fiestas indígenas dedicadas a los muertos

21
Distribución gratuita año 2 » Núm. 11 » octubre-diciembre 2008 Secciones: El Corazón en las Manos • ¡La Fiesta! • El Librero • La Tonada • La Marquesina • El Fogón • Foro por la diversidad cultural, educativa y lingüística. • Gana poeta maya Premio Nezahualcóyotl de Literatura en Lenguas Mexicanas 2008. • Algunas notas sobre el mezcal de Durango. Gustavo Contreras (El Dioseño). Fiestas indígenas dedicadas a los muertos Patrimonio oral e inmaterial de la humanidad que vive y se recrea año con año. Nueva sección ¡La Fiesta! Festejo a la Virgen del Carmen La tradición patronal se conserva en El Gallo, Colón, Querétaro. Los afromestizos, una presencia viva en México. Miquixtli , festival indígena y popular Día de Muertos en Morelos

Upload: lina-del-mar

Post on 08-Dec-2015

248 views

Category:

Documents


15 download

DESCRIPTION

Fiestas Indígenas Dedicadas a Los Muertos

TRANSCRIPT

Page 1: Fiestas Indígenas Dedicadas a Los Muertos

Distribución gratuitaañ

o 2

» Núm

. 11

» o

ctub

re-d

icie

mbr

e 20

08

S e c c i o n e s : E l C o r a z ó n e n l a s M a n o s • ¡ L a F i e s t a ! • E l L i b r e r o • L a To n a d a • L a M a r q u e s i n a • E l Fo g ó n

• Foro por la diversidad cultural, educativa y lingüística. • Gana poeta maya Premio Nezahualcóyotl de Literatura en Lenguas Mexicanas 2008. • Algunas notas sobre el mezcal de Durango. Gustavo Contreras (El Dioseño).

Fiestas indígenas dedicadas a los muertosPatrimonio oral e inmaterial de la humanidadque vive y se recrea año con año.

Nueva sección ¡La Fiesta!Festejo a la Virgen del Carmen

La tradición patronal se conserva en El Gallo, Colón, Querétaro.

Los afromestizos, una presencia viva en México.

Miquixtli, festival indígena y popularDía de Muertos en Morelos

Page 2: Fiestas Indígenas Dedicadas a Los Muertos
Page 3: Fiestas Indígenas Dedicadas a Los Muertos

Directorio

Sergio Vela Presidente del Consejo Nacionalpara la Cultura y las Artes

Álvaro Hegewisch Secretario Cultural y Artístico

Ma. Antonieta Gallart NocettiDirectora General de Culturas Populares

Teresa Blanco MorenoDirectora de Promoción e Investigación

Silvia Olvera SánchezDirectora de Desarrollo Regional y Municipal

Daniel González GonzálezDirector de Desarrollo Intercultural

Aarón R. Mejía RodríguezDirector del Museo Nacional de Culturas Populares

Ana María Gómez GabrielCoordinadora del Programa de Arte Popular

Ma. Teresa Magaña AhedoCoordinadora Administrativa

El Caracol es una publicación trimestral gratuita de la Dirección General de Culturas Populares del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes; el contenido e imágenes de artículos firmados son responsabilidad de su autor.

Dirección editorial: Teresa Blanco Moreno Coordinación de contenidos: Obdulia Ibarra Martínez y María del Carmen Ruiz Hernández • Corrección y cuidado de la edición: María del Carmen Ruiz Hernández, Alfonso Rodríguez Díaz y Elva Coronado Martínez • Producción: Eustaquio Calva Paredes • Impresión: Gráfica, creatividad y diseño, S.A. de C.V. Av. Pdte. Plutarco Elías Calles 1321-A, Col. Miravalle, C.P. 03580. México, D.F. • Colaboraciones: Héctor Campio, Carmen Ruiz, Aurelio Alpízar, Mauricio Barrón Couret, Norma Zamarrón, Marina Alonso Bolaños, Alonso Muñoz Terán, Regina Galindo, Elva Coronado Martínez, Gustavo Contreras (El Dioseño), Coordinación y apoyo a fiestas patronales de Querétaro, Gerardo Guerrero Gómez. • Concepto gráfico y diseño editorial: Mónica Méndez Padilla Jiménez • Fotografía: Fernando García Álvarez, Octavio Hoyos, Pablo José Concepción Velarde, José González Luján, Xquenda, A.C.

© 2006. Dirección General de Culturas PopularesAv. Paseo de la Reforma 175, piso 12,Col. Cuauhtémoc, Del. Cuauhtémoc,C.P. 06500, México, D.F.

www.culturaspopulareseindigenas.gob.mxEl contenido de esta publicación se puede reproducir o copiar

siempre y cuando se cite la fuente original correspondiente

5,000 ejemplares

De vasto significado, el caracol, junto con el huehuetl y el teponaxtle llenaron de color y sonido el pueblo mesoameri-cano, es por tanto símbolo de nuestra cultura desde tiempos ancestrales. En la actualidad el caracol es rasgo de cultura popular en tanto que representa y evoca personajes, luga-res, sonido, armonía, ritualidad, modo de vida y creación artística.

Para el pueblo maya representó el tiempo cíclico, el mo-vimiento, el elemento vital, el agua, y por lo tanto la vida. El cero, símbolo numérico creado por este pueblo se represen-ta con un pequeño caracol.

Para los pueblos del Valle del Anáhuac representó tam-bién al mar, símbolo de maternidad y de vida.

Los círculos concéntricos que forma el molusco en su concha, muestran el movimiento cíclico, tal como lo es la cultura, elemento vivo en constante transformación.

La voluta de la palabra nace de este símbolo de sonido y comunicación que es El Caracol.

Editorial

Una de las expresiones culturales más simbólicas del pueblo mexicano es la festivi-dad dedicada a los muertos, que se expresa con mayor plenitud entre los pueblos indígenas. Esta festividad constituye una muestra relevante del patrimonio vivo

del país en el que se conjuga tradición ancestral y modernidad, así como una diversidad de prácticas y creencias expresadas en la arquitectura simbólica, el ritual, la literatura, la obra plástica, la cocina y otras expresiones comunitarias.

Tomando en consideración la importancia de esta fecha para el pueblo mexicano, el Gru-po de trabajo para la promoción y protección del patrimonio oral e intangible de México propuso a la UNESCO que esta festividad fuera proclamada obra maestra del patrimonio inmaterial de la humanidad, de esta manera, en noviembre de 2003, junto con otras 28 pro-puestas, obtuvo esta mención.

En este marco, el Museo Nacional de Culturas Populares recibió a los portadores de la tradi-ción de Día de Muertos de diferentes regiones indígenas como parte del Encuentro de ritua-les, procesión de espíritus. Con los teenek, nahuas y pames de San Luis Potosí se inició este peregrinar el año pasado para reencontrarse con sus muertos; en esta búsqueda los portado-res de la tradición danzan y cantan como una forma de encontrar pureza, perfección, armo-nía y comunión con lo sagrado, lo fugaz, lo eterno y lo intangible, que se revela y vive en ese instante. El camino hacia la eternidad reposa, las huellas de los danzantes abren el infinito, nos conducen al sitio de la verdad y la perfección, donde se purifica el cuerpo y el alma.

Son los muertos quienes danzan, quienes regresan, quienes conviven, quienes alegran la festividad. Aquí no hay tristeza, aquí no hay maldad, aquí no hay ayer, aquí no hay mañana, todo ocurre hoy, todo se llama hoy, todo está aquí.

Participó también el estado de Oaxaca, que es una vena con imaginario ancestral y perdu-rable, profunda, tierna, mágica. En la región de Tuxtepec, el lenguaje de los afluentes del río Papaloapan susurran, se armonizan con las altas montañas del cerro rabón, y con el noble danzar del pueblo mazateco de San José Independencia y San Felipe Tilpan, Ixcatlán, y chi-nantecos de San Lucas Ojitlán. Han aprendido de la sabiduría de las hojas, de las flores, de las semillas y de las raíces. Pueblos cercanos al infinito, cercanos a los dioses, cercanos a las leyes, cercanos a la verdad, cercanos a lo sagrado, cercanos a la perfección.

Chiapas a través del pueblo tsotsil se incorporó a esta procesión de espíritus. Está tendido el tiempo, está tendida la huella, la que no se olvida, la que está patente, la que reclama, la que dice: esta es mi sangre, la que perdona, la que no olvida, la que ahora se levanta y nos anuncia el renacer de un nuevo tsotsil.

El aire de la huasteca hidalguense huele a cempalzúchitl, a incienso, a raíces perennes, a grandeza, a eternidad. Nos regocijó el pueblo nahua para traernos su espíritu, el olor de su tierra, de sus ríos, de sus montañas.

De diferentes puntos vimos culturas e identidades con nombres y apellidos, son nuestras, lo que significa respetarlas, entenderlas, saber qué tierra estamos pisando, qué cielo nos cobi-ja, en qué tejido social estamos inmersos, en qué mundo, en qué cielo, en qué lenguaje nos podemos reencontrar.

Este año la procesión alcanzó al estado de Guanajuato, que de vida, muerte y resurrección tienen mucho qué decir los pueblos hñähñus y chichimecas–jonaces, en la comunidad de Cieneguillas, a través de sus mayordomías abrieron el cofre que guarda sus saberes y sitios sagrados.

En este punto del universo nos reencontramos, pasado y presente fundidos en un instante, vida y muerte en un solo acto, cielo y tierra, padre y madre, noche y día, cerca y lejos; silen-cio, silencio absoluto para recibir a los espíritus.

Antrop. Ma. Antonieta Gallart NocettiDirectora General de Culturas Populares

Foto de portada: Día de muertos, Chiapas. Guillermo Aldana

Page 4: Fiestas Indígenas Dedicadas a Los Muertos

�octubre - diciembre · 2008 �

La protección a la diversidad cultural,

hoy amenazada por los efectos glo-

balizadores, fue uno de los puntos de

coincidencia en el Encuentro de profesiona-

les de industrias culturales México-Québec,

efectuado los pasados 28 y 29 de octubre,

en la Ciudad de México.

En este contexto, María Antonieta Ga-

llart, directora general de Culturas Popu-

lares, y Dave Atkinson, responsable en jefe

de la Secretaría de la Diversidad Cultural

del Ministerio de Cultura de Québec, se

manifestaron por hacer eco del consenso

internacional para proteger la pluralidad

y originalidad de las identidades, confor-

me a la Convención sobre la Protección y

Promoción de la Diversidad de las Expre-

siones Culturales de la Organización de

las Naciones Unidas para la Educación, la

Ciencia y la Cultura (UNESCO), que es el

instrumento jurídico que finca las bases de

dicha protección.

Gallart expresó que el documento,

emitido en marzo 2007 y ratificado ya por

México, reafirma los vínculos que unen

cultura, desarrollo y diálogo, además de

que crea una plataforma de cooperación

cultural internacional sin menoscabo del

derecho de los Estados a elaborar políticas

culturales que promuevan la diversidad de

sus expresiones.

“El Consejo Nacional para la Cultura y

las Artes, en concordancia con la conven-

ción, se plantea realizar acciones orienta-

das a formular una política integral para

asegurar que el desarrollo del sector de la

información, la comunicación y las indus-

trias culturales no provoque rupturas so-

ciales y considere promover mecanismos

de igualdad”, dijo Gallart Nocceti.

Entre los principales retos de Méxi-

co —agregó— está crear las condiciones

para proteger y difundir la diversidad cultu-

ral con la participación de los tres órdenes

de gobierno, la sociedad civil y la iniciativa

privada, al igual que generar estrategias

para estimular las culturas populares.

Gallart señaló que en México existen

38 agrupaciones lingüísticas y 364 varian-

tes de esas agrupaciones. Además de las

lenguas, la vitalidad de la cultura de los

pueblos indígenas de México se expresa a

través de sus rituales, tradiciones, saberes

y entendimiento con la naturaleza.

La funcionaria manifestó, también, la

necesidad de contar con políticas públicas

que propicien el acceso de esas culturas a

la infraestructura técnica, que contribuyan

a superar las limitaciones económicas de

los creadores e impulsen fundamentos ju-

rídicos para la participación social.

Entre los postulados de la Convención

está garantizar que ninguna medida desti-

nada a proteger la diversidad cultural aten-

te contra los derechos humanos, promover

los principios de solidaridad, cooperación,

apertura y equilibrio, así como propiciar el

acceso equitativo de las culturas a los me-

dios de difusión.

La Noticia

Premio Nezahualcóyotl de Literatura en Lenguas Mexicanas 2008

Gana poeta maya

Wildernain Villegas Carrillo, poe-

ta maya de 27 años de edad,

fue nombrado ganador del Pre-

mio Nezahualcóyotl de Literatura en Len-

guas Mexicanas 2008 por su obra Ukáay

ch’i’bal, El canto de la estirpe, escrita en

maya y español.

El jurado calificador estuvo compues-

to por los escritores Mario Molina y Juan

Hernández Ramírez, quienes obtuvieron el

galardón en el 2006, así como la escritora

Teresa Dey y el doctor en Letras contempo-

ráneas Patrick Johansson.

Todos coincidieron en señalar que la

obra de Villegas Carrillo contiene poemas

bien logrados, los cuales, al mismo tiempo

que abordan, de manera novedosa y rica en

imágenes poéticas, la vida y ritualidad de

los mayas de Yucatán, retoman los juegos

de palabras de la tradición maya y funden

“en un crisol poético” sentimientos pro-

fundos y referentes culturales indígenas,

logrando con ello “una obra muy original y

de alta calidad literaria”. Dave Atkinson (Québec) y María Antonieta Gallart

(DGCP México) durante el Encuentro.

El Índice

La Noticia

Proteger y difundir la diversidad cultural, reto de México. Encuentro de profesionales de industrias culturales México-Québec

Gana poeta maya Premio Nezahualcóyotl de Literatura en Lenguas Mexicanas 2008.

Encuentro de Rituales en la ciudad de México

Miquixtli, festival indígena y popular en Morelos

Foro por la diversidad cultural, educativa y lingüísticaPor Nubia Ramos

Homenaje a Margarita Nolasco

El corazón en las manos

Artesanos urbanos. La posibilidad de viajar con el puesto a cuestasPor Alonso Muñoz Terán

Zona libreLa revolución de los muertosPor Regina Galindo

El ReportajeLos afromestizos, una presencia vivaPor Elva Coronado Martínez

El Artículo

Algunas notas sobre el mezcal de DurangoPor Gustavo Contreras (El Dioseño)

¡La Fiesta!

Fiesta de la Virgen del CarmenPor la Coordinación y Apoyo a Fiestas Patronales

El Librero

Todavía, se nace y se yace en petates… Artesanos, artesanías y arte popular de México

El tzotzil al alcance de todos. El gran diccionario tzotzil de San Lorenzo Zinacantán (Mol cholobil k´op ta sotz´leb)

Barrios, pandillas, clicas y maras. Las maras: identidades juveniles al límite

La Tonada

Los 3 alakranes no matan, nomás huapanguean

Banda Azoyú de Chicho Estrada. Por Gerardo Guerrero Gómez

Canción contemporánea oaxaqueña. ¡Siempre al sur!

La Convocatoria

Tercer concurso de fotografía de Tierra Caliente

El Fogón

Romeritos para Navidad con tortitas de camarón seco

La Marquesina

Los Documentos

Recomendación sobre la Salvaguardia de la Cultura Tradicional y Popular

3

4

6

7

8

10

12

13

18

20

24

25

26

27

28

29

30

31

María Antonieta Gallart en el Encuentro de profesionales de industrias culturales México-Québec

Proteger y difundir la diversidad cultural, reto de México Héctor Campio

Foto

: R

amon

a M

iran

da.

Page 5: Fiestas Indígenas Dedicadas a Los Muertos

�octubre - diciembre · 2008 �

La NoticiaLa Noticia

La Dirección General de Culturas

Populares celebró el Día de Muer-

tos con un Encuentro de rituales,

procesión de espíritus, en el que partici-

paron pueblos indígenas que, desde sus

comunidades, llegaron a la capital del país

a compartir la riqueza cultural que llevó

a la Organización de las Naciones Unidas

para la Ciencia, la Educación y la Cultu-

ra (UNESCO), en 2003, a proclamar a la

Festividad indígena dedicada a los muertos

como “Obra Maestra del Patrimonio Oral e

Inmaterial de la Humanidad”.

El sábado 25 de octubre arribaron tee-

nek, pames y nahuas de San Luis Potosí;

nahuas de Hidalgo; hñähñu y chichimeca-

jonaz de Guanajuato; mazatecos y chinan-

tecos de Oaxaca y tsotsiles de Chiapas,

al Museo Nacional de Culturas Populares

(MNCP), donde levantaron altares repre-

sentativos de sus culturas y dieron inicio

a la convivencia intercultural entre los dis-

tintos pueblos, entre los difuntos de esos

pueblos y los visitantes urbanos al recinto

anfitrión.

