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El surgimiento del movimiento feminista y de oposición al Franquismo en Almería Sofía Rodríguez López UNIVERSIDAD DE ALMERÍA Existen en la actualidad importantes foros de debate sobre la naturaleza y origen de los distintos feminismos en España y la recuperación de la tradición democrática y reivindicativa de las mujeres, tras el silencio de la dictadura. Partiendo de puntos de vista diferentes, resulta interesante resaltar la trayectoria de las investigadoras que han analizado el carácter dependiente y retardatario del sufragismo ilustrado español, respecto del anglosajón o protestante. Frente a las críticas de filósofas como Amelia Valcárcel, quien no consiente en calificar como feminismo el “mujerismo” que supuso la participación de ciertas señoras bien colocadas en la vida política durante el Franquismo, queremos destacar aquí las aclaraciones realizadas a este respecto por Mary Nash, entre otras. Hispanista reputada, esta última, considera como premisas para la adscripción al feminismo nociones diferentes a las de clase. Esta postura nos llevaría a rastrear la huella de un movimiento de mujeres genuinamente español anterior a la II República y, sobre todo, al de la Transición de los años setenta del siglo XX. Tendremos, por tanto, que apuntar esta problemática a la hora de comprender la lucha llevada a cabo por las mujeres para resolver sus propios problemas, haciendo uso de su agencia histórica y subjetividad política. 1 Objetivos de estudio primordiales serán, por tanto, esos espacios de lucha “femeninos” utilizados en la penumbra para acabar con la perenne discriminación, surgida al calor de las revoluciones liberales y sustentada por la ideología de las esferas separadas. Desde esos espacios, se articularían las estrategias propicias en cada momento para aliviar desigualdades de orden educativo, laboral y político, como el derecho al voto. Lucha esta de la que no debemos excluir a aquellas organizaciones o grupos de mujeres que, calificándose como burguesas, nacionalistas o no revolucionarias, por su autoexclusión del movimiento obrero, eran también feministas aunque se las haya tachado de “amarillismo”. 1 Mary NASH, “Experiencia y aprendizaje: la formación histórica de los feminismos en España”, Historia Social, nº 20, 1994; pp. 151-172. 1

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El surgimiento del movimiento feminista y de oposición al Franquismo en Almería

Sofía Rodríguez López

UNIVERSIDAD DE ALMERÍA Existen en la actualidad importantes foros de debate sobre la naturaleza y origen

de los distintos feminismos en España y la recuperación de la tradición democrática y

reivindicativa de las mujeres, tras el silencio de la dictadura. Partiendo de puntos de

vista diferentes, resulta interesante resaltar la trayectoria de las investigadoras que han

analizado el carácter dependiente y retardatario del sufragismo ilustrado español,

respecto del anglosajón o protestante.

Frente a las críticas de filósofas como Amelia Valcárcel, quien no consiente en

calificar como feminismo el “mujerismo” que supuso la participación de ciertas señoras

bien colocadas en la vida política durante el Franquismo, queremos destacar aquí las

aclaraciones realizadas a este respecto por Mary Nash, entre otras. Hispanista reputada,

esta última, considera como premisas para la adscripción al feminismo nociones

diferentes a las de clase. Esta postura nos llevaría a rastrear la huella de un movimiento

de mujeres genuinamente español anterior a la II República y, sobre todo, al de la

Transición de los años setenta del siglo XX. Tendremos, por tanto, que apuntar esta

problemática a la hora de comprender la lucha llevada a cabo por las mujeres para

resolver sus propios problemas, haciendo uso de su agencia histórica y subjetividad

política.1

Objetivos de estudio primordiales serán, por tanto, esos espacios de lucha

“femeninos” utilizados en la penumbra para acabar con la perenne discriminación,

surgida al calor de las revoluciones liberales y sustentada por la ideología de las esferas

separadas. Desde esos espacios, se articularían las estrategias propicias en cada

momento para aliviar desigualdades de orden educativo, laboral y político, como el

derecho al voto. Lucha esta de la que no debemos excluir a aquellas organizaciones o

grupos de mujeres que, calificándose como burguesas, nacionalistas o no

revolucionarias, por su autoexclusión del movimiento obrero, eran también feministas

aunque se las haya tachado de “amarillismo”.

1 Mary NASH, “Experiencia y aprendizaje: la formación histórica de los feminismos en España”, Historia Social, nº 20, 1994; pp. 151-172.

1

Los movimientos feministas fueron siempre minoritarios allá donde se

desarrollaron, pero las mujeres también han sabido renegociar sus espacios y gestar

estrategias ajustadas a su propia identidad. De ahí que existan distintos feminismos con

distintas expectativas. El factor religioso ha sido sin duda determinante en nuestro país,

tanto para frenar los avances internacionales del feminismo ilustrado, como para

potenciar un movimiento de mujeres acorde con su propia idiosincrasia. Pero quizás

tengamos también que tener en cuenta otros factores políticos definitorios del contexto

social español para valorar la dinámica femenina a lo largo del siglo XX. Como apunta

Rosa María Capel, en la Restauración española sería difícil encontrar una respuesta

similar a la de las estadounidenses aliadas con las tesis abolicionistas para conseguir sus

derechos de ciudadanía. Un prejuicio ajustado a la escasa credibilidad del sufragio

universal masculino decretado en 1890 por Sagasta, dentro del sistema del pactismo

entre los partidos dinásticos como fórmulas de gobierno entrante y saliente.

Del mismo modo, tendríamos que tener en cuenta que, frente al catolicismo de las

primeras asociaciones de mujeres españolas, las sufragistas inglesas nunca articularon

un discurso religioso en sus reivindicaciones; y ello pese a que el protestantismo

potenciaba su individualidad y una relectura más igualitaria de la Biblia.

Pese al reconocimiento de estas diferencias de base, las reformas legales de la

Segunda República en nuestro país y los avances manifestados en el proceso de

socialización política femenina durante la Guerra Civil, habrían de influir

inevitablemente en la recuperación de esa trayectoria feminista, liberal y obrera, por las

activistas de los años setenta.2

Como indica Beatriz Caballero en su estudio sobre las vallisoletanas del

Tardofranquismo, pese a la importancia del relevo generacional de las supervivientes de

la Guerra Civil, ésos serían momentos de conjugación de lo viejo y lo nuevo, debido a

la doble moral persistente en la sociedad española.3

2 Rosa Mª CAPEL, Mary NASH, Alicia MIYARES y Amelia VALCÁRCEL, “Mesa redonda: Objetivos y características del feminismo español del primer tercio de siglo”, desarrollada en el Seminario “El papel de la mujer en la España de los últimos cien años”, Universidad Internacional Menéndez Pelayo, Santander, 22 de agosto de 2000 (inédito). 3 Beatriz CABALLERO MESONERO, “Algo viejo, algo nuevo y algo azul”: Vallisoletanas en el Franquismo (1959-1975)”, en ORTIZ HERAS, Manuel (coord.), V Encuentro de Investigadores del Franquismo. Albacete, Universidad de castilla la Mancha, 2003 (CD-Rom). Véase también: Temma KAPLAN, “Luchar por la democracia: formas de organización de las mujeres entre los años cincuenta y los años sesenta”, en Anna AGUADO (ed.), Mujeres, regulación de conflictos y cultura de la paz. Valencia, Universitat de Valencia, 1999; pp. 89-108.

2

Luisa María Moreno Sánchez es el ejemplo de una de esas mujeres a caballo entre

el “antiguo y el nuevo régimen”. Ella se encontraba al frente del Departamento de

Trabajo de la Mujer de la CNS de Almería, en 1975, y poco después se integraría en la

“Asociación para la Promoción de la Mujer”, organismo de marcado carácter feminista

e interclasista:

«En aquellos momentos era juntarnos para debatir cosas de aspectos teóricos,

que ya los teníamos... Era socialismo... Y luego pues juntarse para el día del aborto,

para... la cuestión del divorcio y sobre todo a mí me quedaba para lo del “Día de la

Mujer Trabajadora”... Porque en el año 75, el discurso que se llevaba de por qué no se

adhería al mundo del trabajo y tal, considerando que el mundo del trabajo era el que te

daba la independencia económica, y que a partir de la independencia económica ya

conseguías algunos fines... pues, porque la mujer no tenía preparación. Y eso pasó en el

75. La mayoría de las mujeres podían acceder a trabajos de segunda categoría, podían

ser limpiadoras, podían ser enfermeras, todo estaba... secretarias, eran las profesiones

auxiliares, o vendedoras de las tiendas, no había... porque luego ya, en el año 87 ya

había muchas mujeres con carreras… y además, en montones de carreras las mujeres a

la cabeza y, en cambio ¿qué nos pasaba que estábamos en el mismo punto? En el año

73, allí... en Barcelona había mogollón de... era muy diferente el ambiente, pero no de

la mujer, ¡es que era toda la sociedad! La gente ya ¡había estado en la cárcel! Ya

hablaban de cuestiones sociales, se habían apuntado a elecciones, ya era otra cosa, era

otro aire que aquí no había... Aquí, en Almería, eso duró poquísimo. En el año 70 aquí

no se movía “ná”»4

En 1973, ante la sorpresa del atentado al “delfín”, Carrero Blanco, y el

nombramiento de un nuevo presidente del Gobierno como Carlos Arias Navarro, fuera

de la disciplina del Ejército, se inaugura lo que se ha dado en conocer como “espíritu

del 12 de febrero”, unos años de mayor aperturismo y agitación asociativa en la

clandestinidad.

