eres lo que comes
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El secreto de una buena alimentación está en
variar nuestros alimentos cada día… probar
nuevos alimentos y preparaciones, es una
forma de descubrir el mundo.
Actualmente existen muchos problemas de salud que afectan a
toda la sociedad en general pero en los últimos años se ha visto
un incrementado desde las primeras etapas de la vida como la
niñez y la adolescencia. Los especialistas afirman que esto se
debe principalmente al consumo de alimentos y bebidas con un
alto contenido de grasa, azúcares y sal, y a los diferentes hábitos
que dentro de la sociedad ha adoptado complementado con un
estilo de vida sedentario.
Entonces si somos lo que comemos ¿TU QUE ERES?
Antes que nada es importante que sepas que nuestra forma de comer viene de las
costumbres que se nos han inculcado desde niños, nuestros hábitos alimenticios,
pero para saber qué son los hábitos alimenticios , hay que saber que es un hábito.
Se denomina hábito a toda conducta que se repite en el tiempo de modo
sistemático. Debe quedar claro que un hábito no es una mera conducta asidua, sino
que debe ser de un grado de regularidad que se confunda con la vida del individuo
que lo ostenta. Por extensión, suele denominarse hábito al modo de vida de las
personas.
A la hora de describir el concepto de
alimentación, se puede decir que este
es el proceso mediante el cual los
seres vivos consumen diferentes tipos
de alimentos con el objetivo de recibir
los nutrientes necesarios para
sobrevivir. Estos nutrientes son los
que luego se transforman en energía
y proveen al organismo vivo que sea
con los elementos que requiere para
vivir. La alimentación es, por tanto,
una de las actividades y procesos
más esenciales del mundo de los
seres vivos ya que está directamente
relacionada con su supervivencia
diaria.
Entonces que es pues un habito alimenticio
Un habito alimenticio es el patrón de alimentación que, diariamente las
personas siguen, esto incluye sus preferencias alimentarias y las influencias
tanto de su familia como de su cultura, país o comunidad. Estas varían no
solo en los alimentos que consumen sino también en cuanto a la frecuencia
con la que se consumen y la importancia que cada sociedad le da a las
mismas.
Un buen hábito alimenticio es
aquel que incluye alimentos de
todos los grupos y en las
cantidades suficientes para
cubrir nuestras necesidades:
obtener la energía y los
nutrientes necesarios para vivir
sanamente
Nuestra alimentación debe ser:
Completa, incluyendo en los tres
alimentos principales del día: desayuno,
comida y cena, alimentos de todos los
grupos de la pirámide alimenticia.
Equilibrada, es decir cada comida debe
contener la cantidad adecuada de
alimentos de dichos grupos. En nuestra
cultura, se exagera el consumo de carne y
se dejan a un lado los cereales, verduras
y frutas, favoreciendo así la obesidad y
muchos problemas por la falta de
vitaminas y minerales.
Higiénica, para prevenir enfermedades infecciosas se debe
cuidar mucho la calidad, frescura y forma de preparación de
los alimentos. El lavado de manos antes de prepararlos y
comerlos es un hábito que debe fomentarse.
Suficiente, esto con relación a cubrir las necesidades de
nutrimentos, más que a comer mucho. Cada persona tiene
capacidad diferente para comer y no se debe imponer la
misma cantidad a todos, esto en lugar de beneficiar, ocasiona
muchos problemas en las comidas familiares.
Variada. Es importante que aprendamos a comer de todo y si
hay algo que no nos gusta (lo cual nos sucede a todos)
simplemente no lo comemos pero si buscamos un alimento
sustituto de los nutrimentos que contiene. Lo importante son
los nutrimentos, no el tipo de alimento específicamente.
La comida que ingerimos a diario debe
estar distribuida en cinco periodos:
Desayuno: nos proporciona la energía que
necesitamos para realizar nuestras
actividades a lo largo de la mañana y el
resto del día. El mismo asegura la ingesta
adecuada de nutrientes, ayuda a regular
nuestro peso y mejora el rendimiento tanto
físico como mental. Un buen desayuno
debería incluir: leche o yogur, cereales,
tostadas o galletas y fruta.