Desde este día el MNCP abrió la venta

de artesanías y gastronomía típica, la ex-

hibición de altares de los pueblos yaqui,

mayo, tepehua, nahua, hñähñu, zoque, chi-

nanteco, chatino, purépecha, teenek, tepe-

huano, maya y mazahua e inició el ciclo de

visitas guiadas ¡Hay calacas!, que incluyó

narración de cuentos, relatos y leyendas

indígenas.

Este mismo día, el MNCP también abrió

su alma al Consejo de Ancianos Teenek de

la Huasteca potosina y a los sacerdotes

indígenas que efectuaron el primer Ritual

de recibimiento a los muertos, práctica ce-

remonial que ha permanecido a lo largo de

los tiempos y fue el preámbulo a una suce-

sión de danzas y cantos; tributo y vehículo

para recordar y entrar en comunión con los

espíritus.

El domingo 26 ocurrió un acto que llenó

de copal y cempasúchitl, música y danzas

uno de los circuitos viales más importantes

del Distrito Federal, la Procesión de espíri-

tus, que partió de la explanada del Museo

Nacional de Antropología y siguió por todo

el Paseo de la Reforma, hasta llegar al Zó-

calo. Ante el asombro de decenas de curio-

sos, más de un centenar de hombres y mu-

jeres indígenas, en sus trajes multicolores

y un rumor de lenguas distintas, sumaron a

sus muertos en esta procesión.

En alegría ritual, los indígenas sonoren-

ses, potosinos, oaxaqueños, chiapanecos y

guanajuatenses se encontraron con otros

cientos de integrantes de los pueblos ori-

ginarios de la ciudad de México, principal-

mente mazahuas y nahuas de Xochimilco y

Milpa Alta, convocados por el Consejo de

los Pueblos y Barrios Originarios del D.F.,

quienes con plegarias y música autóctona

recibieron a los invitados y colocaron sus

ofrendas al tañido de las campañas de la

Catedral Metropolitana.

Caída la tarde (mientras la procesión

continuó su curso hacia la Cieneguilla Con-

gregación de San Ildefonso, Tierra Blanca,

Guanajuato y al Centro Ceremonial Tamtoc,

en San Luis Potosí, donde culminó la proce-

sión el 28 de noviembre), en el MNCP, conti-

nuaron los festejos hasta el 2 de noviembre,

con una rica agenda de actividades compar-

tidas y disfrutadas por un promedio de 30

mil personas.

Destacaron las mesas redondas Pro-

cesión de espíritus, en la que especialis-

tas comunitarios explicaron la presencia

de elementos de distintas culturas en

cada ofrenda, y De cara con la muerte:

costumbres indígenas, con la participa-

ción de los maestros Hugo López Aceves

(pueblo mayo); Iván Pérez Téllez (Sierra

Norte de Puebla); Paola García Souza

(pueblo huave) y Benjamín Lucas (pueblo

purhépecha).

Se fueron pero siguen aquí fue una

charla en la que los amigos de don Ángel

Tavira, Víctor Hugo Rascón Banda, Marga-

rita Nolasco y Daniel García Blanco, todos

acaecidos este año, comentaron vida y

obra de estos importantes personajes de la

vida cultural de México.

Hubo además minuetes, sones y valses

de los Hermanos Tavira, música de la Ban-

da Filarmónica Real Zapoteco, de la Banda

mixe San Melchor Betaza y la experimenta-

ción sonora del grupo Yodoquinsi.

Este fue el marco ideal para dar a co-

nocer la colección de discos Eterno retorno,

producida por la DGCP, compuesta por tres

fonogramas: …y para los difuntos, puro

vinuete, Rituales sonoros de los muertos y

Palabra de muerte, sonoridades sagradas.

Poesía y música. Fue presentada por los es-

pecialistas Lizette Alegre, Gonzalo Cama-

cho y Fernando Híjar, con la participación

de los poetas Patricia Celerina Sánchez y

Gustavo Zapoteco Sedeño.

Fue este un verdadero remanso de fies-

ta en el que no sólo se reunieron los vivos

con los muertos, sino culturas con culturas

y espíritus con espíritus.

Celebración de la Festividad indígena dedicada a los muertos en México

Encuentro de rituales en la ciudad de México Por Carmen Ruiz y Aurelio Alpízar. Fotos: Fernando García.

Page 6: Fiestas Indígenas Dedicadas a Los Muertos

�octubre - diciembre · 2008 �

La NoticiaLa Noticia

Durante más de cuatro siglos, año

tras año, diversas regiones, sobre

todo del centro indígena del país,

festejan con espléndidas fiestas, rituales y

ofrendas a sus difuntos.

Los estudiosos de este tema coinciden

en señalar que estas fiestas corresponden

al fin de un calendario ritual y a la culmi-

nación del ciclo agrícola. Las ofrendas son

el elemento más visible de esta manifesta-

ción cultural ya que simbolizan el vínculo

renovado entre los difuntos y sus familia-

res. Por lo general, acompañan al altar fa-

miliar u ocupan la habitación principal de

la casa; en ellas son colocadas diversas

imágenes religiosas que cumplen una fun-

ción protectora, velas que alumbran el ca-

mino de los “muertitos”, caminos de flores

que los guían, alimentos de su preferencia

y, en muchos casos, fotos que unen sus re-

cuerdos a la festividad.

Desde el 28 de octubre al 2 de noviem-

bre pasado se celebró a los muertos en Mo-

relos; el día 28 dedicado a los “matados”,

el 31 a los muertos chiquitos y 1 y 2 de no-

viembre, a los fieles difuntos.

El Instituto de Cultura de Morelos,

consciente de la gran importancia que la

cultura popular tiene en la identidad cul-

tural de nuestro estado y de la riqueza ar-

tística de sus manifestaciones, celebra una

vez más con gran esplendor el Miquixtli,

festival indígena y popular de Día de Muer-

tos que por 20 años consecutivos ha sido la

fiesta más relevante realizada en el Centro

Cultural Jardín Borda de Cuernavaca.

Del 30 de octubre al 2 de noviembre,

se reunieron por primera vez más de 300

creadores indígenas y populares de toda la

entidad, muchos de ellos beneficiarios del

Programa de Apoyo a las Culturas Munici-

pales y Comunitarias (PACMYC) para pre-

servar sus tradiciones.

Este importante festejo abrió el jueves

30 de octubre, a las siete de la tarde, con

la inauguración de la exposición Color de

Morelos. Imágenes de la cultura popular

morelense que, a través de espléndidas

fotografías, muestra lo más representativo

del arte popular local. Asimismo, el público

asistente pudo disfrutar de danzas que ge-

neralmente no se representan fuera de sus

comunidades, como la Danza de Sayones

de Tetela del Volcán, la de Moros y Cristia-

nos de Ixtlilco el Grande o las contradanzas

de Axochiapan.

Exposiciones fotográficas, chinelos,

bandas de viento, son de tarima, mariachis,

grupos de teatro, canto náhuatl, poesía y

pirotecnia sirvieron de marco multicolor

para que las ofrendas fueran admiradas por

más de 15 mil visitantes. Lo más relevante

de esta celebración fue el Primer Encuentro

Regional de Artesanos y el Tianguis gastro-

nómico, donde participaron productores de

todo Morelos y de estados invitados como

Guerrero, Jalisco, México y Puebla.

Dulces tradicionales, ponche, licores

artesanales y mermeladas de frutas, ta-

males, moles, pan de muerto, cerámica

policromada, barro, ceras escamadas, ca-

sitas de pochote, instrumentos musicales,

textiles, petates, juguetes de madera, cala-

veras de dulce y carrizo, cartonería; tradi-

ción multicolor, alegre música, aromas, sa-

bores, inciensos que rindieron nuevamente

culto a la muerte en el Jardín Borda.

Así fue como los visitantes conocieron

más sobre los festejos de Día de Muertos en

Morelos y disfrutaron de la artesanía, gas-

tronomía, danza y música de nuestro esta-

do, que los espera el año que entra.

Día de Muertos en Morelos

Miquixtli, festival indígena y popularPor Mauricio Barrón Couret y Norma Zamarrón*

* Promotores de la Unidad de Culturas Populares en Morelos.

Foto

: R

afae

l O

sori

o.

Foto

s: I

nst

itu

to d

e C

ult

ura

de

Mor

elos

.

Foro por la diversidad cultural, educativa y lingüísticaPor Nubia Ramos

Más de 150 expertos de 40 ins-

tituciones nacionales y lati-

noamericanas se reunieron los

pasados 10 y 11 de noviembre en la Unidad

Ajusco de la Universidad Pedagógica Na-

cional para participar en el Foro de Promo-

ción de la Diversidad Cultural, Educativa y

Lingüística.

Organizado en el marco de la Campa-

ña Nacional por la Diversidad Cultural de

México, integrada por 11 instituciones pú-

blicas del Gobierno Federal y del Distrito

Federal, así como de la UNESCO, este foro

propició un espacio para el diálogo y la re-

flexión entre especialistas en la diversidad

cultural para la educación.

El inicio fue un panel en el que Salomón

Nahmad, Andrés Medina y Héctor Díaz Po-

lanco hablaron sobre las implicaciones de

la diversidad cultural y lingüística en la

educación pública mexicana.

Asimismo, se presentaron las siguien-

tes conferencias magistrales: Una mirada

crítica a la educación intercultural, de Gün-

ther Dietz, de la Universidad Veracruzana;

Interculturalidad, educación y estados na-

cionales, presentada por Catherine Walsh,

de la Universidad Andina Simón Bolívar de

Ecuador, e Inserción de la dimensión indí-

gena en la educación nacional. El caso de

Brasil, por Antonella Imperatriz, de Univer-

sidad Federal de Santa Catarina, Brasil.

Se desarrollaron, además, cinco mesas

de trabajo simultáneas con la participación

de 130 ponentes con los siguientes temas:

Equidad, exclusión y discriminación; Po-

líticas lingüísticas y educación bilingüe;

Formación docente en y para la diversidad;

Multiculturalismo, diversidad e intercultu-

ralidad; y Educación, derechos humanos y

ciudadanía en sociedades plurales.

El Foro de Promoción de la Diversidad

Cultural, Educativa y Lingüística contó con

la asistencia de más de 550 personas en-

tre las que se encontraban investigadores,

estudiantes, líderes indígenas y funciona-

rios públicos de diferentes estados de la

República como Oaxaca, Chiapas, Puebla,

Hidalgo y Veracruz, entre otros.

El próximo año será editado un disco

compacto con las memorias del foro, en

concordancia con el objetivo de promover

los resultados de las experiencias e investi-

gaciones sobre la diversidad cultural en el

ámbito de la educación, para impulsar una

cultura democrática y plural en México.

En la clausura, Sylvia Ortega Salazar,

rectora de la UPN anunció que en 2010

esta institución organizará en coordina-

ción con el CIESAS, la segunda emisión del

foro a fin de dar seguimiento al trabajo que

detonó este encuentro de especialistas en

diversidad cultural.

Rosalinda Morales Garza, Vicente Marcial Sequeda, Fernando Salmerón Castro, Virginia García Acosta, Aurora Elizondo Huerta y Alicia Ávila Storer durante el Foro.

Momentos del Foro por la Diversidad Cultural Educativa y Lingüística

Page 7: Fiestas Indígenas Dedicadas a Los Muertos

�octubre - diciembre · 2008 �

La NoticiaLa Noticia

Para Margarita de Marina

Ayer, en una ofrenda-homenaje que

se realizó en el Museo Nacional

de Culturas Populares para Daniel

García Blanco, Margarita Nolasco y Ángel

Tavira, entre otros, los músicos familiares

de este artista de Tierra Caliente (protago-

nista de la película El violín) recientemente

fallecido, dijeron que interpretarían algunos

sones alegres para la ocasión, pero que asi-

mismo tocarían algunas marchas fúnebres,

pues habría que comprender que también

eran muy chillones. Me pareció una forma

muy acertada para describir los sentimien-

tos que encierran ahora mis palabras: lo

chillón y lo alegre. Me enfrento a la dificul-

tad de continuar un diálogo brutalmente in-

terrumpido por la pérdida de Margarita (y la

frustración de que no haya visto terminado

el Diario de Campo que en la Coordinación

Nacional de Antropología le preparábamos

como homenaje-sorpresa). Al mismo tiem-

po, quiero reparar en la alegría que me dio

haber compartido con ella una parte del ca-

mino, estos últimos 9 años.

Decía Ryszard Kapuscinski que siem-

pre que está uno frente al viaje (de incur-

sión periodística, el viaje antropológico) se

presenta una incógnita, que más que girar

en torno al lugar desconocido se centra en

la figura del Otro al cual nos enfrentare-

mos, pues de ese encuentro, cuya esencia

radica en el diálogo, dependerá el futuro,

en este caso, de nuestras investigaciones.

Margarita tenía la certeza que desde niña

había sido consciente de su convivencia

con el Otro, había estado muy cerca de

una mujer nahua y con ella descubrió la

importancia de saber escuchar; desarro-

lló por motu propio una gran capacidad

para relacionarse perceptivamente con

los demás. Este reconocimiento dado en

un plano axiológico, años más tarde como

observadora profesionalmente entrenada,

superó lo que podría ser visible al obser-

vador ocasional y ofrecer una manera de

ver el problema diferente a la de los sujetos

involucrados. Así, su permanente crítica a

las respuestas comunes de los problemas

del México contemporáneo la condujeron

a escribir sus últimos aportes acerca de

Chiapas y de la “La condición del indio en

el siglo XXI”, haciendo énfasis en que la

desigualdad y la pobreza no se explican

por la diversidad cultural (cfr. Navarrete

2004; Nolasco, Alonso et al. 2003).

¿De qué manera se podría construir

el conocimiento antropológico sino está

vinculado al devenir de nuestro país? El

tema del papel del científico social se an-

tojaría pertinente puesto que la relación

entre la ciencia y el compromiso político,

como bien ha dicho Alicia Barabas, puede

no compartirse, pero no puede ignorarse.

(Barabas, 2007) Sin embargo, también hay

que decir que el mundo cambia y con él

muchas perspectivas dejan de ser perti-

nentes. (Alonso, 2007) Margarita mantuvo

una postura crítica frente a lo que ella o su

misma generación habían construido y a

tener cuidado de no ejercer una antropolo-

gía ideologizada que se olvidara de ser eso:

Antropología.

Quizá uno de estos grandes temas

que abordó es la producción cafetalera

de México. En la medida en que ésta ha

constituido una de las ramas más impor-

tantes de la agroindustria nacional, la

producción del grano era, para Margarita,

resultado no sólo de procesos económicos

sino sociales y culturales. Para fines de los

setenta y principios de los ochenta el café

se cultivaba en 12 estados de la República

en una superficie aproximada de 400 mil

hectáreas; en esos años la participación

del grano en el valor del producto bruto

agrícola solamente había sido superada

por el maíz, el algodón y la caña de azúcar,

y entre los productos de exportación tenía

un lugar destacado, tan sólo superado por

el petróleo. Para mediados de los ochenta,

el 84% de toda la superficie cultivada con

café pertenecía a pequeños productores

que contaban con 3 hectáreas de parcela y

aportaban el 29% de la producción. Lo an-

terior revelaba, para Margarita, el carácter

minifundista y polarizado de la actividad

* Maestra etnóloga e historiadora. Investigadora de la Fonoteca, Instituto Nacional de Antropología e Historia.

cafetalera: Para los miles de pequeños pro-

ductores, ello representa las desventajas

propias de los predios excesivamente frac-

cionados: ingresos por venta del grano en

condiciones desfavorables; trabajar como

jornalero en otras fincas para complemen-

tar su raquítico ingreso familiar; y el em-

pleo de técnicas tradicionales en muchos

casos inadecuadas. (Nolasco, 1985: 11)

Podría decirse que la obra de Margarita

Nolasco es en sí misma plural en su con-

tenido por los diferentes temas de interés

antropológico, pero también porque expre-

sa los distintos enfoques y planteamientos

sostenidos a lo largo de su vida académica

y política. No perdió de vista contribuir a

modificar la situación de nuestro país,

a hacer una antropología que no tuviera

como fin el adorno personal como suce-

de en casos de muchos colegas, quienes

consideran que su interpretación de los

fenómenos estudiados es mejor que los fe-

nómenos mismos. Frente a la soberbia de

algunos –que por cierto a ella le divertía

mucho–, la generosidad y la autoritas de

Margarita contrastaban: nunca menospre-

ció a ningún colega para ser quien ella era,

quien es. Por lo contrario, nos hizo ver que

el ejercicio de la antropología, aun en su

forma más rígida y protocolaria, también

conlleva la construcción de espacios de

calidez y de modestia.