Como sucedía desde principios de siglo, la movilización femenina surgió desde el

núcleo vital y organizativo de los barrios vecinales, «encarnación física de su sentido de

comunidad».5 Y aunque hubo muchos hombres implicados en estas reivindicaciones a

4 Entrevista a Luisa María Moreno Sánchez, nacida en 1953 en Cantoria, funcionaria de Sindicatos y, posteriormente, de la Delegación de Hacienda de la Junta de Andalucía. Miembro de la Asociación para la Promoción de la Mujer (Almería, 4-XII-2003). 5 Cit. Temma KAPLAN, Ciudad roja, periodo azul. Los movimientos sociales en la Barcelona de Picasso (1888- 1939). Barcelona, Península, 2002; pp. 182 y 188.

3

título personal, como recuerda Martirio Tesoro, dirigente de la Asociación para la

Promoción de la Mujer, el apoyo masculino como colectivo era prácticamente

indiferente a este tipo de reuniones:

«En los hombres había yo creo que, al principio, sobre todo desprecio; desprecio

en el sentido de decir: “Pues estas son unas desocupadas” y luego ya, cuando sabían

quienes éramos, pues que unas estaban trabajando, otras estudiando, les llamaba

mucho la atención pues... que nos interesara este tema. Es que tú fíjate lo que era, que

en Almería no había absolutamente nada de esto; que no había ambiente universitario y

que un grupo de mujeres, más o menos establecidas, pues salgamos diciendo esto a los

periódicos y dando notas, y haciendo un ciclo de charlas [...] les rompían los esquemas

que alguna gente pensaba y llamaba mucho la atención eso»6

Según las autoras del volumen monográfico de Españolas en la Transición, el

Movimiento Democrático de Mujeres estuvo integrado por todas las orientaciones

políticas, ya que feminismo y democracia eran las dos caras de una misma lucha.7 Las

manifestaciones femeninas o los discursos al final de las homilías eclesiásticas, con la

cobertura parroquial exigida para pedir guarderías comunitarias y mejoras generales en

el status social de las mujeres, a pesar del miedo, de su escaso número y duración,

sirvieron para crear un precedente sin sentirse ridículas. Tal fue el caso asimismo de las

mariscadoras gallegas, del Centro de Cultura Popular de Yecla o de los grupos de la

campiña cordobesa.

Beatriz Iribarne, maestra y militante de la HOAC, recuerda como en Almería, ese

papel mediador entre la Iglesia y la sociedad civil lo cubrió el párroco del Barrio de

Pescadería y La Chanca, conocido popularmente como “Don Marino”:

«De hecho yo experimenté ese control, ese miedo a que ese poderío y a que ese,

esa efervescencia se cortara... y porque también tuvimos personas, entre ellos don

Marino, el párroco de Pescadería, que el Régimen tenía controlados a todos los

niveles. Allí el bulle-bulle de la inquietud política es que es uno de los focos

fundamentales: La Pescadería y don Marino que no era una persona, cómo te diría

yo... que pasara de aquel tema, todo lo contrario, lo favorecía y lo fomentaba. Y de

hecho la calle Corbeta, que era la del salón de la parroquia, no tuvo ningún

6 Entrevistas a Martirio Tesoro Amate, promotora de la Asociación para la Promoción de la Mujer y concejala socialista en Almería en 1983 (Almería, 25 y 30 de junio de 2003). 7 Cf. ASOCIACIÓN MUJERES EN LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA, Españolas en la Transición. De excluidas a protagonistas (1973-1982). Madrid, Biblioteca Nueva, 1999; pp. 29-35.

4

inconveniente de ponerlo como sede de la asociación de antiguos alumnos. Pero allí

teníamos siempre un par de secretas que tomaban acta de la asamblea. Nosotros nos

dedicábamos a hablar de temas pedagógicos hasta que el otro ya se aburría tomaba

nota de la reunión y se largaba. Nada más que largarse, nosotros no teníamos ningún

problema en estar allí hasta la una de la mañana preparando la manifestación del día

siguiente y repartiendo la propaganda clandestina que habíamos recibido, o valorando

toda la situación política actual y recibiendo información de cómo estaba ese tema»8

La clandestinidad equivalía en nuestro país al aislamiento y exigía audacia y

creatividad, por lo que muchas veces asociaciones legales como las de amas de casa o

plataformas culturales como los ateneos, sirvieron como pretextos o tapaderas para la

lucha feminista9. Pese a la censura, los grupos de mujeres más activos esperaban

alcanzar un modelo de transición no violenta, emulando el modelo de la Revolución de

los Claveles portuguesa. En ese intento, consiguieron captar el interés de librerías

alternativas y editoriales comprometidas políticamente con la democracia o el

marxismo, como El Viejo Topo, Debate, Diario 16 o El País, a partir de su aparición en

1976. Además, una delegación clandestina asistió a la congregación de organizaciones

no gubernamentales convocada por la ONU en Berlín Este, a finales de octubre de 1975,

“Año Internacional de la Mujer”, interrumpiendo su presencia en dicha ciudad por la

propia muerte de Franco.

En general, poco meses después de ese histórico 20 de noviembre, ya empezaron

a multiplicarse las asociaciones por toda España. En 15 días se celebraron importantes

actos en Madrid y las Primeras Jornadas Catalanas de la Dona se desarrollaron en mayo

de 1976, constituyendo un acicate importantísimo. El aspecto lúdico de la acción

reivindicativa se iba a incorporar desde el País Vasco, desencadenándose un despegue

del feminismo diverso, pero no desorganizado como indicaron algunos sectores de la

prensa.

8 Entrevista a Beatriz Iribarne Sánchez, maestra y militante del movimiento feminista y ecologista, además de las HOAC, el PCE y CC. OO, realizada por Sofía Rodríguez y Óscar R. Barreira (Almería, 19-VI-2003). 9 Véanse los primeros trabajos de Giuliana DI FEBO, Resistencia y movimiento de mujeres en España. 1936-1976. Barcelona, Icaria, 1979; Concha FAGOAGA y Lola G. LUNA, “Notas para una historia social del movimiento de las mujeres : signos reformistas y signos radicales”, Ordenamiento Jurídico y realidad social de las mujeres, siglos XVI-XX. Actas de las IV Jornadas de Investigación Interdisciplinaria. Madrid, Seminario de Estudios de la Mujer de la Universidad Autónoma de Madrid, 1986; pp. 454-462, o, más recientemente: Mª Dolores RAMOS PALOMO, “Identidad de género, feminismo y movimientos sociales en España”, Historia Contemporánea, nº 21, 2000; pp. 523-552.

5

Cada año se enarboló un lema con multitud de mensajes en los que se explicitó la

existencia de dos tendencias claras: la socialista y la radical, dentro del feminismo de la

diferencia que caracterizó internacionalmente la teorización posterior a mayo del 68. En

el momento en que se acabó la vinculación con las teorías abolicionistas, el feminismo

internacional se aproximó al marxismo, consolidándose como teorías críticas, aunque en

los años 70 del siglo XX, terminara por convertirse en un movimiento autónomo,

debido, sobre todo, a la decepción vivida con la Nueva Izquierda.10

Esos grupos informales de discusión y autoconciencia dieron pie a lo que se ha

dado en conocer como “second wave” o la segunda ola del feminismo, desde la cual

Kate Millet teorizó la experiencia de esas mujeres que «al salir del aislamiento y

convertir lo personal en político, dieron un impulso extraordinario a su autoestima y

capacidad de reacción a nivel individual y colectivo frente a la discriminación».11

Teresa Claramunt, perteneciente al Partido Comunista y el Movimiento

Democrático de Mujeres de Almería en 1978, nos relataba así esa experiencia:

«Yo he ido por los pueblos dando charlas sobre.... el papel de la mujer en la

Constitución... hablando del tema este, que ahora ha salido de si la reina sí, reina no...

