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¡Este es un pibe chorro…! Adrian Baraibar En Estigma, Goffman trabaja a partir de las interacciones en un grupo en el que se encuentra un sujeto "estigmatizado" (social o históricamente). La finalidad de este trabajo consistirá en analizar las ideas presentadas por Goffman en su teoría sobre la estigmatización de los individuos. El presente trabajo constará de: Descripción de los principales postulados indicados en el texto Estigma: La identidad deteriorada Selección de apartados donde se caracteriza la relación de los jóvenes con el delito en los textos “Los pibes chorros”, “Cuando me muera quiero que me toquen cumbia” y “Sociología del delito amateur” Análisis de las descripciones propuestas por los textos a partir de la teoría que propone Goffman con respecto a los estigmas Conclusiones que surge a partir del análisis Estigma. La identidad deteriorada - Erving Goffman El medio social establece las categorías de personas que en él se pueden encontrar. Las primeras apariencias nos permiten prever en que categoría se encuentra y cuáles son sus atributos, es decir su identidad social. Las demandas formuladas pueden considerarse en esencia y el carácter que se atribuye al individuo 1

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Este es un pibe chorro!

Adrian BaraibarEn Estigma, Goffman trabaja a partir de las interacciones en un grupo en el que se encuentra un sujeto "estigmatizado" (social o histricamente). La finalidad de este trabajo consistir en analizar las ideas presentadas por Goffman en su teora sobre la estigmatizacin de los individuos. El presente trabajo constar de:

Descripcin de los principales postulados indicados en el texto Estigma: La identidad deteriorada

Seleccin de apartados donde se caracteriza la relacin de los jvenes con el delito en los textos Los pibes chorros, Cuando me muera quiero que me toquen cumbia y Sociologa del delito amateur

Anlisis de las descripciones propuestas por los textos a partir de la teora que propone Goffman con respecto a los estigmas

Conclusiones que surge a partir del anlisisEstigma. La identidad deteriorada - Erving GoffmanEl medio social establece las categoras de personas que en l se pueden encontrar. Las primeras apariencias nos permiten prever en que categora se encuentra y cules son sus atributos, es decir su identidad social. Las demandas formuladas pueden considerarse en esencia y el carcter que se atribuye al individuo como una identidad social virtual. La categora y los atributos que le pertenecen se denominarn su identidad social real.

Los atributos que sern tema de discusin sern aquellos que son incongruentes con nuestro estereotipo acerca de cmo debe ser determinada especie de individuos. El trmino estigma ser utilizado para referirse a un atributo profundamente desacreditador, aunque lo que en realidad se necesita es un lenguaje de relaciones y no de atributos. Un atributo que estigmatiza a un tipo de poseedor puede confirmar la normalidad de otro y, por tanto, no ser honroso ni ignominioso en s mismo.

Un estigma es realmente una clase especial de relacin entre atributo y estereotipo, aunque el trmino estigma y sus sinnimos ocultan una doble perspectiva: en el individuo estigmatizado puede conocerse o no su calidad de diferente. Se diferencian entonces, individuos desacreditados y desacreditables.

Se pueden mencionar tres tipos de estigmas: los del cuerpo, los defectos de carcter y los estigmas tribales de la raza, la nacin y la religin. En los diferentes tipos de estigmas se encuentran los mismos rasgos sociolgicos: un individuo que podra ser aceptado en un intercambio social corriente posee un rasgo que puede imponerse por la fuerza a nuestra atencin y que nos lleva a alejarnos de l cuando nos encontramos. El nombre de normales ser dado a todos aquellos que no se apartan negativamente de las expectativas particulares que estn en discusin. Diversos tipos de discriminacin reducen en la prctica, aunque a menudo sin pensarlo, las posibilidades de vida de quien est estigmatizado.

El rasgo central que caracteriza la situacin vital del individuo estigmatizado est referido a la aceptacin, hacindose eco del rechazo cuando descubre que algunos de sus atributos lo justifica. El problema analizado implica a los contactos mixtos, o sea en los momentos en que estigmatizados y normales se hallan en una misma situacin social en que hay una presencia fsica entre ambos. La previsin de contactos puede llevar a normales y estigmatizados a organizar su vida de modo tal de evitarlos. Esto puede tener consecuencias para el estigmatizado ya que debe realizar un mayor esfuerzo de adaptacin. La incertidumbre del estigmatizado surge porque ignora en que categora ser ubicado y si esa ubicacin lo favorece, ya que puede ser definido en funcin de su estigma.

La identidad cuando es conocida o manifiesta puede daar su identidad social; lo asla de la sociedad y de s mismo, de modo que pasa por ser una persona desacreditada frente a un mundo que no lo acepta. En el estudio sociolgico de las personas estigmatizadas, el inters se centra en el tipo de vida colectiva que llevan aquellos que pertenecen a una categora particular. Sin embargo hay personas dispuestas a adoptar su punto de vista y compartir con l el sentimiento de que es humano y normal. El primer grupo de personas benvolas es el que comparte su estigma, conocedoras por experiencia de lo que se siente al poseer ese estigma en particular. El segundo grupo de personas se los denomina sabios, personas normales cuya situacin les lleva a estar ntimamente informadas sobre la vida de los individuos estigmatizados y simpatizar con ellos y que gozan de cierto grado de aceptacin y pertenencia al clan. El conjunto de todos los miembros puede no constituir un nico grupo en el sentido estricto, ya que no poseen ni una capacidad para la accin colectiva ni una pauta estable y totalizadora de interaccin mutua. Cuando una persona con un estigma alcanza una posicin ocupacional elevada, es posible que se le confe la misin de representar a su categora.

La tendencia del estigma a difundirse desde el individuo estigmatizado hacia sus relaciones ms cercanas explica que dichas relaciones tienden a evitarse o a no perdurar. Las personas que tienen un estigma aceptado suministran un modelo de normalizacin, mostrando hasta dnde pueden llegar los normales cuando tratan a un individuo estigmatizado como si no lo fuera.