En ocasiones, acompañados con un

café chiapaneco comprado en el lagar-

tijero, nos sentábamos en su cubículo a

refunfuñar un rato: que por qué no llega-

ban a tiempo los recursos del proyecto de

Etnografía, que si esto que si lo otro; pero

siempre concluíamos que este proyecto

era una gran oportunidad para investigar,

para divulgar el conocimiento reconocien-

do el gran esfuerzo que para muchos ha

sido mantener el proyecto a flote; hablá-

bamos de las dificultades que sorteaba

Gloria Artís, y de su misma convicción para

no renunciar a una aventura tan grande.

Siempre había algo que comentar acerca

del proyecto de Etnografía y sus participan-

tes. Nos harán falta esas tardes cafeteras

en la ENAH o en San Cristóbal de Las Ca-

sas porque además, le debo a Margarita,

que en esas reuniones de trabajo, yo haya

conocido a los que habrían de ser algunos

de mis mejores amigos.

En esas charlas cafeteras nos platicaba

anécdotas de su generación; recordaba con

una gran carcajada cuando en una fiesta

de la ENAH el olor de la mariguana era tal,

que ella y su esposo Carlos decidieron me-

jor retirarse. Al día siguiente se enteraron

de lo que allí había sucedido realmente: ¡se

había quemado un sillón!

Carlos Melesio, el gran amor de Mar-

garita -de quien ella se expresaba con gran

orgullo- nos acompañó en muchas ocasio-

nes al campo, a las reuniones nacionales,

y siempre nos hacía reír. Recuerdo que una

vez que íbamos por la carretera hambrien-

tos y no encontrábamos dónde comer pues

únicamente había puestos de venta de flo-

res, dijo: —A ver Margara ¡vámonos a pa-

rar en uno de estos puestos a ver si tienen

aunque sea flor de calabaza!

* * *

Siempre explorando campos diversos

de conocimiento —desde la estadística

e informática, la etnobotánica, hasta la

filosofía, la historia, la geografía y la an-

tropología— Margarita planteó nuevas

interrogantes; construyó problemas antro-

pológicos en todo aquello donde otros sólo

ven el acontecer, sin más. Antes del alba

comenzaba a escribir, navegaba en inter-

net. Por ello, cuando se relata la vida de

Margarita debe hacerse en gerundio, en

un ininterrumpido haciendo: escribiendo,

diciendo, cuestionando, denunciando, de-

batiendo, reflexionando, enseñando. Pero

aún más: no sería posible hacer tanto, es-

cribir tanto, reflexionar tanto si Margarita

no hubiera tenido como principio de vida

la libertad. Nos alentó a desatarnos de lo

otrora considerado imprescindible y que

en el presente nos aprehendía, pero sobre

todo, nos motivó a no renunciar nunca a

ser nosotros mismos, a nuestros princi-

pios y convicciones; nos alentó a disfrutar

de nuestro trabajo y a ser profundamente

felices.

De alguna forma Margarita musicalizó

las vidas de muchos, estoy segura de que

ahora que ella incursiona en otras formas

de existencia, y podemos musicalizar su

partida con los versos de Andrés Henestro-

sa que muchos queremos usar para despe-

dir a los nuestros:

Niña cuando yo muera, no llores sobre

mi tumba,

Cántame la Martiniana ¡ay mamá! Mú-

sica que no muere,

No me llores no, no me llores no,

Porque si lloras yo peno,

En cambio, si tu me cantas

Yo siempre vivo y nunca muero.

En cambio, si tu me cantas

Yo siempre vivo y nunca muero.

30 de octubre, 2008

Referencias:

Alonso Bolaños, Marina, “Modus operandi… o de cómo los etnógrafos recurren a la historia y los historiadores a la etnografía” en Gloria Artís y Roberto Mejía (eds.) Diario de Campo. Boletín interno de los investigadores del área de Antropología, núm. 94, septiembre-octubre 2007, CNAN INAH

Barabas, Alicia, “Unidad y Diversidad en Mesoamérica: una discusión inacabada” en Gloria Artís y Roberto Mejía (eds.) Diario de Campo, Boletín interno de los investigadores del área de Antropología, núm. 93, julio-agosto, CNAN INAH, 2007 (en prensa).

Navarrete, Federico, Las relaciones interétnicas en México, México Nación Multicultural, UNAM, 2004Nolasco, Margarita, Café y sociedad en México, México, Centro de Ecodesarrollo, 1985.Nolasco, Margarita; Marina Alonso; Haddlyn Cuadriello; Rodrigo Megchún; Miguel Hernández y Ana

Laura Pacheco, “Una visión de lo heterogéneo: nuevas formas de estructura social de los indios de Los Altos, de la Selva de Chiapas y de los refugiados guatemaltecos de la Frontera Sur” en Millán, Saúl y Julieta Valle (coords.) La comunidad sin límites. Estructura social y organización comunitaria en las regiones indígenas de México Vol. I, Colección Etnografía de los Pueblos Indígenas de México, Serie Ensayos, CNAN INAH, México, 2003, pp. 213-288

En ocasión del 70 aniversario de su natalicio, Margarita Nolasco Armas, considerada un pilar de la Antropología mexicana, fue recor-

dada el 3 de noviembre, con un homenaje póstumo organizado por la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH).

En este acto participaron Lina Odeba, Hadlgyn Cuadriello, Salomón Nahmad, Beatriz Barba, Marina Alonso, Dora Pellicer, Ro-

drigo Megchum, Gloria Artís, Leticia Reina y Daniel Cazés, quienes conocieron de cerca a la investigadora emérita fallecida en septiembre

de este año, reconocida por sus obras y considerada una viajera incansable, mujer excepcional y ejemplo de vida.

A continuación, el texto íntegro presentado por la maestra Marina Alonso Bolaños* durante dicho homenaje.

Homenaje a Margarita NolascoFo

to:

Arc

hiv

o E

NA

H.

Page 8: Fiestas Indígenas Dedicadas a Los Muertos

10octubre - diciembre · 2008 11

El Corazón en las Manos

tienen máquinas para ello (quizá me-tiéndose a aprender en alguno de los talleres de platería de la ciudad). Si su intención es aprender técnicas depura-das y especializadas, puede ser que ter-minen en la Escuela de Artesanías del INBA; otros simplemente se dedicarán de lleno a la artesanía de las pinzas y el alambre, a perfeccionar la técnica y quizás vayan encontrando nuevos ma-teriales para su producción.

Por último, están aquellos que se dedican al continuo viaje, buscando el sitio ideal para la venta; dentro de esos grandes recorridos entran en contacto con artesanos que dominan otras téc-nicas, con comunidades productoras de algún tipo de artesanías. Los resul-tados de estas experiencias se reflejan positivamente en sus trabajos.

En la Ciudad de México los po-demos encontrar en muy distintos puntos, en fugaces puestos en el Zó-calo (por que ya no les permiten ven-der en ese punto), en las afueras de universidades y preparatorias, como los famosos pasillos de la Facultad de Filosofía y Letras, en la de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, así como en el tradicional tianguis de La Lagunilla, los domingos, o en el cen-tro de Coyoacán.

Todos están siempre trabajando materiales de la naturaleza y sintéti-cos, que en un primer momento y ais-ladamente no producen sensación al-guna, pero que a través de las pinzas o del tejido con las manos, van toman-do bellas formas simétricas o motivos muy variados. A veces, son imitacio-nes de los collares y aretes antiguos, otras, un sinfín de espirales y flores que, combinadas con alguna cuenta, adornan los tímpanos, manos y pecto-rales de mujeres citadinas.

¿Qué hay de la valoración de las ar-tesanías urbanas? Mientras que las ar-tesanías tradicionales van siendo reva-

loradas gracias al esfuerzo de algunas instituciones, de individuos que reco-pilan su historia o de extranjeros que se deleitan con la artesanía tradicional y, además, se vuelven sus más impor-tantes promotores, la artesanía urbana no ha tenido el reconocimiento de las instituciones o de la mayoría de la so-ciedad. Esto se ve reflejado en que las artesanías tradicionales cuentan ya con varias tiendas y puntos de venta, mien-tras que los artesanos urbanos carecen de espacios o permiso de los gobiernos delegacionales para vender.

Esta marginalidad, después de todo, no les resulta tan negativa, por-que si algo los caracteriza es también la fugacidad; movilidad y búsqueda de clientes en varios puntos de la ciudad. Pero es necesario el reconocimiento de los gobiernos, porque en algunos lugares como la plaza de Santo Do-mingo, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, espacio en el que convergen artesanos de todo el país, de centro y Sudamérica y uno que otro europeo, se han visto hostilizados por las “auto-ridades” que amenazan con quitarlos de la plaza.

Transgresión de la utilidadLas artesanías han sido relegadas a un segundo plano por considerarse un proceso puramente “mecánico”, ma-nual, de “segunda”. Este trabajo es re-conocido por muchos como una labor en la cual no hay un proceso creativo e intelectual, a diferencia de las artes. Esta degradación de las artesanías no toma en cuenta que el artesano está depositando en su creación un proceso imaginativo y estético muy singular.

Octavio Paz, en un bello texto que dedica a la joyería y a la artesanía, ha-bla de una transgresión de la utilidad, ya que los adornos de la artesanía no tienen función alguna; la persistencia y la proliferación del adorno revelan

una zona intermediaria entre utilidad y contemplación estética. Un conti-nuo vaivén que tiene un nombre: la belleza.

Así, podríamos hablar sobre los ar-tesanos como transgresores del culto a la utilidad y a la religión del arte. Paz dice que el objeto artesanal está hecho para las manos: no sólo lo podemos ver, sino que lo podemos palpar.

Es así como estos artesanos crean sus piezas, pacientes como todos los artesanos, minuciosos con el adorno, empeñados en crear objetos cada vez más bellos, buscando nuevos materia-les y, como también menciona Paz, ex-presándolo a la sociedad no como tra-bajo (técnica), ni como símbolo (arte, religión), sino como vida física com-partida.

Habrá que revalorizar el trabajo de estos artesanos y evitar el término pe-yorativo de “arte-zánganos”. Su trabajo tiene muestras de una técnica depura-da e ingenio desarrollado; la búsqueda de un estilo propio, producto de sus viajes y sus anhelos, se ve reflejado en cada pieza que producen. La experien-cia que obtienen por el contacto con otras culturas y otros artesanos mues-tra influencia en sus costumbres y, en general, en su forma de vida. La inter-culturalidad y su resistencia cultural dentro de la sociedad toman fuerza en estos tiempos. Así que la próxima vez que veamos el puesto de un artesano, pongamos atención a sus trabajos y tengamos presente el colorido papel que juegan hoy en día.

* Estudiante de joyería en la Escuela de Artesanías del INBA.

Las ciudades entrañan una di-námica creativa, potenciadora y fomentadora de vertientes de

lo tradicional. En el caso de la Ciudad de México hay artesanos de casi todos los grupos étnicos y, al mismo tiempo, raíces de una de las civilizaciones más esplendorosas y fantásticas de meso-américa y del mundo: los mexicas y su gran Tenochtitlan. Ahora, este lugar resulta campo fértil para el desarrollo de una de las actividades más respeta-das y valoradas de la época prehispá-nica: la artesanía.

Estas características dan a la ciu-dad un papel muy activo en cuanto al desarrollo y la transformación de téc-nicas artesanales como la de los joye-ros, plateros, orfebres y otros más, que producen piezas ornamentales y con-forman un grupo muy peculiar, el de los llamados artesanos urbanos.

Los artesanos urbanos se diferen-cian de los artesanos tradicionales en el hecho de que estos últimos obtienen sus conocimientos y habilidades al ser instruidos por sus padres y/o abuelos, es decir, de modo generacional; y los artesanos urbanos aprenden empírica-mente sus habilidades. Desde luego, la principal característica es que son, en su mayoría, jóvenes citadinos.

El jade y la obsidiana, reminiscencias del pasado¿Qué comparte este grupo de artesa-nos además de la ciudad? Un gusto por las piedras y los minerales que la región provee, como el jade y la obsidiana. El primero con importancia de primer or-den en el mundo prehispánico; se po-dría decir de un sub-orden, el de los muertos, el del Mictlan. La obsidiana, igualmente importante en el pasado y, además, encontrada en una gran varie-dad, como la manto huichol, la dorada, o la arco iris; todas ellas de belleza sin igual y propia de esta zona.

Hay muchas piedras y minerales más, que van desde los que tienen co-lores brillantes, como la piedra luna, hasta tornasoles, como la labradorita; y el encantador ámbar, cortesía en su mayor parte de la resina de los árboles chiapanecos.

Mención especial se merece la pla-ta, ya que aunque muchos comienzan trabajando con metales como el latón, el cobre o la alpaca, o dedicados al “ma-cramé” con hilo encerado importado de Brasil o Costa Rica o hilo cáñamo, es inevitable que en algún momento la plata y su nobleza para ser manipulada seduzcan e inviten al artesano a tocar-la y transformarla. Cómo no aplaudir

ser parte de la gran cadena productiva alrededor de este metal del que existen grandes cantidades en México, primer productor de plata en el mundo; esto, a pesar del gran saqueo histórico con el que se beneficiaron los europeos.

Además de la peculiar materia pri-ma de estos artesanos, hay una necesi-dad primordial e imperiosa que casi to-dos comparten: la económica. En una nación de oportunidades desiguales de desarrollo y pocas posibilidades de ob-tener buenos empleos, volverse artesa-no representa, para unos cuantos, una alternativa. Además de ingresos, las ar-tesanías les genera un modo de ser au-tosuficientes, de escoger sus horarios y, de vez en cuando, los lleva a irse de via-je con el puesto a cuestas. Esto les per-mite conocer muchos lugares del país; en ocasiones, los llevará hasta Centro-américa o Sudamérica. Con un poco más de suerte, algunos logran cruzar “el charco”. Aunque Estados Unidos no es precisamente atractivo para ellos, ya que el sueño lo alcanzan muchas veces en la sierra oaxaqueña, en la Riviera Maya o en la selva chiapaneca, entre tantos lugares donde hallan a otros ar-tesanos con los que truequean piedras de otras regiones o materiales para nuevos diseños.

Nuevas formas de vida y de creaciónAlgunos han hecho de este trabajo toda una forma de vida. Los hay que estudian alguna carrera y mantienen sus estudios como productores de arte-sanía; otros deciden aprender técnicas especializadas de joyería, como monta-dura y lapidaria, y lo logran al procu-rar contacto con otros artesanos que

Artesanos urbanos

La posibilidad de viajar con el puesto a cuestas

Por Alonso Muñoz Terán*

Foto

s: A

nd

rea

Riv

era.

Artesano salvadoreño en Isla Mujeres, Quintana Roo.

Page 9: Fiestas Indígenas Dedicadas a Los Muertos

1�octubre - diciembre · 2008 1�

En 1519 desembarcó el primer grupo de negros en tie-rras novohispanas, desde entonces, el acervo cultu-ral mexicano se enriqueció con parte del equipaje

que trajeron consigo: su propia lengua, gastronomía, artes plásticas, medicina tradicional, religión, música y danza. Los investigadores en el tema han documentado esta pre-sencia en algunas entidades como Coahuila, Guanajuato, Morelos, Guerrero, Oaxaca y Veracruz.

Odile Hoffmann —en el artículo “Negros y afromestizos en México: viejas y nuevas lecturas de un mundo olvidado”, publicado en el número 68/1 de la Revista Mexicana de So-ciología (enero-marzo 2006)— sostiene que la existencia de las poblaciones negras contemporáneas, en tanto que indi-viduos y, más aún, en tanto que grupo social, no está reco-nocida en ninguna ley reglamentaria, aunque con la reforma constitucional de 1992, el Estado mexicano acepta la natu-raleza pluriétnica y multicultural del país.

Entre las explicaciones que ofrecen los estudiosos a la falta de antecedentes sobre este componente de lo mexica-no está que los rasgos culturales negroides, con el paso del tiempo, fueron amalgamándose con los de los pueblos indí-genas originarios, al punto de negar su visibilidad, a pesar de tener todas las características fenotípicas del africano.

Por Elva Coronado Martínez. Fotos: Cortesía de Xquenda A.C.

Los afromestizos, una presencia viva

La contribución de la raza negra a la cultura popular de México permaneció en el

olvido durante mucho tiempo, al igual que sus portadores. El interés de investigadores

e instituciones gubernamentales permitió que aflorara la tercera raíz, la africana, como

parte de la identidad nacional.

