excavaciÓn arqueolÓgica preventiva en calle gloria nº 51-55. algeciras (cÁdiz)

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330 EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA PREVENTIVA EN CALLE GLORIA Nº 51-55. ALGECIRAS (CÁDIZ) CIBELES FERNÁNDEZ GALLEGO JOSÉ MARíA TOMASSETTI GUERRA JOSÉ SUÁREZ PADILLA Resumen: La excavación ha puesto en evidencia una secuencia medieval islámica entre los siglos IX-X y la ocupación cristiana de mediados del XIV en la Villa Vieja citada por la crónica de Alfonso XI (Al-Yazirat al Jadra). Se reconocen varios edificios domésticos y parte del viario público antes de su abandono y posterior reocupa- ción en el siglo XIX. Parte de los muros contemporáneos aprove- chan estructuras medievales desde el siglo IX. Abstract: The excavation has put in evidence an Islamic medieval sequence between centuries IX-X and the Christian occupation of half-full of the XIV in the Villa Vieja mentioned by the chroni- cle of Alfonso XI (Al-Yazirat al Jadra). Several domestic buildings are recognized and leaves from the public roadway before their abandonment and later re-occupation in century XIX. Part of the contemporary walls takes advantage of medieval structures from century IX. Résumée: L’excavation a mis en évidence une séquence médié- vale islamique entre les siècles IX-X et l’occupation chrétienne de la moitié du XIV à la Villa Vieja citée par la chronique d’Alfonso XI (Al-Yazirat al Jadra). On reconnaît plusieurs bâtiments domestiques et une partie du public routier avant leur abandon et reocupación postérieur dans le siècle XIX. Une partie des parois contemporaines profitent des structures médiévales depuis le siècle IX. La promoción inmobiliaria en el solar de un edificio de dos plantas de altura sin sótano por SURCONS PROMOCIONES INMOBILIARIAS DEL ESTRECHO S. L., dentro del Área de Protección Arqueológica del Término Municipal de Algeciras, ha dado lugar a la realización de su diagnóstico arqueológico. Por re- solución del Director General de Bienes Culturales con fecha 4 de mayo de 2005, se autorizó la actividad bajo la dirección de Cibeles Fernández Gallego, designándose como inspectora de la misma a Dª. Ana Troya Panduro, arqueóloga de la Delegación Provincial. Los trabajos se desarrollaron entre los días 23 de mayo y 20 de julio de 2005. El solar ocupa tres parcelas con fachada a la calle Gloria (nº 51, 53 y 55), dentro de la manzana catastral 97137 (parcelas 24, 25 y 26), con 363 m 2 de superficie y morfología poligonal casi rectan- gular. Demolidas las construcciones preexistentes, quedaba como tres planos de distintas alturas separadas por dos escalones de c. 0’5 m cada uno, con pendiente hacia el Sureste. Se encuentra en el extremo meridional de lo que hemos denominado Banda de Lade- ra +25/+30m.s.n.m. (según datos del plano de c. 1910 presentado por PARDO, 2002: 89; TOMASSETTI Y OTROS, 2003), en una zona de altitud media dentro del conjunto de la población me- dieval, en cuyo entorno, según se desprende de las intervenciones realizadas, debió desarrollarse la medina desde al menos el siglo IX hasta su abandono en el XIV. Esta Banda de Ladera se nos presenta al día de hoy como una zona de interesante dinámica histórica, a la luz de los resultados de las últimas excavaciones en los solares de C/ Gral. Castaños c/v J. Román (TOMASSETTI, 2002); C/ Rocha, 3 (TOMASSETTI, FERNÁNDEZ Y SUÁREZ, 2004); Patio del Loro (FERNÁNDEZ Y OTROS, 2004); etc. La intervención ha perseguido una serie de objetivos, entre los cuales: la identificación de la paleotopografía previa a la ocupación humana de la banda de ladera donde se encuentra el solar afecta- do. Por las referencias más cercanas, se estimaba que la potencia máxima podía rondar los 1’50-2’00 metros, desde la rasante actual, sin presencia de manto freático; el establecimiento de una secuen- cia diacrónica de las distintas fases de ocupación urbana desde sus orígenes; la constatación de la existencia, o no, de estructuras ar- quitectónicas relacionables con ámbitos urbanos, domésticos y/o públicos, en las distintas épocas y horizontes, con su caracterización funcional y espacial; y la verificación de la discontinuidad del po- blamiento desde finales de la Edad Media, con reocupación moder- no-contemporánea, así como el grado de afección de las modifica- ciones urbanísticas sobre la estratificación medieval subyacente. La cimentación proyectada, mediante losa de hormigón volada en parte para salvar los desniveles existentes, ha evitado la afección a la parcela nº 53, de modo que se han planteado dos sondeos, uno en cada una de las parcelas afectadas: sondeo A en la nº 51 y sondeo B en la nº 55: - Sondeo A= 9x3 metros (27 m 2 ); cota de finalización a -75 cm en el sector oeste (sin alcanzar el geológico); -99 cm en el sector central (sobre el manto geológico al interior de la atarjea UE-13); y -134 cm en el sector este (sobre geológico), cumpliéndose las prescrip- ciones establecidas en este sentido. - Sondeo B= 10x4 metros (40 m 2 ); cota de finalización a -147 cm en el sector oeste (sobre geológico); -70 cm en el norte (sin al- canzar la roca de base); -121 cm en el sector sur (tampoco llega a geológico); y -130 cm en el oeste (sobre geológico). En ambos se han respetado, según la fasificación propuesta, los espacios necesarios para el tránsito y la ubicación de terreras, así como estableciendo la separación oportuna respecto a los cimientos de edificios colindantes, para su protección. Para todo el trabajo se ha procedido según es habitual en los diagnósticos arqueológi- cos, mediante excavación manual con procedimiento estratigráfico, identificando y caracterizando cada unidad despejada durante el proceso de excavación. Toda la información ha sido conveniente- mente registrada en un inventario de materiales, un libro diario de excavación y fichas normalizadas de registro. Además, se ha seguido un riguroso proceso de documentación gráfica, concretado en la realización de dibujos a escala de plantas por fases y perfiles sig- nificativos. Por último, se dispone de un exhaustivo seguimiento fotográfico del proceso de excavación, en formato digital.

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La excavación ha puesto en evidencia una secuencia medieval islámica entre los siglos IX-X y la ocupación cristiana de mediados del XIV en la Villa Vieja citada por la crónica de Alfonso XI (Al-Yazirat al Jadra). Se reconocen varios edificios domésticos y parte del viario público antes de su abandono y posterior reocupación en el siglo XIX. Parte de los muros contemporáneos aprovechan estructuras medievales desde el siglo IX.

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EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA PREVENTIVA EN CALLE GLORIA Nº 51-55. ALGECIRAS (CÁDIZ)

CiBeLeS FernÁndeZ GALLeGoJoSÉ MAríA ToMASSeTTi GuerrAJoSÉ SuÁreZ PAdiLLA

Resumen: La excavación ha puesto en evidencia una secuencia medieval islámica entre los siglos iX-X y la ocupación cristiana de mediados del Xiv en la villa vieja citada por la crónica de Alfonso Xi (Al-yazirat al Jadra). Se reconocen varios edificios domésticos y parte del viario público antes de su abandono y posterior reocupa-ción en el siglo XiX. Parte de los muros contemporáneos aprove-chan estructuras medievales desde el siglo iX.

Abstract: The excavation has put in evidence an islamic medieval sequence between centuries iX-X and the Christian occupation of half-full of the Xiv in the villa vieja mentioned by the chroni-cle of Alfonso Xi (Al-yazirat al Jadra). Several domestic buildings are recognized and leaves from the public roadway before their abandonment and later re-occupation in century XiX. Part of the contemporary walls takes advantage of medieval structures from century iX.

Résumée: L’excavation a mis en évidence une séquence médié-vale islamique entre les siècles iX-X et l’occupation chrétienne de la moitié du Xiv à la villa vieja citée par la chronique d’Alfonso Xi (Al-yazirat al Jadra). on reconnaît plusieurs bâtiments domestiques et une partie du public routier avant leur abandon et reocupación postérieur dans le siècle XiX. une partie des parois contemporaines profitent des structures médiévales depuis le siècle iX.

