el hábito de quejarse

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1 El hábito de quejarse Todo vicio es un hábito, pero no todo hábito es un vicio. El buen hábito es rutina y disciplina Quejarse es uno de los siete hábitos mortales. Los otros son: castigar, culpar, amenazar, perseguir, criticar y sobornar. Como la mayoría de los hábitos, lo aprendemos en nuestra infancia, de personajes significativos en nuestra vida. Después tendemos a

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Aprende cómo se quejan y aprende a eliminar los quejidos.

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El hábito de quejarse

“Todo vicio es un hábito, pero no todo hábito es un vicio. El buen hábito es rutina y disciplina” 

Quejarse es uno de los siete hábitos mortales. Los otros son: castigar, culpar,

amenazar, perseguir, criticar y sobornar. Como la mayoría de los hábitos, lo aprendemos

en nuestra infancia, de personajes significativos en nuestra vida. Después tendemos a

reproducir ese hábito, quejándonos continuamente, ya sea con nosotros mismos o con los

demás.

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Ojalá nuestra queja o las quejas de los demás fueran suficiente para lograr cambios. Sin

embargo, parecería que estamos genéticamente programados para resistir cuando

alguien nos trata de obligar a hacer algo que no queremos. Tal vez el hábito sea más

pronunciado en una persona que en otra; pero al reconocer lo que estamos haciendo

(quejarnos) y aprender a aceptar las cosas o a las personas como son, podremos

convertir nuestras relaciones en algo más que una lucha de poder que hace sufrir a todos

los involucrados.

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En muchas ocasiones es más fácil cambiar nuestra percepción de algo o nuestra

expectativa que quejarnos. Por otra parte, hay cosas en la vida de las que no podemos

quejarnos, pues detrás de cada evento hay aprendizaje, evolución, transmutación y

muchas cosas más.

Pongamos por ejemplo a nuestras grandes maestras de vida: la enfermedad, la muerte y

la soledad. Ante ellas no hay queja que tenga validez. Cada uno necesitamos enfrentar y

asumir nuestras vivencias, esas que forman parte de la vida y que si logramos aprender

de ellas se convierten en experiencia y sabiduría.

¿Para qué?Algo que podemos hacer ante cada situación que nos genere y dispare el hábito de

quejarnos sería preguntarnos no sólo ¿por qué?, sino ¿para qué?, ¿para qué nos va a

servir quejarnos? Responder esta pregunta nos puede hacer ver el verdadero sentido de

las cosas.

Hay ocasiones en las que presentar formalmente una queja nos sirve para cambiar una

situación injusta, pero siempre hay que reflexionar si quejarnos resultará útil o si sólo

alimentará un círculo vicioso.

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“Nadie se desembaraza de un hábito o de un vicio tirándolo de una vez por la ventana; hay que sacarlo por la escalera, peldaño a peldaño” 

Quejarse no debe confundirse con la crítica constructiva a través de la cual le hacemos

saber a alguien que ha cometido un error o que tiene alguna deficiencia, de modo tal que

pueda mejorar. Abstenerse de quejarse no necesariamente significa soportar malas

conductas o actitudes. No hay nada malo en decirle al mesero que nuestra sopa está fría

y que necesita ser calentada, pero es mejor hacerlo de un modo respetuoso, en lugar de

decirle: “¿Cómo te atreves a darme la sopa fría?”, utilizando un estilo mordaz en la queja.

Will Bowen, dentro de su comunidad en Kansas, en julio del 2006, propuso el “reto de los

veintiún días” con el propósito de ayudar a eliminar cualquier rastro de queja, volver a

empezar. El que logra erradicar el hábito de quejarse habrá hecho de su vida un paraíso,

con salud, mejor ánimo, relaciones más favorables, mayor autoestima, etc. Será una

persona más feliz, al vivir más en sintonía con el universo.

Círculos viciososCuando criticamos, nos quejamos o juzgamos, estamos emitiendo una energía

discordante que por  “ley de atracción”, será devuelta a nosotros pero multiplicada, ya que

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nuestra acción negativa alimenta aquello de lo que nos quejamos y lo hace más grande.

Con la queja nos conectamos con campos de baja energía que nos debilitan, haciéndonos

más vulnerables a enfermedades, conflictos sociales y carencias. Por el contrario si

hablamos con gratitud y bendecimos, nos conectamos con campos de alta energía

creando una resonancia muy positiva a nuestro alrededor.

Está comprobado que nuestros pensamientos y emociones influyen sobre nuestro cuerpo;

provocan reacciones bioquímicas y pueden generar adicción. Y precisamente es el motivo

por el cual buscamos experimentar reiteradamente cierto tipo de situaciones que cubrirán

el ansia bioquímica de las células de nuestro cuerpo, provocándonos una satisfacción

momentánea, pero que a mediano y largo plazo nos provocan multitud de efectos no

deseados y alimentan círculos viciosos.