El Reportaje

Revolución es igual a inquie-

tud, espíritu que provoca

un cambio significativo en

la estructura social de un pueblo.

Las culturas alternativas de la Ciu-

dad de México tienen el mismo es-

píritu que provocaron en tiempos

pasados las revueltas sociales,

pero que en nuestros días toma di-

versos caminos como La revolución

de los muertos, acción multidisci-

plinaria efectuada en la Fábrica de

Artes y Oficios (FARO) de Cuautepec, que

dio la pauta perfecta para el sincretismo, la

conjunción de valores estéticos en torno a

la tradicional fiesta del Día de Muertos.

No es tarea fácil llegar hasta el FARO

de Cuautepec, horas de camino y calles

de subida dentro de las periferias del Dis-

trito Federal; cerros imponentes donde el

suburbio se hace presente y abrió paso al

colectivo Amrastyle, que no tiene obstácu-

los en su afán de incidir, con su propuesta

cultural, en la sociedad, en el barrio, en la

colonia de la gran urbe; afán con el que el

pasado primero de noviembre hizo La re-

volución de los muertos en la que combinó

tradición, graffiti, pintura y tatuajes.

A lo largo del día inmersos en copal,

decenas de jóvenes urbanos daban forma a

sus creaciones; botes fueron y vinieron de

las manos de esa gente que asume su que-

hacer artístico como neto de barrio y exige

se le considere dentro de esta sociedad,

porque con esto construyen, dan forma y

color a su identidad. Esta identidad es re-

sultado de una revaloración de las usanzas

y de la integración de nuevas manifestacio-

nes artísticas, como parte de la celebra-

ción a los difuntos.

Desde muy temprano, los jóvenes se

reunieron en las inmediaciones del FARO

de Cuautepec a fin de presentar su visión y

compartirla con la propuesta de Amrastyle.

Cultura popular y arte emergente son

sinónimos de creación para este colectivo

que surgió en este 2008 bajo la dirección

artística de Ismael Olivares, mejor conoci-

do como AMRA, artista visual, tatuador y

graffiti writer.

La presentación de Capo Band y Rodeo,

bandas de música convocadas por Amras-

tyle, sirvieron para darle realce a esta re-

vuelta. Mientras los crews (agrupaciones de

jóvenes grafiteros) pintaban su barda y las

familias hacían su tapete, los grupos llena-

ron el ambiente de notas nunca antes toca-

das en el área natural protegida de la Sierra

de Guadalupe, al norte del Distrito Federal.

Para Amrastyle, conjuntar las discipli-

nas de pintura, tatuaje y graffiti es incluir

herramientas contemporáneas que al unir-

se logran una mayor fuerza e integración

de propuestas artísticas-culturales. Esta

es su manera de abrir la perspectiva a la

creación artística de otros, muchos, hete-

rogéneos, participativos, es uno de los fi-

nes de este colectivo.

Para que el acto artístico suce-

da es fundamental la retroalimen-

tación entre el creador y su público,

así como la valoración de la pro-

puesta plástica y la identidad de la

comunidad en donde se dé la inte-

racción del colectivo Amrastyle.

La revolución de los muertos fue

también el nombre de la muestra

gráfica que permitió a AMRA cerrar

el ciclo de exposiciones de este

año y abrir el camino para nuevas

experiencias que se sucederán a esta pri-

mera actividad multidisciplinaria, en la que

decenas de jóvenes y sus familias compar-

tieron una propuesta artística que admitió

la combinación de símbolos como los de la

celebración del Día de Muertos y los usa-

dos en el tatuaje, dando lugar a un nuevo

lenguaje plástico que hizo la diferencia a

lo presentado en 2008, relacionado con la

lucha libre. www.myspace.com/amraone

Jóvenes de 12, 15 y hasta los veintitan-

tos años de edad se acercaron a AMRA al

momento de la inauguración para expresar

su sentir, como en el caso de Michel Mo-

rales: Que buena onda que hagan espacios

para el arte. O Norma Agustín que decía:

Está muy chida, muy chida toda la idea de

las calaveras, diseños y fusión de los dibujos

y colores.

Dentro de un paisaje sin igual en esta

urbe —un bosque al norte de la ciudad, en

la Delegación Gustavo A. Madero— el co-

lectivo Amrastyle y el Faro de Cuautepec

miraron satisfechos el transcurrir de La

revolución de los muertos, una propuesta

de sincretismo que enalteció la tradición

heredada por nuestros padres, sin dejar de

lado lo que somos hoy en día.

La revolución de los muertosTexto: Regina Galindo*. Foto: Octavio Hoyos

* Artista visual encargada de la producción y gestión cultural del colectivo Amrastyle. Para mayor información contáctese a través de [email protected] o al 044 55 50 68 94 47. Fo

to:

En

tren

ad

or d

e g

allo

s, C

olla

nte

s, O

ax.,

Vit

tori

o D

´On

ofri

.

Page 10: Fiestas Indígenas Dedicadas a Los Muertos

1�octubre - diciembre · 2008 1�

El Reportaje

Su expresividad todavía puede en-contrarse en la Costa Chica (Oaxaca y Guerrero), región donde se elaboró el primer análisis llamado Cuijla, es-bozo etnográfico de un pueblo negro, de Gonzalo Aguirre Beltrán. Esta edi-ción, publicada en 1958, enfatiza el carácter de la población negra y sus mezclas, además, reafirma la tesis de su integración a la sociedad. Aguirre Beltrán acuñó el término “afromes-tizo” para recalcar la presencia de lo africano en la geografía nacional.

La semilla africana fructificó en México

En “La tercera raíz. Los africanos en la colonia”, texto incluido en su obra Inmigración y diversidad cultural en México, del Programa México Nación Multicultural de la Universidad Na-cional Autónoma de México/UNAM, Luz María Martínez Montiel escri-

be que los primeros negros llegaron directamente de África. Su fuerza de trabajo fue determinante para el desarrollo de la producción agrícola, especialmente, en la industria azuca-rera de Morelos y Veracruz. También había población negra en las planta-ciones de cacao asentadas en los lito-rales de Oaxaca y Guerrero, así como en los campos de cultivo de coco, en las haciendas ganaderas y en las zo-nas mineras.

La página wEB del gobierno gue-rrerense precisa que su población la componen cuatro grupos étni-cos: mixtecos, tlapanecos, nahuas y amuzgos, los mestizos y, en menor medida, los afromestizos. Mientras que la asociación civil Servicios para una Educación Alternativa señala que en Oaxaca conviven 16 pueblos indí-genas y diversos asentamientos afro-mestizos, quienes hablan 50 de las 62 lenguas indígenas nacionales, convir-

tiendo al estado con mayor multicul-turalismo.

Los pobladores de ambos estados mantienen tradiciones producto de esa heterogeneidad; ejecutan verda-deros espectáculos de música y bailes tribales por los esclavos negros, trans-mitidos a sus descendientes por gene-raciones. Como una muestra se pue-den citar los sones de artesa, sones y chilenas de la Costa Chica, así como algunas danzas.

Los marineros chilenos y perua-nos trajeron a la zona costachiquense las “cuecas” y “marinas” donde adqui-rieron el nombre de “chilenas”, ritmo muy alegre que, junto con el son mexi-cano, se convirtió en el son de artesa. Éste retomó el clásico redoble africa-no y el uso del tapeo en el arpa que sustituye al tambor original.

La cantante oaxaqueña Susana Harp, una de las principales promoto-ras de la herencia cultural afromesti-za en México, explica que la artesa era una canoa que servía como comede-ro o bebedero para las bestias; es un largo tronco al que se le cava la par-te interna para dejarlo hueco. Cuando no estaban los hacendados, los negros

El Reportaje

la volteaban para zapatear sobre ella. Reveló que aún se construyen en El Ciruelo, Oaxaca y San Nicolás Tolen-tino, Guerrero, pero en Tixtla, tam-bién en suelo guerrerense, se le conoce como “son de tarima”.

El son de artesa es una tradición que conjuga danza, música y versos, mientras la pareja en turno baila, al-gunos versadores improvisan o re-piten décimas ya conocidas. Según Baltasar Antonio Velasco, en su libro Antología de versos costeños. Expre-sión poética de la Costa Chica, edi-ción particular, Pinotepa Nacional, Oaxaca, a diferencia de otras regio-nes, los de aquí “están llenos de fan-farronería, machismo, picardía, doble sentido, amor y despecho”.

Los géneros musicales cultivados en la Costa Chica son el corrido, el pa-lomo o paseo, el zapateado, el jarabe, el pasodoble, el bolero, el son y la chi-lena. Entre los títulos más conocidos están “La petenera”, “El toro rabón”, “La malagueña curreña”, “El pajarillo jilguero” y “La sanmarqueña”.

Por tres días, los diablos de la Cos-ta Chica se apoderan de las calles para

comer de la ofrenda del Día de muer-tos de los hogares costeños, a la par que danzan alegremente e interactúan con los espectadores en una comedia colectiva. Visten casi siempre ropa-jes oscuros y máscaras sofisticadas de carnaza, fieltro, cuernos de chivo y crines de caballo, o bien sencillas, de cartón y barbas de cinta magnética. Cabe señalar que esta expresión no es exclusiva de esta fecha, pero sí la más representativa.

Su acompañamiento musical es una flauta, la charrasca, quijada de bu-rro o de caballo cuyos dientes se ras-pan con una pata de venado, y un bote o tigra, especie de tambor de origen africano a cuyo cuero se conecta una

vara que, untada con cera de Campe-che y tallada con la mano, produce un sonido similar a la respiración de un gran felino.

El escritor Eduardo Añorve afir-ma que hoy es posible que los descen-dientes afromestizos desconozcan la ritualidad en torno a los fundamen-tos de las representaciones que esce-nifican, a lo mejor La Minga, madre de todos los diablos y omnipresen-te en otras danzas regionales, nada les diga en su entorno inmediato. Lo cierto es que con la práctica de sus tradiciones fortalecen “la cohesión comunitaria e identidad, valores vi-tales en tiempos de homogenización mundial”, subrayó.

Foto

: A

riel

Men

doz

a.

Foto

: A

lber

to I

báñ

ez “

El

Neg

ro”.

Foto

: S

eraf

ín A

pon

te.

Foto

: Jo

rge

Ace

ved

o.

Page 11: Fiestas Indígenas Dedicadas a Los Muertos

1�octubre - diciembre · 2008 1�

Susana Harp comenta que du-rante tres años, al ir y venir a la Cos-ta Chica a fin de recopilar material para su sexta producción discográfi-ca, Fandango de ébano, encontró ex-traordinarias manifestaciones cultu-rales afromestizas.

Como directora de Xquenda A.C. —dedicada a la difusión de la cultu-ra nacional, en particular, la riqueza musical de Oaxaca— Harp propuso impulsar un esquema que recogie-ra distintas expresiones afromestizas contemporáneas. Así que convocó a los artistas poseedores de ese patri-monio para trasladarlo a un espacio al aire libre del Distrito Federal y presen-tar, de manera digna, un conjunto de artes plásticas y escénicas tal y como son en su lugar de origen.

De esta forma, el vestíbulo de la Facultad de Arquitectura de la UNAM exhibió alrededor de 90 piezas en-tre máscaras, esculturas en madera y grabados, elaborados en los talleres del Centro Cultural “Cimarrón”, de México Negro, A.C., localizados en El Ciruelo, Pinotepa Nacional; así como esculturas de Guillermo Vargas; y fo-tografías de Blanca Charolet, Ariel Mendoza, Alberto Ibáñez, Vittorio D’Onofri y Jorge Escobedo.

Los jardines ubicados entre la Bi-blioteca Central, Rectoría y la men-cionada facultad, sirvieron de esce-nario para que artistas afromestizos presentaran algunas de sus creacio-nes: Alejandra Robles (“La Malague-ña”); grupo Pasatono (la música de los mixtecos); Lorena y los alebrijes (Re-percusión negra) y Banco de Rui-do (Jazz fusión).

Las raíces afromestizas se hicie-ron presentes con Efrén Mayrén (so-nes de artesa); Higinio Peláez (chi-lenas); Raíces oaxaqueñas (sones y chilenas de Pinotepa) e Israel Reyes

Larrea (La danza de los diablos). Además, David Haro, Sol mestizo y la propia Harp ofrecieron conciertos memorables.

Para contribuir al análisis académi-co se exhibieron siete documentales, se dieron a conocer cinco novedosos títulos y los reconocidos afromexica-nistas Glyn Jemmott, Eduardo Añorve y Serafín Aponte impartieron el ciclo de conferencias. En diciembre, algu-nas de estas actividades fueron lleva-das al Parque México.

El Museo Universitario del Cho-po y la Dirección General de Servi-cios a la Comunidad Universitaria de UNAM, así como el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, a través de la Dirección General de Culturas Populares, participaron en la organi-zación de este esfuerzo que se suma a los muchos desarrollados con anterio-ridad, con el único fin de impulsar y difundir el estudio sobre los aportes de la tercera raíz a la identidad étnica y cultural de México.

El Reportaje

La visibilidad de la tercera raíz De acuerdo a Odile Hoffmann, direc-tora del Centro de Estudios Mexica-nos y Centroamericanos, la investiga-ción histórica acerca de la etnografía afromexicanista continúa desarro-llándose en algunas universidades como en la de Guanajuato y Vera-cruz; El Colegio de México, a través del Centro de Estudios sobre Asia y África; el Instituto Mora, con el Gru-po de Investigación sobre el Caribe, y el Instituto Nacional de Antropología e Historia, en el seminario especia-lizado Estudios de las poblaciones de origen africano.

Luego de la obra de Aguirre Bel-trán, la investigación antropológica

recibió un nuevo aliento cuando la Di-rección General de Culturas Popula-res, adscrita ahora al Consejo Nacio-nal para la Cultura y las Artes, asignó a la Unidad Regional de Culturas Po-pulares de Guerrero el proyecto “Vi-gencia de la cultura afromestiza de la Costa Chica de Guerrero”.

En 1989, la institución creó el pro-grama Nuestra tercera raíz; bajo su amparo ha efectuado un sinnúmero de actividades. En el plano internacional, auspició la participación de México en el proyecto “En la ruta del esclavo”, de la Organización de las Naciones Uni-das para la Ciencia, la Educación y la Cultura, que durante una década ge-neró encuentros y publicaciones con-

juntas entre países de África y Latino-américa.

Otras instancias preocupadas por el tema son: el Museo de Culturas Afromestizas “Vicente Guerrero”, el colectivo cultural AFRICA (Alianza para el Fortalecimiento Cultural de las Regiones Indígenas y Comunida-des Afromestizas), la asociación civil México Negro y el Programa Univer-sitario México Nación Multicultural con la investigación Afroamérica. La tercera raíz.

La recuperación de la historia, la organización de talleres de danza y música, así como encuentros académi-cos de especialistas del sector privado y público, son acciones para otorgar visibilidad a aquellos que por milenios permanecieron en el olvido.

Santa negritud, la raíz olvidada En ese contexto se inscribe la mues-tra cultural Santa negritud, la raíz olvidada, que en noviembre pasado buscó reunir los proyectos y esfuerzos de muchas personas y grupos intere-sados en el rescate de la cultura afro-mestiza, a fin de difundirla y concien-tizar a la población en general, acerca de su valor. El programa de activida-des contempló música, danza, poesía, plástica multidisciplinaria (pintura, grabado, fotografía y documentales), además de presentaciones editoriales y conferencias.

Gra

bad

o d

e J.

Día

z.

Foto

: B

lan

ca C

har

olet

.

Foto

: S

on d

e a

rtes

a.

Bla

nca

Ch

arol

et.

Page 12: Fiestas Indígenas Dedicadas a Los Muertos

1�octubre - diciembre · 2008 1�

Comenzaré por decir que Du-rango está ubicado y forma parte de un enclave mez-

calero sin igual, donde se encuentran poblaciones con gran tradición mezca-lera, sotolera y mezcalera-sotolera en los estados que colindan con Durango: Jalisco, Nayarit, Sinaloa, Zacatecas, Chihuahua y Coahuila. No es difícil, por tanto, imaginar la extraordina-ria diversidad y riqueza que podemos encontrar en los mezcales y sotoles duranguenses. Algunos municipios donde sus pobladores elaboran mez-cal son: Tepehuanes, Mezquital, Poa-nas, Durango, Tamazula, Nombre de Dios, Peñón Blanco, Cuencamé, Gó-mez Palacio, Pueblo Nuevo y San Juan de Guadalupe.

