es lo que hay julio 2012
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Año... 4 N° ...38 ($12) Tres Lomas... Julio 2012
Informe Especial Celebraciones y ritos que
nos hacen sentir mejor
20 de Junio en el Monumento a la Bandera
Jorge Gomila
Sandra Díaz
Gregorio Graca Feitas
“La esencia la tenés acá, en el pueblo...”
“Todo lo fui haciendo muy despacio, con ho-nestidad, trabajando siempre.”
“La música lo es todo”
4Jorge Gomila “La esencia la tenés acá, en el pueblo”
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Informe Especial Celebraciones y ritos que nos hacen sentir mejor Olga Acquaroli 20 de Junio en Rosario
Gregorio Graca Feitas “La música lo es todo...”
20 Sandra Díaz “Todo lo fui haciendo muy despacio, con honestidad, trabajando siempre...”
Columnas
Odontología Los caminos de la OdontologíaSebastián García Rey
Fotografía Imágenes que hablanGraciela Pérez Cabriada
Viajes Argentina: La ruta 40Alma Inquieta
Psicoanálisis ¿Has actuado conforme a tu deseo?Beatriz Morero
Artistas populares El genio del bandoneónOscar Pagella
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Sumario...
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esloquehayrevista.wordpress.com
Nicolás Balladares
CristianMorán
Beatríz Morero
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¿Cómo era tu familia? ¿Tenías una relación especial con tus abuelos?
Mi familia original tiene 4 inte-grantes: mi papá “Cacho”, mi mamá Olga, mi hermana Mariángeles y yo. Pero también teníamos al lado a mi tío, “Negro”, hermano de mi papá, y a mis abuelos paternos. En líneas generales, cada uno tenía su casa: adelante, mi tío y mis abuelos, que tenían la rotisería; me acuerdo de estar jugando ahí de chico, del hotel.
La familia Gomila, cuando llegó mi bisabuelo, había creado el hotel, que tenía también restaurant, cine, eran muchos hermanos, mi abuelo era uno de los más chicos. Como toda familia grande, cuando empie-zan a faltar los grandes, comienzan las divisiones de bienes: a él le que-dó una parte del hotel, le compró una parte a su cuñada (el hermano había fallecido), entonces a mi fami-lia más pequeña le quedó la parte que aún hoy está, en donde desde el ’94 estuvo el boliche “La Estación”, durante 14 años. Y toda la parte de atrás, donde siguen habiendo pie-zas.
Cuando nací la rotisería ya fun-cionaba. El hotel lo atendían mis
abuelos y mis padres; y la rotisería, mi tío. Los sábados y domingos se vendían los pollos al spiedo, que mi papá los hacía y el tío atendía. Mi abuelo cocinaba mucho, era mallor-quín y le gustaba mucho. En el hotel, a él y una hermana les tocó la cocina, y para mí era el mejor cocinero de la familia. Cada vez que cocinaba él, se notaba la diferencia. Hacía todo, comida elaborada, las carneadas, condimentaba, le fascinaba, pasaba horas, era la noche y estaba con la luz prendida.
Con mi abuelo Bartolo era muy unido; él era muy tranquilo, siempre me regalaba cosas. Mi papá siempre me cuenta que lo atacaba cuando cobraba la jubilación, “¿tenés plata, abuelo?”. Yo no me acuerdo de esa parte. Noté con el tiempo, más en la adolescencia, que mi tío, tal vez por ser soltero, tenía conmigo y mi hermana una adoración distinta. Por el contacto cotidiano.A la distancia, ¿se recuerda bien esa infancia de pueblo?
Creo que es como todo en la
vida, que cuando no lo tenés lo va-lorás. Tengo muy presentes muchos momentos, muchas cosas. No sólo de la familia, sino de los amigos.
Tengo el deseo de que cuando tenga hijos les pase lo mismo, que sea tan sano lo que vivan como lo que me tocó vivir a mí. Me gustó no olvidarme de cómo fui criado, de las cosas mías, de las raíces. El otro día hacía un trabajo y hablaba de las raí-ces, sobre como para cambiar algo primero uno debía conocerse a sí mismo.
Me acuerdo momentos con los amigos, en la casa de “Tula” (Cris-tian Morán) con Gastón (García, Ser-gio (Esteban), José (Belot), el “Ruso” (Nelson Hernández), un montón de chicos amigos, momentos buenos. La escuela primaria, de la casa. Lo recuerdo desde el punto de vista positivo, que fue bueno y no olvidar de dónde venís, lo que ayuda mu-chas veces a tomar las decisiones. A mí me ayudó mucho en la vida tener presente de dónde venís: en las ciu-dades, a la par de las grandes opor-
“La esencia la tenés acá, en el pueblo”
Jorge Gomila es Ingeniero en Electrónica, re-
cibido en la Facultad de Ingeniería de la Univer-
sidad Nacional de La Plata. Miembro de una
tradicional familia treslomense. En pareja con
Ana Parrotta, con un puesto importante en una
empresa en Capital. Pero por sobre todo, un
gran tipo y amigo, que no olvida sus raíces.
Jorge Gomila – Raíces Treslomenses
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tunidades están las grandes tenta-ciones, y las raíces ayudan a decidir.Fuiste muy responsable siempre en lo escolar. ¿Era una obligación, o surgía naturalmente? ¿Te lo has preguntado?
Lo he pensado de grande, hace unos años lo analicé. En líneas ge-nerales, como fui en el colegio soy ahora en la faz laboral. También uno va aprendiendo que no todo es im-portante y urgente, no significa que lo hecho es todo correcto. De gran-de uno trata de poner en la balanza cuánta energía hay que ponerle a las cosas, la vida es mucho más que el trabajo. He cometido el error, al principio, de poner todo en el tra-bajo, desde que comencé y por mu-chos años. Después vas aprendien-do que no es así.
En mi familia de clase media, donde no sobró ni faltó, mi única preocupación era el colegio. Co-mencé a trabajar cuando fue a es-tudiar a La Plata, pero durante todo ese tiempo de infancia y adolescen-cia no trabajé.¿Fue difícil el ir a estudiar afuera? ¿Costó desprenderse de la fami-lia?
Sí. Mucho. No lo demostraba,
pero en ciertos momentos… Me acuerdo que me fui un 28 de Enero del ’94, saliendo en un colectivo Li-niers desde el club Unión, con José Belot, “Toti” Pocchiola, “Cachito” (Diego Hernández) y su mamá Gra-ciela. Mis viejos se quedaron acá, y cuando llegué el domingo a La Plata, fue durísimo. Todo nuevo, casa, casi no había salido de Tres Lomas. Una vez a Buenos Aires, La Plata cuando me fui a inscribir, y poco más.
Era un cambio grande, lejos de la casa y la familia, empezar la facul-tad y un trabajo. De golpe, parecía que te sacaban todo el sostén y te encontrabas con un montón de va-riables. Vas pensando, “de Tres Lo-mas a la facultad”, como si fueras en menores condiciones. Y no es así, tengo que agradecer a todos los profesores que tuve, no desentoné, lo mismo que mis compañeros. No desentonamos. Todo lo que hicimos fue bueno. Y hablamos de la década del ’90, donde el acceso a la infor-mación era muy distinta a la que hoy tienen los chicos, que pueden con-seguirla si lo desean.
