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El patrimonio documental en laprovincia de Cádiz: esperanzas ydesafíos

Resumen

Se analizan las esperanzas y desafíos que plantea laSociedad del Conocimiento al promover una nuevavaloración del Patrimonio Histórico. Éste ya no seentiende sólo desde una perspectiva pasiva (conjun-to de bienes que es necesario preservar) sino querequiere nuevas posiciones activas al adquirir renta-bilidad social, económica y cultural. Pasa a ser unaauténtica fuente de riqueza de una región o un país,que sirve para elevar el nivel de conocimiento y for-mación de la sociedad.

Se evalúan las fuentes de información, especialmen-te las documentales de la provincia de Cádiz. Y serealiza una diagnosis sobre su estado actual, indicán-dose además direcciones y referencias de los dife-

rentes recursos de información con el objeto deacercarlos a los investigadores y usuarios.

Palabras clave

Patrimonio histórico / Patrimonio documental / So-ciedad del conocimiento / Fuentes de Información /Archivos / Bibliotecas / provincia de Cádiz

Introducción

El PATRIMONIO, de acuerdo con lo que señala elavance del Segundo PLAN DE BIENES CULTURA-LES de Andalucía, podemos definir lo cono el con-junto de elementos naturales o culturales, materialeso inmateriales, heredados del pasado o creados enel presente, en donde un determinado grupo de in-dividuos reconocen sus señas de identidad1.

Sobre este Patrimonio es conveniente actuar amplián-dolo, mejorándolo y utilizándolo con el objeto de ob-tener una rentabilidad social económica y cultural.

El Patrimonio no es sólo un conjunto de bienes quees necesario preservar o conservar, sino también unaforma de entender la cultura, una determinada actitudsocial. Es una nueva manera de asumir los bienes cul-turales y el patrimonio como recursos que pueden ydeben ser explotados social, económica y cultural-mente. En este sentido, el Patrimonio pasa desde lasconcepciones o perspectivas pasivas a las activas, esdecir, de ser recursos olvidados y abandonados, con elconsiguiente deterioro que ello produce, a ser recur-sos, primero que deben ser como mínimo preserva-dos, y en segundo lugar se conciben como auténticasfuentes de riqueza de un país o una región.

El ser fuente de riqueza hay que entenderlo no sólodesde el punto de vista mercantilista o exclusivamentecomercial, sino que, si se potencia adecuadamente,puede ser fuente de enriquecimiento cultural de unasociedad. No sólo debemos hablar en términos de

Antonio Rodríguez Cabañas

Jefe del Servicio de Archivo y Publicaciones Diputación de Cádiz

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explotación dineraria sino sobre todo de un nuevo re-curso, o del afloramiento de un recurso latente, quesirve para atender las nuevas demandas de ocio y cul-tura que las sociedades avanzadas y cultas exigen, yque los responsables directos del Patrimonio tienenque ofer tar para ampliar y elevar el nivel educativo,cultural, y, como consecuencia de ello, también el so-cial y económico de los ciudadanos.

El patrimonio se convierte pues en un factor dedesarrollo:

La sociedad de este milenio –evidentemente esta-mos hablando del primer mundo, o a lo sumo de lospaíses en fase de desarrollo–, que ya se prepara ymuestra los signos de lo que será el inicio del futuro,presenta una serie de transformaciones que suponenun cambio profundo de la realidad social y económi-ca hasta ahora dominantes.

Desde una sociedad basada en sus aspectos econó-micos en el desarrollo industrial, se ha ido pasandopaulatinamente hacia otra en la que el sector tercia-r io ha ido asumiendo cada vez más peso, produ-ciéndose un paso hacia una economía de serviciosen donde tiene cada vez más valor el llamado capi-tal intangible.

La sociedad de más cercano futuro tiene nombre:es la denominada sociedad de la información y delconocimiento, en la que las nuevas Tecnologías dela Información se convier ten en ejes centrales en elciclo del desarrollo económico. Ello provoca unatransformación radical en las formas sociales, afec-tando de forma esencial al mundo del trabajo, a lascomunicaciones, y al desarrollo social y cultural; enconsecuencia actúa sobre el modelo de sociedad,revolucionándolo.

En esta línea, recursos que hasta ahora no se habí-an tenido muy en cuenta alcanzan una valoraciónadecuada. Al elevarse el nivel educativo y culturalde los pueblos desarrollados y disponer de más

tiempo y de más medios para el conocimiento ydesarrollo intelectual, se produce un fenómeno dedemanda y de descubrimiento de esos valores co-mo son los intrínsecos al Patrimonio.

La existencia de un importante Patrimonio Culturalsignifica actualmente la presencia de una valiosa fuentede riqueza. Su puesta en valor de forma adecuada de-be coadyuvar al progreso social y económico.

Del mismo modo, que las sociedades evoluciona-das respetan y valoran cada vez más un PatrimonioNatural no degradado, y el Medio Ambiente se haconver tido en un factor de desarrollo sostenible,así el Patrimonio Cultural debe llegar a ser deman-dado como un hecho que debe ser conser vado,acrecentado y difundido.

Por otra par te, el Patrimonio Cultural y el Patrimo-nio Natural suelen tener una progresiva confluencia.En Andalucía, con una gran riqueza y variedad tantoen uno como en otro, es necesario entenderlos deforma confluentes: ambos suelen ser el resultado deun sabio diálogo histórico entre las características fí-sicas del territorio (Patrimonio Natural) y las cultu-ras asentadas en él (Patrimonio Cultural).

Hasta no hace mucho el Patrimonio Histórico eraun asunto de interés reducido a cier tas elites inte-lectuales y eruditos locales. Y el desarrollo era si-nónimo de especulación, crecimiento descontrola-do de las edificaciones urbanas en contraste con lacada vez mayor depresión rural.

Recientemente una serie de circunstancias han he-cho cambiar el panorama del Patrimonio Histórico ysu relación con el nuevo modelo de desarrollo quese impone:

• hay una mayor necesidad de bienes culturales porpar te de la sociedad, sin duda movido por su ma-yor nivel económico y educativo, al estar cubiertasotras necesidades primarias. Es lo que se conocecomo la práctica del ocio activo.

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• la globalización está provocando un fenómeno demovimientos de resistencia a la uniformidad queproducen los monopolios y las grandes concentra-ciones empresariales.

• han sonado algunas alarmas que han provocado unreplanteamiento del desarrollo desorbitado; poco apoco, y de forma excesivamente modesta, se impo-ne un modelo más controlado y respetuoso con elmedio, el conocido como desarrollo sostenible, quepuede marcar unas nuevas pautas de actuación.

Las modas culturales y sociales vienen marcadas porlas directrices de la “metrópoli del Imperio”, que sepropagan con suma facilidad a través de los mediosde comunicación (la aldea global que señaló McLug-ham, o el actual movimiento denominado del “pen-samiento único”). Esto ha provocado como reacciónuna oleada de contestación ante la uniformidad im-puesta desde el exterior y se han empezado a rei-vindicar la recuperación de las tradiciones locales,los usos y costumbres transmitidos de padres a hi-jos, provocando un movimiento a favor de los valo-res asociados a la conservación del patrimonio entodos sus aspectos, como nueva manera de reivindi-car las señas de identidad. Las redes informáticas(INTERNET), aparte de los efectos positivos que sinduda originarán sobre el desarrollo de las socieda-des, pueden actuar, sin embargo, como auténticoGran Hermano, que termine por imponer y vigilartodos nuestros movimientos.

Aunque todavía no se ha producido con respecto alPatrimonio un fenómeno semejante al provocadopor la defensa del medio ambiente, que en muy po-co tiempo se ha conver tido en una bandera que hacalado fuer temente en toda la población, llegandoincluso a ser todo lo “verde” una marca que funcio-na, se comercializa y se vende con facilidad, en defi-nitiva, un nuevo recurso económico, es esperableque el Patrimonio Cultural, que podemos enten-derlo entrelazado con el Patrimonio Natural, seasentido y reivindicado por la población como un he-cho relevante, y forma adecuada de desarrollo de lasociedad, acabando o reduciendo en gran par te losfuer tes impactos que la acción desmesurada delhombre produce, con el consiguiente deterioro dela vida en nuestro al fin y al cabo limitado mundo.

En Andalucía, el Plan Económico Horizonte 2000 se-ñala la importancia del sector servicios para la econo-mía andaluza y especialmente los relacionados con elocio y las actividades culturales, dada su creciente co-nexión con las actividades turísticas.

Por otra parte, el Plan Andaluz de Investigación, inclui-do en el Plan Económico, señalado antes, ha estableci-do dentro del área de Humanidades un subprogramade Ciencias y Tecnología del Patrimonio Histórico.La investigación en este campo se ver tebra en unadoble faceta:

1. Investigación científica, técnica y metodológica para lacorrecta protección y conservación del patrimonio.

2. Vinculación entre patrimonio y sociedad

Otros hechos en los que el papel dinamizador del Pa-trimonio es relevante, es en el fenómeno del desarro-llo rural, que viene de la mano del Turismo Rural. Elantiguo Plan de Empleo Rural (PER), actual AEPSA, yano es reivindicado sólo por los alcaldes para el arreglode calles, alcantarillado, alumbrado, etc, sino que sepretende, y de hecho así se está produciendo, sea uninstrumento para la recuperación y puesta en valordel Patrimonio.

