universidad: universidad de sevilla resumen: (máximo 300 ... · cuando el ser humano prehistórico...
TRANSCRIPT
TÍTULO DE LA COMUNICACIÓN: Aplicação dos Sistemas de Informação
Geográfica para a prevenção de incêndios a escala territorial.
AUTOR 1: Figueroa Luque, Enrique Email: [email protected] AUTOR 2: Luque Palomo, Carlos Email: [email protected]
AUTOR 3: Figueroa Clemente, Manuel Enrique Email: [email protected]
AUTOR 4: Díaz-Barradas, Mari Cruz Email: [email protected]
DEPARTAMENTO: Biología Vegetal y Ecología.
UNIVERSIDAD: Universidad de Sevilla
ÁREA TEMÁTICA: (indicar el área temática en la que se inscribe el contenido de la comunicación)
5. Energia, sustentabilidade, recursos naturais e meio ambiente.
RESUMEN: (máximo 300 palabras)
A prevenção de incêndios a escala territorial representa um desafio
importante, especialmente en ecosistema mediteránicos onde o periodo
estival pode ser muito prolongado. Esta situação agrava-se no cenário
previsto de mudanças climáticas globais. Os incêndios florestais
representam um risco continuo para as pessoas e o património natural.
Países vizinhos com ecossistemas similares estão sometidos ao risco de
fogos sem contemplar as fronteiras. Por esse motivo resulta fundamental
construir uma cartografia basada em critérios comuns que possa abranger
grandes espaços territoriais. Os Sistemas de Informação Geográfica
possibilitam a criação de cartografias ecológicas multicapas que incluem
critérios diferentes. A partir duma cartografia destas características
podemos construir um mapa de combustibilidade ou susteptiblidade ao
fogo, o que resulta muito importante para a prevenção de incêndios.
Dentro do território aparecem espaços naturais onde podemos encontrar
espécies vulneráveis ou em perigo de extinção. A evaluação do risco de
incêndios nos seus hábitats naturais constitui uma ferramenta
fundamental na gestão e conservação destas espécies.
Nesta comunicação vamos apresentar um exemplo de uma cartografia de
combustibilidade em duas zonas de dunas e sapais em Huelva, próximas
do estuário do Guadiana. Esta metodología é aplicável não só aos espaços
naturais costeiros peninsulares, mas também a formações florestais e de
matos mediterránicos.
PALABRAS CLAVE: (máximo 6 palabras)
Sapais, Espaços Naturais, Território, Fogo, Sistemas de Informação
Geográfica, Combustibilidade
Marisma, Espacios Naturales, Territorio, Fuego, Sistemas de Información
Geográfica, Combustibilidad
1. Introducción
El fuego es una de las fuentes de energía más antigua el mundo antiguo. Se
supone que el ser humano prehistórico, hace más de un millón de años, conoció el fuego
por la erupción de un volcán, un incendio de pastizales secos o la caída accidental de un
rayo. El fuego fue conocido por el ser humano, como factor ecológico que incidía en su
vida, casi 500.000 años antes de Cristo. En sus comienzos, el mayor problema era
cuidar ese fuego que llevaban a las aldeas y mantenerlo encendido. Todavía no sabían
encenderlo ni alimentarlo con combustibles.
Cuando el ser humano prehistórico logró encender el fuego, dominó uno de los
elementos que más iba a servir en el avance de la civilización, y también causa de
percances graves y daños personales y sociales.
El fuego es un factor ecológico muy activo, de difícil control cuando alcaza un
determinad umbral crítico y bajo una matriz ambiental que lo favorezca (Pausas 2010).
Se llama fuego a la reacción química de oxidación violenta de una materia
combustible, con desprendimiento de llamas, calor, vapor de agua y dióxido de carbono.
Es un proceso exotérmico. Desde este punto de vista, el fuego es la manifestación visual
de la combustión. Se señala también como una reacción química de oxidación rápida
que es producida por la evolución de la energía en forma de luz y calor.
Los tipos más frecuentes de combustible son los materiales orgánicos que
contienen carbono e hidrógeno. En una reacción completa todos los elementos tiene el
mayor estado de oxidación. Los productos que se forman son el dióxido de carbono
(CO2) y el agua, el dióxido de azufre (SO2) (si el combustible contiene azufre) y puede
aparecer óxidos de nitrógeno (NOx), dependiendo de la temperatura de reacción. En la
combustión incompleta los productos que se queman pueden no reaccionar con el
mayor estado de oxidación, debido a que el comburente y el combustible no están en la
proporción adecuada, dando como resultado compuestos como el monóxido de carbono
(CO). Además, pueden generarse cenizas, como subproducto o residuo. El proceso de
destruir materiales por combustión se conoce como incineración.
