ver, al tratar yo

de ella , propendo á mantener y á estrechar el

lazo de cierta super ior y amplia nacionalidad

que nos une á todos.

V I

Es evidente que yo, que siempre fui un críti

co suave , no había de ser severo conmis semi

compatriotas de U lt ramar ; pero tamb1en es evi

dente que ni debo ni quiero ganarme la volun

tad de nad ie con lisonj as . Además , á lo que ma

chos sujetos afirman , yo no sirvo para l isonjear,

aunque lo desee . Suponen que me sucede , si

bien en sentido contrario , lo que á aquel famo

so profeta que fué , por orden del Rey de los hi

jos de Moab , á maldecir á los hijos de Israel .

Levantó siete altares , sacrificó becerras , hizo

otras ceremonias , y subió á uncerro , desde don

de se oteaba la llanura en que los israeli tas te

nían desplegadas sus tiendas . Desde allí quiso

maldeeirlos , y Dios desató su lengua y le movió

á entonar uncánt ico de bendiciones . Sub10 lue

go á otro cerro , volvió á querer maldeciry ben

d1) 0 de nuevo , sin poderlo remediar. Si á mí ,como aseguran , me sucede algo parecido , ya

pueden ustedes conñaren que no hay adulación

en mis alabanzas y no agradecérmelas , pues son

involuntarias . Y cuando hubiere algo de censu

ta, deberánperdonármelo tambiénpor el mismo

motivo .

E s aún más perdonablemí censura . si se at ien

de á que las más veces me induce á censurar , á

pesar mío , la ex ageración con que algunos es

critores de por ahí , por ex ceso de americanismo ,ponderamlas crueldades espantosas que come

tieron los españoles de la conquista y del perio

do colonial . Si esto hubiera llegado hasta el ex

tremo que d ichos escritores aseguran, yo no

dejaría de aplaudir la maravillosa imparciali

dad histórica con que sostendrían la verdad ;

pero no sabría yo disimular que , al sostenerla ,arroj arían sobre ellos mayor inj uria que sobre

nosotros , porque la sangre española que corre

por sus venas procede , más que la nuestra , de

aquellos atroces foragidos , y la sangre india , en

lo que de indios puedan tener , es de una raza

que , segúnafirman Montalvo y otros nosotros

hemos envilec ido y degradado para siempre con

nuestros malos tratos y con nuestra brutal ti

ranía.

E stas consecuencias son tan absurdas como

las premisas de donde se sacan. Así trataré de

probarlo detenidamente , aunque no gusto de

polémicas , cuando replique , sí tengo vagar y

ánimo , á los Sres . Mera y Merchánque han es

ori to contradíc1endome .

Entretanto me inclino á creer que mucho de

lo que se d ice contra nosotros se d ice porel pru

ri to de aparecer muy sent imentales y muy ilus

trados á la moda de París y de Londres , sin que

se advierta que ni franceses ni ingleses fueron

nunca más que nosotros humanos y benignos .

Fuera de este momentáneo ex travío , el señor

Mera es tan ex celente sujeto como buen escrí

V I II

tor , y nos quiere bien . Nos aborrecería , y con

razón sobrada,si entendiese que los españoles

fueron á esa otra. banda para echarlo todo á

perder. Creamos,pues , como es justo , que los

españoles fueron á América para extender en

ella la civilizacióneuropea , por cuya virtudal

canzó América la potencia de igualarse conEu

ropa y acaso de superarla en lo futuro .

No quiero molestar 5. usted dístrayéndole , con

más larga carta , de sus importantes cuidados .

Adiós y créame siempre su afectísimo y buen

amigo , q . b . 5. m. ,

JUAN VALERA

N UEVA RELIG I! N

(ADON _]UAN EN R IQUE LAGARRIGUE )

Muy amable y simpático señor mío : Hace yamuch o tiempo que recibí , con fma dedicatoria1anuscrita, unejemplar de la importante Cír-dar religiosa, que imprimió y publicó usted en¡antiago de Chile , en el día 6 de Descartes delño 98 de la Gran Crisis , fecha que , en nuestraulgar cronología , corresponde al día 13 de ocubre de 1886.

No ex trañe usted mí largo silencio ui le atri'uya á desdén .

Su obra de usted fué leída al punto por míouavidez y curiosidad , y releída luego varias'

eces con interés que ha ido siempre en au

nento.

B ienduo el que duo que el estilo es el homJre. Yo doy tal valer á la máx ima , y me guio

:la tal suerte por ella , que creo conocer 5. usted ,

— 2

con solo lee t le , como sí le hubiera tratado intimamente toda mi vida . Hay , en cuanto ustedex pone ,

lamás profunda convicción , el en tasiasmomás fervoroso y el más puro amor porel biende todo el humano linaje , por donde yo me persuado de que , enesa república , haga usted 6 noprosélitos , ha de serusted considerado como varónvírtuosísímo y ex celen te ,

respetado y querido por todos sus conciudadanos .Cuando el Caballero del Verde Gabán , yendo de camino conD . Quijote y Sancho , ex pl i cóá éstos sumodo de vivir , sentir y pensar , Sancho le halló tan bueno y tanajustado , según diríamos ahora, 5. sus ideales , que penetrando hasta sus entrañas las frases del Caballero , se las

derritieron de ternura y se las encendíeroh en

afectos de amistad y veneración, movido de loscuales se apeó del asno y fué á besar los pies áaquel bendito hidalgo , á quien calificó y preconizó de santo á la gineta . Algo parecido me ocurrió á mí cuando hube leído laCircularde us ted;y , abandonando mi espíritu sus vulgares ocupaciones , desechando sus cuidados prosáicos ymezquinos , apeándose también de suasno , saltó por montes y valles , atravesó el At lántico ,

pasó la línea equinoccial , corrió por toda la extensión de la América del Sur, voló por cima delos Andes y llegó hasta la c iudad y casa de asted (calle de la Moneda , núm. donde dió áusted un abrazomuy apretado . Pero , como estavisita y esta muestra de mis simpatías se hicic

3

ron por arte etérea , ni usted ui el público seh abrán percatado de nada , y así no juzgo ex cusado escribir 5. usted , aunque tarde , y hablar delas ideas y planes de usted , cuya bondad meseduce , aunque de su realización me quepandudas

¿Q uién sabe si lo que yo diga podrá ser útil

por algún lado?Acaso valga mi escrito para divulgar en España el sistema de usted y ganarle

parciales ; acaso para remover inconvenientes ;acaso para disipar estas 6 aquellas de las dudas'

que , como he dicho , me asaltan.

Los sistemas y pensamientos de los hombresson6 parecen mayores vistos desde lejos . Hayenello algo de más mágico que en la linternamágica . ¿Cómo negar que Augusto Comte y su

pos itivismo han ejercido y ejercenaúngrandeinflujo en toda Europa?Difundida por el labot ioso, infatigable ,

fecundo y sabio Emilio Littré ,la doctrina del maestro se dilata , desde París ,

por todas las regiones de la t ierra ; pero el talento crítico , frío y excesivamente razonador deLittré , despoj a de fervor la doctrina y hace quellegue tibia hasta nosotros , como la c laridad dela luna . Encambio , en la mente de usted , comorayos de sol en espejo ustorio , convergen y sereunen todas las llamas y fogosidades de Au

gusto Comte , que , reñejadas así , abrasan, fun

deny volatilizan los corazones .Es más , y vuelvo á mí sími l de la linternamágica; lo que pensado y expuesto en París por

Augusto Comte , visto de cerca , me parece pe

queño, como es pequeña la ñgurilla pintada enel vidrio , toma en el espíri tu de usted colosalesy magníficas proporc iones , como el espectro queva á larga distancia á proyectarse en cándidomuro.

En las elocuentes páginas de la Circular deusted palpitan brío tan noble , amor tan entrañable del bien de la humanidad y fe tan poderosa , que á pesar de mi maldito escepticismohay momentos enque me dejo arrebatar y traspongo , parodiando á Moisés , á la cumbre del'

monte Nebo , y me parece que descubro la tierra prometida , ó pormejor deci r , que veo renovada toda. la faz de la tierra y que la nueva Jerusalem baja engalanada del cielo convestidu

ras relucientes de fiesta sin fm y de perenneconsorcio .

Por desgracia no es todo oro lo que reluce , y

quién sabe si encajará aquí como de molde la.manoseada cita que dice

¡Lástima grandeque no sea verdad tantabelleza!

Casi todos los preceptos que impone usted algénero humano para que alcance sus más gloriosos destinos , son, á mi ver , tan sanos y beatíñcantes que no hay más que pedir , y si los siguiásemos sería el mundo un paraíso ; pero aquíestá el toque de la dificultad: en que usted vaápredicar en desierto , como predicó mi santo y

5

o tros , en que nadie va 5. hacer caso de usted yen que todos van á continuar en sus vic ios ymalas mañas .A usted se le antoj a todo muy llano con tal

de que el egoísmo se convierta en altruismo ;

pero ¿de qué medio nos valdremos para haceres t a conversión? Yo no quisiera calumniar lanaturaleza humana ; yo reconozco , aplaudo yproclama 105arranques generosos de que es capaz ; pero ¿no habrá en el fondo de nuestro sér

algo de radicalmente egoísta ? ¿Por qué pasas iempre por ax iomática la sentenc ia de que lacaridad bienordenada empieza poruno mismo ,sentenc ia que no pocas personas avíllanantransformándola en esta otra : cada cual arrima elascua á su sardina?Usted mismo destruye , contradíce 6 menoscaba el altruismo en la sentencia capital que pone al frente de su bello discurso . Vivamos , dice usted,

para los demás : lafamilia , la patria , la humanidad .

Con esto concede usted cierta predilecc10n ála

'

patria sobre la humanidad , y á la familia so

bre la patria , de suerte que mientras más estrecho es el círculo de los objetos amados , y másex clusivo es , y más cerca está de nuestra persona, como si fuese emanación ó irradiac iónde la

pe rsona misma , más activo es el amor que se lecpnsagra. No hay razón , pues , para que la pro

gresiónde amor quede incompleta , sin el termino que en el texto de usted le falta, y que vieneponerse en él , natural y forzosamente , traído

por dialéctica impersonal é irresistible . Así es

que el que lea el precepto y se dec ida á seguirledirá enel fondo de suconcienc ia : yo amo y quieto amar si la humanidad y comprendida en la.

humanidad á la patria , y comprendida en'

la pa

tria á mi familia , y comprendida en mi familiaá mi persona . Conlo cual es indudable que todoirá comprendido en el amor de la humanidadcomo en superior predicamento: péro sucederáque mientras más alto y comprensivo sea el término en esta escala de lo amable , más vacío estará de razones y motivos para ser amado , yaque cada uno de los atributos que constituyenlas diferencias es en lo amable una razón y unmot ivo más para que lo amemos .Amaremos á la humanidad por mil razones ;pero dentro de la humanidad está la patria ,para cuyo amor hay , sobre las mil, quinientasrazones más ; y dentro de la patria , la familia ,con otras nuevas quinientas razones , lo menos ,y dentro de la famil ia , uno mismo , con todaslas razones que hay para amar á la humanidad ,á la patria y á la familia , y además con nuevasrazones , fundadas en aquellos predicados ó atributos que me diferencian, distingueny determinan dentro de la humanidad , de la patria y dela familia . Resulta , pues , que el altruismo es

falso , que no se da dialécticamente , que sólopuede amarse uno á sí mismo sobre todas lascosas , como no sea á Dios á quien ame . En misentir

,uno puede amar más que á sí mismo , no

mayor bien singular mío , y todo crimen , tododeli to , toda infracción de la ley moral , no serásino un error, unamala inteligencia de mis propios intereses , una locura , en suma , diré que nome parece muy probable que las c iencias lleguen á conseguir tanto ; pero que , si 5. tan to llegasen, no llegaríanal altruismo verdadero , sinoá que el egoísmo bien entendido produj ese losmismos efectos que el altruismo más puro . Eu

tonces , allá en la profundidad de cada. conciencia , en las intenc iones , habría devoc ión y caridad , ó sórdido interés y bellaquería ; pero en

toda acción ejecutada , no habría sino necedad6 discrec ión, cordura 6 locura . Los hombres , enla vida práctica , no serían buenos 6 malos , sinotontos ó discretos , cuerdos ó locos .Ya ve .usted que yo vengo á parar á una con

clusión contraria á la de usted . Qui ta usted áDios como base de la moral , y yo concluyo , portodos los caminos que tomo , por no hallar moral sin el concepto de Dios , que le sirva de base .Y no por los premios y castigos con que la moral se sanciona , lo cual es un soñsma de todoslos ateístas al uso, sino porque Dios es el objetoy el fmy la razón del amor , cuando el amor nohace que nos amemos sobre todas las cosas .Dios es el centro de todo bien, el foco de la ca

t idad, l a luz y el fuego , que enciende é iluminalos corazones . Si usted le apaga nos quedamosfríos y á oscuras .Yo me encanto de leer la purisima moral que

usted predica , y que no es otra moral sino lacrist iana ; pero como usted me quita á Dios yme apaga su luz , me entran ganas de decir áusted lo que le dijeron al mono que enseñaba lalinterna mágica con la luz apagada

¿ De qué sirve tu charla sempitema.

si tienes apagada la linterna?

N o , Sr . Lagarrigue , un creyente en Dios , quehace obras de virtud , no debe hacerlas por elegoísta interés de ganar el cielo , ni debe abstenerse del pecado para que no le echená freír enlas calderas de Pedro Botero , sino que debe decir 6. Dios :

Aunque no hubiera cielo yo te amaray aunque no hubiera infierno te temiera,

y ser bueno por amor suyo , ó sea por amor delbien, no abstracto , sino vivo y personiñcado enD ios . Porque ¿dónde ha visto usted que nadiese enamore de abstracciones 6 de generalidadessin sustanc ia ?Yo soy más positivista que usted y que Au

gusto Comte , en el recto sentido de la palabra ,y no me cabe en la cabeza que nadie ame loideal, s ino como manifestación y apariencia

,

imagen 6 trasunl_

:o de una realidad soberana , ni

puedo convertir el nombre genérico que se daal conj unto de todos los hombres y que es unconcepto lógico vacío , en ser individuo , objetode mi amor , 5 quien unas veces llame yo Hu

mam'

dad, otras EnteSupremo, y otras VirgenMadre.

Todavía comprendo yo , aunque no aplauda,

que me niegue usted al real Ente Supremo y ála VirgenMadre , real y efectiva , 5. quienllamanlos católicos María Santisima ; pero lo que yano se puede aguantar es que á la gran mult itudde negros , chinos , europeos , hotentotes ,

'

cafres ,indios, etc . , me los sume usted bajo el denominador común de hombres y luego me conviertaen Dios y en Virgen Madre esta suma .

Enójese usted 6 no conmigo , he de decirle laverdad . Me añige ver que un entendimiento tandelicado y alto como el de usted , unjuicio tansano y un corazón tan recto y amoroso , se trastornen.y echen á perder por esta pícara manía

que nos entró , hace siglos , á casi todos los españoles de nación ó casta y lengua , de seguir lasmodas de París . Yo confieso y declaro , sin en

vidia , si bien con algún estímulo de emulación,

que enParís todo se hace mejor y conmás artey gracia , desde la cocina y los trajes hasta loslibros , pero elij amos , al menos , lo mejor conatento y atinado criterio , ya que no inventemosy hagamos algo original , no menos divertido , yno tandisparatado .

De todos modos , el positivismo , tal como viene expuesto por usted en la e culag , con superior elocuencia de lenguaj e que la de AugustoComte , y con más poesía y entusiasmo que losde Emilio Littré , debe examinarse y refutarsehasta donde en cartas brevísimas sea posible .

No comprendo que ningún optimista sea ateo ,y menos comprendo aún que lo sea usted , que

es el más optimista de cuantos optimistas he ccnocido.

Aunque yo no aplauda , me explico al pesimista tétrico que no acierta á conciliar la bondad

y el poder infinitos de Dios con el mal moral yfísico que hay en el mundo , y niega Dios , prefiriendo la negación á la blasfemia ; pero , si elmales transitorio y ha de venir al cabo á resolverse en bien, resulta la plena j ustificacióndeDios y el cumplido acuerdo de su bondad y desu poder infinitos con la perfeccióny ex celen

cia de suobra , l a cual aparece sin mancha , enla plenitud del tiempo , así enc ada singular criatura , como en el conjunto 6 totalidad de la creación entera .

A mi ver , usted hace el más elocuente discurso que puede hacerse contra los ateístas al sostener (no diré al probar ) que todo está divinamante que cuanto existe va caminando á un findichoso , y que esta escena del Universo y estedrama de la Historia terminarán en el más alegre desenlace , en una fiesta espléndida y en unperenne regocijo .

¿Por qué hemos de ex cluir de esta fiesta áD ios , que es , á lo que entiendo , quien nos la

prepara ? Paso porque ex cluyamos de la ñestaal diablo , contra cuya voluntad y propósito secelebra ; pero á Dios… me parece una ingrati tudy una grosería .

Y , sin embargo hasta sobre lo de exc lui r aldiablo hay no poco que decir . Discurramos , nometiéndonos en muchas honduras , sino comopudiera discurrir un racionalista de medianosalcances .Tal vez , diremos entonces , allá en el horrorde la caídadel Imperio romano y de la c ivilización antigua , y datánte la ulterior tenebrosabarbarie que duró hasta el Renacimiento , hubode corroborarse el dogma de las penas eternas ;pero este dogma repugna á los hombres de nuestro siglo por oponerse , á lo que ellos imaginan,

á la bondad del Altísimo , á quien convierte entirano , enemigo de indultos y amnistías . ¿Quiénsabe si , por esto , los más ilustres Padres de laIglesia griega , y muy espec ialmente San Clemente de Alejandría , Orígenes y amb os Gregorios , de N acianzo y de N yssa , dejándose arrebatar por las sublimes esperanzas que había infundido en sus espíritus el crist ianismo concibieron la findel mundo segúnel gusto de ahora

,

creyendo que todo se resolvería en bieny quehasta el diablo habría de reconc iliarse conDiosy ser perdonado ?¿Cómo ex cluirle de la magníñcencía y pompa de la fiesta final y del júbiloperdurable? ¿Cómo no hacer que tenga término el dualismo , que la redenciónse complete , y

que haya bíenaventuranza para todos , ora laobtengan unos más tarde y otros más temprano?Sea de ello lo que sea , no cabe duda en que ,

así en l a teología de toda religiónrevelada , comoen la teología natural , fundada sólo en humanoy rac ional discurso , es gran prueba de la ex isteue i a de D ios y hábil refutac iónde los más válidos argumentos de los que la niegan el afirmarlabondad infinita de la Providencia soberana yomnipotente .

Para l legar al error , lo mismo que para llegará la verdad hay cierto encadenamiento dialéctico. Cuando siguiéndolo , se llega por él á l averdad la verdad brilla más clara . Cuando seva por el hasta el error , el soñsma se disimula ,y el error t iene visos y vislumbres de razón y dec iencia . Y , por el contrario , el error anti—dialéct ico, parece aún más disparatado , si cabe .Aplicado esto al ateísmo , se ve que el pesi

mista t iene fundamento racional en su extravío .

Si todo está mal sí elo hombre está condenadoal infortunio , y si el Universo es un infierno y

guerr _a perpétua la. vida , preferible es negar siDios abominar de él . Pero si está bien todo ,si nada puede estar mejor de lo que está , elateísino no se concibe .Para mí es de toda evidenc ia que así en el

fondode mi alma , como en el fondo del alma detodo prój imo mío ; dado que como usted creaenla fe l icidad , y dado que espere salvación, t e

dencíón, buen éx ito en cualquiera cosa , está el

convencimiento profundo de que niél , niningúnsemejante suyo , ni toda la suma de sus semejantes , basta á salvarle , á redímírle , á hacer su ventura , y á ordenar las cosas todas según un planíndefectible y diestramente trazado á finde quevengan á parar en general bíenaventuranza yen colmo de bienes . Tiene , pues , que suponerun sér inteligente y mil y milveces más poderoso que él y que todos los hombres habidos y porhaber en lo futuro , á quien deba tantos beneñcíos .

De esta considerac1on, harto fác il de hacer ,nace que yo juzgue muy desatinado el ateísmooptimista y que no me inspire temor ; que resulte chistoso , por implicar de parte del ateo elmás extremado alarde de pueril vanidad , y queprovoque á risa .

De la que á mí me cause espero yo que ustedno se enoje . No recae en la persona sino en ladoctrina que tantos y tantos filósofos y pensadores compartenhoy conusted , porque está demoda el ateísmo .

Entiendenestos sujetos , que se jactande ilustrados y progresistas , que Dios entra en el número de los obstáculos tradicionales , supersticiones y abusos , que todo buen l iberal debe su

primir; que Dios es contrario á la ciencia , queDios es contrario al progreso , y que , pasada yala edad de la fe , y viviendo como vivimos , enla edad de la razón es menester quitar á Diosdel medio , como quien quita un estorbo . Así

— 18

imaginó el creyente fué , según ellos , el más altoideal del hombre mismo objetivado , ó dígaseex teriorizado, para servirle de guía y de modelo .

Augusto Comte , Littré y usted son así ; perousted de modo más terminante y claro supera. yvence á sus maestros enesta veneraciónde Diosen la histori a . Para usted no hay hombre quevalga lo que San Pablo después de Cristo y después de Augusto Comte . San Pablo para ustedhubiera sido el Apostol de las gentes en el positivismo si hubiera nac ido ahora , y el más ferviente deseo que usted muestra es el de que lesalga 6 le salte á Augusto Comte su respectivoSan Pablo .

El respeto de usted hacia lo pasado , la equidad de usted , el imparc ial cri terio con que ustedpractica la máx ima de distingue los tiemposy con

cordarás los derechos , son tales que después deSanPablo , no hay hombre á quien usted ensalce más (y yo le aplaudo y me adhiero á las alabanzas) que á nuestro admirable San Ignaciode Loyola .En todo esto , usted es fiel á Augusto Comtey 5. Emilio Líttré ; pero usted es más claro , másfranco y más eXplícíto. Caro , cuando nos pintael estado del alma de Líttré después de habernegado , añade: ((La filosofía positiva vino 6. calmar todas las fluctuaciones de suespíri tu , f1jaudo su nuevo punto de vista , que es tratar lasteologías como un producto histórico de la evoluciónhumana , y convencernos de lo relativo de

19

nuestro entendimiento , y no afirmar ni negarnada en presencia de un inmenso z

'

ncognoscible.»

En nombre de la evolución histórica , se reservaL ittré el derecho de no ser (( el men0 5precíadorabsoluto del cristianismo y de reconocer sus grandezas y sus beneficios . » Líttré va más allá : Littré confiesa que uno siente ninguna repugnancia á prestar oído á las cosas ant iguas que lehablan en secreto y le echan en cara el que lasabandone…En esta situación de ánimo está usted lo mismo que Lit tré . Ambos piensanustedes que hayincompatibilidad entre toda teología y el moderno concepto del mundo ; pero ambos ven que lasreligiones entran en el tej ido íntimo de la historia del desenvolvimiento humano , y así , al alabar este desenvolvimiento y la civilizacióná quenos ha traído , alaban las religiones que hancreado é intormado dicha civilizac ión .

Y sin embargo , ambosnieganustedes toda t eligión, si bien la niegan, no porque quieren,

sino porque suponen que no pueden menos denegarla . Parodiando á Pío IX , dicen ustedes:N onpossumus.

Tenemos , pues , á ustedes ateos , imaginando

que lo son á pesar suyo , porque en el conceptodel Dios de los creyentes no cabe el concepto

que , según la cienc ia , tienen ustedes 6 presumentener de las cosas todas .El conñícto entre la razón y la fe , entre la t e

ligi6ny la ciencia , se diría que es la causa de

todo . No parece sino que es ahora nuevo y teciénnacido este conflicto cuando en realidad ,y entendido , no del modo burdo que le entienden Draper , B itchnery otros materialistas , sinopor estilo sublime , es conñicto que existe desdeque hubo hombre que se puso á filosofar . Elevado este conflicto 5. sumayor altura , es raíz de loque llaman los míst icos contemplación negativa,por la cual negamos 5. Dios todo lo que por afirmación le atribuímos : destruímos el conceptode Dios que por afirmación nos hemos formado . Y así , copiando aquí las palabras del iluminado y extático padre fray Miguel de la Fuente ,diré aque Dios no es sustancia , porque es másque sustancia ; ni es sér, porque excede infinitamente á todo sér, ni es bondad , porque es muchomás que toda bondad ; y que Dios , en su sér

esencial , no es grande , ni hermoso , ni sabio , nipoderoso , como nosotros le conocemos y le entendemos , porque es de otra muy diferente manera , la cual no la puedencomprender ni alcanzar todos los entendimientos j untos de hombresy de ángeles . » De aquí que cuanto lo supremo de nuestra alma puede entender y pensar deDios , no es Dios . » Muchos santos llaman á estealtísimo conocimiento de Dios ignoranc i a pura ,t inieblas de luz inaccesible y falta absoluta deproporción entre nuestra mente y el sérde Dios,por lo cual , quien aspire á conocerle ha de cerrarlos ojos .Augusto Comte , Littré y usted los cierran sin

_ 21 _

duda , pero de muy distinta manera , y así se

quedan sin el concepto de Dios por afirmacióny sin el más puro conoc imiento de Dios quenace de la contemplac iónnegativa .

Y como conservan ustedes la aspiración y elsentimiento religiosos , ya sin objeto adecuado ycondigno , i nventan y procuran difundir la nueva religión atea de la humanidad y de su pro

greso.

Lamoral que predica usted en su Circularreli

giosa es , á mi ver , la más pura moral crist iana ,así en lo que es de precepto , óuya omisión 6 infracción es pecado , como en lo sublime , que puedellamarse de exhortaciónv consejo , 5. donde nopueden llegar todos y que se pone como términode la aspiración virtuosa . Usted convida á susprój imos al desinterés , á la devoción , al sacrificio . No hay virtud cristiana. cardinal que ustedno recomiende é inculque . Laprudencia , la justícia , la pacienc ia , la generosidad , la longanimidad para perdonar las injurias , la fidelidadenamistades y en amores , y hasta la cast idady la continencia virgíneas ¿Qué he de decir yoá esto sino que está muy bien?¡Oj alá que fuésemos todos tan buenos como usted quiere , que yaandarían las cosas mejor y la tierra sería un trasunto ó antesala del Paraíso!

22

Ladiferencia , contodo , entre la moral cristi_

a

na y la moral de usted y de los positivistas , noestá en los preceptos y consejos , sino en la baseen que éstos se fundan. Lamoral crist iana t ienebase sólida y bastante para sostener todo el ediñcio. La moral de usted está en el aire , 6 almenos fundada sobre terreno movedizo inseguto é insuficiente . Usted , como L ittré , funda lamoral en razones empíricas y mezquinas . Estoen cuanto al principio . Encuanto al fin yo halloque ustedes los positivistas degradany maleanla moral sometiéndola á lo útil , aunque sea loúti l colectivo , y buscándole un finpráctico fuerade ella misma .

Para mí cuando están bien entendidos los términos , no hay discusión que valga contra la senteue ia que dice : ¡ El arte por el arte . » Y lo quedigo en estética lo digo conmás razón en moral.Yo no subordino lo bello á lo bueno , ¿ cómo hede subordidar lo bueno á lo úti l ?Si lo subordinase , el fmjustiñcaría los medios . La moralidadde cada acción se mediría por el provecho quesacásemos ó que supiésemos que de ella íbamos ásacar para muchas personas , 6 para todas lasque componen la nación ó para todas las quecomponen el linaje humano . Esto seríamuy peli

groso y nos llevaría , con pretexto ó motivo dehacer elbien á incurrir en mil faltas y delitos ,convirtiéndonos , con desmedida soberbia , endelegados y ejecutores de la Providencia 6 delDestino .

— 23

La Prov i dencia , y para los que en ella nocfeen el Destino inñex ible , es quien convierte elmalenbien,

y no nosotros. Identiñcando lo bueno y lo út i l vendríamos á justificar milactos horribles que no sería difícil probar que tuvierondichosísimos resultados . Tal t irano hizo quetr iunfase en su país la unidad nacional ejecutando infini tas barbaridades: tales bandidos fundaron la libertad y la independencia de supueblo ,y aun extremando el argumento , bien se podríasostener que Caifás y Poncio Pilatos son dignosde grat itud y de encomio , ya que concurrieroncomo el que más , á la Redención haciendo quecruciñcasen5. Cristo . Filósofos modernos y ex egetas hay , como Bruno Bauer y otros , que hanhecho , siguiendo este modo de argumentar , lamás brillante apología de judas Iscaríote .

En cambio , cuando la moral pone en ella misma su fin, y no convierte en instrumento providencial consciente 5. cada individuo , la máximadel finj ustifica los medios queda condenada yaparece en su lugar la hermosa máxima quedice:fiatjustitz

'

a etmat cazlzmz.

No vale la dist inción entre el egoísmo y el altruismo . No es para nosotros la utilidad más ómenos general la medida de la moralidad de lasacciones . El hombre bueno 6 justo hace lo quedebe , suceda lo que suceda , aunque el universose hunda .

Para el que t iene fe todo es sencillo y no hayconflicto posible . Cualquier acto suyo es el cum

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plimiento de un mandato del cielo . Acaso noprevé su utilidad ; pero en un sentido e levado ,en el plan divino del conj unto de las cosas y delos sucesos , su acto será útil , si bien él le hace ,no porque va á ser útil , sino porque hay una leyque se le prescribe .Cuando en ocasiones , 6 ya en la vida real , 6ya en dramas y novelas , vemos alguna virtudmuy calamitosa , y sent imos cierto deseo de queel héroe ó la heroína de la historia añoje un poquito en virtud que tantos infortunios acarrea, esporque estamos relaj ados es porque no damosgrande importancia al precepto moral , con cuyainfracción se evitaríanpor lo pronto las calamidades .No hace mucho tiempo asistí yo á la represen

tación de un drama francés , cuya heroína esuna comedianta.

No es La Tasca; es otro nombre italiano deotra prima dama , del cual , por más que hago ,no logro ahora acordarme . Pero el nombre importa poco . Lo que importa es el caso , y el casoes que la comedianta es tan severa y tan pudica que de resultas unos se suicidan , otros sematan en desafío , otros sonperseguidos por nosé qué t irano , y otros se mueren de hambre yde miseria . Si la comedianta , en vez de ser tancogotuda , hubiese sido , como hablando de laferoz Lucrecia dice Lope en c ierto famoso soneto ,

más blanda y menos necia,

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turas , y que luego , con ser tres veces infiel y contres distintos galanes , salvó la vida de sumarído , de su hermano y de suhijo . Por donde supone Voltaire que Cosi-Santa murió en olor desantidad y hasta que la canonizarony pusieronen su sepulcro

S

Chicomal y mucho bien.

Y tal vez el infante D . Alfonso de Portugal yVoltaire y otros muchos sujetos así , de mangaancha , tendrían razón , si lo útil y lo bueno seconfundiesen : si no hubiese , por cima y con

plena independencia de toda ut ilidad , el deber ,el decoro y la honra ; si no resonase con imperioen el fondo de nuestra alma aquel mandato quetan bien eXpresa juvenal , aun siendo gent il , es

tigmatizando al que consiente en

v1tam prefet te pudoriE t proptervitam vivendi perdere causas .

Lo singular es que Li ttré en el escrito titulado Origende la ideade justicia , conviene en ladistinción entre lo bueno y justo y lo útil . Diceque los que confunden lo útil con lo justo acausan detrimento al rigor de las nociones y á laclaridad de las cosas . » Y confiesa también L i ttréque la inmoralidad inspira aversión; que es es

pontáneamente odiada y despreciada , aunqueno cause ningún perjuicio . Después añade:¡Cuando obedecemos á la j usticia , obedecemosá convicciones muy semejantes á las que

' nos

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impone la vist a de la verdad . De ambos ladoses mandato el asentimiento : ya el mandato se

llame demostración ya se llame deber. »Tenemos , pues , que el deber no nace empit i

camente y por experiencia , sino que se imponecon imperio y graba sus irrevocables preceptosen la concienci a por buril penetrante y con indeleble escritura .Imposible parece que , después de esta añrma

ción de lo absoluto , de lo imperativo y de lo índependiente y superior á lo úti l que es lo justo ,venga Li ttré á fundar la idea de la justicia y detoda moral en la concordancia ó equilibrio dedos impulsos , del egoísmo y del altruismo . Ymás insuficiente , ruin y frágil aparece aún el fundamento de L ittré cuando añade que dicho egoísmo y dicho altruismo procedende dos necesidades del hombre : la de alimentarse y la de propagar la especie .Aunque me tilden de crit icón y desconten

tadizo , ¿ cómo no he de reírme y burlarme deestos descubrimientos de la ciencia novísima ,ciencia de experiencia , de observación que noda brincos , que va con pies de plomo y con elmétodo más severo , y que después de muchoafanar , se descuelga con semejantes antíguallas ,olvidadas ya de puro sabidas?

¿Quién ha de negar que dos cosas mueven alhombre , según afirma Aristóteles , chistosamente citado por el famoso j uanRuiz , arc ipreste deHita

'

; mantanencía ayuntamiento con fembm E s

— 28

verdad que el deseo de mantenerse y el de propagarse son los dos móviles primeros de todosér con vida ; de

Omes , aves , animalias , toda bestiade cueva.

como sigue explicando el bueno de arcipreste ;pero es desatino poner en el hambre y en la luj uria el origen de ideas , de sentimientos y depasiones de superior elevación .

Sin duda que el arcipreste no escaseamerecidas alabanzas al amor , enc areciendo sus benéñcos milagros : al hombre rudo le vuelve sott

'

l,

al cobarde valiente , al perezoso listo , y al mudo

fablador lozano; pero si dejamos á un lado agudezas y discrec iones ingeniosas

,y consideramos

el asunto conjuicio recto , jamás sacaremos delafán de mantenencia y de ayuntamiento nadaque nos distinga mucho de las animalz

'

as y de lasbestias de cueva. Nuestro altruismo se quedará enraíz , en su embrión inicial y bestial , y no logrará elevarse sobre la tierra , transñgurado gloriosamente en amor de la patria, en amor de la humanidad toda , y hasta en amor de Dios , puesaunque para los positivistas no haya Dios

,los

positivistas no pueden negar que el amor de losobrenatural y divino se da en el alma humana ,aunque carezca de objeto .

El gorrión y el mico tienen más altruismoinicial 6 radical que nosotros y , sin embargo , nosalen místicos ni patriotas , ni mártires , en

tre los micos y entre los gorriones ; y en pun

to á progre so y mejoras siguen estacionarios .Aun cuando concediésemos que el altruismono es más que el instinto sexual trasformado endevoción , todavía no explica esto la idea de lajustici a . Al deci rLi ttré que la just icia es el equilibrío ent re el altruismo y el egoísmo pone sincaer en cuenta algo que no es altruismo ni egoísmo : la causa de ese equilibrio , la virtud quetiene en su fiel la balanza , la just icia misma ,que es la moderadora de ambas tendencias

,en

vez de nacer de ellas .Otro no menos sofístico origen empírico de lajust ici a imagina Li ttré : la idea de indemnización. Causamos undaño y es menester subsanarle , á fmde que el perj udicado no cause otromayor mal .Para evitar que nadie se indemnice ó sevengue por su mano , se funda la autoridad pública. Y el castigo , además de ser como venganza , es como freno es como escarmiento saludable .

L i t tré queda sati sfecho con su explicación ;pero yo creo que nada ha explicado . Aunretrocediendo con la imaginac ión 5. siglos remotos ysociedades bárbaras , todavía no es la justicianivenganza , ni indemnización , nimedio de conservar el orden por temor del castigo , sino lavirtud que regula y ejerce la indemnización el

castigo y aun la venganza , á fin de que indemnización, venganza y castigo sean justos .Vuelvo , después de lo dicho , á mi primera

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afirmación : la moral de usted es muy buena,pero carece de base .La moral no puede fundarse empíricamente ;t iene que fundarse enuna metafísica ó en unateología , y susmaestros de usted , Comte yL i ttré ,arroj andel reino del espírituá -la teología y á lametafísica .

La teología fueprimero . Por ella se empezó áeducar la humanidad , pasando sucesivamentepor el fetichismo , el poli teísmo y el monoteísmo.De la teología que se fundaba en autoridad,se pasó á la metafísica

,que quiso fundar en ra

ciocinio el conocimiento de lo trascendental yabsoluto . Pero según los maestros deusted , pasóla metafísica como la teología había pasado .

Para ellos , en la historia de la civilizaciónhay tres grandes períodos: el teológico , el metafísico y el positivo . Ahora estamos ya en el tercer período . El rasgo esencial

_que le caracteríza es el ex trañamiento de la metafísica : su exclusión de la enc iclopedia , de toda la ciencia ,del cuadro de los conocimientos humanos . Estecuadro se compone de matemáticas , astronomía ,física , química , biología y c iencia social .

!

Littré se desata en alabanzas de tan rara yfecunda invención de su maestro y la encuen

tra. llena de armonía .

No ve 6 no quiere ver una gravísima discordanoia que lo invalida todo . El método de laciencia primera de las matemáticas , es distinto del método de las otras ciencias y hace

.

de

_ 31 _

las matemát i cas como órgano ó instrumentoque habili t a á la mente humana para adquiri rla verdad .

Las matemát icas parten de principios inconcusos y procedenpor deducción . Las otras ciencias parten de la observación de los hechos y seelevan á las leyes generales . Resulta de aquíque para que la observación y la experienciasean fecundas y no erróneas , tenemos en las matemát icas guía infalible , pero sólo en lo que

'

serefiere á la. cant idad , almás y al menos . Y comopor desgracia no hay matemáticas de la calidad

(sobre todo para los que niegan la metafísica) ,la experiencia y la observación dan mezquinísimos 6 erróneos resultados en cuanto á la cantidadno se refiere .Esta carencia de guía en lo que no es meramente cantidad se nota cada vez más mientrasmás complicada va siendo la. ciencia . En la. astronomía apenas se nota , porque apenas se emplea la astronomía sino en medir y en pesar 6 enevaluar masas ; tamaños , fuerzas y movimientos . Enfísica y en química ya la carencia dematemát icas de calidad se advierte bastantemás . En biología la diñcultadº

crece , y por ult imo en la ciencia social (moral y política ) llegala dificultad á su colmo .

Y sin embargo , á mi ver , el recto j uicio , l aelevación de miras y la serena imparci alidad enla contemplación y estudio de los sucesos humimos , se sobreponenen Comte , en Littré y en

_ 32

uste'

d , á esa ciega negac¡on de la metafísica yhacen que sin querer , empleenustedes á vecesla mejormetafísica á parque la niegan , y que digan y sostengancosas que á mí me parecen razonables y justísimas , pormás que no véa yo , ni

nadie , cómo las inñeren sólo de la observación ,de la experiencia y de las matemáticas . Quehay un ordeny un plan en la historia cuya leyes el progreso ; que Europa está predestinada ycur

_nple esta ley desde hace cerca de tres mil

años ; que las naciones que en la antiguedad hicieronmás por este progreso fueron Grec ia yRoma ; que en los tiempos modernos ni los adelantos en las cienc ias , ui la perfección de lasbellas artes , niel brillo de la literatura , ni el desarrollo de la industri a se explicarían , como diceLittré

,si se suprimiese uno solo de los grandes

órganos del espíritu de la humanidad : I talia ,España , Francia , Inglaterra y Alemania . Todoesto me parece muy atinado . Yo voy casihasta á dar la razóná Littré cuando afirma quelos tres tiranos más retrógrados , los que más sehan opuesto á la ley del progreso , han sido juli ano el Apóstata , Fclipe I I y N apoleón I .

