elaromo83

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Frágil, solitario y final LUCHA DE CLASES EN LOS '70 ·Reseña de El carácter de la revolución en la Argentina, de Irma Antognazzi ·Morenismo: Daniel Pereryra le responde a Horacio Lagar MARXISMO ·Debate sobre el legado de Lenin EDUCACIÓN ·Freire y su coincidencia con el Banco Mundial BIBLIOTECA MILITANTE ·Adelanto del prólogo de Máscaras rojas. El teatro político en los '70 ·Rosa Luxemburgo y el debate sobre la huelga política de masas ECONOMÍA ·El acuerdo con China: un salvataje con patas cortas ·Grecia: ¿Una vuelta al keynesianismo? ·México asediado por el NAFTA POLÍTICA ·Cuba y Estados Unidos: las penurias de la clase obrera ·La reforma de la SIDE, otro disfraz kirchnerista ·Análisis del 18F CLASE OBRERA ·La represión peronista ·La decadencia de los sindicatos marítimo y portuario ·Los obreros de la confección y sus luchas ·La explotación en el cultivo del tabaco Nº 83 Análisis de ISIS y su programa Golombek: una defensa biologicista de la religión ¿Podrá salvarnos el shale oil? El kirchnerismo y la desnutrición Observatorio Marxista de Economía Taller de Estudios Sociales Laboratorio de Análisis Político Gabinete de Educación Socialista Entrevista Neve Gordon: El conflicto palestino- israelí

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el amoro revista cultural

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  • Frgil, solitario y final

    LUCHA DE CLASES EN LOS '70Resea de El carcter de la revolucin en la Argentina, de Irma AntognazziMorenismo: Daniel Pereryra le responde a Horacio LagarMARXISMODebate sobre el legado de LeninEDUCACINFreire y su coincidenciacon el Banco MundialBIBLIOTECA MILITANTEAdelanto del prlogo de Mscaras rojas. El teatro poltico en los '70Rosa Luxemburgo y el debate sobre la huelga poltica de masas

    ECONOMAEl acuerdo con China:

    un salvataje con patas cortasGrecia: Una vuelta al keynesianismo?

    Mxico asediado por el NAFTAPOLTICA

    Cuba y Estados Unidos: las penurias de la clase obrera

    La reforma de la SIDE, otro disfraz kirchnerista

    Anlisis del 18F CLASE OBRERA

    La represin peronistaLa decadencia de los sindicatos

    martimo y portuarioLos obreros de la confeccin y sus luchas

    La explotacin en el cultivo del tabaco

    !O8)))s-ARZO!BRILDE0RECIO)33.N 83

    Anlisis de ISIS y su programa

    Golombek: una defensa biologicista de la religin

    Podr salvarnos el shale oil?

    El kirchnerismo y la desnutricin

    Observatorio Marxista de Economa

    Taller de Estudios Sociales

    Laboratorio de Anlisis Poltico

    Gabinete de Educacin Socialista

    Entrevista

    Neve Gordon: El conflicto palestino-israel

  • Marzo-Abril de 20152

    Nisman haba amenazado con provocar una crisis poltica de magnitud. Lo hizo, aunque no por las razones que tena planea-das. Su muerte encendi la crisis poltica, que se mantuvo laten-te durante todo 2014 al calor de la crisis econmica. Esta crisis no es ms que la expresin de la ruptura del kirchnerismo con su clase, que vena alistando el funeral del bonapartismo. El escndalo que provoc la muerte, de todas formas, fue menor que el que hubiera desencadenado su denuncia. Ante la conmo-cin que gener la noticia, Cristina se apur a afirmar que haba sido un suicidio, apoyada en el argumento de que el fiscal no tena nada. Sin embargo, esa hiptesis no tena asidero, por lo que rpidamente se desdijo. En efecto, si fuera cierto que la de-nuncia no compromete a la Presidente, por qu no se dan a co-nocer las escuchas? La misma pregunta le cabe a la oposicin, que bien podra acceder a la totalidad de los audios: no presio-nan por hacer pblicas las escuchas porque no quieren potenciar la crisis o porque pueden implicarla tambin a ella?El problema de fondo es que el caso Nisman y su denuncia estn imbricados en una trama mayor que alcanza al conjun-to del elenco poltico y pone en evidencia sus compromisos

    internacionales. Todo el accionar del fiscal, desde que fue nom-brado por Nstor Kirchner, estuvo encaminado a encauzar el caso AMIA de la forma ms conveniente para el gobierno, en funcin de sus compromisos con Estados Unidos. No hay que olvidar que reportaba directamente a la embajada de Estados Unidos. La presentacin de su denuncia coincida con la discu-sin en el Congreso norteamericano sobre las sanciones a Irn, asunto que enfrent a Obama con congresistas de su partido que estaban prestos a votarlas junto a los republicanos. En qu medida esto resulta una coincidencia o no, debiera levantar sos-pechas. Lo cierto es que a sabiendas de que el fiscal trabajaba codo a codo con la embajada yanqui, ni el gobierno ni la opo-sicin osaron denunciarlo por tal comportamiento, que podra ser caratulado como delito. Es que el encubrimiento del caso AMIA y de todos los implicados, tanto en la conexin local como en la internacional, es un asunto de Estado. Ni el kirch-nerismo ni la oposicin estn interesados en que se conozcan los verdaderos culpables. Frente a ello, es necesaria la apertura de todos los archivos del caso y la constitucin de una comisin investigadora independiente conformada por diputados obreros y organizaciones de luchadores por los derechos humanos inde-pendientes de la burguesa.

    Mexicanizacin

    Para mostrar cierta iniciativa y controlar el sistema de inteli-gencia, que comenz a organizar su pasaje a los partidos de la oposicin, Cristina se apur a presentar una reforma a la Ley de Inteligencia Nacional. La iniciativa, sin embargo, no supera un cambio cosmtico que no solucionar los problemas que arras-tra la SIDE y que dan lugar a la guerra de aparatos y a la impo-sibilidad de controlar su funcionamiento y financiamiento (ver nota de Valeria Sleiman).La oposicin, en cambio, se encontr con la oportunidad de fortalecerse. La marcha del 18F fue una demostracin de fuer-za. Se trat de una movilizacin de sectores burgueses y peque-oburgueses que, desencantados con las opciones de centroiz-quierda, se han ilusionado con la derecha (ver nota de Guido Lissandrello). Macri es quien parece haber cosechado el mayor rdito poltico. Ya sum a sus filas a Carri y a Reutemann y comienza a eclipsar a Massa. El rejunte centroizquierdista de UNEN est prcticamente desintegrado. El referente del pero-nismo de izquierda en ese espacio, Pino Solanas, se acerc al Frente Renovador y coquete con l hasta que se hizo obvio que

    no tena mucho para ganar. Binner amenaza con ir solo. As las cosas, la posibilidad de un frente opositor, impulsada -cundo no- por el radicalismo, comenz a resonar ms fuerte, e inclu-so Moyano se sum la demanda. El pedido evidencia la unidad programtica que la burguesa alcanza ahora bajo el ala de la oposicin, y la magnitud de la crisis que el prximo gobierno tendr que enfrentar.Si algo dej en claro la muerte de Nisman es que no estamos en presencia solo de la decadencia del bonapartismo, sino de una tendencia incipiente a la descomposicin del Estado. Como he-mos sealado, lo que se revel en este caso es la incapacidad del Estado argentino para controlar su propio aparato de inte-ligencia, un espacio clave para la toma de decisiones guberna-mentales. La guerra de aparatos al interior de la SIDE muestra hasta qu punto el gobierno no controla a sus agentes e, inclu-so, cmo parte de los mismos estn al servicio de otros estados.En este cuadro de decadencia, la muerte de Nisman marca cier-to punto de inflexin en la forma que adopta la poltica bur-guesa. Asistimos a un primer suceso de criminalizacin de la poltica. Puede tratarse de un hecho aislado o bien del punta-pi inicial de una tendencia. En este ltimo caso, el avance de la mexicanizacin de la poltica argentina resulta una preocupa-cin de primer orden para la clase obrera. El crimen y la violen-cia como forma permanente de resolucin de las disputas pol-ticas conllevan una tendencia fascistizante. Las fracciones de la burguesa comienzan a dirimir sus disputas mediante estos m-todos disolviendo el mismo Estado. De all a que esta metodolo-ga se utilice contra la clase obrera de manera abierta y constante hay un solo paso. Por ello, no puede permitirse que se convierta en moneda corriente para ninguna fraccin de la burguesa ni los partidos que la representan. La intervencin de la izquierda debiera ser contundente contra estos mtodos.

    Los sepultureros

    Toda crisis poltica de importancia comienza por arriba y constituye un momento propicio para la intervencin de los de abajo. La burguesa busca cerrar el bonapartismo por dere-cha, pero se encuentra con un Estado en crisis. Esa crisis es una oportunidad que el FIT no puede dejar pasar. Debe avanzar en la construccin del partido revolucionario, superando su pre-sente como mero instrumento electoral. Slo as se constitui-r en la direccin de los sepultureros de un sistema decrpito.

    EDITORIAL

    Ianina Harari%DITORA2ESPONSABLE

    Peridico Cultural Piquetero

    %DITORARESPONSABLE)ANINA(ARARI$ISEOEIMAGEN)ANINA(ARARIY

    3EBASTIN#OMINIELLO#ORRECCIN2OSANA,PEZ2ODRIGUEZ

    2EDACCIN#ONDARCO#!"!#0ELAROMO RAZONYREVOLUCIONORG0ARAPUBLICITARENEl Aromo

    PUBLICIDAD RAZONYREVOLUCIONORG0ARACOMUNICARSECONEL#ENTRODE%STUDIOSE)NVESTIGACINEN#IENCIAS3OCIALES#%)#3

    CEICS RAZONYREVOLUCIONORG0ARASOLICITARCURSOSDE

    EXTENSINYPERFECCIONAMIENTODOCENTES RAZONYREVOLUCIONORG0ARACOMPRARLIBROSREVISTAS#$S

    PERIDICOSYCONSULTARNUESTRASPROMOCIONESVENTAS RAZONYREVOLUCIONORG0ARASOLICITARNOTASENTREVISTASODIFUNDIRMATERIALYAPUBLICADO*ULIA%GAN2YRJULIA GMAILCOM

    "ARRILETE,IBROS#ENTROCULTURALYLIBRERADE2AZNY2EVOLUCIN#ONDARCO#!"!!RG#0

    www.razonyrevolucion.org

    !O8)))s.s-ARZO!BRILDE

    )33."UENOS!IRES

    Los artculos firmados corren por exclusiva responsabilidad de los autores, asimismo las opiniones vertidas en las entrevistas corren por exclusiva responsabilidad de los entrevistados.

    SUMATE AL CENTRO DE ESTUDIOS E INVESTIGACIN

    EN CIENCIAS SOCIALESSomos intelectuales que militamos para el desarrollo de la revolucin socialista aqu y ahora. Nuestra tarea es desarrollar el conocimiento de la sociedad que queremos transformar. Nuestros grupos de investigacin tienen el objetivo de develar los interrogantes que plantea la revolucin en Argentina: la revolucin burguesa, el desarrollo del capitalismo, el estudio de la economa actual, la lucha de clases y sus expresiones culturales, el Argentinazo y el movimiento piquetero, los crmenes sociales, la historia de la educacin y la construccin de un arte revolucionario. El CEICS de Razn y Revolucin retoma las mejores tradiciones del marxismo, poniendo la produccin cientfica y artstica al servicio del socialismo. Si cres que como intelectual tens un lugar en la lucha, la revolucin te llama.