La promoción inmobiliaria en el solar de un edificio de dos plantas de altura sin sótano por SurConS ProMoCioneS inMoBiLiAriAS deL eSTreCHo S. L., dentro del Área de Protección Arqueológica del Término Municipal de Algeciras, ha dado lugar a la realización de su diagnóstico arqueológico. Por re-solución del director General de Bienes Culturales con fecha 4 de mayo de 2005, se autorizó la actividad bajo la dirección de Cibeles Fernández Gallego, designándose como inspectora de la misma a dª. Ana Troya Panduro, arqueóloga de la delegación Provincial. Los trabajos se desarrollaron entre los días 23 de mayo y 20 de julio de 2005.

el solar ocupa tres parcelas con fachada a la calle Gloria (nº 51, 53 y 55), dentro de la manzana catastral 97137 (parcelas 24, 25 y 26), con 363 m2 de superficie y morfología poligonal casi rectan-gular. demolidas las construcciones preexistentes, quedaba como tres planos de distintas alturas separadas por dos escalones de c. 0’5 m cada uno, con pendiente hacia el Sureste. Se encuentra en el extremo meridional de lo que hemos denominado Banda de Lade-ra +25/+30m.s.n.m. (según datos del plano de c. 1910 presentado por PArdo, 2002: 89; ToMASSeTTi y oTroS, 2003), en una zona de altitud media dentro del conjunto de la población me-dieval, en cuyo entorno, según se desprende de las intervenciones realizadas, debió desarrollarse la medina desde al menos el siglo iX hasta su abandono en el Xiv. esta Banda de Ladera se nos presenta al día de hoy como una zona de interesante dinámica histórica, a la

luz de los resultados de las últimas excavaciones en los solares de C/ Gral. Castaños c/v J. román (ToMASSeTTi, 2002); C/ rocha, 3 (ToMASSeTTi, FernÁndeZ y SuÁreZ, 2004); Patio del Loro (FernÁndeZ y oTroS, 2004); etc.

La intervención ha perseguido una serie de objetivos, entre los cuales: la identificación de la paleotopografía previa a la ocupación humana de la banda de ladera donde se encuentra el solar afecta-do. Por las referencias más cercanas, se estimaba que la potencia máxima podía rondar los 1’50-2’00 metros, desde la rasante actual, sin presencia de manto freático; el establecimiento de una secuen-cia diacrónica de las distintas fases de ocupación urbana desde sus orígenes; la constatación de la existencia, o no, de estructuras ar-quitectónicas relacionables con ámbitos urbanos, domésticos y/o públicos, en las distintas épocas y horizontes, con su caracterización funcional y espacial; y la verificación de la discontinuidad del po-blamiento desde finales de la edad Media, con reocupación moder-no-contemporánea, así como el grado de afección de las modifica-ciones urbanísticas sobre la estratificación medieval subyacente.

La cimentación proyectada, mediante losa de hormigón volada en parte para salvar los desniveles existentes, ha evitado la afección a la parcela nº 53, de modo que se han planteado dos sondeos, uno en cada una de las parcelas afectadas: sondeo A en la nº 51 y sondeo B en la nº 55:

- Sondeo A= 9x3 metros (27 m2); cota de finalización a -75 cm en el sector oeste (sin alcanzar el geológico); -99 cm en el sector central (sobre el manto geológico al interior de la atarjea ue-13); y -134 cm en el sector este (sobre geológico), cumpliéndose las prescrip-ciones establecidas en este sentido.

- Sondeo B= 10x4 metros (40 m2); cota de finalización a -147 cm en el sector oeste (sobre geológico); -70 cm en el norte (sin al-canzar la roca de base); -121 cm en el sector sur (tampoco llega a geológico); y -130 cm en el oeste (sobre geológico). en ambos se han respetado, según la fasificación propuesta, los

espacios necesarios para el tránsito y la ubicación de terreras, así como estableciendo la separación oportuna respecto a los cimientos de edificios colindantes, para su protección. Para todo el trabajo se ha procedido según es habitual en los diagnósticos arqueológi-cos, mediante excavación manual con procedimiento estratigráfico, identificando y caracterizando cada unidad despejada durante el proceso de excavación. Toda la información ha sido conveniente-mente registrada en un inventario de materiales, un libro diario de excavación y fichas normalizadas de registro. Además, se ha seguido un riguroso proceso de documentación gráfica, concretado en la realización de dibujos a escala de plantas por fases y perfiles sig-nificativos. Por último, se dispone de un exhaustivo seguimiento fotográfico del proceso de excavación, en formato digital.

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Los trabajos han sido dirigidos por la arqueóloga solicitante del permiso, de la empresa Taller de investigaciones Arqueológicas S. L., quien ha llevado a cabo su ejecución conjuntamente con José María Tomassetti Guerra. Las labores de datación relativa han sido consultadas con José Suárez Padilla, quien además ha contribuido en las distintas tareas de campo y de laboratorio.

reSuLTAdoS de LA ACTividAd ArQueoLÓGiCA

el análisis descriptivo y relacional de las unidades estratigráficas para cada sondeo, que permite el montaje ordenado de la secuencia por fases, se expone a continuación. en total han sido 127 unidades estratigráficas (52 para el sondeo A y 75 para el B), que, desde la base de arcillas terciarias, se reparten en una secuencia similar en fases para ambos.

UE GL-05/Sondeo A: deSCriPCiÓn FASE

1 Sedimento abigarrado arenoso, pulverulento, gris-blanquecino soportando restos de escombros y con manchas de tierra vegetal y restos de pavimento vi

2 retazo de cimiento de mampostería trabado con barro vi

3 Tramo de atarjea con caja de mampostería y cubierta de ladrillos; confluye con ue-4 vi

4 Tramo de atarjea con caja de mampostería y ladrillos que incluye un tubo de atanores cerámicos; confluye con ue-3 vi

5 Tramo de tubería de atanores que confluye con ue-4 vi

6 Tramo de cimiento de mampostería trabado con barro vi

7 Arena arcillosa marrón-pardo, compacta, con abundantes restos de cal, soportando moderadas inclusiones vi

8 Tramo de atarjea con paredes de fragmentos de ladrillo y cubierta de fragmentos de “losas de Tarifa”; confluye con ues 3 y 4 vi

9 Arena arcillosa marrón oscuro con cal soportando frecuentes inclusiones vb

10 Arena gris-marrón muy compacta con abundantes restos de cal, soportando frecuentes inclusiones; igual a ue-11 vb

11 Arena gris-marrón compacta con abundantes restos de cal, soportando frecuentes inclusiones; igual a ue-9 vb

12 Tramo de muro de mampostería y sillarejo trabado con barro; da apoyo a ue-52 y a ue-13 iiia

13 Tramo de atarjea con caja de ladrillos y mampostería, cubierta de ladrillos y lajas parcialmente conservada, y sin fondo de obra (directamente sobre la arcilla del geológico); se apoya sobre ue-12 va

14 Arena marrón oscuro algo compacta, con restos orgánicos y de cal, soportando frecuentes inclusiones vb

15 Arena marrón compacta con restos de cal, soportando frecuentes inclusiones vb

16 Arena marrón oscuro con cal soportando frecuentes inclusiones vb

17 Arena marrón-gris compacta con restos de cal y soportando moderadas inclusiones vc

18 Arena gris-marrón, compacta, soportando moderadas inclusiones vc

19 Arena marrón abigarrada con arcilla verdosa, con restos de cal y carbones iva

20 Arena marrón oscuro con restos de cal, soportando frecuentes inclusiones ivc

21 Arena marrón-beige con restos de cal, soportando frecuentes inclusiones ivc

22Mitad inferior del cuerpo de una tinaja de paredes parcialmente estriadas al exterior, embutida en el terreno subyacente median-

te la excavación de una pequeña fosa rellena con arena marrón y calzos (piedras, tejas, ladrillos), y su colmatación interior de arena marrón-gris soportando moderadas inclusiones

vb

23 retazo de estructura de ladrillos, posible pavimento trabado con barro; relacionable con ue-22 vb

24 Tramo de muro y cimiento de mampostería y ladrillos trabados con argamasa blanquecina; da apoyo a ues 25 y 29 iiia

25 Tramo de muro de mampostería, sin cimiento, trabado con barro; forma ángulo con ue-24, en el que se apoya iiib

26 retazo de pavimento de cal iva

27 Arena marrón-gris muy compacta, soportando frecuentes inclusiones va

28 Arena marrón-gris con nodulillos de cal, soportando moderadas inclusiones ivc

29 retazo de pavimento de lajas de piedra sin ligante; se apoya en ue-24 iva

30 Arena anaranjada compacta soportando frecuentes inclusiones ivc

31 Arena gris con vetas marrones y abundantes nodulillos de cal, muy compacta, soportando frecuentes inclusiones va

32 Arena marrón-gris compacta con nodulillos de cal, soportando frecuentes inclusiones iva

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UE GL-05/Sondeo A: deSCriPCiÓn FASE

33 Sedimento abigarrado de arcilla verdosa con arena marrón-gris y parte de gravilla fina, poco compacta, soportando moderadas inclusiones iiic

34 Arena arcillosa marrón oscuro con abundantes nodulillos de cal y algunos carbones, soportando moderadas inclusiones; restos de un espeso pavimento de cal desmantelado iiib

35 Arena anaranjada compacta con algunas pellas de arcilla verde, soportando moderadas inclusiones iiib

36 Arena levemente arcillosa gris-verde compacta y algo abigarrada con trazos más oscuros (marrones), soportando moderadas inclusiones iiia

37 Arena arcillosa abigarrada marrón-verde oscuro, incoherente, soportando frecuentes inclusiones iiia

38 Arena arcillosa marrón-verde-negro, compacta, con restos de carbones y cal, soportando frecuentes inclusiones (abundantes piedras) iiia

39 Arcilla verde estratificada con buzamiento hacia el nW: manto geológico 0

40 interfacies de excavación de “fosa” sobre geológico (ue-39) y su relleno de arena marrón oscuro-negruzco, soportando modera-das inclusiones ii