Esta línea de actuación viene marcada también por lasperspectivas analizadas y marcadas desde Bruselas. LaUnión Europea, y así lo establecen los Programas FSE,FEDER, LEADER, ADAPT, y los concretos dedicadosal Patrimonio RAPHAEL, CALEDOSCOPIO 2000,etc, van dirigidos a promover el desarrollo de las re-giones más deprimidas, los primeros, y a desarrollarlos hechos patrimoniales y culturales, los segundos. Ellibro Blanco de Delors 2 ya apunta como un conside-rable yacimiento de empleo todo lo relacionado conel desarrollo del Patrimonio Cultural y marca la nece-sidad de que Europa sea sensible a la promoción deeste Patrimonio como instrumento de desarrollo localy de la actividad ocupacional.

Ahí están las esperanzas y desafíos de un sector cadavez más en alza, pero que cuenta con importantes ré-moras, que le vienen de una tradicional despreocupa-ción por parte de los organismos responsables. En laspáginas siguientes vamos a tratar de señalar el estadode la cuestión, fundamentalmente con el objetivo depresentar las fuentes documentales existentes en laprovincia. Conocer nuestro patrimonio para poderprotegerlo, utilizarlo y difundirlo. Aunque daremos unrepaso general a los Archivos y las Bibliotecas, en esteartículo nos centraremos en los Archivos y esencial-mente en los de ámbito local de la provincia de Cádiz.Ocasiones habrá de recorrer otras fuentes de infor-mación e incluso aquí se señalarán algunos caminosque pueden ser transitados por investigadores e inte-resados.

Las Instituciones de Patrimonio: Archivos yBibliotecas

Estas instituciones pueden definirse como serviciosbásicos en cualquier comunidad. El grado de desarro-llo de una sociedad puede medirse incluso medianteel índice de lectura de una población, o la capacidadpara asegurar el acceso a la lectura, o el estado deconservación, acceso e investigación del PatrimonioDocumental en par ticular, o el Patrimonio Históricoen general. Es decir, a partir de una serie de variables(equipamientos, recursos, personal cualificado, canti-dad de usuarios, servicios prestados, calidad del servi-cio) que establezcamos relativas a las Instituciones delPatrimonio (Archivos, Bibliotecas y Museos), podemosmedir el grado de desarrollo social. En este sentido,tenemos que concluir que, aunque en Andalucía se haavanzado bastante, nuestros índices no son acordescon el nivel de los ámbitos territoriales a los que per-tenecemos.

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En Andalucía, las Bibliotecas se concentran en las pro-vincias más pobladas y predominan en el ámbito delos núcleos urbanos. En el campo de los Archivos, po-demos señalar que están distribuidos por toda la re-gión, sin embargo, esto no quiere decir que se lespuedan considerar como tales, ya que en su mayoríason almacenes en donde se amontonan papeles sinorden ni concierto y en un manifiesto estado de dete-rioro; salvando, en el caso de los archivos municipales,a provincias como Sevilla y Huelva, que han llevado acabo un plan sistemático de organización y puesta enservicio de estos importantes órganos administrativosy fuentes documentales. Hay casos, como el de Cádizen el que se inició un plan de organización pero quepor distintos factores fue abandonado. Mientras queen las dos primeras provincias mencionadas con ante-rioridad se continuó dicho Plan, por estar más avanza-do y con unos resultados ya tangibles, en Cádiz, la fra-gilidad del Plan sin un apoyo decisivo por parte de laDiputación, dio al traste con lo iniciado. Las conse-cuencias fueron que una importante inversión públicafue dilapidada por falta de continuidad, y a excepciónde los archivos que introdujeron en sus plantillas atécnicos especializados, como fue el caso de Sanlúcary Chiclana, en los restantes que fueron organizados, setendrá que desandar los pasos andados o, seguramen-te, volver a empezar, e incluirlos dentro de un nuevoPlan, con lo que retrasará la ejecución del nuevo pro-yecto, no rentabilizándose el gasto realizado.

En cuanto al Sistema Bibliotecario, tenemos por unapar te la Biblioteca Provincial, que es la cabecera delsistema a nivel provincial, y las Bibliotecas Municipales,que forman par te de la red de Bibliotecas y se en-cuentran incluidas en el Centro Coordinador de Bi-bliotecas, organismo que dependió durante bastantetiempo de las Diputaciones. La realidad provincial ha-ce posible la presencia de importantes bibliotecas mu-nicipales, que están fuera del Centro Coordinador :como son el caso de la Biblioteca Municipal de Jerez3,con su ya consolidada red, la Biblioteca Municipal deCádiz, la de El Puerto de Santa María, la de Algeciras.Luego existen algunas Bibliotecas de Organismos eInstituciones, unas públicas como son el caso de la Bi-blioteca Lobo de San Fernando, la Biblioteca del RealObservatorio4; existen otras bajo la tutela de entida-des privadas, como la Biblioteca de Temas Gaditano;de titularidad religiosa como la Biblioteca del Semina-rio; Biblioteca como la de la Real Academia de BellasArtes5, la del Casino Gaditano o del Ateneo, la Biblio-teca de la Facultad de Medicina6, la red de bibliotecasuniversitarias7, etc.

En 1993 se terminó el primer Plan de Bibliotecasque completó la creación de Bibliotecas PúblicasMunicipales en todos los municipios andaluces demás de 5.000 habitantes.

A partir de 1994, se desarrolla una serie de programasorientados a la mejora del servicio bibliotecario y aldesarrollo de la red de Bibliotecas andaluzas. Para ello,se continuaron los programas de nuevas dotaciones bi-bliográficas, nuevos equipamientos y el programa deautomatización de las Bibliotecas cabeceras de la red.

En el ámbito regional tenemos que destacar la Bi-blioteca de Andalucía con sede en Granada8. Con-forme al Decreto 325/1984 de 18 de diciembre queregula las normas de funcionamiento del DepósitoLegal, la Biblioteca de Andalucía viene registrandocuantas publicaciones se editan en nuestra región.Con el objeto de difundir dichas publicaciones la Bi-blioteca edita los “Boletines de Depósito Legal” condos series:

1. Monografías2. Publicaciones periódicas

Desde 1991 se colabora con el Ministerio de Cultu-ra en la realización del Catálogo Colectivo del Patri-monio Bibliográfico, con 10.400 unidades de regis-tros bibliográficos, fundamentalmente referidos aBibliotecas de Granada.

Las Herramientas genéricas de medición delPatrimonio Documental: El Censo-guía deArchivos

El ingente patrimonio documental español y su aqui-latamiento ha sido una preocupación constante detodas aquellas personas que de un modo u otro te-nían que ver con su custodia y puesta en servicio, enespecial a partir de mediados del siglo XIX. Es desdeese momento cuando, la ciencia para unos y técnicapara otros conocida como Archivística, comienza asentar sus principios más sólidos, lo cual no quita quecon anterioridad no existieran criterios o fundamen-tos en los que basar la práctica de la organización yla descripción de los documentos. En España, afortu-nadamente hemos tenido siempre una cier ta preo-cupación ordenancista respecto de éstos y ahí estáncomo antecedentes el Código de Las Siete Par tidaso la creación del Archivo de la Corona de Aragón9,o el de Simancas en el siglo XVI, como reservoriodocumental de la Corona de Castilla.

Los archiveros, como responsables directos de losdocumentos, se han afanado por desentrañar esamasa de papeles que se han ido atesorando en losdistintos tipos de archivos. Unas veces, la prácticaarchivística o los conocimientos imperantes reco-mendaba la catalogación de los documentos, y seobtuvo mucha información de muy pocos documen-tos. En cambio, el avance producido en la archivísti-ca en los últimos cuarenta años nos ha basculadohacia otros procedimientos a la hora de cumplir conla máxima del archivero, que no es otra que la deservir los documentos. Hoy ya en el siglo XXI nosatrevemos a hablar de tratamiento de la informa-ción, proceso que en tiempos no muy lejanos podíahaber sido condenado como herético.

Los instrumentos de descripción han ido evolucio-nando, así como la escala de prioridades, y es co-múnmente aceptado que para hacer un diagnósticode la situación, que nos ayude a tener una primeravisión de qué es lo que poseemos, debemos realizar

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un Censo-Guía, medio básico para tener una pano-rámica de las fuentes documentales en distintos ám-bitos territoriales, bien nacional o autonómico. Peroel Censo tendrá validez siempre y cuando esté ac-tualizado y nos garantice calidad en la informaciónque nos emite.

Actualmente, con los sistemas tecnológicos a nues-tro alcance, ello es posible con cier ta facilidad y co-modidad, haciendo viable un alto nivel de difusión aun espectro de usuarios hasta hace muy poco tiem-po impensable.

Esta herramienta debe estar, por tanto, bien engra-sada y dentro de una maquinaria tecnológica congrandes potencialidades, puesto que si no es así yno la tenemos al día puede manifestar aún más lasdeficiencias y los fallos.

Los escasos medios que se dedican a este campohace que tengamos que recurrir a instrumentos dedescripción que abarquen un mayor número de ar-

chivos, aunque se transmita una menor profundi-dad en la información. El Censo-Guía pretendeabarcar una amplia banda de tipos, sobre los quenos dará una mínima información. Pero es un pri-mer paso y no por ello menos impor tante. Tam-bién la Guía de Teléfonos nos da una informaciónmuy reducida sobre nuestras vidas, pero cuántautilidad tiene!

