erin e. keller - in timore veritas

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dos amigos proximo a enamorarse

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  • IN TIMORE, VERITAS

    Erin E. Keller

  • E r i n E . K e l l e r | 2

    IN TIMORE, VERITAS1

    A la ensima curva tomada a demasiada velocidad y al ensimo rebote sufrido contra la puerta del coche, Brad se volvi para mirar a Scott, quien conduca con la mano derecha sobre el volante, mientras que con la otra se sostena la cabeza.

    Tal vez, si pusieras las dos manos sobre el volante, yo no estara en peligro de sufrir un trauma craneal en cada curva. Y tal vez este coche pudiera tener mayor probabilidad de volver maana al concesionario sin que pareciera haber pasado por un depsito de chatarra para deshacerse del cromado. O bien podras intentar conducir en lugar de tratar de asesinar al asfalto. Qu me dices de eso, hmm?

    Scott, su colega, el otro vendedor de automviles de M&C Cars, lo mir por el rabillo del ojo.

    Brad se haba visto obligado a dejar que lo llevara a casa al final de la jornada, porque estaba incapacitado para conducir, al haberse roto el brazo el da anterior.

    Se conocan desde haca un ao y por lo general se llevaban bien, a pesar de que eran totalmente diferentes: Brad era sosegado y racional aunque extrovertido, mientras que Scott era impulsivo y susceptible, pero siempre cerrado y a la defensiva.

    Y justamente aquel da, en aquel habitculo, sus diferencias eran an ms evidentes y pronunciadas.

    1 Locucin latina. Significa algo as como En el miedo, la verdad. Se refiere a que cuando las personas estn asustadas o reina el miedo, se dice o surge la verdad. Como es una frase hecha, un refrn, decidimos dejarla en su idioma original.

  • 3 | I n t i m o r e , v e r i t a s

    Qu me dices si, por el contrario, te callas y dejas que me concentre en conducir? No quisiera de ningn modo que se te rompiera el otro brazo... respondi Scott con un profundo gruido.

    Soy yo o esa frase tiene el sabor de una velada amenaza?

    Si t puedes or sabores extraos, no es culpa ma. Es probable que la lesin haya sido ms grave de lo que pareca. Te golpeaste la cabeza, recuerdas?

    Recuerdo perfectamente. Vol a una altura nada despreciable y esto

    dijo Brad sealndose el brazo escayolado no es algo que uno se olvide de tener!

    Scott, dirigi una rpida ojeada a su colega y luego volvi a mirar la carretera. Se senta en ebullicin de la punta de los pies a la de los cabellos. Brad, ese ingrato, haba pedido que la enfermera le firmara la escayola. Y a l, no! A l, no! l, que le haba (exagerando la definicin) salvado la vida! l, que lo haba

    llevado entre sus brazos cuando el torpe de su colega, obstinado en probar los patines de ruedas, no haba logrado frenar. Uno, a los treinta aos, no debera

    tratar de probar ciertas cosas si no se est ms que seguro de sobrevivir! No, esta vez no lo dejara pasar como si nada. Ninguna firma de Scott, pero s la firma de Dixie. Inaudito! Dixie. Qu nombre era ese? Qu hace por las noches? Es bailarina de teatro de variedades? Y haba necesidad de poner ojitos de ese modo?

    No es que Scott no fuese consciente del atractivo de Brad, por el contrario, lo era hasta demasiado. Esas pequeas marcas en el rostro y el brazo escayolado, de hecho, no hacan ms que amplificar el efecto. Tal vez estimulaba el espritu

    de enfermera de la Cruz Roja que haba en l. Un momento... No era una enfermera de la Cruz Roja! Era un vendedor de coches. El mejor vendedor de automviles del concesionario, para ser precisos. Y Brad era su colega. Su rival en lo que se refiere a ventas, pero su amigo en lo que respecta a cualquier otra cosa. Y tambin el hombre del cual estaba enamorado, pero eso era un pequesimo detalle.

    Ahora estaba cabreado y tena la intencin de permanecer as.

  • E r i n E . K e l l e r | 4

    Se daba cuenta de que estaba demasiado rabioso por algo tan insignificante como una firma sobre un yeso, pero tena sus razones. Como el hecho de que se le hubiese escapado de los labios esa pequea cosita cuando Brad yaca inconsciente entre sus brazos...

    Y quin se iba a imaginar que ese hombre tuviera el odo de un murcilago, incluso cuando pareca que hubiese pasado a mejor vida?

    Scott se maldijo a s mismo por haberse dejado llevar por la emocin. Qu era lo que le haba pasado por la mente para abrazarlo y decirle: No me dejes! Yo te a...? Brad haba abierto los ojos justo en ese momento, debido a que s, se haba cado y se haba golpeado la cabeza, pero por suerte (o por desgracia)

    perdi la conciencia solo por unos pocos segundos.

