el mundo, san juan, p- r. — domingo 21 de agosto...

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pp r. : EL MUNDO, SAN JUAN, P- R. DOMINGO 21 DE AGOSTO DE-1938. | -t - •' ^El León de Otranto" y "Tigre de Cattaro" visita a Hitler Nicolás Horthy de Nagybanya, Almirante de un país que no tiene escuadra ni costas, y guardián perenne del cetro de San Esteban « i « NUEVA YORK. (EP).—El aflo ¡ "a sangre y fuño" el orden y ¡a ' 1<W1 de nuestra era. cuando aún | paz pública. Vida, pasión y muerte de Aretino, el primer panfletario de su época Por BOB DA VIS FLORENCIA. Italia— En 1492. el f eaculturas de novele» artlataa que ' Tranela no era una Nación, el Pa- pa Sllveitre II envió a Esteban. Jo- ven duque Magyar de Hungría, la corona de fierro, emblema simbóli- Habla nacido en la Traniilvanla en 1868. fué en 1917 el bravo imi- tador de Neljon que con tres bu- ques en Adriático tuvo a raya a 27 Con tal motivo los Naris húnga- ros volvieron a hablar de la abue- la judia de la resptable Sra. Regente, obligando al septuagenario Almiran- te a pronunciar un discurso por radio en que se recordó a los nazis Ntteatro plrtomapa tniiestra In trática suerte del Imperio Austro-Húngaro después de IR guerra, n* ó\ sólo queda Hungría, ron un regente que aún "conserva" el trono de San Kstehan para los Hahshurgos. |¿M te- rritorios en cuadrícula »on los que pertenecieron al Imperio jr hnn pasado a otras soberanías desde 1914. cb con la cual- lo ungió Majestad Católica y Hereditaria de esa in mensa porción de tierra que bor- dea el Danubio y entonces limita- "bá con el Mar Negro. Después que loa Hapsburgos la in corporaron al Imperio. Hungría, dueña de sus fueros y de su unidad " racial, mantuvo constitucionalmen- te tu rango de Monarquía y los Em- peradores después de ser coronados en Viena iban a Budapest a recibir el cetro de San Esteban. -917 anos después del obsequio del Papa Sihestre en Versalles. unos - 'cuantos plenipotenciarios, en nom- •bre del "self-determination" se de d carón a repartir población y te- rritorio húngaros entre los vecinos. El Tratado de Trianon 1919 dló la Transilvania a Rumania, el Ba Ht y parte de la, coita dalmata a Yugoeslavia y Checoes'ovaquia ob tuvo la Slovakia húngara. Ea cierto que de los casi 11 mi- llones" de habitantes que cambia- ron de nacionalidad cerca de siete eran eslavos y estaban bien traspa gados en virtud del "self determina• •ti en" el resto eran húngaros 100 por ciento que en número de un mi- llón-y medio fueron dados a Ruma- na, de un millón a Checoeslova- qu.a y de medio millón a Yugoesla- via. Fuera de esta gran pérdida en po- blación a Hungría se le amputó las .'dOA terceras partes de su territorio. y quedó lista en consecuencia pa ra sufrir no sólo crisis económicas Sino grandes hambrunas. A fjnes de 1919, cerca de diez mi Üones de dólares en harina y co- mestibles norteamericanos salvó a cerca de un millón de personal del hambre. Un campeón mundial del sable de ^^BW; el 'i^ón de Otranto". el ti- gre de "Cattaro". Nicolás Northy de Nagybanya. con la ayuda de las tropas francesas que combatían la dictadura comunista de Be!a-Kum. llegó a Budapest en agosto de 1H19. Venia del cuartel general de Sze- ged y se alojó en el Hotes d St. -Gallen. ^La vieja canción zíngara "Por el .pirwbio ha bajado una estrella" •Viantó durante toda la noche no soja? en las railes n* la rapital si oa'eñ laa mas apartadas aldeas del "«Meado país". »'.„. ?)>espués que el Capitán Ivan HeJ- - -jé* «1 Cor.de Salm y el Barón Pro- !'M3T». Inauguraron el "terror b!an- .jMfVse empezó a saber de la histo- ria'del Almirante que en un cabello Meo y con afínales marinos tam- tute, a caballa hablan conquistado ? -MO»« EL MXJOB MEXTOL Ungüento Untidol &ARA CATARROS. GOLPES, ERUPCIONES. 