41 Arena marrón con restos de cal soportando frecuentes inclusiones iiia

42 retazo de cal (¿pavimento desmantelado?) iiia

43 Arcilla verdosa abigarrada con arena gris, soportando frecuentes inclusiones iiia

44 Arena arcillosa marrón-rojiza con manchas de carbones y pintas de cal, soportando moderadas inclusiones iiia

45 Arcilla gredosa verde, granulada, incoherente, soportando escasas inclusiones iiia

46 Piedras y fragmentos de tejas soportadas por matriz arenosa marrón compacta con nodulillos de cal y algunas pellas de arcilla verde, soportando frecuentes inclusiones iiia

47 Arena arcillosa marrón con concentraciones puntuales de carbón, abigarrada con arcilla verde, soportando moderadas inclusiones iiia

48 Arcilla arenosa marrón-gris oscuro; ¿zanja? ii

49 interfacies de excavación de “fosa” sobre geológico (ue-39) y su relleno de arena arcillosa marrón oscuro-negruzco, soportando moderadas inclusiones ii

50 restos de un hogar con cinturón de piedras (c. 10-15 cm) e interior arenoso ceniciento; alterado bajo ue-27 iiic

51 Tramo de muro de mampostería trabada con barro; continuación de ue-24 al oeste de ue-2 iiia

52 Tramo de muro de mampostería trabado con barro; forma ángulo con ue-12, al que se adosa por el oeste, apoyándose en él iiia

UE GL-05/Sondeo B: deSCriPCiÓn FASE

1 varios depósitos diversos, con retazos de pavimentos y rellenos diversos vi

2 Pozo de agua posteriormente usado para evacuación, con sumidero y cubierta de lajas; y su relleno exterior de arcilla verde vi

3 Tramo de muro de mampostería y algunos ladrillos trabado con argamasa amarillenta en las últimas hiladas. Apoya sobre muros de la Fase i vi

4 Muro de mampostería y ladrillos, formado por dos tramos y un vano central con jambas de ladrillo y pavimento de losas. reaprovecha muros anteriores desde la Fase i vi

5 Tramo de muro de mampostería y algunos ladrillos vi

6 Murete de mampostería trabado con barro que forma conjunto con ue-7, sobre el que apoya vi

7 Tramo de murete de mampostería trabada con arena anaranjada; da apoyo a ue-6 vi

8 Arena marrón con restos de cal y carbones, soportando moderadas inclusiones vi

9 Tramo de muro de mampostería trabada con barro. Se apoya en ue-5 y da apoyo a ue-13 vi

10/21 Arena levemente arcillosa, marrón oscuro con evidencias puntuales de combustión (carbones) y restos de cal, soportando fre-cuentes inclusiones (entre las cuales abundantes restos constructivos) vc

11/22 Arena beige-marrón incoherente, más compacto por zonas, con abundantes restos de argamasa, algo de carbón y cal, soportan-do frecuentes inclusiones (entre las cuales, material constructivo) vc

12 Tramo de atarjea con pared de mampostería y fragmentos de ladrillo trabados con cal blanca, y fondo de ladrillos sobre lechada de cal; sustituida posteriormente por una tubería de atanores cerámicos vi

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UE GL-05/Sondeo B: deSCriPCiÓn FASE

13 retazo de pavimento de cantos; apoya en ues 5 y 9 vi

14 retazo de pavimento de piedras irregulares enripiadas con fragmentos de ladrillo, trabado con barro; se adosa a ue-15 vi

15 retazo de muro de mampostería y algunos ladrillos, trabado con barro vi

16 Substrucción y su relleno de arena marrón-gris soportando muy escasas inclusiones vi

17 Superficie subhorizontal de cenizas, incluyendo un retazo de argamasa; posible resto de pavimento bajo ue-7 vi

18 Arena marrón con restos de cal y argamasa soportando frecuentes inclusiones (con abundante material constructivo) vc

19 Arena amarillenta con restos de cal soportada por argamasa amarillenta disgregada con restos de material constructivo vc

20 Arena arcillosa compacta, formando una “costra” bajo ue-8, parcialmente rubefactada y soportando moderadas inclusiones vc

23 Arcilla algo arenosa marrón beige, algo abigarrada y compacta, con restos de carbón, huellas puntuales de rubefacción (con algunas cerámicas quemadas) y cal, soportando frecuentes inclusiones vc

24 Arena marrón con tonos verdosos y algunas concentraciones de cal granulada, incoherente y soportando frecuentes inclusiones vb

25 Arena algo arcillosa marrón con cal disgregada (muy similar a ue-24), soportando moderadas inclusiones va

26 retazo de muro/tabique de mampostería trabada con argamasa amarillenta muy arenosa; sin cimiento y mal conservado vb

27 Arena algo arcillosa marrón-gris, con restos de cal granulada y soportando moderadas inclusiones (entre las cuales abundante material constructivo) ivc

28 Arena marrón medio soportando abundantes inclusiones procedentes de un derrumbe (ladrillos en conexión volcados, mam-puestos, restos de enfoscados de cal, tejas), con escasas cerámicas. derrumbe ivc

29 Arcilla arenosa abigarrada marrón-verde, con restos de cal granulada y carbones ii

30 Arena algo arcillosa pardo-rojiza, poco compacta, con restos de carbones y soportando moderadas inclusiones ib

31 Tramo de muro de mampostería y sillarejo trabada con barro y enripiada ib

32 interfacies de pequeña fosa y su relleno de arena arcillosa marrón con restos de cal y carbón; rompe a ue-31 y contiene una olla bizcochada con borde exvasado y vuelto ic

33 Arena algo arcillosa marrón con restos de carbón y algo de cal, soportando frecuentes inclusiones vi

34 interfacies de excavación de zanja de cimentación de ue-15 y su relleno arenoso marrón oscuro, incoherente, con restos de cal y pellas de arcilla amarillo-verde, soportando moderadas inclusiones vi

35 Arena beige con abundante argamasa disgregada y otros restos constructivos, soportando moderadas inclusiones vc

36 Conjunto de mampuestos, ladrillos, tejas, restos de argamasa, etc. Soportando matriz arenosa marrón con restos de cal y escasos carbones. ¿derrumbe? vc

37 Tramo de muro de mampostería trabada con barro; afectada en su extremo oeste por remociones desde la fase vb va

38 Arena marrón oscuro con restos de cal y soportando moderadas inclusiones vb

39 Argamasa arenosa amarillenta disgregada, con restos de cal va

40 Tramo de atarjea con fondo de ladrillos fragmentados, paredes de mampostería y ladrillo y cubierta de ladrillos y lajas vb

41 Conjunto irregular de lajas de piedra y algunos mampuestos que define una superficie pseudo-horizontal, quizá pavimento; equivalente a ue-50 vb

42 Acumulación de fragmentos de ladrillos por capas horizontales, pero sin definir estructura alguna; parece depósito o remoción de estructura vi

43 Sedimento abigarrado marrón-beige con abundantes restos de argamasa disgregada, cal, mampuestos, etc. Soporta moderadas inclusiones. rellena huecos en las estructuras subyacentes (ues 41, 45, etc) iva

44 Tramo de muro y cimiento de mampostería y sillarejo trabado con barro arcilloso ib

45 Tramo de muro de mampostería trabada con barro y argamasa amarillenta iii

46/57 Arcilla verde-rojiza abigarrada con arena marrón, soportando frecuentes inclusiones va

47 Arcilla verde veteada en marrón soportando moderadas inclusiones ia

48 Mampuestos y tejas soportadas por matriz areno-arcillosa marrón-pardo con escasos carbones ia

49 Tramo de muro de mampostería y sillarejo enripiado y trabado con barro vb

50 Lajas, mampuestos y ladrillos que definen una superficie pseudo-horizontal, equivalente a ue-41 vb

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UE GL-05/Sondeo B: deSCriPCiÓn FASE

51 retazo de pavimento de cal con espesor máximo de c. 15 cm; apoya en los muros ues 52 y 67, con los que forma conjunto; sobre el muro ue-69 iva

52 Tramo de muro de mampostería con careados de grandes piedras y relleno interior de mampuestos más pequeños, trabado con barro; la última hilada se encuentra deslizada hacia el Sur iii

53 Pequeña “depresión” longitudinal (a manera de canal de escorrentía) y su relleno de arena marrón con gravilla, posiblemente de filtración; bajo ue-50 vb

54 Arcilla verde abigarrada con arena naranja [no se excava]; parece equivalente a ue-57 va

55 Arena marrón compacta, abigarrada con restos de argamasa y soportando moderadas inclusiones. Amortiza la substrucción practicada para instalar la atarjea ue-40 en el sector norte vb

56 retazo de muro de mampostería trabada con argamasa amarillenta, alterado tras su abandono, no conserva intacta su cara norte (la sur, bajo ue-4 –o integrada en ella- supuestamente) iva

58 Arena marrón con abundantes restos de argamasa mostaza, carbones y frecuentes fragmentos de estuco pintado en rojo va

59 retazo de pavimento de cal estucada (tres capas superpuestas de estuco blanco sobre una original pintada en rojo); posee capa de preparación muy arenosa con cal y piedras, incoherente. iva