Lo que me añige y lo que me llevaría 5. perdonar á ]uliano el Apóstata , á Felipe I I y á Na

poleónI el haber sido tan retrógrados , es la ideade usted de que el término de tanto progreso seráconvertir á la Santisima Trinidad en Humanidad

,Tierra y Espacio , tres personas , una de

las cuales , la Humanidad , es además la Virgen

que cuenta hoy con ilustres dix?ulgadores y apóstoles en todo el Nuevo Mundo.

No demuestra esto que las creencias se vayanperdiendo ahí , sino la actividad intelectual y lal ibertad completa de conciencia y de palabra ,la cual da razón de sí , tanto en el aumento yprosperidad de la Iglesia católica , que levantaen Nueva York y en otras grandes ciudades catedrales espléndidas , como en el nacimiento desectas cristianas disidentes ; como en la propa

gaciónde las más extrañas religiones , por ejemplo la de Budha , que ya tiene en Boston sectarios y templo ; como en la predicación del ateismo en todos sus grados .El más singular , ingenioso y elocuente predicador del ateísmo en toda América es , en misentir , el coronel Roberto Ingersoll . Hombre deno escaso saber , de variadísima lectura , atentoy enterado de cuanto se piensa en Europa , sepuede afirmar que es un positivista como usted .

Véase lo que dice de Augusto Comte .aEnel cerebro de este hombre grande despun

t6 la aurora del día dichoso en que la humanidad será la única religión, el bienel único Dios ,la felicidad general el único propósito , la indemnización la única pena , el error el único pecado ,y el afecto

,guiado por la inteligencia el único

Salvador del mundo . Esta aurora enriquec ió lapobreza de Augusto Comte , iluminó las tinieblasde su vida , pobló su soledad con millones deseres que han de nacer para la progresiva ven

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tura, y llenó sus ojos de tiernas lágrimas de satisfacción y de orgullo . La gloria de N apoleónse disipará : sólo se recordarán sus crímenes: yAugusto Comte será fervorosamente acatadoy amado como bienhechor de la especie humana. »

A fin de llegar 5. esta meta en la carrera denuestro progreso , á fmde entrar en el Eden y

gozar de todos los sazonados frutos del árbol dela ciencia importa arrojar á empellones alquerubín de la superstición que defiende lapuerta , y arrancar de su diestra la espada defuego .

Por esto Ingersoll es más enemigo que ustedde la religión y de Dios sobre todo .

Para él, uno de los más benéficos sabios quehay ahora en la docta Alemania , es ErnestoHaeckel , uno sólo porque ha demostrado las teorías de Darwin , sino también la monística con

cepción del mundo . Haeckel ha demostrado queno hubo , ni hay , ni pudo haber Creador de cosaalguna . Ingersoll celebra mucho también á Herberto Spencer , pero se le dej a atrás . Convienecon él enque toda ciencia nace de la observación de los sentidos : pero no se limita al aguast¡akmo de lo demás . Al poner lo desconoc ido , lotal vez para siempre incognosc£ble , se añrma encierto modo que existe ó que puede existir . DiosEs , por lo menos , una conjetura . Y si para laciencia de nada sirve , Dios queda, para que elalma humana llegue a él por la fe y por el amor,

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y de él se valga para fundar soc iedad , leyes ypreceptos morales .N ótese cómo del agnostícísmopudiéramos llegar

á un sistema irracional profundamente religioso .

Al cabo Bouald, de Maistre y Donoso Cortés ,no llegaron de otra suerte á su empecatada ytiráníca teocracia .

De aquí que Ingersoll no se contente con seragnóstico. No dice que no sabe de Dios , sino totundamente niega que exista . Así lo va predicando por escrito y conla palabra hablada .E s Ingersoll alto y fuerte , hermoso de rostro,blanco y rubio , casi sinbarba , simpático y elocuentísimo. Da conferenc ias en teatros y engrandes salones , ya á duro ya á dos duros laentrada , y la multitud acude á oírle y le _

aplau

de con entusiasmo . Sus discursos tienen todoslos tonos . Ya sont an ñoridos , líricos y abundantes como los de Castelar , á pesar de la concisiónde la lengua inglesa , ya patéticos y tiernos,ya trágicos y terribles , ya chistosos y amenoshasta rayar en la chooarrería. Su casa está enWashington donde vive elegantísimamente ,entre pinturas y lindos '

objetos de arte , pero devez en cuando sale 5. predicar , y ya predica enFiladelfia , ya en Nueva Orleans , ya en San Francisco , ya en Chicago .

Sus conferencias corren impresas en lujosasediciones , de que se venden miles y miles deejemplares .Para el vulgo pobre se ha hecho en Chicago

un Catecismo 6 Vademeczmz, ti tulado Ingersolia,j oyas delpensamiento, donde está reunido lo mássustancial y capi tal de este apóstol .Coincide Ingersoll con usted en el profundo, y

á mi ver, sincero amor á la humanidad ; pero seextrema más aún que usted encreer lo contrariode lo que piensan los deístas y los católicos : en

que ese amor á la humanidad se funda en elamor de Dios . Para Ingersoll el amor de Diosse opone al de la humanidad

,y por eso le odia .

Uno de sus argumentos es decir que , si Dios sele llevase al cielo y él supiese allí que sumujer ,6 algún hijo suyo , ó algún amigo , mientras queDios le daba 5. él bienaventuranza , estaba atormentado en el infierno por toda una eternidady con atroces castigos

,sería él un villano y un

miserable si no dij ese á Dios : 6 tráigame aquítambién á los míos , y no me los maltrate tanferozmente , 6 envíeme conellos , que yono quieto esta infame gloria que me concede .

Harto se nota que tales argumentos podránircontra determinados dogmas de ésta 6 de aquellareligión positiva , por los cuales dogmas volverán los teólogos de la dicha religión; pero en

nada quebrantan la firmeza del alto conceptometafísico y racional que de Dios nos formamos .

Por lo demás , en la moral y en los arreglos ,usted é Ingersoll coinciden , salvo que en la Circularno entra usted en tantos pormenores comoel yankee .

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Sumoral parte de la sentencia famosa menssana ih torpon sano.

De aquí que Ingersoll dé muchas reglas parala higiene y buena alimentación . Good cooking is

the basis of civilization. La' buena cocina , dice , e sla base de la civilización. Así es que el Coronelrecomienda á todas las mujeres que aprendaná guisar y á todos los maridos que den qué guisar en abundancia á sus mujeres . Sin esto nohay rica sangre en las venas , ni pensamientossublimes , ui valor , ui paciencia , ni nobles impulsos . Todo proviene de buenos y suculentosbeefstealzs. Así es que Ingersoll quiere que unbeefsteak se haga muy bien : explica el modode hacerle ; y propone que se promulgue unaley castigando como un crimen , con bastantesdías de cárcel en negro calabozo , al que 6 á laque condimente un beefsteak malo , sobre todoechando á perder unbuen solomillo . En suma

,el

arte cul inario es para Ingersoll una de las bellas artes . E s como la música y la poesía,

'

y además da sér á la poesía y á la música .

Pero elevándose luego Ingersoll , no es menossublime que usted en sus moralidades .La mujer no se puede quej ar de los positivistas ; todos la adoran , todos la ponen por las nubes . N ingano quiere , es ci erto , que sea electora, ni guerrera , ni diputada ui ministra ; peroes porque todos le dan más alta misión y máshermoso empleo . Lamujer será la diosa , l a sant a , la musa , lo ideal , lo celeste . Cuando estemos

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enpleno posi tivismo , la mujer, como dice usted ,desplegará mayor virtud , alcanzará felicidad y

g loria sin iguales . aFuente inagotable de los más

puros afectos , ella será el símbolo de la abnegac ióny de la ternura . En la más augusta de lasfunciones , la de madre , creará fervientes servidores de la humanidad ; en su carácter de esposa, endulzará la existencia del hombre y le alentará al cumplimiento de sus deberes ; como hij a ,fortalecerá en el padre el más altruista de lossentimientos , la bondad . Para todas las condiciones sociales será la mujer divina Providencia. Susanta imagen resplandecerá en los altares , domésticos y públicos . »Antes de que llegue el triunfo del positivis

mo, la mujer hará más que el hombre para estetriunfo . Usted así lo espera , y sobre todo de lamujer española 6 de casta española , ya que esde l a casta ó patria de la sublime Santa Teresa .

Unas , l as escritoras , guiarán á los hombres consus escritos . O tras , presidiendo el salón social ,ejercerán influjo intenso y saludable . ¡ Coronadas de modestia , dulzura y pureza , reinarán so

bre los hombres , encaminándolos con persuasivas insinuaciones al positivismo . Talentos perdidos , voluntades inertes , rec ibirán de ellas luzy vida . A cuantos las conozcan alcanzará su

radiante inspiración. Y muchos seres decaídos ,que veían ya cerrada la senda de una dignaexistencia , emprenderán, regenerados del todo ysinmirar hacia atrás una fructuosa carr'era de

servidores del linaje humano . Esas santas mujeres serán, c iertamente , madres espirituales deinnumerables hombres , hechos de nuevo con subendito influjo . Completamente desinteresadasen sucelo religioso , gozarán de altruist a satisfacción al ver cómo aumentan los buenos obreros , crece la buena doctrina y la sociedad se t econsti tuye sobre bases inconmovibles . »

Ingersoll no es menos entusiasta que ustedde las mujeres . ¡Los hombres , dice , sonencinas,las mujeres vides y los niños flores ; y , si hay cielo , la familia es el cielo . El cielo está donde lamujer ama á sumarido y el marido ama á su

mujer y los redonditos brazos (dz'

mpled conhoyuelos) de los niños enlazan el cuello deambos. »

En el hogar está el templo , la bienaventuranza, la gloria del hombre , y de este templo es lamujer divinidad y sacerdotisa á la vez . Sinestetemplo , el mundo sería un horror , y los sereshumanos bestias feroces . Así da Ingersoll á lamujer no menos redentora , beatificante é inspiradoramisiónque la que usted le atribuye . Paraello entra en pormenores y hasta prescribe quela mujer se vista y se adorne mucho , con aseoy de última moda . ¡Yo digo á toda muchacha yá toda mujer , aunque la tela del vestido sea barata y ordinaria que el vestido esté cortado yhecho in the fashion. Gusto también de joyas .Alguien censura como uso bárbaro el llevarmuchos dijes ; pero , á mi ver, el llevarlos es la. pri

veces hablan varias lenguas vivas , y no es raro

que sepan también latín y griego .

De aquí que esa misióncivilizadora , beatificante é inspiradora de la mujer, tal vez no se vemás clara , en parte alguna , que en los EstadosUnidos .Lahermana del actual presidente de aquellarepública

,miss Rosa Isabel Cleveland , notable

escritora , ha querido cifrar y condensar , en elmás elocuente y sent ido de sus Estudios , estamisión de la mujer . Estriba en una virt ud quemis Cleveland llama fe altruista, y éste es también el título de suEstudio .

Por dicha para todos nosotros , aunque seadesgrac ia para usted , para Ingersoll , y aun paraComte y Li ttré , esta fe altruista, ó dígase fe enotro y no sólo enuno mismo , brota , según lahermana del presidente

,no de la negación de

Dios , sino de la fe enDios .La mujer es más capaz de fe que el hombre ,y esto la habilita para ejercer una función so

cial de la mayor trascendenc ia: descubri r la aptitud del amigo , del hijo del hermano delamante 6 del esposo , revelar á él su propio valer, alentarle y entusiasmarle y darle impulsopara que cumpla suvocación y su dest ino .

El prototipo y dechado de esta fe altruista lehalla miss Cleveland enCadiyah , primera mu.

jer de Mahoma , que descubrió cuánto valía Mahoma , y le amó y le animó y le confortó cuando por los hombres todos era desdeñado . El Pro

" 43

feta, victorioso ya y en toda su gloria , recordaba siempre con lágrimas de amor á su Cadiyah ,

que murió anciana , y no se consolaba de haberla perdido . Suhermosa y joven esposa , Ayesha ,le dijo . ¡ ¿Por qué no te consuelas ?¿No era yaanciana ? ¿No te ha dado D ios , en lugar suyo ,otra mujer mejor?» El Profeta respondió entonces con efusión de honrada gratitud . aN o hubonunca mujer mejor que ella . E lla creyó en mícuando los hombres me despreciaban .»

Yo encuentro este oficio muy propio de la mu

jer y creo que ella con frecuencia le ha ejercido .

Por cada Onfale , por ,cada Dalila , causa de perdición de Hércules y de Sansones , ha habidos iempre miles de Cadiyahs para todos los Mahomas chicos y grandes .El oficio , sin embargo , no he de negar yo quees para la mujer harto peligroso . El primer peligro es el engaño en que puede caer la muj er ,creyendo descubrir la aptitud de sabio , de poeta, de héroe de santo , en el hombre que talvez la atrae y la fascina por otras apti tudes . Yes el segundo peligro que , aunno equívocándose en el descubrimiento de la buena aptitud ,puede ocurrir que la mujer descubridora la halleenhombre que sea , en todo lo demás , indigno ,

perverso é ingrato . Cadiyah acertó en todo consuMahoma ; pero no acertó en todo , por ejemplo , Mad. de Warens con suRousseau . SinellaRousseauquizás no hubiera sido nunca muchomás que lacayo ; pero Rousseau , en lo tocante

á gratitud , sígu10 lacayo y se quedó á inñnitadistancia de MahomaPongo aquí esto como aviso y reparo paraque las mujeres , cuando cadz

'

yehen, lo hagan conla debida circunspecc ión; pero lejos de tirar ála invalidación del discurso de Miss Cleveland ,le aplaudo y acepto la doctrina . Nada más útily agradable que el cadz

'

yého. E s verdad que madres y hermanas pueden ser Cadiyahs ; pero lomás comúnes que lo sean las enamoradas . Poreso el cadíyélzo está enínt ima relac iónconel j lzrt.En el Maestro de ustedes , enel Mahoma de us

tedes , en Augusto Comte , se advierte la verdadde esto que digo . Su verdadera Cadiyah es laamiga ; es Clotilde de Vaux . Las otras dos mujeres son como a-lateres y nada más .La una resucita en el recuerdo evocado porClotilde : la otra es como apéndice del afecto áClotilde : Rosalía Boyer , madre del Maestro , ySofía B liaux , su hij a adoptiva .

Entusiasmado usted con esto , coincide conmiss Cleveland en la ex altaciónde la muj er y ensu nobilísima misión de descubridora y aguzadora de aptitudes . Elocuentísimo está usted entodo esto , y quisiera yo ci tar mucho de lo queusted dice ; pero aquí no cabe . Baste con algo.

¡ Preciosa—dice usted— es la intervención dela mujer en las labores del hombre . Dada su índole altruista , ella es quien sabe despertar lasmás santas emociones de donde sólo emananacciones fecundas . En este sentido idealizóla la

ant iguedad en las Musas , y la Edad Media enla Virgen Madre , que resume á las Musas com

pletamente puriñcadas . Pero cábele al Dantela glori a insigne de haber cantado proféticamente en su maravilloso poema la función normalde la mujer. E s su amada Beatriz quien le salva de sus extravíos quiendisipa las dudas desuespíri tu quien enciela su alma .»

De esta suerte convierte usted si Dante en unode los precursores del positivismo .

ESPANA DESDE'

CHILE

(A DON JORGE HUN EEUS GAN A )

No puede usted ñgurarse , distinguido y generoso amigo , el susto queme ha causado , sin quererlo ni preverlo .

Hace justamente tres años recibí una cartade usted pidiéndome noticias sobre mi personay escritos y sobre li teratura española en general. Era tan amable la carta , que , si bien yo noconocía á usted y apenas atiné entonces á descifrar la firma , no quise dej ar la carta sin contestación. Tomé la pluma y contesté á todocorrer lo que se me ocurrió en aquel momento .

Yo no hago borrador de nada mío , y menosde cartas . Aunque hiciera borrador no le guardaría .

En cuanto á las cartas que recibo , rompo lasmás . Sólo reservo las muy interesantes . La deus ted , sin lisonja , hubo de parecérmelo. Doy

porevidente que la reservé sinromperla.

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Pero en el resultado final confieso que es idéntico que yo rasgue 6 guarde las cartas . Guardarlas equivale á echarlas en un caos , en un abismo ; tal es el desorden de mis papeles . Y cuando el cúmulo de ellos , que en este abismo cae ,rebosa , digámoslo así , ya en una mudanza , yaen un viaje , ya sólo por obra y gracia de la limpieza ordinaria , la escoba del criado , el fuego 6bien otro elemento destructor se los lleva 6 losconsume .No ha de extrañar usted ui atribuir á pocoaprecio de parte mía el que yo ignore si la carta de usted se destruyó 6 está aún escondidaentre papeles míos . Cúlpese mi falta de orden ,falta que lamento , pero de la que nunca supeni sabré enmendarme .

Apunto aquí todo esto para explicar con franqueza por que á poco sin duda de recibir la carta de usted y de contestar á ella , tenía yo com

pletamente olvidadas la carta y la contestación.

A los tres años perdónemelo usted ) yo , dadami condición natural , no podía recordar 6. ustedni menos que le había escrito .

De aquí mi sorpresa y mi sobresalto cuandoalguien que recibió , días antes que yo, los Estudios sobre España, me dijo que su autor , un chileno , publicaba en el ci tado libro cierta cartam ía , donde le hablaba yo de literatura y de literatos españoles .

¿Qué habré yo dicho , imaginando que mi cartano se daría al público con mi firma , y tal vez

50

pero del que temo dejarme llevar como todos .Y no es falsía endémica , no es perversidadcolectiva de la que

'

todos estemos plagados ; esque todos estamos muy abatidos y en el fondodel alma nos juzgamos con harta severidad . Deaquí la maledicencia , sin que la cause la envidiaui otra pasión ruin . Y en cuanto al encomiopúblico disparatado , que comunmente se llamaahora bomba, es una inevitable mala maña quehemos tomado . La llamo inevitable , porque sontales el tono y el estilo que prevalecen , que todaalabanza moderada y razonable suena comodesdén y menosprecio.

Dicho esto , que debo yo decir aunque mehaga pesado , voy á hablar de suobra de usted .

Consta de dos tomos (cerca de mil páginas entrelos dos) tan llenos de noticias sobre mi país queno me explico cómo me escribió usted pidiéndomelas cuando podía dármelas y cuandoahora en efecto me las da .

Con vergííenza lo declaro : yo no he leído nila quinta parte de los autores contemporáneosespañoles , cuyas obras usted examina :uipor elnombre sólo conocía yo á la mitad de ellos . Seve que usted ha hecho que le envíen á Santiagode Chile y que ha estudiado con amor , cuantoenEspaña se ha escrito y publicado en estesiglo.

Jóvenusted de poco más de veinte años , eutusiasta y fervoroso amante de su patria , extiende este amor á lametrópoli , á la madre de

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supatria , y se pinta y nos pinta una Españavuelta á su más radiante esplendor , ilustradísima fecunda hoy como nunca en claros ingenios , en poetas sabios y artistas .Líbreme Dios de denigrar á mi país . LíbremeDios hasta de formar de él pobre concepto . Perono por modestia sino por justicia no quiero , ui

puedo , uidebo aceptar tanta alabanza , comola generosidad de usted y su afecto filial nosprodigan . S i insisto en afirmar , como en mí primera carta 5. usted afirmaba , que cen Españase nota hoy cierto florecimiento l iterario , y nose escribe poco » , todavía hallo que desde esta

'

afirmación mía hasta el t riunfante panegírico deusted , media distancia enorme . Por mi calidadde españolme considero , pues , obligado á lamás profunda grati tud hacia usted , y por lo queusteddice de mí , 5. gratitud aún más profunda ;ámostrársela, y á declarar que rebajo nueve décimas partes de mí ración de elogiqs atribuyén

dolos á bondad magnánima de usted y me doy

por pagado y contento con la otra décima parte .N o me es lícito disponer del incienso que ustedda á los demás escritores españoles , pero meatrevo á aconsejarles que acepten sólo la mitad6 la tercera parte , y consideren el resto comodespilfarro que usted hace , arrebatado por sucariñósa largueza .Esto nos conviene hacer , agradeciéndolo todo .

Pero ¿es buen medio de agradecer , dirá usted ,

y siustedno lo dice no ha de faltar quien lo

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diga que los mismos encomiados echen en caraal autor los extravíos de crítica que presuponensus encomios .A esto respondo que no me queda otro t e

curso . Al libro de usted no puedo responder conel silencio , ni puedo tampoco faltar á la sincet idaden lo que responda . Por dicha , esos extravíos se justifican 6 disculpan con razones quehonran á usted muchísimo. Nacen de su entu

siasmo j uvenil y de su amor á los de su casta ylengua . Ya usted se corregirá en otros libros queescriba y será j usticiero 6 más sobrio de admiración.

Entretanto , aun expomendome á que diganlos maldicientes que nosotros , á pesar de sercasi antípodas nos escribimos para piropearnosy nos armamos de sendos turibulos eléctricos,á fin de que el incienso mutuo trasponga elAtlántico y la. cordillera de los Andes y nosadule las narices , no quiero callarme ui dejarde sostener que me maravilla el extraordinariosaber y la abundantísima lectura que su librode usted demuestra .Cuadro completo de la España polít ica , so

cial, científica artística y literaria , en el siglopresente , el libro está dividido en tres partes.La primera : Estudios generales . La segundaEstudios bibliográficos . Y Estudios literarios,la tercera.

En los tres Estudios se advierte un espíritude contradicción , exaltado por ese malhadadoy

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pretmciosomenosprecio, que como dice usted , hayenChile aunque ya vade caída contra todo loespañol . Esto convierte su libro de usted en defensa ó apología ; esto disculpa , en cierto modo ,la exageración en las alabanzas .He de confesar 5. usted también que en ellas

advierto desproporción: á saber , que con muchoses usted tanpródigo , que prºporcionalmente escorto con otros . En absoluto , á casi todos , enmi sentir , empezando por mí , nos tasa uted enbastante más de lo que valemos .Como es usted tan joven , y como nos declara

condelicada modestia que su libro no es l ibro ,sino notas y proyectos para escribir un libro , loscuales proyectos y notas saca prematuramente áluz , cediendo á los ruegos de unamigo , mis oh

servaciones no deben valer como censura . Si yolas pongo es para que valgan , aunque sean endaño mío cuando aparezca esa otra obra másmedi tada y más completa que , según usted nosanuncia , acaso pueda escribir algún día .Dispénseme usted que insista , hasta con pe

sadez en mis reparos . Lo hago por el interés queusted me inspira , y que no tiene que agradecerme , ya que la apología de usted , si no pecase pordesproporción ni por exageración nos lisonjearíamás y nos seríamucho más útil .Esa misma desproporción que noto yo en sus

juicios de usted , no nace de parcialidad apasionada, sino de que usted 6 bien conoce á unosautores más y por eso los celebra más que á los

que conoce menos , 6 bien por ser su obra unconjunto de estudios hace usted resal tar á losque son objeto especial de cada estudio y dej aá los otros eclipsados ó en la sombra . De aquíque Revilla ,Bactrinay yo, salgamos mejor librados que los otros salgamos encomiados con exceso .Fuera de esto y cuando habla usted en general

,muestra usted en sus juicios la equidad y

el t inomás benévolos, sin que los ofusque ningúnespíritude partido , del cual , por lo mismo quevive usted tan lejos

,no puede dejarseñ

'

nñuir.

Así tienen, á mis ojos , tanta autoridad lassentencias de usted en desagravio de los autoresespañoles , inj ustamente maltratados por críticosespañoles . Suvoz de usted viene , desde el otroextremo del mundo , á dar la razón 5. quien lat iene y á tildar de inj ustas de apasionadas y defalsas no pocas censuras .Salvo algún levísimo error en los pormenores,

disculpable en quien escribe sobre cosas de aquídesde tan lejos , me parece usted discretísimo yguiado por alto é imparcial criterio , cuando diceque ala crítica estrecha y pequeña no se estilahoy sino cuando se quiere rebaj ar , con el insuficiente apoyo de yerros aislados y de versos sueltos méritos verdaderos que por fortuna resistens iempre tan poco elevados ataques .»

¡Digan esto por mí , añade usted , las reputaciones de Zorrilla , Gil y Zárate , Rubí , Escosura , Mesonero Romanos , duque de R ivas , Mar

tínez de la Rosa y otros , que tan gloriosamentehan resist ido las malignas críticas de Villergas;las de Velarde , Ferrari , Cánovas y otros , queno han sufrido ni sufrirán nada con los sermonesapasionados de Clarín : las de Echegaray , Canoy Sellés , que se abrillantan más cadadía á pesarde las nimias observaciones de Canete ; y las deMenéndez Pelayo marqués deValmar marquésde Molins , conde de Cheste y otros más , paracuya justaapreciación el público ilustrado des

precia las pueriles invectivas de V enancio Gonzalez (VNo quiero ni puedo extenderme más sobre la

primera y la tercera parte de los Estudios deusted .

Voy á decir algo sobre la parte segunda : sobreios curiosísimos Estudios bibliográficas.La idea de hacerlos , según usted mismo con

fiesa , se la sugirió 5. usted Menendez Pelayo ;pero es j usto asegurar que , atendido el modes

tísimo título de notasy proyectos , la tal bibliografíaes rica y no dej a de estar 5. veces bien razonada6 comentada . Es un catálogo de libros franceses ,italianos , ingleses , alemanes , hispano-amgricanos y yankees , que tratan de E spaña , y que

pasande cuatrocientos , aunque usted sólo citalos que se han publicado desde 180 8 hasta ahora .

Ya que su obra de usted sobre España no es

deñnitiva y ya que usted piensa mejorarla ycompletada con el t iempo , usted me perdonarálas siguientes observaciones y excitaciones:

1º Que ponga en este catálogo orden que

facilite buscar en él cualquier libro : ya sea el

orden po r materias ya alfabético por nombresde auto

_

res , ya cronológico .

Que añada cuantos libros faltan 6 sepausted que faltan por citar 5. finde que el catálogo sea completo en lo posible .Y 3 a Que distinga mejor las obras de cuya

lectura resulte un concepto bueno de E spaña ,aunque en parte se censuren muchas cosas denuestro país ; las obras que tiran á desacreditarnos y son una franca y horrible diatriba ,como la del marqués de Gustine , por ejemplo ;y las obras más comunes donde 5. vuelt a de pomposas alabanzas á lo pintoresco del paisaj e , delos monumentos , de los trajes y de las costumbres , ya por odio , ya por ignorancia y ligereza ,ya por afán de referir hechos portentosos y usosrarísimos

,ya por el mal humor y la bilis que

nuestros guisos y nuestro aceite han infundido ,no pocos viajantes extranjeros han hecho de nosotros la más lastimosa caricatura . No he de negar que haya algún fundamento . ¿Qué individuoni ,que colectividadno ofrece lado que se presteá lo ridículo ? Nosotros además hemos dado,si no motivo , pretexto á que se abulte lo quehay de grotesco en nosotros , abultándolo y ponderándolo con amor , y mirándolo como ex celencias y grandezas de nuestro sér egregio . Así el

entusiasmo por el salero y los discreteos rudosde Andalucía , por la desenvoltura de chulas y

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que celebre , como es justo , la facilidad , purezay elegancia de su est ilo ; á que convenga perfectamente con usted en ese empeño en que todoslos hombres de lengua 6 raza española nos confederemos intelectualmente y para ello nos conozcamos mejor ; y por último , á que sin acept ar las pródigas y bondadosas alabanzas conqueusted me honra , las agradezca con todo mi corazón asegurándole que ya no me olvidaré nunca de usted , nidel beneficio recibido ni del altovaler de su ingenio , del que espero frutos mássazonados y abundantes para gloria de las letrasespañolas , en su general acepción .

VOCABULARIO RIOPLATENSE

RAZON ADO

(AL SEñOE DON DAN IEL GRAN ADA)

Muy señor mío : Con mucho placer he recibído y leído la interesante obra de usted cuyo titulo va por epígrafe , y que acabade publicarseenMontevideo .

Me parece que si usted le sucede lo mismo queá mí en lo tocante á pronosticar sobre el porvenir de la lengua castellana en esas regiones . Novemos sino allá , dentro de muchos siglos , la posibilidad de que se olvide 6 se pierda por ahídicha lengua , y salgan ustedes hablando italiano , francés 6 algún idioma nuevo , mezcla detodos .E s verdad que el territorio rioplatense es inmenso y poco poblado aún . Sólo la RepúblicaArgentina comprende cerca de tres millones dekilómetros cuadrados : mayor extensión que

—60

Francia, Alemania , Inglaterra y España j untas .Y si añadimos las tierras del Uruguay y del P araguay , la grandeza terri torial de lo que llamamos país rioplatense se presta á contener y á alimentar en lo futuro centenares de millones deseres humanos . A finde que tanta t ierra sea poblada y cultivada , la inmigración entra ya y se

guirá entrando por mucho . Cada año va la inmigración en aumento .

Segúnlos datos que me da ErnestoVanBruyssel LaRepublique Argentim en 1886 sólo á Buenos Aires llegaron cerca de inmigrantes ,y en 1887más de Si así cont inúa creciendo la inmigración, donde predomina el elemento ital iano , tal vez dentro de diez ó doceaños haya más gentes venidas de I tali a que deorigen español , desde las fronteras de Bolivi ahasta el ex tre1ño austral de laPatagonia , y desde Buenos Aires y Montevideo hasta más alláde Mendoza .En los quince años que van desde 1855á 1870

ha entrado en la RepúblicaArgentina un millónde emigrados . Bien podemos , pues , calcular , nohaciendo sino duplicar el número en los años quequedan de siglo , que al empezar el siglo xx habrá en la República Argentina cinco millonesmás de población no criolla , ó venidade fuera ,y principalmente de Italia . Yo entiendo , contodo , que en el pueblo argentino hay fuerza informante para poner el sello de su propia nacionalidad 6 esta invasión pacífica y provechosa ,

y que en 190 0 , lo mismo que en 1889 , habrá allíuna nación de carácter español y de lengua castellana , sólo que ahora consta esta nación decuatro 6 cinco millones de individuos y en 190 0acaso conste de 18 6 de 20 millones .El aumento de la población se inúere del eumento de la riqueza que la inmigración trae consigo . En veinte años , de 1866 5. 1886 , la rentadel Estado argentino se ha quintuplicado . Denueve millones de duros ha subido 5. más de cuarenta y cinco . Durando la paz, con suponer igualaumento prºporcional en otros veinte años , noes aventurado predecir que el presupuesto deingresos de la República Argentina podrá ser , 5.principios del siglo xx , y sin recargar las contribuciones y sin aumentadas , de más de doscientos millones de duros .Todo induce á presumir , que sí no sobrevie

nen imprevistas perturbaciones , la principalConfederación del Río de la Plata , será en el

siglo x x una potencia tan fuerte y rica como 10es ahora la república norte-americana de origenbritánico . Las huellas de este origen no se hanborrado de entre los yankees . Natural es que nose borren tampoco entre los argentinos yuruguayos las huellas de su origen español .La lengua es el signo característico que tar

dará más en perderse . La lengua además no eslazo sólo que une entre sí á los argentinos , sino"vínculo superior que no puede menos de estrechar y ligar en fraternal concierto 5. dicha repú

—6z

blica con muchas otras , todas , dígámoslo así ,oriundas de España , y que se extienden por lastres Américas , desde más allá de la S ierra Verde y del Río Bravo del Norte hasta la TierradelFuego .

Las cuestiones de Gramática y de Diccionario , de unión de Academias de la lengua , de literatura española hispano-americana , de versos y de novelas , escri tos y publicados en español en ese Nuevo-Mundo , no son meramenteliterarias , críticas 6 ñlológicas : t ienen muchomás alcance , aunque uno no se le quiera dar .No me parece que divago al decir 10 que vadicho , con ocasión del excelente aunque modesto trabajo de usted que , si bien es meramenteñlológico, tiene mayor trascendencia (1Nuestro Diccionario de la lengua castellanano es sólo el inventario de los vocablos que seemplean en Casti lla , sino de los vocablos que seemplean en todo país culto donde se sigue hablando en castellano , donde el idioma oficial esnuestro idioma .Será provincialismo ó americanismo el vocablo que se emplee sólo en una provincia y quetenga á menudo su equivalente en otras ; pero elvocablo que no tiene equivalente y que se em

(1 ) Trabajos parecidos al del Sr. Granada se hanhecho encasi todas y para casi todas las regiones de América donde se habla es añol: por ejemplo ,

Pichardo paraCuba, Cuervo araCo ombia. Arona para elPerú , y donZorobabel Ro riguez paraChile .

plea enmás de una provincia 6 enmás de unarepública ó en regiones muy dilatadas , y másauncuando designa un objeto natural , que acaso t iene sunombre científico , pero que no t ieneotro nombre común 6 vulgar , este vocablo , digo ,siendo muy usual y corriente , es tan legít imocomo el más antiguo y castizo , y debe ser incluído y definido en el Diccio

'

nario de la lengua castellana. La Academia Española no puede menosde incluirle en su Diccionario.Así como nosotros , los peninsulares europeos ,

hemos impuesto á los híspano—americanos uncaudal de voces , que provienen del latín , delteut0n, del griego , del árabe y del vascuence , losamericanos nos imponen otras voces que provicnen de idiomas del Nuevo Mundo y que designan , casi siempre , cosas de por ahí.Es curiosísimo el catálogo razonado que ha

hecho usted de estas voces (de las usadas en laregión rioplatense ) y las definiciones y expli

caciones que da sobre cada una de ellas . S induda , su libro de usted será documento justiñcativo de que los individuos de la AcademiaE8pañola tengan que valerse y se valgan paraaumentar su obra léxica en la edición décimoterce ra .Casi todos los vocablos que usted pone y ex

pli'ca ensu libro , 6 no están incluidos en nuestroDiccionario 6 están mal 6 insuñcientemente detinidos en él . Y sin embargo , no pocos de estosvocablos , 6. más de estar en poesías , ennovelas ,

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en relaciones de viajes y en otras obras enidioma castellano posteriores á la independencia , escasi seguro que se hallan en libros 6 documentos españoles de antes de la independencia , escritos por los viajeros misioneros sabios y demás exploradores de esos países , que dieron áconocer en Europa su flora y su fauna .

En los tiempos novísimos han estudiado y descrit0 la naturaleza de la América del Sur Humbold , Burmeister , Orbigny , Darwin , Mart ius yotros extranjeros; pero nuestros compatriotas seles adelantaron en todo , como lo demuestran lostrabajos y publicaciones deMontenegro , Acosta ,los padres Lozano Cobo , Gumilla y Molina ,Mutis , Oviedo , Azara , Pavón , Ruiz y otros cien ,de que trae catálogo el Sr . Menendez Pelayo ensuCímcz

'

a española.

Los nombres , pues , que se dan ahí vulgarmente á plantas y árboles , aves , cuadrúpedos , peces,insectos y reptiles , no están fuera de nuestra len

gua común española , por más que aparezcan ysuenen , en nuestros oídos , como peregrinosinusitados.Tal vez deban incluirse en nuestro Dicciona

rio , si no 10 están ya, y creo que no 10 están , lasmás de las voces que usted define , como las si

guientes

N ombres de árboles plantas y hierbas. Aguaraibá , alpamato , arazá , biraró , burucuyá , caá,

camalote , caraguatá , curí , chalchal , chañar,

chilca , gegen , guayabira, guayacán, gembe, iba

res demuchas plantas usuales ó notables del antiguoynuevomundo. Caá , con evidencia , ha de significaren guaraní planta , yerba , árbol : 10 vegetal demodo genérico ,yn0 solomata,como ustedafirma .Supongamos , no obstante , que caá significamate.Sin haber oído hablar j amás á los guaraníes ysin saber palabra de su idioma , cualquiera adivina el valor de ciertos adjetivos que entran ácada instante en composición de nombres ; v . gr.

meri pequeño , y guazú , grande . Así vemos claroque caamerí y caaguazú , y caaquí y caaminí todo esmate , según sean las hoj as de que se componegrandes 6 pequeñas , t iernas 6 más ricas yjugosas .Hasta aquí todo va bien , y má y matapuedenser lo mismo ; pero cuando nos define ustedcaapau, bosquecillo, conjunto de árboles aislado ,vemos claro quepauha de significar conjunto 6montón , y caá árbol , arbusto , planta , yerba,mata y no mate á no ser por excelencia, comotambién llaman al mate yerba por excelencia.

El Sr. Colmeiro trae en su Diccionario todosestos compuestos de cad: caataya, caamerí, caapiá , caapeba , caapin caatiguá y caavurana; ycomo con tales nombres se designan plantas gramincas, meliáceas , ciperáceas , hipericineas y deotras cuantas y diversas familias, queda más demostrada la. vaga generalidad del significado dela palabra caá .

Guayacán. El Diccionario de la Academia Es

pañola trae también esta palabra; pero ¿elgua

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yacán que describe es el mismo que describe usted?Yo creo que no . Usted nos describe el gua

yacán del Chaco y del Paraguay ; la Academiael de las Antillas , y como Colmeíro me da diezespecies de guayacanes 6 guayacos , no sé concuál quedarme . El guayacánya es diospyros lotus ,

ya guayacumsanctum, ya guayacumof]ícz'

nale, yaporh

'

am higrométríca, y 0 13. pertenece á la familia delas leguminosas , ora si la de las ebenáceas , oraá otra familia .

Amzá . No está en el Diccionario de la Acedemia. Colmeíro la trae , y pone , como usted , dosclases : el arazá arbóreo

'

y el rastrero . Conven

d1ía, con todo , que dijese usted , como dice Colmeiro , que ambas clases pertenecen á la familiade las mirtaceas .

Bastan los ejemplos aducidos , que para no

cansar no aumento , á fmde comprender la con

veniencia de determinar mejor los objetos quese describen .

Diré ahora otro requisito que echo de menosen su libro de usted . Echo de menos las antondadcs. Me explicaré .

N ada hay más borroso é inseguro que los límites entre 10 vulgar y lo técnico 6 científico delas palabras . Cada día , á compás que se difundela cultura , entran en el uso familiar , general y

diario , centenares de vocablos que antes em

pleabansólo los sabios , los peritos 6 los maes

tros en los oficios , ciencias y artes á que los vo

cablo'

s pertenecen . De aquí que todo Diccionario

— 68

de la lengua de cualquier pueblo civi lizado , sinser y sin pretender ser enciclopédico , vaya incluyendo en su caudal mayor número de palabras técnicas , sabías 6 como quieran llamarse.Pero aun así , importa poner un límite á esto ,aunque el límite sea vago y no muy determinado.Dos indicios nos pueden servir de guía . Por

muy patrióticos que seamos , no es dable quenos ñguremos que somos un pueblo más docto,en este siglo , que el pueblo inglés 6 el francés.Nuestro Diccionario de la lengua vulgar , nodebe , pues , sinpresumida soberbia , incluir máspalabras técnicas que 106 Diccionarios de Webster y de Li ttré , pongo por caso .

El otro indicio es más seguro . Consiste en c itaruno 6 más textos , en que esté empleado el vocablo , que se quiere incluir en el Diccionario , porautores discretos y juiciosos , que no escribanobra. didáct ica . En virtud de estos textos es líci to inferir que es de uso corriente el nuevo vocablo y debe añadirse al inventario de la riquezaléxica del idioma .