5c. y 10c. cruceros italianos, había sido ayuda de cámara riel Emperador francis- co José, adicto naval a la Emba- jada en Turquía donde vendió sus apuestos bigotes de oficial en una rifa de caridad. eS habla educado en la Escuela Naval de Pola y *o 1896 habla ganado el Campeonato Mundial de Espada y era uno de o? mejores tiradores de pistola. El de marzo de 1920, gracias a la audacia del Barón Bronay. el Parlamento por uninlmidad. "En ausencia del Rey Carlos de Haps- burgo" lo designó Regente de Hun- gría, y lo habría hecho más tarde monarca sino hubiera sido protes- tante. Harta que el oscuro caporal del Regimiento bávara no fundara el IHer Reieh, el gobierno de Hor- try habla sido un armonioso suce- der de días alternando con algunas escases en la Caja fiscal; de ver en cuando alguna memida en con- tra de los judíos para no acredi- tar la murmuración de que su mu- jer es nieta de hebreo. Por las tardes cien en algún teatro de ba- rrio y por la noche una partida de hririge en su residecia del Palacio Real, con los mismos amigos de siempre, el Conde Bethlem o el Conde Karolyl. Amigo de MussoMni. en 1037 fué invitado a las maniobras navales rie Ñapóles y el "León de Otranto" sintió flaquear sus piernas de con- tento al subir nuevamente, después de 17 años, al puente de mando de un acorazado. Hitler, poco después, lo recibió más bien como a turista en su re- fugio di» Berschesgaden. Parece que el Regente no salió muy en- tusiasta de la acogida y regresó murmurando en contra del "capo- ral" a Budapest. Bruscamente «1 3 de marzo de este año Bela Im- redi, antigua director del Banco de Estado Húngaro fué llamado como "hombre fuerte" para suceder al Premier Koto Daranyi. El nazista número 1 de Hungría, el Mayor Szalaai, llamado el S*yss-Imquart húngaro por sus no disimuladas In- unciones He incorporar la palria de San Kstehan a .la "Gran Ale- mania" estaba agitando rie nuevo peligrosamente el pal». Una visita sospechosa del ayudante del Mayor Szalasi, el Conde Borormenyl a Berlín, hacia temer la preparación de un golpe parecido .al de Viena. El sabio Imredi,_ después de inte- grar su Ministerio* con los diversos grupos del Partido de» ,1a Unión Na- cional, la organización política que dirige el país, en la cual hay mu- cho simpatizante nazi, proclamó la necesidad de restringir, fuera de lo que ya estaba, la libertad de pa- labra, Prensa y reunión. Para col- mar la atmósfera antl-judla decre- que sólo un 20 por ciento de ju- díos podían ser empleados. Pare- ce que ¡a Intervención de Horthy, •levó este porcentaje que primiti- vamente era de 5 a 20. que él era capaz de castigar a los rebeldes como se merecen, advirtien- do que no Intervendrían fuerzas extranjeras. Hitler que confia en la avanzada edad del Regente, aunque éste goza de muy buena salud, para el es- perado triunfo de sus huestes en Budapest dése ahora estrechar sus vínculos personales con el gober- nante que hace 18 años cuida sin cederla a nadie la corona de San Esteban. El Almirante Horthy se- huésped del Fuehrer el 22 de agosto y tal vez aconsejado por Mussolinl que sabe como se emocio- na cuando sube a un buque de gue- rra, lo va a llevar a Klel para que presencie el lanzamiento de un acorazado de bolsillo. mismo ano en que Cristóbal Colón descubrió la América, nació «n Flo- rencia un niño que antas de llegar a los veinte artos ya habla comen- zado a afilar la pluma, esa pluma que muy pronto le ganó el sobre- nombre de "Azote de Principes". Esos