Entre los años 1960 y 1970 y con la coordinaciónde la Inspección General de Archivos, a cuyo frenteestaba Antonio Matilla Tascón, se realiza el Censo-Guía de Archivos Españoles. Luis Sánchez Belda,siendo Director General de Archivos y Bibliotecas,señala en su prólogo10 cuáles eran los tipos a losque se habían acudido: esencialmente “los archivosmunicipales y parroquiales, normalmente los menosconocidos y de más difícil acceso(...) Hemos exclui-do los archivos del Estado y, buena par te de los ca-tedralicios y diocesanos por considerar que son más

conocidos o que, al menos, cuentan con otros me-dios de información y, en general en ellos resultamás fácil el acceso.” A pesar de las lagunas se optópor su publicación porque sin duda repor taría mu-cho beneficio a la investigación histórica.

La información que aporta este Censo es en primerlugar datos de localización del Archivo, y a continua-ción mención de las series contenidas, volumen y fe-chas extremas. Se entendía que con esos datos bási-cos se daban las pistas sufic ientes para que elhistoriador valorara si el fondo era de su interés ono. A falta de pan buenas son tor tas, que diría elcastizo. Sin duda, este instrumento es una toma delpulso de los archivos, y si se realiza de forma co-rrecta da una información muy valiosa en primer lu-gar para la Administración de Archivos, que puedeconocer y comprender la situación y valor de losfondos documentales y establecer a partir de ahí laslíneas de actuación, y, en segundo lugar, a los usua-rios se les aporta unos datos mínimos, pero en mu-chos casos esenciales, para encaminar o no una in-vestigación o consulta hacia determinados fondos.

Pero además, y ya venía a bosquejarlo Sánchez Bel-da, el Censo cumple un papel impor tante comoinstrumento de tutela del Patrimonio Histórico. Lapublicación del Censo viene a representar un testi-monio de lo que existe , siendo de esta forma unmedio útil para proteger el Patrimonio Documental.Sería conveniente, en este sentido, realizar estudioscomparativos de los distintos Censos o de las ante-riores encuestas que se encargaban desde la Admi-nistración. Algunas pérdidas de documentos impor-tantes sa ldr ían a la luz y mostrar ían de formapalpable cuál ha sido la preocupación de las institu-ciones propietarias de los fondos por su conserva-ción o acrecentamiento11.

En los últimos veinte años hemos avanzado bastante,aunque no todo lo que sería necesario, en la protec-ción del Patrimonio Histórico en general y en par ti-cular en la organización de archivos, fundamental-mente en los de la Administraciones Públ icas .Mejores locales, más presupuesto, más profesionales,dan como resultado una mayor conservación de losdocumentos y un mejor servicio, con lo que los ciu-dadanos salen beneficiados al poder acceder con ma-yor facilidad y comodidad a documentos que bien leatañen personalmente, puesto que están incluidos enexpedientes administrativos que le afectan directa-mente, o bien al conocimiento de periodos y activi-dades pasados que pueden de algún modo tener unaclara influencia en su devenir cotidiano.

La historia como materia de más amplio espectro,pero también la geografía, la política, el derecho, lamedicina, la asistencia social, la protección del medioambiente, la meteorología, la economía, la demogra-fía, las mentalidades, la biografía, y quién sabe si labiotecnología o la genética, de tanta actualidad hoy,en fin, no pararíamos de relacionar facetas del cono-cimiento humano que se pueden ver favorecidas conunos archivos organizados y puestos en uso público.

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Estado del Archivo antes de suorganización y Archivo Municipal

una vez organizado

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Un documento tiene un verso y un reverso, peromiles de lecturas. Los archiveros hemos podidocomprobar como aquel documento, cuya capacidadde información se consideraba agotada, vuelve a ob-tener nuevas interpretaciones por los investigadoresy usuarios, de tal forma que podemos afirmar quelas modas y las tendencias en el campo de la histo-riografía han pasado una y otra vez sobre los mis-mos documentos.

A pesar de los avances que se han llevado a cabo,sólo tenemos que realizar una comparación entredistintas informaciones que nos aportan los Censosrealizados, o las encuestas, sobre fondos documen-tales, para comprobar como el Patrimonio Docu-mental se ha degradado por pérdidas, descuidos, ex-polios, ignorancia o falta de previsión.

Al repasar esa información de periodos anteriores senos pueden poner los dientes largos, si no nos chirrían,ante la merma de importantes series documentales12.

En el primer Censo sólo se apor taron datos de losarchivos municipales de Cádiz, Conil, Jerez, Jimena,San Roque, Tarifa y Vejer, que ahora nos puedenservir para estudiar la evolución de los fondos.

En el año 1983 y siendo Directora General de Archi-vos Margarita Vázquez de Parga, se planteó una revi-sión del Censo-Guía. Siguiendo las recomendacionesmarcadas por la UNESCO y el Consejo Internacionalde Archivos (CIA), se puso en marcha la realizaciónde un nueva recopilación de datos sobre archivos yfondos documentales sin excepción13. En la provinciade Cádiz se contrataron por el Ministerio de Culturaa tres técnicos para que realizaran las pertinentes visi-tas a los archivos o centros en los que se consideraraque tenían fondos documentales, que pudieran tenercierta relevancia. Esta recogida de datos, que daría lu-gar a la confección de un nuevo Censo-Guía más ac-tualizado y con una mayor amplitud de archivos, seinició en nuestra provincia en 15 municipios, los delárea de la Bahía, la Janda y el Bajo Guadalquivir. Que-daron fuera, por falta de presupuesto, los municipiosde la Sierra y el Campo de Gibraltar. Durante cuatromeses se recogieron los datos pertinentes, de la me-jor forma que los escasos medios otorgaban, a lo quehabía que añadir las dificultades que se encontrabanen una falta de planificación, o las resistencias que seplanteaban ante una realidad nefasta y desacostum-brada a tener cualquier tipo de interés.

La colaboración fue diversa y los obstáculos fueronsuplidos por el entusiasmo y la dedicación de los en-cargados de recopilar los datos. Desde ser recibidoscomo si fueran inspectores de hacienda encubiertosal mayor desprecio o desgana, los prospectores dela información realizaron una labor paciente con laclara idea y objetivo de dibujar un panorama lo máscercano a la realidad del Patrimonio Documental. Elreducido tiempo del que se contaba actuaba encontra de una mayor calidad de la información. Encualquier caso, la realidad superaba a cualquier fic-ción que pudiéramos imaginarnos, con lo que los

datos que se apor taban presentaban poca informa-ción en profundidad ante el estado generalizado dedejadez en el que se encontraban montones y mon-tones de papeles abandonados a su suerte. Poca in-formación en profundidad, pero mucha informacióngeneral, que, en todo caso, aportaba un nuevo son-deo del estado de los fondos documentales.

Los objetivos marcados en el anterior Censo se re-petían y podemos decir que poco se había realizadodesde entonces. De nuevo tomábamos la tempera-tura a los archivos, a más archivos que antes y conmejores instrumentos, y los resultados daban que elenfermo continuaba con las mismas patologías y conla clara impresión de que habría que aplicarle, comomínimo, la respiración asistida.

Aquellas encuestas se realizaban sobre modelos reco-mendados por el CIA, y se incardinaban en el primerPlan de Informatización de Archivos que pretendíatratar toda esta vasta acumulación de información conlas nuevas herramientas informáticas, que mejoraríansin duda la conservación y el acceso a los archivos ydocumentos. De este Plan sin duda el gran beneficia-do fue el Archivo General de Indias (AGI), que, con elhorizonte de la celebración del V centenario del Des-cubrimiento en el año 1992, recibió una importanteinversión. Pero también, esta atención sirvió para pro-vocar fenómenos en cadena: Se desarrollaron planesprovinciales de organización de archivos municipales,se promocionó la formación de archiveros –en Anda-lucía se crea por la Administración Autónoma y con lacolaboración de la Universidad de Sevilla el primercurso de archiveros para postgraduados (1984), queluego se convirtió en el actual Máster de Archivística,y a ello se añadieron innumerables cursos y jornadas–,se empezó a legislar sobre la materia, siendo Andalu-cía la que marcara la pauta con la primera ley en Espa-ña sobre Archivos en el año 1989. Podemos decir queen la década de los ochenta los archiveros y los archi-vos empiezan a salir de las catacumbas.

El Censo-Guía fue retomado por la Junta de Andalucíauna vez realizadas las transferencias y en 1984-1985con una mayor duración en la recogida de datos secompletó en aquella par te de la provincia en donde

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Detalle privilegio Rodado

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no se realizó durante la primera fase. Una vez com-pletado el Censo se fue con posterioridad actualizan-do periódicamente, el resultado lo podemos compro-bar en el Censo-Guía que dispone el Centro deInformación Documental de Archivos (CIDA), depen-diente de la Subdirección General de Archivos del Mi-nisterio de Educación y Cultura. Este Censo está ac-tualmente disponible en Internet, en la pagina delMinisterio de Educación y Cultura, en ella podemosacceder al Centro de Información Documental de Ar-chivos (CIDA) y al Censo Guía de Archivos, Guía deFuentes Documentales o Bibliografía de Archivos14.

Muy de pasada, puesto que la información con ma-yor amplitud podemos obtenerla en el sitio citado,realizaremos un ligero comentario sobre los datosque aporta el Censo para la provincia de Cádiz. Apa-recen algo más de 400 registros. Debemos adver tirque la información no está del todo actualizada conlo que pueden aparecen centros ya inexistentes ofondos que han sido transferidos al AHP, o direccio-nes que han cambiado15, o importantes fondos quefaltan inexplicablemente. Por subsistemas de archivospodemos obtener la siguiente información:

• Archivo de la administración central: Órganoscentrales del Estado. Aparece un archivo, el deCapitanía General de la Región Militar Sur (Sevi-lla), San Fernando. A este archivo se ha trasladadorecientemente, con la oposición de impor tantessectores de opinión, el archivo existente en el Go-bierno Militar, que contenía entre otros el de laJunta Provincial de Fortificaciones.

