esta contribución me acerco a la novela urbana

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n esta contribución me acerco a la novela urbana Angosta del colombiano Hector Abad Faciolince (2003)1 por tres caminos. El primero desemboca en los aspectos de la ‘geografía contrafáctica’ y la resultante ‘utopía urbana’, ambos casi no considerados en los demás estudios sobre esta novela. Siendo la mayor protagonista de la novela, Angosta (cfr. también Moreno Echeverry 2012 : 3), una ciudad imaginaria, comparable a Vetusta en La Regenta de Leopoldo Alas alias Clarín, considero este aspecto decisivo para la enorme envergadura alegórica de la novela. El segundo camino de acercamiento, ‘la ciudad-aleph’, pretende esbozar una interpretación de la ciudad narrada como vidrio ustorio que no solamente critica la situación sociopolítica específicamente colombiana, sino la vincula con todos los males urbanos del planeta, debidos a la política neoliberal y la globalización. En la tercera parte enfoco Angosta como ‘un libro de los libros’ mostrando de qué manera Angosta es un libro edificado sobre libros, y, a pesar de ser profundamente pesimista2 , alaba la inmortalidad de la creación literaria. En los estudios no muy numerosos sobre la novela, se enfocan mayormente la representación de la violencia (Catalín 2009 y Osorio 2004), el análisis de la segregación y alienación social (Escobar-Mesa 2006) o de los espacios (Moreno Echeverry 2012). Otros temas centrales de análisis serían la crítica a la economía neoliberal del país y del desarrollo urbanístico. Además cabe preguntar por las funciones de su rica estructura intertextual, su metadiscurso sobre la literatura y su dimensión metaficcional que se abre a menudo. La clasificación genérica de Angosta es difícil3 pues su intención de sentido es remarcablemente multidimensional. Angosta no sólo alberga una historia de amor(es), además de un thriller originariamente colombiano y un cuadro de costumbres de una sociedad y cultura en caída libre, sino también sirve de espejo esperpéntico y alegórico para una crítica política y social mordaz, con lo cual la ciudad se convierte en una fábula infernal sobre la lucha social a nivel global. 4 Cito de la edición española de Seix Barral (2004). 2La novela comienza con la narración (extra- y heterodiegética) de las vivencias del anticuario, periodista y profesor de inglés Jacobo Lince, quien, « hace tiempos sustituyó la religión por el sexo » (114 ). En sus peripecias no sólo comienza una relación apasionada con la joven fotógrafa Camila, sino también con su alumna de inglés, Beatriz y, finalmente, con Virginia alias Candela. Virginia y Camila también serán las amantes de Andrés Zuleta, un joven poeta aspirante que lucha en una ONG por los derechos humanos y cuyo cuaderno autodiegético se intercala como segunda voz narradora en numerosos fragmentos. En algún momento, los caminos de Jacobo y Andrés se cruzan, pues Andrés alquila una habitación en el viejo hotel « La Comedia » en el que también reside Jacobo y una multitud de personajes esperpénticos, tragicómicos y librepensadores más. Jacobo, Andrés, las tres mujeres y otros amigos deambulan por la ciudad carcomida por un régimen opresor, la enemistad entre pobres y ricos y en pleno desmoronamiento por un capitalismo neoliberalista hiperbólico : Angosta es una ciudad con una estructura geográfica y social tripartita : todas las personas que poseen por lo mínimo un millón de dólares tienen el derecho de vivir en la parte más elevada y lujosa de la ciudad, el ‘Paradiso’ o Sektor F (de Tierra Fría, cf. infra), y cuyo acceso es estrictamente regulado. Sus habitantes se llaman dones. Ahí vive Beatriz, la alumna de inglés de Jacobo. Los segundones viven en el centro de la ciudad, en el Sektor T (de Tierra Templada). Andrés, el joven poeta, Camila la fotógrafa y novia de un mafioso y los residentes del hotel La Comedia son segundones y es este sector desde el cual se esparce la historia narrada. Jacobo, quien por una

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n esta contribucin me acerco a la novela urbanaAngostadel colombiano Hector Abad Faciolince (2003)1por tres caminos. El primero desemboca en los aspectos de la geografa contrafctica y la resultante utopa urbana, ambos casi no considerados en los dems estudios sobre esta novela. Siendo la mayor protagonista de la novela, Angosta (cfr. tambin Moreno Echeverry 2012: 3), una ciudad imaginaria, comparable a Vetusta enLa Regentade Leopoldo Alas alias Clarn, considero este aspecto decisivo para la enorme envergadura alegrica de la novela. El segundo camino de acercamiento, la ciudad-aleph, pretende esbozar una interpretacin de la ciudad narrada como vidrio ustorio que no solamente critica la situacin sociopoltica especficamente colombiana, sino la vincula con todos los males urbanos del planeta, debidos a la poltica neoliberal y la globalizacin. En la tercera parte enfocoAngostacomo un libro de los libros mostrando de qu maneraAngostaes un libro edificado sobre libros, y, a pesar de ser profundamente pesimista2, alaba la inmortalidad de la creacin literaria. En los estudios no muy numerosos sobre la novela, se enfocan mayormente la representacin de la violencia (Cataln 2009 y Osorio 2004), el anlisis de la segregacin y alienacin social (Escobar-Mesa 2006) o de los espacios (Moreno Echeverry 2012). Otros temas centrales de anlisis seran la crtica a la economa neoliberal del pas y del desarrollo urbanstico. Adems cabe preguntar por las funciones de su rica estructura intertextual, su metadiscurso sobre la literatura y su dimensin metaficcional que se abre a menudo. La clasificacin genrica deAngostaes difcil3pues su intencin de sentido es remarcablemente multidimensional.Angostano slo alberga una historia de amor(es), adems de un thriller originariamente colombiano y un cuadro de costumbres de una sociedad y cultura en cada libre, sino tambin sirve de espejo esperpntico y alegrico para una crtica poltica y social mordaz, con lo cual la ciudad se convierte en una fbula infernal sobre la lucha social a nivel global. 