principes, en tales dias, no te- nían que ser de sangre real, sino que cualquier hombre que hubiera amaaado riqueza y ae hubiera apro- vechado de ella para llegar a la cima del poder, quedaba calificado a los ojos de Aretino para hacer de brillante blanco. Parece que fué el destino de Pit- tro Aretino. hijo natural de Luigi Bacci de Arezzo, explotar sus gran- des dotes literarias por el proceso. entonces original, de enaltecer a sus amigos y desprestigiar a sus enemigos. Maestro en el arte de la adulación, para la que poseía una escala de precios, Pietro no tenia Inconveniente en escribir y disemi- nar sus ensayos encaminados a ha- cerle iangre a aquellos para loa cuales eran con su antipatía, sus (lian ibas mordaces. Habiendo hecho de aprendiz con ' un encuadernador de libros al par 1 que publicista, se había empapado > ilt la importancia que la letra es- crita ni panfletos briosos, tenia pa-, jia aquellos que eran victimas ile su Inteligencia poco común, cuyoá puní us débiles o flacos suca bu a relucir con sin Igual donosura. La sutilidad de sus ataques y la brillante/ de su aplauso, hizo de Aretino el personaje más temido al mismo tiempo que el más agasaja- do de Roma. Y él se aprovechaba, de ello para acrecentar su bolsa en lodo, posible ocasión. Acostum- brado a lo mejor, se rodeó de toda lase de lujos, tuvo una bodega que no reconoció superior en su tiempo y se dedicó a galantear a las da- mas de la corte, muchas de las cua- les conocieron las consecuencias' de su antagonismo. Por último su au- dacia se hl/o tan patente, que sus víctimas determinaron organizarse y tratar juntas para destruirlo. De ese modo fué vigilado, asaltado, apaleado y apuñalado; y como Ra«- putin. el monje que le dictaba a la familia real rusa, arrojado al Ti- ber y dado por muerto. Pero A retí- no, sacando fuerzas de flaqueza, pudo llegar a un punto rionrie se sintió seguro, y riurante un mes o más permaneció oculto. Pasado ese tiempo reapareció en Roma, de donde fué rápidamente echado en desgracia. Pero en Florencia, con más energía que nunca, volvió a templar la pluma y a aguzar su In- genio para la rehabilitación de su fama y su fortuna. Su puerta siempre estuvo abier- ta y un lugar en su mesa dispuesto para quienquiera que pudiera lle- gar inesperadamente. Poetas, pinto- res y toda clase de artistas bata- llando para llegar al triunfo, lo encontraron siempre dispuesto a darles aliento. -Compraba cuadros no encontraban otros compradoras. Y su generosidad era da las que no buscaba reciprocidad. Sus dardos y sátiras nunca eran lanzadas con- tra los débiles sino hacia los pode- rosos. Tanto Tieiano como Tintore- to fueron sus amigos, eel primero pintando el retrato de Aretino que ahora existe en la Galería Pltti de Florencia. "Supongo —le escribió Pietro al artista— que por unos cuantos florines más me hub.erais vestido con una levita mueho más atractiva". Luego le regaló el re- trato a la familia Médici, en prue- ba de su estimación. TIntoreto, una vez Juzgado por Aretino como pintor inferior a Ti- eiano. tomó de su mesa una gran pistola, la amartilló y, apuntándo- la, fué modulando en el aire la si- lueta de su critico. "Veo que tiene una Inclinación de tras pistolas y media" —le dijo luego, broma que Aretino tomó como más o menos profetice. Govio. un contemporáneo, le com- puto el siguiente epitafio: "Ar.ul yace Aretino, poeta toscano Habló mal de todo el mundo me- nos de Cristo y se excusó de ello diciendo: es que a Cristo no "lo conoce". Aretino ripostó: "Aquí yace Govio. gran historia- dor, quien lo criticó torio excepto el bu- rro. De ello se excusó diciendo: el burro es mi pariente". La ocasión en que de manera más acabada lo dominó el sentimiento, fué junto al lecho de enferma de Perlna Rlccf. en Veneeia. Perina fué la novia juvenil de sus últimos años, quien se fué agostando cyno una flor seca, atacada por la tu- berculosis. El la velaba día y no- che y ella le decía cuando su fin se acercaba: -- Cógeme de la mano. Peso ya tan poco que la suave brisa me sa- cará por la ventana y me arrojará al mar. Y yo no quiero apartarme de ti... Se le vio arrodillado junto al ca- dáver, mientras las oraciones sallan de sus lahios por primera vei en su vida. A Perina. su único grande y verdadero amor, le escribió can- ciones y sonetos y a su memoria fué fiel mientras vivió. En sus últimos años Aretino abandonó su vida de escándalos y vivió para la biblioteca y para la mesa, a la que invitaba a la san- gre más noble de Italia, gentes que acudían a su llamada y se senta- ban frente a aquella especie de león tornado por los años en un cordero. Cuando tenia sesenta y cuatro años, una broma a costa de su me- dia hermana le causó tanta risa, que se cayó de la silla en que es- taba sentado y murió de apoplejía, perdonado por sus enemigos y llo- rado por los que hablan gozado de su amistad- Uno de los más espeluznantes procesos en Estados Unidos En un ambiente de puritanos en Nueva Inglaterra desfi- lan detalles macabros del doble crimen cometido en las personas deldoctor Littlefield y su esposa »\ NUEVA YORK. (Editors Prass). —"¿Quiera usted ponerse da pie? -dijo al Fiscal Ingalls. El muchacho se puso de pie. Quítese la corbata. El aeusado se quitó la corbata. mujer, fino y dulce, con un cadá- ver y la esposa de la victima en el carro. Como pasaban las horas y corría las millas bajo las ruedas y no llegaban a encontrar al doc- tor, la señora cayó en sospechas y pial afeminada transparentó bajo la cual sa velan las venas azulas, las costillas sa la marcabas a tra- vés. La historia de Paul os ahora otra y terrorífica. Habla arreglado con Carroíl para qu« el doctor Lit- 1—Paul Dwyer, de aflos. en la sala del tribunal de South Parla (Malne), donde de convicio y eondeu nado por doble asesinato ae convirtió en el acusador del alguacil Carroll como autor de los er(meneo do que él ae había confesado autor. 2—Bárbara Carroll y su madre en la misma audiencia. 3—Carroll ingre- sando a la cárcel que él guardaba antes como policía del condado. la Los Duques de Windsor pien- san venir a América en marzo Su chófer está de portero porque no halló colocación en Londres a pesar de sus recomendaciones Bájese ahora 1u camisa hasta cintura. Y asi Paul Dwyer, el niño de 19 años, ¡wllo como un Adonis sin cor- pulencia, quedó expuesto a las mi- radas del jurado, de los jueces y de medio centener rie periodistas y cu- riosos que llenaban a reventar la pequeña sala riel tribunal de South París (Estarlo rie Mainel a las 2 ri» la tarde del viernes 5 de agosto reciente. Páginas > páginas ha dedicarlo la Prensa de Estados Unidos a esta causa fantástica „• macabra, con toques románticos, grotescos y dis- gustantes. Paul Dwyer está S:r- viendo una sentencia de reclusión por vida por el mismo crimen de que él ahora acusa al alguacil ayu dante Francis M. Carroll. padre de Bárbara Carroll, la muchacha de 18 años que fué su único amor. Dwyer fué detenido el 16 de octu- bre de 1937 en una pequeña ciudad del Estado de Nueva Jersey; su turbación habla levantado sospe- chas de la policía local. Procedie- ron al registro de su automóvil y encontraron el cadáver, del doctor James Littlefield, de South París; de tal manera embutido en el com- partimiento