Después... el aborto, el divorcio, y luego ya pues temas que les pudieran interesar a las

mujeres, a lo mejor a título personal, puesto que los temas de las mujeres eran temas

muy tabús, sobre... menopausia y eso... ahora digo que eran reuniones como de terapia

de grupo. La gente contaba, un poco, sus penas... porque era una posibilidad que

tenían ellas de salir y de hablar de sus cosas, porque es que la vida de las mujeres era

estar encerrada en la casa, o ir con el marido los domingos ¿no? Pero... empezar

mujeres a hablar, de unas determinadas edades.... Que a los mejor conectabas con una

mujer en Cuevas, Albox, en Níjar... sitios que...había una mujer que era militante, y

dice: “Pues yo tengo un grupo de amigas y a lo mejor les apetecía que vinierais y

despertárais... qué, qué es eso del feminismo, por dónde van las cosas”... Entonces era

un poco eso. Pues en... en casas de mujeres... Era como vender tuper ware pero así...

10 Según Amelia VALCÁRCEL, «las modernas teorías feministas se gestan con el mayo del 68, por lo común dentro de grupos radicales de pensamiento y acción política en los países del área anglosajona. [...] Nada de raro tiene que las obras que se producen tienen un aspecto misceláneo [...] que se resuelven en el reconocimiento de una común opresión, la crítica de la vida cotidiana y la busca de explicaciones del origen último de la experiencia vivida cuya autoconciencia hay que provocar. Porque el movimiento feminista debe tanto a estas obras escritas como a una singular organización: los grupos de encuentro, en que sólo mujeres desgranan, turbada y parsimoniosamente, semana a semana, la serie de humillaciones, que intentan comprender como parte de una estructura teorizable». Sexo y Filosofía. Sobre “Mujer” y “Poder”. Barcelona, Anthropos, 1991. 11 Mary NASH “Las mujeres en el mundo contemporáneo”, Aula de Historia Social, nº 9, 2002; p. 30.

6

¡Hombre!, podías aprovechar... la asociación de vecinos, un local del PC... también

podía ser... y si no, casas… Yo veía... mucho atraso, y además, pues una.... como muy

vigilada. Me refiero a que los poderes seguían teniendo el control de muchas cosas Yo

me acuerdo de haber ido a dar un mitin a Níjar y la Guardia Civil quitar la luz de la

escuela y tenerla que hacer en velas... Eso en el año 79… era como todo más caciquil,

más... los rasgos de las provincias pues... acentuado aquí»12

La epistemología feminista y la primera historia de las mujeres surgida en Europa

y Estados Unidos estaban muy lejos de la situación descrita por Teresa Claramunt para

Almería. No sería hasta los años ochenta y noventa, cuando llegaron a popularizarse en

España las críticas a las construcciones teóricas con sesgos patriarcales, desde el

marxismo y el funcionalismo, al mismo tiempo que se recuperaban las voces silenciadas

de mujeres protagonistas, en el campo de la cultura o la política. Se creó desde entonces

una genealogía feminista, a la que Antonina Rodrigo bautizó como las “olvidadas” o

silenciadas por la Historia oficial.

Hasta la creación de los primeros grupos feministas de investigación, como el de

María Campo Alange, y la consolidación académica en los primeros seminarios e

institutos universitarios, las principales campañas y acciones colectivas se centraron en

la re-legalización del divorcio y en las campañas para la despenalización del adulterio y

del aborto.13 Medidas posibilistas que seguían conllevando numerosas persecuciones y

encarcelamientos por todo el país, y que no se materializaron hasta contar con el apoyo

de políticos como Fernández Ordóñez e Iñigo Cavero Arévalo.

Así, al menos, lo concebían algunas de las mayores implicadas en el movimiento

feminista de Almería, como Martirio Tesoro:

12 Entrevista a Teresa Claramunt Vallespí, quien llega a Almería en 1978 como profesora de Biología en Secundaria. Dirigente del MDM de Almería durante la Transición y candidata al Senado por el PCE en noviembre de 1980 (Almería, 3-XII-2003). 13 Vid. Nuria BELTRÁN, Ana ESTANY, Maite GOICOECHEA y Ana MOIX, “Divorcio: Mirando hacia atrás con pena” y Soledad BALAGUER, “Contracepción a la española: Todas somos delincuentes”, Vindicación Feminista, nº 7, 1-I-1977; pp. 29-40 y 41-43. La Asociación de Mujeres de Almería planteaba así la cuestión: «sólo queremos resaltar una vez más que en condiciones sanitarias pésimas, abortan en nuestro Estado, al menos 300.000 mujeres al año, más las 10.000 españolas que lo hicieron en Inglaterra el pasado año, más un número indeterminado en Francia y Portugal. Sobre esta situación actual que no dudamos en calificar de escandalosa y de gravemente lesiva para la mujeres permiten opinar los que no tienen nada que ve sobre el tema, los mismos que durante siglos se han erigido sin que nadie se lo pidiera en salvadores de la Humanidad en general y de las mujeres en particular». Amalia TESORO AMATE, “La Asociación de Mujeres habla fuerte”, Almería Semanal, año 1, nº 2 (24-i- XII-1978; p. 37. Véase también: Paloma C. QUESADA, “Feminismo. El por qué de una lucha”, Naïf, nº 1, septiembre 1979; p. 29.

7

«Hacíamos octavillas y empezamos a vernos un grupo muy reducido... si digo

siete u ocho mujeres eso es lo que éramos; al principio pues en una cafetería... “¿Y qué

es lo que podemos hacer?” Pues hablar del cambio de las leyes, de la maternidad, de la

Constitución... Nos ofrecíamos para dar charlas en sitios y así empezamos a ir

trabajando, y cada una empezó a llamar a gente que sólo nos unía este tema, porque no

teníamos unidad en otros campos, sino... La verdad es que hubo, en aquella época de la

Transición, hubo bastante identidad en lo que nos movía, que era la discriminación de

la mujer y que eran unas cosas tan tremendas... pues, lo del aborto, pero el divorcio,

las profesiones que las mujeres no podían acceder, el... la manifiesta superioridad del

hombre cuando una mujer era casada, la discriminación en todos los aspectos, en el

adulterio y el amancebamiento,... es que eran cosas tan brutales, que no había más

remedio que... si tenías un poco de sensibilidad… Hicimos un encierro en el primer

Ayuntamiento democrático para solicitar el indulto de varias mujeres que estaban

presas por abortar y nos encerramos en la sala de concejales, un montón de mujeres...

Nos fuimos llamando unas a otras y la verdad es que no nos desalojó la Policía ni

nada»14

Mary Alves Busby, de la International Women´s Programs de New York, fue una

de las destinatarias de los informes emitidos tras el “Año Internacional de la Mujer”

acerca de los organismos nacionales encargados de la integración de las españolas en la

vida social, económica y política del país. Dicha propaganda, realizada por la Sección

Femenina del Movimiento, presentaba a esta entidad como la principal defensora ante

los órganos competentes del Estado de “la igualdad de derechos de la mujer”. De hecho,

la Ley de Derechos Políticos, Profesionales y de Trabajo de la Mujer de julio de 1961,

la reforma del Código Civil, en 1975, y la nueva normativa de Relaciones Laborales de

1976, eran consideradas como méritos propios, arrogando para sí todo el esfuerzo

logrado fundamentalmente a través de un movimiento feminista “desde abajo”, y semi-

dirigido por líderes adscritas a partidos políticos de la oposición antifranquista.15

Una década antes al inicio de esos años setenta, fundamentales en el panorama

político y social de nuestro país, el informe del Gobierno Civil de Almería hablaba de la

descoordinación de la oposición antifranquista, reduciéndose ésta a “comentarios y

14 Entrevistas a Martirio Tesoro Amate, promotora de la Asociación para la Promoción de la Mujer y concejala socialista en Almería durante la Transición (Almería, 25 y 30 de junio de 2003). 15 AGA, Cultura, Sección Femenina, IDD 51.045 (Sig. Grupo 3, Nº 18.Caja 4). Año Internacional de la Mujer, correspondencia con provincias (1972-1976). Cuestionario enviado a Mary Alves Busby, en New York, (International Women´s Programs), sobre organismos nacionales encargados de “La Mujer”.

8

bulos tendenciosos” sobre el final del régimen. No obstante, frente a la inercia del

conjunto de la población, esos comentarios denotaban ya cierta incertidumbre por la

continuidad y proyección del Movimiento.

Por otra parte, las tendencias disidentes de las Juventudes Obreras de Acción

Católica (JOC) y de las Hermandades Obreras (HOAC), defensoras de la libre

sindicación, atacaban desde su base los principios del Nacional-Sindicalismo de los

sectores más ortodoxos de la Falange, facilitando «a los marxistas elementos para

combatir el Régimen y la posibilidad de infiltraciones peligrosas». En general, las

especulaciones giraban en torno al Plan de Estabilización o los niveles de vida de la

clase media española en comparación con la de otros países, señalando las

arbitrariedades de tipo administrativo o político, y en general, «todo aquello que

pudiese minar el prestigio del Régimen».16

El Partido de Liberación de la Mujer, por ejemplo, peleó en una “primera fase”

por una serie de medidas urgentes, como eran la derogación de todas las

discriminaciones jurídicas, penales y civiles hacia las mujeres. Entre éstas, se

encontraban: la amnistía para todas las condenadas por motivos políticos, abandono del

hogar, adulterio o aborto; la legalización de los anticonceptivos y su administración a

cargo de la Seguridad Social; la institución del matrimonio civil como única figura

jurídica que regulase las relaciones de pareja; el restablecimiento de la coeducación en

todos los niveles de la enseñanza; la equiparación laboral del trabajo a domicilio, así

como la igualdad de acceso al empleo y de salarios por el desempeño de un mismo

cargo, penalizando los comportamientos vejatorios. Finalmente, se solicitaba la

eliminación del Servicio Social impuesto por Sección Femenina en 1936 y que se

mantuvo en funcionamiento hasta 1977, pese a las reformas anteriores sobre exenciones

y facilitación de su cumplimiento.

Como ha puesto de manifiesto María José Valverde entre otras autoras, a pesar

de la relevancia de estas demandas, propuestas fundamentalmente por movimientos

sociales de izquierda y feministas, el Partido Comunista de España, convertido en

paladín de la oposición antifranquista desde 1958 a 1975, relegó las reivindicaciones de

las mujeres a la prioridad de acabar con la dictadura. La concepción del capitalismo

como base de todas las discriminaciones sociales, convertiría cualquier conquista

femenina alcanzada dentro de dicho sistema, en derechos formales de la burguesía, que

16 AHPAl, GC 1106, Negociado 2º (Secretaría General del Gobierno Civil de Almería, “Memoria del año 1960”, 25-II-1961).

9

beneficiaban sólo a un reducido número de mujeres. Finalmente, la actitud de las

propias militantes, silenciadas durante años por el Régimen y sometidas a la conciencia

de partido, fue la de aparcar sus “demandas específicas”, mientras no se alcanzasen los

mínimos generales.17

Flaco favor le hicieron también a las feministas la serie de entrevistas a “las

mujeres de” los líderes políticos del momento, emprendida por las revistas locales de

Almería en 1970. La primera de ellas fue encabezada por Antonia Rodríguez, casada

con el primer alcalde socialista, Santiago Martínez Cabrejas, quien se declaraba ama de

casa hogareña y sencilla, «sin más preocupación que la de estar cerca de su marido».

Como socialista, uno de los temas que más le preocupaban era el de la promoción de la

escuela pública, aunque también se mostraba de acuerdo con el divorcio “no caprichoso,

sino justificado” y el uso de los anticonceptivos, aunque ella nunca recurriría al aborto.

Respecto al feminismo decía:

«yo pienso que la mujer nunca debe compararse con el hombre en todo. La mujer

si se realiza en una profesión que sea siempre como mujer, nunca intentando imitar al

hombre […]. Ahora, de las feministas no sé nada porque nunca me han preocupado»

Por su parte, Anna María Ferraro, la esposa italiana de Fausto Romero, negaba

también ser feminista y se declaraba un poco cansada de la política por la corrupción

existente en su país, aunque participó activamente en la campaña electoral de su marido

como candidato a la Alcaldía por la UCD en 1979, poseyendo igualmente el carné del

partido.

Sólo Elisa Prieto, profesora de la Escuela Universitaria de Empresariales de

Granada, y a quien le tocó el turno en diciembre de 1979, como esposa de José Guerrero

Villalba, del PCE, replicó de forma elocuente al no entender «el por qué de estas

entrevistas a mujeres en la forma en que se realizan, dependiendo de sus maridos».18

En 1975, funcionaba en Almería la Asociación de Amas de Casa, presidida por

María Linares de Balcázar y con 600 afiliadas en sus bases, junto a una delegación en

El Ejido, con Dorita Gómez Ortega a la cabeza.19 Pero, junto a esta organización, de

17 María José VALVERDE MÁRQUEZ, “La Mujer y el Partido Comunista en España”, en Mª José JIMÉNEZ TOMÉ (coord.), Pensamiento, imagen, identidad: a la búsqueda de la definición de género. Málaga, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Málaga, 1999; pp. 111 y 115. 18 José María GRANADOS, “Antonia Rodríguez de Martínez Cabreras”, Almería Semanal, año I, nº 2, 24-XI al 1-XII-1978; pp. 34-35; “Ana María Ferraro de Romero-Miura”, Almería Semanal, año I, nº 11, 17 al 24-XI-1979; pp. 34-35 y “Elisa Prieto de Guerrero: `No estoy en ningún partido´”, Almería Semanal, año I, nº 14, 8 al 15-XII-1979; pp. 36-37. 19 HDPAl, Ideal, 1-VII-1977; p.18. Ésta funcionaría desde abril de 1975. María Linares se presentaría, asimismo por la UCD, en 1982, como candidata a la Junta de Andalucía.

10

marcado carácter tradicional, aparecieron por esas fechas otras más reivindicativas,

como la Asociación de Mujeres Empresarios; el Movimiento Democrático de la Mujer;

la Junta de Mujeres Democráticas, y la Asociación de Promoción de la Mujer de la calle

Santa Marta, 50.

En junio de 1976 distintos grupos de mujeres empezaron ya a reunirse para

discutir sobre sus problemas, consiguiendo consolidar una asamblea amplia en julio del

mismo año, que reuniría a mujeres de partidos, sindicatos e independientes en la Iglesia

de San José, con la idea de formar un grupo y empezar a trabajar en Almería. Pero de

esa asamblea aparecieron dos tendencias: una que apoyaba la formación del grupo, pero

no su legalización, encabezada por las representantes del PCE, y otra que entendía que

lo más importante para poder luchar por esos objetivos era conseguir la legalización

inmediata.20 Por ello se separaron y empezaron a trabajar cada uno por su lado,

conformando las primeras el MDM y las segundas la “Asociación para la Promoción de

la Mujer” que, tras un vano intento de presentación de los Estatutos en el Gobierno

Civil, a cargo de Luisa María Moreno Sánchez, una de las menos significadas

políticamente, sería dada de alta por la Ley de Asociaciones de 1964, el 22 de mayo de

1977.21

«Luego ya, ¿quién presenta los papeles a legalizar? ¿Tesoro Amate? No, su

padre, su tío...tan conocidos… no. ¿Las Orellana? Que eran activas del MC… La otra,

que no era la tía... ¡Pues la Luisa Moreno Sánchez! Entonces yo me acuerdo que

tuvimos que llevar los papeles ahí, al Gobierno Civil, yo y María del Mar, lo llevamos

allí para que nos legalizaran... “¡Niñas, venid, venid! Bonicas,… ¿esto para qué es?”

No nos veían claras, porque, a pesar de que les decíamos: “Cosas de mujeres”

¡Nosotras funcionábamos! Además, ya estaba bien.... Es que nos legalizaron después

del PC que sería ya el colmo, ¿no? Pero no nos veían claras... Era yo una cría, lo

primero que les dijimos es qué era, para lo que éramos, y que yo era funcionaria,

porque yo es que era la única que en aquella tenía época un trabajo, y un trabajo

además en la Administración, las demás estaban más... unas estudiando, otras al salto

o en su casa… Martirio ya era madre, era ama de casa, seguía haciendo Derecho, yo

20 Isabel LIROLA, “Estamos en discusión sobre la actitud a tomar ante la Constitución, que en general nos discrimina”, Ideal, 1-IX-1978; p. 12. 21 “La Asociación para la promoción de la mujer en Almería, tras su legalización. Ha presentado en el Gobierno Civil los estatutos”. Ideal, 1977.

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también hacía Derecho... Sí... nos preguntaban “Pero bueno, ¿a qué os vais a dedicar?”

Ya ves tú que nos pusimos un nombre para que no fuera “ni fú ni fá”»22

La junta directiva de la Asociación en aquellos momentos estaba liderada por

Martirio Tesoro Amate. El resto de los cargos corrían de parte de María Concepción

López Alado, como vicepresidenta; Isabel Orellana Moreno, en el de secretaria; la

tesorera, María del Carmen Martínez Mingot y como relaciones públicas, la citada Luisa

Moreno, encargada del Departamento de la Mujer en Sindicatos y miembro de la

Ponencia del Año Internacional, que citábamos más arriba.

En cuanto a la extracción socio-profesional de éstas, como indicaba la

entrevistada, era variopinta, aunque con una presencia significativa de profesiones

liberales, como en el caso de Amparo Gómez; Natalia Huertas, esposa del entonces

candidato al Congreso por el PCE, Pedro Molina; Isabel Junco, psicóloga, que más

tarde se integraría en el Departamento de la Mujer de la Diputación; Inmaculada López

Alado, bióloga del CSIC; Isabel Bonilla, abogada del PT; Isabel y Marisa Orellana,

maestra. Otras mujeres vinculadas pertenecían a Comisiones Obreras, habiendo

colaborado con aportaciones económicas a la huelga de pescadores,23 y en

movilizaciones por el derecho al aborto, como Josefa Martínez, Isabel Molina, Carmen

Segura, Pilar Ballarín o Beatriz Iribarne Sánchez, procedente de la HOAC. 24

22 Entrevista a Luisa María Moreno Sánchez, nacida en 1953 en Cantoria, funcionaria de Sindicatos y, posteriormente, de la Delegación de Hacienda de la Junta de Andalucía. Miembro de la Asociación para la Promoción de la Mujer (Almería, 4-XII-2003). 23 Los conflictos en este sector laboral se debían al denominado “problema marroquí”, que provocó la concentración de los barcos en el puerto de Almería, en reivindicación del subsidio de desempleo y las mismas ayudas obtenidas por la flota del norte. (Vid. “Conflictos en el sector laboral”, Ideal, 8 y 9-III-1979). 24 Listado de asociadas en posesión de Martirio Tesoro Amate: Isabel Orellana, Isabel Sola, María Luisa Gallego Figueredo, María Ángeles Magaña Ortuño, Emilia Gutiérrez Cardona, Francisca Hermoso, Luisa María Moreno Sánchez, Ángeles Jiménez, Inmaculada López Alado, María Luisa Orellana, María Isabel Bonilla, María del Carmen Valls, Antonia Navarro, Emilia García Castillo, María del Mar Sáinz, María Teresa Pérez, Josefa López Martínez, Rosa Asensio, María Moltó, María Pilar Navarro, Antonia Fortes, Chone López, Amparo Gómez, Adoración Moreno, María del Carmen y Antonia Martínez, Ramona Palo, Martirio Tesoro y otras dos socias, cuyo nombre es dudoso. (En total: 30).

12

Los fines de la Asociación, como recogía el informe de la Sección Femenina,

estaban basados en la «promoción de la mujer, la elevación de su nivel cultural y

profesional, y el desarrollo de todas las actividades relacionadas con ello:

conferencias, charlas, coloquios, recaudaciones de fondos, etc».25 No obstante, tras la

legalización se preparó una protesta por la prohibición de realizar actos públicos, así

como una hoja de presentación con sus características y objetivos más importantes,

plasmados en posters, sprays y almanaques con su logotipo, que fueron enviados a la

prensa para una amplia difusión.

Declarándose legal para salir de la clandestinidad, unitaria, democrática y abierta

a todas las mujeres, e independiente tanto ideológica como económicamente, sus

reivindicaciones más inmediatas eran las generales que hemos indicado más arriba. A

nivel legislativo: igualdad jurídica total de los sexos (patria potestad, administración de

bienes, amnistía de los delitos de adulterio, aborto, prostitución, etc). En el campo

educativo y laboral, solicitaban la igualdad absoluta en el acceso a la enseñanza y un

puesto de trabajo, racionalizando las labores domésticas, igualando los salarios, y

haciendo desaparecer las leyes proteccionistas mediante una reforma de la Seguridad

Social. Asimismo, se demandaba una cultura no sexista, donde la mujer dejase de ser

utilizada como objeto pornográfico por los esquemas ideológicos machistas de los

medios de comunicación social.26 Por otra parte, se realizaban interesantes interrogantes

sobre los partidos políticos y los debates radicales y socialistas del momento. Esto

equivalía a determinar su posición ante la familia, la prostitución y la homosexualidad;

si la Iglesia seguía afectando a la orientación del voto de las mujeres; si los partidos las

utilizaban con fines electoralistas y qué les ofrecían las izquierdas más que las derechas.

Partiendo de la contemplación del sexo como una clase social, aporía del feminismo

marxista, estudiaron la equiparación entre socialismo y liberación de la mujer, así como

la necesidad real de crear un partido feminista como tal, para plantearse los problemas

específicos de las mujeres o seguir desarrollando su característica “doble militancia”.27

25 AGA, Cultura, Sección Femenina, IDD 51.031 (Sig. Grupo 1, Nº 2 Paq. 3.15 y 3.16, Caja 116), Departamento de Formación y Participación. Sección de Participación Política y Asociaciones. Instrucción nº 4/1977, de fecha 6 de abril, por la que se adjunta un trabajo sobre Partidos Políticos. 26 Vid. La revista Vindicación Feminista: Carmen ALCALDE, “Cuando el hombre consume”, nº 2, 1-VIII-1976; p. 59; Mariló VIGIL, “La pornografía y el sadismo antifemenino”, nº 4, 1-X-1976; pp. 18-20; Soledad BALAGUER, “Publicidad: El machismo a flor de piel”, nº 5, 1-XI-1976; pp. 54-57 y Mariló VIGIL, “Destape: Ahora la mujer será vendida en preservativos de plástico”, nº 6, 1-XII-1976; pp. 41-43. 27 El compromiso social adoptado por esta asociación y el MDM, quedó demostrado asimismo con su participación en el Comité de Solidaridad de Almería con Nicaragua, constituido en 1979. (Hojas y panfletos programáticos de la Asociación para la Promoción de la Mujer, del Archivo personal de su presidenta, Martirio Tesoro Amate y recortes de periódico de Teresa Claramunt, del MDM. “Constituido

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Para abordar todas estas cuestiones se crearon cuatro comisiones de Sexualidad,

Derecho, Educación y Trabajo que, con el título de “Problemática de la Mujer”, habrían

de convertirse en la base de un primer ciclo de charlas-coloquio celebrado desde el 12

de enero al 2 de marzo de 1977, en su sede de la calle Murcia. En ellas se tratarían

aspectos fundamentales en relación a la planificación familiar o la Constitución, como

la supervivencia de la Ley Sálica en España y la necesidad de que la mujer controlase su

propio cuerpo, lema de la “segunda ola de los feminismos”. Su objetivo fundamental era

que la sexualidad femenina dejara de ser identificada exclusivamente con la maternidad,

eludiendo hablar del orgasmo por influencia de la idea bíblica del pecado y «la

represión de la concupiscencia».28

Tras las mismas, la Asociación se reuniría el 28 de abril para hacer balance y

proyectar asuntos operativos de la misma, como la creación de tres nuevas comisiones,

de prensa, actividades culturales y relaciones públicas, extendiendo sus propuestas a los

partidos por parte de una comisión compuesta de María del Mar Sáinz, Marisa Orellana,

Isabel Bonilla, Amparo Gómez y Luisa Moreno. Ese programa se transmitiría al Partido

Popular, Reforma Social Española, Izquierda Democrática, FPD, Partido Socialista

Popular, PSOE, PSA, PC, MC, ORT, PT, OJC, Liga Comunista, Bandera Roja y la

CNT29. Además, se procedería a la recogida de firmas pidiendo la derogación de las

leyes discriminatorias de los códigos Penal y Laboral, y la organización de nuevas

actividades culturales como parte de una campaña de proselitismo, pues, una vez

conseguida la preparación teórica, había que «salir de puertas para afuera».30

el Comité de Solidaridad de Almería con Nicaragua”, La Voz de Almería, 7-VII-1979). Vid. Lola GAVIRA, “La mujer es una clase” y Assumpta SORIA, “Posición del movimiento obrero tradicional en relación al movimiento feminista”, Vindicación Feminista, nº 7, 1-I-1977. 28 “Primer ciclo sobre Promoción de la mujer. Conferencia sobre la planificación familiar”, Ideal, 20-I-1977. 29 El partido creado por Joaquín Ruiz Jiménez durante la Transición, Izquierda Democrática, tuvo una relativa implantación en Almería, ya que ligados al mismo había muchos matrimonios procedentes del “Movimiento Familiar Cristiano” en su ala más izquierdista, y bastantes mujeres (Charín Gurriarán, María Luisa Martín, Manoli Sánchez, Emilia Batlles,…). Algunos miembros de éste evolucionarían más tarde a la democracia cristiana más moderada de la UCD y al PSOE. Por otra parte, las Terceras Jornadas de Izquierda Democrática contaron en 1976 con la representación extranjera de la Democracia Cristiana, presidida en su rama femenina por la senadora italiana Franca Falcucci. Ésta intentaría reunir en sala aparte a las mujeres que asistieron a la reunión, pero se encontró con su negativa, aduciendo que entre los militantes no existían distinciones por razón de sexo. “No deseaban formar una Sección Femenina: la Falange no servía de modelo a la democracia española”. Vid. Juan GARCÍA-BARBÓN CASTAÑEDA, Fulgor y cenizas de Izquierda Democrática. Madrid, 1977; pp. 36-37. 30 Dietario de Asociación de Mujeres de Almería, propiedad de la presidenta de la Asociación, Martirio Tesoro Amate. Los artículos del Código Penal y el Código Laboral que querían derogarse estaban encabezados por el art. 43, y seguidos de los: 383, 384, 410, 411, 114, 116, 415, 429, 434, 435, 436, 440, 441, 443, 444, 447, 449, 450, 452, 479, 488 y 583, sobre adulterio, penalización de los anticonceptivos,

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Entre éstas se encontraría la charla sobre el aborto celebrada el 12 de mayo de

1977 en el Banco de Bilbao, o la participación junto a representantes de todos los

partidos políticos, periodistas, economistas y profesores, en la semanas culturales de

Alhama y Cantoria, actos promovidos por los jóvenes en octubre de 1977, con el lema

de: «Por unos pueblos más cultos, libres y solidarios».31

Además, la prensa se haría eco de su solidaridad con la jornada de lucha del 12 de

noviembre, y tanto el Ideal como La Voz de Almería publicaron entrevistas con sus

miembros. Además, se montaron puestos monográficos en la Feria del Libro, con

algunas de las obras de referencia internacional para el feminismo, firmadas por la

pluma de Alejandra Kollontai, Jean Paul Sastre, María Aurelia Campmany o Lidia

Falcón, y publicadas por El Viejo Topo.

En su faceta más comprometida con la realidad social de aquellos momentos, la

Asociación se solidarizó con la huelga del sector pesquero almeriense, contribuyendo,

como también lo hizo Sección Femenina, a la recogida de dinero, alimentos, ropas, etc.,

y se sumó a la protesta protagonizada por el MDM, tras la elección de la “reina de las

fiestas” en la feria de agosto de la capital.32

Algunas otras actividades concertadas para los años siguientes a su legalización,

fueron las encuestas llevadas a cabo sobre el control de la natalidad, o las charlas sobre

la “Ley para la Reforma Política” de Huércal Overa y Berja, en diciembre de 1977.

Asimismo, en 1978 y en colaboración con Teresa Claramunt, del MDM, se volvieron a

crear mesas redondas sobre planificación familiar y la Constitución, que consideraban

discriminatoria para las mujeres. Una doble lucha, ésta de hacer de la ampliación de sus

derechos una de las bases de la nueva España democrática, que las llevó de la

Universidad Laboral de Almería a los pueblos más recónditos, el histórico Colegio del

Servicio Doméstico o las asociaciones vecinales de la periferia, como Piedras

Redondas. En La Chanca, en cambio, dominio de la Sección Femenina y la acción

apostólica de Cáritas o la Acción Católica, las dos incursiones informativas sobre

métodos profilácticos provocaron cierto rechazo y el retraimiento de esta iniciativa.

abusos deshonestos, “galantería legal”, aborto facultativo, violación, estupro, rapto, dite, adulterio, hombre bígamo, deshonra, prostitución y lesiones de palabra y obra. 31 Programa de la II Semana Cultural de Cantoria (Archivo personal de la presidenta de la Asociación para la Promoción de la Mujer, Martirio Tesoro Amate). 32 “Ciudadanos del año en vez de reina de las fiestas”, La Voz de Almería, 20-VI-1979 y “Ciudadanos del año en lugar de reina de las fiestas y damas de honor. Lo propone el Movimiento Democrático de Mujeres”, Ideal, 29-VI-1979.

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No obstante, estas dificultades no constituyeron un obstáculo insuperable para

seguir con los objetivos marcados por dicha “Asociación para la Promoción de la

Mujer”. Tras un periodo en el que se registraron numerosas violaciones en la ciudad, la

organización hizo una campaña de denuncia en la que se exigió que se ampliara el

concepto jurídico de violación mediante puestos en la Plaza del Educador, con hojas

informativas, comunicados de prensa, radio y pintadas callejeras, cuyo lema era “Contra

la violación, castración”.33

En cuanto a la respuesta emitida por los partidos políticos ante las propuestas de

las feministas, el PSOE apoyó la creación de la asesoría jurídica para las mujeres que

estaba en proyecto, así como de una “vocalía para al mujer” en el Ateneo, y una serie de

centros de información y planificación familiar, de acuerdo con algunos médicos y

médicas con los que se tenía contacto.34 Precisamente en febrero de 1978, se formaría la

primera Ejecutiva Provincial del PSOE en democracia, tras el primer Congreso, con una

Secretaría específica para la Mujer, a cargo de la cual estuvo Ana Villegas. Y, aunque

en aquellos primeros momentos la movilización fue bastante escasa, junto a ella

trabajaron otras compañeras destacadas, como Josefa Callejón, que más tarde ocuparía

la misma secretaría en Murcia, y Cristina Vijande, al frente de la Secretaría de Asuntos

Sociales.

En la primera Ejecutiva Local del PSOE de Almería se encontraban también

María Luisa Martínez Haro, María Luisa Domínguez Benjumea (1979) y Virtudes

Castro, que llegaría hasta el Congreso de los Diputados en las generales de 1977 y al

Senado en 1979. Asimismo, entre las primeras mujeres que entraron en las candidaturas

políticas de la democracia se encontraban la propia Martirio Tesoro Amate, que se

convertiría en la primera concejala socialista de la capital, y Rosario Gurriarán, esposa

del vicepresidente y cabeza de lista de Izquierda Democrática en 1977.35

33 Entrevista a Dolores Jaén García, militante del PSA y simpatizante de la Asociación de Mujeres de Almería durante la Transición (Almería, 14 de octubre de 2003). Vid. JUVE, “Puerta Purchena, 77. Defensa de la mujer”, Ideal (1978). «un requerimiento a la conciencia de los hombres honrados, expuesto muy sucintamente, aunque en gruesos caracteres de pintura azul: “No más violaciones de mujeres. Las mujeres almerienses”. […] Contra la avalancha de atracos de que viene siendo objeto, en la soledad de las calles y de los caminos, la mujer no va segura. Se halla expuesta a que cualquier sádico o maníaco sexual intente avasallarla o dominarla. El simio, en los bosques africanos, se comporta mejor». Véase también: Paloma C. QUESADA, “Violencia machista”, Naïf, nº 2, octubre 1979 y “El Movimiento de Mujeres contra las violaciones”, La Voz de Almería, 20-I-1980. 34 Isabel LIROLA, “Estamos en discusión sobre la actitud a tomar ante la Constitución, que en general nos discrimina”, Ideal, 1-IX-1978; p. 12. 35 Vid. Mónica FERNÁNDEZ AMADOR, La Agrupación Socialista de Almería durante la Transición a la democracia: de la clandestinidad al poder. Trabajo de doctorado inédito, dirigido por Rafael Quirosa. (Universidad de Almería, 2003). Cristina Vijande desaparecería de la Ejecutiva Provincial del PSOE de

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Las personas que entonces penetraron en el partido apoyando a los socialistas

históricos de Almería, eran más moderadas y menos activas que los jóvenes seguidores

del PSP de Tierno Galván, asociado entonces al PSA, por lo que probablemente todas

las iniciativas del feminismo socialista en esos momentos provinieran de allí. La