    Mierda! Scott haba estado a un paso de decirle te amo. Por primera vez, su corazn haba tomado ventaja sobre la razn y lo haba llevado a hacer una declaracin de amor. A pesar de que fue Brad quien se haba golpeado la cabeza,

    no l!

    Quiz haba sido el miedo. S, haba sido eso. Por otra parte, hay personas que en momentos de miedo extremo pierden el control de su propio cuerpo; l haba perdido el control de sus neuronas. O sea, no es que haya mucha diferencia, verdad?

    Claro, quiz se haba asustado un poco ms de lo aceptable. Apenas un poco ms. Debi haber sido vctima de un descenso del nivel de azcar en sangre que le haba daado una parte del cerebro, porque de otro modo no consegua explicarse a s mismo cmo haba hecho una declaracin de amor vctima del pnico debido a una simple cada. Vamos! Si era como correr a la sala de emergencia por una ua encarnada!. Sin embargo, durante los pocos segundos que Brad haba cerrado los ojos y no responda a sus llamadas... fue ah, en aquellos segundos donde haba tenido demasiado miedo de perderlo. No poda negarlo. Y fue ese miedo profundo lo que lo llev a cometer disparates. S, haba sucedido as. No haba otra explicacin. No debera darle tanta importancia... Pero, cmo podra no hacerlo? Casi haba dicho las tres palabritas mgicas y Brad lo haba sorprendido en el acto. Slo quedaba esperar que, estando an aturdido por el golpe, no se hubiese percatado...

  • 5 | I n t i m o r e , v e r i t a s

    Era verdad que en las ltimas semanas la relacin que tenan se haba vuelto cada vez ms ntima y ambigua, pero ninguno de los dos haba abordado con claridad el tema, y mucho menos lo haba proclamado a los cuatro vientos.

    Qu callado ests... continu el ingrato mirando indiferente hacia el exterior por la ventanilla.

    No tengo mucho que decir murmur Scott, comprobando el trfico en

    el retrovisor. Y ya he dicho decididamente demasiado, pens luego avergonzado hasta la mdula.

    Tienes algn problema conmigo? pregunt finalmente Brad volvindose hacia l.

    Si tengo algn problema contigo? Y por qu debera tener un problema contigo? Te das a ti mismo demasiada importancia, sabes? En definitiva, slo corr en tu rescate y nada ms, verdad? Qu quieres que haga! No veo por qu deberas haberte comportado de un modo diferente de cmo te comportaste. Sobre todo porque es justamente as como siempre te comportas, as que yo dira que has estado perfectamente en lnea con tu actitud de vendedor de coches denodado!

    Brad escuch a su colega, casi trastornado por ese ro de palabras.

    Menos mal que no tenas mucho que decir... Y como siempre, amontonas las palabras de una manera extraa murmur finalmente curvando los labios en una sonrisita irnica.

    Mira, que puedes bajarte del coche y caminar a pie hasta tu casa si te molesta tanto mi compaa!

    Brad alz la palma de la mano libre y gir ligeramente el torso para poder ver mejor a su colega.

    De acuerdo, ahora clmate y hablemos. Por qu debera molestarme

    tu compaa? pregunt genuinamente curioso y tambin un poco...

    complacido?

    Oh, no lo s. Dmelo t!

  • E r i n E . K e l l e r | 6

    Yo no tengo nada que decir. Eres t el que est cabreado como una comadreja.

    Bueno, quisiera verte a ti! Yo... yo te salv, de acuerdo? Sin embargo, t le has restado importancia a todo! De acuerdo, fue una simple cada, pero me asust. Podras haber sufrido un dao permanente! Y no me has pedido que firme la escayola! Sin embargo te lo has hecho firmar por esa Dixie!

    El nombre de la enfermera sali de los labios de Scott, con un tono tan disgustado que Brad no pudo hacer otra cosa ms que sonrer.

    Qu pasa? pregunt inmediatamente Scott.

    Nada... ahora entiendo...

    Ahora entiendes ? Qu es lo que entiendes? No, no, que no has entendido!

    Brad no respondi sin embargo, se limit a asentir con la cabeza y a mirar por la ventanilla.

    Hey! le reclam su colega Qu es lo que entiendes? Estoy seguro de que no entendiste nada!

    Brad estaba a punto de rer, pero no poda hacerlo: hubiera hecho explotar a Scott.

    S, est bien, tienes razn... murmur tratando de contenerse.

    Me das la razn como a los locos!

    Precisamente.

    Scott cerr los labios y gir el volante para estacionar el coche frente a la acera de la fachada de la casa de Brad. Sin apagar el motor, esper a que su colega bajase. Senta las orejas en llamas y se debata entre el deseo de besarlo como un loco o darle una paliza. Claramente esas dos cosas no eran compatibles.

    No te bajas? pregunt Brad abriendo la puerta.

    Y por qu debera bajarme?

  • 7 | I n t i m o r e , v e r i t a s

    Scott... suspir Brad exasperado. Ha sido un largo da... podramos no discutir?

