el estudio de las relaciones públicas

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El estudio de las Relaciones Públicas: una historia de crecimiento Por Gabriela Schlemmer La comunicación es parte del desarrollo de la sociedad, gracias a estos procesos nos relacionamos con otros, llegar a acuerdos y podemos establecer normas de convivencia. Sin embargo, en una sociedad tan compleja como la que hemos construido, relacionarnos no siempre es sencillo, y menos aún si consideramos que la comunicación no sólo ocurre de persona a persona, sino también entre personas y grupos, entre equipos de trabajo, entre una institución y otra, entre un país y otro. Llevar a cabo la comunicación en distintos ámbitos y a diferentes grados de interacción hace que el proceso requiera de apoyo; es decir, requerimos profesionales de la encodificación y la decodificación que intervengan como mediadores entre emisores institucionales, fuentes de información ubicadas en distintos contextos, herramientas tecnológicas sofisticadas e, incluso, canales de distribución altamente sofisticados y diversos para el envío de información que busca llegar a receptores de los más distintos perfiles. Uno de los campos que debe mantenerse actualizado y participar activamente en una era marcada por la conectividad, la comunicación, la información y el conocimiento es, sin duda, las Relaciones Públicas. Se trata del trabajo profesional que profundiza en el fenómeno social de la comunicación, lo estudia y analiza desde diversas perspectivas, se relaciona con las tecnologías para la producción de diversos tipos de mensajes y las formas que existen para difundirlos, para lograr que las personas, los grupos y las organizaciones sociales se relacionen de manera eficiente y armónica. La profesionalización del estudio de la comunicación en México data apenas de la segunda mitad del siglo XX. Para López Veneroni (2003) el surgimiento de los programas de comunicación en las escuelas de nuestro país no obedece a una preocupación concreta respecto al concepto de comunicación, sino a la demanda histórica de la modernidad tecnológicoindustrial provocada por la irrupción de los medios de comunicación masiva, como la prensa, la radio, el cine y la televisión: “Hablamos del requerimiento de desarrollar un grupo de profesionales y técnicos capaces de dar a los diferentes medios un uso para fines clara y específicamente dirigidos, como pueden ser la publicidad, la propaganda y otras disposiciones sociales”. Wilbur Schramm, (1986) en su artículo “Investigación acerca de la comunicación en Estados Unidos”, relata que en los años 40’s y 50’s, un número cada vez mayor de intelectuales se interesaba por estudiar el proceso y los efectos de la comunicación, iniciándose una serie de contribuciones para entender mejor este fenómeno social que nunca antes había sido tan visible. Las relaciones públicas, que se van consolidando como quehacer profesional debido al desarrollo de los medios masivos, son parte de estos primeros efectos sociales de los medios al inicio del siglo XX, los cuales realmente parecían avasallantes.

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Page 1: El estudio de las relaciones públicas

El estudio de las Relaciones Públicas: una historia de crecimiento

Por Gabriela Schlemmer

La comunicación es parte del desarrollo de la sociedad, gracias a estos procesos nos

relacionamos con otros, llegar a acuerdos y podemos establecer normas de convivencia.

Sin embargo, en una sociedad tan compleja como la que hemos construido, relacionarnos

no siempre es sencillo, y menos aún si consideramos que la comunicación no sólo ocurre

de persona a persona, sino también entre personas y grupos, entre equipos de trabajo,

entre una institución y otra, entre un país y otro. Llevar a cabo la comunicación en

distintos ámbitos y a diferentes grados de interacción hace que el proceso requiera de

apoyo; es decir, requerimos profesionales de la encodificación y la decodificación que

intervengan como mediadores entre emisores institucionales, fuentes de información

ubicadas en distintos contextos, herramientas tecnológicas sofisticadas e, incluso, canales

de distribución altamente sofisticados y diversos para el envío de información que busca

llegar a receptores de los más distintos perfiles.

Uno de los campos que debe mantenerse actualizado y participar activamente en una era

marcada por la conectividad, la comunicación, la información y el conocimiento es, sin

duda, las Relaciones Públicas. Se trata del trabajo profesional que profundiza en el

fenómeno social de la comunicación, lo estudia y analiza desde diversas perspectivas, se

relaciona con las tecnologías para la producción de diversos tipos de mensajes y las

formas que existen para difundirlos, para lograr que las personas, los grupos y las

organizaciones sociales se relacionen de manera eficiente y armónica.