4Cito de la edicin espaola de Seix Barral (2004).2La novela comienza con la narracin (extra- y heterodiegtica) de las vivencias del anticuario, periodista y profesor de ingls Jacobo Lince, quien, hace tiempos sustituy la religin por el sexo (114). En sus peripecias no slo comienza una relacin apasionada con la joven fotgrafa Camila, sino tambin con su alumna de ingls, Beatriz y, finalmente, con Virginia alias Candela. Virginia y Camila tambin sern las amantes de Andrs Zuleta, un joven poeta aspirante que lucha en una ONG por los derechos humanos y cuyo cuaderno autodiegtico se intercala como segunda voz narradora en numerosos fragmentos. En algn momento, los caminos de Jacobo y Andrs se cruzan, pues Andrs alquila una habitacin en el viejo hotel La Comedia en el que tambin reside Jacobo y una multitud de personajes esperpnticos, tragicmicos y librepensadores ms. Jacobo, Andrs, las tres mujeres y otros amigos deambulan por la ciudad carcomida por un rgimen opresor, la enemistad entre pobres y ricos y en pleno desmoronamiento por un capitalismo neoliberalista hiperblico: Angosta es una ciudad con una estructura geogrfica y social tripartita: todas las personas que poseen por lo mnimo un milln de dlares tienen el derecho de vivir en la parte ms elevada y lujosa de la ciudad, el Paradiso oSektorF(de Tierra Fra,cf. infra), y cuyo acceso es estrictamente regulado. Sus habitantes se llamandones. Ah vive Beatriz, la alumna de ingls de Jacobo. Lossegundonesviven en el centro de la ciudad, en elSektorT(de Tierra Templada). Andrs, el joven poeta, Camila la fotgrafa y novia de un mafioso y los residentes del hotel La Comedia sonsegundonesy es este sector desde el cual se esparce la historia narrada. Jacobo, quien por una casualidad hered un milln de dlares, tericamente podra hacerse undony vivir en Paradiso, pero su vida es la de unsegundn, tiene su anticuariado en elSektorTy es donde siente ms libertad para vivir su vida sin ser oprimido por las obligaciones ni por la riqueza o pobreza exageradas. En elSektorC(de tierra Caliente), al otro lado del ro Turbio que atraviesa la base de la ciudad y al pie del Salto de los Desesperados, viven (o tratan de existir) los pobrsimosterceronesen las condiciones ms precarias; este es el origen de Virginia.3La historia narrada culmina con un trabajo de observacin que Andrs y Camila tienen que llevar a cabo en el siniestro Salto de los Desesperados, una cascada impresionante al mrgen de la ciudad que lleva el nombre informal del botadero de muertos o boca del Infierno, porque all la gente de la Secur, el grupo de asesinos que le hace el trabajo sucio a la Poltica y a los militares (271), hace desaparecer a sus vctimas. A pesar de que no haya unhappy end, Jacobo se salva emigrando a Argentina y metafricamenteal reino inmortal de la literatura.Geografa contrafctica y utopa urbana 5McHale (1987: 90) utiliza en sentido sinnimo el trmino apocryphal history para una forma de(...) 6El Salto es una cascada que se precipita por poco menos de mil varas castellanas, y, El [ro](...)4Al comienzo de la novela se citan varios fragmentos descriptivos de la ciudad de un supuesto tratado cientfico homnimo escrito por Heinrich von Guhl (al que volver luego). Estas descripciones establecen un vnculo particular con la realidad geogrfica y poltica de Colombia. Comienzan con un territorio [que] desde hace un par de siglos es conocido con el nombre que, si la historia del mundo no fuera una cadena de absurdas casualidades, debiera llevar toda Amrica: Colombia (12). Esta Colombia ficticia se identifica fcilmente por sus ros: el Caquet, el Putumayo, el Pata y el Atrato coinciden con los nombres de ros reales, pero luego se enumeran dos ros paralelos y mellizos, el Yuma y el Bredunco, que marchan hacia el norte hasta juntar sus aguas (ibid.). Estos dos ros corresponden obviamente a los ros Magdalena y Cauca, pero Abad Faciolince ha usado sus nombres precolombinos. A travs del cambio de la nomenclatura oficial, se marca el hecho de que se trata de una geografa colombiana ficticia. Adems, si no hubiesen ocurrido las cadenas de casualidades que han ocurrido, estos dos ros se podran llamar todava hoy Yuma y Bredunco. Con esta insinuacin, Abad alude a lo que llamara una ficcin geogrfica y polticamente contrafctica. El concepto de la ficcin contrafactual o contrafctica describe una variedad de las novelas histricas. La entendemos como una forma especfica de una ficcin verosmil y realista, que est construida de tal manera que alterna explcitamente y en un punto indicado la cadena sucesiva de hechos y acontecimientos histricos probados y, se narran las consecuencias histricas distintas a las que realmente ocurrieron5, ofreciendo as la posibilidad de mostrar intenciones y planes en estado de realizacin (Ritter 1999: 37). Desde el punto de vista de la esttica de la recepcin es importante sealar que una historia contrafctica se edifique sobre un consenso historiogrfico relativamente comn, es decir, sobre la macroestructura histrica que la mayora de los lectores pueda reconocer como realidad emprica pasada (cf. ibid. 16). Si la variacin ficticia de algunos hechos histricos se efectuara en un nivel de detalles muy menudos y/o privados, por ejemplo al nivel de la vida privada de una persona poco conocida, el efecto esttico de la ficcin sera otro, pues no existira consenso sobre la referenciabilidad de estos hechos difciles de comprobar. El pensamiento contrafctico slo tiene sentido si se puede medir con hechos reales. Para ello, es menester previamente conocer las reglas que rigen la historia. Al no ser as, no se puede crear un esquema complementario a la historiografa concreta sino una ficcin cualquiera. Se perdera cualquier comparacin, cualquier posibilidad de comparar (Ritter 1999: 36, trad. ma). En Angosta puede observarse el caso de una triple ficcin contrafctica que abarca las esferas de la altimetra, la geometra y la historia. Segn Kent (2006), la zonificacin altitudinal en el trpico latinoamericano marca una distancia de mil metros entre cada piso trmico. Llama la atencin, que cada una de las tres ciudades colombianas ms importantes (Bogot, Medelln y Cali) estn ubicadas respectivamente en uno de los pisos trmicos correspondiente a unSektoren Angosta: Bogot, con la altitud