de las maletas que fué necesario que tres detectives tira- ran de él para sacarlo. Mientras I Paul era llevado al cuartel policial I para las primeta» interrogaciones i otros policías continuaron el regis- I tro del coche. Minutos después lle- gaban frente al confundido mueha- ! cho con otro cadáver, el de la'es- 1 posa del doctor Littlefield encon- ' trado en el piso del automóvil don de Dwyer deberla haber colocado ' su pies mientras manejaba. Un avión llevó a Dwyer a South ¡ París, aldea tiplea de Nueva In- glaterra, poblada por descendientes directos de los puritanos que lle- garon allí hace siglos y puritanos aún. Paul Dwyer confesó torio. El doctor Littlefield era el médico de su madre y viuda de él, antiguo amigo de la familia. Por su pedi- do había ido a visitarlo a su casa rionrie quería consultarlo acerca rie su futuro matrimonio y del estado de su novia. Tuvieron una discu- sión en que el doctor de 63 años lan/ó expresiones hirientes prv« Bárbara. Dwyer le pegó en la ca- beza, se ensañó en él. lo estrangu- ló. Asustado metió el cadáver en su automóvil y se fué a casa del doctor donde convenció a su es- posa de 60 años para que lo acom- pañara a una aldea cercana rionrie el Dr. la esperaba hahiénriole en a él por ella. La dama montó fl al carro y empezó carrera mn- cabra de este nulo de aspecto de exiglú que la dejará bajarse y te lefonear. Dwyer 1 a estranguló también y continuó marchando a la loca por esos caminos sin saber en realidad a dónde iba. Llegó has- ta Nnevá York, más de .'100 millas, cruzó la metrópoli, en un esquina de la Quinta Avenida se detuvo a preguntar a un policía por el de- rrotero hacia New Jersey... Inconceclh'.e como es la historia) fué aceptada como confesión ple- na por el jurado y Dwyer marchó a encerrarse por vida en una peni- tenciarla. Pero el rumor público se negaba a aceptar la confesión y el veredicto del jurado. Esos tres días de vagar por las carrete ras con dos cadáveres en el auto- móvil producto de dos crímenes ne. fandos no cuadraba con el carác- ter noble y débil del muchacho. El habla encubierto el nombre de la niña durante el proceso: pero el nombre iba de boca en boca. Cuan- do Dwyer fué arrestado, entre los policías estabs Carroll. el padre de Bárbara; cuando confesó en la sala del tribunal estaba Carroll, hasta que Ingresó a la prisión Ca- rroll estaba allí cerca de él, como tlefield examinara a Bárbara en su casa. Pero Carroll compareció sin Bárbara. El doctor increpó a Carroll, le dijo que lo sabia lodo, que habla leído las carias de Bárbara a Paul en que confesaba. "Usted irá a la cárcel agregó, si es neoesario yo mismo lo denunciaré". Carroll lo derribó a golpes, 1* -dio. puntapiés en el suelo, descendió en busca de su revólver dejando a Psul con el doctor desmayado, remató al mé- dico después a golpe de cacha del revólver. Obligó a Paul a entre- garle las cartas de Bárbara bajo amenaza de muerte, el joven entre- algunas, pero habla guardado en casa las que fueron leídas al jurado. Luego lo obligó a ayudar- le a meter el cadáver el auto- móvil. Y le ordenó partir a echarlo a alguna parte lejana"; pero reco- giendo antes a la esposa a fin de evitar que cundiera muy pron- to la alrma. Paul partió a la carrera siniestra, la esbeta per- dida, la mente aterrorizada por las amenazas. Salló el' 13 de oc- tubre, el día mismo del crimen: sin saber qué hacer volvió a South representante de la autoridad y de Parls a ]os do , d ,„ Con lt jenorll la ley. El jefe inmediato de Carroll. pre- fecto de la policía local. F. F. Fran- ri*. continuó «us investigaciones secretas. Un día de mayo del pre- sente