Para iniciar la combustión de cualquier combustible, es necesario alcanzar una
temperatura mínima, una temperatura crítica, llamada temperatura de ignición, que se
define como, en º C y a 1 atmósfera de presión, la temperatura a la que los vapores de
un combustible arden espontáneamente. La temperatura de inflamación, en º C y a 1
atmósfera de presión, es aquella que, una vez encendidos los vapores del combustible,
éstos continúan por si mismos el proceso de combustión.
Un incendio es una ocurrencia de fuego no controlada que puede abrasar algo
que no está destinado a quemarse. Puede afectar a estructuras, ecosistemas y a seres
vivos. La exposición a un incendio puede producir la muerte, generalmente por
inhalación de humo o por desvanecimiento producido por la intoxicación y
posteriormente quemaduras graves. Para que se inicie un fuego es necesario que se den
conjuntamente estos tres factores: combustible, oxigeno y calor o energía de activación.
Un incendio forestal es el fuego que se extiende sin control sobre combustibles
forestales situados en el monte, o con mayor extensión del concepto en el medio natural
(Bond y Keeley 2005). Los incendios en los Espacios Naturales se acogen al concepto
de incendio forestal, desde el punto de vista que una gran parte de los mismos son
formaciones forestales. Los incendios en el medio natural, por exclusión del medio
antrópico urbano, se dan en espacios naturales no forestales, en espacios naturales
forestales y en repoblaciones forestales. También hay que considerar los incendios
producidos en el medio agrícola. Sin embargo, en muchas ocasiones todo este abanico
se ampara en el concepto de incendio forestal. La razón es de carácter histórico, así se
han llamado siempre los incendios en el territorio fuera de la zona de influencia urbana,
pero también hay que considerar un componente causal, ya que la mayor parte de las
veces se inician los incendios en formaciones forestales y desde ellas se extienden hacia
otras formaciones del territorio, matorrales o cultivos, pudiendo alcanzar, incluso, a
enclaves urbanos.
Por ello, también puede definirse el incendio forestal, con un punto de vista más
amplio, como “el fuego que se expande sin control sobre especies arbóreas, arbustivas,
de matorral o herbáceas, siempre que no sean características del cultivo agrícola o
fueren objeto del mismo y que no tengan calificación de terrenos urbanos, afectando
esta vegetación que no estaba destinada para la quema”. Vemos que en esta
aproximación, aunque más amplia, y que permite incluir zonas naturales no forestales,
por ejemplo, Espacios Protegidos, no especialmente forestales, excluye de forma
explícita a las formaciones agrícolas y, evidentemente, a estructuras urbanas. Con lo
cual, el punto de vista más extendido hoy es considerar los incendios forestales desde el
prisma indicado más arriba, más inclusivo hacia formaciones vegetales no arbóreas
además, y excluir los incendios de zonas agrícolas, denominados incendios agrícolas, y
los incendios urbanos, circunscritos a zonas urbanizadas.
Causas de los incendios forestales
Consideramos el concepto de incendio forestal desde el punto de vista extendido
expuesto más arriba, incluyendo cualquier formación natural a nivel territorial. Si bien
las causas inmediatas que dan lugar a los incendios forestales pueden ser muy variadas,
en todos ellos se dan los mismos presupuestos, esto es: la existencia de grandes masas
de vegetación en concurrencia con periodos más o menos prolongados de sequía.
El calor solar provoca deshidratación en las plantas, que recuperan el agua
perdida del sustrato. No obstante, cuando la humedad del terreno desciende a un nivel
inferior al 30% las plantas son incapaces de obtener agua del suelo, el agua del suelo
desciende desde el nivel de capacidad de campo a las cercanías del punto de marchitez
permanente, como extremo, con lo que se van secando poco a poco. Este proceso
provoca la emisión a la atmósfera de etileno, un compuesto químico presente en la
vegetación y altamente combustible. Tiene lugar entonces un doble fenómeno: tanto las
plantas como el aire que las rodea se vuelven fácilmente inflamables, con lo que el
riesgo de incendio se multiplica. Y si a estas condiciones se suma la existencia de
períodos de altas temperaturas y vientos fuertes o moderados, la posibilidad de que una
simple chispa provoque un incendio se vuelven significativa.
Fases de un incendio forestal
Un incendio forestal, un incendio en el medio natural, posee tres fases
distintivas: iniciación, propagación y extinción.
• Iniciación: es el comienzo del incendio producido por causas naturales o
desgraciadamente en forma mayoritaria por la acción del ser humano.
• Propagación: es la extensión del incendio por la vegetación cercana.