60 Arcilla arenosa verde-marrón, algo abigarrada y compacta, soportando moderadas inclusiones ia

61 Tramo de muro de mampostería trabada con barro ia

62 Arena rojiza abigarrada con abundantes restos de pavimento blanco y rojo, y de enfoscados ivc

63 Fina capa de arcilla verde abigarrada con arena arcillosa marrón; alteración de la estratigrafía subyacente (mezcla de materiales del siglo iX con otros del Xiii) ivc

64 Arcilla verde del manto geológico 0

65 retazo de pavimento de cantos y pequeñas piedras, con algunos fragmentos cerámicos; sobremonta al muro ue-52, rellenando un vano de acceso iii

66 Arcilla verde abigarrada con arena marrón, poco homogénea, y de textura irregular, poco compacta, con restos de carbones y algo de cal, soportando moderadas inclusiones ii

67 Tramo de cimiento/muro de mampostería iii

68 interfacies de excavación de zanja de cimentación del muro ue-52, y su relleno de arcilla verde abigarrada con arena marrón, compacta, soportando moderadas inclusiones; se excava sobre ue-69, de la que arranca varios mampuestos iii

69 Tramo de muro de grandes mampuestos en su cara sur (la única observable), trabados con barro; roto por ue-68 ia

70 Arcilla verde compacta soportando un conjunto de mampuestos con alineación aproximada nW-Se (sensiblemente paralela a ue-67), pero sin definirse como estructura (más bien “derrumbe”) [no se excava] ia

71 Arena marrón oscuro de textura algo harinosa, abigarrada con pellas y trazas de arcilla verde, y restos de carbones, soportando escasas inclusiones ia

72 retazo de estructura con careado norte de ladrillos y laja de piedra al sur, bordeando un retazo de argamasa horizontal (¿fondo y paredes de atarjea?); cortada por ue-5 y equivalente a ue-77 ivb

73 Arcilla verde abigarrada con escasa arena marrón, con abundantes carbones y frecuentes inclusiones (abundantes ejemplares de ostrea edule) ia

74 Arcilla verde con vetas de arenisca: manto geológico 0

75 interfacies de excavación de zanja de cimentación de la base de ue-5, y su relleno de arena arcillosa marrón-verde con carbones ia

76 Arena arcillosa marrón oscuro, compacta, soportando frecuentes inclusiones ib

77 retazo de estructura con careados de mampostería y ladrillos y relleno-cubierta interior de ladrillos trabados con argamasa amarillenta (¿paredes y cubierta de atarjea?); cortada por ue-5 y equivalente a ue-72, se apoya sobre ue-79 ivb

78 retazo de muro con careado norte de mampostería y ladrillo, trabado con argamasa amarillenta iva

79 retazo de muro de mampostería trabada con barro; parece formar esquina con ue-31 y da apoyo a los muros ues 3 y 4; de hecho, este último recrece a ue-79 ib

80 retazo de ¿muro? de mampostería trabada con barro ib

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deFiniCiÓn de FASeS

Hemos establecido la periodización en función del análisis con-junto de ambos sondeos para ofrecer una interpretación global de la evolución histórica en todo el solar y así dar una visión unitaria de la actividad llevada a cabo. La similitud en la fasificación es notoria, con las evidencias más antiguas (emirales) en el sondeo B.

Fase 0. Geológico. en ambos sondeos se ha alcanzado la capa del manto rocoso, formada por arcilla estratificada; se conoce en unos 7 m2 en el sondeo A (ue-A39, en el espacio entre los muros ues A2 y A24); y en unos 2 m2 en el B (ue-B64 en el sector este y ue-B74 en el oeste).

es difícil proponer una reconstrucción paleotopográfica dado que los sondeos se encuentran muy alejados entre sí y las superficies estudiadas del manto natural son reducidas. Aún así, uniendo las líneas que unen las máximas alturas de las Fases 0 (Geológico), iv (Almohade) y v (Tardomedieval) en los perfiles este del sondeo A y oeste del sondeo B -que son las que podemos referenciar- marcan una pendiente teórica media de 10º, siendo prácticamente paralelas (desnivel de 2’40 m en poco más de 13 m de longitud). ello no significa que no existiera aterrazamiento medieval de este espacio urbano (como es lógico pensar y se viene evidenciando en la ma-yoría de solares diagnosticados), sino que, de no haber existido, la estratificación estudiada en sus periodos más recientes no habría sido cortada por el escalonamiento contemporáneo. en cualquier caso, dado que no tenemos modo de relacionar las estructuras ar-quitectónicas estudiadas en uno y otro sondeo, no afirmamos ni negamos ninguna de las opciones.

Sí podemos apuntar que la conformación fisiográfica original pudo ser la de una pendiente suave de ladera con buzamiento hacia el Sureste, en sintonía con lo observable en general en la calle Glo-ria desde nuestro solar hacia la plaza de San isidro, aproximándose a la horizontal a medida que avanzamos hacia sus cotas más altas. Por contra, en dirección a la C/ General Castaños se iría acentuan-do la caída. La mezcla de fragmentos de objetos cerámicos, restos faunísticos, etc. con la matriz disgregada de la roca de base en los es-tratos inferiores (ues A38 y B60, por ejemplo) parece indicar una deposición original sobre la superficie de una colina posiblemente denudada, sin evidencias de nivel edáfico, y sometida a los efectos de la erosión-gravedad.

Las primeras acciones humanas intencionadas consistieron en la excavación de agujeros (sondeo A) y la instalación de muros (son-deo B), removiendo con ello los estratos geológicos.

Fase i. emiral. Fines del siglo iX - principios del X. estas iniciales modificaciones del entorno son de distinto carácter en cada son-deo. en el A no se producirán hasta la Fase ii pero en el B se ha reconocido una secuencia que, aunque muy afectada por erosiones posteriores y reutilizaciones continuas de los paramentos, informa de al menos dos subfases constructivas y una tercera de carácter deposicional.

Subfase Ia. Se ha reconocido en el sector este un corto tramo de cimiento de mampostería de c. 50 cm de anchura y con dirección ne-SW (ue-B61). ya se encontraba amortizado por un ¿derrum-be? de tejas y mampuestos (ue-B48) y por un depósito arcilloso (ue-B47) antes de que se iniciara la subfase ib. el único estrato

quizá coetáneo al uso de esta estructura es ue-B60, que apoya con-tra ue-B61 por su cara sur.

es difícil correlacionar esta secuencia con lo excavado en el sector oeste, donde el único elemento relativo de juicio para adscribir al inicio de la secuencia cultural el estrato B73 es encontrarse sobre el geológico y luego cortado por la instalación del muro ue-B69. Sin embargo, este muro posee una orientación muy similar a ue-B61 y forma un ángulo aproximadamente recto con la base de ue-5, muro este último que, siendo su último uso contemporáneo (Fase vi), se fundamenta sobre un paramento anterior al que pertenece la zanja de cimentación ue-B75, que representa en sí la primera acción antrópica en el sector (para ello se ha realizado un estudio arqueotectónico de ue-B5). es decir, que el edificio original del que formaba parte ue-B5 incluiría con cierta seguridad a ue-B69, con lo cual ambos podrían bien corresponder a esta subfase ia.

Téngase en cuenta que las subfases de que tratamos son sólo inter-valos constructivos y que la secuenciación se basa en informaciones muy sesgadas. Las dudas proceden de una falta de precisión crono-lógica de los depósitos con material datante, pues todo lo estudiado para la fase en su conjunto se adscribe a lo que hemos denominado “Horizonte B” dentro de nuestro análisis de las cerámicas emirales de Algeciras (SuÁreZ, ToMASSeTTi y JiMÉneZ-CAMino, 2006), y, además, a que no existen otras estructuras de la Fase i superpuestas a éstas en el sector oeste.

Subfase Ib. Las ues B47 y B48 fueron cortadas por la cimenta-ción de un nuevo muro (ue-B31), algo más ancho (c. 65 cm) y con zarpa de 8-12 cm; su orientación es sensiblemente n-S y, en el extremo meridional de lo conservado, haría esquina con ue-B79, al que se adosa. Por su parte, ue-B79 apoya directamente sobre el muro B44, de ancho desconocido y con zarpa de unos 15 cm. este último ya se encontraba destruido cuando se depositó sobre él, amortizándolo, ue-B76, fechada a caballo entre los siglos iX y X. esta amortización está representada en el sector este (sobre ue-B31) por ue-B30, donde se aprecia la existencia de un primer fragmento de cerámica “verde y manganeso”. Aunque no existe po-sibilidad de datarlo (bajo niveles contemporáneos), por su posición espacial y cotas absolutas, relacionamos con ue-B44 el retazo de estructura (¿muro?) ue-B80, que bien puede estar prolongando hacia el W el paramento sur del edificio.

en definitiva, sobre los restos abandonados de uno de los edificios de la subfase anterior, se instala otro nuevo, con orientación dife-rente, 18º girada hacia el nW, acercándose a la alineación n-S. de él conocemos la conformación de su esquina sureste. Posiblemente se prolongaba hasta enganchar con la base de ue-B5, siendo éste, desde tan tempranos momentos, el eje de inflexión de las orienta-ciones de todas las estructuras, hasta la Fase vi.