de 2600-3250 msnm es una ciudad de Tierra Fra (de 2000 a 3000 msnm), como elSektor F. Medelln, con su altura de 1479 msnm es una ciudad de Tierra Templada (de 1000 a 2000 msnm), igual que elSektor T. Cali, con su altura de 995 msnm se considera (todava) como ciudad de Tierra Caliente, igual que elSektor C. Que una ciudad tenga partes de su territorio en cada piso trmico no es completamente imposible, pero s extraordinario pues requiere la urbanizacin de un territorio con desniveles difciles de franquear. La construccin del Salto de los Desesperados que juega un papel mtico-siniestro y central en la historia, distorsiona igualmente de manera hiperblica su modelo real del Salto del Tequendama6. La separacin fsica entre los diferentes sectores de Angosta, adems, alude a la fragmentacin del territorio colombiano por las tres cordilleras andinas y la resultante comunicacin dificilsima entre las regiones por tierra, sobre todo en direccin este-oeste. En la triparticin de Angosta se refleja no solamente la triparticin afortunadamente cada vez ms en desusodel mundo segn su poder econmico en pases del Primer, Segundo y Tercer Mundo (cf. 19), sino tambin la prctica de construccin comn en los barrios marginales de las grandes ciudades que suben literalmente las faldas de las montaas circundantes:Cuando la familia crece y los hijos se casan, los habitantes de Angosta tiran una losa de cemento encima del tejado de sus casas y a la buena de dios le construyen una segunda o una tercera planta. Lo mismo ha pasado con la ciudad, por falta de espacio; ahora tiene tres pisos, con una azotea en Tierra Fra y un stano hmedo en Tierra Caliente. (15)En este motivo se manifiesta quelas ciudades ideales surgen [...] por una razn ordenadora que se revela en un orden social jerrquico transpuesto a un orden distributivo geomtrico [...]. No es la sociedad [...] sino su forma organizadora la que es transpuesta, y no a la ciudad, sino a su forma distributiva. (Heffes 2013: 15) 7Esta zona, cubre adems la gran parte de Caldas, Risaralda, partes del Valle del Cauca, Tolima y el(...)5La ubicacin geogrfica de Angosta no coincide, adems, con ninguna de las tres ciudades colombianas ms importantes, sino se sita [e]n la mitad de la cordillera Central, o del Quindo (14), situado en el Eje o Tringulo cafetero7el cual se ubica justamente en el centro del tringulo que forman las tres ciudades Bogot, Medelln y Cali. Angosta rene adems particularidades propias de cada una de las tres ciudades: la azotea de Angosta, un altiplano grande y frtil al que le dicen Paradiso (18) alude claramente a la Sabana de Bogot, el valle estrecho de la Tierra Templada (19) recuerda al Valle de Aburr de Medelln, y la caa de azcar y los trapiches (19) ubicados en elSektor Cangosteo alude al Sector Azucarero en el Valle del Cauca. Por su altrimetra particular y por su ubicacin geogrfica en un no-lugar (u-topos) de la realidad colombiana (sin llegar jams al lugar feliz del eu-topos), la ciudad imaginaria puede interpretarse como una sntesis o esencia de las tres ciudades ms grandes, o incluso de todas las ciudades colombianas a la vez. Su carcter de spercapital se extiende incluso a caractersticas de otrasmega citiesinternacionales, y se refleja en la dimensin histrica de esta ficcin contrafctica que se manifiesta en la siguiente cita:[A] finales de siglo, las tropas de los pases garantes acordonaron la zona, y la ciudad fue dividida, con ntidas fronteras, en tres partes: el Sektor F [...], el Sektor T, [...] y el Sektor C [...]. Paradiso est aislado por unaobstacle zone, o rea de exclusin, que consiste en una barrera de mallas, alambrados, caminos de huellas, cables de alta tensin, sensores electrnicos y multitud de torres de vigilancia con soldados que pueden disparar sin previo aviso a los intrusos. Por tierra [...] hay un nico acceso a Paradiso, a travs del Check Point, un bnker subterrneo que est manejado por una fuerza de intervencin internacional, de mayora asitica [...], de disciplina oriental y de rigor germnico. [...]. [L]a zona de exclusin y el Check Point nacieron con el milenio, en los tiempos de los atentados de la guerrilla, los secuestros masivos, las masacres de la Secur, los ajustes de cuentas entre bandas de contrabandistas, las explosiones humanas de los kamikazes y las bombas de los narcos. Se supona que la poltica de Apartamiento [...] iba a ser solamente una medida transitoria de legtima defensa contra los terroristas [...]. La ciudad no se dividi en un da para otro. (25-27) 8Pineda Botero (2005: 303) estima el ao 2010 o 2015.6En la novela no se indica exctamente la ubicacin temporal del presente narrativo. Por las indicaciones del comienzo de la poltica del Apartamiento hace treinta y dos aos y con el milenio es de suponer que el presente narrativo se aproxima al ao 20328, y que la historia est ubicada en un cronotopos futuro cercano. Desde luego,Angostano representa una ficcin contrafcticapura, pues faltan los datos histricosexactosa partir de los cuales se traza un nuevo rumbo ficticio de la historia colombiana. Se trata de un recurso entre otros para marcar la doble funcin de Angosta de referirse (fielmente) a Colombia y sus urbes y, por otro lado, de ser una alegora de la vorgine de injusticia social global. 9Cfr. tambin de qu manera la narracin de la fundacin de Angosta combina aspectos de la peripecia(...) 