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Año 106 // 3ª etapa // 421 // Viernes 10 de julio de 2015 EN LETRAS Y SONIDOS FILOSOFÍA SHEILA ALVARADO Un estilo sin prejuicios que se lleva bien con el espíritu adolescente. Pág. 8 Pág. 6 Págs. 4 y 5 EL ROCK LIMEÑO DE LOS MORTERO “ESCRIBIR ES COMO DIBUJAR” REFLEXIÓN SOBRE FE, POLÍTICA Y LIBERACIÓN CON VALSES E HISTORIA AIRES CRIOLLOS BARRIOS ALTOS Y PINGLO EN EL RECUERDO Págs. 2 y 3 El Peruano DIARIO OFICIAL COMPOSICIÓN: LUIS SALINAS Año 106 // 3ª etapa // 421 // Viernes 10 de ju EN Un con S 6 N N

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Año 106 // 3ª etapa // 421 // Viernes 10 de julio de 2015

EN LETRAS Y SONIDOS FILOSOFÍA SHEILA ALVARADO

Un estilo sin prejuicios que se lleva bien con el espíritu adolescente. Pág. 8 Pág. 6 Págs. 4 y 5

EL ROCK LIMEÑO DE LOS MORTERO

“ESCRIBIRES COMO DIBUJAR”

REFLEXIÓNSOBRE FE, POLÍTICA YLIBERACIÓN

CON VALSES E HISTORIA

AIRESCRIOLLOS

BARRIOS ALTOS Y PINGLO EN EL RECUERDO Págs. 2 y 3

El PeruanoDIARIO OFICIAL

COMPOSICIÓN: LUIS SALINAS

Año 106 // 3ª etapa // 421 // Viernes 10 de ju

EN

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S

6

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N

VariedadesViernes 10 de julio de 2015. El Peruano2 PUBLICACIÓN

Aunque la historia de Lima ha sido estudiada por historiadores y cronistas, existía un vacío historiográfico en lo concerniente a Barrios Altos, que Alejandro Reyes Flores subsana en un gran libro.

ESCRIBE RICHARD CHUHUE

Con una amplia carre-ra como catedrático en la Universidad de San Marcos, donde también ha ocupa-

do diversos cargos adminis-trativos, el autor nos sumerge en este texto en “la otra his-toria de Lima”, aquella que usualmente los estudiosos y la historia o�icial obvian, es decir, la participación de los personajes populares en un espacio que a lo largo del tiem-po también lo ha sido. Este desa�ío académico de darle voz a aquellas generaciones de peruanos que se asentaron allí y establecieron relaciones amicales, comerciales y fami-liares es el principal sustento e interés de esta investigación, así como también las diversas circunstancias de la confor-mación urbana y arquitectó-nica barrioaltina.

Por eso, en sus más de 300 páginas, el libro se enfoca en los espacios de fácil recor-dación por los que ya peinan canas, como el río Huatica u otros menos conocidos, como las antiguas huacas que se ubicaban en el entorno de la actual plaza Italia. También constituye un repaso sobre las primeras evidencias de población colonial en la Lima amurallada: el pueblo

de Santiago de Indios, cuya ubicación se percibe hasta hoy en la denominada plaza del Cercado, próxima a ‘Cinco Esquinas’.

POBLAMIENTOEntre dicho lugar y la cuadrí-cula del Centro Histórico se empezó a gestar el asenta-miento de la población his-pana a partir del siglo XVI, dando paso a calles de 200 a 300 metros que distaban de

“Este desafío académico ha sido editado por el Fondo Edito-rial de la Facul-tad de Ciencias Sociales de la UNMSM”.

Director fundador: Clemente Palma | Director (e): Félix Alberto Paz Quiroz | Editor: César Chaman Alarcón | Jefe de Edición Gráfica: Daniel Chang Llerena

Jefe de Diagramación: Julio Rivadeneyra Usurín | Editor de Fotografía: Jack Ramón Morales | Teléfono: 315-0400, anexo 2182 Correos: [email protected] [email protected]

que ya ha sido señalada para el caso limeño por autores como Gabriel Ramón, es tratada también en el libro de Reyes: junto a casonas de familias de abolengo se alzaban calle-jones, talleres, tiendas de fa-milias humildes que con�luían en un mismo espacio. El autor le da vida a la cotidianidad de sus relaciones sociales me-diante un exhaustivo análisis de fuentes y archivos.

