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EL PRIMER AÑO DE VIDA DEL NIÑO Por la Psic. Sofia Mann de Dayán Maestra en Psicología Clínica y Psicoterapia 04455-2046-9075 www.cerebrito.com Tomado del Libro: Spitz, R. A. (1965). “El primer año de vida del niño”. México, D.F.: Fondo de cultura económica (1998). En el presente libro, el autor hace una descripción cuidadosa y detallada del intercambio emocional y vivencial entre madre e hijo. Ofrece al lector los hallazgos obtenidos por medio de experimentos observacionales, videograbados y a través de tests sobre las relaciones de objeto: su comienzo, desarrollo, etapas y ciertas anomalías. También reflexiona acerca de la forma en que esta relación, desde sus inicios, garantiza la supervivencia del infante y el desarrollo somático y psíquico de su personalidad. La principal cuestión planteada en el libro, es el desarrollo de esta relación tan fundamental para el ser humano. El niño, durante el primer ano de vida se esfuerza en sobrevivir y en elaborar formas de adaptación al medio. Todo aquello de lo que carece de pequeño, lo proporciona la madre quien atiende de manera complementaria todas sus necesidades, y el resultado de este cuidado y esta relación es una diada, principal herramienta para la supervivencia y la adaptación al medio. Dada la importancia de dicha relación, el autor enfatiza la necesidad de determinar y definir aquello por lo cual la relación se hace posible. Estamos hablando en este caso del objeto libidinal, al que Freud se refirió como “El objeto de un instinto, es aquello en relación a lo cual o a través de lo cuál el instinto es capaz de lograr su finalidad...” (1915, citado en Spitz, pag. 24).

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EL PRIMER AÑO DE VIDA DEL NIÑO

Por la Psic. Sofia Mann de DayánMaestra en Psicología Clínica y Psicoterapia

04455-2046-9075 

www.cerebrito.com

Tomado del Libro: Spitz, R. A. (1965). “El primer año de vida del niño”. México, D.F.: Fondo de cultura económica (1998). 

         En el presente libro, el autor hace una descripción cuidadosa y detallada del intercambio emocional y vivencial entre madre e hijo. Ofrece al lector los hallazgos obtenidos por medio de experimentos observacionales, videograbados y a través de tests sobre las relaciones de objeto: su comienzo, desarrollo, etapas y ciertas anomalías. También reflexiona acerca de la forma en que esta relación, desde sus inicios, garantiza la supervivencia del infante y el desarrollo somático y psíquico de su personalidad.

         La principal cuestión planteada en el libro, es el desarrollo de esta relación tan fundamental para el ser humano. El niño, durante el primer ano de vida se esfuerza en sobrevivir y en elaborar formas de adaptación al medio. Todo aquello de lo que carece de pequeño, lo proporciona la madre quien atiende de manera complementaria todas sus necesidades, y el resultado de este cuidado y esta relación es una diada, principal herramienta para la supervivencia y la adaptación al medio.

         Dada la importancia de dicha relación, el autor enfatiza la necesidad de determinar y definir aquello por lo cual la relación se hace posible. Estamos hablando en este caso del objeto libidinal, al que Freud se refirió como “El objeto de un instinto, es aquello en relación a lo cual o a través de lo cuál el instinto es capaz de lograr su finalidad...” (1915, citado en Spitz, pag. 24).                   

         El objeto libidinal no permanece en las mismas coordenadas de tiempo y espacio, sino que es cambiante, no es nunca constante ni idéntico a sí mismo. La característica principal que lo hace ser tan importante consiste en que puede ser descrito en términos de estructura y dirección de los impulsos instintivos que van hacia él. Las relaciones de objeto son entre sujeto y objeto. En el caso particular del libro, el autor hablará de un sujeto neonato, quien se haya (durante los primeros meses de vida) en un estado de indiferenciación por lo que no existe en él el funcionamiento psíquico esperado en todo ser humano. Esta idea desemboca en que el neonato es incapaz de definir al objeto y mucho

menos establecer una relación de objeto con el mismo. Ambas cosas lograrán un desarrollo progresivo, en el transcurso del primer ano de vida. Es por esto que SPITZ, distingue tres etapas para  este desarrollo:

         I)El menciona, como primera etapa de desarrollo de esta vital relación, la etapa sin objeto (etapa preobjetal o anobjetal), que coincide con la etapa del narcisismo primario del infante. Se refiere a ella como una etapa de no diferenciación, ya que la percepción, las actividades y las funciones del recién nacido no están del todo organizadas en unidades, salvo aquellas actividades y zonas relacionadas con la tarea de nutrición, la circulación, la función respiratoria y otras funciones vitales.

         La base para el entendimiento de esta fase es el hecho de que el infante es incapaz de distinguir una cosa de otra, ni de distinguir los aspectos externos de su propio cuerpo y no vivencía el mundo que lo rodea como algo que se encuentra separado de él. Incluso el recién nacido en sí no se encuentra diferenciado ni organizado.

         Durante los primeros días de nacido, incluso el primer mes, no existe para el infante el mundo exterior, es como si su aparato perceptor se protegiera con una barrera sumamente fuerte que le impidiera todo contacto con la realidad circundante. Durante este periodo, las experiencias infantiles se determinan por medio del sistema interoceptivo o propioceptivo, las respuestas que logra demostrar se refieren únicamente a la satisfacción de sus necesidades. En este punto quisiera hacer mención de la discrepancia que refiere el autor acerca de las teorías que pretenden una idea de percepción del bebé in útero, al igual que durante el parto. Para Spitz no existe tal  cosa del “trauma del parto” ya que  al nacer el bebé no tiene conciencia por lo que el momento del nacer no tiene en el infante un contenido psíquico.

         Quisiera hacer un paréntesis en esta parte del trabajo, para afirmar que, a pesar del esfuerzo evidente del autor por comprobar la inexistencia de la percepción como tal en etapas muy tempranas del desarrollo (incluso desde que el cuerpo está in útero), personalmente soy de la idea que si bien el niño no tiene conciencia de la información que le llega como tal, ésta si tiene cierta influencia en etapas posteriores del desarrollo en el niño (incluso  anos después de nacido). Pienso en el poder que estas experiencias, aunque sean antes de nacer, tienen sobre la memoria del infante, dejando indudablemente huellas mnémicas que si bien no son detectadas como pertenecientes a esta etapa, si pueden determinar o conformar ciertos rasgos de carácter en el niño. De allí la importancia, como psicólogos que somos, de saber si un niño fue planeado y deseado por sus padres, por ejemplo, ya que una actitud de no deseo por parte de los progenitores (y en especial de la madre),

pudieran influenciar en la conducta y actitudes de este niño en etapas posteriores.

         El autor enfatiza el hecho de que un  estado de displacer que puede llegar a observarse  en el niño al nacer dura prácticamente segundos; si se le deja en paz, todo esto desaparece solo, sin ayuda. La excitación negativa del recién nacido, debe considerarse únicamente a modo de descarga, este proceso es fisiológico y se rige por el principio de Nirvana según el cual la excitación corporal se mantiene en un nivel constante, cualquier estímulo que exceda esta excitación buscará la descarga sin demora. Sin embargo no se hablará en esta etapa de una función psicológica que permita al infante la conciencia de lo que está pasando. Esta función psicológica se desarrollará a su debido tiempo y se regirá por la ley del principio del placer y displacer, que será, a su vez, sustituido  (aunque nunca por completo) por el principio de realidad.

         Hasta este momento el autor plantea una pregunta  referente al modo en que el neonato percibe los estímulos del exterior que se requieren para que capte algo. Es importante aclarar que el neonato no tiene imagen alguna del mundo exterior, ni estímulos de ninguna modalidad sensorial que le permitan reconocer senales, por lo tanto, se afirma que los estímulos que llegan a “chocar” con el aparato sensorial del infante son totalmente ajenos en todas las modalidades de sensación, cada estímulo para ser percibido como tal, debe ser transformado primeramente en una experiencia significativa, y solo entonces se podrán convertir en una señal que creará a futuro el mundo externo para el bebé.