• Extinción: es la finalización del incendio por causas naturales (lluvia o falta de
vegetación) o por acción humana (labores de extinción)
Si bien existen incendios forestales producidos por causas naturales, como la
caída de rayos o por la fuerza de rozamiento o frotación de dos piedras impulsadas por
el viento, el origen de la gran mayoría de ellos se debe a la acción humana, debido a
basura acumulada o a acciones criminales intencionales de inicio de un incendio, o,
frecuentemente, a descuidos debido a fuegos ocasionales no apagados o descontrolados
o la cerilla o colillas no apagadas. La mayoría de veces son difíciles de apagar y pueden
durar muchos días con graves daños territoriales, naturales y humanos. Sea por
imprudencias, sea de forma intencionada, el ser humano es causa directa o indirecta del
99.99% de los incendios que se producen en el mundo. Aunque normalmente se
ocasionan, en épocas estivales, y en climas secos o subsecos, como el mediterráneo,
donde la vegetación es predominantemente leñosa y seca, con acumulación de broza en
el suelo. Además, algunos árboles como los pinos, altamente frecuentes en los
ecosistemas naturales y seminaturales mediterráneos, sueltan sus hojas secas en grandes
cantidades, con aceites, que se acumulan en la superficie del suelo, y se descomponen
muy lentamente, su tasa de mineralización es baja, con lo que ayudan a que el incendio
se propague mejor. Por ello, la propagación del fuego dependerá de las condiciones
atmosféricas, de la topografía del lugar en el que se produzca y de la vegetación
presente en el mismo.
Tipos de incendios.
Existen varias aproximaciones, siendo la más usual la que considera como factor
discriminante por donde se propaga el fuego.
Por ello, teniendo en cuenta por donde se propaga, el fuego será:
• Fuego de suelo o subsuelo: El fuego se propaga por la materia orgánica en
descomposición, humus, y las raíces o rizomas. Casi siempre se queman
despacio y en combustión incandescente (poca o ausencia de llama) al no
disponer de suficiente oxígeno.
• Fuego de superficie: El incendio se propaga por el combustible que
encontramos sobre el suelo, incluye la hojarasca, hierbas, arbustos y madera
caída pero no inmersa en la hojarasca en descomposición.
• Fuego de copas:
o Antorcheo: Paso de fuego de superficie a fuego de copas, pero solo de
forma puntual en algunos pies.
o Copas pasivo: Es el fuego que avanza por las copas de los árboles
acoplado y dependiente de un fuego de superficie, si se extingue este se
detiene el de copas.
o Copas activo: Es el fuego que avanza por las coronas de los árboles
independientemente de la superficie. Solo se puede atacar de forma
indirecta y necesita viento mayor de 30 km/h y proximidad de copas.
Prevención de los incendios en el medio natural.
La prevención del incendio se basa, por una parte, en intentar evitar que se
provoquen incendios forestales, y por otra parte en minimizar sus consecuencias una
vez declarados (Gimeno et al. 2009). En tal sentido, podemos hablar de los siguientes
tipos de medidas: La concienciación social, con la finalidad de educar a la población en
un uso racional del fuego, evitando situaciones de riesgo. Puede realizarse mediante
campañas informativas y multas coercitivas. El cuidado de las masas forestales,
mediante la realización de cortafuegos, la limpieza periódica de bosques, o la
realización de quemas preventivas durante períodos de bajo riesgo de incendio. Todas
estas medidas ayudan a reducir la velocidad de propagación y virulencia de un potencial
incendio. Los cortafuegos dispuestos en el territorio, en las formaciones forestales o
bien en los Espacios Naturales Protegidos constituyen una excelente herramienta de
prevención de incendios. Un cortafuegos es un espacio de terreno que no posee ningún
tipo de combustible, de esta forma los incendios forestales no se pueden esparcir.
Existen cortafuegos naturales, artificiales o creados. Los naturales son simplemente un
terreno con escaso o ningún tipo de vegetación, como los ríos; los artificiales pueden ser
carreteras; y los creados son hechos por los bomberos durante el incendio, deforestando
el área seleccionada. Actualmente hay una política preactiva de generación ce
cortafuegos de carácter ecológico, con valor ecológico pero que signifiquen un freno a
un fuego en avance. En el Espacio Natural de la Sierra de las Nieves (Cádiz y Málaga,
España) se desarrolla un proyecto en este sentido.
El establecimiento de adecuadas políticas de detección precoz, mediante guardas
forestales, vigilantes ambientales y vigilancia de los bosques mediante torres de
vigilancia, de tal modo que se pueda sofocar el mayor número posible de conatos de
incendio antes de que crezcan hasta cubrir extensiones considerables.
Utilización de nuevas tecnologías, como los Sistemas de Información Geográfica.