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Aprendamos a generar círculos virtuososEl experimento de los veintiún días –mencionado anteriormente– parte de que ese tiempo será suficiente para dejar el hábito de la queja y formar el nuevo hábito de la gratitud.De manera consciente y voluntaria podemos generar en nuestra vida una corriente alternativa positiva, incluyendo en ella hábitos como pueden ser: el canto, la danza, la lectura, el contacto con la naturaleza, etc. El simple hecho de disfrutar profundamente oliendo una flor, mantener diálogos positivos con quienes nos rodean, ver películas propositivas, leer buenas revistas, comer alimentos sanos, o respirar profundamente, es decir, tomar decisiones conscientes y hacer elecciones que sabemos que pueden modificar nuestro ser, incluso a un nivel molecular, conduciéndonos a establecer círculos virtuosos y no círculos viciosos.

Dependiendo del tipo y cantidad de hábitos beneficiosos que adquiramos, podemos

demorar semanas o meses en erradicar las “células adictas”. Esto resulta esperanzador.

Básicamente es una cuestión de conciencia, elección y voluntad. Se trata de querer ser

felices aquí y ahora.

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El Arte de la Maestría personal en 20 lecciones

 

Trata sobre lo que necesitas para convertirte en un maestro en cualquier campo de tu vida y cómo lo hicieron los grandes hombres 

Robert Greene realizó muchas entrevistas con individuos de talento y estudió las biografías de numerosas figuras influyentes, como Leonardo Da Vinci, Mozart, Charles Darwin, Benjamín Franklin, y otros personajes influyentes. Robert Greene es el autor de varios libros de desarrollo personal muy populares, como las "48 leyes del poder", "El arte de la seducción" y "La Ley número 50 de 50 Cent".

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20 lecciones para alcanzar la Maestría.

Como un presente de Robert Greene autor del libro la Maestría

1 - Entender quién eres realmente, y qué tipo de vocación o carrera que te sientes llamado a realizar.

2 - Comprométete a un aprendizaje, en el que te sometas a años de observación humilde, a la adquisición de habilidades y a la experimentación.

3 - Adquiere un sentimiento de inferioridad y profunda humildad así como ganas de aprender de los demás.

4 - Muévete hacia la resistencia y el dolor, abandona la comodidad y la seguridad, y cruza el umbral más allá de las tediosas etapas iniciales del aprendizaje.

5 - Después de la fase de aprendizaje debes llegar a ser audaz, confiado y dispuesto a poner a prueba tus habilidades adquiridas y hacer conexiones entre diferentes ideas.

6 - Aprende a aceptar las críticas y el fracaso, y a estar agradecido por la oportunidad de aprender y mejorar como resultado de sus errores.

7 - Entiende que hay un componente emocional, no intelectual, que separa a los verdaderos maestros de los demás.

8 - Desarrolla tu inteligencia social y tu capacidad de empatía de ponerte en los zapatos de otra persona así como ver y entender las cosas desde una perspectiva ajena.

9 - Muévete más allá de la habitual tendencia a juzgar a los demás o idealizar y demonizar a al extraño, y simplemente obsérvalos en lugar de proyectar tus propios pensamientos, emociones o inseguridades sobre ellos.

10 - Debes tener cuidado con las tendencias de muchas personas de mostrar ciertos vicios que podrían obstaculizar tu progreso, tales como: la envidia, el conformismo, la rigidez, la auto-obsesión, la pereza, la frivolidad y la agresión pasiva.

11 - Aprende a hablar a través de tu trabajo, y para ganarte al prójimo sé paciente y deja que lo que hayas hecho hable por sí mismo.

12 - Trata de verte a ti mismo como los demás te ven a ti, para que puedas permanecer desapegado emocionalmente y tratar de mejorar tus defectos y carencias.

13 - Soporta a los tontos, a los que no toman en serio y a las personas de las que recibes críticas personales por parte de quienes no saben de lo que están hablando.

14 - Recupera tu sentido infantil de asombro y curiosidad sin fin sobre todas las cosas para estimular tu energía creativa.

15 - Abandona todas las nociones preconcebidas acerca del mundo, y utiliza el poder de tu imaginación al máximo.

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16 - Siempre estar abiertos y receptivos a las nuevas ideas que desafían los convencionalismos, y no tengas miedo de pensar en algo que no es popular.

17 - Ama el aprendizaje para tu propio bien, y conecta una amplia gama de ideas de diferentes, campos de estudio y disciplinas.

18 - Mantén un sentido de destino y siéntete conscientemente conectado al mismo.

19 - Las cualidades que le ayudarán a tener éxito son la autodisciplina, voluntad, persistencia, concentración, esfuerzo, la paciencia, la energía, la obsesión, el respeto, la confianza en los demás, la confianza en uno mismo, el compromiso emocional, la humildad, la adaptabilidad, la audacia y la apertura.