Subfase Ic. Antes del intermedio representado por la Fase ii se producirá un último hecho estratigráfico en el sondeo B. Cor-tando parcialmente al muro ue-B31 y afectando a la deposición subyacente, se excava ue-B32, un agujero de forma ovalada irre-gular (en lo observable) en cuyo interior se deposita -apoyada so-bre su galbo- una olla biansada de cuerpo ovoide, fondo plano, cuello troncocónico y borde vuelto, fabricada en cerámica bizco-chada de pasta anaranjada sin tratamiento superficial alguno. el tipo es bien conocido entre el repertorio ergológico de finales del

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siglo iX, si bien otras inclusiones en el sedimento que la cubría confirman dicha cronología. A pesar de que no contenía restos de ninguna clase (aparte una porción de sedimento que se ha recu-perado como muestra), consideramos que se trata de una oculta-ción, y así la interpretamos.

Fase II. Califal, siglo X. en el sector este, la secuencia medieval termina con un nuevo depósito, ue-B29, que puede considerarse en cierto modo equivalente a ue-B66 en el extremo oeste; ambos se conforman por una matriz mezclada de arena y arcilla con, entre otras inclusiones, restos de carbones. no se encuentran asociados a ninguna estructura, representando una fase deposicional en sí.

el sondeo A inaugura su estratificación en este momento, habién-dose evidenciado dos substrucciones excavadas sobre el geológico: ues A40 y A49. en lo observable, abarcan una superficie de 1’30 y 0’50 m2 respectivamente, si bien ninguna de ellas se ha excavado en su integridad, encontrándose cortadas por los cimientos de los muros ues A24 y A25, y sin que sepamos qué porción del conjun-to es la conocida. no parece, sin embargo, que sean de grandes di-mensiones, al menos ue-A40, que alcanza su máxima profundidad en el centro de lo estudiado al oeste de ue-A25 (-45 cm bajo la rasante del manto geológico; -37 en el caso de ue-A40). Su conte-nido, con piedras, fragmentos de ladrillos y tejas, restos cerámicos, metálicos (incluida escoria de hierro), algunos vidrios, fauna, etc., podría corresponderse con el de un basurero.

Ambas substrucciones terminan amortizadas por ue-A48, tam-bién con alto componente arcilloso en su matriz y montando par-cialmente sobre la roca de base. Habrá que valorar en un futuro si la alta proporción de arcillas en niveles deposicionales no vinculados a fases constructivas, como hemos apuntado para los estratos ini-ciales de la Fase i, aquí y en otros solares excavados, pueden siem-pre interpretarse como efecto de sedimentaciones derivadas de una erosión natural. Si bien no es exactamente el caso en el sondeo A, pues existen evidencias claras de acción antrópica, podríamos estar apuntando un criterio válido para identificar “hiatos poblacionales” a escala local.

Fase iii. Altomedieval. Siglos Xi-Xii. el siglo Xi, en términos generales, viene representado por una amplia serie de unidades es-tratigráficas, casi exclusivamente arquitectónicas en el sondeo B, pero abundante en depósitos en el A.

de hecho, en virtud de la estratificación del sondeo A hemos identificado una división interna en tres subfases coincidentes con dos momentos constructivos y una final amortización de las super-ficies de uso (que no de los muros, que perviven hasta el siglo Xiii al menos).

Subfase IIIa. directamente sobre los estratos califales se dispone una sucesión de depósitos distintos datables en el siglo Xi que, a modo de rellenos, preparan la superficie del terreno para acoger al primer edificio reconocido en el sondeo A. Se trata de las ues A41, A43, A44, A45, A46, A47 y -equivalente a esta última (a uno y otro lado de ue-B24)- A38. Su diversa composición y estructura interna podría interpretarse en función de diferentes vertidos para rellenar/nivelar el espacio a construir. de tal forma, a techo de la secuencia descrita se instala un edificio que, en el sector este del sondeo, se constituye por un muro de carga fabricado con mampuestos y la-

drillos (ue-A24, igual a ue-A51 -cortados por ue-A2-, de unos 45 cm de anchura y zarpa irregular de entre 10 y 20 cm) que dará apoyo por adosamiento a ue-A25 en la subfase iiib.

el conjunto constructivo evidenciado se completa con las ues A12, ancho paramento de mampostería y sillarejo de c. 70 cm de ancho (sector central) al que se adosa ue-A52, siendo éste otro tramo (equivalente a ue-B24+51 en dimensiones y fábrica) que se pierde una vez es cortado por ue-A6. no obstante, los muros A12 y A52 sólo pueden fecharse de manera muy relativa, precisamente en virtud de sus similitudes estructurales, su posición en la planta general del edificio y las relaciones estratigráficas que supuestamen-te los unieron con los demás restos constructivos del sector este, pues se encuentran erosionados y amortizados por acciones cons-tructivas y episodios deposicionales muy posteriores, de la Fase v.

Se dispondría un primer pavimento de cal al interior del ámbito delimitado por los muros A24 y A25, si bien en el proceso de exca-vación se determinó que posiblemente ya estaba destruído cuando se encaja la cimentación de A25, por lo cual se adscribe a esta pri-mera subfase. Su destrucción ha evitado que pueda observarse en planta como una superficie homogéna: apenas persistían retazos muy perdidos identificados en conjunto como ue-A42, reconoci-ble más bien como interfacies a techo de las ues A41, A43 y A44.

Hemos equiparado a la subfase iiia todas las estructuras datadas en el siglo Xi en el sondeo B. Aquí, como se adelantó, la secuencia de la Fase iii es mucho más reducida, alterada por acontecimientos posteriores. A decir verdad, los únicos elementos datantes sin duda proceden de ue-B68, zanja de cimentación del muro ue-B52 que rompe a ue-B69 (muro de la Fase i), sobre el que se cimenta arran-cando parte de su fábrica. el contenido artefactual de ue-B68 es escaso y poco significativo; su datación preliminar establece una horquilla cronológica entre los siglos X y Xi. Por mera pruden-cia interpretativa, que hace considerar a las unidades estratigráficas como de la fase más moderna posible entre las opciones derivadas de su datación relativa; por sus equivalencias edilicias con los muros ues A12, B67 y B45; y por encontrarse amortizado por niveles deposicionales datados ya en momentos almohades, consideramos plausible la adscripción de los elementos arquitectónicos que se van a precisar a la Fase iii en general y, a falta de otros elementos es-tratigráficos, a la subfase iiia en particular, considerando que la fundación de estos edificios en ambos sondeos pudo producirse en las mismas fechas.

Así, creemos posible la existencia de tres edificios distintos, or-ganizados como sigue: al noroeste del sondeo, el citado muro B52 formaría esquina con la base del tercio norte de ue-B5; en parte sobre B52, pero extendiéndose al interior del espacio marcado por la esquina conocida, se dispone un pavimento de cantos parcial-mente conservado (ue-B65), quizá definiendo un vano de acceso en la zona por donde ue-B52 se pierde en el perfil oeste. La franja de espacio entre ue-B52 y ue-B67, más meridional éste, posible-mente se encontraba en espacio público (¿viario?), marcado al Sur por la esquina de un segundo edificio conformado por la propia ue-B67, que formaría ángulo con el tercio sur de la base de ue-B5 (bajo la estructura almohade ue-B72). en éste confluiría también el extremo occidental de ue-B45 antes de ser parcialmente arrasa-do por afecciones históricas más modernas (y, como su equivalente al otro lado de ue-B5, bajo la estructura almohade ue-B77, equi-

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parable a B72). B45 sería, por tanto, el límite norte del tercero de los edificios, que posee pared medianera con su vecino por el oeste en la base de B5.

Al igual que ocurría en la Fase i, ue-B5 se confirma como el eje a cada uno de cuyos lados cambia la orientación de los paramentos, en dirección al SW los del sector oeste y hacia el Se los del sector oriental. esto ya no cambiará en adelante hasta la contemporanei-dad, por lo cual no insistiremos más en ello. el ángulo definido entre las caras internas de B67 y B5 se encuentra en torno a los 80º; entre B5 y B45, por su parte, no supera los 75º. A pesar de estas pequeñas diferencias, resulta evidente que el aspecto general de la planta muestra una clara simetría a uno y otro lado del plano divisorio que representa B5, simetría geométrica y estructural que quedará desfigurada en la fase tardomedieval.

ninguna de las relaciones estratigráficas, físicas, de cualquiera de estas estructuras con los depósitos suprayacentes nos ha servido para datar la fecha de su colapso, siendo los estratos que los cubren ya pertenecientes a la Fase iv o posterior. de hecho, son la super-posición de otros elementos constructivos o la adaptación evidente de los de esta fase a nuevos usos, es decir, su reutilización posterior, los hechos estratigráficos que establecen el final de la Fase iii en el sondeo B.