Actualmente, los Sistemas de Información Geográfica (SIG) han significado
aumentar de manera sustancial la capacidad de prevención de incendios, permitiendo
realizar modelos predictivos de expansión del incendio a través de la superposición de
capas de información, elemento característico de los Sistemas de Información
Geográfica, tanto raster como vectorial. Las cartografías de las formaciones vegetales
generadas por un Sistema de Información Geográfica sobre un territorio o sobre un
Espacio Natural determinado permiten tener un conocimiento muy detallado, tanto
estructural como funcional, de los mismos. La superposición de capas de información,
como ríos o carreteras, sobre una cartografía SIG de polígonos, o de pixeles, permite
alcanzar un alto nivel de conocimiento de la posibilidad de incendio y de su eventual
expansión, así como prever los daños y las zonas críticas.
2. Aplicación de los Sistemas de Información Geográfica y la prevención y
extinción de incendios.
Los Sistemas de Información Geográfica nos permiten, no solo realizar
cartografías, sino almacenar grandes cantidades de datos que luego pueden ser utilizadas
de forma conjunta sobre bases espaciales en el sistema. De esta forma, podemos tener
datos de estructuras cartográficas de vegetación, que son unidades cartográficas,
denominadas “polígonos” en los SIG, y dentro de cada polígono ponemos volcar toda la
información que deseemos, incluidas características que tengan que ver con los
incendios, como, por ejemplo, la combustibilidad del material. Sobre esta cartografía
podemos volcar datos de hidrología, meteorología o vías de comunicación, enclaves
urbanísticos aislados o cualquier otro rasgo del territorio.
Una buena base cartográfica de la vegetación resulta esencial de forma que
tengamos el territorio recogidos espacialmente en polígonos, realizados en base a
fotografías georreferenciadas, y en cada polígono volcada una base de datos relacional.
Los Sistemas de Información Geográfica permiten:
• Integrar información de muy diversa índole.
• Analizar información espacial (información ambiental).
• Homogeneizar la información para distintos gestores.
• Son una herramienta de inventario y análisis.
• Obtienen información extrapolable entre territorios.
• Permiten agregar y actualizar información fácilmente.
• Capaces de generar nueva información a partir de la introducida.
• Permiten realizar modelos, simular procesos y hacer predicciones
territoriales.
• Es una información que puede ser presentada a diversas escalas según el
propósito.
Un Sistema de Información Geográfica es un potente conjunto de herramientas
que permiten recolectar, almacenar, recuperar a voluntad, transformar y presentar datos
espaciales procedentes del mundo real. La gran ventaja de los S.I.G. es que descompone
la realidad en distintos temas, capas o estratos de información espacial lo cual facilita la
gestión, análisis y visualización de la realidad por separado y en conjunto. En el caso
que nos ocupa, la prevención y extinción de incendios en un determinado territorio,
podremos cartografiar tipos de vegetación, especies, tipos funcionales, combustibilidad
del material, broza, y otras variables del territorio necesarias para evaluar la
potencialidad, incidencia y recuperación ante une vento de fuego, natural o
intencionado.
Hay dos modelos que podemos utilizar en los estudios relacionados con el
fuego:
Modelo Vectorial. La información está asociada a puntos, líneas o polígonos.
Cada capa de información presenta una geometría concreta. Se puede combinar capas
con distintas geometrías.
Modelo Ráster. La información se encuentra contenida en celdas idénticas en
tamaño y forma. El conjunto de celdas representa la realidad espacial. Este modelo nos
permite representar variaciones continuas sobre el espacio.
En los archivos de información de cada polígono se puede incluir información
relativa a cuestiones relacionadas con los incendios de espacios naturales, como altura
de la vegetación, cobertura de una determinada especie, combustibilidad. En dicha
cartografía se pueden superponer otros elementos cartográficos, como cortafuegos o
puntos de agua. Finalmente se puede solapar con cartografía de elementos
meteorológicos, como dirección y velocidad de vientos.
La secuencia para obtener una imagen de la posibilidad de aparición de fuego en
una zona protegida, sería:
a) Fotointerpretación para la generación de polígonos.
La fotointerpretación precisa numerosas visitas al campo, para determinar las
distintas unidades homogéneas diferenciables por las características del medio,
fisonomía y composición florística definiendo:
• Unidad biogeográfica
• Piso bioclimático
• Uso del suelo
• Serie de vegetación
• Cobertura naturalidad y predominancia de los distintos estratos presentes
• Clase combustible forestal
• Descripción
b) Muestreo para el establecimiento de los tipos de unidades de vegetación
recogidas en los diferentes polígonos.
Para caracterizar y definir las unidades se realizan muestreos cualitativos,
muestreos cuantitativos y anotaciones de campo:
• Cualitativos:inventarios fitosociológicos, basados en la metodología de la
Escuela de Zurich-Montpellier.