“Asociación de Mujeres de Almería”, tuvo ocasión entonces de reunirse con el

presidente de la Junta de Andalucía y representantes centrales de partidos políticos y

sindicales en la Diputación de Almería, el 17 de diciembre de 1978.36 Ese mismo año,

finalmente, y para evitar cualquier tipo de dudas sobre su origen u orientación política,

la “Asociación para la Promoción de la Mujer” cambiaría así su nombre por el de

“Asociación de Mujeres” de Almería, dado que, como indicaba la propia Martirio

Tesoro, el primero era una denominación “transaccional” con la que se registraron otras

muchas agrupaciones de toda España, con el objeto de que les facilitasen la legalización

sin hacer referencia al feminismo. De hecho, ésta decía que debido a la existencia de un

departamento homónimo entre las falangistas, «hoy ese nombre para nosotras tiene

sabor a Sección Femenina».37

Junto a las miembros del Movimiento Democrático de Mujeres, y con el apoyo

del PSOE y CC.OO., la Asociación se volcó en el encierro en el Ayuntamiento de

Almería, en solidaridad con las once mujeres procesadas en Bilbao por el delito de

aborto. Las protagonistas del suceso, dos de ellas por haberlo practicado, ocho como Almería en diciembre de 1978, mientras que en mayo de 1979 se incorporaban Eloína Larios Martínez, sustituyendo a Villegas en la Secretaría de la Mujer; Josefa Callejón de la Puente, en Agricultura, y Araceli Cassinello López, comerciante y exsecretaria de la Mujer en la Ejecutiva Local, dirigiría la Secretaría de la Juventud. Tras el II Congreso Provincial ordinario, celebrado en febrero de 1980 en Alhama, Eloína Larios pasaría de la de Relación con la Juventud y Josefa Callejón a Política Sectorial, aunque en el Congreso Extraordinario de septiembre de ese mismo año celebrado en Retamar, se suspendería el funcionamiento de la Secretaría de la Mujer del PSOE hasta el IV Congreso de 1985. No obstante, Charín Gurriarán y María Luisa Martín Haro (ama de casa y exvocal de la Local), actuaron como secretarias ejecutivas. Finalmente, en el V Congreso de mayo de 1988, se reincorporaría también Ana Villegas como secretaria de Participación de la Mujer, junto a otras tres secretarias ejecutivas, con una función semejante a las vocalías. Precisamente en la Ejecutiva Local del PSOE de Almería de febrero de 1978, Carmen Sanz Aguado, ama de casa de 61 años, sería la primera vocal, destacándose junto a ella María Luisa Domínguez Benjumea, al cargo de la Secretaría de Juventud en 1979 y de la de Prensa e Información un año más tarde, y María Teresa Bretones López, de las Juventudes Socialistas, en 1982. 36 Telegrama recibido por la Asociación de Mujeres de Almería, el 14-XI-1978. (Archivo personal de la presidenta, Martirio Tesoro Amate). 37 Isabel LIROLA, “Estamos en discusión sobre la actitud a tomar ante la Constitución, que en general nos discrimina”, Ideal, 1-IX-1978; p. 12. Como expresaba Geraldine SCANLON poco después de la desaparición de la organización falangista: «Los discursos y artículos emanentes de la Sección Femenina hacen alusiones constantes al apoyo prestado a “la promoción de la mujer” y a sus logros en este campo. Esto no implica, sin embargo, una volte face completa, pues su posición fundamental sigue siendo la misma y su propaganda continúa poniendo el énfasis en el papel doméstico de la mujer, sin siquiera sugerir que la responsabilidad en este terreno podría ser compartida con el hombre. Su propósito, en palabras de Pilar Primo de Rivera, es no perder los principios dentro de avanzar en la novedad». Geraldine SCANLON, La polémica feminista en la España Contemporánea. 1868-1974. Madrid, Akal, 1986; p. 354.

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afectadas voluntarias del mismo y otra chica soltera por intento, seguían el prototipo de

madres casadas y con escasos recursos económicos, a las que se les había negado la

receta facultativa de anticonceptivos.38

Sin abandonar la polémica abortista, en 1979 y 1980 el tema estrella fue el

divorcio, del que se charló en la sede del PSOE, la Escuela de ATS, el Barrio de Los

Ángeles o el nuevo local inaugurado por la Asociación en Santa Fé, y del que la revista

Almería Semanal publicó un extenso reportaje. En él se describía la oposición de las

feministas a la Ley elaborada por la UCD, que reducía el divorcio por su cuantía

económica a las clases sociales más privilegiadas, así como la proposición legal del

PSOE que también fue rechazada, y las principales críticas vertidas por CC.OO que

recayeron sobre la actitud reaccionaria de los obispos. Por otra parte, la actitud adoptada

por la Asociación de Mujeres de Almería (AMA) difería de la del MDM respecto a las

causas del divorcio, la pensión alimenticia o los hijos, por lo que resultaba difícil llegar

a un acuerdo.39

La sexualidad y la lucha de clases, fueron también temas claves de las II Jornadas

Estatales de la Mujer, celebradas en Granada con 3.000 participantes de todos los

partidos de izquierda, el Frente de Liberación y, por supuesto, la “Asociación de

Mujeres” y el MDM de Almería.40

La actividad de dicho Movimiento Democrático de Mujeres en Almería, aunque

coetánea desde sus orígenes en Almería, a la de la Asociación para la Promoción de la

Mujer, despegaría sobre todo a partir de 1979, cuando inauguró su sede social en la

calle Gabriel Callejón, 3, con una charla sobre la “Psicología del niño en la

coeducación”.41 El MDM estaba liderado entonces por Teresa Claramunt Vallespí, una

catalana de 30 años, catedrática de Ciencias Naturales en el Instituto nº 4 de Almería y

militante del PCA desde 1970.42 Ella sería además candidata del PCE en las elecciones

parciales al Senado de 1980, obteniendo un 9´7% de apoyos, y compartiría actividad en

el partido junto a María Luisa Jiménez, Rosa Reche, y Amalia Tesoro, Carmela

38 “Encierro de feministas en el Ayuntamiento”, La Voz de Almería, 23-X-1979; “Movimientos feministas, sindicatos y partidos políticos con las mujeres de Bilbao”, La Voz de Almería, 26-X-1979 y “Conclusiones de las mujeres encerradas en el Ayuntamiento”, La Voz de Almería, 28-X-1979. 39 “El divorcio que viene”, Almería Semanal, año I, nº 9, (3-10 noviembre 1979); pp. 12-15. 40 “Rueda de prensa sobre las próximas jornadas feministas en Granada”, La Voz de Almería, 7-XII-1979 y Joaquina PRADES, “Intensos debates sobre la función de la mujer en la sociedad. La sexualidad y la lucha de clases, temas clave en las jornadas feministas de Granada”, El País, 13-XII-1979; p. 23. 41 “El lunes, inauguración de la Sede del Movimiento Democrático de Mujeres”, Ideal, 2-VI-1979. 42 Sobre la candidatura de Teresa Claramunt escribió Kayros en La Voz de Almería, “Una mujer: Teresa Claramunt `la mujer almeriense debe mirar a su alrededor, ver su situación y que se pregunte luego cómo cambiarla”, y Manuel Vázquez Montalbán desde Cataluña.

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Hernández Porcel o Carmen Guerrero Villalba, del MC. Tratándose pues de unas fechas

que escapan a la cronología de nuestra investigación, vamos a significar solamente

algunas de las actividades desarrolladas a partir de 1979 por el MDM.

El 8 de marzo de ese año se celebró el “Día Internacional de la Mujer

Trabajadora”, fijado por la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en 1910.

Para ello, se ofreció junto a la Asociación de Mujeres una rueda de prensa en la sede de

la USO en la capital, en la que se dió a conocer la constitución de la coordinadora

feminista de Andalucía, donde se integraron ambas organizaciones.43 Las

reivindicaciones más inmediatas desde 1980, se referirían a diversos aspectos

comprendidos en el Estado del Bienestar y que afectaban especialmente a la “doble

carga” de las mujeres, tales como la dotación de guarderías, instalaciones deportivas,

transportes adecuados, etc., por la Administración pública y las empresas.44

Estos temas fueron tratados a lo largo de las numerosas charlas y conferencias

ofrecidas en la sede social del MDM, y que podríamos resumir del siguiente modo.

Sobre la planificación familiar y el “funcionamiento del cuerpo de la mujer”, habló la

doctora María Luisa Gallo, de Benahadux; la menopausia, corrió a cargo del doctor

Jesús Cabezudo; y la coeducación, la futura ley del divorcio o el referéndum por la

autonomía andaluza, fueron tratados por la diputada socialista, Virtudes Castro.45 Líder

política, esta última, no comprometida directamente con el feminismo, y que tampoco

recibió entonces demasiado apoyo de las almerienses en su carrera hacia las Cortes:

«Entre las mujeres había quien me apoyaba, pero… pocas, por lo menos que se

abrieran... muy pocas. Yo te voy a decir una cosa, mira que yo recibí críticas por parte

del hombre, pero recibía... no se si decirte que incluso más por parte de las mujeres...