Lo cierto es que hice Ingeniero en Electrónica. En 4º de la Técnica supe qué estudiar, y en 3º de la Fa-
cultad tuve una especie de conflicto, empecé a cuestionarme, ¿será esto para mí? Hice una búsqueda en mi cabeza sin decir nada, y no encon-tré. Seguí. Debo reconocer que mi orgullo, o no dar el brazo a torcer, y terminé. Hoy creo que no me equi-voqué.¿Costó conseguir trabajo?
Fui a 4 o 5 entrevistas antes de conseguir, estuve en la media. En-tré justo antes de la crisis de 2001, después sí se hizo muy difícil y no había trabajo. Empecé a buscar a mediados del 2000, cuando terminé de cursar. Evalué eso, para hacer lue-go la tesis. Había mucha demanda de trabajo. Las empresas buscan un perfil adecuado para el puesto. No basta con haber estudiado.
Entré donde hoy estoy, Italtel, el 14 de Diciembre de 2000. La em-presa siempre se dedicó a hacer centrales telefónicas, es del grupo Telecom. Se había ganado una gran licitación sobre banda ancha, el ini-cio de Arnet. Se buscaban nuevos profesionales, contratos por un año. Fui a varios ciclos de entrevistas con “tanos”. Me dije que era el momen-to de arriesgar y aprender, de hacer lo mío. Pero cuando fui a firmar el
Jorge Gomila – Raíces Treslomenses
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contrato, me dijeron que en vez de hacer el contrato por un año, iba a entrar en planta permanente. Mejor, imposible.
Aprendí mucho, no sabía nada. Era aprender todo sobre redes, es muy técnico. Hoy, lo que hago es totalmente diferente. Soy director técnico, responsable de toda el área técnica de la empresa. Dentro del grupo Cisco, Italtel es el segundo asociado. Es una empresa importan-te.¿En algún momento sentiste que la responsabilidad te superaba, desde lo mental?
Tuve una transición que me pare-cía iba a ser muy complicada, ser jefe de mis compañeros de trabajo, con gran diversidad de edades. Pensaba cómo hacer para que todo funcione.
Por momentos pensaba mucho en esto. Mi jefe, que a todos nos dice doctor, una vez me dijo “Doctor Gomila, ¿eran más fácil los routers que la gente, no?”. El jefe tiene el estilo que te va corriendo, y te das cuenta y no te das cuenta. Evalúa mucho, nunca me dijo qué hacer y qué no hacer. Te da la responsabili-dad y la libertad, pero sabés que no es ilimitada, encontrar lo que cada uno debe hacer. Ahí aparece lo de las raíces que hablábamos antes.
En las grandes ciudades, con gente con ganas de tener oportu-nidades, ascender, conflictos de in-tereses, no funciona la relación jefe – subordinado de la forma manda-taria, menos en estos tiempos. Hay una conjugación de diálogo, de tra-bajo en equipo; suena trillado pero es real. Tenés la decisión final, y tuya la responsabilidad. Te sentás, eva-luás, y de las soluciones uno decide por cuál ir, y es responsable de eso. Las personas aportan, vale su opi-nión, pero vos sos el responsable.¿Te gustaría volver en algún mo-mento?
Siempre con Ana lo evaluamos. Creo que a todos nos pasa, en gran parte, que tenemos esa cuestión de
no querer estar en Buenos Aires y volver al pueblo; pero en función de la carrera que elegiste no le encon-trás la vuelta.
Hoy, con la edad que tenemos, no estamos en un lugar como para patear el tablero y arrancar de cero. Estás en la mitad del río, si tomás la vida productiva de la persona. Y hay que pensar en la familia, tal vez des-de una visión conservadora.
En un gran porcentaje, la gente de pueblo quiere volver, más si su trabajo se lo permite. Creo que los que nacimos en el pueblo tenemos mucha mayor ven-taja que los que nacieron en la ciudad; sé que después se sufre cuando los hijos se van a estudiar, y deben hacerlo. Y no sólo la universidad, se-guir perfeccionándote, de no ser así te quedás, te supera. Hay que actualizarse, todo va cambiando, en todas las disciplinas. Pero volviendo, creo que tenemos un valor distinto: mucha gente que ocupa puestos importantes en empresas son del interior. Yo menciono a Tres Lomas constantemente, y me en-cuentro a diario con gente del pueblo. Aunque no fué-ramos amigos, siempre hay un saludo afectuoso.¿Tenés más años de vivir afuera de Tres Lomas que en el pueblo? ¿Igual te sen-tís treslomense?
El otro día lo pensaba, hace casi exactamente la misma cantidad de tiempo que viví en Tres Lomas que la que he vivido afuera. Pero me sigo sintiendo del pue-blo. A veces digo, “voy a la casa de mis viejos”, pero para mí mi casa es ésta, y allá (en Capital) es el departamento.
Tal vez el día que ten-ga hijos sea otra historia. A Ana le pasa lo mismo. Fin de semana largo que aparezca,
venimos para Tres Lomas. Ni lo pen-samos, es así. Creo que el pueblo no te lo podés olvidar nunca. Proyecté el video de Tres Lomas en el trabajo, el que hizo el chico de Beneitez, y a donde voy hablo del pueblo.
Creo que las cosas más impor-tantes pasaron acá, en el pueblo, las que nos marcaron. La esencia la te-nés acá, en el pueblo, y no la hizo sólo la escuela, también las amista-des, la familia. Y eso no se cambia, es impagable.
Jorge Gomila – Raíces Treslomenses
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Todas estas enfermedades pueden curarse, en al-
gunos casos controlarse, y lo que es más importante,
prevenirse.
Lo más importante para prevenir o curar es el aseo,
por ello realizaré una breve reseña de la higiene bucal.
Los cepillos dentales recomendados son los de cer-
da suave; desterremos el mito que los cepillos duros
limpian mejor. Estos sólo provocan desgastes excesi-
vos de nuestras piezas dentarias y lastiman las encías.
Los individuos con ortodoncia, puentes, implantes o
prótesis de acrílico o cromo-cobalto, deben consultar
con su odontólogo porque existen cepillos y acceso-
rios para cada caso. Como complemento del cepillado
(¡ojo, no lo remplaza!) tenemos el hilo dental y los co-
lutorios o enjuagues bucales.
Espero que les guste esta nueva propuesta. Me
despido hasta la próxima edición, en la que hablare-
mos de la higiene oral con más detalles.
Les dejo una frase para la reflexión; “la libertad y la
salud se asemejan: su verdadero valor se conoce cuando
nos faltan”.
Dr. Sebastián García Rey Odontólogo M. P. 13408
ODONTOLOGÍA...DR. SEBASTIÁN GARCÍA REY
Los caminos de la OdontologíaEn mi consultorio escucho a menudo cosas
como: “no puedo comer bien con mi prótesis; si bos-
tezo, hablo o grito la misma se me cae”; “Ay, doctor,
me faltan los dientes y se me hunde el labio”, “sufro
de mal aliento”, “las encías me sangran y duelen”,
“anoche no dormí del dolor de muela”.
