el huevo, ese cotidiano y barato alimento

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El huevo, ese cotidiano y barato alimento Por Juan Lizárraga T. NOROESTE-Mazatlán, 8 de diciembre de 1980. ¿Cuántos huevos con- sume usted anualmente?: ¿Trescientos?, ¿seiscientos o más? Es difícil saber la cuenta exacta. Lo ignora y de seguro desconoce también los ade- lantos de la ciencia que han permitido a la avicultura los avances que presenta y con ello el que usted tenga, todos los días en la mañana (a veces en las tres comidas) su par de huevos, guisados de mil ma- neras, nutritivo y económico alimento que en ocasiones, su rutinario consumo, produce enfado. Es difícil especificar, sin embargo, en México, en el año anterior se tuvo una producción de 13 mil millones de unidades y puede hablarse de un promedio general de consumo anual de 184 piezas entre los habitantes de toda la Re- pública. Para enterarnos de la manera en que estas "má- quinas ponedoras de huevos" realizan su labor, acudimos ayer a la granja "Hacienda Santa Cruz", única existente en Mazatlán, donde entrevistamos a su encargado, Jaime Gárate (las gallinas, aunque no cierran el pico, menos a esa hora en que les daban de comer, no dicen cosa inteligible para nosotros.

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Reportaje realizado por Juan Lizárraga Tisnado sobre una granja productora de huevos que existió por la carretera Internacional de Mazatlán, al costado sur de la actual Plaza Ley del Mar. Se publicó en el diario Noroeste en diciembre de 1980.

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El huevo, ese cotidiano y barato alimento

Por Juan Lizárraga T.

NOROESTE-Mazatlán, 8 de diciembre de 1980.

¿Cuántos huevos con-

sume usted anualmente?:

¿Trescientos?, ¿seiscientos o

más? Es difícil saber la cuenta

exacta. Lo ignora y de seguro

desconoce también los ade-

lantos de la ciencia que han

permitido a la avicultura los

avances que presenta y con

ello el que usted tenga, todos

los días en la mañana (a veces

en las tres comidas) su par de

huevos, guisados de mil ma-

neras, nutritivo y económico

alimento que en ocasiones, su

rutinario consumo, produce

enfado.

Es difícil especificar, sin

embargo, en México, en el año

anterior se tuvo una producción

de 13 mil millones de unidades

y puede hablarse de un

promedio general de consumo

anual de 184 piezas entre los

habitantes de toda la Re-

pública.

Para enterarnos de la

manera en que estas "má-

quinas ponedoras de huevos" realizan su labor, acudimos ayer a la granja

"Hacienda Santa Cruz", única existente en Mazatlán, donde entrevistamos a su

encargado, Jaime Gárate (las gallinas, aunque no cierran el pico, menos a esa

hora en que les daban de comer, no dicen cosa inteligible para nosotros.

Page 2: El huevo, ese cotidiano y barato alimento

La granja tiene diez casetas en cada una de las cuales hay en promedio 10

mil animales, por lo cual son en total entre 90 mil y 100 mil.

Doce personas, a quienes se les llama caseteros, se encargan del

mantenimiento de las "maquinas". Ellos llegan todos los días por la mañana y

como a las 7, les entregan su razón alimenticia. Hacen lo mismo después de las

12 del día.

EL ALIMENTO, DETERMINANTE

En la granja hay exclusivamente gallinas livianas o ponedoras, ya que es el

huevo el que explotan, aunque cuando el animal deja de producir se envía al

mercado abastero.

El alimento que consumen estos animales es determinante tanto para la

calidad del producto que tendrán, como para su mismo desarrollo.

Al hacer la entrevista, los caseteros daban de comer a las gallinas un polvo

amarillento el cual el cual está elaborado con diez ingredientes, entre los cuales se

encuentra el sorgo, la soya, arinolina, cártamo y todas las vitaminas. Para la

mezcla se utiliza diariamente una tonelada de cada ingrediente.

La mezcla no se hace al azar. Para ello, explicó Jaime Gárate, se tiene la

asesoría de nutriólogos de Monterrey. Si el alimento no tiene la suficiente soya, la

gallina simplemente no pone y si carece de calcio, el cascarón del huevo será

deficiente.