• Archivos de la Administración Central: Órganosperiféricos:

– Delegación provincial de Estadística (1904-1982)– Delegación provincial de Abastecimiento y Trans-

porte (1941-)

• Archivos Judiciales: aparecen registrados 7816

– Notariales y Registrales: 18

• Archivos de Prisiones: 4 (fechas límites 1936-)– Centro Penitenciario de Preventivos de Cádiz (ya

desaparecido)– Centro Penitenciario de El Puerto de Santa María – Centro Penitenciario de Cumplimiento de El Puer-

to de Santa María

• Archivos Militares: 3– Archivo del Real Instituto y Observatorio de la

Armada (San Fernando)17

– Archivo Histórico del Instituto Hidrográfico de laMarina18

– Capitanía General de la Región Militar Sur SevillaSan Fernando (ya citado)19.

•Archivos de la Administración Local: 45– Archivo de Diputación 120

– Archivos Municipales 44

•Archivos Eclesiásticos: 8221

– Parroquiales 64

– Monásticos 9– Catedrales y Colegiatas 1– Cofradías y Asociaciones Religiosas 7

• Hospitales: 15

• Centros Benéficos 7

• Entidades Bancarias 9

• de Empresas 63

• Partidos Políticos 3

• Sindicatos y Patronales 5

• Medios Comunicación 3

• Nobiliarios 1

• Personales y Familiares 2

• Centros Docentes 35

• Instituciones Científicas e Investigadoras 5

• Asociaciones 23– Colegios profesionales 1– Asociaciones Culturales 4– Recreativas y Deportivas 7– ONGs 1

• Cámaras Agrarias 23

No podemos olvidar que en Archivos Nacionales(Histórico Nacional, General de la Administración,Simancas, General de Indias, etc.) podemos encon-trar importantes fuentes documentales referidas a laprovincia. Una buena puer ta de entrada es la direc-ción de la página web ya citada cuando hablamosdel Censo Guía de Archivos.

El Censo Andaluz de Archivo

Ya hemos señalado antes como en época más re-ciente se retomó la idea por parte del Ministerio deCultura de realizar y actualizar los datos existentessobre los distintos tipos de archivos con el fin pri-mordial de poner esa información en los PICs (Pun-tos de Información Cultural), que cumplieron al prin-cipio una impor tante función pero queparadójicamente fueron eliminados sin que fueransustituidos por nada. Afor tunadamente, la apariciónde Internet nos vuelve a ofrecer la posibilidad de dis-poner de esos y de mejores datos con mayor facili-dad y comodidad. La tarea iniciada con el Ministeriofue completada por la Junta de Andalucía una veztransferidas las competencias correspondientes. Eneste sentido, se celebró un convenio con el Ministe-rio de Cultura en 1984 para introducir y actualizarlos datos de los archivos andaluces en los PICs, co-mo ya hemos señalado. Posteriormente, en 1985, laConsejería de Cultura puso en marcha el Censo deArchivos, un intento de completar la informaciónexistente y que en la recopilación de datos del Minis-terio había sido incompleta al no abarcar todo el te-rritorio. Este Censo se ha ido actualizando pero de

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una forma blanda o superficial. También en el año1994 se planteó un Directorio de Archivos. Estosinstrumentos de información tuvieron poca inciden-cia al no ser publicados y ser más bien herramientasde consumo interno, aunque, como ya he señalado,de escasa incidencia. En 1997, por fin se publica elCenso del Sistema Andaluz de Archivos22 y como se-ñala Antonia Heredia23 “es el instrumento de infor-mación más impor tante de entre los de su mismanaturaleza, por básico, sintético y amplio. Su impor-tancia nace de ser el vehículo obligado para el cono-cimiento global de los archivos dentro de una acota-ción ter r itor ia l s in que , necesar iamente , esténorganizados, ni descritos, aunque éste debería ser elmejor punto de partida”24. Respecto a los anteriores,par te de un nuevo proyecto, aunque por supuestocomparte unos mismos objetivos y básicamente unamisma estructura. La diferencia esencial, es que ésteatiende sólo a los archivos del sistema andaluz, de-jando fuera a sistemas importantes de archivos comoson los estatales, eclesiásticos, privados... etc. Pode-mos afirmar que se ha realizado de forma concienzu-da, con unos límites abarcables y publicado en uncor to espacio de tiempo25, consiguiéndose que losresultados no fueran caducos antes de ver la luz, co-mo es el caso, en parte, del Censo nacional, que porsu falta de actualización nos ofrece unos datos quecomo mínimo debemos poner en cuarentena, dichotodo ello sin ánimo de restar otros valores que tiene.La presentación, en el XIV Congreso Internacionalde Archivos celebrado en Sevilla los días del 21 al 26de septiembre de 2000, de su versión en Internet–CÉNSARA26– que permite un mejor acceso y unacasi actualización en línea, lo cual le da a esta herra-mienta la verdadera potencialidad que debe tener enaras a un mejor servicio en relación a la tutela, la in-vestigación, y, en resumen, el acceso a los magníficosbancos de datos que poco a poco se ponen a dispo-sición de cada vez un mayor número de personas, yque son constitutivos de nuestro patrimonio docu-mental. Una cuidada y ágil presentación de la infor-mación nos ofrece mayor credibilidad y es indicativodel inmenso trabajo que se encuentra detrás de estemundo cada vez más virtual.

Como complemento indispensable al Censo, se hapublicado BÍBARA, Bibliografía archivística andaluza,en la que se recoge toda la producción en este cam-po desde 1978. Este recurso de información de tan-ta utilidad se puede encontrar tanto en formato delibro como consultarse en la misma página web delArchivo General27. En ésta, sin duda, el acceso esmás interactivo y versátil.

En este caso, a diferencia del Censo, que sólo es delos archivos del Sistema Andaluz, se vuelcan los re-gistros bibliográficos sobre cualquier tipo de archivodel ámbito andaluz, con la limitación de las fechasque abarca (1978-2000), y se estructura en un capí-tulo dedicado a bibliografía institucional (legislacióny censo); un capítulo para cada una de las provin-cias andaluzas con apar tados referidos a tipos dearchivos (estatales, universitarios, locales, eclesiásti-cos, privados); y un capítulo dedicado a bibliografía

temática en donde se recogen aspectos tan diver-sos como Congresos, Jornadas, Manuales, Historiade la Archivística, Normalización, Fuentes Docu-mentales, etc. Cierra el texto el correspondiente ín-dice de autores y gráficos en donde se analizan laevolución de la producción bibliográfica. El resulta-do es la puesta a disposición de los usuarios de unamanera sistematizada un número real de registrosque asciende a 1297 títulos, que si cotejamos conlos gráficos que se nos presentan al final, podemoscomprobar que la evolución es positiva pues se pa-sa de 15 títulos publicados en 1978 a 87 en el año1999. Ello nos da esperanzas y fuelle para seguirapor tando un servicio digno a los ciudadanos, loscuales nos exigen cada vez más, como responsablesdirectos de la gestión documental y del patrimonio,una calidad en la atención y en el acceso, que re-percute en una mayor y mejor valoración de nues-tro trabajo y de la materia prima sobre la que loejercemos: buenos recursos de información, baseesencial para el desarrollo del conocimiento de lasociedad actual y venidera.

Y como no hay dos sin tres se ha publicado el Direc-torio de Archivo del Sistema Andaluz28, en donde serecogen la dirección y el responsable de cada archivopor provincia. Para nuestra provincia hay contabiliza-dos 57 archivos: 11 autonómicos; 3 estatales, 43 dela administración local (no se han contemplado, poromisión u error, ni San José del Valle ni Setenil).

Breve análisis de los Archivos de la provinciade Cádiz

A principios de los años ochenta la situación archi-vística en la provincia de Cádiz se caracterizaba poruna dejadez absoluta. Sólo podemos considerar queeran archivos en estricto sentido el Archivo Históri-co Provincial (AHPC), creado oficialmente por elDecreto 746/1975, de 6 de marzo29, aunque tuvieraantecedentes en el Archivo Histórico de Protocoloso en el de la Delegación de Hacienda; y en cuanto alos archivos de la administración local el de la Dipu-tación provincial, aunque con una larga tradición depersonal a cargo del archivo, prácticamente desdesu instalación en septiembre de 1813, no contabaen ese momento con un técnico de archivos; sí erael caso del Archivo Municipal de Cádiz, que, sin em-bargo, estaba en una situación deplorable. Otros ar-chivos con personal cualificado eran el Archivo Mu-nicipal de El Puer to de Santa María; y el Municipalde Puerto Real, y algo después el de San Fernando.En el campo religioso30, en donde podemos encontrarfuentes de información muy relevantes y bastante utili-zadas, están por una parte los parroquiales, custodia-dos por los respectivos párrocos. En líneas generalesse encuentran bien conservados y al tener unas seriesdocumentales muy claras y controladas son archivosde los que se pueden obtener una alta rentabilidad in-vestigadora. En el ámbito provincial, podemos encon-trar a los diocesanos de Cádiz, por una parte, y el deJerez, por otra. Éste último, ha venido aplicando la ins-

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trucción dada por la Conferencia episcopal31 para laconcentración en instalaciones apropiadas y bajo lacustodia y servicio de un archivero eclesiástico de losfondos de los archivos parroquiales de la diócesis conuna antigüedad mayor al año 1900.

En cuanto a los privados, tenemos en nuestra provin-cia a uno de los más importantes archivos nobiliariosde España: el Archivo Ducal de Medina Sidonia32.