Convengo en que á veces es de tal evidenciael uso frecuente de un vocablo que la autoridad6 el texto puede suprimirse . Así por ejemplo,ombú . El Diccionario de la Academia no traeombú , y , sin embargo , apenas hay cuento uipoesía ui escri to argentino de otra clase dondeno se mienten los ombúes.

E s voz tan común por ahí como en esta Penínsulaálamo 6 encina.

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En ocasiones cita usted los textos , y así demuest ra la necesidad de la introducción de lapalabra en nuestro vulgar Diccionario . Sirva deejemplo la voz chaco , montería de cierto género

que dió nombre propio á la gran llanura que seex t iende desde la cordillera de Tucuman hastalas márgenes del Río de la Plata . La voz chacoestá empleada por el padre Lozano , Historiadela conquista del Paraguay , etc . , y por Argote deMolina en suDiscurso sobre el librodemonteríadel

ny D . Alonso.

Con frecuencia falta texto autorizado quepruebe el empleo vulgar de la palabra , y , cuandohaga usted nueva edición de su l ibro convieneque le añada. El vocabulario ganaríamucho conesto ; y esto ha de ser muy fácil para usted . S iusted no siempre 10 ha hecho es porque pensósólo en sus paisanos uruguayos y argentinos alescribir su obra

,y no en los demás pueblos de

lengua española , donde vocablos comunísímos

ahí t ienen que aparecer exóticos .

Suvocabulario de usted es además poco 00

pioso é importa aumentarle El número de palabras que faltan no debe ser corto , cuando yo,

queconozco tan poco de la li teratura de ese país ,puedo citar palabras que en su vocabulario deusted no están incluídas . Así por ejemplo seibo.

Rafael obligado , en una de sus más lindas composiciones , Enlaribera, del Paraná se entiende ,

7º .

El año que tú faltas ,

La florde sus seibos,

Como cansadade esperartus sienes ,Cuelga sus ramos de carmínmarchitos .

¿Será el seibo el árbol que llaman del Paraísoen Andalucía? ¿Quién sabe? Colmeíro no traeseibo , á no ser seibo lo mismo que ceiba 6 ceiba,

que está enColmeíro y enel Diccionario vulgar .O tras veces , si bien usted define y aun citatextos , encuentro yo deficiente la definición .

No basta decir que camalote es acierta plantaacuática» . Convendría saber algo más del camalotaen esta primera acepción. ¿De qué color , de quétamaño , de qué forma son sus flores? Sobre laotra acepciónde camalote trae usted textos curiosísimos , que la explican bien . E s unconj unto deplantas del mismo nombre y de otras plantas ,que forman como isla ó matorral

,que flota y

navega y que suele ser tan grande que asegurael Padre José de Parras que en su centro se! ultan con faci lidad los indios con sus canoas ,uy como pueden muy bien dar el rumbo á todaaquella armazón hacía los barcos , con poca diligencia suelen llegar á ellos , y estando immediatos , se enderezan , arman gri tería , y comologren alguna turbac¡onenlos españoles , ya losvencieron . »

En Colmeíro no hay camalote pero hay camelote,dando á la planta el nombre que se da á la tela .

¿Será este camelote de Colmeíro el camalote deusted?

_ 7¡

Su l ibro de ustedme sugiere no pocas observaciones más , algunas de las cuales no quierodej ar de hacer , pero , por ser ya. muy extensae sta carta , las dejo para otra .

Muy señor mío: E s en verdad muy curioso

que entre las palabras que usted incluye y define en su Vocabulario haya bastantes que nos

parezcan peregrinas , no porque no sean castellanas , sino porque han caído en desuso ó se derivan de otras que han caído en desuso en E speña . Así , por ejemplo , bosta, estiércol del ganado vacuno y caballar . En el Diccionario de laAcademia no hay bosta, pero sí bostar, sustantivo anticuado , que significa establo para bue

yes . E s término de la baj a latinidadbostar£um, yviene de bas y de stan.

Lo general , con todo , es que cada uno de lbsvocablos rioplatenses , que usted pone en su libro , provenga de alguna de las dos principaleslenguas que se hablaban en esa vasta regiónc uando el descubrimiento y la conquista : la

guaraní y la quichua . Las lenguas americanasson aglutinantes y se prestan á crear vocablos

compuestos , que son como abreviada descripcióndel objeto que significan . De la lengua guaraní provienen lamayor parte de las voces queusted define ; pero no son de aquellas voces que

se usan en el Paraguay , donde se habla puroguaraní , ni de las empleadas en Corrientes yMisiones

,donde se habla el guaraní mezclado

con el castellano , sino de las que , según diceus ted en su Prólogo , cel uso antiguo y constante ha incorporado á la. lengua caste ll ana en lasRepúblicas Argentina y Oriental del U ruguay.»

Las voces son , pues , castellanas , aunque en lalengua guaraní haya de buscarse su origen etimológico.

Gloria grandísima ha sido de los mi s ionerosespañoles , no sólo el llevar á América plantasy animales útiles , industria y cultura de Europa ,sino el mirar con evangélica solici tud por elbiende las tribus indígenas , cristianizándolas ,difundiendo entre ellas la civilización del mundo antiguo y trasmit iendo á éste elconocimiento de aquellas rudimentarias ó decaídas civilizaciones , sus ideas religiosas , sus tradiciones ysus idiomas .'Es lástima que este trabajo de los misioneros ,sobre todo en lo tocante á gramáticas y dicciomarios de idiomas de América , no sea tan genet almente apreciado como debiera por la escasezde ediciones de sus l ibros , que van siendo muyraros

. El Tesoro, no obstante , de lalenguaguaraní,arte y vocabulario del padre Antonio Ruiz deMontoya

,de la compañía de Jesús , impreso en

1 640 . debe de haberse reimpreso últ imamenteenLeipzig

.

U s ted, sin duda , se vale para su trabajo de

mología se nos queda por averiguar . Sean ejemplo baqm

'

a y baquiano 6 baqumno, que emplean elpadre Parras , Azara y Vargas Machuca ; chacra,granj a 6 cortijo que está en Azara y en el Diccionario de la Academia ; champan, barca grande para navegar por los ríos ; chirz

'

pá , pedazo detela que se enreda á los muslos en vez de pantalones ; chumbá, especie de faja ; galpon, especiede cobertizo ; y hasta la misma comunísima palabra gancho, de la que nos deja usted sin et imologia .

En suma , si bien la obra de usted dej a mucho que desear , es altamente meri tori a , comoprimer ensayo , y muy digna de las discretas yautorizadas alabanzas que le tributa en la introducción crítica el Sr . D . Alej andro Magarinos Cervantes , l i terato y poeta , tan conocido yestimado en España, donde residió largo tiempo.

Algunos artículos de su Vocabulariode usted ,á más de enseñar siempre , son amenos y divert idos .Al leer , verbi . gracia , 10 que nos dice usted delos ayacuáes no puede uno menos de pensar enlos microbios, ahora en moda . Esos indios habíanadivinad0 los microbios antes de que el Sr . Pasteut los descubriera y estudiara tanto . Cadaayacuá es un microbio , pero antropomórñco, yarmado de arcos y de Hechas , con las cuales, 6si no , con los dientes y con las uñas , producelas enfermedades y dolores humanos .En ocasiones , por amor 5. 10 americano indí

gena , me parece que se encumbra usted demasiado y talvez exagera . Noto esto en 10 que diceusted sobre la palabra Tufá , nombre de Diosentre los guaraníes . E s evidente que á ser laetimología según usted asegura , ese nombre deDios está lleno de cierta instintiva sabiduría .

Tues el signo de admiración , y pa el signo deinterrogación: son dos interjecciones . Dios es ,

porconsiguiente , para el guaraní , un ser á quienadmira y no conoce , alguien cuya existencia ,inmenso poder y admirables obras declara sinsaber quién sea . Pero esta vaga y confusa nociónde Dios , ¿puede y debe equipararse comousted la equipara , á la noción que da la frasebíbl ica , yo soy el que soy?En mi sentir , no. El padre jesuita Díaz Tañ0 , citado por usted , se excedió algo de 10 justo si sostuvo que los guaraníes designaban por Tupá al criador , señor , principio, origen y causa de todas las cosas .La razón , el natural discurso y hasta los restos ó vestigios de una revelación primitiva nobastan á explicar la persistencia del conceptode un Dios único , Son sus más esenciales atributos , entre gentes bárbaras 6 salvajes . Esteconcepto no puede menos , aunque existiese conpureza enedad remota , de haberse viciado , desfigurado y corrompido con el andar del t iempo ,y en un estado social de granatraso ó decadencia. Por eso no creo yo, 6 pongo muy en cuarentena , todas las teologías sublimes que tratan desacarse , por anális is , de los nombres que dan 5.

76

Dios muchos pueblos bárbaros 6 completamenteselváticos .Los jesuitas , no sólo por ahí , sino en otrosvarios países , han sido acusados de aceptar elnombre dado por los paganos é idólatras á suprincipal divinidad y de convertírle en el nombre del Dios verdadero . Yo, hasta donde me sealíci to intervenir retrospectivamente en esta disputa

,lego y profano como soy , hallo que los je

suitas hacían bien ; mas no porque el conceptoque la palabra Tuf á despertaba en un guaranífuese adecuado al concepto del verdadero Dios ,sino porque la palabra Tapá y el concepto quedesignaba eran 10 que menos distaba entre ellosdel nombre y concepto de Dios entre crist ianos.La idea representada por la voz Tupá era comobosquejo informe de la idea que tiene 6 debetener el crist iano del SérDivino .

Me parece , como á usted , que el obispo donFray Bernardino de Cárdenas anduvo hartoapasionad0 é inj usto al promover acusacionesy persecuc iones contra los jesuitas porque llamaban5. Dios Tuj>á . E s indudable que este erael mejor modo que había en guaraní de llamarle . Más difíci l sería de justificar á los Padresque en China , pongo por caso , tomaron losnombres de Li, Tai Kie y Xang Ti, para designará nuestro Dios , porque estos nombres no erande significaciónc andorosa , vaga y confusa , paranombrar cierto sér poderoso é incógni to , sinotérminos de reñex iva y bien estudiada filosofía ,

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la cual los define y les da el sentido determinado y claro de un panteísm0 casi ateo . El Li esla materia prima , la sustancia única , y el TaiKie la fuerza inherente en la materia , que latransforma de mil modos y produce vida y muer

te ,y da origen á todo el proceso de los seres con

su variedad infinita . Bien dilucída esto el padreF ray Domingo Fernández Navarrete en el Tratado V de los que compuso sobre China , dondeexpone con profunda claridad las doctrinas dela secta literaria del Celeste Imperio .

Los citados nombres chinos no podían em

plearse ó al menos era inconveniente y ocasionado á grandes errores el emplearlos para nombrar á Dios , por lo mismo que los sabios chinos ,ateos 6 monistas, como se dice ahora , habían explicado bien su sentido . Mas por idéntica razón ,á mi ver , no hay irreverenc ia , ui ocasión deerror

,en llamar 5. Dios Tupá , cuando se habla

en guaraní y á los guaraníes . Lo indeterminado

,vacío y confuso del concepto que encierra

el vocablo Tupá permite que el catequista 6 misionero le determine , le llene y le aclare , conarreglo á la sana doctrina .

Lo que yo censuro pues , aunque blandamente

,es que usted se deje llevar del afecto al idio

maque hablan ahí los indígenas , hasta el ex tre'

mo de querer desentrañar , del seno de los vocablos

, filosofías y sutilezas que , antes de la llegada de los europeos , no podían estar en la mentede los salvajes.

78

Confieso , no obstante , que este arte , empleado pormuchos , para sacar metafísicas y otrosprodigios y reñnamientos intelectuales de palabras y frases de idiomas primitivos , me divierte , aunque no me convence . Los pueblos arios ,

¿quién ha de negar , pues dominan aún el mundo y extienden por él su superior civilización,que desde el principio , allá en su estado primitivo , eran muy inteligentes? Y sin embargo ,

¿ qué metafísica ocultaba ninguno de los nombres con que significaban la divinidad?Deva,Asura , Boga , N ara , Maniu , no esconden ninguna metafísica en sus letras . La metafísica vinodespués , por la reflexión , y ya entonces el vocablo evocó 6 pudo evocar todos los conceptoscon que la metafísica había enriquecido su signiñeado .

Como yo entiendo así las cosas , no creo enlas resultas , pero me hacen muchísima gracialos esfuerzos de imaginac ión con que , triturando , exprimiendo y poniendo en prensa palabras,sacan algunos língú istas chorros , ríos de ciencia de cada sílaba , de cada letra y aun de cadatilde . Nadie vence en esta habilidad á los vascóñlos , entre quienes descuella Err0 , y aun debiera descollar y ser más famoso mi discreto ,inaudito é ingeniosísimo

'amigo D . Joaquín deIrizary Moya , cuyos libros hicieron siempre midelicia .

Ultimamente he visto algunas de las obrasde un príncipe 6maginóo tagalo llamado Pater

no , el cual , con no inferior saber y con igual ri

queza de fantasía que mi amigo Irizar, halla yrevela portentos en la civilización antigua de lagente de su casta y saca de las letras del nombre de Dios en tagalo , B athala , una x te0dicea

ex quisit a como la de Leibnitz .

U sted no va ui con mucho , tan lejos con suTupá pero en fin, usted se entusiasma un poco ,dando motivo 5. esta disgresión mía , que noconsidero del todo impert inente .Aplaudo , y si pudiera fomentaría , la propen

siónque hay en esas repúblicas y en el imperiodel Brasil á estudiar con esmero , los usos , costumbres , historia , lenguaje y poesía de los indios , pero ui en verso nien prosa está bien exagerar 10 que valían por la cultura cuando llegaron los europeos . Fuera de los mexicanos , peruanos y chibchas , no había enAmérica 5. finesdel siglo XV sino tribus salvajes .E l gran poeta brasileño Gonzalves Días pin

ta á estas tribus del modo más novelesco é intet esante , pero les deja su salvaj ismo y hace bien .

Dentro de este salvaj ismo caben perfectamente el denuedo en las lides , la fidelidad , lacónstancia y hasta la ternura amorosa y otrasvirtudes y excelencias . Lo que no cabe es cierto refinamiento en las ideas morales y religiosas ,que harto generosamente se atribuye á los indios . Serían menester más pruebas , y no las hay6 no han llegado á mi noticia , para reconoceresas prendas en los guaraníes . Sus cantares ,

pues se dice que 10 5 tienen , y aun que son muypoetas , debieran recogerse y coleccionarse autes que desaparezcan del todo .

En los araucanos , en cambio , 10 que más se

c elebra es la oratoria . Como la lengua que hablan (de la que compuso excelente gramát ica elpadre jesuita Andrés Febres) , es , según afirman ,bellísima lengua , y como ellos son muy parlamentarios , y se reunen 6 se reunían en j untas 6asambleas para deliberar sobre la polít ica , teníanocasión de pronunciar magníficos diseursos llamados coyaj:tuoan, donde dicen que haygran riqueza de imágenes , apólogos y otros primores , todo sujeto á las más severas leyes de labuena retórica . Aun se conservan los nombresde algunos antiguos tribunos 6 famosos oradores , como Lautaro y Machimalongo, y fragmentos de discursos ó discursos enteros de los quepronunciaron .

Como quiera que sea , no ha de faltarme díaenque venga más á propósito hablar de todoe sto , entrando de lleno en el asunto , y no porincidencia y de reñlón, al encomiar como se

merece el Vocabulario de usted , por cuyo envíole doy encarecidas gracias .

—82

esta clase de escritos los Varios cuentas , reunidosen un precioso volumen de que usted me regalaun ejemplar . N oche al raso es lindísima colecciónde anécdotas y cuadros de costumbres , dondeel ingenio , el talento y la habilidad para narrarestán realzados por la naturalidad del estilo ypor la gracia y el primor de un lenguaje castizoy puro , sin la menor afectación de arcaism0 . Enel terrible cuento Lanchitas , la fantasía del autory su arte y buena traza prestan apariencias deverosimilitud y hasta de realidad al prodigiomás espantoso .

En estos cuentos del Sr . Roa Bárcena , por lomismo que están escritos en tan acendrado lenguaje castellano , se notan más los vocablos exót icos que designan objetos de por ahí , aunquerara vez acude el lector con éxito al Dicionari0de la Academia para saberlo á punto fijo . Así,por ejemplo x icaro , zacatón, otate , cuiloto, tafex tle

y abarrotero.

Dejo por hoy de decir más del Sr. Roa Bár'

cena y no hablo de Altamirano, nide P eóny Coniraras , ui de los restantes libros remit idos porusted , porque voy 5. escribir sobre la obra deotro mej icano hace ya muchos años ausente desu patria , que estuvo en España bastante tiem

po , y que después lleva pasados en París hastah0y 10 menos treinta y tres 6 treinta y cuatroaños .

Se titula el libro de este mej icano expatriadoAl cielopor el suf7ímíemto, y está escrito , como ya

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se entrevé por el título , en esa habla española ,desteñida y cosmopolita , que ha de hablarse enP arís en c ie rto círculo elegante de hispano—amef icanos y de españoles residentes en aquella cult a

y amena capital centro y foco de la civilizaciónneolat ina .N o es menester análisis para señalar los gali

cismos del libro de que trato . Todo el libro esungal icismo sintét ico digamoslo así ; pero no 10digamos en son de censura . En este caso parecela falta que señalo inevi table requisi to del valer

y del encanto que el l ibro tiene . E s la obra node unli terato de profesión sino de un hombredemundo , que , casi involuntaríamente , sinpretender escribir una novela , fij a en el papel susimpresiones y sentimientos , y nos cuenta , conla mayor naturalidad y sencillez , sucesos queha visto , y tal vez 10 que él ha. vivido.

Franceses son 10 9 personajes deldrama , fran

cesas las costumbres que el autor describe , y la

sociedad elegante de París y sus casas el medioambiente y el lugar de la escena . Si se cambiasenla ortografía y la terminación de las palabras ,el libro casiquedaría enfrancés y , enmi sentir ,competiría entonces con cualquiera novela deFeui lle t , de Ohnet 6 de Cherbuliez , ya que tendría más sinceridad y más verdad , aunque tutuviese menos artificio . E s un espejo donde seve confidelidad lo mejor y más sano de ciertocírculo de gentes , que , colocado entre las pasiones y apetitos de la baj a plebe , los esfuerzos

y faenas de una burguesía codiciosa y trabajadora , y el torbellino de los ricos viciosos y derrochadores , procura realizar una vida honraday cómoda de sibaritismo honesto y j uicioso , deelegancia católica , y de finura apacible , entrevarada de devoción .

Difícil es vivir en esta encopetada y graciosaArcadia llena de distinción perfumada de buentono limpia y serena , y cuyos Melibeos y P ilisdeben tener , si finde hacer su papel con desa110g0 , 10 menos cincuenta ó sesenta mi l pesetasde renta cada uno y todos suma prudencia artey ciencia doméstico—económica , para no dejarsearrebatar por el atractivo del lujo , no gastarmás de 10 que tienen, no arruinarse , y no tenerque sal ir de la Arcadia para irse á la Tebaidaó á cualquier otro retiro más ó menos peni tente.Es indudable que existe en París uno 6 máscírculos de esta clase . Son como isla 6 i slas dereposo en medio de turbulento mar , lleno desirtes , escollos y bajíos .

No es utopia , sino realidad , esta á modo denueva j erusalem en germen y bosquejo , quesurge del seno mismo de la moderna Babilonia.Llámanla , creo , beanmonde ó monde camm

'

il faut,y se contrapone 5. otros mandas , que se marcancon calificat ivos extraños , como monde camelotte,demimonde , quart demande , monde intarlofa, etc .El autor de Alcieloporel sufrimiento, nos introduce en el círculo , ó en uno de los círculos deese beanmonde de París , donde constantemente

ha vivido , y nos le pinta con todos sus pormenores , resultando del cuadro cierta poesíanatural y suave . Yo comparo su libro á unvasogracioso , pongamos de cristal de Venecia , l lenode una poción , no muy dulce para que no em

palague , ui muy amarga ó agria para que noofenda al paladar , y donde se notan el sabor yel aroma de los ingredientes que la. componen :v ida devota de San Franc isco de Sales ; músicare ligiosa de Cherubini Beethoven, Mozart , Rossini y Niedelmeyer; bailes blancos y bailesrosas ; trajes deWorth , R0uff Laferriere , Felixy Fingard; sombreros de V irot 6 de Isabel yguisos de los G0uffé , Lavigne , Chenu, Pasquier ,Canivet y sus rivales discípulos y sucesores .De todo esto se disfruta en bellísimos salonescentro del más refinado confort , y donde se venacumulados , en artístico y aparente desorden,

muñequitos de Sajonia , j arrones de Sevres , tacitas y juguetes de plata holandeses , cuadros ,estatuas y esmaltes , muebles Luis XV , telasLuis X IV , costosas baratij as Luis XV I relojesde chimenea primer Imperio , y otra multitudde admirables bibelots 6 chirimbolos .

Pero ya que estamos eneste mundo hechiceroy gratísim0 , bueno será que diga yo á ustedquiénnos guía por él y lleva como de la mano .

Aquí me entran ciertos escrúpulos . Yo he t e

cibido el libro por el correo . Ignoro quién me leenvía. Y dice el libro : Ediciónprivada. Supongo

que esto significa que el l ibro no es para el pú

_ 35 _

blico ; no se halla de venta . ¿Hasta qué punto,

me_

interrogo , me será lícito criticarle , aunqueen la crítica entre por más el elogio que la cen

sura , porque la justicia así lo exige? Pero , al

fin me respondo : el libro está impreso , y , aun

que no se venda , circulará . Nadie me encargaque guarde el secreto . No abuso , pues , demasiado de la publicidad . Oj alá que todos los abusos de este linaje fueran tan inocentes como el

mío .

Me mueve además á tratar del libro la buenaamistad que á su autor profesamos , desde hacecasi medio siglo , toda la sociedad de Madrid, ymuy en particular mis parientes y mis amigos.El autor es D . José Manuel Hidalgo .

Sunombre pertenece á la historiapolít ica, nosólo de Europa , sino del mundo , en la segundamitad del siglo x ¡x . Suintención fué buena . Quiso enviar sosiego , prosperidad , ventura y mayordosis de civilización á su patria . S i erró en losmedios a posimíl

'

arduasentenza. Importante fuesuacción en todos aquellos sucesos que colocaron en el trono de Méj ico al entusiasta y noblepríncipe Maximiliano

,cuya trágica muerte de

plora él todavía .

Toda la fingida narración que sul ibro contiene está impregnada de aquella blanda melancolía ,

propia de un alma religiosa , last imada yherida por tremendas catástrofes y por solemnesdesengaños . Esta melancolía , si blanda , profunda , brota del centro mismo de las elegancias,

—87primores y reñnamientos que elautor describe .La noveladel Sr . Hidalgo , así por el candor

inimitable con que está contada , como porquealgunos de los lances no vienendialécticamente

j ustiñcados , según suele estarlo toda ficción ,

parece , más que novela , verdadera historia .A veces , lo confieso con cierto rubor , hay en

lanovela sublimidad y delicadezas de sentimiento , que dan tan crueles resultados , que yo, mov ido á compasión , siento deseo de ingerirme entre los personajes y de aconsejarles que transij an

y sean menos severos .La condesa viuda de Hautmont es undecha

do de talento , piedad , virtud y distinción aristocrática; pero la situación en que t iene al pobreSr. Zentres es cruelísíma. A la verdad , yo eu

t iendo que , pasados cinco 6 seis años de viudezsinofender 6. Dios , sin faltar á la memoria desuprimer marido , y muy en consonancia contodas las reglas y liturgias , la Condesa hubieradebido modificarse , ser menos cogotuda , casarse , enuna palabra , con el Sr . Zentres , y no hacerde él un Tántalo de corbata blanca , un per

petuo patito y un mártir crónico del amor malpagado . Y todo esto teniéndole siempre al ladosuyo , á modo de apéndice , que sabe Dios 10 quedirían las malas lenguas : el gran Gale0 t0 quehasta enelmundo más comm

'

ilfaut asiste y hacede las suyas .La lastimosa situación del Sr . Zentres me

explica aquel capricho del infante D . Alfonso

— 88

de Portugal , cuando ordenó al escri tor que t ehizo la historia de Amadis de Gaula que cedieseeste héroe , hasta con permiso de la señora Oriana, á la tenaz y vehemente pasión de aquellaotra princesa llamada B riolanj a , que por élm0ría , sin remedio , de amores . Tanto me añigenlas malas andanzas del Sr . Z entres , que respirocuando después de la muerte de la Condesa , sehace él monj e cartujo , considerando yo que elcuitad0 entra á hacer vida mucho menos penitente que la que antes hacía .

Los opuestos caracteres de las dos h1j as de lacondesa , Ida y Lea , están bien trazados y seguidos. Ida , con unmarido vanidoso y ligero , yella vanidosa y ligera también , se dej a arrebatar por la manía del esplendor y de la magníñcencia ; se arruina , es abandonada por el marido , que se va 5. California 5. buscar oro ; y ellamuere al cabo miseramente en el hospi tal . Leaes una santa ; pero , con franqueza , yo hubieradeseado más just ificación en el lance que la decide á ser Hermana de la Caridad . Lea no tiene tiempo , ocasión , ui razonable y suficiente motivo para amar de tal suerte 5. su novio , que leproduzca desilusión tan prófunda el que éste laabandone , la plante , por otra señorita que t ienecuatro 6 cinco veces más dote . Hablemos claro,aunque no sea comm'

ilfaut 10 que hizo el noviode Lea fué una verdadera porquería ; no tieneotro nombre . Pero , ¿ qué díantre?¿No se habíatratado su matrimonio con Lea, contando pre

lapa, camelotte, etc . , etc .?Hasta su misma calidadde extranjero haría que el Sr. Hidalgo viese yrepresentase los objetos con mayor imparcialidad que los parisienses de nacimiento .

No dudo que llegará ahí la no'

vela del Sr . Hidalgo , y aconsejo á V . que la lea . Es lectura propia de señoras , y está dedicada á una que 10 esmuy principal: discreta y elegante hij a de nuestra España : á doña Mercedes Alcalá Galiano ,baronesa de B eyens .

TABARE

30 de Septiembrede 1889 .

(A D. LU IS ALFON SO)

M i d istinguido amigo: No puede usted ñgurarse cuán grande es mi gratitud á usted por lasgenerosas alabanzas que ha dado á mis CartasAmericanas. Y , si bien yo soy algo egoísta comocada hijo de vecino , no se lo agradezco tantoporque alabándome aumenta usted mi créditode escri tor , cuanto porque une usted sus esfuerzos á los míos en un trabajo que considero utilísim0 .

España y las que fueron sus colonias en América , convertidas hoy en dieciséis Repúblicasindependientes , deben conservar una superiorunidad , aun rotos los lazos políticos que las li

gaban . El importante papel que España ha. hecho en laHistoria del mundo , sobre todo desde

que sunacionalidad apareció plenamente á finesdel siglo xv , imprime á cuanto proviene de E s

peña , por sangre , lengua , costumbres y leyes,

un sello exclusivo y característico que no debeborrarse .

Dicen que yo soy muy escéptico ; pero creo enmultitudde cosas en que los que pasan por creyentes no creen ; y entre otras creo (por maneravaga y confusa , es verdad ) en los espíritus colectivos. Mi fantasía transforma en realidad sustantiva 10 que se llama el genio de un pueblo 6de una raza . Lo que es figura retórica para lageneralidad de los hombres , para mí es ser viviente . Y al incurri r en tan atrevida prosopope

ya, no me parece que incurro en paganismo uien hegelianismo . ¿Acaso no cabe mi suposicióndentro del pensar cristiano?¿No consta del Apocalipsis que tenían sendos ángeles tutelares lass iete iglesias del Asia?¿No es piadosa creenciala de que cada individuo tiene su ángel custodio ? Pues entonces , ¿por qué no ha de tenercada pueblo y cada raza un ángel custodiode más alta categoría y trascendencia , que ordene las acciones de los hombres todos que si

dicha raza pertenecen , en prescrita dirección ycierto sentido , para que formen , dentro de laobra total de la humanidad entera , una pecul iar cultura?E sta , combinándose conel producto mental de otras grandes razas y nacionalidades const ituye la c ivilización humana , varia yuna en su riqueza , la cual , desde hace más dedos mil años , cinco 6 seis predestinados pueblosde Europa han tenido y tienen la misión de creary de difundir por el mundo .

poder polít ico , sino en aquel otro poder de pensamiento que se impone á los espíri tus y domina en el mundo de la inteligencia . F rancia , I n

glaterray Alemania , son ahora reinas y señorasen esto , así como en las cosas materiales. Deaquí algo como un vasallaje intelectual en quenos tienen . Van delante de nosotros por el camino del progreso , y como en la ciencia posit iva y exacta no hay más que un camino , tenemos que seguir las huellas de dichas naciones .Esto ui puedo ui quiero negado yo. N i negarétampoco que , en todo 10 que es ciencia inexacta,deslumbrados nosotros por los adelant amientosreales de los extranjeros , también solemos se

guirlos ciegamente , y aceptar y aun exagerarsus sistemas , sofismas y especulaciones , los cuales acostumbran ellos á forjar con más primor ,conmás arte , y, sobre todo , con mayor autoridad , gracias al descaro , á la frescura y al aplomo soberbio que les presta la confianza de sermás atendidos por pertenecer á nación dominadora ó preponderante en el día . Parece , pues ,inevitable y fatal que , desde hace dos siglos ,nos mostremos como discípulos , como imitadores de los extranjeros , enteorías y doctrinas políticas y filosóficas . Las modas de todo esto vienen de París , como las modas de trajes , demuebles y de guisos .Entretanto , el genio de nuestra raza ¿ duerme , nos abandona 6 qué hace?Aunque renegamos bastante de él , aunque olvidamos 6 desde

95

ñamos por anticuado y absurdo lo que nos ins

piró en ot ras edades , yo entiendo que nos asiste

y nos inspi ra aún , especialmente en todo aquellomenos sujeto á progreso 6 en que no se progresa; en todo aquello que Bota , 6 , más bien, vuela independiente y con plena libertad sobre elrío impetuoso por donde van navegando los es

píritus humanos .E s cierto que cuando nos hemos puesto á filo

sofar en sentido racionalista , ya hemos sido volterianos , ya secuaces de Condillac , ya de Cousin, ya de algún alemán en Alemania apenasestimado ; ya de Kant , ya de Hegel , ya de Renouvier , ya de Comte y Li ttré . E s cierto que ,cuando no hemos politiqueado por rut ina 6 pasión, Sin ser los principios más que vanos pretex tos , hemos tomado los guías más extraños .Los conservadores , por ejemplo , á un protestante infatuado y seco , que nos despreciabahasta el extremo de creer que se podía explicarla historia de la civilización de Europa haciendo caso omiso de España ; los ultra—conservadores ultra-católicos , á los sensualistas elocuentemente desatinados De Maistre y Bonald; y enesto han llegado á tal delirio nuestros entusiasmos y nuestro afán de ser arrendajos , que yodoy por seguro , y creo no equivocarme , que siProudhon no se hubiera mostrado federalista enuno de sus libros , tal vez por odio y celos defrancés á la unidad italiana , y si enEspaña nohubiera habido un escritor y orador de valer y

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añcionadísimo á Proudhon, j amás en España lehubiera pasado á nadie por la cabeza que nostrocásemos en República federal , rompiendo launidad nacional 5. tanta costa y después de tantos siglos apenas lograda .

Pero es más : tal es 6 ha sido el descuido , el

o lvido 6 la corta estimación de nosotros mismospor nuestro propio pensamiento , que para volver á ser escolásticos en la. patria del DoctorEximio , de Victoria , de Melchor Cano y de Domingo de Soto , ha sido menester que nos impulsenKleutgen, VanWedingen, Liberatore , Prisco y otros tudescos , belgas é i talianos .Hasta en l i teratura , en lo que t iene de pre

ceptívo, crítico y teórico , hemos recibido el impulso de fuera : hemos sido clásicos á l a francesa desde Luzán; y luego románticos , porque elromanticismo vino de París ; y luego naturalistas para remedar á Daudet y á Zola .

Por dicha , en medio de este vasallaje , se nota

ya, desde hace años , cierto prurito de emanei

pación. Nuestro espírituva como barco llevadoá remolque , en el mar 6 río del progreso ; peroya se siente agitado por el potente soplo delGenio de la raza que t ira á romper l a cadenade los que nos van remolcando , y á dej arnossueltos para que naveguemos por nuestra cuenta y riesgo .

Traigo aquí todo esto para rectificar variassentencias que me atribuyen , sinmotivo , los

pocos periódicos franceses y anglo-americanos

M i protesta es contra esto . A pesar de la ineludible imitación , existe hoy , y ha existido siempre , ennuestra li teratura , un fondo de originalidadgrandísimo, el cual ha dado y de razóndesí y luz brillante en la poesía .

Vea. usted por qué me ha desazoríado tantola declaración de Clarín de que en España nohay ahora sino 2,50 poetas. ¿Qué nos queda , sila. poesía se nos quita?Para. consolarme , me explico dicha declara

ciónde cierto modo , y entonces todo va bien .

Para Clarín , el concepto de poeta es tan idealy tan alto , que sólo dos españoles llegan hoy áél , y otro á la mitad de suidealidady de su altura . Entendido así el negocio , no hay de quéquejarse en absoluto . Y si en 10 relativo cabenquejas , quien menos debiera darlas , con perdónsea dicho , es Manuel del Palacio ; pues , poniendo aparte á Zorrilla , y sin calificar de ceros enpoesía , y concediendo siquiera el y alor de céntimos á Tamayo , Ferrari , Velarde , Rubí , Verda .

guer,Alarcón , Fernández—Guerra , Teodoro Llo

rente,Miguel de los Santos Álvarez , Querol ,

Cañete , Narciso Campillo , Grilo , Correa Ca

bestany , E chegaray , Menendez y Pelayo Molins

, Cánovas , Cheste y otros , resulta que Clarínensalza á Manuel del Palacio por cima de todoslos citados señores , y le da cincuenta vecesmásvaler que á cualquiera de ellos . Y como entreellos no hay ninguno que pase por tonto , uiqueno haya mostrado habilidad en otros asuntos

enque se ha empleado , de presumir es que lahamostrado también en la poesía , á no ser quesea la. poesía tan sobrenatural y tan sublime ,

que sólo la alcancen dos , y uno medio la alcauce .

Infiero yo de aquí , no diré contra el sustancial pensamiento de Clarín sino contra los términos en que le expresa , que en España hayahora muchos poetas ; que nuestra poesía de hoyimporta más que nuestra filosofía y que nuestras ciencias naturales , matemáticas , históricas

y polít icas ; y que , tomando , no un momentosolo , sino un período extenso e l siglo x¡x , E s

paña no compite ui rivaliza por sus filósofos , sab ios , historiadores , etc .

, pero sí compite y riva

liza por sus poetas , conFrancia , Alemania , In

glaterra é I talia .

Hay , pues , enEspaña abundancia de poetasque , l leguen adonde lleguen en el poetámetro, óinstrumento para medir poetas , que ha de tenerClarín , no quedan por bajo del nivel de los queen t ierras extrañas se califican de buenos ; y al

gunos hay , pongo por caso Quintana , que bi en

puedencodearse con Chenier , con Manzoni y

con los más altos líricos ingleses , sin deberlesnada ,

ni haberlos imitado ni conoc ido acaso .

Lo que sí nos falta es público : lectores entu

siestas . La plebe intelectual no lee , 6 lee poco ;le estorba lo negro como se dice hablando con

llaneza ; y nuestros doctos padecenbastante dedesconfianza en nuestro valer y de c ierto desdén

10 0

á lo español,de que nos han aficionado los ex

tranjeros .

En esta situación de los espíri tus , es hartodifíc il mi empresa de agradar , interesar y persuadir con las Cartas Americanas . ¿ Cómo va áreer quien apenas cree que hay algo bueno enMadrid ó en Barcelona que lo hay en V alparaíso , enBogotá 6 enMontevideo?Y ¿ cómo , áno ser un santo , sin chispa de emulación no sein de añigirunpoco el poetade poraquí , á quiental vez nadie hace caso , y á quien Clarínno ca

liñcaría de céntimo de poeta de que yo importe tanto género similar ultramarino , que llegueá secuestrar la escasa atenc ión y aprecio que

pudieran concederle ?

A pesar de estos inconvenientes , como yo soytestarudo , he de prosegui r enmi tarea . Y todoeste preámbulo es para prevenirá usted favorablemente y darle á conocerá unpoeta rioplatense , llamado JuanZorri lla de SanMartín, á quien,

enmi sent ir, no ha de tener en menos su toca

yo español , nuestro laureado Zorri lla; y así , si'

empezamos por poner á éste , añadimos á Cam

poamor y á Nunez de Arce , y , adoptando la severidadde Clarín, contamos pormedio—poeta alZorrillamontevideano , sumándole con Manueldel Palacio , para componer otro entero , tendremos en todas las E spañas cuatro poetas viv

_

os ys incrónicos , 10 cual se puede entender de suerte que sea muchísimo , cuando , por ejemplo , enI talia se habla conorgullo de los cuatrofoetas, no

10 2

que le busquen , 6 no acude . En esta ocasiónhaacudido , y con omnímoda pleni tud . Quiero significar que Tabaré parece inspirado por el medioambiente , por la naturaleza magnífica de laAmérica del Sur, y por sentimientos , pasiones yformas de pensar , que no son sencillamente espenoles

,sino que , á más de serlo se combinan

con el sent ir , el discurrir y el imaginar del indiobravo , concebidos , no ya por mera observaci ónexterna , sino por atavismo del sentido íntimo y

por introversiónen su profundidad , donde quiensabe penetrar lo suficiente , y

'

a descubre al ángel aunque él esté empecatado , ya descubre ála al imaña montaraz , aunque él sea suave y culto . Ello es que en Tabaré se siente y se conoceque los salvajes son de verdad , y no de convención y amañados ó contrahechos , como , porejemplo , enAtala.

Prescindiendo de novelas como las de Cooper ,y de descripciones en prosa en libros científicos y enrelaciones de viajes , yo creía que , enpoesía versiñcada , conc isa por fuerza y en queno cabenmenudencias analíticas , los brasileñostenían hasta ahora la primacía en sentir y enexpresar la hermosura y la grandeza de las escenas naturales del Nuevo Mundo . Leído Tabaré

, me parece que juan Zorril la compite conellos y los vence .No hay enTabaré las reminiscencias clásicas

que en las epopeyas El Uruguay y Caramurú , ytodo está sentido con más oiig1nalidad y hon

10 3

dura ymás tomado del natural inmediatamente .