         Qué condiciones capacitan al infante para lograr esta señal? Hay una gran diversidad de condiciones que el autor refiere de la siguiente manera:

1) Barrera contra los estímulos que lo protegerá de todos aquellos a los que estamos expuestos a diario. Esta barrera, por una parte hace referencia a que las funciones receptoras del infante no están desarrolladas al nacer, y por otra parte el estado de vigilia del recién nacido se encuentra totalmente reducido a los momentos en que este se despierta en demanda de su alimento únicamente (La mayor parte del tiempo lo pasa durmiendo o adormilado). Para que comience a detectar todos los estímulos que le llegan, deberá pasar por un desarrollo de esta función.

2)El proceso de dar significado a los estímulos también es resultado de un desarrollo.

3)También hay que tomar en cuenta la protección de la madre contra el exceso de estímulos de cualquier clase (la cama protegida por los lados, la tibieza que  procura al ambiente del niño, etc.).

4) Por otro lado es importante mencionar la tarea de la madre que también ayuda al niño a tratar con los estímulos internos, proporcionándole las herramientas necesarias para aliviar la tensión que estos le provocan, satisfaciendo sus necesidades en el momento en que estas se presentan.

5)Como otro punto, de gran importancia para el autor, menciona la relación  de reciprocidad establecida entre madre e hijo, que se basa en un “diálogo” de secuencia acción-reacción-acción. Esta relación tan especial que logra establecerse es el fundamento para que el bebé logre transformar los estímulos que llegan del exterior en senales significativas.

         El neonato no puede percibir los estímulos de su entorno, sin embargo esto no quiere decir que no guarde huellas mnémicas de sus primeros contactos con lo externo. Esto a  través de un desarrollo lleva al neonato a formar el tan esperado vínculo con lo externo y las deseadas senales que lo lleven a conocer su entorno.

         Ahora bien, desde los primeros días de vida el bebé muestra acciones y reacciones bastante complejas, una de estas es la acción de mamar que efectúa el bebé y que implica varios movimientos organizados y estructurados que llevan a tal respuesta. Pero, cómo percibe el pequeño, el estímulo que ha de mostrarle que debe realizar tal acción de mamar? Spitz habla de ciertos estímulos pertenecientes a un sistema de “captacón” (que es distinto al sistema de percepción que aparece únicamente en edades posteriores). Este sistema está a su vez conformado por un sistema de  “Organización cenestésica” que básicamente es visceral y se manifiesta a través de emociones, perteneciendo, así, al sistema nervioso autónomo. Las percepciones dadas en este sistema son distintas a las que alcanza en etapas posteriores, por lo que el autor llama a este tipo de percepción “recepción”. Posteriormente el sistema presentado es el de la “Organización diacrítica”, donde la percepción pertenece a órganos periféricos localizados, y las manifestaciones aquí se deben a procesos cognitivos más elaborados, como los procesos conscientes del pensamiento. De esta manera menciona que tal acción de mamar pertenece al primer tipo de organización, es únicamente visceral y responde a emociones principalmente, está alejada de la conciencia y por lo tanto no puede pertenecer al sistema de organización diacrítica.

         Cabe mencionar que no son solo las percepciones las que se encuentran indiferenciadas en el neonato,  sino también los afectos, ya que, como se ha dicho hasta el momento la organización diacrítica no se encuentra presente todavía y mucho menos la capacidad de distinguir entre una cosa y otra y de singularizar el objeto libidinal, por lo que responde únicamente a estímulos internos.

         Una vez explicado lo anterior el autor procede a mencionar cómo se da entonces la modificación en la conducta del infante, haciendo referencia específica a la experiencia y aprendizaje que son los principales puentes para su relación con el mundo. Una de las acciones primeramente sugeridas a través de la experiencia como una conducta dirigida hacia un fin es el acto de mamar del pecho materno, a lo que refiere que si un bebé, que ha sido amamantado desde su nacimiento, es sacado de su cuna alrededor del octavo día y se le coloca en postura de mamar, el infante volverá su cabeza hacia el pecho de la persona que lo alza ya sea hombre o mujer.

         En un principio, el infante solo reconoce las gestiones del alimento solo cuando tiene hambre, en realidad no identifica la leche como tal, ni el biberón, ni siquiera el pecho materno, es solo que responde a este estímulo como a cualquier otro.

         Es importante hacer referencia de las dos secuencias que menciona el autor que ayudan a explicar lo anterior: una hace referencia al estimulo externo de la presencia del pezón que insita al niño a succionar, el otro es su necesidad de satisfacer el hambre. El hecho de que se presente el pezón, no es condición suficiente para que se lleve a cabo la succión, solo se percibirá el pezón en la boca si se cumplen las siguientes condiciones:

1)que la tensión interna o el aparato propioceptivo del niño (el hambre) no esté nulificado por alguna tensión externa desagradable.

2)Otra cuestión de vital importancia es que el infante tenga hambre, de otra manera no succionará el pezón.

         Esta es una cuestión nueva que plantea el autor, a diferencia de otros autores, en la que enfatiza el hecho de que si el infante se encuentra molesto o tenso, su única manera de eliminar esto es descargándolo, de otra manera no se podrá percibir el estímulo externo. Para percibir deberá de cesar el displacer y la descarga, solo cuando esto ocurre podrá reanudarse la percepción del estímulo externo satisfactor de la necesidad.

         Ahora bien, para pasar a la siguiente etapa ocurre un nuevo progreso en el niño, la percepción el rostro humano. Durante las primeras seis semanas de vida, las huellas mnémicas del rostro humano quedan fijadas en la memoria infantil, como la primera señal de la presencia del satisfactor de la necesidad, y se observa en el infante la acción de seguir con la vista todos los movimientos de esta primera señal.

         II)La segunda etapa a la que Spitz llama El precursor del objeto, enfatiza el hecho de que el rostro humano se convierte en un estímulo visual privilegiado y distinguido de todos los demás estímulos circundantes. En el transcurso del tercer mes, la madurez física y psicológica del infante le permitirán realizar su primera respuesta psicológica ante el estímulo externo: la sonrisa ante el rostro humano.

         A esta edad, no hay ninguna otra cosa, ni siquiera el alimento del niño, que provoque tal respuesta. Sin embargo cabe mencionar que esta sonrisa es indiferenciada, así el niño responderá a cualquier rostro que se presente frente a él, sin embargo es hasta los seis meses de edad que comienza a reservar tal respuesta únicamente al rostro de mamá, amigos y personas conocidas, es decir, la respuesta se torna hacia los objetos de amor.

         Es importante aclarar que la reacción sonriente de los primeros tres meses de vida no indica, de ninguna forma una verdadera relación de objeto. En realidad el infante no sonríe a una persona en especial, ni a un objeto libidinal, simplemente sonríe a un signo. Este signo es proporcionado por “partes” del rostro humano, como son los ojos, nariz y frente, todo esto en movimiento (esto constituye lo que el autor denomina una Gestalt privilegiada).

         Cabe mencionar aquí, que si el rostro es presentado de perfil ante el infante, la reacción de sonrisa no se presentará. Si referimos esta Gestalt signo a la teoría psicoanalítica, es evidente que no corresponde a un objeto de verdad, es por esto que el autor la denomina un preobjeto. Lo que el nino logra reconocer de este signo Gestalt es solo los atributos secundarios, externos y no esenciales. No es de ninguna manera, las cualidades esenciales del objeto libidinal, ni los atributos del objeto que satisface sus necesidades y que lo protege.

         El reconocimiento de esto pertenece a un desarrollo posterior, se necesitan otros 4 o 6 meses para que el bebé distinga un rostro entre muchos, y sea capaz de dotar este rostro con las características del objeto. Este es el indicador visual externo del proceso intrapsíquico de la formación de objeto.

