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Nro. 2 Santa Fe de la Vera Cruz 29 de Abril de 2005 REFLEXIONES PARA LOS 23 MESES por Héctor Sanagustín Los inundadores se aprestan a reciclarse. Ninguno se hace responsable de sus funciones durante la inunda- ción ni se hace cargo de su mal desempeño. Otra vez la política de desprecio está en línea de largada. Otra vez la política del miedo para conseguir votos, el anuncio del peligro constante para disimular lo que hicieron y lo que dejaron de hacer. Imponiendo políticas de emergencia y no políticas de prevención. Sometiendo a la población santafesina al espectáculo obsceno de una cadena interminable de crímenes y delitos de los cuales la inundación de Santa Fe sólo fue una imagen violenta y la excusa para poder seguir robando donaciones y millones de dólares de fondos nacionales y préstamos internacionales. Inundación de Santa Fe del año 2003 que tam- bién fue provocada por el desprecio a la gente. Gente acostumbrada a la miseria lenta, gradual, progresiva de la decadencia de años de robo político y no acostumbra- da a la miseria violenta. Gente acostumbrada a la menti- ra. Inundación de Santa Fe con el Río Salado que, mi- rándola sobre un mapa cualquiera, era la consecuencia previsible de haber taponado el río con el terraplén de un puente que ya se había caído arrastrado por la prime- ra creciente excepcional que tuvo que soportar en 1973. Puente de escurrimiento casi mínimo, que se volvió a construir igual al anterior y que Reutemann no quiso abrir para dar paso al río en Abril del 2003. Un río que al multiplicar su caudal es retenido en un embudo artifi- cial formado por ese brutal terraplén frontal del puente y por el terraplén lateral de la defensa Oeste de Santa Fe. Terraplén lateral nuevo pero incompleto desde 1996. Que fue advertido por funcionarios técnicos y políticos. Río que, de entrar a la ciudad, sería lógicamente embolsado por ese terraplén en forma de bolsa que ro- dea a Santa Fe desde el sur y que quedó siempre abierto por el norte, que es por donde viene el río periódicamen- te en creciente. Una bolsa abierta justo por donde el río se acerca a la ciudad. Una bomba de tiempo perfecta. Política de emergencia, política de mentiras para justificar el desorden, que se aprovecha para manotear y seguir pidiendo en nombre de la catástrofe y el desastre que estos gobiernos asesinos provocan. Mintiendo con el cinismo maldito de la senadora Roxana Latorre, encubridora, disfrazada y encargada de travestir la imagen del corrupto inundador senador Reu- temann. Encargada de comparar el tsunami de los mares de oriente con el embolsamiento artificial del río Salado en la ciudad de Santa Fe. Comparó un maremoto que provocó la muerte de más de 150.000 personas con el brazo artificial de un río que fue desviado hacia el inte– rior de una ciudad. Comparó el Océano Pacífico con el río Salado. Un río que atrapado dentro de la ciudad no encontraba por donde salir. Una mujer que no siente respeto por el dolor de la muerte, ni por los que murie- ron a lo largo de la costa del Océano Pacífico en varios países, ni por los que murieron y siguen muriendo a lo largo de estos 23 meses en la ciudad de Santa Fe. Políti- cas inundadoras, políticas del miedo constante. Con la TEORÍA DEL DEMONIO HÍDRICO deci- dieron construir un terraplén gigante. El terraplén Iri- goyen, que tantas veces nos protegió fue declarado inútil. El terraplén que tantas veces nos protegió junto con los terraplenes de los ferrocarriles Belgrano y Mitre. Un terraplén Irigoyen que fue cortado detrás del barrio Santa Rosa de Lima para construir sobre terreno del río, una avenida de circunvalación que asegure el tránsito rápido de los camiones cargados de soja. La misma soja que impermeabiliza y mata los suelos del norte de la provincia. Soja en el norte, en miles de hectáreas que antes eran bosques que absorbían las lluvias. Agua de lluvia que ahora se desliza bajando por múltiples canales y suelos impermeables bajando hasta la cuenca del río Salado, que se ve saturado en sus napas, convirtiéndose en una canaleta resbaladiza que trae cada vez más agua y con mayor rapidez hasta la ciudad de Santa Fe. Un terraplén de seguridad, nuevo, gigante, que desde Santa Rosa de Lima hacia el norte se construyó, recortando la tercera parte del valle de escurrimiento del río, contándose los 3 Km. de sur a norte que van desde la intersección con el terraplén del ferrocarril Belgrano hasta el hipódromo, donde se inauguró y se abandonó gigantescamente cortado a pique. Ferrocarril Belgrano que cruzaba sobre el Río Salado y que también su terra- plén defensivo fue abandonado por los gobiernos de la década del ‘90 (Reutemann, Obeid, Reutemann) que respondían a la política de desguace del Estado indicada por el gobierno nacional de Carlos Menem.

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Héctor Sanagustín (Ciudadano santafesino reducido a habitante inundado en el año 2003)

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Page 1: El Inundador II

Nro. 2 Santa Fe de la Vera Cruz

29 de Abril de 2005

REFLEXIONES PARA LOS 23 MESES por Héctor Sanagustín

Los inundadores se aprestan a reciclarse. Ninguno se hace responsable de sus funciones durante la inunda-ción ni se hace cargo de su mal desempeño. Otra vez la política de desprecio está en línea de largada. Otra vez la política del miedo para conseguir votos, el anuncio del peligro constante para disimular lo que hicieron y lo que dejaron de hacer.

Imponiendo políticas de emergencia y no políticas de prevención. Sometiendo a la población santafesina al espectáculo obsceno de una cadena interminable de crímenes y delitos de los cuales la inundación de Santa Fe sólo fue una imagen violenta y la excusa para poder seguir robando donaciones y millones de dólares de fondos nacionales y préstamos internacionales.

Inundación de Santa Fe del año 2003 que tam-bién fue provocada por el desprecio a la gente. Gente acostumbrada a la miseria lenta, gradual, progresiva de la decadencia de años de robo político y no acostumbra-da a la miseria violenta. Gente acostumbrada a la menti-ra.

Inundación de Santa Fe con el Río Salado que, mi-rándola sobre un mapa cualquiera, era la consecuencia previsible de haber taponado el río con el terraplén de un puente que ya se había caído arrastrado por la prime-ra creciente excepcional que tuvo que soportar en 1973. Puente de escurrimiento casi mínimo, que se volvió a construir igual al anterior y que Reutemann no quiso abrir para dar paso al río en Abril del 2003. Un río que al multiplicar su caudal es retenido en un embudo artifi-cial formado por ese brutal terraplén frontal del puente y por el terraplén lateral de la defensa Oeste de Santa Fe. Terraplén lateral nuevo pero incompleto desde 1996. Que fue advertido por funcionarios técnicos y políticos.

Río que, de entrar a la ciudad, sería lógicamente embolsado por ese terraplén en forma de bolsa que ro-dea a Santa Fe desde el sur y que quedó siempre abierto por el norte, que es por donde viene el río periódicamen-te en creciente. Una bolsa abierta justo por donde el río se acerca a la ciudad. Una bomba de tiempo perfecta.

Política de emergencia, política de mentiras para justificar el desorden, que se aprovecha para manotear y seguir pidiendo en nombre de la catástrofe y el desastre que estos gobiernos asesinos provocan.

Mintiendo con el cinismo maldito de la senadora

Roxana Latorre, encubridora, disfrazada y encargada de travestir la imagen del corrupto inundador senador Reu-temann. Encargada de comparar el tsunami de los mares de oriente con el embolsamiento artificial del río Salado en la ciudad de Santa Fe. Comparó un maremoto que provocó la muerte de más de 150.000 personas con el brazo artificial de un río que fue desviado hacia el inte–rior de una ciudad. Comparó el Océano Pacífico con el río Salado. Un río que atrapado dentro de la ciudad no encontraba por donde salir. Una mujer que no siente respeto por el dolor de la muerte, ni por los que murie-ron a lo largo de la costa del Océano Pacífico en varios países, ni por los que murieron y siguen muriendo a lo largo de estos 23 meses en la ciudad de Santa Fe. Políti-cas inundadoras, políticas del miedo constante.

Con la TEORÍA DEL DEMONIO HÍDRICO deci-dieron construir un terraplén gigante. El terraplén Iri-goyen, que tantas veces nos protegió fue declarado inútil. El terraplén que tantas veces nos protegió junto con los terraplenes de los ferrocarriles Belgrano y Mitre. Un terraplén Irigoyen que fue cortado detrás del barrio Santa Rosa de Lima para construir sobre terreno del río, una avenida de circunvalación que asegure el tránsito rápido de los camiones cargados de soja. La misma soja que impermeabiliza y mata los suelos del norte de la provincia. Soja en el norte, en miles de hectáreas que antes eran bosques que absorbían las lluvias. Agua de lluvia que ahora se desliza bajando por múltiples canales y suelos impermeables bajando hasta la cuenca del río Salado, que se ve saturado en sus napas, convirtiéndose en una canaleta resbaladiza que trae cada vez más agua y con mayor rapidez hasta la ciudad de Santa Fe.

Un terraplén de seguridad, nuevo, gigante, que desde Santa Rosa de Lima hacia el norte se construyó, recortando la tercera parte del valle de escurrimiento del río, contándose los 3 Km. de sur a norte que van desde la intersección con el terraplén del ferrocarril Belgrano hasta el hipódromo, donde se inauguró y se abandonó gigantescamente cortado a pique. Ferrocarril Belgrano que cruzaba sobre el Río Salado y que también su terra-plén defensivo fue abandonado por los gobiernos de la década del ‘90 (Reutemann, Obeid, Reutemann) que respondían a la política de desguace del Estado indicada por el gobierno nacional de Carlos Menem.

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Un terraplén de seguridad nuevo, pero ¿para ase-gurar qué? Para asegurar una avenida de circunvalación por la cual transportar las riquezas santafesinas; para asegurar el transporte de cosechas de soja de alto ren-dimiento. Para asegurar que uno de los territorios más ricos del mundo tenga una de las ciudades más pobres de la Argentina: Santa Fe capital con el 46,6 % de per-sonas pobres y el 17,1 % de indigentes, que casi ya no son personas. Terrorismo de estado, terrorismo económico en manos de expertos. Expertos que ocuparon los mis-mos cargos durante el proceso de la dictadura militar que gobernó desde 1976 a 1983 con la doctrina de la seguridad nacional. Otra vez la seguridad.

Érase una vez un Mercier: funcionario de un proceso militar que usurpó el poder de una nación rica y estableció un gobierno y un modo de gobernar. Impo-niendo el terrorismo de estado y endeudando al país. Estafando prolijamente al Estado y transformando lo ilegal en legal. Destruyendo la cultura del trabajo para imponer la cultura financiera y especulativa. Estable-ciendo un plan de destrucción de la industria nacional. Convirtiendo los recursos productivos en dineros usura-rios, algo así como lavado de dinero pero al revés.

Mercier, alumno de Martínez de Hoz: endeudador profesional, enajenador del patrimonio público, ensu-ciador y lavador de dinero.

Pero ¿qué tiene esto que ver con un terraplén de defensa contra inundaciones? Si este terraplén fue cons-truido por una empresa contratista. La empresa de Amé-rico Gualtieri, la empresa de negocios de obra pública de Duhalde, que fue expulsada de otros lugares por dejar obras mal hechas e incompletas, que fue inhabilitada para hacer obra pública en la provincia de Buenos Aires. Pero que acá en Santa Fe fue acogida para hacer ese terraplén de seguridad. Pero ¿quién licitó y adjudicó esta obra, y contrató a la empresa Gualtieri?

Érase otra vez un Mercier, funcionario de un go-bierno justicialista en la década del 90; Ministro de Hacienda y Obras Públicas del gobernador Reutemann. Éranse varios funcionarios responsables de obras pro-vinciales. Secretarios de obras públicas como Berli; directores de obras hidráulicas como el ahora senador Daniel Depetris que recibió 33 millones de dólares para hacer una obra incompleta. Daniel Depetris, ingeniero en recursos hídricos, integrante del clan de inundadores profesionales de Reutemann y Obeid. Ingeniero Mo-rín que sucedió a Mercier cómo ministro de obras pú-blicas. Oscar Lamberto impulsor de la derogación de la ley de subversión económica en el año 2002 para que todos vivan felices con la fuga de capitales al extranjero. Todos en la foto inaugurando la defensa oeste. Pero no

son los únicos responsables. También Rosatti que desde 1996 sabía que la defensa estaba abierta y por eso su subsecretario de asuntos hídricos Jonás al-canzó a hacer una defensa provisoria con bolsas en la creciente de 1998. Todos sellaron el “final” de obra. Final de obra que fue firmado recién en 1998, un año después de la inauguración asesina.

Cómo Claudio Tibaldo director de vialidad pro-vincial, ahora diputado provincial, junto a Adriana Cavutto, renunciada por la desaparición de mercadería de promoción comunitaria durante la emergencia. Adriana Cavutto que ahora reapareció recorriendo las defensas aún sin terminar junto a Hammerly y Balbarrey para espantar al demonio hídrico, haciéndose propa-ganda, tratando de tranquilizar a la gente a la que ya engañaron una vez en el 2003 y que ya no le cree más a nadie.

Que engañan cómo en 1997 cuando inauguraron la defensa incompleta perpetrando el crimen de lesa humanidad al traicionar la confianza de la población santafesina que se creía segura y tranquila dentro de un terraplén que en realidad estaba abierto a la entrada del río, y sin sistemas de desagües suficientes para sacar siquiera lluvias recurrentes de más de 30 mm./hora.

Que engañan cómo el 28 y el 29 de abril de 2003, cuando en las reuniones del comité de crisis se determi-nó que iba a haber más de 100.000 evacuados en Santa Fe, y con listas de mercaderías a repartir. Más de 100.000 evacuados a los que nunca se les avisó, ni el día anterior ni el mismo día de la inundación que provocaron. Evacuados que se planeó fueran traslada-dos en colectivos a cargo del secretario de gobierno del intendente Álvarez: Alejandro Rossi. Colectivos del transporte ilegal santafesino autogestionado por el gre-mialista mafioso de la UTA Jorge Kienner, heredero de la CGT. Apoyado por Hugo Ghío (tesorero de la CGT) estafador del gremio de ASOEM, y apadrinado por Alberto “CGT” Maguid, el ahora diputado que apoyó la ley inconstitucional 12.183 para cagar inundados. Maguid, que negocia con proveedores de empresas fan-tasmas del jardinero de su sindicato UPCN. Maguid, que era asesorado en la parte contable de UPCN por el contador Mercier. Maguid, padrino de un nuevo barrio miserable para inundados a los que asiste clientelarmen-te con cajas de promoción comunitaria de la provincia de Santa Fe, y a los que se arrea como ganado llevándo-los a actos públicos partidarios y oficiales para hacer número.

Fratti, Director Provincial De Obras Hidráulicas Inundadoras, alias “el mudo”, que después cantó en tribunales y fue despedido por Reutemann por

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3 romper el código mafioso del silencio.

Marcelo Álvarez el intendente que mintió por mandato inundador, la póliza del seguro de muerte en la mañana del 29 de abril, cuando le dijo a la población: “NO SE VAN A INUNDAR”, mientras el río corría por el oeste interno de Santa Fe.

Maspons, Secretario de Obras Públicas Munici-pal, también respetuoso del código mafioso del silencio.

D’Ambrosio otro director de Vialidad Provincial que quiso parar el río ya desviado, el 28 de Abril, con bolsas de arena.

Filomena, Director de Defensa Civil, que el 30 de Abril defendió la ciudad a copa y champán desde Paraná.

Domingo Pochettino, diputado, hoy secretario de desechos humanos de la inundación que votó la ley 12.183 para cagar inundados, junto a Hammerly, Fe-derico Reutemann, Danilo Kilibarda, Ariel Dalla Fontana, Roberto Rossúa y otros de la misma cala-ña como Adriana Cavutto, Claudio Tibaldo, Maguid, Depetris y Mercier, que votaron su reglamentación, to-dos en la legislatura santafesina, recicladora de verdu-gos. Coherencia de asesinos que matan con leyes y que delinquen (con poderes legales), sin ser sancionados por jueces cómo De La Torre, ni investigados por fiscales como Favaretto.

Terrorismo de estado como en la década del ‘70 cuando Mercier, López Murphy, Machinea, Cavallo y otros eran instruidos por el profesor Martínez de Hoz. Todos socios de torturadores, traidores o inundadores según la época. Hoy todos juntos en el gobierno.

Torturadores como Facino, Rolón, Brusa, Ramos y otros hoy detenidos gracias a Dios y a la lucha de Ma-dres que no olvidan y que aún sienten dolor.

Traidores cómo Obeid, Pochettino, Forconi, Piaz-za, Maguid.

Inundadores cómo Reutemann, Obeid, Filomena, Morín, Berli, Lamberto, Depetris, Rossúa, D’Ambrosio, Balbarrey, Fratti, Hammerly, Álvarez, Rossi, Mercier. Mercier, dos veces ministro de hacienda y obras públicas en la década del 90, que sabía que el proyecto de la de-fensa oeste debía ser completado a lo largo de 20 Km. de costa, hasta el norte de Recreo, un contador que sabe presupuestar y diferenciar entre 20 Km. y 5 Km. Berli sucesor de Mercier desde el 2002 al 2003, que también hizo la plancha esperando al Salado.

El brazo del Salado que estaba dentro de la ciudad terminó saliendo por el mismo terraplén que debieron romper para derramarlo sobre el Salado. Aunque usted no lo crea, sobre el río Salado que estaba vacío afuera del

terraplén, al sudoeste de Santa Fe, que fue atravesada por ese brazo artificial de agua que generaron desde el 25 de abril hasta el 8 de mayo de 2003. Un brazo que se generó penetrando la ciudad por donde debía penetrar el río en creciente, por un terreno bajo junto al extremo norte del terraplén incompleto, como un canal abierto esperando desde 1996. Canal que fue cerrado con la inundación adentro en sólo 4 días (entre el 4 y el 8 de mayo de 2003) con un terraplén de emergencia de aproximadamente 350 m. Canal cerrado que significó el cese del ingreso del río al sector de la ciudad rodeado por el terraplén. Un “cierre de bolsa” que sólo necesitó 350 m. para alcanzar un terreno alto. Un cierre que debía ser preventivo, pero que no quisieron hacer antes de la inundación prevista.

Por eso necesitan tapar su política con publicidad mentirosa y periodismo mercenario. Un periodismo que no les pregunta lo que hicieron en el pasado, sino sola-mente sobre actualidad y promesas al futuro hipotecado.

Periodismo sindical y gremial. Periodismo publi-citario. Periodismo alcahuete para ensuciar. Periodismo de olvido. Periodismo partidario. Periodismo sensiblero con víctimas de la miseria pero sin victimarios oficiales. Periodismo farandulero y chismoso. Periodismo escan-daloso. Periodismo de gobierno. Periodismo local, na-cional e internacional. Periodismo de revancha. Perio-dismo proselitista. Periodismo cobarde. Periodismo del ente de la resignación. Periodismo sin mordaza, sin ver-güenza, pero con los bolsillos bien grandes.

Periodismo municipal que se ocupa de enaltecer la figura de un nefasto Balbarrey. Balbarrey: según la Balbarreynal Academia, corrupto encargado de gestio-nar los subsidios nacionales por emergencia hídrica eterna, para sus socios del transporte ilegal santafesino, y encargado por herencia de seguir inundando eterna-mente barrios santafesinos con aguas de lluvias. Perio-dismo que no se ocupa de concejales como: Hediger, Darío Jiménez, Boscarol; y secretarios como: Gainza, Migone, Ragalli y Horacio Ruiz para ponerlos también en evidencia. Concejales que quieren privatizar la co-branza municipal y que robaron terrenos de inun-dados para el área industrial. Secretarios de cartón, de plástico, de madera, como las cajas que dan para que habiten los inundados que no tienen a dónde ir. Todos cumpliendo con el intendente Balbarrey, el candidato de Reutemann.

Periodistas provinciales que no hablan de los ne-gocios de Rossúa, Rossi, Walter Agosto, Ham-merly. Hammerly candidato de Reutemann que tenía a cargo el manejo de las donaciones para los inundados; hoy Ministro de Obras Públicas: hoy a cargo de las obras

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Los Cómplices del Gobierno de Reutemann

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El Código de Silencio del Partido Inundador

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6 de continuación del terraplén, presupuestadas en 36 millones de pesos, pero en las que ya se llevan gastados alrededor de 80 millones de pesos.

Larriera, Colussi, Rico, Fornés, Alaniz (profesor de historia) que no se acuerdan de Baltuzzi, María del Carmen Alarcón y Oscar Lamberto, que votan leyes in-constitucionales para introducir desperdicios nucleares al país. No se acuerdan de Carranza defensor de Reute-mann, presidente del Comité de Emergencia, cuando conjuntamente decidieron desviar dineros de la Nación que eran para inundados del río Salado. De Rossúa que guardó los baldes de agua a plazo fijo para después apa-gar los incendios de la inundación.

Osvaldo Medina, periodista, director de prensa del Ente de la Resignación, unidad ejecutora de oculta-ción de la emergencia hídrica y pluvial. Multimedio co-mercial y publicitario y cultural, que ahora anuncia $11.000.000 para limpiar cunetas conjuntamente con la municipalidad. Forconi y Balbarrey. Las cunetas más caras del mundo. Casi el 60% del gasto que Reutemann destinó a las Avenidas Alem y 27 de Febrero, con la mal-versación de caudales públicos de la plata para la inun-dación del río Salado. Con esa plata se podrían recons-truir las calles de un barrio inundado entero. Cuarenta y ocho cuadras, pavimentadas, con desagües, veredas e iluminación. Pero ¡NO! Seguiremos con cunetas, pero limpias ¿Hasta cuándo?

Forconi: Presidente del Ente de la Resignación. Ente: Hijo de la violación de la defensa incompleta que mantuvieron abierta los gobiernos de Reutemann, Obeid, Reutemann.

Y todos comen del Ente. Y siguen promocionán-dose con las víctimas. Como lo hacían en promoción comunitaria por donde pasaron Roxana Latorre, Forco-ni, Celia Arena (hoy secretaria de Reutemann) , Adriana Cavutto, María Lastra, Delia Blanco. Capataces del clien-telismo político en Santa Fe.

Mercier, Gualtieri, Reutemann, Obeid, codicia más incapacidad y cinismo: mezcla mortal.

Reutemann, alumno de Menem que voló una ciu-dad para tapar un contrabando de armas, y se presentó ahí diciendo “fue un accidente”. Y Reutemann dijo “a mí nadie me avisó”, y en el Hospital de Niños dijo “fue un terremoto”, y en la Legislatura comparó la inundación con el atentado terrorista de las Torres Gemelas. De las Torres, como Roxana senadora y Diego, el Juez de la causa penal de la Inundación. Política corrupta que co-rrompe.

Si un gobierno me inunda de miserias ¿qué tengo que hacer? Gobierno que no se hace cargo para revertir los desastres provocados y sólo piensa en desviar dinero

para su campaña proselitista. Para seguir una carrera hacia el poder eterno. Poder cobrar, poder robar, y poder matar si es necesario. ¿Qué hago, espero que me toque un favor del mismo que me inundó? O salgo a luchar para sacar del poder a los que inundan por desprecio a la gente. O me quedo como víctima permanente, esperan-do a que me rematen, o me ayuden, según lo que le con-venga al poder de turno, y dejo que se hagan propaganda y publicidad a costa mía. Política terrorista y genocida.

Como en la década del setenta cuando con la ex-cusa de eliminar a los violentos, se perseguía y extermi-naba a todos los que luchaban por el salario, y a todos los sospechosos de solidarizarse y preocuparse por el prójimo o de comprometerse con la vida de los más po-bres. Solidaridad y patriotismo no podían practicarse sin la venia del esquema gobernante. Igual que ahora. Y la solidaridad no podía ser gratuita (como ahora). Porque eso implica pensar distinto al imperio dominante.

El poder trabaja para dominar y no para servir.

El poder sabe que a la gente hay que meterle mie-do, porque si la gente tiene miedo a sufrir y a morir, se resigna a sobrevivir como animal domesticado. El poder extiende su corrupción a los sometidos, dándoles a elegir entre la falta de trabajo digno o ser mantenidos indig-namente.

Hace unos dos mil años se cree que vivió un hom-bre que se dio cuenta que el pecado social se lleva siem-pre la sangre de inocentes. Y decidió luchar por la justi-cia. Y se dio cuenta que ningún hombre debe sufrir in-útilmente, ni ser sometido injustamente por dogmas ni imperios.

Y asumió vivir según su dignidad, luchando por cambiar la mentalidad resignada de hombres y mujeres que sufrían. Salió de su casa para atender enfermos y solidarizarse con los necesitados. Compromiso y solida-ridad para toda la sociedad y no para quedar bien por conveniencia propia. No se propuso inventar una reli-gión dogmática, sino liberar a los pobres de la esclavitud en cuerpo y espíritu, enseñándoles a vivir en solidaridad compartiendo los bienes, para no depender del poder de turno. Pero eso es peligroso para el sistema imperial, es parecido al comunismo o al socialismo.

Liberar al hombre del vicio individual y social. Vi-cios que lo marginan y aíslan. Vicios que le imponen al hombre sólo relaciones de poder y conveniencia.

Dar dignidad al hombre, dar criterio para obrar con responsabilidad. Construyendo su propia esperanza y su propio destino.

El Poder corrupto trata de aislar al hombre, para que se preocupe sólo de su piel para adentro.

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Héctor Sanagustín

DNI: 12.891.687 Ciudadano santafesino reducido a habitante

inundado en el año 2003.

¿Quién se pondría a cotizar los muertos por la inundación? ¿Cuánto vale una madre? ¿Cuánto vale un hijo? ¿Cuánto vale un padre? ¿Cuánto vale perder el amor? El pecado social es el crimen de lesa humanidad.

Cuando nos metieron el río en nuestras casas, nunca tuvimos el beneficio de la duda. La duda era fatal. La solidaridad nos salvó.

Pero los inundadores desean esquivar la justicia. Entonces primero desde la Legislatura tuvieron que legalizar la violación para no ir presos. Y después repar-tieron plata como benefactores, para que los voten. Y la violación engendró un Ente, que en el 2003 se disputa-ban entre Hammerly y Mercier.

Pero nueve meses después nació el Ente. Para ta-par sus culpas con publicidad, artículos, y decretos para silenciar protestas. Para monopolizar, regentear y publi-citar el asistencialismo del gobierno inundador. Otra vez para cautivarnos con el clientelismo político, y dividir-nos, y ¡a la cucha!, como perros.

Por eso debemos luchar por la justicia. Para co-rregir al ser humano. Justicia para corregir lo que se hizo mal, y a los que hicieron el mal por desprecio a la gente. Para que paguen con sus bienes.

Para que sean inhabilitados de por vida para que no puedan seguir haciendo daño. Inhabilitados para ejercer cargos públicos, políticos y técnicos. Con una declaración pública de ineptitud moral y social.

Debemos luchar por una revocatoria de mandato de los funcionarios que se desempeñan mal. Ineptos que causan, permiten y facilitan catástrofes sociales.

Desterrar la política del miedo y la corrupción. Para convertir a la política en una fuente de libertad y no en una fuente de esclavitud. Reconociendo los senti-mientos humanos para reconocer la igualdad y la frater-nidad. Para trabajar en dignidad.

Santa Fe, 29 de Marzo de 2005

Aviso Clasificado Cambio un terraplén incompleto (zona hipódromo) por todos los hogares, muertos y enfermos de la inundación sin salida del año 2003.

TERRORISMO DE ESTADO

Y ahora los

inundados...

¿A QUIÉN VAMOS

A VOTAR?

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