• Cuantitativos: muestreos de cobertura, por el método de intercepción lineal.
c) Establecimiento de la cartografía definitiva y consolidación de una base de datos
con archivos comunes de registro en todo el conjunto de los polígonos.
En los polígonos señalados en párrafos precedentes, podemos tener mucha
información registrada relativa a la caracterización de elementos territoriales relativos a
los incendios en un determinado Espacio Natural.
Se observa como una de los elementos contenido en el archivo de datos es:
“Presencia de Combustible Vegetal”.
En la tabla adjunta se caracteriza, para el polígono indicado, como:
”Pastizal fino y bajo con matorral cubriendo más del 33% de la superficie sin
llegar al 66%”.
En determinados estudios se ha integrado en una cartografía SIG del territorio,
datos relativos a variables meteorológicas esenciales en relación con el estudio de la
probabilidad de incendios y de las direcciones que podría tomar bajo determinadas
condiciones en una época del año.
En un Modelado de Incendios mediante SIG se podrían realizar mapas en
formato ráster con un tamaño de pixel de 20x20 m o con polígonos, donde podrían
figurar:
- Mapa de peligro de inicio de incendio.
- Mapa de la capacidad de propagación del incendio.
- Mapa de peligro de incendio forestal.
Se podría tener, por ejemplo, integrado información de unidades de vegetación,
combustibilidad y régimen de vientos un mapa de peligro de incendios.
3. Aplicación de un Sistema de Información Geográfica a la determinación
cartográfica del nivel de combustibilidad de Marismas del Odiel, un Espacio
Protegido dentro de la Comunidad Autónoma de Andalucía.
Las Marismas del Odiel constituyen un Espacio Protegido de 7.000 hectáreas,
que constituye una Reserva de la Biosfera con importantes puntos de nidificación. La
presencia humana próxima genera una cierta probabilidad de incendio en las zonas de
marisma alta que podría poner en peligro la cría de ciertas especies de avifauna. Los
fuegos estivales son frecuentes. Por ello resulta importante tener una base cartográfica
de combustibilidad, basada en el tipo de vegetación y en la existencia de broza. En esta
parte del trabajo desarrollaré este aspecto. En relación con dos importantes Espacios
Protegidos de Marismas, donde los incendios estivales son frecuentes; las marismas del
Odiel y las Marismas del Río Piedras y Flecha del Rompido.
A continuación se presentan las unidades de vegetación de ambos espacios
(Luque 2006).
Unidades y Códigos del Paraje Natural Marismas del Odiel Código Unidad
Código Combustibilidad Descripción
1 0 Arenas intermareales sin vegetación 2 0 Bajos arenosos sin vegetación 3 1 Arenas con plantas colonizadoras 4 0 Praderas de Zostera noltii sobre fangos y arenales de marisma baja
5 0 Carreteras 6 1 Pastizal de Salicornia ramosissima 7 0 Fangos intermareales desnudos 8 2 Zona degradada con vegetación ruderal, de marisma alta y arenales 9 6 Comunidad de leñosas de marismas sobre arenales
10 5 Comunidades de Sarcocornia perennis y Halimione portulacoides en bordes de caños
11 6 Leñosas de marisma alta
12 7 Pinares maduros de antigua repoblación, con jarales, y otras especies de matorral mediterráneo
13 1 Poblaciones de Spartina maritima en fangos no consolidados de marisma baja
14 4 Reciente repoblación de Quercus suber y Pinus pinea, individuos de escaso porte y matorral disperso
15 0 Pozas 17 6 Poblaciones de Limoniastrum monopetalum sobre arenales
18 1 Comunidad de Thapsia villosa y Sedum arenarium sobre sustrato arenoso
19 5 Colonizadoras de arenas y leñosas de marisma alta 20 5 Zonas encharcadas de marisma media con drenaje alterado
21 5 Fangos consolidados de marisma baja colonizados por Spartina maritima, Sarcocornia perennis y Halimione portulacoides
22 0 Fangos intermareales colonizados por Spartina densiflora y Salicornia ramosissima, principalmente
