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El sociodrama como técnica de intervención socloeducativa Luis Mariano GARCÍA DE VICENTE* M 5 de la O DIZ MORALES** David ALONSO GONZÁLEZ** Mónica LÓPEZ MAGÁN*** Resumen Abstract El trabajo con adolescentes requiere del conocimiento y aplicación de distintas técnicas de carácter grupal, que sean no sólo eficaces, sino además, atractivas para el grupo. El presente ar- ticulo pretende demostrar la eficacia del Socio- drama como técnica de actuación con jóvenes; para prevenir el consumo de drogas; para ello se analizan las distintas teoría sobre prevención, asi como la necesidad de implantar programas de acción desde este ámbito, considerando el tra- bajo con grupos como un modelo posible para al- canzar los objetivos deseados. 1. Prevención en los jóvenes, hoy Hablar de prevención siempre es difícil a pesar de que los hechos histó- ricos y nuestros refranes más antiguos nos indican que “es mejor prevenir que curar”. En nuestro país no existen políticas socio-sanitarias que dedi- quen recursos ni esfuerzos suficientes SOCIODRAfidA AS A TECI-INICUE 11V SOCIO- EDUCA TIONAL íNTER VENTION Worl< witl, adolescents requires knowledge about and the application ot dilferení group techniques so that they are not only efficacious but a/so altractive ter tl,e group. Ihe present article attempts te slrnw the ettectiveness of sociodrama as a technique in work with young peeple to prevent drug laking. For that reason it analyzes the ditferent theories about prevention. together vvith the necessity to implement action programs trom tuis standpoint, as werk with groups can be considered a possióle model te reach the desired objeclives. a acciones preventivas. La cuestión parece meramente económica, sin embargo la experiencia nos de- muestra que es más barato prevenir que invertir en aspectos curativos o paliativos1. Parece lógico comenzar a hablar de aspectos preventivos clínicos ya que el concepto de prevención ha ido ligado a lo largo de la historia al de - Trabajador Social. Prolesor Asociado de la Escuela de Trabajo Social de la universidad complulense de Madrid. Diplomados en Trabajo social. Trabajadora social en la Asociación “Proyeclo Sari Fermirí’ Cuadernos de Trabajo Social n9 11(1998) Págs. 165 a 180 Fó. Universidad Complutense. Madrid 1998 165

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El sociodrama como técnica deintervención socloeducativa

Luis Mariano GARCÍA DE VICENTE*M5 de la O DIZ MORALES**

David ALONSO GONZÁLEZ**Mónica LÓPEZ MAGÁN***

Resumen AbstractEl trabajo con adolescentes requiere del

conocimiento y aplicación de distintas técnicas decarácter grupal, que sean no sólo eficaces, sinoademás, atractivas para el grupo. El presente ar-ticulo pretende demostrar la eficacia del Socio-drama como técnica de actuación con jóvenes;para prevenir el consumo de drogas; para ello seanalizan las distintas teoría sobre prevención, asicomo la necesidad de implantar programas deacción desde este ámbito, considerando el tra-bajo con grupos como un modelo posible para al-canzar los objetivos deseados.

1. Prevención en losjóvenes, hoy

Hablar de prevención siempre esdifícil a pesar de que los hechos histó-ricos y nuestros refranes más antiguosnos indican que “es mejor prevenirque curar”. En nuestro país no existenpolíticas socio-sanitarias que dedi-quen recursos ni esfuerzos suficientes

SOCIODRAfidA AS A TECI-INICUE 11V SOCIO-EDUCA TIONAL íNTER VENTION

Worl< witl, adolescents requires knowledgeabout and the application ot dilferení grouptechniques so that they are not only efficaciousbut a/so altractive ter tl,e group. Ihe presentarticle attempts te slrnw the ettectiveness ofsociodrama as a technique in work with youngpeeple to prevent drug laking. For that reason itanalyzes the ditferent theories about prevention.together vvith the necessity to implement actionprograms trom tuis standpoint, as werk withgroups can be considered a possióle model tereach the desired objeclives.

a acciones preventivas. La cuestiónparece meramente económica, sinembargo la experiencia nos de-muestra que es más barato prevenirque invertir en aspectos curativos opaliativos1.

Parece lógico comenzar a hablarde aspectos preventivos clínicos yaque el concepto de prevención ha idoligado a lo largo de la historia al de

- Trabajador Social. Prolesor Asociado de la Escuela de Trabajo Social de la universidad complulensede Madrid.Diplomados en Trabajo social.Trabajadora social en la Asociación “Proyeclo Sari Fermirí’

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salud, realizándose campañas preven-tivas de enfermedades generalmentetransmisibles.

La OMS. (1946) en su CartaMagna definió salud como “estado decompleto bienestar físico, mental y so-cial”. El concepto de salud se ampliaincluyendo la salud mental y pública.

Este hecho se repite evidente-mente en las Ciencias Sociales, en lasque se han dedicado grandes canti-dades económicas para el desarrollode proyectos de intervención y au-mento de prestaciones que pretendenpaliar situaciones de desajuste y cum-plir con la filosofía del binomio nece-sidad-recurso, sin mayor éxito que ladependencia de la asistencia social.