Estas y otras expresiones similares se suceden
frecuentemente día a día en mi práctica odontoló-
gica.
Las halitosis (mal aliento) son causadas en un 90
% por trastornos dentarios; la falta de piezas denta-
rias acentúa las arrugas del rostro. Los abortos es-
pontáneos, infartos, desgarros y contracturas mus-
culares guardan relación con enfermedades bucales
frecuentes.
Hasta la disfunción eréctil, la acidez y la gastri-
tis tienen connotaciones odontológicas, que no son
causantes de estas enfermedades pero sí influyen
en su agravamiento. Contracturas de los músculos
cervicales, dolor de oídos y de cabeza, el mal des-
canso por la noche; todo esto puede tener su ori-
gen en la boca.
Por medio de este espacio pretendo desandar los
caminos de la odontología y de la salud en general,
para entender qué relación guardan estas enferme-
dades con la boca. También me voy a referir a los
trastornos más comunes, como sangrado de encías,
calculo dental (sarro), caries, sensibilidad dentaria,
etc.
En salud, seguimos avanzando.
Por eso, cada vez son más los profesionales que atienden en
nuestro Hospital Municipal “Dr. Domingo V. Girotti”.
Dra. Ethel Sallaberry – oncóloga Dra. Gabriela Laborde – reumatóloga / generalis-
ta Dra. Marcela Egaña – dermatóloga Dra. Leticia Martín - generalista
Dra. Carolina Cuello – endocrinóloga Dra. Patricia Taborda – neumonóloga
Dr. Héctor Fernández – urologo Dr. Antonio Lucas – mamografías
Dr. Martín Dasseville – cirugía general Dr. Christian Sánchez – cirugía general
Dra. Paola Van Zandwegue – cirugía general
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20 de Junio
La comunidad educativa de la escuela N° 1” Manuel Belgrano”, de Tres Lomas realizó un festejo en la noche, en el primer minuto del día 20 de Junio, día de la Bandera Ar-gentina, día del aniversario de la muerte del General Belgrano, sien-do además este año el Bicentenario de la creación de la misma (Febrero de 1812).
Para tal fin contó con la actua-ción del Coro Municipal de Tres Lomas dirigido por la Profesora Ga-briela Rufinatti. Ellos entonaron jun-to al público el Himno Nacional Ar-gentino y luego la melodía y letra de Víctor Heredia “Sube, sube, sube”.
Emotivo acto. Sentimiento de alegría y entusiasmo sentí esa no-che.
Podría afirmar que he participa-do de la fiesta del día de la Bande-ra, como alumna, como profesora, como directora, como madre, como ciudadana, por lo menos cuarenta y dos veces en mis cuarenta y siete años. A diferencia de dichas ocasio-nes, esta última ceremonia ha sido única y por lo mismo, inolvidable para mí.
¿Será porque fue la primera vez que lo festejamos de este modo especial, cantando en el primer mi-nuto del 20 de Junio, de noche?, ¿será porque estoy más vieja y cada festividad, cada ritual, patrióti-co, ciudadano o personal ya se me vuelve como una experiencia que me hace vivir mejor?, ¿será que los rituales son necesarios, importan-
tes, para vivenciar el sentimiento de identidad personal y/o social?, ¿será porque este festejo recuerda a los antecesores, muertos, por sus actos, con alegría?
Intento algunas respuestas: las experiencias personales de cons-trucción de la identidad, las ceremo-nias y rituales que llevan adelante los seres humanos en diferentes si-tuaciones, se nos vuelven necesarias; es decir, es determinante cumplir un ritual o ceremonia para sentirse incluido socialmente, para sentir-se parte de esa sociedad o grupo al cual pertenecemos. Por ejemplo, cuando los chicos y los grandes se ponen las camisetas del club del pueblo o del país, al que adhieren, por el que sienten una inexplicable
Celebraciones y ritos que nos hacen sentir mejor
“… pueblo que canta siempre tendrá futuro…”
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20 de Junio
pasión, y la muestran y la sienten no ya como una simple vestimenta, sino casi como parte de ellos mis-mos, sumando a eso canciones pro-pias y amuletos para que la energía positiva asista a su club y al juego.
Es decir, entonces, que los ritua-les son parte importante, esencial de la convivencia social y tienen un efecto vital en cada sujeto humano y en cada sociedad que lo contiene.
También cuando los adultos prendemos una vela, ya con senti-mientos religiosos pidiendo a algún santo o ya sea requiriendo buena onda, para que los hijos, sobrinos, nietos, amigos salgan bien en los exámenes universitarios o terciarios, o también para que nos asista cuan-do andamos en algún crucero mé-dico del cual se esperan resultados; el ser humano necesita pedir del mismo modo, cumpliendo siempre
los mismos pasos; rito protector que impresiona dar la fuerza para soste-nernos en situaciones en las que nos parece que algo sobre natural, fuera de nosotros es lo que nos puede sal-var, pensamiento mágico que achica lo difícil de la vida misma.
Ceremonias, rituales, festejos, formas de acompañar el vivir coti-diano, que nos van moldeando el sentir, actos que rememoran la his-toria que nos antecede y nos marca el camino, nos representa; festejos que van dando sentido a la vida de cada persona, y también rituales por la muerte, tan necesarios como los de la historia de cada sociedad y de la vida de cada ser.
Estando en Capital Federal me llega la trágica noticia de que el hijo de una amiga había fallecido en un accidente de auto. No podía venir a acompañarla en ese dolor innombrable, tampoco daba para llamar por teléfono, la angustia sin palabras que apacigüe tanto dolor también me había invadido; sólo se
me ocurrió prender una vela para amortiguar tanta tristeza ante la muerte injusta, ante la imposibilidad de acompañar en esta tragedia a una amiga. Un ritual que no cambia la realidad pero ayuda a soportarla.
Por eso la Escuela Nº 1 “Manuel Belgrano” nos permitió conmemorar el día de la Bandera a todos los que nos sentimos convocados a festejar esa fecha patria, cantando a primera hora, y nos hizo sentir que esa fiesta patria volviera a vibrar en cada uno de nosotros, a sentirnos parte de este país, de este pueblo, abrigados, unidos, contentos por la identidad que genera ese símbolo Argentino.
“¡Y vamos todos: sube, sube, sube, bandera del amor, pequeño corazón, que brilla como el sol, que canta como el mar. Canta como el viento, peinador de trigo, canta como el río, canta pueblo mío, si… pueblo que canta siempre tendrá fu-turo!”.
Celebraciones y ritos que nos hacen sentir mejor
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El 20 de Junio en Rosario, en el Monumento a la Bandera
Olga Acquaroli
Invitación inesperada, viaje pla-centero compartido con compañe-ras “muy piolas”. Rosario nos aguar-da con su río leonino y las brumas orilleras para celebrar el Bicentena-rio de la enseña nacional.