Las personas que tienen un estigma en particular tienden a pasar por las mismas experiencias de aprendizaje relativas a su condicin y por las mismas modificaciones en la concepcin del yo. Una fase de este proceso de socializacin es aquella en la cual la persona estigmatizada aprende a incorporar el punto de vista de los normales, adquiriendo as las creencias relativas a la identidad propias del resto de la sociedad mayor, y una idea general de lo que significa poseer un estigma particular. Otra fase implica el aprender que posee un estigma particular y las consecuencias de poseerlo. Las relaciones del individuo estigmatizado con la comunidad informal y con las organizaciones formales a las que pertenece por su estigma son decisivas. Estas relaciones sealarn una gran distancia entre aquellos cuya diferencia apenas los provee de un nuevo nosotros y aquellos que, como miembros de un grupo minoritario, se encuentran formando parte de una comunidad bien organizada.

Los signos corporizados de prestigio o estigma pertenecen a la identidad social (marcas en el cuerpo, formas de vestir, comportamientos etc.) La identidad personal implica la idea de persona nica. Esta identidad se produce cuando conocemos a las personas y esto influye en la cuestin del estigma. Esta identidad personal desempea un rol estructurado en la organizacin social a causa de su unicidad. El estado identifica de hecho personalmente a los sujetos. Para construir la identificacin personal recurrimos a aspectos de su identidad social pero el conocimiento personal puede alterar el significado de las caractersticas sociales que atribuimos a ese individuo. La posesin de un defecto desacreditable adquiere un significado ms profundo cuando se guarda ante los amigos y no extraos. Su descubrimiento puede lesionar su imagen actual y futura ya que el estigma y los esfuerzos por ocultarlo se fijan como parte de la identidad personal.

La identidad personal y social divide espacialmente el mundo del individuo. Hay lugares donde es conocido personalmente; otros en los que permanece en el anonimato. Para estudiar la rutina diaria de una persona estigmatizada este es el marco a seguir: si es una persona desacreditada buscamos el ciclo habitual de restricciones que enfrenta respecto a la aceptacin social; si es desacreditable, estudiamos las contingencias a las que se enfrenta para manejar la informacin sobre s misma. En este ltimo caso las estrategias pasan por ocultar o borrar signos que hayan llegado a ser smbolos de estigma y/o el uso de desidentificadores (vestimenta, gafas de intelectual). Tambin a veces se manejan los riesgos dividiendo el mundo en dos partes: un grupo grande al que no cuenta nada y otro pequeo al que cuenta todo y en cuya ayuda confa. Se puede optar tambin por descubrirse voluntariamente y en este caso se transforma la situacin del individuo que pasa de manejar informacin a manejar situaciones sociales difciles, de una persona desacreditable a una persona desacreditada. En el proceso de socializacin antes sealado, el hecho de descubrirse sera una fase posterior al encubrimiento que en la autobiografa de los individuos estigmatizados suele describirse como momento ltimo, maduro y de mayor aceptacin. Una especie de estado de gracia.

La identidad social y personal forma parte de las expectativas y definiciones que tienen otras personas respecto del individuo cuya identidad cuestionan. En la identidad personal, las expectativas y definiciones pueden surgir antes de que el individuo nazca y continuar despus de su muerte. Frente a esto, la identidad del yo es subjetiva, es experimentada por el individuo cuya identidad se discute. El individuo construye una imagen de s a partir de los elementos con los que los dems construyen la identificacin personal y social pero se permite importantes libertades respecto de lo que elabora.

El concepto de identidad social permite considerar la estigmatizacin. El concepto de identidad personal, el papel del control de la informacin en el manejo del estigma. La identidad del yo nos permite considerar qu siente el individuo con relacin al estigma y a su manejo. Se produce en primer lugar una ambivalencia respecto al yo que se expresa claramente en las relaciones frente a los otros estigmatizados a quienes puede identificarse o rechazar situndose en una posicin en la que no puede ni aceptar a su grupo ni abandonarlo. El individuo estigmatizado se autodefine como normal, igual a otro ser humano y al mismo tiempo se autodefine y es definido por los otros como marginal. Dada esta autocontradiccin bsica, resulta comprensible que realice grandes esfuerzos para encontrar una solucin al conflicto o una doctrina que otorgue un sentido coherente a su situacin.

Cuando el estigma es sutilmente invisible y conocido solo por la persona que lo posee, la cual lo mantiene en secreto ante los dems, interesa para el estudio del encubrimiento. Los extremos pueden identificarse como el conocimiento o la ignorancia totales del estigma. Aun en el caso de que un individuo pudiera mantener en secreto un estigma no manifiesto descubrir que en sus relaciones intimas con los dems, ratificadas en nuestra sociedad por la confesin mutua de defectos invisibles, llevan a confesar la citacin a los ms allegados o a sentirse culpable de no hacerlo. El secreto compartido puede llevar a una doble vida simple, que abarca a quienes piensan que conocen ntegramente al individuo y a quienes realmente lo conocen. Esto se contrapone a la situacin de una doble vida doble, movindose en dos crculos, cada uno de los cuales desconoce la existencia del otro y posee su propia biografa del individuo. El fenmeno del encubrimiento plantea siempre el problema del estado psquico de lo que se encubre. Se supone que al llevar una vida que se puede derrumbar en cualquier momento, se debe pagar un precio psicolgico elevado: un enorme nivel de ansiedad, aunque esta no necesariamente este siempre presente. La persona que se encubre prestar atencin a aspectos de la situacin social que otros abordan sin un cuidado especial.

El individuo construye una imagen de s a partir de los mismos elementos con los que los dems construyen al principio la identificacin personal y social de aquel, pero se permite importantes libertades respecto de lo que elabora. El concepto de identidad social permite considerar la estigmatizacin; el concepto de identidad personal, el papel del control de la informacin en el manejo del estigma. El estigmatizado adquiere estndares de identidad que aplica a s mismo, a pesar de no poder adaptarse a ellos, siendo inevitable que sienta cierta ambivalencia respecto de su yo. Presenta una tendencia a estratificar a sus pares segn el grado en que sus estigmas se manifiestan y se imponen. Se define a s mismo como igual a cualquier otro ser humano, mientras que al mismo tiempo, es definido por el mismo y por quienes lo rodean como un individuo marginal.