Desde el punto de vista legal laOMS. en 1974 define los tres nivelesde prevención que veremos posterior-mente. A nivel europeo, el Consejo deEuropa en 1982 aconseja revisar elconcepto de prevención ampliando ladefinición médica al contexto sociocul-tural; a nivel estatal, la ConstituciónEspañola en su art. 43.2 indica “com-pete a los poderes públicos organizary tutelar la salud pública a través demedidas preventivas ; y a nivel auto-nómico, la Ley de Servicios Socialesde la Comunidad Autónoma de Madriden sus arts. 1, 3.1,11 1> regula igual-mente la necesidad de adoptar me-didas preventivas.

Teorías sobre prevenciónDiversas teorias nos indican que

existen diferentes concepciones sobrela prevención. Si echamos un vistazoatrás vemos cómo en psicologiasurgió” el refuerzo de la normalidad”

como forma de interiorizar las normasy la estabilidad social; prevención, portanto, como refuerzo del estado denormalidad todavía existente.

La pedagogía distingue dife-rentes niveles de prevención. Caplan(1964> define tres niveles: un nivel pri-mario, en el que se debe evitar la apa-rición del desorden; un nivel secun-dario, que consiste en impedir queciertas conductas se consoliden y seconviertan en una forma de ver la vidadel sujeto; y un nivel terciario, que seacerca más al tratamiento de un de-sorden ya establecido.

Se debe actuar desde el nivel pri-mario y secundario para evitar laperpetuidad de un desorden que lleve,sin quererlo, a intervenir de una ma-nera más asistencial y curativa.

Esta clasificación de prevenciónque da Caplan la reiteró diez añosmás tarde la OMS. y autores máscontemporáneos. Así, Sánchez Vidal<1991), en salud mental; Freixa, F.<1984), que llama básica a la preven-ción primaria; Cowen (1983> distingueprevención secundaria temprana yprevención secundaria tardía (Vega,A., 1987).

Además de la existencia de losdiferentes niveles de prevención ex-puestos, a la hora de trabajar congrupos con una metodología diná-mica, debe quedar claro que existe:

— la prevención general: dirigidamás a los medios que a los fines, esdecir, se trata de cualquier tipo de ac-tividad realizada por la comunidad, elgrupo, o el terapeuta, pero que tienerepercusiones preventivas aunque suidea inicial no fuera ésta;

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— la prevención inespecifica:aquella que sin tratar el tema a pre-venir (v.gr. drogas) interviene evitandoel abuso de sustancias que puedancrear dependencia;

— la prevención específica: enésta los fines son explícitos. En el pro-grama de prevención que se realicequedarán expresos los objetivos acumplir y todas las estrategias de in-tervención irán dirigidas a tal fin.

Retos ante los Programas dePrevención Social para jóvenes

La prevención vista desde losServicios Sociales como objetivo tác-tico fundamental, supone, aunque utó-picamente, cambio social y mejora delas circunstancias del tipo que sean,que afectan a grupos concretos de po-blación. “La prevención es el más mo-derno de los objetivos tácticos tradi-cionales... Pero no resulta fácil, sobretodo en las modalidades de mayor ra-dicalidad (Casado y Guillén, 1994:82).

Para ello, los Servicios Socialeshan diseñado un nivel primario, debase, comunitario, etc., desde dondese establece un primer contacto conindividuos, y que con carácter generaldeben tratar la prevención.

De todos es sabido que aunquelos Servicios Sociales Generalesestán abiertos a los jóvenes, como acualquier otro sector de población, sonreducidos o casi inexistentes los pro-gramas de prevención que se di-señan. En los Servicios Sociales Es-pecializados cuando el individuoacude llega ya con algún tipo de pro-blemática específica, de manera que

el problema está patente y la preven-ción sólo es posible en su nivel ter-ciario. Muchas de estas problemáticassociales de los jóvenes surgen poruna mala utilización del tiempo libre,ya que la sociedad actual nos ha abo-cado a un ocio pasivo. Entendemos,pues, que el ocio y el tiempo libre esun espacio adecuado para canalizarlos trabajos de prevención. La Educa-ción en el Tiempo Libre, se conformaclaramente como un ámbito de pre-vención y tratamiento de inadaptaciónsocial de menores (Choya, 1989:158).

Es tarea, por tanto, del trabajadorsocial o del educador utilizar en eltiempo libre técnicas preventivas es-pecificas. Estas son útiles para el co-nocimiento, la cohesión grupal, etc.,siempre que se guien por criterios departicipación, información y libertadfrente a pasividad, represión y vigi-lancia. En muchos casos “se justificala vigilancia discreta frente a la pre-vención. Planteamiento contradictoriocon la ideologia de un Estado liberalque coloca la autonomía del individuocomo base de la libertad (lOE,1989:121).

Los programas preventivos quese diseñan desde las instituciones pú-blicas deben tener en cuenta unaserie de características socio-demo-gráficas de la población <investiga-ción> con la que se pretende inter-venir, dándole una mayor participacióna las redes del tejido social cercanasal grupo que es sujeto de la acción. Sidesplazamos a estos colectivos de suentorno acentuaremos más aún, sicabe, las diferencias sociales y perde-

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rian sentido los objetivos que sequieren conseguir.

Una prueba del fracaso en estasinstituciones es que estos jóvenessuelen ser futuros usuarios/clientes delos trabajadores sociales que prestansus servicios en estas zonas, convir-tiéndose en perceptores de presta-ciones como el Ml. o viéndose abo-cados a todo tipo de recursos exis-tentes para situaciones especiales2.