La Comunidad Autónoma de Andalucía recibe lastransferencias de competencias en materias de cul-tura por diversas normas33 y los archivos empiezan atener mayor atención , aunque no toda la deseable.En Cádiz, la Diputación provincial aprueba en el año1984 el Plan de Archivos Municipales (POAM) y es-tablece una programación para que en el año 1992estén todos los archivos municipales organizados.Por cambios en los intereses políticos, reducción depresupuestos, y con el argumento erróneo de loque ordenaba la Ley conocida como de Diputacio-nes34, en la que se establecía un marco de relacionesy de separación de ámbitos de actuación entre laJunta de Andalucía y las Diputaciones, se consideróque el patrimonio documental era competencia dela Junta. Sin embargo, en Diputaciones como la deSevilla y la de Huelva en las que se había apostadofuertemente por la recuperación del patrimonio do-cumental local y por la puesta en servicio de los ar-chivos municipales, se ampararon en aquel apartadode la Ley en que mencionaba que las Diputacionesatenderían a los municipios pequeños sobre todo losde menos de veinte mil habitantes. Su interpretaciónresultaba válida y lógica de acuerdo con lo que mar-caba la Ley de Bases de Régimen Local35 como fun-ciones y competencias que deben ejercer las Diputa-ciones provinciales. Lo cier to es que la ley deDiputaciones facilitó el que algunos responsables polí-ticos, con cortedad de vista e intereses puestos en lapolítica de cascabel y de fuegos ar tificiales, echaranpor tierra lo poco que se había avanzado, dilapidandoesfuerzos y recursos a mucha costa conseguidos.

De 1985 a 1989 que duró el primer POAM en Cádizse organizaron los archivos municipales de Alcalá delos Gazules, Algar, Benaocaz, Chiclana, Chipiona yMedina Sidonia. No se concluyeron otros archivos enlos que se inició la organización como fueron los ca-sos de Rota, Sanlúcar, Torrealháquime, Trebujena, Ve-jer. Suspendido el POAM en 1989, se paralizó desdela administración provincial una importante labor derecuperación y puesta en servicio de los fondos do-cumentales locales, y toda la planificación realizada sevino abajo por las causas ya apuntadas arr iba. En1996, con una nueva Corporación en la Diputación,se planteó desde su Archivo retomar el POAM; afor-tunadamente podemos decir que de nuevo estamosen el camino, largo y sinuoso, de organizar los archi-vos locales de nuestra provincia. Los resultados ya sedejan notar en tan poco tiempo, puesto que se hanfinalizado archivos que quedaron sin terminar y sehan organizado otros nuevos, además los inventariosse han publicado con lo que podemos disponer de larigurosa información que sobre el fondo y las series

documentales que componen el archivo organizadoy descrito nos apor ta los inventarios o los instru-mentos de descripción realizados.

Como centros públicos con fuentes de informaciónmás relevantes daremos un repaso al Archivo Histó-rico Provincial y al estado de los archivos de admi-nistración local en la provincia. Fuera quedarán paraotra ocasión los eclesiásticos y los pr ivados, quecuentan con impor tantes fuentes de información,pero que merecen mayor atención que la que aquíle podemos dedicar.

Desde la Junta de Andalucía se debería realizar unacampaña de adecuación de la información y de ac-tualización continua, de estos otros archivos, tal co-mo se ha hecho con los archivos per teneciente alSistema Andaluz.

El Archivo Histórico Provincial

Sin lugar a dudas, el AHPC es el archivo de mayorrelevancia en el ámbito gaditano por la importancia ydiversidad de sus fondos. Contiene como núcleocentral los Archivos de los Registros Públicos, en elque destaca el Archivo de Protocolos, con documen-tos notariales de prácticamente toda la provincia.Quedan por incorporar dos fondos importantes co-mo son los de Jerez y Algeciras, por la resistencia, enpar te absurda, de los responsables locales, que notienen reparo en negarse a estas transferencias enaras de una defensa de hechos diferenciales, dentrode una singular provincia en que estos recelos localis-tas o comarcales están a flor de piel; y no tienen re-paros en tener completamente abandonados, en unasituación que roza la ilegalidad, los fondos realmentede su propia competencia. Los distintos distritos no-tariales abarcan fechas límites que se inician en el si-glo XVI y llegan hasta la actualidad, con los 100 añosde restricción de acceso que tiene este tipo de do-cumentos. Hay pérdidas muy reseñables como la deldistrito de Sanlúcar, con Trebujena y Chipiona, quese perdió junto con parte del municipal en los suce-sos de enero del año 1933, en que fue incendiado.Del valor de esa documentación podemos hacernosuna idea por la impor tancia que ha tenido Sanlúcardesde el descubrimiento de América. Otro archivode distrito también incendiado por motivos de ordenpúblico en 1936 fue el de Grazalema. Este archivoincorporaba información relativa a Benaocaz, Ubri-que y Villaluenga, las cuatro villas hermanas, y que ju-garon un papel importante y relevante en la historiaprovincial. El expolio de este patrimonio, al que sueleir parejo el municipal por estar en su mayoría ubica-dos en un mismo edificio, y por motivos plenamenteirracionales, han mermado la riqueza de la informa-ción que hoy podríamos tener sobre esos lugares,perdiéndose significativos testimonios y señas deidentidad. Tendrá que ser por otras vías por las quepodamos recuperar en par te información relativa aestos lugares, acudiendo a los archivos nacionales o alos privados, en aquellos casos en los que estos mu-nicipios per tenecieran a algún señorío. Este camino,

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de todas formas, debe ser recorrido para realizarcualquier investigación o recuperación de informa-ción, pues es sabido que en un único archivo no lo-calizaremos todos los datos que podamos necesitar.

Otros fondos son los de la Administración Periféricadel Estado con documentos de Agricultura, Comer-cio, Cultura, Educación, Hacienda, Industria, Informa-ción y Turismo, Interior, Obras públicas, Presidencia,Sanidad, y Vivienda, con fechas límites mayoritaria-mente de los siglos XIX y XX, aunque hay algunassecciones del XVIII o del XVI como es el caso de laJunta Provincial de Beneficencia, cuya documenta-ción se compar te con la existente en el Archivo dela Diputación provincial.

La Administración Periférica de la Junta de Andalucíacontiene los fondos de las Delegaciones creadas a ra-íz de la constitución de la Comunidad Autónoma, porlo que su información es relativamente reciente, aun-que ha podido recoger algún antecedente previo.

La Administración Institucional del Estado contienedocumentos como los de la Organización Sindical, laComisaría de Abastecimientos y Transportes, el Ins-tituto de Conservación de la Naturaleza (ICONA),el Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario (IRY-DA), etc, todos de este siglo. Y la AdministraciónInstitucional de la Junta de Andalucía en parte here-dera de los anteriores: Instituto de Reforma Agraria(IARA) o el Servicio Andaluz de Salud (SAS).

Otro fondo es el de Instituciones del MovimientoNacional con la Jefatura Provincial del Movimiento,la Sección Femenina o La Voz del Sur.

Por otra parte, la Administración Corporativa reúnefondos como la interesante documentación de losColegios Profesionales; es el caso del de Arquitec-tos, o las Cámaras de propiedad urbana.

Todo esto en cuanto a los archivos públicos, respec-to a los privados se encuentran fondos y coleccionesde asociaciones y fundaciones, empresas, archivos re-ligiosos, con documentos desde finales del siglo XVI.Por último posee una sección de documentos figura-tivos con mapas y planos de los siglos XVIII-XX y fo-tografías desde los años sesenta de este siglo.

Faltan muchos fondos por integrarse, pero si quere-mos conocer la realidad pasada de la provincia tene-mos que acudir a este gran contenedor de datos, ver-dadera memoria provincial que es el AHP, mejoradosensiblemente en sus nuevas instalaciones de la Casade las Cadenas, una vez fue trasladado en 1987 desdela planta baja del Palacio de la Aduana, sede de la Di-putación provincial. Sus instalaciones adecuadas y laprofesionalidad de su personal cubren con creces lasdeficiencias o la escasez propias de este tipo de insti-tuciones. La Guía del Archivo36 es una primera puertaque debemos traspasar para hacernos una idea de laglobalidad de sus fondos, pero otros instrumentos dedescripción (inventarios, catálogos, índices), por su-puesto desiguales dependiendo de los archivos, nos

esperan para darnos más detalle o centrarnos más so-bre nuestro objeto de búsqueda. Una búsqueda quepuede ser muy intensa en sus más de 65000 unidadesde instalación ente libros y cajas.

Los archivos de titularidad autonómica

Dentro de los archivos de titularidad autonómicaestán el de la Delegación provincial de Economía yHacienda y el de la Delegación provincial de ObrasPúblicas y Transpor tes. Además están conceptua-dos como depósitos –es decir, no consiguen la ca-tegoría de archivo con todas sus consecuencias– losde las restantes Delegaciones de la Junta de Anda-lucía (Agricultura y Pesca; Cultura; Educación; Go-bernación; Medio Ambiente; Salud; Trabajo e Indus-tria; Turismo y Deporte) siempre referido a la fechade recogida de datos. Se pueden producir variantes,bien por transferencias de documentos al AHPC,bien por traslado del archivero, bien por modifica-ción de la estructura de la Junta de Andalucía, co-mo es el caso de no contemplarse en ésta la pre-sencia de la Delegación de Justicia, creada en laúltima remodelación gubernamental. En cualquiercaso, en la página de Internet, ya señalada, en don-de se recoge CÉNSARA, la información puede es-tar más actualizada.