Los grupos, en el sentido general de individuos ubicados en una posicin semejante, implican aquello que el individuo es, o podra ser, derivando del lugar que ocupa su clase dentro de la estructura social. Uno de estos grupos es el agregado formado por los compaeros de infortunio del individuo. El verdadero grupo del individuo se perfila como el agregado de personas susceptibles de sufrir las mismas carencias que l por tener un mismo estigma. Un tema sociolgico bsico es la naturaleza de un individuo, tal como l mismo y nosotros se la imputamos, es generado por la naturaleza de sus afiliaciones grupales. Tambin se pretende que la persona estigmatizada se considere desde el punto de vista de un segundo agrupamiento: los normales y la sociedad ms amplia por ellos constituida. Tanto el endogrupo como el exogrupo presentan al individuo estigmatizado una identidad del yo. La situacin especial del estigmatizado reside en que por una parte la sociedad le dice que es un miembro del grupo ms amplio, lo cual significa que es un ser humano normal, y por otra, que hasta cierto punto es diferente y que sera disparatado negar esa diferencia.

El manejo del estigma es un rasgo general de la sociedad, un proceso que se produce dondequiera existan normas de identidad. Las personas que poseen estigmas diferentes se encuentran en una situacin bastante similar y responden de una manera parecida. El normal y el estigmatizado tienen las mismas caractersticas mentales y esto es lo corriente en nuestra sociedad. La nocin misma de diferencias vergonzosas supone una semejanza respecto de creencias decisivas: aquellas relacionadas con la identidad. El estigmatizado y el normal son parte el uno del otro; si uno demuestra ser vulnerable debe esperarse que el otro tambin lo sea.

El estigma implica no tanto un conjunto de individuos concretos separables en dos grupos como un penetrante proceso social de dos roles en el cual cada individuo participa en ambos roles. El normal y el estigmatizado no son personas, sino perspectivas. Los atributos duraderos de un individuo en particular pueden convertirlo en un estereotipo; tendr que representar el papel de estigmatizado en casi todas las situaciones sociales que le toque vivir, y ser natural referirse a l como a un estigmatizado cuya situacin vital lo ubica en contraste con los normales. Las discrepancias entre la identidad virtual y la real se producirn siempre, y siempre darn lugar a un necesario manejo de la tensin (con respecto al desacreditado) y de la informacin (con respecto al desacreditable).

Los pibes chorros Daniel MguezEl delito es un problema significativo en la sociedad argentina. Un mbito en que debe buscarse las causas de este fenmeno es el controvertido terreno de la asociacin entre delito, desempleo, desigualdad y pobreza. Hay quienes sostienen que efectivamente la pobreza genera delito y otros que no lo hace. Al desvincular la pobreza con el delito, se tiene como objetivo evitar que los pobres sean estigmatizados adjudicndoles a todos ellos la condicin de delincuentes. El temor es que esta vinculacin lleve a polticas que repriman indiscriminadamente a los pobres, con medidas como cercar o allanar salvajemente las villas miseria y los barrios populares.

Desde un ngulo ideolgico opuesto se suele sostener el mismo argumento, desvinculando tambin la pobreza del delito. El delito se atribuye a la perversidad moral del delincuente y as{i se justifica el incremento del castigo.

La relacin entre pobreza es probabilstica. Segn Robert Merton, la diferencia entre las expectativas que generan la sociedad y las posibilidades reales de alcanzarlas predispone a las personas a transgredir la ley. Por tanto, la pobreza relativa es la que produce un virtual crecimiento del delito.

El proceso por el que se llega a ser pibe chorro resulta de la interaccin entre los individuos y las condiciones sociales en que estos se desarrollan. Lo que cada uno es dentro del orden social al que pertenece es resultante de muy complejos fenmenos de interaccin entre el contexto social y caractersticas peculiares del individuo. Cada orden econmico y social va estableciendo condiciones que influyen sobre las formas de pensar, sentir, conocer y creer que los miembros de una sociedad adquieren. Para entender porque se desarrollo la delincuencia juvenil en Argentina hay que considerar las condiciones sociales que afectaron a los chicos que hoy estn en conflicto con la ley.

La escuela es vivida como un lugar ajeno en el que no se pueden desarrollar los propios intereses y donde se experimenta una sensacin de fracaso y estigmatizacin. Al carecer de rutinas y vnculos que subrayen la importancia de la familia y la educacin, aparece el grupo de pares dedicado al delito para organizar su vida e introducir nuevos valores y sentidos.

Los jvenes que delinquen estn ubicados entre dos sistemas de valores diferentes: los valores convencionales de la sociedad y los propios del mundo del delito. Por tanto, sus conductas zigzaguean entre ambos universos hasta arribar a la adultez, sin tomar caminos del todo definidos.

La sociedad delictiva ostenta una fuerte ordenacin jerrquica, existiendo categoras de delincuentes que se ordenan de manera piramidal. En ese ambiente el hecho de ser delincuente no es un estigma sino todo lo contrario. La cima de la pirmide es ocupada por quienes se consideran los ms audaces y experimentados. Hay un orden moral en el mundo inmoral de los delincuentes. Quienes transgreden esas normas sufren fuertes estigmas y sanciones. Por ejemplo, las categoras de barderos, cachivaches o antichorros, son aplicadas a los que usan innecesariamente la violencia o cometen robos menores victimizando indiscriminadamente a cualquiera.

Dentro de los pabellones carcelarios los presos se organizan entre s en grupos denominados ranchadas. El orden social reinante reproduce en parte el orden externo de la delincuencia. Las posiciones status, que no se ocupan voluntariamente pueden cambiar. Por ejemplo, las peleas dirimen el nivel del preso. Quien teme afrontarlas o pide ser cambiado de celda, bajara de status y sufrir un grave estigma dentro del rgido orden social carcelario.