Aunque mucha gente no lo sabe, Durango tiene una tradición de por lo menos 400 años en la destilación de esta bebida y se encuentra dentro de la denominación de origen “Mezcal”1. Como muestra de esa antigüedad, se han encontrado vasijas de barro verde en forma rombal, donde los nativos al-macenaban y transportaban su mezcal, ya fuera para consumo propio o para intercambio de víveres, sobre todo en Nombre de Dios, que se encuentra muy cerca de la capital del estado. Esta po-blación es una de las más conocidas y prestigiadas en la elaboración de mez-cal, pues ha conservado las técnicas tradicionales que los padres y abuelos les han heredado a los vinateros (fabri-cantes de mezcal) de la región.

Aunque Nombre de Dios fue el primer pueblo fundado en Duran-

go por los españoles en 1564, eso no descarta la posibilidad que desde mucho tiempo atrás ya se elaborara mezcal allí. Otra región muy conoci-da en Durango por la calidad de sus mezcales es Mezquital, localizada al sur del estado, que es también uno de los municipios más conocidos por su gastronomía.

Quiero aprovechar para hacer mención de un lugar para mí entra-ñable que, aunque ya no existe, le lla-maban La Vinata. Este lugar estaba a escasos metros del poblado llamado Cieneguita y se encontraba aproxi-madamente a 25 kilómetros de la ca-pital de Durango, junto a la orilla de un arroyo. Cuenta la gente mayor que veían a los indios nativos de aquella época rodar las piñas de maguey des-

de una vereda, hasta donde estaba la destiladora de mezcal o vinata.

Si tuviera que sintetizar algunas de las características de los mezcales tra-dicionales y sotoles de Durango, po-dría mencionar las siguientes:

1. Las fábricas de mezcal son llama-das vinatas y a quienes producen el mezcal y sotol los llaman maes-tros vinateros.

2. Los mezcales se elaboran con ma-guey silvestre capón, que es aquel que cuando llega a su madurez reproductiva y empieza a desa-rrollar el quiote (largo vástago floral), éste le es cortado o capa-do, de ahí el término capón. Para hacer mezcal se emplea el ma-

El Artículo

AlgunAs notAs sobre el mezcAl de durAngoPor Gustavo Contreras (El Dioseño)*

* Coordinador de la Logia de los Mezcólatras, titular de la marca mezcal Dioseño y miembro de Mezcales Tradicionales de los Pueblos de México.1 Ver resolución 11-28-94, mediante la cual se otorga la protección prevista a la denominación de origen Mezcal, para ser aplicada a la bebida alcohólica del mismo nombre,

por parte del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial.

guey cenizo, que tarda entre siete u ocho años en madurar, y el te-pemete. Dato curioso del maguey cenizo es que, en ciertas tempo-radas del año, también es usado para la extracción de aguamiel y la elaboración de pulque.

3. El sotol es elaborado con la planta llamada sotol (clasificada por los botánicos como dasylirion), aun-que también hay una tradición muy interesante de usar maguey y sotol para elaborar un destilado que bien podría llamarse mezcal-sotol, sotol-mezcal o mezol, nom-bre que acabo de inventar, no es que se le llame así en la región. En lo que respecta al proceso de ela-boración del sotol es idéntico al del mezcal; incluso se hacen indistin-tamente uno u otro en la misma vinata; la única diferencia es que a la planta de sotol ya horneada se le quita el centro porque, a decir de algunos maestros vinateros, da mal sabor al destilado.

4. La molienda del maguey y del so-tol se hace con hachas y, por tan-to, con fuerza humana.

5. La fermentación se lleva cabo en tinas de madera rectangulares construidas con tablones de pino o encino; las tinas son empotra-das en la tierra, lo que permite conservar una temperatura ópti-ma para la fermentación.

6. La destilación es realizada en un alambique formado por una olla de cobre, donde se calienta el mos-to fermentado o tepache; montera o cabezote, construida con made-ra de encino llamada viejo, que es el rasgo característico de los des-tiladores de Durango y, por últi-

mo, un sistema de condensación que incluye un quiote ahuecado y serpentín que pasa por un tanque de agua fría, donde se condensan los vapores del mezcal o del so-tol. En este alambique se hacen dos destilaciones: en la primera se obtiene lo que lo maestros vi-nateros llaman aguavino y, en la segunda, al redestilar el aguavino, se obtienen puntas y colas, que se mezclan para obtener el mezcal, el sotol o el mezol.

Es necesario hacer hincapié en lo si-guiente: en Nombre de Dios, la elabo-ración del sotol se hace en la misma vinata donde se hace mezcal, o sea que se fabrica indistintamente uno u otro, o una mezcla de ambos, como se mencionó antes. Este hecho muestra cómo los maestros vinateros han cons-truido un profundo y sofisticado co-nocimiento de su entorno natural y de su manejo y aprovechamiento que, en estrecha relación con los habitantes de la región, ha dado como resultado una refinada y compleja cultura gastronó-mica donde mezcal, sotol y mezol son integrantes importantísimos de sus sabores, aromas y paisajes culturales.

Como en cualquier ámbito, exis-ten algunos problemas que afectan al mezcal de Durango; entre ellos está la construcción de plantas industriales para su elaboración, que podrán pro-ducir más de 90 mil litros mensuales de mezcal industrial. Pero veamos: 20 vinatas en un mes están produciendo un promedio de 50 mil litros mensua-les; cada una de ellas genera de tres a diez empleos y una empresa con tec-nología moderna puede emplear me-nos de la mitad de empleados que las 20 vinatas, entonces, ¿dónde está el desarrollo económico?

Por otro lado, la producción de mezcal se ha ido modificando con nuevos métodos y tecnologías, por

ejemplo, el empleo de acero inoxidable en los utensilios de destilación, que mejora el rendimiento y baja el costo en renovación de equipo, pero que a la gente conocedora del mezcal le sabe a fierro.

Por estas razones, el mezcal tradi-cional de Durango se ha visto afectado con la introducción de nuevas tecno-logías impuestas por las plantas ho-mogeinizadoras de mezcal industrial, propiedad de capitales extranjeros (Domecq-Pernod Ricard), situación que ya se ha vivido en otros estados de la República; el ejemplo más conocido es el del tequila, por lo que es indis-pensable no caer en el mismo error.

Para finalizar agregaré tres comen-tarios, por lo menos, curiosos.

El primero tiene que ver con una de las tradiciones en el municipio de Mezquital: curar el mezcal con pe-yote. Debido a que empezó a haber muchos incidentes con personas muy atascadas (hay que ser cuche, pero no tan trompudo), optaron por disminuir la cantidad agregada.

El segundo rememora la etapa re-volucionaria, cuando el mezcal estaba prohibido para los soldados, pues se creía que en caso de ataque no esta-rían alertas, pero sí se les permitía fu-mar marihuana para aguantar los lar-gos trayectos que había que recorrer. Esto sí era tener consideración.

El tercero y último es una cita de un hermoso libro llamado El aroma de la nostalgia. Sabores de Durango de María Rosa Fiscal, publicado por la Dirección General de Culturas Popu-lares en 2005, dentro de la colección Memoria Histórica, en el cual, al re-ferirse al cocono o guajolote (aho-ra pedorramente llamado pavo) y su preparación para poderlo comer, dice: “(…)se le embriagaba con mezcal para después torcerle el cuello hasta provo-carle la muerte”. Así nomás.

El Artículo

Foto

: C

hri

sta

Cow

rie/

CID

Alb

erto

Bel

trán

-DG

CP.

Page 13: Fiestas Indígenas Dedicadas a Los Muertos

�0octubre - diciembre · 2008 �1

Hay lugares donde viejas y nuevas

tradiciones conviven buscando su

lugar en la fiesta patronal y en el

gusto de la gente. El Gallo, en el municipio

de Colón, Querétaro, es uno de esos luga-

res donde, de pronto las tradiciones se ven

enriquecidas por las frescas ideas que las

nuevas generaciones aportan.

En esta comunidad, la de los tres gran-

des vibradores sobre la carretera que va a

los municipios del semidesierto queretano

o de la zona serrana, la Virgen del Carmen

es la patrona. Su fiesta grande es en enero

y las semillas son el ingrediente especial,

que como en otros lugares, tienen un senti-

do muy singular, pues aunque la fiesta pa-

tronal de la Virgen del Carmen se celebra

en julio, en este lugar también se festeja

durante enero, para agradecer por la cose-

cha del año pasado.

La fiesta de antes era sencilla, se hacía

sábado y domingo. Llegaba una banda de

viento y salían el domingo en procesión con

la Virgen por las calles del pueblo. Algunos

xitaces ayudaban con las comidas y baila-

ban un rato en el atrio del templo.

Así transcurrieron los años, hasta que

los jóvenes tuvieron una inquietud, la chis-

pa y las ganas de ver crecer a su fiesta;

poco a poco llegó el castillo, el jaripeo, los

bailes y el palenque a la fiesta de El Gallo.

El ingrediente especial

Actualmente la fiesta de El Gallo comien-

za un viernes muy temprano, cuando se

reúnen los habitantes y le cantan las Ma-

ñanitas a la Virgen. Durante todo el día, los

encargados de la fiesta y sus xitaces1, las

muchachas del catecismo y algunos habi-

tantes más, se encargan de los adornos del

templo, cuidando de usar los colores de la

Virgen del Carmen.

Los adornos que usualmente se colo-

caban en el templo eran unos banderines

de color café y blanco, los colores de la Vir-

gen. Este año, los encargados decidieron

usar algo diferente: semillas.

Juntos lo planearon, ya tenían la idea

de que, además de los banderines, podían

hacer otros adornos por todo el templo.

Así fue como colocaron en la entrada

del atrio un arco decorado con mazor-

cas de maíz negro, blanco y colorado;

y arriba, acomodaron varios costalitos

llenos de semillas que formaban la pala-

bra “bienvenidos”.

En la parte superior de la entrada al

templo, colgaron un curioso cartel con la

figura de un gallo hecho con semillas, que

anunciaba el año de la fiesta. A los lados,

había dos mantas con cientos de granos

unidos en letras, que formaban palabras

de algunas frases de la Biblia.

Y dentro del templo, en sus paredes

laterales, había figuras del Corazón de Je-

sús también hechas con semillas. El con-

torno del corazón estaba formado con pe-

queñas mazorcas y su interior relleno con

granos sueltos. Al centro tenían una cruz

hecha con mazorcas de un color distinto

para que resaltara.

De igual forma, copones, flores de se-

milla y naturales completaban la decora-

ción de las paredes del templo, junto a los

festones café y blanco que atravesaban el

En el Gallo, Colón, Querétaro

Fiesta de la Virgen del Carmen Texto:Coordinación y Apoyo a Fiestas Patronales. Fotos: Pablo José Concepción Valverde y José González Luján

Bienvenidos a la fiesta.

techo y las cortinas que suavemente caían

detrás del altar.

Afuera, en el lugar que se prepara para

oficiar la misa principal, había cordeles con

mazorcas que flotaban en el aire y sobre el

altar; algunas canastas llenas de semillas

compartían lugar con grandes calabazas y

arreglos de flores.

Todas estos singulares arreglos y ofren-

das que lucieron en el templo, forman parte

de una nueva tradición que está naciendo

en El Gallo y que ha sido muy bien recibida

por sus habitantes. Irineo Montoya, quien

fuera Presidente del Comité de Fiestas, nos

cuenta cómo surgió:

“Antes nomás se ponían pocos adornos,

pero ahora nosotros quisimos adornar con

pura semilla. Quisimos adornar con mazor-

cas y granos porque nosotros festejamos

precisamente eso, damos gracias por las

cosechas que la Virgen nos da, por los frutos

de lo que nosotros sembramos, en este caso

frijol, maíz y calabaza, que es lo que más se

cultiva por aquí. Por eso nació esa idea y pa-

rece que la gente quedó contentísima.”

Procesión

A partir de esta idea, surgió otra más, la

de hacer una peculiar procesión que re-

corrió las calles de El Gallo. Ahí, se llevan

las ofrendas de todos los habitantes de El

Gallo, la semilla que sembrarán ese año,

con el fin de que la Virgen del Carmen la

bendiga y así haya buena cosecha.

El viernes por la tarde llega una de las

dos bandas de viento que amenizan duran-

te la fiesta. Después de tocar algunas pie-

zas en el atrio, a las seis de la tarde se diri-

ge en compañía de los fieles y la imagen de

la Virgen del Carmen en andas, a recoger la

flor, las ceras y los cohetes que voluntaria-

mente han dado algunos vecinos.

Pero además de estas donaciones, este

año la procesión recogió las ofrendas que

todos los vecinos de El Gallo habían pre-

parado para la ocasión. Irineo nos cuenta

emocionado:

“Nosotros invitamos a la gente a que

participara más en lo que es la fiesta y

la tradición. Les dijimos que prepararan

sus ofrendas y las juntaran en cada calle.

Entonces, los vecinos de cada calle se re-

unieron en un solo lugar e hicieron un altar.

Lo adornaron con mazorcas, ¡bonito!, tal

como les propusimos, y pusieron sus ca-

nastos con las ofrendas.

“Y saliendo del templo fuimos a reco-

rrer todo el rancho, toda la comunidad,

para recoger las ofrendas que había en

cada altar. En cada uno de los altares se

rezaba una oración para recoger la ofren-

da; luego los niños eran quienes llevaban

las ofrendas y se colocaban por delante de

la Virgen. Atrás iba la banda tocando puras

alabanzas. ¡Se veía padrísimo! sobre todo

por el detalle que tuvieron las familias,

pues curiosamente vistieron a sus hijos de

campesinos, con sus rebocitos, sus trenzas

con listones entrecruzados, sus huaraches

y sus canastitos. Cuando regresamos al

templo, como a las ocho de la noche, en-

tró primero la Virgen y luego toda la gente

puso sus ofrendas, ¡se veía bien!”

Las ofrendas se dejaron en el templo

hasta el sábado, cuando se realizó la misa

de acción de gracias en la que fueron ben-

decidas. Este día comienza con unas Ma-

ñanitas acompañadas de música de viento

y la explosiva alba de cohetes, en la cual

“se le echa mucho cohete a la Virgen”

como comentan por aquí. Luego todos se

preparan para la misa.

“Para la misa –explica Irineo– pensa-

mos poner todas las ofrendas en el altar y

que la misa se hiciera así, con las ofrendas

y la Virgen. Le pedimos al señor obispo que

las bendijera, para que esa semilla sea la

que nosotros vayamos a sembrar, que sea

la misma que la gente va ir a sembrar el

año que viene.”

Los habitantes de El Gallo quedaron

muy contentos con los adornos, la proce-

sión y las ofrendas. Incluso hubo quienes

se acercaron a felicitar a los que participa-

ron y algunos abuelos, emocionados, les

comentaron: “Yo, en todo el tiempo que he

tenido en esta comunidad, nunca he visto

algo tan maravilloso como lo que acaban

de hacer ustedes”. Y bueno, dicen que has-

ta el obispo quedó sorprendido de la creati-

vidad que los vecinos de El Gallo mostraron

en sus ofrendas, como aquellas que forma-

ban la imagen de la Virgen del Carmen.

“Los comentarios nos han levantado el

ánimo realmente –dice Irineo–, nos dan

ganas de seguir adelante y a ver... Todo esto

fue algo que nos nació a mis compañeros y

a mí. Yo lo platicaba con mi mamá, le con-

“...Ahora nosotros quisimos adornar con pura semilla.”

Interior del templo de la comunidad de El Gallo, Colón, Qro.

¡La Fiesta!

1 Para el antropólogo Abel Piña Perusquía, catedrático e investigador de la Universidad Autónoma de Querétaro, xitá y flachico son dos palabras que tienen el mismo uso actualmente para nombrar a una persona del género masculino que participa por compromiso directo (o por “voluntad”) en las fiestas populares-religiosas.

Page 14: Fiestas Indígenas Dedicadas a Los Muertos

��octubre - diciembre · 2008 ��

taba lo que a mí me gustaría hacer para las

fiestas y ella me decía: ‘A lo mejor eso te

toca organizarlo a ti.’ Y cuando tuve la opor-

tunidad, esta vez que me escogieron en el

comité, conformé un grupo de jóvenes ani-

mosos, para que me apoyaran. Les pareció

buena idea y dijeron: ‘¿Sabes qué? Tu idea

nos parece muy buena ¡vamos a hacerla!’

“Antes no se adornaba así y tampoco

se recogían ofrendas. Se decía que la fiesta

era como una ‘acción de gracias’, pero real-

mente no se representaba nada de lo que

era o de lo que festejamos. Por ejemplo, los

padres anteriormente decían: ‘Gracias por

la cosechas’, pero pues yo decía ‘¿pues cuál

cosecha? ¿Dónde está lo que representa la

cosecha?’ Entonces pensamos que por lo

menos que se diga: ‘¡Esto es con lo que la

Virgen nos ha socorrido! ¡Gracias por eso!’

Así fue como nació la idea.”

El tradicional mano a mano

Después de la celebración eucarística del

sábado, continuaron las actividades de la

fiesta con las oraciones que los habitantes

de El Gallo, divididos en grupos, le brindan

al Santísimo expuesto en el templo.

Al terminar, como a las seis de la tar-

de, se realiza un evento muy esperado

por todos los vecinos de El Gallo: el tra-

dicional mano a mano, que entre las dos

bandas de viento invitadas a la fiesta se

realiza en el atrio.

Este evento es cordial, pero también es

un duro enfrentamiento de música, en don-

de la gente pide distintas piezas y disfrutan

de los estilos que cada banda tiene para

interpretarlas.

Las bandas alternan canciones, mien-

tras los xitaces llegan a bailar y a contagiar

su alegría.

“Aquí a la gente le gusta disfrutar

cuando están las dos bandas. Dicen: ‘A

ver cuál toca mejor’, y ‘A ver tú échate

ésta’. Y las bandas ¡como que se pican!”,

nos comentan.También por la tarde, para los xitaces

se prepara un palo encebado con muchos

regalos en la punta, que han sido recolec-

tados de los puestos de feria, que desde el

viernes ofrecen sus mercancías.

Ya entrada la noche, las dos bandas

comparten el momento de la cena, con ri-

cos platillos que las familias han llevado al

atrio con ayuda de los xitaces. Al terminar

se despiden, pues llega el tiempo de partir.

La noche del sábado termina con un

baile en la cancha, amenizado por algún

grupo de la región.

El último día

El domingo amanece con otras Mañani-

tas a la Virgen y, en punto de las diez, hay

misa. Al terminar, los deportistas se prepa-

ran para las competencias que habrán de

realizarse en la cancha de la comunidad.

A las dos de la tarde, se hace un ja-

ripeo ranchero en el corralito de piedra

amenizado por la banda de viento. El co-

rralito y el ganado lo prestan los dueños

de la hacienda.

En la fiesta de El Gallo, estas activida-

des también han sido propuestas por jóve-

nes que han participado en comités ante-

riores y que han permanecido trabajando

por su comunidad. A ellos se les ocurrió

traer dos bandas en lugar de una, conse-

guir un castillo, organizar algunos bailes,

hacer un jaripeo y, recientemente, montar

un palenque.

Así es como la fiesta de El Gallo ha cre-

cido y se ha renovado con el paso de los

años, sin abandonar las antiguas tradicio-

nes. Este trabajo no siempre ha sido fácil,

pues como sabemos, las nuevas ideas no

siempre son bien recibidas, pero los jóve-

nes de El Gallo han trabajado duro:

“Hay dos organizaciones aquí en El

Gallo: el comité y la de los jóvenes. Empe-

zamos a juntar las cooperaciones con las

familias cinco meses antes, los días do-

mingo. Y los sábados salimos a buscar a la

juventud, a la que le pedimos también su

cuota. Ellos aportan para el castillo y los

juegos pirotécnicos, mientras que la gente

coopera para la banda y lo demás.”

Una de las viejas tradiciones de El Ga-

llo que no se deja de hacer, es la procesión

del último día de la fiesta, por la tarde:

“Nos preparamos para darle a la Virgen su

último recorrido y rezarle su Rosario por

las calles del lugar, pero ya vamos sólo con

la Virgen y toda la gente. Antes nada más

se hacía la procesión del domingo, pero

nosotros hicimos la del viernes para reco-

ger las ofrendas.”

Los músicos tocan mientras los xitaces bailan.

¡La Fiesta!

Al terminar el Rosario, los muchachos y las

muchachas corren a sus casas a cambiar-

se de ropa, pues una vez que la banda que

se quedó haya cenado, subirá al escenario

que han montado y, en punto de las ocho

de la noche, comenzará a amenizar el ale-

gre baile, entre brillantes luces y el podero-

so sonido que sale de los instrumentos de

la banda de viento.

Como ya es costumbre en las fiestas,

el último día se quema el castillo y, para

cuando la corona se pierda en los aires,

las celebraciones en honor de la Virgen del

Carmen habrán terminado.

Lo que resta por hacer, es dar las gra-

cias a los xitaces que este año participaron

en la fiesta, otra de las antiguas tradicio-

nes de El Gallo. “Somos ocho en el comité

–cuenta Irineo– y cada uno busca a dos

xitaces para que ayuden, que suman en

total 16. Entonces nosotros, por la ayuda

que ellos nos dan, al final les compensa-

mos con un pan que tiene forma de xitá,

con máscara y todo. Es un pan con forma

de mono que aproximadamente pesa de 10

a 12 kilos y que se le entrega a cada uno de

los xitaces cuando terminan sus labores.”

Para el comité de El Gallo, este año ha

sido de mucho trabajo y también de sa-

tisfacciones. Juntos decidieron comenzar

nuevas tradiciones para renovar su fiesta

que, gracias al apoyo de su comunidad, pu-

dieron realizarse como esperaban, aunque

ellos no se cansan de proponer:

“Quisimos hacer muchas cosas más,

pero el tiempo ya no nos alcanzó. Nosotros

queríamos poner una ofrenda grandísima

en el templo, pero el espacio no lo permitió,

debido a que acabando la misa se hacen

confirmaciones y se amontona mucha gen-

te. También habíamos pensado que la gente

ofreciera a los que nos visitan lo que elabo-

ramos con lo que la Virgen nos socorre, que

prueben por ejemplo, las tortillas, que el

dulce de calabaza, unas gorditas o enchila-

ditas, ya ven que del maíz se hace todo eso

y más. Pero dijimos: ‘Bueno, vamos primero

a empezar y ya después, si seguimos en el

comité, se lo planteamos a la gente.”

Con la opinión, la participación y el tra-

bajo de todos, es posible realizar muchos de

los planes que nos proponemos para mejo-

rar nuestra fiesta o nuestra comunidad.

Esto es algo que comprobaron los adul-

tos y los jóvenes del comité de la fiesta de

El Gallo, y que quisieron compartirnos:

“Lo que hicimos fue una muestra de lo

que a nosotros nos gustó hacer, pero los

que vengan podrán mejorarla con la ayuda

de todos y seguramente tendrán muchas

ideas nuevas.”

Y es muy probable que así sea, pues

como se oyó comentar por aquí: “Has-

ta hubo personas que se quedaron bien

picadas, pues la gente ya se dio cuen-

ta de que con el maíz ¡se pueden hacer

maravillas!”.

Los puestos de feria.

Los xitaces son parte importante de la celebración.

¡La Fiesta!

Page 15: Fiestas Indígenas Dedicadas a Los Muertos

��octubre - diciembre · 2008 ��

Artesanos, artesanías y arte po-pular de México. Una historia

ilustrada, de la antropóloga Victoria Novelo, es una muestra de los proce-sos de producción de artesanías y arte popular en México. Con más de 300 páginas, esta obra da oportunidad de entrar a una historia visual y anecdó-tica fascinante acerca de las destrezas, habilidades e imaginación creadora de los artesanos de nuestro país, desde antes de la llegada de los españoles, hasta finales del siglo pasado.

A partir de historias precolombi-nas; crónicas y relaciones de la Colo-nia; cartas y escritos de los viajeros extranjeros que como empresarios o diplomáticos conocieron México en los siglos XVIII, XIX y XX; la literatu-ra etnográfica de los siglos XIX y XX; las historias e interpretaciones de los científicos sociales contemporáneos, incluida la visión de los artesanos, ar-tistas, consumidores, coleccionistas y políticos, los ocho capítulos de este li-bro detallan cómo, al paso del tiempo, el artesanado cambió modelos, sím-bolos y técnicas para responder a los

patrones de consumo de las diferentes sociedades de México.

El volumen está integrado por tex-tos “seleccionados de entre cientos de títulos posibles”, de modo que, explica su autora, cada uno de los relatos pue-de ser leído de manera independiente, sin dejar de pertenecer a la narración principal.

La riqueza visual que ilustra esta obra en edición de lujo, cuya investiga-ción se llevó a cabo dentro del Programa de Arte Popular de la Dirección Gene-ral de Culturas Populares, por conve-nio con el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), proviene de las colec-ciones Pictórica del Banco Nacional de México, Fomento Cultural Banamex, A.C.; Museo Nacional de Historia, Ins-tituto Nacional de Antropología e His-toria, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes; Archivo Histórico Central, Archivo General de la Nación, Secre-taría de Gobernación. Fondos: Propie-dad Artística y Literaria; Felipe Teixi-dor y Enrique Díaz; exposición México Ilustrado, Mapas, Planos, Grabados e

Ilustraciones de los siglos XVI al XIX, Fomento Cultural Banamex; muestra Nación de Imágenes, la litografía mexi-cana del siglo XIX; Biblioteca de Arte Mexicano “Ricardo Pérez Escamilla”, MUNAL; exposición México en la obra de Jean Charlot, Antiguo Colegio de San Ildefonso; Archivo fotográfico de la doctora Ruth Lechuga y del Museo Franz Mayer.

El pasado 17 de octubre, con la pre-sencia de la compiladora, Artesanos, artesanías y arte popular de México tuvo una espléndida presentación por parte de Brígida Von Mentz, investi-gadora del CIESAS, y Rafaela Luft, directora general del Fondo Nacio-nal para el Fomento de las Artesanías (FONART).

De venta en librerías Educal. $567.00.

El tzotzil al alcance de todos

El gran diccionario tzotzil de San Lorenzo Zinacantán (Mol cholobil k´op ta sotz leb) es una publicación del Centro de Investigaciones y Estudios Superio-

res en Antropología Social (CIESAS) y la Dirección General de Culturas Populares, escrito por el antropólogo estadounidense Robert M. Laughlin para ver, escuchar, oler, sentir y, sobre todo, nombrar casi todo lo existente en Zinacantán, municipio enclavado en los Altos de Chiapas.

Laughlin comenzó a integrar esta obra hace cuarenta años y culminó en 1975, cuando publicó la edición tzotzil-inglés, inglés tzotzil y pudo mostrar a muchas personas de Estados Unidos y de México que los indígenas son portadores de una “verdadera lengua” y no practicantes de un dialecto.

Laughlin menciona que para esa primera versión contó con el apoyo de Domin-go de la Torre y Anselmo Pérez, quienes lo acompañaron a Santa Fe, Nuevo México y Washington, a fin de “terminar la colección de palabras”; convirtiéndose “en los primeros mayas de Chiapas que cruzaron la frontera y se enfrentaron al mundo de los gringos”.

La edición en español fue presentada por el propio autor, en septiembre pasado, en el marco de la XX Feria de Antropología e Historia.

De venta en librerías Educal. $300.00

El Librero

Barrios, pandillas, clicas y maras

Las maras: identidades juveniles al límite es un trabajo colectivo con el cual se busca comprender el sentido de barrios, pandillas, clicas y maras. Los textos

que componen este libro dan cuenta de diversos aspectos que definen la presencia de pandillas en Estados Unidos, México, España, Centro y Sudamérica.

Con el objetivo de analizar el fenómeno de maras desde una posición alejada de los estereotipos oficiales y mediáticos, este libro es producto del coloquio del mismo nombre realizado en la Ciudad de México en julio 2005 en la UAM-Izta-palapa.

Fue coordinado por José Manuel Valenzuela Arce, Alfredo Nateras Domín-guez y Rossana Reguillo Cruz, con epílogo de Carlos Monsiváis, y pertenece a la Colección Estudios Transnacionales de El Colegio de la Frontera Norte.

De venta en librerías de prestigio y a través de www.colef.mx $250.00.

* En el epígrafe de esta historia.

Todavía, se nacey se yace en petates…

Lo mágico, lo fantástico y lo maravillosoEstá siempre a punto de suceder en México,Y sucede, y uno sólo dice: pues sí.

Augusto Monterroso*

Page 16: Fiestas Indígenas Dedicadas a Los Muertos

��octubre - diciembre · 2008 ��

Hidalgo es cuna del Cen-truroides gracilis, una va-riedad de alacrán conside-

rada no peligrosa, sin embargo, el solo hecho de hablar de este arácnido sus-cita temor porque su picadura, depen-diendo de la especie, puede provocar desde ligera inflamación y dolor local, hasta uno muy intenso con complica-ciones tan graves que pueden llevar a la muerte.

Junto con Veracruz, Tamaulipas, San Luis Potosí, Puebla y Querétaro, el estado de Hidalgo forma parte de la Huasteca, región donde es inter-pretado uno de los géneros musicales de mayor tradición en México: el son huasteco que sólo requiere de una ja-rana de cinco u ocho cuerdas, guitarra quinta o huapanguera y el indispen-sable violín; juntos permiten el luci-miento musical de tres voces que se alternan y rematan en un falsete, so-nido vocal que sirve para adornar las melodías de los diferentes sones.

Si un alacrán es peligroso, Los 3 alakranes son aún más; su picadura puede ocasionar, en quien los escucha,

la euforia de organizar de inmediato una huapangueada, fiesta llena de co-lor y alegría contagiante.

Este trío se considera responsable del síntoma huapanguero, al ver las reacciones que provocan con los 15 números musicales que integran su primera producción discográfica lla-mada también Los 3 alakranes, con-formada por sones huastecos y hua-pangos, estos últimos, una variante de los primeros, distinguidos por ser una composición de autor que no se presta a la improvisación y, a partir del siglo XX, se incorporó como parte del repertorio musical del mariachi e interpretado con vihuelas, trompetas, guitarrón y violín. En esta modalidad, el falsete es mucho más alargado.

“El fandanguito”, “Mi desgracia”, “El caimán”, “El gustito” y “La azucena” de Elpidio Ramírez; “El hidalguense” de Nicandro Castillo; “El cielito lindo” de Quirino Mendoza; “Las poblanitas” de Severiano Briseño; “La pasión” de Adelfo Hernández; “El querreque” de Pedro Rosas; “El mil amores” de Cuco Sánchez; “Serenata huasteca” de José Alfredo Jiménez; “Las canastas”, “Los angelitos” y “El huerfanito” del domi-nio público, son una invitación para

que los bailadores se suban a la tarima y ejecuten un zapateado lleno de fuer-za y cadencia; un zapateado seductor que los haga caer rendidos ante esta vital expresión de la cultura popular.

El grupo se formó en enero 2008 con Andrés Hernández Hernández (quinta huapanguera y voz), Arnulfo Hernández Escobar El Jaranero (ja-rana y voz), ambos originarios de la comunidad de Pitzonzintla, y Román Hernández Hernández (violín y voz), de la comunidad de Cuachiquiapa, pertenecientes al municipio de Hue-jutla de Reyes, la Perla de la Huasteca hidalguense, pero el proyecto inicial comenzó con el violinista Fermín To-lentino en el 2000, bajo el nombre de Alacrán huasteco.

Los 3 alakranes —al igual que mu-chos trovadores del son huasteco— son líricos, no obstante, sus interpre-taciones los revela virtuosos como resultado de su perseverancia por do-minar la técnica del género, que siem-pre identifica la creatividad y el gusto de los huastecos por la música.

Los diversos estados de ánimo y euforia ocasionada por los Los 3 alakranes se deben a que todo en ellos es “emoción, sentimiento y esperan-za”, tal como fue demostrado el pasa-do octubre, en el festejo organizado en el Museo Nacional de Culturas Po-pulares para presentar su disco, cuyo costo es de $100.00 y puede ser adqui-rido con Andrés Hernández al teléfo-no (0155) 53 23 90 72, o bien al correo electrónico [email protected].

Desde la Huasteca

Los 3 alakranes no matan, nomás huapanguean

La Tonada • Recomendaciones

El sábado 15 de noviembre, en la comunidad de Azo-yú, ubicada en la región de la Costa Chica de Gue-rrero, la Unidad Regional de Culturas Populares, en

coordinación con las autoridades municipales y familiares del desaparecido músico Tarcisio “Chicho” Estrada Bautista, le rindió, por su gran trayectoria, un homenaje luctuoso a este compositor e intérprete de la música regional.

En este marco fue presentado el disco Banda Azoyú de Chicho Estrada, grabado con recursos del Programa de Apo-yo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMYC) y que recoge lo más representativo de las composiciones e interpretaciones que el homenajeado hizo con la banda de música formada y nombrada por él mismo Banda Azoyú.

El disco contiene chilenas y sones bailables de la Costa Chica, entre las que destacan “Verdad de Dios”, “Son azoyu-teco”, “Son de la tortuga”, “Son del castillo”, “Son del macho mula” y “Son de los apaches”, entre otras piezas musicales. Este material tiene por objeto preservar y difundir la música tradicional de la región costera del estado de Guerrero.

El lanzamiento fonográfico y homenaje a Chicho Estrada cerró con un festival artístico musical donde fueron presen-tadas danzas tradicionales como “Los apaches” y “La tortuga”, a las que Tarcisio Estrada les interpretó los sones e incluso, según informes de la gente, también llegó a bailarlas.

No podían faltar las interpretaciones de la propia Banda Azoyú, además del Mariachi de Azoyú, agrupación que tam-bién fundó Chicho Estrada, quien fue su director musical y ejecutor de trompeta.

La comunidad de Azoyú, autoridades y la familia de Chi-cho Estrada, sumaron esfuerzos para la elaboración de un busto en su honor, el cual fue ubicado y develado a un costa-do del edificio que ocupa el museo “Códice Azoyú”.

Chilenas y sones de Costa Chica, Guerrero

Presentación del discoBanda Azoyú de Chicho EstradaPor Gerardo Guerrero Gómez

Canción contemporánea oaxaqueña

¡Siempre al sur!

La producción discográfica Al sur, del cantante y compositor oaxaqueño Óscar Guzmán, fue realizada gracias al apoyo de la Universidad Au-

tónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), en la que participaron destacados músicos y contiene el trabajo creativo realizado en los últimos 10 años. Para su con-formación, fueron tomadas en cuenta canciones que marcaron diferentes etapas del desarrollo musical de Óscar Guzmán, así como piezas de compositores clave de la canción contemporánea oaxaqueña: Hebert Ras-gado, Víctor Martínez, Fernando Amaya, Héctor Díaz y Lorenzo López.

Egresado de la Escuela de Bellas Artes de la UABJO, Oscar Guzmán propone una canción sensible, clara y honesta, en la que ejerce, según quienes lo conocen, la libertad absoluta, y la responsabilidad que requiere la palabra en estos tiempos. Los músicos que aportaron su talento y credibilidad hacia el joven cantante fueron: Héctor Díaz, compositor y arreglista, quien tuvo a su cargo la dirección musical y la elaboración de arreglos; Ornel Jiménez, en el bajo; Javier Hernández, en la flauta transversa; Lucio Jiménez, en las percusiones; Patricia Santiago, en el violín, y Arodi Martínez, en el saxofón soprano.

El concepto del disco es una aportación del artista plástico Óscar Mixram, quien contribuyó con “Canción al sur”, que da nombre al disco y con influencia de los códices mixtecos. También se sumó el talento del dise-ñador oaxaqueño Mario Lugos.

Se consigue directamente con Óscar Guzmán mediante el correo electróni-co [email protected] o al 045 (951) 309-29-95.

Foto

: C

orte

sía

de

la U

nid

ad R

egio

nal

Gu

erre

ro

de

Cu

ltu

ras

Pop

ula

res

Foto

: C

orte

sía

de

Los

3 a

lakr

an

es.

Foto

: C

orte

sía

de

Ósc

ar

Gu

zmá

n.

Page 17: Fiestas Indígenas Dedicadas a Los Muertos

��octubre - diciembre · 2008 ��

Con el fin de difundir, impulsar e incenti-

var la producción fotográfica en la región

de Tierra Caliente, la Dirección General

de Vinculación Cultural del Consejo Nacio-

nal para la Cultura y las Artes, a través del

Programa de Desarrollo Cultural de Tierra

Caliente, la Secretaría de Cultura de Coli-

ma, el Instituto Guerrerense de la Cultura,

la Secretaría de Cultura de Jalisco, el Insti-

tuto Mexiquense de Cultura y la Secretaría

de Cultura de Michoacán

Convocan al

TERCER CONCURSO DE FOTOGRAFÍA DE TIERRA CALIENTEBajo las siguientes bases:

1. MODALIDAD DE PARTICIPACIÓN. Se-ries fotográficas de músicos, bailadores e instrumentos musicales tradicionales de la región de Tierra Caliente. Esto incluye conjuntos de tamborita, conjuntos de arpa y mariachi sin trompeta, ensambles de chi-rimías y bandas de viento, y los bailadores que se acompañan con estos estilos, ade-más de otros tipos de danzas rituales, los cuales son elementos que reflejan las tra-diciones transmitidas de una generación a otra, formando parte del patrimonio cultu-ral e identidad de la región. No están inclui-dos los grupos de danza, ballets folklóricos y otras formas de proyección escénica.

2. CONCURSANTES. Podrán participar todos los fotógrafos aficionados y profesionales de nacionalidad mexicana que tengan reali-zadas series fotográficas sobre la región.

3. LUGARES. Las fotografías deberán ser to-madas en los siguientes municipios:

Colima: Armería, Colima, Comala, Coqui-matlán, Cuauhtémoc, Ixtlahuacán, Manza-nillo, Minatitlán, Tecomán, Villa de Álvarez.

Estado de México: Amatepec, Ixtapan de la Sal, Luvianos, Otzoloapan, San Simón de Guerrero, Santo Tomás de los Plátanos, Sul-tepec, Tejupilco, Tlatlaya, Tonatico, Zacazo-napan, Zacualpan.

Guerrero: Ajuchitlán del Progreso, Arcelia, Coahuayutla, Coyuca de Catalán, Cutza-mala del Pinzón, Pungarabato, San Miguel Totolapan, Tlalchapa, Tlapehuala, Zirándaro de los Chávez.

Jalisco: Jilotlán de los Dolores, Pihuamo, Santa María del Oro, Tecalitlán.

Michoacán: Aguililla, Apatzingán, Arte-aga, Buenavista, Carácuaro, Churumuco, Gabriel Zamora, Huetamo, La Huacana, Madero, Múgica, Nocupétaro, Nuevo Ure-cho, Parácuaro, San Lucas, Tacámbaro, Te-palcatepec, Tiquicheo de Nicolás Romero, Tlatlaya, Tumbiscatío, Turicato, Tuzantla, Tzitzio.

4. AMBIENTACIÓN DE LAS FOTOGRAFÍAS. Dichos personajes en su vida cotidiana, ce-remonias, rituales y fiestas de las comunida-des de Tierra Caliente en los estados de Co-lima, Guerrero, Jalisco, México y Michoacán. No se aceptarán fotografías tomadas en es-cenario.

5. SOCIALIZACIÓN Y DIFUSIÓN. Las series fotográficas seleccionadas por el jurado pa-sarán a ser parte del acervo de imágenes para difusión cultural del Programa de De-sarrollo Cultural de Tierra Caliente y con-formarán a su vez una exposición itinerante que será presentada en espacios nacionales y extranjeros.

6. FORMATO DE PRESENTACIÓN. Las foto-grafías se presentarán en papel fotográfico 8 x 10 u 8 x 12 pulgadas en blanco y negro o color, según sea el caso, sin montar, con funda protectora de polipropileno. En caso de ser posible, se incluirá un CD con las foto-grafías escaneadas y/o archivos digitales en formato TIFF o JPEG a tamaño real con una resolución de 300 dpi.

7. NÚMERO DE OBRAS. Se manejarán series de 10 fotografías como mínimo, sin número límite de trabajos.

8. REFERENCIAS. Los trabajos se entrega-rán en un sobre cerrado que se identificará con un seudónimo. Cada fotografía en una hoja adjunta llevará una breve ficha técnica que contenga: el seudónimo, lugar y fecha de las tomas, situación en que se encon-traban (fiesta patronal, ritual, ceremonia, ensayo, vida doméstica), título individual o de la serie, y el número de fotografía dentro de la serie. Además dentro del sobre debe-rá incluirse otro sobre cerrado, rotulado con el nombre del concurso y seudónimo, que incluya dentro los datos del autor: nombre completo, teléfono, dirección, fotocopia de identificación oficial con fotografía, correo electrónico.

9. JURADO. El fallo será emitido por un jura-do integrado por reconocidas personalida-des de la fotografía, su decisión será inape-lable.

10. AUTORIZACIONES. Los participantes au-torizan al Programa de Desarrollo Cultu-ral de Tierra Caliente la reproducción de sus obras, sin limitación de sistemas ni de medios de difusión y sin que haya remune-ración implícita de por medio. Los concur-santes se responsabilizan totalmente de que no existen derechos de terceros en las obras presentadas, así como de toda reclamación por derechos de la imagen.

11. CRÉDITOS. Por su parte, el Programa de Desarrollo Cultural de Tierra Caliente se compromete a otorgar los créditos corres-pondientes al (los) autor (es), cada vez que sus fotografías sean exhibidas o publicadas.

12. Si el material es presentado en nombre del (los) autor (es), o enviado por correo, deberá de presentar de manera explícita la autoriza-ción para efectuar la inscripción, y asimismo garantizar la aceptación de las condiciones mencionadas.

13. No se aceptarán series o fotografías que hayan sido premiadas en concursos ante-riores.

14. El Programa de Desarrollo Cultural de Tierra Caliente adoptará todas las precauciones necesarias para la conservación de las foto-grafías, pero ninguna responsabilidad será asumida por extravío antes o después del certamen o durante el envío por correo.

15. Para asegurar su participación, el (los) au-tor (es), deberán respetar estas regulacio-nes; y se entiende que por concurrir en esta convocatoria, al momento de la inscripción estarán aceptando de manera incondicional estas bases, así como cualquier resolución que se adopte por incidencias no previstas en las mismas.

16. Lo no previsto en la presente convocatoria será resuelto por los organizadores.

17. PREMIOS.

1er. Lugar $20,000.00 (veinte mil pesos 00/100 M.N.) y diploma.

2do. Lugar $15,000.00 (quince mil pesos 00/100 M.N.) y diploma.

3er. Lugar $10,000.00 (diez mil pesos 00/100 M.N.) y diploma.

Se darán las menciones honoríficas que el jurado decida, sin premio económico.

18. RECEPCION DE TRABAJOS:

La recepción de trabajos será del 10 de no-viembre de 2008, al 30 de abril de 2009, en las siguientes instituciones:

INFORMES Y ENTREGA DE TRABAJOSCOLIMA

Lic. Marina Saravia. Secretaría de Cultura del Go-bierno del Estado de ColimaTel. (312) 3 13 28 68 ext. 146

[email protected]

JALISCOLic. Ignacio Bonilla Arroyo. Unidad de Culturas

Populares de JaliscoTel. (33) 3 03 014 01

[email protected]

MICHOACÁNIván Álvarez Hernández. Secretaría de Cultura del

Gobierno del Estado de MichoacánTel. (443) 3 22 89 21 ext. 121

[email protected]

GUERREROLic. Angélica Gutiérrez y Salgado. Instituto Guerre-

rense de la CulturaTel. (747) 471 39 90

[email protected]

ESTADO DE MÉXICOPsic. Samuel Rodríguez García

Instituto Mexiquense de CulturaTel. (722) 2 74 85 86

[email protected]

CIUDAD DE MÉXICOAna Zarina Palafox Méndez

Dirección de Vinculación Regional / CNCATel. (55) 41 55 02 00 extensión 9750

[email protected]@correo.conaculta.gob.mx

La Convocatoria

Romeritos para Navidadcon tortitas de camarón seco

Ingredientes:Para los romeritos

1 kg. de romeritos

3 dientes de ajo

¼ de cebolla

7 chiles anchos

3 chiles mulatos

2 chiles pasilla

1 rebanada de pan

100 grs. de ajonjolí

2 tazas de caldo

½ litro de agua

200 grs. de camarón seco

½ bolillo duro

5 huevos

½ kg. de papitas

media tortilla

sal

Para las tortitas de camarón seco

¼ kg. de camarón seco, tostado y molido

50 grs. de habas o garbanzos tostados y molidos

1 puntita de pan molido o una cucharadita de maicena

1 cucharadita cafetera de polvo para hornear

6 huevos batidos como para capear

Preparación:Tortitas de camarón seco:

Se incorporan muy bien todos los ingredientes secos y se agregan a los huevos batidos de

manera revolvente. Se engrasa una sartén grande. Cuando esté caliente, se vacía la mezcla.

Se cubre con una tapadera alta. Cuando haya cuajado se voltea la torta para que dore por el

otro lado. También se pueden hacer tortitas pequeñas. Se sirven acompañadas de salsa roja,

caldillo rojo o se prepara un molito para colocarlas allí casi para servirlas.

Romeritos:

Limpie muy bien los romeritos, corte las raíces y póngalos a hervir con suficiente agua, un

diente de ajo, la cebolla y la sal al gusto. Aparte ase, limpie y remoje en agua caliente todos

los chiles. Muélalos y fríalos. Por separado muela la tortilla y la rebanada de pan frito y dos

dientes de ajo y el ajonjolí. Fría esta pasta y agréguela a los chiles para que todo junto se

sazone otros tres minutos. Después añada el caldo, medio litro de agua y deje todo a fuego

suave. Mientras, prepare las tortitas de camarón. Quítele la cabeza a los camarones secos y

muélalos junto con el bolillo duro. Mezcle con los huevos batidos a punto de turrón y forme

las tortitas friendo esta mezcla por cucharadas. Al mole, agregue los romeritos y las papitas

cocidas. Unos minutos antes de servir incorpore las tortitas.

Extraído de Recetario veracruzano de cuaresma y navidad No. 12, Col. Cocina Indígena y Popular,págs. 56 y 65. Dirección General de Culturas Populares - CNCA.

Page 18: Fiestas Indígenas Dedicadas a Los Muertos

�0octubre - diciembre · 2008 �1

El cartero

El Caracol es un órgano informativo cuyo

objetivo es difundir las contribuciones que

han hecho al patrimonio cultural nacional, los

pueblos y grupos que lo integran, así como propiciar,

entre los trabajadores de culturas populares y público

en general, la construcción de acciones que contribuyan

al reconocimiento y valoración de la diversidad cultural

del país. Le invitamos a colaborar. Sus comentarios son

importantes.

¡Participe con nosotros! [email protected]

Al alcance de cualquier personaSaludos, me gustaría felicitarlos por la revista El Caracol, ya que ma-neja temas diversos de interés no sólo académico, si no que está al alcance de cualquier persona. Mi pregunta es de qué manera se puede colaborar con artículos, ya que soy antropólogo social y tengo a mi cargo el área de etnografía del Museo de Antropolo-gía del Estado de México y tengo bastante información acerca del

quehacer cultural de los grupos originarios del estado.

Espero su pronta respuesta.

Carlos Fuentes HernándezInvestigador del Museo de Antropología

e Historia del Estado de México

Fuerza para seguir andandoAgradezco la oportunidad de poder ver en tinta y papel la historia de vida de las tejedoras del Xamati. Me gustó por la calidad de la revista y el interés que tienen por difundir la esencia de nuestros pueblos. Ojalá que El caracol siga teniendo salud por muchos años para que abrigue en su casa la voz y el rostro de nuestros corazo-nes. Por lo pronto, los mejores deseos y que el señor de los cuatro vientos inspire y dé fuerza para seguir andando.

Alberto Avilés Cortés

RECOMENDACIÓN SOBRE LA SALVAGUARDIADE LA CULTURA TRADICIONAL Y POPULAR

15 de noviembre de 1989

Los Documentos

La Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cien-cia y la Cultura, reunida en París del 17 de octubre al 16 de noviembre de 1989, con motivo de su 25a. reunión,

Considerando que la cultura tradicional y po-pular forma parte del patrimonio universal de la humanidad y que es un poderoso medio de acercamiento entre los pueblos y grupos socia-les existentes y de afirmación de su identidad cultural,

Tomando nota de su importancia social, económi-ca, cultural y política, de su papel en la historia de los pueblos, y del lugar que ocupa en la cul-tura contemporánea,

Subrayando la naturaleza específica y la impor-tancia de la cultura tradicional y popular como parte integrante del patrimonio cultural y de la cultura viva,

Reconociendo la extrema fragilidad de ciertas for-mas de la cultura tradicional y popular y, parti-cularmente, la de sus aspectos correspondientes a las tradiciones orales, y el peligro de que estos aspectos se pierdan,

Subrayando la necesidad de reconocer la función de la cultura tradicional y popular en todos los países y el peligro que corre frente a otros múl-tiples factores,

Considerando que los gobiernos deberían desem-peñar un papel decisivo en la salvaguardia de la cultura tradicional y popular, y actuar cuanto antes,

Habiendo decidido, en su 24a. reunión, que la “salvaguardia del folklore” debería ser objeto de una recomendación a los Estados Miembros, a tenor de lo dispuesto en el párrafo 4 del Artículo IV de la Constitución,

Aprueba la siguiente Recomendación, el día quin-ce de noviembre de 1989:

La Conferencia General recomienda a los Estados Miembros que apliquen las disposiciones que a continuación se exponen, relativas a la salvaguar-dia de la cultura tradicional y popular, adoptando las medidas legislativas o de otra índole que sean necesarias, conforme a las prácticas constituciona-les de cada Estado, para que entren en vigor en sus territorios respectivos los principios y medidas que se definen en esta recomendación.