Con esto no se pretende hacerningún descrédito a los trabajadoressociales de zona que, burocratizadospor el sistema, intentan potenciar acti-tudes de cambio en sus usuarios, sinoanimar a éstos y otros profesionales adesarrollar verdaderas labores de pre-vención, utilizando las técnicas nece-sanas y realizando un proceso de in-vestigación-acción continuo con la po-blación. Para Garrido (1989) muchasde las dudas que tenemos hoy con losprogramas de prevención se deben ala escasa investigación realizada y ala pobre calidad de la misma.

Aparecen nuevos fenómenos ennuestra década, ante los cuales noexisten profesionales preparados paraafrontarlos. Las tasas de alcoholismoen jóvenes aumentan en edades cadavez más tempranas, dato que haceafirmar que “se ubica el consumo delalcohol en el seno de la iniciación a laedad adulta y más concretamente dela relación grupal, a los 120 13 años,se produce siempre en relación con elsa/ir contexto grupal de fin de se-mana . Nos encontramos, por tanto,con jóvenes que sienten como úniconúcleo de unión y diversión “los finesde semana, el alcohol y los amigos”;

adolescentes que han nacido enmedio de una crisis que les asusta,que no ven claras sus expectativas la-borales y a los que tampoco se les po-tencia actitudes para ser críticos antesituaciones de injusticia social.

Relacionado directamente con elalcohol vemos cómo aparecen nuevastendencias a las toxicomanías, las lla-madas drogas de diseño, de lascuales todavia desconocemos losefectos. Con esto queremos decir queestos fenómenos nos alcanzan, nosenvuelven y nos superan por el totaldesconocimiento para afrontarlos.

Por tanto, la investigación paratrabajar con rigor cientifico es nece-sano, al igual que utilizar una serie detécnicas que operen sobre la pobla-ción joven. Pensamos por ello que pormedio de la técnica del sociodrama sepueden ir recogiendo análisis sobregrupos de población en riesgo, a lavez que se realiza un trabajo en grupopreventivo, de información y partici-pación, con escasos recursos econó-micos, lo que hace más atractivo estediseño de acción-investigación.

2. Trabajo con grupos

Una de las áreas fundamentalesde la prevención, concepto trabajadopor Vega (1993), Comas (1992), Ca-lafat (1986), Freixa (1984) es el tra-bajo con grupos. Esta unión entre pre-vención y grupo se hace fundamentaly bidireccional. En efecto, el ser hu-mano se socializa gracias a los gruposen los que está adscrito o bien a losque “libremente” se une. Partimos,pues, de la premisa de que para una

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buena política preventiva se hace ne-cesario una intervención comunitaria(Marchioni, 1989; Ander-Egg, 1989)con proyectos que traten de evitar laaparición posterior de conductas dis-ruptivas, de inadaptaciones sociales yde fracasos personales/sociales.Estas estrategias de intervención in-tentarán trabajar sobre los factores dealteración de las estructuras y redescomunitarias para reducir o eliminarsu posible influencia.

Así, una parte fundamental de laintervención comunitaria la deberemosenfocar desde el trabajo con grupos,instrumento y medio con el que trata-remos de llegar a ese estado de bie-nestar de individuos y comunidades.

Nosotros vamos a hacer re-ferencia al uso de una técnica como elsociodrama que vincula de maneravital la prevención y el trabajo congrupos, haciéndose posible un cambiode actitudes y de esquemas cognitivosen la estructura del grupo que va tanencaminada a la deseada prevencióncomunitaria. Será posteriormentecuando nos centremos en este mé-todo de trabajo, pasando ahora a in-cidir en el tema de la intervención congrupos.

La persona que interviene congrupos debe de darse cuenta de la ri-queza con la que está trabajando, yaque los grupos no son sólo la suma delos individuos que lo componen, sinoque además tienen una finalidad yestán comunicados entre si, con loque la acción colectiva brindará infi-nidad de oportunidades/posibilidadesque se escapan de lo individual.

Numerosos autores han estu-diado las tipologias y caracteristicas

de los grupos <Olmsted, 1986; Kis-nerman, 1984; Shaw, 1983), pero enesta ocasión nos vamos a centrar enel papel de la persona que conduce odirige al grupo (coordinador). El socio-drama, como técnica, parte de un aná-lisis de la realidad social (investiga-ción-acción) y, de su buen desarrollo.El coordinador será parte fundamentalpara la consecución de objetivos plan-teados, considerando con criterios de-rnocráticos al grupo con el que se tra-baja.

Creemos necesario, por tanto,hacer referencia no a si un grupo esprimario o secundario (tema del queya existe abundante literatura) sino ahablar sobre estilos de trabajo y as-pectos que deben considerarsecuando estamos frente a un grupo. Deesta manera, en este caso el que co-ordina el sociodrama, deberá cono-cerse:• El programa en el que está enmar-cado: fundamentación, objetivos, re-cursos, planteamientos ideológicos,planificacion...• El grupo con el que se va a trabajar:características, expectativas, rolesdentro de la dinámica del grupo...• Su propia historia personal: motiva-ciones, experiencia, valores, recursospersonales...

La forma de dirigir un grupo no esestática, sino que se va modificando amedida que el grupo va pasando porlas distintas etapas de su evolución,cuyo proceso de crecimiento han estu-diado autores como Bion (1990). Así,como sostiene Froufe (1994), habríacinco etapas, que también se cumplenal usar la técnica del sociodramacomo método para intervenir con

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grupos y que son: formación del grupo(en el sociodrama se suele partir deuno ya existente>, confección denormas, participación, toma de deci-siones y grupo eficaz.

Volviendo a los estilos o tenden-cias de dirección de grupos vamos acentrarnos en los tres más caracterís-ticos e iremos viendo cuál se asociaen mayor medida al uso de la técnicadel sociodrama.