Subfase IIIb. en el sondeo A se reconoce una remodelación in-terior del espacio al norte de ue-A24 consistente en la segregación de dos ámbitos mediante la instalación del muro ue-A25, adosado y perpendicular al antes citado. el ámbito oriental ahora definido quedaría repavimentado con ue-B34 (superficie de cal), que se dispone sobre el estrato (¿de preparación/compactación?) ue-B35; si bien su excavación no pudo tampoco evidenciarlo en planta, sí quedó bien reflejado en los perfiles norte y este.

en general, la fábrica de los muros de las subfases iiia y iiib se caracteriza por emplear grandes mampuestos y/o sillarejos para sus careados externos, enripiándose el núcleo central con mampostería más menuda, fragmentos de ladrillo y de algunas cerámicas; no se aprecia ligante de obra, trabándose los componentes mediante barro arcilloso. Los pequeños retazos de argamasa conservados se deben a la reutilización de los paramentos durante la Fase iv.

Subfase IIIc. La amortización de las estructuras en el sondeo A queda representada en el sector este por ue-A33, que cubre al úl-timo pavimento citado con más arcilla arenosa y parte de gravilla fina, estableciendo un cambio de periodo a partir del cual se inicia la Fase iv. en el sector oeste, por su parte, se han dejado en planta los restos de un hogar (ue-A50) con cinturón irregular de cantos y colmatación interna de arena cenicienta. esta estructura de com-bustión es de las peor datadas del sondeo, pues los escasos artefac-tos contenidos al interior de su perímetro apenas ayudan a centrar una fecha altomedieval sensu lato. Sabemos que en otros solares del recinto norte de Algeciras se han estudiado niveles de hogares coincidentes con el lapso temporal entre los siglos Xi y Xii (por ejemplo en C/ ruiz Tagle nº 55: ues 48 y 51: ToMASSeTTi, 2003), adscribiéndose a priori a un “abandono almorávide” que, en el presente caso, no nos atrevemos a proponer. Por otra parte, la presencia de este hogar parece estar interrumpiendo el desarrollo de ue-B52 hacia el oeste, que daría un elemento de juicio más a tener en cuenta.

en definitiva, y sin poderse asegurar, la vida útil de los edificios pertenecientes a la Fase iii en el sondeo A termina con su amortiza-ción sedimentaria y el uso presumible del nuevo espacio despejado para la apertura de, al menos, un hogar que, hemos de suponer, haría sus funciones al aire libre.

Fase iv. Almohade. Siglos Xii-Xiii. el comportamiento estrati-gráfico de los dos sondeos es similar durante esta fase, con más evidencias constructivas en el B, por lo cual son tres las subfases de-terminadas en él, mientras que sólo se aprecian dos en el A, donde únicamente pueden ser estudiadas en su sector este.

Subfase IVa. Las ues A19 y A32 son retazos sedimentarios que, especialmente la segunda, sobremontan a la secuencia anterior, pre-parando la superficie a pavimentar en el ámbito oriental del edificio mediante una capa de cal, muy perdida y afectada por las estructu-ras de la Fase v. Al Sur del muro ue-A24 se conservó otro pequeño retazo de suelo, de lajas, por debajo del cual no se ha seguido exca-vando dada la estrechez del espacio disponible. Los muros siguen siendo los mismos de la fase previa, quizá con refacciones impor-tantes que no han pervivido al perderse prácticamente todo el alza-do hasta la cota de pavimentos, pero representadas por la presencia puntual de argamasa amarillenta en ue-A24 o la conformación en este mismo de un posible vano mediante ladrillos.

el sondeo B muestra una planta más completa, especialmente al oeste del muro ue-B5. Lo observado aquí demuestra a las cla-ras la reutilización de los paramentos antiguos, aprovechándolos como cimientos de los nuevos alzados. en el caso de ue-B52, se retranquea su cara norte unos 25 cm, creándose una zarpa que queda sobremontada por una espesa capa de preparación con are-na y cantos sobre la que se coloca un pavimento de estuco (el conjunto, ue-B59) cuyo enlucido original -rojo- fue sustituido en dos ocasiones por otros tantos de color blanco. el pavimento se ha conservado parcialmente (c. 0’62 m2), afectado por una remo-ción de la fase posterior (ue-B63), pero su careado, con parte del revoco que formaba al unirse con la pared, ha quedado en toda la longitud del muro.

el espacio al Sur de este muro B52 se pavimenta con una gruesa capa de cal enlucida en su superficie (ue-B51) cuyo límite meri-dional queda impreciso pero, en general, coincidente con el trazado del muro ue-B67. Sin embargo, pensamos que no es dicho muro el que cierra este ámbito, sino que debió existir un tabique de la-drillos trabados y enfoscados con cal, del que formarían parte los fragmentos conservados sobre el extremo oeste de ue-B67, y que, como en el caso anterior, usó de cimiento al muro preexistente. Sus restos colapsados se documentaron en ue-B28.

Al otro lado de ue-B5, simétricos a los paramentos descritos se-rían el tabique de mampostería ue-B78 (sector sur) y el muro de mampostería trabada con argamasa amarillenta ue-B56 (sector norte). Las fuertes afecciones sufridas en sendos sectores durante las Fases v y vi impiden afinar la información relativa a su existencia, pero completan en algo lo conocido.

Subfase IVb. Hemos individualizado esta subfase para dar cabida en el esquema arquitectónico del sondeo B a las estructuras ues B72 y B77. Siendo ambas equivalentes en cuanto a su esquema de fabricación y, presumiblemente, su funcionalidad -para nosotros

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desconocida-, está cada una de ellas formada por dos paramentos laterales, y paralelos, que delimitan un vano interior (de mamposte-ría en ue-B77 y ocupado por ue-B43; sin abrir en ue-B72, que, diferentemente, alterna uno de mampostería con otro de ladrillos); los vanos terminan tapados, en un caso, por una cubierta de la-drillos y argamasa (B77), en el otro, por otra tal sólo de argamasa (B72). no descartamos que el paramento de ladrillos de ue-B72 tuviera que ver con el tabique destruído de la fase anterior, pero tampoco podemos demostrarlo. La similitud de ambas estructuras con atarjeas no encaja con su ubicación, encontrándose más eleva-das que la superficie del suelo.

Subfase IVc. Supone el derrumbe y amortización de los edificios almohades. esto se manifiesta, en el sondeo A, a través de la depo-sición de cuatro estratos sedimentarios, alguno sólo un retazo (ue-A30). ue-A28 amortiza al pavimento de lajas A29, mientras que la obliteración completa del conjunto, cubriendo suelos y muros en el sector este, está representada por ue-A21, nivel abigarrado con profusión de elementos constructivos que oculta a la vista las ruinas del edificio, muy similar a ue-A20, que lo sobremonta y cierra la secuencia bajomedieval.

en el sondeo B sólo se han conservado evidencias de la subfase ivc en el sector oeste. de los dos ámbitos reconocidos, el sur sufre un derrumbe (ue-B28) de lo que hemos supuesto era un tabique de ladrillos que limitaba al pavimento ue-B51, pero que incluye otros restos de mampostería y tejas, todo abigarrado con restos de cal, arena, etc. La amortización definitiva (equivalente en su posi-ción estratigráfica a ue-A21) es ue-B27, que termina por cubrir tanto al pavimento como a los paramentos arruinados, incluido ue-B52, al norte del cual se produce una remoción de la superficie de uso que excava un agujero, rompiendo al pavimento ue-B59 (pero también al anterior ue-B65, de la Fase iii), y que acumula dos depósitos: ues B62 y B63.

Fase V. Tardomedieval. Siglos XIII-XIV. La historia estratigrá-

fica de ambos sondeos en el último de los periodos medievales, como ocurre a menudo en los solares de Algeciras, ofrece escasas evidencias constructivas que, además, se presentan muy mutiladas por acciones intencionadas o por los efectos de la erosión histórica previa y posterior al abandono de 1379.

Subfase Va. en el sondeo A, una vez abandonados los edificios almohades, y sin que podamos precisar en qué momento, ante-rior en todo caso al “horizonte de Paternas” que asimilamos a la ocupación cristiana de la villa (1344-1369), se instala una amplia atarjea (ue-A13) parcialmente superpuesta a la cara este del muro ue-A12. Su fábrica de mampostería y ladrillos con cubierta (par-cialmente conservada) de lajas y ladrillos no disponía de fondo de obra, sino que las aguas corrían directamente sobre la superficie arcillosa del geológico, con una pendiente media del 8’50% ha-cia el Sureste. Aparte su propio contenido sedimentario, los únicos depósitos conservados adscribibles a la subfase (en la medida que son preexistentes a los rellenos posteriores) se han numerado como ues A27 (ángulo SW del sondeo) y A31 (sector central, entre los muros ues A6 y A12, cortada al sur por la atarjea contemporánea ue-A4). Su composición es equivalente (arena gris-marrón con cal, compacta), por lo cual no es descartable su identidad original como un único estrato.

este acontecimiento constructivo tiene su justa correspondencia en el sondeo B, donde la subfase va consiste -una vez amortizadas las estructuras anteriores- en la fundación de un nuevo edificio en el sector oeste, representado por el muro ue-B37 (quizá giraba al norte en su contacto con ue-B5) y los pavimentos ues B25 y B58, desmantelados (y, por tanto, estudiados como depósitos con restos abundantes de cal-estuco); al tiempo que informan de la ubicación aproximada de los suelos son, en sí, el producto de su desmantelamiento, que termina amortizado por la deposición de ue-B57 (sobre ue-B58). A su vez, ue-B57 es equivalente en su composición y textura a ue-B54 en el sector norte y coincide en su posición estratigráfica relativa con ue-B39 en el sector sur, si bien ésta es muy diferente en sus características compositivas.