El libro aborda también las diversas formas de pro-piedad predial y prioriza el caso de las diversas órdenes religiosas que se asentaron en Barrios Altos. Monaste-rios como Santa Catalina, La Concepción, Santa Clara, Del Prado son examinados con meticulosidad en sus activi-dades económicas y organiza-ción, pero el principal aporte está en la caracterización de los grupos sociales que llegaron: los africanos y sus descendientes, los italianos y la población china y japonesa, que en suma transformaron este singular espacio hacien-do de él un crisol de razas y con�igurando su distribución, creando nuevos lugares, re-conocibles hasta hoy como el Barrio Chino o comercios aún en pie, como la cebichería de la Buena Muerte, u otros que desaparecieron, como la fábrica de chocolates El Tigre o la de galletas Royal, impulsa-das por italianos, como lo fue también el Molino de Santa Clara, cuyo actual estado es solo un recuerdo del apogeo que logró con Luis Rainusso.

También se hace un re-cuento de teatros, cines y lu-gares de diversión, así como de las quintas Baselli, Carbone y Heeren.

El libro nos acerca al reconocimiento de “un nuevo acorde, una música nueva”: el vals criollo, y valora el aporte de insignes

personajes como Montes y Manrique, Felipe Pinglo, Carlos Saco, entre otros, y resalta la figura de un compositor nieto de británico: Luis Dean Echevarría, autor del que muchos reconocen como el verdadero himno barrioaltino: ‘El payador’. En suma, este texto viene a ser un notable esfuerzo de reconstrucción histórica que nos permite aproximarnos con veracidad a este querido espacio limeño.

CRIOLLOS INSIGNES

BARRIOS ALTOS EN LA

HISTORIA

la simetría ordenada para la nueva ciudad. La propiedad urbana empezó a ser ocupa-da por la nobleza: calles como Granados, Santa Clara, Capón, La Moneda, Naranjos, entre otras, tuvieron vecinos con títulos de marqués o conde, pero la población en dichas nuevas arterias fue mayori-tariamente popular: esclavos, mestizos, libertos, entre otros. Esta característica de “hetero-geneidad social intraurbana”

Riqueza. Barrios Altos albergó varias órdenes religiosas. El autor del libro destaca la presencia de los monasterios de Santa Catalina, Santa Clara, La Concepción, entre otros.

MÚSICA 3Variedades Viernes 10 de julio de 2015. El Peruano

La patadita de la buena suerte la dio Carmen Pinglo Ri-vera, “la única des-cendiente de Felipe

Pinglo Alva”, y �igura en el pri-mer track del disco a modo de presentación. “Les traigo esta producción que contiene valses inéditos de mi padre, por primera vez plasmados en un disco gracias al entusiasmo y cariño de Carlos Castillo y Renzo Gil. Con ustedes… Can-tando la historia”.

Doña Carmen ya no está. La hija del ‘Felipe de los pobres’, como don Manuel Acosta Ojeda (MAO) llamaba a Felipe Pinglo Alva, falleció en 2011 y era una de las personas que siempre llamaban a Ren-zo Gil y a Carlos Castillo para preguntarles cómo iba lo del disco. La elaboración del CD tardó una década, porque fue autogestionada, y a sus crea-dores les salieron callos de tanto tocar puertas pidiendo auspicios.

Y justamente a ella le dedi-can Cantando la historia. Felipe Pinglo Alva. Obras inéditas, el segundo trabajo del dúo. El primero, en 2008, fue un re-pertorio de la vieja guardia, la etapa prepinglista de la música urbano costeña.

“No queremos que estas canciones se pierdan. Aquí lo valioso es que no tiene lugar el refrito. No están ‘El huer-to de mi amada’, ‘El plebeyo’, ‘Sueños de opio’ o ‘De vuelta al barrio’. El álbum explora al Pinglo menos conocido, a partir de tres polcas, un one step y ocho valses”, resaltan.

DELICATESSEN‘Sucedió en Monterrey’ es una crónica de amor, de las mejores del álbum, junto con el vals ‘Voluble’, alegoría pinglista al engaño (“déjame soñar despierto extasiado en tu mentir”). La polca ‘Dora’ es otro �lechazo de Eros en el que el compositor demues-tra que está al tanto de las tendencias en la urbe (“vivo enamorado y la causa es una girl”). La melancólica ‘Al caer la tarde’ cuenta cómo una dama dice adiós “en pago de tanta pasión”.

El cantor Carlos Castillo y el guitarrista Renzo Gil han estudiado al milímetro las letras y melodías de Pinglo.

balbucean su postrero adiós, a ese gran bohemio que fue Carlos Saco, un criollo de no-ble corazón. Tal vez como el propio Pinglo hubiera querido su propio entierro, “del artista que fue bueno, que fue grande y que venció”.

El contrapeso lo logra la alegría de la polca ‘Callao for ever’, con letra de Clemente Pedemonte y música del ‘Fe-lipe de los pobres’. Una polca elegante dedicada al cente-nario equipo del Atlético Chalaco. Anotamos que ya Renzo Gil la había registrado en 2012 junto con el eterno Óscar Avilés.

ESPÍRITU PINGLISTALa historia detrás de cada can-ción es la obsesión de Castillo y Gil, quienes se conocen desde 1997. Las del álbum son cono-cidas en los círculos de criollos, pero no se habían grabado.