La cumbia villera muestra un estilo de vida y una forma original de digerir una realidad que en gran parte los representa. Todas las personas crean para s una determinada visin de la realidad que les ayuda a situarse mejor dentro de ella. Esta constitucin es generada como partcipe de un grupo y no como creacin puramente autnoma del individuo. La gente que vive en condiciones socioeconmicas similares tiende a elaborar una consideracin comn de la realidad, aunque en ese proceso de elaboracin aparecen matices y hasta diferencias notorias. Es significativa la relacin existente entre el individuo y su grupo de pertenencia. Se presenta como un fenmeno colectivo, en donde hay rasgos comunes en la visin de todos los integrantes de un sector social determinado.

La religiosidad de los jvenes delincuentes es muy variada. El caso de la muerte violenta de un muchacho apodado frente Vital origin una suerte de devocin popular por su figura. La pregunta sobre esta devocin puede responderse mediante la reconstruccin mtica: los hechos de la vida del pibe chorro son relatados como buscando reflejar los valores y preceptos morales que mejor representan las aspiraciones de los seguidores. Aunque aceptada su condicin de transgresor, los relatos describen un tipo particular de delincuente que lo hace moralmente reivindicable. Frente Vital es retratado como una especie de Robin Hood. Repara lo que en la visin de sus seguidores es una injusticia del orden social vigente y por eso, sobre todo para quienes estn en el extremo ms desfavorable de la distribucin de bienes. Este punto es compartido con otros bandidos tambin santificados. La canonizacin popular de estas figuras establece un orden moral donde la justicia, entendida como la distribucin equitativa de la riqueza, es superior al valor de la propiedad individual.

Las cumbias constituyen una de las principales expresiones culturales de los pibes chorros. Tanto como el barrio y la esquina, la bailanta es uno de los mbitos en los que se elabora la pertenencia grupal. En los ritos se construye la pertenencia grupal mediante la identificacin afectiva con smbolos. La identificacin colectiva se establece con una relacin de alteridad, oponindose a otros grupos y permitiendo la identificacin del propio.

Cuando me muera quiero que me toquen cumbia Cristian AlarcnVctor Manuel El Frente Vital, de 17 aos, se convirti en un particular tipo de santo. Era considerado tan poderoso como para torcer el destino de las balas y salvar a los pibes chorros de la metralla. El Frente robaba al tiempo que ganaba fama por su precocidad y por preservar los viejos cdigos de la delincuencia sepultados por la traicin.

Los chicos de la generacin que creci sin el particular y cuestionable orden que defenda el Frente Vital les roban a los ancianos y a los nios del lugar. Ya no hay ley, no hay iguales, no existe el milagro de la salvacin. Su muerte incluye su santificacin y al mismo tiempo el final de una poca. Acribillado por un cabo de la bonaerense cuando gritaba refugiado bajo una mesa que no tiraran, que se entregaba.

En la planta de sus zapatillas tena grabada una v bien grande, marca que ahora dibujan los creyentes en las paredes del conurbano junto a los cinco puntos que significan muerte a la yuta, muerte a la polica. Los amigos de Vctor tienen tatuados esos cinco puntos en diferentes partes de sus cuerpos. Como una especia de promesa personal para conjurar la encerrona de la que fueron vctimas. Dibujo que asume que quien lo posee fue sitiado por la Bonaerense, y que de ah en ms se desafa a vengar su propio destino. Pretende que el destino fatal recaiga en el prximo enfrentamiento sobre el enemigo uniformado acorralado por la fuerza de cuatro vengadores. Para la polica es mismo signo es seal inequvoca de antecedentes y suficiente para que el portador sea un candidato a la crcel.

El estigma del chorro se convierte con el tiempo en algo asumido an despus de salir del crculo vicioso del delito. Manuel, ntimo amigo del Frente, reconoce tambin que se vive con cierto odio an cuando no se asalta. En el caso de ellos dos, de esa pareja maldita, el sobreviviente considera que fue la polica y los jueces quienes lo rotularon tempranamente con el sello de la peligrosidad y la violencia como si la portaran en la sangre, como si se trataran de males incurables y congnitos. Tanto las madres como los vigilantes aseguran que si no se juntaran no cometeran delitos.

Con un estilo paternalista y burln, canchero pero de una generosidad que lo exima de que su ego imponente fuera rechazado, el Frente poda donar lo que llevaba en el bolsillo para la causa ms incorrecta o la ms loable de todas; no haba distingos morales en sus ddivas, en sus salvaciones cotidianas de la carencia ajena. El Frente daba lo que tena con un desapego que parece haber sido la bondad amoral de un nio prdigo.

El baile de los chicos que para cuando mueren quieren cumbia es una ceremonia funeraria convertida en carnaval; es dedicarle lo ganado en ese rapto de violencia que implica acercarse demasiado a la muerte, al frenes de las pistas y a la distorsin provocada por las pastillas y el alcohol.

Chaas, uno de los pibes del barrio, era un ladrn diferente, intermedio entre la generacin de pibes chorros con cierto cdigo como el Frente, y la inmediatamente posterior, la de los ladrones menos preparados, menos cuidadosos, ms dbiles y vulnerables. Le era difcil cruzar al barrio donde estaban sus bebes, entre otras por el odio de su suegro y los celos de su mujer. Yo no voy mucho para el barrio de ella, porque capaz que vas para all y te bardean. All venden mucha droga, son transas, y entre los chorros y los transas est todo mal. Vos tens que meter cao para darles de comer a ellos. Hay gente buena y gente mala; bueno, ellos son malos. Yo creo que estn muy resentidos. Estuvieron mal adentro y quieren revanchear con la gente. Hay que cuidarse siempre porque estos giles te tiran por la espalda te arruinan.