         Lo que distingue el objeto de las demás “cosas” es que las cualidades esenciales del objeto son constantes, sus atributos externos no son esenciales y por lo tanto pueden modificarse sin correr el riesgo de no ser reconocido por el infante, por el contrario, en las “cosas” las cualidades externas son las únicas que pueden ser percibidas, por lo que cualquier modificación de los atributos externos hará difícil o casi imposible su reconocimiento.

         Al exponer lo anterior surge en  el propio autor  la disyuntiva acerca de si lo que se necesita para establecer esta primera señal del rostro humano es la percepción de la nariz, ojos y frente en movimiento, será posible presentar a una muñeca mecánica ante el infante y observar la misma respuesta de sonrisa? Esto no será posible porque un aspecto importante es el establecimiento de una relación recíproca entre el bebé y otro ser humano. Con una muñeca, la relación sería solo unilateral. La retroalimentación recíproca dentro de la diada madre hijo, es un flujo continuo y es de vital importancia, aunque ésta no sea del todo simétrica.

         Es de vital importancia para el autor que esta relación con la madre este basada en el afecto. La madre deberá crear un “clima emocional” favorable en todos los aspectos de desarrollo del niño. El afecto que la madre logre transmitir al pequeño servirá de orientación a los afectos del infante y conferirá a su experiencia una buena calidad de vida. La respuestas de la madre pueden ser variantes, de día a día, entre horas o entre minutos y estos patrones cambiantes son absorbidos por el niño como un proceso de circuito que influye en su conducta y en sus actitudes. Es evidente que los conflictos de la madre también repercutirán en el infante llevando en varias ocasiones  a un conflicto creciente.

         En la relación madre- hijo lo dado por la madre representa lo dado del medio, es más, ella es la que representa al medio; por parte del niño, lo dado comprende su equipo congénito que le permitirá madurar.

         Las relaciones de objeto llevan desde el surgimiento del preobjeto hasta dotar a la madre de las cualidades del objeto libidinal. Ahora bien, cual es la consecuencia y la significación del establecimiento de este preobjeto?

1) Es en esta etapa en que ocurre la transición entre la recepción y la percepción propiamente dicha.

2) Transición del principio del placer - displacer, que exige su atención del estímulo que viene de adentro, ahora se puede demorar esta demanda de manera que comienza a funcionar el principio de realidad.

3) El hecho de que el niño pueda reconocer el rostro humano y sonreír ante él, demuestra que hay rastros de recuerdos, lo que implica que en el aparato psíquico ha habido una división (consciente, preconciente e inconsciente).

4) También demuestra que el niño es capaz de desplazar cargas catexicas de una función psicológica a otra, y de un rastro mnémico hacia otro.

5) Esto también representa una estructuración en la somtopsique, el ello y el yo se separan el uno del otro y una vez establecido el yo rudimentario, comienza a funcionar  observándose en los actos dirigidos e intencionados que el niño empieza a realizar. Este yo estará siempre al principio del dominio y la defensa.

Desarrolla lo que llama Spitz una función “integradora” que lleva a la transición de lo somático y lo psicológico.

6)La función protectora de la barrera contra los estímulos ahora es consecuencia y responsabilidad directa de este nuevo yo que surge.

7)También se va a observar un cambio en el infante de la pasividad hacia una actividad dirigida en la etapa en que aparece la respuesta de sonrisa.

8)Por último establece que esta respuesta sonriente es la base y premisa para todas las relaciones sociales que se establecerán posteriormente.

         Como se ha podido observar hasta este momento, Spitz enfatiza la importancia de las experiencias del niño en su primer ano de vida y la capacidad plástica que tiene la psique del mismo durante este mismo periodo de desarrollo.  El niño busca adaptarse de manera firme y rápida a su medio. Mediante esta adaptación el infante es capaz de  transformar las presiones ejercidas por los impulsos agresivos y libidinales a conductas dirigidas y esto es gracias a la plasticidad antes mencionada. Una de las principales razones de la existencia de dicha plasticidad es  que durante el primer ano de vida hay una falta de estructura psíquica bien establecida y diferenciada. El recién nacido no tiene yo, este es producto de la adaptación y desarrollo a lo largo de las primeras etapas, sin embargo ante esta adaptación el yo del infante cumple con su papel en tres situaciones características:

1)A la edad de tres meses el yo del niño solo responde a la gestalt signo del exterior . Esta respuesta es una sonrisa que se da de manera indiscriminada, aún siendo amigo o extraño. Es un yo

característicamente rudimentario que a pesar de contar con muchas limitaciones es capaz de actuar adecuadamente, por que cuenta con el yo auxiliar que la madre le proporciona.

2)A los siete meses y medio el yo deja de ser rudimentario y comienza a  ser capaz de lograr una percepción con algunos rastros mnémicos y de responder con expresiones de afecto positivo. Las estructuras del yo comienzan a responder de una manera central y comienza a controlar los accesos de la movilidad

3)Se hacen evidentes los procesos mentales que se esfuerzan en ser cumplidos.

         Antes de adentrarnos en la tercera etapa propuesta por Spitz para el establecimiento del objeto libidinal, quisiera enfatizar la importancia que representa la relación madre- hijo ,sobre todo en este primer ano de vida.

El autor hace mención de que la existencia de la madre, incluso su propia presencia, actúa como un estímulo para las respuestas del infante. Las acciones intencionales del mismo son las que ejercen mayor influencia sobre el desarrollo de su personalidad.

         La madre es la que proporciona las facilidades y controles de esta conducta dirigida, de esta manera el niño tenderá a repetir las conductas reforzadas, evitando, por el contrario toda acción que haya representado un fracaso en la aceptación de la madre. A pesar de esto, tanto los controles como las facilidades son indispensables para el desarrollo aunque la proporción en la que ambas se aplican son determinantes para la vida posterior.

         Otra situación importante es la comunicación que se establece con la madre. El bebe está acostumbrado a expresarse por medio de descargas afectivas  que surgen en resultado de los estímulos originados en su interior, que el niño percibe como displacenteros o desagradables. La madre deberá desarrollar la capacidad para la empatía con su bebé para poder así percibir y atender sus necesidades cuando estas aparezcan en forma de llanto o alguna otra descarga emocional. Para Spitz las  senales afectivas generadas por el ánimo maternal se convierten, por su parte, en una forma de comunicación con su bebé. Estos intercambios  afectivos entre madre e hijo se dan de manera ininterrumpida sin que necesariamente la madre se percate de su existencia.

         Las experiencias investidas de afectividad por las que pasa el infante facilitan el almacenamiento de rastros mnémicos  de las

situaciones externas dadas, y esto está muy de acuerdo con lo propuesto por el autor acerca de los dos tipos de percepciones que caracterizan al infante: la organización cenestésica y diacrítica. Donde si la primera se da de manera afectiva, será el único puente que tenga el recién nacido para avanzar hacia la percepción diacrítica intensiva y lograrla.

         No obstante el papel del afecto en el desarrollo de la personalidad, el autor enfatiza la importancia de las frustraciones reiterativas e insistentes que se presentan en este  desarrollo y que obligarán al infante a volverse más activo y responsivo ante su medio. Las frustraciones van implícitas en el desarrollo, sin embargo en la actualidad, se tratan de evitar estas frustraciones al niño por parte de los padres, educadores y psicólogos. En realidad lo que les preocupa no es tanto la conducta del pequeño sino su deseo de evitar sehhntimientos de culpabilidad conscientes o inconscientes. Para lograr el bienestar del infante son necesarias las frustraciones ya que tienen el papel de comprobar la realidad al infante y esta comprobación es  vital importancia para el desarrollo satisfactorio de su yo.