En esta histórica ciudad las con-trariedades son fuertes: imágenes de villas y basurales a la entrada, casonas señoriales con bellas mol-duras, conviven con altísimas torres propias del primer mundo.
La noche nos ha sorprendido; muchos vehículos recorren sus ave-nidas oscurecidas por los añosos palos borrachos, pero el frente del hotel está muy bien iluminado.
El 20 de Junio llegó, y previo desayuno, vamos al encuentro del pueblo en el bellísimo Monumento a la Bandera; único en el mundo por sus características y tamaño.
El tiempo nos acompaña, no hace
frío ni viento, y el sol arropa nues-tros cuerpos. Poco a poco el lugar se va colmando y las contrariedades vuelven a repetirse.
Niños uniformados, otros con guardapolvos blancos llegan al evento acompañados por docentes, mientras unos pocos, respetuosos, venden la revista “Angel de Lata” que hacen los chicos de la calle. También están aquellos que por-tando un enorme canastón ofrecen pancitos para recaudar fondos y lle-
varlos al comedor.Muchos argentinos de distintas
provincias y sectores sociales se han acercado a compartir este acto, se los ve contentos. Aquí están los tres-lomenses que forman parte del pro-yecto “Alta en el Cielo”; sacan fotos, saludan, y envuelven al monumento con los colores celeste y blanco.
Y las contrariedades vuelven a repetirse. A un lado del monumen-to están las organizaciones socia-les “Kolina” y “La Cámpora”, con las
Rosario y sus contrariedades
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El 20 de Junio en Rosario, en el Monumento a la Bandera
banderas extendidas y los bombos sonando. El grupo humano que los rodea se caracteriza por humildes vestimentas y gruesos talles.
Del otro lado y en las escaleritas se ubica otro grupo social: hombres con sombreros, señoras con gorras tejidas y buenas carteras de cuero acompañadas por hijos que estu-dian en la Universidad Católica Ar-gentina y nietos pequeños que to-man fotografías de lo que acontece.
La demora para iniciar el acto irrita, no hay explicaciones para el espectador. Este hecho me permite dialogar con dos jóvenes españo-les, de Salamanca y Barcelona, que han llegado a Argentina en busca de trabajo. Me preguntan si la bandera nació con la patria.
Fue la oportunidad para dar una clase de historia al aire libre a dos extranjeros (uno de ellos arquitecto, el otro ingeniero agrónomo) y un 20 de Junio. La historia se repite, nues-tros abuelos también buscaron estas fértiles pampas para huir de la ham-bruna europea.
El acto comienza; alternan aplau-sos con silbidos, y los discursos ho-menajean a la bandera, destacan los valores de Belgrano o se circuns-criben a la realidad política actual (como en el caso del Vice-presiden-te Amado Boudou).
Emocionante el desfile, el paso de los veteranos de Malvinas, y más aún el largo de la bandera a la que recibe la música de los pueblos ori-ginarios.
La Rural rosarina también estuvo de fiesta, había concurso de asado-res en estaca, guitarreada, danzas, pruebas de destreza y los infaltables kioscos de “pilcheros”.
El día llega a su fin, y el broche final lo puso la Cantata Manuel Bel-grano, que se desarrolló en el Teatro “El Círculo”. Los rosarinos derrocha-ron arte y cultura. Dos coros, dos pe-ñas, acróbatas, cantantes, una ban-da infanto-juvenil, representaron la vida del creador de la bandera.
Noche de por medio, regresa-mos a Tres Lomas pensando ¡qué buen viaje!, ¡qué lindo sabor nos dejó! Y preguntándonos ¿cuándo será el próximo?
Y agrego…A pesar de las contrariedades, la
Bandera nos une, nos cobija, no sabe de brechas, y en su flamear nos invita a pensar y trabajar mucho por nuestra querida Argentina.
Olga Acquaroli
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¿Qué y cómo te vinculas-te a la música? ¿Por qué lo elegis-te?
Creo que fue algo accidental a raíz de una enfermedad que tuve a los doce años, no pude ingresar al secundario y para aprovechar el año mis padres me mandaron a estudiar guitarra clásica con el concertista Carlos Giorlandini. Fue algo mágico, de inmediato tuve una gran comuni-cación con el instrumento, las notas fluían bellas, con mucha intensidad y facilidad. Sin saberlo todavía, sentí que la música iba a ser algo muy im-portante en mi vida.
Luego vinieron los años de los grupos. En esa época nuestra músi-ca folklórica era la más escuchada: Los Chalchaleros, Los Fronterizos, Los Trovadores del Norte etc. For-mé mi primer grupo que se llamó Chakaymanta donde entre otros cantaba Héctor Hoffmann (futuro Sergio Denis), luego integré otro grupo folklórico, Los Legüeros.
Corría el año 1962, aparecieron los Beatles y fue una revolución para los jóvenes de esa época; formamos el grupo Los Jokers y durante varios años actuamos con mucho éxito en los bailes de una amplia zona del su-doeste bonaerense, La Pampa y Río Negro. En este grupo también can-taba Héctor quien para esa época se fue a probar suerte a Buenos Aires, transformándose en poco tiempo en el conocido Sergio Denis. Más adelante fui guitarrista del conjunto Los Electrónicos que tenía un gran éxito, realizamos grabaciones y par-ticipamos de varios festivales de la canción muy importantes.
Todos sabemos que Dios esta en todas partes pero atiende en Bue-nos Aires así que hacia allí partí con un grupo de amigos a interpretar nuestra música. Pudimos trabajar muy bien en importantes boliches de la Capital Federal; al poco tiempo
pasé a integrar el grupo que acom-pañaba a Sergio Denis (con el que manteníamos una gran amistad desde chicos) y pude disfrutar del trabajo profesional actuando en los mejores clubes, teatros y boliches de nuestro país y países limítrofes. ¿Qué es la música para vos? ¿Es liberadora, tiene relación con al-guna necesidad, con cosas de la infancia, con algunas fantasías?
La música lo es todo, a partir de ella disfruto del arte en general, voy trazando paralelismos; interpretar una obra de Thomas Luis de Victoria me hace ver una pintura de Leonar-do o una escultura de Miguel Ángel; el renacimiento de por sí maravillo-so, me invita a revivir el siglo XVI en todas sus manifestaciones. Ocurre con todos los períodos: barroco, clásico romántico, contemporáneo, siento la necesidad de poder inter-pretar una obra según las caracte-
“La música lo es todo…” Gregorio Graca Freitas nacó en Coro-
nel Suárez. Tuvo la infancia normal de
aquella época jugando a la pelota hasta la
noche bajo el farol de la esquina; nada ha-
cia preveer un futuro ligado al arte. En
Buenos Aires obtuvo el título de Profesor
Superior de Dirección Coral. Su profesión
ha estado ligada siempre a la música, en
los primeros años como guitarrista y luego
alternando la docencia con la dirección
coral. En su juventud actuó varias veces en
Tres Lomas, “ciudad en la que por parte
de mi padre tengo familiares muy queri-
dos; guardo muy buenos recuerdos de mi
niñez y juventud visitando esta zona”.