    Informes: [email protected]

    Muerte en el funeral

    Fabian Godoy

    Fabian Godoy

    Fabian Godoy

    Fabian Godoy

    Fabian Godoy

    Fabian Godoy

    Fabian Godoy

    Fabian Godoy

    Fabian Godoy

    Fabian Godoy

  • 3Marzo-Abril de 2015

    La gira presidencial por China en el contexto del Convenio Marco de Cooperacin en Ma-teria Econmica y de Inversiones fue exaltada como una posibilidad de desarrollo nacional de la mano de un acuerdo de pares con el pas asitico. Sin embargo, el tratado replica las re-laciones con otras potencias y expone una vez ms los lmites del capitalismo argentino y la continuidad de una estructura asentada en las mercancas agropecuarias. Como veremos, con-siste en financiamiento para sostener el entra-mado econmico actual a cambio de garantizar rentabilidad a los capitales chinos y provisin de materias primas. La burguesa local, en sus des-acuerdos con el Convenio, muestra una vez ms su impotencia. Ante un Estado que ya no puede sostenerlos a todos, se lanza a una lucha por cap-turar una porcin de riquezas que los sostenga. As, como manifiesta ms claramente Techint, piden proteccin estatal para unos y mercado para el resto, sealando antes que una estrategia propia del capital monoplico, la agudizacin de las disputas interburguesas en un contexto de crisis.

    Entre acuerdos

    El principal aspecto del acuerdo con China es el financiero. En ausencia de otras fuentes exter-nas, y ante la urgencia de dinero por parte del gobierno, se firm un acuerdo entre el Banco Central y el Banco Popular de China por trans-ferencias de swaps por USD 11.000 millones a efectivizarse durante un plazo de 3 aos. Has-ta el momento Argentina solicit USD 3.100 millones que permitieron mantener las reservas del Banco Central. Aunque aparezca como una entrada limpia de dinero, los swaps en realidad vienen a cubrir el dficit comercial con China. En 2014, se acumularon USD 5.789 millones1 de dficit producto del incremento de las im-portaciones chinas y estancamiento de las ex-portaciones argentinas. Durante este perodo mientras las exportaciones fueron de alrededor de 7%, las importaciones chinas significaron el 15% del total. As los swaps no engrosan las Re-servas del Banco Central, sino que garantizan el flujo comercial con China, pues no estn dispo-nibles para otro destino. El sentido del acuer-do se asemeja al mecanismo de financiamiento de las exportaciones chinas a EE.UU. Este pas constituy durante los ltimos aos el principal mercado para China, junto con Europa. Las di-ficultades de pago por parte de EE.UU. obliga-ron a China a comprar bonos del Tesoro como forma de garantizar su capacidad de compra.La otra parte del acuerdo consiste en inversio-nes en Argentina. YPF firmar un acuerdo de inversin con la petrolera asitica SINOPEC con motivo de avanzar en la explotacin de Vaca Muerta. La futura inversin tiene como antesala el pago por parte de SINOPEC de USD 2.450 millones por las reas concesionadas de la esta-dounidense Occidental Petroleum Corporation, as como la compra del 50% de Bridas por la china CNOOC, con el objeto de explorar y de-sarrollar la industria de petrleo y gas.A su vez, China aportar USD 4.700 millones para la construccin de las represas Nstor Kir-chner-Jorge Cepernic. Este acuerdo, implicar al menos USD 5.000 millones de swaps que se aplicarn una vez que las obras comiencen. Tambin se proyecta la instalacin de una base espacial en la Patagonia, en tierras concedidas por el gobierno, que cuentan con una exencin impositiva por 50 aos.El mencionado conjunto de inversiones se suma a las que China viene realizando en Amrica La-tina, cuyo mayor exponente es la construccin del canal de Nicaragua que le permitir el trans-porte de petrleo. Argentina constituye, en este escenario, un socio menor en un esquema en el que el gigante oriental busca asegurarse la renta-bilidad de su capital en un contexto de crisis in-ternacional. En efecto, las inversiones chinas pa-

    recen encontrar en Argentina ganancias futuras garantizadas por sobreprecios estatales, al estilo de lo que ya ha ocurrido con la compra de fe-rrocarriles a precios superiores a los producidos internamente. Informes periodsticos muestran que Argentina compr vagones chinos aceptan-do sus condiciones, que no se correspondan con las necesidades de los planes de soterra-miento (importaron vagones para cielo abierto) y pag un sobreprecio del 30% (ms costos de importacin) en durmientes de hormign que tambin se producen en el pas.2 La vinculacin con China replica aquella es-tablecida con otras potencias, como Estados Unidos, que ha consistido en la instalacin de plantas (por ejemplo automotrices y qumicas) con tecnologa obsoleta en sus pases matrices. Estos capitales operan a escala reducida solo para abastecer al mercado interno (no expor-tan desde Argentina) gozando de proteccin y subsidios especiales. No implica, sin embargo, una nueva expresin de la subordinacin ar-gentina en tanto semicolonia, como quiere el trotskismo,3 sino la forma que adopta la acu-mulacin de capital en un pas capitalista ple-namente desarrollado, pero an as dbil frente a la competencia extranjera.4 As, es la debilidad del capitalismo argentino la que condiciona las negociaciones frente a las potencias mundiales y no a la inversa.

    y desacuerdos

    La burguesa argentina ms preocupada por el efecto de los acuerdos es la industrial, nucleada en la Unin Industrial Argentina (UIA). Su opi-nin no ha sido unvoca, y se evidenci una vez ms la interna que la recorre. En enero de este ao, la entidad hizo circular un comunicado en el que cuestionaba la po-sibilidad de adjudicacin directa de proyectos de infraestructura con horizonte a cinco aos, a cambio de financiamiento de origen chino". Y continuaba sealando que excluira de forma manifiesta la provisin local de bienes y servicios argentinos, que no cuentan con dichas posibi-lidades de financiamiento.5 Adverta tambin sobre el permiso a ciudadanos chinos para reali-zar actividades econmicas en igualdad de con-diciones que los argentinos. Quienes se constituyeron en los voceros del sector crtico en la UIA fueron Jos Ignacio de Mendiguren (adems diputado del Frente Reno-vador) y Luis Betnaza, directivo de Techint. Am-bos participan activamente de los encuentros y propuestas del Foro de Convergencia (FC), que nuclea a los grupos capitalistas situados en la ve-reda opuesta al gobierno, muy cercanos a Sergio Massa. Ese espacio pugna por ms mercado en la falaz disputa mercado versus Estado, aunque

    como est claro no es una orientacin sin con-tradicciones. Betnaza, por ejemplo, ante el Foro reclam la necesidad de implementacin de me-didas econmicas tendientes a la liberacin de las fuerzas productivas, relajando la excesiva in-tervencin estatal. Sin embargo, ante los acuer-dos con China se quej: los chinos van a pedir que se abra todo el comercio.6 Es que China es el principal productor de acero a escala interna-cional, y los directivos de Techint temen que los desplacen del mercado interno. As, por un lado aparece la oposicin a la excesiva intervencin estatal, por ejemplo con la Ley de Abasteci-miento, cuya intencin manifiesta es el control de precios y ganancia empresaria (aunque solo sea efectivamente una medida de propaganda del gobierno). Por otro, el pedido de proteccin del mercado interno frente a la competencia ex-tranjera. Inclusive, Techint se queja de los acuer-dos cuando va a ser beneficiario de los mismos en la construccin de la represa El Tamboral, en San Juan, con financiamiento chino.Del lado de los conformes se encuentran el presidente de la UIA, Hctor Mndez y Juan Carlos Lascurain, quienes se mantienen cerca-nos al gobierno. Criticaron la difusin del co-municado, supuestamente no consensuado, y fueron a la reunin solicitada a la presidenta e intentaron calmar los nimos: Nosotros, lo que queremos es defender el inters de las empresas y no dudamos que el gobierno ha hecho lo mis-mo, y lo ha hecho de buena fe. Despus, algunas cosas se escapan al manejo de lo que uno hace todos los das. 7 La interna de la UIA, aunque se pueda suponer que responde a modelos de desarrollo diferen-tes, son dos caras de la misma moneda. Expre-sa la contradiccin de una burguesa dbil que requiere subsidios estatales y proteccin del mercado interno. Una burguesa que cuando no alcanza la riqueza para sostener a todos preten-de proteccin para s, y libre mercado para el resto. Hoy, el Estado argentino no tiene recur-sos suficientes para solventar ese esquema y requiere de financia-miento externo. En un contexto de crisis internacional donde este no abunda para las condiciones en las que se encuentra la Argen-tina, China aparece como la ni-ca opcin. La contrapartida que exigen los prstamos chinos es mercado interno. Es decir, com-petencia para la burguesa local. Esta se encuentra en la disyuntiva de desaparecer por falta de finan-ciamiento estatal o intentar ca-pear la competencia de capitales ms productivos. El acuerdo y sus reacciones, que

    aparecen como desavenencias en las polticas a implementar, son reflejo de la debilidad de la burguesa nacional que no puede sostenerse sino artificialmente mediante ingentes subsidios es-tatales. Esta fuente de compensacin de su falta de productividad es suplida, desde la dictadura militar, con bajos salarios. Es la alternativa que ofrece la burguesa hoy: bajos salarios y ajuste. Un esquema al estilo 2002 que reduzca conside-rablemente los salarios, devaluacin mediante.

    Efectos

    El acuerdo con China parece venir a dar cierto aire al gobierno que, en ausencia de una reso-lucin a corto plazo del tema fondos buitres, y ante la cada del precio de las mercancas agropecuarias, siente hace rato los efectos de la crisis econmica. De todas formas, son acuer-dos a cinco aos, por lo cual no todo el dinero entrar antes de las elecciones. No resuelven la crisis, pero pueden evitar el descalabro en lo in-mediato. Esto no implica mejorar las condicio-nes de vida de la clase obrera, cuyos salarios se mantienen por debajo de una inflacin que los corroe da a da.8 Tampoco potenciar a la bur-guesa nacional, ya que no habilitar un proceso de acumulacin de capital que saque al pas de la crisis recurrente y la dependencia de las mer-cancas agropecuarias. Simplemente permitir estirar un poco ms el estallido, reproduciendo las particularidades de un pas agrario que no ha alterado su matriz econmica, pese a los kirch-neristas y al cambio de modelo. El problema lo tendr el gobierno prximo, que deber can-celar los crditos otorgados al Banco Central, de una duracin de 12 meses.

    Notas1http://goo.gl/A05zN12Perfil, 4/8/20143Es la caracterizacin asumida por el Partido Obre-ro (http://goo.gl/CwSp7Q). Con una lnea depen-dentista similar, el PTS denunci que los acuerdos acentan la primarizacin de la economa argen-tina (http://goo.gl/CP6f4r). Por su parte, la CTA los caracteriz como una profundizacin de la de-pendencia (http://goo.gl/De7AUG). 4Para un anlisis crtico de las concepciones im-perialistas ver Kornblihtt, J.: Crtica del marxismo liberal, Ediciones ryr, 2008. 5Infobae, 2/2/20156Pgina/12, 15/2/20157TELAM, 12/2/20158La CGT, actuando como vocera de la burguesa, denunci la posibilidad de entrada de trabajado-res chinos, utilizando una vez ms el recurso de la competencia entre trabajadores (en este caso ex-tranjeros-nacionales) como explicacin a los bajos salarios y desocupacin.