La Conferencia General recomienda a los Estados Miembros que comuniquen la presente recomen-dación a las autoridades, servicios u órganos que tengan competencia para ocuparse de los proble-mas que plantea la salvaguardia de la cultura tra-dicional y popular, que la pongan en conocimiento también de las organizaciones o instituciones que se ocupan de la cultura tradicional y popular y que fomenten el contacto con las organizaciones inter-nacionales apropiadas que se ocupan de la salva-guardia de ésta.

La Conferencia General recomienda que, en las fechas y en la forma que la propia Conferencia Ge-neral determine, los Estados Miembros sometan a la Organización informes sobre el curso que hayan dado a esta recomendación.

A. Definición de la cultura tradicional y popular

A tenor de la presente Recomendación:

La cultura tradicional y popular es el conjunto de creaciones que emanan de una comunidad cultural fundadas en la tradición, expresadas por un grupo o por individuos y que reconocidamente responden a las expectativas de la comunidad en cuanto expre-sión de su identidad cultural y social; las normas y los valores se transmiten oralmente, por imitación o de otras maneras. Sus formas comprenden, entre otras, la lengua, la literatura, la música, la danza, los juegos, la mitología, los ritos, las costumbres, la artesanía, la arquitectura y otras artes.

B. Identificación de la cultura tradicional y popular

La cultura tradicional y popular, en cuanto expre-sión cultural, debe ser salvaguardada por y para el grupo (familiar, profesional, nacional, regional, religioso, étnico, etc.) cuya identidad expresa. A tal efecto, los Estados Miembros deberían alentar in-vestigaciones adecuadas a nivel nacional, regional e internacional con el fin de:

a) preparar un inventario nacional de institu-ciones interesadas en la cultura tradicional y popular, con miras a incluirlas en los re-gistros regionales y mundiales de institucio-nes de esta índole;

b) crear sistemas de identificación y registro (acopio, indización, transcripción) o mejorar los ya existentes por medio de manuales, guías para la recopilación, catálogos mode-lo, etc., en vista de la necesidad de coordi-nar los sistemas de clasificación utilizados por distintas instituciones;

c) estimular la creación de una tipología nor-malizada de la cultura tradicional y popular mediante la elaboración de: i) un esquema general de clasificación de la cultura tra-dicional y popular, con objeto de dar una orientación a nivel mundial; ii) un registro general de la cultura tradicional y popular; y iii) clasificaciones regionales de la cultura tradicional y popular, especialmente me-diante proyectos piloto sobre el terreno.

C. Conservación de la cultura tradicional y popular

La conservación se refiere a la documentación relativa a las tradiciones vinculadas a la cultura tradicional y popular, y su objetivo, en caso de no utilización o de evolución de dichas tradiciones, consiste en que los investigadores y los portadores de la tradición puedan disponer de datos que les permitan comprender el proceso de modificación de la tradición. Aunque la cultura tradicional y po-pular viva, dado su carácter evolutivo, no siempre permite una protección directa, la cultura que haya sido fijada debería ser protegida con eficacia. A tal efecto convendría que los Estados Miembros:

a) estableciesen servicios nacionales de archi-vos donde la cultura tradicional y popular recopilada pudiera almacenarse adecuada-mente y quedar disponible;

b) estableciesen un archivo nacional central

que pudiera prestar determinados servicios (indización central, difusión de información sobre materiales de la cultura tradicional y popular y normas para el trabajo relativo a ella, incluida su salvaguardia);

c) creasen museos o secciones de cultura tra-dicional y popular en los museos existentes, donde ésta pueda exponerse;

d) privilegiasen las formas de presentar las culturas tradicionales y populares que re-alzan los testimonios vivos o pasados de esas culturas (emplazamientos históricos, modos de vida, conocimientos materiales o inmateriales);

e) armonizasen los métodos de acopio y ar-chivo;

f) impartiesen a recopiladores, archivistas, documentalistas y otros especialistas en la conservación de la cultura tradicional y popular, una formación que abarque desde la conservación física hasta el trabajo ana-lítico;

g) suministrasen medios para confeccionar co-pias de seguridad y de trabajo de todos los materiales de la cultura tradicional y popu-lar, y copias para las instituciones regiona-les, garantizando así a la comunidad cultu-ral el acceso a los materiales recopilados.

D. Salvaguardia de la cultura tradicional y popular

La conservación se refiere a la protección de las tra-diciones vinculadas a la cultura tradicional y popu-lar y de sus portadores, en el entendimiento de que cada pueblo posee derechos sobre su propia cultu-ra y de que su adhesión a esa cultura suele perder vigor bajo la influencia de la cultura industrializada que difunden los medios de comunicación de ma-sas. Por lo tanto, es necesario tomar medidas para garantizar el estado y el apoyo económico de las tradiciones vinculadas a la cultura tradicional y po-pular tanto dentro de las colectividades de las que proceden como fuera de ellas. A tal efecto conven-dría que los Estados Miembros:

a) elaborasen e introdujesen en los programas de estudio, tanto escolares como extraesco-lares, la enseñanza y el estudio de la cul-tura tradicional y popular de una manera apropiada, destacando de manera especial el respeto de ésta en el sentido más amplio posible, y teniendo en cuenta no sólo las culturas rurales o de las aldeas, sino tam-bién las creadas en las zonas urbanas por los diversos grupos sociales, profesionales, institucionales, etc., para fomentar así un mejor entendimiento de la diversidad cultu-ral y de las diferentes visiones del mundo, especialmente las de quienes no participan en la cultura predominante;

b) garantizasen el derecho de acceso de las di-versas comunidades culturales a su propia cultura tradicional y popular, apoyando tam-bién su labor en las esferas de la documen-tación, los archivos, la investigación, etc., así como en la práctica de las tradiciones;

La Marquesina

A partir del viernes 5 de diciembre

Arte plumaria de Gabriel OlayMuestra de arte plumaria de origen pre-

hispánico, realizada por Gabriel Olay, con-

siderado un gran artista amanteca. Sala

María Sabina. Horarios del Museo

Plaza de las Artes del Centro Nacional de las Artes

17 y 18 de enero de 2009,

de 16:00 a 20:00 hrs.

II Homenaje “Juan Reynoso” a músicos tradicionalesSerán homenajeados Evaristo Galarza

(Huetamo, Michoacán), Crescenciana

Borja (Turicato, Michoacán), Ladislao

Valencia (Jalisco, Colima) y Octaviano

Rebollar (Otzoloapan, Estado de México),

todos con un gran trabajo de preserva-

ción de su cultura musical. Habrá música

de Tierra Caliente, expoventa de produc-

tos y gastronomía tradicionales de la re-

gión, exposición fotográfica y ediciones

culturales. Organizado por el Programa

de Desarrollo Cultural de Tierra Caliente

de la Dirección General de Vinculación

Cultural del CONACULTA.

Río Churubusco y Calzada de Tlalpan, cerca del metro General Anaya

Del 11 al 14 de diciembre

Expoventa Tápame con tu rebozoMuestra de rebozos de diversos estados

de la República.

Patios Moctezuma y Central

Sábado 13 de diciembre, 17:00 hrs.

Presentación del disco Familia VegaEsta familia es emblemática en la tradición

del son jarocho; sus integrantes están siem-

pre presentes en fandangos, encuentros de

jaraneros, foros, escenarios nacionales e

internacionales. Es merecido homenaje a

don Andrés Vega Delfín. Patio Jacaranda.

Av. Hidalgo 289, Col. del Carmen, Coyoacán, Ciu-dad de México. Horarios del Museo. Martes a jueves de 10:00 a 18:00 hrs. Viernes a domingo de 10:00 a 20:00 hrs. Entrada general: $10.00. Entrada libre a menores de 13 años y mayores de 60, jubilados y pensionados, personas con capacidades diferentes, estudiantes y maestros con credencial. Los domin-gos, entrada libre general. Informes al 41 55 09 20.

Distrito FederalMuseo Nacional de Culturas Populares

Page 19: Fiestas Indígenas Dedicadas a Los Muertos

��octubre - diciembre · 2008

Los Documentos

c) estableciesen un consejo nacional de la cul-tura tradicional y popular sobre una base in-terdisciplinaria u otro organismo coordina-dor similar donde estuviesen representados los diversos grupos interesados;

d) prestasen apoyo moral y financiero a los in-dividuos e instituciones que estudien, den a conocer, fomenten o posean elementos de la cultura tradicional y popular;

e) fomentasen la investigación científica relati-va a la salvaguardia de la cultura tradicional y popular.

E. Difusión de la cultura tradicional y popular

Se debe sensibilizar a la población respecto de la importancia de la cultura tradicional y popular como elemento de la identidad cultural. Para que se tome conciencia del valor de la cultura tradi-cional y popular y de la necesidad de conservarla, es esencial proceder a una amplia difusión de los elementos que constituyen ese patrimonio cultu-ral. Sin embargo, en una difusión de esta índole se debe evitar toda deformación a fin de salvaguardar la integridad de las tradiciones. Para favorecer una difusión adecuada, convendría que los Estados Miembros:

a) fomentasen la organización de aconteci-mientos nacionales, regionales e interna-cionales, como ferias, festivales, películas, exposiciones, seminarios, coloquios, talle-res, cursos de formación, congresos, etc., y apoyasen la difusión y publicación de sus materiales, documentos y otros resultados;

b) estimulasen una mayor difusión del mate-rial de la cultura tradicional y popular en la prensa, la edición, la televisión, la radio y en otros medios de comunicación de masas nacionales y regionales, por ejemplo, por medio de subvenciones, de la creación de empleos para especialistas de la cultura tradicional y popular en esos sectores, del archivo correcto de los materiales de la cul-tura tradicional y popular acopiados por los medios de comunicación de masas y de la creación de departamentos de cultura tradi-cional y popular en esos organismos;

c) estimulasen a las regiones, municipios, asociaciones y demás grupos que se ocu-pan de cultura tradicional y popular a crear empleos de jornada completa para espe-cialistas de la cultura tradicional y popular que se encarguen de alentar y coordinar las actividades de ésta en la región;

d) apoyasen los servicios existentes, y creasen otros nuevos para la producción de materia-les educativos (como por ejemplo películas de vídeo basadas en trabajos prácticos re-cientes), y estimulasen su uso en las escue-las, los museos de la cultura tradicional y popular y en los festivales y exposiciones de cultura tradicional y popular, tanto naciona-les como internacionales;

e) facilitasen informaciones adecuadas sobre la cultura tradicional y popular por medio de los centros de documentación, bibliotecas,

museos y archivos, así como de boletines y publicaciones periódicas especializados en la materia;

f) facilitasen la celebración de reuniones e intercambios entre particulares, grupos e instituciones interesados en la cultura tra-dicional y popular, tanto a nivel nacional como internacional, teniendo en cuenta los acuerdos culturales bilaterales;

g) alentasen a la comunidad científica interna-cional a adoptar un código de ética apro-piado en lo relativo a los contactos con las culturas tradicionales y el respeto que les es debido.

F. Protección de la cultura tradicional popular

La cultura tradicional popular, en la medida en que se plasma en manifestaciones de la creativi-dad intelectual individual o colectiva, merece una protección análoga a la que se otorga a las pro-ducciones intelectuales. Una protección de esta índole es indispensable para desarrollar, perpetuar y difundir en mayor medida este patrimonio, tanto en el país como en el extranjero, sin atentar con-tra los intereses legítimos. Además de los aspectos de “propiedad intelectual” de la “protección de las expresiones del folklore”, hay varias categorías de derechos que ya están protegidos, y que deberían seguir estándolo en el futuro en los centros de do-cumentación y los servicios de archivo dedicados a la cultura tradicional y popular. A estos efectos convendría que los Estados Miembros:

a) por lo que respecta a los aspectos de “pro-piedad intelectual” señalasen a la atención de las autoridades competentes los impor-tantes trabajos de la Unesco y la OMPI so-bre la propiedad intelectual, reconociendo al mismo tiempo que esos trabajos se re-fieren únicamente a un aspecto de la pro-tección de la cultura tradicional y popular y que es urgente adoptar medidas específicas para salvaguardarla;

b) en lo que se refiere a los demás derechos implicados

i) protegiesen a los informadores en su ca-lidad de portadores de la tradición (pro-tección de la vida privada y del carácter confidencial);

ii) protegiesen los intereses de los compi-ladores velando por que los materiales recogidos sean conservados en archivos, en buen estado y en forma racional;

iii) adoptasen las medidas necesarias para proteger los materiales recogidos contra su utilización abusiva, intencional o no;

iv) reconociesen a los servicios de archivo la responsabilidad de velar por la utiliza-ción de los materiales recogidos.

G. Cooperación internacional

Teniendo en cuenta la necesidad de intensificar la cooperación y los intercambios culturales, entre otras modalidades mediante la utilización conjunta de los recursos humanos y materiales, para realizar

programas de desarrollo de la cultura tradicional y popular encaminados a lograr su reactivación, y para los trabajos de investigación realizados por especialistas de un Estado Miembro en otro Estado Miembro, convendría que los Estados Miembros:

a) cooperasen con las asociaciones, institu-ciones y organizaciones internacionales y regionales que se ocupan de la cultura tra-dicional y popular;

b) cooperasen en las esferas del conocimiento, la difusión y la protección de la cultura tra-dicional y popular en especial mediante:

i) el intercambio de informaciones de todo tipo y de publicaciones científicas y téc-nicas,

ii) la formación de especialistas, la conce-sión de bolsas de viaje y el envío de per-sonal científico y técnico y de material,

iii) la promoción de proyectos bilaterales o multilaterales en la esfera de la docu-mentación relativa a la cultura tradicio-nal y popular contemporánea,

iv) la organización de reuniones de especia-listas, cursillos de estudio y grupos de trabajo acerca de determinados temas y, en especial, la clasificación y cata-logación de los datos y expresiones de la cultura tradicional y popular y la ac-tualización de los métodos y técnicas de investigación moderna;

c) cooperasen estrechamente con miras a asegurar, en el plano internacional, a los diferentes derechohabientes (comunidad o personas físicas o jurídicas) el goce de los derechos pecuniarios morales y los llama-dos afines derivados de la investigación, la creación, la composición, la interpretación, la grabación y/o la difusión de la cultura tra-dicional y popular;

d) garantizasen el derecho de cada Estado Miembro a que los otros Estados Miembros les faciliten copias de los trabajos de inves-tigación, documentos, vídeos, películas u otros, realizados en su territorio;

e) se abstuviesen de todo acto encaminado a deteriorar los materiales de la cultura tradi-cional y popular, disminuir su valor o impe-dir su difusión y utilización, ya se encuen-tren dichos materiales en su país de origen o en el territorio de otros Estados;

f) adoptasen las medidas necesarias para sal-vaguardar la cultura tradicional y popular contra todos los riesgos humanos o natura-les a los que está expuesta, comprendidos los derivados de conflictos armados, ocupa-ción de territorios o cualquier perturbación del orden público de otro tipo.

Page 20: Fiestas Indígenas Dedicadas a Los Muertos

El 2 de febrero se celebra el día de la Candelaria o de Nuestra Señora de

la Candelaria, aparecida en Candelaria, Tenerife, en las Islas Canarias, a principios

del siglo XV. Marca la presentación de Jesús en el Templo, según la costumbre

judía en que las madres de un niño varón debían presentarlo 40 días después de su

nacimiento para ser purificado.

En la tradición popular, en el Día de la Candelaria se hace el “levantamiento

del Niño Jesús”. Se acostumbra que la persona que sacó el “muñequito” al

partir la rosca de Reyes, el 6 de enero, se convierta en el padrino del Niño Dios.

Para ello, ha de vestirlo y, sobre una canasta adornada con flores, llevarlo a la

iglesia para recibir la bendición.

Después de la misa se retorna a la casa del “niño” para celebrar con

los tradicionales tamales y el atole o chocolates que los padrinos aportan.

En el Día de la Candelaria, ¡trae a tu Niño Dios!

Si te gusta la tradición de vestir a tu niño Dios, inscríbelo antes del día 11 de diciembre de 2008 o del 13 al 23 de enero de 2009.

Los mejores integrarán una exposiciónque tendrá lugar en febrero de 2009.

Llama al 4155 0920 ext. 7914

El Museo Nacionalde Culturas Populares te invita

Page 21: Fiestas Indígenas Dedicadas a Los Muertos