         III) La tercera y última etapa es la llamada “el establecimiento del objeto libidinal”:

Para comenzar a hablar de esta etapa Sptiz introduce la idea fundamental de la angustia del octavo mes que caracteriza un cambio decisivo en la respuesta del infante hacia los otros. Ahora el infante distingue claramente entre el amigo y el extraño y se produce en él una negativa de entrar en contacto con el desconocido; negativa que el autor califica como un matiz más o menos pronunciado de angustia: “La angustia del octavo mes” que es considerada como la primera manifestación de angustia propiamente dicha.

Ante esto el autor se ve en la necesidad de distinguir en el primer ano de vida tres etapas  de  la angustia como tal:

         1)La primera entra dentro de la reacción del infante ante el proceso del parto. Freud habla de esta reacción como un prototipo psicológico de toda angustia que se desarrolle posteriormente. Una semana después de nacido el equeno muestra manifestaciones de desagrado, sin embargo estas no son catalogadas como angustia, ya que, aunque tengan las características de los estados de tensión psicológica, carecen de significado psicológico.

Alrededor de la octava semana de nacido las manifestaciones de desagrado se hacen cada vez más estructuradas e inteligibles y comienzan a aparecer los primeros matices de angustia.

A medida que las manifestaciones del niño se hacen más inteligibles, las respuestas del medio se hacen más adaptadas a las necesidades que este expresa, y así, en el tercer mes de vida, las huellas mnémicas de ciertas senales dirigidas por el niño hacia el medio queda de una forma codificadas en su aparato psíquico.

         2)Estos rastros mnémicos estarán cada vez más relacionados con matices de afecto agradables y a veces desagradables. Los afectos desagradables, están estructurados de tal manera que su reactivación se enfoca en una conducta específica que podría ser de retraimiento que son representados como “miedo” en relación a una respuesta desagradable por parte del medio. Este es el segundo paso para el establecimiento de la angustia propiamente dicha. Esta reacción de temor es provocada por  la asociación del niño con una experiencia desagradable previa. Cuando el niño vuelve a presenciar la situación que le provoca dichos sentimientos de desagrado, responde con la huida.

         3)La angustia del octavo mes, decrita con anterioridad es enteramente diferente a esta actitud de miedo y huida que caracterizan la segunda fase para l establecimiento de la angustia propiamente dicha. En la reacción ante el desconocido, el niño responde a algo con lo que nunca tuvo antes una experiencia desagradable. Entonces, porqué tal reacción? Spitz asegura que el niño realmente esta respondiendo a la ausencia de la madre. Si reacciona ante un desconocido es porque realmente este no es su madre: su madre “lo ha dejado”. Esta respuesta se da porque el rostro del desconocido no coincide con las huellas mnémicas del rostro de la madre. El infante descubre que este nuevo rostro es diferente y por lo tanto lo rechaza. Este desplazamiento de la catexia a las huellas mnémicas que el niño ha logrado hasta el octavo mes de vida refleja con seguridad el hecho de que  ha logrado establecer una relación de objeto verdadera y que la madre se ha convertido en el “objeto libidinal”, en su objeto amoroso.

         Al mismo tiempo se observa en el niño un cambio al tratar a su medio,  ya utiliza defensas no tan arcaicas y adquiere la capacidad de enjuiciamiento y de decisión. Esto representa un desarrollo del yo en un nivel intelectual superior.

         Esta angustia del octavo mes, como la ha llegado a denominar el autor,  representa también el hecho de que uno de los periodos críticos ha quedado situado en esta etapa. Ahora la forma de reconocimiento y percepción de estímulos negativos externos, y el desagrado mostrado ante estos se vuelve más específico. Esta cristalización de los afectos, junto con la integración del yo y la consolidación de las relaciones objetales son tres procesos que se desarrollan paralelamente y  son

partes interdependientes para el desarrollo total de la personalidad en el individuo.

         Quisiera hacer otro paréntesis ante esta afirmación del autor, ya que en un principio, surgió en mi la pregunta de por qué el autor únicamente se enfocaba en el primer ano de vida del niño, habiendo experiencias tan significativas y determinantes para la personalidad en los anos subsiguientes? Solo hasta este momento esta duda ha quedado resuelta, ya que puedo percibir cómo el autor, sin minimizar ni subestimar la importancia de las siguientes etapas del desarrollo expone los logros que se esperan que una persona alcance en el primer ano de vida; logros, que si son manifestados por el infante, serán el puente directo para la obtención del éxito en la etapas posteriores del desarrollo. Incluso marcarán al individuo durante el resto de su vida ya que abarcan esferas de funcionamiento vitales para la estabilidad psicológica y la adaptación del individuo al medio; estas esferas son, como ya las mencionamos, las reacciones afectivas ante el medio (la capacidad de cristalizar los afectos), la integración de las funciones yóicas y el adecuado establecimiento de las relaciones de objeto.

         La angustia manifestada como tal ante un desconocido indica el hecho de que el niño diferencia el semblante materno y le adjudica un lugar único entre todos los demás rostros humanos. Desde entonces y unos meses más adelante, el niño preferirá el rostro de su madre y rechazará todos los otros que difieran de él. Esto es, para el autor, lo que indica el establecimiento del objeto libidinal propiamente dicho. Una vez que el objeto queda establecido, el niño ya no confunde nada con él. Esta exclusividad permite al niño crear vínculos estrechos que otorgan al objeto propiedades únicas e individuales. La angustia del octavo mes es la prueba de que el niño ha encontrado “la pareja con la cual puede formar relaciones de objeto en el verdadero sentido de la palabra” (pag.126).

         Por otro lado, en esta misma etapa  se encuentra una mayor maduración y desarrollo en la organización psíquica de la persona. De este modo se observa un enriquecimiento del yo en diversas fuentes, se establecerán los límites entre el yo y el ello, y el yo y el mundo exterior. En esta integración y estructuración del yo se observará la diferenciación progresiva de la agresión y la libido para luego fusionarse en el mismo objeto.

         Cabe mencionar en este punto que el establecimiento del objeto libidinal y la resultante relación de entre sujeto y objeto, estarán también determinadas por el medio cultural y social que rodean a la diada. Las instituciones culturales desempeñan un papel significativo en la formación de la personalidad. Una de las principales instituciones

culturales, la familia, garantiza al infante el establecimiento de una relación entre él y “una sola persona maternante” durante el primer ano de vida. Situaciones culturales diferentes tendrán influencias significativas en la edad, fuerza y forma en que se establece el objeto y las relaciones con el mismo.

         Por otro lado el desarrollo y evolución de los impulsos instintuales (libidinal y agresivo), participan también en la formación de relaciones de objeto. Al nacer y durante la etapa de narcisismo primario, dichos impulsos no están diferenciados, esto se logrará a través de un proceso gradual.

         Logran diferenciarse a lo largo de los tres primeros meses de vida como resultado del intercambio entre madre e hijo. Al principio estas experiencias  e intercambios se producen en el sector específico de cada uno de los impulsos, no se funden o conectan unos con otros. Esto resulta en la etapa de preobjeto. A medida que estas etapas avanzan de la fase sin objeto al establecimiento del objeto libidinal el desarrollo avanza y los impulsos se detienen en la satisfacción de las necesidades orales del infante. Como la madre es la que satisface estos deseos del infante, se convierte en el “blanco” de los impulsos agresivos y libidinales, sin embargo, este blanco no es percibido como una persona unificada y permanente, o como “objeto libidinal”.

         En esta etapa de no diferenciación el infante tiene dos objetos: el objeto “bueno” hacia el cual se vuelve la libido y el objeto “malo” contra el cual se vuelca la agresión. Abraham denomina este periodo como la etapa preambivalente. Al principio de esta etapa surge un yo rudimentario que actúa centralmente y que permite descargar el impulso en forma de una acción dirigida que producirá posteriormente la diferenciación entre los impulsos. El niño comienza a diferenciar entre el objeto malo (que no satisface sus necesidades) y el objeto bueno (que si satisface sus necesidades).