    OMAR DIBABOGADO

    Tel.: (011) - 4383-0098E-mail: [email protected]

    Un anlisis del actual Convenio de Cooperacin entre Argentina y China

    ECONOMA

    Vernica Baudino'RUPODE)NVESTIGACINDELA"URGUESA!RGENTINA#%)#3

    El acuerdo con China no resuelve la crisis. Simplemente permitir estirar un poco ms el estallido de la crisis, reproduciendo las particularidades de un pas agrario que no ha alterado su matriz econmica.

    Yuanes para pocos (y pocas)

    Para colaborar con este grupo de investigacin contactarse a: [email protected]

    Fabian Godoy

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  • Marzo-Abril de 20154

    Keynesianismo sin renta

    Esto ya lo vi

    A simple vista, la Grecia actual se parece bas-tante a la Argentina de 2002. Cada del PBI, retroceso de la actividad industrial y de la ren-tabilidad, aumento exponencial del desempleo, constante salida de depsitos del sistema ban-cario, presin creciente del endeudamiento por sucesivos salvatajes que no lograron revertir la situacin. Todo ello coronado por los fracasos de los distintos gobiernos (socialdemcratas, conservadores y de coalicin) para estabilizar a partir de polticas de ajuste. Esto en un mar-co de descontento y movilizacin de las masas.En este panorama, a comienzos de ao la Coa-licin de Izquierda Radical (Syriza) se impuso en los comicios, proyectando a Alexis Tsipras al cargo de primer ministro y quedando a dos es-caos de la mayora absoluta en el Parlamento. Las otras notas la dieron la estrepitosa cada de la socialdemocracia (PASOK) y el tercer lugar del neonazi Amanecer Dorado. Las elecciones expresan un estado de nimo de las masas fren-te a la crisis, aunque tambin, en un contexto de polarizacin, un peligro por la ilusin en ex-periencias ya fracasadas.El triunfo de los que se presentan como una nueva izquierda amplia y renovadora despert la emocin del progresismo e incluso de am-plios sectores de la izquierda mundial, ilusio-nados con la posibilidad de cambiar el mun-do dentro de las normas del rgimen. Cristina, Maduro, Dilma y Evo saludaron al compae-ro Tsipras como un avance popular frente al neoliberalismo y una esperanza para los pue-blos de Europa.1 La identificacin de estos go-biernos con Syriza es lgica, debido a que bas su campaa en un programa de recetas keyne-sianas con el objeto de estimular el consumo a partir del gasto pblico, identificado con la ex-periencia reciente de Latinoamrica. Pero la gran tragedia de Syriza para establecer un bolivarianismo balcnico es que, a dife-rencia de Chvez o Correa (petrleo), Evo (gas y minerales) o Nstor (soja), Grecia no cuenta con elementos que permitan reeditar ese mo-delo. Su margen de maniobra es ms bien es-caso, y la perspectiva que se plantea a la clase obrera bajo esta direccin es la profundizacin de la miseria.

    De la tragedia a la farsa

    Lo que plantea Syriza no es radical en trmi-nos polticos y tampoco a nivel histrico. Du-rante los 80, el socialdemcrata PASOK llev adelante un programa similar. En 1981 asume Andreas Papandreu, denunciando a la OTAN y a la Comunidad Europea de los banqueros,

    con la promesa de una suba salarial, y presen-tndose como el partido de los no privilegia-dos contra la oligarqua financiera. Ya en el poder, aplic un programa de gasto y subsidio a sectores como la agricultura. Se ampli la sa-lud y educacin gratuita, sobre todo en el m-bito rural. Se estableci una socializacin de empresas, que de socialista solo tena el nom-bre: consisti en sumar representantes obreros en los directorios de las firmas (en su segun-do gobierno, luego de denuncias por corrup-cin para favorecer a militantes del PASOK, se abandon esta prctica). Estas medidas se sostuvieron con endeuda-miento: la deuda pblica creci de un 18% del PBI en los 70 a casi un 50% en los 80. Por eso abandon su retrica de campaa y permiti que los EE.UU. mantuvieran bases militares a cambio de financiamiento. Pero en 1986, durante su segundo gobier-no, ante la crisis debi reducir el gasto pbli-co y aplicar un plan de austeridad. Se devalu la dracma y se decret el control de precios y congelamiento salarial. Como consecuencia, se sucedieron movilizaciones populares, con dos huelgas generales en 1986 y 1987. El PASOK perdi las principales municipalidades del pas en los siguientes comicios, iniciando su declive poltico hasta su salida en 1989.2 Esta experiencia guarda muchos puntos de contacto con el actual programa que plantea

    Syriza y con la trayectoria de los populismos latinoamericanos. Algunos argumentarn que aquel fracaso se debi a que pudo ms la em-bestida neoliberal que las fuerzas del cambio. Que ahora tenemos una oportunidad, si se puede mantener a raya a las finanzas y sacarse de encima la presin de la deuda. La cuestin es si Grecia tiene algo para conseguir ese obje-tivo por fuera de los sistemas de crditos inter-nacionales, o incluso de los marcos de la UE. El problema va ms all de la deuda: hunde sus races en la estructura econmica del pas.

    Crisis y oportunidad?3

    Desde 2008, los indicadores econmico-socia-les de Grecia se desploman: el PBI se redujo en un 25% (en el quinto lugar entre los pases que ms se contrajeron). La actividad industrial cay y la productividad del trabajo se estanc o incluso decreci desde 2010, un caso inusual en el mundo. La tasa de ganancia industrial se desplom, registrando valores negativos en 2013. El salario real en la industria manufactu-rera perdi un quinto de su valor. La recesin, el default y los rumores de un posible aban-dono del marco de la Unin Europea (UE) se expresaron en una constante salida de depsi-tos del sistema financiero, que se redujeron en una tercera parte desde finales de 2010. La tasa de desempleo, que hasta mediados de la dcada estaba en los mrgenes del promedio general de

    Europa, se dispar hasta alcanzar casi un 30%. Entre los jvenes la situacin es peor: en me-nores de 25 aos trep a casi el 60%, lo que lo convierte en el tercer pas con mayor des-empleo en esa franja de la poblacin, detrs de Bosnia y Kosovo. La deuda pblica total alcan-z a representar un 175% del PBI en 2013 y un 1.155% de las exportaciones.En 2009, la crisis internacional y la dificultad de acceso a los mercados financieros pusieron a Grecia ante la imposibilidad de costear su dfi-cit. Ello llev al socialdemcrata Yorgos Papan-dreu a solicitar la ayuda de la UE y del FMI. Este salvavidas tuvo como contrapartida la implementacin de un plan de ajuste, que con-sisti en bajar el gasto pblico, recortando sa-larios en la administracin y jubilaciones. A su vez, decret una suba impositiva en tasas espe-ciales y en el IVA. Una segunda etapa del ajuste avanz nuevamente sobre los salarios pblicos y bonificaciones especiales de los empleados, junto a recortes en el gasto social. Las protestas y la profundidad de la crisis se llevaron puesto al Primer Ministro, que a fin de ao present su renuncia. Se sucedieron dos breves interina-tos (Papadimos y Pikramenos) hasta la asun-cin de Antonis Samars, lder conservador (de Nueva Democracia) a mediados de 2012. En ese ao la UE realiz un segundo salvataje. Estos flujos se hicieron a partir de dos herra-mientas creadas para financiar a pases en crisis, como Irlanda, Portugal, Chipre y, desde luego, Grecia. Mediante el Fondo Europeo de Estabi-lidad Financiera y el Mecanismo Europeo de Estabilidad, Grecia recibi entre 2010 y 2014 la friolera de ms de 150 mil millones de euros. Hacia 2014, las autoridades griegas lograron colocar deuda en el mercado, presentando la apariencia de una superacin de la crisis, con el visto bueno de Alemania.4 No obstante, no se alivi ni la presin interna ni las tensiones con la UE por los pagos de vencimientos y las me-didas de ajuste, lo que provoc una crisis pol-tica que adelant los comicios de 2015. El resultado es conocido: el descontento de seis aos de penurias llev al desprestigio de la so-cialdemocracia y los conservadores. Crecieron figuras y agrupamientos por fuera de ese arco, como el caso de Syriza, aunque tambin nacio-nalistas y neonazis. De esta forma, Tsipras lle-g al poder con un programa keynesiano: au-mento en la inversin pblica de por lo menos 4 mil millones de euros; desmontaje del ajuste

    Syriza viene a aplicar el ajuste por izquierda, ante el fracaso de las polticas previas. Su margen de maniobra es ms bien escaso y la perspectiva que se plantean a la clase obrera bajo esta direccin es la profundizacin de la miseria.

    El triunfo de Syriza y las perspectivas de la clase obrera griega

    ECONOMA

    Damin Bil/-%#%)#3

    Fuente: elaboracin propia en base a Blanco Lemus (2014) y European Comission, Economic and Financial Affairs (en http://goo.gl/gAw5dd)

    El estado griego recibi en menos de cuatro aos ms de 150 mil millones de euros. No obstante, la crisis econmica no hace ms que profundizarse. La deuda evidencia una cuestin de fondo: la poca competitividad del capitalismo en Grecia. En las condiciones actuales, su economa no cuenta con un sector que pueda revertir los problemas de la acumulacin. Eso explica que el gobierno de Syriza haya moderado su discurso y negociado una prrroga con los acreedores.

    Asistencia financiera a Grecia por parte de la Eurozona y el FMI y principales acreedores dentro de la Eurozona por monto, en miles de millones de euros, 2010-2014

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    Fabian Godoy

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  • 5Marzo-Abril de 2015

    pactado con la UE y otros prestamistas en el perodo 2010-13; recomposicin salarial y ju-bilatoria; fomento del consumo; incentivos a las PyMEs para crear empleos; subsidios a la energa para la industria; polticas de retencin y repatriacin de jvenes cientficos y la recons-truccin del Estado de Bienestar; entre otras cosas. Evidentemente, no se plantea ninguna ruptura revolucionaria. Ms aun, ya comenz a bajarse de puntos importantes del programa. En estos ltimos das y luego de arduas nego-ciaciones, los acreedores europeos acordaron una prrroga de cuatro meses al rescate, bsi-camente con desembolsos para pagar intereses y vencimientos, con la promesa de Atenas de mantener la poltica de austeridad.5El debate sobre Grecia pas por dos cuestiones. Por un lado, por resaltar el peso agobiante de la deuda, el chantaje de la UE, el saqueo y la corrupcin de diferentes gobiernos. Por otro, se discuti sobre la viabilidad de la postura de Syriza en relacin a desconocer la deuda o exi-gir una reduccin, incluso hasta salir del euro (posiciones que abandon apenas pasado me-nos de un mes de las elecciones). Pero la cues-tin va ms all del problema de la deuda y su peso. Lo que hay que determinar es si Grecia tiene las condiciones para aplicar algn punto del plan de Syriza para salir de la crisis, y cu-les son las perspectivas que le depara a la clase obrera griega.