10Cf. ejemplarmente el estudio contemporneo de Franco Agudelo (1999) y Rueda (2012). De la enumeraci(...)7La contrafactualidad histrica9consiste en que la situacin poltica anterior a la solucin segregacionista en Angosta se parece en parte a la situacin en Colombia en los aos noventa del pasado cuando culmin la desestabilizacin del sistema poltico y la confianza de los ciudadanos haba disminuido extremadamente, pues el poder inquebrantable de la mafia del narcotrfico, su colaboracin con las guerrillas, igualmente en las cumbres de su poder, y la proliferacin de grupos paramilitares antagonistas se manifestaban en una tasa muy elevada de violencias diversas10. El cambio del milenio, entonces, puede fijarse como punto de partida de un trayecto histrico contrafctico enAngosta. Aluden en parte a las medidas aplicadas por Andrs Pastrana (1998-2002), de los cuales destaca el Plan Colombia no exitoso, un plan de orientacin mayormente militar, que inclua, a parte del apoyo de las fuerzas armadas por los E.E.U.U., una poltica econmica fuertemente neoliberal y el intento de la aniquilacin de las plantaciones de coca.8Despus del once de septiembre de 2001, elwar on drugsse convirti ideolgicamente en unwar on terrorism, lo cual se refleja en la referencia a los terroristas mencionados en la novela.Angostase habr terminado de escribir justo cuando en 2002 las expectativas de un pas desilusionado se orientaron hacia el nuevo presidente lvaro Uribe Vlez y su estrategia de la mano firme a cuyo gobiernoAngostaofrece una versin o visin alternativa y atrevida que tiene la funcin de una utopa (apocalptica). Aplico el concepto de utopa segn el cual se trata de "una descripcin detallada de una comunidad, sociedad o mundo imaginario; o bien, como una ficcin que incentiva a los lectores a experimentar una cultura que representa una alternativa reglamentaria y normativa respecto a la propia y presente" (Heffes 2013: 18). Esta dimensin utpica de Angosta es de forma combinatoria y condensadora, ya que vara y recombina una geografa y una situacin nacional concreta, a la vez de condensar medidas polticas, econmicas y sus micro- y macroefectos tanto locales como mundiales en este mismo espacio simblico.La ciudad-aleph9A pesar de que Angosta indique un punto fuera de cualquiera de las ciudades ms importantes de Colombia, las incorpora a ellas y adems es una condensacin de numerosos fenmenos urbanos internacionales (cfr. las referencias frecuentes a Jerusaln, a Berln, etc.) como de incontables mundos literarios, como veremos luego. Alegricamente, Angosta sera uno de los puntos del espacio que contiene todos los puntos como formul Borges (et al. 1998: 185), y por ello vale la pena comparar su impacto esttico con el del aleph de Carlos Argentino en el famoso cuento borgiano de 1949. Sabemos que es un lugar, donde estn, sin confundirse, todos los lugares del orbe, vistos desde todos los ngulos (ibid.: 186). Me permito esta comparacin, porque los primeros atributos del aleph de Borges son de concepcin espacial (no dice, por ejemplo, que es un punto que contiene todos losobjetosdel universo). Adems, tanto el narrador de Borges ante el aleph como los narradores ante la megalpolis Angosta se enfrentan a un problema epistemolgico: el problema central es irresoluble: la enumeracin, siquiera parcial, de un conjunto infinito (ibid.: 188). Recordemos que, ante la explosin demogrfica y geogrfica a lo largo del S. XX en Latinoamrica, Ta (2007: 20) ha cuestionado si la ciudad contempornea con su falta de forma, su disolucin, su desmaterializacin o invisibilidad sigue siendo narrable y leble. El desafo que ha abordado Abad Faciolince de narrar una superciudad como alegora de la realidad actual, de reunir toda Colombia y todas las ciudadescondensndolotodo en un slo espacio ficticio, invierte de cierta manera la capacidad del aleph, que contiene unaexpansininfinita de espacio. Adems, la narracin fragmentada de varias tramas y la intercalacin con el cuaderno autodiegtico y testimonial de Andrs Zuleta ampla la gama de puntos de vista, escenarios y opiniones. Cataln observa que[e]n Angosta el territorio se narra desde diferentes puntos de vista incansablemente, saturando de descripciones como si el exceso fuera la nica manera de asir estas divisiones que marcan la vida, el modo de funcionamiento, las posibilidades e imposibilidades de accin de los personajes. (Cataln 2009: 6667) 11Alguna vez se ha dedicado a actividades terroristas o ha pertenecido a grupos declarados ilegale(...) 12La narracin del infierno aprovecha el impacto de ciertos momentos paradisacos, cfr. Escobar-Mesa(...) 13Esta enumeracin pone en evidencia que el estudio de esta relacin de intertextualidad merecera un(...) 14Dice que [l]a violencia ha sido el problema ms acuciante y dramtico de nuestra historia, ha def(...)10El exceso descriptivo enAngostano se limita a aspectos espaciales, a la acumulacin de detalles geogrficos y la extensin de una variedad paisajstica mxima, sino crea una especie de vidrio ustorio de un eclecticismo poltico y social, mundial y anacronista que combina tambin en el nivel lingstico y discursivo, diversos tpicos excedentes de rincones alejados del planeta: la sectorizacin por pases garantes y la construccin de una frontera fsica alude al Berln despus de 1945 y a su muro con elCheck Point Charlie. La nomenclatura no espaola deobstacle zoney Paradiso completan la imgen multicultural o globalizada de los actores de control (fuerza de intervencin asitica, de disciplina oriental y de rigor germnico). La estructura de castas sociales se practica, entre otros, en la India, y la poltica de Apartamiento se asemejan mucho a algunas prcticas del rgimen deApartheiden Sudfrica (cf. 257). Las preguntas que tienen que contestar los segundones y tercerones cuando pasan por elCheck PointalSektor Fson casi idnticas a las que uno recibe en un avin a los Estados Unidos11. La prctica horriblemente eficaz de los Siete Sabios y de sus esbirros de hacer desaparecer a ciudadanos demasiado librepensadores en las profundidades del Salto evoca el trauma argentino. Estoy de acuerdo con Osorio (2004: 179) cuando apunta que la comparacin de Angosta con el infierno12es un motivo clave de la novela. Dos veces, al principio y como cierre ltimo del texto se encuentra la misma enunciacin: Salvo el clima, que es perfecto, todo en Angosta est mal. Podra ser el paraso, pero se ha convertido en un infierno (pp.14+397). La rica relacin intertextual conLa Divina Commediade Dante Alighieri aade otra dimensin simblica a la geografa de Angosta, adems de sealar indirectamente su fictividad: aparte de que hay una cuesta de Virgilio y una carrera Dante, la mujer que introduce al protagonista al paraso (Paradiso) se llama Beatriz, la acompaante del poeta no se llama Virgilio sino Virginia, la direccin vertical del movimiento del caminante es desde arriba hacia abajo (Andrs), el ro se atraviesa en botes de remo, luego hay diferentes posibilidades para acceder al paraso, incluyendo tubos secretos, etc.13. Aunque apoyo la interpretacin de Osorio (2004: 187) segn la cual el imaginario de Angosta es una recreacin de la violencia colombiana de los ltimos siglos14, propongo ir ms all, y leerAngostatambin como espejoslo levemente deformador- de procesos latinoamericanos de urbanizacin debidos a la globalizacin econmica, y hasta de conflictos socioeconmicos actuales a nivel mundial. 