Gregorio Graca Freitas – Director de Coros
Actuación en Canal 11 año 1974 con SERGIO DENIS
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rísticas del hombre que vivía en ese momento. Poder entender los esti-los es algo difícil pero fundamental para interpretar bien la música.
En cuanto a las fantasías, creo que todos los individuos pretende-mos dejar algo en el paso por esta vida; al principio mi fantasía era triunfar, hacer temas que fueran reconocidos. Han pasado muchos años y la experiencia vivida es fan-tástica, no llegó el éxito de la TV ni la imagen reconocida públicamen-te. Pude componer alguna canción como “Vive” que en los setenta fue un gran éxito. Con los años uno se va dando cuenta que el verdadero éxito es desarrollar la vocación que sentimos con estudio, trabajo y de-dicación. Me siento muy feliz por-que se que a través de la música puedo dar lo mejor de mi. Sentir que alguien al concluir tu interpretación musical te premie con un aplauso ¡es maravilloso!Tocás guitarra. ¿Por qué te deci-diste tocar ese instrumento? ¿Qué estilo es el que más te gusta? ¿Te-nés algún compositor o intérprete predilecto?
Fue una casualidad, nadie en mi familia era músico, pero recuer-do que ya de muy chico me atraía el sonido de la guitarra. Me gustan muchos estilos, crecí haciendo mú-
sica popular, pude interpretar desde Atahualpa Yupanqui hasta Pink Flo-yd o Vétales. En la madurez el ha-ber podido hacer una carrera en un conservatorio me permitió conocer los grandes músicos; estudié com-posición y pude analizar las grandes obras del repertorio clásico uni-versal. Admiro a todos los grandes compositores populares o clásicos desde Lennon y Mc Cartney a Bach, Mozart o Beethoven, ellos desde un gran conocimiento y sensibilidad, pudieron tocar el alma de miles que no tenían la menor idea de lo que es un pentagrama.¿Vivís del arte? ¿Cómo es tu vida profesional? ¿Escribís música?
Sí. Gracias a Dios puedo decir que me gano la vida disfrutando, hago lo que más me gusta, ¡músi-ca! Estudiar una partitura, dirigir mis cuatro coros o tocar una obra en guitarra, más que un trabajo, es realmente un placer.
Puedo pasarme horas escribien-do un arreglo para uno de mis coros. Jamás falto a una actividad, me gus-ta llegar a horario; mi sala de ensayo es el lugar más hermoso, es el taller donde se modela la canción que el publico va a poder apreciar.
Mi vida profesional es noventa por ciento transpiración y diez por ciento inspiración; para obtener un
buen resultado hay que tener un gran conocimiento de lo que se piensa realizar y un gran esfuerzo para llevarlo a cabo.
Cuando estudié composición, uno de los motivos era poder hacer arreglos y componer obras corales; a pesar de haber escrito ya varias obras, creo que me apasiona mas la interpretación musical, cómo poder sacarle toda la magia a un montón de puntos y rayas puestos sobre cin-co líneas.¿En qué te inspirás?
En los grandes maestros. Es tan maravilloso lo que nos han dejado, poder interpretar un pequeño por-centaje de sus obras es transitar el camino de lo sublime; Queda en cada uno capacitarse para poder abarcar esos repertorios y claro…, tener el coro o los músicos que pue-dan interpretar esas obras. ¿Qué dirías a quienes se inician o se inclinan por hacer arte?
¿Que no lo duden! No es fácil, ninguna profesión es fácil. Cuan-do comenté que quería ser músi-co, lo primero que me dijeron fue: ”¿y de que vas a vivir?”. Han pasado los años y no tengo nada más que agradecimiento por lo que he vivido y me queda por recorrer.
Hay que sentir el llamado de la vocación, hacer arte por comodidad
Gregorio Graca Freitas – Director de Coros
Actuación en la confitería Bin Ban Bun de Epacuén
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es engañarse uno y engañar a los demás; ser artista es sacrificado, hay que ser tenaz, perseverante, muy es-tudioso, estar tocado por esa magia que conmueve en lo más profundo de nuestro ser. Si no podemos emo-
cionarnos con nuestro trabajo, difí-cilmente podamos trasmitir algún sentimiento al que nos escucha o ve. Cuando se encuentra el camino, la recompensa es maravillosa. Siempre el arte busca realzar el espíritu y la
felicidad de las personas, así sea una obra dramática, el placer y la magia que se crea entre espectador y artis-ta es único.
He sido durante veinticinco años profesor en el Conservatorio Provin-cial de Morón y he visto pasar por mis aulas a innumerables jóvenes talentosos que hoy viajan por el mundo llevando nuestra música; cuando se siente la vocación por el arte lo importante es encontrar bue-nos maestros de quienes aprender y en lo posible ir a conservatorios u universidades que se especialicen en lo que queremos estudiar. La im-provisación es buena, pero un buen estudio sistemático nos va a desa-rrollar y ampliar nuestras capacida-des hasta lugares desconocidos. Sal-vador Dalí para poder pintar un reloj derritiéndose, ¡tuvo que dominar todas las técnicas de la pintura clási-ca!
Gregorio Graca Freitas – Director de Coros
Dirigiendo el Coro Alberto Ginastera (Misa Brevis de Mozart)
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¿Cómo fue tu experiencia en la escuela? ¿Tenés algún recuerdo o anécdota de la escuela, con algu-na maestra, con los compañeros, con los amigos?
Debido a que no estábamos en un mismo lugar, mi experiencia en la escuela no fue de las mejores. Co-mencé en Trenque Lauquen y ahí fui a dos escuelas, culminando la primaria en la Escuela Nº 1 de Tres Lomas.
Tengo un buen recuerdo de Cris-tina Fiol, mi maestra de Matemática (la materia que más me gustaba). Siempre me acuerdo que la esperá-bamos en la vereda para verla llegar, alcanzarla y pedirle que nos permi-tiera llevarle el portafolio hasta el salón. ¡Qué placer!¿Cómo fue la adolescencia, empe-zar a salir, enamorarte, tener ami-gos?
Mi adolescencia fue muy dura, ya que no la viví como tal. Salté etapas que no se me permitieron disfrutar.¿Cuándo y cómo empezaste a dar-te cuenta de la necesidad de inde-
pendizarte de tu familia? ¿Te inde-pendizaste sola o fue un adulto el que te estimuló?
No me independicé, me inde-pendizaron, ya que siendo una niña aún mi mamá me mandó a trabajar al campo a una casa de familia don-de permanecía toda la semana.
Así que desde muy chica aprendí que si quería algo me lo tenía que ganar sola, eso te hace mucho daño pero a la vez te endurece. Nunca fui de negar lo vivido, creo que siempre hay cosas positivas para rescatar.
¿Cómo y por qué comenzó la ex-periencia con la zapatería?
Me casé muy joven pero tampo-co me fue muy bien, ya que el mis-mo año que nos casamos Norberto enfermó y empezamos una lucha que duró 13 años. Debido a eso, vi-nimos a vivir al pueblo, ya que no podíamos continuar con los trabajos rurales.
