Ética, ética empírica, ética de bienes (11. ix la filosofía de los valores)

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CUARTA PARTE ETICA VALDRATIVA -

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Ética, ética empírica, ética de bienes (11. IX La Filosofía de los valores)

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  • CUARTA PARTE

    ETICA VALDRATIVA

    -

  • CAPITULO IX

    LA FILOSOFIA DE LOS VALORES

    51. - CONSIDERACIONES GENERALES. - La expre-sin filosofa de los valorea aplicase a un conjunto de doc-trinas de orientacin muy diversa, pero' referidas todas ellas ,a un tema central el de la esencia del valor Con la denominacin a que aludimos ocurre lo propio que con el trmino derecho natural. A pesar de la comunidad de nombre, no hay una, sino mltiples teoras acerca de tal derecho; tantas quiz como pensadores jusnaturalistas Ello no obstante, todos estos pensadores encuntranse u-nidos por una preocupacin comn la de demostrar que aliado o por encima del derecho positivo, existe un dere-cho natural, dotado de validez objetiva Algo semejante sucede con la expresin filosofa de los valorea. Aun cuando las doctrinas axiolgicas sean divergentes y hasta

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  • E T I C A V A L O R A T I V A

    contradictorias entre si, coinciden sin embargo en su lti-ma finalidad descubrir la esencia de lo valioso.

    Los primeros trabajos sistemticos sobre este tema realizronse en Alemania, a fines del siglo XIX Uno de los ms antiguos es el de W Windelband. publicado en 1884 en la obra Praeludien. Poco despus vieron la luz las investigaeionesdeEhrenfels Werttheorie und Ethik (Teo-ra de los valores y tica, 1893; System der W erttheorie (Sistema de axiologa) 1898, y Meinong Psychologisch- ' etische UnteraQehUDgen zur W erttheorie (lnvestigacio. nes psicolgicas y ticas sobre la teora de los valorea) 1894, y Ueber Werthaltung und Wert (Sobre la actitud eatimativa y el valor) 1895

    La obra fundamental sobre la materia apareci en este siglo, un afto antes de que estallara 1a primera guerra mundial Nos referimos al ya citado libro de Scheler. Der Fonnalismus in der Ethik und die materiale Wert-etbik, recientemente traducido al espaftol por Hilarlo Ro-drguez Sanz y publicado por la Revista de Occidente.

    A la obra de Max Scheler siguieron los libros de Th ' Lessing, Studien zur W~matik (Unterauchungen

    uber reine Ethik und reines Recht). (Estudios sobre la axiomtica del valor. Investigaciones sobre Etica pura y Derecho puro); R Mller Freienfels, Grandzuge einer neuen Wertlehre (Rasgos fundamentales de QDa nueva

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  • CONSIDERACIONES GENERALES

    Axiologa), 1919; W. Stern, Weitphiloaophie (Filosofa de loa valores), 1924; Johannes Erich Heyde, Wert, eine philoaophische Grundlegung (El valor, una fundamen-tacin filosfica), 1926.

    En el ao de 1926 fue tambin publicada la Etica de Nikolai Hartmann, para nosotros el mejor tratado sobre cuestiones axiol6gicas escrito en este siglo.

    Entre las exposiciones consagradas a la filosofia de los valores podemos citar las siguientes. Oskar Kraus, Die Grundlagen der Werttheorie (Los fundamentos de la Axiologa) 1914; A. Messer, La Estimativa, o la Filoso-fa de loa Valores en la actualidad, Madrid, 1932 (Traduc-cin castellana de Pedro Caravia) ; A Messer, Deutsche Wertphilosophie der Gegenwart (Axiologia alemana contempornea), 1926 (93) G. Gurvitch, Les tenden-ces actuelles de la Philosophie allemande (Tenden-cias actuales de la filosofa alemana), 1930, (Hay una versin castellana de P. Almela y Vives. -Editorial Lo-sada, S. A, - Buenos Aires 1939) , Alfred Stern, La Philosophie des V aleura. Rgard sur sea tendences ac-tuelles en Allemagne. (La filosofa de los Valorea. Ojea-da sobre sus tendencias actuales en Alemania) (94).