15cfr. tambin Daz Orueta 2009 y Sequera et al. 2012.11De gran importancia en la novela son los resultados de la configuracin urbana neoliberalista y globalista15pues condicionan cualquier detalle del medio ambiente angosteo. Janoschka apunta tres caractersticas centrales de la dinmica neoliberalista urbana:1. la abolicin de lo social2. la maximizacin de la utilidad y de los beneficios de cada individuo o sujeto econmico3. la falta de la interferencia estatal, mientras que ste tericamente se limita tan solo a proteger la propiedad de las posibles infracciones por terceros (cf. Janoschka 2011: 119)12Los resultados ms destacantes de estas dinmicas son, por ejemplo, la creciente polarizacin econmica, y la 'especializacin' de los espacios urbanos (Janoschka 2011: 121). Este aspecto se hiperboliza en la novela por la triparticin simblica y la condicin de tener por lo menos un milln de dlares para recibir la residencia en Paradiso. 16La globalizacin, el neoliberalismo urbano y el binomio seguridad/inseguridad forman parte de una(...) 17La violencia rural en Colombia, de guerrilla, de territorio, apenas se menciona, es un trasfondo im(...)13Segundo, la proliferacin de una esttica asptica en el sentido de que se fomentan el gusto de las clases ms adineradas, que a su vez viven mayoritariamente en espacios alejados del centro de la ciudad (Janoschka 2011: 122). Esta esttica se manifiesta en muchsimas descripciones delSektor F, por ejemplo cuando Andrs Zuleta describe el cambio de ambiente una vez pasado elCheck Point(30). Tercero, [l]a destruccin de espacio por la implementacin de polticas espaciales, sobre todo de exclusin (Janoschka 2011: 123) es omnipresente en la novela; impresiona el episodio en el que Andrs y Virginia caminan por la montaa y observan la edificacin clandestina de un muro y una fosa alrededor del Sektor F (196ss.). Daz Orueta (2009: 11) se pregunta En qu medida continuar siendo posible hablar de una situacin de normalidad democrtica cuando sectores de la poblacin, en muchas ocasiones mayoritarios, son excluidos econmica y socialmente? Casi lo mismo se pregunta Jacobo Lince en la novela: qu podemos decir de una aldea que no deja libertad de movimiento a sus habitantes? Y responde: Simple. Que practica una poltica de Apartamiento, es decir, de Apartheid, para ser ms claros, as ste no sea racial sino estrictamente econmico (257). Se presenta un crculo vicioso: primero, la solucin neoliberal de la poltica de Apartamiento aparentemente ha surgido como medida bienvenida contra la violencia; pero se ha convertido ella misma en el origen de ms violencia, o impide que sta cese16. La violencia en Angosta se describe como un fenmeno automatizado y ya profundamente incrustado en la sociedad; es con lo que se cuenta fatalmente, es una parte previsible de la vida y de la ciudad17.14Un ejemplo muy drstico para la abolicin de lo social y para la falta de la interferencia estatal (mencionados arriba) y los medios de comunicacin es una escena en la cual Jacobo desde elSektor Tobserva uno de los frecuentes incencios del barrio de Tierra Caliente eufemsticamentellamado Versalles y que fue construido sobre una colina inestable y txica de un antiguo basurero pestilente:A lo largo de los aos varias veces Versalles se haba incendiado, quemando a su paso tugurios, muebles, esterillas, colchones, nios encerrados (los adultos, cuando van a trabajar, suelen dejar amarrados a los nios dentro de los tugurios, para que no salgan a un sitio tan violento). [...] El Municipio se haca el desentendido, claro est, y como la cosa se repeta cada muchos o muy pocos meses, la noticia ya ni siquiera era digna de los noticieros. (295)15Y mientras Jacobo observa desde lejos el espectculo conmovedor y hermoso (por lo distante) de Versalles ardiendo: "una colina de fuego contra el horizonte, como un cuadro de El Bosco visto desde lejos. [...] La televisin, a sus espaldas, slo tena ojos para las nalgas de las modelos (desfile de ropa interior, ojos voraces de ministros)" (295). El concepto de hermosura y de arte mismo comienza a tambalearse, la comparacin con una obra de El Bosco entona y desentona a la vez:de qu manera una pintura del Infierno puede ser hermosa?Es posible sentir la belleza visual de los colores (una montaa de llamas azules y anaranjadas) independientemente de que salga de una catstrofe humana? 18De ah que sera interesante analizar ms profundamente el carcter heterotpico (segn la concepci(...)16Son escenas como stas las que destacan el papel complejo de las fronteras y de los lmites enAngosta. El vidrio ustorio narrativo hace resaltar las mltiples dimensiones de las fronteras en la ciudad grotescamente tripartita, tal como las describe Bou: Crossing a border can have a political meaning and a transgressive one [...]. The border es thus twofold: physical and symbolic, it relates to space and to identity (Bou 2012: 79). El camino de Jacobo y de sus cercanos a travs de Angosta es uno que constantemente transgrede diferentes tipos de fronteras, sean fsicas o ideolgicas. El hecho de que Jacobo, a pesar de que sus bienes econmicos se lo permitieran, no se translada alSektor Fhacindose undon, puede interpretarse incluso como acto transgresivo en el sentido de que border no longer divide territory, but they can be located anywhere that there is a selective control of the population (Bou 2012: 81). La actividad subversiva de los protagonistas consiste en crear nuevas formas de comunidad, como observa Cataln (2009: 70) y en su capacidad de moverse a travs de las divisiones (ibid.: 69)18. Este movimiento a travs de diferentes dicotomas entre identidades y alteridades enAngostase narra de maneradialctica, carnavalesca, reiterativa y fragmentada. As se edifica una babelia de ideales, voces, lugares, procesos y emociones, en