Así se inició en el oficio de zapa-tero, “el mejor”, mejor padre, esposo, hijo. Quien lo haya conocido puede dar testimonio de esto. Así que mis
“Todo lo fui haciendo muy despacio, con honestidad, trabajando siempre…”
Sandra Díaz nació en Tres Lomas en el
año 1966, viviendo aquí parte de su niñez
y la otra en Trenque Lauquen. Siendo muy
joven se casó con Norberto Pérez, con el
que formó una familia en la cual nacieron
tres hijos. Actualmente (en realidad, desde
hace ya 20 años) es comerciante en el ru-
bro del calzado.
Sandra Díaz – Sobre el deseo decidido en la vida
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primeras experiencias laborales fue-ron ayudar en la terminación de la compostura de calzado.
Cuando quedo embarazada de mi hijo más chico, decidimos po-ner alguien que hiciera mi trabajo, y ocupamos a Walter Valero (sobrino y amigo). Para entonces, concientes de su problema de salud, decidimos traer algo de calzado para vender.
Norberto fallece y quedo con mis tres hijos, de 3, 10 y 12 años. De nuevo a remarla sola, con la compa-ñía de Walter que continuó traba-jando a mi lado, mi amiga Marta, mi hermana Liliana y mi suegra “Chola”, a quienes quiero muchísimo. Por su-puesto, hubo muchas otras perso-nas que estuvieron apoyándome en ese momento.¿Cuál es el sentimiento que da evolucionar en muchos sentidos: personal, intelectual, social, eco-nómico, afectivo?, ¿Reconocés cuál fue “la llamita interna” que te hizo ser una mujer con tanto potencial?
En lo personal me da un sen-timiento de fuerza y lucha mirar el presente y ver que realmente todo el esfuerzo que hice para superarme como persona no fue en vano, que
por dura que haya sido mi vida lle-gué (sin poder hacerlo yo y haberlo deseado) a darle un estudio a mis hijos, de quienes estoy orgullosa: Franco, Trabajador Social; Nicolás, Chef; Romina, con un curso de Ad-ministración Rural.
También surge como anécdota o buen recuerdo nuestras “primeras vacaciones”. Fueron cuando ya es-tábamos solos, ya que después de tener en mente el viaje había que ver como lo concretábamos. Hoy me acuerdo: fueron unos cuantos días de mucho sacrificio, trabajaba prácticamente todo el día, pero va-lió la pena. Conocimos Mar del Plata y vivimos una experiencia hermosa. Viajar es algo que me da mucho pla-cer, ahora gracias a Dios es un gusto que me puedo dar sin tener que lu-char tanto.
En lo económico fui una persona muy organizada y observadora para poder aprender de quienes hacen las cosas bien. Todo lo fui hacien-do muy despacio con honestidad y trabajando siempre, temerosa de los pequeños cambios pero tratan-do de superarme cada día y lograr una tranquilidad económica como la que tenemos hoy.
En lo afectivo, normalmente no tengo problemas con nadie ni guar-do rencor por personas que debían estar cuando las necesitaba, para hoy tener un buen recuerdo de un consejo, de un beso, en fin… Son sólo pensamientos.
Amo a mis hijos y ellos lo sa-ben, porque se los digo y creo que hice las cosas medianamente bien. Cuando me pregunta, ¿te acordás el cuento que nos contabas?, ¿te acor-dás cuando nos hacías piecito?, ¿te acordás…?, me siento satisfecha.
Y la llamita interna que me hizo ser la mujer que soy fue mi amor por ellos.Si existiera el paraíso, ¿cuál sería el tuyo?
No soy una soñadora, creo que soy fríamente realista. No sé soñar, quizás por eso no me imagino el pa-raíso. Pero sí puedo anhelar un lugar sin enfermedades y sin niños que sufran, un lugar con mucho verde y flores donde podamos vivir en paz y armonía con mis hijos y mis nietos, que algún día vendrán.¿Una imagen que te represente?
La familia.
Sandra Díaz – Sobre el deseo decidido en la vida
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Calma del sur. Aire fresco en la cara; nariz y manos frías que denuncian el punto geográfico en el que esta-mos: Patagonia Argentina. Lago Nonthué, en jurisdicción de Junín de los Andes (provincia de Neuquén, más exac-tamente).
Sin dudas, una bendición para los ojos y para el alma en cualquier época del año. Aquí estamos a principios de otoño, en medio de la más agreste y relajante naturaleza.
El sol asoma tímido, regalando algo de calor. Placer infinito, energía vigorizante que nos brinda este lugar a través de su lago, de sus montañas y sus tonalidades
verdes, ocres y amarillas. Cerrar los ojos en medio de un silencio acogedor, tomar aire y exhalarlo lentamente como si fuera la última vez, sintiendo toda la paz posible.
De pronto, una bocina rompe ese letargo y un cata-marán con turistas aparece detrás del viejo muelle. Ya no estamos solos, ya no habrá tranquilidad y silencio, y eso no me gusta nada. Pero entiendo que todos tenemos de-recho a disfrutar respetuosamente de este regalo de la na-turaleza.
Me relajo y tomo la cámara, murmurando por lo bajo: “Bienvenidos. Hay lugar para todos”. ¡CLICK!
Imágenes que hablan…
...FOTOGRAFÍAGRACIELA PÉREZ CABRIADA
24Inicio este mes un recorrido por nuestra Patria, y qué
mejor entonces que hablar de la Ruta 40.Me agrada definirla como “La columna vertebral” de la
Argentina, porque recorre cinco mil doscientos veinticua-tro kilómetros, desde Cabo Vírgenes, en Santa Cruz, hasta el límite con Bolivia en la ciudad de la Quiaca, Jujuy.
Va desde el frío más frío hasta el clima más caluroso y seco, desde los dos metros hasta los cuatro mil a nivel del mar. Habiendo permanecido librada al descuido absoluto durante mucho tiempo, entre los años 2004 al 2006 se pavimentó un 46% de la misma, dado que algunos go-bernantes advirtieron que constituía un producto turístico nacional muy importante.
Otra parte de la ruta 40 ha sido repavimentada y da gusto verla, tan nuevita y desértica; parte aún es de ripio y parte permanece olvidada o cercada, “a la espera”, quizá, de su reconocimiento y defensa, como soporte de nuestra soberanía.
Son pocos los viajeros que no fantasean con abarcarla toda de una vez. Hay quienes ya lo han realizado y habe-mos otros, que al descubrirla por partes, nos ha emocio-nado su rectitud y linealidad que se pierde en el horizonte. ¡Maravillosa cinta de conexión!
Resulta sumamente atractivo pensar el paseo. Se atra-viesan once provincias, culturas regionales y realidades completamente diferentes, y todas nos pertenecen.
El mensaje que encierra la mítica Ruta 40, es “recorrerla y no correrla”.
Los atractivos y sitios para visitar son innumerables e impactantes. El primero de ellos, tener de acompañante en todo su largo, la bella e imponente Cordillera de los Andes.
Es una oportunidad que tenemos para andar y andar, detenernos, contemplar, descansar, sentir y por sobre to-das las cosas, sorprendernos. Y como plus, en cada recove-co “cazar” como mariposas en un medio mundo, jirones de nuestra geografía y de nuestros pueblos, que nos per-mite armar el rompecabezas de lo que llamamos nuestra identidad nacional.