    (93) En este libro fi!Xpolle Messer las doctrinas de Max Scheler, Heinrich Rickert, Rugo Mnsterberg y W Stern

    (94) En este trabajo resume el autor la teora psicologista de

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  • E T 1 C A V A L O R A T 1 V A

    En una obra elemental, como la presente, no es po.,. sible hacer una exposicin completa de las doctrinas a que acabamos de referirnos. Nos limitaremos a resumir la di-reccin que en nuestro concepto es ms importante, a sa-ber, la axiologa objetivista de Scheler y Hartmann Es-tos autores coinciden en tres puntos capitales 1 la tesis de la objetividad de lo valioso, 2 la doctrina sobre el ca-rcter emocional y apriorstico del conocimiento estimati-vo, 3 el mtodo fenomenolgico de investigacin Tanto Scheler como Hartmann pertenecen a la escuela de Hus-serl, si bien no aceptan todas las tesis del pensador de Friburgo La diferencia esencial entre la posicin de Sche-ler y Hartmann, y las doctrinas defendidas por los otros autores que acabamos de citar, reside, si se prescinde de las cuestiones de detalle y los procedimientos de investiga-cin, en el objetivismo de los primeros y el subjetivis-mo, ms o menos acentuado, de los segundos.

    52 -Los CUATRO GRANDES PROBLEMAS. - La ex-posicin de las doctrinas de Scheler y Hartmann girar en torno de un esquema de clasificacin de los problemas ca-

    R Mller Freienfels, la fenomenologa personalista de los valores de Max Scheler, la axiologa fenomenolgica de Hartmann, la ciencia fun-damental de loa valorea, de Johannes Erich Heyde; la tesis axiolgicade W Ostwald, fundada en la termodinmica, la sociologa valorativa de Alfred Vierkandt; la axiomtica de loa valorea de Teodoro Lessing y la doctrina axiolgiea del propio Alfredo Stern

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  • CONSIDERACIONES GENERALES

    pitales de la axiologfa Creemos que esos problemas se reducen a cuatro

    1 El de la existencia del valor, 2 El del conocimiento estimativo; 3 El de la realizacin de lo valioso, 4 El de la libertad de la persona frente a los valores

    1) La primera cuestin queda enunciada en este interrogante existen los valores? A pesar de su simpli-cidad, la pregunta es equivoca, ya que el verbo existir po-see, en el lenguaje filosfico, distintas significaciones Cuando se dice que los valores existen, unas veces se alu-de a una realidad puramente subjetiva; otras se entiende el trmino en un sentido objetivo. De acuerdo con el psi-cologismo, los valores no son entes que existan en s y por s, sino meras creaciones de nuestra subjetividad Los partidarios de tal posicin niegan categricamente que los valores tengan realidad independientemente de las estima-ciones humanas, ya se trate de las de un individuo, ya de las de una pluralidad de sujetos A este grupo perte-necen, por ejemplo, la doctrina de Protgoras de Abdera o la tesis de la Escuela Sociolgica Francesa, anteriormen-te estudiadas (95) Lo mismo habra que afirmar del psi-cologismo axiolgico de R Mller-Freienfels (96)

    (95) Ver capitulo IV (96) Vase, sobre la tesis de Mller-Freienfels, el cap I de la

    obra de A Stern, La Filosofa de loa valores Traduccin castellana de Humberto Piera Mxico, 1944

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  • E T 1 C A VALORATIVA

    Frente a la tesis psicologista encontramos la doctri-na objetivista, para la cual la frase los valores existen, quiere decir en s y por s, independientemente de todo acto de estimacin o de conocimiento. Los objetivistas admiten, claro est, la relacin epistemolgica entre el sujeto que hace el juicio estimativo y el objeto (bien o va-lor), a que la estimacin se refiere pero niegan que el valor slo exista en esa relacin Expresado en otro giro para Scheler y Hartmann, la existencia de los valores no se agota en ser objetos de un acto de intuicin axiolgica Los valores pueden ser conocidos, pero existen indepen-dientemente de que se les intuya o no. Su existencia es de carcter trascendente, en conexin con el hecho de la intuicin valorativa De lo expuesto se infiere que en el mismo planteamiento del problema hllanse implicadas ar-duas cuestiones de orden epistemolgico, como, verbigracia, la anttesis entre realismo e idealismo.