El estilo autoritario se caracterizaporque el lider ejerce un papel de ex-perto para dirigir el grupo. Es el únicoresponsable del funcionamiento delgrupo y se encarga de imponer obje-tivos, normas y el control sobre la di-námica. Esta posición no facilita laparticipación, algo que es fundamentalen el sociodrama. La comunicación esmuy directiva y clasista tendiendo a loindividual frente a la idea de colecti-vidad, que debe primar en todo pro-ceso grupal. El grupo funciona en lamedida que el líder está presente,pero nunca alcanza autonomía y unadeseada horizontalidad que todo pro-ceso de educación popular, como elsociodrama, implica/necesita.

El estilo dejar-hacer parte de laidea deque Ci grupo tiene suficignteautonomia para funcionar solo; la in-tervención del líder, según este mo-delo, será escasa y sin una marcaclara de limites ni de refuerzos; se po-siciona como un espectador en el te-atro del grupo, los integrantes puedensentir desconfianza e inseguridad y secorre el riesgo de la aparición de sub-grupos y de situaciones de conflictointragrupal. Con este modelo es po-sible que no se alcancen los objetivosni el desarrollo de los miembros del

grupo, ya que quien dirige el grupodebe de trabajar con una metodologíae intervenir desde una posición clara.

El estilo democrático se caracte-riza por su intención de crear las con-diciones óptimas y dotar al grupo delas herramientas y recursos/meca-nismos necesarios para que se auto-rregule y sea capaz de tomar sus pro-pias decisiones. Es el modelo que sedebe utilizar en el sociodrama, pero esnecesario tener en consideración al-gunos matices de los otros estilos,que puedan ser de utilidad.

La persona que dirige el grupodebe ser mediador-facilitador y canali-zador-orientador de los fenómenosque se dan en el mismo; así, el grupose convierte en sujeto activo de suaprendizaje, de una forma reciproca ycíclica con una comunicación bidirec-cional que facilita el intercambio de in-formación y el crecimiento individualy/o grupal.

Incidimos nuevamente en la ideade que en la intervención grupal,como es el caso del sociodrama, nopodremos aplicar, cual “lecho de Pro-custres”3, uno de estos estilos. La di-námica del grupo y las caracteristicasendógenas dei mismo condicionará faaplicación de un determinado estilo,aunque la tendencia final debe ir en-caminada a orientar al grupo hacia suautonomía, al control de sus acciones,al reparto equitativo de tareas, a unacomunicación circular y multidirec-cional y a un pretendido crecimiento ybienestar individual y grupal. Ante laconsecución de este ideal deberemosenfrentarnos a situaciones conflictivas,de inseguridad, de dejadez... que obli-garán al dinamizador-coordinador a

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modificar su estilo de dirección,siempre y cuando no se olvide de laintencionalidad y la actitud ante la in-tervención colectiva que el trabajadorsocial, educador o animador sociocul-tural debe presentar.

Siguiendo el principio de incerti-dumbre de Heisenberg4 cualquier in-tervención que realicemos sobre elgrupo modificará su dinámica en al-guno de los elementos principales deéstos, como son: los miembros, sub-grupos, canales de comunicación, ta-reas a realizar y barreras (Lewin,1952).

El sociodrama como proceso degrupo, en el que se vive la creación,consolidación y disolución del mismo,produce cambios que atectan tanto alcoordinador como a los demás miem-bros del grupo, por lo que se hace ne-cesaria una evolución dinámica globalpara avanzar a través de la praxis (ac-ción-reflexión, reflexión-acción), quehaga que los miembros participantespuedan transformar o analizar sus ac-titudes y su realidad cotidiana.

Es importante que a la hora deaplicar el sociodrama como técnica deintervención con grupos erradiquemosen la medida de lo posible el aprendi-zaje bancario que conceptualizaFreire, intentando buscar aprendizajessignificativos y experienciales para elgrupo (miembros y coordinador) quefavorezcan un proceso de crecimientoy desarrollo personal y colectivo.

En la intervención con grupos, yhaciendo referencia a la cibernética,se dan muchos inputs (tamaño delgrupo, características personales y so-ciales...) y un gran número de outputs.Esto conlíeva una necesaria formación

multidisciplinar por parte del que dirigeel grupo (pedagogía, técnicas gru-pales, psicología social...); junto aesto, también es fundamental la ac-titud y la ideología desde la que separte. En el caso del sociodrama, siqueremos que el grupo avance, debe-remos de tener una mentalidad abiertay una actitud positiva al cambio. Paraconseguir esto nos enfrentaremos a lapráctica y a la intervención directa, sa-biendo que caeremos en el juego delensayo-error y de la experimentaciónen el camino para la consecución delos objetivos planteados. Tenemosque ser conscientes de que nuestrolaboratorio no está compuesto por ob-jetos inertes y con reacciones predeci-bIes sino que estamos interviniendocon personas, sujetos dinámicos queobligan al que actúa a una continuaadaptación y aclimatación que posibi-lite el desarrollo integral de todos losque en esta obra (teatro de la vida)participan.

Coincidiendo con Eronfren-brenner, ya sabemos que no somostablas rasas pues lo cierto es, que enla medida en que interactuamos en elmedio social, nos vamos socializandoy desarrollando. Por tanto, el trabajocon grupos y, en este caso la utiliza-ción del sociodrama, influye en la evo-lución de los seres humanos obligán-donos a un profundo ejercicio de ac-ción-reflexión que posibilite una buenaintervencion.

3. Teoría sociodramática

Nos parece ahora importanteahondar en los principios básicos que

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se desprenden de la filosofia propiadel sociodrama, un aspecto teóricoque no podemos dejar al margen porser el pilar inspirador de nuestro co-metido.

La primera referencia que te-nemos de la utilización del dramacomo técnica de intervención se re-monta a 1921, año en que Moreno5creó lo que él llamó Teatro de fa Es-pontaneidad —“El narrado de historiaspor personas asistentes a la función,las que son representadas en elmismo momento por un grupo de ac-tores entrenados para ello, lugaresque luego pueden ser reemplazadospor miembros de la audiencia quequieran actuar las historias narradas...Un teatro de improvisación a partir delos relatos de la audiencia” <Garavelli.1997: 627>.

En el ejercicio de su investigaciónn~rcnnol an lo ralr~ existente -entreel drama y la curación, Moreno dio unpaso más elaborando el que fue lla-mado Teatro Terapéutico. El mismo locontaba de esta forma: “... Vi denuevo claramente las posibilidades te-rapéuticas que existen en la liberaciónde situaciones conflictivas anímicas alrepresentarlas, el vivirlas activa y es-tructuradamente (en Población,1997: 43).

Su constante estudio y puesta enpráctica de este tipo de terapia te llevóa la creación de un método que operadesde lo intrapsíquico y las relacionesinterpersonales, y mediante la acción,y que provoca la catarsis —objetivofundamental del método—, a lo queMoreno denominó Psicodrama.

El modelo psicodramático partede una visión relacional del ser hu-

mano con su entorno. Es una visióncircular que implica la influencia reci-proca del sujeto con su contexto. Su-pone una visión filosófica del hombrecomo un ser creativo, espontáneo yposeedor de recursos. Al psicodramale interesa rescatar las potenciali-dades naturales del ser humano.

Este modelo moreniano opera através de unas técnicas generales yotras concretas y especificas que vansurgiendo en el desarrollo de aquéllas.

De entre estas técnicas psicodra-máticas generales destacamos el so-ciodrama por ser la que va a guiar elcamino trazado para la prevención dediferentes problemas sociales.

Para una mejor comprensión dela idea sociodramática esquemati-zamos algunas de las diferenciasesenciales que guarda este métodocon el psicodrama —del cual nace—<véase cuadrosiguiente): -

Podemos definir el Sociodramacomo un método para intervenir sobrelas relaciones entre los grupos o lasexistentes dentro de un grupo y quese refiere, en todo caso, a valores uni-versales. El protagonista. pues, essiempre el grupo, nunca el individuo,que posee los elementos colectivosdel propio rol que representa.

El sociodrama de Moreno partedel supuesto de que el grupo está or-ganizado por los roles tanto socialescomo culturales que comparten todoslos miembros de la cultura a la cualpertenecen. Con el método sociodra-mático se estudian las interrelacionesculturales. El grupo va a ser el prota-gonista, el único sujeto del socio-drama, y de la realidad existente en laque el grupo vive inmerso se extraerá

lic Cuadernos de Trabajo Social

El sociodrama como técnica de intervención socioeducativa

PSICODRAMA

1. Es un método de acción profundarelativo a las relaciones interper-sonales y a las ideologias particu-lares.

2.3.

El protagonista es el individuo.

El protagonista trata de resolversus conflictos intrapsíquicos y re-lacionales.

4. El protagonista representa eldrama desde los componentes in-dividuales de los roles.

Hablamos de roles psicodramá-ticos, ya que el foco de atenciónestá en los elementos privados.

5.

aquella información que va a servircomo fuente de canalización de la pro-blemática social.

El sociodrama debe tener un di-rector del proceso ayudado por unequipo de yo auxiliares6 que pondráen acción todas aquellas experienciasque sus informantes —el grupo— hanido reelaborando de su propia realidadsocial.

La representación dramática deesta extracción del contexto socialtiene como objetivo fundamental pro-fundizar en el conocimiento de dicharealidad difundiendo de manera críticaaquello que el grupo vive como modonatural de existencia.

Esta retroalimentación a modo deespejo, abre nuevas perspectivascomportamentales y afectivas; las vi-siones anteriores, formantes de laconserva cultural7 moreniana se trans-forman en un nuevo modo de en-tender y compartir la realidad a la que

SOCIODRAMA

1. Es un método de acción profundarelativo a las relaciones intergru-pales y a las ideologías colec-tivas.

2. El protagonista es el grupo.

3. El protagonista trata de resolverlos conflictos intra o intergrupos.

4. El protagonista es el portador delos componentes colectivos delrol.

5. Hablamos de roles sociodramá-ticos, ya que el foco de atenciónestá en los elementos colectivos.

el grupo pertenece, ampliándose el re-pertorio de alternativas de interaccióny previniendo la aparición de nuevassituaciones socialmente confl¡ctivas.

La realización de un sociodramabusca ayudar en situaciones de con-flictos entre culturas; de grave inadap-tación; de problemas intra o inter-grupos; de condicionamientos en lasrelaciones interpersonales, opresorasde la flexibilidad en las mismas; defalta de información de problemas(v.g. el consumo de drogas> existentesen el momento de su realización.

Un denominador común de esteelenco de situaciones en que el socio-drama tiene cabida es el insight otoma de conciencia8. Ante una proble-mática social objetivamente conside-rada existen diversos medios para de-nunciaría, para hacer llegar mensajesde concienciación a la sociedad, parabuscar soluciones.

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A través de las técnicas dramá-ficas se va más allá de la mera pa-abra, se sobrepasa el discurso, y sellega a una visión ampliada de la rea-lidad donde se objetiva lo subjetivo, loinconsciente —el co-inconsciente deMoreno—, aquello que el grupo tienein statu nascendt, se convierte enalgo observable que llega a provocarla reflexión grupal pretendida a travésde la información difundida en la es-cena.

Se trata de revelar lo escondido,la auténtica realidad, oculta en unavida inmensamente aparente. Con elloconseguiremos llegar a un diagnósticocomunitario y/o grupal y prevenirnuevas situaciones similares a las ob-jetivadas en el aqui y ahora10 de ladramatización, donde se conjugantodas aquellas escenas del pasado yel nacimiento de los nuevos valores,aconteciendo un estado catártico deeducación.

De esta catarsis, producida tantoen el momento dramático como en elde eco grupat1, emerge el co-incons-ciente que representa el macrosocialal que pertenece el grupo y que revelasu cultura. Por consiguiente, el grupollega a la comprensión de una macro-rrealidad a partir de la microrrealidaddescubierta en sus relaciones.

Los participantes en un socio-drama son al mismo tiempo sujetos deexperimentación y experimentadoresen acción, y pasan de ser consumi-dores do la realidad a ser transforma-

dores de la misma, ya que se amplianlas perspectivas y las percepciones yse valorizan los sentimientos al ad-quirir más conocimientos por medio de

la información recibida en el procesosociodramático. Por ello, se llega a al-canzar un cambio en la óptica y elanálisis de la realidad al verse elgrupo reflejado en la escena. Aquellascausas determinantes de la situaciónproblemática que en la vida cotidianano se perciben cobran relevancia alser reflexionadas y analizadas.

Las técnicas dramáticas hacenque el grupo utilice sus propios re-cursos en la exploración e identifica-ción de la situación real dramatizada,llegando a ese conocimiento y tomade conciencia sin ningún tipo de inter-ferencias y manipulaciones externas,sino a través de la disposición de suspotencialidades naturales y el cimientode su identidad como grupo. Es impor-tante que exista una gran dosis deverdad en lo representado para con-seguir una mayor identificación.

El coordinador y el equipo tomande la realidad existente la inspiraciónpara la elaboración de los guiones quedescribirán fielmente este contexto so-cial, dando unas pautas de cambiosde actitud y toma de conciencia entrelos participantes y demás personasasistentes a la dramatización12.

Se trata de detectar el camino através del cual el grupo puede llegar aun conocimiento más profundo de supropia realidad social; se ausculta laproblemática social, se critica y seconciencia para provocar el cambio,partiendo bien de una visión viva delproblema o teniendo en cuenta los va-

lores y el enclave cultural de la comu-nidad.

En el sociodrama es irrelevantesaber quiénes son los individuos en su

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EL sociodrama como técnica de intervención socloeducativa

privacidad, quiénes son los formantesdel grupo y cuántos son. Lo impor-tante es el grupo en su totalidad, laidentidad común. Así, a través de lacreación colectiva se llega a una revi-sión de las conservas culturales, susti-tuyendo valores desgastados porotros que se adecuen más fielmente alas demandas presentes, lo que Mo-reno denominó complejo espontáneocreativo.

En esta experiencia ampliada dela realidad que el grupo vive en el mo-mento dramático se pierde el dualismoentre fantasía y realidad que en esemismo instante coexisten. Al elevar lacreatividad y la espontaneidad delgrupo y vivir el como st3 conjugandoen el mismo momento roles sociales—o reales— y roles sociodramáticos—o fantaseados— el grupo alcanzauna comprensión más amplia de sucontexto existencial. El grupo se veráenvuelto en un mundo fantástico yreal, al mismo tiempo donde se plan-tearán sus problemas sirviéndose dela expresión dramática como un es-pejo.

Para conseguir la concienciaciónde lo representado se permite para-izar la escena y desenmascarar lofantaseado. Esta dinámica consigue laparticipación y la detección de lasemociones de la audiencia.

El sociodrama permite la comuni-cación con grandes grupos; puedeservir también como instrumento pe-dagógico para remover la conciencia yprevenir la aparición o el estanca-miento de situaciones conflictivas enlas comunidades.

Lo que ahora pretendemos es lacreación de un sistema de información

Cuadernos de Trabajo Social

para prevenir problemas sociales me-diante técnicas dramáticas de educa-ción, sirviéndonos como fuente de ins-piración del sociodrama moreniano yde aquél elaborado y desarrollado porotros autores (Población, 1997; Fon-seca, 1996; de la Garza, 1984) quehan trabajado, posteriormente a sucreador, este método tanto en el planoterapéutico como en el educacional.

4. Aplicación delsociodrama de educación

Queda expuesta hasta aquí la fi-losofla sociodramática de la cual noshemos servido para llevar a cabo elproceso de investigación-acción parala prevención de problemas sociales.

A partir de ahora queremos de-mostrar la eficacia de las técnicas dra-máticas como método pedagógicoentre la población joven y referido a ladifusión de un mayor conocimiento dela propia realidad social que vive estecolectivo con respecto al consumo dedrogas y otros aspectos sociales de lavida cotidiana.