20 - Las cualidades que dificultan tu éxito son la complacencia, el conservadurismo, la dependencia, la impaciencia, la inflexibilidad, la distracción, el egoísmo y el ser estrecho de miras.

 Robert Greene 

Frases extraídas del libro 

"El futuro pertenece a los que aprenden más habilidades y las combinan de manera creativa."

"Todos sobrevaloramos la importancia de la estabilidad".

"El tiempo que lleva a la maestría depende de la intensidad de nuestro enfoque."

"La gente que te rodea, está constantemente influida por la fuerza de sus emociones, cambia sus ideas durante el día o en el plazo de una hora, dependiendo de su estado de ánimo. Nunca se debe asumir que lo que la gente dice o hace en un momento en particular es una declaración de sus deseos permanentes".

"El problema es que los humanos somos conformistas profundos."

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"La mayoría de la gente está constantemente encerrada en el presente. Sus decisiones están excesivamente influenciadas por el suceso más inmediato, se emocionan fácilmente y le atribuyen mayor importancia a un problema de lo que debería ser en realidad".

"Nuestra tendencia natural es la de proyectar en los demás nuestros propios sistemas de valores y creencias, en formas en las que ni siquiera son conscientes."

"La verdad es que la actividad creativa es aquella que involucra a todo nuestro ser - nuestras emociones, nuestros niveles de energía, nuestra personalidad y nuestras mentes."

"Si estás haciendo algo sobre todo por dinero y sin un verdadero compromiso emocional, se traducirá en algo que carece de un alma y que no tiene relación contigo".  Esfuérzate por ver cuán lejos puedes llegar en control de tus circunstancias y por crear la mente que deseas, no mediante las drogas sino mediante la acción.

Esta puede ser la fuente de tu infelicidad: tú falta de contacto con lo que eres y lo que te vuelve único.

Todos nacemos únicos. Esta singularidad está marcada genéticamente en nuestro ADN. Somos un fenómeno que ocurrirá una sola vez en el universo; nuestra composición genética exacta no ha tenido lugar antes, ni se repetirá jamás.

Pasamos en el trabajo una parte sustancial de nuestra vida. Si experimentamos este periodo como algo por lo que tenemos que pasar de camino al verdadero placer, nuestras horas de trabajo representan una manera trágica de perder el poco tiempo de que disponemos para vivir.

Para dominar un campo tienes que amar su contenido y sentir una profunda afinidad con él. Tu interés debe trascender el campo mismo y rayar en lo religioso.

La posición de poder suprema: La posibilidad de combinar libremente todos nuestros intereses.

No estás atado a ningún puesto en particular; no debes lealtad a una carrera ni compañía. Por el contrario, estas comprometido con tu tarea en la vida y su expresión plena.

No abandones las habilidades y experiencias que ya has adquirido; busca una forma nueva de aplicarlas. Pon la mira en el futuro, no en el pasado. Estos reajustes creativos suelen llevarnos a un camino mejor; nos sacan de nuestra complacencia y nos fueran a reevaluar nuestro destino.

Al final, el dinero y el éxito que duran de veras no son para quienes se concentran en sus metas, sino para quienes lo hacen en la maestría y cumplen su tarea en la vida.

Nunca es prudente prescindir en forma deliberada de los beneficios de un mentor. Perderás tiempo muy valioso buscando y determinando lo que debes hacer… Si te ves

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obligado a tomar este camino, sigue el ejemplo de Edison y desarrolla una autosuficiencia extrema.

Pobre del aprendiz que no supera a su maestro.

Sea hombre o mujer un mentor asume con frecuencia la forma de una figura paterna; nos guía, pero a veces intenta controlarnos demasiado y determinar nuestra vida. El mentor podría tomar todo intento de independencia, aún ya avanzada la relación, como un ataque personal a su autoridad.

Someterte a su autoridad no implica incondicionalidad y, de hecho, desde el principio tu meta debe ser encontrar a la larga la forma de independizarte habiendo interiorizado y adaptado su sabiduría.

El deseo de buscar atajos te descalifica expresamente para cualquier tipo de maestría. No existe reverso posible en este proceso.

Hoy tendemos a denigrar la práctica. Nos gusta imaginar que las grandes hazañas suceden de manera natural; que son un signo del genio o talento superior de alguien… Como individuos debemos resistirnos a esa dirección y venerar las facultades transformadoras que obtenemos con la práctica.

Zen en el arte del tiro con arco

"Para alcanzar la maestría (en un arte), no basta con el conocimiento técnico. Uno debe

transcender la técnica de manera que el dominio se convierta en un "arte sin artificio" y emane

directamente de lo inconsciente".

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