    La deuda no es el problema

    La expansin de la deuda es manifestacin de un problema mayor. El proceso esconde incon-venientes ms profundos de la economa grie-ga, que el flujo de recursos ayud a posponer durante varios aos, como observamos para los 80. Esas dificultades estructurales son las que ponen serios lmites a cualquier poltica boli-variana. Grecia es un pas con un mercado re-lativamente pequeo. Eso contribuye a hacerla una economa tambin pequea: dentro de la UE, ocupa recin el 15 lugar en este aspecto. En poblacin, es el 8 pas, con solo un 61% en centros urbanos. La estructura que hay que sos-tener es menor que en otros pases, pero tam-bin son menores los recursos propios para ello. En cuanto a los puntales de la economa, el sec-tor pblico representa un 40% del PBI, y em-plea a un 31% de la fuerza laboral. Dentro del resto de las actividades, el turismo es funda-mental, aporta casi un quinto del PBI, mien-tras que la industria tiene un 15% y la agricul-tura 3,5%. Un 20% de su fuerza laboral est compuesta por inmigrantes, que se desempe-an mayormente en la agricultura o en traba-jos descalificados. Sus industrias ms relevantes se relacionan con recursos naturales como la pesca y el aceite de oliva. Luego estn aquellas vinculadas al mer-cado interno, como la alimenticia, textiles, qu-micos y de medicamentos, metales, y refinacin de crudo. Exporta algunos de estos productos, sobre todo a pases balcnicos y a otros cerca-nos, como Turqua, Bulgaria, Italia, y otros de la UE. Pero en este aspecto, es deficitaria. En 2008 alcanz un rojo de 63.000 millones de dlares, que desde esa fecha se reduce por el he-cho de que cae de forma constante la capacidad de importar. El dficit se observa en casi todos los rubros de la produccin, sobre todo en lo que respecta a bienes industriales (maquinaria, vehculos, bienes de consumo) y en combusti-bles. Por la crisis y la dificultad de importar, en 2013 el dficit fue el ms bajo de los ltimos aos: casi 25.000 millones de dlares. Grecia es importadora neta de alimentos, registrando supervit solo en la partida frutas y vegetales. Desde 1980 la importacin de alimentos repre-senta entre un 8 y un 10% de las importacio-nes totales (y un 5% del dficit comercial). El dficit es atenuado por la participacin del tu-rismo, ya que es un pas receptor de visitantes. De 2005 a 2012, los ingresos netos por turismo dejan ms de 10.000 millones de dlares por ao en el pas. La combinacin de disminucin de importaciones con el aumento de los ingre-sos por turismo redujo el dficit desde 2008 en un 67%. No obstante, sigue siendo deficitaria, lo que obliga a cubrir el balance de pagos con ingresos va financiacin externa. El costo laboral tampoco es atractivo para que Grecia funcione como aspiradora de capitales

    para la exportacin. Desde 2008, en la indus-tria manufacturera el salario perdi un quinto de su valor real, y el costo laboral se redujo. A 2012, era un 20% menor que el de Espaa, y 50% ms bajo que el de los EEUU, Francia o Alemania. No obstante se encuentra muy le-jos de los pases que compiten por esa va en el mundo (Asia), e incluso de los que se inser-tan como mano de obra barata industrial para el mercado europeo: son entre 50 y 100% su-periores a los de Repblica Checa y Hungra, 100% mayores a los brasileos y taiwaneses, y dos veces ms costosos que los mexicanos. En la actualidad, el costo laboral griego est en el nivel del argentino o del coreano. Salarios ar-gentinos en Europa. Obreros pobres, pero ca-ros para el capital.6

    Perspectivas sombras

    Tsipras asumi con un programa de expan-sin keynesiana. Admirador de Chvez y de los populismos latinoamericanos, replic esta propuesta para ganarse la simpata de las des-contentas masas griegas que luchan desde hace aos contra el ajuste. La izquierda mundial se ilusion con su discurso anti-neoliberal, contra el ajuste y contra los financistas de la UE. Pero Syriza no cuenta con nada para replicar la po-ltica keynesiana. Histricamente, la expansin va gasto pblico fue viable sobre 50 millones de cadveres, luego de una guerra mundial con la destruccin masiva de capital. O bien en pa-ses que pueden sostener por largo plazo la fic-cin de estabilidad, va emisin de bonos (EE.UU., las potencias de Europa); o en regiones productoras de materias primas como fuentes de renta diferencial, como en los pases latinoa-mericanos durante la ltima dcada. Grecia no parece contar con ninguna de estas fuentes. Sin modificar las relaciones de produccin, las perspectivas que se abren implican ms penu-rias que soluciones para las masas griegas. Syri-za bien puede optar por lanzar por la borda su programa y reiniciar el ciclo de endeudamien-to, lo que en parte est haciendo. En efecto, desde que lleg al gobierno Tsipras y su minis-tro Varufakis buscaron desesperadamente acor-dar con la UE, moderando da a da su discur-so de campaa de confrontacin con la Unin en general y con Alemania en particular. No es un problema de la ideologa poltica del go-bierno de turno, sino que es consecuencia de que la economa griega necesita el financia-miento porque no tiene otro recurso. Esta sa-lida pone al gobierno otra vez frente a las po-lticas de ajuste exigidas por los acreedores y a la clase obrera frente a una nueva desilusin, lo que puede beneficiar a la extrema derecha. El recurso a otros prestamistas como Putin de-pende de la salud de la economa rusa luego de la cada del precio del crudo; adems de que puede abrir conflictos con la UE, debido a la tensin entre estos dos bloques por Ucrania, lo que Atenas busca evitar. Se baraj la chance del financiamiento chino. Si bien desde Beijing se plantearon intenciones, no se tom ninguna medida concreta de acercamiento. Menos aun luego de que Syriza dejara sin efecto el plan de privatizacin del Puerto del Pireo, y detuviera el negocio de los chinos all.7 Otra posibilidad

    es el derrumbe completo del costo laboral, para acercarlo al nivel asitico, buscando atraer ca-pitales. Esto provocara mayores conmociones sociales y el crecimiento exponencial de la ex-trema derecha. La salida del euro se presentaba como una va-riante con la que se especul durante la campa-a. La vuelta al dracma habra liberado las ma-nos al gobierno para emitir/devaluar. Quizs recordando la experiencia de la Argentina, en la cual la devaluacin permiti cierta recupe-racin de la actividad industrial, pero olvidan-do que el gobierno de Nstor cont con una soja a precios rcords. Grecia no tiene recursos que generen renta como el petrleo o los bienes agrarios. La devaluacin implicara una con-traccin furiosa de la economa, encareciendo las importaciones industriales y los alimentos de la clase obrera. O sea, una baja salarial, nue-vos conflictos sociales y ningn resultado con-creto para el capital. Se podra apostar al tu-rismo en un contexto devaluatorio, ofreciendo precios y empleo barato en estos sectores, pero difcilmente pueda sostener la acumulacin sin una debacle generalizada de las condiciones de vida y de las importaciones de bienes, que re-duzcan el tamao de la economa para hacerlo compatible con los ingresos tursticos. Tsipras desea ser Chvez, o al menos Evo o Ns-tor, pero no le alcanza ms que para un Duhal-de modelo 2002. No tiene nada para sostener la acumulacin, por eso se baj del discurso de campaa y acord con los alemanes para sos-tener el endeudamiento. En ese punto, la deu-da no es el problema, sino un respirador artifi-cial que permitir aguantar unos meses ms. A

    pesar de la dureza mostrada en la negociacin, Alemania tambin se beneficia de esta salida, ya que sostiene un mercado y la ficcin de que sus bonos tienen valor. Lo cierto es que las salidas posibles implican peores condiciones para la clase obrera. Syri-za viene a aplicar el ajuste por izquierda, ante el fracaso de las polticas previas. La nica for-ma de enfrentar la crisis para los trabajadores es la superacin de las ilusiones reformistas, avan-zando en una verdadera socializacin de los medios de produccin.

    Notas1La Razn (Bolivia), 28/1/2015, http://goo.gl/DDeh3g; Tlam, 3/2/2015, http://goo.gl/zcdz4J; Euronews, 7/2/2015, http://goo.gl/Foj1Hx 2En base a De Cabo, Isabel: Turqua, Grecia, Chi-pre. Historia del Mediterrneo oriental, U. de Bar-celona, 2005 y Clogg, Richard: Historia de Grecia, Akal, 2003.3La informacin estadstica a partir de aqu co-rresponde a informacin relevada en: Autoridad Helnica de Estadsticas (GRE), Banco Mundial, CIA: The World Factbook, Banco Central de Gre-cia, base UN Comtrade, Bureau of Labor Statis-tics (EEUU). 4El Pas, 20/4/14, http://goo.gl/oMujXN. 5ABC, 21/2/15; http://goo.gl/lxuglV.6Rodrguez Cybulski, Viviana: Pobres pero caros, El Aromo n 70, 2013. 7The Guardian, 9/2/15, http://goo.gl/cW8cX3.

    Para colaborar con este grupo de investigacin contactarse a: [email protected]

    Fabian Godoy

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  • Marzo-Abril de 20156

    El pasado 17 de diciembre, el presidente norteamericano, Barack Obama, y su par cubano, Ral Castro, anunciaron el restablecimiento de las relaciones diplomticas entre ambos pases, que se encontraban cerradas desde 1961. Esto podra ser el primer paso hacia el fin del embargo que pesa sobre Cuba desde 1962, que implica que cualquier empresa no estadounidense que establezca lazos con Cuba, puede someterse a represalias legales y/o econmicas, e impide la utilizacin de dlares en transacciones comerciales y financieras. Diferentes empresas y pases han saludado esta situacin e incluso algunos sectores de la izquierda llegaron a plantearlo como un triunfo de la Revolucin Cubana. Sin embargo, una mirada atenta demuestra que el desbloqueo no va a mejorar las condiciones de vida de la clase obrera cubana.