La profesionalización del estudio de la comunicación en México data apenas de la

segunda mitad del siglo XX.

Para López Veneroni (2003) el surgimiento de los programas de comunicación en las

escuelas de nuestro país no obedece a una preocupación concreta respecto al concepto

de comunicación, sino a la demanda histórica de la modernidad tecnológico– industrial

provocada por la irrupción de los medios de comunicación masiva, como la prensa, la

radio, el cine y la televisión: “Hablamos del requerimiento de desarrollar un grupo de

profesionales y técnicos capaces de dar a los diferentes medios un uso para fines clara y

específicamente dirigidos, como pueden ser la publicidad, la propaganda y otras

disposiciones sociales”.

Wilbur Schramm, (1986) en su artículo “Investigación acerca de la comunicación en

Estados Unidos”, relata que en los años 40’s y 50’s, un número cada vez mayor de

intelectuales se interesaba por estudiar el proceso y los efectos de la comunicación,

iniciándose una serie de contribuciones para entender mejor este fenómeno social que

nunca antes había sido tan visible.

Las relaciones públicas, que se van consolidando como quehacer profesional debido al

desarrollo de los medios masivos, son parte de estos primeros efectos sociales de los

medios al inicio del siglo XX, los cuales realmente parecían avasallantes.

Page 2: El estudio de las relaciones públicas

El crecimiento de las ciudades, la aparición de los medios electrónicos y la irrupción de la

tecnología en los propios hogares trajeron consigo cambios radicales en la organización

de la sociedad, impactando en la economía, la propaganda, la política y hasta en uso del

tiempo libre, y generando, poco a poco, el estilo de vida que hoy conocemos: la sociedad

de la comunicación, de las tecnologías de la información, del mercado y del consumo: la

aldea global.

Las circunstancias del siglo XX caracterizadas por una creciente economía del consumo y

de las industrias culturales se convirtieron en detonantes del estudio de los efectos de los

medios, pero también, generaron la necesidad de mediadores, cada vez más

especializados, para generar relaciones productivas y por lo tanto, ‘tersas’ entre distintos

actores sociales.

La primera Escuela de Comunicación particular en América Latina tuvo como sede la

Universidad Iberoamericana (Prieto, 1996). José Sánchez Villaseñor, filósofo reconocido

en los círculos académicos, doctorado por la UNAM y padre jesuita, había estudiado el

funcionamiento de las escuelas de Periodismo, Televisión y Publicidad que operaban a

nivel técnico, en un momento en que el único plan de estudios con el grado de licenciatura

era el que ofrecía la Universidad Nacional Autónoma de México fue quien integró un plan

de estudios de comunicación desde un punto de vista humanista, que amaran la cultura y

que manejaran “la técnica sometida al espíritu”.

La nueva carrera fue llamada Ciencias de la Comunicación, y nació ligada a un objetivo:

generar intelectuales con habilidades artísticas, que sucediesen a quienes empíricamente

manejaban los medios, y fueran capaces de asesorar a los propietarios de éstos y al

Estado en su mejor uso, según se narra en el artículo de Corduneanu y Martínez, (2005).

Debido a que los procesos comunicativos son parte fundamental del paradigma de la

contemporaneidad -caracterizada por la globalización de la economía, la unificación de los

mercados, la mediatización de las sociedades, y como consecuencia, por el surgimiento

de nuevas formas de industria cultural, enmarcadas en la tecnología digital- su estudio

sigue siendo necesario para nuestra sociedad.

Considerando a la comunicación como un fundamento de nuestra sociedad, se han

organizado actividades comunicativas mediante la división del trabajo y actualmente

existen especialistas en estas tareas, generando también un repertorio de profesiones en

el campo de la comunicación.