En los relatos sobre el significado de la devocin surge la comparacin entre los tiempos que corrieron hasta que muri, y lo que luego pas en la villa: el bardo, la locura, el irrespeto, la traicin, el robo a vecinos, a los que no tienen.

Son dos los elementos que esgrime sus fieles: su generosidad con el producto de los robos y el respeto que impona como enemigo intransigente de la polica y villero preservador del orden informal. Hay un antes y un despus de su muerte en la vida de la villa.

En la villa se va saludando a quien se le cruza en el camino. El saludo es signo de respeto, importante como el nombre. La madre del Frente es una mujer a quien se acude si se tiene un problema con la polica, porque activa junto a los organismos defensores de los derechos humanos y otros familiares de chicos fusilados. Su sonrisa que qued tras la muerte de su hijo, la presenta ante el mundo como la mam del Frente.

El Tripa es ese tipo de personaje al que los chicos ladrones llaman rata. Los transas son odiados no slo porque son para los chorros la trampa a la que estn condenados por la adiccin, sino porque la inmensa mayora cuenta con proteccin policial para funcionar en su negocio. El Tripa era un ejemplar digno de odio de la villa por su actitud de mandams cruel, por hacer exhibicin del poder que le otorgaba la impunidad, hartando con la violencia cotidiana de sus aprietes y de sus robos miserables. El Tripa era la anttesis del Frente Vital. Fue inevitable que en el transa creciera el odio al pibe que se ganaba la voluntad de sus vecinos con su demagogia de ladrn dadivoso y su talante de predicador del respeto para con los de su misma clase. Si el Frente era el que reparta, el Tripa era el que quitaba.

Simn, chico experto en asaltos y fugas, era algo as como un ejemplo de fortaleza, uno de los ms sabios en la pena de pasarse toda la adolescencia recluido. Los funcionarios de los institutos en los que estuvo preso contaban que su fama era tal que sola haber personas que al visitar los lugares pedan verlo para ratificar el estigma que sobre l pesaba. La idea de los otros ladrones sobre Simn es la de alguien capaz de despreciar los beneficios mnimos con que suelen premiar a los pibes presos para desafiar a la autoridad en busca de cierta dignidad. Tena tantas cadas como para que su porte y su cara fueran para la polica un blanco mvil interesante, un valor en s mismo.

Los reveses de ser unos ladrones y los otros transas manifiestan una extraa antinomia en la que de fondo se juega el resentimiento del consumidor que pone el cuerpo, arriesgando la vida, para conseguir la liquidez que requiere comprar la droga, cuya ganancia es solo del transa y de la polica que lo protege. Los Toritos siempre fueron transas y a los transas no se les tiene ningn respeto. Ellos que podran hacer la plata robando, se quedan ah vendiendo porquera que le arruina la vida a la gente.

El Cabezn, uno de los pibes ms demonizados por la mquina estatal de la minoridad, es producto de innumerables internaciones donde el castigo era el pan de cada da. Temido a raz de ese estigma que una vez instalado no se detiene con palabras lbregas. El Cabe siempre fue un pibe que anduvo en problemas.

Nadia y Mauro slo juntos pudieron salir del estigma que an en demasiados espacios y relaciones padece el portador del HIV. Nadia recuerda con dolor que su cuada, harta de los ataques del ms torturador de la familia, le escupiera durante una guerra verbal una serie de frases insultantes, en las que se encierra la nocin de muerte como un sin salida atroz. La idea de los dems apenas se es portador es que uno se va a morir.

Sociologa del delito amateur Gabriel KesslerLa nocin de delito amateur refiere a jvenes que se sitan a distancia de las imgenes clsicas de un delito profesional con cdigos muy precisos. Amateur porque desconoce que proyeccin temporal tendrn las acciones. El delito es la parte visible de otros procesos menos evidentes y espectaculares para la opinin pblica.

El robo rara vez es una actividad que se lleva a cabo en solitario. Debido al tipo de relaciones que se establecen puede diferenciarse entre proveedores y barderos. Proveedores son aquellos que fundamentalmente deciden de manera individual realizar un delito para proveerse de recursos. En barderos, hay una intencin de provisin, pero dentro de una dinmica grupal ms amplia, el delito forma parte de una serie de actividades grupales caracterizadas como bardo. El bardo es una disrupcin de las reglas de convivencia comunitaria, tanto como de tipo delictivo como no. Las relaciones entre proveedores son casi exclusivamente entre hombres, mientras que los grupos de barderos son mixtos.

Prcticamente ninguno se declara perteneciente a una banda determinada, se refieren a sus amigos y conocidos sin establecer un nosotros claramente definido. La realizacin de actividades en comn no conduce a la conformacin de un colectivo cerrado, con criterios definidos de exclusin de los otros. Esta permite tanto que los jvenes participen simultneamente de crculos diversos, como la convivencia dentro de un mismo crculo de miembros que practican acciones delictivas junto a otros que no lo hacen.

Mientras que los proveedores seleccionan a los compaeros en pos de un objetivo instrumental, entre los barderos el grupo preexiste a las decisiones individuales. Esto lleva a borrar las diferencias entre los miembros en cuanto a iniciativas y responsabilidades como a establecer una continuidad entre actividades delictivas y las otras. El robo es ms cercano a la hiptesis de la asociacin diferencial, donde el grupo precede a la accin delictiva. Paradjicamente, para un observador externo hay un grupo, pero no para ellos, es una suerte de grupo sin conciencia de tal. No hay un intento de imponer socializacin ante el desorden, sino que el grupo es el actor de un divertimento tanto de carcter expresivo como con un objetivo instrumental.

Se puede formar parte del grupo sin sentirse presionado, sin temer ser influido por los otros pero tampoco sin cuestionarlos. A pesar de que los lazos en los grupos de barderos son ms fuertes que entre los proveedores, se puede formar parte del grupo sin robar. El robo es parte importante pero no central. Robar aparece como una decisin en principio individual que no lleva a cuestionar a los otros. El robo parece no teir la identidad del que lo hace, no es considerada una conducta desviada o al menos, no al punto de definir a los que lo realizan como sujetos desviados a partir de procesos de etiquetamiento. Los procesos de etiquetamiento requieren de un emprendedor moral, un actor que designe al otro como desviado, desencadenando el proceso de estigmatizacin.