TODO ES ARTIFICIAL

Las aves son traídas apenas salidas (¿del cascarón?) de una incubadora

de Torreón, Coahuila, la cual cuenta con "sexólogos", quienes escogen a los

animales, pues las gallinas son enviadas a las granjas en las que se explota el

huevo y los pollos a la asociaciones que se dedica a explotar la carne. Estas

incubadoras casi nunca se equivocan en el sexo de las aves, añadió.

Entre las 21 y 22 semanas de nacidas, las gallinas empiezan a poner y su

producto es explotado por cerca de un año, después de cual decrece su

capacidad ponedora y los avicultores se deciden entonces por venderla, ya sea al

mercado o directamente al público que acude a la granja.

EL SALUDABLE HUEVO, TODA UNA LEYENDA

El ambiente en que viven(?) las gallinas es singular, único.

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Vanamente intentan hacer apología al compararlo con el de los mercados u

otros sitios ruidosos, que aunque se asemejan, no son iguales: un cacareo

estridente afuera de sus jaulas; un poco abajo, un espacio donde quedan los

huevos y otro canal donde les depositan la comida; abajo, cerros de su propio

estiércol, sobre cuyo veneno contaminante (amoniaco, fósforo) se encuentran

inmunizados sus organismos, y el cual es un rico abono para la tierra.

Nada saben de los avances científicos que las han convertido en

"maquinas ponedoras de huevos", ni de que su producto, en las antiguas

escrituras hindúes figuraba como símbolo del mundo y en la cultura azteca

simbolizaba a la vida.

Tampoco saben que existen gracias a las incubadoras. Su único interés es

comer y tener un clima agradable. Lo demás es puro cacareo.

Pero el hombre sí sabe que su huevo, además de ser fácil de digerir y de

tener barato precio, contiene un alto nivel nutritivo (todos los aminoácidos; a

excepción de la C, todas las vitaminas y 13 minerales). Cierto que si su organismo

contiene mucho colesterol, puede hacerle daño el huevo, pero si no es así,

consumir dos diarios, más que perjudicial, es totalmente benéfico.

Entonces, ¿cuántos huevos al año consume usted?

LA GALLINA MUERE DE SENSIBILIDAD

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Como a una mujer bonita y caprichosa, a la gallina hay que rodearla de

comodidad. Aparte de la bien estudiada alimentación, debe dotársele de un clima

templado: ni frío ni caluroso y sin viento.

En tiempo de calor, contó Jaime Gárate, mueren muchas, porque no

comen. No les gusta ni la comida ni el agua caliente. También dejan de comer

cuando hace aire, se "enconchan" en sus plumas y dejar de comer para ellas,

además de su muerte, significa que dejarán de poner, porque sin la compañía del

ave masculina, es mediante el alimento como se crea en su vientre el huevo.

Son éstos los obstáculos que deben vencer los avicultores para obtener una

buena producción avícola. Las epidemias son secundarias porque mediante

vacunas y medicamentos se ha logrado erradicar a los virus. No se tienen

antecedentes de una epidemia, aunque ésta no se descarta.

LA LUZ ELÉCTRICA SUSTITUYE AL GALLO

No exclusivamente por la clase de alimentos que ingieren las gallinas logran

su reproducción, aunque sí es esto lo más determinante. El otro factor lo es la

iluminación eléctrica.

Sin duda, es Estados Unidos de Norteamérica el país donde más

científicamente se ha desarrollado la avicultura y es de ahí de donde proviene el

sistema de acelerar la capacidad reproductora de este animal mediante la luz

eléctrica.

Jaime Gárate no tiene clara la manera en que la energía influye en la

gallina, pero empíricamente ha comprobado que el sistema es efectivo.

Así, dependiendo de la estación climática, encienden o apagan los

innumerables focos que sobre las casetas tienen instalados. La cuestión es quelas

gallinas duerman siete horas diarias.

La adecuada alimentación, combinada con la luz artificial, permiten que las

gallinas produzcan un 75 por ciento diario, es decir, explicado de manera sencilla:

10 mil gallinas de una caseta ponen cada día 7 mil 500 huevos, los cuales todos

los días son recogidos por los caseteros para enviarlo a la Asociación de

Avicultores, la que a su vez los entrega a los distribuidores, hasta que al final

llegan al consumidor.