    Se fue la primera

    La ronda de negociaciones comenz el 22 de enero, luego de que Cuba liberara al contratista arrestado por espionaje, Alan Gross, y posteriormente a otros 53 presos polticos. En un gesto similar, EE.UU. liber a tres espas cubanos arrestados en Florida. Las delegaciones estuvieron encabezadas por Roberta Jacobson, secretaria de Estado asistente para el Hemisferio Occidental de EE.UU., y Josefina Vidal, directora general para EE.UU. en la cancillera en La Habana. La principal exigencia de Cuba fue salir de la lista de pases promotores del terrorismo, en la que se encuentra por brindar refugio a miembros de la Euskadi Ta Askatasuna (ETA) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias

    de Colombia (FARC). La lista en cuestin implica sanciones econmicas a las empresas que establezcan relaciones comerciales con los pases all inscriptos. A diferencia del embargo, que por ser una ley slo puede ser revocada en el Congreso, la designacin de Cuba como patrocinador del terrorismo est en manos del presidente. En ese sentido, Obama recientemente le pidi al Departamento de Estado que realice una revisin del estatus de Cuba y lo complete con una recomendacin a ms tardar en seis meses. Esa revisin tiene que incluir dos elementos para que la isla pueda ser retirada de la lista: que el gobierno de Ral Castro no haya apoyado el terrorismo internacional en el pasado inmediato y que ofrezca garantas de que no lo har.El primer da de negociaciones se discuti sobre inmigracin. La Habana expres su rechazo a la poltica "pies secos-pies mojados", que otorga la residencia luego de un ao a aquellos cubanos que llegan a tierra firme, mientras que devuelve a Cuba a aquellos que son encontrados en altamar. En concreto, se produjeron algunas modificaciones que comenzaron a operar desde este ao. Las primeras medidas, que se plasmarn en la Ley de libertad para viajar a Cuba, facilitar los viajes para 12 categoras especficas: familiares, oficiales, periodsticos o con fines investigativos, educativos o humanitarios. Pero no pretenden facilitar el turismo norteamericano, ya que los viajes a la isla para estos fines estn prohibidos por ley. Los viajeros en esas doce categoras podrn utilizar sus tarjetas de crdito y dbito estadounidenses en Cuba, lo que hasta ahora estaba prohibido, mientras que las instituciones financieras estadounidenses podrn procesar esas transacciones. En cuanto a las remesas, se aument de 500 a 2.000 dlares el lmite de envos al extranjero que poda realizar un norteamericano a la isla, siempre y cuando no sea dirigido a un familiar. Aquellos que enven remesas a familiares pueden hacerlo de manera ilimitada, como venan hacindolo desde el 2009. Por otro lado, EE.UU. autorizar que se desbloqueen las cuentas a los ciudadanos cubanos que viven permanentemente fuera de Cuba. Los barcos extranjeros tambin podrn entrar a EE.UU. tras realizar actividades comerciales con Cuba.

    Aplauso, medalla y beso

    El acuerdo entre ambos pases fue celebrado por diferentes sectores empresariales. Comenzando por la industria automotriz de Detroit, en particular la General Motors, pero tambin la Ford, y la surcoreana Kia Motors, que indic que adaptar su estrategia en la isla paso a paso, de acuerdo con la evolucin de la

    actual situacin diplomtica.1 La agroindustria de EE.UU. tambin apoya la medida de Obama. Las empresas de esta rama haban recibido el permiso de exportar alimentos en el ao 2000, de la mano del entonces presidente norteamericano Bill Clinton, pero las firmas estadounidenses han venido perdiendo terreno recientemente ante naciones como Brasil o Argentina. De este modo, estos capitales podran verse beneficiados por nuevas flexibilizaciones en la comercializacin, que mejoren su competitividad. En ese sentido, las empresas norteamericanas Cargill, CoBank, Smithfield Foods, Chicago Foods International LLC, Federacin Americana Agrcola, Asociacin Nacional de Productores de Maz y la Federacin de Productores de Arroz, entre otras, crearon la Coalicin Agrcola Estadounidense para Cuba con el fin de buscar aumentar sus ganancias. Cuba importa cerca del 80% de sus alimentos, una parte de los cuales proviene de EE.UU. En efecto, el monto de las exportaciones yanquis fue de 359.4 millones de dlares en 2013, cifra que cay a 154 millones en 2014. Este grupo de empresas cree que, de levantarse el embargo, el volumen aumentara a 1.700 millones de dlares.2 Cuentan con el aval del secretario de Agricultura, Tom Vilsack, el gobernador de Missouri y representante de los Estados agrcolas y ganaderos, el demcrata Jay Nixon, y el congresista por Dakota del Norte, el republicano Kevin Cramer. Esta corporacin tambin es apoyada por Cmara de Comercio de EE.UU. y el Consejo Nacional de Comercio Exterior. El presidente de la Cmara, Thomas Donohue, luego de visitar La Habana y en relacin a las negociaciones salud un mayor crecimiento de la propiedad privada, y pidi que las compaas norteamericanas comercialicen directamente con el sector privado cubano.3 El Concejo Nacional, por su parte, salud las medidas transitorias que est realizando el gobierno de Obama. Otras ramas que se sentirn beneficiadas de concretarse el fin del embargo por este cambio en las relaciones, son las de turismo y las cadenas de hoteles, en su mayora de origen espaol, que podrn explotar la apertura de viajes a la isla y la posibilidad del uso de tarjetas de crditos por parte de los turistas. Las negociaciones fueron saludadas por gobiernos de todas partes del mundo, por lo que cuenta, adems de los respaldos internos, con un fuerte consenso mundial. Sin embargo, ms all de estos apoyos, existe cierta interna en el congreso norteamericano que podra llegar a trabar el eventual levantamiento del embargo. Los ms reacios a realizar una apertura hacia Cuba se encuentran en el Partido Republicano. Es el caso del senador

    Marco Rubio, posible candidato a presidente por ese partido, la legisladora de origen cubano Ileana Ross, y el presidente de la Cmara de Representantes estadounidense, John Boehner. Estos consideran que las medidas sancionadas por Obama, e incluso el levantamiento del embargo, sera un salvavidas para el gobierno cubano que podra mejorar su situacin econmica y perpetuarse en el poder. En el interior del Partido Demcrata tambin aparecen divisiones entre aquellos que apoyan la reanudacin de las relaciones, y los que sostienen que Obama ha cedido demasiado. No obstante, ya en los primeros das de febrero un grupo de congresistas bipartidistas presentaron un proyecto de ley para levantar las restricciones a las empresas estadounidenses y habilitar los negocios con la isla. El proyecto lleva la firma de los senadores republicanos Mike Enzi y Jeff Flake y los demcratas Debbie Stabenow, Patrick Leahy y Dick Durbin. Esta medida fue festejada por la Coalicin, por boca de su presidente, Devry Boughner Vorwerk, vicepresidente de Cargill: poniendo fin al embargo permitiremos que nuestro sector agrcola trabaje en asociacin con Cuba y con los cubanos, que se desarrolle una relacin comercial significativa.4

    Dime con quin andas Que importantes firmas estadounidenses hayan saludado tan efusivamente las negociaciones, debera alertar sobre los verdaderos intereses y las consecuencias de este acercamiento. Un examen de las transformaciones laborales en el ltimo tiempo en la isla, parecen confirmarlo. En 2013 fue aprobado en Cuba un nuevo cdigo laboral. Este consagra relaciones capitalistas flexibilizadas a partir de permitir el trabajo temporario si la rama especficamente lo requiere; la existencia de un tiempo de prueba previo a la contratacin definitiva; la posibilidad de dejar disponibles (es decir, despedir) a los trabajadores estatales; jornada laboral de 8 horas diarias como mnimo, con la posibilidad de una hora adicional, entre otras cuestiones. A esto, debe sumrsele la Ley de Seguridad Social, que en su ltima modificacin elev la edad de jubilacin de 55 a 60 en las mujeres y de 60 a 65 en los hombres. En el medio, fueron despedidos ms de medio milln de empleados estatales, lo que llev a ampliar a 201 las formas de cuentapropismo. Esto, que los medios tienden a presentar como una nueva clase media,5 no es sino la nica salida que le queda a los desocupados cubanos, que tienen que arreglrselas por s mismos para conseguir algn tipo de ingreso. Entre las principales actividades de los cuentapropistas se encuentra la elaboracin y venta de alimentos, el transporte de pasajeros y el arrendamiento de viviendas, habitaciones y espacio. Estas formas de supervivencia, que se desarrollan en condiciones precarias y no garantizan un ingreso constante, alcanzan, segn datos de 2014, a medio milln de cubanos.6 Tambin existe la Ley de Inversin Extranjera, donde se exime del pago de ciertos impuestos a los inversores extranjeros, al mismo tiempo que el Estado se establece como entidad empleadora, para mediar entre el trabajador y la empresa. Esta entidad funciona como cualquier agencia de trabajo de Argentina, que evala a los trabajadores ms competentes

    La apertura de las negociaciones entre Cuba y EE.UU. ha sido saludada desde muchos mbitos. Sin embargo, un anlisis de las perspectivas que se abren para la clase obrera evidencia un panorama sombro.

    Las perspectivas del acuerdo Cuba-EE.UU.

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  • 7Marzo-Abril de 2015

    para la empresa, aunque en este caso es la encargada de realizar el pago a los trabajadores de las empresas mixtas o de capital extranjero. El costo laboral promedio en Cuba es de 17,7 dlares mensuales,7 lo cual constituye un monto sumamente conveniente para cualquier capital. Para el trabajador el panorama es inverso. El Estado retiene hasta un 20% de ese sueldo y, adems, fija un cambio de 1 CUC (peso convertible) igual a 2 CUP (peso cubano) en vez del cambio que rige en la isla de 1 CUC igual a 24 CUP.8 De este modo, el Estado cobra en dlares a las empresas extranjeras y paga 1 a 2 a los trabajadores en pesos cubanos, lo que equivale a pagarles 8 centavos por dlar cobrado.Un trabajador que se desempea en una empresa extranjera, recibir un sueldo medio de aproximadamente 471 pesos cubanos, ya que este se fija en funcin del salario promedio del ao anterior.9 Sin embargo, este ingreso no concuerda con el costo de vida en Cuba. Por ejemplo, el ltimo aumento de sueldo otorgado de 81 pesos cubanos era el equivalente a un pollo pequeo, o un pedazo de carne, o medio litro de aceite, o 500 gramos de leche en polvo o 7 kilos de arroz. Como vemos, casi una cuarta parte del salario de estos trabajadores, se va en lo mnimo para subsistir algunos das. La punta de lanza para recibir al capital extranjero es la Zona Especial de Desarrollo Mariel. All se encuentran inversiones chinas y brasileras orientadas a la industria de la maquila en las ramas de biotecnologa, farmacutica, energa renovable, industria agroalimentaria, turismo e inmobiliarias, envases y embalajes, agricultura, telecomunicaciones e informtica. Aqu se puede instalar el capital, sea nacional o internacional, bajo la forma de usuario, lo que implica la no participacin del Estado cubano en dicha inversin. Del mismo modo, las empresas aqu quedan exentas del pago de impuestos por un perodo de diez aos, con posibilidades de ser prorrogable. Se les otorga tambin el derecho a disponer libremente de los fondos propios, incluyendo utilidades y dividendos, lo que implica la posibilidad de transferirlos al exterior, en moneda convertible, sin quedar sometidos a ningn tipo de gravamen por estas operaciones. As como la cada de la URSS signific la inauguracin del perodo especial, esta apertura cubana coincide con la crisis en Venezuela, que lleg a representar el 14% del PBI cubano en 2009. La situacin salarial ha sido revisada para esta zona, donde los trabajadores cobrarn a una tasa de 10 CUP por cada CUC. Queda claro aqu quin es el principal beneficiario. Mientras que el trabajador sufre

    una expropiacin de su salario por la quita directa que le hace el Estado, sumado a lo que pierde por el tipo de cambio inferior, los capitalistas reciben importantes exenciones fiscales. A todo esto hay que sumarle la alta calificacin de los trabajadores cubanos, lo cual hace ms redondo el negocio. Segn las ltimas estadsticas disponibles, Cuba tiene una tasa de alfabetizacin (mayores de 15 aos que saben leer y escribir) del 100% al 2013 y una tasa bruta de matriculacin universitaria del 109%, la mayor en el mundo segn los datos de la UNESCO en 2009.10 Todo ello producto de ser el pas con mayor inversin de su PBI en educacin, alcanzando cerca del 13% segn el Banco Mundial en mediciones del 2010.11

    Una transicin ordenada

    Las significativas transformaciones econmicas que estn en curso en la isla se dan sin fisuras significativas en el plano poltico. La transicin est comandada por el PC, que se muestra slido y sin desavenencias internas. Ya en 2012 Marino Murillo, por entonces vicepresidente del Consejo de Ministros y actualmente tambin Ministro de Economa y Planificacin, miembro del Consejo de Estado e integrante del Bur Poltico del Comit Central (CC) del PC, seal que en Cuba no va a haber una reforma poltica, en Cuba estamos hablando de la actualizacin del modelo econmico cubano, que haga nuestro socialismo sustentable.12

    En el 2013, Ral Castro fue elegido por cinco aos ms en su cargo, advirtiendo que se alejara en el 2018. De esta forma, cumpla con lo que se haba propuesto en el VI Congreso del PC, donde se fij que los mandatos solo podan durar dos quinquenios, sin existir la eleccin indefinida. La sucesin ya est planifica y en marcha. Su responsable es Jos Ramn Machado, quien fuera vicepresidente del Consejo de Estado, de Ministros y Miembro del Secretariado del Comit Central del PC. Es el segundo del PC, detrs de Ral Castro, y valorado como un histrico estratega en el movimiento de cuadros en el interior del partido. En varios Comits provinciales, como Guantnamo, Holgun, Las Tunas, Camagey y Ciego de Avila asumieron militantes menores de 50 aos, algunos, como Duarte (Ciego de vila) y Santana (Las Tunas), ya miembros del CC del PC. La pieza clave de la transicin es Miguel Daz Canel, un joven poltico de 52 aos proveniente de la Unin de Jvenes Comunistas, que en 2013 pas a ser Vicepresidente, cuando Machado pidi personalmente dejar ese cargo, conservando el de Vicepresidente del

    Consejo de Estado y Segundo Secretario del Partido. Sindicado como el futuro presidente de Cuba, Daz Canel es un hombre del Partido. Fue propuesto para ingresar al Bur por el propio Ral en el 2003, y en el 2006 se desempe como ministro de Educacin Superior. En marzo de 2012, fue nombrado vicepresidente del Consejo de Ministros, responsable de Ciencia, Educacin, Deporte y Cultura, comenzando una significativa actividad nacional e internacional, muchas veces en compaa o en representacin de Ral Castro. Las opiniones sobre l son unnimes: un leal a Castro, que se limitara a cumplir rdenes, y que no va a ser un demcrata o un Gorbachov cubano. Ral manifest su apoyo absoluto sealando que representa un paso definitivo en la configuracin del liderazgo futuro, a travs de la transferencia gradual y ordenada de puestos clave a las nuevas generaciones.13

    Esta solidez del Partido en la transicin es lo que explica la enconada oposicin de la derecha cubana a la creciente apertura econmica. Las Damas de Blanco y el Frente Nacional de Resistencia Cvica manifestaron su rechazo a las negociaciones con EE.UU. Naturalmente, su oposicin no se encuentra en el plano econmico, sino poltico: apuntan a una salida de Castro del poder y saben que con estas maniobras el PC no hace ms que consolidar su fortaleza. Cuba avanza en su apertura, y la derecha no puede meter cuchara.

    Un cuento chino

    Como puede verse, la transicin de Cuba al

    capitalismo se asemeja ms a la experiencia china que a la de la Unin Sovitica. Estamos ante una Perestroika sin Glasnost. Al igual que su par chino, el PC parece estar logrando una transicin controlada y cerrada sobre el propio partido, sin disidencias significativas en su seno ni fuera de l. El posible levantamiento del embargo, no va de la mano de un triunfo de David sobre Goliat, sino de los intereses de la burocracia cubana y del capital internacional, en particular, norteamericano. Al igual que China, la isla est por convertirse en una fuente de mano de obra a muy bajo costo y, adems, altamente calificada. Algo demasiado atractivo para cualquier capital.

    Notas1http://goo.gl/opZEYJ2http://goo.gl/f37g2S3http://goo.gl/NzjXE74http://goo.gl/63gm4c5http://goo.gl/giwOY66http://goo.gl/RCyyIT7En base a estadsticas del Observatorio Marxista de Economa (OME).8http://goo.gl/g5yXZU9http://goo.gl/o5svha10http://goo.gl/1gUxDe. Este ndice comprende tanto ingresos tempranos como tardos, de all que pueda ser superior al 100%.11http://goo.gl/fS4LWP 12http://goo.gl/B5zgzD13http://goo.gl/9uOiKj

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  • Marzo-Abril de 20158

    POLTICA

    Los servicios de inteligencia a la luz de la crisis poltica

    Hay derechoEl impacto de la Asignacin Universal por Hijo

    Irene Novacovsky y Bernardo Kliksberg (dirs.)

    Pensar la poltica hoyTreinta aos de democracia

    I. Cheresky, L. Martn, F. Naishtat et al.

    Cien aos de arte argentino

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    El 19 de enero de 2015, fue hallado sin vida el fiscal a cargo de la causa AMIA, Alberto Nisman, justo horas antes de la audiencia en que iba a presentar las pruebas con las que de-nunciaba por encubrimiento entre otros de-litos- a Cristina Kirchner, Lus DEla, Andrs Larroque, Hctor Timerman y Fernando Luis Esteche, entre otros. La muerte del fiscal desat una gigantesca crisis poltica que no solo compromete al gobierno de turno sino que pone sobre el tapete el grado de descomposicin del propio Estado argenti-no. Una feroz guerra se libra en el interior de los Servicios de Inteligencia. Cuando no se puede poner orden en el mismsimo aparato de inteligencia, aquel que opera allende el perso-nal y rgimen poltico de turno, controlando toda la informacin interna y diplomtica que es vital para el dominio de la nacin, la crisis ha llegado al corazn del Estado.

    Figuritas repetidas

    Los Servicios de Inteligencia constituyen el corazn del Estado. En ellos se deciden los ex-tremos ms relevantes de la poltica nacional: acuerdos comerciales, militares, objetivos de la represin, espas, informacin sobre oposito-res, etc. Sus resultados son los que respaldan las grandes decisiones. Por ello mismo, todo lo que sucede al nivel de la Inteligencia, sucede a espaldas de la poblacin. No sabemos a quin se espa, qu informacin se obtiene, de qu presupuesto se dispone y para qu, qu perso-nal lo compone. Nada. Y, como si esto fuera poco, somos los principales blancos de ataque de sus maniobras: es sabido que el kirchneris-mo utiliz a la Secretara de Inteligencia (SI) para espiar a las organizaciones sociales de iz-quierda y a sus militantes, en casos hartamente conocidos. Dada su importancia, el personal de Inteligen-cia tiende a trascender gobiernos y regmenes, es parte del Estado. Cuando hay tensiones graves en su interior, significa que ese mismo Estado est en crisis. Es ese el momento que estamos transitando. Hacia octubre de 2014, Stiusso haba comenzado a hablar con el pe-ronismo no kirchnerista, previendo el fin de ciclo.1 Para diciembre de 2014, los medios hablaban de una guerra criminal de los espas, donde se planteaban disputas de poder entre los servicios de inteligencia nacionales y los de otras fuerzas de seguridad muy poderosas, como la Polica Federal y la Bonaerense. Para ese tiempo, la Presidente desplaz a la cabeza de la exSide, Hctor Icazuriaga, Francisco Lar-cher y Antonio Jaime Stiusso, reemplazn-dolos por Oscar Parrilli, Juan Martn Mena y Fernando Pocino, respectivamente. Deteng-

    monos en los prontuarios y las alianzas de estos oscuros personajes.Quien acapar la escena fue Antonio Jaime Stiusso, un espa legendario de los tiempos an-teriores a la dictadura. Desde el ao 1972 fue parte de la represin ilegal y luego, agente del Estado en todos los gobiernos. Haba trabaja-do como informante de Nisman en la primera investigacin del caso AMIA. Salt a la esce-na pblica en el 2004,2 cuando Gustavo Bliz, mostr su foto y denunci que haba mon-tado un ministerio de seguridad paralelo al que describi como una especie de Gestapo. Tras la denuncia, Bliz, por entonces ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, perdi su cargo y termin exiliado. Stiusso, por su parte, sigui siendo director general de Operaciones de la SI. Toda una muestra de su poder. Fue jefe de Pedro el lauchn Viale, acribillado por el Grupo Halcn de la Polica Bonaerense en julio de 2013. Un ajuste de cuentas pues el lauchn estaba tras los pasos del jefe de la Bonaerense Hugo Matzkin, quien sonaba como posible jefe de Inteligencia en un futuro gobierno de Scioli. Tambin se dijo que ese operativo iba en busca del propio Stiusso. Su conduccin era Francisco Paco Larcher, que haca de enlace con Nstor Kirchner. En el 2004, Larcher llev a Stiusso a explicarle a Kir-chner los detalles de la investigacin de AMIA. Francisco Paco Larcher fue subsecretario de Inteligencia desde el 2003 hasta diciembre pa-sado. Estaba para el trabajo sucio: las escuchas telefnicas, los seguimientos y los aprietes. Desde su oficina habra surgido la causa judi-cial que vincul a De Narvez con el llamado rey de la efedrina. Cristina perdi su confian-za cuando recibi de l informacin errnea sobre la candidatura de Massa en el 2013. Larcher afirmaba que Massa no se presenta-ra como candidato a diputado, pero Cristina tena informacin contraria. No fue un error, Larcher pensaba romper con la Casa Rosada y le haba pedido a Massa un lugar en su lista. Quien lo entreg habra sido Milani, teniendo en su poder una grabacin en la que se escu-chaba cmo Larcher negociaba con Massa. As Paco cay en desgracia con la presidencia y de la mano de l lo hizo tambin Stiusso. Hctor Icazuriaga, fue Vicegobernador de Kirchner en Santa Cruz y luego ocup la go-bernacin. Era uno de los pocos funcionarios que cenaba en Olivos con el matrimonio. Lo nombraron secretario de Inteligencia en la pre-sidencia de Nstor, aunque nunca pudo hacer pie como espa porque su segundo, Larcher, era el hombre de confianza. Luego, fue eclipsado por Milani. Hace pocos das fue alejado de Inteligencia, pero ya tiene un nuevo destino: la Repblica Bolivariana de Venezuela. All lo enva CFK para ocupar el cargo de embajador. Alberto Mazzino era el director general de An-lisis y fue desplazado junto con Stiusso. Ese departamento es el sector clave donde se estu-

    dia toda la informacin que renen los espas para hacer los diagnsticos de situacin. Segn trascendi, aqu se incorporaron recientemente diversos militantes de La Cmpora para anlisis de medios en la divisin Comunicacin Social.Estos fueron los personajes desplazados recien-temente, veamos ahora los reemplazos. A la cabeza hoy est Oscar Parrilli, actual secretario de Inteligencia. Conoci a Nstor en los 70, fue diputado provincial en Neuqun en 1983 y candidato a la gobernacin de su provincia en 1991, oportunidad en la que alcanz el se-gundo lugar. Luego, se alej de la poltica hasta el 2003, cuando Kirchner lo design secretario general de la Presidencia. En el 2007 y 2011 fue confirmado en ese cargo por CFK. Cuan-do pas a ocupar Inteligencia, se le encarg la tarea sucia: desembarazarse del legendario Stiusso y sus secuaces, imponindole sanciones que le permitieran una jubilacin prematura. Segn trascendi, tiene una fuerte interna con Anbal Fernndez tanto por la salida de Stius-so como por cierta documentacin que Parrilli quiso retirar de la SI para transferir a la Casa Rosada por cuestiones de seguridad, peticin que le fue negada. Juan Martn Mena, es el actual Subsecretario de Inteligencia, lleg al Estado en el 2001 y el fin del ciclo kirchnerista lo encuentra como el segundo hombre de la SI. Mena fue puesto en funciones por Parrilli. Su actuacin en el Ministerio de Justicia y su funcin en la reco-pilacin y sntesis de los proyectos que dieron origen al nuevo Cdigo Procesal Penal le sirvi para que su ascenso fuera impulsado tanto por el viceministro Julin lvarez como por el Mi-nistro Julio Alak. El desafo de su nueva fun-cin es alinear a los dscolos funcionarios del Poder Judicial del fuero federal. Sonia Fornasero es la directora general de Ad-ministracin y Finanzas de la SI. Es contadora y trabajaba en el Banco de Santa Cruz junto a Francisco Larcher, de donde conoce a los Kir-chner. Es quien maneja los fondos reservados, por lo que su cargo es el ms importante y goza de la plena confianza de CFK. La suma que alcanzan esos fondos es desconocida, pero se estima en unos 600 millones de pesos anuales. El actual hombre de confianza de la presidente es Fernando Pocino, quien fue ganando poder en la SI. Es el director general de Reunin y est a cargo del cuartel de Billinghurts, la de-pendencia ms grande de la SI donde trabajan los espas de carrera, quienes se infiltran y reca-ban informacin. Si bien era parte del mundo de Stiusso (este era considerado el profesio-nal, mientras que Pocino era el oficialista), se distanciaron porque Pocino quera despla-zarlo con ayuda de Nilda Garr, Juan Manuel Abal Medina (h) y Csar Milani. Garr, cons-truy un vnculo fuerte con los dos hombres de confianza de CFK: Pocino y Milani. El pri-mero, para consolidar poder dentro de la SI. El segundo, construyendo un aparato paralelo:

    Milani fue designado jefe de Inteligencia del Ejrcito, ascendido a Teniente General y dota-do de ingentes recursos.En el ao 2014, el presupuesto para Ser-vicios de defensa y seguridad fue de $ 46.557.629.240 (un 0,054% del presupuesto total para la Administracin Nacional), mien-tras que para el 2015 es de $68.979.879.235 (un 0,55% del total).3 Especficamente al rea de Inteligencia de la fuerza se le asignan $568,5 millones, lo que resulta un 31,8% ms que en el 2014, mientras para la SI solo se aumenta un 16%.4 Como se hace visible, el kirchnerismo llev adelante una purga de Inteligencia que carg con espas de gran trayectoria e influencia. Los reemplaz con un personal que imagina ms adicto, tanto en la SI como en una estructura de Inteligencia paralela: el Ejrcito de Milani. Pero eso no va a resolver las tensiones, incluso amenaza con agravarlas. Los espas desplazados ya han comenzado a fortalecer los lazos con la oposicin burguesa: Larcher y Stiusso se reu-nieron con Silvia Majdalani, diputada macrista que ocupa su butaca en la Comisin Bicameral de Fiscalizacin de Organismos y Actividades de Inteligencia. Larcher tambin entabl rela-ciones con Massa. Los dos candidatos fuertes a la sucesin del kirchnerismo cuentan con es-pas que le reportan. Macri cuenta con Eugenio Burzaco, asesor de la SIDE durante el gobierno de la Alianza y primer elegido por Mauricio para comandar la Metropolitana (2009-2011), el famoso Ciro James y Jorge el fino Palacios. Massa tiene como operador poltico a Juan Jos lvarez, quien se desempe en los 80 en Inteligencia y como secretario de Seguridad Interior de Duhalde, siendo uno de los respon-sables de la masacre de Puente Pueyrredon, y a Daro Richarte, quien fue segundo jefe de la ex SIDE durante el gobierno de De la Ra y cercano a Stiusso, y hoy junta fondos para la campaa presidencial del Frente Renovador. As las cosas, est claro que la oposicin ha logrado meter cua en Inteligencia. Son des-plazados de la Secretara, pero se trata de perso-najes que nunca pierden sus lazos con el resto de los espas y conservan cuotas importantes de influencia.

    Valeria Sleiman*,ABORATORIODE!NLISIS0OLTICO#%)#3

    La purga y la reforma no van camino a disolver Inteligencia, sino a profundizar la guerra en su interior. Esa guerra expresa el grado de descomposicin de un Estado que ya no puede asegurar su funcionamiento normal, no controla el aparato que le permite espiar a la oposicin de su clase y, sobre todo, a su antagonista social.

    En la

  • 9Marzo-Abril de 2015

    Lavado de cara

    En un intento de dar respuesta a la crisis polti-ca que desat la muerte de Nisman, el gobierno avanz con un proyecto de Reforma de la Ley de Inteligencia Nacional, que se presenta como complemento de la purga. El proyecto inicial advierte que desde la ex SIDE, integrantes de esos servicios de informacin comenzaron a ac-tuar en contra de la decisin del Poder Ejecu-tivo Nacional y del Poder Legislativo, lo que llev al nombramiento de nuevas autoridades y a un reordenamiento integral de ese orga-nismo. Entre las disposiciones ms relevantes del pro-yecto se encuentran: la disolucin de la SI y la creacin de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), con idnticas funciones de direccin y coordinacin del Sistema de Inteligencia Na-cional, produccin de Inteligencia en defensa de la Nacin ante amenazas internacionales de terrorismo, narcotrfico, lavado de dinero, trata de personas, econmicas y financieras y ciberdelitos. Establece clasificaciones de segu-ridad de la informacin que como correlato tienen distintos plazos para su desclasificacin (en ningn caso es inferior a 25 aos a partir de la decisin que origin su clasificacin de seguridad). Tambin, traslada la Direccin de Observaciones Judiciales de la SI al mbito del Ministerio Pblico oficina encargada de llevar adelante las escuchas solicitadas por los jueces en las causas judiciales.Luego de algunas crticas del CELS, se hicieron algunas modificaciones al proyecto, segn in-form pblicamente Parrilli, ya que el proyecto original con la sancin del Senado no se hizo pblico al cierre de esta edicin. Solo sern re-servadas aquellas partidas que tengan que ver con el cumplimiento de acciones especficas; se prohibir a los organismos de inteligencia criminal que participen de la actividad rela-cionada con la represin policial, a menos que sea por pedido expreso del juez en una causa; se redujo de 25 a 15 aos el perodo mnimo para mantener en secreto los documentos; se transfiri la potestad de realizar las escuchas judiciales al Ministerio Pblico y se estable-ci que las mximas autoridades de la AFI se designen por el Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado. Adems, se anticip que toda per-sona con inters legtimo podr solicitar a las autoridades pertinentes la desclasificacin de la informacin5. Sin embargo, una vez ms, el problema es lo que el proyecto no dice, en tanto no determina fehacientemente de qu modo se va a relacio-nar el sistema de inteligencia con las investiga-ciones criminales, de qu forma se van a llevar a cabo las tareas de inteligencia y cmo esa prueba va a ser incorporada a los procesos. La nica modificacin es de carcter institucional: en vez de ser escuchados por la SI, seremos es-cuchados por el Ministerio Pblico, pero con el mismo personal poltico, ya que se transfiere de un organismo a otro. Tampoco se establecen reglas de desclasificacin de la informacin y acceso a ella. Afirmar que podrn solicitar su desclasificacin aquellos que tengan inters legtimo, es una frmula vaca de contenido. Aquellos que tienen el inters legtimo que la ley requiere, suelen estar muertos, desapareci-dos o imposibilitados de solicitar los datos. En ese caso, ser discrecional de la interpretacin

    de quien dirima si los documentos se publican o no. Para peor, el proyecto de ley establece que ese organismo ser el propio Poder Ejecutivo en cabeza de la AFI, pues no establece procedi-miento judicial alguno para ese requerimiento. En cuanto al control parlamentario de los fondos reservados, no incorpora herramientas reales de control, sino que simplemente hace una mencin del reforzamiento del control parlamentario de esos gastos, cuya tarea sigue quedando en cabeza de la Comisin Bicameral de Fiscalizacin de los Organismos y Activida-des de Inteligencia, de la cual solo forman parte algunos bloques, entre los que no se cuentan los diputados obreros. Todo sigue en la obscu-ridad.

    Las razones de fondo

    Los cambios en el interior de Inteligencia acon-tecidos a fines del ao pasado y la muerte de Nisman a comienzos de este, son hechos que estn ntimamente ligados y que, a su vez, se conectan con otros no tan evidentes.La muerte de Nisman ocurre en el marco de otro delito: el atentado a la AMIA. Ambos constituyen un crimen de Estado que involucra a la burguesa como clase. Lo cierto es que en la primera parte de esta historia, Nisman for-m parte del encubrimiento del atentado: era una pieza fundamental en su rol de fiscal de la causa AMIA, nombrado en esa funcin por Nstor Kirchner y fue quien design a Antonio Stiusso para llevar adelante las investigaciones del caso. El gobierno de esta manera cumpla con las exigencias de la embajada de EE.UU. Es sabido que el fiscal peda el aval de los cursos de investigacin a la embajada.Nisman era una pieza clave del gobierno. No en tanto personal poltico del kirchnerisno, sino ms bien como parte fundamental de la continuidad de esta poltica de Estado, ya que garantizaba las relaciones con EE.UU. que Ar-gentina necesitaba conservar. La desaparicin de la famosa pista siria en el caso AMIA y el nfasis en la pista iran fue producto de este alineamiento con el bloque EE.UU./Israel. En el ltimo tiempo Argentina gir progresi-vamente hacia el bloque Chino/Ruso, lo que condujo a cierto distanciamiento del bloque

    EE.UU./Israel, en particular a partir de los en-contronazos con los fondos buitres. La crisis y la falta de apoyo econmico de EE.UU. lleva-ron al pas a modificar sus relaciones interna-cionales y comenzar a tender lazos con China y Rusia. Ya en el 2013, la Argentina quera contar con Rusia como un aliado estratgico para avan-zar no solo en acuerdos energticos, sino tam-bin en obras de infraestructura, en coopera-cin para energa nuclear con fines pacficos y en la profundizacin de las relaciones comer-ciales.6 Con esta perspectiva, para mediados de 2014, CFK aplauda pblicamente la decisin de Rusia de condonar el 90% de la deuda que Cuba mantena con la ex URSS.7 Para octubre de ese ao, la Presidente firmaba cinco conve-nios de cooperacin con Vladimir Putin sobre el uso pacfico de la energa nuclear, sobre justi-cia penal asistencia recproca y extradicin- y sobre comunicacin masiva que prev un in-tercambio de informacin entre las agencias de noticias de cada pas.8 Durante el 2014, Argen-tina tambin firm acuerdos con la Repblica Popular China,9 relativos a cooperacin econ-mica e inversiones en ferrocarriles, agro, indus-tria naviera, infraestructura, energa, minera y la autorizacin para instalar una base espa-cial en Neuqun.10 Estos acuerdos incluyeron la compra de nuevos uniformes y equipos de combate para el Ejrcito argentino que ahora comanda Milani.Esta transformacin de las alianzas internacio-nales del Estado produjo un quiebre dentro del aparato de inteligencia. Los realineamien-tos diplomticos de la Argentina obligaron a una readecuacin de fuerzas en el interior de la Inteligencia. Haba que barrer con el sector fiel al bloque EE.UU./Israel. Los servicios que manejaba Stiusso quien trabajaba con Nis-man- respondan evidentemente a los intereses polticos de EE.UU. que Argentina resguarda-ba mientras requera de su apoyo internacio-nal. Es sabido que tanto Nisman como Stiusso fueron agentes de la CIA y el MOSSAD, in-cluso EE.UU. puso gran atencin a la muerte del fiscal y hasta insinu la posibilidad de en-viar una misin propia al pas. En ese marco se producen las transformaciones. Nisman pasa a ser un enemigo del gobierno y el kirchnerismo

    comienza a desplazar al personal poltico que compona los servicios y los reemplaza por Fer-nando Pocino, quien ocupa el lugar de Stiusso en la SIDE, y Csar Milani por fuera de aquella secretara.