23 0 Suelo desnudo 24 7 Mosaico de pinos y sabinas, acompañado por matorral mediterráneo 25 7 Sabinar con matorral mediterráneo y algunos pies de Pinus pinea 26 5 Quenopodiaceas y leñosas de marismas 27 6 Cabecera de caños 28 0 Depósitos de detritos sobre arenales 29 1 Marisma salobre 30 3 Poblaciones de Juncus acutus 31 1 Pastizal de Vulpia alopecurus 32 0 Zona de actividad industrial
33 2 Comunidad de Spartina densiflora, quenopodiáceas y leñosas de marisma media-alta, de gran porte
34 1 Pastizal de cubetas hipersalinas
35 7 Pinar con matorral noble mediterráneo, y algunos pies de sabinas; sobre sustrato arenoso
36 1 Pastizal de Paronychia y gramíneas 37 8 Repoblaciones de eucaliptos 39 2 Zona perturbada, con vegetación ruderal, marismas y marisma dulce 40 1 Cultivos 41 3 Mares de Spartina densiflora en marisma alta 42 0 Detritos mareales sobre vegetación de marisma media-baja 43 0 Caminos 44 1 Pastizal de Sporobolus pungens sobre gancho arenoso 45 6 Poblaciones de Arthrocnemum macrostachyum en marisma alta 46 6 Poblaciones de Atriplex halimus en marisma alta sin influencia mareal 47 6 Comunidades de jarales 48 0 Cubeta con agua permanentemente 49 0 Cubeta con agua temporalmente 50 0 Red de drenaje 51 6 Spartina densiflora y Halimione en marisma media
52 1 Manchas de vegetación de leñosas de marisma alta con escasa cobertura. Ninguna influencia mareal
53 1 Pastizal de Spergularia rubra ssp longipes
54 3 Eneal en gravera 55 7 Tarajes en gravera 56 4 Nuevos pinares de repoblación
57 1 Pastizal de Limonium spp y quenopodiáceas (de pequeño porte) en áreas sin influencia mareal
58 2 Colonizadoras de mediano porte en fangos consolidados de bordes de marismas
59 0 Área con vegetación de marisma media incendiada 60 1 Pastizal de Salicornia ramosissima en cubetas hipersalinas 61 1 Pastizal ruderal de Linaria spp.
Se muestran 61 unidades cartográficas de vegetación, y, en cada una, se indica
su Código de Combustibilidad (entre 0 y 8). El Código de Combustibilidad es común a
toda la Comunidad Autónoma, de forma que se podrían poner de manifiesto para todo el
conjunto de Andalucía las diferentes formaciones con un determinado código de Código
de Combustibilidad, es decir, facilidad al inicio teórico de un incendio. Los valores
numéricos más elevados indican una mayor combustibilidad.
Unidades y Códigos del Paraje Natural Marismas del río Piedras y Flecha del Rompido
Código Unidad
Código Combustibilidad Descripción
1 6 Halófilas de porte mediano sobre marisma media 2 0 Fangos desnudos intermareales 3 6 Halófilas sobre muros de marismas 4 6 Suelo desnudo con Quenopodiáceas y/o ruderales 5 6 Halófilas de bajo porte en depresiones de marisma media-alta 6 0 Poza 7 2 Cubetas hipersalinas 8 2 Halófilas con Spartina densiflora sobre arenales 9 2 Arena con colonizadoras primarias 10 2 Spartina maritima sobre fangos recientes intermareales 11 2 Halófilas con Spartina densiflora en borde de pozas 12 0 Cabecera de caños 13 2 Spartina maritima con Quenopodiáceas en marisma media 14 6 Quenopodiáceas arbustivas en bordes de caños 15 6 Quenopodiáceas de porte alto 16 0 Caños mareales 17 1 Pastizal sobre arenas con matorral disperso 19 0 Caminos 20 6 Arbustos y herbáceas halófilas en bordes de caños 21 2 Pastizal de Scirpus maritimus sobre marismas 22 5 Quenopodiáceas en bordes de caños 23 6 Suelo desnudo con halófilas de marisma alta aclarada, poco mareal 24 6 Comunidad halófila de marisma media alta con pastizal ruderal
25 2 Juncal predominante, con Quenopodiáceas 26 1 Pastizal de ruderales 27 5 Pequeñas praderas de Salicornia ramosissima 28 5 Quenopodiáceas de bajo porte en depresiones encharcadas 29 1 Cultivos herbáceos de secano y pastizales sobre marismas 30 6 Halimione portulacoides con Quenopodiáceas leñosas 31 0 Pradera de Zostera noltii en fangos intermareales 32 6 Juncal con Halimione portulacoides 33 0 Zona residencial 34 0 Zona industrial 35 1 Cultivos de fresas 36 6 Quenopodiáceas en bordes de cubetas y marismas, poco mareal 37 0 Zona portuaria 38 0 Canales y cubetas con drenaje alterado 39 6 Comunidad de Arthrocnemum macrostachyum y pastizal en marisma alta42 2 Juncal con pastizal y Quenopodiáceas en marisma independizada 43 6 Suelo desnudo con leñosas de marisma alta y