Media mañana: se recomienda una
merienda, para coger fuerzas hasta el
almuerzo. Se sugiere un bocadillo, una
fruta o un yogur.
Almuerzo: es la segunda comida másimportante, generalmente consta de un primerplato de pasta, arroz o verduras; un segundoque puede ser carne, pescado o pollo y elpostre a elegir entre fruta o yogur. La comidasiempre la podemos acompañar con pan.Merienda: Por la tarde, no te olvides de lamerienda: batido, galletas o fruta.Cena: es parecida al almuerzo, pero debe serun poco más ligera. Se recomienda pescado opollo. Si tienes hambre antes de dormir,tómate un vaso de leche.
Los malos hábitos alimenticios no so más que una mala rutina a la hora de
comer, existen muchas formas de tener malos hábitos alimenticios y por lo
regular nuestros malos hábitos vienen desde que somos niños
No tener un horario
El no tener un horario establecido para las comidas es uno de los malos
hábitos alimenticios más frecuentes.
Comer más de la cuenta
A veces no sabemos hasta dónde llegar con la comida y comemos más de
la cuenta.
Para cambiar este mal hábito, come y mastica despacio para darle tiempo a
tu cerebro de mandar la señal de "parar". Equilibra tus porciones.
Olvidar la nutrición
No hay que olvidar la nutrición al comer. Éste es uno de los malos hábitos
alimenticios que más nos conviene modificar.
Procura comer de todos los grupos alimenticios en las cantidades
adecuadas. Raciona las grasas y carbohidratos para que luego no te
jueguen sucio.
Comer mucha chatarra
El comer chatarra es algo que no podemos evitar, pero sí podemos impedir que se
vuelva una rutina o un mal hábito alimenticio.
Comer realizando otra actividad
El comer realizando otra actividad como escuchar música o ver televisión sí afecta
nuestra alimentación porque nos hace comer más y comer más rápido.
Si realmente te importa tu salud, bienestar y apariencia, sacrifica cualquier otra
actividad y siéntate a la mesa para comer. Cambiar este mal hábito alimenticio es
simple y te traerá grandes beneficios.
Recuerda que los malos hábitos alimenticios tienen mucho que ver en cómo nos
vemos y en cómo nos sentimos. Nuestra buena o mala salud se debe en gran parte
a los malos hábitos alimenticios.
DIABETES
Es una de las enfermedades que todos tememos y que sin embargo se puede
prevenir de una manera muy simple. La diabetes tipo 2 está estrechamente
vinculada a la obesidad y el elevado consumo de azúcar, con daños que pueden
ser hasta irreversibles. Para empezar, deberíamos luchar contra la dependencia al
azúcar siguiendo una dieta sin azúcar, rica en vegetales, frutas y carnes magras.
CÁNCER
Si bien es algo que tiene ciertas implicancias de índole genética, lo cierto es que
hay un vínculo estrecho entre el cáncer de colon y la mala alimentación. Todo indica
que si llevas una dieta rica en fibras naturales, esto te ayudará a evitar esta
enfermedad. Por ello no debes dejar de comer frutas y verduras, dos alimentos
ricos en fibras y otros nutrientes.
ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES
La mala alimentación siempre trae consecuencias a nivel cardiovascular. El exceso
de grasas provoca un aumento del colesterol malo, además de una mayor presión
arterial. Junto a la obesidad, conforman un grupo de factores de riesgo importantes
y casi determinantes para que se produzca una enfermedad cardíaca o accidentes
cerebrovasculares (ACV) con lamentables consecuencias.
GOTA
La gota provoca ese interminable dolor en el pie, en la rodilla u otras
articulaciones y se debe al exceso de ácido úrico. ¿A qué se debe este
exceso? Principalmente al elevado consumo de carnes rojas, bebidas con
azúcar y alcohol. Debes llevar una vida sana, con una dieta para bajar el ácido
úrico con legumbres y hortalizas.