El Archivo de la Delegación de Economía y Hacien-da tiene 346 m con 14.852 unidades de instalación,y fechas extremas de 1975 a 1999. Dispone de unInventario mecanografiado.

El Archivo de la Delegación de Obras Públicas yTranspor tes tiene 1.127 ml. con 7831 unidades deinstalación, y fechas extremas de 1946 a 1994. Dis-pone de Inventarios.

Las demás Delegaciones disponen de depósitos dearchivo en vez de archivo propiamente dicho, paraseguir la terminología empleada en el Censo. Dispo-nen de un total de 34.44,3 metros lineales (m) y las

Archivos de la Administración Autonómica

Nombre Fechas Unidades Metros Instrumentosextremas de instalación lineales de descripción

Archivo Economía yHacienda 1966-19951 4852 346 Inventario

Archivo Obras Públicas y Transporte 1946/1994 7831 1127 Inventario

Depósito Agricultura y Pesca 1988-1994 1200 100

Depósito Cultura 1976-1995 1453 202

Depósito Educación ¿? 2250 335 Índices

Depósito Gobernación 1962-1996 3601 442,9

Depósito Medio Ambiente 1983-1995 2975 150

Depósito Salud 1972-1995 5960 641 Inventario

Depósito Empleo y Desarrollo Tecnológico 1940-1996 11715 1520 Inventario

Depósito Turismo y Deporte 1996-1995 638 53,4 Inventario

Total 52475 4917,3

Fuente Censo del Sistema Andaluz de Archivos. Año 1997 y revisión de 1999 en Cénsara

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fechas extremas vendrían en algún caso desde losaños cuarenta, siendo lo general desde los años se-senta. Debemos tener en cuenta que mucha de ladocumentación de estas Delegaciones puede en-contrarse en el AHPC, por lo que es necesario co-tejar entre los distintos fondos la información quenos interese localizar.

El personal técnico brilla por su ausencia. En todas es-tas Delegaciones de la Junta de Andalucía sólo existeun Ayudante de Archivos (Obras Públicas) y dos au-xiliares administrativos. Todo el peso se descargaráentonces sobre el AHPC, en donde con tres facultati-vos de archivos deben controlar toda esta masa dedocumentos incontrolados, al funcionar como archivointermedio de la administración e histórico.

Se menciona también en el Censo la Biblioteca Pú-blica provincial con un fondo con antigüedad desde1847, 16 unidades de instalación y 4 m; a lo que seañade el fondo del Depósito Legal con fechas extre-mas de 1958 a 1996 y 4 m; y el de el Museo Provin-cial con fechas extremas de 1990-1996, 67 unidadesde instalación y 7 m.

Los archivos de la administración local

En los archivos de la administración local podemosencontrar una parte muy importante de todo el de-venir de la vida local. Son fuentes esenciales para elconocimiento del transcurso de la vida municipal, yque en muchos casos puede llegar a trascender esaescala reducida pero importante y servirnos para elconocimiento de sucesos de importancia nacional ointernacional. No vamos a entrar en el análisis por-menorizado de cada uno de los archivos locales dela provincia, dibujaremos aquí un breve bosquejo agrandes trazos de la situación actual, incorporando

datos básicos como son si están o no organizados, sidisponen de instrumentos de descripción y cuálesson, y las fechas extremas de la documentación desus fondos con el volumen medido en metros linea-les para que podamos hacernos una primera ideade en que situación se encuentran.

Podemos añadir además que en líneas generales lostipos de documentos que nos vamos a encontrar, enuna gran diversidad de situaciones, son los que hansido generados o recibidos por la administración enel desarrollo de sus funciones, y que podemos agru-par en 4 grandes áreas: Gobierno, Administración,Servicios y Hacienda37. En la primera área podemosencontrar la documentación en la que se refleja lasdecisiones gubernativas locales, y las recibidas deotras administraciones, aquí se localizaron series tanimportantes como las actas de gobierno. En el áreade Administración, todas aquellas series referidas ala organización y funcionamiento de la institución(secretaría, correspondencia, registro, expedientespersonales, contratación, servicios jurídicos, archivo).En el área de Servicios todas aquellas referidas aldesempeño de competencias y funciones que realizala institución y que tienen una influencia clara en laactividad local (Obras y urbanismo, abastos, consu-mo, seguridad ciudadana, sanidad, beneficencia, edu-cación, cultura, deportes, población, quintas, eleccio-nes). Por último, el área referida al funcionamientoeconómico (Presupuestos, recaudación, tributos, im-puestos, tesorería).

La situación en cada corporación varía por muchosfactores; podemos, en todo caso, establecer una pri-mera clasificación en cuanto al estado de organizacióndel archivo, de tal forma que podamos establecer unnivel de acceso a las fuentes en función de si tienepersonal técnico o no y si ha sido organizado o no. Acontinuación en tres cuadros diferentes señalaremos agrandes rasgos estas distintas situaciones.

Archivos con personal técnico

Estos 13 municipios, más la Diputación provincial,son los que afortunadamente, y salvando las diferen-cias entre las distintas situaciones profesionales quese dan, han mostrado un rigor a la hora de contem-plar en sus plantillas a técnicos que son garantes deun rico tesoro patrimonial. Sus actuaciones hacenposible la conservación y tutela de un impor tantevolumen de documentos históricos que configuranlas señas de identidad de esta provincia. Y, sobre to-do, la existencia de servicios administrativos ágiles yeficaces, que permiten no sólo a los investigadores,sino sobre todo a los administradores y a los ciuda-danos acceder a documentos organizados que sir-ven para la toma de decisiones y para la defensa delos derechos individuales y colectivos, y para la pro-moción y desarrollo del conocimiento y la cultura.

Archivos bajo supervisión del Plan de Archivos Munici-pales (POAM) 1985-2000. (Ver tabla)

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5.3.1. Archivos con personal técnico

Nombre Fechas Unidades de Metros Instrumentosextremas instalación lineales de descripción

Diputación 1494/1997 10.741 987 Inventarios y Catálogos 38

Arcos 1256/1996 1.364 240 InventarioCádiz 1263/1996 28.802 2.600 Inventario 39

Los Barrios 1836/1994 ¿? 400 InventarioChiclana 1551-1984 2.737 1.000 Inventario 40

Jerez S.XII/1980 11.424 2.700 Inventario 41

El Puerto de Santa María 1264/1988 15.804 2.648 Inventario 42

Puerto Real 1547-1991 5.887 841 Inventario 43

Rota 1806/1998 8.000 840 InventarioSan Fernando 1677/1995 10.932 1.281 Inventario 44

Sanlúcar 1511-1995 9.417 645 Inventario 45

San Roque 1502-1990 4.500 579 InventarioTarifa 46 532Vejer 47 1872/1996 190Total 109.608 15.483

Elaboración propia a partir del Censo del Sistema Andaluz de archivos

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Depósitos de Archivos. Sin personal técnico y sin su-pervisión del POAM (1985-2000). (Ver tabla)

Estos 20 municipios son los que se encuentran enpeores circunstancias en cuanto al estado de sus ar-chivos municipales. Con casos flagrantes como el deAlgeciras que con una población de más de 100.000habitantes no cuenta en su plantilla con ningún per-sonal responsable del archivo.

Conclusiones

Aunque es un tópico, o dicho común muy extendido,el Patrimonio Histórico, y sobre todo el PatrimonioDocumental, es la cenicienta de la política educativa ycultural, ya que los responsables políticos sienten esca-so aprecio por su conservación y tutela. Sólo cuandolleguemos a comprender los valores que aporta a lasociedad un Patrimonio rico y cuidado podremos sen-tirnos que pertenecemos a un mundo culturalmentesano y avanzado. Pero para ello, sin duda se debe darpaso a valorar la construcción de infraestructuras cul-turales frente a las actuaciones efímeras, muy costosaséstas en general y con dudoso rendimiento.

Pero no vamos a ser pesimistas, en estos últimos añosse ha avanzado bastante en la tutela y puesta en valordel Patrimonio Histórico. Pero este avance conseguidofundamentalmente a base de mucho esfuerzo de con-vencimiento por par te de los profesionales hacia losresponsables políticos, se encuentra en un estado quepodríamos denominar de difícil equilibrio, puesto queno existe una apuesta decidida y sin complejos por lasalvaguarda y uso de nuestro rico patrimonio docu-mental. Tristes subvenciones por parte de la Comuni-dad Autónoma, escasa participación de la provincial ydesidia por parte de la local, dibujan un panorama na-da halagüeño. Por otra parte, no existe una clara racio-nalidad ni coherencia a la hora de abordar de una vezpor todas esta cuestión. Con una actuación cooperati-va por parte de todas las administraciones responsa-bles –algo que los profesionales están aburridos depregonar– y con una inversión nada excesiva, se podríasolucionar este problema, consiguiéndose unos altosbeneficios. Lo peor es la política del sí pero no, y noabordar con seriedad el dotar a la provincia en este ca-so de unas buenas infraestructuras culturales, que todono tiene que reducirse a carreteras y ferrocarriles.

Si contemplamos el mapa de la provincia en relación alos archivos municipales, vemos que la mayor parte delterritorio provincial o tiene técnicos –esencial para elfuncionamiento de los archivos– o están de alguna ma-nera bajo la supervisión del Plan de Archivos Municipa-les. Sólo los archivos de la Sierra se encuentran en peorposición. En la Janda y en el Campo de Gibraltar, con lagrave excepción ya mencionada de Algeciras, puedensolventarse a medio plazo las carencias actuales.