Delinquir no constituye una frontera para la sociabilidad: ni excluye a los informantes de grupos donde coexisten con otros que no delinquen, ni impide que, en el interior de camarillas con mayora infractores, hayan quienes puedan permanecer sin participar. Testimonia tambin una cierta aceptacin no estigmatizada de los delitos contra la propiedad en el interior de sus tramas de sociabilidad, ms all de que se realicen o no actividades ilegales. Adscribir a una determinada subcultura no implica necesariamente realizar acciones en consecuencia; puede ser simplemente una aceptacin de las acciones del otro.

La profesionalizacin requiere la conformacin de un vinculo estandarizado con la vctima; una suerte de relacin de rol, lazo complementario en el que cada uno puede prever el desempeo del otro actor a partir de ciertas reglas compartidas. La vctima aparece en los relatos a partir de alguna reflexin suscitada por el hecho de haber sido desposeda. Al dominar la lstima y el miedo, el ladrn puede definir con precisin la escena del robo para que la vctima se comporte en consecuencia. La relacin victima victimario es compleja e inestable: en primer lugar, hay un poder del victimario para definir el rol del otro como vctima; luego la posesin de un saber que, para desplegarse, tiene que estar desprovisto de emociones a fin de mantener el control de la situacin; y por ltimo, un siempre incierto conocimiento de la vctima de su rol virtual. Este rol virtual implica saber cmo debe comportarse y qu hacer para disminuir el riesgo de muerte que se cierne sobre ella.

El vnculo con la polica est signado por una conviccin inicial: la polica tiene poco que ver con la ley, es una banda ms, mejor armada y ms potente. Suele aparecer como protectora y socia de la alta delincuencia. Los policas no son un sujeto desconocido: son vecinos y provienen del mismo barrio. Los jvenes an antes de cometer delito, tienen una sensacin de continua persecucin sin motivacin aparente. La amenaza de muerte ya aparece en los primeros tratos con la polica.

La madre es el personaje central en la vida de los jvenes delincuentes. Es la figura incondicional que permanece cuando todos parecen haberlos olvidado, es la nica que no deja jams de visitarlos cuando estn en prisin o internados, que no duda en dar todo por ellos. Se la describe como abnegada, sacrificada y siempre presente, imagen habitual en la cultura delictiva tradicional. Los hijos sienten culpa frente a ella y prometen rescatarse para que no sufra ms. Se delinea una figura paterna un tanto ms ambigua y conflictiva, en una relacin signada por una sensacin de deuda de significaciones diversas.

Los datos ms salientes de sus trayectorias educativas son: una escolarizacin signada por un desempeo deficitario, la repitencia y una posible desercin posterior. En el caso de los indisciplinados, la escuela trata de que abandonen la institucin, aunque sin necesariamente expulsarlos. Se adopta una suerte de arreglo de compromiso en que se renuncia a toda exigencia con tal de que salgan lo antes posible de all. Del lado de los jvenes, parece ser la confirmacin ms acabada de que la institucin escolar no sirve absolutamente para nada, ya que an sin estudiar logran no slo pasar de ao sino incluso obtener el ttulo.

Anlisis de las descripciones de jvenes delincuentes a partir de la teora del estigmaLa categora de pibes chorros hace referencia al conjunto de delincuentes adolescentes que poseen una serie de atributos que definen su identidad social. La condicin de delincuentes puede relacionarse con la pobreza, la desocupacin, la falta de una familia que eduque en valores. Tambin puede el delito atribuirse a la perversidad moral del delincuente. Miguel Mguez introduce la nocin de pobreza relativa como un factor facilitador.

La relacin existente entre el individuo y su grupo de pertenencia es un fenmeno colectivo, en donde hay rasgos comunes en la visin de todos los integrantes de un sector social determinado. Se entender como normal a todo aquel que no forme parte de la categora de delincuentes juveniles. La categora est dividida en subgrupos que los normales tienen dificultad en identificar. Sin embargo, son claramente identificables a nivel interno. En el ambiente de la delincuencia el hecho de ser delincuente no es un estigma sino todo lo contrario.Los atributos que los caracterizan, de van desde la vestimenta hasta la constitucin fsica, se convierten para el resto de la sociedad en estigmas. Estos rasgos son identificados con posibles criminales generando una respuesta negativa y considerndolos inaceptables. Esta relacin entre atributo y estereotipo de jvenes delincuentes est presente en el inconsciente colectivo argentino. La polica y los jueces sentencian caracterizando a la peligrosidad y la violencia como congnitos de manera casi absoluta. Hay una serie de identificadores. Tales como la v grabada en la planta de las zapatillas junto a los cinco puntos que identifican al odio contra la polica.

Frente a la sociedad en general los pibes chorros aparecen como desacreditados. Asimismo, las subcategoras presentan entre s ciertos grados de desacreditacin. Consecuentemente la estigmatizacin implica que pertenecer a tal o cual grupo, ocasiona miradas determinadas y deterministas. En la convivencia con los normales en diferentes circunstancias puede generar una intencionalidad de no aparecer como delincuentes, y por tanto, constituirse como desacreditable para ocultar su condicin.

El estigma del chorro, an despus de salir del mbito del delito, sigue estando presente entre quienes lo conocen y en su autoimagen. Los procesos de etiquetamiento que sufrieron y que requirieron a la sociedad toda como emprendedora moral, desencaden un proceso de estigmatizacin que perdura con el tiempo. Una fase del proceso de socializacin implica el aprender a incorporar el punto de vista de los normales, incorporando las caractersticas necesarias de la identidad propias del resto de la sociedad mayor.