Subfase Vb. Todos los estratos sedimentarios correspondientes a esta subfase en el sondeo A incluyen entre sus materiales evidencias claras de cerámicas “de Paterna” y, a veces, fragmentos de galbos de “tinajas cristianas”. es más, se ha conservado in situ la mitad inferior del cuerpo de una de ellas (ue-A22; con fragmentos de su borde en el relleno interior), semienterrada en un agujero que profundizó hasta los niveles correspondientes a la Fase ii. A su alrededor se dispusieron calzos con piedras, fragmentos de tejas y ladrillos, etc. para favorecer su posición vertical; alguno de estos calzos montaba sobre las ruinas del muro ue-A24, evidencia que abunda en la idea de que éste se encontraba oculto en el momento.

Los depósitos a que hacíamos referencia son las ues A9, A10, A11, A14, A15 y A16, todas al oeste del muro contemporáneo A2, intersectadas por él, por A6 y por el desarrollo perpendicular a ellos de la atarjea A4. en definitiva, consideramos que el conjunto de todas ellas conformaría un relleno, con potencia máxima medible de unos 45 cm, recortado por las estructuras de la Fase vi. Posi-blemente se trata de dos vertidos distintos que hace equivalentes a las ues A9 y A14, superpuestas al relleno inferior representado por las ues A10=11=15, equivalentes a su vez a ue-A16. Por su parte, ue-A10 y ue-A16 cubren definitivamente tanto a la atarjea de la subfase previa (ue-B13) como al muro ue-B12, datado en las Fases iii y iv (pero que quizá llegó a pervivir hasta la subfase va).

de tal manera, las únicas estructuras que podemos considerar co-etáneas a los rellenos son la tinaja descrita más arriba (ue-B22), y una superficie muy mal conservada de ladrillos dispuestos de canto (con algunos fragmentos en plano), trabados con argamasa blanca, en el centro del sector este (ue-B23). Sus cotas absolutas coinciden grosso modo con la de la interfacies superior de ue-A10, por ejem-plo. en principio, y a sabiendas de la dificultad de interpretar un retazo de estructura que apenas alcanza 0’30 m2, lo consideramos resto de un pavimento que estaría marcando la superficie de uso en que se instala también la tinaja. no hay más evidencias del edificio que los contuvo.

Por lo que respecta al sondeo B, parece que se sufrió una remo-delación urbanística coincidente con lo ya observado, si bien aquí están menos presentes los rellenos y más las construcciones, de diversos tipos. Así, hemos considerado como pertenecientes a la misma planta arquitectónica los muros ues B26 y B49. Aunque no tienen contacto físico entre ellos, entendemos que, por un lado, B49 tiene menor entidad que B37 (subfase va) y, si concediéramos que formaran esquina, sería aquél el que recibiera a éste; parece más lógico que fuera B49 quien diese apoyo a B26, cosa no imposible

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a tenor de la planta conocida. Asumido esto, hay que dejar claro que B26 es sin duda posterior a B37, pues apoya sobre uno de los pavimentos desmantelados que se asocian a éste (ue-B25). el pavimento -si lo hubo- en relación con la esquina de este nuevo edificio se encontraría también desmantelado y formando parte del depósito ue-B24, que apoya contra la cara sur de B26.

Lo expuesto afecta al sector oeste y, parcialmente, al norte del son-deo B. entre el sector norte y el sur se desarrollaron otras acciones constructivas que, en principio, consideramos relacionadas con un tramo de viario público, y que pasamos a explicar. Al este del muro ue-B49 se documentó un retazo de pavimento de lajas y fragmen-tos de ladrillos (ue-B50), que tiene su exacta correspondencia en otro retazo estudiado en el sector sur (ue-B41), y que cubre una especie de depresión en el terreno (ue-B53), especie de “canal” poco profundo con residuos de gravilla fina (producida quizá por filtración y/o escorrentía); este canal se interrumpe al contactar con una atarjea que recorre de norte a Sur el sondeo atravesando am-bos sectores: ue-B40, que, a su vez, limita por el este a los dos pavimentos citados. La atarjea se compone de dos tramos de distin-ta fábrica, el más septentrional con paredes y fondo de ladrillos y cubierta inicial también latericia, luego sustituida por otra de lajas similar a la que cierra el tramo meridional, donde los laterales son de mampostería y el fondo de ladrillos; discurre hacia el Sureste con una pendiente media del 5’80%. Sabemos que esta canalización se insertó posteriormente a la existencia de los pavimentos pues se ha reconocido el relleno de su zanja de inserción (ue-B55) cortando a ue-B50. Las remociones del terreno asociadas a estas modifica-ciones del entorno producirían ue-B38, que contenía restos de cerámica de Paterna, como también existían en el barro asociado a la cubierta del tramo sur. Todo ello ha sufrido fuertes afecciones du-rante la Fase vi, siendo muy parcial el conocimiento que tenemos, de ue-B41 por ejemplo.

Subfase Vc. La amortización final de las pocas estructuras co-nocidas en el sondeo A se produce con la deposición de las ues A17 y A18. Siendo la segunda de ellas un retazo muy alterado en la Fase vi, A17 alcanza mayor extensión (aproximadamente 3’50 m2), cubriendo los restos fragmentados de la tinaja A22, pero no al pavimento A23. La delimitación en planta de ue-A17 fue difícil en la medida que apenas era distinguible de ue-A7, que la cubre a ella y a toda la superficie del sector este. el estudio preliminar de materiales ha ofrecido, para ue-A7, una gran cantidad de fragmen-tos cerámicos sin duda tardomedievales, pero con evidencias claras de cerámicas contemporáneas. Sospechamos que estas últimas sean contaminaciones (intrusiones) en un estrato correspondiente a la presente subfase, pero, no siendo excepcional su presencia, hemos de adscribirlo a la Fase vi.

A diferencia del sondeo A, en el B los estratos que amortizan a las estructuras comentadas incluyen a menudo cerámicas de Paterna (es el caso de las ues B10/21, B11/22 y B18), lo que nos hace du-dar de la exacta correspondencia entre la subfase vc en el sondeo B y en el A. Por sectores, se distribuyen del siguiente modo:

- Sector oeste: secuencia compuesta por ue-B23 (la más antigua, puntualmente rubefactada), amortizando a los muros ues B26 y B37, dando asiento a B11/22, con material tipo “derrumbe” en su interior y, además, produciendo un desnivel hacia el perfil oeste que termina rellenado por B10/21: arena bastante orgáni-

ca (con carbones); sobre ésta, en la mitad norte del sector, cierra la secuencia ue-B20, compacta y parcialmente rubefactada. Las ues B10/21, B11/22 y B23 han aportado fragmentos cerámicos donde se aprecian defectos de cocción.

- Sector sur: atarjea y pavimento terminan amortizados bajo ue-B36, incluyendo restos de materiales constructivos a manera de derrumbe, lo que nos hace equipararla con B11/22. Sobre ella se deposita, finalmente, ue-B35, de similar composición.

- Sector norte: equivalente a ue-B36, en cuanto a que es el estrato que amortiza el espacio de supuesto viario, se excavó ue-B18, con restos de Paterna. de hecho, son muy similares en composi-ción e inclusiones, lo cual sugiere una identidad no confirmada durante el trabajo de campo pero que ahora sugerimos. Sobre ella, e igualmente equivalente a ue-B35, sedimentó ue-B19, que re-llena además un corte producido en B18.

en resumen, por encima de ue-B23, se dibujan dos horizontes deposicionales distintos, uno posiblemente correspondiente a de-rrumbes de estructuras y representado por las ues B11/22, B18, B19, B35 y B36; y otro, que sugerimos producto del abandono de estos espacios ciudadanos, formado por B10/21 y B20.