    YO NO ESTOY DISCUTIENDO!

    No, en efecto. Te ests comportando como un chiquillo caprichoso.

    Cmo? Yo no me estoy comportando como un nio caprichoso. Simplemente estoy poniendo en evidencia el hecho de que te comportaste como un idiota!

    Listo, lo haba dicho. Y punto final. Ahora Brad se bajara del coche y lo mandara al diablo. Scott saba que pasara. Estaba preparado.

    Pasaron unos segundos en silencio y luego Brad descendi realmente del coche por lo que Scott tuvo que recurrir a toda sus fuerzas para no detenerlo y pedirle disculpas, adems, no era l quien deba disculparse! Qu demonios!

    Pero cuando vio que Brad no se estaba dirigiendo hacia la puerta de la casa, sino que estaba girando alrededor del coche para acercarse a la puerta del conductor, la boca de Scott se sec repentinamente y su corazn empez a redoblar los latidos.

    La puerta se abri y Brad le hizo una seal con la cabeza.

    Vamos, baja.

    P-por qu tendra que bajar? Me voy a casa Y t vas a quedarte en reposo... no?

    Scott, baja.

    Este tom una honda inspiracin y sali del coche, encontrndose tan cerca de Brad que no le dejaba ningn margen de maniobra.

    Y ahora que ya estoy abajo? Brad, en serio, es de noche, djame ir a casa...

    En serio me amas?

    Oh, mierda.

  • E r i n E . K e l l e r | 8

    Uhm... eh?

    Scott Ford se qued sin palabras. Un acontecimiento para conmemorar en los anales de la historia.

    Brad inclin la cabeza hacia un lado y fij la vista en los ojos de su colega, esperando pacientemente una respuesta. No, l no haba hecho una pregunta retrica. Quera realmente conocer la respuesta y Scott estaba a punto de reventar.

    P-por qu me preguntas eso? Quiero decir... Quin puso esa idea en tu cabeza?

    Quin crees? pregunt Brad sonriendo casi con dulzura.

    Scott se esforz por sonrer y levant una mano, golpendose la frente con ella.

    Oh, por... aquello! Por supuesto! Aquello... quieres decir eso que dije... casi. Carraspe. Oh, pero... no, ha sido un segundo... es que te habas desmayado... me dej llevar... imagnate!

    Oh dijo Brad dando un pequeo paso hacia atrs. As que fue una cosa as sin ningn significado murmur luego asintiendo.

    Exacto! respondi Scott con una sonrisa estpida, dndose cuenta de repente del nivel de idiotez que acababa de alcanzar. Quiero decir, no! S... pero no!

    Brad alz las cejas y luego entrecerr los ojos.

    Me puedes ayudar a entender? Porque se me escapa un poco la cosa

    del s -pero- no ".

    Scott movi los dedos con nerviosismo a lo largo de sus costados y busc con la mirada detrs de Brad, en la oscuridad, una respuesta que le dejase algo de dignidad.

    Ha sido algo as... respondi con un hilo de voz. En el sentido de

    que me vino as, espontneamente... pero no fue sin significado... admiti

    finalmente, derrotado y violceo.

  • 9 | I n t i m o r e , v e r i t a s

    Brad sonri de nuevo antes de hablar imitando el balbuceo de Scott de ese da, detenindose despus de la 'a' como l lo haba hecho.

    Brad, por favor no bromees! se lament Scott antes de callarse de

    golpe.

    No, Brad no se estaba burlando de l. Brad se estaba declarando.

    Siempre te tienes que quejar de todo? murmur este, sacudiendo la

    cabeza.

    Acta como si no hubisemos dicho nada, de acuerdo?

    Cundo? Ahora o durante toda la noche? Scott estaba a punto de

    responder, pero la expresin de Brad era divertida y en sus ojos haba una chispa de deseo que no poda ser ignorada, por lo que Scott comprendi que era hora de dejar de esconderse. Alz la cabeza y se aferr a la camiseta de su amigo.

    T qu dices? susurr fijando la vista en sus labios.

    Digo que es posible que te ganes una firma sobre el yeso... murmur Brad inclinndose hacia l.

    Pero yo no soy Dixie...

    Gracias a Dios, dira yo...

    Las ltimas palabras fueron pronunciadas en un susurro casi inaudible, soplado sobre los labios de uno al otro.

    Fin

  • E r i n E . K e l l e r | 10

    Sobre la autora Erin E. Keller vive con su esposo y varios gatos en una casa al lado de un

    campo de trigo. Escribe desde hace cinco aos, a veces con su nombre real, otras bajo un seudnimo. Le gusta dejar vagar la mente en el mundo real ms que en el fantstico, por lo que sus historias van desde lo contemporneo a lo histrico, las novelas negras o el suspenso, en lugar de contar historias de hadas del bosque o criaturas morfolgicamente inhumanas. Le encanta escribir sobre el amor.

    http://erinekeller.wordpress.com/