La vctima aparece en los relatos como desposeda. El delincuente tambin tiene estigmatizada a la vctima con una serie de expectativas en que al dominar la lstima y el miedo, el ladrn puede definir cmo ha de comportarse en consecuencia.

La mirada de los delincuentes frente a la polica, indica una conviccin inicial de que la misma tiene poco que ver con la ley, es una banda ms, mejor armada y ms potente.

El Frente era visto como paternalista y burln, canchero pero de gran generosidad daba lo que tena con un desapego a quienes lo necesitan. Coincida con los representantes de una categora tipo Robin Hood, cuyos mviles se identificaban con el robo para satisfacer las necesidades de los ms necesitados. Era visto como el santo de los pibes chorros se eriga como modelo para desafiar a la autoridad con dignidad. Quien segua su estilo llevaba en su persona el estrigma de la nobleza en el delito y la valenta de confrontar a la autoridad policial.

El Frente, como representante de los estigmatizados pibes chorros alcanz en el ambiente que se desenvolva, y luego en la simpata popular de grupos societarios ms generales, una posicin ocupacional elevada. La misin de representar a su categora fue confiada en vida, pero por sobretodo des pues de su muerte. Sin embargo, despus de su muerte, hubo un cambio en las actitudes y acciones de los pibes chorros en el barrio.

La identidad personal implica la idea de persona nica. Esta identidad se produce cuando conocemos a las personas y esto influye en la cuestin del estigma. El reconocimiento que tanto en el barrio como en las zonas aledaas diferenciaba al Frente, lo presentaban como nico entre los dems. La intencionalidad de los pibes no era slo tener como modelo al Frente, sino adems constituirse como distintos y nicos entre su gente. Las antinomias de algunos de los personajes inician la constitucin de su identidad con elementos opuestos a los presentes en el Frente.

El uso de desidentificadores, tales como ropa de marca y arreglo personal, contribuyen a ser considerado uno ms y a evitar el estigma, tanto sea para llevar una vida normal o para favorecer la consecucin del delito.

La identidad personal y social divide espacialmente el mundo del individuo. Los barrios de la villa de emergencia es su hbitat natural por tanto, donde es conocido personalmente; fuera de ese mbito permanece en el anonimato. Asimismo la fuerza del estigma de ser delincuente o caractersticas que lo hagan parecer tal, aumenta en gran medida al alejarse del lugar en que vive.

La identidad social de los jvenes delincuentes y personal de cada uno de ellos forma parte de las expectativas y definiciones que tienen familiares y vecinos de la villa y del colectivo social respecto del individuo cuya identidad cuestionan.

Los pibes estigmatizados se autodefinen como normal, igual a otro ser humano y al mismo tiempo se autodefine y es definido por los otros como marginal. Hay definiciones entre la generacin de pibes chorros con cierto cdigo como el Frente, y la posterior, la de los ladrones menos preparados. Los transas son definidos de manera marginal por los ladrones.

Presenta una tendencia a estratificar a sus pares segn el grado en que sus estigmas se manifiestan y se imponen. Ser ladrn o ser transa no posee el mismo status entre la categora de delincuentes. Se define a s mismo como igual a cualquier otro de la subcategora, mientras que al mismo tiempo, es definido por el mismo y por quienes lo rodean como un individuo marginal dentro de la categora delincuentes.

En el texto de Cristian Alarcn, hay una diferencia de estigmatizacin entre los pibes que delinquieron antes y despus del Frente. Antes, el respeto por los vecinos y los que no tienen, despus, el irrespeto y el bardo.

Considerando que el verdadero grupo del individuo se perfila como los que sufren las mismas carencias que l por tener un mismo estigma, algunas caractersticas sealadas en los textos son:

El baile de los chicos de tipo cumbia, el frenes de las pistas y a la distorsin provocada por las pastillas y el alcohol. La ceremonia funeraria relacionada con el tema Cuando me muera quiero que me toquen cumbia en los ambientes en que se reconoce al Frente. Una escolarizacin signada por un desempeo deficitario, la repitencia y una posible desercin posterior.

Un orden moral donde la justicia, entendida como la distribucin equitativa de la riqueza, es superior al valor de la propiedad individual. Identificacin afectiva con smbolos contrarios a la polica. En la investigacin de Alarcn aparecen una serie de personas que son representantes de las subcategoras que hacen a la estructura y dinmica de las villas en el Gran Buenos Aires:

Chaas, ladrn intermedio entre las generaciones

El Tripa, de los transas que son la trampa a la que estn condenados por la adiccin y por proteccin policial con que cuentan. Simn, chico experto en asaltos y fugas, que se pas toda la adolescencia recluido.

El Cabezn, producto de la mquina estatal de la minoridad.Dos grupos contrapuestos son los ladrones y los transas en la que se expresa el resentimiento del consumidor que pone el cuerpo, arriesgando la vida para comprar la droga y cuya ganancia es solo del transa y de la polica.

Mguez propone categoras de delincuentes que se ordenan de manera piramidal. La cima de la pirmide es ocupada por quienes se consideran los ms audaces y experimentados. Hay un orden moral en el mundo inmoral de los delincuentes. Quienes transgreden esas normas sufren fuertes estigmas y sanciones. El sistema de status carcelario determina estigmas por las acciones cometidas antes de ingresar a la crcel o las cometidas durante la permanencia en las mismas. En su investigacin propone:

barderos, cachivaches o antichorros, son aplicadas a los que usan innecesariamente la violencia o cometen robos menores victimizando indiscriminadamente a cualquiera.

Verdaderos delincuentes, tales como los chorros de cao, los armeros, los pilotos y los mulos que son denominaciones obtenidas en la crcel

Transas, o sea, los traficantes de drogas Gabriel Kessler en su investigacin sobre el delito amateur identifica a:

Proveedores son aquellos que fundamentalmente deciden de manera individual realizar un delito para proveerse de recursos.

