EL RESPETO DE LA DIGNIDAD DEL HOMBRE, DE LA PERSONA Y DEL

PACIENTE

En la actualidad no se puede negar el reconocimiento de que todo hombre es por

esencia “persona”, a pesar de que en la historia de la humanidad han ocurrido

acontecimientos que han puesto en tela de juicio la categoría de persona en los esclavos,

negros, judíos e incluso en la misma mujer. Más aún si se piensa, que la dignidad

humana es un tema central en todos los debates que corresponden a la ética social

contemporánea.

Los términos “dignidad humana”, “derechos humanos” se explotan, pero en

muchas ocasiones sin una debida e intensa valoración de lo que es verdaderamente el

ser humano. La palabra dignidad posee muchos significados, según la Real Academia

hacer referencia “a la excelencia y realce de la persona y también a la gravedad y decoro

de las personas en la manera de comportarse”, así también en las Declaraciones y Pactos

Internacionales de Derecho la dignidad “es el principio informador y la raíz de los

derechos básicos del hombre”.

Si hacemos referencia al concepto de salud en su paradigma bio-psico-social, la

práctica clínica ha de ser deferente y sensible en respeto y dignidad al hombre como ser

vulnerable. Pues bien, la dignidad es algo inherente a la persona independiente del

estado en que se encuentre, si se trata de un enfermo, se habla de un ser débil moral,

carente de firmeza por lo que sugiere una distinta consideración de su dignidad. Sentido

tiene, entonces, el imperativo kantiano del “deber ser”, y que para los profesionales de la

salud será el “deber-hacer”, lo imposible para que el paciente o la persona que acuda

atenderse se le respete y dignifique, puesto que la salud es un componente esencial entre

el bien-ser y el bien-estar.

De ahí surge una tarea pendiente, para el Estado, en materia de dignidad humana,

que la salud pública alcance los más altos estándares para que la brecha de la

desigualdad no afecte a las personas en su dignidad al momento de ser atendidos

garantizando el acceso, la eficacia, la eficiencia y la calidad en pos del paciente que

también es persona.