año arrestó a Carroll acusán- dolo de Incesto; la victima era Bar- hará. El arresto desató la lengua aterrorizada de Dwyer que habla confirmado antes dos veces-su con- fesión jurada. La cuarta Inculpa a Carroll del doble crimen. Cfnco cartas rie Bárbara a Paul, llenas ri> amor romántico y generoso fue- ron leídas ante 1 tribunal que co- noce la nueva causa. Contenían insinuaciones humillantes acerca de la terrible suerte que la muchacha habla corrido en su propio hogar. Expresaban aún un amor fervoro- so, la esperanza de que Paul per- donarla y volverla a ella. Paul estaba de pie en torso des- nudo frente al jurado esa tarrie rt»l 5 de agosto porque el Fiscal que- ría probar con su aspecto mismo su ineapaeldari física para cometer el doble crimen. Peso 119 libras. •1 doctor 165 su esposa 160. Su con- textura no podía ser más débil, su Anuncio) El Duque y la Duquesa de windsor escuchan durante su visita a Pompeya en loa días en que el Bey de Inglaterra estaba en Paria, laa explicaciones que el director da las excavaciones efectuadas lea haca refi- riéndose a loa nuevos descubrimientos hechos en la histórica dudad. LÍBRESE UD. DE LOS TRASTORNOS DIGESTIVOS DEL VERANO Xa bien sabido que el calor j la humedad del verano en loa climas tropicales como el de asta pala, pro- .vqcan a menudo desórdenes diges- tivos muy desagradables y a veces " hasta peligrosos . . . especialmente ai durante cata época ae comen alimento» pesados y se beben líqui- dos demasiado fríos. Por lo general tales desórdenes M deben a que se produce un exce- so de acide* en el estómago. Sin .i-: embargo, no hay por qué inquie- tarse ai Ud. hace esto: "Tome 2 cucharaditas de Lecha da Magnesia de Phillips media hora deapuéa de cada comida. La Loche da Magnesia de Phi- llips no tiene rival como "regula- tirador" del aparato digestivo, por- que su acción ea triple: 1.—Alcaliza el contenido del es- tómago neutralizando al exce- so de scidez. 2.—Limpia suavemente el delica- do tubo intestinal. 3.—Tonifica todo el aparato diges- tivo. Pero, al comprar Leche da Mag- neaia, exija la legitima, as decir, U de Phillips. Ahora también en forma de ta- bletas, bajo al nombre MILMA. Cada tableta equivale a una cu- charadita da Lecha da Magnesia de Phillips. A loa niños lea encanta tomar las tabletas MILMA por- que tienen un aabroso sabor a menta. Y resultan muy cómodaa para loo adultoi, porque pueden llevarse consigo fácilmente. » PARÍS. (Editors Press.)- Si; translt gloria mundi... En un mo- desto yacht se desprendió de las 1 costas de Francia camino riel me- diodla de Italia la pareja que hace t apenas un ano escribió una de las sonoras páginaa de la historia con- ¡ temporánea. Nadie lo supo, a na- : dio pareció- importarle. Los Du- ¡ que» de Windsor marcharon a-sl a un exilio voluntarlo para dejar el escenario entero de Francia al Rey Jorge y a la Reina Isabel. . "El hombre olvidado" de Ingla- terra, al que. se sentó durante 326 días en el' trono que simboliza la unidad del más grande Imperio en la historia del mundo, fué olvi- dado también en esos dias por la Prensa. Lo habla sido antes. En su último y único discurso desde que. entregó el cetro y la corona por "la mujer que amo" pidió que se respetara su vida privada, que la Prensa no- cotribuyera a que se estuvieran "atribuyendo motivos ul- teriores, a sus actos". Hablaba «»n un almuerzo de la Asociación de la Prensa de Parls y desde enton- ces la Prensa lo dejó tranquilo, ol- vidado. Apenas si lo mencionaron el 3 de junio cuando se cumplió un ano su enlace, "ei matrimonio del siglo". En Inglaterra sólo el Dai- ly Telegraph dedicó tres lineas a recordar a fines de ese mismo mes que el ex-Rey cumplís 44 años. Pe- ro sus fíeles de la Asociación de los Octavianos se reunieron en nú- mero de 250 para rendirla homena- je. Por ahora sólo aspiran a man- tener vivo el recuerdo de Eduardo VIII y a pedir que regrese a resi- dir en Inglaterra., Después. Dios dirá. "Loa Guardias de Honor" acaban de organizarse con idéntico propósito bajo la presidencia de Ro- ben Elton; si se ha do juzgar por la opinión de su presidente, un abogado de nota, esta sociedad as- pira a echar las basas de un movi- miento encaminado a sentar de nuevo a Eduardo VIII en el trono de Inglaterra. Elton sostiene que el Acta de Abdicación de 1936 es ilegal, y por lo tanto la abdicación y la sucesión. "Este es un camino sin salida" se lee en el sendero angosto pero muy pintoresco que conduce al Chateau de la Croe, en el Cap 'd Antibes (La Riviera) donde los Du- ques han fijado su primera resi- dencia más o menos permamente desde su matrimonio en al Castillo de Cande hace poco máj de un sfto. Camino sin salida, pero también Un arrepentimientos si se ha de juigar por lo que unánimemente efirman sus amigos. Los Windsor son fe- lices, nada lamentan y todo cele- bran de lo que pasó hace poco más de un año. Han arrendado el cas- tillo de Slr Pommery y Lady Bur- ton por tres años a razón de 500,000 francos por ano. Por primera vez están instalados en el Chateau de la Maye cerca de Versalles todavía se velan en torno las maletas y baúles Indicadores de que sólo era un descanso en el peregrinar. Sin embargo, ahí lograron regularizar su vida más o menos conforme, a sus gustos. El Duque no faltaba un día a la cancha de golf del St. Cloud Club. Un dia llegó en una carretela para mercancías que los porteros dirigieron hacia la puerta de pro- veedores del club. De ella saltó el Duque y dio la explicación que cualquier marido burgués conoce: ''En el automóvil grande andaba la Duquesa, el chico estaba en repa- ración." ¿Qué podía hacer sino us«r el carromato ese?... Nada de eso hubiera ocurrido si el Duque tuvie- ra a su servicio a George Ledbrook, su chauffeur de 18 años. Pero George es ahora portero en al May- fair Club de Londres donde abra y cierra las puertas, de loa auto- móviles de esa aristocracia que no pudo tener de Reina a una plebeya de Raltimore. Su sueldo es 62 cen- tavos a la semana pero recoge en propinas cerca de 20 dólares, más de lo que se le ofreció cuando bus- caba trabajo como chauffeur parti- cular con las credenciales de un exrrey y el galardón de que sus tres hijos son ahijados del- Duque de Windsor. El dia que los Reyes de Inglate- rra llegaron a París los Duques de Windsor visitaban silenciosamente las ruinas de Pompeya... ¿Sus planes futuros? En primer lugar está tu deseo de pasar inad- vertidos. Vendrán a América y po- siblemente en marzo próximo, en todo caso han ofrecido visitar a sus amigos de Nueva York en el otoño y quedarse quizás hasta Navidad. Esta vez no vendrán precedidos de la fanfarria de M. Bedeaux. el in- ventor del sistema.de su nombre, experto no sólo en ahorrar trabajo y salarios de los obreros sino que en publicidad. Ese fué el error que más lamentan los Duques, ese y su visita a los centros obreros nazifi- cados de Alemania que tan erradas interpretaciones provocó. Ahora se les adelantarán sus siempre fieles amigos los Lévtngton Rogers en cu- yo castillo de Cande los Duques sa casaron. Y la visita será estricta- mente privada. Gladys Swarthmore. la-bella can- tante americana, hizo el viaja de re- greso de Italia a Franria-en al Con- di Savoia; ahí venían también enteramente inadvertidos los