         Alrededor de los 6 meses de edad se produce una síntesis, la influencia del yo  y sus tendencias integrativas se sienten en la integración de la huellas mnémicas de experiencias repetidas y por los intercambios del hijo con la madre. Finalmente surge una sola madre (que integra a la madre mala y buena), surge el objeto libidinal propiamente dicho. Llega un momento en que la madre deja de ser percibida como un elemento bueno o malo de acuerdo a la situación específica en que es experimentada y de esta manera atraerá hacia sí los impulsos agresivos del infante y los impulsos libidinales. Es importante aclarar, sin embargo que los aspectos buenos de la madre sobrepasan el peso de los aspectos “malos”, del mismo modo el impulso libidinal del niño, sobrepasa el impulso agresivo. Es así como Spitz

percibe el papel que juegan los impulsos en el establecimiento del objeto libidinal y la relación con el mismo.

         Finalmente el autor menciona el acto de la alimentación como un factor de importancia en la relación establecida entre madre e hijo. El se basa en los horarios de alimentación, que representan para el niño las facilidades o limitaciones que le otorga la madre. La madre al otorgar más facilidades, favorece el desarrollo del objeto “bueno”, por el contrario, al limitar en demasía al niño, está favoreciendo el desarrollo del objeto “malo”.

         A lo largo de todo el desarrollo el niño debe estar familiarizado con ambos tipos de relación con su exterior: la relación que facilita (que se vive como recompensa del objeto bueno) y la relación que limita y reprime (que es experienciada como las fechorías del objeto malo). El hecho de que el infante se enfrente a las limitaciones es inevitable, sin embargo, la compensaciones que da el objeto bueno capacitan al infante a resistir las frustraciones mayores. Esta capacidad de tolerar dichas frustraciones es el origen del principio de realidad y esto es un paso importante para la humanización del individuo, para poder aplazar la satisfacción del impulso y esperar resultados más benéficos debido a este aplazamiento y a esta espera.

         A modo personal quisiera enfatizar el gran aprendizaje que deja este autor en mí. Creo específicamente que la principal aportación de Spitz al mundo de la psicología del desarrollo es el estudio y los resultados logrados por la “observación directa” de los cambios y procesos por los que pasa el infante durante el primer año de vida. Su gran aportación de la video grabación de las diferentes etapas por las que pasa el infante y  sobretodo sobre las conductas manifestadas a lo largo de cada etapa, (conductas que las caracterizan como tales y que las hacen diferenciarse unas de otras), no puede más que enfatizarse en cualquier persona que lea las ideas y resultados expuestos en este libro.

         No quisiera subestimar el impacto de esta obra sobre mi persona, simplemente me gustaría comentar que al finalizar la lectura, personalmente quedo con muchas dudas e ideas que me hubiera gustado que el autor desarrolle. Siento que las expectativas personales acerca del autor y sobretodo de su obra, no fueron satisfechas del todo. No estoy de acuerdo, como ya lo mencioné con anterioridad, con su afirmación acerca de que la vida in útero no deja ningún impacto sobre la vida del infante (ya que no cuentan con la conciencia de ser vivenciadas) ¿Cuántas experiencias a lo largo de nuestras vidas se realizan a modo alejado de nuestra conciencia y sin embargo determinan sobremanera la conducta futura del individuo?, ¿Será verdad que la vida in útero no deje ninguna repercusión en las etapas

posteriores del desarrollo?. Estas son cuestiones poco fáciles de demostrar, y aunque el autor proporciona al lector su propio punto de vista sobre las mismas, no quedo del todo convencida con su planteamiento.

         Por otro lado, si el infante es incapaz de diferenciar a la madre de las demás personas que lo rodean en las primeras etapas de desarrollo ¿Cómo es que al presentarse ella o tan solo acercarse, puede lograr que su bebé se calme, si estuvo irritable en su ausencia o que su bebé perciba su presencia si en verdad no la reconoce?. Personalmente pienso que este vínculo entre madre e hijo se establece incluso antes de que ocurra el nacimiento del mismo. No creo que el bebé deba estar capacitado para la percepción específica del “rostro” de la madre para establecer el objeto libidinal y mucho menos la relación con éste. No creo que este proceso tan vital y tan importante se logre establecer únicamente al octavo mes ¿Dónde quedan las experiencias anteriores?, ¿Será verdad que el niño se relacione con la madre, que es la que satisface sus necesidades más tempranas sin identificarla tal cual como el primer objeto de amor?. Posiblemente estas interrogantes surgen en mí debido a una mala comprensión de las ideas del autor, sin embargo me quedo con ellas al finalizar mi lectura, espero tener una oportunidad futura para el esclarecimiento de las mismas.

         No quisiera finalizar sin antes aclarar que estoy consciente de la gran aportación que da este autor para la comprensión contemporánea de las teorías de autores pasados. Es  muy interesante el método que emplea Spitz para la obtención de sus resultados, también es interesante el entender su esfuerzo por comprobar mediante conductas y manifestaciones observables, las teorías psicoanalíticas que tantas críticas han provocado debido precisamente a esto: el no poder demostrase científicamente.

Por qué no suspender la lactancia cuando el niño tiene fiebre?No debe hacerse, ni siquiera durante los episodios de diarrea. A veces, ante enfermedades graves, la leche materna es el único alimento que reciben los bebés. Esta cambia según el estado de cada infante y le trasmite las defensas que le ayudan a recuperarse; además, es mucho más digerible frente a cualquier preparado nutricional. ¿Qué pasa si la madre tiene fiebre o resfriado y amamanta a su hijo?Tiene la posibilidad de trasmitirle la infección, por lo cual debe usar tapabocas y lavarse las

manos con agua y jabón antes de tocarlo. Los resfriados comunes pueden ser graves en los niños pequeños y aún más severos en los que no reciben leche materna, porque esta les brinda protección. La madre debe recibir tratamiento médico sin suspender la lactancia. Si el enfermo es otra persona cercana, debe usar tapabocas y lavarse las manos con agua y jabón. Las personas con fiebre o resfriado deben abstenerse de visitar a los recién nacidos. ¿Quedó lleno?El bebé satisfecho no llora después de las comidas; tiene deposiciones frecuentes y blandas, gana peso en forma adecuada, se ve activo y fuerte; además, si se pasa de nuevo al seno, no succionará en forma ávida. Cuando las madres están produciendo buena cantidad, hacia el final de la primera semana de lactancia sentirán cómo se llenan sus senos y también cómo los desocupa su bebé y esto es un signo de buena lactancia. En los primeros días de vida, la leche que se produce es escasa, por lo cual hay que poner al bebé al seno con frecuencia. ¿Es normal que duela amamantar al bebé?No. La lactancia debe ser placentera y pacífica y no debe producir dolor. Si lo hay, es porque el bebé no se encuentra en una posición correcta frente al seno y está mordiendo el pezón. Al lactar, sus labios deben rodear la areola y las encías deben estar entre esta y el pezón.

Es ideal que la madre amamante sentada o semisentada. No es recomendable que el bebé se alimente estando acostado.

Si no le salen gases…No todos los expulsan por la boca después de lactar; algunos lo hacen mucho después, pero siempre hay que hacer el intento de sacarlos. Después de cada toma de seno y antes de pasarlo al otro, el bebé se debe colocar sobre el pecho de la madre y friccionar con suavidad su espalda -no dar golpecitos-. Esto dura unos cinco minutos en cada sesión y luego debe acostarlo de espaldas en una superficie plana, no muy blanda, con la cabecera elevada 20 grados (posición antireflujo).

¿Hasta cuándo es útil la leche materna?No hay un tiempo máximo y cada caso es particular, pero se puede decir que mínimo 6 meses y en algunos casos hasta los 5 años, aunque es muy difícil para todas las madres hacerlo por tiempo prolongado, debido a razones laborales y de tiempo. Es importante anotar que después del año, la leche materna es un buen alimento pero no el principal ni el único.