el sentido de Meja Correa (2010: 76) quien formul que la novela urbana es una forma de entender el mundo.17Jacobo en su peripecia, de hecho siempre en su papel delector, llega hasta el infierno mismo, alSektor C, el lugar de extrema pobreza. ste se describe como escenario de guerra, y Jacobo, perdido en el laberinto de las calles y escaleras,descifraliteralmente el espacio:En los muros de las casas se vean los restos del combate; los orificios de bala en las paredes escriban con su montono alfabeto una advertencia: el prximo puedes ser t. o o o o o o, son ceros o son oes: o t o yo nos volveremos ceros. Se senta inseguro por las calles vacas y curiosamente silenciosas, sin msica; haba rostros que lo espiaban desde las ventanas; muy a lo lejos se oan disparos, aspas de helicpteros, explosiones. (232)Un libro de los libros18El motivo de que Jacobo Lince lee e interpreta su ciudad constantemente est vinculado con el aspecto metarreferencial e intertextual enAngosta: al comienzo de la novela se describe la imagen de un libro que se abre, y en este prrafo se renen los motivos claves de la historia que se va a narrar:Abri el libro por la mitad y se lo acerc a la cara.* Clav su nariz en la hendidura de los pliegos como quien la hunde entre las piernas y los pliegues de una mujer. Ola a papel humedecido, a restos de polvo y a corteza de rbol. Lo cerr otra vez y lo alej de la cara hasta que sus ojos distinguieron en la cubierta una acuarela del Salto. (11) 19Cf.La modelizacin de Schlickers y Meyer-Minnemann (2010). 20Angostay el libro ficticio de Guhl se asemejan en otros aspectos: ambas tienen una dedicatoria(...) 21Cf. La modelizacin de Meyer-Minnemann (2006: 54).19Primero se observa una metaforizacin del libro fsico: la hendidura que se abre entre las pginas de un libro alude a la hendidura del valle andino en el cual se sita Angosta, al cauce del ro Turbio que la atraviesa y que desemboca en el Salto de los Desesperados, etc. La percepcin olftica del papel humedecido anuncia el hedor infernal del mismo Salto al mismo tiempo que anticipa el papel existencial del agua en la historia. La tercera frase contiene unamise en abymedel enunciado vertical19, pues el libro que est leyendo el personaje, tiene, igual que la novelaAngosta, una imagen del Salto en la portada, adems de llevar el mismo ttulo que ella (12). Slo que este libro intradiegtico fue escrito por el oscuro acadmico alemn (ibid.) Heinrich von Guhl, y es concebido como factual dentro del mundo narrado: un breve tratado sobre la geografa de Angosta (ibid.), un informe acadmico escrito en el estilo llano y exhaustivo de los profesores (13)20. Es esta voz narrativa intradiegtica de Guhl la que prueba e introduce la existencia de la ciudad ficticia (adems de parecer inspirado por Borges). Es ms, es como si la lectura de Jacobo posibilitara la existencia literaria de Angosta: en una silepsis21se unen paradjicamente el presente del narrador con el presente de la narracin: Oje el ndice [deAngostade Guhl], se salt el prlogo y lleg hasta esta pgina, la primera, que sus ojos empiezan a leeren este instante (12, mi cursiva). Como indica Escobar-Mesa (2006: 11), Angosta comienza a ser por el efecto de la lectura del protagonista y del lector que lee lo que el otro lee. El narrador extra- y heterodiegtico en la novela (el que se intercala con el diario autodiegtico de Andrs Zuleta) oscila entre la narracin simultnea (cfr. el ejemplo arriba), retrospectiva y prospectiva: [Andrs Zuleta] todava no lo sabe, pero hoy mismo dejar la casa de sus padres (21), que marca metaficcionalmente la omnisciencia del narrador: es imposible que un testigo de acontecimientos reales lo sepa con antelacin, al menos que no est inventando toda la historia. Tal como las aventuras amorosas y fiestas culinarias de los protagonistas parecen permitirles apagar la injusticia insoportable a unos pocos metros (Angostaes, adems, un estudio sobre el manejo de la conciencia), la ilusin vivencial del mundo narrado se rompe a menudo con diferentes tcnicas que ostentan la materialidad del texto escrito. Los personajes, por ejemplo, no se describen en el texto corriente, sino, particularmente, en una nota a pie de pgina con estrellita. La descripcin breve se limita al aspecto fsico (tamao, altura, edad), origen y situacin, y Cataln (2009: 69) la compara con un guin televisivo, mientras a m me acuerda al hipertexto de una pgina web que se abre con un enlace. Esta tcnica interrumpe, igual que la fragmentacin frecuente de las tramas narrativas, la linearidad de lectura y obstaculizara considerablemente una lectura en voz alta. 22En la obra de Garca Mrquez, a diferencia de otros autores delboom, destaca el casi exlusivo ambi(...)20La dimensin metarreferencial de la novela est vinculada con una compleja red de referencias intertextuales: los padres de Candela haban llegado [...] de un pueblo de la costa, Macondo y llevaban un pescadito de oro que su madre haba heredado de un bisabuelo (210-11). Paradjicamente, por un lado, el mundo narrado deAngostacontina el mundo narrado deCien aosde soledad, por otro lado se posiciona en otro nivel de realidad con respecto a ella (pues Jacobo Lince luego comprar una de las primeras ediciones deCien aos). Angosta puede ser leda como antagonista de Macondo, como su gran hermana urbana22. Mientras Garca Mrquez ha desarrollado una compleja psicologa de lo campestre, Abad Faciolince indaga en la psicologa urbana un ltimo estado de enfermedad. 