Du- ques. Habló con ellos, declaró a los cronistas de Nueva York que. el via- je de los Duques a esta país era una cosa decidida. Entretanto van a pasar una temporada de completo retiro en el Chateau de la Croe, con su embarcadero pintoresco sobre el Mediterráneo, su "Belvedere" cons- truido sobre las rocas, su arbolada tan eapesa que parece salvaje, su piscina circular- que parece exea- vada en un manto de flores. Por Osear Valle ( Corre*pon*al ) aún viva a su lado. Se dirigió a rasa de Carroll; llegó en los mo- mentos en que éste arribaba tam- bién en automóvil, juntaron los co- ches en una callejuela cercara, Ca- rroll descendió de su coche y sa scercó al de Paul; cuando la seño- ra Littlefield lo amenazó y quiso gritar Carroll alargó sus manos dentro del carro y ¡a estranguló allí mismo sentada al lado del mu- chacho. Asi por este crimen Increíble hay un hombre cumpliendo una conde- na y otro acusado por el propio convicto. La pesquisa parece una página arrancada de un capitulo de Sherlock Holmes. Pieza princi- pal de convicción es un encende- dor de cigarrillos que al parecer se cayó del bolsllllo de Carroll en el patio de la casa del crimen. De ose encendedor partió el rastro que llegó al incesto, el crimen doble y bárbaro, la importancia del mu- chacho que vela a su lado en cid*. pasoq. daba la justicia precisamente al autor del crimen erigido en venga- dor y repitiendo en voz baja cada vez que se acercaba a él: "SI di- ces una palabra te mato", mientras parecía el más activo agente del juez en los trámites del proceso. Saludamos en Aguadilla al señor Jbsé Ramírez., miembro de la fa- cultad del Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas de MayagUez. El señor Ramírez, natural de Agu-u diya y que convició hasta hace un año en esta Villa, aprobó un "master" en la Universidad del Es- tado de Ohio, ciudad de Columbus, estudiando un aflo en la referida universidad, mientras gozaba de li- cencia del Colegio. ¡Felicitárnoslo! * El segundo baile celebrada por el "Carden Paradlse" de esta du- dad resultó un brillante aconteci- miento social. Alrededor de cien parejas bailaron hasta altas horas de la mañana La orquesta local "Melody Klngs" hizo las delicias de loa concurrentes. El sábado 13 del actual fué una fecha de «rata neccVdación para los socios del "Carden Paradlse". Para seguir sus estudios de co- mercio sale a principios de setiem- bre para Estados Unidos el joven Antonio Alcover de esta Villa. s La matrícula para el nuevo cur- so escolar de la Escuela Superior de Aguadilla comenzó el martes 16 bajo la dirección del principal seflor Carlos R. Matos. •• a Se impone una ordenanza muni- cipal que prohiba el uso excesivo de bocinas y "claxons" en la du- dad. Merece ser felicitada la Policía de Aguadilla por haber hecho re- tirar de los alrededores del teatro a los vendedores ambulantes de frutas y golosinas que tenían la acera llena siempre da cascaras y envolturas sucias. s Ha comenzado a fabricarse en la calle "Progreso" de esta ciudad un nuevo teatro propiedad de la Empresa "Star". MANTÍ N-t> A LIMPIO HERMOSO SANO £1 CAgCli.0 Di LOS NIÑOS.CON Mulsífted ACCITC DC COCO CHAMPú

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: EL MUNDO, SAN JUAN, P- R. DOMINGO 21 DE AGOSTO DE-1938.

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^El Len de Otranto" y "Tigre de Cattaro" visita a Hitler

Nicols Horthy de Nagybanya, Almirante de un pas que no tiene escuadra ni costas, y guardin perenne

del cetro de San Esteban

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NUEVA YORK. (EP).El aflo "a sangre y fuo" el orden y a ' 1