Nuestro interés se centra en estaproblemática por parecernos un temaactual no resuelto y, por tanto, sus-ceptible de una mayor sensibilización.Queremos hacer conscientes de lapropia realidad social a dicho colec-tivo; queremos provocar la reflexióndel grupo, que se observe a sí mismocomo en un espejo, que viva in situ elcomo si de todas aquellas situacionesque desencadena el consumo dedrogas; queremos, en resumen, in-formar de manera crítica sobre un pro-blema que subyace en nuestra so-

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____ y

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ciedad entre los más jóvenes, y que-remos con ello, prevenir el aumento ola continuidad de dicha problemáticasocial en los sectores de población enlos que se vive como modo natural deexistencia.

Metodología

Enmarcamos nuestra experienciaen el ámbito escolar. Nuestro trabajose inicia con una prefase en la que ha-cemos un exhaustivo estudio del con-texto social en el que vamos a inter-venir, observamos su cultura, sumodus vivendi. Tomamos contactocon el átomo social14 de los adoles-centes con los que vamos a trabajar;en definitiva, intentamos adentramosen su realidad y comprender su pro-blemática. De esta manera, jóvenes,padres, profesores y equipo interdisci-plinar podemos empezar a trabajarcomo grupo rompiendo cualquier ba-rrera de verticalidad y promoviendouna relación horizontal en el grupocon la asunción de distintas funcionespor cada uno de los participantesdentro del proyecto.

Para determinar la eficacia denuestro método de trabajo hemos di-señado el proyecto tomando tresgrupos de adolescentes con igualescaracterísticas socio-demográficas<edad, familia, entorno...). La forma-ción de estos grupos es la siguiente:

Grupo A: es considerado comogrupo de control.

Grupo B: es el grupo con el queintervenimos mediante charlas infor-mativas sobre las consecuencias ne-gativas que tiene para los jóvenes el

consumir sustancias nocivas para lasalud.

Grupo C: es el grupo con el querealizamos el sociodrama.

A cada uno de los grupos for-mados les pasamos al mismo tiempoun pre-test con objeto de determinar elnivel de información y opinión quetienen con respecto al problema delconsumo de drogas.

El director, coordinador o na-rrador, es un miembro del equipo in-terdisciplinar, y está ayudado en todoel proceso por su equipo de yo auxi-liares (formado por todos aquellos quevoluntariamente quieran participar deeste modo en el proceso), que se en-carga de ampliar la realidad llevando aescena la problemática social.

El resto del grupo forma la au-diencia y participa igualmente en elproceso como protagonista de una mi-crorrealidad y como agente de trans-formación social debatiendo sobre lasescenas representadas. Desde su po-sición de público es observador activodel desarrollo del drama social.

Un instrumento necesario para lapráctica dramática es el escenario ensí, el Iricusde trahain <minal dnnrdo

ocurre el contexto dramático atem-poral y mágico.

El director y su equipo —únicoselementos del proceso altamente ob-jetivados— llevan a cabo la elabora-ción de un guión que es reflejo fide-digno del contexto social observado yestudiado, que se adapta a las necesi-dades y expectativas del grupo y queúnicamente contiene unas líneas ge-nerales de exposición de la situación,con objeto de que el grupo en el mo-

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El sociodrama como técnica de intervención socioeducativa

mento de la dramatización amplíe surealidad social utilizando sus recursosnaturales, su creatividad y su improvi-sación.

Para facilitar la comunicación seutiliza un lenguaje coloquial habitual ycomprensible para todo el grupo.

El equipo representante delgrupo se prepara cuidadosamente através de una serie de ensayos que,junto a la elaboración del decorado,constituyen la fase inmediatamenteprevia al proceso sociodramático pro-piamente dicho.

Es recomendable que a los en-sayos sólo acudan aquellas personasque dramatizarán la situación, con elfin de provocar un mayor impactoentre el grupo cuando se lleva a cabola realización del sociodrama.

Terminada la fase previa co-mienza el proceso en sí, iniciándosecon la etapa de caldeamiento o calen-tamiento, cuyos objetivos fundamen-tales en nuestra experiencia han sido:— promover una mayor esponta-neidad para la acción,— centrar el interés en el tema,— crear el clima adecuado para dra-matizar y— establecer canales de comunica-ción dentro del grupo.

El director presentó su metodo-logia de trabajo al grupo y utilizó téc-nicas de integración grupal. El grupose preparó para el surgimiento de lospapeles sociales necesarios y/o losconflictos existentes en el tema de tra-bajo. Se definió, delimitó y construyóel espacio imaginario. Finalmente seinició el proceso de maquillaje y ves-tuario fuera de bastidores para favo-

recer la creación de un ambiente lú-dico.

Con el establecimiento del con-texto dramático —el campo de fan-tasía— que conlíeva un verdaderocompromiso de roles, comienza laetapa de dramatización propiamentedicha (dividida en tres escenas dis-tintas de una misma problemática so-cial, en este caso el consumo dedrogas), cuya duración idónea, paramantener despierto el interés de la au-diencia, es recomendable que no so-brepase los 30 minutos (10 para cadauna de las escenas). Fue filmada porun miembro del equipo interdisciplinar,previo consentimiento del grupo, re-ferencia que sirve posteriormente enla evaluación del proyecto.

En esta fase es donde emergenlos papeles sociodramáticos. Se sumael lenguaje corporal y gestual alverbal, el grupo no relata sino queactúa, se produce una comunicaciónentre los planos racionales, emocio-nales y corporales que se conectan enel aquí y ahora, y pasado, presente yfuturo se funden en un presente inme-diato surgiendo el tiempo intemporal.El espacio deja de ser el longitudinaldel relato para pasar al tridimensionalde la escena vivida. El como si de laacción sociodramática establece unnexo fluido entre lo imaginario, lo realy lo simbólico, suprime las barrerasque lo separan y los unifica en unanueva realidad más completa.