...VIAJESALMA INQUIETA
Argentina: La ruta 40
PROFESIONALES...
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La responsabilidad como acto, incluye el acontecer inconsciente, exige que revisemos qué realidades, sen-saciones, sentimientos, pensamientos nos llevan a deter-minados actos. Actuar responsablemente conlleva cierto cálculo y análisis, anterior o posterior; y a diferencia de otros discursos (por ejemplo el discurso jurídico) el psi-coanalítico incluye a niños, adolescentes y adultos.
Según el diccionario etimológico de la lengua caste-llana, de Joan Corominas, la palabra responsable provie-ne del vocablo “responder”, “respuesta”.
Diferencio, en principio, responsabilidad de culpa, con un ejemplo: en un conflicto de pareja siempre se tiende a buscar culpables, y en ese sentido la culpa es unidirec-cional, hay uno que acusa, que culpa, y otro que se siente culpable; esa operación produce un “fuerte” (el acusado) y “un débil” (el que acusa), uno que puede y otro que no puede. La solución del conflicto sólo se logra si cada uno de la pareja abandona la posición pasiva y/o activa que la culpa provoca, y puede preguntarse acerca de qué cuestiones particulares, personales, además de la convi-vencia, los han llevado a la situación de malestar y hasta de pérdida de la relación. El sentimiento de culpa cierra la posibilidad de análisis. En cambio el de responsabilidad abre a la búsqueda de respuestas a lo que hace padecer.
En el caso de los niños ¿de qué cuestiones se pue-de responsabilizarlos? Por ejemplo, cuando un niño es impulsivo no soporta las normas que son para todos, se enoja fácilmente, se defiende rápidamente, se frustra ante la primera cosa que le sale mal, no hace lazo con sus pares, tiene una demanda constante; culparlo de esa modalidad sería un error.
¿Hasta dónde, hasta cuánto se puede responsabilizar al niño de lo que le sucede? Tanto desde el ámbito fa-miliar como escolar se puede trabajar con un niño con estrategias para acotar, pacificar, contener pero también con el diálogo acerca de ¿por qué le pasa lo que le pasa? No diciéndole “mamá y/o la señorita está re-triste porque vos mordiste a la amiguita en el jardín”, “tus amiguitos no te van a querer más porque sos malo”. Eso es culpar, no responsabilizar. Responsabilizar es buscar con él los mo-tivos que le causan malestar, sancionar lo que está bien
o mal desde la conducta, aunque sea inconsciente, o más fuerte que él, o inmanejable, aclararle que es un compor-tamiento particular lo sancionable, lo que no significa que el niño “sea” malo. También el adulto puede enojarse con él y decírselo.
En el caso de los adolescentes y jóvenes que están transitando el final de la constitución de la personalidad, es definitivamente necesario trabajar el tema de la respon-sabilidad con el estudio, con el trabajo, con la familia, con la sociedad, con él mismo. ¿Qué pasa con un adolescente de 16 o 17 años que no estudia, que se lleva todas las ma-terias, que tampoco trabaja? ¿Habría que responsabilizar-lo? Más allá que puedan ser síntomas, que probablemente nos está queriendo decir algo sobre su padecimiento, es importante aclarar que lo que le sucede con el estudio o cómo se conduce socialmente, no es responsabilidad sola-mente de sus padres o de los adultos, sino también de él.
Hay una tendencia a dejar de lado lo que no anda bien en la adolescencia a cuenta de la etapa, “bueno, qué chico no toma, o no se lleva materias, o no anda fuerte en el auto”; otros a cuenta de lo imbancable o peligroso de los adolescentes: “qué querés con los adolescentes, son capa-ces de cualquier cosa, de romper vidrios, desnudarse en la calle…”. No siempre es para tanto. Evaluar desde el pará-metro del pobrecito o del enemigo los des-responsabiliza, problema que convoca de manera especial a la respon-sabilidad de los adultos que crían, educan, comparten la sociedad con ellos.
En cuestiones sociales: los asesinos son culpables, los violadores son culpables, los pedófilos son culpables, los perversos son culpables, además de subjetivamente res-ponsables.
Si responsabilidad proviene en su significación de res-ponder, es interesante tomar en cuenta que cada uno de nosotros responderá ante si mismo y ante los otros por sus actos conscientes y por los inconscientes, es decir por su deseo. Lacan en el Seminario de la Ética, refiriéndose a la responsabilidad subjetiva, expresa: ¿“Has actuado confor-me a tu deseo”?, entendiendo que nadie está exento de la posición personal, profesional, social, que asume, aún con lo inconsciente.
¿Has actuado conforme a tu deseo?
...PSICOANÁLISISBEATRIZ MORERO
LA CAMARA DE COMERCIO, INDUSTRIA, PRODUCCIÓN Y SERVICIOS DE TRES LOMAS
Saluda a los comerciantes de Tres Lomas e Ingeniero Thompson al celebrarse el
“DÍA DEL COMERCIANTE”
Para festejar, junto al comercio local, esta Entidad invita a la cena que se realizará el Sábado 21, a las 21,30 hs. en el Club Progreso Las tarjetas están en venta en las oficinas de la Cámara.
ACOMPAÑENOS A PASAR UN GRATO MOMENTO
EDGARDO ROCHAPresidente
DIA INTERNACIONAL DE COOPERATIVISMO
“Como el árbol, la Cooperación ofre-ce su abrigo a todos los hombres de buena voluntad sin hacer distingos; reconoce el valor humano por lo que es y no por lo que se tiene; reparte sus frutos en proporción al esfuerzo de cada uno, fomenta la educación y la unión del género humano…”
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El pasado 4 de julio se cumplieron 20 años de la des-aparición física de Astor Pantaleón Piazzola, bandoneo-nista, pianista, director, arreglador y compositor argenti-no, gran innovador del tango en cuanto a ritmo, timbre y armonía, con lo que se ganó la crítica de los tangueros de “La Guardia Vieja”: tal es así que lo denominaban el “ase-sino del tango”, considerando que lo que hacía no era tango, a lo que Piazzola respondía con esta definición: “es música contemporánea de Buenos Aires”.
Astor nació en Mar del Plata el 11 de marzo de 1921. En 1924 se fue a vivir a Nueva York con sus padres; en 1929 comenzó su idilio con el bandoneón, en 1932 com-puso su primer tango “La Catinga”, nunca difundido. En 1934 llega a Nueva York Carlos Gardel para filmar la pelí-cula “El día que me quieras”, allí conoce al joven Astor de 13 años; fue un contacto muy pasajero pero le quedó el
placer de actuar en dicha pe-lícula haciendo de canillita, y además acompañarlo en cier-tas oportunidades. Dice Piaz-zola: “ni siquiera tocaba bien el bandoneón, por eso Gardel cuando me escucha por pri-mera vez, me dice: pibe, vos tocas el bandoneón como un gallego”.