Por su parte, el nacimiento y desarrollo académico de la enseñanza de las Relaciones

Públicas también ha obedecido a imperativos de la sociedad en su constante búsqueda

del bienestar colectivo, ya que surge en el mundo empresarial y va dando cuerpo a un

conjunto de procesos, estrategias y flujos de comunicación, cuya adaptación y aplicación

se convierten en funciones gerenciales que se adentran en las actividades económicas,

políticas, culturales y sociales propias de nuestro tiempo.

Page 3: El estudio de las relaciones públicas

Según Shirley Biagi1(1999), en su obra El impacto de los medios, las relaciones públicas

son una industria que se apoya en, y apoya a, los medios de comunicación, y su objetivo

es generar una actitud comprensiva y de buena disposición hacia una empresa,

organización, persona o producto.

La historia de las Relaciones Públicas ha estado ligada a la de los medios de

comunicación, de la publicidad y de la propaganda.

Durante la Primera Guerra Mundial, el gobierno norteamericano estableció un Comité de

Información Pública organizado por un reportero: George Creel, quien diluyó las fronteras

entre el periodismo y la propaganda, reclutó periodistas, editores, artistas y maestros para

apoyar en la recaudación de fondos para la Liga de la Libertad y promovieron la

participación de la nación en la guerra. Creel formó a uno de los primeros maestros de las

relaciones públicas, Edward L. Bernays, quien junto con Ivy Lee -encargado de la imagen

de las empresas Rockefeller- son considerados padres de las Relaciones Públicas.

Bernays escribiría su primer libro sobre el tema en 1923 y empezaría a dar conferencias

sobre el tema antes de 1930.

Octavio Islas en la presentación que hizo en 2003 para la publicación en Proyecto

Internet del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, del libro

Relaciones Públicas Factor de Competitividad para Empresas e Instituciones,2 de Carlos

Bonilla3, ubica en 1949 el año en que inicia el ejercicio profesional de las relaciones

públicas en México. En ese año Federico Sánchez Fogarty inauguró la primera agencia

dedicada a las relaciones públicas: la Agencia Mexicana de Relaciones Públicas.

Para el año 1976, 25 escuelas y universidades impartían la licenciatura en comunicación y

afines, sin embargo, cabe notar que la Universidad Latinoamericana era, junto con la

Universidad del Pacífico, la única que ofrecía la licenciatura en Comunicación y

Relaciones Públicas. Esto nos habla de una decidida tradición filosófica y epistemológica

de la Universidad Latinoamericana hacia el estudio y formación de la profesión del

publirrelacionista en nuestro país.

Con una visión progresista y empresarial, pero sin perder de vista la responsabilidad

social y el dominio técnico necesarios para el comunicador profesional y sumando a sus

conocimientos, habilidades y actitudes la gestión necesaria para la sana interacción entre

empresas, instituciones, organismos y cualquier otra entidad, hace ya más de tres

décadas, la Universidad Latinoamericana obtuvo el primer Registro de Validez Oficial de

Estudios (RVOE) para la Licenciatura en Comunicación y Relaciones Públicas, bajo el

acuerdo 81564 del 2 de septiembre de 1981.

1 Biagi Shirley,(1999), Impacto de los medios, (4ª Edición) pp 251 - 267, Ed. Thomson.

2 Islas Carmona O. (2003) Un nuevo principio, Prólogo al libro de Carlos Bonilla Relaciones Públicas,

ITESM consultado en marzo 2013 en: http://www.cem.itesm.mx/ric/menu/relpub/index.html

3 Carlos Bonilla fue director de la Escuela de Comunicación y Relaciones Públicas de la Universidad

Latinoamericana en 1984 y es autor de La Comunicación: función básica de las Relaciones Públicas.

Page 4: El estudio de las relaciones públicas

Se puede afirmar que las relaciones públicas son una filosofía gerencial que se traduce en

una serie de acciones de comunicación, normalmente de carácter informativo. Su

surgimiento está ligado al fortalecimiento de la democracia y el capitalismo, primero en

Norte América y posteriormente en otras latitudes.4 El objetivo del profesional de la

comunicación y las relaciones públicas siempre será social, y sus consecuencias

impactarán en la economía y la imagen de la institución y los públicos relacionados; por

ello, su responsabilidad es elevada pues implica procesos de comunicación e interacción

con los medios, los empleados, los proveedores, las autoridades y a la sociedad en

conjunto.