Las tensiones corporales defen-sivas son puestas al descubierto y tra-ducidas en emoción y palabrascuando el director decide congelar laescena para detectar los cambios pro-

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ducidos y la toma de conciencia delgrupo.

El grupo vive una experienciadramática colectiva viéndose reflejadoen la escena y ampliando su propiarealidad existencial al objetivar todoaquello que no habia sido percibido,produciéndose así la catarsis grupat

La última etapa del proceso so-ciodramático es la de comentarios oeco grupal? Se trata del momento paracompartir las vivencias ocurridas y laposibilidad de articular dichas viven-cias y la realidad objetiva del grupo.Los actores “vuelven’ al grupo y losespectadores ejecutan un rol activocumpliendo la tunción de caja de reso-nancia de la dramatización. Da la po-sibilidad de desembocar en catarsisgrupal de educación.

Finalizado el proceso sociodra-mático, se llevó a cabo la evaluacióndel proyecto que nos permitió conocery analizar el valor de lo que ha aconte-cido así como los cambios quenuestra acción había producido.

Para ello se pasó un post-test alos tres grupos de jóvenes <A, E, C) alos que, al iniciarse el proyecto, se lesnrncentA nl nrn-tn~t Amhn~ tinn4 rin

test contenian los mismos items yestán diseñados con elementos tantocuantitativos como cualitativos, peroson presentados a los grupos en dosmomentos temporales distintos, esdecir, en el inicio el pre-test, y al fina-izar el sociodrama el post-test.

Las diferencias obtenidas entreuno y otro de los test contestados porcada uno de los grupos nos permitiómedir la utilidad de las técnicas dra-máticas como instrumento pedagógico

para la prevención del consumo dedrogas y, en general, de cualquier pro-blemática social.

Trabajar con técnicas dramáticaspara prevenir el consumo de drogasen jóvenes o cualquier otro problemasocial con éste y otros colectivos —in-migrantes, personas con minusvalias,personas mayores, etc.— nos pareceun reto interesante principalmente pordos motivos, primero, por el poco co-nocimiento que tanto a nivel profe-sional como profano se tiene de ellasy, segundo, por la confianza que nosmueve a creer en su eficacia.

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Notas1“Digámoslo claramente, los sistemas sanita-nos preterentemenle han situado recursos(personas y dinero> en hospitales, en tecno-logia médica y en medicina curativa; handespreciado la prevención y las Ciencias So-dales aplicadas a la Salud. Se han olvidadodel ciudadano convirtiéndolo en entermo po-tencial y hasta del paciente crónico o ter-minal, rindiendo tributo al ladrillo y a la má-quina. La mejor medicina preventiva es lapalabra, se decia antes; la meior medicinaes el último aparato, ase que no se sabe uti-izar o se utiliza poco o enveiece enseguida,

se practica ahora (Gerardo Clavero, Directorde la Escuela de SIDA, Salud y Convi-vencía>.

2 Véase concepto de imprescindibilidad deMontañés, 4994: 161.

3 Procustres es el sobrenombre de Daniastes,un lamoso bandido llamado también Pro-copIes, que vivia cerca de Atenas, Acogiaamablemente a los viajeros, aunque luegoles hacia dormir en uno de sus dos lechos,uno largo y otro corto, En el primero haciadormir a los de baia estatura, tirando de elloscruelmente para estirarlos; en el corto, a losaltos, cortándoles los pies para que se aco-modaran al lecho. Lo maté Teseo aplicán-dole el mismo tormento,

4 El principio de incertidumbre o indetermina-olón del tisico Heisenberg establece quetodos los actos de “medición” y observaciónatectan al comportamiento de cualquier fenó-meno que se esté observando.

5 Psiquiatra rumano afincado en Viena y granconocedor del teatro,

6 Es el equipo de personas de las que se sirveel grupo para representar la acción dramá-tica, Representan el rol sociodrarrático,

7 Pérdida del dinamismo del momento primi-genio, convirténdose en algo estático y este-reotipado. Requiere un mayor monto de es-pontaneidad,

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5 Comprensión súbita de la constelación deelementos que responden a la situación con-Ilictiva.

9 Proceso temporal del nacimiento; momentodinámico de la aparición

lO Expresión moreniana que representa el sen-tido de la inmediatez de la vivencia, in silu yen el presente, de los roles sociales y socio-dramáticos

11 Es un encuentro grupal. finalizada la drama-lización, donde se tocaliza el aspecto pro-cesal de la escena. Se desarrolla un inter-cambio de vivencias y sentimientos entretodos los miembros del grupo produciéndoseuna integración resultante de a interaccióndel grupo.

12 “El director, su equipo y el grupo co-crean larealidad en el sociodrama. Las creencias, losmitos y los valores de esquemas ‘verda-

deros” son relaborados a partir de la realidadsuplementada que el sociodrama envuelve,además de las decisiones subjetivas to-madas a partir de esa vivencia” (Fonseca.1996: 97).

13 Momentos de la dramatización en los que,partiendo de la realidad. se vive el rol fanta-seado,

14 Grupos signilicativos de pertenencia

Luis Mariano GARCM DE VICENTEM2 de la O DIZ MORALES

David ALONSO GONZÁLEZMónica LÓPEZ MACAN

Universidad Complutense de Madrid

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