Pero para que las intervenciones sean rentables se de-be aprender de los errores anteriores. Si organizamosun archivo y entregamos la llave al responsable políticoal cabo del tiempo –no habrá que esperar mucho–

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Archivos bajo supervisión del Plan de Archivos Municipales (POAM) 1985-2000

Nombre Fechas Unidades Metros Instrumentos deextremas de instalación lineales descripción

Alcalá de los Gazules 1390/1990 2.279 250 Inventario 48

Algar 1766/1996 200 60 Inventario

Benalup-Casas Viejas 1991-1997 1.000 125 Inventario

Benaocaz 1579/1996 117 55 Inventario

Bornos 1692/1995 800 Inventario 49

Chipiona 1611/1980 1.363 210 Inventario 50

Espera 1527/1990 894 310 Inventario 51

Medina Sidonia 1268/1996 1.816 512 Inventario 52

Trebujena 1516/1996 799 125 Inventario

Ubrique 1743/1991 1.749 258 Inventario 53

Villamartín 54 1556/1996 270

Total 11.017 2.175

Elaboración propia a partir del Censo del Sistema Andaluz y de los instrumentos de descripción

Depósitos de Archivos. Sin personal técnico y sin supervisión del POAM(1985-2000)

Nombre Fechas Unidades de Metros Instrumentos deextremas instalación lineales descripción

Alcalá del Valle 1903/1996 112

Algeciras 1557/1995 55 155

Algodonales 1900/1996 210

Barbate 1938/1996 50

El Bosque 1812-1996 284 75

Castellar 1549/1996 150 Inventario

Conil 1628/1986 50

El Gastor 1936/1996 290 63

Grazalema 1936-1996 106

Jimena 1815/1996 170 Inventario 56

La Línea de la Concepción 57 1870/1979 181

Olvera 1645/1996 81

Paterna de Rivera 1660/1995 85

Prado del Rey 1934-1996 167

Puerto Serrano 1820/1996 68

San José del Valle

Setenil

Torre-Alháquime 1640/1996 77

Villaluenga del Rosario 1936-1996 119

Zahara de la Sierra 1510/1996 85

Total

Censo Andaluz de Archivos

El sistema de archivos de administración local en la provincia de Cádiz

1. Plan General de Bienes Culturales de Andalucía. 1996-2000.Documento de Avance. Año 1997. Consejería de Cultura :Sevilla, 1997.

2. Crecimiento, competitividad y empleo. Retos y pistas paraentrar en el siglo XXI, 1994.

3. CLAVIJO PROVENCIO, RAMÓN La Biblioteca Municipal deJerez de la Frontera, 112 años de historia : con su primer catálo-go de sus libros reservados [s. l.] : Consejo Superior de Inves-tigaciones Científicas, Centro de Estudios Históricos Jerezanos,1986.

4. GONZÁLEZ GONZÁLEZ, FRANCISCO JOSÉ Catálogo de lasobras antiguas de autores españoles San Fernando (Cádiz): Insti-tuto y Observatorio de Marina, 1986.

5. MARTÍNEZ LÓPEZ, ROSARIO La biblioteca de la Real Acade-mia Provincial de Bellas Artes de Cádiz Cádiz: Diputación provin-cial, 2001.

6. Gestido del Olmo, Rosario “Libros relativos a América en laBiblioteca del antiguo Real Colegio de Cirugía de Cádiz” EnHispanoamérica y las Academias de Medicina Españolas. - Cádiz:Real Academia de Medicina, 1992.

7. http://biblioteca.uca.es/biblioteca.htm

8. http://www.sba.junta-andalucia.es/

9. Creado por decisión soberana de Jaime II de Aragón, en 1318.

10. Inspección General de Archivos: Censo Guía de archivos espa-ñoles. Volumen 1 Álava-Jaén. Madrid: Ministerio de Educación yCiencia. Dirección General de Archivos y Bibliotecas L.L. 1972

11. En el Archivo de la Diputación de Cádiz aparece una seriedenominada Inventarios de Archivos Municipales (1865-1976). En ella se pueden encontrar relación de documentoso “inventarios” que se realizaban en los distintos municipios dela provincia y que eran solicitados por la Administración delEstado, encargándose la Diputación de recopilar esa informa-ción. Por otra parte, desde los años treinta, la Diputación pro-vincial viene cumplimentando estadísticas relativas al archivo ya su uso. Puede ser un buen material de trabajo para conocercomo ha evolucionado el estado de conservación de las fuen-tes documentales y realizar una comparativa entre el ayer y elhoy de los fondos documentales locales.

12. Se llevaron a cabo destrucciones cruentas por motivos políti-cos, sindicales, sociales (Alcalá del Valle, Sanlúcar, Grazalema,Vejer, como más significativos, aunque hubo otras muchas en laprovincia como podemos contemplar en los datos aportadosmás adelante sobre los archivos municipales y sus fechas extre-mas), o fortuitas, así como eliminaciones programadas, comoes el caso de la Diputación de Cádiz, singularmente catastrófi-co y con la supervisión y beneplácito casi impasible del archi-vero, y con criterios que no se sostienen hoy. La escasez depasta de papel y la necesidad de reciclar el papel inservible, fue-ron utilizados como parámetros justificativos, bajo los cuales secometieron impunes sacas de documentos, que en este casode la Diputación se hizo bajo el paraguas legal y con luz y taquí-grafos, destruyéndose, según los expedientes de expurgos,desde 1917 hasta 1960 la friolera de 39248 kgs. de papel quesepamos (Cuentas de Propios y Pósitos; Expedientes de Poli-cía Urbana; Expedientes de Beneficencia; Expedientes de Quin-

tas; Expedientes de Establecimientos Penales; Expedientes deIntervención y Depositaría; Expedientes Electorales; Expedien-tes del Hospicio Provincial; Expedientes del Hospital Mora, etc,con valores aproximados podríamos señalar que se han des-truido cerca de 1 km de documentos), y detrás de los etcéte-ras se escondían anónimas destrucciones con la “finalidad pre-tendida de descongestionar el local del Archivo”

13. VÁZQUEZ DE PARGA, Margarita: “La Base de datos archivís-ticos e históricos. Hacia el sistema nacional de información dearchivos” En: I Jornadas Españolas de Documentación Automati-zada, Madrid: 1984, pp. 849-857

14. http://www.mcu.es/lab/archivos/index.html

15. Con respecto a los archivos públicos es más recomendableque contrastemos la información con la que aporta elCenso Andaluz de Archivos –más fiable– o la Guía delArchivo Histórico Provincial, que al ser un centro que actúacomo archivo intermedio e histórico tanto de la administra-ción central como autonómica aporta una mayor calidad enla información.

16. Estos archivos han sido tradicionalmente la principal fuente deinformación para los investigadores, ver comentario y análisismás adelante en el apartado dedicado al Archivo HistóricoProvincial de Cádiz.

17. http://www.mde.es/mde/cultura/patrim/archi8.htm El Institutofue fundado en 1753 como centro de investigación vinculadoa la Academia de Guardias Marinas de Cádiz, creada en 1717.

18. http://www.mde.es/mde/cultura/patrim/archi9.htm El InstitutoHidrográfico de la Marina fue creado por una ley de 30 dediciembre de 1943. Tiene documentación desde 1740 funda-mentalmente cartográfica.

19. El archivo y la biblioteca del Gobierno Militar de Cádiz ha sidotrasladado a la Capitanía General de la Región Militar Sur.Sobre su contenido se puede consultar la comunicación pre-sentada a las VI Jornadas Nacionales de Historia Militar Cáte-dra General Castaños, año 1996, por Mª GLORIA CANORÉVORA E INMACULADA CANO RÉVORA “ Los fondosdocumentales del Cuerpo de Ingenieros en Cádiz: La Biblioteca yel Archivo de su jefatura Logística Territorial”. En relación a labiblioteca ver MARTÍNEZ LÓPEZ , ROSARIO; MEDINABOZANO, MANUEL J.; GALVÁN MARTÍNEZ, Mª JOSÉ Lacolección bibliográfica de la biblioteca del Real Cuerpo deIngenieros del Exercito : (S.XVI-S.XIX) Cádiz : Jefatura Logísti-ca Territorial, 1995 y CANO REVORA, INMACULADA Lacolección bibliográfica del gobierno militar de Cádiz Cádiz :Jefatura Logística Territorial, 1998.

20. http://www.dipucadiz. Página en donde, entre otros, se pue-den consultar los inventarios de los archivos municipales de laprovincia de Cádiz.

21. Sin duda otra fuente esencial y tradicional en el campo de lainvestigación histórica. Podemos decir que hay dos centrosprincipales que son los archivos diocesanos de Cádiz y Jerez–éste tiene incluso centralizados los fondos de archivosparroquiales de su demarcación anteriores a 1900–, y luegotodos los parroquiales con disparidad de situaciones. En líne-as generales están bien organizados por tener series muy cla-ras y la antigüedad de los fondos es diversa.

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Notas

volveremos a la situación de desamparo anterior. Sedeben dotar plazas de técnicos, que son los que po-drán mantener el servicio organizado y darle rentabili-dad al laborioso trabajo realizado, que no es otro queel uso de esas importantes fuentes documentales porlos investigadores, usuarios e interesados en general.Se requiere por tanto establecer una estructura esta-ble y consolidada que propicie la fácil recuperación dela información existente en los ricos fondos documen-tales de la provincia, y su difusión. Esto permitirá enunión de otros valores del Patrimonio provincial ren-

tabilizar económica y culturalmente recursos que enmuchos casos están dormidos.