No hay un tiempo máximo y cada caso es particular, pero se puede decir que mínimo 6 meses y en algunos casos hasta los 5 años, aunque es muy difícil para todas las madres hacerlo por tiempo prolongado, debido a razones laborales y de tiempo. Es importante anotar que después del año, la leche materna es un buen alimento pero no el principal ni el único.

Si no se recomienda la leche de vaca en el primer año, ¿por qué sí sus derivados?La leche de vaca no se debe usar en la alimentación de los menores de un año. Sin embargo, la fermentación hace que esta sea más digerible y cause menos alergias y problemas intestinales, aumentando su valor nutritivo y mejorando la flora intestinal. Por

ello, después de los seis meses de vida se pueden incluir los derivados de la leche de vaca. Son fuente de proteínas, calcio, fósforo y vitamina D.

La ictericia…Es el color amarillento de la piel, boca y ojos. No se da en todos los recién nacidos. Una de las razones para hacer consulta médica en los días dos a cuatro de vida del bebé es la de valorar el grado de ictericia y tomar las medidas adecuadas. Para prevenir aquella severa, se recomienda en todos los bebés sanos la exposición a la luz solar a través de una ventana con vidrio y protegiendo los ojos bajo la sombra, con el bebé en pañales, durante cinco a 20 minutos, varias veces al día. La exposición a la luz artificial no es útil para su manejo, ya que la luz a que se exponen los niños durante la fototerapia, en el hospital o clínica, es diferente a la de los tubos caseros.

Dormir con sus padres…Nunca. El bebé puede hacerlo en la habitación de estos pero en cama separada, aunque cercana, para favorecer la lactancia materna. Los niños que duermen con los padres tienen más riesgo de muerte súbita, presentar salpullido por calor, sobrecalentamiento y lesiones por el peso de los adultos sobre su cuerpo. El peligro es mayor si los padres están cansados o si toman medicamentos.

Los adultos no deben dormir con niños pequeños y menos en sillas o sofás.

Normas de seguridad para las cunasLa primera es que la altura de las barandas o bordes sea suficiente para que el bebé no pase por encima ni por debajo de las mismas. La separación de las barras debe ser de máximo seis centímetros, para que evite el paso de la cabeza. Si tiene adornos en la cabecera, estos no deben lastimar al niño o atrapar sus dedos.

La superficie debe ser lisa, sin astillas y sin bordes cortantes; deben evitarse pinturas que contengan plomo; también las colchas, cobijas, juguetes y almohadas blandas. La separación entre el colchón y los bordes de la cuna debe ser mínima y no permitir el paso de los dedos y manos del niño.

¿Ve y oye bien un bebé?No deben existir dudas sobre la capacidad auditiva de los bebés. Si los padres notan algo extraño o hay casos de lesión auditiva en la familia, es necesario realizar exámenes para valorar la agudeza auditiva de su hijo.

La importancia de detectar este problema es que en algunos casos se puede frenar el daño y siempre se puede hacer terapia para lograr el establecimiento de un lenguaje adecuado y favorecer la adaptación al sistema educativo. Se recomienda realizar un examen de audiometría entre los 3 y 5 años a todos los niños.

La visión del infante mejora progresivamente con los años hasta tener la visión de un adulto, que se logra alrededor de los 5 años de edad. Los recién nacidos ven bien de cerca pero no distinguen los colores sino hasta después de los 6 meses de vida. Sin embargo, esto

no les impide ver a sus padres, reaccionar ante la luz o fijar la mirada en los ojos de la madre mientras lactan.

Si hay algo anormal en el desarrollo del bebé, requerirá un examen de ojos a los 6 meses y todo niño debe tener una valoración oftalmológica hacia los 3 años de vida..

Aretes y circuncisiónA cualquier edad se pueden perforar los oídos para el uso de aretes. Pero la debe realizar una persona con experiencia, con aseo y el uso de antiséptico previo. Es preferible usar sistemas automáticos que perforan el lóbulo de la oreja e introducen al mismo tiempo el arete, que debe ser de oro, pues genera menores alergias e irritación. El arete utilizado no debe estar muy apretado a la piel ni muy débil, que permita que se suelte.

La circuncisión no se recomienda como práctica obligada al nacer. Este es un procedimiento quirúrgico mediante el cual se corta la piel que cubre la punta del pene.

Ojos grises, ¿hasta cuándo?Al nacer el bebé, el iris puede tener un color claro que tiende a oscurecer con el paso del tiempo. Alrededor de los 6 meses de vida, ya no tendrá cambios significativos de color. El iris puede hacerlo pero de forma total y no en parches; si tiene diferentes colores al mismo tiempo, merece una consulta médica.

¿Cuándo dormirá toda la noche?El recién nacido duerme en ciclos cortos varias veces al día y es poco frecuente que duerma toda la noche, aunque puede dormir algo más en horas nocturnas. Se espera que siga derecho entre los 4 y los 8 meses. Esto depende de los hábitos alimentarios y la disciplina de los padres.

Carne en las noches, ¿es bueno?Se recomienda la de res, que debe ser magra, sin gorditos ni fibras, el pollo sin piel o el pescado. El mito más frecuente es que se trata de una comida muy pesada en las noches y usualmente no se le ofrece al bebé a esta hora; sin embargo, esto no es cierto y es recomendable ofrecerle carne en las tardes, ya que produce más tiempo de saciedad y puede ayudar a preparar al bebé para dormir más tiempo en las noches. Además, previene la anemia y el reflujo.

¿Los bebés deben recibir agua pura?La lecha materna la tiene en cantidad suficiente. No es necesario darles agua pura, ya que puede favorecer la aparición de diarreas si esta no es potable.

¿El huevo es bueno? Es un alimento de excelente calidad y seguro; puede reemplazar la carne y es más económico.Se recomienda su administración después del año. No se debe consumir crudo ni duro. Es mejor ofrecerlo al bebé en las mañanas, revuelto o perico, sin cebolla ni tomate.

¿Es mala la sal?Debe administrarse en baja cantidad,especialmente en los niños. Los alimentos se pueden preparar sin sal al comienzo pero posteriormente se agrega para que los reciba mejor.

Objetos peligrosos…El riesgo de sofocación existe cuando los niños se exponen a monedas, botones, juguetes con partes pequeñas, anillos, etc. El bebé no debe tener contacto con ningún objeto que pueda pasar dentro del tubo de cartón de un rollo de papel higiénico. En el lugar que duerme o juega no deben existir cuerdas con las cuales se pueda enredar y sofocar, como ocurre con las de cortinas o persianas o con los lazos de algunos juguetes. A medida que los niños crecen, se deben retirar los protectores laterales de las barandas de las cunas, ya que los pueden usar como escalón para salirse de allí.

La muerte súbita…Se define como el niño que se encuentra en la cama sin respiración, pálido, rojo o cianótico (azul). Generalmente se presenta con ausencia de fuerza muscular (desgonzado) y a veces produciendo ruidos anormales por boca y nariz. No se conoce su causa pero sí hay maneras de prevenirla: el bebé debe dormir boca arriba. No se le debe cubrir su cabeza con cobijas, ya que se puede sofocar, especialmente si son acolchadas o blandas.

NIÑO DE SIETE MESES

Como crezco

Gateo en mi barriga. Pero, podría gatear para atrás.

También me muevo en mi espalda por levantar mi trasero y empujar con mis pies.

Puedo alcanzar más allá y agarrar objetos más pequeños.

Exploro mi cuerpo con mi boca y mis manos.

Mi pañal podría estar seco por a lo menos dos horas.

Podría tener unos dientes.

Puedo aguantar mi galleta y comerla.

Como hablo

Trato de copiar los sonidos que escucho — así aprendo.

Digo varios sonidos como: ma, mu, da, di, y ba, todo en un respiro.

Grito para atención.

Como respondo

Quiero ser incluido en actividades familiares.