Jeff y Marie Blyskal, (1985) citados por Biagi, (1999) afirman que:

“…en el más alto nivel de la profesión, los publirrelacionistas son personas transparentes,

sinceras, creativas, accesibles, cálidas, ingeniosas, agradables y seguras. Los mejores

comunican de manera tan eficaz o mejor que los periodistas más destacados, por lo que son

considerados verdaderos técnicos de la comunicación.”

Su labor, ligada a la construcción de opiniones públicas favorables coloca a estos

profesionales en la mira de la ética profesional en contra de la manipulación, por lo que su

formación no ha de separase jamás de los principios de servicio social que le ha heredado

su perfil de comunicador social.

Actualmente, los profesionales de la Comunicación y las Relaciones Públicas en México

se encuentran en un punto decisivo para el desarrollo de su campo laboral pues sin duda

alguna, como es posible apreciar, el campo de trabajo se ha ensanchado debido a la gran

fuerza que toman las nuevas tecnologías de la comunicación en la vida cotidiana.

El manejo de la comunicación es cada vez más inmediato, delicado y constante que en

cualquier otro momento de la historia de la humanidad y permite construir gobiernos o

desmontar empresas con unos cuantos clicks dados con precisión.

Hemos presenciado el advenimiento de un Presidente en Estados Unidos a través del uso

del Black Berry y hemos visto la parálisis de un puerto como fue el caso de Veracruz por

el descontrol provocado por algunos mensajes en tweeter.

Es interesante mencionar que en 1976 en México, únicamente dos universidades -la

Universidad Latinoamericana y la Universidad del Pacífico- manifestaban particular interés

por formar profesionales de las relaciones públicas, distinguiéndose de las escuelas

restantes, tal como se describe en la siguiente Tabla.

4 RRPPnet, Historia de las Relaciones Públicas, consultado en marzo 2013 en:

http://www.rrppnet.com.ar/historiadelasrrpp.htm

Page 5: El estudio de las relaciones públicas

Tabla 1. Distribución por entidad federativa de las escuelas y universidades que

impartían la licenciatura en ciencias de la comunicación, periodismo, o licenciaturas afines en 1976.5

Entidad Institución Educativa Licenciatura

Distrito Federal 1. Escuela de Periodismo Carlos Septién

García.

Periodismo.

2. Universidad Iberoamericana. Ciencias y técnicas de la

información.

3. Escuela Nacional de Estudios Profesional

de Aragón (ENEP- Aragón).

Periodismo y comunicación

colectiva.

4. Universidad Autónoma Metropolitana,

Unidad Xochimilco (UAM).

Ciencias de la comunicación.

5. Universidad Nacional Autónoma de

México (UNAM).

Periodismo y comunicación

colectiva.

6. Universidad Anáhuac. Ciencias de la comunicación

social.

7. Universidad Latinoamericana. Comunicación y relaciones

públicas.

8. Universidad del Tepeyac. Ciencias y técnicas de la

comunicación.

9. Universidad del Valle de México. Ciencias de la comunicación.

10. Universidad Intercontinental. Ciencias de la comunicación.

Durango 1. Instituto Superior de Ciencia y

Tecnología.

Ciencias de la comunicación.

Guanajuato 1. Universidad del Bajío. Periodismo y ciencias de la

comunicación.

Jalisco 1. Instituto Tecnológico y de Estudios

Superiores de Occidente (ITESO).

Ciencias de la comunicación.

2. Universidad Autónoma de Guadalajara. Periodismo y comunicación

colectiva.

3. Instituto Superior del Valle de

Atemajac.

Comunicación.

Estado de México 1. Universidad del Nuevo Mundo. Comunicación.

5 Fuente: Jesús Pablo Tenorio: "Las escuelas de periodismo ante la crisis". En: Crisis y comunicación en

México. IV Encuentro Nacional CONEICC. Tomo II. Marzo de 1986. México. Consejo Nacional para la

Enseñanza y la Investigación de las Ciencias de la Comunicación.