En barderos, hay una intencin de provisin, pero dentro de una dinmica grupal ms amplia.Relacionadas con las subcategoras de delincuentes estn: las madres, como personas incondicionales y nicas realmente confiables siendo abnegadas y sacrificadas; las chicas con las cuales salen y pueden hacerlos cambiar de estilo de vida o ser causa de conflictos pasionales; los policas, principales enemigos declarados. El ser portador de HIV implica una especial atencin a los vnculos con el individuo y a un rechazo, as como la certeza de que va a morir pronto. Los contactos mixtos, pueden ocurrir tanto entre pibes chorros y el resto del colectivo, o entre los miembros de la misma categora. La conformacin de los grupos involucra a quienes delinquen y los que no lo hacen. El grupo de personas benvolas que comparte su estigma, conocedoras por experiencia de lo que se siente al poseer ese estigma en particular, son aquellos que han salido del circulo del delito, o quienes han convivido desde siempre con delincuentes, tales como los familiares. Asimismo, la profesionalizacin requiere la conformacin de un vnculo estandarizado con la vctima, en el que cada uno puede prever el desempeo del otro actor a partir de ciertas reglas compartidas. La relacin victima victimario es compleja e inestable, sealando como ha de utilizarse el poder. El estigmatizado y el normal son parte el uno del otro; se constituye como un vnculo dinmico en que se intercambian roles continuamente.

La interaccin entre los individuos y las condiciones sociales en que estos se desarrollan, como la convivencia con estratos sociales que pueden satisfacer ampliamente sus necesidades y an ms, puede determinar condiciones que acerquen a los jvenes a la delincuencia. A su vez, los valores convencionales de la sociedad y los propios del mundo del delito, los ubica en dos sectores que desorientan entre un real mundo de estigmatizados y normales en que pueden ofrecrsele diferentes y ambiguas oportunidades.

Los autores de los textos, los familiares, miembros de instituciones como iglesias y escuelas, forman parte del grupo de personas que se los denomina sabios. Estas personas normales gozan de cierto grado de aceptacin y pertenencia al clan.Ms all de la visin de la sociedad, quienes delinquen utilizan como justificacin su falta de oportunidades la evasin de todos los deberes desagradables de la vida social, y de la cual ha obtenido de una forma diferente utilizndolo como una forma de protegerse de la responsabilidad social. Es por eso que si el muchacho recupera su vida normal se encuentra desprotegido, averiguando que la vida no es tan sencilla. La complejidad de la vida como delincuente y de la posible salida de ese estilo, est ntimamente ligada a la estigmatizacin y etiquetamiento de las que fueron producto y de la posibilidad de transformar su identidad personal y social. A modo de conclusinLos prototpicos chicos delincuentes llevan la marca del status en sus apariencias. Quien los visualiza los ubica en los estratos inferiores de la sociedad, que ocasiona el prejuicio que atestigua que aquellos de pobre apariencia pertenecen a estratos bajos y con atributos morales criticables. El mecanismo que refuerza el estigma acarrea la discriminacin de la que suelen ser objeto.

La identidad personal de cada pibe corro se desdibuja frente a una identidad social establecida por el colectivo y que dificulta el proceso de bsqueda hacia una identidad que le sea propia. El mismo ambiente con su conjunto de interacciones, condiciona para continuar con un conjunto de caractersticas que lo ubican en un estereotipo de delincuente juvenil.

Goffman trabaja a partir de las interacciones en el ambiente en el que se encuentra el individuo "estigmatizado". Las miradas de quien es estigmatizado y de quien estigmatiza, conducen a la elaboracin de una serie de elementos que constituyen la identidad de cada muchacho.

Los estigmas que corresponden a grupos sociales determinados los presenta como susceptibles de ser transmitidos por herencia y contaminar por igual a todos los miembros de una familia. Hasta se puede llegar a creer que que la persona que tiene un estigma no es totalmente humana. El auge de la temtica meditica de la delincuencia juvenil contribuye a aumentar en el inconsciente la estigmatizacin y el consecuente rechazo.

Las investigaciones realizadas por los tres autores muestran el protagonismo de los jvenes ubicados al margen del mundo del trabajo, cuya supervivencia combina acciones ilegales. El abordaje de los contextos de socializacin implica un contexto que integra los mbitos familiares y barriales.

La jerarquizacin de la cual forman parte en el imaginario colectivo es consecuencia de su estilo de vida al cual probablemente estn determinados. En el interior de su categora tambin estn jerarquizados. El sistema de clasificacin societal donde todo tiene que estar clasificado y debidamente organizado en conjuntos de personas, dificulta en muchos pibes chorros la construccin de una identidad personal diferente a la que ya se tiene pensada para ellos. Y la identidad social ya se encuentra, segn la teora de Goffman, muy bien identificada.

Bibliografa Alarcn; Cristian. Cuando me muera quiero que me toquen cumbia: Vidas de pibes chorros. Buenos Aires: Grupo Editorial Norma, 2003. 173p. Goffman, Erving. Estigma: Identidad deteriorada. Buenos Aires: Amorrortu editores, 1993. 172p. Kessler, Gabriel. Sociologa del delito amateur. Buenos Aires: Paids, 2006. 296p. Mguez, Daniel. Los pibes chorros: Estigma y marginacin. Buenos Aires: Capital Intelectual, 2004. 96p.

Imputacin hecha con una mirada retrospectiva en potencia, una caracterizacin en esencia.

Categora y atributos que de hecho pueden demostrarse.

Condicin, atributo, rasgo o comportamiento que hace que su portador sea incluido en una categora social hacia cuyos miembros se genera una respuesta negativa y se les ve como culturalmente inaceptables o inferiores

Cuya calidad de diferente es conocida o resulta evidente en el acto

Cuya diferencia no es conocida ni inmediatamente perceptible.

Trmino abstracto que puede ser aplicado a cualquier conjunto, en este caso a las personas que poseen un estigma en particular.

Categoras en las que se sitan a las personas y los atributos dados a esas categoras

Marcas positivas o soportes de identidad y a la combinacin nica de tems de la historia vital adherida a un individuo por medio de esos soportes de identidad.

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