Me gusta verme y tocar mi reflejo en el espejo.

Me pongo entusiasmado cuando veo fotos de un bebé que hace las mismas cosas que yo hago.

Me gustan los jugetes que hacen ruidos como campanas, cajitas de música o sonajeros.

Todavía me gusta agarrar, sacudir, deslizar y golpear cosas. Las pongo en mi boca.

Como entiendo

Podría pasar 2 o 3 minutos jugando con un jugete que me gusta.

Me gusta examinar jugetes y mirar los dibujos en libros.

Yo volteo la cabeza y los hombros para encontrar sonidos "escondidos".

Puedo distinguir si algo está lejos o cerca.

Puedo distinguir cuando las personas están enojadas o contentas por la manera en que se ven y hablan.

Como me siento

Tengo miedo de la gente desconocida. Quédate conmigo cuando están cerca de mi.

Me siento fuertemente sobre lo que yo quiero y no quiero hacer.

Puedo ser jugetón y me gusta embromar.

Una Nueva Independencia

 El bebé puede hace más ahora.

Tu bebé es capáz de moverse más por si solo. La vida es mas excitante. También es espantosa.

El temperamento y las frustraciones empiezan a verse.

Tu bebé va a otro cuarto para explorar y satisfacer su curiosidad. No te ve, le da miedo y se pone a llorar. O tú sales del cuarto. Se pone a gritar porque le da miedo estar lejos de ti.

Pueda que el bebé deje caer un jugete fuera de vista. Grita con enojo porque no lo puede ver ni alcanzarlo. Lo quiere tener otra vez.

La disposición y la frustración son muy normales.

Ayuda al bebé a aprender a enfrentarse con la frustración. Si el bebé deja caer un jugete, ayúdale a buscarlo. Si sales del cuarto, dile al bebé que vas a volver.

Dale cariño extra entre estos reventones de independencia.

Acuérdate de que él siempre puede beneficiar del carino, y tú también.

Los Padres y las Madres - Los Primeros Maestros

Los investigadores han encontrado dos estilos de juegos entre padres y sus niños.

Uno se ha llamado "profesoral" — como un profesor que da una clase. El otro estilo se llama "ping-pong" — como golpear una pelota de ping-pong de una parte a la otra.

"Sermonear" no Ayuda

Los padres que hablan a sus bebés sin prestar atención a cómo el bebé está reaccionando están usando un estilo profesoral. Este estilo es como usar una conversación con una persona que habla pero no quiere que tú hables.

El profesor (el padre o la madre) y el estudiante (el bebé) no reaccionan uno al otro. Un ejemplo será: mientras el papá construye una torre de cubos, el bebé está agarrando las campanas. Como tú probablemente has adivinado, este estilo no es una manera muy eficaz de jugar.

Ping-Pong es lo mejor.

Parece que los niños puedan aprender más cuando sus padres usan el método de Ping-Pong. Cuando el padre hace algo, el niño reacciona a lo que el padre hizo.

Otra manera en que esto funciona es cuando el padre reacciona a lo que el bebé hace. Si el bebé le da un cubo a su papá, el papá le da dos cubos.

¡No Me Puedo Bajar!

 El bebé puede ponerse de pie, pero puede que no sepa bajar.

¿Tu niño se ha puesto de pie y ha estado muy contento consigo mismo? ¿Entonces se ha puesto inquieto? La inquietud probablemente quiere decir que no sabe sentarse de esta posición.

Ayuda al bebé a aprender a sentarse.

Dile cómo sentarse y ayúdale a hacerlo a la misma vez. Tal vez tendrás que repetir la acción algunas veces, pero él tendrá que aprender a hacerlo por si solo, gracias a tu buena ayuda.

Cuidado de los Dientes Empieza Temprano

Dale al Bebé una dieta balanceada.

Sirve a tu bebé comida saludable. No le sirvas comidas que tienen azúcar y sustitutos para azúar y sustitutos para azúcar agregadós.

 

Limpia los Dientes del Bebé.

Limpia a sus dientes con una toalla limpia para la cara o un pedazo de gasa después de las comidas.

Prevén las Caries.

No le des un biberón a la hora de dormir. No le des comida cubierta de azúcar. No le pongas dulces en el chupete. No dejes que el bebé gatee bebiendo de un biberón. Deja

que el bebé escoja entre jugar y bebér.

Es importante mantener sus dientes saludables. Aunque estos primeros dientes se caerán, hacen espacio en la boca para que los dientes permanentes no se aprieten.

Alimentando a Tu Bebé

 Comida Que Se Puede Comer Con Las Manos

Ayuda al bebé a sentirse "grande" dejándole alimentarse con comida que se puede comer con las manos.

Dale comida como cereal en forma de círculos, pan tostado seco, galletas para la dentición, y frutas blandas cortadas en pedacitos. Se pueden comer con las manos. No te preocupes del desorden. El orden todavía no es una de sus habilidades. Afortunadamente, los bebés son lavables!

Acuérdate de que con un poco de paciencia, puedes ayudar a tu bebé a apreciar una variedad amplia de sabores y texturas en nuevas comidas.

 

Intenta Dar al Bebé Yogur Con Sabor Natural.

Al bebé le podría gustar el yogur.

Busca el yogur de sabor natural en la sección de productos lácteos en el supermercado o prepara tu propio yogur con leche sin desnatar. Busca el yogur sin fruta o distintos sabores. Si vas a preparar el yogur en casa, usa una máquina para hacer yogur.

Dale el yogur con una cuchara. El bebé puede comer alrededor de 4 tazas de yogur al día.

Vamos a Jugar... Ayúdame a Aprender

Jugando con el bebé es más que "jugar".

Es la manera en que tu bebé está aprendiendo sobre el mundo.

Los juegos desarrollan la confianza del bebé. Jugando a las escondidas y juegos de esconderse ayudan al bebé a aprender que la gente, especialmente tú, y objetos existen cuando están fuera de la vista. Le ayuda a enfrentarse mejor con el tiempo que Uds. pasan

separados. El bebé disfrutará de jugar "a las escondidas" por muchos meses mas. Prueba estos juegos:

Esconde objetos, luego cambia de idea y escóndelos en un lugar diferente.

Cuando no está mirando, esconde un objeto que puede hacer un ruido, dale cuerda para ver si lo puede encontrar. Finge que no sabes donde está.

Los juegos enseñan al bebé que el puede hacer que sucesos ocurran.

A él le encanta tirar cosas afuera cuando está en la silla alta y en la cuna. El mira los objetos mientras se caen y escucha el sonido que hace cuando pegan el suelo. Tu bebé está explorando la relación de causa y efecto. Está tratando de aprender su efecto en el mundo.

Ayuda al bebé a jugar este juego dándole objetos que se caen en maneras diferentes. Dile que deje caer cosas como:

una toalla para la cara una cuchara de madera una llave de plástico un recipiente de plástico un cubo una pelota un sonajero

Mientras el bebé juega, habla sobre cómo el objeto se cae y como pega el suelo. Ah, mira que despacio se cayó la toallita y ni hizo ruido cuando pegó el suelo.

 

Juegos para ayudar al bebé a aprender partes de su cuerpo.

Toca partes diferentes del cuerpo de tu bebé y nombráselas. Esto es la nariz de Carlos. Aquí está la boca de Carlos. ¿Dónde están los dedos de Carlos? ¡Ah, aquí están! Este es un juego bueno para jugar cuando le estés cambiando el pañal.

Juegos que ayudan al bebé a gatear.

Dale al bebé una razón para moverse. Pon un jugete favorito fuera de su alcance. Ayúdale a contonear hacia el jugete. Esto es el primer paso en aprender a gatear.

Juegos que ayudan al bebé a responder.

Prueba "¡Qué grande es el bebé! ¡Tan grande!" Pregúntale al bebé: "¿Qué grande eres?" Al principio pueda que necesites tomar sus brazos y suavemente levantarlos sobre su cabeza. Di: "¡Tan Grande!"