OSTEOPOROSIS
Esta enfermedad suele relacionarse a una mala alimentación, rica en carnes,
grasas y azúcares refinados. Debes evitar el consumo excesivo de estos
alimentos con una dieta adecuada y consumir alimentos ricos en calcio para
mejorar la absorción de este mineral y evitar la osteoporosis.
BULIMIA~> La persona sufre episodios de atracones
compulsivos, seguidos de un gran sentimiento de
culpabilidad y sensación de pérdida de control.
ANOREXIA~> Trastorno de la conducta alimentaria que
supone una pérdida de peso que lleva a un estado de
inanición. Se recurre al vómito o al uso de laxantes.
OBESIDAD~> Acumulación excesiva de grasa en el
cuerpo, hipertrofia general del tejido adiposo.
VIGOREXIA~> Trastorno caracterizado por la presencia
de una preocupación obsesiva por el físico y una
distorsión del esquema corporal. Adicción a la actividad
física.
Mantener una alimentación saludable durante la infancia
es uno de los factores más importantes para contribuir a
un adecuado crecimiento y desarrollo de los niños. La
adopción de hábitos alimenticios saludables en los niños
ayuda a prevenir el sobrepeso y la obesidad; la
desnutrición crónica, el retardo del crecimiento, la anemia,
entre otros.
Es en esta etapa de la vida de los niños cuando
aprenderán los hábitos y las costumbres que
predominarán a lo largo de su vida, de ahí la importancia
de que adquieran hábitos de alimentación saludables.
Un niño bien alimentado tiene más energía para un mejor
desempeño escolar y en la actividad física.
Para facilitar la adopción de buenos hábitos de alimentación, es
importante que consideres como tus responsabilidades:
- Seleccionar y comprar los alimentos
- Regular el horario de las comidas
- Ofrecer los alimentos de manera que el niño pueda manejarlo
- Hacer agradable el tiempo de la comida
- Apoyar al niño para que participe en las comidas familiares
- Establecer reglas de comportamiento en la mesa
- Determinar el horario y lugares donde se come
Algunos consejos importantes que debes tomar en cuenta son:
- Considera la variedad en sabores, olores, formas y consistencias, ya que un
plato bien preparado siempre despierta el interés de los niños y estimula las ganas
de comer.
- Incluye en su dieta verduras y frutas (5 porciones al día).
- Ayúdalos a que consuman suficientes cereales, ofréceles de preferencia los que
sean integrales para cubrir sus necesidades de fibra. Recuerda que los cereales
les proporcionan la energía que necesitan para realizar las actividades diarias.
Ejemplos de cereales son: tortilla, pan, cereales para el desayuno, pastas para
sopa, papas, galletas, entre otros.
- Asegúrate de que consuman leche todos los días y sus derivados como queso,
yogurt, etc., de preferencia productos bajos en grasa.
- Acostúmbralos a que conozcan y consuman alimentos tradicionales de nuestro
país como frijoles, tortillas, nopales, jitomate, maíz, etc.
- Los niños aprenden por imitación, si los padres no acostumbran consumir
verduras, seguramente sus hijos tampoco lo harán.
- Sirve raciones pequeñas que se puedan terminar, recuerda que un niño no debe
consumir las mismas cantidades que los adultos. Si quiere más, permite pedir más.
- Ofrécele alimentos sin forzarlo o condicionarlo a que los consuma, al hacerlo crearás
una actitud negativa hacia los alimentos. Dales la libertad de decir que no, pero
motívalos a comer de todo.
- Ejemplos de lo que no es recomendable decir: si te lo comes puedes comer postre,
salir a jugar, ver televisión, etc.
- Cree en ellos cuando te dicen que ya están satisfechos.
- Es importante que mientras comen exista un ambiente agradable y de convivencia
familiar, no permitas que el niño juegue en la mesa o que vea la televisión mientras
come.
La mejor manera de que un niño obtenga los nutrimentos que necesita para alcanzar
su potencial de crecimiento y desarrollo es, ofreciéndole una amplia variedad de
alimentos que le resulten agradables basándonos en el consumo de una dieta variada
que incluya alimentos de todos los grupos (cereales, frutas y verduras; alimentos de
origen animal y leguminosas).