En el caso de la instru-mentación, el dúo ‘adereza’ con guitarra, contrabajo, cajón y un saxo a cargo de Andrés Yataco, “porque Pinglo rompe la parte convencional del vals, entonces cae bien un saxo”.

Por ejemplo, de la di�ícil ‘Alma latina’, que se dice ne-cesitaba dos cantantes, MAO solo conocía una estrofa y era un tabú para los pinglistas. Para Gil y Castillo, este tema fue como aprobar el examen a San Marcos.

El Pinglo más enamoradi-zo aparece en ‘Rizos de oro’: “Ni el sol con tanta majestad ha podido opacar a ese oro de ley que en tus rizos están”. En ese tema, como en la polca ‘Do-lores’, se siente la debilidad o el fetichismo del compositor por las rubias.

“Es la infancia una eterna alegría, feliz lapso de diario gozar / todo cambia al correr de los años, y así entramos en la pubertad / amoríos, cruel-dades de mujeres, drogas, farras, noches de banal / un ensueño, una eterna quimera y una sola y penosa verdad”, cuenta el protagonista a sus nietos en el valse ‘Abuelito’.

Bello es ‘Tranquila está la noche’. Y en el one step ‘El ferro-carril’, el vehículo se convierte en el símil del buen �lirtear. El broche de oro es ‘Ave de paso’, que Samuel Joya escribiera a pocos días de la muerte del vate de Barrios Altos.

“Este álbum explora al Pinglo menos conocido, a partir de tres polcas, un one step y ocho valses que no se habían grabado.”

CANTANDO AL GRAN PINGLO

Los cantores Renzo Gil y Carlos Castillo traen 12 canciones del repertorio inédito del ‘Felipe de los pobres’, en lo que constituye el segundo álbum de su proyecto Cantando la historia, que sale a la venta el 18 de julio, justo el mismo día del concierto.

TEXTO Y FOTO JOSÉ VADILLO VILA

Renzo Gil y Carlos Castillo aseguran que el tra-bajo que realizan no busca el aplauso inmedia-to y que recién tendrá trascendencia en 30 o

40 años, cuando se empiece a revalorar el repertorio de la Costa. “Estamos laborando como hormigas”, afirman, pues para octubre el dúo prepara con el legendario guitarrista Máximo Dávila el primer CD en solitario de Carlos Castillo. Como dúo, tienen en proyecto dos álbumes: uno dedicado a las obras de Eduardo Márquez, y otro, a las de Pablo Casas Padilla. Cantando la historia se presentará el sábado 18 de julio, a partir de las 19:00 horas, en el auditorio Angélica Gallegos de la Universidad UTP (avenida Petit Thouars 116, Lima). El ingreso es libre.

LABOR A FUTUROLas aprendieron “en tercera instancia”. Llegaron a ‘Sucedió en Monterrey’, un vals prácti-camente perdido, visitando al cantante Abraham Valdelo-mar Prada. ‘Voluble’ se los faci-litó MAO, quien, a su vez, tomó nota de la popular Teó�ila ‘La Coco’ Ramírez; y otros temas se los escucharon a Genaro Herrera, quien se (em)bebió de la fuente criolla madre.

‘Bohemia de luto’ es un valse sentido del guitarrista zurdo. Denuncia cómo “los vasallos de la eterna alegría”

Criollazos. Renzo Gil y Carlos Castillo trabajaron con temas inéditos de Pinglo que, sin embargo, se cantaban en centros culturales.

Variedades El Perua4 PERFORMANCE

TRAZO Y COLOR

El arte es una carrera de largo aliento que a Sheila Alvarado, ilustradora, escritora y artista plástica, le ha permitido crear mil dibujos, algunos de los cuales son parte de su reciente exposición, además de muchos personajes: seres de vida diversa.

ESCRIBE EDUARDO SOSA / FOTOS MUSUK NOLTE

Los personajes que Sheila dibuja son como los amigos que ella y todos te-nemos: pueden de-

saparecer de nuestras vidas, por momentos, pero siempre están ahí.

Para crearlos, narra que primero el personaje viene a ella, escucha su voz con mucha atención y, entonces, los des-cribe lo mejor posible.

Tras varios años dedica-dos al dibujo, le resulta di�ícil recordar cuántos ha creado. Solamente para la muestra

que está presentando, por ejemplo, tiene cerca de vein-te, como La ballena blanca, La maga o Lisa y sus hermanos.

Y es que Sheila crea todo el día. Cuando le viene una idea, la plasma en un cuaderno y, generalmente, la continúa tra-bajando en otro momento. Ha aprendido a ordenarse de esa manera y, en el tiempo ade-cuado, recuerda dónde está,

aunque hayan pasado años. Así ha tenido dibujos y

personajes que han esperado hasta 20 años porque sentía que, en otro momento, podía hacerlos mejor. Con esa certe-za, piensa que luego retoma-rá otros proyectos que están esperando la intensidad y la estación adecuadas.

En ese devenir, Sheila sabe que a veces también tiene que retroceder con sus trabajos. Sus personajes, en ocasiones, ‘saltan’ de un lugar a otro y

pueden salir en su siguiente muestra o encontrar una ter-cera parte y quizá una secuela.

IMÁGENESEn su universo (casi) todo está cargado de imágenes. Para ella, escribir es como dibujar, actividad para la cual es muy intuitiva. Si tiene una idea, simplemente la escribe y no trata de forzarla. Es su (des)orden natural.

Dice que quiere dibujar todo el tiempo, pero ha apren-dido que no puede hacerlo siempre, ya que su cuerpo no lo resiste. Entonces tiene que parar y balancear su vida. Lo cual, afortunadamente, no im-

Fecunda. Sheila no tiene pausa, crea y recrea personajes.

ano. Viernes 10 de julio de 2015 5PERFORMANCE

Desde ayer jueves y hasta el próximo 3 de agosto, Sheila Alvarado presenta su quinta exposición individual a la que ha denomina-

do Del cazamariposas y otros cuentos, en la que exhiben cuentos y trabajos que permanecían en diarios y cuadernos, desde su época de estudiante. Previamente, esta infatigable creadora ha publi-cado los libros Pelilargo, Tomando té, Corazón de algodón, de la coneja poeta, así como Ciudad de pa-yasos. La cita con el universo lúdico de la artista es en el Centro Cultural Ricardo Palma de Miraflores.

CAZAMARIPOSAS

“Disfruto de lo que hago. No soy de las personas que dejarían todo para dedicarse a viajar y a vivir la vida, porque para mí, esta es la vida”.

pide que se deje llevar por lo que quiere… y lo hace.

Además de dibujar y es-cribir cuentos, tiene libros de poesía, pero también necesi-dad por cantar. De hecho, ha compuesto algunos huainos y yaravíes, que, el próximo año, podría cantar.

Podría. Podría porque con ella –dice– nunca se sabe. Tam-

lo había realizado, pero lo hizo. Así también, empezó a

escribir cuentos para niños, pese a que le habían dicho que era di�ícil, pero lo logró. Y bien. Ya obtuvo el primer premio en la Quinta Bienal de poesía infantil del Icpna.

PERSEVERANCIASheila cree que el problema es la falta de perseverancia en las personas. Pese a ello, concuer-da en que todos tenemos algo que comunicar, pero nos repri-mimos, quizá, por miedo a lo que otros pensarán o dirán.

Se imagina que en un fu-turo seguirá trabajando. No sabe en qué, pero no se ve sin hacer nada. Dice que una vez le preguntaron qué haría si se saca la lotería, a lo que respon-dió: “Más cosas, obviamente”.

El secreto, podría ser, que Sheila disfruta de la vida y hace verdaderamente lo que quiere. “No soy alguien que dejaría todo para viajar y vivir

Maduración. Muchas figuras inventadas por la artista siguen un proceso antes de ver la luz.

bién podría dedicarse a bailar huaylarsh o cumbia, pero de-penderá de qué necesidades emocionales tenga que cubrir.

Y es que a ella le da miedo estancarse. No siente temor por empezar una nueva etapa, como a la mayoría de nosotros. Con esa perseverancia, por ejemplo, el año pasado empezó a trabajar en acuarela. Nunca

la vida, porque para mí, esta es la vida”, explica.

Como se puede sospechar, le faltarían un par de vidas para hacer todo lo que desea. A veces se pregunta qué hará en su próxima vida y no se de-cide si ser bailarina o, quizá, violinista ayacuchana.

Por el momento, ya ha sido mesera (aunque no sabe por qué), pero estudió y lo fue. Trabajó un par de meses y no lo volvió a hacer. Igual le pasó con el tango y el skate.

Además de proyectarse haciendo algo siempre, Shei-la (cuya pronunciación de su nombre es “Shila”) también se imagina hasta el �inal, con su larga trenza entre las manos porque representa una cues-tión de identidad.

Su trabajo –a�irma– busca que la gente desee, crea en sí misma y luche por lo que más quiera. Por cierto, Sheila es una de las 101 razones para estar orgullosos de Lima.

VariedadesViernes 10 de julio de 2015. El Peruano6 PERSPECTIVAS

APUNTE DE FILOSOFÍALa presencia del papa Francisco en nuestro continente y su recuerdo de sacerdotes caídos en tiempos de dictadura hacen propicia la ocasión para reflexionar con Enrique Dussel –fundador de la filosofía de la liberación– sobre la relación entre religión, política y cultura desde la periferia de América Latina.

ENTREVISTA MIGUEL ANGULO GIRALDO

¿QuérepresentaparaAméricaLatinalare-cientebeati�icacióndemonseñorÓscarRomero,asesinado

en1980enElSalvador? –En los años 70 hubo en

Guatemala un curso con 27 obispos, que organizó mon-señor Romero en su condición de secretario de los obispos de Centroamérica. Ahí, yo fui maestro de Romero. Él esta-ba sentado en el fondo, se reía y captaba. Recuerdo bien a Rutilio Grande, arzobispo de El Salvador que cambió todo. Entró conversador y salió crí-tico; trabajó en la parroquia y los militares lo mataron. A Romero esa muerte lo decidió. Ante el cadáver, hizo una pro-cesión y el Ejército estaba con bayonetas; él los encaró. Des-de ahí se jugó completamente por la gente y, tiempo después, también a él lo matan. Romero es el símbolo de las décadas de 1960 y 1970, los años de las grandes dictaduras militares. Estoy seguro de que en esos veinte años hubo más mártires en América Latina que en toda la etapa de las persecuciones del Imperio romano. Y Romero es el símbolo de esa época. Al morir, su cuerpo fue llevado por los propios obispos al sóta-no de la catedral de San Salva-dor; decían que no se le podía venerar porque había que es-perar el pronunciamiento del Vaticano. Roma le tenía temor a su legado, lo mismo que Juan Pablo II. Hoy, hacerlo santo es darle la vuelta a la moneda.–Enesosaños,¿quéhecho

marcómásalosmovimien-tosdeizquierdaenAméricaLatina?

–El factor de los ‘cristianos de izquierda’ hizo cambiar la composición de la izquierda latinoamericana, porque per-

Reflexiones. La corrupción no

es solo robar o extorsionar a un

subordinado, advierte Enrique

Dussel.

“En esos veinte años hubo más már-tires en Améri-ca Latina que en toda la etapa de las persecucio-nes del Imperio romano”.

mitió ir a las tradiciones popu-lares y darles más fuerza. Eran cristianos que se adhirieron a la guerrilla, hicieron la revolu-ción y cambiaron cuando ins-cribieron la frase “Entre cris-tianismo y revolución no hay contradicción” en una pared de 40 metros. En ese sentido, lide-razgos posteriores, como los de Hugo Chávez y Evo Morales, alcanzaron claridad respecto a ese tema y asimilaron que la religión del pueblo es un ele-mento positivo, porque tiene un cierto mesianismo que no se agota en la política, pero que se ejerce en la política. El soció-logo brasileño Michael Löwy dice al respecto: “Ese mesia-nismo materialista, en el que pensaba como hipótesis Walter Benjamin, ya se ha realiza-do en América Latina”.– ¿ C u á n

importanteesvolverami-raralpueblo,alolocalyalopopular?

–Es esencial. Y en eso también la izquierda tuvo di�icul-tades porque pensando en que la clase obrera era la hegemónica, y siendo la clase obrera una que dejó de serlo, insistir en ello es entrar en un callejón sin sa-lida. El pueblo es mucho más a m p l i o

Así, el poder supone de-legación y nace en el pueblo, que es soberano. El Estado no es soberano, es delegado del poder del pueblo. Y si se cree que el Estado es el sujeto del poder, eso es la corrupción. Alguien puede estar corrom-pido y ni cuenta se ha dado, y se corrompió cuando él se creyó ser el poder. Ese es el momento ético. ¿Cómo enseñarles a los jóvenes a que no se corrom-pan? Hay que enseñarles qué es la política. A ver si empezamos escuelas de jóvenes en política que formen dando clases de lo que es la política. Y que los jóvenes empiecen a meterse en política, pero desde la teoría.Esta es la oportunidad. –¿Esposiblearticular

estapropuestaconlasnue-vastecnologías?

–Tenemos que usar los medios electrónicos también, que se trans-mita por internet. Yo

he tenido clases con 5,000 alumnos, se hacen videos, se cuelgan en Youtu-be. Las 16 tesis de

economía política, mi último libro, se

puede ver como clases, ahí, con mis pizarrones,

mis textos. Dicto mis clases y, por ejemplo, un alumno en Noruega o en Chile, me res-ponde. Tenemos medios nunca tan buenos y hay que aprove-charlos. Están surgiendo redes locales, nacionales y mundia-les. Tenemos que comenzar a hacer cursos en inglés para que nos escuchen en todas partes, porque el inglés ya no es un idioma de minorías. Tenemos que pasar a una mayor univer-salización para que otros escu-chen lo que estamos diciendo. Podemos utilizar los medios para impactar.

que la clase obrera. Son los campesinos y, sobre todo, los marginales, que ahora ya son bisnietos. Ya no es que estos sectores van a incorporarse a las dinámicas del capital, ya no entran más, ya no hay trabajo. Entonces, empiezan a ser un sujeto histórico en los movi-mientos sociales.–LapolíticaenAméri-

caLatinatieneunterriblemal:lacorrupción.¿Cómocomprendery,sobretodo,resolverestefenómeno?

–La corrupción no es solo robar o extorsionar a un subor-dinado; la corrupción empieza antes. A partir de una visión

de la política de los pueblos originarios, yo empiezo toda mi historia de la política y me inspiro en nuestras experien-cias políticas. La democracia, dice el comandante Marcos del Ejército Zapatista en México, consiste en que “los que man-dan, mandan mandando; y en-tre nosotros, los que mandan, mandan obedeciendo”. Como yo sé de historia de la política, dije: “Esto es completamente original”. Y fundé en eso mi política.

Max Weber sostenía que el poder es dominación legí-tima de obedientes. Pero, por tradición, si legitimidad es el consenso, ¿cómo voy a estar de acuerdo con que me dominen? Si nadie me obedece, no tengo poder. Así, el poder político es dominación con una legitima-ción aparente ante un pueblo obediente. En ese sentido, Evo Morales dice: “El po-der yo lo ejerzo como un poder obedencial”. ¿Quién

manda? El pueblo. Entonces, el que manda, manda mandando y el que manda, manda obede-ciendo al resto.

Variedades Viernes 10 de julio de 2015. El Peruano 7PUBLICACIÓN

LOS ESPÍAS SENTIMENTALESLa nueva novela del escritor y diplomático peruano Alejandro Neyra nos recuerda los años aciagos de la década de 1980 y nos muestra, además, los renovados aires de la narrativa peruana de este tiempo.

ESCRIBE ELOY JÁUREGUI

Un espía al estilo de los agentes tipo James Bond recorre el Perú. Enamora a la

concubina de Abimael Guz-mán y solo para hacerle una entrevista al líder del grupo terrorista. Un espía llega a las huestes de Alan García, en su primer gobierno, y se horroriza con esos años mise-rables de los toques de queda, los intis gaseosos y la leche Enci. Un espía es hoy prota-gonista de una de las novelas más celebradas en estos días en el panorama de la última literatura peruana.

Y hay libros llamados no-velas que tratan de cómo se enamoran los vampiros, cómo meten diente. Otros, cómo sí mueren los zombis; otro, cómo alguien cambia de sexo y sigue igual, entonces por qué no es-cribir una novela de espías en tiempos de Alan García que no es espía, pero ya quisiera serlo. Por qué no escribir de ese personaje singular. El ex-presidente da para un libro de Petete u otras gruesas histo-rias noveladas.

Es que la política perua-na, más marrón que gris, más chata que sobresaliente y más oscura que con brillos, ha posibilitado al escritor y �lamante agregado cultural de la embajada del Perú en Chile, Alejandro Neyra, cons-truir un libro casi imposible y asombrosamente delicioso y brillante con personajes tan aburridos y antipáticos. Y eso es su mayor mérito.

DOBLES AGENTESEn el Perú se hace novela política desde el siglo XVIII. De los textos de Clorinda Matto de Turner, las novelas indigenistas, hasta llegar a Ciro Alegría y a José María A rg uedas . Son novelas políticas las de Manuel Scorza y las de Enrique Congrains. Y por supuesto esa novela que no le gustaba mucho a Julio Ramón, Cambio de guardia.

Y uno escribe ciencia �icción para fugarse, no de la realidad, sino de aquello que hoy decimos: “lo real”. En este segundo libro de su saga de espías, Neyra teje los episodios de la azarosa vida de los políticos y/o diplomá-ticos de RR.EE. con los hitos

“La política peruana ha posibilitado al escritor cons-truir un libro brillante con personajes antipáticos, aburridos, y ese es su mérito.”

fantásticos que le ocurren a los delatores, soplones o in-formadores. Hace un tiempo le escuche decir que en su paso por la Cancillería cono-ció personajes que de alguna manera eran “dobles-agentes” y no porque trabajasen para dos gobiernos, sino por poseer dos carreras. Me imaginé que eran diplomáticos y modis-tos o acaso diplomáticos y cocineros o diplomáticos o peluqueros.

No. En su anterior novela: CIA Perú, 1985. Una Novela de espías (Estruendomudo. Lima, 2012), Neyra descubre a Malko Linge, a su vez, per-sonaje espiado del escritor francés Gerard de Villiers, un agente que se hace llamar como personaje de la alta nobleza europea “su alteza serenísima”. Bien, este espía enamora a la increíble cama-

rada Norah –concubina y ma-sajista de Abimael Guzmán–, la seduce con tal de lograr una entrevista con el llamado Pre-sidente Gonzalo. Gran libro de imaginería senderista, no apta para mayores de 80 años al estilo Vargas Llosa.

Y uno descubre que los es-pías de Neyra (cierto, el mismo Neyra todo ojos y oídos) no son como el siniestro Ramón Mercader, el sicario que se bajó a Trotsky, ni el erótico Mark Felt, el ‘Garganta pro-funda’ del caso Watergate, ni mucho menos Margaretha Geertruida Zelle, la seducto-ra Mata Hari. No, los espías de Neyra son de carne y hueso en la ‘Neyra �icción’. Como es el propio Neyra, que se ha em-peñado en convertir al Perú en un valle de espías y con-traagentes.

Entonces yo imaginé que

en el Perú los espías podían ser una mezcla rara del Agente 86 con Polo Campos, por ejem-plo. O en todo caso como el Ja-mes Bond y Peluchín –que ese sí es espía porque se mete en la vida de todo el mundo y me consta–. Pero no, sus espías son personas normales, que se sirven un menú económi-

co viendo Amor, amor, amor o conducen una combi de Orión o un Chosicano, eludiendo ba-ches en medio de una Lima de bombas, apagones y toques de queda. Pero aparece la CIA y entonces sus agentes tienen pinta de los primeros yuppis –la llamada generación Hush Puppies–, aunque todavía por-tan smartphones Galaxy 9 que parecen un chimpún de Lolo Fernández.

Las conspiraciones en este libro CIA Perú, 1985. El espía sentimental, que nuevamente Estruendomudo pone al al-cance de los peruanos para no andar por ahí espiándonos, ocurren en un mundo violen-to de la historia reciente del Perú. Aquellos años que uno ya no quiere volver a vivir. Aquel Perú de la época del pri-mer gobierno de Alan García que estuvo plagado de com-

plots y gatuperios. Aquellas intrigas con el sello de García, el Perú de las maquinaciones. Entonces suceden hechos de-lirantes, sin pies ni cabeza, de echar sapos y culebras y cier-to, un lector advertido diría que eso no es “real”, pero ahí está el detalle –como diría Cantin�las–, las secuencias narrativas son de una natu-ralidad tan pasmosas que creo yo, que no hay mejor verdad a la peruana, que contar una historia por episodio, extra-vagantes e inverosímiles ¿de �icción, no sé? para que todos sepan que es auténticamente verdadera.

TIEMPO DE INTISSobre El espía sentimental debo decir que ni �icción ni realidad, solo gran literatura. Y es que en el Perú la política y sus personajes pertenecen a otra dimensión de la escritura, aquel espacio que se inserta en la gran literatura con la categoría implacable de la calidad. Y Neyra dice que escribe en los intersticios entre la romántica mentira de la realidad y la verdad novelesca.

Y qué maravilla que haya escritores como Neyra, que además acaba de llegar de Santiago, donde es agregado cultural y de comunicaciones en nuestra embajada. Y está con su novela que nos cuenta de esos tiempos de los intis de-valuados, de las �ichas rin, de la leche Enci, del pan popular, del programa Risas y salsas. Y sobre todo de Sendero Lu-minoso. Y la derrota de Perú contra Argentina en el estadio de River, con gol precisamente del Tigre Gareca, que hoy es nuestro entrenador –y creo que ese sí es espía de verdad—y cierto, de una constante en la historia del Perú, otra vez, las esperanzas perdidas en la política y el futbol.

Finalmente, pensamos que la novela de Neyra trasciende su tiempo, convirtiéndolo en uno de los ejes relevantes con el presente. Una lectura de El espía sentimental es una invi-tación a revisar las condicio-nes ocultas que corrompen y degeneran a nuestra sociedad. De otra forma, no conocer, o no recordar estos tinglados subrepticios, nos condenarán por siempre al infortunio.

Aporte. La nueva publicación de Alejandro Neyra insiste en descubrir el oscuro mundo del espionaje con una visión irónica y crítica.

8 Viernes 10 de julio de 2015

El Peruano

LOS MORTERO SE AGRANDAN

La historia de Los Mortero empezó como un sueño de infancia y ya tiene 12 años. Bichos y Bestias es el nombre del concierto con el que hoy la banda celebra seguir vivita y luchando, construyendo una propuesta a la que se aúnan cada vez más seguidores no solo para escuchar sus letras, sino también para verlos en el escenario.

ESCRIBE FIDEL GUTIÉRREZ M.

Tenía trece años no más cuando se subió a un escenario en El Agustino, tomó

un micrófono y se puso a cantar. En su grupo, los otros dos integrantes con las justas cali�icaban como quinceañe-ros. “Fue un debut rápido y precoz, con dos temas en cinco minutos” recuerda una doce-na de años después Mauricio Vicente Farromeque, voz de Los Mortero.