Después de hacer esto por algunos días, el bebé levantará sus brazos por si solo cuando le dices: "Tan Grande". Mientras que él hable más, levantará sus brazos y dirá "Tan Grande" ¡por si solo! Puedes jugar este juego por varios meses.

Ten cuidado de no levantar al bebé por sus brazos. Sus huesos se pueden dislocar facilmente.

Relaja Con un Libro Bueno

Los bebés disfrutan los libros.

Al principio, pueda ser que el bebé disfrute de sentarse en tus rodillas y escucharte nombrar los dibujos.

Escoge un libro para compartir con tu bebé.

Escoge libros con dibujos llamativos. Los libros con un simple dibujo y unas palabras sencillas por página son buenos para los bebés.

Busca libros que durarán. Escoge libros de plástico, tela o con cartón especialmente cubierto.

Los bebés aprenden más de experiencias verdaderas.

Usa libros que tienen dibujos simples de objetos como manzanas, zapatos, llaves y otros objetos que el bebé ve a menudo. Ensena al bebé el objeto verdadero y el dibujo en el libro.

A los bebés les gustan:

libros que tienen dibujos de otros bebés haciendo cosas diarias que ellos mismos lo hacen

— como comer, dormir, banarse, y jugar.

jugar con sus libros. Mascan los libros, tratan de voltear las paginas, chillan y pegan las páginas.

escuchar el mismo libro una y otra vez.

 Busca libros que usan los sentidos del bebé.

Hay libros de textura para tocar; libros que se rasgan y desprenden un olor para oler, libros de dibujos, mirar, y cuentos que uno puede inventar sobre un bebé especial y su familia que son para escuchar.

Enseña al bebé qué hacer. Cuando tocas algo hazlo con enfasis "oh esto es liso. Ahora tócalo tú" Guia sus manos para que lo toque. Entonces di: "Es liso, no?" Si tienes puesto algo liso o estás sentada en una alfombra que es lisa, di: "Toca esto. Esto es liso también".

Haz un Libro

Saca fotos de tu bebé haciendo cosas diarias. Usa fotos del bebé durmiendo, comiendo, jugando con jugetes, bañandose, cuando le estás cambiando el pañal, siendo cariñoso con sus padres o jugando con su hermano.

Cuando las fotos se revelan, pon dos en una bolsa pequeña para sandwiches que se cierra. Pon las fotos en la bolsa para que den afuera. Si tienes tiempo y cartón, pon el cartón entre las fotos. Esto hace el libro más fuerte.

Escribe el nombre de tu bebé en la primera página. Haz dos huecos y ajusta el libro con cinta o cuerda. Si quieres cambiar las fotos, haz huecos en el lado opuesto de la apertura.

Enseña el libro al bebé. Le encantará. Habla con ellos sobre lo que hace. Anímalo a que otros "lean" el libro.

 

Accidentes - Las Amenazas Más Grandes a La Vida y La Salud del Bebé

Haz la casa segura para el bebé.

 

Toma estas precauciones:

Nunca dejes al bebé en el suelo, la cama o en el jardín sin que tú lo mires todo el tiempo.

Evita atar jugetes a la cuna o clavados a los lados del corralito de los niños. El niño puede estrangularse con la cuerda si se envuelve sobre su cuello.

Haz seguros todos los cuartos en que el bebé estará. Asegúrate de que todo en lo que el bebé pueda treparse encima — como mesas, lámparas, estén estables y no se puedan inclinar facilmente, no tengan ruedas y no se puedan mover con facilidad.

Mantén las sillas altas, los corralitos de niños, y asientos de infantes fuera de la estufa, radiadores, calentadores y hornos.

Mantén todos los cordones eléctricos, de las cortinas y persianas fuera del alcance de los niños.

Preven el Ahogo

Un bebé puede ahogarse en 2 pulgadas de agua.

Al bebé le gusta jugar en el agua pero nunca lo dejes en o cerca de una tina, inodoro, balde de agua, piscinas para vadear o nadar, o cualquier otra agua, aún por el momento.

Cómo Prevenir que tu Bebé Se Atragante Cuando Come.

Preven tu bebé de atragantarse.

Asegúrate de que el bebé no tenga jugetes pequeños ni pedacitos para poner en su boca.

Mantén los globos o pedazos de globos quebrados fuera del bebé. Quédate con tu bebé mientras está comiendo. Asegúrate de que tu bebé está sentado erguido cuando está

comiendo o bebiendo. Corta la comida en pedazos pequeños. La comida puede ser

bastante pequeña que puede comer el pedazo en un bocado. Enseña al bebé a masticar su comida.

 

Tu mejor seguro contra la posibilidad de atragantarse es saber qué hacer si tu bebé se está atragantando.

Busca un libro de primeros auxilios o toma una clase de Resucitación Cardio-Pulmonar (CPR). Consulta con la Cruz Roja o la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) para sus clases en CPR para infantes.

Si tu bebé se está atragantando:

Llama a 911 o tu sistema de emergencia local para auxilio. Si tu bebé está respirando, tosiendo o hablando, deja que los

reflejos naturales funcionen. Si puedes ver la comida en su boca, quítasela. No metas tus dedos en su boca porque así puedes empujar la comida en el tubo de aire.

Si tu bebé se está atragantando y no puede respirar, comienza con primeros auxilios.

Lleva a tu niño a un doctor despues de haberse atragantado para que lo chequee.

Pueden haber pedazos de comidas dejadas en el tubo de aire. Se deben quitar.

¿Está el Desarrollo de tu Bebé en el Blanco?

A cierto punto la mayoría de los padres se pregunta si su bebé se desarrolla bien.

En general un especialista o doctor busca una pauta de demora en el desarrollo en vez de preocuparse por un comportamiento particular.

Pregúntate a ti mismo: "¿Parece mi bebé maduro en comparación con los otros bebés de la misma edad?" Acuérdate de que aún un mes hace una diferencia en lo que puede esperar que un bebé haga. Asegúrate de que estás comparando bebés de la misma edad.

Hay muchas cosas que mi bebé no puede hacer pero los otros si.

Si todavía estás preocupada, busca los siguientes comportamientos:

¿Hace tu bebé contacto con los ojos cuando hablas cara a cara? ¿Voltea la cabeza hacia sonidos? ¿Responde a su nombre? ¿Balbucea, diciendo cosas como ma, ne ,me? ¿Juega juegos contigo, como "Tan Grande" y "Tortita de Manteca"? ¿Se sienta por si solo? ¿Sientes sus músculos duros?

Si contestaste "no" a muchas de estas preguntas, es hora de hablar con tu doctor.

Haz una cita con tu doctor. No esperes pensando que la situación cambiará. Lo más pronto que te contesta las preguntas, mejor será para ti y tu niño.

En la cita con el doctor, describe lo que tu bebé puede y no puede hacer.

Habla de tus preocupaciones con el doctor. Pídele ideas para saber como puedes ayudar al bebé a aprender nuevas habilidades. Pide que te refiera a una agencia que evaluará a tu niño.

Si necesitas ayuda con este proceso, hay gente que te puede ayudar.

El Centro de Información para los Padres tiene información sobre demoras e incapacidades en el desarrollo. Te pueden guiar a través del proceso de obtener respuestas a tus preguntas. Pueden llamar al 366-0152 (TDD:366-0178) (Para personas con incapacidades auditivas)

The Child Development Watch puede identificar si un niño tiene una demora en el desarrollo o una incapacidad. Este programa es para niños de nacimiento a 3 años.

Llama a:

Condado de New Castle 1-800-671-0051

Condados de Kent & Sussex 424-5310

Los Bebés No Vienen Con Instrucciones

Pero hay gente para ayudarte.

Hay varios lugares donde los padres pueden conseguir información. Intenta preguntar o describir tu situación a la persona que contesta el teléfono o a uno de estos números: