el último aliento de la industria del carbón...el Último aliento de la industria del carbón por...

44
El último aliento de la industria del carbón Air Pollution & Climate Secretariat 21 COLECCIÓN CONTAMINACIÓN DEL AIRE Y CLIMA AirClim

Upload: others

Post on 17-Jun-2020

3 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

El último alientode la industriadel carbón

Air Pollution & Climate Secretariat

21COLECCIÓN CONTAMINACIÓN DEL AIRE Y CLIMA

AirClim

Page 2: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

2

COLECCIÓN CONTAMINACIÓN DEL AIRE Y CLIMA 21

El Último Aliento de la Industria del CarbónPor Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg.Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson (Lehån).ISBN: 978-91-975883-4-8 ISSN: 1400-4909

Publicado en octubre de 2008 por el Secretariado de Contaminación del Aire y el Clima, Box 7005, 402 31 Göte borg, Suecia. Phone: +46 (0)31 711 45 15. Website: www.airclim.org.

Los puntos de vista aquí expresados son de los autores, y no necesariamente del editor.

Versión en castellano, febrero 2010: Ecologistas en Acción. Marqués de Leganés 12, 28004 Madrid (España) Telefono: +34-91-5312739. El informe en castellano está disponible en formato pdf en: http://ecologistasenaccion.org/spip.php?article16653

ContenidosResumen 5

1. Introducción 9

2. La promesa 9

3. La tecnología 103.1. Límites de captura 12

4. Campo de acción 15

5. Los riesgos 165.1. ¿Un almacenamiento geológico seguro y sólido? 16

6. ¿Quién quiere la CAC? 206.1. El grupo industrial 206.2. Una alianza desafortunada 226.3. Vattenfall 24

7. La dimensión política 277.1. Los grandes fósiles 277.2. La CAC y el PICC 297.3. La CAC y la investigación 3074. El movimiento medioambiental 32

8. Afirmaciones comunes por la CAC 338.1. Argumento 1: La CAC es un peldaño hacia el desarrollo sostenible 338.2. Argumento 2: El carbón se utilizará durante mucho más tiempo 368.3. Argumento 3: China seguirá quemando carbón hagamos lo que hagamos 378.4. Argumento 4: Las energías renovables no lo conseguirán porque son demasiado caras 37

Referencias y notas 40

Page 3: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

3

Prólogo a la edición en castellano

La posición de Ecologistas en Acción, compartida por otras organizaciones eco-logistas, es contraria a los proyectos de captura y almacenamiento del dióxido de carbono (CO2), pues seguimos pensando que aceptar este tipo de opciones, de

“barrer bajo la alfombra”, es aceptar propuestas que únicamente tratan de esconder los problemas, sin garantía alguna de resolverlos, y dejando a generaciones futuras una hipoteca ambiental más, esperando que sean ellas las que encuentren la solución adecuada.

Por tanto, la búsqueda de soluciones que no sean la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero no nos parece en absoluto adecuada y mucho menos presentar esta tecnología como si fuese de uso común y en la que todos los problemas estuviesen resueltos, ya que, si bien es cierto que existen varios programas de investigación, cabe señalar que la CAC aún no se ha aplicado a una central eléctrica de combustibles fósiles de grandes dimensiones.

Y es que, aunque hace mucho que se vienen utilizando técnicas para separar y cap-turar rutinariamente el CO2, como subproducto de procesos industriales, para que este gas se pueda capturar de las centrales termoeléctricas y otras fuentes puntuales, ha de ser capturado como un gas relativamente puro por lo que, en estos momentos, los tres únicos proyectos existentes para el almacenamiento geológico a escala industrial, es decir, de más de 1 Mt de CO2/año dos no están relacionados, con procesos de combus-tión, sino con la eliminación del CO2, como impurezas en el gas natural, y uno con la recuperación forzada de petróleo, a partir del CO2 capturado en una central de carbón gasificado.

Con estas premisas y usando la actual tecnología, las estimaciones de los costes del secuestro están en la gama de 100 a 300 dólares la tonelada de emisiones de carbono evitadas y si bien la meta de este tipo de programas de investigación es reducir el coste del secuestro a los 10 dólares por tonelada, hablamos de unos objetivos a lograr a largo plazo, en torno al año 2015. Además, y según las estimaciones realizadas, la captura del CO2 únicamente supone las tres cuartas partes del coste total, al que ha de añadirse el almacenamiento, transporte y sistema de secuestro. Todo esto supone un consumo energético adicional importante, que implica mayores emisiones de CO2 y, según diver-sos análisis realizados, un incremento en el coste de generación de electricidad que supone, en estos momentos, doblar dicho coste de generación.

Nos encontramos, por tanto, muy lejos de que las técnicas y prácticas de secuestro de carbono cumplan los requisitos que se le exigen, ya que, además de demostrar que tienen suficiente capacidad de almacenamiento, han de demostrar que son estables a largo plazo y que serán económicamente viables, en unos momentos, en lo que ni si-quiera han demostrado que son medioambientalmente aceptables.

Quisiéramos denunciar por último, la estafa que supone la instalación de nuevas cen-trales térmicas de carbón que se hacen llamar “listas para capturar”, lo que sugiere que las centrales se modernizarán. Nadie sabe cuándo pasará eso, si es que pasa. El factor clave para la CAC es si las opciones comerciales de captura estarán disponibles para las centrales de carbón y a qué coste. Lo más sencillo para evitar el abuso del término “lista para capturar” y con independencia de la posición sobre la aplicación de la tecnología de captura de carbono, sería decir no a todas las centrales térmicas de carbón, SIN un sistema real y funcional de CAC.

Paco RamosEcologistas en Acción

Page 4: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

Sobre los autores

La autora, la Dra. Gabriela von Goerne, es geóloga, experta y consultora en políticas climáticas residente en Alemania. Obtuvo un doctorado en Geología en la Universidad Técnica de Berlín en 1996. Ha participado como experta en CAC en un gran número de instituciones científicas incluyendo el PICC, y en reuniones del CMNUCC, la UE, Australia y Alemania.

Coautor: Fredrik Lundberg, es especialista en políticas energética y periodista científico residente en Suecia. Ha trabajado durante muchos años como consultor e investigador para ONGs y organismos gubernamen-tales.

Page 5: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

5

ResumenEl mensaje es simple: capturar CO2 de grandes fuentes puntuales, transportarlo y al-macenarlo en formaciones geológicas (Captura y Almacenamiento de Carbono, o CAC) ofrece la posibilidad de continuar usando combustibles fósiles a la vez que se reducen en gran medida las emisiones de dióxido de carbono. La solución está cerca; poner en marcha algunos proyectos piloto y las centrales térmicas de carbón equipadas con CAC se convertirán en una opción, comercialmente viable de mitigación..

Suena demasiado bonito para ser cierto, y probablemente así sea. Este informe echa un vistazo tras la luminosa visión de la CAC aportada por sus proponentes, y muestra cómo la perspectiva de la CAC es usada para construir hoy nuevas centrales térmicas de car-bón, acelerando así el cambio climático continuamente. El informe no está pensado para condenar la CAC, sino que es una llamada a una toma de decisiones meditada.

Las diferentes técnicas de captura en desarrollo, el alcance de la CAC y los riesgos potenciales del almacenamiento de CO2 se describen en los capítulos 3 a 5. El capítulo 6 discute la cuestión de quién quiere CAC, mientras que la dimensión política se perfila en el capítulo 7. El capítulo 8 remata destacando cuatro argumentos comunes respecto a la CAC.

La gran estafa del “lista para capturar”

Muchas de las centrales térmicas de carbón en proyecto o construcción se hacen llamar “listas para capturar”, lo que sugiere que las centrales se modernizarán. Nadie sabe cuándo pasará eso, si es que pasa. El factor clave para la CAC es si las opciones comer-ciales de captura estarán disponibles para las centrales de carbón y a qué coste. Lo más sencillo para evitar el abuso del término “lista para capturar” es decir no a todas las centrales térmicas de carbón, sin un sistema real y funcional de CAC.

Límites de captura

Se elija el sistema de captura de CO2 que se elija, la tecnología de captura es cara en términos de pérdida de eficiencia, demanda de combustible fósil y agua, y en costes. Comparado con plantas sin CAC, la eficiencia de una planta con sistema de captura se reduce de 8 a 12 puntos porcentuales. Esta pérdida de eficiencia implica una pérdida notable de producción eléctrica: para producir la misma cantidad de energía habrá que quemar mucho más carbón. El incremento de demanda de combustible se estima entre un 21 y un 27%, pero podría llega a un 40%, y esto implica más cantidad de CO2 que debe ser capturada, procesada, comprimida y almacenada. Las técnicas de captura de carbo-no incrementan la demanda de agua de las centrales térmicas de carbón: dependiendo de la tecnología usada para la central térmica en cuestión, el consumo de agua para sistemas de refrigeración puede incrementarse entre un 10 y un 20% para centrales de ciclo combinado con gasificación integrada. Si las necesidades de agua y refrigeración no pueden ser satisfechas, la CAC no puede ni plantearse.

Se podría argumentar que los impactos del cambio climático son mayores que los im-pactos ambientales debidos al uso de tecnología CAC. Sin embargo, esto podría ser un argumento solo si no hubiese otras soluciones disponibles. Pero las hay: las fuentes de energía renovable (en combinación con mejoras de eficiencia y reducción de la deman-da de energía) han demostrado ser tecnologías ambientalmente seguras y sólidas, algo que la CAC aún debe demostrar.

Emisiones de CO2

En comparación con las centrales convencionales de carbón, las emisiones de CO2 se

Page 6: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

6

pueden reducir significativamente mediante técnicas de captura. Mientras que el dióxi-do de carbono emitido en las centrales se reduce un 88%, un análisis de ciclo de vida muestra reducciones notablemente menores de gases de efecto invernadero, totalizan-do de un 65 a un 79%. Eso se traduce en unas emisiones de hasta 274 g CO2 -eq/kWh. Las centrales de carbón equipadas con CAC, por lo tanto, no son en absoluto “libres de CO2 ” como algunos políticos y representantes de la industria nos quieren hacer creer.

Costes

Cada uno de los componentes del coste varía bastante dependiendo de la tecnología usada en la central, de la tecnología de captura y de la distancia de transporte. Compa-rado con una central sin captura, los costes de inversión para un sistema de captura se incrementan de un 30 a un 50%. Para carbón pulverizado con post-combustión el coste de capital se incrementa hasta un 77% comparado con una central sin captura. Además, el coste de la electricidad prácticamente se duplica. Los costes previstos son del mismo orden que el de la mayoría de las energías renovables. Un coste asociado con la CAC que es especialmente difícil de calcular es la cuestión de la responsabilidad por daños. La cuestión de quién carga con la responsabilidad en el caso de un escape en el futuro es un problema legal peliagudo y probablemente caro.

La denominada estrategia de “recolectar los frutos que están en las ramas bajas”, es decir, las oportunidades de CAC aparentemente baratas, como mejorar la extracción de crudo mendiante inyecciones de CO2 (CO2 EOR) han mostrado ser menos rentables de lo que se esperaba. Dos proyectos se detuvieron en 2007 por su alto coste. Sin la promesa de éxito económico es muy difícil que se encuentren inversores para avanzar en la tecnología de la CAC.

Hasta ahora y tras un periodo de más de diez años, se han inyectado alrededor de un millón de toneladas de dióxido de carbono al año en arenisca bajo el lecho marino del campo de gas noruego de Sleipner, en el Mar del Norte, con el sencillo objetivo de reducir emisiones de gases de efecto invernadero para proteger el clima. Un millón de toneladas anuales puede parecer mucho, pero no es nada comparado con la cantidad total que se necesitaría. Si se le añaden cinco ceros al problema, éste adquiere una di-mensión gigantesca. Es posible que la mayoría del gas pueda mantenerse en ese lugar para siempre, pero un escape nunca se puede descartar totalmente.

Riesgos

De momento, la información sobre los efectos potenciales negativos que el almace-namiento de dióxido de carbono podría tener sobre el medio ambiente externo dista mucho de estar completa. Almacenar grandes cantidades de CO2 en el subsuelo podría resultar en modificaciones de capas geológicas subterráneas. Estas modificaciones, jun-to con el proceso de la inyección de CO2 , podría causar actividad sísmica. La filtración de CO2 a sistemas freáticos más someros puede ocurrir a través de fallas o fracturas geológicas, tal vez facilitada por sobrepresurización de los fluidos asociada a la inyec-ción. La filtración también podría ocurrir a través de rutas creadas por el hombre tales como pozos. Algunos incluso afirman que la cuestión no es si un pozo tendrá fugas, sino cuándo.

Aparte de los impactos locales, la gran pregunta es por supuesto si el dióxido de car-bono podría volver a la atmósfera en una proporción significativa, provocando así el incremento del calentamiento global retardado. Si se almacenan grandes cantidades de CO2 , con sólo una pequeña cantidad de filtrado desde un lugar de inyección se podrían comprometer los esfuerzos a largo plazo hacia la estabilización del CO2 atmosférico. Se necesitan fuertes pautas y una entidad independiente, capaz de supervisar todas las actividades de almacenamiento, para minimizar este riesgo.

Page 7: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

7

¿Quién quiere la CAC?

Los que presionan a favor de la CAC son principalmente la industria del carbón y los gobiernos de países que tienen muchísimo carbón y centrales térmicas de carbón, así como algunas naciones gasísticas y petroleras. La quema de carbón es el peor método para producir energía eléctrica desde una perspectiva climática. Una política climática seria impactaría duramente a la industria del carbón y la industria energética en la que predomine éste. No obstante, la industria energética está bien organizada en todos los países y están poniendo sus esperanzas en la CAC, o para ser más exactos, espe-ran que el entusiasmo por la CAC les haga ganar tiempo para continuar extrayendo y usando carbón.

En muchos sentidos, la CAC no es un complemento a las energías renovables, a las medidas de eficiencia energética y a los cambios de hábitos, como a menudo se la re-presenta, sino una alternativa a ellas que obviamente no es para siempre, sino para el futuro político inmediato. O bien invertimos unos cuantos billones de euros en energía eólica, paneles solares, biomasa y medidas de eficiencia energética y hacemos los cam-bios de hábitos necesarios para cumplir con los objetivos de emisiones, o bien hacemos de la preservación de nuestro estilo de vida nuestra meta más importante e invertimos tanta cantidad en CAC y energía nuclear como nos piden las grandes compañías. O lo uno o lo otro. El mismo dinero no se puede gastar dos veces.

No resulta sorprendente que haya una amplia red industrial que teme un cambio ra-dical. Vattenfall, por ejemplo, no es sólo una compañía aislada en un pequeño rincón del planeta. Vattenfall es la coordinadora del proyecto 3C Combate el Cambio Climático. La alianza entre la industria del carbón, los países productores de petróleo y algunas compañías petroleras es muy evidente en las reuniones del sector sobre la convención del clima. De la misma forma que presionan constantemente para que se reconozca a la energía nuclear como una opción aceptada para la mitigación del cambio climático, también presionan por la CAC. Nunca los oímos presionar por las energías renovables. Un 63% de la producción de electricidad de Vattenfall en Alemania procede del lignito y menos de un uno por ciento de las energías renovables. Entre 2007 y 2011 Vattenfall va a invertir un total de 11.000 millones de euros en sus sistemas de producción y dis-tribución de energía. La mayoría de estas inversiones se destinarán al objetivo a largo plazo de reducir a cero las emisiones de dióxido de carbono de las plantas propias, por ejemplo con captura. Los proyectos actuales consisten en una única planta con CAC de 30 MW lista para iniciar la producción en 2008, comparado con 3.155 MW de potencia instalada con centrales convencionales de carbón en proyecto o construcción, pero no incluyen CAC. Seguir el camino de Vattenfall significa quedar atrapado en una estruc-tura de energía fósil sin otra salida que almacenar todo el CO2 .

La dimensión política

En muchos de los países desarrollados, en la OCDE y en la Agencia Internacional de la Energía (AIE), también hay una visión consolidada del carbón como un recurso es-tratégico en oposición al petróleo y al gas, que se producen principalmente fuera de la OCDE. La razón de ser de la AIE es “asegurar el suministro”, con lo que se refieren a que “nosotros” deberíamos tener tanta energía como creamos necesitar a un precio que creamos razonable. Todos los gráficos del a AIE apuntan hacia arriba, y si creemos en las predicciones para el carbón debemos creer de forma natural en la CAC, pues de otra forma todo se desbarata.

¿Qué escogeríamos si tuviésemos capacidad y presupuesto para un solo proyecto pero tres o más para elegir? Echemos un vistazo al Panel Intergubernamental del Cambio Climático (PICC), probablemente la organización global con más aceptación que se ocupa de asuntos del cambio climático. El perdedor en el pasado ha sido la energía renovable. En cambio, el mundo obtuvo un Informe Especial sobre Captura y Almacenamiento de

Page 8: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

8

Dióxido de Carbono, hecho público en 2005.

No hay mucha crítica científica publicada sobre la CAC, pero tampoco es especialmente sorprendente. La industria energética da su propio dinero a investigación para la CAC y presiona para que el dinero público sea usado con el mismo propósito.

El papel que finalmente jugará la CAC está abierto al debate. De momento, una canti-dad creciente de dinero está fluyendo hacia la investigación de CAC para responder muchas de las cuestiones. Este dinero no debería fluir en detrimento de otras áreas de investigación, como definitivamente sucederá si los presupuestos de investigación no se incrementan o si la CAC se valora más que otras opciones realmente más sostenibles de mitigación.

El movimiento ecologista está profundamente dividido en torno a la cuestión de la CAC. Se teme que el mundo no sea capaz de lograr el objetivo de los 2°C; que las energías re-novables y las mejoras de eficiencia no puedan conseguir suficiente energía. El carbón está aquí para quedarse, y tenemos que escoger entre la amenaza del cambio climático y la CAC, con la CAC tomando el papel del comodín. En el debate nuclear, el principio de elegir el “mal menor” fue abandonado en favorde una crítica más profunda de la “sociedad de alta energía” junto con una desconfianza más pragmática sobre los es-cenarios que predecían un crecimiento rápido y continuo del consumo de energía. Tal vez pase lo mismo con la CAC.

La CAC es un peldaño hacia el desarrollo sostenible

El desarrollo sostenible sólo se puede conseguir a través de las energías renovables y la eficiencia. Para llegar a ello hay que llegar a ello. No se necesitan escalones si no se planea subir hasta allí.

El carbón se utilizará durante mucho más tiempo

Cada vez que alguien proyecta una central de carbón, especialmente en Europa, hay una alternativa: eólica, biomasa, geotérmica, solar térmica, mejoras en la eficiencia energética, conversión de la calefacción eléctrica a otro tipo de calefacción, conversión del aire acondicionado a sistemas de refrigeración comunitaria o refrigeración pasiva. Siempre hay alternativas.

China seguirá quemando carbón hagamos lo que hagamos

China quiere que las principales naciones industrializadas hagan algo, y con toda la razón señala el hecho de que muchas de las crecientes emisiones de China son debidas a exportaciones a las naciones que describen a China como el problema.

Las energías renovables no lo conseguirán porque son demasiado caras

Con la implementación de políticas climáticas y metas de reducción de gases de efecto invernadero más severas ya no es útil comparar energías renovables con centrales tra-dicionales de carbón. Deben ser comparadas con la CAC. El rapidísimo crecimiento de la energía solar térmica en países como Grecia y España indica que esta energía ya puede competir con la electricidad (energía del carbón) y con los derivados del petróleo, para el agua caliente sanitaria, en estos países. Las cosas pueden cambiar, todo depende de la voluntad política.

Page 9: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

9

1. IntroducciónEl cuarto informe del PICC sobre cambio climático ha dejado una cosa más clara que nunca. Si el mundo quiere tener una posibilidad razonable de evitar el peligroso cam-bio climático, el incremento de temperatura debe ser limitado a 2°C de incremento respecto a niveles pre-industriales. Esto quiere decir que las emisiones globales deben llegar a su máximo antes de 2020 para disminuir hasta un 50-85% a mediados de siglo en relación a los niveles del año 2000. No sabemos con certeza a qué temperatura se llega a un cambio climático peligroso ni cuán bajo es el nivel de emisiones que se debe mantener. Los avances científicos recientes señalan que debemos de avanzar aún más en el camino de reducciones que ya estamos encarando.

Los esfuerzos de mitigación durante las próximas dos o tres décadas influirán mucho en la posibilidad de lograr niveles de estabilización más bajos [1].

Una de esas tecnologías de mitigación que se está investigando, desarrollando y des-plegando es la captura y almacenamiento de carbono (CAC), proceso que consiste en la separación del dióxido de carbono (principalmente de fuentes de generación de energía tales como centrales térmicas de carbón), el transporte hasta un lugar de almacena-miento y el aislamiento de forma duradera de la atmósfera.

La CAC representaría un cambio de paradigma, un alejamiento radical de la estrategia de limitar la producción de emisiones perjudiciales hacia un camino de producir aún más emisiones de esa clase para luego enterrarlas. No hay duda de que las energías renovables triunfarán en el futuro, pero de momento la dependencia del carbón es el mantra de los gobiernos y de la industria del carbón. Utilizar la CAC comprará tiempo; la CAC es la tecnología puente para la transición hacia un sistema de energías renova-bles libre de carbón.

Casi suena como si la tecnología ya estuviera a mano y como si no hubiera preguntas sin responder o riesgos asociados a su uso. Sin embargo, hasta 2007 ningún proyecto a escala real (consistente en una central térmica capturando, transportando e inyec-tando CO2 en un lugar de almacenamiento) se había puesto en marcha en ningún lugar del planeta. Con todo, algunas compañías y gobiernos están poniendo sus esperanzas en que esta tecnología se convierta en económicamente viable para 2020. Hasta ahora no hay garantía de que esto pase. Incluso según las proyecciones más optimistas, la CAC no será viable a una escala convincente hasta bastante después de 2030, y no se sabe tampoco cuánta energía adicional ni dinero se necesitará para posibilitar su uso a escala mundial.

2. La promesaEl mensaje es simple: la CAC ofrece la posibilidad de continuar usando combustibles fósiles reduciendo las emisiones de dióxido de carbono. Hacer el carbón limpio y res-petuoso con el clima es la promesa que se oye siempre que el problema de mitigar el cambio climático está en el orden del día. La solución está cerca, se ponen en marcha unos cuantos proyectos piloto y las centrales de carbón equipadas con CAC se volverán una opción de mitigación comercialmente viable. Los que proponen esta tecnología hacen hincapié en que la integración de captura de CO2 en centrales donde se quema carbón implica beneficios ambientales, no sólo a través de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, sino también a través de la reducción de otras emisiones dañinas, reduciendo así la contaminación del aire.

Sin embargo, incluso si algunas tecnologías de CAC ofrecen beneficios complementarios a través de la captura de algunos contaminantes del aire, el incremento en el consumo es-

Page 10: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

10

pecífico de combustible, uso de reactivos, uso de agua y residuos sólidos es significativo.

Con la llegada de la CAC, el carbón se convierte en el nuevo producto milagroso. No sólo permite la producción de energía limpia; también puede ser licuado y a partir de él se puede obtener hidrógeno, para fabricar carburante de vehículos que no produce emisiones de dióxido de carbono. Con una infraestructura de distribución de hidrógeno establecida se eliminarían las emisiones de dióxido de carbono del tráfico, de la indus-tria y de la generación de energía. El carbón está aquí para quedarse.

Suena demasiado bonito para ser cierto, y probablemente así es.

Así que echemos un vistazo tras esa visión luminosa dada por los que proponen esta tecnología.

3. La tecnologíaLa captura y almacenamiento de carbono consiste en tres pasos, captura–transporte–almacenamiento. El CO2 se captura desde una corriente de gas, se transporta y se inyec-ta en formaciones geológicas para almacenarlo de forma segura y permanente.

Hay diferentes estrategias propuestas para el almacenamiento de dióxido de carbono, incluyendo el depósito de CO2 libre en las profundidades marinas. El almacenamiento de CO2 en las profundidades marinas no se contempla como una opción adecuada, pues el impacto ambiental en los océanos y sus organismos sería demasiado grande. Por eso, este informe trata únicamente del almacenamiento geológico, donde el gas es inyectado, por ejemplo, en formaciones geológicas con acuíferos salinos, o en campos petrolíferos o gasísticos agotados. Estas formaciones pueden estar localizadas tanto en tierra como en el mar, muy por debajo del lecho marino.

La captura de CO2 es la parte técnica más complicada de toda esta historia. Hay tres tecnologías en desarrollo:

Separación de los gases de chimenea, donde el CO2 se separa del flujo de gases pro-ducido por la combustión de un combustible primario (carbón, gas natural, petróleo o biomasa) en el aire (post-combustión).

La captura de CO2 implica la separación de CO2 y la recuperación desde los gases de chimenea, a baja concentración y baja presión parcial. El método óptimo de separación en la actualidad es la absorción química con aminas tales como la monoetanolamina (MEA). El CO2 absorbido debe ser extraído de la solución de amina. El CO2 recuperado debe ser enfriado, secado y comprimido hasta convertirlo en un fluido supercrítico, y es entonces cuando está listo para transportarlo a su almacén.

La extracción de CO2 del flujo de gases de la chimenea requiere energía, básicamente en forma de vapor a baja presión para la regeneración de la solución de amina. Esto redu-ce el suministro de vapor a la turbina y la generación neta de energía de la planta [2].

A causa del gran parque de generadores de energía basados en el carbón y de la capa-cidad adicional que puede ser construida en las próximas dos décadas, la cuestión de modernizar para capturar CO2 es importante de cara al manejo futuro de las emisiones de CO2. Sin embargo, modernizar centrales con tecnología de post-combustión es el modo más ineficiente de capturar CO2 comparado con las otras dos tecnologías en fase de desarrollo y despliegue. A pesar de todo, la post-combustión es probablemente la única tecnología con la que se podrían modernizar las centrales actuales.

La oxicombustión (Oxy-fuel) usa oxígeno en lugar de aire para la combustión, produ-ciendo un flujo de gas compuesto principalmente por H2O y CO2.

Esta estrategia para capturar CO2 implica quemar el carbón con oxígeno de pureza ~95% en vez de usar aire como oxidante. Como resultado, el flujo de gases consiste princi-

Page 11: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

11

palmente en dióxido de carbono y vapor de agua. Se recicla gran cantidad del flujo de gases para mantener las temperaturas proyectadas y los flujos de calor requeridos en la caldera, así como las condiciones de sequedad de las cenizas de carbón. La oxicom-bustión requiere una unidad de separación de aire (USA) para proporcionar el oxígeno. El consumo de energía de la USA es el factor que reduce de forma más importante la eficiencia de las centrales de oxicombustión.

Gasificación u oxidación parcial con vapor (CCGI), donde un hidrocarburo gaseoso, lí-quido o sólido se somete a reacción para producir dos flujos separados, uno de CO2, que sera almacenado, y otro de hidrógeno (H2). (Pre-com bustión).

La tecnología de Ciclo Combinado con Gasificación Integrada (CCGI) produce electrici-dad gasificando primero carbón para producir gas de síntesis, una mezcla de hidrógeno y monóxido de carbono (CO). El gas de síntesis, tras limpiarlo, se quema en una turbina de gas que mueve un generador. Aplicar a la captura de CO2 a la CCGI requiere tres unidades de procesamiento adicionales: reactores de conversión, un proceso adicional de separación de CO2 y compresión y secado de CO2. En los reactores de conversión, el CO en el gas de síntesis reacciona con el vapor mediante un catalizador para producir CO2 e hidrógeno.

A pesar de los avances recientes, una de las percepciones más significativas respecto a la CCGI es que es compleja y poco fiable. La oficina de políticas del Departamento de Energía menciona la poca fiabilidad como el factor número uno por el que la CCGI (sin captura de CO2) no ha logrado hacer incursiones significativas en el campo de la energía. La CCGI con captura de CO2 es significativamente más compleja que la CCGI sin captura de CO2 ; una complejidad extra exacerbará probablemente la desconfianza de la industria respecto a la fiabilidad. Fassbender [3] llega a la conclusión de que la serie de procesos químicos altamente integrados en las plantas de CCGI es donde la complejidad debilita la fiabilidad.

De momento no existe ninguna central de carbón de demostración que esté equipada con tecnología de captura, un sistema de transporte y un método de almacenamiento de CO2. Los líderes mundiales de la industria eléctrica cada vez entienden mejor que tal vez el llamado carbón limpio no sea capaz de tratar las crecientes emisiones pro-cedentes de la generación de energía durante al menos una década. La tecnología de carbón limpio, que implica atrapar carbono en en la emisión de gases provenientes de plantas de combustión de carbón y eliminarlos poniéndolos bajo tierra, podría no ser comercialmente viable hasta 2025 [4].

La gran estafa del “lista para capturar”

En 2005 se propuso en el comunicado del G8 en Gleneagles una estrategia integral múltiple para la CAC, incluyendo tecnología “lista para capturar”. En 2007 la IEA[5] definió “listo para capturar” (capture-ready) como una planta que puede incluir la captura de CO2 si existen factores económicos o regulatorios necesarios que eviten el riesgo de activos obsoletos y el no poder rebajar más las emisiones (carbon lock-in). Los que desarrollan la CAC también deberían eliminar aquellos factores que pudieran impedir la instalación y puesta en fun-cionamiento de la captura de CO2. Esos factores incluirían un estudio de opciones sobre la actualización de captura, incluendo espacio suficiente y acceso a instalaciones adicionales, así como la identificación de rutas razonables para el almacenamiento de CO2 .

Esta definición olvida el hecho de que nadie, a día de hoy, sabe si la tecnología de cap-tura para la CAC será la misma en el futuro. Se añade la complicación de que el equi-pamiento para captura que se acondicione dentro de diez o más años pueda diferir de la tecnología punta actual.

En los mercados actuales, con altos precios del gas y bajos precios del carbono, las centrales de carbón, sin CAC podrían ser la opción natural del mercado para las nuevas instalaciones. Mayores precios del carbono, en el futuro, son no obstante, un riesgo en cualquier mercado

Page 12: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

12

Lo de “listas para capturar” indica que las centrales serán modernizadas. El factor determinante será la rentabilidad o no en el futuro de las opciones de captura a nivel comercial disponibles para las centrales eléctricas de carbón. Mientas resulte más bara-to adquirir créditos de carbono en lugar de la reducción de emisiones, no se efectuará una modernización de las centrales a base de carbón.

Las exigencias mínimas con las que las plantas de captura deberían contar son la exis-tencia de un plan detallado y dinero reservado para la captura y almacenaje de CO2, además de la existencia de un permiso medioambiental limitado por ejemplo a cinco años. De otra manera, daría lugar a un espacio extra dedicado a algún tipo de cons-trucción. Sin embargo, la forma más simple de evitar un uso erróneo del concepto de “captura” es denegarlo a todas aquellas centrales eléctricas de carbón que no cuenten con un CAC real y que funcione.

3.1 Límites de captura

Las tres tecnologías están aún en desarrollo y evolución. Por una parte las centrales pi-loto más pequeñas (<40 MW) con tecnología CAC están en construcción, las más grandes (>300 MW) están aún en proyecto y las realmente importantes de 1000 MW están muy en ciernes. Y para llegar a un nivel considerable aún es necesario invertir más dinero y tiempo. El proceso de captura de CO2, independientemente del sistema que se emplee, es caro en términos de rendimiento, la necesidad de combustibles fósiles y de agua, así como en cuanto a la inversión y los gastos eléctricos.

Puesto que la captura de CO2 requiere un consumo energético y de potencia alto el rendimiento de las centrales disminuye significativamente. En comparación con otras centrales eléctricas que no cuentan con CAC, el rendimiento de aquellas que sí que cuentan con semejante sistema disminuye en 12 puntos porcentuales (ver tabla [6]) y esto se ve empeorado cuando la central existente se moderniza con CAC. En este punto el rendimiento de la central cae hasta un 21-24% comparado con el 35% de rendimiento típico que tiene las centrales que funcionan en la actualidad en todo el mundo [7], lo cual da lugar a una considerable pérdida de generación eléctrica. Es recomendable la construcción de una o dos centrales adicionales junto a la central termoeléctrica de carbón cuando se modernizan con un sistema CAC para poder mantener el mismo nivel de salida en MWh y así evitar una disminución de la generación eléctrica.

Tabla: Pérdida de rendimiento de las centrales eléctricas equipadas con tecnología CAC comparadas con el mismo tipo de centrales sin CAC (tabla de Viebahn et al., 2006).

Tipo de central (en 2020) Combustible pérdida de eficiencia (%)Carbón pulverizado (Post-combustión) hulla y antracita 49->40Carbón pulverizado (post-combustión) lignito 46->34Ciclo combinado de gas natural (CCGN)

gas 60->51

Ciclo combinado con Gasificación Integrada (CCGI)

hulla y antracita 50->42

Oxy-fuel hulla y antracita 49->38

3.1.2. Necesidades de combustible

El aumento del combustible necesario para generar un kWh de electricidad depende del tipo de planta base sin captura, se estima que este pueda situarse entre 21 y 27% pero po-dría llegar hasta el 40% [8]. El aumento del consumo de combustible conlleva un aumento de las actividades mineras de extracción de carbón y el impacto medioambiental resul-tante. Aunque se puede suponer que la seguridad del abastecimiento no afectará tanto al carbón como al gas y al petróleo, y la mayor necesidad de carbón aumentará la presión

Page 13: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

13

sobre los mercados dando lugar a un precio cada vez más alto del carbón. La captura de CO2 dará lugar a un aumento del uso del carbón lo cual conllevará un aumento en la cantidad de CO2 que será necesario capturar, procesar, comprimir y almacenar.

3.1.3. Necesidades de agua

El abastecimiento de agua es causa de gran preocupación en numerosos países, entre los que se incluyen EE UU y China. El último cuarto informe de valoración realizado por el panel de expertos del PICC ha dejado claro que el cambio climático empeorará la si-tuación. Las regiones afectadas por la sequía probablemente aumentarán. Está previsto que las reservas hidráulicas acumuladas en glaciares y capas de nieve disminuirán, así como la disponibilidad hidráulica en aquellas regiones abastecidas con el agua del deshielo [9].

El aumento de consumo de agua de las centrales termoeléctricas de carbón se ve au-mentado por la utilización de las tecnologías de CAC. El consumo de agua puede aumen-tar entre un 10 y un 20% dependiendo del tipo de tecnología empleada en la central ter-moeléctrica y esta proporción se puede doblar en el caso de las centrales termoeléctricas con tecnología de combustión de carbón bituminoso pulverizado debido a las ingentes cantidades de agua de refrigeración que el sistema necesita para funcionar [10].

La contaminación térmica es un problema añadido en el caso de las centrales térmicas situadas cerca de los ríos ya que a menudo se tiene que elegir entre aniquilar la población de peces de las aguas, como consecuencia del exceso de temperatura permitida, o hacer operar la central a una potencia mucho más reducida. En numerosas localidades la deman-da energética alcanza su máximo en verano e invierno debido al aire acondicionado.

Por tanto la inversión resultará mucho menos atractiva si las centrales termoeléctricas no pueden funcionar al máximo rendimiento o no se les permite en épocas de mayor demanda. Como consecuencia, si los requisitos de enfriamiento y de agua no se pue-den satisfacer, las centrales termoeléctricas de carbón con tecnología CAC no son una alternativa válida.

CAC – un despilfarro de recursosLa tecnología de CAC creada para tratar de solucionar un gran problema desencadena-rá numerosos problemas desconocidos y es que esta tecnología requiere un consumo enorme de recursos de gran valor, tanto combustibles fósiles como agua. La Comisión Europea ha afirmado que incluso sin contar con la tecnología CAC el mantenimiento de este nivel de consumo de recursos dará lugar inevitablemente a una degradación y agotamiento de los recursos naturales. Se estima que el uso de recursos globales se cua-druplicarían en 20 años, si todo el planeta siguiera esta pauta tradicional de consumo, lo cual daría lugar a un impacto sobre el medio ambiente tremendamente negativo [11].

Se podría afirmar que el uso de la tecnología CAC daría lugar a un impacto mucho más importante sobre el cambio climático que a nivel medio ambiental. No obstante, si no existiese otra solución viable se trataría tan solo de un argumento. Pero existen ener-gías renovables, combinadas con mejoras de rendimiento y una demanda energética menor, que han demostrado constituir tecnologías medio ambientales sólidas. Y esto es algo que la tecnología CAC aún tiene que demostrar.

3.1.4. Emisiones de CO2

En comparación con las centrales termoeléctricas de carbón convencionales las tecnolo-gías de CAC pueden reducir considerablemente las emisiones de CO2. Un estudio realizado por Nsakala demuestra que se puede reducir las emisiones de dióxido de carbono de los 900 g CO2/kWh que emite una central termoeléctrica típica hasta 54-120 g CO2/kWh para diferentes tecnologías de captura. Otros estudios de referencia indican que las emisiones de dióxido de carbono son de 105-206 g CO2/kWh. No obstante, se centran tan solo en las emisiones generadas desde las centrales, y por tanto no incluyen las emisiones genera-

Page 14: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

14

das por las actividades mineras, transporte y las actividades de almacenamiento [12].

Teniendo en cuenta un análisis completo de ciclo de vida, la visión de la cantidad de emisiones da un cambio radical.

Mientras que las emisiones de dióxido de carbono que se emiten desde una central termoeléctrica se reducen en un 88%, una evaluación del ciclo completo demuestra una reducción significativamente menor de los gases de efecto invernadero en total (menos de 65% hasta un 79%), es decir las emisiones llegan hasta 274 gCO2/kWh. Las causas que explican este aumento de emisiones residen en que la captura, el transporte y alma-cenaje requieren mucha más energía y existe una emisión mayor de CO2 y metano en los procesos previos de minería y transporte. La energía renovable generada en las centrales eólicas y solares térmicas genera tan solo el dos por ciento de las emisiones de gas de efecto invernadero producidas por las centrales termoeléctricas [13].

3.1.5. Costes

Los costes generados por la tecnología CAC se calculan como la suma de la captura de CO2 (que suponen el mayor gasto), su transporte y almacenamiento. Se puede dividir el componente de almacenamiento entre la etapa de inyección y la de post-inyección/cierre, que es cuando aumentan los costes como consecuencia de la vigilancia y reparación de fugas. El coste generado por cada uno de estos elementos puede variar considerablemente atendiendo a la tecnología con la que está equipada la central eléctrica, la tecnología de captura empleada y la distancia de transporte. Resulta casi imposible aportar una estima-ción exacta del gasto real generado por la tecnología de CAC, debido a que esta tecnología aún está en desarrollo y su puesta en marcha tampoco se ha aplicado. El informe especial realizado por el PICC (2005) afirma que el gasto generado por las centrales termoeléctricas de carbón o de gas se sitúa en una escala entre los 15-75 dólares americanos por tonelada, donde los gastos relacionados por el transporte son de 1-8 dólares americanos y los del almacenamiento (incluida la vigilancia) se sitúan entre los 0,6-1,1 dólares americanos. La mayoría de los estudios económicos se centran en la parte de las centrales eléctricas debi-do a que el componente económico de la captura es el mayor en la ecuación de costes.

Los costes de inversión en un sistema con tecnología de captura aumentan de un 30% a un 50% comparado con una central eléctrica sin esta tecnología. Para el carbón pulverizado con post-combustión el coste de capital aumenta hasta un máximo de un 77% comparado con una central sin la tecnología de captura. Además el coste de la electricidad casi se dobla pasando de 4,6 a 8,2 centavos/kWh para las centrales con carbón pulverizado y de 4,8 a 7,0 centavos/kWh para las centrales con CCGI [14]. Los costes son similares a los de la energía eólica actual. Sin embargo, estos costes pueden aumentar considerablemente si la central eléctrica no es de carga base. Es discutible si una central eléctrica de carbón equipada con tecnología CAC podría ser usada para acompañar energías renovables que fluctúan como la eólica, por ejemplo para equilibrar las necesidades eléctricas.

Por lo tanto, debido a los altos costes, la tecnología CAC se adapta mejor a centrales eléctri-cas de gran envergadura o a instalaciones industriales centralizadas como las dedicadas a la fabricación de aceros o cementos. Por el contrario, la mayoría de las centrales de cogeneración de electricidad-calor o centrales de biocombustible tienen un menor tamaño y por tanto es más caro separar el dióxido de carbono en 25 centrales pequeñas que geo-gráficamente están aisladas, que de una central eléctrica de carbón de gran envergadura. Sería necesaria una restricción tan enorme en la emisión de dióxido de carbono para hacer funcionar la tecnología CAC a gran escala, lo cual se traduciría en un aumento de los precios de permisos de emisión o tasas, que el problema se solucionaría si las centrales eléctricas de carbón perdiesen protagonismo en favor de la energía renovable o de me-joras en el rendimiento de las mismas. Un análisis de este escenario realizado por Sme-kens y Swan (2004) [15] llegó a la conclusión de que el uso de las centrales eléctricas por combustión de combustibles fósiles se ve principalmente afectado con una internalización de los costes externos climáticos,. La aplicación de los procesos de captura de carbono contribuye a estos altos costes. Parece que los costes adicionales asociados al uso de com-

Page 15: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

15

bustibles fósiles son demasiado altos en comparación con aquellas opciones no basadas en estos fósiles y que por tanto están libres de emisiones de CO2.

La responsabilidad por los daños ocasionados en el futuro es una de las cuestiones más espinosas relacionadas con la implementación de la tecnología CAC, y es que en caso de que en el futuro se ocasione una fuga, la cuestión de quien tiene la responsabilidad es un com-plejo, y probablemente caro, problema legal.. En futuros acuerdos la posibilidad de renunciar a esta responsabilidad está muy presente.

Explosión de costesHan surgido una serie de reveses a la posibilidad de que la tecnología CAC despegue a tiempo para asegurar para antes de 2020 el máximo de emisiones y el comienzo de la reducción. Esta oportunidad de oro, tal y como se la ha querido considerar a estas baratas oportunidades de implementar la tecnología CAC, como la de recuperación mejorada de petróleo con CO2, no ha resultado ser lo rentable que se esperaba. En 2007 BP abandonó los planes con los que pretendía inyectar el CO2 generado por la central eléctrica Peterhead en Escocia en el yacimiento agotado de petróleo y gas de Miller bajo el Mar del Norte. BP estimó que el bombeo de CO2 desde Peterhead hasta el antiguo yacimiento aumentaría las reservas de petróleo recuperable hasta llegar a 60 millones de barriles, lo cual hacía el proyecto muy atractivo. La decisión del consorcio de abandonar el proyecto de Peterhead a finales de 2007 se debió a las limitaciones técnicas que encontraron en el yacimiento de Miller donde se quería almacenar el CO2. Se esperaba que las ayudas económicas del Gobierno Británico reportasen una reducción de los costes, sin embargo éste no estaba dispuesto a conceder semejante ayuda. Otro ejemplo visible es el de Noruega donde Statoil y Shell desecharon la idea de la recuperación mejorada de petróleo a partir del almacena-miento de CO2. Sería necesario parar la exploración petrolífera durante al menos un año para que el índice de recuperación del petróleo alcanzase tan solo un tres por ciento [16], con lo cual la pérdida sería mayor que el beneficio.

El último ejemplo lo encontramos en la compañía FutureGen de los Estados Unidos, que fue el buque insignia del programa de tecnología de CAC desarrollado por la administración Bush y que fracasó en enero de 2008 porque los costes se doblaron y todo ello a pesar de la inyección de dinero público de 1.300 millones de dólares y de la protección garantizada en caso de responsabilidad legal.

Será difícil encontrar inversores que inviertan en la tecnología CAC si no existe un ante-cedente con éxito.

4. Campo de acciónLo que hace que sea tan apremiante la posición que se ha asumido en torno a la tecno-logía de CAC es la naturaleza de la cuestión. Se estima que las formaciones salinas tienen una capacidad de almacenamiento de dióxido de carbono entre los 1.000 y los 10.000 millones de toneladas, mientras que las emisiones anuales se sitúan en torno a los 30 mil millones de toneladas. Por tanto, el enorme interés de estos datos reside en la necesidad de ganar tiempo.

Si de esto se trata, entonces se tiene que barajar una gran cantidad de tiempo, como cinco años de emisiones globales, como por ejemplo el 25% de las emisiones globales durante 20 años. Esto se traduciría en 150 mil millones de toneladas, y quienes están a favor incluso mencionan cifras bastante superiores. De esta manera los científicos australianos del CSIRO afirman que serían necesarios 3.500 lugares de almacenamiento de gran tamaño para realizar este secuestro en todo el mundo y así poder reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en mi millones de toneladas de dióxido de carbono al año [17].

El CO2 es un gas, y la cantidad total de la que estamos hablando es un millón de veces mayor que los residuos radiactivos, y el CO2 seguirá teniendo el mismo potencial como

Page 16: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

16

gas de efecto invernadero de aquí a un millón de años o a un billón de años.

Hasta el momento, se han inyectado durante un período de diez años un millón de tonela-das de dióxido de carbono al año bajo la arenisca en el yacimiento de gas Sleipner situado en el Mar del Norte, simplemente para reducir las emisiones de gases de efecto invernade-ro y así proteger el clima. El dióxido de carbono no proviene de una central termoeléctrica de carbón, sino que se separa del gas natural, ya que este contiene demasiado dióxido de carbono como para venderlo en el mercado. Un millón de toneladas al año puede parecer bastante, pero es insignificante comparado con la cantidad total de almacenamiento que sería necesario. El problema es de mayor envergadura si se añaden cinco ceros, ya que hablaríamos de 100 mil millones de toneladas de dióxido de carbono almacenadas po-tencialmente en todo el planeta. Es probable que mucho de este gas se pueda almacenar eternamente, pero no se puede asegurar completamente que quede libre de fugas.

Sleipner, un caso especial

El yacimiento de Sleipner es “EL” ejemplo de almacenamiento. Se inyecta anualmente un millón de toneladas de CO2 en la formación salina que se conoce como la formación Utsira. ¿Podemos considerar este número como la cantidad viable que podría asumirse como la cantidad a lograr en todas partes? Probablemente no, puesto que la capacidad de inyección depende de los parámetros del lugar de almacenamiento geológico como el tipo de roca, la permeabilidad y la porosidad. Las experiencias en operaciones reales en proyectos de recuperación mejorada de petróleo con CO2 en Norte América están basadas en índices de inyección por pozo mucho más bajos, situándose en una media de 0,2 Mt CO2 al año por pozo. Si observamos el ejemplo de una central termoeléctrica de carbón típica de 1.000 MW que produce 6 Mt CO2/al año, se necesitarían perforar y completar seis pozos completos para inyectar el CO2, tomando el caso de Sleipner como una modelo aproximado. Si por el contrario usamos las cifras de los Estados Unidos, serían necesarios 30 pozos además de un sistema de transporte del gas mayor.18 Pero las cifras de los Estados Unidos son posible-mente más realistas puesto que el caso de Sleipner es excepcional, ya que el CO2 se inyecta en una formación de arenisca altamente permeable y poco compacta..

La formación de Utsira también sirve como ejemplo para ilustrar la enorme capacidad de almacenamiento del CO2. Sin embargo, al igual que pasaba con el ejemplo de la ca-pacidad de inyección, no es posible comparar la situación geológica de un lugar, con otro próximo. La experiencia con la energía geotérmica, que también tiene un gran potencial, nos ha enseñado lo dificil que es alcanzar ese potencial.

5. Los riesgos

5.1. ¿Un almacenamiento geológico seguro y sólido?

Por el momento, la información sobre los efectos medioambientales externos potencial-mente perjudiciales del almacenamiento de dióxido de carbono está muy lejos de estar disponible. Tan sólo observando análogos naturales se puede extraer una idea del posi-ble impacto sobre la salud y la seguridad humanas. No obstante, tenemos que tener pre-sente que los análogos naturales no son iguales que los yacimientos de almacenamiento geológicos. La acumulación natural de CO2 se produjo a lo largo de diferentes etapas geológicas, mientras que la inyección de CO2 representa un incremento de presión en el sistema rocoso y por tanto muy diferente a nivel térmico, hidrológico, geoquímico y geomecánico. Como consecuencia del secuestro de carbono subterráneo pueden tener lugar cambios estructurales en las formaciones geológicas, así como modificaciones de las propiedades termodinámicas, e incluso la disolución de las capas geológicas sub-terráneas. Tanto estos procesos de modificación geológica como la inyección de CO2

Page 17: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

17

podrían conllevar una actividad sísmica con cierto impacto en la superficie, todo ello dependiendo de la opción y de los lugares escogidos [12].

El impacto sobre la salud y la seguridad humanas está dictado por factores como si la emisión de CO2 es localizada o dispersa y por si el índice de emisión es catastrófico o crónico. Independientemente del índice de emisión, existe un alto riesgo para la salud y seguridad humana si el CO2 aumenta en las zonas pobladas, habitadas, u otro tipo de espacios cerrados o huecos naturales en la superficie. El dióxido de carbono puede resultar mortal para los humanos y animales en altas concentraciones (por encima del cinco por ciento). Debido a que el dióxido de carbono es más pesado que el aire, una liberación enorme de este gas podría desplazar el aire en un valle dando lugar a una catástrofe. Existe un caso bien documentado de un desastre provocado por el dióxido de carbono en Lago Nyos en Camerún en 1986, donde murieron 1.700 personas ade-más del ganado, a más de 25 km del punto de origen de emisión. La posibilidad de que ocurran semejantes desastres es muy baja, sobre todo en comparación con otro tipo de riesgos potenciales en el contexto global. No obstante, desde un punto de vista medio-ambiental podría suponer una preocupación importante a nivel local.

Un estudio realizado por la Agencia Internacional de la Energía, Perspectiva para la captura y almacenamiento de CO2 (2004), destaca orgullosamente que no se ha detecta-do ninguna fuga en el yacimiento de Sleipner, donde se deposita, desde 1996 el dióxido de carbono. Claramente resulta insatisfactorio basar una decisión estratégica en el hecho de que en la última década no ha habido fugas en un determinado punto o al menos que nadie lo haya notado. No obstante, existen fuertes argumentos indirectos que indican que el gas permanecerá en el lugar a lo largo de períodos geológicos, por ejemplo el hecho de que el gas natural no se ha filtrado y aún permanece bajo tierra. Existen yacimientos naturales de almacenamiento y sin alterar. Sin embargo, la inyec-ción de CO2 es un factor que altera su condición natural puesto que se perforan pozos. Aunque se ha demostrado que el gas y el petróleo no sufren fugas, la inyección para la recuperación de petróleo mejorado en Rangely, Colorado (EE UU) ha demostrado que sí que existen micro-fugas a la atmósfera. La cantidad anual de CO2 y metano (CH4) que se dispersa a la atmósfera varía de 170 a 3.800 toneladas en el caso del CO2 y de 400 toneladas de CH4 a lo largo de los 78 km² del yacimiento [19]. Debido a que la fase libre de CO2 es más ligera que la de la formación de agua, la posibilidad de que ocurra una fuga hacia arriba se ve aumentado por la flotabilidad del CO2. Las fugas pueden ocurrir debido a rasgos naturales geológicos como fallas o fracturas, quizás como consecuencia de sobre-presurización de fluidos asociados a la inyección, o quizás como resultado de vías creadas por el hombre como pozos ya existentes.

5.1.1. Pozos

Las perforaciones son críticas. En el Estado de Texas (EE UU) se han perforado más de 1.500.000 de pozos de petróleo y gas. Debido a que más de un tercio han sido abando-nados algunos hace más de un siglo, es complicado valorar el estado de estos pozos. En la plataforma continental del Reino Unido la industria ha perforado alrededor de 4.000 pozos, dando lugar a más de 285 yacimientos productivos funcionando durante 38 años[*]. Aunque la mayoría de estos pozos fueron precintados antes de ser abando-nados aun no están preparados para tratar con CO2, puesto que éste en contacto con el agua se acidifica. El resultado es que los rellenos de cemento y los revestimientos de las perforaciones se pueden corroer. Se desconoce el tiempo que pueden mantenerse estas cubiertas, se pueden descomponer después de 10 años, 100 o quizás 1.000. La cuestión no es si un pozo tendrá fugas sino más bien cuando exactamente.[* Mar del Norte: Se estima que la capacidad de almacenamiento geológico de Europa tiene un máximo de 1.550 Gt de CO2 de los cuales hasta 1.500 Gt pueden almacenarse en formaciones salinas profundas, la mayoría de las cuales se sitúan bajo el Mar del Norte. Esta capacidad está muy lejos de la de las grandes agrupaciones de fuentes puntuales en Europa[12]. Por lo tanto, se necesitará una enorme infraestructura de gasoductos para transportar el CO2 desde las localidades donde se encuentren las centrales eléctricas y en la mayoría de los casos a través de zonas muy pobladas hasta llegar al Mar del Norte.]

Page 18: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

18

5.1.2. Agua

Las aguas subterráneas son un recurso precioso, puesto que se trata de la principal fuente de agua potable del mundo, pero solamente supone un 0,62% del agua del planeta [20]. Al igual que las aguas superficiales, las subterráneas son muy vulnerables frente a la contaminación proveniente de diferentes puntos. Los puntos de almacenamiento de CO2 son una posible fuente desde las que el CO2 y/o aguas saladas desplazadas pueden migrar hacia arriba a lo largo de las fallas y por tanto estropear los sistemas de aguas subte-rráneas poco profundos. Las aguas profundas están conectadas con las superficiales a nivel de ciclo hidrológico, de tal manera que algunos acuíferos alimentan los manantiales y ríos. La disolución de CO2 en aguas profundas da lugar a la hidrólisis que provoca que se forme ácido carbónico, lo cual altera el pH del fluido. Debido a la importancia de la variable del pH en las reacciones químicas (y biológicas) en el agua, un cambio en el pH provoca cambios en la geoquímica, calidad del agua, y por último en la salud del ecosis-tema. La movilización de metales (tóxicos), sulfatos, cloruros y de la contaminación puede llegar a niveles peligrosos haciendo imposible el uso humano y para riego del agua sub-terránea. El impacto medioambiental podría ser mayor si llegasen a las aguas potables subterráneas grandes volúmenes de aguas saladas con compuestos orgánicos o metales tóxicos.

5.1.3. Control y reparación

Uno de los problemas relacionados con el almacenamiento de CO2 en las formaciones geo-lógicas es la capacidad real para ejercer un control sobre el gas. Tomemos como ejemplo del yacimiento de Sleipner en el Mar del Norte. Incluso con el desarrollo de una tecnología altamente avanzada para estudiar las formaciones geológicas por medio de métodos sís-micos, podrían no detectarse el escape de pequeñas cantidades de CO2, sobre todo cuando estos tienen lugar lejos del punto de inyección, puesto que antes del comienzo de la inyec-ción no se podrían trazar las pequeñas fracturas. El CO2 también puede activar antiguas fracturas o crear nuevos caminos en la capa rocosa y escapar por ahí. Es posible que la presión ejercida por el CO2 inyectado cause un impacto en las formaciones suprayacentes, incluso aunque el punto de almacenamiento sea hermético. Aunque el CO2 no pudiera escapar del punto de almacenamiento, el lecho marino continene CO2 natural y metano generado a partir de procesos biológicos que podría escaparse y llegar al agua.

En tierra las plantas actúan como indicadores de escapes reducidos, lo que se puede emplear para detectar el CO2 que se filtra a la tierra. Si lo mismo ocurre en el lecho oceánico pasaría desapercibido durante mucho tiempo, sino por siempre. Sería imposi-ble detectar el desplazamiento de aguas saladas.

La cuestión es cómo proceder incluso si se descubre eventualmente la existencia de una fuga de un depósito. ¿Cuáles son las opciones tecnológicas disponibles para sellar una pérdida que se encuentra muchos metros por debajo del lecho marino, y cuál sería su coste? Lo que no está claro aún es sobre quién recaería la responsabilidad de con-trolar y sellar estas fugas a largo plazo.

5.1.4. El calentamiento global

Además de los impactos locales, la gran pregunta es si el dióxido de carbono puede filtrar-se a la atmósfera de una manera importante y afectar por tanto al calentamiento global.

En el contexto del equilibrio de carbono a nivel global se ha reconocido que las fugas de CO2 a la atmósfera son inevitables a largo plazo y aceptables si son lo suficientemente pe-queñas. El informe del PICC sobre la captura y almacenamiento de CO2 afirma que es muy probable que la proporción de CO2 almacenado será mayor que el 99% en 100 años, y que la proporción de CO2 almacenado superará el 99% en 1.000 años. Probablemente sea cierto, sin embargo, las evaluaciones de riesgo no pueden suponer que acontecerá el evento más probable; pero por supuesto tienen que examinar también aquellos escenarios con meno-

Page 19: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

19

res posibilidades del orden de un tanto por ciento menor.

Si se almacenan grandes cantidades de CO2, incluso las pequeñas cantidades de fugas que ocurran en el lugar de la inyección podrían comprometer los esfuerzos a largo plazo diri-gidos a la estabilización del CO2 en la atmósfera. Pacala [21] lo describe con un ejemplo: “Si el uno por ciento del carbono fósil secuestrado se escapase a la atmósfera anualmente, un billón de toneladas de carbono secuestrado originaría diez mil millones de toneladas de emisiones anuales, comparado con el total anual actual de siete mil millones de toneladas”. Las fugas importantes pueden llevar a una reacción violenta que se traduciría en un au-mento de la temperatura, ciertamente de forma retardada, de más de 1ºC en comparación con la situación de un almacenamiento perfecto [22].

Aun se debate la definición de lo que se considera “suficientemente pequeño”. Las tasas de fuga aceptables en todos los estudios varía entre el 0,01 por ciento y el 1,0 por ciento de fuga anual, donde la proporción porcentual se define como el volumen de fugas globales ese año, en comparación con el volumen total almacenado. La fuga de CO2 a la atmósfera a menudo se denomina también “filtración”.

Una fuga aceptable depende enormemente del objetivo de estabilización que se escoja, variando entre los 350, 450 o 550 ppmv o incluso más. El ritmo de filtración tiene que situarse por debajo de 0,01 por ciento/año para que se acepte para una estabilización por debajo de 550 ppmv, mientras que un ritmo de filtración de menos de 0,1 porciento/año sería aceptable en situaciones con 650 y 750 ppmv.23

No obstante, un estudio ha demostrado que incluso un 0, 01 por ciento no es para nada aceptable. Haugan y Joos [24] estudiaron el impacto climático provocado por la captura de un 30% de las emisiones de carbono antropogénicas y su almacenamiento. Debido a las grandes cantidades de CO2 almacenado, un ritmo de fuga tan bajo como 0,01 por ciento aun daría lugar al calentamiento global. A largo plazo en el próximo milenio el impacto será mayor que sin captura y almacenamiento, y pasando directamente a las energías reno-vables. Para evitar el peligro del cambio climático y prevenir el calentamiento global por superar los 2ºC por encima de los niveles pre-industriales es necesaria una reducción de gases de efecto invernadero en un rango de entre 85 y 50% en comparación con las emi-siones del año 2000 [25]. Los yacimientos de almacenamiento con fugas podrían mermar las emisiones futuras aceptables. En el peor de los casos el escape de CO2 podría igualar o incluso anular las emisiones aceptables.

Este estudio realizado por Haugan y Joos indica que la media global de tasas de fugas de-bería situarse por tanto por debajo de 0,001 por ciento al año, lo cual implica que se tienen que controlar los depósitos durante largos períodos de tiempo (desde siglos a milenios) para verificar la efectividad de las emisiones procedentes de la captura y almacenamiento de carbono. Para minimizar los riesgos es necesario una directriz sólida y una entidad independiente que vigile todas las actividades de almacenamiento.

La preocupación existe, y es que es relativamente fácil para un personal técnico sin escrú-pulos alegar que la puesta en marcha de la tecnología CAC puede lograrse de forma segu-ra. Es imposible “demostrar” que el CO2 se puede almacenar en el subsuelo eternamente. Independientemente del tiempo que se pruebe, al año siguiente siempre podría fallar en cuanto se diesen fugas. De tal manera que es imposible demostrar la fiabilidad total del al-macenamiento de CO2. Por tanto, no es sorprendente que esta industria no quiera asumir ninguna responsabilidad.

Los líderes de los grandes sectores industriales en todo el mundo son cada vez más cons-cientes de que el llamado carbón limpio puede no ser capaz de encarar las emisiones crecientes a partir de la generación de energía durante al menos la próxima década. Hasta el año 2025 [26] es poco factible que sea viable la tecnología del carbón limpio, que implica la captura del carbono del flujo de gases residuales de las centrales térmicas de carbón y su almacenamiento bajo tierra. Y serían necesarios otros 15 y 20 años así como cientos de millones de dólares para modernizar las centrales eléctricas de carbón y equiparlas con tecnología para la captura del carbono.

Page 20: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

20

6. ¿Quién quiere la CAC?6.1. El grupo industrial

6.1.1. Carbón

La industria del carbón y los gobiernos de países con grandes reservas de carbón y centrales eléctricas de carbón, así como aquellos países con reservas de petróleo y gas como Noruega y Canadá son los principales impulsores de la tecnología de CAC. Una de las principales razones por las que se está debatiendo la aplicación de esta tecnología en Suecia, a pesar de que este país no cuenta ni con carbón ni con petróleo, probablemente se explica por el hecho de que el gobierno posee la compañía eléctrica Vatenfall, que por medio de las operaciones que lleva a cabo a partir del lignito en Alemania emite mucho más dióxido de carbono que la totalidad de Suecia. En 2006 Vatenfall emitió 91 millones de toneladas de CO2, mientras que las emisiones totales de Suecia fueron de 51,5 millones de toneladas.

El peor método para generar electricidad desde una perspectiva climática es a partir del carbón. La industria del carbón y la industria energética basada este combustible se vería muy afectada por una política climática estricta.

En el pasado la industria del carbón de Estados Unidos ha negado a menudo la existencia de un problema climático y para cuestionar la ciencia dominante ha realizado donacio-nes a grupos de presión como Climate Coalition, Cooler Heads Coalition, Competitive En-terprise Institute. Este enfoque generalmente ha fracasado y ahora están dirigiendo sus esperanzas hacia la tecnología CAC, o de manera más precisa, esperan que el entusiasmo generado por esta tecnología les haga ganar tiempo para continuar extrayendo y usando carbón.

En muchos países el carbón es políticamente popular. O siendo más precisos, en mucho cír-culos resulta altamente impopular tomar medidas que pueda poner en peligro la industria del carbón, y es que esta industria está muy bien organizada en todo el planeta.

La imagen que aparece abajo pertenece a una exposición llevada a cabo por Lars G. Josefsson, director ejecutivo de la compañía eléctrica Vattenfall el 13 de octubre de 2005 en un seminario sobre el clima organizado por la Agencia de Protección Medioambiental Sueca, cuyo principal orador fue Al Gore.

No es ni técnica ni económicamente factible pasar del sistema actual a uno basado completamente en las energías renovables.

Page 21: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

21

Describe perfectamente la visión del futuro de Vatenfall y de otras compañías eléctricas con enormes intereses en la energía eléctrica de carbón y la nuclear. El período de tiempo que se marcan implica esperar hasta por lo menos 2075 antes de que comience la transición a la energía renovable.

Vatenfall y otras compañías aliadas en la industria de la energía a partir del carbón y la nuclear se han opuesto firmemente a la que se efectúen otros objetivos climáticos para Alemania y la UE, destacando las oportunidades que la tecnología CAC ofrece si se posponen las grandes reducciones hasta 2040 en vez de para 2020 [27].

En muchos sentidos la CAC no se trata de un complemento a las energías renovables, como a menudo se lo describe, así como a las medidas de eficiencia energética y cam-bios de estilo de vida, sino más bien se trata de una alternativa a ellos; obviamente no eternamente sino para un futuro político previsible.

O bien invertimos unos cuantos miles de millones de euros en energía eólica, paneles solares, biomasa y medidas energéticas eficientes y efectuamos los cambios necesarios en nuestro estilo de vida para cumplir con el objetivo de reducción de emisiones y así alcanzar el objetivo acordado por la UE, de limitar a 2 grados el incremento de tempe-ratura por encima del que se daba en la época preindustrial..

O bien nos empeñamos en preservar nuestro estilo de vida y por tanto invertimos la misma cantidad de dinero en el desarrollo de la tecnología CAC y energía nuclear. En el seminario que ya mencionamos Lars G. Jofesson también expresó su apoyo al manteni-miento del “estilo de vida Estadounidense”, lo cual obviamente irritó a Al Gore.

Se trata de apoyar una opción u otra, puesto que no se puede gastar el mismo dinero dos veces.

Una política climática estricta no sólo supone una amenaza para Vattenfall y otras com-pañías eléctricas como RWE basadas principalmente en el lignito y la hulla. La Comisión Europea dejó claro en noviembre de 2006 su sólido compromiso en cuanto al comercio de emisiones recortando de forma importante la asignación de permisos de emisión. Por lo tanto existe una amenaza real de que los precios de emisión aumenten, mientras al mismo tiempo las compañías eléctricas se ven forzadas a comprar una gran canti-dad de los permisos que necesitan. En junio de 2008 la Comisión Europea publicó su Paquete sobre la Energía, que se trata de un borrador de su intención para el comercio de emisiones a partir de 2012 [28]. El sector eléctrico se tendría que olvidar a partir de ese momento de la época en la que disfrutaban de asignaciones gratuitas. Dentro de los planes se plantea que los permisos de emisión se concedan por medio de subastas. Como consecuencia, los precios de la factura eléctrica podrían aumentar entre un 10 a un 15% [29]. Si, por ejemplo, suponemos que el precio de los permisos de emisión será de 25 euros en 2013 y que Vatenfall planea generar 90 millones de toneladas ese año y que además tiene que comprarlas en vez de que se le asigne gratuitamente, conllevaría un coste adicional de más de dos mil millones de euros al año para esta compañía. Como resultado, el valor de las operaciones realizadas por Vattenfall y RWE a partir del ligni-to se vería considerablemente reducido. Se trata por tanto de una cuestión importante, puesto que esta pérdida de valor acontecerá bastante pronto.

6.1.2. Petróleo

El petróleo aun es un gran mercado. El aumento de los precios del petróleo reportan enormes beneficios para algunos, pero a la vez está impulsando la necesidad de efec-tuar un cambio. Los gigantes empresariales como Shell, BP y Exxon tienen la opor-tunidad de elegir su camino. En el futuro próximo está garantizada la demanda de productos petrolíferos y las petrolíferas, que cuentan con capital y conocimientos muy diversos en áreas que van desde la investigación hasta el marketing, serán capaces de adaptarse gradualmente a las necesidades del cambio climático y dirigir sus esfuerzos hacia el desarrollo de los biocombustibles, biomasa, energía eólica y solar o hidrógeno.

Page 22: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

22

No obstante, esto no se puede aplicar a los países productores de petróleo. La petrolera puede sobrevivir en un futuro “Más allá del petróleo”, pero Arabia Saudí tan dependien-te del petróleo no podría, de la misma manera, acertadamente o no, Exxon considera que tampoco podría sobrevivir.

A diferencia de la industria del carbón, la petrolífera no está obligada a creer en la tecnología de CAC, sin embargo, sí que se inclina hacia su desarrollo. En parte se debe a que la inyección de dióxido de carbono en las perforación se ve como una forma de extraer más petróleo y conseguir beneficios a partir de las emisiones existentes o por medio de los proyectos de mecanismo de desarrollo limpio (MDL) de los países en desa-rrollo, y al mismo tiempo ganar prestigio por los esfuerzos medioambientales puestos en práctica. Sin embargo, lo que también esperan es poder obtener beneficios a partir de las reservas menguantes de petróleo al producir petróleo a partir del carbón, arenas y pizarras bituminosas.

6.1.3. Energía nuclear

La industria de la energía nuclear también está luchando por su supervivencia, sobre todo en Alemania, aunque ciertamente en todo el planeta. Se están abriendo algunos reactores nuevos, pero otros tantos se están cerrando. La plantas existentes están en-vejeciendo y en países como Suecia, Bélgica, España, Gran Bretaña, EE UU y Canadá se está procediendo a su desmantelación gradual. Las mismas compañías eléctricas que tienen intereses en la energía nuclear y del carbón, así como algunas grandes com-pañías industriales que fabrican turbinas, generadores y otros accesorios por el estilo tienen vínculos con la energía nuclear y la del carbón.

El apoyo a las energía renovables y la eficiencia energética proviene en su mayoría de otros sectores. Por lo tanto, están menos organizados y a menudo se sienten satisfechos con la ostentación de papeles secundarios en lugar de reclamar su lugar como una alternativa estratégica.

6.2. Una alianza funesta

No es sorprendente que exista una enorme red industrial que teme un cambio radical. Por ejemplo Vattenfall no se trata de una compañía aislada en medio de la nada. Vatt-enfall es el coordinador del proyecto 3C Combat Climate Change, que incluye a algunas de las principales compañías mundiales, sobre todo en el sector de la energía nuclear y del carbón, incluyendo a compañías como:u Alcan (Corporación del aluminio con casi 70.000 empleados y emisiones que alcanza-ron los 41 millones de toneladas de CO2 en 2004).u Alstom (gran constructor francés de centrales eléctricas, trenes, etc).u Areva (fabricante de energía nuclear).u Duke Energy (central eléctrica del carbón con emisiones en 2005 de 116 millones de toneladas de CO2).u Enel (compañía energética controlada en parte por el gobierno italiano y que opera en varios países del Este y con emisiones en 2005 de 56 millones de toneladas de CO2).u Endesa (compañía eléctrica española, con emisiones en 2006 de 46,5 millones de CO2).u EnBW (compañía eléctrica alemana dedicada a la energía nuclear y de carbón).u E.On (compañía alemana de gas y generadora de electricidad de control alemán con 120 millones de toneladas de CO2 en 2005, en proceso de compra de Endesa).u Eskom (compañía eléctrica controlada por Sudáfrica, basada en el carbón pero con energía nuclear).u General Electric (constructora de centrales eléctricas, incluyendo las de carbón, EE UU).

Page 23: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

23

u NRG (compañía eléctrica estadounidense principalmente de carbón).u Siemens (fabricante de centrales nucleares, de energía de carbón, etc).u Sistemas de energía unificada de Rusia (El segundo mayor generador de electricidad del mundo con un rendimiento eléctrico de 635 TWh, controlado por el gobierno, principal suministrador de electricidad y calefacción de Rusia).

u Suez, importante compañía de gas y electricidad internacional con base en Bruselas.

En apariencia, el mensaje de Combate el Cambio Climático resulta razonable. Suena como si pudieran comprender bien los problemas y proponen medidas con una visión global a largo plazo. Pero cuando se trata del margen de tiempo, hablan del año 2100, y en cuanto al objetivo para la estabilización, hablan de equivalentes a 550 ppm de dióxi-do de carbono. Esto es incompatible con el objetivo de los dos grados, que probablemen-te requiera estabilización a nivel de 440-450 ppm. En su nuevo informe “La amenaza climática” [30], Vattenfall ha tomado el objetivo de 450 ppm, que implica una reducción de 27.000 millones de toneladas de CO2 de forma global hacia el año 2030.

Muchas de las compañías arriba mencionadas son también miembros de otra iniciativa conocida como Mesa Redonda Global sobre Cambio Climático, y también se incluyen “buenos chicos” como el Consejo Mundial de Iglesias, grandes compañías de reaseguros, representantes de energías renovables, Ricoh y un número de instituciones académi-cas, así como unos cuantos más de los peores contaminantes globales, incluyendo la compañía de aluminio Alcoa, y el gigante del carbón y las minas, Río Tinto.

Su mensaje es numéricamente más vago, pero ofrece un claro apoyo a la Captura y Alma-cenamiento de Carbono (CAC) y las centrales térmicas junto con la energía renovable.

La alianza entre la industria del carbón, los países productores de petróleo y ciertas petroleras es muy clara en los encuentros del sector para la convención climática. Siempre abogan por el reconocimiento de la energía nuclear como una opción aceptada para mitigar el cambio climático. También se inclinan por la inclusión de la CAC en el Mecanismo de Desarrollo Limpio (CDM). Se espera una decisión en la próxima Confe-rencia sobre el Clima de Naciones Unidas, prevista para finales de 2008 en Polonia.

La CAC en el MDL

El Protocolo de Kioto, con su Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), propone una manera de animar a los países industrializados a que se comprometan con los proyectos más rentables y respetuosos con el medio ambiente en los países en desarrollo para conseguir la sostenibili-dad. El hecho de que la CAC pueda ser parte del MDL aún se encuentra bajo discusión.

Mientras los países industrializados esperan reducir los costes de esta tecnología mediante el desarrollo, prueba y despliegue de proyectos en los países en desarrollo, cierto número de ONGs y países como Brasil, están en contra de la CAC en el MDL. Los motivos son, por ejemplo, que la CAC no es sostenible ya que incrementa las pérdidas de recursos fósiles y el impacto medioambiental. También carga a las futuras generaciones con la necesidad de hacer un seguimiento del CO2 almacenado por seguridad y razones climáticas, y para poner remedio en caso de fugas [31].

En lugar de incluir la CAC en el MDL, que no beneficiaría al clima sino que permitiría que los países industrializados se desprendieran de sus propias emisiones, la CAC debería sus-tituirse por una nueva tecnología en el futuro acuerdo de Copenhague.

En el pasado algunos accionistas industriales intentaron negar la base científica (PICC) por el cambio climático, pero esta postura se ha vuelto insostenible. La amenaza cli-mática ya no se puede ignorar durante más tiempo. Hace falta una solución. Quienes quieran defender la actual estructura industrial, y modo de vida, deben de ser capaces de proponer una estrategia tenológica que sea compatible con la reducción de emisio-nes. Esa estrategia es la CAC.

Detrás de las grandes razones se encuentra, naturalmente, un interés egoísta pero

Page 24: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

24

comprensible en proteger las inversiones. No puede ser fácil enfrentarse a la posibi-lidad de cerrar centrales térmicas que llevan en activo de diez a veinte años y que podrían funcionar de veinte a treinta.

6.3. Vattenfall

Vattenfall32, una de las compañías más grandes que pertenecen al estado sueco, pa-rece ser una empresa particularmente activa. Su carismático director general, Lars G. Josefsson, es consejero de gobierno de Suecia y Alemania en cuestiones de cambio climático. Esto es impresionante. ¿Cómo puede el líder de una compañía cuyas activida-des están basadas principalmente en el lignito, convertirse en consejero del Gobierno alemán en cuestión de cambio climático?

6.3.1. Reducción de emisiones a la mitad en 2030

Esto es lo que los gobiernos quieren oír de un consejero climático industrial: “ya hemos conseguido reducir las emisiones en un 30% desde 1990, y nuestro objetivo es el de re-cortarlas un 20% más en 2030”, dijo el presidente de Vattenfall, Lars G. Josefsson, en su discurso en el encuentro general anual en abril de 2007. Esta reducción se consiguió mientras los niveles de producción de energía se mantenían o incluso aumentaban.

¿Qué valen dichas afirmaciones? Por ahora sólo hemos visto cumplida la segunda parte (niveles de producción de energía que aumentan). La discrepancia se hace más clara si los plazos y los números se observan con más detalle: en la década de 1990, Vatten-fall se benefició de la absorción de centrales ineficientes de Alemania Oriental. Dichas absorciones tuvieron como consecuencia un incremento en el total de las emisiones tomadas como base para la reducción (Vattenfall estima sus emisiones en 135 Mt CO2 en 1990 [33]). Fue esencial modernizar el sistema y así reducir las emisiones de varios contaminantes. Pero la reducción de CO2 resultó sobre todo de la desindustrialización de Alemania Oriental. La demanda de energía cayó drásticamente, como en todos los países ex comunistas. Es fácil ser un héroe medioambiental con semejante escenario.

La cuestión más interesante tuvo lugar a finales de los 80. Las emisiones aumentaron espectacularmente en el año 2000 cuando el bloque IV de la central de lignito de Box-berg comenzó a producir electricidad. Las emisiones actuales rondan los 75 Mt de CO2. Para conseguir recortar el 50% hacia el 2030 Vattenfall sólo tendría que reducir las emisiones en 10 Mt de CO2.

En su estudio Frenar el Cambio Climático, Vattenfall propone un sistema de fijación de límites máximos e intercambio de permisos de emisión en el que las licencias nacio-nales se basen en el Producto Interior Bruto. En efecto, lo que reivindica es el derecho al crecimiento económico, incluso para los países que ya son ricos. Con un escenario como este, las economías podrían obtener más licencias de las que necesitan. Dicho de otra forma, un país como Suecia, con una producción de carbón del 40% del promedio mundial, tendría una licencia para producir más del doble de lo que ya produce [34]. ¿Podría ser que, en última instancia, Lars G. Josefsson se inclina por “el derecho al desarrollo económico” para beneficio de su propia compañía?

Vattenfall gana un buen dinero gracias a sus centrales térmicas y ha disfrutado de su parte de las ganancias inesperadas que el Sistema Europeo de Intercambio de Emi-siones ha creado para el sector energético. Vattenfall apoya activamente las centrales nucleares y la CAC. Aunque comparte mesa con la canciller alemana Merkel, ha perdido la confianza y la aceptación del público. Una serie de incidentes en las instalaciones de Krümmel y Brunsbüttel (así como en Forsmark, en Suecia) fue el principio del declive en 2007, que siguió con el aumento de Vattenfall en el precio de la electricidad; también planea construir nuevas plantas y abrir áreas de minas de lignito en Alemania. Las pérdidas tuvieron consecuencias personales. En medio año, dos directores alemanes

Page 25: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

25

perdieron sus puestos35. Una gran campaña publicitaria no ayudó a reconstruir la imagen dañada. Más de 200.000 clientes les abandonaron el año pasado.

A pesar de los contratiempos, los beneficios aumentaron en los primeros ocho meses de 2007 para la rama alemana de Vattenfall, mientras que los beneficios en general cayeron. Los analistas dicen que el aumento en Alemania se debió principalmente al aumento de las tarifas para las energías renovables (sobre todo energía eólica de otras compañías) por conectarse a la red eléctrica propiedad de Vattenfall.. Esto no significa que vaya a respetar más al medioambiente, por lo menos no en Alemania, donde el porcentaje de energía renovable (si excluimos las viejas centrales hidroeléctricas) es menor del 1%. El 63 % de la potencia eléctrica instalada de Vattenfall en Alemania está basada en el lignito, un total de 7.420 MW. Si observamos los planes de inversión, la bre-cha entre las energías renovables y el carbón aumenta, incluso si se tienen en cuenta las actividades de energía eólica planeadas en Suecia (como en febrero de 2008).

Centrales térmicas previstas en AlemaniaBoxberg [36], Sachsen (lignito) – 675 MW (5.0 Mt CO2/año37)Lichtenberg, Berlin (hulla y antracita) – 800 MW (4.5 Mt CO2/año)Moorburg, Hamburg (hulla y antracita) – 1,680 MW (8.5 Mt CO2/año)

Parque eólico previsto en Alemania Alpha Ventus [38], norte de Borkum – 60 MW (33% acciones = 20 MW)

Parques eólicos previstos en SueciaLillgrund, Suecia – 48 aerogeneradores 110 MWKriegers Flak, Suecia – 128 aerogeneradores 640 MWDan Tysk, Suecia – 80 aerogeneradores 400 MW (extensión posible)

A largo plazo (hasta 2030) Vattenfall Europa planea cubrir el 10% de su producción eléctrica con energías renovables en Alemania [39]. Esto no contribuye a la protección climática esperada de la empresa como luchador comprometido por mantenerse bajo los 2ºC. En contraste, el Gobierno alemán planea incrementar el porcentaje de parti-cipación de las energías renovables en la generación eléctrica de Alemania en un 25% para el 2020. Intentar conseguir sólo el 10% hacia 2030 también contradice los propios estudios de Vattenfall, en los que las energías renovables se encuentran entre un 15% y un 20% de la producción de energía [40].

Entre 2007 y 2011 Vattenfall invertirá un total de once mil millones de euros en desa-rrollo y renovación de su producción de energía y sistemas de distribución. Esto in-cluye mejoras de las centrales existentes, extensiones de la actividad de los reactores de las centrales y centrales térmicas nuevas y más eficientes, CAC, nuevos métodos de producción de electricidad sin combustibles fósiles, investigación y desarrollo41. En un comunicado de prensa en abril de 2007, la empresa se mostró un poco más precisa sobre sus inversiones: “una gran suma de estas inversiones será para reducir a cero las emisiones de dióxido de carbono de las plantas de Vattenfall [42]”.

El caso “libre de CO2 ”

Vattenfall no duda en promover sus centrales listas para realizar las CAC como “libres de CO2”. En diciembre de 2007, el tribunal del distrito de Berlín, en Alema-nia, prohibió finalmente que Vattenfall usara este término para su proyecto en Schwarze Pumpe. El tribunal tuvo en cuenta los argumentos del demandante, una empresa fotovoltaica, que afirmaba que las centrales equipadas con tecnología de CAC producían CO2, aunque el gas no penetrara en la atmósfera sino en forma-ciones de almacenamiento geológicas bajo tierra. Si Vattenfall continúa utilizando este término en la publicidad alemana, se expone a una multa de 250.000 euros.

Page 26: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

26

6.3.2. A por el lignito

Vattenfall extrae casi 50 millones de toneladas de lignito para alimentar sus centrales en Alemania. El gobierno sueco, haciendo gala de que el estado posee la empresa, ya ha destrozado la ciudad de Wend de Horno en la región de Lausitz. Ya están sobre la mesa los nuevos planes para abrir minas a cielo abierto y continuar destrozando parajes y desplazando a la gente:

u Reabrir Reichwalde (cerrado desde 1999) – desde 2010 en adelante, se necesitarán 15.000 toneladas de lignito al día para alimentar la nueva unidad Boxberg. La mina de Nochten seguirá suministrando a las unidades que ya existen (1.900 MW) con 50.000 toneladas al día.u Se planea la apertura de una nueva mina de lignito a partir de 2025. El nuevo campo de Welzow II reubicaría a 1.200 personas a partir de 2015.u Se planea la apertura de una mina a cielo abierto en Janschwald-Nord, de la que se extraería lignito durante 20 años, empezando en 2028. Sería necesario el desplaza-miento de 900 personas a partir de 2020.u Como segundo paso se planea lo mismo con otras dos minas a partir del año 2035.

Estos dos campos, Bagenz-Ost y Spremberg-Ost podrían funcionar sin que fuera nece-sario el desplazamiento de la gente.

Se llegó a un acuerdo con el estado de Brandenburgo en septiembre de 2007 para tres nuevas minas: Janschwald-Nord, Bagenz-Ost y Spremberg-Ost. Las quejas locales, las organizaciones medioambientales, así como los partidos (de izquierdas y a favor del medio ambiente) han puesto en marcha una queja pública contra estos planes.

6.3.3. El compromiso de la CAC

Vattenfall apuesta fuerte por la CAC. El resultado de la actividad “piloto” es pequeño si lo comparamos con la actividad de las centrales térmicas convencionales.

Los planes del CCS [43]:u Planta piloto de Oxicombustión en Schwrse Pumpe de 30 MW en construcción, entrará en servicio en 2008.u Planta piloto de oxicombustión Janschwalde 300 MW, entrará en servicio hacia el 2015.u La posibilidad de probar la modernización de una caldera en Janschwalde a media-dos de la próxima década.u Entre 2020 y 2030 se modernizarán todos las unidades convencionales de Janschwalde.

La central piloto de Vattenfall oxicombustible en Schwarze Pumpe tiene 30 MW de me-dida con una actividad de 40.000 horas en diez años, empezando en 2008. Probará que el CO2 se puede producir, separar y almacenar, pero no es una central térmica modelo.

La central tendrá que compensar las pérdida de agua, tanto de utiiización como de condensación [44]. El CO2 de la central se transportará en camiones a Altmark, a más de cien kilómetros de la central. Se inyectarán cien mil toneladas de CO2 durante los próximos tres años en un campo de gas para mejorar su recuperación.

Vattenfall asume que la CAC será tecnológicamente probada entre 2015 y 2020 [46]. Se asumiría una tasa de puesta en marcha, del orden del 85%, del total de las nuevas cen-trales térmicas de carbón entre 2020 y 2030, a un coste superior a 40 euros las tone-lada de CO2 evitada en el 2030. Hasta ahora todo esto es una teoría. Tecnológicamente probado no significa comercialmente o económicamente viable. Lo que tenemos en rea-lidad son nuevas centrales térmicas, algunas de ellas en construcción (Boxberg), otras en fase de preparación para construcción (Moorburg) o en fase de diseño (Lichtenberg). Si Vattenfall planea seguir, habrá que añadir 18 MT anuales de CO2 adicionales al cam-bio climático, en una época en la que se supone que las emisiones globales estarán en

Page 27: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

27

su punto álgido y donde sería necesario que la emisiones comenzaran a bajar. Es muy poco probable que viejas centrales de un tamaño similar se cierren.. Por ejemplo, en el caso de Moorburg (1.680 MW) solo se espera que se cierren 300 MW de capacidad.

Con las nuevas centrales no hay otra salida que no sea la CAC, tanto si la tecnología esta lista comercialmente como si no. Lo que importan son las afirmaciones y los proyectos coartada. El gobierno alemán se muestra más que satisfecho de creer en Vattenfall y en sus proyectos de CAC. Pero algo debe quedar claro: seguir el camino de la empresa significa quedarse atrapado en la estructura de la energía fósil sin más salida que al-macenar todo el CO2. Las grandes compañías energéticas no se harán responsables si la CAC no consigue satisfacer las necesidades técnicas, comerciales y económicas (ni estarían dispuestos a responsabilizarse de los lugares de almacenamiento de CO2 ni a medio ni a largo plazo). Sin embargo, aún quedarán centrales térmicas que destruirán el medio ambiente. Esta es la respuesta de Josefsson a lo que pasaría si la CAC no se pusiera en marcha a tiempo:

“Entonces tendríamos un problema. Habría que construir diques más altos” [47].

7. La dimensión política

7.1. Los grandes fósiles

La UE se muestra muy positiva hacia la CAC, y Estados Unidos incluso más, especial-mente bajo la administración de Bush. De acuerdo con el Departamento de Energía de EE UU, el futuro se prevé en la siguiente tabla:

En este diagrama vemos claramente que la CAC pretende ser el método principal para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Este anuncio ha sido bien reci-bido en EE UU, que cuenta con una industria del carbón grande y políticamente muy influyente. También ha tenido éxito en Japón, que depende en gran medida del carbón, en Australia, que es el mayor exportador del mundo, y en Canadá, que también es un gran productor. En la UE el sector del carbón está claramente en declive, pero no hay planes para abandonarlo. En Alemania disfruta de numerosos subsidios gubernamen-tales y tiene un gran apoyo político.

Se admite que el carbón no es un gran factor de empleo en EE UU ni en Alemania, pero

Secuestro = EstabilizaciónEscenario verosimil para detener el crecimiento de los GEI

Redu

cció

n de

em

isio

nes

de G

EIM

illon

es d

e to

nela

das

equi

vale

ntes

de

carb

ono

Page 28: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

28

para ciertas comunidades y regiones es aún un tema muy emotivo. La CAC supone una oportunidad muy buena para que los políticos den largas a los problemas.

Aunque la administración de Bush no ha ratificado el protocolo de Kioto, dentro de la CMNUCC y no está dispuesta a aceptar objetivos de reducción vinculantes, se muestra muy activa en lanzar todo tipo de iniciativas cuyo objetivo sea mejorar y transferir las tecnologías del carbón para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La Sociedad Asia-Pacífico o el Foro de Liderazgo en Secuestro de Carbono (CSLF) es un foro en el que se promociona mucho la CAC. En gran parte de los países desarrollados, en la OCDE y en la Agencia Internacional de la Energía (AIE), también existe una visión establecida del carbón como un recurso estratégico, en oposición al petróleo y al gas, que se producen principalmente en los países que no son de la OCDE.

7.1.1. Tres países, un objetivo

Un gran parque de centrales envejecidas es lo que conduce a paises como el Reino Uni-do y Alemania a apoyar la CAC. En ambos se necesitarán aproximadamente entre 20 y 25 Gigawatios de nuevas centrales para 2020. El gobierno de Reino Unido ha iniciado un concurso para desarrollar una planta que demuestre la viabilidad de una planta de generación eléctrica a escala comercial. y ha abandonado su oposición a la construc-ción de nuevas centrales nucleares. Sin embargo, un gran número de nuevas centrales térmicas de carbón se encuentra aún en fase de planificación. La posibilidad teórica de la CAC esta siendo empleada por el gobierno para llevar a cabo con determinación un plan de nuevas centrales térmicas de carbón. En Gran Bretaña, Kingsnorth 2, y otras como Tilbury, Blyth, Ferrybridge, High Marnham, Longannet y Cockenzie emitirían cada una millones de toneladas de CO2 y no son centrales de CAC. Lo mismo sucede en Ale-mania. Más de 25 centrales se encuentran en fase de diseño o construcción y emitirían más de 120 millones de toneladas de CO2 al año.

Tabla: combustible utilizado para producir electricidad en Gran Bretaña, Alemania y Noruega

% Gran Bretaña [48] Noruega [49] Alemania [50]

Carbón 34 24 (lignito) 22 (hulla y antracita)

Nuclear 15 22Gas 43 12Renovable 1 (hidro) 99.3 (hidro) 14 (eólica 7, hidro 3, biomasa

<4, fotovoltaica 0,5)Otros (petróleo incluido) 5.5 (petróleo 1) 6

Un gran porcentaje de carbón en la producción de electricidad no es lo único que lleva a estar interesado en la CAC. Este es el caso de Noruega, cuya producción de electricidad se basa casi en exclusiva en la energía hidráulica. Lo que Noruega tiene en abundancia es petróleo y gas en el Mar del Norte y también en la plataforma continental lejos de la costa.

En 2006 fue el décimo mayor productor de petróleo, y el quinto exportador en el mundo. El petróleo noruego y la industria del gas no dependen en gran medida de la CAC como parte de la solución a largo plazo, ya que se espera que la exploración de gas y petróleo suba pronto y descienda después. El interés en mejorar la extracción de gas y petróleo ha disminuido debido a las complejidades tecnológicas de mejorar las plataformas existentes, donde espacio y tiempo son muy costosos. Sin embargo, el gobierno noruego sigue pre-sionando para la CAC, ya que quiere construir nuevas centrales eléctricas de gas en el país. La promesa del gobierno de construir centrales a escala comercial para suministro general, incluyendo una ya en marcha (Kårstø) y otra en construcción (Mongstad) tam-bién es punto de discusión. El 18 de diciembre de 2007 se decidió que la central que se planeaba (Mongstad) también estaría equipada con una central de CAC, pero no desde el comienzo. Se levantará primero una central de prueba, que probablemente se encuentre

Page 29: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

29

operativa en 2011. La decisión de construir una a escala comercial no se tomará hasta 2012, después de analizar los resultados de la central de prueba. La central a escala co-mercial no estará operativa hasta por lo menos 2014 [51]. La CAC es parte del plan del Gobierno noruego para cumplir con las obligaciones de Kioto (junto con la compra de créditos de emisión del extranjero, lo que explica su interés en incluir la CAC en el MDL) y en algún tiempo, convertirse en neutral en lo que se refiere al carbono. Esto dista mucho de explicar el gran interés que el país muestra actualmente en la CAC [52].

7.1.2. La AIE

La AIE se formó en 1974 como homóloga al cártel de la OPEP, y desde entonces ha pro-mocionado la energía térmica y nuclear, y más recientemente la eficiencia energética y las energías renovables. La razón de ser de la AIE es la seguridad de suministro, lo que significa que “nosotros” deberíamos tener la energía que necesitemos a un precio razonable. Por eso existe. Por eso los estados miembros financian la organización. El mismo espíritu se refleja en todo lo que hace la agencia, en sus estudios regulares de energía en sus estados miembro, en la situación energética mundial y las revisiones sobre su tecnología. Mucha de la información que publica la agencia es válida, útil, pero su perspectiva es incompatible con la visión de que la Tierra es un planeta de recursos limitados. Todos los gráficos de la AIE tienden a subir, y a pesar de que muchas veces se han equivocado, las previsiones de la agencia normalmente se tratan con respeto.

En el escenario de referencia de la AIE sobre la situación energética de 2006, se asumió que el consumo de carbón crecería de 2.773 millones de toneladas de equivalentes del petróleo (Mtep) en 2004 a 4.441 Mtep en 2030, con un ratio de crecimiento similar de petróleo, gas y energía hidroeléctrica, y algo menos de biomasa y energía nuclear.

Esto nos conduce derechos al abismo, pero el público aún lo ve como la pura verdad. Si cree en las previsiones sobre el carbón, tendrá que creer también en la CAC, porque de otra forma todo se desmorona.

La AIE (mediante la coordinación y el desarrollo de la investigación) ha fomentado la producción de combustibles líquidos a partir del carbón y de combustibles fósiles “no convencionales” como la arena bituminosa. Dicha tecnología es ahora viable en térmi-nos económicos debido al aumento de los precios del petróleo en los últimos años. En cuanto al medio ambiente es, como poco, problemático, y las emisiones de dióxido de carbono serían incluso mayores que si se utilizara petróleo en su lugar.

Sin embargo, este pequeño problema se puede solucionar si se asume que la CAC es el camino. Lo mismo sucede con la extracción de hidrógeno del carbón. Esta tecnología está aun más lejana.

Pero por otra parte ofrece una visión completa de cómo podemos ir más allá del petró-leo. Si se construye una infraestructura sobre una base de combustible fósil, después puede convertirse en una central térmica, de fusión o alguna solución de energía solar futurista, sin cambiar por ello nuestra estructura social o nuestro estilo de vida.

La CAC nos propone una elección clara: usar las herramientas de las que disponemos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero; desarrollar lo que tenemos a la vista pero no al alcance y asumir la consecuencia que ello tenga en nuestro estilo de vida y en nuestra estructura social o invertir todo lo que tenemos en la esperanza de que la CAC funcionará.

7.2. La CAC y el PICC

El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (PICC) es probablemente la or-ganización global más aceptada que trata los temas del cambio climático. Sus esfuerzos fueron recompensados con el Premio Nobel de la Paz en 2007. Los mejores informes son sin duda los de evaluación sobre el cambio climático. El cuarto informe de evalua-

Page 30: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

30

ción fue publicado en 2007.

Establecida por la Organización Metereológica Mundial (OMM) y el Programa de Nacio-nes Unidas sobre el Medio Ambiente en 1988, el PICC es tanto un cuerpo interguberna-mental como una red científica mundial. No se encarga de nuevas investigaciones, si no que su labor consiste en llevar a cabo evaluaciones políticamente relevantes (y no políticamente prescriptivas) sobre la información de un tema en concreto. Cientos de expertos de todo el mundo escriben informes globales. Todos estos informes contienen el llamado Resumen para Responsables de Políticas que aprueban los representantes gubernamentales.

Los gobiernos no sólo aprueban el resumen. También proporcionan el dinero para el trabajo del PICC. Además deciden qué tipo de informes se preparan. Tales decisiones son muy políticas. ¿Qué elegiría si tuviera la capacidad y el dinero para un único proyecto y hubiera dos o tres sobre la mesa? El que ha salido perdiendo en este juego en el pasado ha sido la energía renovable. Así pues, el mundo contó con un Informe Especial sobre la Captura y el Almacenamiento del Dióxido de Carbono, publicado en 2005. No cabe duda de que llegó a tiempo, ya que la CAC se hacía cada vez más popular, pero faltaba información muy importante. Desde entonces se ha utilizado el informe para presionar por la CAC; mientras tanto no disponemos de informes globales sobre las posibilidades y los potenciales de las energías renovables. No fue hasta hace poco, a comienzos de 2008, cuando tuvo lugar un encuentro para decidir el objetivo de la preparación de un documento especial sobre el tema. Y otra vez los interesados en el carbón sucio y las grandes naciones con combustibles fósiles, como EE UU, bloquean información vital que podría cuestionar el sistema energético actual.

7.3. La CAC y la investigación

No se han publicado muchas críticas científicas sobre el tema, y no resulta especialmen-te sorprendente. La industria energética emplea su propio dinero para la investigación sobre la CAC, y presiona con éxito para que el dinero público se invierta con el mismo propósito. Las preguntas que normalmente se formulan son:

¿Cómo se puede separar, transportar y almacenar el dióxido de carbono? ¿A qué pre-cio? ¿Qué problemas ambientales puede ocasionar y cómo se pueden resolver? ¿Cuáles son las potenciales trabas legales?

Pero la CAC todavía es demasiado poco específica para ser un objetivo claro de examen crítico. El estudio sobre ello no es una investigación ni fundamental ni de alto nivel.

Al mismo tiempo nadie puede afirmar honestamente que no sea posible separar el dióxido de carbono ya que es fácilmente demostrable. También es obvio que el dióxido de carbono se puede transportar en gasoductos e introducirlo bajo tierra. También es posible ofrecer un presupuesto de diez a veinte años antes de que la tecnología esté lista para un uso a gran escala.

Es posible encontrar cuestiones científicamente bien definidas que se deberían subra-yar, y hasta cierto punto se está haciendo, como en los modelos de filtración de diferen-tes estratos, o cálculos económicamente más realistas en forma de análisis de sistemas de energía. Pero no hay subvenciones para todas las áreas de investigación, y no todas solicitudes consiguen una.

Pero esto podría cambiar, y pronto. La propuesta de la Comisión Europea para cons-truir doce centrales a finales de 2015 [53] que deberán ser financiadas mediante tasas públicas o asumidas por la propia industria energética. En última instancia, la industria deberá movilizar a investigadores y abogados para protegerse contra responsabilida-des económicas. Pero incluso si quienes pagan los impuestos tienen que apoquinar, se desatará la oposición. Serán necesarios los informes de los asesores, algunos de los cuales puede que hasta sean doctores, etc.

Page 31: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

31

Esto no significa que se vaya a encontrar una solución al problema. Los estudios sobre la fusión han consumido cantidades ingentes de dinero durante un periodo de 50 años sin producir ni un único kWh. de energía útil. Es un fiasco científico, un fiasco tecnoló-gico incluso mayor y un increíble fiasco económico, pero nada de esto ha impedido que el dinero siga entrando. Durante mucho tiempo el sueño de la fusión jugó un importante papel ideológico, y ahora, que esto ha provocado que existan miles de expertos en el tema, defendiendo sus ingresos, y su modo de vida, y políticos que no están dispuestos a admitir que han tirado el dinero. Por otra parte, si es usted político de una gran nación industrial y le dicen que la investigación de la fusión podría producir mucha energía barata, sería muy difícil que dejara de contribuir a dicha investigación. El país tendría que comprar acceso a otros para esta tecnología, o peor, verse aislado y ser objetivo de la presión política de quienes controlan la tecnología. El dominio sobre los recursos vitales supone un control político masivo. Las descaradas amenazas de Rusia y su con-fianza en la política extranjera es un ejemplo actual.

El papel que la CAC jugará finalmente está claro. Por ahora, cantidades grandes de dinero están cayendo en la investigación de la CAC para responder a muchas de las preguntas formuladas. Este dinero no debería salir de otras investigaciones, lo que finalmente pasará si no se aumentan los presupuestos para ello o si la CAC se valora más que otras opciones de mitigación realmente sostenibles.

7.3.1. Ideas incluso más salvajes: Almacenamiento o Fertilización Oceánica

La investigación también se está llevando a cabo en áreas como el almacenamiento o la fertilización oceánica. Países como EE UU y Japón han mostrado su interés en estas tecnologías.

El almacenamiento oceánico consiste en bombear dióxido de carbono a grandes pro-fundidades, donde el gas es estable verticalmente pero puede migrar lateralmente, matando todos los organismos que necesitan oxígeno a su paso. También se espera que la penacho de CO2 en la columna de agua se cubra con una especie de capa helada de hidratos de CO2 que prevendrá que el líquido se escape o sea disuelto por el agua del mar. Sin embargo, si el dióxido de carbono se disuelve en el agua, ello contribuirá a la ya observada acidificación de los océanos (el pH ha descendido a 0,1) y puede que el problema se haga mayor en cualquier situación.

Figura del Informe Especial del PICC sobre el Secuestro y el Almacenamiento de Dióxido de Car-bono. (2005) SPM. Fig. 5 pág.7 Imagen sobre conceptos de almacenamiento del océano.

Page 32: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

32

La fertilización del océano con hierro o nitrógeno sirve para estimular el crecimiento del fitoplancton. Esto conlleva el riesgo de que aumente el número de organismos que viven de él. Si el plancton no se consume y llega al fondo marino, consumiría mucho oxígeno y podría causar la muerte del fondo, un fenómeno de sobra conocido durante la fertilización de nitrógeno intencionada.

La fotosíntesis mejorada es más difícil de conseguir. Es más probable que el aumento del nivel de CO2 favorezca al menos eficiente grupo de plantas del tipo C3 en detrimento del grupo C4. Las ideas arriba mencionadas aún son polémicas en las sociedades de investigación, pero han sido aceptadas desde la década de los 80 y el gobierno de EE UU las toma en serio.

7.4. El movimiento medioambiental

El movimiento medioambiental está profundamente dividido con la cuestión de la CAC. WWF Internacional, por ejemplo, quiere imponer “requerimientos estrictos”, como hace EEB, mientras que Greenpeace se muestra crítica. Muchos de los que se ven como ejem-plos y líderes en el tema del clima, como Al Gore, Amory Lovins, Thomas B. Johansson, Sir Nicholas Stern and Christian Azar han expresado opiniones positivas.

La explicación se encuentra en parte en el papel de los modelos de emisión. Los mo-delos son un negocio especializado y costoso, y los modelos a menudo se heredan de cuerpos como IIASA [54] o la AIE, y se excluyen muchas de las posibilidades y de los peligros, particularmente cuando implica cambios en los estilos de vida..

El enfoque completo tiene un elemento de predicción de futuro (con una perspectiva fatalista), en contraste con la idea de que el futuro se puede crear mediante una serie de decisiones. Resulta muy difícil imaginar los cambios que se necesitarán para reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero en un 60% para el 2050, especial-mente si se asume, de forma tácita, que ha de hacerse sin que tenga ningún coste para nadie.. Esto es lo que hace que la CAC sea atractiva para los modelos como una variable que pueden usar para equilibrar sus cuentas. Para la gente del movimiento medioam-biental de fuera de este círculo exclusivo, es casi imposible criticar constructivamente a los modelos. Se teme que el mundo no sea capaz de conseguir el objetivo de los dos grados; que la energía renovable y las mejoras en la eficiencia no puedan proporcionar suficiente energía. La industria del carbón continuará, y tendremos que elegir entre la amenaza del cambio climático y la CAC, y esta última tiene el papel de comodín. La otra cara de la moneda es que el movimiento medioambiental, crítico a la tecnofobia y que generalmente esta en contra de rechazar la tecnología.

Es como si la carga de la prueba recallese en los escépticos, y no en aquellos que piden una inversión desproporcionada en una tecnología que no existe, con el pensamiento de que “será buena si funciona”.

Pero la CAC no es una de las muchas opciones. No se trata de cinco o seis huevos en la cesta. Es más el huevo del cuco. Mientras el cuco esté ahí, el resto no tendrá los recur-sos suficientes para dejar el nido (asumiendo que no le echen fuera antes).

La CAC coloca al movimiento medioambiental ante la disyuntiva estratégica que sólo se puede comparar con la decisión sobre la energía nuclear de los 70. Por aquel entonces muchas organizaciones se mostraban algo positivas hacia esta energía, que se veía como una alternativa a las centrales hidroeléctricas, el carbón y el petróleo. Pero a par-tir de la década de los 70 y en adelante casi todos los movimientos medioambientales en todo el mundo se decidieron en contra de la energía nuclear, y generalmente se han mantenido firmes en su decisión.

El principio de elegir el “mal menor” se abandonó a favor de un criticismo más funda-mental de la “sociedad de alta energía” junto con una desconfianza más pragmática de escenarios que predecían el rápido y continuado crecimiento del consumo de energía.

Page 33: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

33

El cambio de paradigma duraba. En el movimiento medioambiental siempre ha existido una tensión entre la visión radical y el contacto directo con el poder establecido que sea necesario para conseguir objetivos concretos. Tiene que ser así, pero casi todos los movimientos medioambientales del mundo han sido críticos con la energía nuclear durante mucho tiempo.

Quizá suceda lo mismo con el CCS.

8. Argumentos comunes a favor de la CAC

8.1. Argumento nº1: la CAC es un peldaño hacia el desarrollo sostenible

Sus defensores la colocan en un lugar estratégico muy especial.

La CAC obviamente no puede ser una solución final para el tema climático de la misma forma que la energía renovable, o que la energía de fusión. Los combustibles fósiles son un recurso inmenso pero limitado. Nadie dice que esta sea una solución duradera, ya que no puede ser sostenible extraer 300.000 millones de carbón y después forzar un billón de toneladas de gas bajo tierra y esperar que se queden ahí. Las generaciones futuras tendrán que cuidar dichos almacenes. Desperdiciar los recursos, los combus-tibles fósiles y el agua, el aumento del impacto medioambiental debido a la minería, la necesidad de construir incluso más centrales para conseguir la misma cantidad de electricidad… esta no es la idea de desarrollo sostenible. Malgastar recursos valiosos y crear sitios de almacenamiento para capturar y enterrar CO2 crean una doble carga para las futuras generaciones. La CAC contradice la definición de Brundtland de que el desarrollo sostenible debe satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para cumplir sus propias necesidades.

El desarrollo sostenible sólo puede ser alcanzado a través de energías renovables y de la eficiencia. Para llegar hasta allí hay que ir allí. No hacen falta peldaños si no se planea subir hasta allí.

Inciso: La CAC significa un primer peldaño ¿para qué?

La cuestión es, entonces: ¿para qué tipo de desarrollo tecnológico podría ser un puente la CAC?

Evidentemente, no se trata de la energía eólica, una tecnología que ya ofrece una al-ternativa a las nuevas centrales térmicas de combustión de carbón en muchos países y que está creciendo rápidamente. Por supuesto, en el periodo comprendido hasta el año 2030 puede existir un desarrollo técnico y económico en la energía eólica pero ya funciona ahora.

No puede decirse lo mismo de la CAC. Readaptar las centrales térmicas de combustión de carbón existentes para adecuarlas a la CAC requiere una serie de reajustes en las mismas y debido a los costes, la pérdida de rendimiento y al espacio requerido, pro-bablemente la CAC sólo se utilizará en nuevas centrales térmicas de combustión de carbón, en nuevas refinerías de petróleo, etc. Incluso entonces, no se aplicará a gran escala hasta el año 2020 o después.

De manera similar, la CAC no supone un primer peldaño en el desarrollo de la energía solar térmica, una tecnología madura que ya está experimentando un rápido creci-miento. Tampoco supondría ningún empuje para la fotovoltaica, que funcionan bien pero que normalmente son demasiado caras para competir con las fuentes de energía tradicionales. La perspectiva de una bajada de los costes y los precios a niveles acep-tables en una década o al menos dos, debe ser considerada como buena, al menos tan buena como la de la CAC.

Page 34: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

34

Una vez más, la CAC tampoco significa un primer peldaño en el progreso de los biocom-bustibles. Claramente, todavía se necesita un gran desarrollo, por ejemplo, en la gasifi-cación de licor negro, en una segunda generación de biocombustibles, en técnicas de cultivos, en la cosecha y refinamiento de los cereales como fuente de energía y en tecno-logías y agentes químicos ecológicos. Mejorar los aspectos económicos de la biomasa como fuente de energía y mejorar su potencial también requiere otras soluciones de sistema y una mayor integración con otras áreas de la industria. No obstante, todavía es difícil concebir qué tipo de progreso puede lograrse en 70 años que no pueda lograrse en 20.

Esto también se aplica a la energía geotérmica y a sus usos y a cientos de otros tipos de medidas de eficiencia energética. No existe ninguna razón convincente para afirmar que algo que no tenga solución en 20 años, no la pueda tener en 70.

¿Por qué esperar?El informe de la AIE [55] sobre las tecnologías que podrían ser importantes después de 2030 también incluye los edificios de energía cero. Sin embargo, ya existen edificios autosuficientes que no necesitan sistemas de calefacción. Gran parte de esta tecnología puede utilizarse para reducir la necesidad de refrigeración en países calurosos.

Es cierto que, consideradas de manera individual, la energía eólica, solar y geotérmica, e incluso la biomasa como fuente energética, no tienen el potencial suficiente para re-emplazar a los combustibles fósiles y a la energía nuclear. Pero en combinación, junto a una mejora en el rendimiento y ciertos cambios en nuestro estilo de vida, pueden encargarse de la mayor parte del trabajo reduciendo las emisiones en más de un 50% para el año 2050, en comparación con los niveles de 1990, o hasta un 80%, en compa-ración con los niveles del año 2000, tal como demuestra la [R] Evolución Energética de Greenpeace [56].

La energía solar, por otro lado, tiene un potencial casi ilimitado. Las células fotoeléc-tricas funcionan desde las década de los 50 y han mejorado mucho desde entonces. Actualmente, las células fotoeléctricas que capturan la energía solar y la convierten en electricidad se producen a gran escala, lo que traduce en miles de megavatios al año. La producción mundial de células fotovoltaicas en 2007 fue un 62% mayor de la de 2006. El ritmo de desarrollo también es rápido y existen competitividad entre muchas tecnologías y sistemas de paneles solares. Es decir, existe un potencial en una curva de aprendizaje bastante brusca en la que los costes caen cada vez que se dobla la ca-pacidad de producción. Hoy en día, las mejoras en el rendimiento y en la tecnología de producción se están fomentando con subvenciones resultado de decisiones políticas, etc. ahora que este tema se está convirtiendo en un “mercado político”. Sin embargo, esto también ocurre con su principal competidor: la energía térmica a partir de la com-bustión de carbón.

El precio de la energía térmica a partir de la combustión de carbón también se deter-mina por decisiones políticas en áreas tales como las leyes en el comercio de permisos de emisión.

Las células fotovoltaicas podrían adelantarse a la CACLo que tarden las células fotovoltaicas en ser competitivas con la energía térmica a partir de la combustión de carbón a gran escala en las latitudes soleadas dependerá fundamentalmente de las decisiones políticas que se tomen, aunque también existe el factor de la oportunidad. En España, grandes centrales solares ya están en funciona-miento. En la región mediterránea una mezcla equilibrada de tecnologías en energías renovables, incluyendo las centrales solares, pueden modificar el flujo piramidal tradi-cional de electricidad y por tanto, contribuir a un desarrollo sostenible real [57]. Gracias a las mejoras efectuadas, al volumen de producción y al progreso de la tecnología, el coste de generación en centrales solares termoeléctricas de concentración se espera que caiga a menos de 0,05 $/kWh en 2012 [58].

Parece razonable asumir que, dadas las tendencias políticas y económicas actuales, las

Page 35: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

35

células fotovoltaicas puedan convertirse en una alternativa comercial al carbón en 10-15 años. En el caso de “fracasar”, no existe ninguna razón para creer que 50 años vayan a suponer una gran diferencia.

La energía undimotriz es una energía por desarrollar con un gran potencial en caso de tener éxito, pero requiere una inversión sin precedentes. Como consecuencia, se ha convertido en una especie de comodín para el desarrollo de las energías renovables. Si funciona, funciona. No obstante, el factor que decidirá si funciona o no, no serán los años que pasen sino la inversión que se haga. Una vez más: lo que se puede lograr en 70 años, también puede lograrse en 20.

¿Una oportunidad para la energía nuclear y la fusión?Para encontrar unos buenos candidatos para las tecnologías de cero emisiones que puedan beneficiarse realmente de los avances de la CAC, tenemos que mirar más allá de las fuentes de energía renovables.

La fusión encaja a la perfección, por ejemplo. Ya sabemos que la fusión no rendirá un kWh útil antes de finales de la década de 2030. Se podría empezar por la construcción de la instalación experimental del ITER en 2008, y se planea que sea totalmente opera-tivo (produciendo energía de fusión) en 2021 [59]. Todavía llevará 10 años en funciona-miento para producir las bases de diseño para la siguiente instalación, la primera que pueda generar electricidad. Siendo optimistas, esto podría estar hecho para el año 2040. Sin embargo, esta central difícilmente podrá ser optimizada para su uso comercial, así que se necesitarán algunos pasos intermedios más. En caso de que la investigación de la fusión tenga éxito a la hora de producir un suministro útil de energía a gran esca-la (muchas centrales eléctricas), probablemente esto no ocurra antes de la década de 2070.

El desarrollo de la fisión nuclear, tal y como se utiliza en las centrales nucleares ac-tuales, podría seguir un curso similar. La energía nuclear existente no es una solución sostenible por varias razones, incluyendo el hecho de que la fuente base (el uranio) es demasiado pequeña como para expandirse mucho más del nivel actual. La próxima ge-neración de centrales nucleares (“generación IV”) podría aumentar radicalmente el uso de esta fuente utilizando el uranio de una forma 60-80 veces más eficiente o utilizando elementos diferentes que estén disponibles en mayores cantidades como el torio. Los grandes tiempo de carga, la necesidad de una seguridad demostrable en la ejecución y los aspectos económicos suponen que llevará mucho tiempo desarrollar esta tecnología, en caso de que sea viable.

Por supuesto, puede concebirse el descubrimiento de una tecnología completamente nueva pero, naturalmente, no es una buena idea jugarse el futuro de la humanidad apostando a esta posibilidad.

Todavía queda un largo camino para la “sociedad de hidrógeno”La “sociedad de hidrógeno” también tardará en ser una realidad, si es que puede o debe serlo alguna vez. Todavía no existen celdas de combustible prácticas disponibles y cuando lleguen, los fabricantes de automóviles se tomarán su tiempo para realizar el cambio, especialmente si esto requiere la construcción simultánea de centrales de producción de hidrógeno, sistemas de distribución y estaciones de combustible. Si el hi-drógeno se produce a partir de cualquier tipo de energía nuclear o a partir de carbono en centrales CCGI-CAC requerirá una infraestructura compleja y enorme para ajustar la producción a la demanda. Esta necesidad será todavía mayor si el hidrógeno se produce a partir de células fotovoltaicas a miles de kilómetros de los consumidores. Un avance a gran escala del hidrógeno no tendrá por tanto lugar hasta después de 2030.

En términos más generales, tener una sociedad sostenible o acercarnos a ello no será una realidad hasta dentro de muchas décadas. Lleva tiempo convertir o reemplazar los sistemas de transporte, las ciudades y los hogares, expandir la calefacción y la re-frigeración locales, etc. Pero el ritmo de transformación también dependerá en gran

Page 36: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

36

medida de los recursos que sean aplicados y en la efectividad del control político. Pase lo que pase, no podemos esperar que la CAC suponga, a corto, medio o largo plazo, la reducción automática del número de centros comerciales en las afueras, una calidad mayor en la construcción o un mejor transporte público.

8.1.1. La CAC: ¿una tecnología puente?

Los partidarios de la CAC argumentan que las energías renovables necesitan más tiem-po para desempeñar un papel más importante. Por tanto, el carbón junto a la tecnología CAC se necesitan para que actúen como puente para este periodo. Sin embargo, la CAC tampoco es una opción a corto plazo. Esta tecnología requerirá varios años de inves-tigación y desarrollo seguidos de un largo periodo de implementación. Mientras tanto, las energías renovables siguen su camino y siguen evitando que se emitan millones de toneladas de CO2 todos los años. Sólo en Alemania, las energías renovables han evitado la emisión de 115 millones de toneladas de CO2 y su crecimiento en 2007 evitó la emisión de 14 millones de toneladas de CO2 [60]. Para alcanzar el mismo resultado con la CAC se tendrían que perforar al menos 14 pozos (dando por hecho unas buenas condiciones geológicas para su almacenamiento, como en Sleipner) y tendría que construir los con-ductos. ¿Es éste un panorama realista?

La CAC apoya una estructura energética centralizada que bloquea una mayor imple-mentación de energías renovables. Las grandes empresas de combustibles fósiles no tienen ningún interés en inclinar la balanza a favor de las energías renovables simple-mente respaldándolas o reduciendo su propia producción. Esto significaría una pérdida de beneficios, especialmente si dichas centrales térmicas de combustión de carbón operan con CAC. El cambio no tendrá lugar a no ser que se establezcan políticas que fomenten el desarrollo en la dirección correcta.

Ya en 2007, el paquete energético de la Comisión de la UE propuso que el almacenamien-to de dióxido de carbono debía ser obligatorio en las centrales térmicas de combustión de carbón construidas a partir del año 2020. La directiva, ahora en consideración, ya no prevé obligatoria la CAC. Sin embargo, nuevas centrales térmicas de combustión de carbón necesitan estar preparadas para capturar las emisiones de CO2 [61]. Pero incluso si este plazo se hubiese mantenido y el almacenamiento de dióxido de carbono fuese obligatorio para todas las centrales térmicas de combustión de carbón del mundo, di-gamos en 2030, todavía la tecnología necesitaría algunas décadas más para alcanzar todo su potencial (ver el diagrama anterior del Departamento de Energía de EE UU). Los posibles escenarios sitúan la CAC alcanzando su mayor potencial en la segunda mitad de este siglo en un momento en el que las demandas de un sistema energético que funcione ya hayan cambiado. ¿La CAC supone un puente realmente? ¿Para qué?

8.2. Argumento 2: el carbón se utilizará durante mucho más tiempo

Siempre que alguien planea una central térmica de combustión de carbón, especial-mente en Europa, existe una alternativa: energía eólica, biomasa como fuente de ener-gía, energía geotérmica, energía solar térmica, mejoras en el rendimiento energético, convertir la calefacción eléctrica en otro tipo de calefacción, convertir el aire acondi-cionado en refrigeración local o pasiva, etc.

Siempre existe una alternativa. Las alternativas existen siempre que se haga una in-versión inicial y existen cada segundo que una central térmica de combustión de car-bón está en funcionamiento. Si existe una alternativa más barata, una central térmica de combustión de carbón acabará funcionando a una menor potencia.

Que el carbón “vaya a ser utilizado” o no depende de las reglas del juego político, inclu-yendo la convención sobre el clima. En la UE y en varios países fuera de ella, el marco y la formulación del sistema de comercio de emisiones será lo más importante aunque las leyes fiscales y los subsidios también desempeñen un papel notorio. Por supuesto,

Page 37: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

37

no es posible cerrar todas las centrales térmicas de combustión de carbón de la noche a la mañana. Y aquí es donde la fórmula “el carbón ha venido para quedarse” se hace realidad, al menos durante un tiempo. Pero es posible cerrar muchas centrales térmicas de combustión de carbón antiguas y convertir el suministro de muchas otras de básico a de reserva.

En la mayoría de los casos, las centrales térmicas de combustión de carbón existentes no estarán equipadas con la tecnología CAC. Por tanto, tiene sentido reemplazar estas centrales por centrales de ciclo combinado, por ejemplo, o con energía eólica, pero tam-bién mejorar su rendimiento. Si esto puede ocurrir ¿por qué reintroducir la combustión de carbón con la CAC?

8.3. Argumento 3: China seguirá quemando carbón hagamos lo que hagamos

Este argumento da por hecho que China no se responsabilizará de sus emisiones de ninguna manera y que el país actúa fuera de las leyes de la comunidad internacional.

Pero mientras que se asume que no se puede persuadir a China de que acepte los cos-tes de reducir las emisiones, se da por sentado que vayan a adquirir “nuestra” tecno-logía CAC, una tecnología que se sabe que es mucho más cara que la energía térmica a partir de la combustión de carbón sin CAC. ¿Por qué deberían hacer eso?

Es contradictorio afirmar que China es demasiado cruel como para preocuparse por el clima, pero que sin embargo estarán dispuestos a pagar grandes cantidades de dinero por una nueva tecnología que no ofrece ningún otro beneficio.

Una vez más: en la mayoría de los casos la CAC sólo supone gastos. Aumenta de ma-nera significativa el uso de combustible, alrededor de un 20% por la misma cantidad de electricidad. También conlleva grandes costes en la separación, el transporte y el almacenamiento. En ciertos casos, el dióxido de carbono puede ser un producto útil, sobre todo cuando se utiliza para extraer más petróleo o gas de un pozo., no obstante, no existe un potencial extendido para separar el dióxido de carbono separado como un producto útil, ya sea en el mundo en general o en China.

China no es un obstáculo en las negociaciones sobre el clima, pero por supuesto quiere que las mayores naciones industrializadas muestren algo de acción y simplemente se-ñala el hecho de que muchas de las emisiones de este país son producto de las expor-taciones a aquellos países que acusan a China de ser el problema.

Por el momento, China utiliza todo tipo de energía: carbón, gas, energía nuclear y ener-gías renovables. China es el país que más energía solar utiliza y está a la cabeza en la utilización de células fotovoltaicas y energía eólica. Éstas son una opción, mientras que la CAC actualmente no lo es para las centrales térmicas existentes ni lo será para las que se construyan en la próxima década, al menos.

Para cuando la CAC llegue a convertirse en una opción (si lo hace), China habrá cons-truido ya la mayoría de sus centrales eléctricas. Las emisiones de China tienen que reducirse pero de todas las opciones diplomáticas y técnicas disponibles para alcanzar este objetivo, la CAC es la menos factible. Incluso el crecimiento más rápido de las ener-gías renovables y del rendimiento es una opción inmediata que puede evitar la emisión de millones de toneladas de CO2.

8.4. Argumento 4: Las energías renovables no lo conseguirán porque son dema-siado caras.

Sinceramente, nadie puede adivinar qué tipo de energía producirá el kWh más barato para un central que se construya en 2012: el carbón, la energía eólica, la nuclear o el gas. Depende de un gran número de incógnitas. ¡Si no podemos obtener algo barato, al menos hagamos lo que es correcto!

Page 38: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

38

Existen muchas incógnitas alrededor de la energía nuclear. Un accidente o un incidente dramático pueden cambiar las reglas del juego en un sólo minuto.

Las incógnitas sobre el carbón son, sobre todo, políticas. Si existe un compromiso serio sobre el clima, la energía termoeléctrica saldrá cara incluso si el carbón es barato. La electricidad probablemente se encarezca según aumenten los precios de las emisiones. Pero mientras que los gobiernos sigan vendiendo licencias, el contribuyente ganará lo que pierda el consumidor.

No existen grandes incógnitas alrededor de la energía eólica. La tecnología puede me-jorar y abaratarse pero no va a deteriorarse ni a ser más cara.

Las células fotovoltaicas producen electricidad durante el día, que es cuando la mayoría de las escuelas y las oficinas están abiertas. Y la solar térmica, que puede utilizarse en refrigeración, produce más cuando el aire acondicionado gasta más energía.

La combinación de calor y electricidad a partir de biocombustibles no sale cara y puede utilizarse para estabilizar el sistema energético.

Algunas energías renovables tienen costes de sistema extraordinarios. La energía eó-lica necesita un respaldo que no es gratis. Pero en casi todo el mundo esto es un pro-blema muy lejano. El sistema energético puede absorber mucha energía eólica.

En todo caso, la eficiencia es siempre lo más barato. Las bombillas de bajo consumo cuestan unos 3 dólares en Ikea y ahorran 49 vatios por 6.000 horas en comparación con las bombillas incandescentes a las que reemplaza.

La sostenibilidad cuesta lo que cuesta. Todo lo demás es como la política pesquera de la UE: se come más de lo que hay.

El coste de la electricidad en Suecia

Se espera que en abril de 2007 el precio de la electricidad en Suecia esté justo por debajo de 0,40 coronas suecas (precios de mercado de Nordpool para el periodo 2010-2012) y los subsidios a las energías renovables añaden casi 0,20 coronas, dando un total de 0,60 co-ronas el kWh o 8,5 centavos estadounidenses. A este nivel, y probablemente incluso a un nivel más bajo, la energía eólica y los biocombustibles son claramente rentables ya que están experimentando un auge. Las medidas de eficiencia energética ya son a menudo bastante rentables. Existen muchas empresas que viven de ayudar a otras empresas a ahorrar ener-gía. En Suecia, Siemens Building Technology y TAC ofrecen acuerdos de ahorro energético conocidos como Contratos de Rendimiento y ambos llevan a cabo operaciones similares en muchos otros países. También supieron arreglárselas en el pasado cuando los precios de la electricidad alcanzaron un mínimo de 0,10-0,15 coronas entre 1997 y 2001, y los precios del petróleo también eran bajos. Por supuesto, no es muy probable que se vuelvan a experimen-tar unos precios tan bajos. Dichas empresas suelen conseguir un ahorro de un 20%-30%, y a veces más del 50%, de los costes energéticos sobre todo adoptando medidas sencillas como la optimización, el control de la calefacción, la refrigeración y la ventilación, y la formación de operarios [62].

Con unas políticas sobre el clima más estrictas y con la aparición de objetivos como la reducción de los gases de efecto invernadero, ya no es útil comparar las energías re-novables con las centrales térmicas tradicionales. Tienen que compararse con la CAC. Un estudio de Viebahn et al. (2006) muestra que las energías renovables serán compe-titivas en electricidad frente a las centrales con CAC desde el principio de la tecnología CAC en 2020 (energía eólica) o a partir del periodo 2030-2040 (mezcla de todas las energías renovables), dependiendo del aumento del precio de los combustibles fósiles63. Otros factores, incluyen la vida media de las centrales eléctricas, la disponibilidad de la tecnología CAC y el desarrollo de la demanda de energía a lo largo del tiempo. Aunque todo el mundo habla sobre la capacidad de la tecnología CAC para comercializarse (lo que no significa que sea opción ecológica viable) para 2020, esto seguirá siendo una

Page 39: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

39

incógnita hasta que las plantas piloto demuestren que pueden cumplir el plazo.

Imagen: Costes de producción de electricidad. Comparación entre centrales eléctricas con CAC y centrales que utilizan energías renovables para el periodo 2020-2050 (cada uno con el desarrollo bajo y alto del proceso de combustible fósil). De: Viebahn et al.

El rápido crecimiento de la energía solar en sistemas de agua caliente en países euro-peos como Grecia y España indica que la energía solar puede competir con la electri-cidad (energía térmica a partir de la combustión de carbón) y el petróleo. Por tanto, es bastante improbable que las medidas de rendimiento energético y las energías reno-vables puedan ser menos rentables que la tecnología CAC a corto, medio o largo plazo. Afirmar que las energías renovables son demasiado caras es un argumento que ya no se sostiene en un mundo limitado por el carbón. Las cosas pueden cambiar: sólo es una cuestión de voluntad política.

Page 40: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

40

REFERENCIAS Y NOTAS1. IPCC WG3 (2007): Climate change 2007-Mitigation of Climate Change. SPM (Cambio Climático

2007-Mitigación del Cambio Climático)

2. MIT (2007): The future of coal. Options for a carbon-constrained world. ISBN 978-0-615-14092-6 (El future del carbon: Opciones para un mundo limitado por el carbón)

3. Fassbender A. (2005): Pressurized oxy-fuel combustion for multi-pollutant capture. Clearwater Conference paper. (Combustión de oxy-combustible presurizado para la captura de contaminantes)

4. Bloomberg (Oct.9, 2007): Statement CLP Holdings Ltd. http://www.bloomberg.com/apps/news?pid=email_en&refer=australia&sid=a0_pdc8g5IMA

5 John Topper (2007): IEA Clean Coal Centre – Contribution to the IEA’s G8 re sponse. International G8 workshop on clean coal technologies 2007, Leipzig. (IEA Centro de Carbón Limpio-Contribución a la respuesta del IEA G8. Taller internacional del G8 sobre tecnologías limpias del carbón 2007)

6. Viebahn et al. (2006): Comparison of Carbon Capture and Storage with Renew able Energy Technologies Regarding Structural, Economical, and Ecological Aspects. GHGT-8 (Comparación de la captura de carbono y almacenamiento con ayuda de las Energías Renovables desde el punto de vista estructural, económico y ecológico)

7.Nsakala et al. (2005): Engineering feasibility of CO2 capture on an existing US coal-fired power plant. (Estudio de viabilidad técnico sobre la captación de CO2 en una planta térmica de carbón en US)

8. IPCC SRCCS (2005), p. 119

9. IPCC (2007): Climate change 2007 – impacts, adaptation and vulnerability. SPM, p.11 (Cambio Climático 2007 – impactos, adaptación y vulnerabilidad)

10. DOE/NETL (2007): Cost and Performance Baseline for Fossil Energy Plants, Vol. 1, 2007/1281, B_PC_051507 (Línea de base de costes y rendimiento de las plantas térmicas de combustibles fósiles)

11. COM(2005) 670 final: Communication From The Commission To The Council, The European Parliament, The European Economic And Social Committee And The Committee Of The Regions. (Comunicación desde la Comisión al Ayuntamiento, el Parlamento Europeo, el Comité Europeo Económico y Social de las Regiones)

12. Nsakala (2005) ver referencia no.7.

13. Viebahn et al. (2006) ver referencia no. 4

14. Rubin et al. (2004): Comparative assessments of fossil fuel power plants with CO2 capture and storage. GHGT-7 (Evaluación comparativa de las plantas térmicas de combustibles fósiles con la captación y almacenamiento de CO2 )

15. Smekens K., van der Zwaan B. (2004): Environmental externalities of geological carbon sequestration. CCMP – Climate change and modelling policy (Externalidades medioambientales del secuestro geológico de carbono. CCMP – Cambio climático y medidas políticas)

16. Artículo del periódico Taz (from July 3rd, 2007): CO2 -Injektion ist kein Geschäft smodell. http://www.taz.de/index.php?id=archiv&dig=2007/07/03/a0140

17. The Canberra Times (13 September 2006): Carbon capture costs earth: scientists [http://www.climos.com/news/articles/carboncapture.htm] (La captura de carbon cuesta la tierra: científicos)

18. IEA (2005): Building the cost curves for CO2 storage: European sector. IEAGHG, Report number 2005/2 (Creando las curvas de costes del almacenamiento de CO2 : sector europeo)

19. Klusman R.W. (2003): Carbon dioxide sequestration in depleted oil/gas fields: evalu ation of gas micro-seepage and carbon dioxide fate at Rangely, Colorado USA. Abstract (Captura de dióxido de carbon en zonas agotadas en petróleo/gas: evaluación de pequeñas filtraciones de gas y dióxido de carbono en Rangely, Colorado, USA)

20. Sims K. (2002): Identifying potential risk to groundwater from hazardous waste injection wells: a case study of seven counties in the Houston, Texas area. GEOG 4520 (Identificación de riesgos potenciales en aguas subterráneas debido a los residuos peligrosos de los pozos de inyección: un estudio en siete condados en Houston, Texas)

21. Pacala, S. W. (2003): Global Constraints on Reservoir Leakage. Proceedings GHGT-6 (Limitaciones globales de las fugas en presas)

22. Torvanger A., Fuglestvedt J., Grimstad A., Georgescu S., Lindeberg E., Olevier M., Rive N., Rypdal K., Skeie R. (2006): Climate impacts of leakage from geological CO2 storage. Proceedings GHGT-8 (Impactos climáticos de las fugas derivadas del almacenamiento geológico de CO2 )

23. Hepple R., Benson S. (2003): Implications of surface seepage on the effectiveness of geologic storage of carbon dioxide as a climate change mitigation strategy. Proceedings GHGT-6. (Implicaciones de las fugas superficiales en la efectividad del almacenamiento del dióxido de carbono como estrategia para la mitigación del cambio climático)

24. Haugan P., Joos F. (2004): Metrics to assess the mitigation of global warming by carbon capture and

Page 41: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

41

storage in the ocean and in geological reservoirs. Geophys. Res. Let ters, 31, L18202 (Criterios para evaluar la mitigación del calentamiento global mediante la captura y almacenamiento en el océano y reservorios geológicos)

25. IPCC Climate change 2007. Synthesis Report.

26. Bloomberg (Oct.9, 2007): Statement CLP Holdings Ltd. http://www.bloomberg.com/apps/news?pid=email_en&refer=australia&sid=a0_pdc8g5IMA

27. FTD – Financial Times Germany (17.01.2007): …Josefsson points out that it is not necessary to reduce European emissions by 20 per cent as early as 2020. “In 20, 30 years new technologies will be able to reduce CO2 emissions fast and drastically without high costs”, said Joseffson to the “Frankfurter Rundschau”. A Vattenfall report says that the consequences of a later emissions peak in 2040 are neglectable to the climate develop ment. (Translated from German) (…Josefsson señala que no sera necesario reducir las emisiones europeas en un 20 por ciento para 2020. “En 20, 30 años habrá nuevas tecnologías capaces de reducir las emisiones rápido y drásticamente sin altos costes”, dijo Joseffson a “Fransfurter Rundschau”. Un informe Vattenfall indica que las consecuencias de un pico de emisión en 2040 sobre el desarrollo del clima son despreciables)

28. COM(2008) 16 final: proposal for a Directive of the European Parliament and of the Council amending Directive 2003/87/EC so as to improve and extend the green house gas emission allowance trading system of the Community. (Propuesta para una Directiva al Parlamento Europeo y al Consejo de la Directiva 2003/87/EC corregida para mejorar y extender el sistema de permisos comerciales de las emisiones de gases invernadero)

29. http://www.euractiv.com/en/climate-change/eu-emissions-trading-scheme/article-133629

30. Vattenfall (2008): The climate threat. Can humanity rise to the greatest challenge of our times? www.vattenfall.com/climate (La amenaza del clima. ¿Puede la humanidad alzarse ante el mayor reto de nuestro tiempo?)

31. Official documents, reports and submissions from countries and observer organisa tions can all be obtained from the official UN website http://www.unfccc.int (Los documentos, informes y propuestas oficiales de países y organizaciones observadoras se pueden obtener en la página web oficial http://www.unfccc.int

32. Vattenfall is the 4th biggest utility in Europe, producing 20% of electricity in the Scandinavian countries (excl. Norway and Island), 14% of electricity in Germany, and 27% in Poland. (Vattenfall es la cuarta empresa energética más grande en Europa produciendo el 20% de la electricidad que se consume en los países Escandinavos (excluyendo Noruega e Islandia), 14% de la electricidad de Alemania, y el 27% de Polonia)

33. Vattenfall kurzgefasst, Junio 2006

34. Baer P., Athanasiou T. (2007): Curbing Climate Change? A critical appraisal of the Vattenfall proposal for a fair climate regime. Global Issue Papers No. 31 (¿Dominando el cambio climático? Una evaluación crítica a la propuesta de Vattenfall para un régimen climático justo)

35. Hans-Jürgen Cramer successor of Klaus Rauscher was replaced by Tuomo Hatakka (former CEO of Vattenfall Poland after four month end of 2007) [Hans-Jürgen Cramer successor de Klaus Rauscher fue sustituido por Tuomo Hatakka (anterior Gerente General de Vattenfall Polonia después de cuatro meses a finales de 2007)]

36. The new block will be added to the already existing blocks III and IV with 1,900MW in total (http://www.vattenfall.de). (El Nuevo bloque será añadido a los ya existents bloques III y IV con 1,900MW en total)

37. Emissions calculated by assuming: base load, 8,000h/yr (Emisiones calculadas asumiendo un factor de 8,000h/yr)

38. Alpha ventus is a joint venture between E.ON, EWE and Vattenfall Europe. (Alpha ventus es una empresa conjunta entre E.ON, EWE y Vattenfall Europa)

39. Dow Jones Unternehmen Deutschland (25.06.2007): Vattenfall investiert in erneuer bare Energien (Vattenfal invierte en energías renovables)

40. Vattenfall (2007): Global mapping of Greenhouse Gas abatement opportunities up to 2030. (Mapa global de las oportunidades para la reducción de los Gases Invernadero hasta 2030)

41. Presentation of Lars G. Josefsson in Zurich, 28 September 2007: Klimaschutz aus Sicht der Wirtschaft – Das Beispiel Vattenfall. (Presentación de Lars G. Josefsson en Zúrich, 28 de septiembre de 2007: La protección del clima desde la perspectiva de la economía – El ejemplo de Vattenfall)

42. Vattenfall press office on 26 April 2007 at the occasion of Vattenfall AGM meet ing. (Vattenfall oficina de prensa el 26 de Abril de 2007 en occasion de la reunión del grupo Vettenfall AGM)

43. 18.9.2007 – Lars G. Josefsson explaining his coal plans in Potsdam: Perspektiven für einen klimafreundlichen Erhalt der brandenburgischen Braunkohlewirtschaft; http://www.stk.brandenburg.de/cms/detail.php?gsid=bb2.c.431398.de (Lars G. Josefsson explicando sus planes para el carbón en Postdam: Perspectivas para una preservación de la economía del lignito de Brandenburgo respetuosa con el clima)

44. Strömberg L., Lindgren G., Anheden M., Simonsson N., Köpcke M. (2006): Vattenfall`s 30 MWth oxyfuel pilot plant project. (Proyecto piloto de una planta de oxy-combustible de 30MWth por Vattenfall)

45. Tagesspiegel (17.10.2007): Vattenfall speichert CO2 in der Altmark. (Vattenfall almacena CO2 en el Altmark) http://www.tagesspiegel.de/wirtschaft/;art271,2400832

Page 42: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

42

46. Vattenfall (2007): Global mapping of Greenhouse Gas abatement opportunities up to 2030. (Mapa global de las oportunidades para la reducción de los Gases Invernadero hasta 2030)

47. Die Zeit (Nr.16, p.28 from 12.04.2007): Ein Mann macht Kohle. Josefsson: “Dann haben wir ein echtes Problem. Dann müssen wir die Dämme höher bauen.” (Un hombre hace carbón [coloq. “dinero”]. Josefsson: “Entonces tendremos un problema serio. Entonces tendremos que elevar las presas.”)

48. Digest of United Kingdom energy statistics 2008

49. Nationmaster country table (http://www.nationmaster.com/country/no-norway/ene-energy)

50. BDEW (http://www.bdew.de/bdew.nsf/id/DE_20080410_PM_Energiemix_ver ringert_Risiken?open)

51. http://www.regjeringen.no/nb/dep/oed/tema/CO2 /CO2 -handtering-pa-mongstad.html?id=502210 Read 15 April 2008

52. Tore Braend: CCS in Norway. (unpublished draft 15.04.2008)

53. Brussels European Council 19/20 June 2008 Presidency Conclusions (para 45, p.12): “The European Council calls on the Commission to bring forward as soon as possible a mechanism to incentivise Member State and private sector investment to ensure the construction and operation by 2015 of up to 12 demonstration plants of commercial power generation with carbon capture and storage, as agreed by the European Council in spring 2007.” (Bruselas Consejo Europeo 19/20 de Junio 2008, conclusiones de la Presidencia (párrafo 45, p.12): “El Consejo Europeo llama a la Comisión para llevar adelante tan pronto como sea posible un mecanismo para incentivar las inversiones de los Estados miembros y del sector privado y así asegurar la construcción y operación en 2015 de hasta 12 plantas de demostración para la generación eléctrica comercial con captura de carbono y almacenamiento, tal y como fue acordado por el Consejo Europeo en primavera 2007”)

54. International Institute for Applied Systems Analysis (Instituto Internacional de Sistemas de Análisis Aplicado)

55. World Energy Outlook 2006, part 2, p263

56. Greenpeace energy [r]evolution (2005), download under: http://www.greenpeace.org/international/press/reports/energy-revolution-a-sustainab

57. MED-CSP (2005): Concentrating solar power for the Mediterranean region. http://www.dlr.de/tt/med-csp (Concentrando energía solar para la región Mediterránea)

58. Arvizu D. (2008): Potential role and contribution of direct solar energy to the mitigation of climate change. From: Proceedings of the IPCC scoping meeting on renewable energy sources. (Papel potencial y contribución de la energía solar directa en la mitigación del cambio climático. Conferencia del alcance de la reunión del IPCC en las fuentes de energías renovables)

59. http://www.iter/org/a/index_nav_1.htm

60. Data Bundesverband Erneuerbare Energie e.V. (BEE), as of 08.01.2008

61. COM (2008) xxx (23.01.2008): Proposal for a Directive of the European Parlia ment and of the Council on the geological storage of carbon dioxide and amending Council Directives 85/337/EEC, 96/61EC, 2001/80EC, 2004/35/EC, 2006/12/EC and regulation (EC) No 1013/2006

(Propuesta para una Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo en el almacenamiento de dióxido de carbono y correcciones a las Directivas 85/337/EEC, 96/61EC, 2001/80EC, 2004/35/EC, 2006/12/EC y la regulación (EC) No 1013/2006)

62. Los proyectos de referencia de Siemens se pueden encontrar en: www.siemens.se/sbt/BuildingAutoma-tion_HVAC/tjn/tjn_pfc_ref.asp, TACs at www.tac.com/se/Navigate?node=1948

63. Viebahn P., Edenhofer, O., Esken A., Fischedick M., Nitsch J., Schüwer D., Su persberger N., Zuberbühler U. (2006): Comparison of carbon capture and storage with renewable energy technologies regarding structural, economical, and ecological aspects. GHGT-8. (Comparación de la captura de carbono y almacenamiento con ayuda de las Energías Renovables desde el punto de vista estructural, económico y ecológico)

Page 43: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

434�

AirClimSecretariado de Contaminación del Aire y Clima (Antigua ONG Secretaría sobre la Lluvia Ácida)

El objetivo principal de la Secretaría es promover la concienciación sobre los problemas relacionados con la contaminación atmosférica y el cambio climático, y por tanto, en parte como consecuencia de la presión pública, conseguir las reducciones necesarias de emisiones de contaminantes atmosféricos y de gases de efecto invernadero. Nuestro objetivo es lograr que estas emisiones se reduzcan a un nivel tolerable para el medio ambiente.

Para fomentar estos objetivos, la Secretaría:

u Lleva un seguimiento de las tendencias políticas y de los avances científicos.

u Actúa como un centro de información, principalmente para organizaciones medioambientales europeas pero también para medios de comunicación, autoridades gubernamentales e investigadores.

u Produce material informativo.

u Apoya a los organismos medioambientales de otros países en sus objetivos comunes.

u Participa como grupo de interés y en las campañas de las organizaciones medioambientales en lo referente a las políticas europeas sobre la calidad del aire y el cambio climático. Asimismo, asiste a las reuniones de la Convención sobre la Contaminación Atmosférica Transfronteriza a Larga Distancia y de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

Ecologistas en Acción es una confederación de más de 300 grupos ecologistas distri-buidos por pueblos y ciudades. Forma parte del llamado ecologismo social, que entiende que los problemas medioambientales tienen su origen en un modelo de producción y consumo cada vez más globalizado, del que derivan también otros problemas sociales, y que hay que transformar si se quiere evitar la crisis ecológica.

Para ello realiza campañas de sensibilización, denuncias públicas o legales contra aquellas actuaciones que dañan el medio ambiente, a la vez que elabora alternativas concretas y viables en cada uno de los ámbitos en los que desarrolla su actividad.

La organización se estructura territorialmente mediante Federaciones en las diferentes Comunidades Autónomas del Estado español. La coordinación se establece en torno a Áreas de Trabajo que abarcan todos los aspectos relacionados con el medio ambiente.

Ecologistas en Acción pone en marcha todas estas actividades a través de la colabora-ción y el trabajo voluntario de activistas y asociados.

Ecologistas en AcciónMarqués de Leganés 12 - 28004 Madrid (Spain)Teléfono: +34-91-5312739 Fax: +34-91-5312611http://www.ecologistasenaccion.org/

Page 44: El último aliento de la industria del carbón...El Último Aliento de la Industria del Carbón Por Gabriela von Goerne y Fredrik Lundberg. Ilustración de portada: Lars-Erik Håkansson

44

44

21COLECCIN CONTAMINACIN DEL AIRE Y CLIMA

Este informe va más allá de deslumbrante imagen que sus partidarios han dado a la captura y almacenamiento de carbono (CAC). Muestra cómo las perspectivas de la CAC se están utilizando hoy en día para construir más centrales térmicas de combustión de carbón, fomentando así el cambio climático. Este informe no tiene la intención de condenar la CAC pero hace un llamamiento para que se tomen decisiones de manera inteligente.

Este informe describe las diferentes tecnologías de captura en desarrollo, el alcance de la CAC y los riesgos potenciales del almacenamiento de dióxido de carbono. Además, discute la cuestión sobre quién quiere la CAC y perfila su dimensión política.

Sobre los autores

La autora, la Dra. Gabriela von Goerne, es geóloga, experta y consultora en políticas climáticas residente en Alemania. Obtuvo un doctorado en Geología en la Universidad Técnica de Berlín en 1996. Ha participado como experta en CAC en un gran número de instituciones científicas incluyendo el PICC, y en reuniones del CMNUCC, la UE, Australia y Alemania.

Coautor: Fredrik Lundberg es especialista en políticas energéticas y periodista científico residente en Suecia. Ha trabajado durante muchos años como asesor e investigador para ONGs y organismos gubernamentales.