    Crisis y descomposicin

    Si algo nos deja todo esto es que la SI es una estructura de la que no conocemos absoluta-mente nada. No elegimos a sus miembros, no conocemos los fondos reservados, no sabemos para qu se utiliza el presupuesto que se le asigna, de qu herramientas se vale, quien es el personal designado y para qu tareas. No lo sabemos hoy y ello no cambiar con la apro-bacin del proyecto en cuestin. Las limitacio-nes propias del capitalismo argentino, obligan al pas a entrar en el consorcio mundial de la mano de alguna potencia que le permita sub-sistir. El enfrentamiento entre estas, repercute directamente en la situacin interna de un Es-tado en franco proceso de descomposicin, y lo profundiza. La purga y la reforma no van ca-mino a disolver Inteligencia, sino a profundizar la guerra en su interior. Esa guerra expresa el grado de descomposicin de un Estado que ya no puede asegurar su funcionamiento normal, no controla el aparato que le permite espiar a la oposicin de su clase y, sobre todo, a su an-tagonista social. Estamos ante una crisis poltica colosal. Es necesario que el FIT diga presente, tome las riendas del asunto e intervenga polticamente. El crimen de Nisman y el atentado a la AMIA son crmenes de Estado. Esto quiere decir que el culpable se encuentra tanto en el gobierno como en la oposicin. Lo que corresponde, en primer trmino, es dilucidar el hecho, lo que implica clarificar tanto el atentado como el en-cubrimiento y la muerte del fiscal. Al estar in-volucrado el Estado, la investigacin debe sur-gir por fuera de l. Es necesaria una comisin independiente compuesta por los legisladores obreros y organizaciones de lucha popular. El punto de partida para esa investigacin, es la apertura inmediata de todos los archivos de in-teligencia y diplomacia. Solo as sabremos que pas y por qu. Eso, adems, echar luz sobre el oscuro manejo de los servicios de inteligencia, desnudando el verdadero funcionamiento del Estado. Todo ello solo lo conseguiremos con la lucha, una lucha que el FIT debe protagonizar.

    Notas*Con la colaboracin de Federico Genera.1http://goo.gl/yyvbvy 2http://goo.gl/o5o6rR 3Ley de presupuesto 2015, http://goo.gl/XTb3mm 4http://goo.gl/cXvosl 5http://goo.gl/EuH1il 6http://goo.gl/ZEAOtY 7http://goo.gl/cuuXts 8Ver http://goo.gl/J21lhk , http://goo.gl/OOe1NI y http://goo.gl/Bdy6D9 9Ver http://goo.gl/oT7wRw , http://goo.gl/bd8O-bh , http://goo.gl/kyMJ2Z y http://goo.gl/Yf1YxE entre otros. 10Ver en este mismo nmero la nota de Baudino, Vernica: Yuanes para pocos.

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  • Marzo-Abril de 201510

    La muerte del fiscal Alberto Nisman abri una profunda crisis poltica a la que el gobierno no ha podido dar respuesta, por ms que el Juez Rafecas haya desestimado la imputacin de la presidenta. El mismo da en que se conoci la denuncia del fiscal Nisman, se desarrollaron manifestaciones de gran envergadura que pu-sieron sobre la mesa el hartazgo generalizado y una tendencia a la accin directa por parte de fracciones considerables de la sociedad. Ni lerda ni perezosa, la oposicin burguesa busc capitalizarlas en su favor para desgastar al kir-chnerismo en un ao electoral y pactar en me-jores condiciones al momento de la transicin. Aquel 19 de enero se anim a poner un pie en las movilizaciones. Este 18 de febrero dio un paso adelante: junto a un grupo de fiscales y a la burocracia sindical de Moyano, impuso lugar, fecha y consignas. Calibrando correcta-mente la magnitud de la crisis, la oposicin y en particular el macrismo, tom la iniciativa y se larg a ganar la direccin de las masas. Un anlisis de la movilizacin echa luz sobre los re-sultados de esta empresa. Veamos.

    La convocatoria

    La marcha en cuestin fue convocada formal-mente el pasado viernes 6 de febrero. Desde las escalinatas de los tribunales de Comodoro Py, los fiscales Guillermo Marijuan, Ricardo Senz, Carlos Stornelli y el ya famoso Jos Mara Campagnoli, junto al Secretario Gene-ral de la Unin de Empleados de la Justicia Nacional (UEJN), Julio Piumato, anunciaron para el 19/02 una marcha del silencio desde el Congreso hasta Plaza de Mayo, pasando por el edificio donde est ubicada la Unidad Fis-cal AMIA, en la que se desempeaba Nisman. Desde un primer momento se dej en claro que el objetivo de la accin era rendir home-naje en silencio al fiscal muerto. Para despejar cualquier duda, Marijun declar: No esta-mos pidiendo Justicia ni mucho menos, nunca tuve esa consigna.1 Rpidamente los figurones de la oposicin manifestaron su plena adhesin: Elisa Carri, Mauricio Macri, Hermes Binner, Sergio Mas-sa, Julio Cobos, Ernesto Snz, Pino Solanas y De la Sota, entre otros tantos. Se sumaron tambin los representantes de las CGT opo-sitoras, Luis Barrionuevo y Hugo Moyano, la AMIA y la DAIA, y tambin representantes de las cpulas de grandes corporaciones como la Unin Industrial Argentina (UIA), la Asocia-cin Empresaria Argentina (AEA) y el Foro de Convergencia. No faltaron los personeros de la derecha ms rancia, como Cecilia Pando y el tata Yofre, y de los intelectuales conversos como Carlos Altamirano y Sergio Bufano. La reaccin del kirchnerismo no se hizo espe-rar. Mara Laura Garrigs de Rbori, titular de la agrupacin kirchnerista Justicia Legtima, que responde a Gils Carb, seal que la mo-vilizacin era una reaccin frente a las reformas progresistas que el kirchnerismo impuls en In-teligencia y en el Cdigo Procesal Penal.2 Jorge

    Landau, apoderado del Partido Justicialista, fue an ms audaz y amenaz a los fiscales con po-sibles recusaciones, dada su politizacin. Con todo, la acusacin principal fue que la marcha era golpista, lo cual no solo es falso sino pol-ticamente muy peligroso para la izquierda y los trabajadores. Es falso porque la oposicin hoy en da apuesta a una transicin por las urnas, con Cristina pagando el costo del ajuste. Y es peligroso porque sienta un precedente a partir del cual todo el que se moviliza puede ser ata-cado y tildado de golpista.Las tres fuerzas del FIT y la CTA de Michelli se mantuvieron al margen de la movilizacin. En efecto, el 18F tena un objetivo explcitamente reaccionario: reivindicar a un fiscal que, alinea-do con el sector de inteligencia que responde a la CIA, fue participe de las maniobras del encu-brimiento del caso AMIA, incluso de aquellas que finalmente termin denunciando. La mar-cha era un apoyo a la oposicin burguesa y al bloque de la embajada yanqui e israel, a la que Nisman serva. Como veremos a continuacin, la asistencia a la marcha nos muestra que, ade-ms, all no estaba el pblico del FIT.

    Los convocados

    A pesar de la tormenta que se desat a la hora de la convocatoria, la marcha logr una signi-ficativa masividad. Apenas concluy, comenz la disputa por las cifras. De un lado, la Polica Federal estim unos 50 mil asistentes, lo cual es absurdo si se tiene en cuenta que la Plaza de Mayo, colmada durante ms de hora y media, tiene por s sola una capacidad cercana a esa cifra. La Metropolitana de Macri elev la cifra a 400 mil, mientras que Clarn y La Nacin fueron un tanto ms moderados y calcularon entre 300 y 350 mil. Considerando que la Pla-za estaba llena y tambin lo estaba buena parte de Avenida de Mayo y sus laterales, una cifra aproximada bien podra rondar los 200 mil asistentes. Este nmero se eleva en un 50% si se suman los dems puntos del pas donde hubo movilizaciones considerables: Olivos, Mar del Plata, La Plata, Crdoba, Santa Fe, Rosario, Ro Gallegos, Mendoza, Catamarca, Salta, Posadas, La Rioja, Tucumn, Baha Blan-ca y Santa Rosa. Buscando superar el impresionismo que cree poder encontrar en la apariencia fsica la per-tenencia de clase, que fue dominante en los medios, Razn y Revolucin se hizo presente en la marcha con un equipo de encuestadores para poder ofrecer una caracterizacin cientfica del asunto. Las encuestas buscaban aportar datos sobre la composicin social de la asistencia y su programa poltico. Veamos lo primero.Respecto a la composicin de clase, nuestra

    encuesta inclua preguntas en torno a la pro-fesin/oficio, la relacin bajo la cual esa pro-fesin se ejerce, mximo nivel de estudios al-canzados y la unidad domstica. El 50% de los encuestados dijeron ser empleados. Esa es la apariencia fenomnica del problema: la mitad de la muestra cobra un sueldo. Pero el carcter asalariado no implica necesariamente pertenencia a la clase obrera. Indagando en la profesin de esta categora, encontramos que la mayora se identifica en lo que oscila entre la pequeoburguesa y la burguesa chica: abo-gados, comerciantes, arquitectos e ingenieros, entre las ms destacadas.Incorporando otra serie de datos de mayor fiabilidad podemos construir una imagen ms exacta de la asistencia. Por un lado, en cuanto a nivel educativo encontramos que el 45,1% de nuestra muestra contaba con universitario completo. Si a ello sumamos que el promedio etario se encuentra en 47,2 aos, tenemos que se trata de personas que ingresaron a la Uni-versidad hace unos 25 aos aproximadamente. Si bien hoy puede advertirse una mayor pre-sencia obrera en la Universidad, 30 aos atrs esta se encontraba abrumadoramente nutrida por la burguesa y la pequeo burguesa. Un segundo dato completa la imagen: el 73,04% de la muestra se compone de propietarios de vivienda. Incluso, el 50,4% de los encuestados reside en barrios donde la propiedad tiene un alto valor: Palermo, Caballito, Almagro, Reco-leta, Barrio Norte.Poniendo sobre la mesa el conjunto de los da-tos, el panorama se aclara: la movilizacin se nutri de contingentes de la burguesa y de la pequea burguesa. Es esta composicin de cla-se la que explica la menor asistencia en relacin a los cacerolazos previos: el 18F fue apenas la qui