    La primera de las cuatro grandes cuestiones axiol-gicas nos coloca frente a la siguiente alternativa o los va-lores existen en s y por s, o slo existen para; m Y es-te para para m puede hacer referencia tanto al individuo como a la sociedad En el primer caso estaremos frente a un subjetivismo de tipo individual, en el segundo, frente a un subjetivismo social o especfico

    Con el primero de los cuatro interrogantes hllanse relacionadas muchas otras cuestiones de importancia Su-

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  • CONSIDERACIONES GENERALES

    poniendo, en efecto, que la pregunta sobre el ser en s de lo valioso fuese contestada afirmativamente, habra que inquirir ms tarde cual es el modo de ser de los valores Pertenecen al ser real o, por el contrario, hllanse inser-tos en el mbito de la idealidad? Esta pregunta, ntima-mente vinculada con la primera cuestin, suele designarse con el nombre de problema del modo de ser de lo valioso.

    2) El segundo problema capital de la axiologa es de orden epistemolgico. Plantase as pueden los valo-res ser conocidos? Hay una intuicin de lo valioso? Es-tas preguntas suponen lgicamente la solucin, en sentido afirmativo, del problema de la existencia del valor. Pues si todo conocimiento es una relacin entre un sujeto cog-noscente y un objeto conocido, slo podr hablarse de a-prehensin de los valores en la hiptesis de que stos exis-tan Aqu cabra aadir tambin las palabras en s y por s, ya que la relacin epistemolgica es trascendente o, ex-presado de otro modo la existencia del valor no se agota en ser objeto de un acto estimativo

    Con el tema del conocimiento de los valores hllanse enlazadas otras cuestiones de orden especial. Si los valo-' res pueden ser conocidos de qu ndole es tal conoimien-to? Trtase de un conocimiento reflexivo e intelectual o, por el contrario, emocional e intuitivo? Qu lmites tie-ne? Cules son las condiciones de su posibilidad? En una palabra, todas las interrogaciones que constitu-

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  • E T 1 C A V A L O R A T I V A

    yen el objeto de la gnoseologa, vuelven a plantearse, de manera concreta, en relacin con el conocimiento del valor

    3) El tercer interrogante capital es el de la reali-zacin de los valores Tambin esta pregunta supone la solucin afirmativa de la primera de las cuatro grandes cuestiones Su sentido es el siguiente puede el hombre, a travs de su conducta, realizar lo valioso? Imaginemos que, en lo que atae al primer punto, llegamos a la con-clusin de que los valores existen, y descubrimos, igual-mente, que pertenecen al ser ideal En tal hiptesis, necesario ser investigar si pueden trascender del orden de la idealidad a la esfera del comportamiento humano. Menester ser, asimismo, mostrar las condiciones de ese trnsito, y discutir qu papel desempea el hombre en la realizacin de lo valioso - supuesto, claro est, que tal realizacin sea posible

    Con facilidad se comprende la enorme trascendencia de tales cuestiones, a las que se hallan ligados muchos o-tros problemas Por ejemplo el de la esencia de la pe:v-sonalidad, depende, como luego veremos, de la solucin, afirmativa igualmente, de la tercera de esas cuatro cuestiones

    4) La ltima de ellas es la de la libertad moral Es-te tema vinclase estrechamente con el tercero, pero sin confundirse con l Desde el p-qnto de vista lgico, n

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  • CONSIDERACIONES GENERALES

    habra contradiccin ninguna en concebir la realizacin de los valores como necesaria o automtica No hace falta decir que en tal supuesto' la actividad humana carecera de significacin tica, aun cuando en ella lograsen mani-festarse otros valores Si el hombre no pudiese dejar de cumplir las exigencias de la moralidad, su conducta sera equiparable al acontecer de la naturaleza, y aquellas exi-gencias perderan su ndole normativa, para transformar-se en principios necesarios, del mismo tipo que las leyes fsicas o los axiomas matemticos

    La relacin que media entre los problemas tercero y cuarto puede precisarse de este modo suponiendo que los valores existan y que el hombre pueda realizarlos, es ad-misible la posibilidad de que tal realizacin dependa de la voluntad humana? O, dicho con mayor sencillez puede el hombre, a su arbitrio, realizar o no realizar lo valioso?

    Aun cuando, por razones metodolgicas, este pro-blema suele ser estudiado en ltimo trmino, de su solu-cin depende el senti9-o de la tica La libertad de la vo-luntad es el postulado ineludible, la conditio sine qua non de toda teora de la conducta

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