ruderales, poco mareal 44 6 Halimional con leñosas y juncal en marisma alterada 45 6 Vegetacion de bordes de marisma y cultivos 46 6 Comunidad hidrófila dulce 47 1 Vegetación ruderal 48 0 Balsas de acuicultura con inundación irregular 50 6 Arbustos y herbáceas halófilas en bordes de marisma alterada 51 5 Comunidad de marisma alta alterada con nitrófilas 52 5 Canales de bombeo con comunidad halófila 55 2 Spartina densiflora muy abundante con Limoniastrum monopetalum 56 6 Quenopodiáceas con Spartina densiflora 57 2 Juncal con Spartina densiflora y Quenopodiáceas 58 2 Mar de Spartina densiflora 61 7 Bosque de pino piñonero en alta densidad sobre arenales 63 7 Eucaliptal en alta densidad sobre arenas 64 3 Cañaveral sobre arenas 66 0 Campo de Golf 67 3 Bosque de Pinus pinea en baja densidad mezclado con P. pinaster 68 2 Juncal con ruderales sobre arenales y balsas 69 6 Retamal en arenales 70 0 Carreteras 71 10 Cultivos de cítricos 73 3 Cultivos herbáceos en regadío 74 6 Halimional con Quenopodiáceas 75 7 Pinar sabinar en dunas costeras 76 6 Halófilas en bordes de dunas 77 6 Juncal-Jaral
78 6 Quenopodiáceas de bajo porte sin influencia mareal y abundante suelo desnudo
79 6 Quenopodiáceas de porte alto acompañados de pastizal en zonas no mareales
80 6 Sarcocornia fruticosa acompañada de pastizal en zonas no mareales 81 1 Pasto acompañado con fuerte presencia de cardo 82 6 Matorral nitrófilo de Dittrichia 83 6 Praderas de Sarcocornia perennis subsp. alpini 84 6 Halófilas sobre arenas 85 6 Quenopodiáceas con Inula crithmoides acompañadas de pastizal 86 1 Arenas aluviales con escasa vegetación 87 1 Pastizal de Cynodon
88 6 Vegetación hidrófila sobre arenas aluviales 89 6 Pradera de Sarcocornia fruticosa y Sarcocornia perennis subsp. perennis90 7 Bosque de Pinus con quercineas y matorral denso 91 7 Bosque de Pinus con eucaliptos y matorral disperso 93 6 Leñosas halófilas con Spartina densiflora sobre arenas 94 6 Arenas con Arthrocnemum macrostachyum de mediano porte 95 6 Halófilas sobre arenas 96 6 Halimional con quenopodiáceas de gran porte 97 6 Matorral denso 98 6 Gramíneas con quenopodiáceas de porte bajo en zonas mareales 99 6 Matorral de Polygonum equisetiforme sobre arenas
100 6 Muros de Suaeda vera con Arthrocnemum macrostachyum sobre arenas 101 6 Muro de Limoniastrum monopetalum en arenas 102 0 Arenas desnudas 104 1 Puccinellia asociada a Quenopodiáceas en marisma media 121 0 Suelo desnudo 134 0 Lagunas litorales 144 7 Bosque de tarajes en borde de arroyo 146 6 Halófilas de porte mediano sobre marisma media 147 6 Arbustos y herbáceas halófilas en bordes de caños 148 10 Cultivos leñosos de regadío
En la tabla anterior se muestran las 148 Unidades de Vegetación de las Marismas del
Río Piedras y Flecha del Rompido, con expresión de su Código de Combustibilidad, en
este caso presentando valores entre 0 y 10.
Los Códigos de Combustibilidad empleados, que son códigos internacionales, son:
Código 0: No se ha identificado combustible forestal. Código 1: Pastizal continuo, fino y bajo, con altura por debajo de las rodillas. El matorral o el arbolado cubren menos de un tercio. Los pastizales terofíticos y dehesas son ejemplos típicos. Código 2: Pastizal igual que 1 pero con el matorral o el arbolado cubriendo más de un tercio de la superficie, sin llegar a dos tercios. Ej.: pastizales invadidos de matorral, dehesas con arbolado más denso, repoblaciones aclaradas y matorrales muy abiertos. Código 3: Pastizal espeso y alto (alrededor de un metro). Ej.: zonas sembradas de cereal, espartales o cerrillares. Código 4: Matorral o arbolado joven muy denso, de unos dos metros o más de altura media. Ej.: chaparrales, madroñales, coscojares o repoblaciones jóvenes. Código 5: Matorral denso de altura no superior a 0'6 metros, con arbolado aclarado o sin él. Ej.: jarales en estadíos recientes o matorrales pulviniformes. Código 6: Matorral denso, más viejo que en 5, con alturas medias entre 0'6 y 1'5 metros y con arbolado aclarado o sin él. El ejemplo más claro lo constituyen jarales y aulagares de edad madura.