23En una nota al pie, el narrador, de repente homodiegtico e identificndose metalpticamente con el(...)21Un polo opuesto a la vorgine de las visiones apocalpticas omnipresentes es formado por la dimensin ldica enAngosta. En un repentino homenaje al padre de la novela, nuestro seor Cervantes y como juego literario casi ajeno a las calles de Angosta y al entramado de esta novela (217), Jacobo Lince, como tantas veces, va a comprar una biblioteca privada junto con sus dos colegas libreros Jursich y Quiroz. Esta vez, ser la biblioteca del difunto crtico Afamador, cuya sobrina se llama Rosario Saavedra. Tal como lo conocemos del donoso y grande escrutinio que el cura y el barbero hicieron en la librera de nuestro ingenioso hidalgo (Cervantes 1605: 150), los tres libreros comentan y juzgan23varios autores y ttulos latinoamericanos, entre ellos, un tal Faciolince, el credo, un autor menor - aqu se imita la inscripcin puntual del autor que tambin est en el captulo correspondiente en elDon Quijote. La lista, la cierra Fernando (el nico) Vallejo, cuya letana autoficcional y apocalptica sobre el Medelln perdido y su crtica cultural de sus compatriotas, sobre todo su novela antimoralLaVirgen de los Sicarios(Vallejo 1994) ha dejado muchas huellas enAngosta. Donde en la novela de Vallejo elflneury gramtico misantrpico Fernando, se enamora de dos jvenes sicarios y los acompaa con benevolencia diablica en sus paseos homicidas y enajenado por la gramtica de su parlache, enAngosta, Jacobo Lince mismo es amenazado por un grupo de jvenes sicarios. Un nio de unos trece aos, con la mirada obnubilada del perturbado mental le grita: Mir, mir ese loco, juguemos a tiro al blanco, juguemos a tiro al blanco; voy lo que sea a que yo lo tumbo al primer fogonazo (237). Jacobo a su vez se enamora de Virginia quien, sin ser sicaria, lo toma de la mano y lo introduce en su mundo de las comunas del Sektor C. El letrado Jacobo no puede evitar sentirse repugnado por su manera de hablar: (no digasnojotros, querida, dinosotros, que as te ir mejor), y no digas cmasen, ni sintesen, sino sintense (163).22En un ltimo ejemplo de intertextualidad se entretejen los motivos de la mortalidad e inmortalidad, lo cual me lleva a un modo de conclusin.Angostaes, como he explicado, no slo una novela urbana de Colombia, sino tambin la edificacin narrativa de una ciudad alegrica nutrida de otros textos literarios. Al final de la historia, Jacobo y Virginia huyen a lareal existenteBuenos Aires. En el viaje, Jacobo saca nuevamente el tratado de Guhl sobre Angosta, como si estuviera buscando la afirmacin de su existencia: Qu obstinacin la ma: seguir leyendo sobre esto mientras me alejo de esto (397). La lectura resulta ser el verdadero paraso del protagonista, su territorio (mental) pacfico, un lugar seguro. En unamise en abymede la potica se desdobla la situacin del lector que est leyendo un libro homnimo sobre Angosta: "l mismo no lo sabe, pero cuando abre el libro y se sumerge en las palabras, es una persona feliz, ausente de este mundo, embebida en algo que aunque habla de su ciudad, no es en este momento su ciudad, sino otra cosa mejor y ms manejable, unas palabras que intentan representarla" (16).23Transmitido a la posicin del lector de Abad Faciolince, la Angosta ficticia sera, irnicamente hablando, otra cosa mejor y ms manejable que cualquier ciudad real. EnAngosta, opino, se prosigue un ritual de inmortalizacin literaria. Al final de la novela, la narracin de la muerte de Andrs Zuleta en el Salto por manos de la Secur, se lee como una continuacin de cuento de Cortzar La noche boca arriba (1976: 226ss.), en el cual, como sabemos, se omite este ltimo instante: 24Sigue la narracin en un ensanchamiento temporal extremo de la cada por el Salto.Andrs, boca arriba sobre la piedra fra, vio un pedazo de luna [...]. Not que lo elevaban por los pies y los hombros, y luego sinti un vaco en el vientre y una contraccin en todos los resortes del miedo. Desgran los ojos pero slo vio la oscuridad; sinti lluvia en la cara, despus un diluvio y luego sinti fro, mucho fro [...].24(342)24El joven poeta al menos sobrevive en sus cuadernos, sus poemas, una que otra palabra suya (343) que se citaron y as inmortalizaron efectivamente enAngosta. Un proyecto parecido ya se haba propuesto Vallejo: la creacin narrativa de la ciudad ficticia crea el espacio conmemorativo el mausoleo del alma no slo de una ciudad (enLa Virgen de los Sicarioses Medelln), sino de la sociedad humana perdida: el alma de Medelln que mientras yo viva no muere, que va fluyendo por esta frase ma (Vallejo 1994: 58).Haut de pageBibliographieDes DOI (Digital Object Identifier) sont automatiquement ajouts aux rfrences par Bilbo, l'outil d'annotation bibliographique d'OpenEdition.Les utilisateurs des institutions abonnes l'un des programmes freemium d'OpenEdition peuvent tlcharger les rfrences bibliographiques pour lesquelles Bilbo a trouv un DOI.Borges, Jorge Luis,El aleph- 1949, en: Borges, Jorge Luis /Barnatn, Marcos Ricardo (ed.),Narraciones, Madrid: Ctedra, 1998.Bou, Enric,Invention of space. City, travel and literature. 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Es columnista deEl Espectadory deCambio, colaborador habitual deEl Pasy deEl Malpensante.2Cataln (2009: 65) enfoca su lgica del fatalismo.3Bedoya y Giraldo, por ejemplo, han clasificadoAngostacomo novela urbana de fin de siglo. sta se caracterizara por buscar recuperar el sentido ldico de la fbula y la narrativa como ejercicio de escritura del mundo actual en el que la dosis de horror de la literatura negra, por ejemplo, coincide con realidades inmediatas (Meja Correa 2010: 67).4Cito de la edicin espaola de Seix Barral (2004).5McHale (1987: 90) utiliza en sentido sinnimo el trmino apocryphal history para una forma de ficcin historiogrfica que contradicts the official version [of history]. Cf. tambin Rodiek (1997). En el campo anglo-sajn se conocen los trminosalternate history,counterfactual fictionocounterfactual history,cf. Singles (2011).6El Salto es una cascada que se precipita por poco menos de mil varas castellanas, y, El [ro] Turbio termina all, con un suicidio, sin desembocar en parte alguna, sin ir a dar en la mar no ser afluente de nadie. Literalmente, como si fuera de esponja, se lo traga la tierra (16). El Salto del Tequendama, en las afueras de Bogot, tiene una altura de unos 150 o 157 metros, lo que equivaldra a slo 187 varas castellanas. Adems, el ro Bogot que se precipita por el salto real, no desaparece en la tierra, sino sigue su camino hacia su embocadura en el ro Magdalena. Vala la pena examinar con ms profundidad la condicin espacial ambigua de los ros que describe Bou (2012: 55).7Esta zona, cubre adems la gran parte de Caldas, Risaralda, partes del Valle del Cauca, Tolima y el sur antioqueo.8Pineda Botero (2005: 303) estima el ao 2010 o 2015.9Cfr. tambin de qu manera la narracin de la fundacin de