Fase VI. Contemporánea. Siglos XIX-XX. La sucesión de accio-

nes constructivas y deposicionales resulta mucho más compleja en el sondeo B, donde se conservaba buena parte de los pavimentos últimos del edificio demolido. en el A sólo se han evidenciado dos cimientos (ues A2 y A6) y una red de canalizaciones (de atanores en su fase más reciente) en torno a una principal que intersectaba los dos muros perpendicularmente a lo largo del eje central del son-deo en sentido este-oeste (ues A3, A4, A5 y A8). Todo ello bajo el depósito más superficial ue-A1, en el que se han unificado los estratos sedimentarios de edad contemporánea, salvo el A7, del que se han hecho algunas reflexiones más arriba.

el sondeo B se ha abierto al interior de un edificio sustentado por los paramentos numerados como B3, B4, B5, B6, B7, B9, B13 y B15, si bien no todos se encontraban funcionando al mismo tiem-po, siendo el más antiguo B15. el abastecimiento de agua lo faci-litaba el pozo ue-B2, mientras que su evacuación se producía me-diante una red de atarjeas, de obra la principal, aunque con tubo de cerámica posteriormente encajado en su interior (ue-B12), como ocurría con ue-A4. La mayoría de pavimentos se han considerado insertos en ue-B1, para simplificar el proceso de excavación, sim-plificación que ha permitido montar la secuencia de la fase con 17 unidades estratigráficas, de las cuales sólo 7 son deposicionales.

es de destacar cómo parte de los muros de sustentación han apro-vechado las ruinas preexistentes, claramente estudiado en las ues B4 y B5. especialmente hemos realizado el estudio arqueotectónico de ue-B5, concluyéndose que su base corresponde a un muro de la Fase i que da asiento a otro de la Fase iii (tercio sur) similar al que constituye la base conocida en el tercio norte. estos dos perviven en su uso durante las Fases iv y, quizá, v, cuando quedarían abando-nados hasta su final reutilización en la Fase vi, en que se procede a un doble relleno del espacio existente entre ambos antes de realzar el paramento hasta, supuestamente, la altura previa a la reciente de-molición del inmueble. es la primera vez que se documenta en Al-geciras una pervivencia tan larga en la sustentación de un edificio,

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abriendo una nueva expectativa a la investigación que va más allá del estudio de los niveles históricos soterrados y hace que las estruc-turas emergentes -algunas al menos- cobren un nuevo significado para la comprensión del urbanismo medieval en la ciudad.

evALuACiÓn de reSuLTAdoS

Se han evidenciado ciento treinta unidades estratigráficas (52 en el sondeo A; 78 en el B) agrupadas en siete fases, todas históricas

menos la primera, cuya solución de continuidad se ve interrumpi-da entre las Fases 0-i de ambos sondeos, y siendo ininterrumpida entre los siglos iX/X y Xiv, si bien la Fase i se encuentra ausente en el sondeo A. esta fasificación incluye una secuencia constructiva donde puede establecerse la existencia superpuesta de distintos pe-riodos arquitectónicos medievales y contemporáneos. La evolución urbana previa al siglo XiX se explica en los párrafos que siguen y se sintetiza en la tabla:

TABLA SínTeSiS de FASeS ArQueoLÓGiCAS en GL-05

FASE FECHA DEFINICIÓN SONDEO A SONDEO B

vi siglos XiX-XXi reocupación presente presente

vc1344-79

derrumbes y amortización > abandono presente presente

vb reorganización urbanística presente presente

va 1238-1344 reorganización arquitectónica presente presente

ivc

1146-1238

derrumbe y amortización presente presente

ivbreorganización arquitectónica

ausente presente

iva presente ausente

iiic 1086-1146 Amortización > abandono > hogar presente ausente

iiib1011-1086

reorganización arquitectónica presente ausente

iiia inicio de la urbanización y reedificación presente presente

ii Siglo X deposicional: ¿abandono? y basurero presente presente

ic

F. s. iX - pr. s. X

ocultación intencionada ausente presente

ib reedificación > amortización ausente presente

ia inicio de la urbanización > amortización ausente presente

0 Geológico Arcilla; ladera de colina presente presente

Son ya muy abundantes las intervenciones arqueológicas en los solares del núcleo urbano septentrional de Algeciras que están per-mitiendo definir horizontes históricos anteriores a la primera ocu-pación nazarí de 1238. Según los últimos y repetidos resultados, podrían llevarse a un horizonte paleo-islámico en pleno siglo iX, que hemos dividido en dos momentos (SuÁreZ, ToMASSeTTi y JiMÉneZ, 2006), el más reciente de los cuales ha sido detecta-do en el sondeo B. esta circunstancia nos ha permitido plantear hipótesis novedosas sobre el origen y la caracterización de las dos villas medievales de Algeciras que, en parte, se expusieron en las ias Jornadas de Arqueología del Campo de Gibraltar (Tarifa, 2004; JiMÉneZ-CAMino y ToMASSeTTi, 2006) y que está alen-tando una reinterpretación de la arqueología local más allá de los presupuestos planteados por la investigación hasta ahora (Torre-MoCHA y oTroS, 1999; TorreMoCHA y SÁeZ, 2001).

A modo de tentativa sistemática, la información conocida ya ha-bía sido ordenada por nosotros en distintos horizontes arqueoló-

gicos, si bien estamos continuamente trabajando en su mejora a medida que se amplía la información disponible; lo que sí hemos conseguido es mayor precisión en la identificación de horizontes arqueológicos que, mejor o peor, pueden relacionarse con las dis-tintas fases históricas reconocidas para la historia medieval local en las publicaciones al uso. La presente secuencia se ha construido sobre los datos procedentes de las fuentes cronísticas y documen-tales, las informaciones derivadas de la bibliografía especializada y su relación con las secuencias estratigráficas aportadas por nosotros en los últimos años. Su inequívoca identificación con horizontes puramente arqueológicos no siempre puede hacerse, moviéndonos a menudo en el marco de propuestas pendientes de confirmación.

respecto a la identificación de la paleotopografía previa a la ocu-pación humana de la banda de ladera donde se encuentra el solar afectado, se han hecho las precisiones necesarias para identificar la pendiente de una “colina” natural en sentido general nW-Se; igualmente, se ha apuntando que no disponemos de datos para

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confirmar ni desmentir un posible aterrazamiento del terreno para su urbanización desde antiguo. nuestras estimaciones sobre poten-cia estratigráfica han sido correctas para el sondeo A (0’80-1’00 m de potencia, alcanzando 1’50 al interior de ue-B49) y para el B (con 1’40 m de profundidad máxima en el sector oeste). el nivel freático no se alcanza en ningún punto del solar.

respecto a dotarnos de una secuencia diacrónica de las distintas fases de ocupación urbana desde sus orígenes, sigue verificándose la relativa bondad de nuestra propuesta en horizontes arqueológicos, identificándose una ocupación inicial a caballo de los siglos iX y X que da lugar a una secuencia histórica que abarca hasta el siglo Xiv, si bien se proponen dos hiatos culturales, a manera de fases deposi-cionales de abandono, durante el siglo X (Fase ii) y justo antes del momento de ocupación almohade (subfase iiic). el primero resulta llamativo en la medida que en otros lugares hemos constatado el periodo Califal como el del inicio de la urbanización efectiva en la ciudad; el segundo ha de ser abordado desde el punto de vista histórico como consecuencia de la llegada almorávide.

el estudio de la secuencia se ha acompañado de la constatación de la existencia de estructuras arquitectónicas relacionables con ámbi-tos urbanos, sin duda domésticos (Fases i, iii, iv y v) y en algún caso de posible carácter público (subfase vb del sondeo B), en las distintas épocas y horizontes, si bien lo fragmentario de los restos estudiados impide su completa caracterización funcional.

del mismo modo, y como es recurrente en Algeciras, se ha verifi-cado la discontinuidad del poblamiento durante finales de la edad Media y, en este caso, la edad Contemporánea, con reocupación del siglo XiX, como ya era conocido para el Barrio de San isidro en general; el grado de afección de las modificaciones urbanísticas sobre la estratificación medieval subyacente se ha valorado como uno de los factores de erosión histórica de mayor incidencia, espe-cialmente en el sondeo B, donde, por contra, se ha constatado el aprovechamiento de los muros medievales para sustentar la vivien-da contemporánea.

Se han analizado 67’00 m2 de los 363’00 m2 que mide el solar, resultando aproximadamente el 18’00% de la superficie total. Te-niendo en cuenta que la parcela intermedia (nº 53) no resultará afectada por las obras del proyecto arquitectónico, el diagnóstico real ha sido del 28’00%, lo que se considera muestra suficiente de los restos subyacentes a nivel de diagnóstico. Se han podido carac-terizar estos restos, reconociéndose los más antiguos como estruc-turas emirales de interesante significado histórico y, los más moder-nos de la secuencia medieval, como parte de la estructura urbana de época cristiana de la villa vieja. A la vista de lo investigado, no se proponen medidas correctoras para su conservación, careciendo de monumentalidad u otro valor patrimonial que los distinga como singulares.

BIBLIOGRAFÍA

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Algeciras. Tomo 1. Algeciras.

342

Figura 1. diagrama estratigráfico del sondeo A.

343

Figura 2. diagrama estratigráfico del sondeo B.

344

Figura 3. ubicación del solar en la ciudad.

Figura 4. ubicación de sondeos en el solar.

345

Figura 5. Plantas de las fases 0 y i.

346

Figura 6. Plantas de la fase iii.

347

Figura 7. Plantas de la fase iv.

348

Figura 8. Plantas de la fase v.

349

Figura 9. Plantas de la fase vi.

350

Figura 10. Plantas sintéticas de ambos sondeos.

351

Figura 11. estudio arqueotectónico del muro ue-B5.

352

Figura 12. Perfil este del sondeo A.

Figura 13. Perfil oeste del sondeo B.

353

Figura 14. Sección paleotopográfica.