Código 7: Matorral más o menos denso, de 0'6 a 2 metros de altura y con arbolado denso. Ej.: zonas boscosas, repoblaciones, ... Código 8: Hojarasca compactada en bosque cerrado de coníferas o de frondosas. La hojarasca está formada por acículas cortas (menores de 5 centímetros) o por hojas planas de pequeño tamaño (encina, quejigo). Código 9: Hojarasca no compactada, esponjosa, bajo arbolado denso de coníferas o frondosas. La hojarasca está formada por acículas largas (pinos) o grandes hojas planas (castaños, robles, ...). Código 10: Zonas de arbolado más o menos denso (generalmente repoblaciones) con combustible muerto y ligero (diámetro <7'5 centímetros) en el sotobosque, procedente de restos de poda; la capa de material no supera los 30 centímetros de altura. Código 11: Zonas de arbolado más o menos denso (generalmente repoblaciones) con combustible muerto, más pesado que en 10, y formando una capa continua que puede llegar hasta los 60 centímetros de altura.
En el Espacio Natural, Paraje Natural de Marismas del Odiel, se han encontrado
formaciones hasta Código 8. En marismas del Piedras y Flecha Litoral del Piedras se han
encontrado hasta Código 10. Lo cual quiere decir que el riesgo de incendio es alto, si bien las
comunidades, expresadas como unidades de vegetación a través de los polígonos del SIG, que
muestran alto nivel de combustibilidad no son muchas si son extensas y la mayor parte de las
tienen un papel relevante como sustrato de nidificación de aves.
Además muestran especies de alto interés, como es el caso de Aster tripolium en las
Marismas del Piedras, el único enclave de las marismas de Huelva donde se encuentra. En
Marismas del Odiel, la zona de Marismas del Burro, son Reserva Científica y muestran una alta
combustibilidad. Por ello es preciso realizar una estricta vigilancia.
A continuación, como ejemplo, se van a mostrar las cartografías de los Espacios
Naturales de Marismas y Flecha Litoral del Río Piedras, y de Marismas del Odiel en relación
con los Códigos de Combustibilidad, basada la cartografía en las unidades de vegetación SIG
detectadas como polígonos y a la información recogida de campo en cada uno de ellos para
poder referir a los Códigos Internacionales de Combustibilidad.
Figura 1. Cartografía SIG de las Marismas y Flecha Litoral del Río Piedras en
relación con los Códigos de Combustibilidad.
Figura 2. Cartografía SIG de las Marismas del Odiel en relación con los Códigos
de Combustibilidad.
4. Conclusiones:
La metodología que se presenta ha resultado eficiente para el establecimiento de
una Cartografía Ecológica, realizada por el Grupo de Investigación “Ecología,
Citogenética y Recursos Naturales” de la Universidad de Sevilla, que, además de los
valores de interpretación de la estructura y función de los ecosistemas que representa,
muestra propiedades importantes para los estudios relativos a Ecología del Fuego tanto
en relación con el inicio del fuego, como su expansión.
La cartografía SIG que se presenta, referida a dos Espacios Naturales de
Marismas, muestra una capa referida a Combustibilidad del Material, tanto broza como
las especies de la comunidad vegetal, que muestra una imagen de conjunto de las zonas
de mayor riesgo de incendio y las zonas que podría ser vectores de expansión de
acuerdo con los vientos dominantes.
Por ello, consideramos que la realización de una Cartografía Ecológica SIG, con
una Capa de Combustibilidad del Material, como la que se presenta constituye una
herramienta esencial para la gestión y prevención de incendios en Espacios Protegidos y
Masas Forestales a escala regional. Los ecosistemas tienen continuidad regional
independientemente de las fronteras nacionales, por ello resulta imprescindible realizar
cartografías mediante sistemas de información geográfica bajo los mismos criterios
cuando los ecosistemas son transnacionales, con ello se lograría una política
cohesionada en relación con la prevención y extinción de incendios.
5. Bibliografía:
Bond, W.J., Keeley, J.E. (2005). Fire as a global herbivore: the ecology and evolution
of flammable ecosystems. Trends in Ecology and Evolution, 20: 387-394.+
Gimeno, T., Pausas, J., Vallejo, R. (2009). Protocolo para la evaluación del impacto
ecológico de los incendios forestales. 5º Congreso Forestal Español. 10 p.
Luque, C. (coordinador) (2006). Cartografía Ecológica de Marismas. Grupo de
Investigación Ecología, Citogenética y Recursos Naturales. Universidad de
Sevilla.
Pausas, Juli G. (2010). Fuego y Evolución en el Mediterráneo. Investigación y Ciencia.
Agosto: 56-63.
Pezzola, A., Winschel, C. (2002). Estudio Espacio Temporal de Incendios Rurales
utilizando Percepción Remota y SIG. Estación Experimental Agropecuaria
Hilario Ascabusi.