Angosta combina aspectos de la peripecia histrica colombiana y latinoamericana en el territorio de una sola ciudad: los fundadores eran vascos, extremeos, andaluces o castellanos, pero tambin judos conversos y moriscos vergonzantes que jams pudieron encontrar El Dorado. [...] [A] los que menos mal les fue, la costumbre les concedi el ttulo dedonesy se mudaron a vivir en Tierra Fra, en la azotea de Angosta, un altiplano grande y frtil al que le dicen Paradiso. En el valle estrecho de la Tierra Templada, donde exista una encomienda de indios mansos, o al menos amansados, se quedaron lossegundones, casta intermedia [...] En la base del Salto de los Desesperados haba minas de oro y platino, de aluvin, pero all los indios no queran trabajar, por lo malo del clima y la certeza de la malaria, as que los dones compraron esclavos y la base del Salto se pobl de unos pocos dueos de minas, muchos mineros negros y unos cuantos braceros que se encargaban de la caa de azcar y los trapiches (18-19).10Cf. ejemplarmente el estudio contemporneo de Franco Agudelo (1999) y Rueda (2012). De la enumeracin citada, sin embargo las masacres de la Secur (en la novela una organizacin militar del servicio secreto) y las explosiones humanas de los kamikazes, una imagen prestada de otros escenarios de guerra, son ficticios con respecto al contexto colombiano. La invasin de tropas internacionales, la divisin de la ciudad en Sektores y el control de las fronteras por fuerzas internacionales, son fruto de una especulacin contrafctica de una poltica proteccionista global por los pases ms poderosos y una crtica clara de la pasividad o incapacidad de la poltica colombiana de afrontar sus propios problemas y de aceptar las soluciones impuestas por los E.E.U.U. En este contexto se aclara que Sektor se escribe con k gracias a la ortografa de uno de los ejrcitos de intervencin (25).11Alguna vez se ha dedicado a actividades terroristas o ha pertenecido a grupos declarados ilegales por el gobierno? [...]Tiene algn desorden mental, consume drogas o es adicto a alguna sustancia prohibida? [...]Pretende quedarse ilegalmente en Tierra Fra?, etc. (22).12La narracin del infierno aprovecha el impacto de ciertos momentos paradisacos, cfr. Escobar-Mesa 2006 sobre el motivo dellocus terribilisy Moreno Echeverry 2012 sobre el dellocus amoenusenAngosta. Cabra destacar la literatura como lugar ideal, y con ella, la idealizacin de todos los lugares en los que es posible vivir de, con y hablando sobre literatura, que son las liberas, el hotel La Comedia y los libros mismos.13Esta enumeracin pone en evidencia que el estudio de esta relacin de intertextualidad merecera un estudio aparte.14Dice que [l]a violencia ha sido el problema ms acuciante y dramtico de nuestra historia, ha definido nuestra identidad y nuestro destino (Osorio 2004: 178). A pesar de la certeza de tal constatacin, invita a considerar automticamente la literatura colombiana como una literatura sobre violencia lo cual en un gran porcentaje tambin no ser inapropiado. Advierto, sin embargo, de la variedad de diferentes violencias en Colombia tanto desde una perspectiva cronolgica como desde una perspectiva sincrnica una diferenciacin que necesariamente debe considerar cualquier estudio de la literatura sobre violencia,cf. Surez (2010).15cfr. tambin Daz Orueta 2009 y Sequera et al. 2012.16La globalizacin, el neoliberalismo urbano y el binomio seguridad/inseguridad forman parte de una set de estrategias conjuntas que logran eficazmente esconder que la violencia es un producto social del capitalismo, inherente a la dominacin de clase que se va restaurando en el marco de las polticas neoliberales (Janoschka 2011: 126).17La violencia rural en Colombia, de guerrilla, de territorio, apenas se menciona, es un trasfondo implicado y vinculado con el xodo rural.18De ah que sera interesante analizar ms profundamente el carcter heterotpico (segn la concepcin de Foucault) del hotel La Comedia y de la libera.19Cf.La modelizacin de Schlickers y Meyer-Minnemann (2010).20Angostay el libro ficticio de Guhl se asemejan en otros aspectos: ambas tienen una dedicatoria familiar (12) (la de Abad Faciolince reza A Daniela y Simn, mis hijos) y un epgrafe en latn, que el lector Jacobo Lince no entendi (ibid.). La novelaAngostalleva un epgrafe de Virgilio, aunque traducido al espaol: Iban oscuros por angosta tierra.21Cf. La modelizacin de Meyer-Minnemann (2006: 54).22En la obra de Garca Mrquez, a diferencia de otros autores delboom, destaca el casi exlusivo ambiente de lo rural,cf. Surez (2010: 126). Algo semejante ocurre conLa vorgine(1924) de Eustacio Rivera (cf. Escobar-Mesa 2006), de la cual opina el personaje Quiroz, el clebre bohemio y colega de Jacobo Lince, que le [p]roduce una mezcla de sentimientos, porque la selva de Rivera se parece a Angosta. Ahora, como antes, el pantanero de este pas nos va a destrozar (221). Jacobo por su parte, confiesa no haberlo ledo, pero tal vez sta sea mi oportunidad, me gusta el tamao de la letra (ibid.).23En una nota al pie, el narrador, de repente homodiegtico e identificndose metalpticamente con el autor, se dirige al lector y comenta el captulo/fragmento apenas comenzado: * Desocupado lector: este captulo [...] en realidad es un intermedio jocoso, o un entrems en un solo acto [...]. No pretende ser ms que un juego literario casi ajeno a las calles de Angosta y al entramado de esta novela. Los editores espaoles me han rogado que lo suprima, para bien de los lectores que, segn ellos, se aburrirn. Yo, sin embargo, le tengo mucho apego, porque es un homenaje al padre de la novela, nuestro seor Cervantes [...]. Si los editores tienen razn y te aburres, (querida lectora), te ruego que te brinques estas hojas hasta el prximo espacio, en cuyo caso, si mucho, te habrs perdido una sonrisa y te habrs evitado dos bostezos (217). El elemento del fuego que caracteriza el autodaf cervantino se introduce ms tarde: en la tlima escena en que la librera es quemada por los encargados de la Secur y cuando Lince y sus amigos presencian desde la calle cmo se destrozan decenas de miles de tomos (383).24Sigue la narracin en un ensanchamiento temporal extremo de la cada por el Salto.