43 Vid. F.G., “Hoy, Día de la Mujer Trabajadora”, La Voz de Almería y “Hoy se celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora”, Ideal, 8-III-1979. Para las integrantes de estas asociaciones era muy importante informar del significado del 8 de marzo de 1908, «fecha en la que en la ciudad de Nueva York, 129 mujeres trabajadoras murieron al incendiar el empresario la empresa “Cotton” en la que se encontraban encerradas. Hoy –añadieron las feministas almerienses- no se quema a las trabajadoras pero la opresión sigue existiendo» (refiriéndose al trabajo doméstico). 44 “Demanda de centros de planificación familiar en los barrios” y “Centros de Planificación familiar”, Ideal, 31-I-1980; Miguel Ángel BLANCO, “Mil firmas para centros de planificación familiar en los barrios” y “Campaña de firmas para crear tres centros de planificación familiar. Estarían ubicados en Pescadería, Zapillo y Barrio de Los Ángeles”, Ideal y La Voz de Almería, 1-II-1980. 45 Vid. ”Charla sobre el funcionamiento del cuerpo de la mujer”, Ideal, 20-VI-1979, y “Charla sobre planificación familiar”, La Voz de Almería, 26-VI-1979; “Acto del Movimiento Democrático de Mujeres, mañana” y “Charla sobre la menopausia”, Ideal y La Voz de Almería, 12-XII-1979; “Charla sobre coeducación” y “Otra conferencia”, La Voz de Almería e Ideal, 22-XI-1979; “Reunión sobre la futura ley del divorcio” y “Reunión del Movimiento Democrático de Mujeres de Almería ante el divorcio”, La Voz de Almería e Ideal, 19-X-1979, “Reunión sobre el divorcio”, Ideal, 26-X-1979; “Charla sobre la mujer ante el referéndum” y “Conferencia de Virtudes Castro”, La Voz de Almería e Ideal, 22-II-80.

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Aquí lo que más conocía yo era la, la asociación esta de la mujer... o sea... la

asociación feminista. No se si sería finales del 77, principios del 78, que hubo una

“violación fuertes” y me acuerdo que tuvimos un encierro en el Ayuntamiento y

vamos... pues fuimos cuatro o cinco mujeres, ya sí... ya había más mujeres. De Almería

pocas, más bien eran personas que habían venido de fuera, que estaban los maridos

metidos y entonces ellas también... un poco. Después en el Congreso no había mucho

movimiento de la mujer... porque claro, nosotros éramos ocho ó nueve mujeres

solamente las que habíamos... Es que había otras cosas más importantes que mover en

aquellos momentos que los movimientos feministas... que cualquier otro movimiento...

[…] Lo único que pasa es que no teníamos apoyo ninguno. Cuando la pobre Carlota

Bustelo se metía en sacar cualquier tema, pues... ni caso. Los hombres ni caso […] Yo

feminista no me siento; yo entiendo que cuando empezaron a decir lo del porcentaje me

pone negra. Y defender los derechos pues... por supuesto, ahora, yo te digo una cosa, a

lo mejor yo no tengo una idea muy clara de lo que es el feminismo... Yo entiendo que si

una mujer, si hace un trabajo igual a un hombre, tiene que tener los mismos derechos

que el hombre, exactamente igual... Es por eso que yo siempre lucharé, pero

vincularme mucho no me he vinculado»46

Pese a no recibir un respaldo multitudinario en Almería, las comunistas del MDM,

que ya se habían hecho eco a través de Vindicación Feminista de la “huelga blanca” de

las enfermeras en 1976, se solidarizaron también con las plantillas de maestros y PNN

en sus manifiestos de 1979, o con la “Asamblea de Parados” en 1980.47 Participaron

asimismo en cuantas actividades tuvieron algo que ver con la despenalización del

aborto, como la conferencia sobre el control de la natalidad de Pilar Bravo, diputada del

PCE, en los locales de la AISS, o las dos semanas que Radio Juventud dedicó a este

debate. En ellas participaron representantes de todos los partidos políticos, grupos

46 Entrevista a Virtudes Castro, diputada desde 1977 y senadora socialista en 1979 por el PSOE de Almería (Almería, 19-VI-2003). 47 Vid. María Dolores VIGIL, “La sublevación de las enfermeras”, Vindicación Feminista, nº 11-VII-1976; p. 40; “Apoyo del Movimiento Democrático de Mujeres de Almería”, La Voz de Almería e Ideal, 13-IX-1979 y “Listas de interinos en centros de formación profesional”, La Voz de Almería, 28-X-1979. “El paro almeriense y sus alternativas. La Asamblea de Parados denuncia la escasa eficacia de estos debates de carácter teórico”, La Voz de Almería, 8-V-1980. Para tener una visión global de los “actores socio-políticos de la Transición”, el aumento del gasto público tras unos índices ínfimos de partida en 1970; el papel negociador de los sindicatos, tras la quiebra de la OSE y su vinculación con la contracción de las desigualdades regionales en España a raíz de la crisis del petróleo, véase: Álvaro SOTO CARMONA, “La Transición en España: ¿Continuidad o ruptura social?”, en Encarnación LEMUS y Rafael QUIROSA-CHEYROUZE (coords.), La Transición en Andalucía. Huelva, Universidad de Huelva–Universidad de Almería, 2002; pp. 115-176.

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feministas y profesionales de la ciudad como Guillermo Verdejo Vivas, farmacéutico y

exalcalde; Juan López Martín, canónigo y exasesor del Auxilio Social; Francisco Lara

Rosales, ginecólogo, o los abogados Joaquín Monterreal y Santiago Martínez Cabreras,

recién elegido alcalde de la capital. Asimismo, el MDM protagonizó un nuevo encierro

en el Ayuntamiento de Almería, en apoyo a las veinte detenidas de Sevilla y las nueve

de Valencia acusadas de realizar prácticas abortivas entre 1980 y 1981.48

Mientras que la trayectoria de la Asociación de Mujeres de Almería se apagaba

hacia 1982, los últimos proyectos en los que se vieron implicadas las activistas del

MDM alcanzaron gran relevancia institucional. Nos referimos al ciclo del Ateneo

dedicado a “La mujer en la España actual” en 1983 y las I Jornadas sobre Mujer y

Educación celebradas en la capital entre los días 23 y 30 de marzo de 1985.

El ciclo fue inaugurado por Amparo Rubiales, consejera de Presidencia de la

Junta de Andalucía, con una conferencia sobre “la participación de la mujer en la

política activa”. Coincidiendo además con la constitución del Instituto de la Mujer a

nivel nacional, el vicepresidente del Ateneo, Fernando Martínez y los encargados de las

vocalías de la mujer y el cine, Teresa Claramunt y Ángel Arqueros, programaron entre

otras la participación de la actriz Lola Herrera y de abogadas del Colectivo Jurídico de

Madrid. Finalmente, las Jornadas de Educación celebradas en la Escuela de Magisterio,

contaron con la participación de 32 mujeres y 12 hombres, consiguiendo convertir este

acto en el primero de una larga lista de actividades en pro de la igualdad de género en

las aulas.49 Y es que, si alguna virtualidad tuvo el movimiento de mujeres de la

Transición en Almería, fue el de sacar a la luz la desigualdad que la dictadura había

oscurecido bajo la “mística de la feminidad”.

Llegados a un punto en que la agenda feminista ha cambiado de prioridades y se

enfrenta hoy a los problemas de ciudadanía de las mujeres “sin papeles”, la

Historiografía de la Transición está llamada a recuperar la memoria de las activistas en 48 “El aborto a debate en Radio Juventud”, La Voz de Almería, 11-XI-1979; “Acto del Movimiento Democrático de Mujeres y Feministas”, La Voz de Almería, 14-XI-1980; “Solidaridad con las mujeres de Sevilla”, Panfleto de octubre-noviembre de 1980; “Desalojado del Ayuntamiento un grupo de mujeres a favor del aborto”, Ideal, 18-XI-1980 y “Nuevas detenciones por prácticas abortivas”, del Comité de mujeres pro-legalización del aborto, 17-VII-1981. Vid. Empar PINEDA, “Asturias. Abortar en los barrios”, Vindicación Feminista, nº 10, 1-V-1977; p. 62. 49 KAYROS, “La mujer en la España actual. Ciclo de cine, conferencias y fotos del Ateneo”, La Voz de Almería, 10-III-1983 y “12 hombres y 32 mujeres participan en las I Jornadas de Mujer y Educación”, La Voz de Almería, 17-III-1985. Para disponer de una perspectiva comparada respecto al movimiento ciudadano creado en Málaga durante la Transición, a través del MDM, que practicaba la táctica del “entrismo” defendida por CC.OO., la Universidad y su Ateneo, puede consultarse: Carmen Rosa GARCÍA RUIZ, Franquismo y Transición en Málaga, 1962-1979. Málaga, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Málaga, 1999; pp. 346-364.

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los setenta. Sin ellas, no se entendería el papel de la Asamblea de Mujeres de Almería

en décadas posteriores, ni el significado que tuvo en su momento la agencia de la

sociedad civil para recuperar un código de libertades que se hipotecó a las mujeres en

los años treinta del siglo pasado.

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