7/23/2019 Encender Un Fuego (Por Julio R. Estefan)

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Encender un fuego

Un minuto ms y podra arrojar a l troncos del

grosor de su mueca. Entonces se quitara los

mocasines y los calcetines y mientras se

secaban acercara a las llamas los pies

desnudos, no sin antes frotarlos, naturalmente,

con un puado de nieve. a !oguera era un

completo "ito. Estaba salvado.#

$ac% ondon

El primer f&sforo que rasp& se apag& inmediatamente. Una brisa

persistente le daba en la espalda y arremolinaba los papeles de

diario que !aba arrugado para iniciar el fuego. 'us torpes dedos

abrieron nuevamente la caja grande de Fragata. (somando por los

agujeros de sus rados guantes de lana trataron de asir un nuevo

f&sforo que cay& al suelo varias veces. os que pasaban cerca

apenas lo miraban. )adie conoca su verdadero nombre, pero

coincidan en llamarlo Digenes, por la tira que dibujaba *abar,

aunque todos saban que se era el nombre del perro, no del

linyera.

+olvi& a ponerse en cuclillas y a acercar los papeles de diario. *rat&

de proteger el f&sforo encendido !acindole casita# con las

manos, pero temblaban tanto que lo dej& escapar y volvi& a

apagarse. 'e incorpor& furioso, arroj& la caja de f&sforos contra el

suelo, pate& los papeles y, tambalendose, fue !asta la base de la

columna de cemento. Entre sta y la pared de la prefabricada

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estaba escondida una caja de tinto que a/n conservaba un trago o

dos. a peg& a los labios y sabore& el lquido con avide0. 1as& la

lengua por sus encas desnudas. 'in darle mayor importancia vio

que a!ora tena otro combustible para el fuego.

$unt& nuevamente los papeles, agreg& unas ramas secas y form&

una pequea pila que servira de yesca. (rriba coloc& la caja de

vino vaca. )uevamente aga0apado mir& dentro de la caja de

f&sforos2 s&lo quedaban dos. 3efunfuando tom& uno de ellos,

acerc& las manos cuanto pudo a los papeles y rasp& nuevamente.

4ui0s esta ve0 la suerte estuviera de su lado. Uno de los papeles

de diario comen0& a encenderse lentamente. 'igui& protegindolo

con las manos sin atreverse a respirar. 5a vislumbraba la llama

apoderndose de la materia y entonces sucedi&2 desde la caja de

vino que !aba incorporado, cay& una gota espesa que moj& el

papel, con precisi&n matemtica, all donde comen0aba a surgir la

6ama. 'iguieron dos gotas ms y fue su7ciente. Digenesmiraba

incrdulo su desgracia. Esta ve0 no !i0o ninguna rabieta. (quellacoincidencia lo superaba.

8on resignaci&n volvi& a abrir la caja para e"traer el /ltimo f&sforo.

3asparlo en el oscuro lateral era cada ve0 ms difcil. o intent&

varias veces !asta que sinti& el c!isporroteo de la ignici&n. Una

tmida llamita roji0a surgi& en la punta del palito grasiento. El roco

acentuaba la fra noc!e. En el cielo brillaban, imperturbables, las

estrellas y el espacio in7nito pareca abra0ar a Digenes con su

aliento de muerte. El papel volvi& a encenderse, la brisa se !i0o

a/n ms tena0 ayudando a e"tender el fuego que comen0& a

e"pandirse lentamente !asta consumir la primera !oja de diario.

9tra pgina ardi& y el fuego comen0& a abra0arlo tmidamente.

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+olutas de !umo gris suban a medida que iban encendindose las

ramas y baaban como un sa!umerio la cara de Digenes que

empe0aba a mostrar su sonrisa desdentada.

El fuego creci& a/n ms y ardi& en l la caja de vino vaca y las

ramas ms gruesas. a felicidad desbordaba todo el cuerpo del

linyera, que bailaba, alrededor del fuego, un ritual primitivo,

ancestral, plagado de gritos y de muecas. Digenes se iba

transformando a medida que el fuego cobraba dimensiones cada

ve0 mayores. as llamas treparon por la pared de la casa de

madera. 3pidamente el fuego se e"tendi& por toda la precaria

vivienda. lamaradas enormes, de dos metros o ms, salan por las

ventanas que daban a la calle. En el interior, todo era pasto del

fuego.

(fueraDigenescontinuaba con su dan0a macabra, en un "tasis

frenes. ;ritaba que l !aba encendido el fuego. ;ritaba y

brincaba como un simio. 3odaba por la calle de tierra y volva a

incorporarse para seguir gritando.

(s continu& !asta que llegaron los bomberos y la polica. a

escena era increble2 los bomberos desplegando las enormes

mangueras y Digenes tratando de arrebatrselas de las manos

para que no apagaran el fuego.

anuel 9barrio, de esta ciudad?#

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