Actualmente existen medios y sensibilidades para lle-var a cabo sin excesivo coste una puesta en valor delos recursos patrimoniales existentes. Una buena con-servación y tutela hará que no perdamos esos valoresculturales y podamos atender la cada vez mayor de-manda social en estos aspectos. Ello será signo de unasociedad rica e inquieta intelectualmente.

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S22. La ley 3/1984 de 9 de enero de archivos de Andalucía (BOJAnº 4, de 10 de enero y corrección de errores BOJA nº 11, de28 de enero) establecía en su Título III art. 17 establecía laelaboración del Censo de Archivos Andaluces.

23. HEREDIA HERRERA, ANTONIA (dirección y coordinación)Censo del Sistema Andaluz de Archivos, Sevilla: Empresa deGestión de Programas Culturales. Consejería de Cultura,1997.

24. ibídem, p. 9

25. HEREDIA HERRERA, Antonia: “Aproximación al patrimoniodocumental: El Censo del Sistema Andaluz de Archivos” En : PHBoletín del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, nº 19(1997), pp. 147-150

26. Consultar la página www.aga.junta-andalucía.es

27. HEREDIA HERRERA, A. y RAVINA MARTÍN, M. Bíbara, biblio-grafía archivística andaluza (1978-2000), Sevilla: Consejería deCultura, 2000. Ver también de la misma autora “BÍBARA: ElPatrimonio documental más cerca” En: PH Boletín del InstitutoAndaluz del Patrimonio Histórico, nº 32, septiembre 2000,pp.210-214. Puede consultarse en la página web del ArchivoGeneral de Andalucía.

28. DIRECTORIO DE ARCHIVOS DEL SISTEMA ANDALUZ.Sevilla: Consejería de Cultura. Archivo General de Andalucía,2000

29. RAVINA MARTÍN, MANUEL Guía del Archivo Histórico Provincialde Cádiz, Cádiz: Consejería de Cultura, 1999. Col. Instrumentosde descripción, nº 2. En ella podemos encontrar desde la his-toria del archivo, su cuadro de clasificación, la descripciónsomera de fondos, con la correspondiente e interesante histo-ria del organismo productor de la documentación, y una ampliabibliografía sobre el edificio y sobre trabajos realizados con fon-dos del archivo, a modo de guía de investigadores. Podemosdecir que es un modelo de Guía de archivo con varios fondosbien confeccionada, aunque no se haya realizado bajo las ya exi-gibles instrucciones de la norma internacional de descripción dearchivos ISAD (G). Imprescindible para conocer el patrimoniodocumental gaditano, y necesaria para cualquier investigador.

30. ANTÓN SOLÉ, PABLO Catálogo de la sección "Gibraltar" delArchivo Histórico Diocesano de Cádiz : 1518-1806. Cádiz : Ins-tituto de Estudios Gaditanos, Diputación Provincial, 1979. Vertambién Rodriguez, María del Carmen “El archivo del Con-vento de Regina Coeli de Sanlucar de Barrameda (Cádiz)”[Resumen de la comunicación presentada al XIII congreso deprofesores-investigadores Hespérides, Los archivos andaluces,Osuna y su comarca, 19-21 Septiembre 1996].

31. Ver Guía de los Archivos y las Bibliotecas de la Iglesia en España,publicada por la Asociación Española de Archiveros Eclesiásti-cos en 1985.

32. Palacio y Archivo Ducal de Medina Sidonia Sanlúcar de Barra-meda (Cádiz) : UNED, [1999] 1 h. pleg. [6] p. Y El ArchivoDucal de Medina Sidonia : normas de uso / UniversidadNacional de Educación a Distancia.

33. RD 1075/1981, de 24 de abril; D.37/1981, de 13 de julio; D70/1981 de 30 de noviembre; RD 864/1984, de29 de febre-ro, o D. 180/1984, de 19 de junio.

34. Ley 11/1987, de 26 de diciembre, reguladora de las relacionesentre la Comunidad Autónoma de Andalucía y las Diputacio-nes Provinciales de su territorio (BOJA nº 108, de 30 dediciembre).

35. Ley 7/1985 Reguladora de las Bases del Régimen Local (BOE3 de abril de 1985).

36. Ver RAVINA MARTÍN, M. “Fuentes Documentales sobre Patri-monio Histórico en los Archivos Históricos Provinciales: el ejemplode Cádiz” En: PH Boletín del Instituto Andaluz del PatrimonioHistórico, nº 32, septiembre 2000, pp.215-219. Podemosencontrar “breves pinceladas de los AHP y la información deprimera mano que en sus diferentes secciones se contienensobre el patrimonio histórico”.

37. Ver CAYETANO MARTÍN, Mª DEL CARMEN “La documen-tación de la administración local en la Edad Moderna” En Elpatrimonio documental: fuentes documentales y archivos Cuen-ca: Ediciones de la Universidad de Castilla La Mancha, 1999,

pp. 93-115; y también en esas mismas Jornadas RODRÍGUEZCLAVEL, José Ramón “La documentación de la administraciónContemporánea”, pp. 239-269. Y PINO REBOLLEDO, F. Tipo-logía de los documentos municipales (siglos XII-XVII) Valladolid:Asociación para la defensa y conservación de los archivos,1991. Y SECO CAMPOS, ISABEL “Tipología Documentaladministrativa en el Municipio contemporáneo” En Los Archivosde la Administración Local Toledo: ANABAD Castilla LAMancha, 1994, p. 93-154.

38. SIMÓ RODRÍGUEZ, MANUEL “El Archivo de la Diputación deCádiz” En Tria nº 2 (1995), pp. 111-122.

39. “Archivos Gaditanos. Archivo Municipal de Cádiz” En BoletínBibliográfico de Historia, nº 6 (1987), pp. 5-12.

40. EXPÓSITO HERRERA, ROSA, SUÁREZ ÁLVAREZ, GUSTA-VO, y MELÉNDEZ BUTRÓN, MANUEL Inventario del ArchivoMunicipal de Chiclana de la Frontera Cádiz: Diputación Provin-cial, 1993. Colección Archivos.

41. Existe diferente bibliografía sobre el archivo, consultar Bíbara.En todo caso destacamos El Archivo Municipal de Jerez, Jerez:Ayuntamiento, 1990; ORELLANA GONZÁLEZ, CRISTÓ-BAL. Índice de las “Memorandas” del Archivo Municipal deJerez de la Frontera. Jerez de la Frontera: Ayuntamiento,1991.

42. Existe diferente bibliografía sobre el archivo y una Guía manus-crita, Entre otros se puede destacar BUHIGAS CABRERA,JOSÉ IGNACIO “La sección de “papeles antiguos” del Archi-vo Municipal de El Puerto de Santa María” En Revista de Archi-vos y Bibliotecas de Andalucía, nº 1 (1986), pp. 13-19.

43. RUANO FERNÁNDEZ, F. Y BASADRE GONZÁLEZ, P. Docu-mentos del Archivo Municipal de Puerto Real, siglo XIX [catálo-go de exposición, con catálogo de documentos]. Puerto Real,1992.

44. LÓPEZ GARRIDO, J.L. Inventario de Fondos del Archivo Munici-pal de San Fernando (1677-1984), San Fernando. Ayunta-miento, 1989.

45. RODRÍGUEZ CABAÑAS, A.L. Guía del Archivo Municipal deSanlúcar de Barrameda. Sanlúcar de Barrameda: Ayuntamiento,1988.

46. CRIADO ATALAYA, F.J. “La ordenación y catalogación de fon-dos del Archivo Municipal de Tarifa”. En Almoraima, nº 15(1996), pp. 405-414.

47. Se está finalizando la organización del archivo y el Inventarioverá la luz en el año 2002.

48. RUANO FERNÁNDEZ, Francisca, y MARTÍN MILA, Victoria(dirección: RODRÍGUEZ CABAÑAS, ANTONIO L.) Inventa-rio del Archivo Municipal de Alcalá de los Gazules. Cádiz: Dipu-tación Provincial, 1999. Colección Archivos.

49. En prensa.

50. RODRÍGUEZ CABAÑAS, A.L., Y SUÁREZ ÁLVAREZ, GUS-TAVO Inventario del Archivo Municipal de Chipiona Cádiz: Dipu-tación Provincial, 1992. Colección Archivos.

51. GOMAR TINOCO, CARMEN, Y GARCÍA DE PAREDES,PAZ (dirección: RODRÍGUEZ CABAÑAS, Antonio L.) Inven-tario del Archivo Municipal de Espera. Cádiz: Diputación Provin-cial, 1999. Colección Archivos.

52. MARTÍN MILA, VICTORIA, Y RUANO FERNÁNDEZ, FRAN-CISCA, Inventario del Archivo Municipal de Medina Sidonia.Cádiz: Diputación Provincial, 1992. Colección Archivos.

53. En prensa

54. En fase de organización, tiene un inventario cronológico anti-guo que abarca la documentación de 1556 a 1899.

55. El Fondo del Archivo Municipal se encuentra en muy mal esta-do y disperso, sus fechas extremas son 1817/1995; tambiéncontiene los fondos de protocolos notariales del distrito nota-rial de Algeciras con fechas extremas de 1557/1894.

56. DE VICENTE LARA, J.I. y OJEDA GALLARDO, M.M. “Los Fon-dos Documentales del Archivo Municipal de Jimena de la Fron-tera (1810-1985)” En Almoraima, nº 15 (1996), pp. 333-345.

57. TORNAY DE COZAR, F. “El Archivo Histórico Municipal deLa Línea de la Concepción” En Almoraima, nº 15 (1996),pp.357-366. http://www.lalinea.com/archivo.htm.