Page 6: El estudio de las relaciones públicas

2. Escuela Nacional de Estudios Profesional

de Acatlán (ENEP- Acatlán).

Periodismo y comunicación

colectiva.

Nuevo León 1. Tecnológico de Monterrey, Campus

Monterrey.

Ciencias de la comunicación.

2. Universidad Autónoma de Nuevo León. Periodismo.

3. Universidad de Monterrey. Ciencias de la información.

4. Universidad Regiomontana. Ciencias de la comunicación.

Sinaloa 1. Universidad Autónoma de Sinaloa. Ciencias de la comunicación.

2. Universidad del Pacífico. Relaciones públicas.

Tamaulipas 1. Universidad del Noroeste. Ciencias de la comunicación.

Veracruz 1. Universidad Veracruzana. Periodismo.

Mientras que en México y en América Latina se incrementaba exponencialmente el

número de escuelas y universidades que abrían la licenciatura en ciencias de

comunicación adoptando el llamado "modelo polivalente", el crecimiento de escuelas o

universidades que abrían licenciaturas en periodismo o en relaciones públicas

prácticamente era nulo o, en el mejor de los casos, incipiente, mismo caso que sucedió

con otras disciplinas, como la publicidad, que no contó con registro en México hasta los

años 60’s.

Sin embargo, hace ya tiempo y con admirable perseverancia, los profesionales de las

relaciones públicas se han encargado de despejar muchos de los estereotipos negativos

que empañaban la relevancia y el profesionalismo de su trabajo, mismo que ha cobrado

importancia social en un mundo donde la complejidad de la comunicación es cada vez

más evidente y la pérdida de confianza en el discurso de los medios clásicos y la

publicidad ha afectado la imagen de muchas empresas y marcas.

Durante los últimos 20 años, los publirrelacionistas han salvado la reputación de muchas

marcas que se han visto envueltas en escándalos, quejas y juicios, por lo que parecían

sólo funcionar como ‘apaga fuegos’. La profundidad y compromiso con su trabajo les ha

permitido llegar más allá de organizadores de eventos o solucionadores de crisis, y ha

llevado a que más empresas, instituciones y personalidades empleen las relaciones

públicas como estrategia directiva y como base para la construcción de su identidad, de

sus relaciones y de su plan de desarrollo.

Antes de la impresionante explosión de internet y de las comunicaciones digitales, las

actividades comunicativas eran fácilmente prescindibles en la dirección estratégica de las

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empresas, y la imagen de las marcas y las empresas dependía de la publicidad. Islas

Carmona6; (2005) refiere en su artículo “De las relaciones públicas a la dirección

estratégica” cómo el trabajo de estos profesionales fue alcanzando más valor a partir de

1981, y hace referencia a la investigación publicada en ese año por Thomas Peters y

Robert Waterman en Estados Unidos como parte de su libro “En Búsqueda de la

Excelencia”,(1981) en la que dan cuenta de que entre los intangibles más apreciados por

las empresas y sus públicos estaban: la cultura organizacional, la identidad y el programa

estratégico de comunicación.

Paulatinamente el valor de la comunicación creció y su inclusión se fue convirtiendo en un

imperativo, ya que permitía la construcción de una cultura empresarial que tuviera

consistencia, unidad y coherencia.

Pronto, la gestión empresarial fue algo más que administración de planes, y los directivos

se transformaron en gestores de significados y de símbolos que dan sentido al trabajo de

sus equipos, pero también a los intercambios que éstos realizan con clientes,

intermediarios, proveedores y otros públicos.

Así pues, la relevancia de la comunicación estratégica en las empresas e instituciones no

está en duda y, aun cuando, en México y en otros países de América Latina los

profesionales de la comunicación aún no son considerados como verdaderos líderes en la

construcción del desarrollo empresarial, institucional y gubernamental, cada vez más

organizaciones buscan sus servicios a nivel directivo, pues ahora, más que antes, se

requiere de una comunicación oportuna, efectiva y productiva que soporte relaciones, no

sólo a larga distancia, sino a largo plazo.

6 Islas Carmona O. (2005), De las Relaciones Públicas a la Dirección Estratégica, http://redalyc.uaemex.mx/pdf/160/16008911.pdf