Su inserción en el medio tanguero de Buenos Aires se produjo en 1938, se incorporó rápidamente a la orquesta de Aníbal Troilo, donde además de bandoneonista de fila, fue arreglador y ocasional pianis-ta. “Pichuco” recortó su vuelo manteniéndolo dentro de los límites del estilo de su orques-ta. En 1944 su ímpetu renova-dor hizo que abandonara a
Troilo para dirigir la orquesta que acompañaba al cantor Francisco Florentino. En 1946 lanza su primera orquesta aún ajustada a los cánones tradicionales, graba sus pri-meras obras propias, entre ellas “Pigmalión” y “Villeguita” que ya anunciaban al genial compositor, que surge des-pués con la originalidad de “Para lucirse”, “Prepárense”, “Contratiempo”, “Triunfal” y “Lo que vendrá”.
En los primeros años de la década del ‘50 dudó entre el bandoneón y el piano, y pensó en volcarse a la música clásica, en la que ya venía incursionando como composi-tor; con esas ideas se trasladó a Francia en 1954 becado por el Conservatorio de París, pero la musicóloga Nadia Boulanger lo persuadió de desarrollar su arte a partir de lo que le era más propio, el tango y el bandoneón. Un año después graba con la Orquesta de Cuerdas de la Opera de París, y allí nacen de su inspiración varios tangos, entre
El genio del bandoneón
...ARTISTAS POPULARESOSCAR PAGELLA
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ellos “Nonino”, dedicado a su padre. De regreso a la Argentina dio a conocer una nueva
generación de tangos rupturistas suyos, “Tres minutos con la realidad”, “Tango del Angel” y “Melancólico Bue-nos Aires”. Integró a su orquesta al cantor Jorge Sobral porque quería extender sus ideas renovadoras al tango canción. Luego creó el Octeto Buenos Aires, en el que reunió ejecutantes de gran nivel con lo que cambió todo lo conocido en tango hasta entonces. En 1958 se esta-bleció en Nueva York para volver a Buenos Aires al poco tiempo y formar el Quinteto Nuevo Tango, cuyos inte-grantes fueron cambiando con el tiempo, pero donde na-cieron “Adios nonino”, “Decarísimo”, “Muerte del Angel”, “Fracanapa”, “Buenos Aires Hora 0”, entre otros.
En 1965 grabó con el cantor Edmundo Rivero y el actor Luis Medina Castro, excepcionales composiciones suyas sobre poemas y textos de cuchilleros de arrabal de Jorge Luis Borges. Ese mismo año dio a conocer “Verano Por-teño”, el primero de los que formarán luego “Las Cuatro Estaciones”. A partir de allí comenzó su producción con el
poeta Horacio Ferrer, con quien creó la operita “María de Buenos Aires”, que incluía el admirable “Fuga y Misterio”. En 1969 “Balada para un Loco” y “Chiquilín de Bachín” le proporcionaron a Piazzola un éxito masivo al que no estaba acostumbrado, de la mano de sus grabaciones de estas obras con Amelita Baltar y Roberto Goyeneche.
En 1973 sufrió un infarto que lo obligó a reducir sus actividades y se radicó en Italia, allí nacieron entre otras “Balada para mi muerte” y “Libertango”. En 1988 fue ope-rado del corazón en un cuádruple bypass y a principios de 1989 formó su último conjunto, el Sexteto Nuevo Tan-go, dos bandoneones, piano, guitarra eléctrica, contraba-jo y violonchelo. El 4 de Agosto de 1990 en París, sufrió una trombosis cerebral, de la que finalmente falleció dos años después en Buenos Aires a los 71 años.
Dejó una extensísima obra pero en 1990 él declaró: “el número uno es Adiós Nonino, (despedida a su padre fa-llecido), me propuse mil veces hacer uno superior y no pude”.
ARTISTAS POPULARES...OSCAR PAGELLA
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...NOTA DE CIERRECRISTIAN MORÁN
¡La puta que lo parió, no lo puedo creer! ¿Cómo me voy a olvidar del cumpleaños de la abuela? Más o menos esa fue la expresión al charlar con Daniel sobre cuestiones de la revista, y que fue motivada por una situación que me relató. Creo que luego, al escuchar mi reacción, se arrepintió de habérmelo recordado, e intentó minimizarlo.
Mi abuela Isabel cumplió años el 5 de Julio, y esta fue la primera vez desde que tengo uso de razón que no lo recordé. Tal vez no hubiese cambiado mucho para ella, por su situación. Pero sí para mí. Me sentí (y debo decirlo, aún me siento muy mal por ello).
En esta edición publicamos una nota con un amigo de la infancia, Jorge Gomila. Cuando la desgrababa, en un momento aparece el tema de la extrema responsabilidad en lo laboral, y de lo urgente y lo importante.
¿Siempre lo urgente es lo importante?No sé si a todos hablar de lo urgente los remite a lo laboral. En general, a mí sí. Son pocas las ocasiones en
que me permito hacer de lo personal algo urgente. Y eso no está bien.Lo urgente el lunes es tener todo en orden para llegar de la escuela, bañarme e ir a dar clases a otra escuela.
Ni un minuto tarde. Los martes, nuevamente lo urgente es la escuela durante 8 horas. E ir a otra escuela sin pausa, hasta las nueve y media de la noche. Ambas jornadas terminan tarde.
El miércoles (y para no ser repetitivo, todos los días hasta el viernes, se repiten las 8 horas de escuela) el lugar de lo urgente pasa a ser ocupado por el programa de tele: invitados, la tensión de pensar temas intere-santes, que no falten, etc.).
Los jueves y viernes la calma parece tomar en parte el espacio que ocupaba la urgencia: más tiempo en casa y con Lucía; mates en el taller los jueves, con mi viejo; viaje a Pellegrini los viernes, a buscar a Clara. Y cocina a la noche, con cerveza de por medio.
¿La calma es la que gana espacio a lo urgente? ¿O será lo verdaderamente importante lo que gana ese espa-cio?
Los sábados, tranquilidad. El placer a la mañana de hacer un programa de radio con amigos; y a la tarde, siesta, tele y algunas cosas más. Domingo con algo de urgencia por la tarde: corregir y planificar clases, si es necesario. Y de nuevo viajar a Pellegrini, a llevar a Clara.
La vida normal, como será la de cada uno de los lectores, pensarán mientras leen.Es posible. Desde lo particular, me encantaría poder mandar a la mierda más seguido a lo urgente (tal como
yo lo concibo) y tener presente lo importante. Disfrutar relajado los momentos cotidianos en casa, olvidando (al menos
en esos ratos) las peleas entre chicos o algunos “malos tragos” con adultos en la escuela. No quedarme sin palabras ante los llamados de la sangre, y acom-pañar esos momentos cuando es necesario (aún si hace falta para ello fallar a lo urgente). Desarticular la sensación de omnipotencia, de poder con todo.
Por suerte (en realidad, por calendario escolar) estamos en vacaciones. Descanso de lo urgente, tiempo para la reflexión, para la familia y los amigos.
¿O buscaré alguna otra cuestión urgente para preocuparme, y dejar nue-vamente de lado lo importante?
Cristian Morán
Lo urgente y lo importante