Carece acaso Juan Zorrilla del saber de Arau

j o Porto—Alegre , 6, si no carece , t iene la sobriedady el buen gusto de no mostrar que sabe tanal pormenor y tanpor experienciay por c iencialos objetos que le rodean: las piedras , las plantas y los animales ; pero no nos abruma , comoA raujo Porto-Alegre , aun cuando más le admiramos , 6 sea en Ladestrucciónde lasflorestas , contan rica enumeracióndescriptiva. El poema de

J uan Zorrilla no es descriptivo: es acc ión, y muyinteresante y conmovedora , por donde sus rápidas descripciones , que son el cuadro en que t es altan las figuras humanas , agradan y hierenmás la. imaginación aunque sean esfumadas yvagas , y queden en segundo término . Al poetabrasileño á quien más se parece j uan Zorrillae s á Gonsalves Días .En la forma poética , Juan Zorrilla es de la

e scuela de Becquer , al cual , enambos Mundos ,

y por donde quiera que suena ó se escribe lalengua de Cervantes , no se le ha de negar la

gloria de haber creado escuela . No es fácil deexpli car en qué consiste la manera becqneriana;

pero , sinexplicarlo , se comprende y se nota dónde la hay. Las asonancias del romance aplicadas á versos endecasílabos y eptasílabos alternados ; la acumulaciónde símiles para representar la misma idea por varios lados y aspectos ;una sencillez graciosa , que degenera á veces enprosaísmo y en desaliñado abandono

,pero que

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da si la elegancia lírica el carácter popular delromance y aun de la copla ; el arte 6 el aciertofeliz de decir las cosas con tono sentencioso derevelacióny misterio , y cierta vaguedad aérea ,

que no ata nifij a el pensamiento del lector en unpunto concreto , sino que le dej a libre y le solevanta y espolea para que busque lo inefable , yaun se figure que 10 columbra 6 lo oye á lo lejosen el eco remoto de la misma poesía que lee ; detodo esto hay en Becquer, y de todo esto hay en

j uanZorrilla también .

Lo nuevo en j uanZorrilla es que , con ser suTabaré una narración, enparte de ella , en la primera sobre todo , narra y casi no narra . Pareceel poema bella serie de poesías líricas , en lascuales la acción se va desenvolviendo . Cuandolos personaj es hablan , queda enduda sison elloslos que hablan 6 si habla el poeta , en cuyo espiritu se reñejan con nit idez los sentimientos ylas ideas que tienen los personajes de modoconfuso , como quien no vuelve sobre su espiri tu y le examina y analiza .

Esta manera de poetizar se adapta muy bienal asunto de Tabaré. Tratado en prosa , dichoasunto daría lugar á un sutil análisis psicológico ; tratado en verso , y como j uan Zorrilla letrata , su poesía , que no analiza uidiscurre , porque no sería poesía si tal hiciera

, 6 sería poesíamuy pesada, sobreex cita é inspira al lector paraque él mismo haga los discursos y los análisis.El argumento de la obra cabe en muy breve

10 6

vadura 6 ferment0 , que hierve y agita su organismo ; savia que le remueve todo , sin acabarde brotar en flores y en frutos .Tabaré quedó sinmadre desde muy niño . Nosabe nada ; y por lo aprendido , es tan salvajecomo los demás charruas , mientras que por 10no aprendido , por 10 no formulado , ni hechodistinto y claro por virtud reveladora de la palabra , l leva en sí todos los elementos difusosinformes de las ideas y de los sentimientos másdelicados y hermosos.No entremos aquí á defender ui á refut ar estateoría de la. trasmisiónheredi taria . Yo me limito á decir que ha de tener mucho de cierta ,mi ver , hasta donde no destruye la libert ad y laresponsabil idad humanas . No hay religión queno la acepte , admitiendo merecimientos y pecados originales . El vulgo la afirma con frecuencia en sus proverbios. La ciencia experimentaldel día va quizá más allá de 10 justo en sostenerla, cayendo en determinismo y enfatal ismo.Como quiera que sea , pues no nos incumbedilucidar la verdad científica del alma de Tabaré , el valor estético de la creación es grande , yel arte y el ingenio que se requieren para darforma , vida y movimiento á esta creación , tie

nenque ser poco comunes .

juan Zorrilla posee este arte y este ingenio.

N i el poeta penetra en lo profundo del alma deTabaré , y se pone á analizarla , cómo haría unnovelista psicológico ; niTabaré habla ni se ex

¡ 0 7 .

plica á sí mismo , 10 cual sería inverosímil . Y noob stante , el lirismo de Juan Zorrilla ,

como unensalmo , como un conjuro mágico , evoca el es

piritu de Tabaré y nos le deja. ver claramente ,en su vida interior , en el móvil oculto de susacciones , en sus afectos , en su vago pensar y ensu complicada naturaleza .

En la conñuencia de los ríos San Salvador yU ruguay han fundado los españoles una aldea ,fortaleza 6 puesto avanzado . D . Gonzálo de Or

gaz es el joven capitán de los valientes que mantienen allí la bandera de España . D . Gonzalo

,

á pesar del peligro del puesto tiene consigo ásuesposa Doña Luz , y á B lanca , su linda hermana .

De vuelta D . Gonzalo de una excursiónguerrera , trae á varios prisioneros charrúas . Entree l los viene Tabaré . Tabaré ve 5. Blanca . Las

raras emociones que al verla .agítan su pechoes tán descritas con tal sutileza , conarte tan delicad0 , que se comprende y se admi t a su vagaintensidad . Su idealismo parece real , naturalista y vivido. Se diría que todo el elemento materno de hombre civi lizado que había en el espirit u de Tabaré , surge , á la vista de B lanca ,desde el tenebroso fondo de su 561 de salvaj e .Es sentimiento sin nombre , arrobo indeñnible ,recuerdo confuso de allá de la infancia , cuandosumadre vivía y le llevaba en sus brazos . Todoesto no lo dice

"el indio , porque sería falso que

se entendiese él por reñex ión, y que se explica

se la devoción,la pureza , la limpia cast idad , el

religioso acatamiento y la admiración que Blanca le inspira . Todo esto no 10 dice el poeta tampoco , como si el héroe mudo ó incapaz de ex

plicarse , tuviese intérprete ó comentador constante que le fuese traduciendo y glosando . Ytodo esto , sin embargo , se ve y resulta de la poesia de j uan Zorrilla , por dificultad venc ida ypor arte pasmoso , que le dan , enmi sentir , extraordinario mérito y novedad inaudita . E s la

más alambicada metafísica de amor puesta en

cifra , y por inst into , en el es tilo de los salvajes ,y puesta con tal claridad , que la. comprende elhombre civilizado capaz de comprenderla . N o

parece sino que elpoeta guardaba enánfora sellada el antiguo elixir amoroso con que se em

briagaba Petrarca , y que , depurado por los siglos , le derrama en las selvas primi tivas y entrelas breñas y malezas , embalsamando el a ire delreciéndescubierto país uruguayo .

Tabaré , que está enfermo , infunde piedad ysimpatía á Blanca y al P . Esteban ,

.Encarna0 1onde aquellos misionerosQue del reguero de susangre hacianLa primer senda enmedio del desierto,

Y marcabanel sitioHasta el cual penetraba elEvangelio,

Con el cadáver solo y mutiladoDe algúnmártir sinnombre y sinrecuerdo.»

Por interces¡on del misionero y de Blanca,

bios como tropel de sombras y luces. El poetaes , pues , quienordena este caos , y le trucca enbellas canciones americanas:

¡ ¡Oh! ¡sí!yo sé que acechasMis horas de dolor;Sé que remedas alas de j ilguerosDonde yo estoy .

Yo sé que tú el secreto

Conoces de mi sér,Y sé que tú te escondes enlas¡Todo lo sé!

Que gimes en elviento

Que nadas enla luz;

Que ries en la risa. de las aguasDel Iguazú;

Que miras enlas altasHogueras de Tupá ,

Y enlas lunas de fuego fugitivasQue bril lanal pasar.

Tú,como el algarrobo,

Sueño das á beber,Y das la sombra hermosaque envenena

Como elahué.

Yo, temiendo tusombra,

Tiemblo y huy0 de ti,Y tú enel despertarde mis memoriasVas tras de mi

Luego habla el indio del recuerdo de su madre

,que Blanca reanima en su mente

¡Era asi como tu blancay hermosaEra como tú

Miraba contus ojos , y entuvidaPuso suluz.

—l ¡ l

Yo la vi sobre el cerro de las sombrasPálida y sincolor.

El indio niño no besó á su

N o la. lloró .

Hoy vive entumirada transparenteY enel espacio azul…Era asi como tú la. madre unaB lanca y pero no eres tú .»

El amor singular del indio hace que despunteen el alma de B lanca

,como en el cielo sereno y

puro , una remotísima é indecisa aurora de amor,

tan indefinida , que se confunde con la piedad ,con la conmiseración , con la caridad cristiana.

En tal estado vaga Tabaré en silencio por lacolonia ; y , de día , le juzgan loco , y por la noche ,la gente crédula le imagina alma en pena 6 fantasrna.

V arios soldados persiguen al fantasma y leacometen; Tabaré se defiende , y quiebra entresus fuertes dedos el asta de la lanza de un soldado . Hubiera muerto entonces , si no acude elP . Estebany le salva .

El lance ocurrido y la. singular y sombria con

dicióndel indio , avivan las s0 5pechas de DoñaLuz y de otros sujetos de la colonia , que nocreen posible que un charrúa se civilice y dejede ser una fiera , y , á pesar de la generosa yconfiada resistencia de D . Gonzalo , éste cede alfiny despide á Tabaré, para que vuelva á los bos

ques , á su vida de indio bravo.La compasiva Blanca ve al indio antes de

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partir . En la mente del indio , Blanca sigue s iendo un sér ideal:

¡Conalas invisibles enla. espalda»,

y en los ojos , con la luz de la aurora ,

¡Que el seno oscuro de la noche aclara.

pero la arisca fiereza del indio , y su sérde charrúa indómito , que lucha dentro de su pechocon la suave y amorosa condición que heredó desumadre , se oponen en esta ocasion á que Blanca comprenda que el indio la quiere bien . Bl anca cree que la odia y que odia á todos los cristianos.

Después hay un momento supremo en el com .

bate interior entre las dos naturalezas de Tabaré . Va á vencer la ternura , y el charrua , elcharrúa que nunca llora , ni se quej a en mediode los más horribles suplicíos , se abraza al P .

Esteban y vierte en su sayal una lágrima . Lareacción es más violenta entonces . La vergíien

za, la. ira de haber incurrido en aquel acto dedebilidad , deshonroso para su casta , hace queTabaré ruja como un tigre , se desprenda del fraile y huya á la selva .Los cantos siguientes del poema tienen elca

rácterde una epopeya trágica y sombria .

La. carrera frenética de Tabaré cuando vuel

ve ya á sus nativos bosques , es de gran riqueza

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Y asomanlas cabezas puntiagudasY el largo cuerpo sincalor encogen.

Y las ranas se callanuninstanteMientras pasa, y sus voces,

Como largos quejidos , á suespalda,

Cnando ha pasado nuevamente se oyen.

Y los nocturnos pájaros lo siguenEnnegras procesionesEl cuajé dando saltos por el suelo,

Chirriando esos murciélagos enormes ,

Que , como manchas de la. misma sombra.La oscuridad recorren,

Persiguiendo los átomos , 6 huyendoAtolondrados de invisible azote .

Detrás de cada. tronco acurrucadaParece que se escondeAlgunacosa que, al pasar el indio,

Sigue tras él conmovimiento torpe .

El siente á sus espaldas ese mundoQue sualma sobrecoge ;Mas no se vuelve ,

y apresura el paso,

Y sigue , y sigue sinsaber adónde . »

Al fin, Tabaré se para rendido por la fiebre,y empieza su delirio , en que todos los espíritusde la naturaleza toman activa parte .S igue después otro cuadro , que excede acasºen belleza al anterior. La inspiración del poeta ,lejos de menguar , crece , según adelanta en suobra . Es un cuadro del más pujante naturalismoNo puede imaginarse aquelarre más espantosoque la escena real y vivida que el poeta ofrece5 nuestros ojos . Ha muerto el cacique supremode los charrúas , y éstos celebran los funerales. Elsueño frío se entró por las venas del viejo ca

cique , y enbalde los médicos le chuparon el vientre para arrancar el dardo que causaba su mal.M uerto ya, le preparan para el último viaj e , embijándole horriblemente la cara con jugo deuma?

para que asuste á Añang y á Macachemy á los genios del aire . Los indios dan zan ebrios en tornode diez hogueras. La descripción de las mujereses de mano maestra . Danzany cantan las mozas:las viejas , de cuclillas , mastican entre sus mandíbulas sin dientes algo que echan en el brebajeque está fermentando: Los parientes del difuntose cortan dedos , 6 se arrancan pedazos de carne 6 túrdigas de pellejo para mostrar su pesar .Todo esto no se refiere : casi se ve . Se huele lasangre vertida ; se respira el humo de las hogueras ; se perciben los cuerpos desnudos ; y se oyenlos cantares bárbaros , los aullidos y el resonarde los pies que bailan , y el silbar de las bolas yde las flechas y el choque de las lanzas . Los indios arman brava y fantástica pelea con los hijosdel aire y de la noche , con los perros que roenlas lunas , y con los vestiglos malditos que acudená llevarse el espíritudel cadáver .Como digno remate de las ceremonias funebres , aparece el indio Yamandu , reclamando

que le eleven al cacicato supremo . Sus méri tosy servic ios son notables . Nadie hace muecasmás diabólicas para espantar al enemigo ; nadieda en la lucha alaridos más feroces . En su toldocuelgan cien cabelleras de adalides muertos porsu propia mano ; su pecho está adornado con

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largas sartas de dientes y de muelas de los amclzanes vencidos de cuya piel retorcida ha formado la cuerda de su arco .

Elegido ya 6 reconocido como jefe , Yamanduexcita á los indios á una expedición contra losespañoles . No puedo resistir á la tentación decºpiar aquí parte de su discurso

¡ ¿Queréis mataralex tranjero blancº?Seguid á Yamandu.

Yo sé matarlo como al gato bravoDe los bosques delHum.

Los cráneos de los pálidos guerrerosAl indio serviránPara. beber la chichade algarrobasY el jugo del palmar.

Sus rayos no me ofenden. ensusangreSe hundiránnuestros piesSus cabel leras en las lanzas nuestrasE l viento ha. de mover.

V irgenes blancas que enlos ojos tienenHermosa claridad ,

Encenderánennuestros libres vallesN uestro salvaje hogar.

Enesos dias de las horas largasEnque canta el sabrá ,

Y al pie de la barraca está elbañadoDormido enel juncal ;Enesas noches enque se oye ratos

El canto delun?Las virgenes esclavas del charrúaB rillaránconsuluz.

Sus cuerpos sonmás blandos que elvenadoQue acabade nacer,Y tiemblancomo tiembla entre la hierbaLaverde caícobé.

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Que alavestruz alcanza y al venado,

Y apresa entre las aguas al carpincho?Cayú es aquel que corre entre las chinas .

Se le conoce enel profundo signo

Que , consuhacha de piedra , le hagrabadoEnla cabeza elaruchanSirip0 .

¿También tú . Guaycurú ?De los cristianos

Tú te dijiste servidor sumisoE se casco que llevas y esaadargaDe Garay los ganaste enel servicio

Tú fuiste elmensajero de tutribuRompiste enla rodilla tumacizoArco de '

ñandubay y entupiragua! á nado , ensonde paz cruzaste el rio.

N o es esaunamujer E s Tabolia.

Sabe arrancar la piel al enemigoY ya. más de unade el las ha colgadoEnelmovible toldo de sus hijos .

Ella no exprime el fruto delquebracho ,

N i recoge enla selva para suindioLa. miel delguabiyú ni lleva el toldo .

N i entona elyaraví de triste ritmo.

Tiene ensulabio el signo del guerreroSuena enla lucha su salvaje grito ,

Y enel desnudo seno apoya el arco

Enque viene lamuerte á hacer sunido. »

La expedicion t iene , al principio , el éxito queYamandu deseaba . San Salvador es sorprendido. La lucha es terrible , y bien pintada . Arden

muchas casas . Los indios danmuerte á no pocos

e spañoles ; pero éstos se rehacen , y ponen en fu

ga á los invasores .Yamandú logra , no obstante , su principal oh

j eto . En medio del tumulto , de la confusión ydel horror de la batalla y del incendio , roba á

Blanca, y se la lleva 6. la selva sagrada dondetiene suguaridaSucédense luego la desesperada furia-de donGonzalo al saber el rapto de su hermana , suidea de que es Tabáré quien la ha robado , y suinútil persecución para libertarla .

Entretanto , Yamandu ha llevado 5. Blanca álo más esquivo del bosque

,donde el terror im

pide que penetren los otros indios , que no son

payés, como él . El es hechicero , y no teme ; antesbien domina á los espectros y genios que siguená Añanguazú .

La situación es desesperada . Blanca yace enel suelo sin sentido . Vuelve en sí , y se mira enel centro de la selva . Enla. oscuridad medrosave relucir las lascivas pupilas de Yamandu , queaguarda que vuelva ella de su desmayo .

Algo de inesperado ocurre entonces , sin queB lanca atine á darse cuenta . Oye cruj ido de tamas que se apartan con violenc ia; después pasos ,después gritos ahogados , y al finruido como deuna luchamuda y tremenda .

En suma ; Tabaré ha venido en socorro deB lanca: ha caído sobre Yamandu , y ha logradomatarle , estruj ándole el pescuezo entre sus dedos .

Contar , como quien escribe un índice , todos

estos sucesos y el final desenlace, es destruir el

efecto artístico , que pueden producir , y que , ámi ver , producen . Menester es , no obstante ,llegaral final rápidamente .

Tabaré salva á B lanca , que está casi exánimey la. lleva hacia la colonia .

D . Gonzalo , que sigue buscando á su hermana, ve al indio , que corre teniéndola en sus

brazos , y á quien cree el raptor . D . Gonzalo ciegode 1ra se lanza sobre Tabaré y le atraviesa consu espada . B lanca , que comprende ya todo elamor , toda la sublime devoción del indio , seabraza estrechamente conél , moribundo ; llora yle llama . Tabaré muere .

Así termina la acciónde la leyenda , cuya trascendencia y elevac iónmerecen que de epopeyala caliñquemos . El poeta, como Hugo Foscoloha dicho de Homero , aplacando con su cantarlas añigidas almas de los venc idos , ha trazadocon alto estilo la inevitable , la providencial desaparición de las razas , que llegan á ponersecon la c ivilización en indómita rebeldía . El poeta , español de raza , ensalza á los españoles vencedores , como Homero ensalzaba á los griegos ;pero las lágrimas sonpara Tabaré . Las lágrimasson para Héctory Priamo . No hay una sola página del poema de j uan Zorrilla que no esté im

pregnada de tierna y piadosa melancolía . Sobreel americanismo del poeta estánaquellos sentimientos fervorosos de caridad cristi ana , de amorá todos los hombres , tan propios del alma es

panola , y que resplandecían en los misioneros,en los legisladores de Indias , y 5. veces , cuandola codic ia ó la ambición no los cegaba,

hasta enlos mismos tremendos conquistadºres , pormás

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tá añadir que me parece muy bueno elpoema ;y que hasta el severo Clarín ha de calificar á suautor , no de medio poeta sino de uno, y quizáde uno con colmo: colmo que no se atreverá áderribar su rasero , pasando sobre la medida .Mi carta se va haciendo interminable ; perome asalta unescrúpulo , y aun exponiéndome á

pecar de pesado , quiero discurrir sobre él , 6. versi le desvanezco .

Á pesar de lo que he escrito y clamado con

tra el naturalismo , al fin, como soy un hombrede ahora y no de otra edad , y como las modassoncontagiosas , yo, sin poderlo remediar , soytambién algo naturalista.

Mi escrúpulo es , pues , sobre la verosimi li tudy hasta sobre la posibilidad de Tabaré . El hechizo de la poesía le hace parecer verosímil ; pe10 ¿pudo ser Tabaré en la realidad de la vida?Aunque hubiera nacido de madre española , ¿nose crió como un salvaje?¿De qué suerte , por10 t anto , aun concediendo mucho á la transmisiónhereditaria , nació en sualma inculta pasióntan delicada , tan pura y tan fecunda en actosde heroísmo y abnegación , como en el alma deDon Quijote , después de leer todos los libros deCaballerías , 6 como en el alma de sublime é ilust rado cortesano ,

6 caballero más 6 menos audante , que ha estudiado á P latón, áLeón Hebreo,á Fonseca y al conde Baltasar Castiglione?Halm , el dramaturgo austriaco, nos representaun milagro por el estilo en Elhij ode las selvas; pe

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ro aquel m ilagro , 6 no es , 6 no parece ser tan

grande . La verosimili tud de lo milagroso creceen nuestra mente , no sé por qué , en razón directa de la distancia de siglos que de 10 milagroso nos separa . Y por otra parte ; ui los galos eran salvajes como los charrúas , ui en el alma del galo rudo y bárbaro de He lm , aparecela pasión delicada con la espontaneidad divina

que en el alma de Tabaré . La joven grieg a lerevela el amor por medio de la palabra : le eXplica los misterios celestiales de su espiritual pureza. Tabaré , con solo ver si B lanca , 10 adivinatodo .

Esto es 10 que se me ant0ja poco creíble . Y yono me contento con responderme que , ya queelefecto es hermoso , debo prescindir de la realidadde la causa . No me basta esclamar: Sinon

vero bm trovato. El guidlibetaudendi no me tran

quiliza. Por último : 10 caótico , confuso ,inefa

ble , y para el mismo Tabaré no comprendido ,de los afectos de su alma , no me resuelve la diñcultad.

S ólo la resuelve la teoría , expuesta ya por míeno tras ocasiones , acerca del poder revelador ,1dígioso , suscitadorde lo ideal , que ejerce la hermosura femenina .

Los clásicos griegos nos dej aron en sus fábulas los indicios de este poder de civilización t e

pentiste .

La hembra del hombre era abyecta , esclava ,

¡despreciada é inmunda. Se hace inventora de

supropia beldad . Se pule,se atilda, se asea, y,

añadiendo además un esfuerzo de voluntad artística é inspiradísitna, crea el hechizo más grande y fascinador que cabe en los objetos materiales: crea á la mujer . Y lamujer es reina , es maga ,es sibila , es profetisa desde entonces .Sudominio sobre los hombres crudos y fieros ,ya para bien , ya para mal, es desde entoncesinmenso .

Yo creo en la ginecocmcz'

a6 gobierno de lamujer en las edades primitivas . Donde quiera quela mujer se lava , se adorna y se pule , es reina yemperatriz de los hombres . En el país sabe0hubo reinas ; reinas hubo en Otahiti. Cuandonohay reinas , haymusas que inspiran á los poetas,sibilas que columbran y manifiestan el porvenir,Egerias que dirigen los Numas , Onfales quehacen que Hércules hile , Dalilas que cortan loscabellos á todo Sansón, y Circes que detienen ,emboban y fijan á los Ulises vagabundos .Cuando lo trascendente , lo divino , 10 inmortaly puro no ha brotado aúnenel alma del hombre ,la mujer , que ha encontrado suhermosura física ,se lo revela todo , al revelársela. Como los rayosdel sol de primavera hacen brotar de la tierrafragantes rosas , las miradas de la mujer hacenque brote la flor de lo ideal en el alma de loshombres .Así se explica la pas10n de Tabaré , y queda

firme como del más evidente realismo históricoy no como ensueño vano de la poesía .

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nas , que suenan como amartelados suspiros ; Michelet cae , en los últimos años de su

“vida, en un

dulce deliquio , en un melancólico erotismo , quevierte en sus libros sobre el amor y sobre la mujer ; y Renan , descollando entre todos , llega á dará este erotismo , idólatra ó Iziperdúlico, una fuerzafrenética , profética y apocalíptica , que se notaen LaAbadesade 302411775 , y en el prólogo sobretodo de tan afrodisiaco drama .

Demostrado así y patente el poder mi lagrosode la mujer para hacer que surj a ó que resurja

lo ideal en el alma del hombre , mis escrúpulosse disipan y la figura de Tabaré queda tan consistente y verdadera como las de los más históricos personajes .Aplaudamos , pues , á Juan Zorrilla , sin el menor reparo , ya que ha sabido dar á luz tan amena leyenda 6 poema sin apartarse un ápice dela verdad y siendo al mismo tiempo naturalistaidealista en suobra .

LAPOESÍAYLANOVELAENELECUADOR

714150 de 1889.

(AL SE1'

<IOR D . JUAN LE! N MERA)

Muy estimado señor mío: En Washington yenNueva York conocí y traté al 8 1 . Flores , actual presidente de esa república , cuyo ameno yfranco trato me ganó la voluntad , haciéndome

yo desde entonces muy amigo suyo y lisonjeándame de que él también 10 es mío . En Bruselas ,enParís y aquí en Madrid , hemos vuelto á ver

nos , añrmándose más la amistad que ya nosprofesábamos .Cuando el Sr . F lores partió de aquí paraAmérica á ocupar el alto puesto al que le hanelevado sus merecimientos y la voluntad de susconciudadanos me prometió enviarme las meio1es producciones literarias de su país . Con gusto he visto que los cuidados y desvelos del gobierno y de la política no le han hecho olvidarsupromesa . El Sr . Flores me ha enviado directamente algunos libros , y además ha excitado

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á usted á que me envíe sus obras , por todo 10c ual debo estar y estoy muy agradecido al señorFlores .A usted también le agradezco mucho las te

mesas , y sobre todo la última , que más que nin

guna otra me ha interesado .El l ibro de usted ti tulado Oj eada histórico críti

cd sobre lapoesíaenalEcuador, contiene noticias curiosas y muestra , además , el talento de escritor

que usted posee y sus ideas y opiniones sobrepuntos de la mayor importancia ; pero 10 que

más me ha agradado es Cumandá . Cumandá esuna

preciosa novela . N i Cooper ni Chateaubriandhan pintado mejor la vida de las selvas ni hansentido ui descri to mas poéticamente que ustedla exuberante naturaleza , l ibre aún del reformador y caprichoso poder del hombre civi lizado.Impaciente estaba yo de hacer detenido examen de las obras de usted , y en particular dela mencionada novela , cuando leí en La Epoca,acreditado y juicioso periódico de esta capital ,unamuy grave acusación cont ra usted . Acusa áusted La Epoca de odiar 6. España y de haberloprobado envarias ocasiones que cita.

Luego añade : aN uestro amigo D . JuanV alera puede tomar nota de este sucedidopara sus

notables Cartas Americanas. »

Confieso que la lectura del suelto de LaEpocame disgustó no poco . Harto sé yo que el odiará E spaña , aunque sea inj usto , y el agraviada,aunque es indigno y odioso , no impide que, en

Antes de que la Academia Española eligieseá usted académico correspondiente , por lo cualen el suelto citado la censura La Epoca, habíausted escrito no poco en prosa y en verso, haciéndose merecedor de aquella honra ; pero usted , con extraordinari amodestia , no lo consideróasí y creyó que debía hacer algo que fuese testimonio de su gratitud y de que la Academiano había hecho una elección desacertada . Eu

tonces escribió usted Cumandá y se la dedicó aldirector de la Academi a 6 más bien á la Academia misma , ya que us ted ruega al director quepresente la obra á la Academia , y termina diciendo : ¡ Ojalá merezca su simpatía y benevoleuc ia, y la mire siquiera como una Horecillaextraña

,hallada en el seno de ignotas selvas, y

que , á fuer de extraña, tenga cabida en el ina

preciable ramillete de las flores literarias de lamadre patria.»En las pocas palabras del texto que 0 0 pi0 hay

una serie de afirmac iones contrarias á ese odio

que á usted atribuyen. Admira usted y ensalzanuestra literatura ; desea que su novela tengacabida en ella, como ñorecilla extraña y selvá

tica que se pone en ínaf recz'

able ramillete de t i

cas ñores ; y l lama, por último ,madrepatriaá esaEspaña , si quien suponen que usted odia .Resulta

,además que Cumandá , que es á mi

verde 10 más bello que como narración en prosa se ha escri to en la América española , debesu ser al deseo de usted de mostrar á la Acade

mia su gratitud y suficienc ia ; todo lo cual t edunda en gloria de España y es nuevo lazo deamistad entre ella y suantigua colonia

,hoy Re

pública del Ecuador .Convengo , á pesar de lo dicho , en que nobasta la prueba aducida para justiñcar á usted .

El ánimo de todo hombre es inconsecuente yvoltario . Pudo usted en aquella ocasión sermuy ¡zisfanój ílo, sin dejar de ser misohz

'

sfano enotras mil ocasiones .La cuestión, no sólo por el caso singular deusted , sino por 10 que tiene de general , mereceser tratada y dilucidada. Cedo , pues , al pruri tode decir algo sobre ella . Esto hará sinduda quemis cartas si usted seanmás en número y másextensas de 10 que yo había pensado .

Espero que usted y el público tendrán la paciencia de leerlas .Lo primero que noto es que las relaciones entre España y los americanos emancipados tienen que sermuy diversas de las relac iones en

tre yankees é ingleses . Entre los yankees no hay6 hay apenas elemento indígena . Ora porquelos indios del territorio de los Estados Unidosfuesen más rudos é incivilizables , ora porquelos eurºpeos colonos , de raza inglesa , tuviesenmenos caridad y menos paciencia y arte paradomesticar , ello es lo cierto que no hay entrelos yankees muy numerosa poblac ión india te

ducida al vivir culto y político , ni hay tantomestizo de europeo y de indio como en las que

fueronposes iones españolas . De aquí que á nadie se le ocurriese ui se le pudiese ocurrir entrelos yankees , cuando se sustrajeron al dominiode la Gran Bretaña , la estrafalaria idea de queaquello era algo á modo de reconquista, comocuando los egípcios echaron á los hicsos , 6 los

españoles echaron á los moros , 6 los griegos delAfrica y del Peloponeso se libertaron de losturcos .En cambio , en casi todas las Repúblicas hispano—americanas se ha dicho , en verso y enprose , algo de que la guerra de emancipación fuéguerra de independencia y reconquist a . El incaHuaina-Capac se aparece al poeta O lmedo,cuando celebra éste la Vic toria de ]unin sobrelos españoles

,y le profetiza la nueva victoria

que los insurgentes hande alcanzar después enAyacucho

, como si los insurgentes fuesen indiosy no españoles también, y como si tratasen derestablecer el antiguo imperio peruano y no te

públicas católicas , según el gusto y las doctrinas eu10 peas .

De aquí nacenmotivos de enojo en abundancia y dificultades á montones , que hacen el trato entre españoles é hispano-americanos en extremo vidrioso ó sujeto á quiebras . S i les decimos que son españoles como nosotros suelenpicarse , porque desean ser algo distinto y nuevo, y si no todos , muchos se pican también si loscreemos indios ó semi-indios .Hay en los hispano-americanos , aun enlos

de buena fe que si el Ecuador y Colombia fuesen hoy aún colonias españolas habría allí mitas,tributo personal , servidumbre y azotes?Independien te la que fué América española ,lo mismo que si no fuese aún independiente , yano puede haber ui hay esclavitud en ella . Los

indios son libertos de la ley . Pero añade suilustre compatriota de usted Juan Montalvo , á quienme complazco en citar , as0nesclavos del abusoy de .la costumbre . » En seguida describe elocuentemente los malos tratos y las faenas á quesometen aún al indio en el Ecuador , y acabapor exclamar : ¡ Si mi pluma tuviese don de lágrimas , yo escribiría un libro titulado E l Indio,y haría llorar al mundo . » Y esto 10 dice JuanMontalvo más de medio siglo después de queese indio y el inca Huaina Capac triunfaron enAyacucho de los pícaros españoles . Los españo

les , no obstante , siguen teniendo la culpa detodo , aunque vencidos . Juan Montalvo 10 declara : aN 0 — dice ;—nosotros no hemos hechoeste sér humillado , estropeado moralmente ,abandonado de Dios y de la suerte : los españoles nos le dej aron hecho y derecho , como es ycomo será por los siglos de los siglos . »

Lo absurdo de este soñsta declamador no met eceria respuesta , si no estuviese algo del mismosentimiento en la masa de la sangre de no pocoshispano—americanos , que así escupen contra elcielo y les cae encima : porque si son indios desangre se declaran humillados , moralmente es

I 35

tropeados y abandonados de Dios por los siglosde los siglos : y si son españoles , reos de lamuerte moral y de la condenación perpetua éirremediable de millones de seres humanos ; ysi son mestizos , son abominable amalgama deespañol y de indio , de la raza degradada y delc rue l y tiránico verdugo que acertó á degradadapara siempre .

j uanMontalvo d ij o su frase , por decir unafrase , sin saber lo que decía . No la hubiera, dicho si la hubiera reflexionado : pero ]uanMontalvo , y otros como él , y á veces usted entreellos , por obra y gracia de su americanism0 ,

c reen otra cosa que los predispone contra nosotros , y , cuando creen ustedes esta cosa , escuando apunta el odio contra España de queLa Epoca acusaba á usted .

Creen ustedes y sostienen que América , en elmomento en que los españoles la descubrieron ,estaba progresando con plena autonomía ypróxima á crear y á difundir una magnífica civilizaciónoriginal y propia , cuyos focos principales estaban en los imperios de Méj ico y delPerú y entre los chibchas de Nueva Granadapero la llegada de los feroces e5pañoles detuvoel desarrollo de esa civi lizacióny ahogó en san

gre y destruyó con fuego sus gérmenes todos .No hay que buscar este pensamiento en otros

autores . Usted le eXpresa á menudo . Todo ibamuy bienpor ahí . La conquist a de Tupac Yu

panqui había civilizado el reino de Quito . Los

136

aram'

cos , 6 sea los poetas en lengua quichua , pululaban ahí lo mismo que en el Cuzco . La lengua quichua era un prodigio , un simbólico tesoro de misteriosas filosofías . Sólo el vocabloPachacamac con que en lengua quichua sedesigna 5. Dios , contiene suti l y profunda te0dicea que el mero análisis gramatical descubre .Esta lengua había llegado á la perfección antesde la venida de los españoles . Según usted ase

prestaba á la entonac ión de la oda heroica , álas vehementes estrofas del himno sacro , á lavariedad de la poesía descriptiva , á los arranques del amor , á toda necesidad , 5. todo carácter y condición de metro , desde el fest ivo y punzante epigrama hasta el grave y dilatado génerode la escena . » Claro está pues , que los indioshasta literatura dramática tenían , y que el teatro era una de las más nobles diversiones de la.corte de los incas.El ñorecimiento li terario y el desenvolvimiento intelectual eran, pues , notables entrelos peruanos y qui teños : pero llegaron los españoles y aquello fue el acabóse . Apenas quedórastro de nada . .El poder exterminador de laconquista , exclama usted , arrancó de raíz el genio poético de los indios , y en su lugar hizo sur

gir de los abismos el espectáculo de la desolacióny del espanto. El numen de la. armoníanopudo vivir entre los vicios y la depravacióndela gente española . »

Inñé1ese de aquí que , no contentos los espa

Y como el licenciado Juan de Vadillo …le

viese de aquella suerte , preguntóle que para quéhabía traído aquella mujer que tenía de la mano;y mirándole al rostro el indio , respondió mansamente que para comerlaVadillo , oído esto , mostrando espantarse ,

le dijo —¿Pues cómo siendo tu mujer has decomerlaP— El cacique , alzando la voz , tornó 5.responder diciendo z—Mira , mira , y aun el hijo

que pariere tengo también de comer .—Sup0además Vadillo , por dicho de indios viejos , que¡ cuando los naturales de aquel valle iban á laguerra , á los indios que prendían hacían sus

esclavos , á los cuales casaban con sus parientasy vecinas , y los hijos que habían en ellas aquellos esc lavos los comían; y que después que losmismos esclavos eren muy viejos , y sin potencia para engendrar, los comían también 5. ellos .»

Verdad es que Cieza explica con cierto candorla. inocencia de estos indios antropófagos ya queel serlo amás 10 tenían por valentía que porpecado . »

Sindeclamaciónni sentimentalismo aun suponiendo al español de entonces , y sobre todoal aventurero que iba á América , vicioso , de

pravadísimo , ignorante y cruel , todavía quedael peor de estos españoles muy por bajo de losindios salvajes ó semisalvajes , en vicios , deprevación, crueldad é ignorancia .

No es posible , por devastadores y malvadosy fanáticos que supongamos á los españoles del

tiempo de la conquista , que hiciesen desaparecerde la t ierra americana y del alma y de lamemoria de los indios todos los primores de sucivilización , si en alguna parte los hubo .

Para Méj ico no dej a usted de traer 5. cuento elauto de fe que de muchos manuscritos ó pinturas simbólicas hizo el arzobispo D . j uan de Zumárraga; pero ui ahí ui en el Perú , hubo uiZumárraga ni Omar que incendiase las bibliotecas , y sin embargo , ¿dónde están las odas , losdramas , las filosofías y las teologías que delPerú y del primi tivo reino de Quito nos hanconservado los doctos?Sólo cita usted una compos ición poética quichua sin atreverse á decirterminantemente que sea anterior 5. la venidade los españoles . Sin duda la compuso algúnindio ya algo civilizado , á imitación de los versos de Castilla. Dice usted que es unapoesía sencilla y graciosa que nos da idea de la genuinapoesía de 108 ant iguos indios . La poesía es breve , y ya es una ventaj a . Consta de 76 sílabas , ósea de 19 versos de 5. 4. Tres versos acaban enmunqui y dos en sunqm

'

y unverso entero es mam

'

ianan,por el cual se puede presumir 10 melo

dioso de los otros .Los tales versos son la única reliquia que os

tenta usted de la genuina c ivilización de esastierras , donde no sólo había amm

'

aos ó poetas ,sino también amautas ó sabios y filósofos .Las coplas que trae usted además en lengua

quichua, y la. lamentación sobre la muerte de

Atahualpa son ya de nuestro tiempo : obra delos amautas y amvz

'

cos, que no se sepultaroncomose sepultaron los más de ellos , apor no ver, comousted dice , las atrocidades de los blancos . »

En suma , sí fuésemos á dar crédito á los primeros capítulos de la Oj eada de usted , España

ino llevó á América la civilizac ión y la ley degracia , sino la barbarie y todos los vicios . Nosotros empuj amos á esa soc iedad cen el abismode tinieblas y de males , del cual la habían sa

cado la inteligencia , el raro tino polí t ico y lagran fuerza de voluntad de los incas lanzamossobre América auna tempestad de vic ios y crímenes ; » y tratamos de aniquilar en todas partes los elementos de vida intelectual ,» é hicimosadesaparecer l a cul tura de los indios entre elhumo y los vapores de la matanza . »

Todo esto lo decía usted en 1868. S i despuésno hubiera usted modificado sus Opiniones , LaEpoca tendría razón en l a advertenc i a que mehizo: usted 0diaría á los españoles , y no sin fundemento , aunque erróneo .

Desde 1868 , usted ha cambiado mucho , comoya se verá . Por otra parte , aunque usted no hubiera cambiado , Cumandá no dej aría de ser unapreciosa novela .

Antes , sin embargo ,de hablar de Cumandá,

quiero yo dec ir á usted algunas razones máspara ver si desarraigo de su espíri tu los restos

que aunquedenen él de ese fundamento erróneo que le movió á odiamos como nación . Lo

Dicho estado , pues , ya inicial , ya por decadenei a y corrupción, no coincide ui ha coincidído nunca en todos los países . Aun en el día , ápesar de los cómodos y rápidos medios de co

municación, hay salvajes en el centro de Africay en algunas islas del mar del Sur y en varioslugares de América , mientras p0

'

r acá gozamosde electricidad , vapor , fotografía , SubmarinoPeral , torre Eiffel y novelas naturalistas .Las diversas tribus y castas de hombres queviven en el mundo han ido siempre , en su marcha ascendente haci a la cultura , adelantadasunas y atrasadas otras . Los pueblos del Mediodía de Europa llevaban la delantera desde haceveinticinco siglos . Después , segúndicen, losmeridionales de Europa hemos decaído y nos hemos rezagado ; pero sigue en Europa , y es yacasi indudable que seguirá por largo tiempo , elestandarte 6 guiónde la cultura , que hoy t ienenentre manos franceses , alemanes é ingleses , yque tal vez aspiran á levantar también en altolos rusos .Como quiera que sea , y ora prevalezca unanación , ora otra , es evidente que la civilizaciónde Europa prevalece , se difunde por el resto delmundo y le domina todo . La América de hoy,en lo humano y en 10 culto , no es más que unaparte de esta Europa transportada á ese nuevoy vasto continente . Hoy la c ivilización americana es una prolongación de la civilizacióneu

ropea . España , Portugal , Inglaterra y Francia

143

han llevado ahí sus idiomas , sus ciencias , sus

artes y suindustria .

Posible es que con el andar de los siglos , yen virtud del medio ambiente y de la mezcla dela sangre de los europeos con la sangre de losindios y hasta de losnegros importados de Africavenga á resultar ahí algo extraño , nuevo , muydistinto , tal vez superior 5. 10 de Europa ; perosi esto ocurre me parece que tardará mucho enocurrir , y por lo pronto , esto es , durante doscientos ó trescientos años (y fijo tancorto plazoporque el mundo va deprisa) seguirán ustedessiendo europeos trasplantados , y sus repúblicas ,con relación á los Estados de Europa , 5. modode mugrones , 10 cual no es negar que cada unode estos mugrones llegue á ser6 ya sea vid máslozana , robusta y fructífera que la viej a cepa deque brotó .Lo que yo sostengo es que ui el salvaj ismo delas tribus indígenas en general , ni la semicultura6 semibarbaric de peruanos , aztecas y chibchas ,añadió nada á esa civilizaciónque ahí llevamos

y que ustedes mantienen y quizá mejoran ymagnifican . Y aunque lo anterior al descubrímiento de América sea muy curioso de averiguar y muy ameno de saber , importa poco y eutra por punto menos que nada en el acervo común de la riqueza cientíñca, política , li teraria

y artística de ustedes , heredada de nosotros yacrecentada por el trabajo de ustedes, y no porningún legado 6 donativo de los indios.

144

Pero , ¿qué donat ivo podían los indios hacer sinosotros destruímos con mano airada cuantopodía constituir el donativo?Esta es la tremenda. acusaciónque ustedes nos hacen 6 más bien

que ustedes se hacen, pues sin duda ustedes sonlos más directos descendientes de aquellos feroces españoles que fueron 21 destruir civil ización tan donosa .

Un i lustre cubano , D . Rafael Merchan , que

vive en Bogotá ahora , se extrema más que usteden esta acusación. Todo iba por ahí divinamente . Acaso habían sido Manco—Capac y B ochíca más sabios que Sócrates y que Aristóteles .Acaso , si no llegamos ahí los españoles , los indios se perfecc ionan , nos cogen la delantera , ysonellos los que vienená Europa 5. cívilizarnos .

Si Colón , Cortés y Pizarro no van á América enlos siglos xv y xv1, es probable que en el x vu losemperadores aztecas 6 los incas nos hubieranenviado navegantes y conquistadores que hubieran descubierto , conquistado y civil izado laE uropa allá á su modo .

Por fortuna , los españoles madrugamos , fuimos por ahí antes de que los indios despertaseny viniesen , y dimos al traste con todo . ¡Todo pereció— dice el Sr . Merchan—razas , monumentos , libros , ídolos , cultos ciencias , todo quedódestruído . »

El Sr . Merchandice , y dice bien , que los séres inteligentes , aunque no nos conozcamos yvivamos en regiones distintas , realizamos un

146

En Vez de ese progreso que ustedes imaginan , los indios seguían en decadencia .

Acaso si se retarda un siglo la llegada de losespañoles , los imperios azteca , peruano y Chibcha hubieran desaparecido , como ya habían desaparecido en América otras semi-civilizaeiones ,y acaso no hubieran hallado Pizarro Cortés yJiménez de Quesada , más que salvajes antropófagos , adoradores del diablo como los patagonesy borinqueños , no sabiendo contar más que hasta diez , y tatuados 6 pintados con espantosos dibujos 6 untados con grasas rancias y apestosas

,

en vez de andar vestidos .Indudablemente el salvapsmo de los americanos de antes de la conquista europea , así comola semi-barbarie de varios pueblos del NuevoMundo y de Asia y de Africa , antes de ponerseen contacto con Europa , no indican que había6 hay ahí razas nuevas , que por sí solas puedanelevarse 6 que están 6 estuvieron en vía de elevarse á la civilización, sino más bien dan claroy triste indicio de razas antiguas , decaídas 6degradadas , que han perdido su civilizac ión si

la tuvieron . De esas razas se puede afirmar 10que el Sr. P i y Margall, citado por el propio señor Merchán, afirma de los guatemaltecos , alfij arse en los monumentos suntuosos y artísticosde Palenque y de Mitla: aLejos de admitir , dice ,que sean jóvenes aquellos pueblos , estoy por sospechar conHumboldt que estaban en decadencia á la llegada de los españoles y que habían

perdido la memoria de 10 que un tiempo fueron .

Ignoraban hasta la existencia de esos grandiosos restos de una c ivilizac ión pasada . » De estacivilizac ión pasada ó remota de los pueblos deAmérica , cuando llegaron los españoles , quedaban recuerdos 6 restos , que es casi seguro quehubieran desaparecido también si no acude átiempo aún la c ivilización europea á regeneraral salvaj e ó al semi—salvaje americano .

El guerrero español de la conquista sería cruel ,codic ioso , sin entrañas , todo lo malo que se quiera, con tal de que no se suponga , sin justic ia alguna , que hubieran sido 6 que fueron más suaves y benignos los alemanes 6 los ingleses ; perono fueron españoles los que imaginaron que eranlos indios de una raza infer1or. Los españolescreyeron siempre que los indios eran sus hermanos

,extraviados y decaídos , á quienes convenía

traer al buencamino y levantar de su abatimiento y miseria .

Los resultados dan testimonio de 10 que digo .

¿Dónde están los indios c ivil izados por los yankees y convertidos en ciudadanos de la GranRepública? Y en cambio , ¿no están Colombia,el Ecuador , Venezuela , Méj ico y Guatemala ,llenas de indios ó de mestizos , que son tan ciudadanos como los españoles de pura sangre?¿Nollegan esos indios ó esos mestizos á ser cuantose puede ser en las sociedades libres ? ¿Cómocomparar el espíritu democrático-católico de losespañoles con la soberbia de la. raza inglesa?

Francamente , el escritor hispano—americanoque , como usted nos trata tan mal y nos acusade tantas maldades , si es español de pura sangreagravia y calumnia á sus antepasados , y si esindio puro , muestra la más negra ingratitud álos que le salvaron y regeneraron , y si es mestizo, reniega de la sangre eepañola que puede tener en las venas , y hace creer que susangre iadia se caldea más con el ardor de la envidia rencorosa que con el santo fuego de la gratitud .

S i á esto se arroj ase el escritor hispano—americano para sostener la verdad , yono se 10 echaría en cara . La verdad antes que todo , por amar

ga que sea . Pero , ¿dónde está el fundamento deverdad de las cosas que usted afirma?Bastaenunciarlas , sincontradecirlas , para que ellas mismasse refutemy manifiesten 10 absurdas que son .

Nosotros animalizamos al indio ; destruímos losmonumentos levantados por su genio sencillo yespiri tual ; borramos sus tradic iones históricas ,y pusimos un abismo de ignorancia entre el siglo de Huaina Capac y Atahualpa y los siglosde los despóticos V irreyes españoles . En fin, nosotros matamos la literatura quichua , salvo lascoplitas que usted nos presenta , y que por miparte no lamentaría mucho que se hubieran tambiénperdido ; hicimos que los sabios indios queasesinamos se llevasen á la otra vida multi tudde secretos admirables , con los cuales se hubiera enriquecido y ufanad0 hoy la ciencia .

En fin, en su Oj eada 6 historia li teraria del

150

Tiene razónla dicha Revista en que yo buscoesta fraternidad

,pero ui adulo á ustedes ni los

encantuso para lograrlo y menos aun para sustraer á ustedes al influjo de Franci a ) Yo afirmo ,porque lo creo , que sonustedes españoles por

que sonde nuestra raza,porque hablannuestro

idioma porque la civilizac ión de ahí fué llevada ahí por España , sin que cuente pornada lacivilizaciónindia,

chibcha ' ó caribe ; pero“

jaimás

pensé yo en robar á Franc ia su influjo enesasrepúblicas

, ui siquiera en censurar que ustedesse sometan á él en 10 que t iene de bueno:Yoreconozco que España misma , por desgrac ia ,está muy rezagada con respecto á Francia . Yo

creo que Francia es una de las naciones más inteligentes del mundo , y la considero á la cabezade los

o

pueblos del Mediodía de Europa que hablan idiomas que provienen del latín. Soy tandócil y transigente , que por más que me choque ,soy capaz de aceptar la calificacióngenérica depueblos latinos ; pero no acierto á desechar , niaquí enEspaña , ni en las que fueron sus 0 010

nias , la especial calificaciónde españoles . Y deseo y espero que nuestra sangre tenga ahí y conserve la suficiente virtud y fuerza informante ,dígámoslo así para preponderar en las mezc lascon la sangre de los indígenas , y también con

la sangre de otros pueblos de Europa , que la corriente de la emigraciónlleve á esas regiones .Dice la Revista , á que me refiero , que

'

el vicepresidente de la República Argentina , 8 1 . Pelle

151

grini , ha desmentido mis asertos en un discurso

que pronunció enParís , y que copia . Yo veo locontrario ; que el Sr . Pellegrini está de acuerdoconmigo . Aunque lleva un apellido i taliano , yase considera de casta española por el hecho deser argentino ; así lo afirmó en otro discurso quepronunc ió enMadrid ; y si reconoce la hegemonía intelectual de Francia , ¿hace más por dicha ,l leva á mayor extremo suentusiasmo , que el señorCastelar, á quien nadie acusa de renegar desuespañolismo, enunartículo elocuentísimopublicado en el Fígaro hace pocos días?En suma, yo no he de formar contra usted , ni

contra ningún escritor hispano-americano , capítulo de culpas , porque sea demasiado entusiastade Francia , porque celebre la violenta separac ión de ustedes y de la metrópoli , y porque cante eutodos los tonos los triunfos de los insurgentes y las derrotas de los realistas ; pero francamente , no se puede tolerar en silencio que añrmenustedes que l levó España ahí la barbarie , quedestruyó el saber indígena , y que (son palabrasde usted ) cel célebre Colón mostró la. manerade atravesar el Océano

,mas no la de trasladar

á esas regiones las simientes de la civilización

y las producc iones de las grandes inteligenc ias.»Ya veremos , y con esto re5ponderé á usted y

5. LaEpoca , de qué suerte usted mismo , con dichosa y honrada contradicción , viene en sus libros 5. probar lo contrario : la acción civilizadora, la caridad ferviente , y la bondad de los ele

152

mentos de cultura importados en América porlos hombres de nuestra raza .

Descartando de su Oj eada de usted toda la soñada civilización india y todo el enojo de ustedcontra España y tal vez sus remordimientoscomo de origen español por haber destruído tamaña preciosidad , vuelvo á la creencia del vul

go y me represento á los primitivos aventureroscolonos llegando á un país de salvajes ó de semisalvajes luchando contra una naturaleza poderosa é inculta y tratando de fundarahí y fundando colonias europeas .

En este supuesto , y siguiendo la Oj eadade usted , y resumiéndola mucho , hemos de confesarque no lo hicieron tan mal los aventureros es

pañoles y que llevaron ahí los animales y lasplantas útiles de Eurºpa, y la agricultura y la industria, y la religión y la moral crist ianas ; quefundaron ciudades y que crearon para la civilizaciónun Nuevo Mundo , que si llega un día 5.competir con el antiguo y á no ser inferior á laparte de él que colonizó la raza inglesa , nos darásatisfacción y gloria á los españoles peninsulares , los cuales por el lado filantrópico , ó dígasehumani tario , hemos hecho más que los ingleses , ya que hemos civilizado á algunos indios yhemos procurado civilizarlos á todos hasta don

vendido á real , sin duda para envolver alcarabea .

Para que vea usted cuán imparc ial y desapasi0nado soy ,y0 creo que usted exagera las pérdidas y la feroz destrucción de la li teratura y dela. ciencia coloniales por los ya libres ecuato

rianos , como exageró antes la destrucción de lac iencia y de la literatura quichuas por sus con

quistadores .

La verdad debe de ser que en esa naciente colonia , tan remota , no pudo haber muy notablesproducciones literarias durante el siglo xv1,cuando la colonia materialmente se establecía ;ni tampoco en el siglo x vn durante el cual lamisma metrópoli estaba en decadencia y bastante inñcionada por el culteranismo y por elfanatismo . Lástima es , con todo , que se hayanperdido escritos históricos , y algunos versosculteranos , como los de la poetisa quiteña doña

j erónima Velasco , á quien Lope eleva á las estrellas , enel Laurel de Apolo; la llama divina, yla. coloca sobre Erina y Safo . Algo había de valer esta doña j erónima , á. pesar de la sabida

prodiga1idadde Lope en las alabanzas .Por lo demás , la peesía ecuatoriana del siglo

xvn era extremadamente gongorina; y los poetas , jesuitas ó discípulos de jesuitas . El Ramillete de variasflores poéticas, publicado en Madriden 1676 por el guayaquileño Jacinto E ria , nosda muestras de todo lo dicho , bastantes paraconsolarnos de que otras ñores del mismo suelo

y condic ion cayesen en el río del olvido y seperdieran , arrebatadas por la corriente , sin llegar á formar mmilletes nuevos .Restaurado después el buen gusto , ya á me

diados del siglo xvm, empieza verdaderamente á Horecer la literatura en el Ecuador . Susmás hábiles y dichosos cult ivadores fueron aunlos padres jesuitas , cuya tiráníca expulsión detodos los dominios de España fué unmal grande para el Ecuador . Sacó de ahí el más fructifero centro de cultura y perj udicó mucho á lasñorecientes misiones en que los padres atraíaná los indios á la vida pacífica y cristiana , á laagricultura y á la civi lización. Aquellos jesuitasecuatorianos fueron, como los españoles de laPenínsula, á refugiarse en I talia , y en I tali adieron también claro testimonio de su saber ysu ingenio .

Sería adulación suponer que descolló entreestos jesuitas ecuatorianos ninguno de aquellosvarones portentosos que se llaman gem

'

as ; perº,

¿ cómo negar que hubo hombres de talento nocomún, no indignos compañeros de nuestros I slas , Hervás , Andrés y Lampillas , y que en Italia mostraron la i lustración que tuvo y difundióla Compañía así en la Península como en susmás distantes colonias?El país en que se habían formado hombres como los padres Velas0 0 , Aguirre , Rebolledo , Garrido , Andrade ,Crespo , Arteta , Larrea , Viescas y Ullaurí, era

sinduda unpaís donde las letras se cultivaban

con éxito y con esmero . Las poesías en castellano , en italiano y en latín , de estos expatriados jesuítas , son muy estimables . Enmi sent ir ,usted se muestra con ellas más severo que iadulgente . Entre los expulsados jesuitas ecuatorianos hubo también naturalistas , eruditos é historiadores . El padre Juan de Velasco

,por ejem

plo , nos ha dej ado una interesante Historia delReinode Quito.

A pesar de la expulsión de los jesuitas , no seamortiguó ahí la antorcha del saber . Bienmerece llamarse i lustrado en las colonias el gobierno de Carlos I I I y de sus sucesores hastael momento en que se proclamó la independencia. . La más brillante demostrac iónde tal verdad la dieron los mismos eminentes americanosque tanto honraron á su patria en las Cortesde Cád iz, que pelearonpor la independencia yque la cantaron en hermosos é inmortales versos . Sucre , B olivar , Olmedo , Bello y muchosotros , bajo el régimencolonial habíansido educadosOlmedo es el más notable de los poetas hispano—americanos lírico—heroicos . Merecidos sonlos elogios que usted le tributa . Nada puedoañadir ninada quiero rebajar tampoco . Mi querido amigo D . Manuel Cañete ha escri to unhermoso estudio sobre Olmedo , y usted reconoce que no le escatima los aplausos y que leperdona la dureza con que á veces nos trata ,por la hermosura de la dicción y por la subli

158

tas reunidas por otro doctor , el doctor Molest ina?El verdadero molesto ha sido usted , y no él .Usted declara que el desventurado doctor Molest ina no anduvo feliz en la elección de las piezasmaldice º

la abundanc ia ; asegura que se contemtaria con diez composiciones dictadas por lasmusas , y exclama , por último , ¡ cargue el demonio con todo lo demás , que acaso es obra suya . »

Pero hablando con mayor seriedad , usted noes molesto sino al doctor Molestina y á los poetas que usted severamente censura . Su Oj eada

de usted está llena de excelentes consejos , de

gracia , de discreción y de muy sana crítica . La

pintura que hace ustedde los vicios de la poesíaen el Ecuador y en toda la América meridionales tan at inada. y viva. que no parece sino quepuede aplicarse á los malos poetas que tambiénabundan por aquí . La diferencia está en que

aquí , salvo cuando la apasionada enemistadmueve la pluma , nadie critica 5. mi ver con l acrudeza que usted critica . Tal vez suponemosque lo malo morirá de muerte natural , sinque elcrítico 10 mate . Tal vez templa aquí el rigor crítico la consideración que tanchistosamente aduce usted de que el poeta dice sus inmortales ymaravillosos versos , inspirado por el Dios , desuerte , que cuando el Dios no le inspira , sueledecir vulgaridades 6 desatinos , y así , es menester sufrir éstos para que salgan aquéllos á relucir, pues el poeta mismo ignora cuándo le inspirael Dios , cuando no le inspira nadie , 6 cuando le

I S9

inspira y le empecata el diablo . En apoyo de estocita usted , con oportunidad ingeniosa

,ciertas

elocuentes razones de Platón y el ejemplo quePlatón ofrece de un detestable poeta

,llamado

Timico deGalois , el cual acertó á hacer una magnífica oda. Lo singular es que usted después detraer tales argumentos en favor de la indulgencia , maldito el caso que de ellos hace , y sin considerar que los Tinicos de por ahí acaso escribanalguna otra oda tan magnífica ó más que la delde Calcis , me los pone de vuelta y media *

por

las malas odas que ya han escrito .

Apenas hay género de poesía lírica cuyos defectos no marque usted con juicio . Las polít icasson artículos de fondo rimados , en lenguaj e gacetera. uson arengas demagógicas , valentonadasquijotescas , ex abruptos delirantes , disertaciones Hemáticas 6 exposiciones de proyectos maravillosos para el futuro engrandecimiento delpueblo . » Para aparentar que hay en ello poesíaafirma usted que los autores ponen en sus 00

plas muchas interrogaciones é interjecciones,

puntos suspensivos , ridículas hipérboles é insultos desaforados .En la poesía amatoria aún halla usted más

feos lunares . Por lo común , el poeta que ya haobtenido favores de una dama , 6 por celoso 6por hastíado , la harta de desverguenzas 6 ex

presa con abominable encarecimiento

El bienpasado y la ilusiónperdida.

Es graciosa esta cita de usted : es de un eu

tor que ha dado 5. luz un tomo titulado Tristezas delalma, y habla del últ imo beso dado á su

querida :

Beso sudariode lailusióndel primero,

Vago, triste , lastimeroComo elay de laorfandad! ltima ñorarrancadaAl árbol de los amores ,Horrorosa campanadaQue suena enlaeternidad .

Y usted añade con razón : uEnmateria de besos , bastantes disparates han dicho otros poetas ; pero no hemos visto ni tenemos noticia de

que ninguno haya llegado al extremo del autorde estos versos.»Mucha culpa de semejante disparatar la tie

me , según usted , nel prurito de mostrarse descontento de la propia suerte , de lamentarse demales que no se sabe dónde están , de pintaruna tristeza que está bien lejos del corazón , defingir pasiones imposibles y deseos fuera detoda ley racional , y de llamar á la. muerte cuando acaso menos se la desea».

¡Muchos amantes , dice usted en otro lugar ,reconvienen á sus Nices , Lais ó Maritornes , dirigiéndoles billetes de eterna despedida , dondecampean junto á un piropo desabrido una amar

ga burla , al lado de un mentiroso recuerdo una

picante i ronía , é ingerta enuna tonta promesa

—162

palabrería , ruido insustancíal, brillo falso . »—aLa

lengua está impiamente maltratada . »

no reñex iona que cuando no hay verdad en losafectos , cuando las expresiones nacen de la cabeza y no del corazón,cuando se desecha 10 natural por arrimarse sólo á los caprichos de la ima

ginación, propia 6 extraña , no hay poesía , sinovano ruido de palabras ; que no causa ningunaimpresión agradable , sino mucho desabrimiento.»—Tales lindezas dice usted de su Parnaso .

Movido usted quizás por el patriotismo , echalaculpa de tamaños males al materialismo , á laimpiedad , á la

'

carenc ia de ideales , al pesimismo , y á otros errores , con que contaminaná lospoetas ecuatorianos los poetas europeos , que seles presentan como dechados y objetos de admiración. Pero acaso ¿ son satánicos , impíos ydesesperados todos los poetas que en Europaestán de moda ? No : las causas deben de serotras , y no esas . Y por otra parte , aun siendoimpíos

,y satánicos y tétricos , 10 cual es de l a

mentar , no se sigue que sean malos todos lospoetas europeos . Buenos , egregios , eminentespueden ser , á pesar de su satanismo y de sumisantropía .Las causas verdaderas de los malos versosusted mismo las expone , rasgando sin compasión el vendaje y levantando los apósitos paracatar l

_

as llagas .El capítulo XVI I I de la Oj eada es sangriento .

Suelta usted la pluma y se arma del lát igo para

163

azotar á cuantos tienen los defectos , 6 son causa6 resultado , 6 ambas cosas , del mal estado delos estudios en esa república .Ahí viene usted á declarar que no se estudia

nada bien , ui nada útil , que uno hay más quetres malos caminos y un despeñadero : la jurisprudencia desacreditada , el sacerdocio profanado , la medicina mal entendida y peor aplicada ,y la vagancia . ¡Los más

,prosigue usted , van al

despeñadero , apor los malos hábitos adquiridoscon los peores estudios. » Los que se dedican ála teología , á la. abogacía ó á la medicina acarecen , en su mayor parte , de las

aptitudes paratales ciencias . »Deplora usted luego que nadie se dedique áseguir otras carreras . Pero , ¿ cómo han de se

guírlas , si en los colegios y Universidades sólose enseña eso y mal? ((Las ciencias exactas ynaturales

,la industria , las artes , los oficios tan

necesarios al pueblo , no han merecido la atenciónde nuestros legisladores 6 han sido mírados con frío desdén. »

Eso mismo que se enseña puede inferirse delas palabras de usted que no se enseña bien 6

que no se aprende . importa , exclamausted , con acerba ironía , que después de con

quistados los grados y adquirido el pomposo titulo de doctor, subsiste lá ignorancia grande , tedonda y cerrada ? Este título de derechos quepueden convertirse en 0 10 , aunque sea 5. despecho de toda razón y justicia .»

¡ 64

Del capítulo que voy analizando , si le diesemos crédi to y no viésemos acritud y exageración, deduciríamos que ahí bulle un enj ambrede doctores sindoctrina , que no leensino malasnovelas , coplas inmorales , y cuanto de peor yde más desatinado , moral , social y racionalmente , se imprime enEuropa , y sobre todo en

F rancia .

Y aquí debo advertir que usted , si bien es

anti—español á veces , por sobrado americanismo ,es siempre ultraconservador, ferviente catól i co ,y en política 10 que hemos llamado por aquíclerícal ó mocatólico. Tal calidad debe tenerse encuenta á fin de mitigar las diatribas de ustedcontra sus propios contemporáneos y pai sanos .

Termino esta carta aquí no sinasegurar á usted que , si bien me parece usted hombre apasionado , tambiénme parece instruido , intel igent ey dotado de muy bríosa elocuencia , la cua l res

plandece en no pocas páginas de laOj eada,y les

presta animac ión y brillantez nada vulgare s .

El suelto de La Epoca, acusando á usted deodiar á los españoles , ha dado ocasióná no pocode 10 que he dicho en las anteriores cart as , y haconvertido casi en polémica lo que no quiero yo

i

— 166

t inente , dado el punto de civiliza0 1onmoral quelos europeos alcanzaban entonces , no es de presumir que hubieran sido más blandos otroseuropeos , sí les hubiera tocado en suerte hacer10 que hicimos.

3 .

alQue yo lamento , como lamenta el más

americano de los americanos, que los españoles ,por fanatismo 6 por desdén , destruyesen monumentos y perdiesen documentos de las semi—civílizaciones peruana , azteca y chíbcha: pero

¿ qué le hemos de hacer?Szmt lacrimmmmm. Las

conquistas , las invasiones v las revoluciones ycambios , no suelenhacerlos , ui nunca los hicicron, los hombres mansos y suaves , sino los másduros y fuertes. En estos casos , hay poco cuidado en conservar y hay no pequeño prurito dedestruir: lo cual en los venideros tiempos se iráremediando ; pero entonces ¿ cómo se ha de extrenar que causasen graves daños los españoles?

¿ Cuántos templos , cuántas estátuas magníficas ,cuántos libros no destruirían los cristianos , alacabar con el gentilismo clásico? ¿Qué horroresno harían las hordas del Norte cuando pusierontérmino en España á la dominac ión romana?

¿Qué no harían los berberes contra los monumentos y documentos de la c ivilización romano-bizantino—visogótica que en España había ,cuando destrozaron ellos el Imperio fundadopor Alarico? Sería cuento de nunca acabar sis iguiésemos con estas citas y comparaciones .Baste lo dicho para que recapacite todo hom

167

bre de buena fe y conñese , al menos allá en susadentros , que valía bien poco 10 que nosotrosdestruímos en América en cambio de 10 que enAmérica fundamos , creamos é importamos .

Que la guerra de independencia y separación de esas Repúblicas y la Metrópoli no sepuede comparar con la reconquista de Españay expulsión de los moros , ni con la separaciónde Portugal de España , ni menos aun con lasguerras entre España y los Países Bajos . Ahílo que hubo fué una guerra civil de emancipación, entre gente de la misma casta , lengua ycostumbres . Todo 10 que ustedes ensalcen lashazañas

,las virtudes y los talentos militares de

B olivar , Sucre , San Martín y demás héroes ,nos halage , en vez de ofendernos , y nos halagapor dos razones : porque nuestra derrota quedacohonestada, y porque esos héroes , que nosvencieron , hijos de España eran , España loshabía criado y educado , y 5. España habíane llos servido hasta el día en que se levantaronen armas contra ella .

Y Que yo no he sido impulsado por nadie para contradecir algo de 10 que usted dice ,s ino que , al leerlo y al criticarlo , no podía menos de contradecirlo , sinque desee yo renovarla antigua polémica de usted con el Sr . LlorenteV ázquez , ministro que fué de España en esaRepública: antes bien huyo de intervenir en dicha polémica . No he visto ui estátua ni pinturadel Gran Mariscal de Ayacucho , que tenga á

168

sus pies 6 el león de España 6 la bandera deEspaña : pero , si algo tiene de enojoso para nosotros este modo de representar ustedes sutriunfo , no pocos de los versos de usted , tan cutusiastas de España y de sus antiguas glorias , nosdesagravianpor completo.Estas palabras , que usted pone en boca de

Bolivar , nos deben dejar satisfechos

Ver conaudaz miradaunnuevo mundoDe ignoto mar dormido enelregazo,

Y venciendo olas y enemigos vientos ,Y avasallando dudas é ignorancias ,

V enir, tomarle , alzarle , y á otromundo,

Asombrado decir: ¡He aqui tuhermano'Y á las puntas fiarde cuatro aceros

De sojuzgarnaciones la árdua empresa,

Gentes prostrando ennúmero infinitasY arrancaral errormillones de almasY á la cruel barbarie ,

las sangrientasAras despedazar, do el pecho humanoEnatroz agonia se agitaba;Quitar al sol el usurpado cultoY devolverle alCriador: triunfanteLa cruz alzar enlos dorados templos¡Qué hazañas! ¡qué grandeza! ¡cuánta gloria!¿Quiéná envidiarlas no se inclina?

Sobra con lo citado para probar que usted noes enemigo , uidenigradorde los españoles , sinoencomiador y amigo de ellos , como español desangre

, de origen . de religión y de lengua .

Por mi parte , terminada queda la discusiónconusted . Si más adelante , la siguiere yo con

porque Antonio es pobre , y doña Tecla cobray disfruta la pensión de orfandad de su sobrina, doña Tecla envía á la muchacha , desdeAmbato , donde vive , á Quito , donde reside Marta , su hermana . Doña Marta es una beata escrupulosa y asustadiza, que atormenta y mueleá la pobre j uani ta , más aún que doña Tecla .

Unjoven militarve á j uanita en misa, la persigue , la piropea y la pretende , delante de doñaMarta , que no le infunde respeto . Doña Marta ,entonces , que es egoísta en extremo , y no quierecompromisos ui desazones , escribe á su hermana para que venga el tío Bonifacio y se lleve á

j uanita á Ambato otra vez .

En esta vuelta de Quito á Ambato , en esteviaje , están elmás vivo interés y la acción de lanovela . Se nota que el autor , aunque ligero ysobrio en las descripciones , conoce á palmos elterreno: aquello no es fantástico , es real , y estarealidad hace que todo sea más interesante .Antonio , que sabe el viaje , ha dispuesto to

bar , durante el viaj e , 5. Juani ta . Todo 10 ha preparado para robarla y casarse en seguida conella , y se lo ha dicho á ella por medio de unacarta .

Sorprende el tío la carta , mientras j uani taduerme , en una posada en que hacen noche y ,

como es un borracho crónico que presume deagudo y listo , toma con j uanita por atajos yveredas extraviadas , á fmde no tropezar con elraptor á quien debían acompañar dos amigos .

171

La resistencia de j uanita á salirse del camino

que debían seguir ; la brutal violencia con queel tío pega al caballo de Juani ta para que vayapor donde él quiere ; y el cansancio y el terrorde Juanita cuando la noche

'

llega de nuevo y lossorprende cerca del río , que viene muy crecido,todo aumenta la ansiedad del lector y la compasión que juani ta inspira .

Ya están cerca de Ambato : pero es menesterantes vadear el río . Don Bonifacio , más valeroso

que de costumbre , merced á frecuentes libaciones , hal la á un hombre conocido suyo que lemuestra el vado . Juanita se aterra más que nunca y no quiere pasar : pero el tío castiga el caballo de Juanita que al fmse echa al agua .

Así lleganá la orilla opuesta . DonBonifaciooye la voz de Juani ta, que dice: ¡j esús me valga!pero ve que el caballo de juanita ha. pasado yle sigue .

De repente aparecen tres hombres á caballo .

Don Bonifacio cree que son Antonio y sus dosamigos y se llena de terror . Los tres de á caballo correnen otra direcc ión que la que lleva donBonifac io , quien ve , sin poderlo evitar que elcaballo de j uanita va con ellos .Desesperado llega don Bonifacio á Ambato .

Cuenta el rapto á doña Tecla , cuyo furor es tet rible . Se pone enmovimiento la policía , y donBonifacio con ella , y á la mañana siguiente encuentran á Antonio y á sus amigos en una quinta . Piden la entrega de la mujer robada , y niega.

el rapto Antonio . Labuscan y no la encuent ran.

Por último , unos indios , en parihuelas hechasde ramaje , traen el cadáver de la infeliz Juani ta ,que han encontrado á la orilla del río. El cabal lo de j uanita , ya sin j inete , había seguido á losde los tres caminantes que ninguna relac ión teníancon Antonio y sus amigos .La desesperación de Antonio y la bestial es

tupefaccióndel tío Bonifacio no tuvieron limites con este desenlace . Doña Tec la 110 16 lamuerte de j uanita . Su dolor crecía cuando llegaban los últimos días del mes y no podía cobrar la pensión.

Contado todo esto , como yo lo cuento , no t ienegracia : pero , ¿ cómo dar de otra suerte idea deuna novela?Claro está que en j uanita y enAntonio , fuera del amor inocente y profundo quelos anima y de la bondad de ambos , no haymuymarcada y distinta fisonomía ni era posibledársela en tan corta novela: pero las dos tías yel tío , como caracteres cómicos , más fác i les deindividualizar , están hábi l y graciosamente pintados . Los usos y costumbres lo estántambién;

y , durante la lectura imagina uno que vive enel Ecuador , treinta ó cuarenta años hace .

Muchísimas novelas se hanescrito y se siguenescribiendo en toda la América española . Nopocas de ellas merecerían ser más conoc idas yleídas enEspaña y por todo el mundo . Hay novelas chilenas , argentinas , peruanas , colombianas y mej icanas . Yo he leído ya bastantes , pero

flores , el sonar de los vientos , el murmurar delas aguas , todo está descrito con verdadera magia de estilo .Se diría que el autor templa , excita y preparael espíri tu de los lectores , para que la extrañanarración no le parezca extraña , sino natural yvívida.

No me atrevo á contar la acción en resumen.

No quiero destruir el efecto , que 5. todo el quelea la hermosa novela de usted debe causar sulectura .Los jesuitas , á costa de inmensos sacrificios ,de valor y de sufrimiento , habían crist ianizadoá muchos de los más indómitos y ñeros salvajesde aquellas regiones ; y en ellas habían fundadono pocas aldeas . La pragmática sanción de Carlos I I I , expulsándolos , vino 5. deshacer en 1767,

la obra de civilización tan noble y hábilmenteempezada .El tiempo de la novela es á principios del si

glo presente , en pleno salvaj ismo de aquellasapartadas comarcas .Hay , no obstante , una misión ó aldea de indios cristianos. El sacerdote que la dirige , es unrico hacendado , á quien , en una sublevación,

los indios habían incendiado hacienda y casa,

dando muerte á su mujer y á su h ij a .

El hijo del misionero , que se había salvado yvivía con él en la misión , es el héroe de la novela . Sus castos amores con Cumandá, y las ex

traordinarias aventuras , á que dan ocasión es

tos amores , forman la bien urdida trama de lanovela .

¿Cómo negar , no obstante que , desde ciertopunto de vista , la novela tiene ungrave defecto?La heroína , Cumandá , apenas es posible , á nointervenir un milagro : y de milagros no se habla . La hermosura moral y física del ser humano es obra artificial 6 sobrenatural . O nace enun estado paradisíaco y de una revelación primitiva, de que por sus pecados cayó el hombre ,6 t enace por virtud de revelaciones sucesivas yde progresivos esfuerzos de voluntad y de inteligencia. La hermosura moral y física de la mujer , más delicada y limpia , que la. del hombre ,.requiere aunmayor cuidado , esmero y esfuerzo ,para que nazca y se conserve . Difícil de creeres , por 10 tanto , que Cumandá , viviendo entresalvajes , feroces , viciosos , groserísimos , moraly materialmente sucios , y expuestos á las inclemencias de las estaciones , conserve supurezavirginal , y sea un primor de boni ta , sin tocador , sin higiene y sin artes cosméticas é indumentarías . Cloe , en las Pastorales de Longo, novive al cabo entre gente tan brutal , y toda suhermosura resulta además estéticamente verosímil, ya que Pan y las Ninfas la. protejeny cuidan de ella . Cloe es un sér milagroso , y , paralos que creían en Pan y en las Ninfas , en perfecto acuerdo con la verdad . Pero como Cumandá no t iene santo , ni santa , Dios , uiDiosa ,ui hada que tan bella y pura la haga y la con

176

serve , es menester confesar que resulta dificultoso de creer que 10 sea .

En muestras de imparcialidad , yo no puedomenos de poner este reparo á la novela de usted : pero , saltando por cima , haciendo la v istagorda y creyendo á Cumandá posible y has t averosímil , la novela de usted que , con el hech izo de su estilo nos induce á creer posible áCumandá , es prec iosa , ingeniosa , sentida , yllega á conmovernos en extremo .

Fuera de Cumandá, todo parece real , sin oh

jeción alguna . Las tribus jívaras y záparas ,y

las fiestas , guerras , intrigas , supersticiones ylances de dichas tribus y de los demás salvaj es

,

estánpresentados tan de realce , que parece quese halla uno viviendo en aquellas incultas t e

gi0nes .El eutaca Yahuarmaqui, que significa el de

,las manos sangrientas , es como retrato fotográfico: él y los adornos de su persona y t ienda ,donde lucen las cabezas de sus enemigos , mue rtos por su mano : cabezas reducidas , por ar teingenioso de disección, al tamaño cada una deuna naranj ita .Carlos , héroe de la novela y amante de Cu

mandá , no tiene grande energía uimucha ven

tura para libertar á su amada: pero , en fin, elpobre Carlos hace lo que puede . Cumandá , en

cambio , es pasmosa por su serenidad y valent ía.

Cuando la casan con el curaca Yahuarmaqui, lainquietud y el temor llenan el alma de los lec

178

veces más real , más imitada de la naturaleza,más producto de la observación y del conocímiento de los bosques , de los indios y de la vidaprimitiva , que casi todos los poemas , leyendas , cuentos y novelas , que sobre asunto semejante se han escrito .

En mi sentir , usted ha producido en Cumandáuna joya literaria , que tal vez será popularísimacuando pase esta moda del naturalismo, contrala cual moda peca la heroína, aunque no pecan ,sino que están muy conformes los demás personejes .Las dos novelas , que de usted conozco , me

incitan á desear leer otras que haya usted es

orito , 6 que escriba usted otras para que lasleamos.

TRADICIONES PERUANAS

(A D . R I C A R D O P A L M A )

Muy estimado señor mío: Grandísimo gustome ha dado el recibir y leer el libro que usted meenvía , recién publicado en Lima con el t ítulo deRopa viej a; lo que me aflige es la segunda partedel título: ! ltz

'

ma serie de tradiciones. En esas historias , que usted refiere como el vulgo y las viej as cuentan cuentos , donde hay , según ustedafirma , algo de verdad y algo de mentira , yo noreconozco ui sospecho la mentira sino en lasmenudencias . Lo esencial y más de bulto esverdad todo , en mi sentir , salvo que usted bordala verdad , y la adorna con mil primores que lahacen divertida , bonita y alegre . Por esto meduele la frase amenazadora ! ltima serie de tradi

ciones. Quisiera yo, y estoy seguro de que 10 querrían muchos , que escribiese usted otros tres 6cuatro tomos más sobre los ya escritos. Yo ten

go la firme persuasión de que no hay histori a

180

grave , severa y rica de documentos fehac ientes ,que venza á las Tradiciones de usted , en dar ideaclara de lo que fue el Perú hasta hace poco y enpresentar su fiel ret rato .

Soy andaluz , y no lo puedo remediar ni disimular . Soy además y procuro ser optimista . Ycomo me parece esa gente que usted nos pinta ,l a flor y nata del hombre y de la mujer de Andalucía , que se han

'

ex tt emado y elevado á la tercerapotenc ia altrasplantarse y al aclimatarse ahí ,todo me cae en grac ia y no me avengo con lasdeclamaciones que hacen algunos crít icos ame

ricanos , al elogiar la obra de usted como sin

duda lo merece .

¿Para qué he de ocultárselo á usted?Aunquesoy muy entusiasta de la América española 6 digase latina, ya que por no llamarla española le hanpuesto ustedes ese apodo , confieso que me aburre , más que me enoj a , la manía de encarece r ,con lamentos ó con maldiciones , todas las picardías , crueldades , estupideces y burradas , quedicen que los españoles hicimos por ahí . Se diríaque los que fueron 5. hacerlas , las hic ieron , y lue

go se volvieron 5. España , y no se quedaron en

América sino los que no las hicieron . Se diría quela Inquisición, los autos de fe , las brujas y losherejes achicharrados , la enorme cantidad demonjas y de frailes , la afición á la holganza y álos amoríos , la ninguna afición á trabaj ar , y todos los demás vicios , horrores y defectos , los llevamos nosotros ahí , donde sólo había virtudes

182

traen á la voluntad humana , y que tal vez ni seprevén ui se explican por los entendimientosmás agudos ; quién sabe, digo , si volveremos álevantarnos de la postración y hundimiento enque nos hallamos ahora?Entretanto , lo mejor es que cesen las recri

minaciones que 5. nada conducen; y lo peor e s

que cada español 6 cada hispano—americano s ecrea ser excepcional y reniegue de su casta , enla cual se considera el único discreto , hábil , l isto ,

laborioso, j usto y benéfico .

Va todo esto contra los crít icos de ahí , que ,

al elogiar su obra de usted , nos maltratan.

Nada va contra usted , que describe la épocacolonial corno tué , pero con amor , piedad , é

indulgencia filiales .Suobra de usted es amenísima: el asunto estádespilfarrado , tan conciso es el esti lo . Anécdotas ,

leyendas , cuentos , cuadros de costumbres , artículos crít icos , todo se sucede con rapidez ,

prestando grata variedad á la obra , cuya unidadestriba en que todo concurre á pintar la sociedad , la vida y las costumbres peruanas , desdela llegada de Francisco Pizarro hasta casi nuestros días .En la manera de escribir de usted hay algoparecido á la manera de mi antiguo y grandeamigo Serafín Estebanez Calderón , El Solitario;portentosa riqueza de voces , frases y giros , tomados alternativamente de boca del vulgo , de

la gente que bulle en mercados y tabernas , y de

¡83

los libros y demás escritos antiguos de lossiglos XV I y XV I I , y barajado todo ello y com

binado conno pequeño artificio . En El Solitariohabía más elegancia y atildamiento : en ustedmucha más facilidad , espontaneidad y conc isión.

Por 10 menos , las dos terceras partes de lashistorias que usted refiere , me sabená poco: mepesa de que no estén contadas con dos 6 tresvecesmás detencióny desarrollo . Algunas hay enlas que veo materia bastante para una extensanovela , y que , sin embargo , apenas llenan unpar de páginas de su libro de usted .

Aunque es usted tan conciso , tiene usted elarte de animar las figuras , y dejarlas grabadasen la imaginacióndel lector . Los personajes quehace usted desfilar por delante de nosotros , vireyes , generales , jueces , frailes , beatas , mozasregocijadas , inquisidores , insurgentes y realis

tas nos parecen vivos y conocidos , como sí enrealidad los tratásemos .De cuanto queda dicho , inñero yo, y doy por

c ierto , que es usted unescri tor muy original yde nota , cuya popularidad por toda la Américaespañola es fundadísima, cunde y no ha de serefímera , sino muy duradera .

Confieso que no sé 5. qué narración he de darla preferencia . Apenas hay una que no me hayadivert ido ó interesado .

Á la Protectora y á la Libertadora , 6 dígase ,á las amigas favoritas de San Martín y de Bo

lívar cuyas vidas y lances de amor y fortuna usted refiere , no me parece sino que las estoy viendo , cuando andaban triunfantes al lado de sus

respectivos héroes.ElClarínde Cantamc, que con su incesante to

que á deguello se creía que iba á dar en ]uninla victoriaá los españoles , y que prisionero él , yya vencidos los e5pañoles , tuvo que meterse fra ile para no ser fusilado , es historia tan singula r ,que apenas parece verdadera .Aun es más singular y más característ ica lahistoria de Fr. Pedro Marieluz, acérrimo ene

migo de los insurgentes , á quienes creía herej esy excomulgados vi tandos. Unjefe mili tar realista, cuyo nombre no quiero poner aquí , porqueélha figurado después mucho en España y usted le atribuye una crueldad espantosa , de scubrió cierta conjuración, y prendió á trece delos principales conjurados . Pormás que hizo , nologró el general arrancarles los secretos de laconjuración . Mandó entonces fusi lados , no sin

que antes el P . Marieluz los confesara. Los con

fesó, y fueron fusi lados .Entonces quiso el general que el P . Marieluz

le descubriese toda la tr_ama , que sin duda enla

confesión le habían dicho los trece . El fra ile senegó , á pesar de halagos y amenazas .—De rodillas , fraile ,—dijo entonces elgene ral .El fraile se puso de rodillas.El general exclamó luego:—¡Preparen , apunten !

— 186

morisco y musulmán disimulado antes , que , huyendo de la Inquisición, se había pasado á t ierrade moros , con todo 10 que en el Perú había ganado!Casi estoy pordecidirme y declarar 5. usted

que de cuantas tradic iones contiene esta últimaserie , ninguna me agrada tanto como El alacránde Fray Gómez.

F igura de verdad , en el siglo XV I , es el honrado castellano viejo , buhonero arruinado , queno tiene con que sustentar á su mujer 6 hijos ,

que no halla quien le preste quinientos duros ,con los cuales entiende que lograría rehacers e ,y que no se desespera , sino que , lleno de fe , yde confianza en Dios , acude á su siervo Fr. G ó

mez , que estaba en 0 10 1 de santidad , y que e s

pobre , pero que sabe y suele hacer milagros .F1 . Gómez se compadece del buhonero ; pero

en su pobre celda no hay dinero ui alhaj as , nitrasto que valga dos reales .De pronto ve F 1 . Gómez cerca de la ventana,

sobre la pared encalada , un alacrán que va cc

rriendo. Arranca Fr. Gómez una hoj a del l ib rodevoto que leía , coge bonitamente el alacrán, yle envuelve en aquel papel .—Tome , hermano , esta prenda , y acuda á unjoyero que le prestará sobre ella el dinero quenecesita .

El buhonero llevó la prenda al joyero , que alverla se quedó pasmado . Era un alfiler 6 prendedor magnífico. de 0 10 con esmalte , el cuerpo

una esmeralda , un enorme diamante la cabezay dos rubíes los ojos .El joyero hubiera dado miles de duros sobretan rica prenda : pero el castellano viejo no quiso tomar ui tomó sino quinientos , y por seismeses .

Con aquel corto capital , en verdad bendito ,prosperó y se enriqueció pronto el buhonero ;desempeñó la joya y la devolvió á F 1 . Gómez .Este la sacó del papel , la puso en el sit io en

que la había hallado , y dijo

¡Animalíto de Dios , sigue tu camino!El alacránechó á correr , y se largó á sus asuntos como si tal cosa .Para mi modo de sentir , este cuento es prec io

so , simbólico , instintivamente ñlosóñco , de lamás sana y alegre filosofía .

Los j uicios li terarios , el discurso académico ,todo lo demás , en suma , que el libro contiene ,me parece muy bien asimismo . Sólo me pesa desuaborrecimiento de usted 5. los j esuitas y delo malque los quiere y los trata . Pero , enfin, nohemos de estar de acuerdo en todo .

Mil gracias por el envío de su divertidísimolibro .

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pero , como yo sigo mal la histori a contemporáñeade todos los países , ignoro qué part ido es elde usted en la República de que es ciudadano ,

qué papel ha desempeñado en su polít ica , y cuáles son sus aspiraciones 6 ideas .El tomo M ISCELÁNEA , que usted me envía, pa

rece , por consiguiente , como reunión de datospara resolver unproblema y para despejar unaincógnita , ya que incógnita era para mí , antesde recibir dicho tomo , la importancia li terari ade usted en sutierra .

Para persona de mayor agudeza y de máshonda penetraciónque las que yo poseo , esta ignorancia previa traería ventaj as y contribui rí aá dar superior lucimiento al desempeño de su

tarea . Por el hilo , como se dice vulgarmente , secaría el ovillo: y , sólo en vista de la M ISCELÁN EAformaría exacto y cabal concepto de la personalidadde usted y la expondría al público con

firmeza . Lo que es yo, 6 tengo que limitarme áhablar aisladamente del tomo M ISCELÁNEA 6 meex pongo á ex traviarme al pretender adivinar.

De sobre. se me alcanza el propósi to de ustedal pedirme el Prólogo . Ha llegado á mi not i cia

que usted ha pedido también Prólogos paraotros de sus libros á otros escritores españoles .Y en esto , así como en la circunstancia de im

primirusted todas sus obras en Barcelona, se ve

patente el intento de que la edición que ustedhace sea como muestra 6 símbolo de la fraternidadde hispano-americanos y de españoles pe

19 1

ninsulares y de la unidad indestructible de lacivilización ibérica, cuyo lazo no rompen ui todas las ondas del Atlántico que entre nosotros seagitan, ni los recuerdos de una guerra , inevitableaunque fratricida, pero cuya sangre y cuyas lágrimas se orearon ya, dej ando limpio y no marchit0 el 1auro .

Para usted , que es tan creyente y fervorosocatólico , ha de ser de indiscutible verdad el criterio que me guía al considerar los acontec imientos humanos , porque sin suprimir en cadaindividuo la responsabi lidad de las acciones , yanobles y generosas , ya egoístas y perversas , ynacidas siempre de libre albedrío , veo enel conjunto algo de divina é indefectiblemcnte ordenado con soberana presciencia, por donde todocuanto ocurre es lo mejor que puede ocurrir ytodo cuanto se realiza y consuma es para bien ,aunque parezcamal por lo pronto ; de suerte queel refrán más verídico y piadoso es el que dice:mo hay mal que por bien no venga. » Aplicadoesto á los casos particulares me compone unafilosofía de la historia , engermen sin duda, pocosut il , nada profunda é ingeniosa , pero muy op

timista y rica de esperanzas y de consuelos .La emancipaciónde las colonias españolas enel continente americano fué

,pues , cuando debió

ser , y no pudo ser ni después ni antes . Españacarecía de fuerza para mantener tanto imperioy era menester que se desbaratara . No hay quediscutir si cada uno de los desmembrados frag

192

mentos hubiera alcanzado más tarde mayoreficacia , á finde constituir, sin largas convulsionesdictaduras , tiranías y guerras civiles , un Estañ olibre , próspero y fuerte . Sin discutirlo yo, por te

en la invicta civilización europea , y en que la

raza á que pertenezco fue y seguirá siendo unade las más hábiles y act ivas para crearla , con

servarlay difundida , j amás desconñé de nuestrodestino ; y , en los instantes más tristes y ominosos , cuando , al ver , en las nuevas Repúblicas ,discordihs , desquiciamiento y feroces tiranos , sepronosticaban ruinas

,sobre las cuales otra raza

de más valer vendría á entronizarse , j amás desesperé , no ya de la salud de la patria , sino dealgo más amplio y sublime: de la salud de mi

Por lo expuesto comprenderá usted y ponderará mi alegría, al notar la naciente grandeza,

la prosperidad , el brío y el orden , que se van

mostrando en algunas de las Repúblicas quefueron colonias de España . Hay en ello , paratodo e5pañol, no una satisfacción , sino un enjambre de satisfacciones de amor propio: la del pa.dre que conoce en el hijo la nobleza de su san

gre , anhelando que valga más que él y le supere: la del maestro 6 tutor , que , cuando el discípulo 6 pupilo se luce , se engríe imaginando quees parte en el triunfo la educación que le ha.dado: y para mí , además , la del vidente que se

deleita jactándose de que no salieron falsos susvaticinios .

194

mún sustancia española y no sobre otro e lemento de importación 6 sobre materi a extraña yprestada .

La M1SCELÁN EA de usted es una colección deartículos de varios géneros , pero en todos prevalece lo moral y religioso .

Más bien que de crítico-literarios pueden ca

lificarse de filosóficos y doctrinales . En e sto se

asemejan , aunque van poropuesto camino , á losdel ecuatoriano Juan Montalvo: á su Espectadory á sus Siete Tratados. Montalvo y usted han escrit0 ensayos , como los que Montaigne llamó en

sayos, y no como los ingleses , que suelen ser e x

tractos y críticas de libros. Ustedes , con más l ibertady sin tomar siempre ocasión de libro al

guno , discurren sobre puntos diversos y componen sobre cada punto un tratadit0 6 disert aciónbreve .En las tendencias , Montalvo y usted son muydistintos y en el estilo más aún . Montalvo es artiñcioso y afectadísimo: usted , espontáneo y natural . Montalvo aspira en demasía á decir cosasnuevas y á decirlas como nadie las ha dichoquiere ser un primor, un dechado de formal Usted aspira sólo 5. decir 10 que siente y piensa,aunque sea lo que sienten y piensan los demáshombres ; y á decirlo con orden y claridad , sin

rebuscamiento ni rarezas .No hay que decir que yo prefiero 10 últ imo…Si usted tratase de ciencias exactas 6 de oh

servación, el crít ico debería empezar por saber

dichas ciencias , y luego decidir si era la verdad10 que usted decía . Pero las materias sobre las

que usted diserta , salvo ciertos principios inconcusos , quedamperenm

'

spkilosophia, en que debemostodos convenir y en que por dicha usted y yoconvenimos , tienen tanto de opinables y de controvertibles , que sería en mí exceso de petulancia, ya el declarar á usted depositario y divulgador de la verdad , ya el impugnarle , haciendopatentes sus errores . Necesitaría yo además pata esto , no componer un escri to corto , sino unlibro tan voluminoso como el de usted .

S i 10 que usted sost iene es la recta doctrina ,ya convencerán de ello las palabras de usted 5.quien las leyere , sin necesidad de que venganlas mías ensuapoyo . Y si hubiere error en poco 6 en mucho , ui yo me hallo con autoridad nicon capacidad para manifestarle , ui la misiónde unprnlogísta es entrar enpolémica con suprologizado.

Lo que sí me incumbe decir , y 10 que puedodecir por fortuna , y ésta , 6. mi ver, es grandealabanza , es que usted escribe corda bono at j idenonj ícta, con la sinceridad , con la conviccióncandorosa , que atrae la atención de los lectores ,

que les gana la voluntad , que los convence áveces , y que , cuando no los convence , los interesa y conmueve , convirtiéndolos , si no en co

rre1igionarios del dogma que se predica , en amigos y parciales entusiastas del predicador .Entienda usted bien que no quiero expresar

196

con esto más de 10 que expreso , ui mostrar miescepticismo con reticencias . Lo único que yoquiero expresar y que expreso ahora es que , unlibro que trata rápida y sumariamente sobretantos y tan trascendentales asuntos sería l igereza y osadía , ora que yo en todo le declaraseconforme á la verdad , ora que en poco 6 enmucho le caliñcase de erróneo .

Lo que sí puedo hacer y hago con sumo contento , sin salir de las dudas escépticas enque lamodestia me ha encerrado , es calificar el l i brode usted de libro sano , fruto de unentendimiento y de una voluntad sanos también ambos .Esta sanidad es , enmi sentir , el fundamentode toda buena obra de li teratura ; es la razón queha de tener el crít ico meramente l iterario , y nocientífico ui ñlosóñco, para declarar buena laobra . Consiste dicha sanidad en no dej arsearrastrar de afectos torcidos , aunque sean sin

ceros ; enponer por base el sentido común y nodesecharle nunca , aunque sirva de trampolínpara brincar por cima de él más allá de lasestrellas ; en no seguir unadialéctica viciosa porel empeño presuntuoso de parecer más sut i l 6más profundo que el resto de los mortales ; y enno incurrir en extravagancias para pasar porgenios .La insanía de que hablo no impide que el es

critorsea tenido por grande ; pero yo no gus to deél . Tal vez 10 que dice está más conforme con loque á mí me parece la verdad que 10 que dice

198

En todos los artículos de usted de asunto reli

gioso son de admirar la ardiente devoción, la feprofunda y la espontánea elocuencia . Y á mime encanta asimismo que la religiosidadde usted , lejos de estar reñ ida con el espíri tudel s iglo ,con la creencia en el progreso y con el amor 5la libertad , se combina con estas ideas y con

estos sentimientos , purificándolos y santiñcán

dolos . No se funda la fe católica de us ted en es

cepticismo y pesimismo , como la de P ascal , Bo

nald, De Maistre y Donoso ,'

sino en optimismc

y en confianza mesurada y justa en la razónhumana . No es menester para amar á Diosodiar y de5preciar al prój imo , antes por ammde Dios más se le ama y más se le respe t a . N

es menester para aceptar una revelación ex te

rior , que viene á nosotros con la palabra , materialmente , ya por los oídos , ya por los ojos , sostener que la luz íntima que Dios nos ha dadosólo sirve para descubrir é i luminar dispa rates .El libro de usted es muy ameno y tanvari ad<que no acertaré á dar idea de todo él sin peca]

de prolijo . Contiene cuadros de costumbres , como Liberato; crít ica de bellas artes , como E l do

lor concentradoy Una estatua de Alonso Cano; y encomics de personas ilustres , como los del padu

Jordány de j uana Manuela Gorriti , á la cuallo confieso con vergiíenza para pueba de la in

comunicac ión intelectual en que hemos estadono había yo oído mentar nunca , aunque uste<

afirma que comparte con la Avellaneda el im

peri0 li terario de la mujer americana en la América española . Y sontales las elocuentes alabanzas que da usted á la Gorriti , que , á ser justastambién, y no exageradas por generosa benevoleucia , á pesar de mi admirac ión por la Avellaneda , tengo que conceder á la Gorrit i la primacia .

En los artículos enque combate usted viciossociales 6 manías de moda , como la cremación

y el suicidio , sonde celebrar el saber que usted

patentiza , la senciliez y el orden del estilo y elcalor conque defiende sus opiniones .A mi ver, el más bello , sabio y erudito de es

tos artículos filosóficos , es aquel en que cri ticausted la obra de j osé María Ramos Mejía, t i tulada: Las neurosis de los hombres célebres enla RepúblicaArgentina. Da motivos esta obra para queusted niegue las neurosis invencibles que destruyen la responsabilidad , para que haga unabrillante defensa del libre albedrío y para queimpugne el materialismo y no acepte el divorcioentre la razóny la fe , la religióny la ciencia .

Su l ibro de usted , como todo libro bienescri toy lleno de saber y de talento , no sólo cont ienemuchas ideas , sino que las despierta en el ánimo de quienlee , ya por ampliación y deducción ,

ya por contradicción también ; pero dejo de poner aquí las mías , para que no me acuse ustedde pesadez , se arrepienta de haberme confiadoel Prólogo , y perjudique éste el libro en vez defavorecerle .

—20 0

Baste que yo reconozca , para terminar , queel l ibro, por fortuna y mérito de usted , y parahonra de las letras españolas , en toda su ampl itud españolas , no necesita de recomendac ión nide apoyo .

Y si por el tomo conocido he de calcu lar el

mérito de los c inco que no conozco aún, me

atrevo á afirmar que el día de la aparición delos seis tomos será día faust0 en los anales denuestra total li teratura .

Mil gracias doy á usted por el ejemplar queme envía de sus obras completas. Son ocho tomos: no seis , como yo había entendido .

Después de las alabanzas , mereci das y discretas , que hacende usted , en prólogos , introducciones y apéndices , los Sres . D . Sant i agode Liniers , su pariente de usted ; D . ValentínGómez , D . Pedro B 0ñll, D . Nilo María Fabray D . Eduardo Bustillo , todo 10 que yo diga pat ecerá pálido y frío .

Quiero , no obstante , decir algo , á finde mostrar que he leído todos los tomos y que los heleído condeleite .Elegantemente impresos en Barcelona , y co

mo apadrinados , aunque no lo necesitan, por escritores peninsularesde nota , se diría que vienená aumentar nuestra riqueza literaria , y que , sin

tado y lírico del estilo . Cuando por ex traña ca

sualidadquiero emplearle , me parece que o igoá mi lado , arredrándome , la voz de Maese P edro

que dice:mo te encumbres , que toda afectac iónes mala. » Está claro que Maese Pedro habla conmigo , y para otros que se entusiasman 6 ñaj enentusiasmarse y llenan lo que escriben de Borescontrahechas , que no puede haber nada más

cursi ; pero Maese Pedro no habla para ni contrausted , que es naturalísimo y sencillísimo , y quesoloj íorea cuando las flores brotan , sinque us t edlo pueda remediar , ex abundant£a cordis. En e stecaso , más es de envidiar que de óensurar quelas haya. Envidiable es , en todos sentidos , el ardorapasionado que hace que nazcan estas ñores.Donde más me agrada en usted la tal poe sía

enprosa , que por ser natural no condeno s ino

que aplaudo y envidio, es en los elogios de mu

j eres . Nadie niega que es usted un estético apasionado de los buenos versos, de la declamación

y de la música , ui menos que es un fervorosocatólico ; pero en mucho de 10 que dice ustedyen los retratos que hace de Adelina Patti , de Sara Bernhardt , de Lucía Pastor y hasta de SantaRosa de Lima , creo descubrir (Dios me perdones ime equivoco) cierta morosa delectacióny cierta vehemencia de afectos , que me caenmuy en

gracia , porque yo, á pesar de mis cansados años ,soy todavía poco severo , pero que tal vez censuren los varones timoratos y graves , aunque no seatrevan á declarar que las susodichas delecta

20 3

c 10ny vehemencia se opongan á la verdad católica , ui á la moral cristiana , ni que las anublens iquiera en10 más diminuto .

Por otra parte , como usted no es menos vehemente y exaltado en sus amores y ensus alabanzas á otros objetos másaltos y menos materiales que la mujer , me inclino á dar porcierto quehasta los más peni tentes anacoretas perdonarán

.

á usted lo que señalo , suponiendo que sea defecto 6 más bien exceso .

Dudo mucho de que haya argentino más patriota que usted , ui americano tampoco másamante de América :pero esto no entibia el amorde ustedpor la madre España . Sea prueba deeste amor el siguiente elocuentísimo párrafo:<<Sa

'

ludadas Cádiz la pulcra , j erez la laboriosa ,Sevilla la poética

"

, Córdoba la morisca , Valenci ala fecunda, Barcelona la grande , Zaragoza laheróica, Madrid la histórica y coronada villa,

cumple á mi lealtad declarar que Améri ca estáenvanecida de haber tenido por madre 5. la nación invicta que cantaba lo divino y lo humanoconla lira de Lope y Calderón ; pintaba 10 mist icc y lo profano con los pinceles de Murillo y deVelázquez ; esculpia el ideal de la eterna bellezaconel c incel de Cano y Montañés ; fustigaba lascostumbres con la pluma de Cervantes y Quevedo

, y clavaba el Lábaro del Redentor y la picade sus soldados en lo conocido y desconocidode la tierra . »

Estos elogios, reconcentrados aquí sintética

_ zo4_

mente para España , se derraman asimismo conprofusióngenerosa sobre los artistas y escri tore sde nuestra nación y de nuestros días , y muyparticularmente sobre Tamayo y B aus , Echegaray y Rafael CalvoN ise crea por esto que usted es todo de almi

bar . Si no 10 amargo , 10 picante de la sáti ra sezona confrecuencia los escritos de usted y ponerelieve en varios cuadros cómicos 6 burlescos .

El que se ti tula ElconviteBarrientos es unmodeloen su género . Acaso ,ex agere usted la carica t urapara provocar más la risa , pero siempre se ve

la verdad , y , á pesar de la exageración, se reco110 00 la ñdelidadde los retratos .Los cuadros de costumbres y las descripcionesde usted son casi siempre 6 divertidas ó interesantes: y para nosotros t ienenademás el atractivo de 10 peregrino é inaudito que se combinacon 10 familiar , castizo y propio:nos representanescenas, lances y actos , enun mundo dist intodel cual el Atlántico nos separa , animados yejecutados por personas , en parte extrañas támbién, pero que proceden de nosotros , hablannuestro idioma y llevan nuestros apellidos ynuestra sangre .Las obras de usted no son sólo de mero pa

satiempo y de crítica artística y literaria . Lashay que encierran muy sana y ortodoxa filosofíay que son didácticas y ricas en noticias y documentos de no corto valer . Enmi sentir , lo mej oreneste género es un elogio fúnebre del Pontífice

20 6

republicano que usted sea , que se enorgullezcade la heróica vida y mas heróica muerte de tani lustre antepasado?La más extensa de las obras de usted , si pudiera considerarse como una sola obra , seríanlos dos tomos de viajes ; pero , en realidad , es tosdos tomos contienen cinco obras distintas: el

viaje de Buenos Aires á Sant iago de Chi le , pasando por Montevideo , Córdoba , Altagracia , laPampa , Achiras , SanLuis yMendoza ,y salvandolos Andes ; el regreso á Buenos Aires , embarcado ,por el estrecho de Magallanes ; la excursión á

las Sierras del Tandil , con la descripción de lapiedramovediza, monumento acaso de una edadremota , y parecido 5. otros que de t iempo inmemorial subsisten en nuestras regiones europeas , y por último , las dos obras , en mi sent i rmucho más importantes , que llevan por títuloDaCorrientes á Cumbarití y De Valparaíso á la Oroya.

De Corrientes á Cumbarz'

tí es unextraño escri to,

pintura naturalmente poética de uno de los paises más hermosos delmundo y documento hi stórico de grandísimo interés , ya que un testi

g0 ocular describe en él , con vivos colores yconmovido acento , el finde una guerra obst inada y sangrienta , en que el Paraguay quedó vencido. Son por cierto de admirar la devoción yla valentía de los paraguayos en defender su patria . He oído añrmar, y , aunque haya en elloexageración

,es tremenda alabanza , que , al ter

minar la guerra , apenas quedaban 5. vida hom

— 20 7

bres de armas tomar en aquella República . Y es

más admirable aun que fuera un tirano como elPresidente López quien tan generoso entusias

mo infundiese .Todo se explica

,no obstante , cuando se con

sidera la bondad , el brío , el candor y la condiciónenérgica y sufrida á la vez de los guaraníes , queconstituyenla inmensa mayoría de aquel pueblo .

Sobre tales prendas , que los guaraníes t ienen

pornaturaleza , vienen á ponerse la severa disciplina de los j esuitas que los cristianízarony elespíritude obediencia que acertaroná inspirarles .Al leer la sencilla y conmovedora narrac¡onhecha por usted de la tragedia , que puso término á la tiranía de López , acudí á leer de nuevol ibros que ya tenía casi olvidados , para explicarme la mal empleada heroicidadde los paraguayos: para hallar sus antecedentes y fundamento .

El Padre Antonio Ruiz Montoya escribió ypublicó enMadrid , en 1639 , su Conquista espiri

tual. En este libro se expone cómo fueron los

guaraníes convertidos por los jesuitas . OtroPadre tradujo el libro en guaraní , exornándolecon más milagros . La traducción portuguesadel manuscri to guaraní

,dada á luz por el litera

to bras ileño Almeida Nogueira , nos ofrece laclave de todo . Laaparición frecuente entre aquellos salvajes y la convivencia con ellos de ángeles y de demonios , y la repetida resurrección dedifuntos , que venían á contar cuanto habían vis

20 8

to enel cielo y todas las delicias que allí se gozaban , y los tormentos espantosos y eternos delinfierno , debieron de fanatizar aquellos ánimossencillospredisponiéndolosá0bedecerciegamen

te á los Padres , á finde ganar la gloria y de nopadecer penas tan atroces é interminables .Acaso fue conveniente entonces aquel de5píl

farro de lo sobrenatural . Por él se logró infundir en los ñeros corazones de los indios bravosla moralcristiana, y apartarlos de los vicios yde los crímenes y supersticiones de su pasadavida selvática . Por él ó sea. hac iendo prodigios ,humillaron los Padres á los payés ó hechiceros ,que también los hacían . Pero tal vez aquellaeducación religiosísima predispuso por demás álos indios á una doc ilidad y sumisión llenas depeligros

,contribuyendo á hacer posible el ad

venimiento al poder del tremebundo DoctorFrancia .Los j esuitas habían regimentado y subordinado la valentía de los indios , empleándola comounarma , contra españoles y portugueses .E s casi seguro que tenían los j esuitas razón .

Muchos de los primeros aventureros , que iban5. América

,eran unos desalmados , de aquellos

por quienes pudo deci r el poeta:

La codicia en los brazos de la suerte

Se arroja almar, la ira á las espadas ,Y la. ambición se ríe de lamuerte.

pero no era el medio mejor de amansarlos , yde procurar que los indios fraternizasen con

— 2 10

pañero de Humboldt : y que , muerto el Doctc

Francia, le sucedió el Doctor López , mantenie1do á los paraguayos bajo el mismo régimen , :bien con férula 6 vara menos dura.

Allá por los años de 1850 , no sé quien persuadió á López , y López se dejó persuadi r , de qu.debía abrir el Paraguay al comerc io y trato humanos . Y López envió á su hijo á Europa dcMinistro Plenipotenciario ubicuo , y de E uropafueron diplomáticos al Paraguay á celebrar tratados de comercio .

A no dudarlo , López quiso desde en tonces

para su patria c ierto progreso y ciert a i lustración, que se fuesen logrando con pausa. Con

mayor fuerza de voluntad hubo de quere rlo suhijo , que había viajado por Europa . y que heredó la presidencia de su padre .Fuesen , pues , las que fuesenlas causas de la

guerra , que brasileños y argent inos hicieron alParaguay , y cuya terminación , al espirar el añode 1869 , usted tan elocuentemente describe , la

más que podrá añrmarse es que dicha guerrafué justa ; que ni el Brasil ui ustedes la pudicron evitar ; pero , francamente , yo no quiero con

siderarla un triunfo de la civilización y de la li .bet tad sobre la barbarie y la tiranía ; t i ranía ybarbarie hubieran acabado sin tanto e st rago,

aunque con mayor lenti tud . No valía para adelantar aquellos bienes por algunos años pagarel adelanto con tal profusión de muertes , gastosy destrozos.

— 2 1 ]

Aquí , en España , tenemos un l ibro muy divertido que retrata fiel y cándidamente , en misentir , lo que era el Paraguay bajo la presidencia ó dominio del primer López . Si en Españahubiese más afición á la lectura , el libro de quehablo sería muy leído : se hubieran hecho de élmuchas ediciones . Quien le lee , ríe con gana yde veras de los lances , aventuras y observacio

nes del Sr . D . I ldefonso Antonio Bermejo , autordel libro , que pasó en el Paraguay cuatro 6 cinco años al servicio del tirano. Cómicos y muyraros casos refiere pero hay tal tono de buenafe , tan sincero y espontáneo esti lo en todo , que

ni por un instante asaltan dudas sobre la escru

pulosa veracidad del relato .

Todo él , y más aún la gloriosa defensa quehicieronlos paraguayos de sus hogares y aundelmismo tirano , nos los presentan como muchomás simpáticos que los que á fuego y sangrefueron5. pulirlos , á libertatlos y á hacerlos felices y cultos .Reza un añejo y cruel refrán : la letra consangre

entra. Hay desventuras ineludibles . Ocasión seofrece á cada paso de repetir la tan repetida exclamaciónvirgiliana : Sant lacrime rmm; pero laverdad es que con tantas guerras y tan atrocescomo tienen ustedes en América desde que sonindependientes y libres , pierden ustedes no pocaautoridad y crédito para vituperar las ferocidades de sus tatarabuelos los e5p2ñoles que fueroná civilizar el NuevoMundo en los pasados siglos .

El horrible método de acaba'

r con la t i raníade López y de llevar la civilización á aque llat ierra fertilísimaº, arranca de su piadoso corazónde usted , entre otras , estas sentidas voces

aFetmenta la putrefacciónsobre una alfombrade flores marchitadapor la pólvora . Cubre aquellos cadáveres , contraídos por los dolores , des

pedazados por la metralla ó desñgurados por lacorrupción, un cielo espléndido del cual parecedescender la vida . La selva impenetrable ,

elárbol frondoso , el agua estancada, parecen ex i

gir al hombre su fuerza y su inteligencia paracumplir la misión que Dios le conñara. Pero el

brazo del hombre ha sido abatido por la e spada . Su cuerpo corrompido yace mezclado con

los corceles muertos en la batalla . Solamente

j ob , colocado enmedio de la miseria y podredumbre de la muerte , podría cantar en térmi nosapropiados la desolacióndel Paraguay .»

A estas y á otras no menos conmovedoras lamentaciones de usted sólo tengo que añadir mideseo de que la paz restaure las fuerzas y saney cicatrice las heridas que han tenido ustedesque hacer al Paraguay para que sea libre ymáscivilizado .La obra de usted , que cito la última , DaVal

paraísoá laOroya, es la mejor de todas , enmisentir , 6 al menos la que me ha causado impresiónmás honda y más grata . Me parece amenisimo libro de viaje . El estilo de usted , animadoy pintoresco, tiene la fuerza de trasladar en es

tritos la consideración y la pena, que us ted nodej a de estimular , de las crueldades y actosvandálicos de Pizarro y los otros conquis tadores: pero , sin poderlo remediar , t al vez para quesea menor el remordimiento colect i vo , porqueno quiero yo entrar en discusiones , nos sentimosinclinados á no creer por completo en

'

tantas

maravillas y en tantos bienes como se suponeque hubo en el Perú , durante el imperio de losIncas . No me entra en la cabeza que hubieseentonces tantos millones de indios , hoy desapat ecidos , ni menos que los indios que quedansean más rudos y más miserables adorando áCristo que adorando al sol al Inca su parientey al Dios Pachacamac , sobre cuyo nombre ,

condiciones , atributos y naturaleza , se funda sutilteodicea . Mucho me inclino á sospechar que latal teodicea ha sido mejorada y hermoseada porla imaginación de personas ilustradas de nuestra edad 6 por misioneros candorosos que qui

sierondescubrir en ella. los rastros de la predicaciónde Santo Tomás 6 de otro apóstol , queacertó á llegar hasta allí .S i antes de los Incas , hacia el siglo X de nuestra era, habíantenido los peruanos escri tura hieroglíñca, esta escritura se había perdido entiem

po de los Incas , 10 cual implica un retrocesoen la cultura . Cuando la aparición de los españoles , sólo había los quipos 6 nudos hechos con

hilos de diversos colores. Por muy ingenioso

que supongamos este arte y pormuy hábiles y

sagaces que fueran los quifocanzayos ó interpre

tadores de qz¿£pos , me parece que es menester sobrada buena voluntad y fe grande para aceptarcomo evidentes , grac ias á los quipos , los datoscron0 16gicos y estadísticos sobre la duración,

riqueza y censo del imperio de los Incas y sobre la bienaventuranza de sus súbditos , antesde la feroz conquista española. Enfin, sea comosea , el daño hecho está ya y no tiene remedio .

Yo convengo enque los aventureros , que ibande España á las Indias solían ser unos desalmados , lo peor de cada casa: y convengo en que elPadre Valverde era un fanático ; unfraile imbuaaz

'

ra como diríamos ahora . Pero , por amor deDios , ¿no se resiste ó repugna á todo recto juicio que matásemos á disgustos y á malos tratamientos á tantos millones de seres humanos?

¿Cómo creer que déspotas como V íracocha, Pa

chacutec , Yupanqui , Huayna—Capac y Huascar , hacían más dichosos á sus súbditos , fomentabanmás la población , las ciencias , las artes yla prosperidad , que los Gobernadores y Arzobispos , enviados á Lima por los católicos reyesde España , entre los cuales Arzobispos hubosantos y entre los cuales Gobernadores ó V irreyes los hubo tanbuenos y tan ñlantrópicos comoel conde de Superunda?Sin duda que los reyes de España eran despót icos también, pero ¿cómo habían de serlo tantocomo los Incas?En fin, la misma enormidadde la acusación

2 16

que se nos hace , destruye toda su fue rza. 8610

el apasionamiento y el afánde segui r las modasde París bastan á explicar que se crea que , envirtud de leyes paternales y protectoras de losindios , y yendo á Lima de V irreye s hombreseminentes , de 10 más ilustre porsaber , nacimiento y servicios

,Hurtados de Mendoza , Toledos

,

Castros , Fernández de Córdoba , Velas cos y Portocarreros , exterminásemos mi llones y mi l lonesde indios enpoco más de trescientos años y convirtiésemos el Perú en undesierto .

Enresolución, yo entiendo , no sólo por 10 muyespañol , sino por 10 muy progresista que soy,que es tan absurdo y apasionado el suponer consaudades un imperio de los Incas , maravillosode bueno , cuya bondad destruyeron los e5p2ñoles , como el imaginar una épocade los V i rreyesmás Horeciente y feliz que la época actual , cuando emanc ipado é independiente el Perú crece enpoblac ión riqueza y cultura , abre ferrocarri lesque pronto salvarán los Andes , y se dispone áser , á pesar de recientes contratiempos y desgracias , una grande y poderosa repú blica y áconvertir á Lima en una de las más bellas , po

pulosas y espléndidas capitales del mundo .

Los capítulos sobre Chorri llos , que es el B iat ritz , el Trouville ó el Ostende peruano ; y sobrel a gama, flauta , música y canto de los indios , sonpoéticos y curiosos .Todo el libro , en suma,

nos hace formar cl aroy hermoso concepto del Perú

,en 1873 , cuando

LA RELIGI!N DE LAHUMANIDAD

(A DON JUAN EN R IQUE LAGARRIGUE )

Muy señor mío y querido amigo: M i propósito de examinar y criticar la Circular religiosa deusted , publicada enSant iago de Chile el día 6de Descartes del año 98 de laGran Crisis , quedóapenas 5. medio cumplir 6 en suspenso , por cul

pa de mis grandes quehaceres y de la dificultadde la. empresa , superior sin duda á mis fuerzas .Impidió también que yo terminase aquel traba

jo mi falta de fe en mí mismo , 6 10 desengañadísimo que estoy de mi literatura . Años ha quepadezco esta enfermedad mental 6 manía , casiincurable

,que excita á los hombres á escribir ;

pero jamás he creído en la uti lidad de mis csot itos . Mi justificación estaba y está , pues, en procurar que sean divertidos , y en que ya que noinstruyan al prój imo , le den agradable pasat iempo .

En España toda persona que lee sabe más que

yo, y toda persona que sabe menos que yo, 6 nc

sabe leer tampoco , ó no quiere fatigarse leyendo .

Carezco , pues , de público á quienenseña r ; pero ,

¿por qué , me digo no ha de haber pe rsonas 5quienes entretenganmis escritos?Por pocas quesean estas personas , de ellas hago mi pú bli co , yá ellas me dirijo .

Por lo expuesto comprenderá usted ydisculpará en mí el tono de broma conque en mis ca rtasanteriores he tratado de las doctrinas de usted .

Aun así no han faltado graves sujetos que me

han reprendidoporperder mi tiempo en exponerlocuras , aunque sea para refutarlas . Todavía nohe hallado á nadie que no califique de locu raslas doctrinas que usted sostiene . Esto acabóde retraerme de segui r exponiéndolas y refutándolas .En taldisposic1on de ánimo me encontraba

yo, cuando rec ibí desde París , donde su hermano de usted , j orge , reside un libro de este apóstolde la ¡zmnam

'

dad ti tulado Lettres surle E ll ibro me venía dedicado con frases para mí tancariñosas ylisonjeras , quehube de quedar ustedy á su hermano profundamente agradecido . Re

c ibi después , con fecha 17 de Shakespeare delaño 1 0 0 (25 de septiembre de una extensacarta (impresa en un folleto de 60 páginas) , queusted me dirige sobre. la Religiónde laHumanídad.

Y he recibido , por último , con singulardedi catoria autógrafa , otra carta de usted á la señora

222

sideraciónde que son pocos los escri tores que

escriben para revelar inauditas verdades . Harto sé que yo no he abierto ui

¿ Abriré nuevos senderosá la errante humanidad

pero ¿por qué no he de solazarme un rato charlando con ella , 6 al menos con aquella mínimaparte de ella tan desocupada y benigna que ten

ga vagar y paciencia para leerme?Con este presupuesto , voy á contestar á laamable carta de usted .

Augusto Comte es el glorioso fundador de lasecta que usted sigue , dividida hoy en dos ó másiglesias . Suponer que hasta cierto momento desu vida Augusto Comte fue juicioso , y que fuéatinad0 cuanto dijo , y que después , con el mucho cavilar, se le descompusieron los sesos , yno acertó á dec ir sino disparates , se me antoj asuposición arbitraria . O la locura de AugustoComte está en toda suvida y en todos sus escritos , ó no hay ni hubo tal locura j amás (1Para mí, tandesatinado es Augusto Comte alprinc ipio como al fin, pero yo respeto aplaudoy admiro los desatinos cuando están hábilmen

te ordenados y ent relazados , é implican saber ,entusiasmo é ingenio .La grande obra del maestro de ustedes era

( 1 ) Ya se entiende que no hay para qué tomar aquíen cuenta la locura declarada, que, durante algunos años ,y sobre todo de 1826 5. 1828, padeció Augusto Comte .

dar á la filosofía el método positivo de las ciencias , y á las ciencias la unidad de conj unto dela filosofía» .

Cuando mur10 el Maestro , el 5 de diciembrede 1857, sus discípulos y apóstoles asegurabantodos que

,salvo ligeras imperfecciones , dicha

grande obra estaba realizada: había ¡ílosofíapositiva; ciencia y filosofía se habían compenetrado y formaban completa unidad .

Convenga'mos en 10 uno ; pero ¿cómo es posible convenir en lo completo?¿No quedaba , fuera de 10 sabido por observación y por experiencia, mucho de incognoscible 6 de incógnito?

'

Mu

cho quedaba , y no me explico cómo no se ríeusted conmigo del donoso remedio que se ha buscado para este mal . Lo incógnito es incognoscible . La esfera del pensamiento humano se eneo

ge y se achica para que sólo quepa enella el conocimiento verzj icado. Todo otro conoc imiento sellama conocimiento imaginado. Se le da el títulode absoluta ó de ideal y se le declara inaccesible .

Sea así . Vayamos más allá , sí se quiere . Tratemos de suprimi r lo absoluto , y no sólo de declararlo inaccesible . Repitamos con Littré : ¡El

universo nos aparece hoy como un conj unto , cuyas causas están en él mismo , y que llamamosleyes . La inmanencia es la 0 1en0 1a que explicael universo por causas que están en él . La inmanencia es directamente infinita , porque , desechando tipos y figuras , nos pone en inmediata

224

relación con los motores eternos de un universci limitado , y descubre al pensamiento es tupe facto y extasiado los mundos lanzados en el abismo del espacio y la vida lanzada en el abismodel t iempo . » Con más claridad y con menos pom

pa, esto significa que no hay Dios ; que elmundo es eterno ; que él mismo es causa y e fecto ; yque sin inteligencia crea inteligencia , sinvolun

tadni saber impone leyes indefectibles , sinvidacrea vidas , y sin ser persona produce pe rsonas .Fuera de lo absurdo , gratuito y pasmoso de tales afirmaciones clara se ve la contradicc ión enque Lit tré incurre . N i una sola de esas afirmaciones es conocimiento verzficado; nace de obser

vación, de experienc ia , de lo .que él l lama filosotía posit iva 6 ciencia pura . Luego es teología

,

aunque negativa : luego es metafísica; y al pone rtales

'

afirmaciones destruímos todo el sistema, y ,

en vez de sostener que pasó el período teológicoy que pasó el período metafísico , y que hoy est amos ya en el período científico, en plena edadde razón

,volvemos á ser teólogos 6 metafí s icos ,

aunque harto empecatados .

Yo no tengo en este punto que refutar á Littré: él mismo se refuta y se retracta , con másrecto aviso , diciendo: aN 0 conocemosui el origenni el finde las cosas y no hay razón para negaruipara afirmar que haya algo más allá de ese origen y de ese fin. » Ladoctrina 6 filosofía posi t ivano niega , pues , ui afirma á Dios . La Natura lezano vale para reemplazarle . ¡ ¿Quién es esa seno

cuajandose y brotando unmistic ismo flamante?En todo caso , esto sería lo que llama el vulgosalto atrás , y lo que llaman ataw

'

smo los doc tos .

Según usted asegura , y según aseguran otrosautores , Augusto Comte se inspiró en el condeJosé de Maistre , éste enel teósofo Saint—Martin,

y Saint—Mart in en aquel español 6 portuguésmisteriosísimo que se firmaba Martinez Pascual ,

que escribió la Reintegmción de los seres , influyótanto enelHorecimiento de los mistic ismos y teosofias del finde la pasada centuria , y desapareció luego .

Como quiera que ello sea , fuerza es conveni ren que el más i lustre discípulo de Augusto Comte fue Emilio Littré , y en que Emilio Li ttré , ála muerte del Maestro , aceptó la herenc ia á beneficio de inventario , repudíando

'

notable partede ella . Otros la recogieron y la aceptaron todaconplena piedad , y de aquí el cisma , que aúndura .

Para no confundirnos , llamaré al positivismode Li ttré no religiosa, y llamaré religioso al posit ivismo de usted y de los que como usted piensan .

Bueno es , no obstante , que se entienda desdeluego que el posit ivismo no religioso de Li t t répuede concertarse undía , si ya no se conciert aen algunos espíritus , con religión verdadera , yaun con teosofía y aun con misticismo exal

t ado , mientras que en el positivismo de ustedes ,con ese vano y absurdo fantasma de religiónqueponenustedes, es imposible 6 incompatible toda

227

relig10n que tenga algunas condiciones de tal .Hasta 1842 , en que publicó Augusto Comte eltomo VI y

_último de su Curso de filosofía positivatodos los hombres que le siguen y pueden contarse por posit ivistas , con más ó menos reetricciones , correcciones 6 aditamentos , como el citado Li ttré , Herberto Spencer , Stuart M ill ,Lewes , Taine , Robinet ,

'

Hux ley y otros , creen

que Augusto Comte estaba sano ; pero ya, en1845, empieza el período patológico de la vidadel maestro . Su locura es evidente y declaradapara todos los dichos sabios , desde 1851 , en quepublica el Maestro su Sistema de políticapositivaó tratadode Sociología, instituymdo la religiónde la

humanidad.

Divididos así en dos el espíri tu y la vida deComte , tenemos unComte 10 0 0 y otro cuerdo .

Los que le aceptan y gloriñcan hasta 1845 seconsideran juiciosísimos , y declaran loco alMaestro durante los últ imos doce años de su vida ,y á todos ustedes , que le aceptan por completo ,los dan por locos de remate , hablando sinrodeosy dej ando á un lado las perífrasis y los eufemismos elegantes ó científicos de que ellos se valenal formular la declaración .

Para el que , como yo , no es posi tivista , ui deuna clase uide otra ; para el que entiende que nose acabó ya la teología , ni se acabó la metafísica á fmde que no haya más que ciencia , y para el que cree que toda ciencia es imposible sinmetafísica y sin teología , t anto los positivistas

228

no relig iosos como los religiosos , se e quivocan;pero

,sin duda , enmi sentir , se equivocan más

ustedes , los religiosos , sin que llame yo por esoá la equivocación

'

locura, sino error 6 ex t ravíogeneroso nacido de unnoble y puro sentimientoque enbalde han querido ustedes ahogar en elalma .

Yo no niego , adem'

ás,que hay un procedi

miento dialéctico en el pensamiento de Comte ;que no funda su religión porqué sí ; que su t e

ligiónno fue 10 que vulgarmente llamamos unasalida de tono .

Lo que hay de más simpático en el positivismo es la crítica , á mi ver , imparcial , elevada ,entusiasta y optimista con que j uzga la historia,

para marcar en ella el mo'

vimient0 ascendentedel humano linaje hacia la luz y hacia el b ien ,pasando por los estados teológico y met afís icopara llegar al c ientífico al cabo . En este pro

greso, los positivistas declaran , y usted confirma ,

que la creaciónmás grande del hombre ha s idola Iglesia católica , insti tución soberana del or

den social , comunidad de los pueblos en unamisma fe , organismo tan alto y benéfico , que ,

como usted asegura j amás puede desaparec er .Y añade usted luego: (L o que sí sucederá es quese perfeccione . » Y esta perfección fué muy extraña. Augusto Comte se convirtió en PadreSanto ; apartó las personas reales de Dios y dela Virgen Madre , y puso en lugar de ell as , yusurpando sus nombres , dos figuras retóri cas ; y

230

El remate de su doctrina oficial es como

punto elevado , resbaladizo , conabismos por todas partes , donde se exige al posit ivis ta que su

tenga en equi librio , y donde el equili brio no eposible . Es necesario caer en alguno de eso

abismos .No es dado quedarse sin negar ni añrmar la

materia eterna 6 Dios . El posit ivista cae delescollo en que se ha encaramado aunque se aga '

rre con las uñas , á fin de no caerse , á los preceptºs de Littré , declarándose , con modes tia .

incompetente para decidir sobre tales asuntos .Lo más común es que caiga en el materialismo y en el ateísmo . Li ttré cae con frecuenciacomo se lo prueba Caro en el extenso l ibro queha escrito sobre él , y al que me remito .

Y cae también la turbamulta de posi t ivi stasfranceses , ingleses , alemanes y españoles , queconmás ó menos pudor y disimulo van5. segui1la bandera de B ííchner, de Moleschott , de Carlos Vogt ó de Haeckel .El señor Menendez y Pelayo , que ha estudiado bien todo esto en sus Heterodoxos, trae l a rgalista de secuaces del positivimismo en Españay apenas hay uno que se haya quedado en laneutralidad modesta y antimetafísica: casi todoscaen en el materialismo , descollando entre el losel catalán Pompeyo ]aner . Hasta los antiguosy nebulosos krausistas , empezando por don N icolás Salmerón, han venido á dar en el positivism0 en los últimos tiempos ; pero todos esto:

23 1

posit ivistas españoles pertenecen á la secta noreligiosa. Menendez y Pelayo , cuya diligenciay erudición son admirables , sólo nos ci ta dospositivistas e5pañoles religiosos: D . José Segundo Flótez y el naturalista cubano don AndrésP0 ey , ninguno de los cuales debe haber fundado iglesia entre nosotros . Si la ha fundado , es

tará escondida en tenebrosas catacumbas , cuando Menéndez y Pelayo , que todo 10 escudriña ,no ha dado con ella . Lic i to es , pues , afirmarsintéticamente que enEspaña no hay positivistas religiosos . La Religión de la Humanidad ,no hace prosélitos por aquí . Estéril y desairadamisión me parece esa que usted y su hermanoquieren confiamos , á doña Emilia Pardo Bazány á mí , de ser en España los apóstoles de laReligión de la Humanidad: el Sant iago y laSanta Teresa de esta nueva creencia .

Las l1sonjas , amonestac iones y consejos de usted soncantos de sirena

,á los cuales doña Emi

lia y yo debemos tabicar con cera los oídos , imitando al prudente Ulises . Si los oyésemos , sinos dej ásemos seducir

,iríamos á parar al cómi

co martirio , no de la hoguera , no de la degollación, no de la estrangulac ión, sino de las silbasy de las burlas . España está muy hundida en elnegativismo; como usted le llama: y no hay quienla saque de él á tres tirones . Lo que dice ustedá doña Emilia es para deslumbrar á cualquiera ,pero ella no es un cualquiera y no se dejarádeslumbrar. Usted le dice , entre otras cosas:

232

.Anhelo que revele usted la Religiónde,la Hu

manidadá las nobles españolas , sus compatriotas ; que las haga infiuir en la convers i ónde sus

padres , de sus esposos , de sus hijos descaminados en el mgatívísmo ; que convierta usted misma, exhortándolos fuertemente , á varios delos esclarecidos varones de España , para quese pongan al servic io de la grandiosa doctrina con la que tanto pueden enaltece r á su pa

tria y al mundo entero ; que su palabra c i rculeradiante de unción , no sólo por la península ibérica , sino tambiénpor toda la América española, infundiendo convicc iones tan sublimes comoinquebrantables: que su santa y vigorosa elocuencia invada á París para concurrir á la regeneracióndeñniva de la gran ciudad por la cualse modelan todas las naciones ; y que , cuandollegue la hora solemne de sutransformaciónpersonal de la vida objetiva á la vida subje t iva

(pasar de la vida objetiva á la vida subj e t ivaequivale á morirse entre los profanos ) , experi

mente usted el inefable goce de haber ttabajadode todo corazónyoontodas sus fuerzas porlaRe

ligiónuniversal, y pase á incorporarse , resplandeciend0 con eterna aureola , en la Humanidad ,nuestro verdadero Sét Supremo , desde cuyoglorioso seno continuaría usted guiando almascon el inolvidable ejemplo de su abnegada l abor ,y con sus virtuosos y magistrales esc ritos » .

En medio del entusiasmo de la elocuencia,

delprofundo convenc imiento de usted , doña Emi

234

de lanzarse á otros mundos , chico inconveniente sería que éste se hundiese 6 acabase . N os

pondríamos en salvo y nos iríamos á planetasmás bellos y más cómodos , diciendo: A hí quedaeso, ¿omo dicen que dijo el cura de Gabia .

No hay , con todo , medio alguno de que ustedes acepten ui cuerpos Húidos , ni nada que sea

equivalente . Sonustedes tan materi al istas y tanateos como el que más . LaReligión de la humanidad es sólo poesía sin substancia y de l i riovano.

Como únicamente puede comprenderse la t e

ligiónde ustedes es como uno de los mil arbitrios , el más ineficaz , á mi ver, 5. que apelan lospensadores de nuestros días , cuando , despuésde destruir la realidad superior 6 invisible dentro de lo conocido , buscan lo ideal, y hablan deél y quierenrendirle adoración y culto .

Todo otro arbitrio para poner lo ideal, es , t e

pito ,más eficaz que el de ustedes. Aun suponiendo que la razón , la mentalidaddel siglo x1x comousted la llama , no logre columbrarle , ¿por quéhemos de negar que no logren columbrarle ot rasfacultades del alma humana , y que no le ve any reconozcan, no sólo como ideal, sino como real,con limpia , clara y refulgente realidad obj et iva ,cuya luz acabe por penetrar en el universo con

cebido por la ciencia , y encerrado por ell a en

cárcel sombria , y al fin le i lumine y le explique?Yo confieso que no pocas de estas tent at ivas

de realizar lo ideal , y de traerle al mundo de la

— 235

c iencia , y de iluminar con él sus t inieblas, mesonsimpáticas , por disparatadas que sean. Por

esto me hacen tanta gracia el perfeccionismo dósoluto del señor Dosamantes , el espiritismo , elbudismo esotérico y otros sistemas así .Hay varias escuelas de ateísmo , todas , pordesgrac ia muy florecientes ahora . Si sus principios no se hubieran infiltrado en las almas demucha gente vulgar , que no ha estudiado naday que ñlosofa sin saber que ñlosofa, y como porinstinto , apenas tendría yo excusa para hablarde estas cosas con ligereza , y sin detenido es

tudio y reposo ; pero yo, al discurrir sobre es

to, no voy á revelar 10 que se afirma en las cátedras y entre los muy doctos , sino que voy átratarde ideas que corren y se difunden por lascalles y por las plazas , que penetran en la vidasocial 6 inñuyen en ella .

Aunque se me tilde de impropiedad en el lenguaje porque enlo falso y en lo absurdo no que

pa más ui menos , yo empiezo por creer que ,

s iendo absurdas todas las negaciones de Dios ,hay unas más absurdas , y menos absurdas otras .Si el mundo es un valle de lágrimas sin es

peranza enotra vida mejor ; si todos los serespadecen; si la inj usticia triunfa ; si el orden físicoy el ordenmoral no existeny si no haymás quedesorden, como no hemos de suponer un poderinfini to que se complazca en el dolor y en lamiseria , ni tampoco hemos de fingir para so

beran0 ordenador del mundo un 561 benigno ,

_ 236_

pero sin fuerza y sin saber que basten á remediar lo malo , 6, mejor dicho , si no habe rlo hecho ,parece legítima consecuencia la negación deDios . Lo falso está en las premisas , pre scindiendo ahora de 10 misterioso é inexplicab le de quelos seres obedezcan á ciertas leyes , aunqu e seaninicuas , sin que haya legislador que dé esas le

y es ; de que salga la conciencia de 10 que no t iene concienc ia , y de que brote un pruri to certero

y una voluntad eficaz de ser , sin persona dondeia raíz de este pruri to y de esta voluntad re sida .

Con todo: yo creo que el ateísmo pesimistade Leopardi , de Schopenhauer y de Hartmann ,e s el menos desatinado: hay en él no pog o delbudismo trasplantado á Europa .

Pero cuando sostenemos que todo está divinamente concertado ; que todo concurre y seencamina á la perfecc ión de modo indefect i ble

,

s e comprende mucho menos que nadie sea at eo .

Augusto Comte , á mediados de este siglo descubrió y explicó las leyes por cuya virtud e l linaje humano va encaminándose á una subl imey noble bienaventuranza á t ravés de los períodosteológico , metafísico y , por último posit ivo ; peroe stas leyes que descubrió Augusto Comte es

tabanya promulgadas y eranobedecidas desdee l principio 6 desde la eternidad ; luego hubo inteligencia que las dictó y poder que las hizo obedecer desde entonces . Tan acertadas y bie nhechoras leyes no las dictó ui las impuso el GranFetiche , que es la t ierra que habitamos , ui el

238

mujeres , de plagio de la devoción á la V i rgenMaría de los católicos . No deroga la religióndeustedes , que no es rel igión , la ley positivi sta quehace de la religión el grado ínfimo en el desarrol lo intelectual de los hombres . La religión de ustedes es unobjeto artístico , un primor , un adorno, de mejor 6 peor gusto , pero que , en 10 esencial, ui quita ui pone .No hay que decir que yo no creo en la afir

maciónde Augusto Comte . Yo creo lo contrario .

La religiónes inmortal , es indestruct ible comociencia y como sentimiento . Desde todos lospuntos , desde aquellos que más distantes nosparecen , y por todos los caminos , cuando máspensamos apartamos de la religión , de la metafísica y de la teología , volvemos á ellas , sinpoder evitarlo . S i algún valor t iene la relig iónde ustedes , es el de la sombra , el del espect ro ,

que distrae y fascina y tal vez impide á ustedes6 ver la verdadera religión que penetra en el

positivismo , 6 salir á buscarla , desde el seno deese posit ivismo , siguiendo sus métodos , y apoyéndose en él y tomándole como punto de part ida .

En contraposición á l a vana religión de ustedes , he de permit irme decirles algo , dado 10 poco que sé y creo penetrar , de los esfuerzos y tentativas para recobrar la religión verdadera ypara hacer de ella una ciencia positiva en el seno del posit ivismo , completando así la enciclope

'

diade Augusto Comte , y añadiendo á sus seis

239

ciencias , que se siguen y encadenan , otra másalta que es la teología .

Bien puede asegurarse que Herberto Spencerha mejorado y perfeccionado el posit ivismo ,c reando la filosofíade laevolución, por cuya virtudtrata de explicarlo todo . Lo que se queda porexplicar, 6 es 10 incognoscible en sí , 6 la acciónde 10 incognoscible . Tenemos , pues , lo incognoscible fuera de la ciencia ; pero algo es , ya que ,al afirmar que no se dejaconocer , lo añrmam0 5 .

De esta suerte Herberto Spencer , que procedeal principio como Augusto Comte

,considerando

la religión como superst icióny puerilidad , vuelve reñex ivamente á la religióndespués de haberrecorrido toda la ciencia . Herberto Spencer funda esta segunda religiónreñex iva, la religión dede 10 íncognoscible , y aun la pone por cima detoda la ciencia : inexpugnable , invencible in

destructible .aLa omnipresencia , dice , de algo superior alentendimiento humano , es una creencia comúná todas las religiones. Nada tiene que temer esta creencia de la lógica más severa . E s una verdad última de la mayor certidumbre , una verdadsobre la cual las religiones todas están de acuerdo , y está de acuerdo igualmente la. ciencia .

Hay un poder impenetrable , del cual es manifestaciónel Universo . »

Fundada así la religión agnóstica , ya, segúnhe leído en varios libros , hay en Inglaterra po

posítivistas que han formado Iglesia para dar

culto á este incognoscible , escondido siempre y

presente siempre en todo . En el fondo de todoslos fenómenos físicos y morales está 10 incognoscible , está 10 que nosotros llamamos Dios , yesto es 10 que adoran.

Para Herberto Spencer , tiempo , espacio , causa, substancia , movimiento , espíritu , son tér

minos ininteligibles y llenos de contradicciones .No sabemos más que enlazar algunos fenóme

nos según la ley de cont inuidad . Resulta , pues ,al último extremo del empirismo bacon iano ydel positivismo comtiano

,unprofundo mi sterio

religioso . Detrás de cada objeto , en el centro decada cosa , en nosotros mismos , está 10 incognoscible , y todo es efecto de su perpetua 6 incesante operacióndivina .

Apenas hay filósofos que no se contradigan,

y Herberto Spencerno es excepción de la regla .

Al lado de la modestia conque declara que c asino sabe nada , viene la inaudita y temeraria

preten510n de explicarlo todo con suevoluciónuniversal . Empieza por la nebulosa primi tiva ,y , desde e lla , con suevoluc ión, nos va creandolos astros , los fenómenos geológicos , la apariciónde la vida , y luego el progreso de plant as yanimales , y , por último , el desarrollo de la sensibilidady de la inteligenc ia , las artes , los oficios , el saber , la formación de las sociedades , ysuñorecimiento y sus adelantos .Lo c ierto es que , supuestos 10 incognosc ibley su perpetua operación divina , con decir será

242

j ado de microbios . Esto sería trasladar la diñcultadá ese astro viejo ; endosársela, pero noresolverla .

Con la aparición de la conciencia , del entendimiento , del sérhumano , ocurre lo mismo .

Entre lo que vive y 10 que no vive , entre 10que piensa y 10 que no piensa , no hay términomedio ; no hay eslabón que enlace la cadena yacredite como evidente la ley de continuidad .

De la substancia viva más imperfecta á l a substeueia sin vida más hermosa y rica , al diaman te ,al cristal , al 0 10 más puro , hay un abismo . Ydesde el más grosero pensamiento al insti ntomás perfecto del animal , hay otro abismo también. Fuerza es , pues , admitir la solución de lacontinuidad de Herberto Spencer , y tres evoluciones en vez de una: la de la materia inorgánica , la de la vida y la de la conciencia .Ignoro si un señor llamado Enrique Drum

m0nd, es inglés , 6 yankee. Sólo sé que , estando

yo en los Estados Unidos , apareció allí y se puso muy en moda un libro suyo , impreso en Boston , que se titula Leyes naturales enel mundo as

pirítual.

Aunque yo, según he confesado , sé poquísimo,

y no tengo la pretensión de enseñar , y sólo es

crib0 para divertirme y divertir , si puedo , áquien me lea, todavía , sin pasar de mero añcionado á sabio , tengo mis opiniones arraigadísimas , contra las cuales nada prevalece . Y unade estas opiniones es que el método empírico

243

sirve para explicar los fenómenos y sus relaciones: para clasificar los seres y ponerlos como enun casillero ; mas no para explicar las causasy elevarse á la metafísica , previamente desechada . Así , pues , yo considero falso el pensamiento fundamental de Enrique Drummond , y yoconsidero irrealizable su intento .

Sin embargo , el intento de Enrique Drumm0ndes tan sano y tan sublimemente benévoloy el arte y el discurso con que le realiza son taningeniosos , que no puedo resistir la tentaciónde hacer aquí un extracto de su sistema .

Así verá usted como la mentalidad, en este tercer período histórico llamado posit ivo , no excluye la religión ui la teología , sino que desdeel seno del positivismo , y por métodos positivist as , volvemos á ellas . Y volvemos , no ya sólo áuna religión metafísica , á una teología natural6 teodicea creada por el discurso , sino á la t e

ligión revelada , crist iana , posit iva y católica .

Usted y su hermano , que son tan entusiastasy tan devotos de San Pablo , de Santa Teresade j esús y de San Ignacio de Loyola , quién sabe si cuando vean que , sin dejar los carri les delpositivismo , pueden llegar con Enrique Drummond á creer en 10 que creyerondichos Santos ,no acabarán por abjurar de esa Religión de laHumanidad , sin más Dios que la Humanidadmisma , y por volver al Catolicismo , elc ual , dado

'

, como yo creo , que la religión no ha cone lnido

'

ni concluirá nunca', es la verdadera te

244

ligiónde la Humanidad : la religión defini t i va.

Pero tratar de esto requiere bastan te ex tensióny capítulo aparte .

En estos últimos días he recibido un nuevofolleto de usted (segunda carta si D . ZorobabelRodríguez) , por el cual veo que sigue usted predicando su Religión de la Humanidad , aunqueasegura que no quiere polémicas . Yo no las quiero tampoco: pero necesito exponer las razones

pr¡nc¡pales que me mueven si no convert irme ,como usted me aconsej a en la extensa carta queme escribió ; y además , esto me de. ocasión paradiscurrir y cavilar sobre la irreligión del día,

sobre eso que usted l lama la mentalidad del período positivo en que estamos , mentalidadque se

opone , según usted , á que creamos en nada so

brenatural, por donde SanPablo , San Franciscode Asís , San Ignacio de Loyola , y todos losmejores Santos del Calendario , y todos los másnobles y generosos héroes de la Histori a

, no

creerían enDios si viviesen ahora , y sólo á laHumanidad darían adorac ión y culto .

E s innegable que el materialismo , el ate í smoy el posit ivismo , que es un ateísmo disimuladoy vergonzante , ñorecen demasiado en el día,

pero los positivistas y ateos se engañan en imaginer que el mundo es ya de ellos , y que es ta

246

6 interpretando con piedad profunda el apólog0

famoso de N atánel Sabio .

Harto sé que se me dirá que todos es tos flamantes profetas estaban locos de atar ; pero veamos , por otra parte , cómo sigue reinando el es

piritu religioso , y habrá que decirme que está10 00 todo el humano linaje , 6 habrá que confesarque la religión , la te y la creencia en Dios son

indestructibles .No voy (1 ci tar á ningún Padre de la Iglesi a ,

ui 5. ningún apologista católico , sino al Sr . V acherot , el cual entiende que Dios no existe s inoen nuestra mente , que es nuestra hechura , y quedesaparecerá con nosotros . Dios , sin embargo ,para el Sr . Vachetºt , está muy lejos de desaparecer .En su libro La religión, presume este autorque la religión pasará ; que el linaje humano dat á al cabo el salto progresivo del estado religiosoal estadocientífico; pero ¿quién sabe?E l día enquese dé este salto , está aún á millares de años denosotros .M is libros están tan en desorden , que he an

dado media hora buscando uno muy dive rt idopara citársele á usted con exactitud (á este pro

pósito) , y no he podido hallarle . Sea todo porDios . Es este libro de un sabio francés , no recuerdo el nombre , el cual asegura que La humanidad, considerada ensuvida colectiva, no hanacidoaún. Para este señor , el 561 Supremo de AugustoComte es un Diosnonato. LaHumanidad , según

247

sus cálculos, nacerá dentro de catorce mil años ,si mal no recuerdo. Compaginando esto ahoracon lo que dice Vacherot sobre el salto del estado religioso al científico , me atrevo á preverque el tal salto no se hará hasta dentro de losmencionados catorce mil años.Por lo pronto tenemos á <;asi todos los hombres aferradísimos á la religión , y , por consiguiente , incapaces de elevarse á la. vida colect iva .

aSi tendemos la vista, dice Vacherot , por elinmenso imperio de las religiones , en pleno siglo x xx , este espectáculo desanimará á los librepensadores , que esperan ó creen llegado el reinode la razón en nuestro planeta , y tranquilizará álos creyentes , asustados con las conquistas de laincredulidad , en los tres últimos siglos .»En efecto: Vacherot echa sus cuentas , tomando los datos del primer libro de Geografía6 de Estadística que t iene en casa , y resulta quede

.mil doscientos millones de seres humanos ,

que pueblan el mundo , casi todos profesan alguna religión . Hay centenares de millones decrist ianos , de budistas y de,

muslimes ; y , 10 quees más de lamentar para los filósofos , hasta lasmás antiguas supersticiones, sectas y religionessemiselváticas , persisten aún . El fetichismo yel chamanismo conservan millones de sectarios .

¿Dónde está , pues , esamentalidad, propiade laépoca, y que tan resueltamente prohibe , no ya.

248

seguir una religión positiva , sino cree r en D iosracionalmente?En la carta que usted me escribe , en las queescribe á Doña Emilia y á D . Zorobabel , y entodos los otros escritos , habla usted de di chamentalidad; pero ni me la enseña , ni yo la veo ,

Lo que yo veo y 10 que ve todo el mundo es

que , enfrente de la inmensa turba de creye ntes ,apenas habrá , esparcidos por toda la faz de lat ierra , unos cuantos miles de librepensadoresincrédulos .Lamentalidadde que usted habla no es , pues ,general . Debe quedar reducida á los sabios y iilósofos , 6, mejor diremos , á los sabios sólo , ya

que usted no admite tampoco , en estos t iempos ,la filosofía especulativa 6 metafísica . S ign ifica ,sin duda , la tal mentalidad, que la cienc ia y lareligión son incompatibles en el estado de pro

greso á que la c ienc ia ha llegado .

Si la ciencia se divulga , la increduli dad , sinla cual no hay ciencia

,también debe divulgarse .

Supongamos ahora que los pueblos bárbarosdel Oriente inmóvil , y que las turbas rudas ysin ciencia de Europa y de América , y los semisalvaj es de África , todos religiosos , su modocada uno , no deben contar por nada , y que elporvenir y los destinos del género humano dependende los sabios , que casi todos viven en

las grandes capitales . ¿Cuándo lograrán estossabios difundir por donde quiera su mentalidad,como usted la llama?

_ 250 _

cantidad de sabios incrédulos que se inclinan áque sea la incredulidad exclusivo privi legio delos sabios . Por un lado , matan 6 creen matartoda creencia religiosa en los libros que componen , y por otro l ado , deplorancon amargura quelas creencias mueran . Se parecen á aquel Reyde un cuento oriental , que había dado su palabra real de decapitar á cuantos se pusiesen áadivinat cierto enigma y no le adivinasen . Losalrededores de la gran capital del referido Reyestaban llenos de cabezas cortadas , colocadasen sendos postes ; pero , como el Rey tenía muycompasivo y buen corazón , no hacía más quellorar por aquellas muertes de que él m ismo eracausa , para no faltar á su palabra .Convengamos en que son dignos de risa losincrédulos llorones . Si es i lusión , si es ment i ratodo lo trascendente y divino , ¿por qué llorarsu pérdida?El sabio , que consagra su vida á laverdad , ¿cómo puede ñgurarse que la verdad sea

nociva y funesta? ¿Cómo da por cimiento á. laventura de sus semej antes , á su moralidad y ásubondad , el error , el engaño ó la falsia.

Los posit ivistas ortodoxos como usted, y no

pocos sabios incrédulos de otras escuelas , son

en este punto más lógicos . Para unos , toda t e

ligiónha sido siempre contraria á la moral , 5. ladicha y al progreso ; para otros , ha sido toda t e

ligiónutilisima, indispensable , hasta hace muypoco , para todos esos altos fines ; mas para todosellos toda religión es perj udicial en el día, salvo

251

la meramente alegórica que ustedes han inventado .

No negaré que ustedes se contradicen menos ;pero son ustedes pocos , y no todos muy firmesen suopinión. Al fundar la moral , sin el sostény la base de una metafísica ó de una doctrinareligiosa

,tocan ustedes la dificultad ; y á menu

do vacilan . A veces salen ustedes por el registroque menos se prevé . Pondré de ello un ejemplocuri0 sísimo y algo chistoso .

El Sr . Guyauha escrito una obra titulada LaIrreligión. Para él ¿onsiste el venturoso potvenir de nuestra especie en que la religión se acabe , y casi la da ya por acabada . S in dificultad ,á suver y del modo más llano , establece estesabio una moral excelente . Todo el orden socialno sólo le explica , sino que le crea , como explicaba Laplace el orden del universo , sinla hipótesis de D ios; pero aquí vienen los apuros ; dondemenos se piensa salta la liebre . Los hombresilustrados é i rreligiosos querrán tener pocos hijos que mantener y educar , y las mujeres ilustradas é i rreligiosas apenas querrán parir alguno que otro . Entretanto , las gentes ruif1es 6 indoctas , las razas inferiores , echarán al mundocondesmedida profusión infinidad de chiquillos .

Por 10 cual teme el Sr. Guyanque el linaj e humano degenere ; que los sabios disminuyan ; quelos pueblos más cultos , como Francia , se enña

quezcany pierdan población , y que los negritosuotros salvajes 10 llenen y dominen todo. No

recuerdo si el Sr . Guyauarbitra algún recursopara salvar esta dificultad ; pero el caso es que

la pone .Y no es de maravillar que ponga una sola,sino que no ponga muchas . Lo que es yo , por

más que medito , no veo posible la moral , sin teligión 6 metafísica que la sirva de base .

Prescindamos de toda revelación sobrenatu

ral ; no prestemos crédito sino á los dic t ados denuestra razón; pero , aun así , si no afirmo unDios legislador y hombres con alma responsable , con libre albedrío , capaces de vencer lasnaturales impurezas y de sobreponerse á losmalos instintos para realizar la j ust i cia, elbieny la caridad en el mundo , aun en cont ra de suspropios intereses , no veo que pueda fundarserac ionalmente moral alguna .Cierto que el gran crítico Lessing separa eldogma crist iano de la moral de Cristo , como hacenustedes . Para Lessing , la moral es independiente del dogma : independiente de és ta 6 deaquélla determinada metafísica ó teología ; peroLessing no destruye por eso toda teología ytodametafísica ; antes pone como cimiento firmisimo de la moral una metafísica perenne ensusprincipios radicales , una teodicea nat ural , queafirma á Dios , omnipresente en el universo , causa del orden y del progreso , revelándose gradualmente y educando al linaje humano pormedio de sucesivas revelaciones . La religiónnatural , la metafísica perenne , aunque progresiva,

254

se oponen , pues , 6. la te , digan Draper y otrospor el estilo 10 que se les ant0je . N o sonembastetos , nihipócritas , Faraday , Murchison HughM il ler , Humphry Davy , Jorge Stephenson , elPadre Secchi , Cuvier , Flourens , Cauchy , B i0 t,

los Ampere , Chevreul , Pasteur y otros mil, quesería prolijo ir aquí enumerando .

A los que no hemos estudiado y sabemos po

quísim0 de ciencias naturales 6. cada paso tratan los físicos , químicos y biólogos incrédulos detaparnos la boca , echándonos en cara nuestraignorancia . Como no hemos estudiado 10 queellos , no atinamos á explicarnos el Universo sinDios : la contradicción entre la razón y la ciencia . El mejor y más fácil modo de contest arleses citar á esos otros sabios que son de nuestraopinión y á quienes no pueden recusar porignorancia.

En 1865 hubo en Inglaterra , que no es paísmuy atrasado , un meeting ó asambleade naturalistas , químicos , astrónomos , etc . ; y seisc i entosdiez y siete , nada menos , escribieron , firmarony publicaron un manifiesto , declarando que lasciencias que profesan no van contra D ios , nicontra la religión , ni siquiera contra la. B iblia.Si algo inventan ó sostienen que parezca opo

nerse á la palabra de Dios 6 á sus Sagradas Escrituras , ya es porque la ciencia es incompletis ima aún, y se debe esperar que , cuando se com

plete , se conciliará todo ; ya es porque h emosinterpretado mal el sentido de las Sagradas Es

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crituras de suerte que el descubrimiento cientifico no se opone á la misma palabra de Dios ,sino á la torcida interpretación que le hemosdado .

Ya y é usted cuán poco irreligiosa es la sanay más docta mentalidaddel siglo presente .Toda religión tiene aun muchos creyentes ydefensores , y la nuestra más que ninguna , aunque no he de negar yo que bastantes pequen confrecuencia por exceso de celo .

La revelación divina no pudo hacerse toda deuna vez y sobre todo . La marcha ascendentedel linaje humano , la ley de la historia , el desenvolvimiento intelectual de las sociedades yde los individuos , todo esto no sería , ó las cosasseríande muy diversa manera , si Dios 10 hubieta revelado todo en un solo momento: de un gol

pe . El hombre , además , 6 natural 6 sobrenatu

t almente , hubiera sido hecho 6 rehecho por muydiverso estilo , para que se prestase á recibir larevelación , á entenderla , y á que no fuese enbalde . El maestro vapor sus pasos contados enseñando á sus discípulos , y no les explica la lógica antes de la gramática , ni el cálculo integralantes de las cuatro reglas de la Aritmética .

Si los primeros Patriarcas , y Abraham , y]acob , hubieran enseñado toda la doctrina , nadahubiera tenido que revelar Moisés ; y si Moi séslo hubiera enseñado todo , hubiera sido supérñuala revelación de Cristo . Cristo mismo , en la ultima cena , cuando se despide de sus discípulos ,

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declara que aún no 10 ha revelado todo . ¡Aún

tengo que deciros muchas cosas , pone el textode San Juan: mas no las podéis llevar ahora .»Esto es: ahora no os aprovecharían ; no las comprenderíais bien. Y añade luego: ¡Mas cuando viniere aquel espíritude verdad , os enseñará todala verdad . » Lo cual , aunque se interpre te conlamás tímorata interpretac ión , dic iendo que esoque Cristo se dejó pordecir se 10 dijo á los Apóstoles después de resucitado y 10 inspiró elEspiri tuSanto cuando bajó sobre ellos , todavía esprueba evidente de que no es la revelac i ón simultánea y completa , sino sucesiva , y adaptándose á la capac idad de los hombres á qui enes sehace . En confirmac ión de 10 cual viene bienaquello de SanPablo 5. los de Corinto , cuandoles dice que los aliment a con leche y no con

manj ares sólidos queno puedendigeri r todavía .Traigo aquí todo esto muy pertinentemente ,

ya que de no entenderlo se han seguido g ravesmales . Bastantes sabios piadosísimos se hanem

peñado enprobar que en la Biblia est á todo y

que Moisés sabía y revelaba cuanto hay que seber y revelar de física , química , matemát icas,paleontología , cosmogonia , etc . ; y en cambiootros incrédulos , en esto no menos cándidos , seobstinan y se enorgullecendisputando conMoi

sés y probándole que no sabía el sistemade Co

pérnico ,ui que el agua se componía de ox ígeno

y de hidrógeno , ui otras muchas cosas por el est i lo . Los primeros deducen de esta disputa la

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esta suerte , imagina el apologista que deja demostrado que Moisés sabía , por reve lacióndivina , todo 10 que la. ciencia ha descub ierto , tresmil años después , acerca de la Creación delMundo .Almás rudo , si recapacita un poco , asaltanvarias dudas y razones contra semej ante di seurso. ¿Lo que la ciencia ha descubie rto 10 ha

descubierto bien, 6 saldremos eldía menos pensado con que descubre otra cosa que inval ida el

descubrimiento de hoy? ¿Dado que sea yadefinitiva é inalterable la cosmogonía de la ciencia , hay 6 no hay algo de arbitrario y de másingenioso que sólido en la harmonía y aj uste perfecto de lo que dice la ciencia y de 10 que dicela Biblia?Y Aceptando por veri¡ícado y evi

dente todo 10 que la ciencia descubrió de lacosmogoaia

,y por no menos exacto su acue rdo

perfectísimo con las palabras de Moisés , ¿ qué

objeto ui qué propósito tuvo Moisés , ya que sabía todo aquello , de decirlo ó ponerlo tanobscura. y conc isamente , que fuese logogrifo ó acerti

jo que nadie había de adivinar sino más de tresmil años después?Convengamos en que hubiera sido broma pesada , al menos por su duración , la que hub ieradado Moisés á todo el linaje humano , s i sabiendo bien todo 10 que ocurrió en el Universo desdesuorigen

,lo hubiera dejado en cifra que s ólo al

cabo de treinta siglos se hubiera podido desc ifrar.

¿No sería mejor y más piadoso entende r que las

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Sagradas Escrituras están divinamente inspiradas en todo 10 que se reñere á la moral y al dogma , y que , en otros puntos , cuando el redactordel libro no es testigo ocular , 6 cuando trata decosas que por inspección ocular no podíansaberse , dice lo que en su tiempo se suponía ó se ima

ginaba?

En virtud de esta distin0 1on, á mi ver discreta, se evitarían 10 menos las nueve décimas partes de las controversias entre los creyentes y losincrédulos: casi desaparecerían los supuestos 6fantásticos conñictos entre la religión y la cienc ia.

Uno de los más juiciosos apologistas que tiene hoy la religión cristiana , Mons . VanWeddingen, dice en sustancia lo mismo que estamosaquí dic iendo . Cada Profeta , cada Padre de laIglesia , según la física y la química de su t iem

po, opinaba 10 que mejor le parecía , y no es motivo para negarle 6 concederle la cualidad deprofeta ó de hombre inspirado por Dios , el quesu opinión de entonces concuerde ó no con laopinión de ahora , 6, si se quiere , conla ya clara

y maniñesta verdad de los físicos y de los quimicos del día .

Dios , directa , materialmente , digámoslo así , ycomo el maestro enseña á sus discípulos , biense puede afirmar que no enseñó matemáticas,astronomía , biología ui antropología á nadie .

Quedó , pues , cada. hombre con aptitud y enlibertad de inventar , de descubrir ó de forj arse

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los sistemas que sobre cada unade esas cienciasle parecieran más conformes á la ve rdad.

Así , pues , y sirvan de ejemplo (reñriéndomesiempre á Mons . Van Weddingen ) San Basilioy San Gregorio de N yssa que sost ienen la espontánea generación de los gérmenes en la t ierrayen el agua ; y SanAgustín , San Isidoro de Sevilla y otros Padres , que casi son darw inis tas . Dioscreó al principio , según ellos , ciertos gé rmenes,causasprimordiales seminales , que así las l laman, las

cuales fueronpoco á poco desenvolviéndose . En

resolución , termina el apologista ci tado: ¡El se

bio jesuita P ianciani ha demostrado doctarnente que sobre estos puntos delicados se concedeentera libertad á la interpretaciónde cada individuo. La fe queda salva si se reconocen los det echos del divino Creador , y la irreductibilidaddel alma de los primeros hombres 5. las funciones meramente orgánicas» . Lo cual s ignifica quesobre cualquiera de dichos puntos puede elsabio,6 el que se figura que lo es , descubrir las verdades más inauditas 6 imaginar los más enormesdisparates , sin producir conflicto con la religión,siempre que convenga enque Dios lo creó todoy en que ui hay , ui hubo nunca , ser orgánico,que pueda llamarse hombre , sin que Dios infunda en él un alma inmortal hecha 5. imageny semejanza suya .Yo me vuelvo todo ojos para hallar en los es.

a ños de usted , y en otros escritos positivistasalgo á modo de prueba de que estos dos con

demostración de la existencia de Dios: que todoslos que han querido dar dicha demostración ,cristianos y deístas , Fr. Luis de Granada , N ew

ton,Voltaire , Flammarion, todos se han equi

vocado , según Kant lo prueba .Nos quedamos

,pues conel positivismo escue

to: con las seis c iencias de la Enc iclopedia deComte y de Littré . Pero si por ellas no podemosllegar á lo sobrenatural para añrmarle , ¿por quéni cómo hemos de llegar para negarle?Aun tomándonos la libertad de negarle sin

fundado motivo , no explicaríamos las cosas , sino que las confundiríamos y enredaríamos más.El recurso del altruismo y del egoísmo para explicar 10 bueno y lo malo , en moral , no vale , sinlibre albedrío . Dice Vogt: aSi no me enseñan el

alma , no creo que la hay» ; dice V irchow , que

como no vá el alma , no la acepta ; y Feuerbachy cien otros aseguranque 10 que piensa es el fósforo , lamentando mucho que , con tantas patatascomo ahora se comen, los cerebros humanos sepongan pesadísimos incapaces . En cuanto alvicio y á la virtud , harto sabida es la chistosa

expresión de Taine: ¡E l vicio y la virtud sonproductos químicos , como el vitriolo y el azú car» ;Inventemos , pues , un sistema , saliéndonosdel método experimental , y haciendo sobre es tola vista gorda . Demos de barato que no hubo alprincipio más que el éter , 6 sea infinidad decuerpecillos insecables , átomos dotados de fuerza eterna y de tres 6 cuatro movimientos petpe

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tuos , uno en línea recta , otro giratorio y otro depegarse unos 5. otros y formar poliedros . Contanto moverse estos átomos , vino á resultar quesus fuerzas se contrapusíeronmaravillosamente ,y todo se paró y quedó en equi l ibrio ; y hubo tinieblas y silencio ; si no la nada , algo parecido .

Pero de súbito se rompe el equilibrio (y no sa

hemos por qué , aunque no sabemos tampoco porqué se estableció) , y el equilibrio ya roto , empezaron á formarse pelotitas luminosas , y fue laluz ; y luego , según se aj ustaban y combinabanlos poliedros , que los hubo sin duda de variasclases además de las pelotitas , salían sólidos , y_

líquidos , y gases ; y luego vida , y plantas , y bichos ; y luego hombres , y concienc ia, y pensamiento: y soc iedad , 6 historia , y revoluciones , yguerra, y progreso , y todo cuanto hay hasta ahora, y hasta que á los átomos se les antoje volverá la inmovilidad primera 6 sea al equilibrio , ynos quedemos otra vez á obscuras , ó dígase , todosilencio , tinieblas y muerte .Consideremos exacto todo esto como si 10 hu

biéramos visto , tocado y verificado . Y si el sistema no gusta , lem0diñcaremos , 6 expondremosel de otro sabio por el mismo estilo . Pero , entonces , ¿qué razónhay para que merezcan alabanza y gloria Augusto Comte y Catalina de V aux ,por haber sido dos turrones de azúcar?¿Qué res

ponsabilidad t iene , qué castigo merece 'el másinfame criminal por haber sido un frasco de vitriolo?S i yo soy altruista, es porque los átomos

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que me componen me llevan alaltmísmo, y si soyegoísta , es porque mis átomos confederados se

hallan muy á gusto con su confede ración y noquierenromperle , añ mque se lleve pateta todaslas otras confederaciones existentes 6 posibles.Usted y gran número de otros posi t ivistashonrados no se conforman conser sólo laboratorios de azúcar , y con que la virtud y la diabetesvengan á ser casi lo mismo . De aquí que hayanustedes inventado ó aceptado esa fantasmagoria6 mojiganga del Ser-Supremo-Humanidad , quenada explica ui remedia .Abrazada la doctrina del posit ivismo , negadatoda religión , negada toda metafísica , desengáñese usted , no hay más recurso que cae r en el

Lo conocido, lo verificado por observaciónsensible y por experiencia , es como una i sla, todo lo grande y hermosa que se quiera , pero cir

cundada de mar tenebroso y sin límites . Estaisla , ¿quién sabe si tendrá cimientos que lamantengan firme enmedio de ese mar, 6 si Hotarásin cimientos á merced de las olas?Lo desconocido no queda lejos , aunque en el centro de laisla nos pongamos , sino que la 1nvade toda, yestá hasta enel aire que en ella se respira. De

sesperados muchos de los habitantes de la i sla,

todos ellos sabios , 6 semisabíos , han declarado10 desconocido incognoscible ; pero algunos hanrecobrado la esperanza , y , conlos medios que laisla da de sí , se han engolfado en el mar tenebro

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t ivas ; probar , en suma , que lo inconsc iente deHartmann , que es , enefecto , i nconsc i ente paranosotros , es , por eso mismo , lo marav i lloso , loestupendo , 10 certero , 10 infalible , lo rico de providencia y de inteligencia , que mueve desde elátomo hasta el organismo más complicado : peroque este motor , de quien tal vez no tenemosconciencia los que por él somos movidos , l a tiene él de sí y ensí , y 10 penetra y lo llena todo,siendo al mismo tiempo todoy uno, porque si lasdemás cosas sonalgo, y sí no son nada porque noson él , es por el ser que él les da . En resoluc ión:ese pruri to de producir formas , vidas y evoluciones ; esa energía constante de los seres que siguen insconcientemente su camino prescri to , yvan á su fin en virtud de leyes indefec t ibles yeternas , es la. incesante operac ión de 10 inconsciente , el milagro perpetuo de 10 que , siendo inconsciente para nosotros , es sufracomcimta, y esDios.El libro que expone y procura demost rar es tadoctrina , con mucha ciencia y extraordinarioingenio , se titula F¿10507511 de lomaravillosaf osít£va.Suautor parte del positivismo ; pero anhe la fundar nueva metafísica y teología nueva , concu

rríendo,por 10 menos , á probar , si no que el

ateísmo es falso y que la vacía religión de la humanidades absurda , que el ateísmo y la re l igiónde la humanidad no contentan uiaquietaná nadie , ni valen para nada bueno .

N OVELA—PROGRAMA

A la Sra. de R . G.

Mi dist inguida amiga: Hace ya meses que meenvió usted unejemplar de Looking backward, novela de Eduardo Bellamy

,impresa en Boston

en 1889 . En seguida di á usted las gracias porsu presente ; pero , como tengo tantas cosas queleer y tantos asuntos á que atender , confieso queno leí la novela , y la dejé arrinconada .Pasó tiempo , y un día la novela cayó de nue

vo por casualidad entre mis manos . Entoncesreparé en una cosa en que no había reparadoantes , y que no pudo menos de mover mi curiosided hacia la novela . En letra mucho más menuda que el título y por bajo de él , decía la portada: two hundredtk thousand.

Estas tres palabras me dieron dentera , 6 , sise quiere , envidia . Yo también soy autor , y noestoy exento de tener envidia á otros más dichosos autores.Las tres palabras indicaban que de laHamante novela se habían vendido ya doscientos mil

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ejemplares cuando se imprimió el que yo habíarecibido . Desde entonces hasta ahorahapasadotiempo bastante para que se vendanotros cienmil. Bien se puede afirmar , pues , que 10 menostrescientos mil ejemplares de Looking backward

han sido ya vendidos.En ese país y en Inglaterra hay mucha libre

ría circulante , y los libros además se prestan sindificultad . No es exageración suponer que cadaejemplar ha sido leído por diez

,personás . El señorBellamy , por consiguiente , puede jactarsede que han leído ya su obra tres millone s de sé

res humanos . Sobre esta satisfacciónde amorpropio debe de tener además el gusto más sólidoy positivo , suponiendo que sus derechos de eutor son por cada ejemplar no más que diez céut imos de dollar, de haber cobrado á est as horaspor su trabajo treinta mil dollars , 6 dígase bastante más de ciento cincuenta mil pesetas denuestra moneda . Tan 0pimos derechos me recen ,en verdad , el pomposo nombre de royalty , realeza,

que t ienenen inglés ; mientras que los derechosde los autores españoles , salvo en rarísimos ca

sos , debieran llamarse beggary , mendicidad6pobreteria.

Compungido yo y descorazonado por esta con

sideración, vengo á sospechar 5. veces si todo ,y

singularmente los escritores , estaremos en E s

pañamuy por bajo del nivel intelectual de otrospaíses . El que en España no se lea no bas ta áexplicar que no se lean nuestros libros . Si fue

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Nosotros no tenemos mala voluntad los hombres de letras; pero las circunstancias nos encierranen círculo vicioso de difícil salida. Aquí no

pocos hombres de mucho talento y bastantes demediano medran, se enriquecen y encumbran ,

politiqueando , tratando de curar enfermedades6 defendiendo pleitos. El que compone l ibros ,si no t iene rentas , ó bien si no t iene otras ingeniaturas , permanece siempre casi pordiosero . Yde ello inferimos , ya que el que compóne l ibrosestá medio loco , ya que es incapaz de ser polít icohábil , abogado con clientes 6 médico con enfermos , por donde se da 5. l iteraturas , como quiense da á perros , desengañado y desechado de profesiones más lucrativas .Pero salgamos de tan tristesmeditaciones cre

matístico-li terarias , y hablemos de la noveladelSr . Bellamy.

Nada más rancio , trillado y manoseado quelo fundamental de su argumento . E s un caso desueño 6 letargo prolongadísimo, del cual se des

pierta al cabo. Ya de Epimenides de Creta, que

vivió seis siglos antes de Cristo , se cuenta queestuvo durmiendo c incuenta y siete años . Her

motimo de Clazomene , que floreció poco después , echaba también siestas muy largas ; coneladitamiento de que , mientras que su cue rpodormía , su desatado espíritu se paseaba portodoel universo con la rapidez del rayo . En las edades cristi anas , abundan más aún los durmientes ,empezando por los siete, que , durante la persecu

_ z7¡ _

ciónde Decio , se quedaron dormidos en unácaverna , y despertaron ciento cincuenta y sieteaños después , hallando muy cambiadas las cosas del mundo y el cristianismo triunfante .No sé de país donde no haya cuentos , leyen

das , comedias y zarzuelas que se fundan en estabase . Nosotros tenemos á nuestro D . Enrique deVillena que desde el siglo xv estuvo hechoj igote , y apareció y surgió á nueva vida en Laredomaencantada, de Hartzenbusch . Por lo común ,no se requiere determinación tan heróica comola de hacerse j igote , ui siquiera se exige sueño ,para dar unbrinco en el tiempo , y plantarse desúbito dos , tres 6 cuatro siglos más allá del punto de partida . Basta para ellounéxtasis , unarrobo 6 la traslaciónreal 5. medio más dichoso , donde el correr del tiempo es más raudo .

Yo he leído un cuento japonés , en que un pescadorcillo es llevado á una isla encantada . Allíse casa con cierta mágica princesa . Vuelve á sut ierra , en su sentir al cabo de un año , y recono

cc que han pasado doscientos 6 más , que no tiene ya uipadre , uimadre , uiperrito que le ladre ,y que nadie en su t ierra le recuerda . Atolondrado , abre entonces una caj i ta don de su princese , caj ita que le debía servir , no abriéndola , paravolver á la isla encantada ; y sale de la caj ita unvapor

,á manera de nubecilla blanca , que en 10

alto del aire se disipa . Entonces siente que caensobre él, con todo su peso , los doscientos 6 trescientos años que habían pasado , y pierde la lo

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zanía de la juventud , y se trucca enun horrendo viejezuelo , que se encoge y consume hastaque muere .LaLeyenda áurea, las vidas de los P adres delyermo

,en todo país y en diversos idiomas , están

llenas de casos semej antes , aunquemenos lastio

mosos . Ya es un monje que se embele sa oyendocantar un pajarillo , en un soto , cerca de sucon

vento . Vuelve al convento , creyendo haber estado ausenteuna hora , y ha pasado un siglo . Longº

fellow ha puesto en verso una historia de estaclase . Ya , como en una preciosa leyenda italiana del siglo x 1v, son dos monjes que se extravíanen una selva ; hallan una barca en la margendeapacible río ; se embarcan , se dej an llevar de lacorriente , y arriban al Paraíso terrenal. E l querubínde laespada Hamígera les da libre ent rada ;y Enoch y Elías los reciben y los agasajan, te

galan y deleitan tan maravillosa y elegantemen

te , que se les hace muy cuesta arriba volve r alconvento , al cabo de una semana . Pero no haymás recurso que volver . Vuelven , y de sc ubren

que han pasado en el Paraíso terrenal la friolerade setecientos años.La invención , pues , del Sr. Bellamy nada tiene de inaudita . Suhéroe , j ulián West , se quedadormido , en un sueño magnético , y despiertaciento trece años después . Se duerme en 1 887 ydespierta en el año 20 0 0 de nuestra Era.

Se advierte en esto otro ingrediente capital,

permítaseme la expresión farmacéutica, que en

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gado , más razonado y más boyante que en el

día. Pocas veces ha sido , además , más negro ydesesperado en Europa : ya porque se afirma lamayor dificultad , cuando no la imposibilidad , deilusiones , de ideales , de creencias, 6 como quieran llamarse , que sirvande compensación6 deconsuelo ; ya porque se abultan los peligros enla resolución de urgentes y temerosos problemas ;yaporque los impacientes y furiosos quieren t e

solver estos problemas con desmedida violenc iay por virtud de los más truculentos catacli smos .

Inútil me parece detenerme en probar que , enEuropa , y singularmente en la segunda mitadde este siglo que va llegando á su fin, hay másdesesperación que esperanza , se ve obscuro ytempestuoso el porvenir , y son tétricas la 610 30fía y la literatura .Larisueña amenidad de algunos reformadoressociales , como Fourier por ejemplo , sólo sirve yapara. burlas . Los que en eldía aspiran á reformadores , se llaman nihilistas, y aturdeny aterrorizan á las clases conservadoras . Los poetas siguen siendo desesperados y satánicos , 6 biendimiten , por suponer que la poesía se acaba .

Sus negaciones , maldiciones y furores , envez de

salir en verso y raptos líricos , que solíantomarsemenos por 10 serio , se ponenhoy en prosa , con

elmétodo , el ordeny las pretensiones didácticasde una ciencia . En vez de Leopardi , Byron6Baudelaire , tenemos á Schopenhauer . Las pasiones sublimes , los carácteres nobles y desin

_ 275

teresados, los dulces amores , las creencias profundas , todo 10 ameno y hermoso se va arroj andode la narración escri ta , donde se afirma que laimaginación no debe poner nada de su cosecha .

Las obras , pues , de entretenimiento , las más leídas y admiradas , son cuadros horribles de vicios ,maldades y miserias , en que el hombre , bestia humana, se revuelca en cieno y en sangre . La vida ,en la realidad y en la ficción , aparece como unapesadilla cruel , 6 como una estúpida indignafarsa , que no merece ser vivida. El mejor términoy remate de todo es morirse para descansar . Lasuprema bienaventuranza del mundo , la últimavictoria del saber y la más alta realizada aspiracióndel deseo , serían el total£cid£o: que la ciencia nos hiciese poderosos para ahogar el necioprurito de vivir que fermenta enlas cosas y matarel universo .

Cierto es que la. misma exageración de los 012mores y de las blasfemias hace que á veces setengan por fanfarronadas , y que el hombre sereno las ría y no las deplore ; perola insistenciay la generalidad de tantas quejas se sobreponená la risa , anublan el ánimo más despejado , yangustian al finy meten en un puño el corazónde más anchuras .Enel conjunto , bien puede asegurarse que de

ese otro lado del Atlántico , no hay que lamentarcomo endémica esta enfermedad del desconsuelo; reina cierta gallarda confianza en los futurosdestinos de la humanidad . La tierra es nueva,

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vastay pingtie, y cría savia abundante encuantose trasplanta en ella . Si de una cepa vetusta ,cubierta de ñlox era y carcomida por el honguillo , tomamos un buen sarmiento , y le metemosent ierra á alguna distancia , elmugrónse transforma pronto en otra sana y fructífera cepa. Así

me figuro yo que ocurre quizá al anglo-americano en relación con el europeo . La prosperidadde esa gran República se diría que promete mayor auge é inmensa ventura para en adelante .Toda dificultad , en vez de desalentar aumentalos bríos , y hasta regoc ij a con la esperanza devencerla . Hay ahí c ierta emulación, cierta petulancia juvenil , que son útiles , porque persuadená muchos de que América logrará lo que Europano ha logrado ; resolverá problemas que aquítenemos por irresolubles , y 1ealiZará ideale s quenosotros , ya cansados , agotados y viejos , abandonamos por irrealizables y quiméricos . Ex celsiores la hermosa y ex traña divisa que llevanustedes en la bandera . Los poetas de ahí están llenos de presentimientos dichosos , y no lloran yse quejan tan desoladamente como los nue stros .

La vida para ellos no es lamentación , sino aoción incesante , á fmde avanzar más cada día,

Stillachievíng, stillpunuiug,

y dejando enpos

Footpn'

nt: outbc sand: of time,

como dice Longfellow, ensuPsalmo. Todo Yate

278

s ido laMusa que ha. inspirado sunovela al se

ñorBellamy.

Al espirar el siglo xx , 6 dígase dentrode pocomás de un siglo , la más portentosa revoluciónestará ya consumada ; se habrá renovado la fazde la tierra ; la condición humana habrá logradomejoras extraordinarias materiales y morales ,y la ]erusalénceleste , 6, si se quiere , la suspirada ciudad de Jauj a , habrá bajado del cielo , y extenderá su feliz y dulcísimo imperio sobre todaslas lenguas , tribus y naciones del mundo. N o

quiere decir esto que una ]auj a conquistadoratendrá sometido el resto del mundo, sino que

la ]auj a ideal se realizará por donde quiera, ytodo el mundo será ]auja .

Entendámonos , sinembargo . La ]auja. realizada en todas partes , no será la grose ra y vul

gar de que habla el proverbio ; la ]auj a dondese come , se bebe y no se trabaj a . En el nuevoorden de cosas , en la flamante ciudad , no habránadie que no trabaje ; hombres y mujeres serántrabajadores ; pero me

_

rced á la ingeniosidad yprimor de la maquinaria y á la superior organizacióndel trabajo , el trabajo , lejos de ser fa

tigoso, será gratísim0 .

La vida estará lindamente arreglada. Hastalos veintiún años dura el período de la. educaciónen el nuevo régimen . Las escuelas son tanbuenas , que apenas hay quien salgade e llas sinser un pozo de ciencia, diestro en todos los

ejercicios corporales ; así de fuerza como de

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agilidad y de gracia ; sano , hermoso y robusto .

Como ya no sobrevienen (estamos en el año20 0 0 ) guerras ui desazones , y vivimos en unapaz plusquam—octaviana, nihay quintas , nimucho menos servicio militar obligatorio . ¿Y para

qué , si tampoco hay generales ui ejército guerreador?De 10 que no se puede prescindir es deejército industrial , y todo individuo tiene queservir en este ejército admirablemente regimentad0 . Pero el servicio es cómodo y ameno , comoya hemos dicho , y á la edad de cuarenta y cinco años termina . Á la edad de cuarenta y cincoaños recibe cada cual su licencia absoluta ó biense j ubila . Y no porque ya se le crea inútil , sinoporque ya ha cumplido con la. soc iedad .

Lejos de es tar inútil el jubilado ó licenciado ,puede asegurarse que está en lo mejor , en el cenit de su edad . Lahigiene pública y privada , lamedicina , la cirugía y el arte culinario han

_

pro

gresado de tal sue rte , que el término ordinariode la vida es ya de noventa años . Quedan, pues ,después de la jubilación otros cuarenta y cincoañosde huelga y reposo , durante los cuales todohombre y toda mujer disfrutande las invenciones , fiestas , riquezas , esplendores ,magnificenciasy deleites que el trabajo , la industria y el ingenio sociales han producido y siguen produciendo , cada día con mayor abundancia , delicadeza ,chiste y tino .

B igole á usted , sin el menor sonrojo , que seme hace la boca agua al pensar en tan j ubilan

—280 .

te jubilación , en tan honrado y decoroso sibaritismo, y en tan verdadero gcmdeamus y otiumcum

Algo he extrañado , pero no para censurar,sino para aplaudir , que el Sr . Bellamy , que tantas cosas reforma 6 trueca, todo lo deja comoestá ahora en lo tocante á las artes cosmé t icasé indumentarias , flirt, noviazgos y belene s . Asída nueva prueba de que en amor y en be llezano hay más que pedir . Hemos llegado á la re lativa perfección que , en lo humano , cabe en loerótico y en lo estét ico . Lo que podrá conseguirel nuevo organismo social es democratizar l abelleza , 5. saber : que haya más muchachas bonitas , y que no abunden las feas . También se

conseguirá , implicado en el progreso del artemacrobiótica

,que la hermosura y la edad de los

amores durendoble 6 triple .Me pasma que una cosa que aquí , en España,

acabamos ahora de establecer como gran pro

greso, la deseche el Sr. Bellamy como barbaridad 6 poco menos . Hablo del j urado . Aunqueen su República 6 Utopía apenas ha de h abe rignorantes , y en cambio ha de haber pocos pleitos que sentenciar y poquísimos delitos que cas

tigar , todavía entiende el Sr. Bellamy que lac iencia del derecho es tan sublime y la administraciónde la just icia función tanegregi a , quesólo á los sabios la confía , mirando como profanaciónsacrílega que cualquier ciudan0 lego iatervenga en ella.

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que la guerra industrial y la guerra de armas yaun la paz armada ocasionan y de un enj ambrede zánganos 6 personas inútiles para la producciónde la riqueza , ya que se emplean 6 endis

locarla jugando á la Bolsa y en otras especulaciones y operaciones, ó en impedir 6 aparentarque impiden que la. disloquen, manteniendo 10que ahora se llama orden público , aunque , se

gunel Sr. Bellamy , es un caos enmarañado.Resultará de tan at inada supresiónque nademos en la abundancia , sin que ahogue la plétora de productos . Con el trabajo moderadísimo ,

que durante veinticuatro años ha de dar cadaindividuo bastará y sobrará para que vivamostodos como unos nababos ó reyes durantenoventa años.V arios descubrimientos científicos , previstos

6 columbrados por el Sr. Bellamy , conspiran áeste fm. El sol , la electricidad y otras energíasocultas en fluidos impalpables , 6 en el éter primogenio nos prestan calor luz y fuerza productora y locomotora . Envez de enviar por el co

treo paquetes postales , van por tubería desdelos almacenes , con una velocidad de todos losdiablos , trajes , brinquillos , alhajas y hasta pianos de cola y coches de cuatro asientos. Talmodo de remitir, 6 su artificio , se llama el Mástala6 el talepístolo, y es complemento del telégrato y del teléfono .Este último , el teléfono quiero decir , se haper

feccionado yapor tal extremo en nuestraUtopía,

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que cada cual le t iene ensu casa , y sin salir deella , oye si quiere , óperas , comedias , sermonesy conferencias de Ateneos y Universidades , sin

perder nota , ni palabra , ni t ilde.En resolución sería cuento de nunca acabarsi qui siese yo explicar aquí , con todos sus pormenores , lo bienque estará el mundo dentro deciento trece años .Todo esto es maravilloso pero 10 es mil vecesmás lo que he sabido por cartas y periódicos deahí , y singularmente por el número de Febreroúltimo , que usted me ha enviado , del AtlanticMonthly , excelente Revista de literatura, cienciasy artes , que se publica en Boston .

En los Estados Unidos ha entusiasmado Looking backward no sólo como libro de mero pasat iempo , sino como programa práct ico de renovacióny salvaciónsociales .Más aúnque en el triunfo anti—esclavista in

Huyó la celebrada novela de la Sra. HarrietBeecher Stowe se aspira á que influya la novela del Sr . Bellamy en otros triunfos más completos y en la realización de otras novedades mayores.Se ha formado un partido , nationalist [>arty ,

del que es Vademecum la novela Looking backwardEl nuevo partido se organiza y cuenta ya conciento ochenta clubs , esparcidos por varias poblaci0nes . Hasta ahora no ha acudido este part ido á los comicios ó á las urnas electorales ; peroacudirá pronto . Dicen que se han alistado enél

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más gente de refinada educación y más muje res

que obreros . Hay enél , añaden , a large amount

of intellect andcom[>aratively little muscle como si

dijésemos,pocos músculos y muchos nervios ;

pero , como quiera que sea , si es admirable quesobre un libro de imaginación , que sobre un eusueño poético , se funde un partido , no es menosadmirable la calmosa serenidad con que se mi

ran en los Estados Unidos estos movim ientossocialistas , que por aquí asustan ó inquie t an nopoco á los burgueses y á los ricos .Yo tengo muy buena opinión de los ingleses yde sus descendientes los anglo-americanos . Creoque son ustedes menos sensatos que 10 que nosotros creemos y que 10 que llamamos sar sansatos,esto es que la sensibilidad y la fantasía son en

ustedes poderosísimas . De aquí la facilidad conque se entusiasmanpor un l ibro 6 por una teoría . Hará ocho años que Enrique George publi06 una obra socialista , que se hizo tan famosacomo la del Sr . Bellamy. Tambiénde ella se vendieron centenares de miles de ejemplares . Losconservadores de ahí , y no hay que negar quet ienengracia en esto , convierten en argumentocontra las censuras de la actual sociedad , quese leen en tales obras , ese mismo pasmoso éxitoque las obras obtienen . Bellamy y George describenal pueblo , antes de sus reformas , sumidoenhorrible pobreza , ignorante , rudo por culpade la sociedad . Por bajo de los ricos , dichososy educados , hay , suponen , una hambrienta y

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riciónde Julian West , en el mundo renovado,

ocurre en el tercer milenio ; en el año de 30 0 0 .

Después reflexionó Bellamy que , al poner tan

largo plazo , si bien hacía la mutaciónmuchomenos inverosímil , casi quit aba toda mitapráctica á su libro , pues no se forma pa rt ido mi l i tante

, ni se organizan clubs , ui se escriben plataformas 6 programas , por meramente posibilista quese sea, para. realizar algo dentro de mi l cientotrece años . Entonces rebajó mil años , y dej ó sóloc iento trece .Por 10 visto era indispensable , 6 por 10 menos

conveniente y apocalíptico , que la renovaciónsenos revelase en un milenio . Durante muchotiempo , en el horror y en las tinieblas de laEdadMedia, imaginaron los hombres que la fin delmundo sería el año 10 0 0 . Ahora que vivimosmejor , hemos adelantado mucho y no debemosestar desesperados , importa imaginar, para el

año de 20 00 , una risueña y deleitosa Apocalipsis .

A1 imaginarla y escribirla , nos presenta B ellamy su nueva Jauj a , sunueva j erusalén yafundada ; pero t iene la astucia de no hablar de ladestrucción de la ciudad antigua sobr

'

e cuyasruinas se levanta laºnueva.

Sinduda ha omitido esto , pasándolo ens i lenciomientras duerme Julián West , á fmde noaterrar al público.Supongamos perfectamente realizable elplhn

de Bellamy, sinque tengacambio radical lahu

mana naturaleza ; todo por obra delmecanismosocial .Para destruir elactual mecanismo , que tantosintereses sostiene , y para destruirle pacíficamente , por evolución , como Bellamy quiere quesea, así en la novela como en el programa publicado después por su partido , me parecen pocos los milciento trece años . Y si la destrucciónó lamudanza ha de ser sólo enciento trece años ,entonces no será por evolución , sino en virtudde una revolución tremenda y de encarnizadasy horribles guerras sociales . No de otra suertese concibe que los que tienen se dejen despojarde cuanto tienen para que el pueblo se incautadeello , y , sin quedarse con nada , se lo entregue alEstado , que venga á ser , como representante ygerente de la nación , el único capitalista .Aunque para el despojo de los propietarios se

valga la nación ó gerente , de milhabilidades , no 0 no sea despojo ,ui que tranquila sume . El mediomás suave que dar un plazo á los tenedores de papel nda; pagarles hasta eu

o por ciento , y anunciarque nada . Es to bastarápara que los fondos bajen á cero y quede la. deudadestru9( A todas las grandes empresas iadustriaj£ á se les podrá fij arcuya espiracióntodo será del Estadoferrocarriles . .Y enc uanto á los pequeñostriales , labriegos , terratenientes , etc. , se les

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drá irpoco 6 poco aumentando la contribución ,hasta que adviertan que es una tontería quebrarse lacabeza cuidando de los instrumentos de producción, t ierra , aperos de la labranza , etc . , paraentregar luego al Estado casi todo lo producido.Entonces dirán al Estado , quédate con todo 6,

sin que se lo digan , el Estado se quedará contodo para cobrarse de 10 que deban á la Hacienda. pública .

De esta suerte, y á mi ver no sin violentísimaoposición, que será menester sofocar , se lograrála primera parte del programa del Sr . Bellamyque se convierta en hacienda pública cuanta hacienda haya .

Veriñcada así laincautacióntotal , quedará porcumplir la segundaparte del programa , que meparece mucho más difícil todavía ; que el Estadoincautador nos alimente , nos vista , nos divierta ynos regale á todos conesplendidez y elegancia,sin que cada uno de nosotros le dé más que eltrabajo que podemos dar en un poquito más dela cuarta parte de nuestra vida , ya que las otrastres cuartas partes quedan para holgarnos .

A toda persona profana se le ofrecen montesde dificultades para que se realice , sin tropiezo,plantanexquisito. Lo primero que cree necesitar es una te tanprofunda y una confianza tan0mnímoda en el Gobierno , convertido en capital ista, como la que Cristo enel Sermón de laMontaña, nos recomienda que tengamos en nuestroPadre que está en el cielo , el cual nos dará el

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riqueza , esto es , para ser fabricante , agricul toró comerciante , la consideración de que el Gobierno vende 6 arrienda y no administra 10 queposee . En España apenas ejerce ya por si otraindustria que la del banquero en el juego de lalotería , pues vende las t ierras que eran del E stado , y arrienda sus minas , y arrienda , por (11t imo , el monopolio del tabaco , con 10 cual e lpúblico fuma mejor y más barato .

Todo esto lo diránlos no iniciados en las doctrinas y en el plan que expone ensunovela B ellamy ; pero los inic iados responderán que elnuevo artific io administrativo es tanprodigioso ,

que por suvirtud , y no por la c ienc ia y buenamaña de los administradores , ha de salir todobien . Así , valiéndonos de un símil , cualqui erahallará absurdo el suponer que alguien , si ignora la música y no t iene ejercitadas y diestras lasmanos , toque en el piano , v . gr. , la marcha delTannhauserde Wagner ; pero merced á c iert a maquinaria y á ciertos cartoncitos que se han in

ventado,todo hombre , y hasta unniño si no es

manco , toca al piano 10 que quiere dándole áun manubrio .

Hay , pues , una nueva ciencia de la Administración, para cuyo estudio no es menester lee rseel fárrago enorme , aunque digesto, recopilado porlos Freix as y Clarianas , y Alcubillas . Basta conestudiar y empaparse bienenalgunas páginasdeLooking backward. Entonces , conocidos ó atisba o

dos los recursos de que la nueva ciencia di spo

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ne , se cobra confianza , y se ve que hasta el másporro puede dar vuelta al manubrio adminis

trativo.

Algo del portento de su mecanismo se presiente al observar los buenos efectos que hasta elmecanismo administrativo de hoy , con ser tancomplicado , produce enocasiones .Cierto amigo mío (confieso que en extremo

maldiciente ) suponía sin mot ivo que un directorgeneral de Correos , que hubo muchos años ha,

distaba bastante de ser un águila ; y , sin embar

go, añadía: ¿Quieren ustedes creer que recibo dediario todas las cartas que me escriben, sin quese extravíe una sola ?De aquí infería él que laAdministración era perfectísima , y que por sísola hacía infaliblemente los servicios .Aplicada á los demás ramos esta perfección

del de correos , queda resuelto el problema ytriunfante el plande B ellamy , salvo que en otrosramos se requiere mayor seguridad para no audar siempre con el alma en un hilo ; porque , siponemos á un lado uncorto número de nobilísimas almas , el vulgo de ellas se preocupa , másque de recibir tiernas epístolas , de recibir el 00 1poral alimento , y preñere el cuervo de Elías átodas las palomas mensajeras , aunque sean lasdel propio carro de V enus .

Pero , en fin, Bellamy añrmaque por su sistema 10 recibiremos todo con seguridad y regulat ided indefectibles . El sistema de Bellamy merece , pues , ser examinado .

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Para mí no valen algunos prejuicios con que

los descontentadizos é incrédulos , desde luego ysin examen le desechan.

Imposible parece , dicen , que , siendo tan fác i lla reforma , por cuya virtud habrá felicidad , pazy holganza universales , no se haya antes ocuf rido si nadie la reforma . Peto esto tiene muyobvia contestación . De no pocas de las más b enéficas invenciones de estos últimos tiempos sepuede decir lo mismo . Desde antes que apa reciese el l inaje humano hay bulla hornague raen nuestra mansión terrestre , y á nadie , has t ahace poco , se le antojó emplearla para combust ible . Desde que hay ollas y se guisa , brinca l atapadera cuando hierve el caldo , y , si no sale el

vapor , se quiebra la olla ; pero nadie , hastanuestros días , pensó en aplicar esta fuerza á la industria . Nadie ha ignorado jamás que el humo 6todo fluído más leve que aire , 6 el aire mismorariñcado por el calor , sube y se sobrepone alaire más denso ; pero , hasta fines del siglo pasado , nadie renovó con éxito , y por medios naturales , algo del arte de Dédalo , de Abaris y deS imónelMago .

¿No puede haber acontecido lo propio con el

invento del Sr . Bellamy , y que de puro sencillonadie diese con él hasta ahora?A esto se objeta que , siendo mil veces más importante por sus efectos la invención del señorBellamy , parece antiprovidencialy harto capric hoso , ó sea contrario á las sabias leyes que de

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su sistema . Bellamy , por el contrario , dice cata

plúu, y lanza su sistema de repente .Yo no atin0 á prever desde aquí si el partido

mcionalista, que de él hanac ido , vendrá á impo rtar tanto 6 más que el libro de Enrique Georgey que la ingente asociación ú orden de los cab alleros del trabajo , Knights of labor, en el movimiento de socialismo que se advierte por todaspartes , y que ahí tiene cierto carácter opt imi sta

que me hace gracia : pero , á pesar de mis co rtisimos conocimientos económicos , como yo t uviese humor y vagar para ello , aún había de escribirá usted largo , diciéndole mil cosas que me

sugiere Looking backward y 10 escrito en cont ra

porWalker .Entretanto , me complazco en repeti r que me

admira la serenidad y que simpatizo conl a confianza regocij ada que se nota en toda manifestaciónde ese pueblo joven .

El plan de Bellamy no se limita á dar por t esuelto el más difícil y temeroso de los problemaseconómicos , sino que resuelve 6 da por resue l totambién el magno problema de la paz y del desarme universales ; sin decirnos cómo puede seresto , cuando las naciones se arman más cadadía , y cuando desde 1850 ha habido en el ant iguo y en el Nuevo Mundo guerras tansangrientas y costosas . Es de desear que el Sr. Bellamyescriba otra novela , 6 la continuación de la misma , en que nos explique cómo además de hab e rse logrado el bienestar económico de cadana

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ción, se habrá logrado también , en el año 20 0 0 ,

que las naciones no se combatan ui se amenacen como en el día.

Dispénseme usted que me haya extendido tanto en darle mi opinión , aunque tan incompleta ,sobre la novela que me ha remitido .