14 de marzo de 2003: la fe-cha quedó grabada en su men-te y en la de su hermano Diego, quien toca desde entonces una de las guitarras de la banda, hasta ahora. Aquel día es to-mado como parámetro para contar el paso del tiempo e ir dándose cuenta de qué cosas van cambiando, mejorando o enredándose. “Hasta hace unos cinco años atrás, algunos nos miraban por encima del hombro por ser chibolos”, dice Bruno Peña, guitarrista. “Pero ahora, quienes nos escuchan son chicos que en su mayo-ría está saliendo del colegio o de la academia y nos miran con respeto. Hasta me dicen ‘señor’…”.

Desde sus inicios hasta hoy, que celebran 12 años con un concierto en el Bar Lima, Los Mortero han grabado dos dis-cos y tocado varias veces fuera de la capital; pero, por encima de todo eso, han desarrollado una fuerte presencia escénica en gran parte al despliegue �í-sico de Mauricio, quien sobre la tarima se transforma en una suerte de Iggy Pop, incluidos torso desnudo y movimientos de incierta inspiración, des-plegados a lo largo y ancho del escenario.

“Recién hice esas cosas al año de haber empezado”, re�iere el aludido. “Cuando ensayaba, bailaba, pero en los conciertos me cohibía mucho y cuando no cantaba me volteaba a ver a la banda; pero también fue en un con-cierto en El Agustino cuando por primera vez me solté, más que nada porque estábamos en un espacio lleno de tierra y todos terminamos empolva-dos junto al público”.

Verlo en acción no deja espacio a la indiferencia. La música guía sus movimientos y estos, junto a las letras de

sus canciones, subyugan a sus seguidores. La reacción posi-tiva de ellos es visible tanto en su numerosa presencia cada vez que el grupo participa en algún concierto, como en la interacción que mantienen en internet, donde ya han forma-do dos ‘comunas’; grupos de fans cuya característica no es solo seguir al artista de su preferencia, sino también con-fraternizar entre ellos.

“Que haya tanta gente que sigue a la banda y se apasiona por ella me alegra, pero tam-

Los Mortero avanzan a trompicones su nuevo proceso creativo. Hace pocas semanas, tras ganar un concurso, el grupo

se encerró en un estudio a grabar un tema con el venezolano Héctor Castillo, coproductor de discos de Gustavo Cerati y Aterciopelados. Terminaron haciendo cuatro canciones. Vicente recuerda la definición que el visitante les lanzó respecto a su música. “Ustedes hacen rock limeño”, les dijo. Y parece que dio en el blanco, pues en letra y sonido, lo que hacen Los Mortero refleja la reacción de un alma joven frente a esa colisión de colores y emociones, omnipresente en las calles de la capital.

ROCK DE LA CALLE

“Hay gente que toma las palabras que cantamos de una forma más personal que nosotros mismos; como que las sienten mucho más.”

bién me pone nervioso” dice Mauricio, quien, junto a Bruno, reconocen sentirse responsa-bles por los efectos que sus modales e imagen podrían tener entre sus admiradores. “Es que, como ellos, somos jó-venes también, con miles de rollos en la cabeza y muchas cosas por solucionar”, explica.

Responsabilidad es tam-bién lo que tiene la banda consigo misma para continuar engrosando positivamente un repertorio en el que relucen ya algunos himnos adolescentes.

“Las canciones de los dos pri-meros discos fueron hechas cuando Mauricio tenía 14 o 15 años, pero ahora tenemos en-tre 25 y 27, y queremos hacer música que corresponda a ese nivel”, precisa Bruno.

SANGRE FRESCARápida, enérgica y fuerte-mente enraizada en el punk rock, pero con pequeñas pero signi�icativas fugas hacia el reggae y la cumbia en algunos pocos temas, la música de Los Mortero parece llevarse bien con el espíritu adolescente del mejor rock and roll callejero, y lo mani�iesta en su ausencia de prejuicios.

“Siempre tuvimos la idea de no jugar con un solo estilo, pero al inicio no nos salía nada más que un hardcore bien bu-llero”, señala Mauricio. Pero el tiempo no pasa en vano y ya en su primer disco, titulado Pisar un bicho (ver VARIEDA-DES 224), temas como ‘Adicto’ y ‘No me quieren’ mostraban desprejuiciadas incursiones en lo tropical, que en el futuro se convertirían en leitmotiv de temas mejor de�inidos, como el reggae ‘Pepito’ o la cumbia ‘El �inal’, incluidos en ‘Vivo por la lucha’ (2013), su segunda producción.

Para el tercero de sus dis-cos, el grupo piensa seguir desa�iando a las etiquetas. Voluntad y talento para ello les sobra, pero tiempo es lo que hace falta. “La mayoría de nosotros ya no estudia, sino que trabaja y sus tiempos son menores”, indica Mauricio, quien suma a este factor el hecho de que prácticamen-te cada semana la banda sea contratada para tocar, con lo que “ahora solo ensayamos para los conciertos y no para hacer temas nuevos”.

Evolución. Para los integrantes de la banda, el mundo no se detiene y su propuesta musical debe mostrarse más afiatada y madura.